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Análisis Huellas

ANÁLISISHUELLAS Fotos. Fuente Externa

Reestructurar el Estado El gran reto del gobierno del cambio en tiempos de crisis económica global

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Santo Domingo.

La gran tarea que se ha propuesto el nuevo gobierno encabezado por Luis Abinader y su Partido Revolucionario Moderno, de hacer una reestructuración profunda del Estado, para hacerlo más eficiente, menos costoso y burócrata, es, sin duda alguna, una gran misión que requerirá de amplios consensos para llevarlo a la realidad y, sobre todo, por la profunda crisis económica que vive el mundo fruto de la pandemia del coronavirus.

El pasado mes de julio, apenas 10 días después de haber ganado las elecciones, el presidente electo anunció, a través de su cuenta de Twitter, que serían eliminadas la Oficina Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, mejor conocida como OISOE y, posteriormente, anunció que también el Consejo Estatal del Azúcar sería refundido con la Dirección General de Bienes Nacionales, así como también se eliminaría el Despacho de la Primera Dama. A todo esto se agrega el proyecto de ley introducido por la exdiputada y hoy senadora Faride Raful, con el cual pretende la eliminación o reestructuración de más de 50 oficinas gubernamentales, ya que a su juicio le salen muy costosas al Estado y no tienen razón de ser, ya que no rinden ningún beneficio al Estado y que, por el contrario, son una manera de dispendio de recursos, que en nada favorecen la eficiencia del Estado.

Otro de los que se ha pronunciado al respecto es el ministro Administrativo de la Presidencia José Ignacio Paliza, quien reveló que varias instituciones del Estado serían reestructuradas o eliminadas por el nuevo gobierno para garantizar que ofrezcan un servicio eficiente. Manifestó que el propósito es asegurar la eficacia de las funciones del Estado y “tener un gobierno más eficiente, ágil y menos burocrático”.

Entre los sectores que podrían ser impactados se destacan el sector eléctrico que se prevé, la eliminación de la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales CDEEE, y la refundición de las EDES en una sola, por lo que ya no existirían Edenorte, Edesur y Edeeste.

En el sector agropecuario, las siguientes instituciones dejarían de existir, tales como: el Consejo Nacional para el Fomento y Reglamentación de la Industria Lechera (Conaleche); el Instituto Azucarero Dominicano (Inazucar); el Consejo Dominicano del Café (Codocafe), el Instituto del Tabaco (Intabaco), el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA) y el Instituto Nacional de la Uva, el Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura (CODOPESCA), el Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (CONIAF), la Comisión Sectorial para la Reforma y Modernización del Sector Agropecuario, el Consejo Nacional de Producción

Pecuaria (CONAPROPE), el Instituto Nacional de Estabilización de Precios (INESPRE) y el Consejo Nacional de Agricultura.

Otra área sería la Asistencia Social, la cual prevé que todos los programas sociales del gobierno sean refundidos en uno solo, por lo que dejarían de existir el Instituto para el Desarrollo del Sur (INDESUR), el Instituto para el Desarrollo del Noroeste (INDENORTE) y el Instituto para el Desarrollo del Nordeste (INDENORDE).

También se eliminaría el Fondo de Promoción a las Iniciativas Comunitarias (PROCOMUNIDAD), la Dirección General de Programas Especiales de la Presidencia (DIGEPEP), el Consejo Nacional de Promoción y Apoyo a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (PROMIPYME), Comedores Económicos del Estado, el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN), el Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales, la Dirección General de Desarrollo de la Comunidad (DGDC), Progresando con Solidaridad, la Comisión Presidencial de Desarrollo Barrial, la Comisión Presidencial de Desarrollo Provincial y Comunidad Digna Contra la Pobreza.

De entrada, suena bonito que, como Estado, pudiésemos eliminar todas esas instituciones y poderlas unificar para reducir costos y hacerlas más eficiente. Ahora bien, muchas de esas instituciones son creadas por ley, por lo que se necesitaría de otra ley para poderlas reestructurar o eliminar; otras fueron creadas con decretos, por lo que hay no habría mayores dificultades, en principio, para hacerlos realidad.

En gran escollo que enfrentaría esa

pretendida reforma es la cantidad enorme de personas que quedarían desempleadas si llegase a efectuarse dichas reformas. Para que podamos tener una idea de lo que esto representa, tomando solo las nóminas de CDEEE, Edenorte, Edesur, Edeste, la OISOE y el CEA, estamos hablando de 13,500 personas que entrarían en pánico una vez se inicie el proceso de reestructuración, aunque reconocemos que no todos serán despedidos, pero quizás un 25 o 30% puede quedarse fuera del sus empleos.

Y sería un costo político muy alto que el gobierno debería pagar cuando todas esas personas pierdan sus empleos, y más que el presidente Luis Abinader prometió crear más de medio millón de empleos, por lo que su gobierno en vez de crear puestos de trabajo los estaría eliminando.

Ahora bien, de una cosa estamos Otro de los que se ha pronunciado al respecto es el ministro Administrativo de la Presidencia José Ignacio Paliza, quien reveló que varias instituciones del Estado serían reestructuradas o eliminadas por el nuevo gobierno para garantizar que ofrezcan un servicio eficiente.

más que seguros: a juzgar por los nombramientos de los funcionarios designados, este gobierno aparenta ser un gobierno de técnico más que de políticos, por lo que no lo pensarían dos veces a la hora de tomar acciones que vayan acorde a su manera de ver el Estado; muchos de ellos vienen del sector empresarial, por lo que lo técnico primará sobre lo político, cosa que, en principio, puede ser bueno, pero que con la crisis que está viviendo el mundo y los altos niveles de pobreza

que exhibe este país, creo que mandar para su casa de un plumazo a miles de personas, es algo que debería ser pensado. Aclaro, tampoco estamos de acuerdo que el Estado sea el botín de ningún sector político y que se cargue al Estado a miles de personas solo por el hecho de pertenecer a un comité de base de un partido, como tampoco es bueno que gente que tiene su vida resuelta desde que nacieron, porque nacieron en cuna de oro, quieran ir al Estado a quitarle a las personas lo único que tienen para sobrevivir y mantener sus familias que es un simple empleíto y quizás de paso mal remunerado, pero que ayuda de manera considerable a paliar las necesidades de muchos hombres y mujeres que dependen del Estado.

Ojalá el presidente Lui Abinader tenga la suficiente inteligencia emocional para darle a cada quien lo que se merece. Es verdad que necesitamos reorganizar el Estado y es verdad que hay mucha gente solo cobrando en el gobierno sin rendir ninguna labor ni al Estado ni a la sociedad, pero también no es menos cierto que mucha gente solo cuenta con el Estado para poder avanzar a sus deseos de progreso y bienestar. Y como dominicanos, a eso ellos también tienen derecho.

Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, OISOE.

Despacho de la Primera Dama.

Consejo Estatal del Azúcar, CEA.

Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales, CDEEE.

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