13 minute read

PLANIFICACIÓN DESDE EL BARRIO

INTRODUCCION

En un contexto de planificación, donde el marco regulatorio principal definido por los gobiernos generalmente se modifica a un ritmo lento y con un enfoque genérico (Turner, 1972; Werlin, 2000), se requieren soluciones más específicas y locales para garantizar una mejora rápida y efectiva de la calidad de vida de los ciudadanos y un uso más eficiente de los recursos naturales.

Advertisement

Las ideas cada vez más se centran en la necesidad de trabajar desde una perspectiva local; reduciendo la escala de producción, consumo, generación de energía y democracia (Schumacher, 1973; CNUMAD, 1992; Registro, 2002). La sugerencia de trabajar desde pequeña escala está respaldada por la idea de que los recursos naturales y la dinámica social podrían gestionarse en relación directa con sus contextos locales (Mumford, 1954). Movimientos ideológicos recientes como ‘Ciudades compactas’, ‘Crecimiento inteligente’ y ‘El nuevo urbanismo’ han declarado que, al promover el desarrollo de asentamientos humanos compactos, caminables, de uso mixto y de eficiencia energética, es posible promover un uso más eficiente de la infraestructura urbana, mientras se mejora la salud humana y la conservación de los recursos naturales (Congreso para The New Urbanism, 2001; Alexander & Tomalty, 2002; UNHABITAT, 2009). Al mismo tiempo, la mejora sostenible de los barrios existentes también puede promover el aumento de la resiliencia local; proporcionando sistemas urbanos con una estructura más estable para enfrentar futuros cambios económicos y ambientales (Hopkins, 2008).

La relación directa entre barrios y comunidades requiere considerar las dinámicas sociales al planificar para la escala local. Por un lado, la planificación de entornos construidos que promuevan encuentros humanos podría vigorizar el sentido de comunidad de los residentes (Mumford, 1954; Lynch, 1981). Mientras que, por otro lado, reconocer a los ciudadanos como generadores activos de cambio en sus barrios podría ayudar a promover el desarrollo de comunidades vibrantes en áreas urbanas exitosas (Beske, 2007; Rudlin y Falk, 2009).

El desarrollo comunitario guiado por los principios de barrios sostenibles podría ser una estrategia interesante para reforzar las dinámicas de la vida urbana. La planificación a escala local apoya el desarrollo de ciudades más vibrantes y eficientes, promoviendo interacciones sociales al tiempo que reduce las demandas y presiones urbanas sobre los recursos naturales (Peterman, 2000; Choguill, 2008).

TEORIAS URBANAS PARA LA PLANIFICACIÓN A ESCALA DE BARRIOS

La planificación a escala barrial se ha presentado como una respuesta conceptual a los problemas sociales y habitables que se acumulan en los grandes entornos urbanos desde las “Ciudades Jardín” de Ebenezer Howard en 1898. Se han utilizado enfoques similares para la construcción de “ciudades industriales” durante la era moderna; promoviendo asentamientos caminables y diversidad de usos y residentes. La ciudad de Pullman en Chicago y la ciudad de Bournville planeada por Cadbury en el Reino Unido son algunos ejemplos de esto (Schubert, 2000).

El concepto de planificación para ‘unidades barriales’ se ha relacionado con el análisis de Drummond del Plan Chicago de Daniel Burnham de 1912 (Schubert, 2000), y también con el proyecto Sunnyside City Garden de 1928 promovido por RPAA y concebido por Stein y Wright en Queens (Rudlin y Falk, 2009). Aunque los autores parecen estar de acuerdo en que el principio de ‘superbloque’ de Clearence Perry desarrollado para el Plan de Nueva York de 1929 (ver Figura 1) fue el primer enfoque exitoso capaz de relacionar el tamaño, la infraestructura y la configuración social de los barrios con la peatonalización y el sentido de comunidad (Schubert , 2000; Choguill, 2008).

Figura 1 - Unidad Barrial de Clarence Perry. Plan regional de Nueva York, 1929 Fuente: McDonald, Noreen C. (2010) ‘School Sitting’, Journal of the American Planning Association, 76: 2, 184 - 198

Más recientemente, “La Carta del Nuevo Urbanismo” (CNU) ha respondido a los efectos del crecimiento por expansión, promoviendo la restauración de centros urbanos y vecindarios de uso mixto (ver Figura 2), haciendo referencia a las ideas de planificación de Perry como una forma de reactivar la dinámica urbana; relacionando el diseño físico con la ingeniería social (Schubert, 2000).

