PENSAR H A C E R DISFRUTAR dIC 路 2015 n煤mero 9 gratis
O
magazine
Equipo Patricio de la Torre Es
Isabel Martínez
periodista y profesor de Lengua y Literatura. En los últimos 15 años ha desarrollado una intensa carrera como comunicador en diferentes medios y bares. Actualmente trabaja como periodista en el canal internacional de televisión alemán Deutsche Welle. Su mayor defecto: no haber grabado nunca un disco. Su mayor virtud: no haberse hecho nunca una foto de sus pies. patricio.delatorre. becerra@gmail.com
Nació en Úbeda en el 1990. Comenzó haciendo de las mama chicho, y acabó siendo periodista y comunicadora audiovisual. Fan de los jerseys de lana a lo Kurt Cobain, nunca lleva el pelo del mismo color. Escribe sobre música y eventos culturales siempre que la dejan y el tiempo acompaña. isabelmarfer@gmail.com
Francisco dorado Filósofo y
Alejandro Gutiérrez
librero, su animal favorito es la jirafa. Apasionado de William Faulkner y la plastilina es implacable a la hora de negociar una pizza. En su día a día intenta proporcionar entretenimiento lector a quien quiera preguntarle, nos consta que a veces lo consigue. pacofrancesco1979@gmail.com
Le viene muy bien para la cabeza dibujar estas cosillas. Su madre y su psiquiatra están de acuerdo y han dado su permiso a J para que vaya publicando toda su producción menos ofensiva. alejandrogutierrezlopez25@hotmail.com
Celia García López Forma parte del equipo editorial de la revista feminista «La Madeja». garccelia @gmail.com
J magazine es una publicación independiente no perteneciente a grupo colectivo o asociación. No se hace responsable de la opinón de sus colaboradores. Queda prohibida la reproducción total o parcial de sus contenidos sin la autorización de sus autores.
Edita Permanent Vacation J magazine C/ La Milagrosa, 15. 23440 Baeza jmagzn@gmail.com beatrizcastromartin@gmail.com
magazine
J magazine
SĂ?GUENOS facebook.com/jmagazine twitter.com/jmagazine jmagzn@gmail.com
3
Dic. 2015
EN PORTADA
magazine
Mi nombre es ASCENSIÓN, nací en Torredonjimeno ( Jaén) y tengo 22 años. Me resulta difícil describir mi propio estilo. Mi género principal es la fantasía entremezclada con una cierta idealización asiática, y en ocasiones, con cortes algo tétricos. También me inspiro mucho en el mundo de la moda, el cómic y el surrealismo. Como resultado, mis obras son amalgamas de géneros y tendencias que me gustan y que en su conjunto, pueden parecer disparatadas. También me apasiona escribir, así que suelo plasmar mis propias batallitas para luego poner caras a mis personajes. Actualmente, curso los Estudios Superiores de Diseño Gráfico en la Escuela de Arte José Nogué, en Jaén, a la vez hago trabajos de ilustración, normalmente, para temas musicales y editoriales (estos últimos son mis favoritos). El proyecto en el que estoy trabajando es justamente, una compilación de estos dos géneros. Se trata de una fusión entre disco musical y cuento en el que participan unos artistas geniales de varias zonas de España. El protagonista de la historia se llama Javier, un niño que está enamorado de la lluvia. He querido dibujarlo en la portada para ir calentando, me queda al menos un año de proyecto, así que, va para largo. Por último añadir que también formo parte del fanzine Inkquietos junto a unos ilustradores y diseñadores fantásticos. Estoy muy contenta de ser parte de este proyecto, y muy ilusionada con la cálida acogida que ha tenido nuestra publicación.
Podéis ver más trabajos en: https://catarsisda.carbonmade.com/ Facebook del fanzine Ink-quietos: Facebook.com/InkQuietos/
5
Dic. 2015
J magazine
BUSCAMOS COLABORADORES
¿eres ilustradxr fotógrafx músicx te gusta la ciencia? contacta con nosotros
jmagzn@gmail.com
magazine
contenidos diciembre 2015 pag. 4 En Portada ascensi贸n pag. 8 Panorama lukas layton pag. 10 Panorama diciebre rojo pag. 12 Hecho en casa paco chorobo pag. 22 Agenda pag. 24 Duelo bajo el sol roma pag. 26 Bon app茅tit zarzuela pag. 29 Recetas para viej贸venes papajotes dulces
7
Dic. 2015
P A N O R A M A
MÚSICA
Una joven promesa «sin etiquetas» Texto Isabel Martínez Fernández
magazine
Puede que en el futuro científicos de todo el mundo se acerquen hasta Úbeda para descubrir las razones por las que hay un alto índice de artistas. Puede que sea el estar por «los cerros» o el paisaje del olivar, o puede directamente que no haya explicación. Lo que es indiscutible es la larga lista de cantantes, músicos, escritores o pintores procedentes de esta histórica ciudad. Paisanos que son junto con la plaza Vázquez de Molina, Patrimonio de la Humanidad, y un embajador indiscutible del yo que se qué, de este lugar que te atrapa, y te vuelve adicto al arte y al aceite de oliva. La lista de artistas no para de engrosar, y no hace más que sumarse gente. Lukas Layton, con apenas veinte años ya forma parte de esos embajadores musicales de la ciudad, con su primer trabajo de estudio «Wicked Glory». Con esa amabilidad y dulzura que le caracteriza presentó su disco en el pub «La Beltraneja» de Úbeda. Un primer reto duro, y que superó con sobresaliente. Después de mostrar su trabajo ante familia, amigos y fans, que ha ido ganando a lo largo de años de duro trabajo en la música, estará también próximamente en Madrid, Barcelona y Asturias.
