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Niños Mutantes

Niños Mutantes

Verona

vienen de Granada. publican Giro Argumental (BMG). en la onda de Neuman, Viva Suecia, Niños Mutantes...

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RR EL CUARTO ÁLBUM DE LOS GRANADINOS APELA A UN GIRO O MEJOR DICHO UNA VUELTA. Es el momento de prescindir de lo superfluo e ir al grano, de aligerar equipaje y saltar el escenario desde el estudio. Con Giro Argumental la banda apela a esa pegada de las distancias cortas. “En directo es donde nosotros estamos cómodos y en donde se puede apreciar lo que Verona da de sí. La pegada a la que te refieres es la que nos ha caracterizado desde el inicio, digamos que siempre hemos echado de menos eso en los discos y ahora pensamos que los tenemos. En cuanto al arrojo de nuestras emociones en las canciones así es, queríamos ponerlo todo en cada grabación”. Un cambio que se acentúa tras su anterior trabajo Capital Silencio. Aquí Verona sintetizó su sonido y lo puso en manos de Juanca Supersubmarina, el resultado fueron canciones que ahora chocan frontalmente con este argumento. “Bueno en parte si y no a la vez, me explico , este disco no es paralelo al sonido de Capital Silencio, aquí vamos un puntito más crudo y sincero, directo a la patata con fuerza y sentimiento pero si es cierto que en el set list de directo si llevamos una canción de ese anterior trabajo por que creemos que es la única que engancha con este Giro Argumental, venid a vernos y sabréis cuál es”. Quizá sea “Milán”, uno de los temas que ha roto los registros en sus plataformas y que más alegrías les ha dado, ya saben, caprichos del logartimo. “Nosotros no podemos hacer nada para que las canciones se escuchen más y se metan en listas de reproducción de plataformas” Comenta Antonio, quien sigue confiando en el directo como mejor habitat en el que poner en valor la música de Verona. Pero si es cuestión de escuchas, el tema que más clicks requiere y por tanto una de las perlas de este nuevo álbum es Cuestión de tiempo. Ya el título lo dice todo. “Nos alegra que te guste el tema, la verdad es uno de nuestros favoritos, aúna todo lo que nos gusta y en cuanto al tiempo que requiere para apreciarlo bien, pues ya sabes, todo es cuestión de gusto y expectativas. Hay temas que entran a la primera y otros que no, evidentemente la promo y estar en la picota ayuda a que ese tema fluya por nuestro subconsciente y no podamos huir de esa tonadilla pero si a ti te ha gustado ahora mismo nos vale”. El argumento es precisamente lo que menos ha cambiado, y nos referimos a los textos, donde Verona siempre acuden a letras que actúan como la apofenia, tendiendo conexiones o patrones que cada uno puede interpretar como propias. “Siempre intentamos que las letras digan algo pero sin decir nada, nos gusta que cada persona saque sus propias conclusiones pero dentro de un marco , de una historia que se intuye”. Con un sonido crudo y empastado entre voz y música este disco no podía tener mejor mentor a los mandos técnicos que Carlos Hernández. “Don Carlos era el catalizador que buscamos, nos conocemos y nos respetamos así que le dejamos hacer con nosotros todo lo que quisiera o mejor dicho casi todo (risas) Con las capas de guitarras y las capas de voces es único así como en la forma de sentirse uno mismo en el estudio. Le adoramos. La combinación no podía fallar en el resultado que esperábamos y así ha sido”.

Verona está en gira presentando en directo “Giro Argumental”: 10/03 Toledo. Sala Pícaro 11/03. Madrid. Sala Vesta

Nervo

vienen de Málaga. publican Nervo (2023) en la onda de Saint Germain, Trilok Gurtuk, Elphomega…

RR Un huracán de desenfrenados ritmos afro, latin, nu-jazz y funky se acerca peligrosamente con NERVO y su homónimo EP debut. Trío formado por No name Project al mando de las bases, el multiinstrumentista Iovis Fernández soplando llamaradas, y las voces y lírica del polifacético Salvaje Soler. “Es un proyecto de electrónica con sonido analógico en su concepto principal. Una coctelera de ritmos sin prejuicios”.

Músicos que vienen de vuelta y con numerosos proyectos a las espaldas y que, durante esos tiempos oscuros de confinamiento, que todo lo trastocó, surgió el encuentro en la distancia y el inició de esta nueva aventura. Como nos cuenta No name Project: “En la pandemia, como muchos músicos, empezamos a trabajar desde casa, yo en las bases y luego Iovis las remataba con unas grabaciones de diferentes instrumentos de viento que después yo mezclaba y masterizaba. Le pasé las bases que tenía con Iovis a Salvaje Soler y, sin más conversaciones, empezó a trabajar en letras para grabar lo que teníamos y otras ideas que se estaban formando”.

Una sinergia de trabajo creativo que surge al calor y magnetismo de los ritmos africanos y latinos: “La cosa empieza en mi cabeza, eso que me apetece crear basado en cosas que me flipan, como el jazz etíope, la música afrolatina o el nu jazz. Creo bases en casa en formato midi que convierto cuando están a mi gusto en audio y empieza el proceso de mezcla de percusiones, baterías, bajos, etc. Luego llega a manos de Iovis para que le meta lo que quiera… Dejo que la base les hable y se comuniquen entre ellos. Así, cuando acaba con los vientos, los graba y se mezclan. Eso cae en manos de Salvaje Soler y ahí vienen muchos cambios para que la letra no se adapte a la base, sino que la base (moldeable) se adapte a la historia que nos cuenta Soler en cada canción”.

El resultado es una mezcla hechizante y bailable de electrónica-rap con latido jazzístico de tintes africanos y tropicalistas que no deja títere con cabeza, haciendo que hierva el suelo en cada uno de sus seis eclécticos cortes. Canciones que no entienden de ataduras ni cadenas, libérrimas, ritmos que vuelan y se funden con sonoridades brasileñas y, en el siguiente parpadeo y con la misma naturalidad, pueden metamorfosear a cumbia electrónica. “Sin prejuicios musicales, sin premisas establecidas, pero con un único objetivo: crear una pieza para el disfrute desde todos los aspectos”. Ejemplos claros de esa versatilidad imperante la encontramos en temas como El chulo, con una negritud resplandeciente y chamánica, extendiéndose y atrapándote como un conjuro de fuego; o en ese primer corte y carta de presentación, un Space trouble que zigzaguea y resurge “en mitad de la tormenta”, con un pulso que parece resonar de las venas de la selva más frondosa y misteriosa del planeta, con una flauta que flota y brilla hasta cegarnos.

DAVID PÉREZ MARÍN

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