¡SÁCALE PROVECHO!
Del puerro, hasta el tallo
ALF MOTA Ecochef y profesor de cocina saludable | @alfmota
Dulces y jugosos, los puerros son uno de esos alimentos capaces de transformar un plato gracias a ese sabor exquisito y discreto que aportan… Te explicamos cómo cocinar y aprovechar tanto su parte blanca como sus tallos verdes. Fermentados con vinagre de umeboshi
Un puerro fresco debe tener el tallo blanco, resistente y recto, y las hojas del tronco, de color verde oscuro. Una vez en casa, ponlos en la nevera y consúmelos en una semana como máximo, sin retirar las hojas verdes para que se conserven más tiempo.
Ligeramente picantes, los tallos también se pueden fermentar enteros en una mezcla de vinagre de umeboshi, agua filtrada y especias. Otra opción es trocearlos muy finos y mezclarlos y amasarlos con sal, ajo picado, jengibre fresco y pimienta de cayena, como si fuera un kimchi.
Guisos, sofritos, estofados, asados…
Vichyssoise y porrusalda
Al igual que la cebolla, los puerros son un básico para preparar salteados, sofritos y todo tipo de guisos. Son ideales para añadir a los estofados de legumbres y también pueden asarse enteros al horno o a la brasa; una vez hechos, pártelos por la mitad y sírvelos con salsa romesco y unas almendras tostadas y troceadas por encima.
La vichyssoise puede tomarse fría o caliente, y si quieres aligerarla, sustituye las patatas por nabos, y la nata y la leche, por mantequilla de almendras y bebida vegetal. La porrusalda es otro plato tradicional que no deja de ser un guiso con puerro, patata y bacalao, con o sin huevo, y para disfrutar de una versión vegetariana solo tienes que sustituir el pescado por zanahorias o calabaza.
Tallos verdes en tempura Los tallos requieren un poco más de cocción que la parte blanca y son ricos en clorofila y muy sabrosos. Pícalos muy finos para espolvorear sobre una sopa o guiso, como si fuera perejil o cebollino; aprovéchalos para el caldo o córtalos en juliana para preparar una tempura con rebozado de harina de garbanzo.
Cilindros con tartar de algas Corta los tallos en cilindros de unos 6 cm y cuécelos al vapor para que queden al dente, cúbrelos con tartar de algas u olivada y decora con un filete de boquerón en aceite de oliva; o bien envuélvelos con una tira de salmón ahumado o de zanahoria marinada en jugo de limón y sirve con semillas de sésamo y germinados.
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