Once temas en los que ha puesto mucho cariño, voluntad y ganas de hacer algo nuevo. Canciones que tienen de aquí y de allí, y en las que se respiran los problemas e inquietudes de esa generación a la que llaman «perdida». Desde «Highway» hasta «My secret», Layton ha roto con sus inspiraciones y grupos de referencia para crear algo propio, al que es mejor no poner etiquetas. The doors, Janis Joplin o Lana del Rey, han inspirado un trabajo que busca expandir la mente y perderse por los callejones de Úbeda. Un viaje a través de las inseguridades ante el futuro, y al igual que la beat generation plasma en sus letras una época y los sentimientos de incertidumbre de miles de jóvenes abrumados ante las circunstancias y una vida incierta y cubierta de dudas. Hay que destacar, como siempre, su directo en el que destacan la sobriedad y la cercanía. Con solo un guitarrista y sus temas en acústico, Layton no necesitó más para entrar en conexión con su público, muchos de ellos seguidores desde sus inicios. Con muchos nervios al finalizar, no dudó en pararse a firmar discos, y a recibir a todos los que decidieron acercarse para disfrutar, por fin, de «Wicked Glory».
9
Dic. 2015
P A N O R A M A
L I T E R AT U R A
Texto Francisco Dorado Cuenca
DICIEMBRE ROJO En este libro no vamos a encontrar grandes batallas espaciales, ni alienígenas con aspecto de insectos enfurecidos, vamos a contemplar a una humanidad enfrentada a sí misma en una nueva colonización... y una nueva perspectiva planetaria. es imposible quitarse de la cabeza que estamos en campaña electoral, incluso a la hora de recomendaros un libro me resulta difícil. Llevamos viendo a los candidatos en las últimas semanas haciendo aspavientos en los programas de entretenimiento más populares , radiando partidos de fútbol, o incluso debatiendo con cierta profundidad y vehemencia sus programas (algo inédito todo hay que decirlo). No sé si os ocurre, pero a veces se centra tanto el foco en algunos aspectos tan accesorios
magazine
que se pierde la perspectiva de para qué es el evento ¿Para qué son unas elecciones? Y una más gorda ¿para qué sirve la política? Cien pasajeros de distintas nacionalidades y culturas atraviesan el espacio en dirección a Marte, son de los mejores de la especie: ingenieros, psicólogos, biólogos, arquitectos, mecánicos, agricultores... ¿el objetivo? La terraformación del planeta rojo. Tienen por delante el proyecto de llevar a cabo una utopía ilustrada, digna de los países más evolucionados de Gulliver: toda una élite intelectual va a fundar no una ciudad, ni un país, sino todo un planeta. La humanidad está dispuesta a dar de nuevo un pisotón de gigante en su desarrollo histórico, y sin embargo, nada va a ser lo que parece. La lógica
de la Tierra va también dentro de los pasajeros, y con ella las discusiones, los enredos, las traiciones, las envidias. Éste es el argumento de Marte Rojo, la novela que os recomendamos para este mes electoral, una verdadera epopeya de Ciencia Ficción que se mete tan de lleno en el alma social humana que es difícil de volver a pensarla igual. En este libro no vamos a encontrar grandes batallas espaciales, ni alienígenas con aspecto de insectos enfurecidos, vamos a contemplar a una humanidad enfrentada a sí misma en una nueva colonización, vamos a observarla en toda su complejidad, como si la mirada hubiera sido puesta por un clásico ruso del XIX. No es broma, uno tiene la sensación de que la colonización de Marte ha ocurrido verdaderamente. ¿Cómo proyectar un planeta? ¿hasta qué punto hay que preservarlo o transformarlo? ¿cómo construir las viviendas, sólo funcionales o también estéticas? ¿por qué motivo se terraforma un planeta? ¿con fines de conocimiento, de simple conservación de la vida o también con fines comerciales? ¿hacemos un daño ecológico al llenarlo de vida? ¿cómo organizar la sociedad, cómo distribuir los distintos grupos culturales, los distintos tipos religiosos? ¿cómo repartir los bienes materiales? ¿cómo implementar la justicia? ¿hace falta policía? ¿ejército? Todas esas preguntas se las hacen los
personajes a lo largo del proyecto. Ya en la nave se van perfilando las distintas personalidades que imaginarán Martes posibles: el astronauta carismático capaz de todo por mantener el status quo; la bióloga japonesa que lo sueña como una especie de paraíso New Age; o la escéptica ingeniera rusa que prefiere entretenerse en tareas rutinarias. Entre otros tantos. Y después de mucho tiempo llegarán las colonias, las conspiraciones por imponer un punto de vista, los intereses particulares... Algunos entienden la Ciencia Ficción como un género puramente de entretenimiento, cuando en realidad tiene un recorrido artístico y de conocimiento muy amplio. Imaginarse un mundo futuro y hacerlo verosímil supone conocer muy bien este, incluso en aquellos aspectos que se desconocen . Lo han conseguido muy bien títulos como 1984, Un Mundo Feliz o El Jinete de la Onda del Shock, entre otros muchos. Marte Rojo es de esos títulos (en realidad es el comienzo de una saga que continúa con Marte Verde y Marte Azul), pero con un tono mucho más cientificista (todo lo que llevan a cabo en Marte son proyectos reales pensados por científicos). Imaginar la colonización de un planeta extraterrestre es entender cómo funciona el nuestro. Pero es también añadir una perspectiva que ahora mismo no tenemos, pensarnos como habitantes no de una ciudad o un país, sino de un
planeta, de uno que también sufre con nuestras decisiones. Con Marte Rojo nos damos cuenta de lo trascendentales que son las decisiones en las formas de organizar un territorio y la forma de convivir en él; y que cada una hará de éste algo bien diferente; y que cada paso hará que vayamos en una dirección u en otra... y que no hay una opción de quedarse quietos. ¿Para qué sirve la política? ¿para qué sirven las elecciones? Al final no hemos respondido a estas preguntas, pero ¿a que ahora lo tenemos un poco más claro?
