Cuentos que trajo el viento

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Cuentos que trajo el viento MARÍA BARRIONUEVO ALMANSA

actual

Ilustraciones de Leonor Pérez



CUENTOS QUE TRAJO EL VIENTO

MARÍA BARRIONUEVO ALMANSA

Ilustraciones de Leonor Pérez

Colección


Colección: La buena letra Dirección editorial: Gloria Páez Editor: Héctor Hidalgo Ilustraciones: Leonor Pérez Portada de colección y diseño: diseño i punto

es una marca registrada de MN Editorial Ltda.

© María Barrionuevo Almansa © 2012, MN Editorial Ltda. Avda. Eliodoro Yáñez 2416, Providencia, Santiago, Chile Teléfono: 2335101 e-mail: promoción@mneditorial.cl web: www.mneditorial.cl Se terminó de imprimir esta primera edición de 2.000 ejemplares en el mes de mayo de 2012. Nº de inscripción: 217.236 ISBN: 978-956-294-324-6 La presentación y disposición de la obra son propiedad del editor. Reservados todos los derechos para todos los países. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea este electrónico, fotocopia o cualquier otro, sin la previa autorización escrita por parte de los titulares de los derechos. Impreso en Chile por Quad Graphics Chile S.A.


A mi madre, mi estrella Polaris.



De la autora. Queridos niños y niñas: Los cuentos reunidos aquí llegaron a mí a través del aire, en distintas ráfagas, y diferentes momentos. Algunos llegaron en un fuerte soplo de viento, otros ligeros y suaves, impulsados por la brisa, a veces marina, otras surgida de los valles, y también de callejuelas de ciudad. Es por eso que estos cuentos, como el viento, son dispares, no les une ningún hilo argumental y cada uno va a su aire. Ni siquiera van unidos por la edad a la que se dirigen. Y es que me resulta muy difícil clasificar a los niños por edad. Creo que dentro de cada niño y niña hay un ser muy sabio, y que dentro de cada persona mayor, sigue existiendo el niño o la niña que fue. Mi deseo es que os gusten mucho estas historias y que os lleguen como me llegaron a mí, con el aire. Que a través de las voces de vues-

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tros seres queridos podáis escucharlas, o a través de la vuestra propia, porque ya habéis dado ese gran paso que os hace más libres y fuertes como personas: el de saber leer. Y por encima de todo, deseo que estos cuentos os hagan sentir y volar, os lleven lejos con la imaginación y los disfrutéis tanto como yo mientras los escribía. Con todo mi cariño a los lectores y lectoras de estos cuentos que trajo el viento.

María Barrionuevo Almansa

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Mi Minot auro y yo

La gruta está muy oscura, me asusta un poco,

aunque sigo avanzando, porque sé que al final del Laberinto, mi Minotauro espera. Lo encuentro solo y aburrido, y le propongo salir a pasear. Se coloca un poncho con capucha, se cree que así la gente no lo va a ver. Yo no le digo nada, si él se siente más tranquilo así, que se lo crea. Mi Minotauro tiene miedo de la gente, teme no gustarle a nadie, y que no le quieran. Le da miedo casi todo el mundo, por eso lleva el poncho con capucha. Yo le tranquilizo, le prometo que no me separaré de él, y es verdad. También le

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digo que hay personas muy buenas y que pueden hacerse amigas. Además, afuera hace sol y él nunca ha visto la luz del día. Me mira poco convencido, entonces le cojo de la pezuña y él me aprieta la mano. Salimos del Laberinto por un agujero que hay en lo alto de la caverna, y aparecemos… ¡En la Plaza Mayor de Madrid! Mi Minotauro está contento, con su poncho puesto. Nos sentamos en una de las terrazas que da a la plaza. Él bebe un refresco en un vaso con una pajita de líneas rojas. La plaza está alborotada, repleta de niños, hay puestecillos de sellos y monedas, estatuas vivientes y malabares. Le digo a mi Minotauro que el sol calienta, que no hace falta el poncho. Me hace caso y se lo quita. ¡Ahora está mucho más guapo! Mi Minotauro descubre palomas sobre el caballo de bronce que hay en mitad de la plaza, se acerca muy curioso, las palomas levantan el vuelo. Él las sigue. Se sube a la cornisa del edificio, luego se olvida de las palomas y hace equilibrio sobre el tejado de pizarra. Lo atra-

