Dibujar un Taller1 - Capítulo 1 Calcar, Estructurar Garabatear Para desarrollar un trabajo de investigación o creación constante, que pueda alimentarse de la práctica y la reflexión propia, fuera de un ambiente académico, jerárquico o controlado (de una universidad o colegio) donde los puntos de llegada están prescritos y avanzar por mí cuenta. Es importante, definir aunque sea someramente una metodología de trabajo: identificar maneras de hacer que se relacionen entre ellas y permitan construir, decantar y reflexionar constantemente. En otras palabras, hacerse a un sistema que permita enfrentar un objeto de estudio, analizarlo, rearmarlo y producir a partir de él, generando nuevas rutas tras este. Siendo necesario incluso, que dicho sistema contemple su avance y propia reflexión. Uno de los principales trabajos de esta maestría, debería ser generar una metodología que me permita trabajar después de salir del proceso académico, guiar un propio taller de trabajo o creación; relacionarme con otros en dicho taller y tener una ruta propia para pensar las relaciones que se puedan establecer en él. Construir esa ruta no es una tarea sencilla, pues no puede depender solo de una afiliación institucional precisa, sino que debe relacionarse a las instituciones manteniéndose como línea de trabajo propia, dentro o a pesar de ellas. Una ruta así, más que una serie de pasos, normas o intereses definidos, es la definición de un marco para emprender procesos; y la forma en que dichos procesos podrían además ser pensados, generando una comunicación más consciente entre ellos. Considerándome específicamente dibujante, he empezado a definir esta metodología o ruta relacionada al acto de dibujar, pero que puede pensarse también como una serie de procesos temporales,
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Texto para aplicar al título de Magister en educación artística de la Universidad Nacional de Colombia
dentro de un quehacer cotidiano. Incluso, que podrían ser distintos estados de relación con los objetos de trabajo o maneras de percibir: una más introspectiva, otra en un mayor dialogo con agentes externos y otra que pretende llegar en cierto modo a la objetividad. Estas son Calcar, Estructurar y Garabatear. Este capítulo pretende describirlas en cuanto a herramientas para abordar un problema o como formas de trabajo desde el dibujo; pero también, hablar de su posible pertenencia a cualquier proceso de trabajo cotidiano, destacando elementos en cada una y estableciendo relaciones entre ellas. Quisiera aclarar, que las veo como un proceso simultáneo y superpuesto más de lo que aquí pretendo separarlas, creándoles ahora, un valor puntual o resaltando algunas de sus características específicas. Es una división que he inventado para estudiar el mundo y trabajar con él: Calcar, Estructurar y Garabatear pueden siempre estar allí, en el dibujo de un árbol o una casa; para un niño de 5 años o para un ingeniero civil, solo que en diferentes medidas y tiempos. Igualmente, en cada caso lo que le pasa a quien dibuja o lleva a cabo estos procesos es distinto, sus sensaciones, la manera como percibe lo que hace, la intencionalidad que está en ello y la conciencia que tiene al estarlo haciendo. Cambian los procesos, resultados y el impacto de estos. El objetivo de esta división, de un acto constante en tres partes que se pueden analizar separadamente, es sublimar la intencionalidad y la conciencia de realizarlas para que aparezcan nuevos elementos. Es también, la posibilidad de procesos de aprendizaje y formación propios. De experimentar con la realidad y su entendimiento, lo cual está muy en el centro de mis intereses como docente, artista y en suma, como sujeto. En fin, ejercitarlos de manera separada y pensarlos como procesos, permite arrojar nuevas formas sobre lo que se ve: un objeto, un proyecto o idea, cualquiera que esta sea. Confió en este método de disección y re-comprensión como proceso creativo.