Kim Stanley Robinson (Waukegan, Illinois, 23 de marzo de 1952). Autor de Ciencia Ficción, ha escrito numerosos libros, pero es conocido principalmente por su trilogía de Marte (Marte Rojo, Verde y Azul). Ha obtenido reconocidos premios como el Hugo Award, el Nebula o el World Fantasy, todos muy prestigiosos. Sus novelas son eruditas y cientificistas, le preocupan los temas políticos, ecológicos y sociológicos. Hizo su tesis sobre Philip K. Dick. Actualmente reside en California.
< MARTE ROJO. Kim Stanley Robinson. Editorial: Minotauro 584 págs. Tapa blanda.
11
Dic. 2015
P C
Cad inqu por P
magazine
Paco Chorobo arte hecho a medida
da vez son menos las personas que de verdad persiguen una idea o uietud. Y todavía menos, los que deciden arriesgarse y dejarlo todo r dedicarse a lo que de verdad les gusta. No es el caso del ubetense Paco Orcera Expósito, más conocido como Paco “Chorobo”, quien gracias a su curiosidad encontró en la construcción de guitarras su verdadera pasión. Durante años estudió de forma autodidacta hasta poner en marcha su negocio en el que los instrumentos son totalmente personalizados, y cada uno de sus elementos los puede escoger el cliente. Muchas horas de trabajo que han dado como fruto una marca presente a nivel internacional. Por Isabel Martínez Fernández
13
Dic. 2015
hechO en casa
¿
Es normal encontrar constructores de guitarras tan jóvenes como tú, y que se hayan hecho un nombre dentro del oficio? Yo estoy ahora en una generación de constructores que ha surgido después de un enorme hueco. Es decir, en estos momentos los grandes maestros que están ya consolidados, se encuentran rozando los sesenta años. Durante un gran periodo de tiempo, no sé por qué, a lo mejor porque estos maestros eran tan geniales que no había nadie que saliera después, o era difícil porque no era tan fácil acceder a la información, se produjo como una especie de «generación perdida». Ahora, sin embargo hay un considerable grupo de gente de unos treinta años, entre los que hay mucha disparidad de estilos. ¿Es un oficio hermético al que es difícil acceder? Antes había como una especie de filosofía y las distintas escuelas como la de Madrid o Granada, no obstante esto se está difuminando. Yo no pertenezco a ninguna escuela, ni pertenezco a nada, el oficio nació de mi propia pasión y de la búsqueda de un estilo propio de construcción a base de buscar y contactar con gente. Es cierto que suelen ser negocios familiares que se transmiten de generación en generación, y al que es muy complicado acceder. En mi caso me ayudó el hecho de vivir en Granada y la realización de diferentes viajes para conocer diferentes luthiers y aprender de ellos. Hay que destacar que esta nueva generación de constructores está dando un empuje nuevo y un aire diferente. En la fabricación de guitarras ha habido siempre un fundamento en la construcción tan férreo, que el nombre era casi más importante que la guitarra, incluso llegó un punto en que lo era todo y la gente las compraba para luego venderlas. En este oficio hay constructores tan importantes que su lista de espera superaba los ocho años. El guitarrista Antonio Carrión me contó que cuando nació su hija le encargó una guitarra en Reyes, y que la recogió el fin de semana siguiente de que la niña hiciera la comunión. Esto evidencia que un constructor artesanal no puede hacer más de quince o veinte instrumentos al año, por lo que los grandes maestros que tienen trayectorias de más de treinta años van todavía por su instrumento número cuatrocientos, por lo que no pueden satisfacer toda la demanda que hay en el mercado. A día de hoy, artesanos poco conocidos como yo tienen una pequeña lista de espera. Estas «barreras» del nombre se están saltando gracias a Internet y a que los compradores priman más el sonido, la estética y la búsqueda de guitarras más personalizadas. Hay gente que hoy en día hacemos los instrumentos al gusto del cliente, e incluimos sus peticiones como: rosas pintadas, dragones o versos tibetanos. En mi caso, tengo una forma de trabajar diferente. No obstante, todavía hay luthiers que siguen la línea tradicional, aunque los precios son un poco más asequibles.
magazine
Yo no pertenezco a ninguna escuela, ni pertenezco a nada, el oficio nació de mi propia pasión y de la búsqueda de un estilo propio de construcción a base de buscar y contactar con gente.