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viesa de punta a punta, se ríe muy contento. Recortado bajo el cielo, me recuerda a un gigante, muy grande y muy bueno. Mi Minotauro, desde arriba, parece que lo ve todo más claro, y vuelve a bajar. Ahora juega al balón con los niños de la plaza. Siempre mete gol, y también los para, cuando hace de portero. Se me acerca sudoroso, a beber de su refresco. Le propongo que subamos una montaña, ¡son tan bonitas las montañas nevadas en los días de sol! Me coge de la mano y aparecemos sobre una, es alta y gigantesca. No hemos dado ni tres pasos, cuando me dice que quiere volver donde está la gente, que allí se lo pasa mejor. Entonces llegamos a una playa. Mi Minotauro lleva un traje de baño a rayas azules y blancas. ¡Está tan gracioso! Se estira y toma aire antes de lanzarse al agua. ¡Qué elegante se ve! Lo observo nadar y saltar entre las olas. Como es la primera vez que hace todo aquello, su alegría se siente de lejos. La gente se vuelve y se gira para mirarlo, todos sonríen. Yo sé que se ríen porque él está contento, que es su alegría lo que les hace reír.

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A mi Minotauro y a mí nos gustan las palmeras, por eso admiramos la puesta de sol recostados sobre el tronco de una palmera. Las hojas se mecen con la brisa, y crepitan como el mimbre. Le pregunto si lo ha pasado bien, me sonríe y mueve la cabeza de arriba a abajo muchas veces seguidas. Me arrimo a él, hasta quedar con mi brazo tocando el suyo. Huele bien mi Minotauro, está suave y es muy tierno. Lo sé porque tiembla un poco cuando se empieza a ocultar el sol. Le pregunto si quiere volver al Laberinto. Me dice que no, que prefiere quedarse fuera y vivir conmigo. Entonces soy yo la que se pone la mar de contenta, le doy un abrazo muy fuerte, y le estampo un beso en la mejilla. Él se sonroja un poco y sonríe. Por la nariz suelta un aire calentito y satisfecho. Ahora no hay gente, solo la arena, el mar, un sol naranja inmenso y la palmera. Pero mi Minotauro y yo somos muy felices, porque estamos juntos y él ya no tiene que volver al Laberinto, porque ya no le asusta vivir fuera.

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ÍNDICE 1. La Bruja y el Pirata.......................................9 2. Señor Corbatín...........................................21 3. La Torre.....................................................29 4. Lobo Solitario y los Caracoles Voladores.....39 5. El ratón Fernando.......................................47 6. Trocito de Espejo........................................51 7. Naila, la ballena de las aletas de plata..........57 8. Picky, la paloma más rápida del mundo......63 9. El Manzano................................................79 10. Flimo, el aventurero..................................91 11. El Giraluna.............................................103 12. Mi Minotauro y yo.................................111


8 Cuentos que trajo el viento MARÍA BARRIONUEVO ALMANSA Cuentos que trajo el viento es una entretenida colección de doce buenas historias para los niños. Los cuentos están envueltos en el humor, la fantasía, la ternura y la sorpresa disparatada. Excelentes ingredientes para atrapar la atención de los niños lectores. Personajes inolvidables como un tal señor Corbatín acosado por sus corbatas liberadas; Picky, una paloma de un vuelo tan veloz; un pirata y una bruja tan desfachatados como divertidos; un pequeño besugo viviendo peligrosas aventuras; las penurias de un Trocito de Espejo o el inolvidable Minotauro, que aprende a vivir lejos de los oscuros pasajes de su laberinto, entre tantos otros personajes que impregnan de colorido, vitalidad y fantasía a este libro infantil.

E D I T O R I A L


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