“Liderar es vivir peligrosamente, porque cuando ejerces el liderazgo, cuando conduces a las personas a través de un cambio difícil, desafías lo que ellas más aprecian: sus hábitos cotidianos, sus herramientas, sus lealtades y su manera de pensar, quizás sin poder ofrecer otra cosa que una posibilidad”.
(Ronald Heifetz, autor del libro “La Práctica del Liderazgo Adaptativo).
A GRA DE CI MIEN TOS
Sin el valioso aporte de un gran número de amigas, amigos y familiares de María Paz Domínguez este libro no habría sido posible. Sus honestos y generosos testimonios nos ayudaron a completar el perfil de esta mujer de múltiples colores, ya que gracias a las entrevistas y recuerdos de numerosas personas que la conocieron, pudimos complementar esta historia con miles de matices. Durante su vida, la “Pachi”, como la llamábamos cariñosamente, nos demostró ser una gran persona, valiente, estudiosa, enérgica, tierna y, a la vez, crudamente directa, dueña de una fuerte personalidad y de un carisma que inevitablemente la convirtieron en una líder y la impulsaron a investigar las variables más vanguardistas del liderazgo adaptativo, las que logró transmitirle a todos quienes participaron en sus talleres.
Damos gracias a todas y todos los que intervinieron en la creación de “OTROVENUS” por su invaluable contribución y sus miradas cálidas, llenas de afecto y admiración, porque además nos revelaron nuevas facetas de nuestra hija y hermana.
Gracias, mil gracias...
Familia Domínguez Sánchez.
Si contemplo mi existencia hacia atrás, me doy cuenta que ha sido una muy buena vida, llena de hermosas experiencias como también de momentos más oscuros. Sin embargo, me siento feliz y satisfecha de mis logros como persona, como profesional y como académica de Harvard. A través de este libro que hoy empiezo a escribir, quiero transmitir mis descubrimientos y los resultados a los cuales llegué con la ayuda de muchas personas con las cuales tuve la suerte de trabajar y compartir amistad.
Sé que enfrento una labor nada de fácil, porque me han diagnosticado una enfermedad altamente agresiva que me advierte lo frágil de la existencia humana. Sin embargo, siempre destaqué por mi intelecto y mi determinación, características que estoy segura me permitirán llevar a cabo esta misión en la medida de mis posibilidades.
EN BUSCA DE UN NUEVO MUNDO
Durante el año 2022 mi carrera profesional estaba en pleno auge y mi consultora Compás Pedagógico, –especializada en capacitar a empresas en liderazgo adaptativo–, se encontraba en un momento de éxito, cuando me golpeó la noticia de mi enfermedad. Consciente de que el destino me había marcado con una dolencia que sin duda acortaría mi existencia, me propuse vivir plenamente el presente, –que es lo único que tenemos seguro– hasta el momento de partir. Estoy decidida a encontrar la entereza necesaria para seguir transmitiendo mi experiencia, con la intención de motivar a mis lectoras y alumnas e incentivarlas a apoderarse de una nueva libertad, que les permita ir gestando un mundo más amable.
Me propuse escribir este libro para empoderar a las mujeres, que desde épocas inmemoriales hemos sido
sometidas y obligadas a cumplir roles que limitan el desarrollo de nuestros talentos. Para concretarlo empecé a investigar sobre el dolor, el patriarcado, el feminismo, las capacidades del liderazgo femenino y las técnicas para ir avanzando en un camino que nos ayude a realzar nuestras vidas como mujeres.
Así se fue gestando el nombre y el contenido de Otrovenus, donde quiero difundir y explicar los temas que me apasionan y me parecen fundamentales para cambiar antiguos paradigmas a los que nos han sometido… Como venusianas, propongo una nueva mirada a este planeta y al comportamiento de sus habitantes, en busca de aportar un sentido de integración y de convivencia más cálido y más justo con las mujeres. Ese será mi legado…
María Paz Domínguez Sánchez
PRELIMINAR
UNA VIDA PLENA
María Paz era una exitosa ingeniera comercial con largos años de experiencia en políticas educativas a nivel nacional e internacional. Entusiasta investigadora, creativa, perseverante y triunfadora en lo profesional, había perfeccionado y enriquecido su carrera a través de dos maestrías que cursó en la prestigiosa Universidad de Harvard y su gran interés se centraba en el liderazgo adaptativo, para ir gestando un nuevo mundo, con énfasis en la sanación y el feminismo. En su vida privada cultivaba sencillos placeres, como tocar guitarra, cantar, escuchar música y bordar, todas actividades que desarrolló desde su infancia.
Su adolescencia y su juventud las vivió con la alegría y la pasión que dedicaba a todo lo que hacía. Fue recién a sus 32 años cuando su vida comenzó un giro rotundo cuando le diagnosticaron el primer
tumor cerebral. Corría el año 2007 y esa primera cirugía fue exitosa. Sin embargo, una década después vendrían dos tumores más, de distintos grados. El 2018 y 2020 vivió nuevas intervenciones quirúrgicas, cuyos tratamientos le permitieron retomar su vida con normalidad. Todo cambió el año 2022, cuando tuvo que ser operada nuevamente, y, en esa oportunidad, el Glioblastoma Multiforme que la afectaba fue más agresivo y las posibilidades de terminar su libro empezaron a apagarse.
Cuando la Pachi partió hacia otras dimensiones, como familia decidimos completar sus experiencias y sus descubrimientos con los recuerdos de amigas, amigos y familiares, quienes nos fueron develando nuevas facetas de la insondable vida de una mujer compleja, lúcida, generosa y luchadora incansable por lograr un mundo más cordial. Todos
nos transmitieron un amor profundo e incondicional hacia ella que nos conmovió.
María Paz era multifacética y resultaba difícil reflejarla en toda su humanidad, con sus luces y sus sombras. Sin embargo, en busca de su esencia, las personas que la amamos aportamos para rescatar la historia de su vida y difundir lo más posible sus valiosas experiencias y el trabajo que desarrolló a través de sus talleres especializados en liderazgo.
A continuación, les presentamos sus vivencias y descubrimientos que, gracias a su amor por su trabajo y a su acuciosa rigurosidad académica, buscan ayudar a todas las mujeres a enfrentar situaciones que les impiden desarrollar sus talentos libre y creativamente.
“NO
DEJA DE SORPRENDERME CUÁNTO HACE SUFRIR LA IDENTIFICACIÓN
CON EL CUERPO EN
LAS
MUJERES. SE SIENTEN COMO SI ESTUVIERAN
INCOMPLETAS, COMO SI TUVIESEN UNA DEUDA CON EL MUNDO”.
María Paz
PRIMERA PARTE
INFANCIA, ADOLESCENCIA & AMISTADES
TRIBULACIONES DE UNA NIÑA BRILLANTE
María Paz Domínguez Sánchez, la Pachi, nació el 15 de julio de 1975, lo que se convirtió en un acontecimiento para toda la familia y en “un milagro” para María Loreto Sánchez, su madre, quien confesó que embarazarse había sido lo mejor que le ocurrió en su vida: “Era mi primera guagua, a los 24 años, y fue un embarazo muy deseado, no tuve molestias”.
Sin embargo, el nacimiento demoró más de algunos minutos, porque María Paz se tomó su tiempo para emerger a este mundo… y desde el primer momento Loreto amó sin condiciones a esa hija preciosa, que pronto comenzó a sonreír y a conquistar a todos los que la rodeaban.
Como primera integrante de la nueva generación de la familia Sánchez, Pachi se convirtió en un regalo para sus tías y tíos. Marcela, hermana de Loreto y quien sería su madrina, vivía en París cuando nació y pasaron algunos meses antes de conocerla. Luego de sus primeros encuentros y a medida que transcurrían los años, Marcela mencionaba habitualmente la memoria excepcional de su ahijada, que le permitía repetir poesías sin equivocarse y cantar las melodías que su familia –amante de los temas folclóricos–, solía entonar durante sus encuentros, con la música siempre presente.
PADRES, PADRINOS & ABUELOS
Durante el bautizo de María Paz, de izquierda a derecha los padrinos Andrés Hurtado y Marcela Sánchez; Loreto con María Paz en brazos, el sacerdote y Ernesto.
LOS CAMPINGS FAMILARES & SCOUTS
Todos los integrantes de este amoroso clan cantan o tocan guitarra, excepto Ernesto, el hermano menor de María Paz, más aficionado al deporte. Sin embargo, cuando era un pequeñuelo de tres años, rubio y adorable, igual entonaba las canciones que su madre le enseñaba, especialmente durante esas entretenidas vacaciones que pasaban a orillas de algún lago sureño, durante las cuales dormían en carpa y compartían alegres jornadas rodeados de la naturaleza. Esas maravillosas experiencias las fueron inmortalizando a través de numerosos videos que la familia atesora y suele revisar cada cierto tiempo.
Foto carácteristica de la época de los campings familiares.
Loreto con sus cuatro hijos, María Paz, María José, María Magdalena y Ernesto Germán.
Arriba a la izquierda María José, abajo
María Magdalena y con la guitarra
María Paz, con amigos en el camping.
El entusiasta impulsor de los campings fue el padre de María Paz, Ernesto, quien había sido scout en el Colegio San Ignacio. “Tuvo muy buenas experiencias y quiso que nosotros también disfrutáramos de esos espacios de libertad y vegetación”, recuerda María José, la hermana que le seguía, quien comenta que en los videos se puede apreciar a su grupo de amigos.
La familia Domínguez Sánchez disfrutó de muchas experiencias en carpa, junto a un río o un lago en diferentes lugares del sur de Chile, María José señala que “mientras más rústico era, mejor.
¡Naturaleza pura! Tal como le gustaba a mi papá. Así aprendimos a nadar en el lago Ranco. Él nos enseñó a flotar; nadar desde la lancha hasta la orilla era todo un desafío, pero gracias a la paciencia de mi padre aprendimos y todos los niños podíamos nadar solos hasta la orilla. La Pachi, yo y los hijos de los amigos teníamos las mismas edades, mientras Magdalena recién caminaba y Tito gateaba. Todavía eran muy pequeños”.
Nadando desde la lancha a la orilla, Lago Ranco.
Camping Lago Ranco 1984.
Ernesto Germán (Tito), María Magdalena
Rodrigo Pérez-Gazitúa con Rodrigo hijo, Marcela, María Paz, María Magdalena, y Loreto.
BUSCANDO A LA “BILIAN” EN CHILOÉ
María Paz se entusiasmó tanto con la afición de su padre que apenas pudo, ingresó a los scouts del Santiago College, relata María José: “Incluso fuimos a ver al guía scout de la Pachi a Chiloé durante el año 1985.
María Paz con una amiga dentro de la carpa en un campamento scout del Colegio Santiago College.
La Pachi llegaba hasta el final en todo lo que se proponía y fue así como partimos, sin señales de teléfono ni Waze, a buscar a esa persona que había sido la mejor guía scout, María Teresa Salvo.
Compartimos con ella y su pareja, las ayudamos a desgranar porotos. Nos llamó mucho la atención que los animales no se arrancaban de las personas fue una maravillosa experiencia.
María José y María Paz un día
Domingo cualquiera, María Paz siempre con su pañolín scout.
PRIMEROS RAZGOS DE EMPATÍA
Desde muy chiquitita aparecieron las primeras señales del talento de la Pachi para enseñar a los demás, su capacidad de liderazgo y su interés por transmitir lo que ella iba aprendiendo. Sin duda, tenía vocación de líder y así también emergieron sus rasgos más humanos, más empáticos, que rememora su madre:
“Cuando tenía dos años y la María José unos tres meses, yo les leía El patito feo y parece que le puse
demasiada emoción, porque en una parte donde el patito dice que nadie lo quiere, la Pachi me tomó del brazo y casi llorando murmuró..
¡DILE QUE YO LO QUIERO!”
NACE MARÍA JOSÉ
UN DESAFÍO
Sebastián Pérez-Gazitúa, María Paz y María José abajo de vestido rosado.
La Pachi tenía dos años cuando el 16 de julio de 1977 nació su hermana, un cambio no exento de desafíos para quien hasta ese momento acaparaba toda la atención de su familia. Sin embargo, María José afirma que siempre se sintió apoyada por María Paz: “En nuestra infancia éramos muy compinches. Hacíamos maldades juntas y organizábamos unas reuniones similares a los scouts, que bautizamos como Consejo de Hermanos, donde Magdalena y Tito debían participar y la Pachi llevaba el asunto con cantos y bailes… Fueron varios años en los que mantuvimos ese juego”.
María José y María Paz
LOS CONQUISTADORES Nº2159
PRESENTACIONES & DOMINGOS DE COCINA
Durante esa época, las dos cocinaban los domingos. María Paz hacía que María José exprimiera los limones para darle un sabor especial a los queques que preparaban habitualmente: “Era la tarea más fome… Una vez se nos ocurrió hacer el doble de la mezcla. ¡Era un queque enorme que no se logró cocer!
Mi abuela nos retó, pero para nosotras fue un aprendizaje entender que doblar la mezcla en pastelería no funciona. Hasta el día de hoy me da risa recordarlo.
Para las Navidades planeábamos una presentación, nos disfrazábamos de angelitos, inventábamos un texto para que Magdalena abriera la presentación y también entonábamos canciones que nos habían enseñado en el colegio. Los ensayos duraban varios días y la puesta en escena final era para mis abuelos y mis papás, todos reunidos en la casa de Los Conquistadores.
Fueron años durante los cuales lo pasamos espectacular representando distintos personajes y dando vida a la navidad en familia”.
Una de las muchas reuniones familiares en el jardín de “Los Conquistadores”. Loreto a la derecha, siempre con la guitarra cantando.
Presentación Navideña. María José, M.Magdalena y Ernesto. Abajo: Fachada casa “Los Conquistadores Nº2159”.
Cocina casa “Los Conquistadores” Abuelos, tíos y primos compartiendo como todos los domingos.
NADIA COMANECI ESTADIO ESPAÑOL GIMNASIA OLÍMPICA
La gimnasia olímpica fue otro hito importante para Pachi y María José. A los 7 y 9 años después de ver una película de Nadia Comaneci, comenzaron a copiar sus movimientos:
“Apasionadas por el tema asistimos a la Escuela de Gimnasia Artística del Estadio Español durante varios años. En la primera competencia la Pachi ganó tres medallas mostrando gran destreza. Cuando eran más chicas, la Pachi llevaba la batuta y, como decía su padre, ella inventaba las travesuras y su hermana las concretaba.
María Paz y María José compitiendo por el Estadio Español, María Paz ganó 3 medallas en esta competencia. Una de oro y dos de plata.
“Sin embargo, en la adolescencia las cosas cambiaron, porque yo también empecé a llevar la batuta”, bromea María José.
María Paz y María José en diferentes juegos de infancia.
UNA ABUELA POCO CONVENCIONAL
Pese a la escasa diferencia de edad, su padre reconoce notorios contrastes en la crianza de ambas: “A María Paz la cuidamos, la atendimos y le exigimos más que a sus hermanas. Al comienzo, como estábamos solos con ella, la llevábamos a las fiestas de nuestros amigos y dormía en la cama de los dueños de casa mientras nosotros lo pasábamos fabuloso. Después del nacimiento de María José dejamos de salir de noche”.
Recuerda Ernesto que cuando la Pachi era una bebé de unos seis meses la pusieron en otra pieza, como se hacía en ese entonces para que los niños aprendieran a dormir solos: “Tal vez fuimos un poco extremos porque la dejamos llorar hasta que se acostumbró. En general, era una niña tranquila, pero de muy buenas ideas para hacer travesuras que concretaba María José”.
Desde su niñez la Pachi demostró que había que gozar la vida y aprendió a reír incansablemente. Relata Ernesto que, junto a Loreto, como padres primerizos cometieron equivocaciones y aciertos, pero como ambos trabajaban, siempre tuvieron el apoyo de los abuelos maternos. Como
consecuencia de la crisis económica de los años ochenta, tras el nacimiento de Magdalena, la tercera hija, la familia debió dejar su casa e irse a vivir con Liborio y Raquel.
Según relata María José, “ellos tenían una casa grande y preciosa en Pedro de Valdivia Norte. Allí compartíamos con mi abuela. Ella nos enseñaba a coser y tejer. En invierno nos metíamos en su cama, una a cada lado, tejíamos, disfrutabamos de las historias que nos contaba y ver la teleserie del momento. Fue un regalo del universo poder disfrutar de ese tipo de vivencias con nuestra abuela materna. Eso sí, jamás nos regaloneó, pero para eso teníamos a su hermana Marta, que nunca se casó y fue muy cercana. Era tremendamente cariñosa con nosotras y nos consentía como abuela de cuentos. Como mis papás trabajaban, llegaban en la tarde y comíamos todos juntos. Los abuelos estaban ahí, pero hacían su vida, porque había dos nanas que nos cuidaban”.
Liborio era médico y se encargaba de controlar la salud de su familia, mientras Raquel enseñaba a coser, hacer ejercicios, cocinar y cantar: “Ella no era una abuela convencional. Se caracterizaba
Raquel Novoa, abuela materna. Bautizada por María Paz como “Mai”.
por su agilidad, por su atractivo y su fuerte carácter”, relata María José. Era asertiva e intuitiva y, por otro lado, muy preocupada de su figura y de verse bonita, lo que a Loreto le incomodaba: “La Pachi y la Magdalena tomaron causa común en ese tema cuando éramos adolescentes… En esta familia era mal visto no ser inteligente y preocuparse del aspecto físico”. Cuando a los quince años María José se arreglaba frente al espejo, sus dos hermanas la molestaban diciéndole que era “igual a la Mai”, nombre con el cual la Pachi había bautizado a su abuela: “Y durante muchos años me lo dijeron como algo negativo. Hacían alianza con mi mamá hasta que yo, cansada de sus comentarios, tuve que decir sí, soy igual que mi abuela ¿y qué? Así le bajé el perfil de que fuera algo negativo y dejó de importarme. Mi abuela era una mujer muy empoderada. Logró sostener su casa gracias a que vendía sus preciosos sweaters que tejía con lana de muy buena calidad, además con excelente ojo copiaba de revistas de alta costura y desarrollaba los patrones en forma autodidacta, logrando venderlos a muy buen precio. Con la Pachi la acompañábamos a comprar las lanas a Providencia”.
Raquel Novoa era una visionaria y, entre otras andanzas, logró viajar a Europa por mar con Liborio, porque consiguió que lo contrataran como médico durante la travesía. También vio la oportunidad de comprar la casa de los Conquistadores: “Se caracterizaba por su gran intuición y en esos tiempos ya practicaba lo que hoy se llama , que es caminar por el pasto descalza, lo que impacta positivamente al bienestar y la salud física”.
Liborio se jubiló del Hospital Salvador y Raquel lo impulsaba a que tuviera una consulta, pero aunque él se destacaba por hacer excelentes diagnósticos médicos, a esas alturas ya no le gustaba atender enfermos todo el día. Siempre le gustaron las letras, recitaba poesía, le “tocó” ser doctor porque su hermano ya era abogado. Relata María José: “Él amaba la poesía y tenía unas cosas bien graciosas. Mi abuela contaba que en el hospital guardaba una caja con sacarinas, porque llegaban muchas personas hipocondríacas a las cuales les daba esas inocentes pastillas y curiosamente mejoraban como por arte de magia”.
Foto central de texto: Liborio Sánchez y Raquel Novoa, el día de su matrimonio.
Raquel con Marcela y Loreto en el Estadio Español.
UNA RELACIÓN ESPECIAL
En 1981, cuando María Paz tenía seis años, nació Magdalena, quien sintió durante su infancia que a su hermana le gustaba llevar la batuta: “Por ser la mayor y de carácter fuerte, era muy de yo soy la que sé, porque soy la más grande. Ella era la mayor y lo hacía notar, entonces no había muchas cosas en común, sin embargo, al crecer nuestra relación fue cambiando. Su vocación como educadora influyó fuertemente para ayudarme a elegir dónde estudiar y posteriormente independizarme e irme a vivir sola, como ella. Consciente o inconscientemente seguí sus pasos”.
Ya adultas, María Paz y Magdalena tuvieron momentos muy cercanos: “Compartíamos una visión frente a la contingencia nacional, éramos como la versión de izquierda de la familia donde siempre hubo variadas posturas”. Sin embargo, tanto María José como su hermano, al igual que sus padres, no se interesaron nunca apasionadamente por la política, tratando siempre de mantener una visión objetiva. Ese afán por mejorar las condiciones del país y por los vaivenes de la política que cultivaba la Pachi pudo haberlo heredado del alcalde Germán Domínguez Echenique, su abuelo paterno.
M.Magdalena, María Paz y María José vestidas para el bautizo de Ernesto. Vestidos y capota diseñados y confeccionados a medida por Raquel.
María Paz, M.Magdalena y María José en una casa en la playa.
Magdalena fue la primera y la única de sus hermanas que tuvo hijos. A pesar de haber hecho muchos intentos, María José tampoco fue madre. Relata Magdalena que la Pachi “observaba mi forma de criar a mis hijos y aprendió a interactuar con la infancia. Nos alimentábamos mucho en ese sentido. Solíamos dialogar y llegar a acuerdos. La Pachi quería estudiar pedagogía, pero terminó inclinándose por la ingeniería.
Transitó un camino más largo, pero finalmente hizo lo que más le gustaba: enseñar. Y para mí su legado más importante fue aprender a valorar mi trabajo y elegir las actividades que realmente me gustan. Mi hermana nunca se interesó por el dinero, no la movía ni un centímetro. Trabajaba en equipo y se comprometía hasta el final; fue así como cosechó importantes frutos”.
María Paz con Octavio, segundo hijo de M.Magdalena en el Estadio Español.
María Paz con el primer sobrino de la familia Domínguez Sánchez, Valentín Rivas, hijo de M.Magdalena
M.Magdalena, María José y María Paz, en el Estadio Español.
Durante una larga época Magdalena y Pachi fueron muy compinches: “Ella me encargaba distintos trabajos. Era muy generosa con el quehacer laboral y lo entendía como redes. Si te podía dar pega lo hacía y no porque fueras conocida de alguien. Así le dio trabajo a mucha gente que todavía se desempeña en los terrenos que ella investigaba y difundía. La Pachi te valoraba por lo que tú de verdad sabías hacer y si eras buena, te quedabas”.
“Día de Chicas” en el Estadio Español, 2015.
LOS PRIMOS, LA RISA DE PACHI & EL TERREMOTO
María Paz con su pegajosa risa en un “Día de Chicas” jugando “UNO” en el Qusico.
Sebastián, María Paz y Cristóbal en la casa de “Los Conquistadores”
La casa de los abuelos en la calle Los Conquistadores 2159 se convirtió en punto de encuentro obligado los fines de semana… Sebastián, el hijo mayor de Marcela, recuerda con especial cariño esas jornadas: “Cuando éramos niños nos juntábamos todos los domingos a tomar té. Los adultos conversaban en el comedor o en la terraza y nosotros corríamos o jugábamos en la casa, que era súper grande… hasta andábamos en bicicleta por las habitaciones”.
Dentro de esos recuerdos especiales que guarda Sebastián emerge el terremoto de 1985: “Estábamos en el segundo piso jugando al castillo de trontrin (este juego lo bautizó la Pachi) castillos que armábamos con almohadas y cojines que servían de proyectiles para agarrarnos a cojinazos, cuando comenzó a estremecerse todo.
Y, de repente, se abrió la puerta de la pieza, entró mi papá con mi tío y nos sacaron corriendo. Tratando de bajar por las escaleras los muros se venían encima moviéndose de un lado a otro, uno sentía el ruido del terremoto y los gritos de la Mai: ¡¡¡Señor, aplaca tu ira. Señor, aplaca tu ira!!! Ese espectáculo se me quedó grabado para siempre”.
Rachel, Paul, Mark, María Paz y María José.
Ernesto en los brazos de María Paz, M.Magdalena y María José con disfráz de Pantera Rosa, en el patio de atrás de “Los Conquistadores·.
Loreto, Ernesto y María Paz, en el living
Ernesto y M.Magdalena en el balancín, atrás María Paz ayudándolos.
María José, Ernesto con M.Magdalena en los brazos y María Paz en el patio frontal de “Los Conquistadores”. Cristóbal, Sebastián, María Paz y Marcela. M.Magdalena, Ernesto Germán, Sebastián, Cristóbal y Rodrigo.
LA TERRIBLE MUERTE DE DOUGLAS CAMBIO DE CASA & DE COLEGIO
Corría el año 1988 y Douglas Harris, marido de Cecilia –la hermana mayor de Loreto y Marcela–, que vivía en Estados Unidos con su familia, había viajado de visita a Chile cuando ocurrió una tragedia. Douglas era profesor de teatro y cada vez que venía alojaba en la casa de Liborio y Raquel.
Cuenta María José que “su visita era un tremendo evento y ese año decidió quedarse menos tiempo, porque quería estar en Estados Unidos para el cumpleaños de mi tía Cecilia, pero antes tenía que hacer escala en Perú para visitar unos amigos que tenía en ese país. Su vuelo era desde Juliaca a Arequipa, cuando el avión intentó despegar desde Juliaca no logró elevarse y se estrelló, producto de lo cual murieron doce personas, entre ellas, el tío Douglas. La noche del accidente Liborio entró a la pieza donde dormíamos los niños, estábamos con mis papás y nos dice: “cayó un avión en Perú, ojalá no haya sido en el que viajaba Douglas”.
Increíblemente, antes de partir Douglas tuvo una importante discusión con Raquel, y los ánimos quedaron muy tensos. Debido a esto Douglas le planteó a Loreto que sería sano que dejara la casa de sus padres y que se mudaran de vuelta a su casa”. (Como consecuencia de la crísis del año 1981 Loreto y Ernesto dejaron su casa, la pusieron en arriendo para poder ajustar sus ingresos, y se fueron a vivir a Los Conquistadores, junto a Liborio, Raquel y Marta). Este comentario fue clave para la toma de desiciones futuras.
Al año siguiente, Loreto y Ernesto decidieron que había llegado el momento de volver a su casa en la calle Alberto Risopatrón 2729… Además, con esto cambiaron a los niños de colegio, del Santiago College a las Monjas Inglesas (María Paz, María José y M.Magdalena) y al Tito al Manquehe (por que en el San Ignacio no había cupo).
Un tributo a Douglas Harris publicado en el DAILY PANTAGRAPH, BLOOMINGTON, ILL. 28 de Octubre 1988.
Después del dramático accidente, la familia de Douglas viajó a Chile a pasar una temporada.
A Paul, el primo mayor, le costó mucho entender la cultura del país. Todos estaban muy acostumbrados al sistema norteamericano. La visita duró poco más de un mes durante el cual los primos compartieron gratos momentos.
Relata María José que jugaban al UNO, la lúdica entretención con cartas que en ese entonces aún no había llegado a Chile: “Pasábamos tardes enteras entreteniéndonos y nos reíamos mucho. También recuerdo que tratamos de hacer una sesión de espiritismo. No sé de quién fue la idea, pero se suponía que uno de nosotros debía levitar… obviamente no nos resultó”.
María José, que en ese momento tenía doce años, viajó con su tía y sus primos a Estados Unidos a
Sebastián Pérez-Gazitúa, M.Magdalena, Ernesto Germán, Raquel, Loreto, María Paz, Mark, Cristóbal, Marcela y María José. Año Nuevo 1999, casa de los Pérez-Gazitúa
pasar una temporada: “Con Mark tenemos dos años de diferencia y con mi prima Rachel solo uno. Fue una experiencia de autonomía increíble, fui al colegio, donde solo se hablaba inglés. Elegí mis clases y compartí mucho con mis primos gringos”.
Mientras estuvo en Chile, Paul admiraba las contagiosas carcajadas de María Paz e intentaba hacerla reír diciendo tonterías. En tanto Mark, el menor de los Harris, recuerda que en ese viaje él tenía diez años y se perdió en una tienda de Providencia: “Estaba muy asustado cuando de repente vi a la Pachi corriendo desde la puerta principal hacia donde yo estaba, gritando mi nombre y abrazándome, feliz de verme a salvo”. Pasamos horas buscándolo…
Paul recuerda que abrió una botella de CocaCola y el contenido voló mojando a todo el mundo: “Nos reímos muchísimo. Especialmente la Pachi, riéndose tan fuerte que lloraba. Es un recuerdo que atesoro”.
“La Pachi fue una niñita muy viva desde muy pequeña. Y tal como lo demostró en su vida, fue muy adelantada”.
María Loreto Sánchez
Rodrigo, María Paz, Cristóbal, María José, Mark Harris, Rachel Harris.
María José, Rachel, Cecilia, Paul y Mark
UNA ALUMNA BRILLANTE
EN EL SANTIAGO COLLEGE
Presentación de fin de año, Kinder A. María Paz fue seleccionada para presentar el acto en inglés.
fuera de lo común, que los profesores, con la madurez de las personas adultas, admiraban y reforzaban: “Ella fue siempre muy brillante académicamente y opinaba sin temor, era naturalmente una líder y tenía su grupo muy top. Si bien recibía acoso, también lo ejercía. Le bullying encubierto, como se diría ahora, que es un tipo de acoso más difícil de identificar, ya que se basa en excluir deliberadamente o hacer bromas pesadas. Sin embargo, aunque obviamente la acosaron, nunca se victimizó, ya que de alguna manera ella también respondía en defensa y ofendía.
En esa misma época María Paz conoció a Fanny Hoffenberg, pero sólo mucho tiempo después entabló una amistad sólida con ella, que duró hasta el final de su vida.
En la foto vemos a Suyai Rodríguez
En Cuarto Básico, María Paz ganó el Primer Lugar en el concurso de cuentos que organizaba el SC.
María Teresa Cisterna casada con Jorge Domínguez (hermano de Ernesto y tío de María Paz) trabajó activamente en el en el SC.
Fila abajo sentada, María Paz. Foto anuario 1985, Cuarto Básico.
Fila arriba, tercer lugar María Paz a su lado Marcelo “Chino” Ríos.
“LA
SANACIÓN EMOCIONAL IMPLICA EL RECONOCIMIENTO Y LA
LIBERACIÓN DE TRAUMAS, HERIDAS Y BLOQUEOS AFECTIVOS QUE PUEDAN
ESTAR PERJUDICANDO NUESTRA
María Paz
EL ÚNICO HERMANO VARÓN
Paz
En 1982 nació Ernesto, con el cual María Paz, siete años mayor, tuvo en los comienzos una relación poco cercana: “Ella era la líder de los cuatro y la verdad es que las tres me trataban bien, aunque de repente me molestaban”. María José cuenta que “si Ernesto se mandaba alguna embarrada, me decía a mí, no a la Pachi, que era más rígida en ese aspecto y consideraba que todo había que contárselo a la mamá, aunque fuera una tontería que podíamos solucionar nosotros, como limpiar una témpera derramada. En ese sentido no entraba en la dinámica de apoyo de hermanos. A la Pachi le costaba asumir sus errores, se impuso la presión de ser perfecta y no se permitía equivocaciones”.
