BEAUTÈ
EL JARDÍN ENCANTADO
En apariencia frágiles y siempre misteriosas, las orquídeas no solo fascinan por su hermosura. Complejas, resistentes y muy longevas, algunas son capaces de vivir hasta 100 años en las condiciones más hostiles. Durante 10 años, un grupo de científicos se ha dedicado a develar sus secretos. Esta es la historia de la Orquídea Imperial. P or MÓN I CA I S A BE L P É RE Z
A
Cuatro orquídeas —de entre 30 mil — fueron elegidas para crear la fórmula del tratamiento Orchidée Impériale.
FOTOS: CORTESÍA
El Jardín Experimental de Guerlain en Suiza tiene la colección de orquídeas salvajes más grande de Europa.
manece. Los rayos del sol apenas comienzan a calentar la tierra. Es una mañana fresca de otoño en Ginebra; por poco fría. Desde donde estoy, en la carretera, se ven verdes campos abiertos rodeados por montañas de puntas nevadas. Y de pronto ahí, en medio de lo que solemos llamar «la nada», unas carpas blancas, y dentro de ellas, la primavera. El perfume dulce de las flores lo llena todo. El Jardín Experimental de Guerlain, pequeño e idílico, es un invernadero poco común. Uno podría imaginar hileras con cientos de flores idénticas colocadas en pulcrísimas macetas y un ambiente artificial y estéril, pero no es así. Éste, ya se ha dicho, es un jardín y, como todos goza de los caóticos encantos de los espacios naturales. No solo hay orquídeas —aunque todo está puesto con pretexto de estudiarlas a ellas—, sino que hay muchas otras plantas, flores, insectos… Un ecosistema entero para que ellas se sientan, literalmente, como en casa (que dependiendo de la especie, podría ser algún lugar de Ecuador, México, Madagascar, China —Guerlain tiene una reserva natural de orquídeas en Tianzi— o el Himalaya). Existen más de 30 mil especies de orquídeas y aquí habitan tres mil de ellas, de las cuales 250 son de las más raras del mundo. Orquídeas de colores inimaginables: desde las comunes blancas y violetas hasta algunas rojas escarlata y otras negras. Unas diminutas, otras gigantescas. Algunas crecen detenidas de un árbol, otras buscan lugares más discretos y se ocultan entre las piedras. Son tantas y tan distintas, que es fácil entender que su estudio mantenga embelesados a los científicos de Guerlain desde hace una década: «Todo en ellas es misterioso. Podría decir…», confiesa François Gérard, etnobotanista encargado del Jardín Experimental «… estudiarlas es como conocer a una mujer. Y eso es sumamente emocionante. Es como acercarse por primera vez a alguien y descubrir, poco a poco, toda su belleza». Para conseguir la crema que hay dentro de su ya icónico frasco azul con dorado, lo analizaron todo; pero, específicamente, resistencia, capacidad de adaptación y longevidad. De las 30 mil especies existentes, los estudios redujeron este grupo de interés a solo cuatro. Y es de esas poquísimas elegidas de las que se extraen las moléculas que componen la fórmula de Orchidée Impériale, tratamiento antiedad que, desde su lanzamiento en 2006, se ha posicionado como uno de los más exitosos del mercado.
Lo anterior no es ninguna casualidad. Más de una década de investigación no puede dar como resultado una crema cualquiera, en especial cuando se realiza con un objetivo que ha obsesionado a la humanidad durante siglos: preservar la juventud el mayor tiempo posible. «Trabajamos para que el envejecimiento tome más tiempo, para ‘envejecer con gracia’. Eso fue lo que nos llevó a las orquídeas. Poseen una belleza resistente y duradera. Quisimos averiguar por qué y usar esas propiedades para fortalecer la piel y hacerla más longeva», comenta Gérard. Y lo consiguieron: el secreto de las orquídeas ahora también lo es de miles de mujeres. Las moléculas de estas flores contrarrestan los signos de envejecimiento y revitalizan las células. El proceso es tan complejo como la materia prima. Pero para François Gérard no todo es ciencia: «Me gusta ver las caras de la gente. Cuando las mujeres utilizan nuestro producto, experimentan sensaciones que nacen del reconocimiento de la belleza de la orquídea. Y eso queda impreso en sus rostros». CELEBRACIÓN En el Jardín se ha preparado una fiesta. El equipo celebra 10 años desde que comenzaron la aventura. Festejan en Ginebra, pero también en París donde está el Instituto Guerlain; en Estrasburgo, donde está el centro de investigación; en la reserva natural de Tianzi y en Chartres, donde está La Ruche, fábrica donde, con el envasado y empaquetado, el proceso de la Orchidée Impériale queda terminado para comenzar una nueva vida en los aparadores de las tiendas. Martial Bouquet, quien ayuda a François a cuidar de las orquídeas (las riega, les habla y les pone música), abre una botella de vino para brindar, y mientras lo hace dice con seguridad que «la belleza está, sobre todo, en la confianza en uno mismo y en la felicidad». Brindan porque eso es verdad, y también porque han realizado un trabajo exitoso y éste los sigue retando. Lo dice, con su voz serena, François Gérard: «Hemos progresado mucho entre fórmula y fórmula, pero sabemos que siempre podemos hacer algo mejor para que las mujeres cuiden su piel, y luzcan y se sepan más hermosas, y eso nos motiva. Es gratificante escuchar lo que ellas opinan sobre Orchidée Impériale y saber que son felices con el producto. Nosotros trabajamos durante años para desarrollar esta crema, y que ellas nos regalen su maravillosa retroalimentación, es una gran recompensa». guerlain.com
FEBRERO 2016
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