Es decir que en la construcción de tus guitarras personalizas, es también muy relevante todo el trabajo de diseño. Como yo digo, tengo un departamento de infografía que se lleva muchísimas horas, y en el que uso AutoCad, Photoshop o Illustrator, para que la persona vea un boceto lo más realista posible de cómo va a quedar su guitarra. El resultado final siempre supera al diseño por ordenador y se aprecia la belleza de la madera bien trabajada y rematada, que es insuperable. Además, el tacto de una guitarra antes de barnizarla es como tocar la piel de un bebé, muy suave. Esto no tiene nada que ver con las guitarras hechas en serie. La prueba más significativa es que el 99 por ciento de los guitarristas profesionales tocan con guitarras artesanas realizadas por constructores en sus talleres a mano. Algo hay ahí para que prefieran la artesanía a la producción en serie. Las fábricas de guitarra están pensadas para maximizar el beneficio, no para alcanzar la excelencia. No obstante yo estoy muy a favor de los instrumentos económicos, ya que permiten que la gente que no tiene tantos recursos o gente que no ha decidido que quiere dedicarse a eso, pueda acceder a la guitarra. Muchas veces mis amigos me mandan fotos cuando salen guitarras de oferta en el supermercado por cincuenta euros... a mí no me parece mal, porque le dan acceso a gente que no se puede permitir el precio de una guitarra artesana que suele rondar los 3000 euros de media, o que no sabe si le va a gustar, o si es el instrumento que necesita, ya que quiere la guitarra para ir a la playa a «ronear» con sus amigos. Hay un instrumento para cada persona, y a mí me parece bien que haya ese tipo de instrumentos. Sí es cierto que los constructores más clásicos le tienen cierto «desprecio», sin embargo yo pienso que a la guitarra artesana la ensalza aún más porque al comparar con las fabricadas en serie, siempre sale favorecida. En tu caso también eres guitarrista ¿En qué momento comenzó esa afición y cuál fue la guitarra con la que distes tus primeros acordes? La primera vez que cogí una guitarra fue con mi hermano Javi, la encontramos en la basura. Estaba la pobre fatal y la reparamos como pudimos y todavía se podía tocar algo. Luego estando en el colegio, cuando era más joven y no sabes qué estilo de música te va a gustar, conocí el flamenco y me di cuenta de que era mi música. A partir de ahí, descubrí la guitarra y empecé a tocar con la guitarra de una sobrina, que ni siquiera era de talla de adulto. Luego mi hermana Achy me regaló una guitarra, que todavía conservo y a veces sigo ensayando con ella. Empecé no sé por qué. Simplemente las letras del flamenco y su racialidad me llamaban la atención. Aunque es cierto que no soy el típico ejemplo de persona flamenca y no cumplo el cliché que, afortunadamente, poco a poco está cambiando y que asocia el flamenco con la noche y la fiesta.
15
Dic. 2015
hechO en casa Muchos compañeros se ríen y me dicen que soy «flamenco fino». Además hago otros estilos, y tengo claro que no doy el perfil para trabajar en un «tablao», pero que me pueden llamar para trabajar para otros proyectos. Sigue siendo muy general ese sentimiento de «desprecio» hacia las innovaciones y la fusión dentro del flamenco por parte de los sectores más puristas. Dependerá mucho de la persona a quien le preguntes. La tendencia está cambiando mucho y la mentalidad todavía más. El flamenco es una música que se inventó gracias a artistas individuales, que por su genialidad lo crearon de la música tradicional andaluza y esa música tiene una evolución viva que no se puede parar. Es una música que se ha creado entre todos los artistas y así va a seguir siendo. Es una música con tanta fuerza y racialidad que no se puede controlar. De hecho, está a un nivel muy reconocido, está en la élite gracias a su personalidad. Es una música viva, que se ha creado, y se seguirá creando. Volviendo al tema de tu faceta de constructor ¿Cuánto tiempo se tarda en cada una de las guitarras que elaboras de forma artesanal? Depende de cada proyecto en particular. Construir la caja y dejarla lista para barnizar se puede hacer en un tiempo récord de cinco días, hasta proyectos como el último que he realizado que se ha llevado a cabo en unos cuatro meses, ya que requería muchas tareas de diseño y búsqueda de materiales. A veces es tan intenso que se lleva muchísimo tiempo. En algunos casos depende de la climatología, aunque yo tengo un taller controlado en lo que respecta a temperatura y humedad, la madera necesita su tiempo. Hay veces que no es un buen día para pegar, porque la humedad o la madera no están en su punto adecuado y tienes que esperar más tiempo. Donde yo empleo normalmente más horas es en el acabado. Puedo tardar lo mismo que en hacer la guitarra, incluso el triple. Cuando estás haciendo la guitarra echas muchas horas, y le dedicas un montón de cariño, pero llega un punto en que ves que la guitarra está a punto de terminarse y que está ya para sacarle el brillo y poner las cuerdas, y es el momento en que mucha gente corre porque quiere verla ya terminada. Ese es el punto en el que más lento me pongo, también porque soy una persona muy perfeccionista, pero sin llegar a la enfermedad. Es cierto que en este punto empiezo a mirar cada detalle, y mi proceso se ralentiza, y entra en una fase en que el tiempo da igual, solo importa la excelencia y la perfección. Si quieres hacer un producto sobresaliente que se salga de lo normal hay veces que necesitas tiempo. Incluso yo que procuro ser eficiente, hay veces que me rindo al tiempo, porque es lo que da la perfección en el resultado final.
magazine
El proyecto Dragon&Phoenix para el guitarrista chino Jesus Shen que podemos ver sobre estas líneas resume muy bien el concepto de True Custom que intenta seguir Paco. Todo absolutamente todo en esta guitarra está personalizado. Fotos cortesía de Paco Chorobo.
Durante la entrevista en el taller de Paco situado en la calle Minas de Úbeda Insisto en que correr en el último momento te puede llevar a que una guitarra prácticamente terminada se estropee y tengas que empezar de nuevo. Es un momento de no retorno en el que no te puedes equivocar, y no solo tiene que ser bonita la guitarra, sino que además tiene que sonar como el cliente te lo ha pedido. Es decir, que en mi caso parto de cero, no hay una guitarra que probar y cada cliente te dice que características quiere en el instrumento, y entonces tú tienes que convertirlo en una guitarra. Eso tiene cierto estrés y complejidad inherente a esta tarea. El hecho es que cuando tú terminas la guitarra tras haber pasado con ella meses trabajando cada día, conoces cada veta, cada rinconcito de la madera y cada poro. Por eso cuando llega el día de la cita y la persona la saca para probarla se produce un momento indescriptible. ¿Te ha pasado alguna vez que no haya gustado? No, si te soy sincero, creo que he tenido mucha suerte hasta el momento. No sé por qué, me considero una persona con suerte. También es cierto que trabajo una auténtica barbaridad y le echo todas las horas. No me refiero a que me paso día y noche en el taller, por supuesto salgo y procuro viajar, hago deporte... más que nada porque hay que vivir y tener algo que contar para ponerlo en la guitarras o cuando compongo música
tener algo que poner en las letras. La cantidad de horas que paso trabajando y pensando en el proyecto, creo que luego se ve reflejado. Lo normal es que guste, porque está fabricada a medida. Mi tipo de cliente es una persona que digamos ya tiene cierto contacto con la guitarra, o tiene una idea aproximada de lo que quiere. Si por el contrario no tiene una idea, no conoce la guitarra o no lo tiene tan claro, el hecho de que yo le pueda ayudar también facilita mucho las cosas. Cuando has tenido una guitarra de estudio y me encargas una artesana hecha a mano en la que el mástil está hecho a la medida de tu índice, la escala de la guitarra está hecha a la medida de tu apertura palmar y todo absolutamente está a tu gusto y medida, es muy raro que la guitarra no te guste. Además, yo antes lo habré visto tocar, habremos analizado algún vídeo tocando, sabré como pulsa, etc... y lo más importante: se desarrolla una relación con el cliente. Normalmente suelo intercambiar entre treinta y sesenta emails, llamadas a diario, chat... ¡Más que con mi familia o amigos! Entonces el hecho de que te relaciones con una persona tanto te da mucha información de como es esa persona. Tengo la firme convicción de que tocamos como somos. ¿Cuál ha sido el proyecto más complicado o interesante al que te has enfrentado?
