Si bien deben existir medios para todos los gustos,edades e intereses, Antofagasta está al debe en esta área, falta una revista que uno ansíe que aparezca la próxima edición para arrellanarse en el sillón favorito y devorar los contenidos, porque son transgresores, porque hablan de lo que no se habla, porque me identifica en mis
inquietudes como adulto joven que disfruta la vida y se resiste a entrar en la senda de ser “políticamente correcto”.