Como suele ocurrir en todas las familias, por muy armónicas que sean, había momentos en que los hermanos competían, peleaban o discutían. Ernesto, que pronto fue bautizado como Tito por su familia, asegura que con María Paz “tuvimos algunos desencuentros, a veces me molestaba su forma de ser y también pudo haberle molestado
la mía. Eran peleas de cabros chicos que con el tiempo se fueron subsanando. Ella fue la primera que entró a la universidad, la primera que comenzó a trabajar, a ganar dinero, me ayudaba a pagar las ligas de fútbol, por ejemplo. Siempre fue súper buena onda y generosa conmigo incluso a veces también me invitaba a comer, con ella conocí los sushi, en un local del centro que estaba cerca de su trabajo”. Como hermana mayor, ejercía su rol con firme voluntad y todos podíamos confiar en ella: “Era muy responsable, muy buena persona, preocupada por nosotros y por el prójimo”.
Durante una larga época Pachi participó en grupos de reflexión de la parroquia de Los Castaños, en Vitacura, “pero con el tiempo se fue alejando de la iglesia y finalmente no quería tener nada que ver con la religión católica”. Su cambio más profundo, considera Tito, se produjo en el año 2003, cuando le diagnosticaron un Linfoma de Hodgkin: “Ella siempre trató de evitar el tema de la salud y percibía la realidad de otra
Ernesto y María Paz en Buenos Aires, año nuevo 2010
Terraza de “Los Conquistadores”, se ve reflejada la diferencia de edad de los hermanos, Tito gateaba y María Paz cursaba Primero Básico.
María José, Ernesto y María
M.Magdalena, Ernesto, María Paz y María José
manera, pero inconscientemente la enfermedad fue como un bastón en su vida. Tenía algo a qué echarle la culpa. Yo creo que María Paz se ponía un escudo frente al mundo, lo veía diferente a como lo vemos la mayoría de las personas, buscaba nuevas reglas del juego para encajar como le hubiera gustado. Durante su infancia se cuestionaba cosas que la gran mayoría de los niños ni siquiera ven. Por eso se angustiaba y le daba ocho vueltas a los problemas, cuando la vida es mucho más simple”.
Ser auténtica en un ciento por ciento y vivir de manera relajada no le resultaba fácil, sin
embargo, en los momentos en que su hermano lograba conectar con ella, “era divertida, buena onda, cariñosa y solidaria; era estudiosa, responsable, bondadosa, siempre presente cuando la necesitaban. A mí me enseñó que todos los problemas se pueden conversar, sin importar las diferencias políticas o de otra índole. Me transmitió que, con perseverancia, dialogando y de buena manera, cualquier conflicto se soluciona”.
Más adelante, otra de sus pasiones fue la política y durante los últimos años, a la vuelta de Harvard, sus conversaciones culminaban en esa área, lo
que según Tito era un poco agotador: “Costaba mucho hablar de cosas más livianas con ella y era tanto, que Magdalena decía que hasta a su hijo Valentín, de ocho años, le empezaba a hablar de política”, bromea.
Durante los últimos años de su vida María Paz estaba cansada de sus problemas de salud: “Y habría que ponerse en su lugar para entender lo que significan años de enfermedades que fueron empeorando, aunque tuvo algunos espacios de tranquilidad. Entonces, la entiendo completamente con sus luces y sombras. Fue una mujer muy valiente y muy buena persona”.
“AUNQUE EL DOLOR FÍSICO Y EMOCIONAL SE EXPERIMENTAN DE MANERA DIFERENTE, SUELEN INFLUENCIARSE MUTUAMENTE.
EL DOLOR FÍSICO CRÓNICO
PROVOCA EMOCIONES NEGATIVAS, COMO FRUSTRACIÓN, TRISTEZA O
IRA, MIENTRAS LAS EXPERIENCIAS
TRAUMÁTICAS MUCHAS VECES SE MANIFIESTAN EN SÍNTOMAS FÍSICOS.
EL MANEJO ADECUADO DEL ESTRÉS
EMOCIONAL AYUDA A REDUCIR LA PERCEPCIÓN DEL DOLOR FÍSICO Y
EL ALIVIO DEL DOLOR FÍSICO TIENE
UN IMPACTO POSITIVO SOBRE EL BIENESTAR EMOCIONAL”. María Paz
EL JAPPENING DOMINGUERO
& EL SECRETO DE LA ABUELA
Cuando María Paz tenía ocho años sufrió un ataque de epilepsia en el colegio. En un comienzo se pensó que en la familia no había antecedentes de esta condición. Sin embargo, lo que no se sabía era que la abuela Raquel la tuvo durante toda su vida y lo guardó como un secreto. En esa época era una dolencia que daba vergüenza confesar, porque existía la errada creencia que podía implicar un retardo, aunque en verdad solo se trata de un síntoma de inmadurez cerebral que, generalmente, mejora solo.
Al examinarla en calidad de doctor y no con mirada de abuelo, Liborio pensó que su nieta podía tener un tumor cerebral, pero como aún no existían las resonancias magnéticas, la Pachi fue tratada por epilepsia y los remedios que le recetaron detuvieron las convulsiones, lo que la hizo continuar con su vida normal y esto fue solo un evento pasajero por esos años.
Liborio Sánchez, Loreto, Marcela, Cecilia y Juan Pablo
Era la década del `80 y todos los domingos en la casa de los abuelos solían escucharse hermosas melodías. Primos y primas cantan desde pequeños, algunos participan en coros o tocan guitarra, y la Pachi solía entonar temas de la samba argentina y del folclor chileno.
Una de las principales atracciones durante esos domingos era el Jappening con Ja, programa que, a Sebastián, hijo de Marcela, le fascinaba: “Nos hacía reír mucho y creo que marcó las vidas de tantas personas, por lo que significó el tipo de comedia y el horario, que reunía a las familias. Era un humor que atraía a gente de distintas edades. Para nosotros fue tan importante que alargó las reuniones de los domingos hasta que empezaban las noticias”.
María Paz y sus hermanos con el Viejito Pascuero en una Navidad en “Los Conquistadores”.
Uno de los personajes favoritos de la Pachi era Espinita, evoca Sebastián: “Hacíamos recreaciones que giraban en torno a ese funcionario que siempre trataba de agradar al jefe. Con la Eglantina Morrison también nos reíamos mucho”. Eglantina era interpretada por el actor Patricio Torres, quien personificó a esta señora de época, millonaria, con su moño y su cuello lleno de joyas.
“También
hubo un tiempo en
que
celebrábamos las navidades en casa de los abuelos, lo que a mí me encantaba. Incluso en una oportunidad un actor contratado por mis tíos personificó al Viejo Pascuero y fue todo un acontecimiento verlo en directo y conversar con él”.
Sebastián Pérez-Gazitúa
DE LA VANGUARDIA A LA TRADICIÓN
Cambiarse desde un colegio de vanguardia a un establecimiento educacional más tradicional fue un cambio que marcó fuertemente la vida de María Paz. Fue en Octavo Básico cuando sus padres decidieron –sobretodo por lo que les había comentado Douglas–, volver a la casa de la calle Alberto Risopatrón y matricular a sus hijas en un colegio más económico. La mudanza y el ingreso a las Monjas Inglesas, un establecimiento que aceptaba exclusivamente mujeres, fueron eventos decisivos para la familia.
Cuando María Paz cursaba Octavo y María José Quinto Básico se produjo el cambio que Ernesto, su padre, calificó muchos años después como una elección que fue “un golpe fuerte”, debido a su
María Paz, M.Magdalena, Loreto, Ernesto y María José en la entrada del Santiago College, dos años antes del cambio de colegio.
falta de experiencia en materia educacional. De un colegio con apertura al mundo, que había abierto sus puertas a los hombres en marzo de 1972 y desde 1980 tenía promociones mixtas, donde el ambiente era diverso e internacional, fueron trasladadas a un espacio con ritmos y formas anticuadas. Reglas duras y sin sentido, bajo la mirada de la familia de Pachi. Al analizar el pasado, Magdalena afirma que “María Paz no logró entablar vínculos cercanos. Sentía que el cambio había sido muy grande y no lograba conectarse con sus nuevas compañeras de colegio como tampoco con las profesoras. Octavo básico es un curso difícil y a ello se sumaba que pasamos de un lugar de mentalidad abierta a un espacio donde había puras mujeres y las reglas eran totalmente distintas”.
Mater Admirabilis es el nombre de un fresco y adoración mariana originada en la década de 1840, ligada a la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús.
Icónico para el colegio del Sagrado Corazón.
“HAY QUE TENER
FORTALEZA
PSICOLÓGICA PARA
CUESTIONAR LA PROPIA IDENTIDAD... DE AHÍ LA RELEVANCIA DE SENTIR COMPASIÓN
POR QUIENES ESTÁN PASANDO POR
SEMEJANTE DESAFÍO. CONSTRUIR UN MUNDO MÁS AMABLE RESUENA
María Paz
Aunque para María José el cambio de colegio no fue complicado, a la Pachi le resultó tremendamente difícil. En el Santiago College había dejado a su grupo de amigas y amigos, con los cuales compartía entretenidos momentos y también algunas fiestas. Un lugar donde solo había mujeres le resultaba raro, no por el hecho de ser mujeres, sino por el trato hostil que tenían unas con otras. Sin embargo, sus profesoras nunca se dieron cuenta de su insatisfacción y tristeza, de aquella sensación de no encajar en ese ambiente, de que la molestaban y ella callaba. No hubo apoyo de adultos que pudieran controlar esta situación. A las profesoras les bastaba con que se sacaba puros sietes.
Además, por largo tiempo hubo alumnas que la molestaban por teléfono. Fue tanto, que María José se hizo pasar por su hermana y llamó a una de las acosadoras exigiéndole que cortara con ese mal comportamiento: “Yo la veía sola en los recreos, pero de repente se acercó a mi grupo de amigas. Todas éramos fanáticas de la Xuxa y repetíamos sus coreografías, pero la Pachi nunca quiso bailar, aunque nos ayudaba, nos grababa, siempre apoyando. Cuando yo tenía unos 16 años mis amigas invitaban a la Pachi a
sus casas e incluso fuimos una vez al Ingenio, en el Cajón del Maipo, pero después ella decidió buscar su propio círculo y entabló relaciones con chicas de su edad”.
Hace algunos años, María Paz le confesó a Marcela que había sufrido mucho durante la etapa escolar y su tía no entendió que hubiera callado tanto tiempo: “Le pregunté por qué no se lo había contado a su mamá y me contestó que ya tenía cuatro hijos, que no quiso sumarle un problema y hacerla sufrir. Ahí me di cuenta que no había tenido la suficiente confianza para compartir sus tribulaciones”.
En 1993 la Pachi vivió un tiempo en Estados Unidos de intercambio y María José ganó un concurso para ir a Buenos Aires a participar junto a Xuxa como paquita chilena e integrar el grupo de chicas que bailaban con la cantante brasilera: “Fue un momento inolvidable, mientras Pachi no estuvo en Chile yo dormía en su pieza; nos mandábamos cartas y yo estaba demasiado feliz de haber ganado. La Magdalena nos acompañó
al viaje, pero no hubo apoyo del colegio, no firmaron la autorización y quizás con esa actitud mostraron su rigidez”.
Diez años después, durante el 2003, María José participó en el reality show Tocando las Estrellas, que fue el segundo programa por televisión de este tipo en Chile: “Se conocía poco el formato, solo habíamos visto Protagonistas de la Fama, donde participó y ganó Álvaro Ballero, entonces la Pachi se opuso férreamente y tuvimos varias peleas por el tema. Decía que, si yo me quería exponer, que lo hiciera sola. Pero al salir del reality la Pachi fue la más apoyadora con mi nuevo pololo, Andrés Rencoret, quien más tarde sería mi marido. Entonces pienso hacia atrás y solo era temor del formato, siempre fue todo corazón la Pachi”.
“LA
CAPACIDAD DE ESCUCHAR AQUELLO QUE ES INCÓMODO ESTÁ EN EL CORAZÓN DEL DIÁLOGO Y DE LA CONVIVENCIA DEMOCRÁTICA. EL DIÁLOGO ES UN ESPACIO SEGURO DONDE PODER DECIR MI VERDAD Y ESCUCHAR LA VERDAD DE OTRAS PERSONAS. ES UN ESPACIO DONDE ES POSIBLE CAMBIAR DE OPINIÓN”.
María Paz
INTERCAMBIO EN UN PEQUEÑO
PUEBLO NORTEAMERICANO PREUNIVERSITARIO & TRAICIÓN
En 1993 María Paz viajó a Nebraska, Estados Unidos, donde terminó Cuarto Medio en un intercambio estudiantil por seis meses. Sin embargo, lo que parecía una gran oportunidad se convirtió en una desilusión, porque llegó a un pequeño pueblo donde la pareja que la recibió le asignó el rol de niñera de sus dos hijos menores. Mientras los papás se dedicaron a salir, la Pachi no tuvo tiempo para compartir con sus compañeros de clases porque siempre estaba cuidando a los niños de la familia que la había recibido en su casa.
Después de esa incómoda experiencia viajó donde su tía Cecilia y sus primos que vivían en Illinois, a dos horas de Chicago. Allí, rodeada de cariño, se recuperó de la frustración que le había provocado el intercambio y disfrutó de gratos momentos que guardó como buenos recuerdos, porque todos la querían y la regaloneaban. Paul dijo siempre que su prima era una persona muy considerada, cariñosa, y contaba emocionado que, cuando posteriormente asistió a
su boda en Estados Unidos, le llevó unos chocolates chilenos con licor de cereza, porque sabía que eran sus favoritos.
De vuelta en Chile, María Paz vivió otro traspié, porque no le fue posible entrar a la universidad de inmediato: su puntaje en la Prueba de Aptitud Académica (nombre de la Prueba de ingreso a las universidades en aquella época) había sido insuficiente, situación a la cual ella, brillante en todas sus actividades estudiantiles, no estaba acostumbrada. Fue así como decidió asistir a un preuniversitario ubicado en Bilbao con Avenida Holanda, en Providencia, donde volvió a encontrarse con Fanny Hoffenberg. Allí también conoció a un joven que le encantó. A fines de ese año, el muchacho, quien también había conocido a María José, las invitó a ambas a su cumpleaños y finalmente le pidió pololeo a María José: “La relación duró muy poco (menos de un mes), porque él era muy complicado, muy llevado de sus ideas y poco empático. Era muy feo y compensaba esa falta de gracia haciéndose el simpático; se las daba de inteligente y sabihondo, pero fue horrible para la Pachi y yo no me
María José y María Paz presenciaron juntas el eclipse solar en el Estadio Español durante el año 2018, momento en el que abordaron finalmente el tema de la traición y lograron sanar un poco (no completamente) lo ocurrido en 1995.
perdono el dolor que le causé, una herida que duró para siempre”.
Años después, las hermanas conversaron tranquilamente sobre esa situación “y yo le dije que no tenía cómo reparar el daño, que era algo que me penaba. Ella lo aceptó, pero en el fondo no lo superó. Siempre le dolió. Y la entiendo”.
Las condiciones para lo que ocurrió, influidas por hechos y condicionamientos del pasado y del presente, tuvieron mucho que ver con inseguridades y poca claridad frente a ciertas situaciones, según relata María José: “En nuestro núcleo familiar siempre contaban que mi papá primero había invitado a salir a Cecilia, hermana mayor de mi mamá, lo que de alguna forma validaba quedarse con el pinche de la hermana. Era como si ese comportamiento estuviera validado”.
“SI ENTENDEMOS EL PERDÓN COMO DEJAR IR Y SENTIR BUENOS DESEOS PARA LA OTRA PERSONA, MIENTRAS NO HAYA PERDÓN ES IMPOSIBLE RELACIONARSE
DESDE LA INTERDEPENDENCIA, YA QUE
SE ESTARÍA SIEMPRE REACCIONANDO
Y NO RESPONDIENDO. EL PATRIARCA,
MI LADO MASCULINO, QUIERE DECIDIR PERDONAR, PERO EL PERDÓN NO SE
PUEDE DECIDIR, SE DEBE SENTIR AL RITMO QUE LA MADRE TIERRA NECESITA
PARA SANAR. ME RECUERDA LA JUSTICIA FEMINISTA, QUE DICE QUE QUEREMOS REPARACIÓN Y NO VENGANZA”.
María Paz
Además, a pesar de ser inteligente, buenamoza y muy buena persona, a María Paz no se le daba de forma fácil el tema amoroso. Como les ocurre a muchas mujeres, no estaba consciente de su carisma. Su madre había vivido algo semejante y relataba que en las fiestas “siempre planchaba, como se decía en mi época”. Tras recurrir a las Constelaciones Familiares, un método que usan algunos psicólogos para detectar las causas de ciertas conductas, se puede concluir que la Pachi “heredó” esa carencia de su madre y actuaba en forma condicionada al repetir su historia, en la que afirmaba que los hombres no la tomaban en cuenta. Muchas veces le confesó a Loreto que deseaba tener una familia, que le gustaría un marido como su papá: “Durante un tiempo trató de lograr sus deseos, pero después se fue al otro extremo y no quiso saber nada de los hombres. Era muy feminista y al parecer los miraba en menos”.
María José cree que el papel de su padre influyó decisivamente en la forma en que su hermana se relacionó con el sexo opuesto: “Él nos inculcó que como mujeres debíamos subsistir con o sin marido o pareja, que si nos casábamos era necesario contar con los medios para separarnos y eso nos caló a las tres. Durante nuestro pololeo, Andrés, mi marido, me ayudó a derribar esas creencias, me dijo que me arrimara a un buen árbol, me mostró que pueden haber problemas, incluso si uno se llega a divorciar, pero que no es posible estar tan a la defensiva. Me enseñó a confiar y a dar sin esperar nada a cambio. Nos potenciamos y crecemos desde el amor. Ha sido una gran lección de vida. Pero hay que tener la voluntad de escuchar y evolucionar”.
Magdalena recuerda que Pachi le atribuía su mala suerte en el amor a una injusticia divina, sin embargo, cree que su excesiva independencia y su tendencia a solucionar todo sola tuvo mucho que ver con la poca aceptación de los hombres. Ella misma reconocía que “el patriarca, mi lado masculino” a veces la hacía actuar en una forma que no lograba reflejar su lado femenino, más vulnerable y necesitado de cariño.
Relata Magdalena que “entre los 18 y los 19 años sufrió harto por distintos abandonos de los cuales nunca supe mucho. Solo la veía llorando porque algo había pasado. Tiempo después compartió un poco más conmigo sus temas de pareja y me confesó que le costaba mucho lograr una conexión más profunda con alguien del sexo opuesto. Yo creo que, al momento de elegir, inevitablemente evaluaba desde lo intelectual, no obstante cuando se emparejaba, se derretía en lo emocional y se volvía muy cariñosa, pero quebrar esa muralla costaba”. Entre sus parejas hubo un artista, un profesor de arte, un guitarrista: “todos con un peso propio en su área”.
María José cree que Pachi no se daba cuenta que algunos comentarios o actitudes suyas podían incomodar a las personas: “Cuando niñas estábamos viendo El jorobado de Notre Dame con la Moki, mi tía abuela Marta, que tenía joroba y estaba en su silla mecedora. De repente la Pachi le dijo: “Moki, tú también tienes joroba”. Yo me sentí muy incómoda, pero creo que la Pachi ni siquiera sospechó que ese comentario podría haber herido a la Moki. No se daba cuenta”.
María Paz, Ernesto Germán, Loreto, M.Magdalena, María José y Ernesto en una de las exposiciones de Irene Domínguez Ríos, hermana de Ernesto, que vivió toda su vida adulta en Paris.
“QUIERO
CONSTRUIR UN MUNDO MÁS AMABLE, PORQUE CREO QUE NOS MERECEMOS UN ESPACIO DE
CONVIVENCIA
DONDE
HAYA LUGAR PARA
LAS PERSONAS EN TODA SU DIVERSIDAD”.
María Paz
RETIROS RELIGIOSOS &
RETÓRICA ARISTOTÉLICA
A los quince años, la Pachi empezó a participar en la comunidad religiosa de la Parroquia Los Castaños. Una de sus amigas de esa época es Cristina Sepúlveda, a quien conoció en la casa Lo Ermita, un lugar muy aislado porque había sido una clínica para niños enfermos de tuberculosis: “Allí nos reuníamos en retiros algunos fines semana y hablábamos asuntos de juventud orientados hacia la religión católica, aunque después se hacían fiestas y lo pasábamos fantástico, porque era un rato lo místico y el resto juego, conversación y canturreo”.
Cristina asegura que María Paz era muy profunda en sus conversaciones: “Hubo un grado de confianza y acercamiento grande entre nosotras porque, en general, ella era bien intensa en sus relaciones. Me llamaba harto por teléfono y me contaba sus problemas. También, cuando faltaban músicos en la misa del sábado, yo le avisaba y ella llegaba a ayudar con su guitarra. Sin embargo, la Pachi tenía más intereses científicos que religiosos. Si bien participó en la Iglesia Católica, su postura era crítica, analítica, de comprender que la religión la creó el ser humano y que muchos de ellos actuamos como
ovejas y seguimos ciertos paradigmas, ciertos patrones”. Entremedio, las dos amigas también hablaban de los ovnis, seguras de su existencia y de que es imposible que los seres humanos sean los únicos habitantes en un vasto universo…
En todo caso, María Paz era una persona cuya espiritualidad se manifestaba en la bondad hacia el otro, en la empatía, asegura Cristina: “Siempre se preocupó del sufrimiento humano más de lo que le correspondía. Ella era muy pensante
y crítica de todo lo que aprendía, una mujer estudiosa, que hablaba varios idiomas… Conoció a Obama y fue compañera de curso del príncipe Felipe de Borbón durante un Magíster. Era una líder muy sociable, tú la escuchabas hablar y te quedabas callada. Nos reíamos diciendo que manejaba la Retórica Aristotélica”.
Francisco Lobos llegó a la Parroquia Los Castaños pocos meses antes de egresar de Cuarto Medio. Ese verano, en las primeras misiones cerca
de Melipilla, lo enviaron a la escuela de Valle Alto, en Cuncumén, sin conocer a nadie. En el grupo que le tocó estaba María Paz y todas las mañanas caminaban juntos cerca de una hora para llegar a la zona que debían visitar. Lo mismo en la tarde, al terminar la jornada: “Nos dividimos en pequeñas cuadrillas para cubrir todas las casas asignadas, por lo que terminé caminando muchas horas y kilómetros, cantando canciones de Silvio Rodríguez y teniendo muy buenas conversaciones”.
En esos pueblos y caseríos con un entorno rural, los jóvenes misioneros dormían en el suelo de la sala de un colegio durante la semana que duraba la intervención: “Y en esos siete u ocho días, además de visitar a los lugareños con los cuales hablábamos un rato de Dios, efectuábamos trabajos como arreglar una sala de clases, pavimentar un patio, ponerle techo a una casa”.
Francisco y María Paz participaban como misioneros en un espacio determinado y la caminata de un extremo al otro les permitía profundizar en su amistad: “Era muy entretenido, porque manteníamos interesantes diálogos. Hacía calor, había mucho polvo, y usábamos sombreros para no insolarnos durante los aproximadamente cuarenta minutos de recorrido”.
Francisco conoció bastante a María Paz y asegura que era “una mujer valiente, capaz de sobreponerse a sus miedos, una persona alegre, simpática, sociable, buena onda con todos, entretenida, con sentido del humor: siempre muy consciente de sus limitaciones, las que trabajó profundamente, lo cual es admirable”. También vio en su amiga una gran capacidad de volcarse hacia los demás a través de los más diversos proyectos, tanto individuales como colectivos.
José Andrés Murillo, que la conoció en 1990 en Los Castaños, cuando Pachi tenía quince años, recuerda: “Nos reuníamos, conversábamos de temas espirituales, íbamos a misiones, ayudábamos en el Hogar de Cristo y hacíamos un montón de cosas juntos como grupo. Ella siempre con mucho
Cuando entró a la Universidad Católica y se involucró más en sus quehaceres estudiantiles, María Paz fue abandonando sus inquietudes religiosas, sin embargo, se dedicó a organizar a un nuevo grupo de amigos con un fuerte matiz social. Todos eran muy activos, con ganas de ayudar, de organizar actividades.
“LA CREACIÓN DE ESPACIOS SOLIDARIOS
IMPLICA BUSCAR LA COHESIÓN DENTRO DE UN GRUPO Y FOMENTAR EL RESPETO Y LA INCLUSIÓN DE PERSONAS CON DIFERENTES OPINIONES, CULTURAS Y ANTECEDENTES. ESTO REQUIERE PROMOVER EL DIÁLOGO CONSTRUCTIVO Y LA VALORACIÓN DE LA DIVERSIDAD”.
María Paz
CARTA DIRECTA A LAS MONJAS INGLESAS
Poco antes de salir del colegio María José fue castigada con la condicionalidad en las Monjas Inglesas y María Paz, recién egresada, decidió escribirle una carta a su profesora jefa, donde reclamaba por tan drástica medida en la forma frontal y directa que la caracterizaba.
“INTELIGENCIA EMOCIONAL ES LA CAPACIDAD DE IDENTIFICAR Y MANEJAR LAS EMOCIONES DE MANERA EFECTIVA, TANTO EN UNO MISMO COMO EN LOS DEMÁS.
SEGÚN GOLEMAN, ES TAN IMPORTANTE COMO LA INTELIGENCIA COGNITIVA
Carta original escrita por María Paz el 2 de junio 1994, queriendo hacer justicia con su hermana María José.
María Paz ya había salido del colegio y veía de diferente manera como se abordaban los temas en su ex colegio. Finalmente para no perjudicar a María José que seguiría en el colegio no la entregó temiendo causar alguna tensión de las profesoras hacia su hermana.
O INTELECTUAL, YA QUE INFLUYE EN NUESTRA VIDA SOCIAL, PROFESIONAL, EMOCIONAL. Y DICE QUE SE COMPONE DE AUTOCONCIENCIA, AUTOCONTROL, MOTIVACIÓN, EMPATÍA Y HABILIDADES SOCIALES, QUE PUEDEN SER DESARROLLADAS MEDIANTE LA EDUCACIÓN Y LA PRÁCTICA”.
María Paz
PARTE
JUVENTUD, ESTUDIOS & APRENDIZAJES SEGUNDA
EDUCADORA LA INGENIERA
Tras su paso por el preuniversitario, donde pudo prepararse correctamente, llegó un momento clave para María Paz: decidir qué estudiar. Desde pequeña había sentido un llamado por enseñar a los demás, siempre tuvo el don de la elocuencia, pero pedagogía no parecía la carrera más prometedora. Además, le iba bien en todas las asignaturas, por lo que podía desarrollarse en diversos ámbitos.
Ante la incertidumbre, en la Universidad Católica tomó un test vocacional y arrojó periodismo o ingeniería como opciones idóneas. Quería estudiar educación, pero su papá le dijo que era demasiado capaz para eso. Él es Ingeniero Civil Estructural y desde que la vio en la cuna se proyectó en ella, según su madre. Al final, Pachi optó por Ingeniería Comercial en la misma casa de estudios.
A su amigo de Los Castaños, José Andrés Murillo, le confesó que había entrado a esa carrera por cumplir, pero su vocación era la docencia. Sin embargo, su hermano Ernesto indica que quizás por ser la primera, tuvo la presión que estudiara algo más tradicional, al contrario de sus hermanas que eligieron teatro, diseño y arte. Sin
embargo, en la universidad su vocación se fue perfilando y encontró su lugar en el mundo: “Por fin pudo entrar en una zona de confort donde conoció a sus verdaderos amigos, que son muy buena gente”.
En la Facultad de Ingeniería Comercial de la Universidad Católica María Paz fue acercándose a un grupo con inquietudes sociales, cuyas expectativas iban más allá de ser gerentes de alguna compañía. Uno de esos amigos es Sebastián Zulueta: “Participamos juntos en una campaña para optar a la presidencia del Centro de Alumnos en una rupturista lista conjunta; éramos personas con pensamientos más de izquierda, algo contraculturales con respecto al grupo grande”.
Una imagen típica que recuerda Sebastián Zulueta era estar en casa de Pachi, en Pedro de Valdivia Norte: “Extendíamos largos lienzos de plástico o de género y hacíamos las pancartas que colgábamos por distintas partes. La facultad era bien conservadora, de derecha, y nunca pensamos en ganar; fue una gran sorpresa cuando votaron por nosotros”. Así, Sebastián se convirtió presidente del Centro de Alumnos de la P.U.C.
Sobre esa época recuerda muy bien María José que su hermana estaba siempre en el Centro de Alumnos o haciendo algo para potenciarlo: “Una vez llegué a la casa y la encontré picando una cantidad inmensa de cebollas para las celebraciones del 18 de septiembre en su facultad. No se podía respirar, hasta el dormitorio llegaba el olor. Era para la risa… También a pulso armó la cena Pan y Vino en el Centro de Extensión de la Católica y con unas amigas ayudamos a entregar los premios de las rifas. La Pachi tenía un poder de convocatoria asombroso, lograba que todos participáramos. Y en esa oportunidad alrededor de 400 personas compraron entradas para el evento a beneficio de Un Techo para Chile”.
“FOMENTAR LA
PARTICIPACIÓN COMUNITARIA
PUEDE AYUDAR A GENERAR UN SENTIDO DE PERTENENCIA Y SOLIDARIDAD. ESTABLECER
ESPACIOS FÍSICOS O
VIRTUALES DONDE LAS PERSONAS COLABORAN, COMPARTEN RECURSOS Y SE APOYAN MUTUAMENTE FORTALECE LOS LAZOS COMUNITARIOS”.
María Paz
A ROMPER LOS ESTEREOTIPOS
Durante su época de estudiantes, Sebastián Zulueta y María Paz compartieron los desayunos en su sala de clases: “En ese espacio nos sentíamos como pares. La esencia de ella fue ser una permanente luchadora por romper los estereotipos y sobre todo construir justicia social, siendo primera línea o vanguardia”.
En ese entonces, la estudiante de teatro Daniella Gatica, recuerda que en una oportunidad le pidieron a la Pachi que organizara la parte artística de las celebraciones de fin de año: “Después de mucho debate, hicimos un número de pantomima que al público le encantó, aunque para eso estuvimos hasta el último momento ensayando”. Opuestas en personalidad, pasó un tiempo antes de que María Paz y Daniella se hicieron amigas, aunque la Pachi siempre le pareció “una chica con muy buena energía”.
En ese contexto, ambas se relacionaron con personas que tenían un estilo y una forma de ser desconocida para ellas: “Muchos alumnos que entran a la Católica vienen de colegios donde más o menos se ubican entre ellos… y yo era como más marginal… En ese tiempo la María
Paz me decía la amiga pokemona y yo soy la amiga pelo lais… y nos daba mucha risa, pero era verdad... Para mí fue bonito conocer distintas realidades. La María Paz y en general esa generación con la que me relacioné, éramos muy abiertos a compartir con personas distintas, fuera de nuestro círculo”.
En la facultad había diferencias sociales enormes entre estudiantes, y también con los funcionarios, sobre todo con las y los encargados del aseo, que María Paz logró integrar a las actividades de la escuela, junto con el personal docente, administrativo y auxiliares. Relata María José que “el buen trato con las personas de pocos recursos viene de mi familia, mi mamá nos inculcó que somos todos iguales y que siempre se saluda y se respetan todos los trabajos, porque todos son dignos y que, si puedes ayudar, ayudas con respeto. Los platos en mi casa no se dejaban sucios para que los lavara mi nana el día siguiente cuando llegara, los lavábamos ese mismo día. Mi nana, Magda, era muy cercana,
María Paz junto Daniella en el estreno de un espectáculo de danza y su hermana Natalia Gatica.
era parte de la familia.