17
Dic. 2015
hechO en casa
La verdad que todos los proyectos que he hecho han tenido algo, porque son guitarras personalizadas y cada una es diferente. Muchas veces echo un poco atrás y reviso las fotos... todas son Paco Chorobo, todas tienen ese sello, pero es cierto que cada una es absolutamente diferente. Ha habido proyectos muy importantes, como la guitarra que le hice a Jesús Martín, un profesional de Valladolid, que ya tiene tres guitarras mías. Fue muy importante, ya que intentaba ser una copia de la guitarra que le robaron a Paco de Lucía. Jesús quedó muy contento con esa guitarra, sigue tocando con ella en concierto, y la he tenido varias veces en el taller para instalarle más sistemas y accesorios que modifican el sonido. Es una guitarra que me ha dado mucha publicidad. Luego ha habido otros proyectos como la primera guitarra de Can Wang que fue el primer guitarrista chino con el que empecé a trabajar, y para el que voy a comenzar su segunda guitarra que es otro concepto diferente. Ese instrumento fue el que me dio la posibilidad de entrar en China, ya que acceder al mercado del gigante asiático es muy complicado. También me ayudaron a dar ese salto Alberto Cuellar y Oscar Quero, director de la compañía de danza para la que yo componía y quien nos puso en contacto. Es decir, que ha habido una serie de cosas mezcladas que me han ido llevando a esos proyectos. Luego hay otros instrumentos muy interesantes como la «Black Pearl» que fue una guitarra que hice para el doctor y guitarrista de Beijin, Michael Zhao. Esta fue la primera vez que hice perfiles de perla. También he hecho rosetas con temática oriental de dragones para otro guitarrista chino, Jesus Shen. En esa ocasión fui un poco al límite con la tecnología del láser, y en vez de madera utilizamos partículas metálicas para dar brillo. Otra vez, fabricamos en la parte de la boca una decoración al óleo en colaboración con Gloria Sánchez, genial pintora ubetense, que actualmente reside en Polonia. Esa roseta tuvo mucha repercusión, ya que es cierto que no es lo más normal. Combinamos el óleo con la talla y el relieve en 3D. Otro de los proyectos que tengo de guitarra va a llevar oro. En definitiva, son instrumentos que te diferencian de otras líneas de constructores que hacen guitarras buenísimas, pero que lógicamente no te hacen un dragón en la roseta, o versos tibetanos en la pala. Muchos de tus clientes son de ámbito internacional, especialmente por la parte asiática. ¿Qué tal tu experiencia en Shangai en una de las ferias más prestigiosas dedicadas a la guitarra? La verdad es que me cambió no solo como construc-
magazine
tor, sino también como persona. También coincidió con un momento en el que tenía varios encargos y había viajado por Suiza y Marruecos. Eso te cambia un poco la mente. Yo me fui a Shangai solo y al principio todo normal, sin embargo cuando sales del aeropuerto, China te golpea de frente. La única forma de explicarlo es estando allí. La cultura asiática es tan diferente que esa experiencia tienes que vivirla y estar allí para entenderlo. Todo absolutamente todo es diferente, excepto el amor por la música y entre las personas. Le debo muchísimo, ya que fue un escaparate mundial. Fue sin duda, una experiencia tremenda el hecho de construir una guitarra para llevarla y que gustase. Una aventura de la que estaré siempre agradecido a Hanson Yao y Alberto Cuellar que hicieron posible mi presencia allí. En este caso la guitarra no iba personali-
Para mantener la madera en óptimas condiciones es necesario controlar tanto la temperatura como la humedad. Hablar de madera es hablar de tiempo. Esta variable se convierte en imprescindible a la hora de tratar la materia prima.
El resultado final siempre supera al diseño por ordenador y se aprecia la belleza de la madera bien trabajada y rematada, que es insuperable. Además, el tacto de una guitarra antes de barnizar es como tocar la piel de un bebé, muy suave. treinta que es el número que muchos constructores dicen que hay que hacer para empezar a venderlas. Tuve mucha suerte de que el primer instrumento saliese muy bien, y el segundo también. Los grandes maestros siempre me decían que fuera haciendo los instrumentos todos iguales e introduciendo pequeñas variaciones e hice justo todo lo contrario.