Las tres triadas: Siguiendo el texto de Jhon Berger Sobre el Dibujo, me encuentro ante la pregunta ¿Dónde estamos cuando dibujamos? Berger despliega una conversación epistolar con su hijo Ives, desarrollando esta pregunta. Se preguntan entonces por el espacio mental de quien dibuja. Por la relación entre el modelo que es dibujado y quien lo dibuja. Por su distancia física, pero también temporal. Escriben ambos, sobre el soporte como tercer espacio que no es ni el modelo ni el dibujante. El soporte, como espacio de resolución en la relación de esos otros dos, pero que a la vez es 3er espacio, con sus propias características de ser herramienta y en ello dibujante, a la vez que objeto fuera y en esa medida tan parte del modelo, como de una tercera cosa. Finalmente, llegan a nombrar tradiciones que entienden de manera distinta esta triada, que va pareciendo enunciada en su conversación: Dibujante, modelo y soporte. Como artista, que trata de pensar el dibujo en su constante expansión hacia otros procesos, permanezco situado en la triada, tratando de darle otros nombres, de volverla más esencialista ¿cómo podría traducirla a cualquier forma de dibujo? ¿Cómo sería ese “modelo” si el dibujo del que hablamos es un mapa conceptual? Donde estaría esa hoja de soporte o herramienta, si el dibujo fuera hecho con dobleces de papel, si fuera el ordenamiento de un espacio físico o mental, el organigrama de una empresa o un listado de compras. Entonces, siento que cualquier dibujo posee tres elementos o necesita de la aparición de otra triada para existir: Sujeto, Soporte y Mundo. Y que sin embargo, estas se incluyen entre sí: todo está contenido en el sujeto, tanto como este está contenido en el mundo. Mundo que le es soporte y modelo. Los tres pueden ser a la vez soporte, y tanto dibuja el sujeto su mundo sobre el soporte, como podríamos decir que el mundo dibuja sobre el sujeto.
Como decĂa antes, el objeto de hacer una divisiĂłn no es otro que el de sublimar, generar otras posibilidades de comprensiĂłn y jugar a ver de otra manera nuestro continuo. Nuevamente, estar dibujando. Calcar, Estructurar y Garabatear son modos de desarrollar el sujeto, el soporte y el mundo, de trabajar con ellos de cierto modo; modos que permiten pensar de formas variadas con las mismas experiencias, los conceptos y en general, lo cotidiano.
¿Qué seria calcar? -
Disminuir el sujeto y el mundo para centrase en el soporte y su materialidad
Calcar es el proceso de trazar el mundo, estando superpuesto a él, completamente encima, sin distancia, siguiendo una ruta de entrega total, en escala uno a uno. Cuando se calca, parece que desaparece o se reduce el sujeto pues el mundo debería aparecer tal cual es, sobre el soporte. Solo estamos siguiendo la huella, repitiendo. En este sentido seria dirigirse hacia la anulación de la intencionalidad y entregarse a copiar. Calcar es seguir la línea, olvidarse del espacio y las relaciones para repetir con exactitud un punto; es reconocer, perseguir y repisar. Pareciera que en ello se destaca el soporte y el tiempo. Que se reduce en cambio el mundo, pues nos concentramos solo en una guía, en una repetición: de modelos, de formas, de caminos. Habitando el copiar y el repetir las líneas, maneras y tonos sin distanciarnos a verlas. -
El placer de la repetición y la transformación del tempo en ella – habitar el tiempo de otro modo –perdiendo la conciencia
Copiar y repetir, pero sobre todo Calcar, parecieran ser prácticas condenadas por algunas definiciones del arte, donde el creador desaparece. Sin embargo, todo lo contrario que desaparecer he visto prácticas donde el calcar y repetir, obligan a la aparición y entendimiento del sujeto. Yo mismo, cuando calco siento que puedo entrar en un estado distinto, conducido por el tiempo, la labor o la aparente automatización. Seguir una línea o ruta durante mucho tiempo, tiene diferentes efectos de perdida y conciencia. Trastoca la habitación de nuestro lugar presente y permite incluso a veces desdoblarnos del tiempo y el espacio presente.
