3 minute read
EN CONCIERTO
l Bilbao 06 julio. Bilbao BBK Live l Ponferrada 07 julio. Planeta Sound l Córdoba 15 julio. Festival de la Guitarra l Cartagena 19 julio. La Mar De Musicas l San Sebastián 21 julio. Jazzaldia Festival l Benidorm 28 julio. Low Festival l Marbella 29 julio. Bella Festival l Bueu 03 agosto. Sonrias Baixas l Aranda de Duero 09 agosto. Sonorama Ribera l Pals 15 agosto. White Summer l Gandía 17 agosto. Mediterránea Festival l Almería 18 agosto. Cooltural Fest l Tenerife 19 agosto. Phe Festival l Alcalá de Henares 31 agosto. Gigante l Cáceres 01 septiembre. Natural Sonora l Zaragoza 08 septiembre. Vive Latino l Granada 15 septiembre. Granada Sound Festival l Molina de Segura 16 septiembre. b side festival l Navarra 29 septiembre. Estaciones Sonoras l Ibiza 05 octubre. Sonorama Ibiza l Barcelona 03 noviembre. Razzmatazz
Entrevista completa >>
Muy pocos artistas dan tanto (todo) en cada entrega y siempre rozando la excelencia. Silvia Pérez Cruz, pura luz y faro desde hace más de una década para toda una generación de artistas, regresa con “Toda la vida, un día” (El Pez Cruz/Sony Music, 23). Un viaje sonoro del que saldrás distinto.
texto David Pérez
texto Alex Rademakers
CADA FASE VITAL, todas únicas e imprescindibles, principios y finales unidos por una nueva etapa y renacer. Un ambicioso trabajo que surge de muchos procesos y caminos en paralelo, cruzándose por momentos. “Por un lado, hay una semilla importante, que es el poema de William Carlos Williams, a esa semilla me agarro y sé que me va a guiar en el proyecto en el que empiezo a componer ‘Toda la vida, un día’. Luego hay un momento en el que pienso que serán varios discos, porque me siento muy creativa… Pero, de repente, me llega una idea y lo ordena todo. Ese momento de lucidez, hace un año y medio, en la mitad del proceso, me invitan a cantar en Uruguay, donde conozco a Liliana Herrero y Maria Gadú, dos mujeres que me marcan la vida, muy fuertes. Yo llego ahí con dos canciones de regalo, no se las enseño, pero cuando acabó ese encuentro, decido escuchar esas canciones, ver lo que me había salido de manera intuitiva y acabarlas de terminar. Entonces, creo que compongo el estribillo para Liliana, donde aparece la frase ‘toda la vida, un día, un día, una eternidad’, y ahí entiendo que lo que estoy construyendo es una vida entera; que yo me siento en la mitad, si todo va bien, en los cuarenta, como si fuera un faro que me permite ver la infancia y la juventud, a la misma distancia que la vejez. Eso me abre muchas puertas y me da una idea en la que cabe todo lo que estoy creando de manera natural, y me ayuda a ordenar lo que me falta”.
LA SEGURIDAD, CALMA Y ARMONÍA de la infancia en el círculo amarillo y primer movimiento. Flores hechas canción, compuestas durante el confinamiento como regalos de cumpleaños para buenos amigos. “Estas flores nacieron porque tengo gente muy bella a mi alrededor, y son canciones para ellos, hablando de ellos. Es verdad que estoy en un momento que igual empiezo de una manera muy consciente en el confinamiento, y estoy en un momento donde quiero cuidarme mucho, cuidar a las personas que quiero, que me hacen bien. Y es verdad que el poder sanador del arte es espectacular. Cuando estábamos en esos meses en casa con mi hija y la veía dibujar, cantar, disfrazarnos… pensaba: ‘Qué suerte tenemos de haber trabajado tanto la expresión artística’. Era lo que hacíamos y le daba mucho sentido al tiempo, se convertía en cosas reales, en canciones, en dibujos, en vídeos de personajes… Y ahí fui muy consciente del poder salvador y sanador del arte”.
EN EL CÍRCULO AZUL destaca la majestuosa “Salir distinto”, homenaje de Silvia a Enrique Morente, canción que es un movimiento por sí solo. “Empiezo a construir este viaje. Entiendo que Morente está muy presente desde el principio, y me agarro a él y a su valentía para seguir buscando”. Con remate de compás por Diego Carrasco y los suyos, y con Carmen Linares y Pepe Habichuela como compañeros siderales que conocieron como nadie al Ronco del Albaicín. “Me permito soñar. En este disco me he permitido pedir a músicos que admiro que si quieren colaborar… Estoy más acostumbrada a que me lo pidan a mí y ahora me ha hecho feliz atreverme a pedir ayuda, a compartir estas alegrías”.
EN EL CÍRCULO VERDE y tercer movimiento, Silvia continúa compartiendo su jardín con otros amigos y artistas, cantando cara a cara y al desnudo, mostrando esa generosidad que tanto define su forma de sentir y transmitir el arte. “Me encanta el arte en muchísimas formas, pero una de las más emocionantes es la de compartirlo. Yo eso lo aprendí, quizás de mi padre. Así como todo el concepto del disco tiene mucho que ver con el cómo me ha enseñado a mirar mi madre. De mi padre aprendí que todo lo que no podíamos hablar, porque nos veíamos muy poquito, sinceramente, pero cuando cantábamos yo creo que se lo decía todo, cantando, y aprendí ese tipo de comunicación tan profunda. Se cuenta todo, mucho más que con las palabras... Yo el escenario y el proceso creativo lo entiendo como un equipo. Con los músicos, cuando hago conciertos, yo quiero que sean ellos, no que