zada, es de las poquitas que he hecho sin un cliente en mente. Era una guitarra que tenía que gustar allí y ser de mi estilo. Tenía también que parecer muy española y tener algún elemento que fuese del gusto del cliente chino, que no es que se diferencie en mucho de otros clientes, pero tienen su propia cultura y forma de ser. Tuve mucha suerte, ya que el instrumento que llevaba se vendió nada más abrir, por lo que el resto de la feria me dediqué a conocer el lugar y disfrutar de su cultura. En mi caso, este viaje me ha abierto muchísimas puertas y gracias a esto empecé a vender en España, ya que casi todas mis guitarras, en ese momento estaban en el extranjero en países como Irán, Suiza o China. ¿Cuántas guitarras has fabricado en la actualidad? ¿Se han vendido todas? En este momento treinta y tres. Ya hay más de
Me podía haber pegado un guantazo tremendo, sin embargo reitero que he tenido mucha suerte, ya que de forma general las diez primeras guitarras que hace un luthier van a la basura, o no se venden o se regalan. La cosa es que yo empecé y la primera tenía que venderla porque si no la vendía, no podía comprar más madera y si no compraba más maderas no podía hacer más guitarras. La necesidad ha ido un poco a mi lado. Aparte de que disfruto muchísimo de cada proyecto y vivo para ese proyecto, aun así hay que venderlas y es una de las partes más difíciles. No te puedes pasar dos meses trabajando y que luego eso no tenga un fruto. Esa necesidad también te aprieta un poquito. El oficio es precioso y lo disfruto muchísimo pero no es nada fácil. Procuro quedarme con lo bueno, pero creo que no existe una palabra para explicar lo difícil que es venderlas. Para conseguir esto hago también mucho trabajo en Internet, dedicando una gran cantidad de horas en Marketing y mucho tiempo en cuidar las redes sociales, la web y elaborar artículos y vídeos. En este aspecto es un aliciente el hecho de tocar, ya que ayuda mucho a que la gente confíe en ti cuando le vas a construir la guitarra, porque ambos hablamos
19
Dic. 2015
hechO en casa
el mismo lenguaje. Mi parte de guitarrista es la que se comunica con él y la parte de constructor es la que le asesora. ¿Es normal que los luthiers sean también guitarristas? Lo normal es que un constructor tenga unas nociones básicas, sin embargo, algunos de los mejores constructores no tienen ninguna idea de tocar, no son capaces de interpretar nada, ni falta que les hace. Sí es cierto, que a mí me ayuda mucho en la línea que yo llevo de guitarras personalizadas. Me ayuda muchísimo a entender cuando un guitarrista me dice que quiere una guitarra blanda, «apretá» o que suene brillante. La mayoría de constructores entiende esas expresiones y las tiene asimiladas. Reiteras que el oficio de constructor de guitarras es familiar, y es complicado entrar dentro del «mundillo». En tu caso, ¿cómo has conseguido entrar en el negocio sin tener ninguna experiencia previa? Yo empecé cuando trabajaba como ingeniero en Granada para una multinacional, un oficio que no tenía nada que ver con esto, y en el que iba al trabajo con corbata y no con mandil. Durante ese proceso seguí tocando y escuchando flamenco y fue cuando comencé a pensar en el tema de la guitarra y de cómo se fabricaban por mera curiosidad. Si tuviese que decir cuál es una necesidad en mi vida, sin duda alguna sería la curiosidad. Ese impulso básico en mí está muy desarrollado y es insaciable. Debido a esto comencé a informarme, y la verdad es que cuando me da por algo, me pongo muy serio. En este caso fue tanto, que estuve tres años estudiando en mi tiempo libre sobre botánica, historia del instrumento, métodos de construcción o química de los barnices. Estamos hablando de cientos de horas antes de ni siquiera tocar un cepillo o un formón. Un día descubrí una persona en Cádiz, D. Rafael López, quien impartía unos cursos de 15 días. Ibas y te hacías tu propia guitarra. Estuve allí, fuimos de vacaciones y me vine de Cádiz con la guitarra a medias. Solo me quedaban unas dos o tres piezas que tardé como un año en terminar, cuando ahora tardaría un par de horas. Luego empecé a hacerme los moldes, cuando tenía tiempo libre hacía una pieza o a comprar materiales cuando venía a visitar a mi familia desde Granada. Entonces decidí empezar a trabajar solo por las mañanas y a construir por las tardes, pero esto solo me duró unos cuantos meses, porque ya no podía más. Descubrí que este oficio combinaba todo lo que estaba buscando: el estilo de vida, la creatividad, ser dueño de tu propio tiempo, la música, la guitarra y el arte. ¡Lo reúne todo! No me gustaría decir que es el trabajo para el que he nacido, pero si el que estaba buscando desde que nací. Cuesta muchísimo tra-
magazine
estoy a favor de los instrumentos económicos, ya que permiten que la gente que no tiene tantos recursos o gente que no ha decidido que quiere dedicarse a eso, pueda acceder a la guitarra.
En mi caso no puedo competir con una persona que lleva 30 años haciendo guitarras, no puedes competir con su experiencia, oficio y fama. Sin embargo, hay una serie de personas que en mis inicios me ayudaron muchísimo como Rene Baarslag y Ana Espinosa. En el caso de Rene me dijo una vez: «tienes que hacer las guitarras muy buenas y muy muy baratas». Lo que él me quería decir es que es un oficio muy complicado y que es muy difícil. José Manuel Fernández Enriquez, Juan Labella, Jesús de Jiménez, Robert O’Brien o Graciliano Pérez, entre otros son gente que me ha permitido entrar en sus talleres y estar con ellos, tener aunque sea una mínima relación.... Muchos me han ayudado a conseguir maderas que la gente que no está en el oficio no pueden conseguir. ¡Les debo todo! Por eso su palabra para mí es como si dijésemos «sagrada».
bajo, y como decía un gran maestro: «hay que penar el precio». Pero es un oficio precioso. Comenzó siendo una curiosidad hasta que un día le dije a un compañero que se quería comprar una guitarra de estudio, que se adquiriese una artesana. Me ofrecí a hacérsela y esa fue la número uno. A día de hoy tiene mi guitarra más cotizada, y ¡la compró muy barata! Con el dinero que tenía para el instrumento compramos los materiales, y con la primera pieza ya habíamos agotado todo el presupuesto. El quedó muy contento, y a raíz de ahí salieron más encargos. Es una historia que tardaría en contarte tres años.