Fuimos al matrimonio de su hija. Su marido llevaba a mis hermanos chicos a la Quinta Normal y ellos se quedaban en nuestra casa cuando salíamos de vacaciones. ¡La Magda donó sangre para mí! Todo esto se construyó desde la casa, y se veía reflejado en el trato que la Pachi mantuvo con las personas de la universidad”. En ese ambiente ella mostró su apertura mental y su amplitud de criterio. Si a veces no entendía algo o le parecía extraño, en vez de cerrarse se disponía a conocer y a mostrarse.
Confiesa Daniella: “A mí me gustaba salir con ella a los cumpleaños, a los carretes, porque yo soy muy mala para hablar, entonces la conversación se centraba en mi amiga y yo me relajaba y me entretenía escuchándola. Ella se caracterizaba por mirar a los ojos cuando hablaba con alguien. Era muy directa y muy clara al expresarse, muy armónica… siempre se preocupó también por el tema de dominar su cuerpo… yo creo que tenía una gestión del movimiento desde la danza, desde la zumba, desde el baile”.
María Paz actuaba siempre pensando en el trabajo comunitario y en general, sus trabajos no se movían por el dinero. La acción social la desarrolló en la universidad a través del Hogar de Cristo y habitualmente se ocupaba de pedir apoyo para la Cena de Pan y Vino. En tanto, su madre recuerda que durante un mes vivió con cuatro amigos “una linda experiencia” en una casita de Infocap, una empresa social y educativa de la Compañía de Jesús que durante los últimos cuarenta años ha generado espacios educativos integrales en las regiones Metropolitana y del Biobío, aportando formación y capacitación para personas que buscaban convertirse en protagonistas de sus propias vidas.
María Paz en el centro de extensión de la PUC motivando a las personas a aportar para lograr financiamieno para los trabajos voluntarios y misiones .
“LA
PREGUNTA CENTRAL PARA CONSTRUIR TEJIDO SOCIAL AL INTERIOR DE LAS ORGANIZACIONES -¿POR QUÉ?-, AYUDA AL DIÁLOGO. LO MÁS IMPORTANTE PARA UN PROPÓSITO DE ESTE TIPO ES LA IDEA DE LA CURIOSIDAD GENUINA”.
María Paz
VANGUARDISTA & VALIENTE
Educada por una familia multifacética, donde se cultivaba un ambiente imparcial, que permitía analizar corrientes contrapuestas con una visión sin fanatismo, María Paz encontró en su tía Marcela una aliada con quien analizar los temas más polémicos: “Le encantaba conversar de los eventos que rodearon al Sí y al No, de cómo habían afectado al país. Celebraba mis decisiones. Tía, en octubre de 1988 usted no votó como toda la familia, me decía”. Marcela fue la única de la familia que votó “No”.
Cuando tenían diez y doce años, según recuerda María José, “la Pachi salía con carteles de Pinochet por las calles invitando a votar Sí, obviamente porque mis papás y mis abuelos eran de esa idea… teníamos todas las pancartas de Pinochet en el escritorio de la casa pegadas en la pared ¡cubriendo por completo un muro! Yo no entendía mucho y no enganchaba con el tema. Posteriormente, haber apoyado al dictador se convirtió en una gran vergüenza para María Paz y desde esa época empezó a gustarle la política”.
En 1999 María Paz fue elegida como representante de los estudiantes ante el Consejo de Facultad de Ingeniería Comercial, con más del
Javier Zulueta, María Paz y Sebastián Zulueta en el día de su graduación de Ingeniería Comercial en la PUC.
sesenta por ciento de los votos. Se trataba de un cargo importante dentro de la escuela y se asumía como contraparte estudiantil para analizar y elaborar el currículum, los temas académicos.
“La Pachi empezó a tomar experticia en estas materias y me atrevería a decir que ahí se hizo patente su potencial intelectual”, señala Sebastián Zulueta, quien asegura que ambos fueron coetáneos de vida, pues compartían grandes sincronías. Nacieron el mismo año, salieron del colegio en la misma fecha, ambos estudiaron Ingeniería Comercial y desde que se conocieron en 1998 en el Centro de Alumnos, se convirtieron en grandes amigos.
María Paz era incansable trabajando, según Sebastián Zulueta, y además, le seguía yendo bien en la carrera: “Tenía esa capacidad de darlo todo. En el curso sobre estrategia de negocios, un ramo donde tienes que diseñar un proyecto, la mayoría de la gente trataba de crear una empresa o de fortalecerla, y ella propuso un centro destinado a niños con discapacidad intelectual, con la meta de hacer la diferencia desde la educación”.
Para su amigo ese fue un potente ejemplo: “Ahí fue palpable que no le interesaba beneficiarse o enriquecerse; su compromiso era ciento por ciento con la transformación de la cultura y las estructuras. Una visión absolutamente
vanguardista y valiente, porque en ese tiempo no era obvio hacer estas mezclas de carreras y de vocaciones e ir dejando de lado las oportunidades que te entregaba un título que te abría mucho futuro en el mundo empresarial. Para María Paz el hecho de que provenía de una realidad con muchas más oportunidades que la gran mayoría de las personas en nuestro país, era una fuerte motivación para devolver la mano”.
“Me rebelo contra la idea de que la política tiene que ser un espacio lleno de ego, y centrado constantemente en darse golpes. Sí, necesitamos una democracia robusta, pero se puede ser fuerte y amable”.
Jacinda Ardern, Política Neozelandesa
Francisco Lobos reafirma esa apreciación. “Su sueño más importante fue ayudar a crear oportunidades para que el mayor número de personas pudiera disfrutar de una vida más digna. En muchos aspectos cumplió con esos anhelos. Su búsqueda constante por aprovechar sus propias oportunidades para ponerlas al servicio de los otros y así mejorar sus vidas, resume de buena manera lo mucho y muy valioso que aportó a este mundo”.
Francisco lo vivió en primera persona… Su familia pasaba por una crisis económica porque su papá había quedado cesante. Al ver la angustia de su amigo la Pachi inventó y desarrolló el negocio de las verduras en una época en que no existía el reparto a domicilio. Fue idea de ella y capacitó a Francisco para entender Excel, sistema que él desconocía por completo: “Sin la paciencia y compañía de la Pachi, de todas esas largas noches de trabajo, no habría logrado consolidar ni un solo pedido”, asegura él.
Ernesto, María Paz, Loreto, Ernesto Germán, Mark y abajo M.Magdalenta en la graduación de Ingeniería Comercial .
“HUMBERTO MATURANA PLANTEA QUE A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN LOS SERES HUMANOS NOS CONSTITUIMOS COMO SERES SOCIALES Y NOS HACEMOS RESPONSABLES DE NUESTRA EXISTENCIA EN LA CONVIVENCIA CON OTROS. ES A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN QUE APRENDEMOS A HACER USO DE NUESTRA LIBERTAD Y A CONVIVIR EN SOCIEDAD, ENTENDIENDO QUE SOMOS SERES INTERDEPENDIENTES”.
María Paz
LÍDER DE UNA
GENERACIÓN
María Paz y Valentina Riffo fueron compañeras en Ingeniería Comercial: “Yo era bien arisca al principio, no me gustaba ni la carrera ni la gente y la Pachi me empezó a saludar, se dio cuenta que yo andaba siempre sola y se acercó”. De a poco se fueron haciendo amigas y en el segundo semestre ya compartían con otros alumnos: “Después de no haber hablado con nadie terminé en la mesa directiva del Centro de Alumnos y la Pachi fue un pilar en ese proyecto, porque participó desde la génesis y al año siguiente la elegimos como consejera de escuela”.
Valentina considera que durante su época universitaria, María Paz empezó a cuestionarse las posturas rígidas frente a la religión, porque entró a un mundo que la impulsó a desarrollar su lado más crítico, más desafiante: “Comenzó a descubrirse a sí misma. Fue una bonita etapa y después seguimos siendo amigas a pesar de ser tan distintas”.
Mientras Sebastián Zulueta era presidente del Centro de Alumnos, Valentina se convirtió en la segunda vicepresidenta: “Teníamos el proyecto de humanizar la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad Católica, un ícono
del capitalismo, de la frialdad, y nuestra meta era que los alumnos aprendieran a sentir, pensar y actuar. Nos preocupábamos de que toda actividad tuvieran esas tres variables; que nos hiciera sentir, reflexionar y actuar. Por ejemplo, los auxiliares pertenecían a una empresa externa y nunca nadie los tomaba en cuenta”. Fue así como Valentina y Pachi integraron al personal docente, administrativo y auxiliares a la actividad de la escuela. Como explicaba siempre María José, esa forma solidaria y empática era una característica de sus padres, quienes siempre fueron muy respetuosos con todas las personas, al margen de su clase social o del trabajo que desarrollaran. A su juicio, todos los trabajos son dignos.
Con Sebastián Zulueta ambas sintieron que mucha gente de derecha los apoyaba: “Era algo parecido a un enfrentamiento entre liberales y conservadores, sin importar que fueran de un lado o de otro. Hacía muchos años que no había elecciones en el Centro de Alumnos de la Universidad Católica y en ese entonces nadie daba un peso por nosotros… pero ganamos. Nos dimos cuenta que había mucho descontento y empezó a crecer como una bola de nieve. Yo
igual discutía con la Pachi a pesar de compartir sensibilidades políticas muy similares, porque ella era súper dogmática, como ortodoxa, muy blanco o negro. Sin embargo, siempre tuvo habilidad para entrar en hartas aguas y compartir con personas que a veces pensaban muy distinto a ella”.
Muchos años después Valentina conoció a Rojo Edward, el diputado chileno de derecha amigo de la Pachi, y comprobó una vez más que “ella tenía la facultad de ser transversal, de tener buena llegada con todo el mundo”.
Rojo Edwards recuerda que siempre tuvo una buena relación con María Paz: “Las diferencias políticas nunca fueron tema entre nosotros. A ambos nos tocó ser directores de los ex alumnos de Harvard y ella me apoyó mucho y yo la apoyé después. Siempre tuvimos una cercanía especial o una complicidad en muchas materias relacionadas con Harvard y también en algunos temas de interés nacional en los que podíamos tener diferencias, pero al final siempre estaba esa complicidad que nos unía. La verdad es que sentíamos un gran cariño el uno por el otro”.
Tras egresar como Ingeniera Comercial, la Pachi trabajó en Estadísticas en la Escuela de Economía de la Universidad de Chile. Su hermana M.Magdalena cuenta que llegó a ese puesto porque conoció a la directora cuando ambas ayudaban tras el paso de un aluvión: “Se conocieron en un entorno de ayuda, de estar con las manos en el barro, fue ahí donde a la Pachi le
vieron su enorme potencial y ella aprendió que, si eres bueno, el trabajo llegará donde sea”.
Entre 1998 y 1999 María Paz fue directora de un programa de capacitación para microempresarios en el Hogar de Cristo y un año después fue elegida Líder de Generación por la Fundación de Exalumnos de Ingeniería Comercial de la Universidad Católica.
“PARA
MOVILIZAR EL APRENDIZAJE EN UNA ORGANIZACIÓN, EL LIDERAZGO ADAPTATIVO DEMANDA COMPRENDER Y ABORDAR ESE DESAFÍO DE UNA MANERA DISTINTA A CÓMO SE
ABORDA UN PROBLEMA TÉCNICO. NECESITAMOS APRENDER A MOVERNOS EN UN ESCENARIO DE INCERTIDUMBRE, RESISTENCIA, CONTRA RESISTENCIA Y CRISIS”.
Tanto con Rojo Edwards como con su cuñado, Andrés Rencoret, María Paz compartió una curiosa sincronía. Los tres cumplen años el 15 de julio de diferentes años y fue así como en una ocasión celebraron la fecha juntos e inmortalizaron el momento en una bella foto.
María Paz
SU CUÑADO ANDRÉS
Andrés Rencoret conoció a María Paz cuando ella estaba recién saliendo de la casa de sus papás y comenzaba a trabajar en la Universidad de Chile, mientras él se desempeñaba como vendedor en la agencia de viajes de la familia del marido de su hermana. Desde el comienzo de su pololeo con María José, Andrés tuvo una excelente relación con su cuñada, quien ya en ese entonces desarrollaba una vanguardista técnica socio política de la educación: “Nos llevábamos muy bien y siempre me pareció que la pasión que le ponía a su trabajo, coincidiéramos o no en ciertos aspectos, era muy valorable”.
A pesar de que Pachi y María José tenían una relación adulta, en los temas políticos había varios puntos de choque, sin embargo, cultivaban felices recuerdos de su infancia, aunque siempre con un pequeño rango de tensión: “Conmigo también tenía grandes diferencias en esa materia –relata Andrés–, éramos casi como polos opuestos, aunque la voluntad de ambos en cuanto a aportar a la sociedad era innegable, sabíamos que teníamos grandes deferencias en la forma de hacerlo, pero estaba claro que ambos éramos buenas
personas y buscábamos el bien para los demás”. La generosidad de la Pachi se manifestó varias veces y en una oportunidad, mientras Andrés era candidato a concejal de la UDI, “nada más lejano a lo que la Pachi quisiera”, lo acompañó a volantear durante su campaña: “Éramos dos personas muy valiosas para cualquier desarrollo socio político. Ambos formamos parte de familias chilenas súper tradicionales, por lo cual estructuralmente coincidíamos en muchos aspectos y disentíamos en otros tantos”.
La pasión con que Pachi enfrentaba sus estudios y su trabajo, según Andrés, “probablemente la alejó del círculo familiar, porque se encerró en muchas cosas propias y no las sacó para afuera. Yo creo que su enfermedad la hizo más sabia pero también más retraída, no lo compartió con la familia. La Pachi era muy profunda y a mi juicio le faltó liviandad. Me habría encantado verla menos seria, más gozadora del momento. Vivió a concho la espiritualidad católica, tan profundamente que cuando algo falló, pasó a estar muy enojada con Dios, conflictuada con el catolicismo. Su intensidad marcaba la pauta. Le faltó reírse de la vida”.
Andrés recuerda que su cuñada estuvo siempre en las trincheras de izquierda: “Siento que lo que le pasa hoy a los cabros jóvenes es que son tan contrarios a lo que quisieron cinco años atrás porque no son practicables esas banderas de lucha, una de las cuales es querer pertenecer” …
En relación a la parte más íntima de la Pachi reconoce que le cuesta opinar sobre el porqué no logró consolidar una pareja: “Me parece que le dedicó mucho tiempo a otras batallas y siempre pensé que debe ser muy difícil querer no ser cuico, no ser de los privilegiados si en realidad lo eres.
Una permanente y difícil lucha que impide encajar en muchas cosas. Por otra parte, hay que ceder mucho para estar en pareja. Y si no, renunciar y seguir solo para adelante, lo que también es difícil”.
Andrés tiene la esperanza de que los dolores del pasado sanaron: “Creo que las historias de su infancia, cuando molestaban a los abuelos y hacían travesuras juntas logró recuerdos hermosos entre Pachi y María José. Yo quise aprovechar cada minuto con ella, conectaba en el momento y lograba estar con ella en forma liviana… Lo importante es que los que quedamos acá hayamos sanado las penas… Mis recuerdos de Pachi son los de una tremenda persona a la cual le faltó reírse más, ser más liviana, pero me quedo con la tranquilidad de que me valoró como cuñado, ella estaba contenta con la persona que se había casado con su hermana y eso es impagable”.
Constantemente Andrés visitaba a María Paz y la saludaba de esta manera: “¿cómo estás 15 de julio?”. Y ella respondía “bien 15 de julio ¿y tú?”.
FANNY, UNA AMISTAD A TODA PRUEBA
Suyai, Fanny y María Paz en el matrimonio de Fanny.
A pesar de conocerse desde muy pequeñas, Fanny y Pachi no llegaron a compartir más íntimamente hasta que se reencontraron en el preuniversitario de la calle Holanda. Ese año, Fanny fue a su cumpleaños, donde llegó con un autito verde en miniatura, igual al original del Opel Corsa que a María Paz le gustaba. Desde ese momento en adelante, Fanny estuvo presente muy seguido y siempre era un gran aporte. Habitualmente iban a un local de sushi para conversar y ponerse el día: “En esas ocasiones nos demostrábamos mucho cariño”, asegura Fanny, cuya relación con la Pachi era tan cercana que era la única autorizada para llevarle tortas cuando estaba enferma, porque sabía perfectamente cuál era su pastelería y su sabor preferidos. Afirma María José que “le cambiaba la cara cuando la Fanny llegaba con los productos de la Dulcería Las Palmas”.
Todas las semanas Fanny preguntaba cómo seguía su amiga y la visitaba regularmente, “siempre muy atinada con el contexto que estábamos viviendo –precisa María José–. Con su delicadeza, entrega y amor fue un apoyo para toda la familia y era tan empática y encantadora que siempre llegaba con jugos y galletas para todos”.
Poco antes de la partida de la Pachi, Fanny llamó a un lado a María José y a Tito y les contó que su padre estuvo muchos años enfermo de cáncer y cuando llegó el desenlace ella percibió un aspecto que ahora veía en la Pachi: “Por eso supo que pronto partiría”…
Y fue crucial esa percepción de Fanny, no como ocurrió en diversas oportunidades durante los dos años finales de la enfermedad, en que hubo muchos momentos en que a la familia le aseguraban que María Paz estaba partiendo, pero al día siguiente despertaba como si nada: “Fueron varias instancias en que eso ocurrió, diría que cinco o seis veces, era como el cuento del lobo y ya nadie creía que era el fin. Por eso fue tan importante que la Fanny nos comentara cómo la vio ese día.
El domingo 14 de enero a las cinco de la tarde la Pachi partió y Fanny había llegado el viernes antes, intuyendo que el desenlace se precipitaba. Ella fue siempre muy discreta, resguardando a todos los miembros de nuestra familia”, concluye María José.
La Pachi fue siempre una persona de carácter muy fuerte, recuerda Fanny: “Tenía muy claras sus ideas políticas y era muy intransigente en cuanto a sus ideales. Siempre se hacía notar. Era muy crítica del sistema actual de educación y buscaba opciones para mejorarlo. Nunca fue de conversar temas superficiales, sin embargo, en el último periodo en el que pude acompañarla me mostró su sensibilidad, su dulzura, facetas que formaban parte importante de su personalidad, pero, que por algún motivo, ocultaba y no mostraba habitualmente. La Pachi era una mujer muy tierna, muy afectuosa y humana, pero había que conocerla en profundidad para darse cuenta que esas características eran parte fundamental de sus muchos valores”.
“Yo tengo dos hijos y recuerdo que la Pachi me recomendó
inscribirlos en una escuela pública y con la plata ahorrada, mostrarles el mundo con viajes una vez al año. Yo no lo hice, no por no estar de acuerdo, sino porque no me atreví. Son cosas que no se olvidan”.
Fanny Hoffenberg
LA PÉRDIDA DE LA HERMANA MAYOR
María Paz y María José en el patio de la calle Lota, Santiago College,1985. Cursando Cuarto Básico y Segundo Básico respectivamente.
Durante muchos años Fanny guardó una carta que le había compartido Margarita González, compañera de colegio de María José en Segundo Básico. Fanny, Francisca y Pachi cursaban Cuarto Básico en el Santiago College y en ese entonces Francisca enfermó de cáncer y posteriormente moriría a causa de esa enfermedad. Antes de esa dolorosa pérdida, María Paz, Francisca, Fanny, Margarita y María José (las dos últimas estuvieron en el mismo curso), compartían gratos momentos, especialmente en los cumpleaños. Y se hicieron tan amigas que más adelante Margarita trabajó con la Pachi en Compás Pedagógico.
Relata María José que “después que la Pachi falleciera, en el cementerio, Fanny me comentó que Margarita quería contactarme, y nos juntamos a tomar un café. Para ella fue súper duro perder a su única hermana a los ocho años y en esa reunión nos acordamos que viajaron a Estados Unidos para el tratamiento de Francisca y cuando Margarita regresó al colegio quedó en un curso distinto, por lo que no la volví a ver. Entonces, fue sanador para ambas compartir la experiencia de la pérdida de una hermana mayor. Tres meses después, mientras revisaba unos videos que íbamos a transmitir para un homenaje que estábamos organizando para la Pachi, recién
logré entender lo difícil que debe haber sido ser la hermana mayor”.
Precisa María José: “Sentí el peso y la responsabilidad tácita que ese rol implica; una tremenda mochila que, al ser la segunda, nunca tuve que cargar. Fui libre para hacer lo que quería sin que nadie me controlara. Hice y deshice cuantas veces quise, aprendiendo del error. Era fácil ser la segunda y recién en este momento veo todo el peso con el que cargaste, hermana. Me haces falta... En ti estaban todas las expectativas… Además, destacabas mucho... así eras…
El 2018, cuando todas las hemanas nos enfermamos gravemente, recuerdo que yo estaba con quimio, la Nanu con EM y tú recién operada por segunda vez, pero igual seguías teniendo una mirada amplia de lo que pasaba a tu alrededor… Te diste cuenta que me faltaban recursos para mi tratamiento. Yo no sabía cómo lo iba a hacer, pero no pedí nada, me sentía tan mal... Reuniste a la familia y juntaste fondos para mi tratamiento… ¡¡¡Fue súper emocionante!!! Siempre ejecutiva, activa y dispuesta a ayudar… Ya han transcurrido meses desde tu partida y el tiempo pasa rápido que de pronto son años… siempre decías esa frase de Silvio.
REFLEXIÓN DOCENTE
EDUCACIÓN NO
SEXISTA
Desde su más tierna infancia María Paz se destacó por ser muy observadora y aprender rápido de su entorno familiar. Su madre, Loreto, también tiene una fuerza impresionante que sus tres hijas heredaron. Esas características, junto a una tolerancia frente a las personas que piensan distinto, les permitió que, a pesar de las diferencias, pudieran dialogar y llegar a entenderse. Afirma Fanny que su amiga “tenía una visión global y con cada frase que decía te obligaba a pensar. Ella dejó huellas en todas las personas que la conocieron”.
María Paz consideraba que la reflexión docente es fundamental para lograr una buena educación; y afirmaba que la educación sexista, “que sin duda existe en Chile” decía, se va construyendo de una manera muy sutil: “Hay un rol de las familias, de las empresas que fabrican juguetes y obviamente de los colegios. Nos encontramos con profesores que de repente reconocen que le dan más importancia al desempeño de los varones. En una educación sexista se transmiten y refuerzan los roles femeninos y masculinos tradicionales del Patriarcado, haciendo aparecer como natural relaciones de poder jerárquicas e inequitativas entre hombres y mujeres”.
A pesar de que la situación ha evolucionado y ha habido cambios en los últimos tiempos, consideraba María Paz, el sexismo no ha desaparecido por completo, según explica la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, destacando de que se trata de la sobrevaloración de un grupo humano sobre otro a razón de su orientación sexual: “En las sociedades patriarcales como la nuestra, ciertos sectores consideran que las mujeres son inferiores respecto a los hombres. Cuando hablamos de Educación No Sexista nos referimos a la conciencia profunda en la práctica educativa de una formación en igualdad de género y de derechos para todas las personas, con independencia de su credo, edad, clase social, cultura, identidad de género y orientación sexual, lengua y condición. Esto con el propósito de eliminar las desigualdades que se producen y reproducen en la educación y después se perpetúan en la sociedad”.
En una entrevista con la periodista Beatriz
Sánchez, María Paz explicó que “para cambiar una educación sexista nunca se puede perder de vista que los profesores son adultos imperfectos, que crecieron en un sistema determinado”. Y es por eso que reproducen algunos conceptos machistas sin darse cuenta que es necesario cambiar de paradigmas para formar a los niños de mañana. En ese sentido María Paz destacaba la reflexión docente que permite ir descartando conceptos antiguos que ya no nos sirven: “La reflexión docente nos lleva a analizar lo que se hace y, cuando se comete un error, descubrir cómo corregirlo. Es fundamental que los educadores insistan en que las niñas participen del pensamiento crítico, porque cuando uno expresa sus ideas las procesa de una manera más profunda y permite aumentar el desarrollo cognitivo”.
EN BUSCA
DEL
AMOR & ALEJAMIENTO DE DIOS
A comienzos de 2003 María Paz viajó de vacaciones a Europa con Daniella Gatica, quien recuerda una anécdota que vivieron en Venecia, cuando pasaron frente a un elegante restaurante y no tenían mucho dinero como para permitirse un lugar tan lujoso. Providencialmente, un garzón las llamó y les preguntó de dónde venían. Cuando supo que eran chilenas dijo ah, como Marcelo Salas, y las invitó a sentarse, regalándoles una copa de champaña a cada una: “Aparecemos en una foto las dos felices brindando como millonarias, gracias a Marcelo Salas, que en ese tiempo jugaba en Malasia”.
Pachi confiaba plenamente en Daniella y eso le permitía contarle sus historias de amor: “Me confesaba que había salido con alguien que le gustaba y yo percibía que se ilusionaba bastante, la sentía como buscando el amor, siempre estuvo en búsqueda del amor. Sin embargo, los hombres que elegía no estaban a su altura, siempre los dejaba por alguna razón, habitualmente ocurría algo que no se esperaba. No sé… desatenciones, de repente eran medio desubicados. En general, sus relaciones no prosperaban. Al parecer, se encandilaba con la primera impresión, se
aceleraba y después la desilusión era grande”. Además, sin generalizar, Daniella es muy crítica frente a algunos hombres chilenos que a su juicio “tienen esa maldita costumbre de hacerse los interesantes… una estupidez… Además, hay un buen número que se siente disminuido si una mujer es demasiado inteligente; no se atreven a tener una relación con ella. La Pachi era brillante y yo creo que los hombres temían no hacerle el peso, y en esta cultura chilena, antigua, machista, les molestaba no poder controlarla”.
Aunque siempre buscó a un compañero de vida que estuviera a su altura y muchas veces se imaginó casada y con hijos, según Daniella, “se desilusionó por un montón de cosas que le fueron pasando”.
El viaje que Daniella y Pachi compartieron resultó un éxito en experiencias y anécdotas, aunque la vuelta tuvo un sabor amargo: “Durante sus paseos por Europa María Paz estaba emocionada con un amorcito, pero cuando volvió el asunto no prosperó... Las penas de amor la afectaban harto, eran muy fuertes para ella”.
A lo anterior se sumaría que su compañera de departamento, Mónika Dockendorff, le notó una protuberancia en el cuello y le dijo que fuera a un doctor para descartar cualquier problema. El resultado arrojó un cáncer linfático de los ganglios llamado Linfoma de Hodgkin. Era benigno, no tan agresivo, aunque tuvo que someterse a quimio y radioterapia. Con esa fuerza y ese entusiasmo por la vida que la caracterizaba, a pesar de las quimios y radios la Pachi igual iba a trabajar.
Descansaba dos o tres días después de un ciclo de quimioterapia y partía a su oficina en el Centro de Extensión de la Universidad Católica.
M.Magdalena recuerda que el diagnóstico fue duro para su hermana: “Siento que desde ese día el tema salud pasó a ser prioridad. Decía yo soy más que un tumor, yo soy más que un cáncer, pero la enfermedad se colaba constantemente en su vida”, porque la Pachi, inconscientemente, la hacía presente al andar con una botella de agua todo el día y cuando las personas le preguntaban ella les contaba de su cáncer, de la radioterapia, de todo lo que le estaba pasando. Relata María José que “a veces se molestaba mucho cuando
en los aviones no podía entrar con su botella de agua. Yo creo que para ella era como una especie de bastón, de apoyo, y una forma de transmitirle al mundo lo que estaba sufriendo, pero al mismo tiempo mostrando entereza, ocultando su dolor”.
Al respecto, Daniella recuerda la fortaleza de su amiga en esos momentos: “Estuvo todo el tiempo muy dispuesta a hacer lo que fuera para mejorar, para valerse por sus propios medios y resolver todo, confiando en ella misma. No la vi derrumbarse”.
Francisco Lobos también estuvo cerca en esa etapa: “Junto a mi amigo Patrick la acompañábamos, pero no como visita de enfermo, sino conversando. Ella, muy optimista, hablaba con emoción sobre sus cuidados, como tomar mucha agua, andaba para todas partes con una botella”.
Su enfermedad gatilló finalmente su alejamiento de la iglesia. Su tía Marcela señala que pese al cariño que se tenían le molestaba que le hablara de Dios, “A la Pachi le costaba mucho entender los matices, todo era blanco o
negro –asegura María José–. Y tal vez por eso siempre buscó la forma de dialogar y llegar a consensos, al equilibrio, no le fluía naturalmente por esto se dedicó a investigar como dialogar, lo tuvo que estudiar”.
Para Francisco Lobos el cambio fue notorio: “No puedo hablar de las convicciones religiosas de la Pachi, pero sí me doy cuenta que hubo un cambio. Algo la llevó a alejarse de la religión, ella había cumplido con todo lo que implica ser una buena persona y Dios solo le mandaba enfermedades. Eso la llevó a alejarse de la religión. Entonces, tuvo una mirada muy crítica y ya no se definía como católica. Ella fue muy espiritual, la Iglesia Católica fue algo importante en su vida y dejó de serlo, yo creo que como consecuencia de su enfermedad”.
María José piensa que “ella sentía que en los momentos difíciles que le había tocado vivir Dios no la ayudó ni le dio esperanzas; para la Pachi dos más dos eran cuatro, no había más alternativas. Por eso, creo yo, se desilusionó de Dios. Sentía que era muy injusto lo que le estaba pasando, porque no calzaba con la idea de un Dios bondadoso y protector”.
“ES MUY IMPORTANTE DAR VOZ A LAS EMOCIONES DE LAS PERSONAS, PORQUE A VECES REPRESENTAN INJUSTICIAS O DESIGUALDADES QUE NECESITAN SER ABORDADAS. AL PERMITIRLES EXPRESAR SUS EMOCIONES, SE FOMENTA UN DIÁLOGO SALUDABLE Y PODEMOS BUSCAR SOLUCIONES A LOS PROBLEMAS QUE ENFRENTA LA SOCIEDAD”.
María Paz
A fines del año 2008 una María Paz alejada de la iglesia, empoderada y superando un cáncer, decidió que no había proyectos imposibles, que deseaba perfeccionarse en el mundo educacional al más alto nivel y emprendió la lucha por su siguiente sueño: ser aceptada en Harvard.
HARVARD & LOS TALLERES
EL PODER DE LA MÚSICA
Entre el año 2009 y el 2013 María Paz cursó dos maestrías en la Universidad de Harvard y solo regresaba a Chile para Navidad. Harvard tiene once unidades académicas independientes, diez escuelas y el Instituto Radcliffe de Estudios Avanzados, que agrupan la red de biblioteca académica más grande del mundo, con casi 19 millones de títulos. Pachi asistió a la Escuela de Educación, ubicada en el área metropolitana de Boston, y formó parte de grupos de diez estudiantes en una clase de aproximadamente setenta personas de distintos países del mundo.
El 2010 comenzó su segundo Máster en la prestigiosa universidad norteamericana. Esta vez en Gerencia Pública, con énfasis en educación, metodologías participativas y liderazgo. Su madre estaba feliz, sobre todo habiendo tenido un historial médico complejo: “Increíble, siempre le decía que la admiraba mucho. Como madre, me llenaba de orgullo”.