Calcar es olvidar la totalidad y centrarse en el detalle y en repetirlo igual. A la vez, un calco riguroso implica ver muy detalladamente, estudiar. Tanto calcar, copiar o repetir exigen mucho de la mirada, mínimamente su constancia y entrega. -
El calcar y el copiar como posibilidad de ver de otro modo, uno inmersivo. Como practica que enseña algo en la renuncia de la mente, pero que decanta la mirada, la enriquece al permitirse su entrega
Después de calcar por un tiempo, es como si esta mirada entregada adquiriera una independencia, marcara una corporalidad y aparece la disociación, la posibilidad de perderse. Personalmente, siento alejarme completamente de la imagen y entrar en un espacio tranquilo, en un tiempo distendido dentro de la imagen o lo que se copia. Una automatización, que permite pensar y salirse hacia otro lugar; o todo lo contrario, permite entrar completamente en seguir el trazo, estar completamente en la línea o en la ruta. Perderse en ella y silenciarse. -
La posibilidad de ver la distancia entre lo que se trata de repetir y lo que se hace
Calcar, es ver también y todo el tiempo la imposibilidad de copiar exactamente y de volver sobre la memoria de la justa misma manera. Hay siempre una diferencia entre el original y su calco. En el error y la imposibilidad de traer exactamente de vuelta algo, aparecemos nosotros, nuestra mano y la distancia de nuestro intento, del mundo o el modelo. Calcar y tratar de recordar o sistematizar la experiencia, o lo que se ha hecho, son en este sentido parecidos, nos muestra algo del pasado, de lo que fuimos o fue, a la vez que nos muestra algo de lo que somos y de como vemos ahora. Son en ambos casos los filtros del presente, con los que tratamos de traer el pasado.
¿Qué seria estructurar? Estructurar es el proceso de definir una medida, simplificar y construir a partir de esas simplificaciones. Seria llevar a formas más simples la realidad compleja. Tratar de encontrar las figuras básicas que constituyen la continuidad, sintetizar o encontrar las relaciones generales y tejer con ellas. Estructurar, es por ejemplo armar el espacio: empezando por su entendimiento, pasando por su abstracción y llevando dicha abstracción a un proceso constructivo. Podría decirse también, que es seccionar la continuidad de una forma compleja, para entenderla y luego describirla desde su simplificación. Trabajando con la triada, pareciera ser la relación más directa entre el sujeto y el mundo. Ya que el soporte, puede reducirse hasta su expresión más transparente y volverse prácticamente invisible; no solo porque no importen sus características físicas o materiales en esa estructuración, sino porque la estructura puede estar, en apariencia, directamente sobre el mundo o sobre el sujeto. De un lado, puede pensarse que el mundo, podría ser depurado y dibujado sobre su propia fisicidad, sin que pueda considerarse que exista un soporte adicional. Y por otro, en el sentido en que la mente del sujeto es el primer soporte de estructuración posible, uno tan cambiante como siempre presente por la incapacidad del sujeto de renunciar a él. En este sentido, aunque el soporte reduzca su importancia material y busque hacerse transparente, siempre aparece hasta en las ideas más abstractas o etéreas en que podemos pensar un dibujo; una forma puramente mental. Como consecuencia adicional, estructurar evidencia siempre la estructura de pensamiento que subyace al abstraer. Así, una estructura hecha por nosotros, nos permite ver cómo pensamos, cómo procedemos al escoger o determinar formas elementales, cómo son las relaciones que normalmente establecemos y de qué clase de recorte de mundo están hablando dichas relaciones.
