STYLE
STYLE
SIEMPRE EN BLUE JEANS Esta primavera, Levi’s revisita algunas de sus piezas más emblemáticas y demuestra que, si antes era preferido evitar usar «ropa del siglo pasado», ahora resulta más que adecuado. P or MÓN I CA I S A BE L P É RE Z Fot og rafí a DAV I D FRA N CO
ASISTENTES DE FOTO: COCO TOLEDO, LUIS LEMUS Y MOY DE LA ROSA
S
84
ABRIL 2016
i algo le ha enseñado Levi’s al mundo de la moda es que el buen diseño es aquel que sobrevive a los tiempos. Para muestra, los jeans 501, creados hace más de 140 años y vigentes hasta el día de hoy, cuando vuelven —como lo hacen temporada tras temporada— con pequeñas variaciones que no hacen sino convertirlos en mejores prendas. Mezclilla más ligera, novedades de color, quizás una que otra aplicación como parches, rasguños o deconstrucciones adecuadas al clima, a la tendencia de la época… pero de origen siempre con la misma forma, la silueta cómoda y relajada de los blue jeans —los primeros, cabe recalcar — con los que, en su momento, personajes como Marilyn Monroe, James Dean, Jackson Pollock y Jack Kerouac, entre otros, causaron revuelo. Curioso que los hicieran prácticamente por accidente. Después de todo, cuando llegó de Baviera a San Francisco en 1853, Levi Strauss solo intentaba vender al mayoreo las prendas que hacía con su mezclilla. Aquel textil que volvía más cómoda la ropa de los obreros a quienes, para soportar sus largas jornadas laborales, les convenía vestir prendas más ligeras, flexibles y resistentes, como la maravilla propuesta por ese hombre que, sin imaginarlo en ese momento, estaba por construir, no solo un gran imperio, sino una de las piezas clave para entender la moda como la concebimos en la actualidad. No por nada es famoso el hecho de que Yves Saint Laurent declarara alguna vez que hubiera
deseado inventar él mismo los jeans por su «expresión de modestia, sex appeal y simplicidad». Pocas cosas en la historia de la moda se acercan a ellos en democracia del estilo. Unos buenos jeans combinan con los tacones más altos, con los diamantes más indiscretos y con los abrigos de piel más ostentosos. Hacen match y los neutralizan, los devuelven a la realidad. Con ellos puestos, hasta los más grandes egos parecen aterrizar, o eso dejó ver el genial Andy Warhol cuando confesó que quería morir con sus jeans puestos. Junto a ellos —a los clásicos 501— esta temporada, se dejarán ver otras prendas icónicas como los 511 Slim Jeans —que son más modernos y cuya mezclilla Selvedge Premium permite efectos deslavados y la aparición de tonos rojizos que le dan un aire avejentado natural— o la fantástica Trucker Jacket que tiene a su favor ser la primera chamarra de mezclilla que existió en la historia. Ésa que te has puesto por años, que conoce a los ganchos de tu guardarropa de tanto tiempo que pasa contigo, es una prenda que nació en los años 60 —una década importante ya que fue cuando, ante los medios de comunicación, los jeans por fin fueron llamados simplemente jeans (antes eran conocidos como «overoles»)— y que, aunque se ha vuelto más cuadrada y un poco más larga para adecuarse a las siluetas contemporáneas, es esencialmente la misma que nació ABRIL 2016
85
STYLE
STYLE
Es el secreto de su estilo... que no es forzado, sino auténtico en su intención de permitir la expresión personal.
hace casi 60 años. Además, nada más divertido que personalizarla. Pins, parches, estoperoles, lo que sea que resulte buen medio para convertirla en el lienzo en el que es posible escribir un manifiesto. «Los jeans son la cosa más bonita desde la invención de la góndola». La autora del cumplido fue la gran editora Diana Vreeland (1903-1989), quien sabía encontrar la belleza en la versatilidad. La simpleza de la mezclilla le permite convertirse en todas las prendas: así como se vuelve pantalón, es chaqueta. Y una de sus mutaciones más populares es la de ser camisa. Western Shirt para hombres, usadas desde los ya lejanos años 30, y la Sawtooth Western para las mujeres, proveniente también de aquella época y ahora tan necesaria para combinar con skinnys o leggings y hacer más cómodas las horas de aeropuerto, las tardes con las amigas en las que la moda importa, pero no tanto… lo cual es el secreto de su estilo que no es forzado, sino auténtico en su intención de permitir la expresión personal. No hay que pensarlo mucho para darle la razón a Diane von Furstenberg, para quien los jeans —en cualquiera de sus variantes— son un clásico por su corrección y por su atemporalidad. Parecería que una prenda diseñada hace ya casi un siglo y medio no tendría más que ofrecer, que estaría fuera de tendencia o en el olvido. Pero los jeans no y, contrario a eso, cada temporada son capaces de demostrarnos su vigencia. Bien decía la diseñadora Coco Chanel —aunque no se refería a ellos—, que la moda pasa de moda, pero el estilo jamás. Aunque si hemos de atenernos a una frase, quizás la que mejor va con la mezclilla que tantas veces nos ha acompañado sea: «Forever in Blue Jeans», el título de una canción setentera de Neil Diamond que sí podríamos olvidar, pero que nos hace imaginar un «por siempre» que —por fortuna— resulta predecible y aceptable: ¿Nosotras mismas en 20, 30, 50 años? Sí, seguramente seguiremos luciendo un par de jeans. 86
ABRIL 2016
ABRIL 2016
87