En esa oportunidad María Paz conoció a Matt Stolhandske, quien se convertiría en uno de sus más grandes y queridos amigos. “Yo soy texano, me crié en un rancho con vaqueros mexicanos y
obviamente estaba muy emocionado de conocer a gente de Latinoamérica, hablar con ellos en español y hacer nuevos amigos de todas partes del mundo. Pachi y yo teníamos opiniones muy distintas en política, pero inmediatamente fuimos amigos. Dialogábamos sobre temas culturales, sobre música, y compartíamos ideas acerca de los métodos que deseábamos aplicar en educación, en el desarrollo comunitario”.
Ambos estudiaban economía y políticas públicas, pero entre los alumnos eran los más aficionados al arte, la cultura y la música: “Los dos tocábamos guitarra y cantábamos, yo interpretaba el folclor mexicano de los mariachis y una de las primeras cosas que María Paz me enseñó fue la historia de la dictadura en su país y cómo la música fue una manera de protestar y de luchar en contra de ella”.
Más adelante, Matt Stolhandske viajó muchas veces a Chile. Su campo de trabajo era el desarrollo y reconstrucción luego de desastres y en una ocasión lo acompañaron varios estudiantes para socorrer a los pueblos dañados por el terremoto del 2010, ubicados al sur del país y a
orillas del mar: “La Pachi me había informado sobre la situación de las familias de escasos recursos, entonces la idea fue invertir un poco de la plata de Harvard, del tiempo de los estudiantes, para ayudar a esas familias para las cuales teníamos un proyecto. Mi grupo decidió recurrir al poder de la música en la reconstrucción luego de desastres o movimientos sociales. Yo toqué trompeta y canté con músicos de nueva Orleans y la Pachi interpretó canciones de Violeta Parra y contó la historia de esa parte de la tradición chilena. Compartíamos la certeza de que la cultura, la música y el arte tienen mucho poder en los distintos procesos sociales”.
Cuando el año 2013 Pachi volvió a Chile, después de su paso por Harvard, alojaba a su amigo en su departamento cada vez que él la visitaba: “Ella participó en varios proyectos que teníamos con emprendedoras del sur, entre las ciudades de Cobquecura y un pueblito que se llama Perales. Nos ayudó a apoyar y capacitar a esas mujeres para que lograran hacer crecer sus negocios”.
MATT, UNA RELACIÓN DE TODOS LOS COLORES
Recuerda Matt que él era un republicano bastante conservador y homosexual, combinación que le provocaba una guerra interna que la Pachi descubrió de inmediato: “Fue la primera en darse cuenta de mi conflicto y se mostraba muy tranquila con eso, ofreciéndome apoyo, tratando de mostrarme que podía ser feliz balanceando valores éticos para disfrutar de la vida, en vez de tomar siempre la ruta más difícil como yo acostumbraba. Al final “salí del clóset” y ella me ofreció todo su apoyo. Hablábamos por teléfono por lo menos una vez por semana mientras yo hacía un doctorado en Oxford. Y cada vez que volvía a Chile me quedaba con ella, era algo muy especial. La Pachi estaba saliendo con un músico y me preguntaba sobre mi novio colombiano, compartíamos nuestras vivencias”.
Muchas veces Matt cocinó comidas suecas y texanas en casa de María Paz, mientras ella preparaba cazuelas o pastel de choclo: “La sentía como una hermana de alma. Los mejores amigos son los que luchan contigo en cada momento y así fuimos hasta el final, rezando por ella, llamándola por teléfono el grupo entero de
Harvard, mandándole flores cada semana, para que su cuarto estuviera lleno de belleza natural”.
La Pachi dejó enseñanzas en todas las personas que la conocieron y Matt no es una excepción: “A su lado aprendí que es necesario aceptar a la gente tal como es. Ella no quería cambiar la mente o la forma de pensar de las personas, porque consideraba que tanto tu cuerpo como tu sexualidad o tu forma de pensar son parte de tu ser. No elegiste ser de cierta forma, eres el resultado de tu historia, de tu contexto, de tus experiencias en la vida. Entonces, no te culpaba por pensar distinto. Su mejor cualidad era que sabía reír y hablar de cosas auténticas. Siempre mostraba alegremente su forma de ser, su historia personal o las situaciones que enfrentaba. Cultivaba un balance entre temas serios, profundos, verdaderos, auténticos y cosas divertidas, chistosas. Fue una gran persona”.
Todas las semanas María Paz recibía un precioso ramo de flores con una tarjeta muy cariñosa. Duarnte dos años recibió flores de sus amigos de Harvard, siempre estas flores la alegraban. Como familia fue una gran ayuda para mantenerla animada, estamos tremendamente agradecidos.
MAESTRÍA, PANDEMIA & PATRIARCADO
María Paz conoció a la joven colombiana Ana Nieto cuando ambas cursaban la maestría en Educación en la Universidad de Harvard durante el año 2009. Era la segunda maestría de la Pachi, quien durante esa etapa entabló profundos lazos de amistad con personas de distintas nacionalidades. Eran parte de un gran grupo de latinos que organizaban encuentros y fiestas. Durante el matrimonio de una de las compañeras dominicanas, al cual fueron invitadas en Punta de Cana, se alojaron con otras jóvenes en un departamento, donde surgió una amistad que duraría largos años.
La primera conexión entre ambas se produjo cuando descubrieron que les interesaban los temas místicos y esotéricos; y ese fin de semana leyeron un oráculo chino y hablaron de sus vidas y anhelos. Durante su estadía en Harvard, María Paz vivía en un edificio de estudiantes, en un pequeño departamento cerca de la escuela, donde se reunían a conversar. Junto a Mónica Rodríguez, que también se volvió muy cercana, Pachi y Ana se reunían habitualmente para hablar de sus vidas. En el grupo había una gran afinidad política y parecidas visiones del mundo. Creían en la justicia social, en el
respeto por todas las personas, pero, por sobre todo, cultivaban una gran conciencia acerca de la inequidad económica y creían que la educación era la herramienta para transformar al mundo.
Durante el año 2019 María Paz viajaba mucho a Colombia y a Bolivia, donde impartía talleres para mujeres emprendedoras. Sin embargo, en enero del 2020 debió someterse a una tercera cirugía por un tumor cerebral que le habían detectado tiempo antes, y cuando en marzo de ese año se declaró la pandemia, se fue a vivir con sus padres, subarrendando el departamento donde vivía.
Poco después, a principios del 2022, tuvieron que operarla nuevamente, era su cuarta cirugía de cerebro. Esta vez, le provocó secuelas, como pérdida de memoria a corto plazo, aunque se mantuvo intacta su memoria antigua. Posteriormente, al haber algo de apertura para reuniones sociales ya avanzada la pandemia, con Ana Nieto crearon un grupo de lectura que se reunía todas las semanas.
Ana Nieto al centro, María Paz atrás en el matrimonio al que fueron juntas en Punta Cana.
El taller convocó a personas muy diversas, proveniente de distintos países. Participaban profesores universitarios, hippies que habían escapado de la sociedad, alumnos de distintas tendencias políticas y algunos personajes “bastante insoportables”, según Ana, quien recuerda que fue una experiencia realmente profunda: “A veces se decían cosas terriblemente machistas y clasistas, pero María Paz, siempre con mucha tolerancia, no dejaba pasar una.
En cierta oportunidad me comentó riendo que solo en una situación de pandemia era posible resistir a algunos tipos muy insoportables todas las semanas. Sin embargo, su energía transmitía serenidad; emanaba desde la profundidad de la vida y de valorar el momento presente como lo más importante y lo único que existe”. En una ocasión comentó que se había enganchado en una pelea con alguien por WhatsApp, quien la estaba atacando personalmente; “y ella le dijo que sus palabras agresivas jamás la iban a tocar, porque era poderosa y su esencia sagrada. A pesar de que le podían dañar el ego tenía claro que solo eran aspectos temporales. En su esencia se sentía
intocable y lo afirmaba con claridad y poder. Cada vez que María Paz hablaba era increíble ver las caras de la gente, muchas personas se quedaban absolutamente mudas procesando lo que acababa de decir”.
La Pachi empezó a desarrollar una nueva humanidad y sentía compasión incluso por personas ofensivas, era capaz de cuestionarlas sin rabia: “Creo que cada vez fue más profunda”.
En abril del 2022, Ana Nieto viajó a Chile desde Colombia para visitar a María Paz. Durante la semana que permaneció en el país compartió con la familia y se dedicó con toda su alma a conversar y confortar a su amiga, que estaba a punto de terminar con las radioterapias.
Rememora María José que “la Pachi todavía podía caminar y se recostaba un rato en la cama, pero no pasaban ni diez minutos y quería seguir participando. Ana nos regaló la instancia de compartir anécdotas de Estados Unidos que no conocíamos y nos brindó muy gratos momentos”.
María Paz y Ana Nieto
CURSOS
VANGUARDISTAS & POÉTICOS
Carola López conoció a María Paz el año 2013 en un taller organizado por la Unesco, donde participaban personas dedicadas a buscar formas innovadoras en la educación. La metodología incursionaba en la escritura poética y en ciertos rituales culturales de los países latinoamericanos.
Según Carola, las materias eran muy interesantes, pero lo que más le llamó la atención fue la forma en que Pachi explicaba y moderaba los temas. Un día la invitó a un café y después de conversar un rato descubrieron muchas coincidencias y les pareció interesante hacer algo juntas: “Decidimos elaborar nuevas maneras de enseñar, combinando la pedagogía con métodos provenientes de los lenguajes artísticos. Fue bien sincrónico, porque ella estaba buscando un estilo más desordenado, más libre, y yo venía hace rato en eso, pero quería sistematizar y agregar teoría a mis trabajos”.
Carola se había desempeñado siempre desde la marginalidad, desarrollando laboratorios para docentes y estudiantes, donde los distintos lenguajes artísticos movilizaban y replanteaban los estilos de hacer pedagogía: “Íbamos desde
el aporte del teatro con la repetición de ensayo y error, hasta el tema coreográfico, espacial y de movimiento que entrega la danza, pasando por la conexión con el cuerpo en el aprendizaje; y cómo la música aporta los ritmos, las partituras”.
Tras una serie de conversaciones María Paz se dio cuenta que en la forma de hacer educación que proponía Carola había un mundo por descubrir: “Entonces, después de juntarnos un par de veces la invité a unirse al colectivo Integralab, en un momento en que estábamos de verdad experimentando mucho. Yo creo que la María Paz se encontró con este grupo de artistas y diseñadores medios freaky y se dijo lo que estudié en libros, estos locos lo están probando, pero sin haberse leído los libros”.
Muy entusiasmada, la Pachi decidió colaborar en el diseño de nuevos proyectos que tuvieran un marco teórico y eso fue genial, según Carola, “porque comenzó a conectar todo lo que sabía, manejaba y desarrollaba, asegurando que lo que nosotros hacíamos tenía mucho que ver con el tipo de aprendizaje que trabaja lo colectivo, lo cooperativo, lo colaborativo, promoviendo al
“MIS TALLERES ESTÁN DIRIGIDOS A PERSONAS, ALGUNAS DE LAS CUALES OCUPAN PUESTOS
DIRECTIVOS, QUE QUIERAN AMPLIAR SU MIRADA RESAD Y LAS PRESIONES QUE MUCHAS VECES DIFICULTAN
SU ACCIÓN”.
mismo tiempo el desarrollo creativo, tanto en los docentes como en estudiantes de distintas disciplinas. Así, ella empezó a codiseñar con nosotros, lo cual fue muy hermoso”.
Con la participación de José Vidal, un coreógrafo chileno muy talentoso, que veía el movimiento y la vinculación desde la corporalidad; de Carola López, a cargo de los temas más lúdicos; de un músico, una arquitecta y de María Paz, diseñaron y pusieron en práctica varios talleres: “Empezamos a producir, producir, producir proyectos y talleres súper interesantes y fue una locura. Con el Teatro Municipal hicimos Laboratorios de Innovación Pedagógica, como los bautizamos, donde las y los profesores iban a capacitarse”.
María Paz
LA PACHI SE
“CHASCONEA”
Con Carola, María Paz empezó a expandirse, expresarse, a “chasconearse”.
Entró a jugar en un espacio muy potente y le puso una cantidad increíble de sabiduría:
“Fue muy bonito porque se gestó una conjunción de personas que se encontraron, se complementaron y se potenciaron.
Impartimos muchos talleres en colegios de distintas comunas, en el Teatro Municipal y para el Ministerio de la Cultura”.
Estas actividades de capacitación iban dirigidas a docentes de distintas asignaturas, como matemáticas, física, lenguaje, historia, porque el grupo sabía que las profesoras de arte, de música e incluso de educación física ya tenían herramientas más libres, artísticas o de movimiento: “Queríamos a los otros, a los que enfrentaban dificultades para conectar con la parte más emotiva, más poética. Buscábamos sacarlos de la zona de confort. A veces nos pedían talleres para la básica de colegios
municipalizados o también laboratorios para todo el equipo docente”.
María Paz trabajó casi tres años con el grupo, hasta el 2016, y ayudó notablemente a ordenar la información: “Porque yo tenía miles de presentaciones hechas para vender los proyectos… pero ella fue muy linda porque dijo: mira, a esto hay que darle más fundamentación y le puso respaldo a muchas de nuestras presentaciones, en un lenguaje más académico. Fue una labor súper importante”.
En esos tiempos hicieron un par de intervenciones muy potentes en ferias de innovación en educación, que se organizaron en la Estación Mapocho, y los invitaron a una donde les pusieron el desafío de involucrar a la comunidad educativa y experimentar nuevas maneras de hacer Pedagogía. Fue así como postularon a un proyecto con la embajada de Canadá para trabajar la inclusión LGBT en los colegios de Maipú.
“ES INCREÍBLE LO QUE
PASA CUANDO EL PROPÓSITO SE PONE AL CENTRO DE LA GESTIÓN ESCOLAR. LAS PERSONAS
SE SIENTEN REFLEJADAS Y ESA INSPIRACIÓN HACE QUE LA MOTIVACIÓN SEA INTRÍNSECA. AUNQUE SEA A TRAVÉS DEL COMPUTADOR, IGUAL SE ALCANZA A PERCIBIR CÓMO
BRILLAN LOS OJOS”.
María Paz
En Maipú, la comunidad escolar asistió a talleres donde se trabajaba la riqueza y la necesidad de valorar la diversidad: “Y no era solo el tema de LGBT, sino también la diversidad de necesidades de aprendizaje, educativas, la neuro divergencia… El proyecto fue una hermosa bomba de tiempo y nos pidieron mostrarlo en una feria de innovación educativa en la Estación Mapocho. Se llamó Tambo Educativo… Ya no era solo ver la obra, sino participar de la improvisación creativa que conectaba el movimiento con la música y con el contexto que había traído María Paz de Harvard… Metimos a la juguera estas tres cosas y armamos una experiencia que duraba una hora y media. Los profesores entraban a estas carpas y vivían una práctica con las metodologías de los lenguajes artísticos aplicados al aprendizaje.
Además, ganaron el fondo de la Fundación Todo Mejora, aliándose con una compañía de teatro que poseía una enorme carpa construida con ropa reciclada: “La obra era musicalizada y transcurría dentro de esta carpa gigante, llena de cojines… La gente entraba, se acostaba en los enormes cojines y escuchaba la obra con música en vivo y relatos”.
Un día, Carola López mencionó una orquesta neoyorkina llamada Morfeus, que funciona sin director, lo que Pachi denominaba liderazgo distribuitivo: “Entonces ella empezó a llamar a todos los ejecutivos de la orquesta y los invitó a Chile. Ese proyecto lo postulamos en la Corfo y lo ganamos”. Sin embargo, a poco andar tuvieron la sensación de que iban diez años adelantados, porque de repente algunas personas consideraban que ciertos proyectos eran una locura y no los financiaban.
“Para un poco, no vayas más allá, tenemos que hablar en un lenguaje que ellos comprendan”, aconsejaba Pachi a Carola: “Entonces, paramos… Ella volvió a hacer clases, se metió full a trabajar con un profesor que iba a realizar las ayudantías en el verano y yo seguí en lo mío, pero también me empleé en la Fundación Integralab. Fue lindo mientras duró. Con la Pachi seguimos viéndonos, pero no volvimos a trabajar juntas”.
A raíz del trabajo, se tejió una amistad muy potente entre ambas y habitualmente hablaban horas por teléfono: “Yo estaba en una fundación y ella haciendo clases y laboratorio. A veces nos reuníamos a comer en mi casa o a tomar una chela”.
“EL LIDERAZGO REPRESENTA LO QUE UNA O MÁS PERSONAS HACEN PARA ADAPTARSE A UN NUEVO ENTORNO, A NUEVAS CREENCIAS, A NUEVOS VALORES”.
María Paz
LA MAGIA DE UNA
MUJER LUMINOSA
Así, como jugando, influida por la espontánea forma de ser de su amiga Carola, la Pachi fue dejando de lado los aspectos más rígidos de su personalidad e incluso cambió su forma de vestir, eligiendo prendas más juveniles, de colores más vivos y alegres: “Ella no lo pasó bien en el colegio, era muy matea y más bien introvertida. Entiendo que durante un tiempo trató de ser invisible. Pero yo la vi volviendo a su esencia. Fue maravilloso ver su estilo, qué ropa le gustaba, empezó a usar cosas que nunca se imaginó y andaba cómoda, se sentía bien con su nuevo look”.
Su renovada creatividad también permeó su vida cotidiana: “Trabajábamos en su casa y volvió a cocinar, a buscar sabores interesantes. A veces llegaban mis hijos a almorzar. En esa época eran adolescentes y la Pachi los marcó, porque tenía un excelente vínculo con la gente joven. No le costaba entablar conversaciones, hacer preguntas, dialogar. Tengo el mejor recuerdo de esos almuerzos o cenas con mis hijos y ella llevando una conversación súper interesante de política, de lo que fuera, de filosofía o de algo más personal. Esa Pachi muy ávida de estar con otros, de tener buenas conversaciones, de hacerse preguntas
difíciles, fue bien significativa para mi familia”. En lo anecdótico, María Paz tenía obsesión por los chacareros: “ese tipo de sándwich que iba buscando en lugares donde estuviera mejor preparado. Era muy divertido cuando encontraba un negocio bueno para los chacareros, porque su entusiasmo era contagioso”.
Cuando volvió a reaparecer su enfermedad, confesó que estaba aprendiendo a vivir en el ahora, en el presente, olvidándose de planificar su vida: “Y también empezó a estar mucho más consciente de que la medicina convencional no bastaba y decidió complementarla con Constelaciones Familiares y Reiki. Visitaba el mundo de la medicina complementaria y eso la llevó también a trabajar el tema de pareja, el amor propio, los asuntos personales y familiares más delicados. Entró en un proceso terapéutico muy profundo, haciéndose cargo de su árbol genealógico, de todos los quiebres y traumas. Mi sensación es que eso también trajo una sanación o una apertura de situaciones que no se habían abierto, y la María Paz estaba ahí como metiendo el dedo en la llaga. Fue muy valiente y tuvo una intensidad alucinante para abordar esos temas, no se hizo la loca”, enfatiza Carola.
En esa etapa, anterior a la pandemia, participó de varias Constelaciones Familiares, tratando de sanar los traumas que toda familia tiene a través de su historia. Esas terapias fueron claves, porque le permitieron contactarse con un mundo más energético, más espiritual: “Fue muy enriquecedor para ella, que era el ser más racional del planeta.
Empezó a entrar en una dimensión espiritual muy profunda. Me llamaba la atención que siguió trabajando en lo que le importaba, en lo que le gustaba, yendo hacia afuera, con temas de paz y participación ciudadana. Estando en pleno tratamiento aseguraba que trabajar le hacía bien porque le permitía pensar en otras cosas”.
Conversando por teléfono con Carola durante la época en que los chilenos estuvieron recluidos por el virus del Covid, la Pachi le decía que, tal vez, todo lo que estaba pasando iba a ser un buen aprendizaje para poner límites en el espacio personal.
A través de todo el proceso estuvo preocupada por la salud mental de las personas aisladas. Al final de ese periodo estaba encerrada y enferma en la casa de sus padres, y Carola la
sentía “como resistiendo y sosteniendo, cansada de no poder relacionarse en directo, pero igual resignada a que pasara lo que tenía que pasar, convencida de que todo lo que ocurría le iba a servir a ella y a su familia para sanar lo que era necesario sanar. Me voy a dejar querer, me voy a dejar cuidar”, decía.
La gran lección que Pachi le dejó a su amiga Carola fue que no sirve la tendencia a tener todo bajo control, porque finalmente eso es imposible, frustrante y agotador: “Además, me marcó ver la forma en que ella manejaba sus talleres y laboratorios, su alucinante capacidad de plantear interrogantes que llegaban a la esencia. La Pachi sostenía espacios de conversación, de diálogo, de reflexión, con preguntas súper poderosas, sutiles y sencillas, pero que tocaban la memoria y las emociones de las personas. Ella tenía esa magia”. María Paz apostó durante más de veinte años por la participación real de los jóvenes, de los niños y la ciudadanía, destaca Carola: “Los procesos democráticos y colaborativos eran su bandera de lucha. Fue punta de flecha en la participación ciudadana, en procesos para la paz. Ella iba muy adelantada para un que país no estaba preparado todavía. María Paz era visionaria y los frutos de sus enseñanzas están ahí, al alcance de los que quieran recogerlos”·
“María Paz era visionaria y los frutos de sus enseñanzas están ahí, al alcance de los que quieran recogerlos”·
Carola López
PANDEMIA & ANA NIETO
Cuando en marzo del año 2020 comenzó la pandemia María Paz estaba trabajando en varios países, viajaba mucho a Colombia y a Bolivia a impartir talleres. Sin embargo, finalmente el Coronavirus detuvo sus movimientos y durante un corto tiempo se quedó en Santiago, viviendo en su departamento con Blanquita, “una perrita salchicha, blanca muy amorosa“, según Ana Nieto. En esa época los mensajes de la Pachi eran muy sanadores y transmitían un amor enorme por las personas que sufrían encerradas. Relata Ana que ya estaba empezando a escribir su libro y hablaba de integrar lo femenino con lo masculino, de restituir el respeto por lo humano y por otras formas de vida: “aseguraba que el patriarcado, que es lo masculino que tenemos todos como seres humanos, nos había separado, oprimido y controlado, convenciéndonos de que la razón es más importante que las emociones, que el alma”.
Poco después se fue a vivir con sus padres y la última vez que Ana la vio fue en abril del año 2022 en Santiago: “Hicimos una sesión de Biodanza increíblemente poderosa. Ella era muy espiritual, habitualmente practicaba
la meditación, salía al parque con la Blanquita y se sentaba a meditar”.
Ana relata que desde que la conoció, María Paz le rebeló que había tenido cáncer y varias cirugías: “Recuerdo que a principios del 2022 decidió someterse a radioterapia, aunque lo había dudado mucho. Fue increíblemente fuerte, todas nos derrumbamos, pero ella nos transmitía fortaleza. Hablábamos por videoconferencia y a veces nos reíamos mucho de sus ocurrencias.
Y luego fuimos a otro matrimonio en República Dominicana y enseguida viajamos a Costa Rica y a Italia, a la espectacular boda de Rebeca en el Lago Di Garda. Esa fue una experiencia de ensueño. Lo pasábamos muy bien, bailando, cantando, rumbando”.
Ana confiesa que la Pachi fue una de las mejores amigas que pudo haber tenido en su vida y considera que fue una enorme suerte haberla conocido.
Todas sus amigas estábamos pendientes. Me decía que siempre que se comunicaba conmigo sentía que estaba en Bogotá. Hay fotos que tomó para mi boda en diciembre del 2016, donde estamos en Villa de Leiva y en la Iglesia de Monserrat, que queda en una montaña. Atesoro una selfie que es una de las mejores instantáneas de mi boda, durante la cual lo pasamos genial.
María Paz también tuvo sus rabietas, según Ana: “a veces se molestaba, sobre todo cuando se empezaron a tomar decisiones sin consultarle. Eso le daba rabia, le molestaba no sentirse independiente. Y yo le recordaba que ella misma había aconsejado que si uno no soltaba la rabia se perdía muchas cosas; que era necesario enfocarse en lo verdaderamente importante”.
María Paz con su amiga Ana Nieto y su marido.
“La maestría que nos unió fue muy intensa y siempre nos acordábamos de esa etapa donde se reunieron personas muy parecidas, muy comprometidas. Sin embargo, verla en Chile con sus sobrinos fue distinto, muy hermoso, porque ese contacto con su familia era ajeno para nosotras, sus amigas extranjeras”.
Ana Nieto
María Paz disfrutaba mucho compartiendo con sus sobrinos.
SU PAREJA EN PANDEMIA
Durante la época de la pandemia María Paz tuvo una pareja que, según le confesó a Ana, había sido un importante encuentro: “Me dijo que ambos habían logrado estar muy presentes. En ese momento ya era claro su diagnóstico y él se iba a vivir a otro país. Fue un amor muy profundo, muy en el presente, donde aprovecharon cada momento para quererse. Luego él se fue y ella hablaba de lo difícil que le resultaba su ausencia”.
Al poco tiempo la relación se quebró por la distancia y la pandemia (justo antes que cerraran las fronteras él viajó para instalarse y vivir en Italia para poder estar cerca de su única hija), pero la Pachi lo mencionaba con cariño, sin rencor: “Después tuvo otras relaciones, pero las dejaba ir con mucho desapego. Decía que habían sido lindos encuentros. Me impresiona mucho el impacto que tuvo María Paz en tantas personas, incluso en encuentros muy cortitos, y cuando recogimos mensajes que pusimos en el álbum para su familia, fue increíble el cariño con que la recuerda un montón de gente que yo nunca conocí”.
Al final María Paz dejó de luchar y más bien aprendió de sus dolores: “La última vez que hablé con ella estaba absolutamente consciente de su realidad y fue la única oportunidad en que lloramos juntas, fue la única vez que me confesó lo duro, lo triste y lo difícil de su enfermedad.
Luego, se volvió a perder, pero fue un regalo muy grande seguir en contacto a pesar de la distancia, porque tuve muchas ocasiones para agradecerle y expresarle todo el amor que sentía por ella”.
En esos difíciles momentos de su enfermedad, María Paz recordó lo feliz que había sido en su infancia. Revisó los videos del pasado que guardan papá y mamá para volver a ver las imágenes de esos tiempos tan sencillos y tan felices, donde sus cuatro hijos eran personitas alegres y sin mayores preocupaciones.
María Paz con Felipe Opaso, Febrero 2020. En los brazos de María Paz, Ana Domínguez Lira, recién nacida, hija de Ernesto Germán y Alejandra Lira.
RECUERDOS DEL PASADO CUARTA PARTE
DISFRUTANDO
LA INFANCIA
Durante la difícil etapa final de la enfermedad de María Paz, que fueron más de dos años, a sus padres y hermanos les aliviaba ver cómo habían disfrutado durante su infancia, también usaban estas filmaciones para entretener y ayudar a María Paz.
Era un bálsamo contemplar las filmaciones donde la Pachi, de solo cinco años, baila con entusiasmo mientras su madre le pregunta cómo se llama y quiénes son sus papás. Ella contesta riéndose y saltando. La hermosa secuencia, que reproduce el gran amor que los cuatro hermanos recibieron de sus padres durante su infancia y adolescencia, lograba por momentos alivianar el gran dolor de saber que pronto partiría hacia otras dimensiones.
Sin duda, la gran cantidad de bellas y alegres imágenes les permitió recuperar parte de esa época donde todo era felicidad y entusiasmo. Una representación se filmó en enero de 1984 y allí vemos al pequeño Ernesto, en brazos de su padre.
El video se gestó en unas vacaciones que fueron de camping junto al Lago Ranco. María José baila en traje de baño, mientras Loreto viste a
Magdalena. A orillas del lago hay varias carpas y dos tráiler dando cuenta de una reunión familiar amplia y llena de entretenciones. Ernesto y Loreto se ven alegres besando y abrazando a su prole.
Se percibe que lo están pasando muy bien y que adoran a su descendencia. Hay varias imágenes donde los seis cantan, bailan y ríen entonando “arroz con leche, me quiero casar y una que otra samba argentina…”, mientras el resto de la familia aplaude.
Familia Domínguez Sánchez al centro, Loreto con Ernesto Germán en brazos, María Paz, Ernesto con un perro dálmata, al su lado M.Magalena y María José. Todo el grupo de amigos disfrutando de acampar.
Vista del campamento en el lago Ranco, carpas y trailers.
ABUELO PATERNO ALCALDE DE SANTIAGO
Entre los videos también hay una filmación que nos traslada a un remoto pasado, donde se inmortaliza un 18 de septiembre de mitad del siglo XX, cuando el abuelo paterno, Germán Domínguez Echenique, era alcalde de Santiago. Entre cuecas, huasos y carros arrastrados por engalanados caballos, aparece el alcalde cortando cintas e inaugurando las fondas de ese entonces, ubicadas en el Parque Cousiño. Se percibe un ambiente de jolgorio y bailoteo en la Fonda El Guatón Paragua y en otras con nombres igualmente originales e inocentes.
La imagen que inmortaliza al Presidente Gabriel González Videla, lo muestra junto a su esposa Rosa Markmann, conocida como Miti, y al alcalde Domínguez en el Teatro Municipal, donde durante las Fiestas Patrias se celebraba una función de gala. Junto al Tedeum, era una de las conmemoraciones más importantes de esa fecha.
A propósito de estos recuerdos, cuenta María José que su abuelo Germán Domínguez era muy amigo del Padre Hurtado, de hecho, aparece en la película que retrata su vida. También cumplieron juntos con el servicio militar y ambos estaban muy involucrados en lo social, ayudando codo a codo a la gente.
Al centro Germán Domínguez E. abajo sentado al centro su amigo Alberto Hurtado.
Abajo sentado a la izquierda, Alberto Hurtado, su amigo Germán arriba al centro.
EL SENTIDO SOCIAL
Y LA CAMIONETA DEL PADRE HURTADO
Dos niños entraron al Colegio San Ignacio de Santiago: uno se llamaba Alberto Hurtado y el otro Germán Domínguez. Desde el primer día se hicieron mejores amigos y durante el correr del tiempo jugaron, se apoyaron, aprendieron y crecieron siempre juntos hasta que se transformando en hombres, siempre uno al lado del otro. También entraron a la universidad al mismo tiempo, pero ya adultos, cada uno siguió su vocación siempre unidos por su amistad. Alberto decidió hacerse sacerdote dentro de la orden jesuita y Germán se casó y tomó el camino de la política.
Cada uno por su lado buscaron realizar un aporte, servir, cooperar y dejar un legado de bondad: Alberto fue un sacerdote leal, comprometido y deseoso de ayudar a los pobres, especialmente a niños sin hogar y desvalidos. Germán escaló en la política y llegó a ser alcalde de Santiago.
Un día Alberto fue a visitar a Germán y le contó que como sacerdote salía en las noches a recoger a los niños que estaban abandonados en Santiago. Dormían asustados en las calles con frío
y hambre. Los recogía debajo de los puentes, en las veredas y en los rincones. Usaba un carretón para trasladarlos, lo que le significaba un enorme cansancio físico. Finalmente, le dijo que tenía mucha pena porque eran muchos y no podía ayudarlos a todos.
Germán le preguntó cómo colaborar y juntos llegaron a la idea que se necesitaba una camioneta para poderlos recoger y construir un espacio para acogerlos, lo que después se llamaría Hogar de Cristo.