La idea de ver la forma en la que estructuramos algo, está presente desde el proceso de representación de una casa, un animal o un paisaje; hasta en la forma en que decidimos como construir un esquema o un texto. Este texto, por ejemplo, se estructuro varias veces, dejando ver en cada una la manera de pensar que se dividía, entre una metodología y su aplicación. Dicha estructura, fue repetidamente modificada tratando de evidenciar mayormente los procesos de calco, garabateo y estructuración que ella misma plantea. Finalmente, es una estructura en la que de la revisión, copia e intentos por traer de vuelta, se trata de decantar algo, enunciarlo y conceptualizar al respecto lanzando algunas ideas y gestos de riesgo. Estructurar es abstraer, que difiere de copiar o calcar, ya que es sacar algo. También es sintetizar el mundo, y en esta vía es ordenarlo, darle sentido. Es buscar lo relacional del mundo, es situar algo en relación a otras cosas, es ubicar. Finalmente, estructurar también es convertir en signos y armar. Es todo el proceso de entendimiento y enunciación, en suma es el resumen.
¿Qué seria garabatear? Garabatear es el trazo sin referentes aparentes. Pareciera ser la relación más fuerte entre el sujeto y el soporte. Un dibujo donde no hay modelo, donde puede haber una concentración total en el espacio y las características del soporte que como manera de traducción del sujeto es su propia herramienta. En el garabateo aparece el gesto, la atención en la presión y la concentración en la superficie, que ya no es una ventana transparente, sino un territorio con unas condiciones físicas, una textura y un color determinantes para el dibujo, para la aparición de una forma sobre ella. De otro lado, la pretendida neutralidad o intento de limpieza (homogeneidad) de algunos soportes, hacen que el sujeto aparezca enfrentado a si mismo. Este es el fenómeno de la hoja en blanco. Pues, donde se supone no hay mundo que transcribir, el trazo y la voluntad sobre una superficie vacía aparecen desde ceros evidenciando con ellas el carácter del material. El soporte adquiere una fuerza que ya no puede ser transparente o abstracta, no sirve ya a una representación; es el mismo referente y traducción del cuerpo que la realiza. Podría pensarse que el garabateo es el tipo de dibujo más primario y esencial. Sin embargo y como en los otros dos casos Calcar y Estructurar ninguno de los elementos de la triada que se plantea (sujeto, soporte y mundo) desaparecen en realidad. En este caso el mundo, esta también siempre presente. Al enfrentarse a la hoja vacía y centrándose solo en ella el mundo no desaparece, pues este atraviesa a quien dibuja en el sentido que el sujeto está constituido por su contexto y se alimenta de él. No solo de sus formas o figuras visuales, el garabateo está lleno de ritmos, tiempos y velocidades; está lleno de cuerpo aprendido y maneras de ser.
El intento por no mirar hacia afuera, deja ver las conexiones y marcas decantadas que existen con él, como la carga de sensaciones que ese mundo hace al momento de realizar un gesto. Garabatear, puede ser más bien otro tiempo en que se es afectado por ese mundo, más que su desaparición. Generalmente, aparece como gestos que condensan el tiempo y las experiencias en herramientas técnicas que son, tan cortas y ambiguas en abarcar las sensaciones, como potentes en su significación y condición enigmática. Otra característica, común del garabateo en relación a las otras dos formas de dibujo que he descrito, es que tanto en este como en la copia o la estructuración, se da un proceso de expansión y complejizacion. Son procesos de un resultado acumulativo, pues en cada línea lo que aparece va quedando y se va sumando en el tiempo. Incluso en la estructuración como proceso de síntesis lo que aparece sobre el soporte es un acto de suma y construcción que desde lo básico detalla y describe. Lo importante, es como este proceso de acumulación o expansión se da de modo distinto, permitiendo explorar formas de trabajo y pensamiento diferentes. El garabateo por ejemplo, que puede pensarse como un armar, ya que trae el residuo que nos queda del mundo, podría ser también estructuración. Sin embargo, no es visión que abstrae sino que regurgita, que devuelve. Su forma de crecimiento, acumulación o de proceder referente al mundo es distinta, ya que no es decantación, pues no mira hacia este mientras se dibuja sino que lo vuelve a traer de sus huellas. Es ampliación y acumulación que difiere de la delimitación que hay en la estructura y de la entrega total que hay en la copia.