LA VIE
LA VIE
HEDONISMO
El barrio más hip de la ciudad de México, cuya oferta de arte y gastronomía es vasta, no brilla por sus opciones de hospedaje. Para llenar ese vacío llegó La Valise, un exclusivo hotel de sólo tres habitaciones donde el diseño y la hospitalidad son lo más importante. P or MÓN I CA I S A BE L P É RE Z
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e los muros de la habitación cuelgan una hamaca yucateca y un columpio de cuero. Es la suite llamada «El Patio». En este espacio tan lleno de calma y luz, la tradición del sur de México se combina de manera atinadísima con la elegancia clásica de la arquitectura afrancesada que predominó en la ciudad durante los primeros años del siglo XX. El viejo y el nuevo mundo conviven en un ambiente en donde el tiempo no existe, donde lo mismo hay azulejos hechos a mano y alta tecnología en sistemas de audio y video, que arte y diseño contemporáneo elegido meticulosamente. Este oasis urbano se le debe a Emmanuel Picault, diseñador de interiores y anticuario, pero sobre todo hombre de buen gusto y grandes ideas. Nacido en Normandía, Francia, llegó a la ciudad de México para no dejarla porque, en sus palabras, «aquí, el desarrollo de los sentidos está mucho más despierto que en el continente europeo», o eso asegura cuando habla de sus razones para estar enamorado de este lugar. «Es una historia de deseo. Mi deseo hacia México es muy profundo pero no trato de aclararlo, su profundidad me basta». Como siempre, amar es dar. Y por amor, Picault le aporta belleza al DF cada que puede. Gracias a su buen gusto y a su joie de vivre, ha sido bienvenido a intervenir sus espacios del sitio que hasta hoy le parece «un alimento diario […], una ciudad fuerte e inmensa que funciona quién sabe cómo». Primero con su boutique de antigüedades del siglo
XX, Chic by Accident —que cuenta con más de 10 años de existencia—, luego con el diseño de lugares emblemáticos de la vida nocturna capitalina como son los clubs M.N. Roy y Jules Basement. Pero la mayor aventura es La Valise, hotel de su autoría que busca atender a los viajeros hedonistas que disfrutan, como él, las expediciones urbanas y que deja claras, en cada rincón, todas sus pasiones estéticas: las enseñanzas de Le Corbusier, las formas clásicas del Art Deco de los años 20 y 30 del siglo pasado y las de la geometría de la arquitectura y de la exquisita ornamentación de la época prehispánica. Hay sólo tres habitaciones —Patio, Luna y Terraza, cada una con una decoración distinta—, por lo que la exclusividad y la atención personalizada son valores garantizados. Pero hay, además, muchos beneficios extra: el primero, la ubicación. Este hotel está cerca de todo lo que hay que ver en la capital mexicana. Luego, además del confort y el increíble diseño de los espacios, está la experiencia gastronómica que se vive directo en room service con un menú diseñado por la chef Elena Reygadas, reconocida como mejor chef femenina de Latinoamérica en la lista San Pellegrino de 2014. Por si fuera poco, se pueden solicitar servicios de masaje a la habitación y el hotel es cien por ciento pet-friendly, de modo que es fácil olvidar que se trata de un alojamiento temporal para tratarlo como un nuevo y lujoso hogar. lavalise.com.mx
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