Germán, como alcalde, no podía darle la camioneta… Entonces, se la entregó como un aporte municipal y le dijo que nadie debía saber. Cuando entrevistaron a Alberto y le preguntaron quién le había donado ese vehículo contestó: “Dios me lo mandó” y Germán le susurró al oído bromeando: “¡oye, no sabía que yo era Dios!”.
En esa camioneta verde se refugiaron miles de niños abandonados que fueron trasladados al Hogar de Cristo, donde se les dio alimento y un lugar digno donde vivir. Durante años Alberto salía todas las noches y recogía bondadosamente
Colegio San Ignacio. Germán y Alberto fueron compañeros de curso durante toda la época escolar.
a estos pequeños. La camioneta verde se ha hecho famosa porque es un símbolo de la capacidad de amor y entrega de un hombre que hoy es santo. En la misma se trasladó el cuerpo del Padre Hurtado cuando murió y también se pasea por las calles de Santiago una vez al año, para honrar la memoria de este hombre ejemplar.
Relata Cecilia Domínguez (hija de Jorge Domínguez, hermano de Ernesto, padre de María Paz) que “la familia Domínguez siente una gran satisfacción de saber que su abuelo Germán colaboró silenciosamente con su tan querido amigo, facilitándole una herramienta para cumplir con su bondadosa misión”. Y le solicita a sus sobrinos que “guarden esta historia y la repartan entre los suyos para que no se pierda y mientras más crezca la leyenda de la camioneta verde, todos nosotros sabremos que tenemos un pedazo de esta historia sagrada. Por eso, cuando ustedes se transformen también en hombres y a veces se sientan solos y perdidos, recuerden siempre que han nacido de seres humanos valerosos, sencillos y generosos. Hombres que han basado su vida en una entrega sincera, plena de amor y nobleza. Todo eso también corre por sus venas”.
Padre Alberto Hurtado con los niños que trasladaba en la camioneta para abrigarlos y alimentarlos.
CONSEJO DE HERMANOS
Cuando eran pequeños, Pachi, María José, M.Magdalena y Ernesto idearon un grupo que bautizaron como Consejo de Hermanos. Consistía en reuniones de los cuatro hermanos donde planeaban algún show para los adultos y también compartían galletas y papas fritas en la terraza de “Los Conquistadores”, tenían un grito... ¿Cómo es el consejo de hermanos? (algo copiado de los scouts) la Pachi hacía el grito y los demás respondiamos con una seña como los scouts.
Era un juego donde compartían, se reían, todo era improvisado, La Pachi inventaba “etapas” para pasar de nivel, todo en una dinámica de mucha imaginación y libertad, nada tenía un sentido lógico. Se divertían mucho! Aunque M.Magdalena y Ernesto se sentían mandados y controlados. Para Pachi y María José siempre fue un juego sin mala intención, pero los menores lo resintieron, Ernesto una vez lo hizo notar y “renunció” a su membresía.
La Pachi lleva la batuta y hace de presentadora, acompañando al grupo con diversos pasos que muestran su flexibilidad. Enseguida, María José se sube sobre sus hombros y efectúa algunos pases que son fuertemente aplaudidos por la
familiar audiencia. La sesión continúa con María Paz bailando y cantando. En ese entonces tendría unos doce años, tocaba guitarra y entonaba melodías de John Denver en inglés.
Enseguida, presenta a María José, quien canta con entusiasmo, mientras baila con mucha gracia. Al rato se le une la Pachi y las dos dan un cierre al show que todos disfrutaron, reflejando a una familia creativa y talentosa. Al fondo, M.Magdalena copia sus pasos y se integra en los últimos minutos.
En otra filmación donde participan los cuatro hermanos se los ve un poco más grandes y Magdalena desfila por una supuesta pasarela, mientras la Pachi relata las características del vestido que lleva, imitando las grandes presentaciones de los modistas más famosos. Ella misma y María José desfilan con elegancia. En un momento tratan de que Ernesto participe, pero el pequeño camina con carita de enojo, sin tener muy claro qué se espera de él.
Finalmente, mamá Loreto accede a cantar y es premiada con muchos besos. Papá Domínguez aplaude, grita “bravo” y juega a la pelota en el escenario, dando fin a la presentación.
El tema de la gimnasia olímpica también fue perpetuado y vemos a Pachi y María José mostrando sus habilidades sobre colchonetas que ambas instalaron para su presentación. Magdalena imita sus piruetas. Ernesto ya tiene unos cuatro años y se muestra más dispuesto a participar. María Paz lo invita a mostrar algo de sus capacidades y el pequeño pega un salto ayudado por sus hermanas.
Son todas imágenes llenas de amor y buena onda, que reflejan una infancia feliz, bien protegida y con libertad para expresarse y sentirse importante.
Varias navidades celebradas en la casa de Los Conquistadores forma parte de estos tesoros filmados. Hay regalos, una rica cena, mucho canto, música y una tonelada de sonrisas y expresiones de cariño.
UNA BÚSQUEDA
PERMANENTE
María Paz Domínguez fue una profesional reconocida, académicamente valiente, dedicada y vanguardista, porque se convirtió en Ingeniera Comercial y trajo aires nuevos en una época en que esa facultad era considerada como una de las más tradicionales del mundo universitario.
Posteriormente, creó y aplicó originales formas de enseñanza a través de exitosos talleres que impartía con su empresa Compás Pedagógico, que tuvo su primer taller titulado Introducción al Liderazgo Adaptativo, entre el 7 y el 9 de noviembre de 2018. A través de la enseñanza, la Pachi entusiasmó y capacitó a un gran número de profesores, ingenieros y profesionales de otras disciplinas para enseñar lo que sabían.
Tras entablar una sólida amistad que duró toda la vida y ya conociéndola más profundamente, Sebastián Zulueta admiraba que la Pachi hubiera hecho un giro muy poco tradicional hacia la educación –“bien loco”, decía bromeando–, incursionando en originales formas y estilos: “Su búsqueda permanente en pos de transformar las estructuras y la cultura, con una mirada muy crítica, la combinaba con una aproximación muy
proactiva y erudita. Entonces, no era solo crítica, estaba siempre proponiendo nuevas formas de conectar mundos muy distintos”.
Desde los voluntariados en la época universitaria, su activismo estuvo siempre presente, porque participó en movimientos sociales a través de los cuales incluso trabajó para que Chile tuviera una nueva Constitución: “Su participación en el movimiento que apostaba por la Asamblea Constituyente fue como la cúspide de todas sus luchas”.
De amistades muy profundas, María Paz era amiga de la periodista Alejandra Matus, de Fernando Atria, de Genaro Cuadra y de Rojo Edwards, con el cual compartió en Harvard, recuerda Sebastián Zulueta: “Tenía relaciones con mundos muy distintos y estaba siempre en la primera línea, estudiando o trabajando al mismo tiempo, dándolo todo en sus múltiples actividades. Yo tuve la suerte de participar con ella en un proyecto para crear un centro que acogiera y educara a niños con discapacidad intelectual, haciendo una diferencia en el trato acostumbrado con estos chicos. Fue un proyecto muy potente y desarrollamos grandes
aprendizajes de vida. La Pachi puso al servicio de la sociedad sus conocimientos, no para beneficiarse o enriquecerse; su compromiso era ciento por ciento destinado a transformar la cultura y las estructuras, algo muy novedoso e interesante. Ella era vanguardista y valiente, en un tiempo en que nadie dejaba de lado las oportunidades de ganar dinero gracias a un título universitario, que te abría un brillante futuro en el mundo empresarial”.
También destinó mucho tiempo a la construcción de diálogos, especifica Zulueta: “La oferta que hizo un grupo de expertos después de que se produjera un rechazo a la primera propuesta de Constitución, el 2022, fue posible solo gracias al esfuerzo de personas que estuvieron trabajando por una década en esto. La María Paz fue una de esas personas que la historia no va a recordar con su nombre escrito, aunque hayan colaborado para hacer posible que el tema de la nueva Constitución, después del rechazo, adquiriera un nivel de madurez radicalmente más profundo que el que hubiéramos imaginado sin todo el trabajo que hicieron”.
EDUCANDO A UN FUTURO VICEMINISTRO
Con la periodista chilena Alejandra Matus se conocieron en Harvard durante el Máster en Administración Pública. Se hicieron amigas de inmediato junto con otra chilena, Alejandra Vallejos. Como un reflejo de que la vida da vueltas y la gente se reencuentra, María José relata que “la Ale Vallejos había sido compañera mía en el Santiago College”.
Alejandra Matus, Ale Vallejos y María Paz eran vecinas, pues vivían en uno de los edificios para estudiantes de Harvard: “Nos caímos bien a pesar de que había una diferencia de edad bastante manifiesta entre las dos, pero no fue obstáculo, nunca fue tema. Nuestra amistad no pasaba ni por la cantidad de años que nos separaban, ni porque estuviera en una etapa vital distinta a la mía; ella era soltera y yo casada con hijos. Nos hicimos amigas muy fácil y rápidamente, porque teníamos una conexión no porque estuviéramos obligadas por las circunstancias o solo por ser chilenas. La amistad siempre es una decisión”.
Ana Nieto también se quedó en Harvard porque empezó un doctorado en Educación y recuerda: “En esa segunda fase, María Paz,
Mónica Rodríguez y yo creamos un grupo muy bonito de mujeres que nos juntábamos. María Paz siempre nos invitaba a su casa a cenar, a tomar vino, y hablábamos de nuestras vidas”.
Las conversaciones es lo que más recuerda su amiga: “María Paz y yo teníamos mucha afinidad política, veíamos el mundo de manera muy parecida, creyendo en la justicia social, el respeto a todas las personas, con una conciencia muy grande de la inequidad económica; y las dos siempre vimos la educación como una herramienta para transformar el mundo. Muchas de nuestras conversaciones eran sobre cómo íbamos a cambiarlo”.
Las reuniones a veces eran masivas y las conversaciones se tornaban acaloradas, recuerda Ana: “Nos gustaba mucho empujar a la gente, impulsarla a argumentar. María Paz siempre fue muy crítica y cuestionadora. Una vez estábamos hablando con un compañero, Víctor Saavedra, un colombiano de la Kennedy School nuevo en el mundo de la educación, que se había apasionado por el tema, pero era economista. Y con María Paz nos quedamos hablando con él desde las diez de la noche hasta las seis de la mañana. Víctor
luego fue viceministro de Educación en Colombia y siento que María Paz hacía eso, capacitaba a la gente, era una educadora de corazón. Nunca se ofuscaba en esas discusiones, mientras yo a veces perdía la paciencia. Aunque era muy apasionada en sus ideas, la veía absolutamente calmada en la manera de expresarlas”.
Durante todos los años en que se conocieron Ana nunca vio a Pachi perder la paciencia: “Siempre ponía la nota de humor, en los momentos más tensos de la discusión echaba el chiste correcto que nos hacía reír y redirigir la conversación, siempre haciendo sentir que estábamos en un lugar seguro y cómodo, donde las personas eran capaces de decir cosas que no habrían dicho en otros espacios. Su humor era muy fino y la observación precisa”.
SU AMIGA
ALEJANDRA MATUS
Alejandra Matus señala que a Pachi no se le subieron los humos por estudiar en una institución tan prestigiosa: “Las dos teníamos una visión compartida de que era un privilegio llegar a Harvard, pero María Paz se lo tomaba con mucho realismo, no se sentía especial ni por sobre nadie por estar en Harvard”.
En los estudios destacó especialmente en temas ligados al liderazgo: “Nos fue muy bien en esa materia, sobre todo en las clases de Ron Heifetz. Uno de los tópicos era la participación de la mujer en lo público, no solamente en lo político, y logramos hacer un par de intervenciones bastante exitosas. La participación de la mujer no se produce automáticamente y no basta decir queremos que participe”.
No solo la academia unió a Alejandra Matus con María Paz Domínguez, sino también el gusto por la música: “La Pachi tocaba la guitarra y a mí me gusta cantar. Hicimos un dúo y nos presentamos al casting para un show de talentos en la Kennedy School. Quedamos seleccionadas, lo que para nosotros ya era lo máximo. Preparamos dos canciones, pero solo se permitió una por
participante. Fue muy lindo y nos unió más todavía, ya que nos juntábamos a ensayar. La canción fue Te amaré de Silvio Rodríguez”.
Alejandra Matus considera que María Paz era una mujer de acción, que enfrentaba las situaciones cara a cara: “Era de no perdamos tiempo hablando tonterías, y de inmediato ya estábamos refiriéndonos a asuntos más profundos. Era muy inteligente, muy reflexiva, aunque no podría definirla como espiritual, no era de esas personas con las que uno habla de la vida y el Más Allá.
No, ella era una mujer de acción, o sea, profundidad en la acción, no profundidad en el habla nomás. La Pachi sabía perfectamente qué es lo que había al frente, pero no se achicaba, no le intimidaban los obstáculos. Y eso requiere una dosis de valentía y de integridad personal que es bastante escasa”.
Recuerda Alejandra Matus que Pachi se convirtió en editora de la sección de educación del Latin American Policy Journal y fue elegida representante de la Kennedy School ante el
Alejandra Matus junto a María Paz cantando “Te amaré”, de Silvio Rodríguez en el Show de talentos en la Kennedy School.
Harvard Graduate Council. Como integrante de este centro de alumnos que se armó en Harvard, formó parte de la organización de actividades, entre estas, invitar a Michelle Bachelet a un desayuno con los estudiantes chilenos.
En ese entonces, Alejandra habló con María Paz y le comentó los reparos que tenía con ir al evento: “Le pedí que no me incluyera en la invitación, porque mi marido de entonces había estado casado con la secretaria de Bachelet y ella, como ocurre en estos casos, tomó partido por su secretaria, que era la persona que había quedado separada en ese divorcio que tuvo que ocurrir para que Alberto y yo estuviéramos juntos. Entonces, le pedí a ella que no mencionara que yo iba a estar porque se podía enredar la cosa por una cuestión, a mí parecer, absolutamente doméstica e irrelevante. Pero la Pachi dijo “no, al revés, esto no debiera ser ningún obstáculo y no tenemos por qué esconderte, porque tú eres una persona importante en esta comunidad estudiantil y queremos que participes del desayuno”.
Finalmente María Paz logró su cometido. Insistió y persistió a tal punto que Bachelet aceptó ir: “Y yo estuve en ese desayuno porque no hubo un argumento político, personal, ni ninguna excusa para que ella no viniera o para excluirme. Lo más fácil para la Pachi hubiera sido apartarme, además, fue lo primero que le ofrecí, pero ella lo consideró insultante, indignante y no aceptó esa condición. Eso habla de una mujer correcta, íntegra y valiente, porque hay que ser valiente para desafiar esos pactos no escritos”.
Alejandra recuerda que en esos años ella estaba muy ocupada en poder mantener una buena salud: “Nos contó que había sido operada de un tumor en el cerebro, pero que se había recuperado. Estaba muy atenta a su estado de salud. Siempre andaba con un termo con agüita con yerba, lo llevaba para todos lados. Se cuidaba muchísimo, no era una persona, como suele suceder en los ámbitos estudiantiles universitarios, de fiestas, tragos o drogas. Era muy pulcra en su cuidado personal, en lo que comía, en lo que bebía. Muy responsable consigo misma también. Y eso no le quitaba un ápice de alegría, no era una tonta grave. Cantábamos, bailábamos, participaba en la fiesta como igual que las demás”.
Con dos maestrías en Harvard terminadas, María Paz volvió a Santiago, donde realizó asesorías. Fue ayudante de Ron Heifetz en las siguientes ediciones del postgrado, lo que la convirtió en experta en liderazgo adaptativo. “No solo hizo los Magíster, sino que fue ayudante, por eso siguió con su capacitación sobre liderazgo adaptativo”, recalca su madre.
“HARVARD
HA SIDO UNA ¡GRAN EXPERIENCIA! ESTAR DE VUELTA EN LA KENNEDY SCHOOL DE HARVARD HA SIDO INSPIRADOR Y PODER APOYAR EL APRENDIZAJE DE UN GRUPO DIVERSO DE ESTUDIANTES EN EL CURSO DE RONALD HEIFETZ, AUN MÁS. VUELVO A CHILE EN UNA SEMANA, MUY ENTUSIASMADA CON NUEVAS IDEAS PARA LA FORMACIÓN Y EL COACHING EN LIDERAZGO ADAPTATIVO”.
María Paz
GENERANDO DEBATE
Genaro Cuadros conoció a María Paz Domínguez el año 2013, en la organización ciudadana chilena Marca Tu Voto, destinada a proponer una Asamblea Constituyente con el fin de redactar una nueva Carta Magna en reemplazo de la Constitución de 1980. Se considera uno de los movimientos sociales que dio origen al proceso constituyente que se desarrolló tras el estallido social del año 2019.
Entre sus representantes en sus inicios participaban Javiera Parada, Jaime Bassa, Giorgio Jackson, Gabriel Boric, Fernando Atria, Pedro Ruminot, Benjamín Vicuña, Sara Larraín y Pedro Lemembel. Declara Genaro que “María Paz estaba mucho más involucrada que yo, pero finalmente ambos terminamos súper comprometidos, con Marcela Ríos, mi pareja actual que conocí en ese momento. La Pachi era muy rigurosa y muy preparada profesionalmente en estos temas. Yo soy arquitecto, en realidad nada que ver con un estilo de política muy evidente y mucho menos con elecciones o cosas así. Pero me convocaron porque soy un buen organizador y me correspondió trabajar con Pachi, ordenando el sistema de conteo de los
votos a lo largo de todo el país. Nos dedicamos a eso un año completo durante media jornada”.
María Paz se ocupó también de hacer clases y fue muy militante: “Nos tocó trabajar juntos previo al proceso de Bachelet, quien asumió su segundo mandato presidencial el 11 de marzo de 2014. Trabajamos muy intensamente en la elección presidencial donde ganamos en segunda vuelta. Pachi era muy eficaz, de temperamento profesional y como ser riguroso nos permitía agregarle esas habilidades y competencias al equipo y a la tarea que realizábamos”.
Genaro veía en María Paz un aspecto muy místico: “Porque todo lo hicimos sin grandes recursos, con menos de lo que gasta un concejal para salir electo en su comuna. Ese contexto fue especial para mí, la Pachi tenía menos tradición política de militancia que yo y no la conocía, pero nos hicimos muy amigos, fue una rica experiencia. Ella transitaba con mucha entereza y convicción un camino para generar, a como diera lugar, las condiciones para abrir el debate que se produjo después del estallido y consideraba que la Asamblea Constituyente podría ser la forma más democrática posible de hacer algo, aunque no estuviéramos de acuerdo en todo”.
EL CAMINO ES MÁS
IMPORTANTE
QUE EL DESTINO
Recuerda Genaro que la Pachi siempre estuvo preocupada por los procesos, los procedimientos, las metodologías, las formas como se hacían las cosas: “Buscaba que se trabajara en la forma adecuada y también se acercó mucho a la idea de que el camino es más importante que el destino y el punto de partida. Porque tiene un valor por la forma en que se discute y se debate en un país que no está acostumbrado a la deliberación, tema relacionado con hacer pedagogía política.
Discutir pedagógicamente entre todos era algo muy querido por ella. Y es curioso, porque no calzaba con el activismo social izquierdista, pero sí con alguien preocupado de hacer las cosas bien y a todos nosotros nos parecía que la mejor manera de hacer las cosas era a través de una Asamblea Constituyente.
Después se debatió y se discutió mucho con Bachelet para impulsarla, pero finalmente la Presidenta se decidió por un proceso que era completamente insuficiente”.
Afirma Genaro que “la Pachi fue una militante hasta el final; desde el apruebo por una nueva Constitución hasta el Plebiscito; y todas las cosas en la vida las hacía con generosidad,
gratuitamente, y si no resultaban pasaba a otra cosa”.
María Paz tuvo un rol muy significativo en la capacitación de la gente que se organizó y a la cual le enseñó cómo contar los votos y las exigencias de un proceso eleccionario: “Tuvo persistencia y tozudez frente a sus convicciones y así nos encontramos un grupo de tozudos que nos reconocimos entre tozudos. Fue divertido, un proceso de mucho cariño por lo que queríamos lograr; estuvimos todo el gobierno de Bachelet insistiendo y dándole a la cuestión, hasta que finalmente salió”.
Lo primero que recuerda siempre Genaro son las personas que conoce en la vida: “Yo he transitado muchos caminos y lo único que me ha quedado son las personas. Trabajar con la Pachi fue un tremendo aprendizaje y una hermosa experiencia. Yo soy socialista, por decirlo así vengo de la vieja escuela,
de las generaciones antiguas, y compartir con personas que tienen otras vivencias fue muy enriquecedor. Nos conocimos profundamente, nos hicimos amigos y aprendimos a querer lo que hacíamos. El cariño entre las personas que trabajan juntas es el combustible que te permite mantener las energías y hacer las cosas que hay que hacer”.
VIAJE A PUNTA CANA
En agosto del 2019 se casó en Punta de Cana Rodrigo Pérez-Gacitúa, el hijo menor de Marcela. Estaba toda su familia, incluyendo al tío Rodrigo, el padre del flamante novio a quien María Paz y sus hermanos habían dejado de ver desde que se había separado de Marcela.
Relata María José que “las mujeres nos organizamos para viajar, la M.Magdalena no pudo. Mi mamá, la Pachi y yo estábamos entusiasmadas, porque era una excelente excusa para ver a la familia y vacacionar. Mi primo Mark viajó desde Chicago y se sumó a nuestro femenino grupo. Yo había terminado mis quimios, y estaba muy cansada, entonces fue el momento ideal para despejarme.
Todos los trámites fueron un panorama. La Pachi no estaba tan segura de poder ir, pero justo se le abrió una ventana de su siempre ajustada agenda. Todo fue una aventura, un viaje lleno de anécdotas, pero lo más importante fue que la Pachi se abrió conmigo y me confesó que no sabía cómo pasarlo bien. Fue impresionante escucharla y le dije que yo le iba a enseñar a disfrutar. Obviamente no hay fórmulas, pero comimos rico, nos relajamos en la playa, nos reímos a carcajadas con Mark”.
CUARENTONAS “PERDIDAS” EN EL HOTEL
María José y Pachi habían estado tomando tragos suaves desde temprano –“ya teníamos alcohol en la sangre”, dice ella bromeando¬– y en la noche fueron a una discoteca del lugar, un resort cerrado con muchos servicios disponible para disfrutar. Loreto estaba ganando en el casino, mientras sus dos hijas se entretuvieron conversando con una joven en el baño de mujeres.
Recuerda María José que se armó la grande, “porque nadie nos encontraba y mi mamá pensó que estábamos perdidas, que nos podían haber asaltado o raptado. Hasta que la señora de un primo nos encontró y nos llamó la atención como su tuviéramos quince años, diciendo “¡¡¡aquí estaban las pelotudas. ¡Su mamá está súper preocupada!!!”. Con la Pachi nos reímos a gritos, como lo hacíamos a los 10, 12 años. Decíamos que era muy absurdo pensar que nos había pasado algo si el recinto era cerrado y bromeábamos que si nos raptaba un bombón sería con consentimiento, reímos.
fueron, nos quedamos unos días más en el Hotel Barcelo Bávaro Palace, donde tuvimos sesiones de masajes, paseos, visitas a los delfines. Fue un gran viaje”.
Lo pasamos muy bien en ese viaje, porque después del matrimonio , cuando todos se
La Pachi llevó su computador y las dos hermanas se juntaban en el bar, donde ella trabajaba: “Le costaba mucho soltar. Pero en términos generales fue un precioso viaje, lleno de buenas memorias, good memories, como diría Mark”.
Momentos inolvidables compartidos en el viaje al Matrimonio de Rodrigo en Punta Cana en agosto 2019.
EN BUSCA DE UN CHILE MÁS JUSTO & SEMBLANZAS FAMILIARES
UNA NUEVA CONSTITUCIÓN
NO ES SUFICIENTE
María Paz Domínguez solía escribir en el medio electrónico La Neta, donde vertía con claridad y visión de futuro sus reflexiones acerca del quehacer político nacional y de cómo la educación debía aportar a los cambios que el país necesitaba. En la publicación del primero de octubre de 2021, declaraba que, habiendo liderado la construcción participativa del plan estratégico comunal en trece establecimientos educacionales de Providencia en 2014, en una primera etapa hubo diálogos donde cada grupo definía cuáles eran sus más sentidas propuestas para mejorar la educación: “Organizamos este tipo de encuentros al interior de cada colegio, entre docentes, estudiantes, padres y madres, con el equipo directivo y los asistentes de la educación, para llegar a acuerdos entre los estamentos y posteriormente entre los establecimientos”.
Así se fue facilitando el diálogo de un grupo que, junto a Pachi, aprendió la importancia del proceso. “El equipo directivo priorizó sus propuestas de la manera que a ellos les parecían más legítimas, pero la forma en que se tomaba esa decisión era mucho más importante que la decisión misma”, escribió María Paz, instando al
lector o lectora a darse cuenta que “las personas pueden aceptar que su propuesta más querida no sea una de las priorizadas, siempre y cuando esta decisión sea tomada en buena lid, de una manera que les parezca legítima y transparente. La decisión sigue siendo colectiva, aunque mi alternativa pierda. Es así como el resultado es menos importante que el proceso”.
En diciembre del 2021, habiendo sido parte activa del movimiento por la Asamblea Constituyente desde 2013, Pachi escribió una columna para argumentar que, considerando los desafíos que el país enfrentaba, no era suficiente el trabajo de la Convención y no bastaba con una nueva Constitución.
“LA CRISIS
ES MUY COMPLEJA Y ESTAMOS PONIENDO LOS HUEVOS EN LA MISMA CANASTA SI PENSAMOS QUE TODO SE VA A RESOLVER A TRAVÉS DE UN NUEVO TEXTO CONSTITUCIONAL. ES IMPORTANTE, ¡QUÉ DUDA CABE! PERO NO ES SUFICIENTE”.
María Paz
Medio electrónico “La Neta”
LOS DOLORES IGNORADOS
GENERANDO ESPACIOS DE DIALOGO
En sus escritos, María Paz destacó que las dos vueltas presidenciales vividas a fines del 2021 en el país tuvieron plataformas muy emocionales, donde se percibía, entre otros aspectos, el miedo y la esperanza: “Hubo una reacción a muchos dolores que no han sido vistos y que, por lo mismo, tampoco se han podido procesar. Hay dolor entre las mujeres que temíamos un retroceso en los avances de los últimos años, hay dolor en quienes vivieron la Unidad Popular y temían que con uno de los candidatos se pudiera reactivar una crisis de esa envergadura. Está también el dolor de quienes viven en barrios tomados por el narcotráfico y donde las policías están coludidas y compradas por estas mismas fuerzas. Barrios donde no hay Estado y tampoco hay justicia ni trato digno. Hay dolor en zonas como La Araucanía, donde irónicamente la violencia se ha vuelto cada vez más frecuente como un intento de “resolución de conflictos”. Hay dolor cuando la justicia nunca llega, cuando hay una justicia para pobres, distinta a la de los ricos”.
María Paz también mencionó dolores de los que en Chile no se habla: “Como los traumas que han ido dejando los muchos desastres naturales
que hemos tenido que enfrentar. Tras cualquier catástrofe natural, al día siguiente la vida sigue como si nada hubiera pasado y, querámoslo o no, eso provoca un impacto en las personas.
En un estudio llevado a cabo por Durikin en el año 2003, que comparó la prevalencia de estrés postraumático en adultos tras los terremotos de 1985 en Chile, y de 1983 en Coalinga, California, se concluyó que mientras en Chile el estrés era observable en el 19% de los adultos, en Coalinga se observaba solamente en un 3% de los mismos”.
Sobre la base de estas certezas, María Paz escribió afirmando que “no basta con la Convención Constitucional para procesar todo esto, que explotó en octubre del 2019… No es sabio esperar tanto de un solo órgano, aun cuando sea histórico y tenga características únicas en el mundo, como la paridad y escaños reservados para pueblos originarios. Necesitamos, además, otros espacios que permitan procesar estos dolores acumulados por muchos años y numerosas generaciones. Necesitamos espacios de diálogo”.
Más adelante, Pachi relata su participación en un taller de formación del Centro Nansen, en Noruega, “donde alguien del grupo contó que en El Congo fue necesario un proceso de diálogo de dos años para poder sentar las bases de un acuerdo de paz duradero. Ante todo, y sobre todo, el diálogo necesita de TIEMPO, que es por lejos el recurso más escaso. De acuerdo con lo que propone el Centro Nansen, el diálogo es distinto de la negociación, de la mediación y del debate. El diálogo es un espacio seguro donde poder decir mi verdad, así como también poder escuchar la verdad de otras personas. Es un lugar donde es posible cambiar de opinión, a diferencia de los espacios de debate que tanto vimos en esta última campaña presidencial”.
Su artículo concluye con una reflexión: “Me imagino este proceso de diálogo nacional como un espacio abierto donde haya tiempo y lugar para todos los dolores. Para los dolores de estos últimos treinta años, para los dolores de quienes se sintieron vulnerados durante la Unidad Popular, para los dolores de quienes han sido víctimas de desastres naturales. Un espacio de reencuentro real donde se empiecen a sentar las bases de una nueva forma de convivencia. Es necesario aprender a convivir en paz, lejos de los cotidianos micro golpes de Estado, porque es lo que nos exige este país que está naciendo y es ingenuo esperar que la nueva Constitución también se haga cargo de ello”.
CONSEJO
DE HERMANOS 2.0
El año 2013 la Pachi volvió de Boston y con sus hermanos, ya todos adultos y trabajando, los cuatro retomaron sus salidas a comer. Relata María José que buscaban restaurantes entretenidos, por datos: “El favorito era Pachamama, un local peruano en Providencia.
Nos juntábamos los cuatro a conversar de la vida, a disfrutar de un pisco sour y comida rica. Recordábamos historias de niños y nos apoyábamos en cualquier dificultad que estuviera viviendo alguno de nosotros. No recuerdo que hayamos tenido ninguna conversación más pesada emocionalmente ni tampoco problemas… Era una instancia liviana para saber cómo estaba cada uno”.
También hablaban de trabajos y veían la forma de apoyarse si alguien necesitaba un dato o recomendar a personas: “La Pachi nos ofrecía pega a la Magdalena y a mí, como diseñadoras. Las dos participamos en un proyecto que dirigía María Paz elaborando preguntas para el SIMCE. La oficina quedaba en la sede San Joaquín de la Universidad Católica, en Sicología. No trabajábamos directamente con la Pachi, pero sí
con el equipo de la Católica y ella dirigía todo desde la Universidad de Chile. No trabajamos al mismo tiempo con la M.Magdalena tampoco, pero sí nos cruzamos con las mismas personas”.
María José recuerda una simpática anécdota que ocurrió cuando alguien le preguntó a María Paz cuál era su hermana: “Y como la Magdalena y yo habíamos trabajado en el mismo lugar, pero en diferentes años, le pidió una descripción para identificar de cuál de nosotras dos se trataba.
