MI AMIGO EL CORCHO VERDE
El corcho verde de jardinería es una materia prima muy moldeable, con poco peso y baratísima, con la que se pueden construir fácilmente montañas, muros, bocas de túnel, puentes, carreteras, contenedores, etc. Este material se corta con un simple cuchillo y se moldea simplemente frotando trozos unos con otros, de forma que podemos conseguir superficies curvas en pocos segundos. La pintura acrílica se fija muy bien en él y además le da algo más de rigidez. Se puede adquirir en bazares por solo 5€ el metro (en parelelepípedos de 25 x 7 x 100 cm. aproximadamente). Solo tiene dos defectos, da grima o dentera a algunas personas y no es tan rígido como el corcho blanco, de forma que no es apto para hacer rampas, que sí pueden hacerse con corcho blanco. A diferencia del poliestireno o corcho blanco, el verde no forma esas bolitas tan molestas cuando lo cortas y es más fácil de moldear para hacer superficies redondas. La textura del corcho verde, una vez pintado, es muy similar a la del granito y el asfalto, haciendo muy real la reproducción de construcciones que emplean estos materiales. Para lograr un buen acabado emplearemos algunos trucos con la pintura y añadiremos algún elemento decorativo extra.
Foto 1: Muro de contención en corcho verde pintado en marrón, que se retira para acceder al interior de la montaña.