¿Tienen tus guitarras algún elemento común entre ellas a pesar de ser totalmente personalizadas? Lo único que tienen todas en común es el diseño de la cabeza, que es la forma con la que se recorta el final de la pala. Es una cosa muy típica de cada constructor y en mi caso lleva un diseño de corte y de rebajes que dibujan como una segunda forma en la pala. Gusta mucho a la gente tanto para clásica como para flamenca, ya que es bastante simple, sencilla y encaja bien en cualquier diseño que hago. Fue a partir de la guitarra número cuatro cuando asenté este diseño, cuya creación me tomé realmente en serio. Sin embargo, la guitarra número diez tiene una especie de medialuna, ya que es un tributo a Torres, el padre de la guitarra. Es una pala tradicional y usada por muchos constructores como homenaje o porque les gusta y yo la ofrezco también. Lo que no hago es copiar la pala de otro constructor, porque eso no va con mi persona. A excepción de ese elemento son guitarras muy heterogéneas.
Foto de la izquierda, Torres Tribute, guitarra clásica elaborada para un guitarrista chino y a la derecha una de las mas importantes, guitarra flamenca negra de Can Wang. Para conocer el trabajo de Paco Chorobo puedes visitar: • chorobo.com • Facebook.com/ guitarraschorobo
21
Dic. 2015
A
AGENDA
CINE Mi pie izquierdo TEATRO LAZARILLO
13 diciembre Teatro Infanta Leonor, Jaén 20.00h
Una coproducción del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, Festival Internacional de Música y Danza Ciudad de Úbeda, Festival de Música Antigua de Sevilla (FeMÁS) y Festival de Otoño Jaén.
TEATRO Guyi-Guyi
Centro Cultural Torreperojil. 8/12 18.30 h
50 minutos. A partir de 3 años. A través del juego y el humor buscamos reflexionar sobre el miedo a la diferencia y los prejuicios que arrojamos sobre aquello que se comporta de manera distinta a lo que esperamos.
17 de diciembre UNIA Baeza 20.30 h
Dir. Jim Sheridan. Irlanda, 1989. 99 min. Christy Brown, aquejado de parálisis cerebral y postrado en una silla de ruedas, es conducido a un acto benéfico. Antes de aparecer frente al público y mientras tiene lugar un concierto, una enfermera le hace compañía en una habitación, y allí se anima a leer su autobiografía. A modo de flashback, se va recreando la dura vida de Christy, partiendo de su infancia en el seno de una familia irlandesa pobre, que veía cómo el chico no podía hablar y sólo podía valerse de su pierna izquierda. Pero poco a poco su gran fuerza de voluntad sorprende a su familia y le demuestra cómo, a pesar de las dificultades, tiene muchas ganas de vivir y comunicarse con el exterior. Ayudado por fin por una familia en la que destaca el decidido apoyo de su madre, Christy comenzará a desarrollar su vida con esfuerzo y con novedosos apoyos médicos, mientras expresa sus inquietudes por medio de la pintura que realiza, eso sí, con su pie izquierdo.
MUSEO Miguel Hernández / Josefina Manresa Quesada
El objetivo del museo es poner en valor la obra y el ejemplo de vida del poeta Miguel Hernández, y el papel de Josefina Manresa como figura determinante en la conservación y protección del legado literario de su marido en los momentos más duros de la postguerra española.
CONCIERTO The Groove Girls
Café Teatro Central Baeza 18/12 23.45h
La banda madrileña formada por Guiomar (voz) Cristina (bateria), Plo Mito (bajista), Vicky (trombonista) y Hills (saxofonista) son una bomba de relojería vibrante de Soul, Rock, Disco y Funk. Seis diferentes puntos de vista con un mismo objetivo, golpear tu alma, dejarte la mente en blanco, incitar a tus pies, agitar tus brazos y hacerte bailar.
Presentación de la revista La Madeja Sábado 12/12 20.00h en CSA Jaén en Pie c/ Martínez Molina, 39
DUELO BAJO EL SOL
ROMA una chica pasa con su madre frente al arco de constantino en pleno corazón de la Roma imperial. Va mirando al suelo para no tropezarse con los huecos que hay entre las piedras de la supuesta calzada romana. Cuando pasa junto a la bóveda central extiende el brazo y hace una foto con el móvil sin pararse a contemplar el monumento. Luego comprueba en la pantalla la imagen de algo que ni siquiera ha visto con sus propios ojos mientras sigue caminando hacia el resto de ruinas. Vivimos en la cultura de la representación donde valen más las reproducciones de lo real que lo real en sí. Al fin y al cabo las cosas de verdad sólo se pueden vivir cuando estamos frente a ellas pero una vez que las capturamos con el móvil y las subimos a donde sea ya están ahí para siempre. Ahora la eternidad reside en lo efímero de un post, pero es una eternidad manipulada por la necesidad de construirnos en las redes sociales el perfil de aquello que nos gustaría ser. La actitud con la que alguien afronta el viaje revela más de esa persona que aquello que finalmente le acontece. Tenemos la costumbre de narrar nuestros viajes poniendo el acento en la cantidad de cosas que hemos visitado pero no en cómo las hemos visitado. Luego proclamamos con orgullo que «lo vimos todo de Roma», que «nosotros ya conocemos Roma», como si ver o conocer Roma fuera cuestión de tachar casillas en una lista bajada de Internet. Tan sólo queremos atestiguar que estuvimos allí, que un día pasamos por delante de la historia y extendimos el brazo para fotografiarla. A muchas personas les gusta decir que ellos no son turistas sino viajeros, que es la forma en la que se autodenominan los turistas que han ido a la universidad. Desprecio la arrogancia del que se llama viajero para diferenciarse del populacho, como si comprar tus propios billetes de avión, renunciar a las visitas organizadas o brindar ocasionalmente con algún lugareño te llevase a un nivel de experiencia más profundo. Estamos en el siglo XXI, ya no existen los viajeros ni los descubridores, existe Internet. Las iglesias y los palacios de Roma siguen escondiendo secretos pero ahora es más fácil encontrarlos en páginas web que sobre el terreno. El turismo ya no deja espacio para la sorpresa, lo sabemos todo de antemano. Cuando visitamos un sitio ya hemos mirado antes en Internet qué es «lo importante» de ese lugar de modo que le arrebatamos el poder de fascinación que tienen las cosas que están por descubrir. La culpa no es sólo de las masas de visitantes. Quienes gestionan los lugares a visitar han acabado por desvirtuar su esencia. En la iglesia de San Ignacio de Loyola, junto a una de las capillas barrocas de la nave izquierda, se puede encontrar una placa con el certificado de excelencia de Trip Advisor. En ella se advierte de que ha sido asignado gracias a la alta puntuación de los visitantes en la plataforma. Está entre los vencedores de 2014 pero, ¿vencedores de qué? No se explica. La casa de Dios pierde algo de espiritualidad cuando le colocamos un cartel de Trip Advisor, como si de una freiduría de pescaito se tratara.