Entonces, la persona empezó a describir a una mujer rubia y tranquila, que calzaba con el perfil de M.Magdalena, pero indagando más esa descripción era sobre mí. Sin embargo ¡¡¡no calzaba para nada conmigo!!! La Pachi pensaba: ¿de quién me hablan?, porque María José no es ni rubia ni tranquila… Fue muy divertido, ya que la respuesta de la Pachi fue tú sabes, en la casa las personas son diferentes. Y me decía que mientras hablaba recordaba una imagen mía arriba de una mesa haciendo reír a todos. Yo le comenté bromeando: ¿viste que me sé comportar?; soy profesional. ¡Y nos reímos! Fue así como después de eso quedé apodada como la hermana tranquilita”.
Una reunión del “Consejo de Hermanos 2.0”. En la foto están en el departamento de María José y Andrés.
DÍA DE CHICAS
En la época en que María Paz, María José y M.Magdalena habían alcanzado la independencia laboral, las tres pudieron disponer mejor de la organización de sus tiempos. Fue entonces cuando instauraron “el día de chicas”: iban al Estadio Español, en verano disfrutaban de la piscina con Valentín, el hijo de Magdalena, y gozaban compartiendo. Recuerda María José: “Yo cocinaba algún queque sin azúcar para que probaran recetas nuevas y saludables. Así pasábamos el día riéndonos, conversando y bañándonos en la piscina del estadio. A veces, sin ponernos de acuerdo, nos encontrábamos con nuestra tía Marcela y la sumábamos a la reunión.
Almorzábamos los “pepitos” típicos del estadio, un sándwich de carne con mucho ajo en un pan especial. Y la jarra de sangría no podía faltar.
Así fue como lo llamamos día de chicas. También nos juntábamos a pintar. Para Navidad les regalé una bolsa de tela con cuatro mujeres. Todavía no termino la mía, la M.Magdalena y mi mamá terminaron las de ellas, la de la Pachi estaba muy linda”.
Disfrutando un “Día de Chicas” en un Spa regaldo por Loreto a sus hijas.
De cuando en cuando se activaba el chat de convocatoria para juntarse:
“En varias oportunidades, las cuatro viajamos a Algarrobo, donde pintábamos y experimentábamos con nuevas recetas. En pandemia nos juntábamos por zoom. Después la M.Magdalena se fue a vivir a El Quisco y la invitación era para ir a verla.
Actividad propuesta por M.Magdalena, limpieza linaje femenino familar.
Los últimos años la Pachi se restaba… A mí me causaba mucha tristeza y le decía que era una instancia muy valiosa para estar en familia y para ver a los sobrinos crecer. Trataba de acomodar todo para que fuera, porque además era un reflejo del beneficio de ser independiente. Pero las últimas veces no hubo caso… siempre tenía alguna actividad importante. Yo le explicaba que igual todos dejábamos de hacer cosas para participar. No sé si no le vio el valor o simplemente no quería salir. La trataba de entusiasmar, le llevaba su té chai para el camino, pero cuando iba, hablaba todo el tiempo por teléfono sobre asuntos laborales. Recordando esos momentos con la visión que da la distancia, creemos que el tumor ya estaba afectándola… Fue muy triste”…
Pintando nuestras bolsas de 4 mujeres, en Algarrobo.
HABLAR SOBRE
LA MUERTE
Aparte de su disciplina para estudiar, Loreto admiró siempre la bondad de María Paz, su generosidad y su búsqueda de un mundo mejor: “Además, me gustaba su sentido del humor”. También reconoce que con su hija no pudo hablar sobre la muerte: “Porque yo siempre sentía la obligación de estar contenta, aunque tuviera tanta pena, siempre disimulando. Sin embargo, con ella descubrí que no es conveniente esquivar los conflictos, porque generalmente yo no digo lo que siento por temor a provocar un mal momento”.
La enfermedad de Pachi y sus sufrimientos le produjeron a su madre una gran rabia con Dios: “Era demasiado injusto y cantaba para no llorar. Es lejos lo más doloroso que me ha pasado en la vida”.
Al referirse a las dificultades de María Paz con los pololos, Loreto asegura que “se dio cuenta que el amor era un tema difícil para ella. Entonces, se inclinó por la política, porque allí brillaba, sabía todo y nos ganaba en cualquier discusión. Así también se distanció de nosotros. Durante el año 2020, encerrados por la pandemia, teníamos que comer en silencio, porque frente a cualquier
cosa que decíamos se nos tiraba encima. Esos momentos fueron difíciles, bien difíciles”.
Durante la pandemia Pachi se fue a vivir con sus padres y a través de la convivencia, poco a poco, las relaciones comenzaron a mejorar, reconoce Loreto: “Con el tiempo avanzamos muchísimo, pero es terrible que para lograrlo tuvimos que llegar a esto. Al final, entendió que para nosotros hablar de política era incomodo y hablábamos de música, de las canciones, de John Lennon y eso nos volvió a unir”.
Ernesto también fue incapaz de tocar el tema de la muerte con su hija: “Cuando se enfermó por última vez tuvimos que explicarle el terrible resultado del examen, que el tumor en menos de un mes después de la cirugía, había crecido mucho y ya había pasado al otro hemisferio del cerebro, y ella sabía que con eso no había buen pronóstico. Todos los miembros de la familia nos juntamos y le dijimos que la cosa se iba a complicar”. Además, relata María José, “por la secuela de la operación y la falencia de memoria a corto plazo, no podíamos tener la certeza acerca de su capacidad de retener o no retener la información que recibía. Entonces, no tenía
sentido recordarle todos los días que estaba muriendo”. Entonces decidimos acompañarla con cantos, masajes, reiki y amigos. No había día que estuviera sola, teníamos un gran operativo montado para visitas y actividades que la pudieran aliviar. Estamos tranquilos que nunca tuvo un gran dolor de cabeza que fue lo que nos habían advertido. Pero si fue un acompañamiento largo... debíamos tener mucha imaginación para no alterarla, no era fácil, siempre tan ejecutiva quería su computador, su celular, lo mas triste es que cuando se lo pasabamos no podía sostener el celular y tampoco sabía como usarlo... terrible.
En Acalis, la residencia donde fue cuidada durante sus últimos seis meses de vida, tenía una pizarra para que le informaran sobre las actividades del día, anotando la fecha. “Ella la pidió”, puntualiza María José: “En una oportunidad me dijo: falta el año, escribe 2021. Y yo, sin saber qué hacer, anoté 2023, pero la Pachi me preguntó de inmediato por qué había puesto esa fecha y le dije que ese era el año en el que estábamos. ¿Me dormí dos años?, me preguntó. Yo le aseguré que sí… pero que había despertado y estábamos todos muy contentos. Entonces me comentó que los sobrinos estarían muy grandes… hizo esa
conexión… Y quiso saber si la mamá estaba al tanto de que ella había despertado. Le aseguré que sí, que todos habíamos sentido una gran alegría… En ese momento entendimos que estaba en un estado de semi realidad. También me decía que no sabía si soñaba lo que ocurría o si era la realidad.
Acompañarla se convirtió en un gran desafío, pero fue muy importante hacerlo. Nos dio la posibilidad de dar amor desinteresadamente y sentíamos que había sido importante confortarla en los momentos difíciles, aunque ella no lo recordara al día siguiente. También llegaban los amigos y se reía con ellos. Tenía claro que era necesario vivir los instantes”.
Su padre confiesa que al principio, la enfermedad de Pachi fue un golpe fuertísimo para él, un dolor muy grande: “Con la Loreto tuvimos un terrible sufrimiento, pero al pasar los días comenzamos a resignarnos y fuimos aceptando que la vida iba a ser así”.
Antes de que perdiera por completo la conciencia incluso chacoteaban y María Paz estaba contenta, pero era importante no hablar de nada que le provocara emociones muy intensas…
Ernesto lamenta no haber compartido más momentos juntos con su hija antes de que enfermara y que habría sido muy positivo que las actividades más familiares y cercanas no hubiesen disminuido, como ocurrió, a causa de la política y también por la enfermedad. Sin embargo, tiene la certeza de que toda su familia hizo lo posible para apoyar y darle cariño a María Paz durante sus últimos años: “Dimos todo lo que nos fue posible. Me siento feliz por ciertas cosas que compartimos, entre otras, ella me ayudó a organizar mi oficina.
Última foto familar con Raquel Novoa (abuela materna).
Al final, pese a todo, estuvimos unidos y nos demostramos mutuamente un gran amor. También la música ayudó mucho”.
IRENE DOMÍNGUEZ, LA EXITOSA PINTORA
Tanto en la familia Sánchez como en la Domínguez han florecido distintos talentos para la música, el arte y la innovación. Irene Domínguez es uno de estos personajes que triunfaron a nivel nacional e internacional, igual que María Paz, aunque en distintas áreas.
En junio del año 2007, Andrés Rencoret le hizo una entrevista telefónica entre Santiago y París a esta talentosa pintora y tía de su esposa María José, dando a conocer su multifacética personalidad. La publicación, que reproducimos, se inicia asegurando que “el tango siempre fue su leitmotiv, o más que eso: el tango era como su padre. La intérprete de los tangos roncos no sabe si debió haber sido cantante, pintora o actriz”.
A Irene le encantaba interpretar las emotivas y apasionadas canciones de este género musical argentino, tanto en Chile como en París, donde vivió gran parte de su vida: “Aunque hay gente que me pela, porque cree que lo hago mal, no me importa. A mis padre le gustaba mucho y lo he oído desde que tengo uso de razón, al igual que la ópera”. Su papá, Germán Domínguez Echenique, la hacía dormir cantándole: “Me acurrucaba
Irene con Pachi, año 1979, cuando le pintó ese lindo retrato.
con Gardel. Mi papá tenía todos sus discos y también los de Libertad Lamarque”, le confesó Irene a Andrés, quien destacó que ella fue artista autodidacta al comienzo, porque descubrió la pintura debido a un principio de tuberculosis que la hizo permanecer en cama casi un año, en ese entonces hizo sus primeros dibujos. Luego, estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, en la Universidad Católica de Santiago y en la Escuela de Bellas Artes de París. También se perfeccionó en Italia y en España.
En 1959 ganó una beca del gobierno español para especializarse en técnicas de cerámica en Madrid y cinco años después fue discípula de Wilfredo Lam en Francia. Entre 1976 y 1985 recibió la Beca Cité des Arts, en París.
Irene se definía como pintora, pero sus obras presentan una mezcla muy variada de técnicas, como el collage, cerámica, xilografía, aguafuerte, telas pegadas con cartones arrugados, elementos especiales de integración plástica: encajes, bordados de
sábanas, texturas de papel maché en un proceso llamado pochoir. Esta variedad de materiales en la tela da relieve y nuevas texturas, provocando efectos visuales atractivos.
En sus primeras obras la temática fue el reino animal, preferentemente las vacas. Más tarde se orientó a descubrir la figura humana, pasando por temas feministas como también los de pareja, vivencias familiares y el tango. Igualmente trabajó rostros infantiles tratados con ternura e ingenuidad. Es propio de su estilo la representación de mujeres de formas abultadas y blanquecinas y hombres oscuros con sombrero.
Irene aseguraba que en sus cuadros hay mucho de ironía, crítica y humor. Los tonos generalmente son pasteles de suaves intensidades que contrastan con la riqueza de sus texturas y la comicidad de su temática. Radicada en París desde 1963, siempre mantuvo contacto con Chile, por medio de exhibiciones de sus obras. Cuando María Paz tenía cuatro años, Irene la inmortalizó en un hermoso cuadro y muchos años después la Pachi participó de una exposición póstuma en Bellavista, durante el 2019.
En varias de sus exposiciones aparecen apasionados y lúgubres personajes del tango, hombres sombríos y mujeres muy claras, casi fantasmales, con vestimentas blancas y vestidos largos, sin detalles, lo que contrasta con la mujer estereotipo del tango. En cambio al hombre lo viste con detalles, chaqueta y sombrero, todo en un ambiente de excesos. Nos muestra su interpretación de los lugares donde se vive el tango, piano, alcohol, baile, pasión, contrastes de oscuridad con colores brillantes y musicales. La pintura es su terapia, tal como también lo es el canto. Pero como tiene que vivir de algo afirma: “Por eso digo que canto gratis y pinto al contado”.
El tango tiene una carga emotiva y de pasión, son historias melancólicas, tristes y de desamor, quizás por eso Irene disfrutaba tanto contándolas, como una forma de desahogo, porque nunca se casó y le hubiera gustado tener hijos, pero la vida del artista la hizo optar por la independencia. Irene decía que el baile y la música son expresiones
del alma y que simplemente afloran de manera natural frente a la tela; aunque sean tristes ella las interpretaba en su lado alegre y colorido: “El tango es un sentimiento que se baila, el tango no tiene color”.
En su camino como artista, sus experiencias, vivencias y personas con las que se relacionó marcan su sello en la pintura. El tango la acercó a personajes importantes como Salvador Dalí: “Estábamos en España y necesitaban un cantante de tango, terminé cantando varias horas junto a Dalí, a él le gustaba mucho”.
De hecho, el tango es un tema recurrente en la obra de Irene Domínguez, donde abundan los bailarines ataviados para seguir el compás de ese ritmo, así como los grupos familiares, los ángeles y las parejas. Andrés Rencoret concluye su relato con una frase de Irene: “La pareja está siempre presente, bailando, peleando, nadando o volando. Nunca he pintado paisajes, sólo seres humanos. Empiezo a pintar y no me doy ni cuenta de cómo sale alguien”…
Pachi retratada en esta hermosa pintura, abajo vemos la firma de Irene y el año, María Paz tenía 4 años.
Pachi, Loreto, Irene y Valentín
EL LEGADO DE SUS REFLEXIONES
CAPACITACIONES
DE LIDERAZGO ADAPTATIVO
Verónica Uzcategui trabajaba en la Fundación para la Confianza, una organización sin fines de lucro dedicada a la prevención del abuso y maltrato infantil, cuando a finales del año 2017 y comienzos del 2018 se integró a un taller de formación en liderazgo adaptativo. En ese entonces, estaba en un cargo administrativo y, como coordinadora de un diplomado, convocó a Pachi para hacerse cargo de ese taller, al mismo tiempo que decidió participar: “Así nació nuestra amistad, porque logramos una muy linda sinergia, hicimos un bonito clic. Pachi era totalmente desprendida con sus conocimientos y me llamó mucho la atención el tema del liderazgo adaptativo, porque mi labor era trabajar con comunidades educativas que pasan por crisis cuando se devela una situación de abuso sexual.
Ella, siendo tan generosa, empezó a contar más conmigo hasta que me convirtió en consultora senior de su empresa. Yo coordinaba los equipos de relatores, atendía a las personas que participaban de las actividades y tuvimos grandes grupos. Por ejemplo, a través de la ONU fuimos a Bolivia a capacitar a más de quinientas mujeres emprendedoras. La Pachi era muy dadivosa y confiaba en los talentos de las personas, ayudándolas a crecer”.
María Paz y Verónica trabajaron con la ONU Mujeres de Bolivia, pero también con el Parlamento y la Asamblea Legislativa Plurinacional y con el Servicio Pro Naciones Unidas de ese país. Asimismo, se desempeñaron en colegios chilenos y colaboraron en la formación de las sedes de Inacap a nivel nacional. Posteriormente expandieron sus labores por El Salvador y Colombia: “Pachi realizó una articulación entre personas que habían participado en la guerrilla y sus comunidades, algo particularmente difícil. También fue a la sierra de Colombia trabajando en esos temas”.
Antes de viajar, le pidió a Verónica que se hiciera cargo de una labor de alfabetización que había iniciado con personas muy marginadas de El Salvador: “Realizamos actividades muy significativas. Fue un trabajo hermoso con los y las salvadoreñas. El liderazgo adaptativo fortalece las facultades de las personas que tienen poder o autoridad. Es una herramienta que sirve para la vida, que entrega la capacidad de ayudar a otros a desarrollar sus talentos”.
“LAS
PERSONAS CON AUTORIDAD TIENEN UN PODER FORMAL Y CONFERIDO. Y EL LIDERAZGO ADAPTATIVO LAS CAPACITA PARA SABER QUÉ HACER CUANDO NO SABEN CÓMO ACTUAR; PREPARA A LAS PERSONAS PARA ENFRENTARSE A LAS CRISIS SIN QUEBRARSE”.
María Paz
Explica Verónica que “la gente suele querer instrucciones claras –mira, tú vas a hacer A, B y C–, pero el liderazgo adaptativo busca capacitar a los y las que tienen autoridad a usar su poder para descubrir y desarrollar las habilidades de otras personas. Y la verdad es que la recepción de los participantes, al principio era como de incredulidad, pero al final terminaban amando a María Paz. Porque además les entregaba una herramienta que provee tres cosas: dirección hacia dónde vamos, protección para cuidarte mientras lo haces y orden para entregar estrategias que permitan que eso pase, cuidando a los equipos, cuidando el foco, cuidando lo que queremos”.
En ese contexto, María Paz y Verónica eran su propio laboratorio: “Ella nunca funcionó como jefa, sino como líder, buscando que los demás brillaran, lo cual es muy importante. La Pachi promovía que las personas relucieran y era súper flexible, siempre abierta a escuchar opiniones, con un estilo de enseñanza muy socrático, que permitía a sus alumnas y alumnos equivocarse y también dar respuestas que reconstruían la confianza y generaban la labor pedagógica
En una de sus capacitaciones y talleres en Colombia sus alumnos escribieron en tiza MARÍA PÀZ, como muestra de agradecimiento de lo aprendido.
de ir en búsqueda de un mundo más cordial. Ella practicaba la amabilidad en sus relaciones, aunque fueran verticales o asimétricas”.
Desde el 2018 Pachi y Vero siguieron trabajando juntas de manera intermitente: “El 2022 fue muy intenso, hasta que yo salí con prenatal y ella fue diagnosticada por tercera vez: la primera, en el 2007, después el 2017 y 2020. La operaron y salió súper bien, lo que nos permitió seguir con nuestras labores durante parte del 2021, pero en diciembre de ese año recayó. Nuestro último proyecto juntas fue ONU Mujeres en Bolivia.
“UN LÍDER ADAPTATIVO ES CAPAZ DE ADAPTARSE A TODO TIPO DE ENTORNOS Y DESAFÍOS QUE SE LE PLANTEEN, ADEMÁS DE SER LO SUFICIENTEMENTE FLEXIBLE PARA CAMBIAR DE ESTRATEGIA EN EL MOMENTO EN QUE LO DESEE”.
María Paz
En general, en su trabajo María Paz no abordaba el tema político en sí mismo, sino desde el punto de vista de cómo tratar a las personas y cómo existe una relación entre el poder y la ciudadanía.
Entonces, fue de las primeras personas en Chile que empezó a hablar de la necesidad de un organismo democrático que no naciera de una crisis social, sino de la voluntad de las personas: “La Pachi estaba muy involucrada en los movimientos del momento, pero buscaba que otros brillaran y siempre decía que ella era un factor de difusión de temas inalcanzables para la mayoría, porque no era común, por ejemplo, estudiar con Ronald Heifetz en Harvard. Ella quería ser un agente de difusión y sabía que si se metía de lleno en política no iba a poder. Le gustaba mucho enseñar”.
María Paz creía que las personas aportan tanto un valor cuantitativo, en relación con lo que producen, hacen o dan, como también un valor cualitativo, asuntos muy sutiles relacionados con el propósito de las organizaciones: “Hablábamos mucho, sobre todo de temas donde las estructuras le han quitado su propósito a la educación. Y nos preguntábamos: ¿cuántos niños realmente tienen una comprensión lectora que sea competitiva a nivel mundial? ¿Cuántos de ellos cultivaron su intelecto y su capacidad de razonar? Entonces, la pregunta que realmente importa es si la estructura que tenemos a nivel docente responde al propósito de la educación”.
María Paz liderando una actividad para Acumen Academy, universidad global para el cambio social.
“EL LIDERAZGO ADAPTATIVO PERMITE
PRESIONAR UN POCO PARA SALIR DE LO POLÍTICAMENTE
CORRECTO Y EMPEZAR A GENERAR CAMBIOS”.
María Paz
A FORMAR
TRIBUS,
COMO LOS ÁRBOLES
Preparando los textos de su libro “OtroVenus, feminismo y liderazgo adaptativo”, María Paz plasmó en diversos documentos algunas de las reflexiones y propuestas que fue atesorando a lo largo de su vida. Sus sabias palabras nos incitan a pensar y a descubrir nuevos paradigmas para construir un mundo más amable y solidario. Reproducimos algunas valiosos extractos que reflejan la sabiduría que quiso ir regalandónos con su trabajo.
Como hemos ido contando, ella dedicó gran parte de su vida profesional a investigar, enseñar y practicar el liderazgo adaptativo. Así descubrió que “los desafíos adaptativos tienen que ver con un reto a la identidad y eso hace todo más difícil; a mí me tocó rechazar por completo la divinidad a través de la Iglesia católica y finalmente pude sanar, solo cuando me abrí de nuevo a la posibilidad de una trascendencia o energía que nos guía”.
Asimismo, llegó a una conclusión que enunció el partido político inglés Womens Equality, fundado en 2015, para luchar por la igualdad de género, donde se afirma que es necesario desafiar y
enfrentar al patriarcado en su terreno, utilizando su propia lógica. Es decir, para desafiarlo y combatirlo es necesario adentrarse a nivel político y estructural, con el objeto de lograr cambiar las leyes para garantizar la igualdad de género en todos los aspectos de la vida.
En ese contexto, escribió: “El partido británico por la igualdad de las mujeres utiliza la lógica patriarcal en su beneficio; entiende que muchas veces es necesario hablar el mismo idioma de los que ejercen el poder. Así, es posible influir sobre ellos y lograr cambios significativos. Por ejemplo, en relación con los temas económicos, tenemos que ser capaces de demostrar cómo la igualdad de género puede beneficiar a la economía en general. De esta forma, se enfrenta al patriarcado utilizando las reglas y la lógica existente en su propio terreno político. A través de su enfoque estratégico se abren posibilidades para desafiar y cambiar las estructuras de poder injustas, con el objetivo final de lograr la igualdad de género en todos los aspectos de la vida”.
En sus escritos, María Paz afirma que “enfrentar al patriarcado en su terreno y con su lógica implica
utilizar estrategias inteligentes y efectivas para desmantelar las estructuras de poder existentes. Se trata de aprovechar la plataforma política para educar, sensibilizar y movilizar a la sociedad sobre la importancia de la igualdad de género y cómo esta beneficia a toda la comunidad. Tomando conciencia de la Madre Tierra, de nuestro poder femenino, escapamos de la cárcel en que nos tiene la mirada patriarcal y egoísta, que refleja un mundo muerto e inerte, sin alma”.
Colocando el énfasis en la gran cantidad de mensajes erróneos y sentencias limitantes que nos rodean, Pachi menciona a Descartes y su afirmación pienso, luego existo… “pero yo cambiaría ese postulado por la declaración más humana y sensata de Walt Whitman: soy suficiente como soy. Bastante patriarcal la idea de Descartes de que la existencia se debe al pensamiento. ¿Si no pienso, entonces no existo?”.
El 12 de mayo del 2021 María Paz tuvo su primera sesión de Mindfulness en la Fundación Floresta y llegó a la conclusión de que sentir y habitar el dolor es un acto de amor, porque permite al cuerpo aceptar lo que siente. Así
escribió que el dolor físico y emocional son experiencias subjetivas y personales, que cada individuo puede experimentar y manejar de manera diferente. Buscar apoyo profesional, con un médico o un terapeuta, escribió, puede ser útil para abordar y manejar tanto el dolor físico como el emocional de manera efectiva.
En julio de ese año, un par de meses de iniciada su terapia, declaraba que había logrado entender que el dolor hay que aceptarlo y enfrentarlo para que sea sanador, porque desde la sabiduría que trae, es una solución y no un problema: “Creo que hasta ahora nunca me había dado cuenta de cuán relevante es estar en una comunidad de personas que hayamos pasado por experiencias similares. La conversación con estos compañeros de ruta hace evidente que hay riqueza en la interacción de quienes estamos pasando o hemos pasado por quimioterapia, por ejemplo. No es casualidad que los árboles tengan conciencia y se agrupen en tribus o con amigos”.
TOMANDO CONCIENCIA DE LA MADRE TIERRA, DE NUESTRO PODER FEMENINO
La relación mas amable de María Paz con su cuerpo la hizo entender de manera vívida que el dolor no se supera ni se sana cuando se experimenta rabia.
“TANTO UNO COMO
SER HUMANO, COMO EL CUERPO EN SUS PARTES, SANAN CUANDO RECIBEN AMOR Y ACEPTACIÓN”.
María Paz
AMBIENTES LABORALES
E INTELIGENCIA
EMOCIONAL
Respecto de los ambientes laborales, María Paz tenía una opinión muy clara: “Lo primero que me viene a la mente a menudo cuando alguien dice que un colega es agradable es que es grato trabajar con él. Pero esta actitud puede oscurecer desafíos más sutiles. Pienso en una gerente que conocí; era encantadora, educada y muy dispuesta a complacer a los clientes y a su jefe. Pero cuando hablé con personas que trabajaron para ella, descubrí que había creado un espacio tóxico para sus empleados directos. Era hipercrítica, distante y abrasiva. Todo los aspectos de estas relaciones importan a la hora de desarrollar la inteligencia emocional”.
Esos componentes, según explica María Paz son autoconocimiento, autogestión, conciencia social y gestión de relaciones, “Nada de lo anterior está alineado con amabilidad. La inteligencia emocional proporciona un camino intermedio entre estos extremos. El fuerte autoconocimiento y la autogestión permite controlar los impulsos iniciales o cualquier ansiedad que uno pudiera tener. Un sentido de empatía muy desarrollado, que forma parte de conciencia social, manejar los conflictos y es una parte importante de la gestión de relaciones. En ese contexto, uno dice lo que tiene que decir, de manera clara y fuerte, y de una forma en que la otra persona pueda oír”.
LA PULSIÓN FEMINISTA & LA RABIA
En sus reflexiones recopiladas en sus escritos para “OtroVenus”, María Paz menciona a Jacinda Arden, ex primera ministra de Nueva Zelanda, quien se rebela contra la idea de que la política tiene que ser un espacio lleno de ego, y centrado constantemente en darse golpes. “Es evidente que necesitamos una democracia robusta, pero se puede ser fuerte y amable”, dice. Y recalca que “Jacinda ha demostrado que las mujeres pueden ocupar puestos de liderazgo y tomar decisiones efectivas en beneficio de sus países y comunidades. Su estilo de liderazgo inclusivo y empático resalta la importancia de la colaboración y la unidad para abordar los desafíos del siglo XXI”.
Por otra parte, se refiere a Irantzu Varela, periodista y activista española que lidera el Movimiento Antipunitivista El Tornillo, cuyo objetivo principal es cuestionar y combatir el sistema punitivo que se utiliza para enfrentar los problemas de violencia de género: “Varela argumenta que el enfoque punitivo no aborda de manera efectiva los problemas de violencia de género y, en cambio, perpetúa estructuras opresivas. En su lugar, propone un enfoque que se centra en la educación, la prevención y la transformación social”.
El Tornillo se popularizó a través de las redes sociales y se ha convertido en una plataforma de discusión y empoderamiento para mujeres que buscan alternativas al sistema punitivo. A través de este movimiento, comparten sus experiencias y reflexiones sobre la violencia de género. Varela ha sido una voz prominente en el feminismo español y su trabajo ha logrado aumentar la conciencia sobre la necesidad de repensar las formas en que abordamos la violencia de género.
Al escribir sobre la pulsión feminista, María Paz indica que está basada en la rabia como respuesta emocional y política de las mujeres frente a la opresión y desigualdad de género que experimentan en la sociedad: “Es una reacción justificada ante la discriminación sistemática, la violencia machista y las injusticias a las que se enfrentan las mujeres. La rabia es una emoción poderosa que puede impulsar a las personas a cuestionar las estructuras y normas patriarcales, así como a luchar por la igualdad de género. Esta pulsión impulsa a organizarse, protestar, reclamar derechos y demandar cambios sociales y políticos”, concluye.
RABIA,
“ES IMPORTANTE DESTACAR QUE
LA
EN EL CONTEXTO FEMINISTA, NO ES UNA EMOCIÓN IRRACIONAL, DESCONTROLADA O DESTRUCTIVA. AL CONTRARIO, ES UNA REACCIÓN LEGÍTIMA Y NECESARIA FRENTE A LA OPRESIÓN, Y SE UTILIZA COMO UNA HERRAMIENTA PARA EL CAMBIO SOCIAL. SE CANALIZA DE DIFERENTES FORMAS, DESDE EL ACTIVISMO EN LAS CALLES HASTA LA CREACIÓN ARTÍSTICA, LA ESCRITURA, EL TRABAJO COMUNITARIO Y LA EDUCACIÓN”.
María Paz
LOS NUEVOS
“HOMBRES BUENOS”
En relación a los varones, María Paz menciona en sus escritos el libro “Nuevos hombres buenos”, del autor español Ritxar Baceta, quien es considerado como una persona en transición y aprendizaje continuo. En los últimos años ha impulsado o colaborado en distintos proyectos e investigaciones para promover la implicación de los hombres en la igualdad.
Ritxar asegura que el concepto de masculinidad está siendo cuestionado y redefinido: “Los hombres se enfrentan a nuevos desafíos para adaptarse y abrazar la igualdad de género. Esto ha llevado al surgimiento de una nueva generación que se compromete a ser nuevos “hombres buenos”, que reconocen y desafían los estereotipos de género tradicionales que han limitado tanto a hombres como a mujeres. Comprenden que la masculinidad no está basada en la dominación, la agresividad o el poder, sino en la empatía, el respeto y la igualdad”.
Pachi escribe en sus anotaciones que “la masculinidad en la era del feminismo implica un cambio de mentalidad y una reevaluación de los roles de género. Los nuevos hombres buenos están dispuestos a desafiar las expectativas tradicionales y establecer nuevas normas de
masculinidad basadas en el respeto mutuo, la igualdad y la erradicación de la violencia de género. Este cambio en la masculinidad no es fácil y enfrenta resistencia y críticas de aquellos que se aferran a las ideas y valores tradicionales. Sin embargo, es fundamental para lograr una sociedad más igualitaria y justa para todos”.
También se refiere a una charla magistral de Humberto Maturana, dictada el 2015, en la cual este brillante biólogo y profesor chileno plantea que la educación es el proceso a través del cual los seres humanos nos constituimos como seres sociales y nos hacemos responsables de nuestra existencia en la convivencia con otros. Es a través de la educación que aprendemos a hacer uso de nuestra libertad y a convivir en sociedad, entendiendo que somos seres interdependientes y que nuestra existencia depende de la existencia de otros.
“En resumen, la charla magistral del Profesor Humberto Maturana sobre Educación, ética y democracia nos invita a reflexionar sobre la importancia de formar ciudadanos éticos y responsables, capaces de vivir en democracia y contribuir al bienestar de todos los seres vivos. Es a través de la educación que podemos cultivar estos valores y construir una sociedad más consciente y comprometida”, precisa María Paz.
“LOS NUEVOS HOMBRES BUENOS SE ESFUERZAN POR SER ALIADOS EN LA LUCHA POR LA IGUALDAD DE GÉNERO. RECONOCEN QUE EL FEMINISMO NO ES SOLO UNA LUCHA DE LAS MUJERES, SINO UN MOVIMIENTO QUE BUSCA UNA SOCIEDAD JUSTA Y EQUITATIVA PARA TODOS LOS GÉNEROS. SE COMPROMETEN A DESAFIAR EL SEXISMO, EL MACHISMO Y LAS ACTITUDES PATRIARCALES TANTO EN SU VIDA PERSONAL COMO EN LA SOCIEDAD EN GENERAL”.
María Paz
RELEVANCIA DEL LIDERAZGO ADAPTATIVO
A partir de su propia experiencia, Pachi concluyó que “estamos demasiado acostumbrados a poner el foco en el resultado, sin importar cómo se llega a este. Ante esta situación, los líderes políticos tradicionales se vieron desbordados y no lograron brindar respuestas adecuadas a las demandas de la ciudadanía. Sin embargo, surgieron nuevos líderes que adoptaron enfoques adaptativos y lograron conectar con las demandas y necesidades reales de las personas”.
“Estos líderes adaptativos reconocieron que los problemas eran complejos y que las soluciones no podían venir de arriba hacia abajo. En lugar de ofrecer respuestas rápidas y superficiales, trabajaron para empoderar a las comunidades y fomentar la participación ciudadana en la toma de decisiones”.
“Los líderes adaptativos –enfatiza María Paz– son capaces de aprender de sus propios errores. Reconocen que no tenían todas las respuestas y están dispuestos a escuchar y aprender de los demás. Fomentan el diálogo y la colaboración, creando espacios para que diferentes actores sociales puedan discutir y tomar decisiones conjuntas”.
En sus escritos, Pachi menciona que “en un video de Youtube, la periodista Alejandra Matus cuestionó en esa época si la paridad en la Convención Constitucional era un techo o un mínimo, ya que debería garantizar una verdadera representación femenina en la política y no solo cumplir con una cuota. Además, criticó que las mujeres tengan que ceder espacio a hombres que han estado históricamente sobrerrepresentados y consideró que es realmente necesario romper con la justicia patriarcal”.
Continúa su análisis relatando: “En su ensayo Feminismo y patriarcado, Matus explora la relación entre ambos conceptos y plantea que el patriarcado es la base del sistema que oprime a las mujeres y que el feminismo busca acabar con esta opresión –escribió María Paz–. Argumenta que el patriarcado no es solo un problema individual, sino un sistema construido por la sociedad y que ha venido evolucionando a lo largo de los siglos. Este sistema se basa en la idea de que los hombres son superiores a las mujeres y han utilizado su poder para dominar y controlarlas. Esta dominación se extiende a todos los aspectos de la vida, desde la política y la economía hasta la privacidad y las relaciones personales”.
“EN
ESTE NUEVO
ESTÁ NACIENDO
CHILE QUE
PARECIERA QUE EL FIN YA NO PUEDE JUSTIFICAR LOS MEDIOS. IGUAL QUE CUANDO UN ESTUDIANTE RESUELVE UN PROBLEMA DE MATEMÁTICAS, AQUÍ EL PROCESO (LOS MEDIOS) SE HA VUELTO CADA VEZ MÁS IMPORTANTE Y CADA VEZ MÁS DIFÍCIL DE DIFERENCIAR DEL RESULTADO. PORQUE EL PROCESO ES EL RESULTADO”.
María Paz
“Vivimos en una sociedad que espera que los grupos políticos tomen decisiones y escojan gente para articular esas decisiones hacia el público en general. La prensa y el público no saben como escuchar seriamente a las mujeres individuales como mujeres; desean saber como se siente el grupo”.
Jo Freeman, Activista Norteamericana
(Atlanta, Georgia, 26 de agosto de 1945)
Política, escritora y abogada feminista estadounidense.
“LA LIBERACIÓN DE LAS MUJERES HA LLEGADO
A SER UN TEMA COTIDIANO. SE DISCUTEN SUS PROBLEMAS Y LA GENTE FORMA GRUPOS INFORMALES DE CHARLA. AHORA, EL MOVIMIENTO NECESITA ESTABLECER SUS PRIORIDADES, ARTICULAR SUS METAS, Y PERSEGUIR SUS OBJETIVOS EN UNA MANERA COORDINADA. PARA HACER ESTO DEBE ORGANIZARSE LOCAL, REGIONAL Y NACIONALMENTE”.
María Paz
María Paz escribe que “una forma de comenzar a crear espacios más solidarios es promoviendo la educación y la conciencia sobre la importancia de la empatía, la cooperación y la solidaridad. Esto puede incluir programas de educación cívica y ética que fomenten la responsabilidad social y la consideración por los demás”.
“También se trata de impulsar la participación comunitaria –dice–, para generar un sentido de pertenencia y solidaridad. Establecer espacios físicos o virtuales donde las personas puedan colaborar, compartir recursos y apoyarse mutuamente puede fortalecer los lazos comunitarios. Asimismo, es fundamental promover la diversidad y la inclusión en espacios solidarios, lo que implica no solo buscar la cohesión dentro de un grupo, sino también fomentar el respeto y la inclusión de personas con diferentes opiniones, culturas y antecedentes. Esto requiere promover el diálogo constructivo y la valoración de la diversidad”.
De esta forma, María Paz plantea: “Las políticas públicas pueden desempeñar un papel importante en la creación de espacios
solidarios. Esto implica abordar las desigualdades estructurales, promover la equidad y garantizar el acceso a servicios públicos de calidad que satisfagan las necesidades básicas de todos los ciudadanos. Otro asunto importante es promover la colaboración en lugar de la competencia, mediante el desarrollo de modelos económicos más equitativos y cooperativos, así como incentivar la colaboración entre empresas y organizaciones”.
“NO EXISTE UNA SOLUCIÓN ÚNICA, SINO UNA COMBINACIÓN DE ACCIONES Y CAMBIOS EN DIFERENTES NIVELES DE LA SOCIEDAD, A TRAVÉS DE UN PROCESO A LARGO PLAZO, QUE REQUIERE ESFUERZOS INDIVIDUALES Y COLECTIVOS”.
María Paz
Imagen corporativa diseñada por M.Magdalena para la empresa de María Paz, Compas Pedagógico.
VIOLENCIA
DIGITAL
En otro espacio de sus reflexiones destinadas a formar parte de su libro, María Paz cita a ONU Mujeres, la agencia de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las mujeres y niñas, organismo que para ella fue muy cercano. En su comentario Pachi menciona que la violencia digital contra el mundo infantil y adolescente es un problema creciente que afecta a millones de jóvenes en todo el planeta: “Esta forma de violencia puede incluir el acoso, la intimidación, la extorsión y la difusión no consentida de imágenes íntimas, entre otros actos. La violencia digital puede tener graves consecuencias para la salud mental y emocional de las jóvenes afectadas, así como para su seguridad física. Además, puede dañar su capacidad para llevar a cabo una educación y desarrollo saludable, porque suelen sentirse demasiado inseguras o traumatizadas para asistir a la escuela o llevar a cabo otras actividades normales”.
ONU Mujeres trabaja para eliminar la violencia digital a través de una serie de medidas, que incluyen la promoción de leyes y políticas para prevenir y castigar la violencia digital, la
sensibilización sobre el problema y la facilitación de recursos y apoyo a niñas y adolescentes que la han experimentado.
Con el fin de proteger a las mujeres, el organismo se centra en cuatro áreas principales. A través de la primera, que María Paz manejó con gran expertisia, promociona el liderazgo y la participación política de las mujeres. Asimismo, busca su empoderamiento económico a través de diversos emprendimientos, donde Pachi también participó activamente desarrollando talleres en diferentes países del mundo. En tercer lugar, su
objetivo es dar fin a la violencia contra el sexo femenino y, por último, apoya su participación plena e igualitaria en los procesos de paz y en los esfuerzos por la seguridad.
“UN DESAFÍO ADAPTATIVO
CUESTIONA EL MODO EN QUE SE HACEN LAS COSAS. POR ALGUNA RAZÓN EL CONTEXTO HA CAMBIADO Y ES NECESARIO ADAPTARSE”.
María Paz
Durante gran parte de su vida Pachi fue una profesional vanguardista, anticipada, con ideas claras y precisas sobre cuáles serían los caminos más adecuados para mejorar la calidad de vida de las personas. Fue así como insistió en que los líderes deben estar preparados para adaptarse a los cambios constantes y rápidos que se producen en la sociedad y en la tecnología: “El liderazgo adaptativo se refiere a la capacidad de anticiparse y responder de manera efectiva a los cambios y desafíos que se presentan en su entorno; y para liderar hay que estar dispuesto a actualizarse y mejorar constantemente, utilizando tecnologías y herramientas avanzadas para aumentar el rendimiento y funcionamiento. Esto implica estar al tanto de las últimas tendencias tecnológicas, aprender nuevas habilidades y adaptarse rápidamente a ellas”.
DESPEDIDAS SÉPTIMA PARTE
HOMENAJE CON SEMILLAS
Una tarjeta con la imagen de María Paz, con semillas adheridas y la frase “cómo pasa el tiempo que de pronto son años”, se convirtió en un bello regalo para los asistentes al homenaje con que la familia Domínguez Sánchez conmemoró a la Pachi el sábado 13 de abril de 2024. Al ser colocadas sobre una base cubierta con toalla nova mojada y rociadas con agua durante diez días, las múltiples semillas de este original obsequio se convierten en brotes de futuras plantas que recordarán aún más a María Paz: llenas de vida, de verde energía y promesas.
Cantando, tocando guitarra, riendo, viendo antiguos videos, recordando y emocionándose, el numeroso grupo disfrutó de una tarde alegre y llena de amor, durante la cual se compartió y conversó, intercalando el encuentro con la proyección de hermoso video documental donde aparecen los miembros de la familia y los testimonios de algunas amigas y amigos. En uno de esos videos, gracias a la tecnología, la Pachi participó del encuentro declarando que “cuando uno habla de sus ideas las procesa de manera más intensa; todo lo que estamos compartiendo y conversando ahora a mí me obliga a procesar de manera más profunda aquello que estoy pensando”.
Asimismo, en otra secuencia, la vemos refiriéndose a la relación entre hombres y mujeres, en búsqueda de tareas comunes: “Queremos construir un país más amable, donde todas las voces se oigan. Las mujeres podemos estar mirando el mundo desde otro ángulo y por eso mismo podemos aportar al debate”. Finalmente, la Pachi hace una pregunta que queda flotando en el aire: “¿Queremos un debate monocromo en lugar de construir un país con colores y sabores, que es el que está apareciendo por todos lados?”
Su padre afirma emocionado que “con la Pachi nos queríamos mucho”, mientras su cuñado Andrés Rencoret puntualiza que “ella fue siempre muy valiente. Yo diría que su primera característica fue su búsqueda permanente de transformar las estructuras y la cultura”. Mientras María José recuerda detalles de su infancia, de la gran cercanía que tuvo con la Pachi cuando le llevaba dulces a través de la reja que separaba los cursos en el colegio, M.Magdalena expresa que desea quedarse “con la imagen de esa hermana que disfrutaba tanto
jugando con mis hijos, con la cual conversábamos de la vida mucho rato, que me aconsejaba en mis problemas de trabajo y me recomendaba como la mejor diseñadora y fotógrafa”.
Durante el intenso y conmovedor encuentro se proyectó un hermoso video que produjo M.Magdalena, donde su familia y sus queridas amistades recuerdan aquellos momentos que hemos compartido en los distintos capítulos de este libro.
Imágenes de la Pachi desde pequeña hasta la adultez, la reflejan con todo su carisma y encanto. El broche de oro lo entrega la canción de Silvio “Óleo de una mujer con sombrero”, cuyo final “pero entonces lloraba por mí y ahora lloro por verla morir”, inevitablemente provocó la aparición de algunas lágrimas… Sin embargo, María Paz estuvo tan presente en el amor que cada uno de los presentes sentirá eternamente por ella, que las sonrisas y la alegría de haberla conocido y haber compartido importantes momentos con ella volvió a iluminar los corazones.
LA PROFUNDIDAD
DE SU LEGADO
Su alegre risa, su bondad, sus conversaciones profundas, su autenticidad e incansable labor en busca de un mundo más amable, son algunas de las cualidades que destacan aquellos que la conocieron. María Paz Domínguez partió de este mundo dejando un legado de amor, entrega y esperanza a su familia, amigos, amigas y a todos los que tuvieron la suerte de compartir con ella y aprender a desarrollar en sí mismos la capacidad de colaborar en la búsqueda de una mejor calidad de vida para los seres humanos.
El recuerdo de Pachi perdurará en la memoria de todas y todos los que la conocieron y extrañan su calidez, su entusiasmo y enorme capacidad de movilizar hasta a los más indiferentes a participar en una labor de búsqueda de equilibrio y armonía en este planeta que necesita urgentemente un cambio.
A través del relato sobre su vida y su labor como educadora, a la cual llegó tras estudiar Ingeniería Comercial –profesión que matizó con distintos atributos que ella consideraba que le faltaban–, descubrimos su carisma, su sentido del humor, su gran capacidad de trabajo y su enorme fuerza de
voluntad para superar las dificultades que la vida puso en su camino.
También tuvo sus improntas, sus enojos y sus vaivenes, no era perfecta, como no lo es ningún ser humano, aunque le costaba aceptar que todos nos equivocamos de vez en cuando y que eso forma parte de la vida y del crecimiento personal. Sin embargo, al leer este libro, sus talentos y sus logros sobrepasan cualquier mal humor o cualquier tropiezo, porque sin duda fue una mujer con buenas intenciones, valiente, cariñosa, muy buena persona, inteligente, estudiosa y tremendamente creativa en todo lo que hacía.
Nunca tuvo problemas en decir lo que pensaba y era impresionante la claridad que tenía para presentar sus ideas, llegar a acuerdos con personas que pensaban totalmente distinto a ella y capacitarlas para asumir un liderazgo adaptativo. Fue esa habilidad, que manejaba acertadamente, la que le permitió enseñarle a gran cantidad de gente de distintos países a enfrentar los desafíos y cambios constantes que forman parte de cualquier liderazgo efectivo, fomentando la innovación, la resiliencia y la colaboración en sus equipos.
Recordándola en todo momento, tenemos la convicción de que desde donde está, la Pachi nos envía un torrente de energía para seguir luchando por superar pacíficamente las desigualdades e injusticias que percibimos y nos guía a establecer las bases para una sociedad más solidaria y justa con todas las mujeres de nuestro país y del planeta entero.
Foto que muestra los genes marcadores de Loreto. En la foto: Loreto, Ernesto Germán, María Paz, M.Magdalena y Octavio. Ernesto, María José y Valentín no calificaron por no tener un parecido tan marcado.
NATALIA GATICA
SIEMPRE
PRESENTE
Natalia Gatica conoció a la Pachi alrededor del año 2000 en la universidad: “No fuimos compañeras, ni de año ni de carrera, pero la Pachi es amiga de mi hermana (Daniella Gatica), se conocieron compartiendo actividades políticas. Ella es muy tenaz, cree en la participación como forma de hacer sociedad y encontró en el liderazgo adaptativo una herramienta potente para esto”.
Natalia se niega a hablar de la Pachi en pasado: “Para mí está siempre presente, porque es una mujer trascendental. Pocos seres humanos pueden tener un impacto tan grande en la vida de las personas y de un país… Su labor social y política, su amor por los demás, es algo vivo, que se puede sentir”. Continúa: “Su entusiasmo es contagioso y su modo de ser es muy pedagógico en todos los sentidos. Tono, histrionismo, claridad, paciencia… es una excelente speaker, creíble y motivadora. La Pachi es de esos seres humanos que le hacen bien al mundo”. Al referirse a su enfermedad, Natalia reconoce que María Paz “aprendió a vivir con esos dolores físicos. En ese sentido me parece que su
forma de abordarlo es de alguien sumamente inteligente y sabia. No dejó que la enfermedad determinara su vida y, al revés, ha vivido la vida con todo. Esto fue clave también para cuando tomó la decisión de no tratarse más. Una decisión personal, determinada, que, una vez que la tomó, al menos conmigo, nunca más lo mencionó y se centró en vivir cada día, uno a uno. La Pachi ha sido la Pachi siempre, hasta el día 14 de enero, siempre fue ella misma”.
UNA PROFUNDA CONEXIÓN
“El 1 de enero de 2022, después de haber celebrado el Año Nuevo bailando, riéndonos mucho, pasándolo tan bien, como siempre que estábamos juntas, ya tarde fui a dejar a la Pachi al departamento de sus padres. Al llegar, me confesó que el el médico le había dado malas noticias, que el cáncer había vuelto y que estaba decidida a no seguir con el tratamiento… Nos abrazamos. No dije mucho, porque era su momento de hablar y quién era yo para decir algo”.
Nati, Pachi y Daniella junto a un cuadro de Irene que tenía María Paz y que le gustaba mucho.
María Paz en el cumpleaños del papá de Nati y Daniella, junto con la mamá de ambas.
En Punta del Este, Natalia y Pachi pasenado por la Isla Gorriti.
Recuerda que se quedó varios días pensando en cómo acompañarla el tiempo que venía… “Mi hermana me dijo: Mira, no puedes hacer nada en contra del cáncer, pero sí ponte a su disposición para ser lo que ella necesite de ti. El 11 de enero le escribí un mensaje diciéndole que estaba a su disposición y preguntándole de qué manera necesitaba que esa presencia se manifestara…
Natalia continúa su relato:
“Recibí su respuesta al día siguiente… había pensado en lo que yo le proponía y me dijo: creo que lo que más me hace falta en este momento es reírme, y puso el emoji con esa cara de risa con lágrimas… Con ese mensaje tenía claro qué necesitaba ella de mí y cuál era mi misión en este tiempo, y me lo tomé en serio. Los últimos años me dediqué solo a disfrutar de la amistad y el cariño que la Pachi y yo compartimos. Busqué cualquier excusa para disfrutar juntas, recordamos historias comunes que nos hacían reír… Y, bueno, debo decir que tuve un excelente partner para llevar adelante esta misión: el Seba”.
Con mucha emoción, su amiga cuenta que era bien impresionante verla, sobre todo en sus días más difíciles. “Cuando nos escuchaba llegar, cuando el Seba le gritaba desde la puerta:
Pachanga dijo la changa, y yo la saludaba como siempre diciendo María Paz Domínguez Sánchez de Chile, la Pachi se activaba, agarraba energías no sé de dónde y lograba compartir con nosotros como si nada… Nati Gatica de Chile, respondía…
Este Año Nuevo lo pasamos juntas. Con el Seba llevamos una champaña en la mochila. Estaban los papás de la Pachi, así que esperamos a que se fueran para hacer el desorden. Ella estaba con poca energía, no hablaba y casi no abría los ojos, pero hizo el esfuerzo y entre la música de Américo y la cuenta regresiva.
Luego nos abrazamos… y no sé si he tenido un Año Nuevo tan memorable”, recuerda Natalia.
líder. Una mujer corajuda, valiente, enérgica como ella sola… siempre inquieta”, añade.
“No hablaré nunca de ti en pasado Pachi… eres puro presente y vida. Que tu cuerpo no esté no significa nada. Yo te siento como siempre te he sentido, que estás cerca, que puedo contar contigo. Estás presente conmigo en las miles de anécdotas que hemos vivido juntas.
“La Pachi es como mi hermana, así la siento y la he sentido desde que nos conocimos… mis padres también la han querido tanto como una hija… Era habitual verla a ella sentada en el living, con mi papá compartiendo un sour o ayudando a poner la mesa para almorzar junto a mi mamá, era una más de la familia.
“Te quiero mucho María Paz Domínguez Sánchez de Chile… eres parte de mi biografía y estás presente todos los días. Te agradezco por la vida que compartimos, por siempre estar, por tus abrazos, por consolarme, por tus consejos, por desafiarme a ser curiosa, a cuestionarlo todo, por motivarme a ir a Italia, al taller de la Pilar y atreverme a vivir un sueño”.
“Cada día que nos veíamos, que estábamos ahí los tres, era fiesta segura. Además, llevábamos siempre alguna cosita para compartir… una champañita, un ramazzotti… echábamos la talla, cantábamos a todo chancho y brindábamos por la alegría de vivir y de ser amigos… simplemente…
“No podía ser distinto… la Pachi es una mujer única, y no lo digo ahora solamente, se lo dije muchas veces. Es de esos seres humanos fundamentales en la vida, alguien que deja huellas en las personas, pero que también trasciende en su actividad social y política. Una persona que le ha hecho bien a nuestro país: movilizadora, activista, convencida, consecuente,
“Y quiero aprovechar de agradecer TANTO TANTO a la familia Domínguez Sánchez. Su generosidad es sobrecogedora. Gracias por darme la oportunidad de estar presente en todo su proceso de tránsito hacia volverse pura energía… Me siento tan afortunada de haberle dado un beso y tomado su mano justo antes de partir. GRACIAS infinitas por esa generosidad de entender que la Pachi no solo era de su familia, sino de todos quienes somos parte de su biografía.
APÉNDICE I EMOTIVOS MENSAJES DESPUÉS DE SU PARTIDA
LOS HERMOSOS
RECUERDOS DE MARÍA JOSÉ
Hasta siempre hermana… Crecimos juntas solo con dos años y un día de diferencia, parece una sentencia.
¡Siempre atrás tuyo! Mi mamá decía que la Pachi se lo hablaba todo y por atrás salía yo, con mis ojos de uvita negra.
En el colegio te destacaste desde Kínder presentando en inglés y de memoria el acto de fin de año. Estoy segura que todavía lo podrías recitar tal cual.
Pasaste a Segundo y yo entré a Kínder… nunca olvidaré que me llevabas golosinas a mi patio en el recreo y me las entregabas por la reja, cual convicta. ¡Siempre cuidándome! Muy maternal cumpliendo a cabalidad tu rol de hermana mayor.
Nuestras idas a Providencia con las clásicas tenidas de botas con flecos y mini. Teníamos ocho y diez años. Lo más importante era quién usaba los aros de sandía y nos comíamos un hot dog a medias porque no teníamos más plata… En el momento de pagar buscabas las monedas sueltas en tus bolsillos y siempre faltaba. Yo empezaba a
transpirar… y de repente decías “bah, aquí está”. Todo esto con la mesera mirándonos. ¡Cabras chicas patudas!
Nuestra pasión por la gimnasia olímpica y Nadia Comaneci nos hicieron ir a clases en el Estadio Español, donde ganaste tres medallas en la primera competencia.
Fuiste amiga de mis amigas… en todas dejaste huella, incluso al papá de la Carmenchu le cocinaste un pie de limón y se lo llevaste cuando veraneábamos en Concón.
Recuerdo que tenías carnet de manejar y nos llevabas a la discoteca, a veces le pasabas tu carnet de identidad antiguo a alguna amiga del grupo para que todas pudiéramos entrar a bailar. Más de una vez un guardia nos descubrió…
Recibiste a los invitados en mi matrimonio. Me ayudaste a pagar mi vestido. Coordinaste que llegara la comida a todas las mesas, gestos de cariño y entrega. Ese mismo año partiste con gran orgullo a Harvard, hicimos una despedida multitudinaria en nuestra casa en Alberto
Risopatrón. Con Andrés nos encargamos de que cada persona de la fiesta te dejara grabado en vídeo, un salud y nos dimos cuenta que varios de esos saludos eran declaraciones de amor.
Rompiste muchos corazones y no te diste cuenta…
En cada visita que hiciste a Chile te recibíamos en mi casa con lo que te gustaba comer. Me esmeraba por cocinar algo rico. En una oportunidad llegaste más temprano y me “ayudaste” con el aperitivo… te lo comiste todo. Buena pal’ tinto y muy gourmet. Además, tus visitas siempre coincidían con mi presentación anual de ballet. Valoro mucho que te hayas hecho el tiempo para ir a verme e incluso con el calor sofocante de diciembre veías la función completa.
Ahora nos tocó a nosotros cuidarte. Con mucho amor te hacía masajes para aliviar un poco el dolor del cuerpo, tú estabas muy agradecida y sufriendo en silencio. A veces volviéndonos locos con tanta indicación, pero hay que estar en tu pellejo para entender a cabalidad esa incomodidad constante.
¡Qué resistencia!
MI MUJER ALADA ERES TU
Estaba empezando un taller de cerámica cuando partiste, corté tela de tu pijama para incorporar a la mujer alada que esculpí, quedaste en mi figura, en mi amuleto, en mi alma, te siento presente siempre.
Empezaste a perder capacidades, pero te volvimos a encontrar en lo emocional…
Fueron dos años de regalonearte constantemente, ningún esfuerzo fue en vano, cada segundo valió la pena y aunque no recordaras nada al día siguiente a causa de la pérdida de memoria de corto plazo que sufriste tras tu última cirugía, yo estoy segura que tu cuerpo percibía el calor y el amor. A veces cansador, pero nos diste la posibilidad de entregar amor desinteresadamente y entender la entrega incondicional. Es una lección de amor para nosotros.
¡Gracias hermana por enseñarme tanto de diferentes formas! Qué ejemplo de humildad, no esperando nunca nada a cambio.
Gracias por haber existido en este plano, ya trascendiste… ¡pasaste a otro plano!
Te quiero mucho sister, tu hermana “la tranquilita”.
EL DOLOR DE MAGDALENA
Hola Pachita
Ya son tantos los meses de ver cómo te alejas, cómo te apagas. Ha sido doloroso acompañarte en este proceso, aunque seguro no ha sido más doloroso que vivirlo.
Hace algunos meses que ya no te siento tan presente. El tumor ha seguido su curso y te hace alejarte, y lo hace tan, pero tan lento, que ya casi me acostumbro a esta versión tuya. Pero no, me resisto… ¿Cómo acostumbrarse sabiendo que tu cuerpo sufre tanto?
A veces me convenzo de que esto no es real, y que estás en uno de tus viajes, esperando que todo pase para volver. Que estás en otra parte disfrutando y conociendo el mundo, como tanto te gustaba hacerlo. Era tan raro ir a verte y sentir que estabas y a al mismo tiempo no estabas. Saber que tu cuerpo estaba ahí, pero tu mente no tanto. Tal vez eso sea para mejor. Aunque duele mucho no haberte podido dar un mejor último año de vida. Duele no haberte podido ofrecer un último deseo, no haberte podido invitar por última vez a comer.
¿Te acuerdas cuando hacíamos zumba? Eran grandes momentos que compartíamos y aunque la vida después nos distanció un poco, me siento muy feliz de haberle dedicado tiempo y amor a nuestra relación de hermanas.
¡Nanito!, Tartul, me decías, vamos a ver una pelaculi... Qué chiste más fome el tuyo, jajaja, era esa fomedad la que al final lo hacía gracioso.
Lamento que nos hayamos alejado en el último tiempo. Pero no quiero pensar en eso… Prefiero quedarme con la imagen de esa hermana que disfrutaba tanto siendo tía de mis hijos. Esa hermana con la que conversábamos de la vida por largo rato. Esa hermana con la que veíamos el mundo de manera similar, la que me aconsejaba en mis problemas de trabajo, y que nunca dudó en recomendarme como “la mejor diseñadora y fotógrafa”. Qué lindo que me vieras así.
Te quiero mucho hermana. Te quise mucho. Lamento no habértelo dicho más seguido. Lamento no habértelo demostrado mucho en los últimos años. Pero sí, te quiero mucho, y si hay algo positivo dentro de toda esta enfermedad es que te hizo bajar la guardia. Entonces te pude abrazar y darte besitos. Te digo que te quiero sin ningún problema, y me encantó hacerte cariño cuando te estabas quedando dormida.
Con estas palabras me despido. Me despido de la Pachi que fuiste y de las hermanas que fuimos. El cierre que trato de hacer es con la María Paz ultra
activa –y a la vez ultra pausada que caminaba despacito–, que ya no está. Esa Pachi anda de viaje, y creo que le seguiré escribiendo. Tal vez algún día, en alguna dimensión de esta existencia, me leas y volvamos a conversar por mail, como lo hacíamos cuando vivías en Estados Unidos.
Querida hermana, espero que hayas partido en paz, que tu espíritu flote liviano cantando fuerte “Una mujer con sombrero”, de Silvio, mientras vuelas a ese hermoso viaje.
Ya será que me puedas escribir y me cuentes cómo es del otro lado.
Un abrazo gordo, te quiero y te extraño.
LA CONVICCIÓN DE ERNESTO
Pachi, que difícil hablarte en este momento tan triste para toda la gente que te quiere y ¡sobre todo para la familia!
Una vez mas estamos aquí un verano, tal como llegaron los tumores, siempre en verano, con operaciones eternas, las que pese a lo difícil de cada momento significaban un motivo de unión para la familia, y las que siempre sorteabas sin despeinarte o, como decía la Nanu, de las cuales salías bailando.
la Pachi en el velorio. Me dijo que gracias a la formación profesional que mi hermana le dio, ella fue capaz de hacerse las in vitro necesarias para poder tener un hijo... Niño que ya tiene más de un
Todo este proceso final tan duro para nosotros y sobre todo para ti, nos sirvió para conocerte más. A través de todos los testimonios e historias de tus amigos y cercanos nos fuimos dando cuenta lo muy importante que fuiste para mucha gente.
La Pachi siempre estuvo al servicio de las personas, tal como escribió mi cuñado Andrés en estos días. Siempre estuvo preocupada de generar y conseguirle trabajo a quien lo necesitara.
Quería destacar algo que me conmovió profundamente y que me comentó una amiga de
También quiero aprovechar este momento para dar un agradecimiento enorme a todos los que estuvieron presentes en esta etapa: Sebastián Zulueta, las hermanas Gatica, la Fanny con su apoyo incondicional; la Patty que cuido a María Paz día, noche y fines de semana; a la gente de Harvard; a mis hermanas; a mi papá y sobre todo a mi mamá, que merece un reconocimiento especial, ya que ha estado al pie del cañón durante más de veinte años.
Pachi, te quería contar que ayer después del velorio llegamos tarde a la casa, y la Ana, mi hija, para los que no la conocen, no se quiso dormir hasta hacer un dibujo tuyo, en el cielo y con alitas. Luego me dijo: “Papá, la Pachi ya se siente bien en el cielo, está feliz descansando”. Me deja tranquilo el tener la misma convicción
que la Ana, el saber que estás en un lugar mejor y que volviste a ser tú, llena, potente y, a la vez, con tu tranquila energía.
Hermana querida... Hoy te dejamos partir a otra dimensión, aguantaste luchando mucho más de lo que se esperaba, pero ya llegó tu momento y te pudiste ir en paz, tranquila, acompañada y cantando...
Seguro te fuiste con la misión cumplida de hacer del mundo un mundo más amable.
¡¡¡Te quiero mucho!!!
EL CARIÑO DE SU CUÑADO ANDRÉS
Querida Pachi, hoy, con una pena enorme, enfrentamos tu muerte. También la esperanza de que es la entrada a la vida eterna.
Compartimos la importantísima fecha del 15 de julio a la que llegaste un par de años antes que tu querido cuñado. Fuiste una mujer fuerte y luchadora, aunque no compartíamos todas las batallas, fuiste leal y me diste tu voto en terreno, para apoyarme y “volantear” mi campaña.
Estudiosa y empeñosa a fondo en tus proyectos.
Generosa en la búsqueda de mejorar y aportar a la educación, siempre preocupada de dar o conseguir empleo a quien lo requería.
Descansa y acompáñanos desde arriba a todos los que quedamos acá, en especial, a la Moño y al Tata Tito, nosotros tomaremos felices la responsabilidad de acompañarlos y cuidarlos.
¡Descansa y ya nos veremos!