magazine
Las esculturas de Miguel Ángel, los frescos de Rafael y los claroscuros de Caravaggio conviven junto a souvenirs y aparatos que recaudan monedas a cambio de unos minutos para iluminar sus obras. A la izquierda del altar, en la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, se encuentra el famoso Éxtasis de Santa Teresa de Bernini. Enfrente hay una puerta con un cartel luminoso en varios idiomas que indica que por allí se entra a la sacristía y que se venden postales. Dentro se pueden observar casullas de varios siglos de antigüedad y relicarios con restos óseos de varias decenas de santos junto a botellas de limoncello, aceite de oliva, vinos del terreno, cremas para la cara y estampitas de santos. Sendos cuadros de Santa Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz presiden la escena, una verdadera noche oscura del alma. Con los espacios públicos pasa lo mismo. Campo di Fiori tampoco es lo que era. Sólo el Cinema Farnese, con su desagradable taquillera, y el fantasma de Giordano Bruno permanecen allí en representación de un tiempo en que las cosas eran, si no mejores, al menos más auténticas. Son tantos los turistas que acuden llamados por su antiguo aire de mercado diurno y de celebración nocturna, que han conseguido reemplazar por ellos mismos aquello que trataban de visitar y ahora no son más que turistas visitando a otros turistas. La mayoría desconoce que la escultura en el centro de la plaza representa a Giordano Bruno. La Inquisición lo quemó vivo allí mismo en el 1600 por decir que no hay un principio ni un final del tiempo y el espacio, que existen infinitos mundos girando en torno a infinitos soles como el nuestro. Ahora el único fuego que arde en Campo de Fiori es el de los calentadores de las terrazas clónicas que circundan la plaza. El turismo consiste en que hordas de personas acudan a lugares donde sucedió algo importante o alguien colocó algo hermoso, lo fotografíen y lo suban a sus cuentas de Instagram, Facebook o lo que sea. Lo importante es poder decir «yo estuve allí» (con mi palo de selfies). El turismo congrega en torno a la historia y el arte a personas que jamás han sentido interés alguno por la historia o el arte. Además, cuando alguien visita una ciudad corre muchas veces el riesgo de extraviarse en el pasado remoto de ese lugar y perderse la ciudad misma, esa que late en el presente. No era el caso del hombre frente al que me senté en un autobús urbano de Roma. Se parecía increíblemente al protagonista de Cocodrilo Dundee pero por su edad y procedencia descarté, con pesar, que lo fuera. Era sueco, apuesto, viajaba solo y olía a vino. Llevaba horas de aquí para allá sin rumbo fijo, a ver qué pasaba. Un sueco borracho parecido a Cocodrilo Dundee deambulando en bus por el centro de Roma me pareció la forma de turismo más honesta que he visto en mucho tiempo. Además, tuvo la dignidad de no describirse a sí mismo como un viajero. No hacía falta.
Texto Patricio de la Torre Becerra Foto Leon Seierlein (unsplash)
25
Dic. 2015
magazine
27
Dic. 2015
magazine
PAPAJOTES DULCES Tiempo de preparación Dificultad Comensales
Ingredientes
Instrucciones
Para la masa
1 taza de
harina
1 taza de
leche
1 taza de
sal
1 huevo
4x
azúcar
1 2
aceite
Ponemos en un recipiente el huevo, la sal y la levadura la harina, la leche y el azúcar Mezclamos todo bien, con unas varillas, una cuchara o una batidora. Debe quedar con una textura como de natillas, si véis que os queda una masa demasiado líquida añadid un poco más de harina.
Dejamos la mezcla reposar unos 20 minutos. Con una cuchara o cucharón cogemos un poco de la mezcla y vertemos en una sartén con aceite de oliva virgen extra, que sea suave, veréis como se hinchan, hasta que estén dorados. El aceite debe estar caliente pero no excesivamente caliente para que se hagan por dentro bien.
Para el rebozado
azúcar
canela
3
Una vez que los sacamos los rebozamos por una mezcla de azúcar y canela.
Puedes consultar la receta en cocinandoentreolivos.com
29
Dic. 2015
BUSCAMOS COMERCIAL Si quieres trabajar con nosotrxs manda tu currĂcumlum a:
jmagzn@gmail.com
J magazine