Andrés Rencoret
SEBASTIÁN ZULUETA:
CUANDO LA PACHI
EMPEZÓ
A TRANSFORMARSE
En la misa durante la cual los que amaron a María Paz la despidieron, Sebastián Zulueta dijo emotivas palabras para quien había sido una de sus más grandes amigas:
Hace tres días la Pachi me volvió a sorprender. Era la noche del sábado, estábamos acompañándola, haciendo vigilia y reconozco que no me funcionó tanto, porque me quedé dormido varias veces. La M.Magdalena –Nanu–nos mostró unos videos de la Pachi cuando era chica y de repente estaba ella… Corrió, saltó, dio unas volteretas para adelante y para atrás, un flip flap… Yo dije: “¡Pachi!” y de repente se paró en las dos manos y estuvo como diez segundos haciendo la invertida. Yo repetía: “¡Pachi!” y se dio una rueda con una mano. En todos esos videos aparecía ella organizando a sus hermanos, incluyendo al Tito, que también salió corriendo mientras ella lo agarraba.
En otro video se sabía la coreografía de la Cecilia Bolocco, que había sido Miss Universo, y decía emocionada que quería ser como ella. En todos los videos estaba celebrando, siendo exigente, severa como era ella, y de alguna manera estoy aquí para compartir un poquito de la Pachi,
porque creo que su vida fue lo que ella hacía cuando chica, pero que lo fue repitiendo cada vez más grande.
Cuando Pachi entró a la universidad, sus alas se empezaron a desplegar y comenzó a involucrarse en proyectos sociales en el Centro de Alumnos, después en la Federación, en el Consejo de Facultad, ayudando en toda la parte académica. Trabajó y fue parte de esa comunidad donde íbamos transformando el mundo que no nos gustaba. En ese tiempo había vivido muchas injusticias. Ella sacó esas alas e inició su transformación. Ese esfuerzo se fue viendo también en su trabajo, en sus estudios, en sus dos Magíster, pero también mantuvo siempre
los sueños arriba, así como quería ser como la Cecilia Bolocco, pero sus sueños empezaron a ser mucho más grandes y empezó a soñar con la educación y a involucrarse en proyectos más pedagógicos, en la Asamblea Constituyente, en tantas ilusiones a las que se fueron sumando muchas personas.
Recuerdo que hace como seis años ella nos dijo: “estoy súper preocupada por la familia porque no quiero dejarlos con deuda”. Y resolvimos: “ok, vamos a ayudarte a organizar”. Ella estuvo ahí encabezando esa causa, que era la causa de su familia que ella siempre quiso tanto. Así empezamos a conocer a sus tribus, a la tribu de Harvard, a la de los diálogos de Nansen, cuando fue el estallido social, y ella siempre ahí, buscando transformar hasta el final todas las causas…
Pero también la Pachi era celebración, esa celebración que desde chica nos mostraba en esos videos, y fue por eso que hace 16 días, cuando ya se habían apagado las luces de Acalis, cuando se había ido la familia, sacamos la champaña en Año Nuevo, la destapamos, sonó bien fuerte, la Pachi abrió los ojos como si fuéramos cómplices, pusimos la música a todo volumen, y bailamos con la Nati, bailamos mucho rato, igual que como lo habíamos hecho hace veinte días con karaoke. Porque ella celebraba la vida, celebraba con la guitarra, con las amigas, con los amigos, celebraba permanentemente, y me preguntaba esta semana por qué te resististe tanto tiempo a la muerte, aferrándote a la vida, y bueno, esa eras tú, Pachi, recordándonos que las
causas no se sueltan, que la vida se celebra y que los compromisos consisten en resistir y esforzarse siempre. Ahora, esa mujer con sombrero no se ha perdido, y desde arriba, desde todas partes, desde dentro de cada persona que hoy somos ella, grita a través de cada una de nuestras células, grita con Silvio: “que me tenga cuidado el amor, que le puedo cantar su canción, porque los amores cobardes no llegan a ser amores ni a hacer historia”.
La Pachi fue valiente, fue amor y escribió la historia…
Hasta siempre amiga, maestra, cantora…
APÉNDICE II MENSAJES DE AMOR PARA PACHI
MI QUERIDA, QUERIDÍSIMA AMIGA
Tu alegría, energía, compromiso, sabiduría e inteligencia estarán para siempre en mi corazón. Que la paz y el amor te acompañen.
Perla Wilson
SIEMPRE SCOUT
Despedida jamás, estarás siempre en mi corazón, una vez scout, siempre scout.
María Teresa Salvo
AYUDA QUE CAMBIÓ UNA VIDA
Querida Pachi, no me alcancé a despedir, pero Dios sabe que te tuve en mi corazón. Gracias por tu sencillez, tu alegría, tu risa. Y, por supuesto, gracias por ayudarme desinteresadamente, con pasión y dedicación, con esa persona que necesitaba orientación para poder insertarse en el mundo laboral, para ser incluido a pesar de su discapacidad. Tu ayuda literalmente le cambió la vida, ¡tremendo regalo que nos diste! Buen viaje y nos vemos en la vida eterna.
Alejandra Lobos
EL BRILLO DE TUS PODERES
Pachi, mi inigualada amiga, Recuerdo que cuando nos sacábamos fotos, jugábamos a ser villanas; aunque nuestras caras eran dignas de Televisa. Nunca ocultaste el brillo de tus superpoderes; SUPERPODERES que hoy te convierten en mi heroína. Valiente, sabia, y alegre. Así te llevo conmigo, hermosa.
Deisy Campos
VIVA EN MI MEMORIA
Qué difícil despedirte querida Pachi, cuando tu presencia sigue vital en mi memoria, como tu inmensa generosidad y la potencia de tu empeño. Te quedas en el living de mi corazón, sonriendo, cantando, reflexionando. Te quedas aquí hasta que a mí también me toque partir.
Alejandra Matus
LA PACHI Y EL “BAILAOR”
Estimada familia Domínguez, mi más sentido pésame, los llevo en mi corazón. Dicen que una imagen vale más que mil palabras y por ello les envío las postales que en mi mente y alma describen a la Pachi mejor que cualquier tipo de discurso. Fueron tomadas una noche en La Paz, Bolivia. Con la Pachi nos conocimos a través de un antiguo pololo mío que había sido compañero de ella en la parroquia de Los Castaños. Pero el destino quiso que nos encontráramos muchas veces, no solo vivíamos cerca –yo en la calle Suecia y ella en Diego de Almagro–, sino también íbamos al mismo gimnasio. Pero un verano coincidimos en La Paz, ambas viajamos solas y nos encontramos en la calle. Como era típico en ella, se había hecho de amigos en un paseo, creo que en unas ruinas y me invitó a comer con ellos. Fui y fue un rato bastante aburrido, el grupete en cuestión estaba formado por parejas que se quedaban dormidas, así que cenamos y nos fuimos caminando a nuestros respectivos hospedajes para dar por cerrada la noche. Ella volvía a Chile y a mí me quedaban algunos días más en ruta.
A punto de tomar un taxi vimos que un local ofrecía un espectáculo de flamenco, nos miramos y automáticamente entramos. Se suponía que era la última media hora del espectáculo y el bailaor puso los ojos en la Pachi apenas nos sentamos
en el bar y la sacó a bailar. Yo casi muero de vergüenza y pensé que ella se negaría, pero noooo, qué poco la conocía, pues salió a la pista y dio los mejores pasos, convirtiendo esa última canción en una fiesta llena de gritos y aplausos. Fue tanto el jolgorio que nos quedamos bailando y cantando hasta que salió el sol. Las dos coincidimos que fue la mejor y más bizarra noche que alguien puede experimentar en Bolivia. Así es María Paz Domínguez y así la recordaré por siempre. Un abrazo apretado.
Carolina Arriagada
SIEMPRE CONMIGO
Pachi valiente, decidida, entusiasta, inteligente y leal: estarás siempre conmigo.
Claudia Peirano
UN ÁNGEL EN LAS CALLES DEL CIELO
A nadie que haya conocido a Pachi le fue indiferente. Una mujer espectacular, unánimemente querida, que lograba hacer más humanos y generosos a los que la conocían. Marcaste mi vida y la de tantos otros. Las calles del cielo hoy celebran a un ángel que se les suma. Gracias Pachi querida,
Felipe Longo
HASTA LA PRÓXIMA
Tantas veces hablamos del mundo. Tratando de entenderlo y entendernos a nosotras mismas. Horas de reflexión, risa y compañía... hasta que nos ganaba el sueño y decíamos “hasta la próxima”. Esta vez tú te vas a dormir y yo me quedo aquí. Gracias por tu amistad, querida Pachi. Compartir un pedacito de tu vida fue un regalo que llevaré siempre conmigo. Hasta la próxima.
Carolina Silva
EL BRILLO DE SUS OJOS
Querida familia de Pachi, les envío un fraternal y gran abrazo en estos momentos. No hay palabras que calmen el dolor, no hay palabras para decir, es solo estar y acompañar. Les agradezco infinitamente el espacio que han abierto para recibir mensajes para Pachi, es una bella forma de recordarla, despedirla y tenerla siempre presente. Muchas gracias.
La vocación y el sentido social movilizaron a Pachi: la educación, la participación ciudadana, la democracia, el diálogo. Acciones voluntarias para un bienestar social mayor, una activista por la vida y el profundo amor por la dignidad de la vida. Conversaciones profundas, siempre una sonrisa, el brillo en sus ojos al reconocer una idea vibrante y la disposición para soñar e imaginar un mundo distinto. Nos quedamos en falta sin Pachi, pero sobre todo nos quedamos en deuda con ella; lo que nos compromete a seguir trabajando en el cumplimiento de sus sueños, en cambios profundos en nuestro Chile, por una mejor vida para quienes lo habitamos.
Gracias por la oportunidad y el privilegio de conocerte, gracias por los aprendizajes, gracias por tu legado y memoria que permanecerá siempre. Un abrazo a Pachi, a tu familia y personas queridas.
Jeka Mahan
FOCO PARA PUNTO…
Pachi, honestamente nunca pensé que partirías... pensaba que ocurriría un milagro... incluso fui a ver a una sanadora para que eso sucediera. Y mientras escribo esto, en el otro mundo tú debes pensar: “ahí está la Punto con sus ridiculeces”. ¡Reconoce que te hacía reír! Tú, con tu madurez, tu capacidad analítica, tu opinión sólida y argumentada, tu multiculturalidad, tu visión de futuro.... y yo ahí con mis colores, mis frases infantiles, cantando y cantando sin focalizarme... Ahora de vieja sé que tengo déficit atencional y tú que me retabas tanto: “Punto, foco, foco... aquí foco”.
“Lo más grande, Punto”, fue lo último que me dijiste… pero insisto, nunca pensé que sería lo último. Esperaba volver a escuchar tus consejos, tus palabras de aliento, tu sabiduría para entender los procesos políticos desde una mirada distinta a nuestros compañeros. Esperaba leer tu libro y escuchar tus enseñanzas sobre feminismo, liderazgo, co-construcción, sanación... Siempre estuviste cuando te necesité a pesar de tu infinidad de amigos y compromisos, y me da mucha pena no haber estado a la altura... pero nunca supe que estabas tan enferma, no me enteré o quizás no puse la atención que debía... sabes ahora que tengo déficit atencional.
Te escribo y pienso en ti... y no dejaré de hacerlo porque creo que esta vida es un paso y te volveré a encontrar. Sé que te volveré a encontrar, y ahí me terminarás de enseñar el liderazgo
participativo y tu visión de la construcción colectiva de un mundo mejor, en donde todos somos importantes.
A nuestro país le falta mucho, lo sé, y te prometo ser un poco tu voz en el chat de nuestros compañeros, ese cable a tierra que recuerde que somos un país con mucha desigualdad y que solo podrá salir adelante empoderando y educando. Te dejo esta canción que compuse en pandemia, digamos que fue mi forma creativa de acompañar a las familias. Ahora que la escuché encontré muchas frases que te calzan perfecto, porque la distancia que provoca la muerte no se ajusta a tu bondad ni a la forma en que te entregabas a los demás. Tampoco se ajusta a tu alegría, ni al amor que entregaste día a día, pero lo que más recuerdo de ti es tu empatía, el apoyo que dabas y tu dulce compañía. Un abrazo.
Isabel Sepúlveda
SU HUMOR Y SU FRATERNIDAD
Con gran tristeza hemos aprendido la partida de nuestra prima María Paz. Recuerdo su generosidad al estar para todos. Cada vez que vine a Chile ella estuvo ahí para mí y para nosotros. Cuando llegamos a vivir a Santiago en 1992, yo era un niño perdido en este nuevo país y ella siempre se tomaba el tiempo para brindarme su humor y fraternidad. Envío desde el fondo de mi corazón todo mi amor a sus padres, sus hermanas y su hermano. Su primo que los quiere, Juanito Loaiza y Taos
EJEMPLO DE CORAJE
Pachi querida, tu partida me duele, pero consuela saber que descansas en paz después de años de luchar incansablemente. Para mí, fuiste un ejemplo de coraje, alegría y entrega infinita. Recordaré siempre tus risotadas bien sonoras, tu voz melodiosa al cantar y tu sonrisa generosa, que abrió tantos corazones a tu alrededor. Gracias por haberme permitido ser tu amiga.
Moni Rosales
BONDAD Y POSITIVIDAD
María Paz, tú cambiaste mi vida. Conocerte solo trajo bondad y positividad para mí. Fuiste tan generosa a todo nivel, me entregaste tanto amor, tanto conocimiento y todo solo porque te movía dar. Nunca podré expresar lo mucho que te debo. Tu amor y generosidad han sumado tanto a mi vida. Siempre te llevaré en mi corazón y en mi memoria.
Verónica Uzcategui
UNA HUELLA PROFUNDA EN EL PLANETA
Querida María Paz, no hay palabras para expresar el agradecimiento infinito que tengo con la vida por haberme dado el regalo de tu amistad. Fuiste una amiga increíble y llevaré por siempre en mí todos los recuerdos de nuestras aventuras y todas las lecciones de vida que compartiste de manera tan generosa conmigo. Espero poder honrar tu memoria viviendo una vida cada vez más amable. Descansa en paz querida amiga. Has dejado una huella maravillosa y profunda en este planeta.
Con amor y agradecimiento infinitos, Ana Nieto
VUELA ALTO QUERIDA PACHI
Fui compañero de María Paz durante toda la carrera. No fuimos mejores amigos ni mantuvimos mucho contacto después de egresar, pero la Pachi es una de esas personas que te marca hermosamente en la vida.
Pachi era indudablemente muy inteligente. Inteligencia que mostraba sin aspavientos y que compartía generosamente con quienes necesitaban algún tipo de ayuda a la hora de estudiar. Pero su inteligencia iba mucho más allá de entender y profundizar materias. Poseía una profunda y marcada sensibilidad social, capacidad y análisis crítico que ponía a ejercitar cada vez que algo no le hacía sentido. Era una máquina para detectar inconsistencias, contradicciones e injusticias.
Pero lo más lindo de Pachi era su sonrisa. Su permanente, generosa e incansable sonrisa. Regalaba alegría por donde iba y parecía tener una capacidad infinita de disfrute. Me tocó ser su compañero de coro y juntos disfrutamos la maravilla de cantar. ¡Y cuántas veces bailamos juntos en alguna de las tantas fiestas a las que asistimos!
Te mando un abrazo grande lleno de afecto y agradecimiento. ¡Vuelta alto querida Pachi!
Felipe Arredondo
CREO QUE ESTÁS CONMIGO
Hola María Paz, me dijeron que te habías ido a otro plano, algo así, pero sinceramente yo creo que estás con nosotros, creo que estás conmigo Siempre estarás, cada vez que hablemos del Chile que soñamos, ahí estarás tú. Cada vez que pronunciemos palabras sobre la educación de nuestras niñas, niños y adolescentes, tu voz sonará fuerte en nuestras bocas. Cada vez que hablemos de la inclusión de las personas con discapacidad, tus palabras serán nuestro gran legado.
Vuela alto María Paz, siempre estarás junto a mí, permaneceré agarrado de tu mano para seguir tus enseñanzas.Un abrazo amiga,
Boris
ETERNA COMPAÑERA
Pachi querida, desde que nos conocimos en la universidad allá por 1997, haz sido una amiga muy importante para mí. Siempre atenta a escuchar, siempre dispuesta a acompañar y a regalar tu tiempo cuando uno ni siquiera se había dado cuenta de que lo necesitaba. Te echaremos muchísimo de menos.
Un abrazo al cielo,
CANTÁBAMOS EN FRANCÉS
Step
María Paz, nunca olvidaremos tus compromisos sociales, ni tu amor por el arte y tus convicciones musicales, ni cuando eras una maravillosa chiquitita y cantábamos en francés.
La Piling, que te quiere mucho
HORAS DE CANTO Y RISAS
Querida Pachi, con mucha tristeza recibí la noticia de tu partida de este mundo material, pero también no puedo dejar de pensar que ya estás descansando en otro lugar de una mejor forma, más libre de todo dolor y con gran paz.
Se me llena la cabeza de tantos recuerdos de momentos compartidos, sobretodo de tu alegría, tu risa tan característica y contagiosa y tu entusiasmo en cada cosa que emprendías. De conversaciones largas y reflexiones sobre la vida... tantas horas de cantos, de risas, de análisis y conclusiones acerca de cómo arreglar el mundo en general, la vida, la educación, y hasta las leseras más simples, que me acompañarán por siempre.
Admiré mucho esa brillantez tan profunda de tu mente, no tengo dudas que hoy brillas de otra forma, pero más reluciente que nunca desde algún lugar del universo.
¡Un abrazo grande hacia donde estés!
Carola Marchant
DEJAS UN GRAN VACÍO
Querida Pachi, es chistoso, porque creo que era de las pocas que te decía María Paz. Nos conocimos de adultas, en épocas que cada una estaba reconfigurando su vida laboral. Nos tocó participar de un proyecto que fue bastante bizarro y conocer el lado oscuro de la política, en especial los de RD, pero me apoyaste y me contuviste para no salir arrancando. Tu rigurosidad y capacidad
de lidiar con personajes que agotaban mi paciencia siempre la admiré y me preguntaba cómo no nos habíamos conocido antes si teníamos tanta gente en común. Pero la vida tiene encuentros que deben ocurrir sí o sí, y este fue nuestro caso.
Me encantaba como me transmitías que mis consejos te servían. Quizás el ser adultas, solteras y sin hijos nos dio un denominador común, pero el gran nexo fueron nuestras enfermedades. Me acuerdo cuando te conté que tenía cáncer y te quedaste muda, pero al mismo tiempo te seguiste preocupando por mí. Me hiciste entrar a yoga para enfermos de cáncer... al principio no me gustaba, pero le fui encontrando la hebra. Era una instancia para sentirme acompañada en momentos durante los cuales no solo tenía que estar encerrada por el Covid, sino también porque me sentía mal.
Después, poco a poco, los intercambios por WhatsApp se fueron distanciando, tu enfermedad avanzaba y solo te pude volver a ver cuando estabas en la casa de tus papás. Cantarte canciones de Silvio junto con la Jose Errázuriz ha sido mi máxima muestra de amistad, porque soy desafinada y no me gusta Silvio… jajaja… El aviso de tu partida me pilló en mi querida playa de Tongoy. Ayer me bañaba en el mar y me imaginaba que mirabas desde arriba con esa linda sonrisa que tienes, y brindamos por ti junto a mi Pancho. Dejas un gran vacío... no solo en tus alumnos y alumnas que te eligieron mejor profesora en la UDD, también en tu familia y
amigos, en la Universidad de Chile, que necesita reconciliarse, mirarse y tú eras capaz de lograr y promover esos encuentros.
Un abrazo amiga y gracias por cuidarme tanto. Y sí, nos vamos a volver a ver,
Anita Alvear
A MI PRIMA PRINCIPAL
Mi querida Pachi, fuiste unas de mis primas principales. Desde lejos en el exilio, donde otros miembros de la familia venían de vacaciones, eras la prima que siempre me nombraban. Finalmente conocerte fue un encanto. Empática y simpática, nos acompañaste en el descubrimiento del cariñoso Chile familiar que echábamos tanto de menos, aquí en Francia. Recuerdo también cuando viniste a París, Alma te tomó mucho cariño y te inscribiste a Duolingo para poder hablarle en francés. Mi querida prima, vas a descansar después de tanta lucha. Abraza por mí a la Meme, a los tíos y primos que están en el cielo, en especial a mi querida Irene.
Un gran abrazo a los que quedan, tus papis, tus hermanas y hermano, desde el frío parisino. Estamos en ustedes en estos momentos,
Violeta Loaiza
UNA GRAN CHICA
Un abrazo grande a la familia de Paz. Trabajé con ella en Educación 2020 y forjamos una amistad. Era una gran chica en todos los sentidos. La extrañaremos.
Patricia Schaulsohn
DESPEDIDA CON APLAUSOS
Mi queridísima Pachi, Es difícil despedirse a la distancia, pero siempre llevaré conmigo en mi corazón a mi primera amiga. Desde que nos conocimos, antes de entrar al colegio, hasta ese primer día de clases en el Santiago College, donde siempre nos reíamos acordándonos que cuando te vi, te dije: “tú vas a ser mi amiga”. Y agradezco tanto que no me rechazaras y que me aceptaras no solo en ese momento, sino en tantos más que vendrían.
Pienso en nuestra amistad como en las olas del mar, a veces diluidas, tranquilas, inmensas, apasionadas. Y, aunque a ratos nos perdimos la pista, siempre nos volvíamos a encontrar y a disfrutar tiempo de calidad juntas. Cada reencuentro fue como si nunca hubiese pasado tiempo.
Fuiste una persona directa y honesta, defensora de lo defendible y lo indefendible, locuaz y visionaria, siempre queriendo aportar al bien de la sociedad. Te moviste en áreas vulnerables y en toda la escala social y cultural, incluso con la elite, siempre siendo tú. Se que se usa mucho el adjetivo de ‘única’ para referirse a gente, pero en verdad fuiste ‘única’ y eso es algo que no olvidamos fácilmente, ni yo ni las personas que se cruzaron en tu camino. También tenías tus ‘quirks’ (y yo los míos) y nuestra relación no estuvo exenta de desencuentros, pero siempre civilizados, gracias a Dios.
Mantengo vívidos en mi memoria a la tía Loreto, al tío Tito y a tus hermanas y hermano. ¡Cuántos
pijamas parties hicimos en tu casa! Esas idas en auto en las mañanas al colegio, corriendo para no llegar tarde. Siempre me sentí bienvenida en tu casa y en tu familia, y gran parte de mi infancia la guardo en esa casa Domínguez Sánchez, llena de canciones, música, risas y cariño.
Te agradezco haberme siempre dicho las cosas tal como las veías y sin pelos en la lengua, me hiciste abrir los ojos en muchas ocasiones, me dijiste cosas de mi familia cuando chica que nadie mas se atrevió a decirme. Gracias, porque me hiciste saber que no imaginaba muchas situaciones que otros pasaron por alto, y también por validar mis sentimientos y ver más allá de lo visible.
Gracias, muchas gracias por pegarte el pique a Belfast desde Harvard para pasar unos días juntas. Son pocos los que lo han hecho en estas casi dos décadas que vivimos lejos de Chile, y tú nos regalaste unos días maravillosos. ¡Cómo olvidar al niño kiwi!
Te llevaré conmigo siempre y por la eternidad, mi primera amiga, mi Pachi querida.
Más que un adiós, es un hasta pronto; el tiempo es relativo y sé que nos volveremos a encontrar. Amiga querida, he asistido y participado en funerales en varios países y nunca había escuchado que en alguno la gente rompiera en aplausos. Oyendo el audio del tuyo, desde tierras lejanas, pero cerca en el corazón, pude sentir que fue precioso y tan honesto, tal como a ti te hubiera gustado, con la letra de Silvio cantada con tanto talento: “y ahora lloro por verla morir”. Mientras
se llevaban el ataúd que contenía la fragilidad de tu cuerpo, pero no lo inmenso de tu espíritu, la gente no pudo controlar los aplausos. ‘Única’ e inolvidable, en esta vida y por la eternidad, mi Pachi querida.
Un abrazo al cielo, Suyai
TE QUEDAS EN TODOS MIS DÍAS
No ha parado de nevar desde que supe. Al principio ninguna palabra quería salir. Todas tristes. Pero ahora, para que todos escuchen, te digo gracias gran amiga. Gracias porque la próxima vez que me tiriten las rodillas para hablar, hablaré por ti. Con tu decisión, convicción y valentía. Gracias porque la próxima vez que crea que estoy equivocada estará tu voz diciendo: ¿y qué importa? A veces hay que equivocarse Vallejos. Gracias porque cuando tenga miedo y me asalten mis clásicas indecisiones, estarás tú, convencida de que en derechos no hay indecisiones. Tú, mi gran amiga, te quedas en todos mis días y en todas mis palabras.Un abrazo,
Ale Vallejos
SIEMPRE
LA ADMIRÉ
“Siempre admiré la gran tenacidad de María Paz y la forma en que sobrellevó sus problemas de salud. Era una persona de mucho empuje y esfuerzo, que contribuyó en sus talleres a la formación de un número importante de profesionales de la educación. La quiero mucho y no estaba preparada para verla irse de nuestro lado”.
Cecilia Sánchez, tía de María Paz
ENSEÑANZAS SOBRE EL AMOR
Agradezco lo que sin saber me enseñaste sobre el amor, la sanación y la reconciliación estos últimos años de tu vida, en compañía de tu familia. Otro tesoro que se suma a nuestros trece años de amistad aun en la distancia, en la que disfruté de tu generosidad, curiosidad y humor, así como de tu presencia cada vez que la vida te trajo a Bogotá o a matrimonios por Centroamérica y el Caribe.
Mónica
CON EL PECHO APRETADO
María Paz, se me aprieta el pecho al pensar en tu partida. Sé que hoy descansas. Luchaste como una guerrera toda tu vida con una convicción y una inteligencia poderosas, ejemplares y digna de imitar. Gracias por haber venido a este mundo a mostrarnos que siendo todos diferentes, debemos respetarnos, querernos y darnos espacio para mostrarnos tal cual somos.
Me quedo con tu sencillez y humildad; tus ganas de vivir y luchar por tus objetivos. Si bien nunca estuvimos cerca, tengo un especial recuerdo tuyo. Disfruta el cielo, aprovecha cada encuentro que tengas con quienes te antecedieron y sigue gozando de la vida eterna, siempre matemática. A la distancia abrazo fuerte a tu familia que tendrán que aprender a vivir contigo al otro lado del camino. Gracias por lo que me enseñaste a través de tu silencio.
Un beso al cielo,
Ximena Rodríguez, Monjas Inglesas 1993
Agradezco habernos encontrado
QUERIDA MARÍA PAZ,
Agradezco habernos encontrado en el camino, en la celebración, la alegría, la tristeza, el aprendizaje y el amor.
Te quiero,
Mónica
Rodríguez
ME QUEDO CON TU PRESENCIA
Estoy fuera del país y lamento infinitamente no poder estar y acompañar a la familia y amigos a despedir a Pachi. La conocí en el 2013 en Marca Tu Voto. Trabajamos juntas en ese hermoso desafío, cada día con una intensidad total. Pachi se ocupaba de todos los detalles, tenía opinión respecto de todos los problemas y desafíos.
Su fuerza era contagiosa. Luego coincidimos en varios otros proyectos e instituciones. Ella enfrentaba todo con convicción y entusiasmo. He conocido pocas personas con esa pasión por trabajar, por aportar. Su energía lograba mover a toda la gente a su alrededor. Me quedo con el recuerdo de su sonrisa, de su claridad intelectual, la fortaleza de sus convicciones éticas. Me quedó con su presencia.
Adiós Pachi querida, un abrazo al infinito,
Marcela Ríos Tobar
TU IMPACTO INTERNACIONAL
“Te amo María Paz, nunca voy a olvidar tu espíritu, tu sonrisa y tu impacto en la educación internacional. Te recuerdo con mucho cariño en nuestros días en el Grupo de Especialistas en Medio Ambiente, Calidad, Seguridad e Higiene. Eres una luz brillante en el mundo. Te envío todo mi amor”.
Julia Gitis
SEGUIRÁS A NUESTRO LADO
Querida María Paz, fue una bendición haberte conocido y un verdadero honor llamarte mi amiga. Guardo con mucho cariño todos los recuerdos del tiempo que pasamos juntas en Harvard y en Peabody Terrace, en Chile y en Colombia. Estoy segura de que nos seguirás acompañando espiritualmente. ¡Te quiero mucho amiga!
A Gracious Giving Person
I am so sorry to hear that María has passed. I knew her as a gracious giving person when she was at Harvard and mourn the loss of her multiple acts of kindness and compassion. She was always positive and encouraging as a Teaching Fellow and as a friend. I will deeply miss her presence in this world.
Katherine K. Merseth Basking in the Sunshine
My dear friend María:
You will live in my heart forever. You have the most beautiful smile and the most generous soul. Each time I saw you and spoke to you was like basking in the sunshine Your kindness, sweetness, happy and positive energy set you apart from everyone else. I will miss you so much. Farewell my friend. Have a great day,
Pooneh Roney
Diana Leyva
NO LA CONOCÍ, PERO IGUAL LA QUIERO
No conocí a María Paz, sin embargo, a través de las palabras de sus hermanas y hermano, de sus padres y de sus numerosas amigas y amigos, he terminado sintiendo un gran cariño por esta mujer que, desde el lugar donde está, en este misterioso universo, seguro que la rodean ángeles y espíritus con los cuales sonríe feliz de ser tan amada…
María José, la única de la familia que conozco y con la cual tuve una gran conexión desde que trabajamos en un proyecto juntas, me invitó a colaborar en la edición del material que compone este libro y durante ese trabajo confieso que disfruté, lloré, admiré y me encanté con la Pachi y con todos los que la conocieron; descubrí que fue una exploradora vanguardista, una educadora genial y que a su alrededor se tejió una red de amor sin límites.
Los testimonios de un profundo cariño, de una gran admiración y de una sentida nostalgia por su ausencia, se plasman en los mensajes que aparecen en los dos apéndices de esta publicación.
Siento no haberte conocido personalmente Pachi, sé que has sido una gran mujer y me habría gustado ser tu amiga y aprender de tu sabiduría y experiencia.
Carmen Imperatore
Misa Martes 16 de enero 2024 9:00 am. Padre Samuel Arancibia. Parroquia San Patricio, Las Condes
Al mirar mi vida en retrospección, puedo afirmar que ha sido rica en experiencias tanto positivas como negativas. Me siento orgullosa de mis logros como persona, profesional y académica de Harvard. A través de este libro quiero compartir mis descubrimientos y los resultados obtenidos gracias a la colaboración de personas con las que he tenido el privilegio de trabajar y entablar amistades.
El propósito de este libro es empoderar a las mujeres, que a lo largo de la historia hemos sido sometidas a roles restrictivos que limitan nuestro potencial. Mi investigación ha abordado temas como el dolor, el patriarcado, el feminismo, el liderazgo femenino y las estrategias para avanzar en un camino que nos permita alcanzar una vida plena como mujeres.
Así surgió el título y contenido de “OTROVENUS”, donde busco difundir y analizar temas que considero fundamentales para romper con antiguos paradigmas impuestos. Como venusianas, propongo una nueva perspectiva sobre este planeta y su población, con el objetivo de fomentar una convivencia más cálida y justa para las mujeres. Este será mi legado.