Figura 2: Desarrollo tradicional del vecindario versus expansión suburbana (CNU)

El aumento de la conciencia ambiental y la revaluación de la dinámica comunitaria han surgido como nuevos factores que promueven el redesarrollo de las unidades de vecindario bajo principios sostenibles (Rudlin y Falk, 2009). Hoy en día, organizaciones internacionales como las Naciones Unidas (ONU) en ‘UN-HABITAT’ y ‘Agenda 21 local’, el Consejo Europeo de Energías Renovables y movimientos independientes como ‘Eco ciudades’ y ‘ciudades en transición’, parecen estar de acuerdo en que para generar asentamientos humanos más habitables y con mayor eficiencia energética, las soluciones locales deben implementarse teniendo en cuenta las innovaciones técnicas y la participación de la comunidad (ONU, 1992; EREC, 2005; Hopkins, 2008; Downton, 2009).

Por lo tanto, al enfocarse a escala local, la planificación a nivel de barrio se considera cada vez más como una forma efectiva de lograr la sostenibilidad urbana. Al mejorar los resultados de la planificación a escala barrial, se podrían generar consecuencias acumulativas positivas a escala de ciudad (Engel-Yan ed al., 2005; Choguill, 2008). Simultáneamente, se puede fomentar la dinámica social diseñando lugares para que ocurran las relaciones humanas. Esta práctica apoyaría el desarrollo de comunidades más fuertes (Peterman, 2000; Beske, 2007).

En conclusión, es posible reconocer que el uso eficiente de los recursos y las futuras restricciones energéticas son nuevos factores que promueven el resurgimiento de un viejo concepto: la planificación a escala de barrio. Al reducir las distancias y mejorar las dinámicas de vida e interacción de la comunidad, la escala local es mucho más eficiente desde el punto de vista energético y social para la planificación. Bajo este enfoque, la siguiente sección se enfoca en explorar las ventajas, particularidades e implicaciones de la planificación de la unidad barrial.

BENEFICIOS DE PLANIFICAR DESDE LA ESCALA DE BARRIO

Originalmente, los barrios se consideraban en el campo de la planificación como lugares geográficos definidos de acuerdo con su tamaño (densidad de población y accesibilidad), límites (políticos o físicos) e identidad (física o histórica) (Perry, 1929; Lynch, 1981; Pierson, 2008). Sin embargo, más recientemente, los enfoques sostenibles han relacionado el diseño del vecindario con características tales como: caminar, uso de suelo mixto, eficiencia energética y vivienda de ingresos mixtos (Neal, 2003; Congreso para The New Urbanism, 2001; UNHABITAT, 2009). Estos principios centrados en la reducción de la dependencia del automóvil y la promoción de sistemas de eficiencia energética han surgido internacionalmente como respuesta a la expansión urbana, el cambio climático y los efectos políticos del “Protocolo de Kyoto”. Sin embargo, a nivel nacional y local, los beneficios de la implementación de principios de diseño sostenible en los vecindarios también pueden estar relacionados con un uso más eficiente de la infraestructura urbana (Engel-Yan ed., 2005; Gause, 2007), así como una mejora de interacciones sociales (Beske, 2007; Rudlin y Falk, 2009).

En relación con el entorno construido, los beneficios relacionados con el ahorro económico, la mejora de la salud y la conservación de los recursos naturales surgen del desarrollo de barrios compactos, transitables, de uso mixto y de uso eficiente de la energía.

En particular, la densidad y su impacto sobre la reducción del tamaño de los lotes, genera una reducción significativa en la red de infraestructura del agua y los requisitos y costos de las carreteras (Schmitz ed. 2003; Engel-Yan ed al., 2005). Las altas densidades también disminuyen los requisitos de infraestructura vial por habitante, lo que reduce los costos de desarrollo (Engel-Yan ed., 2005), al tiempo que ofrece mayores posibilidades de negocios inmobiliarios.

Los desarrollos compactos, y la planificación de usos mixtos de la tierra y una red de calles conectadas, también promueven una alta accesibilidad peatonal, apoyando comportamientos de transporte activos. Al mejorar las condiciones para caminar y andar en bicicleta, los vecindarios sostenibles fomentan la actividad física, al tiempo que reducen la congestión del tráfico y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas por el uso de vehículos privados.

A través de un diseño apropiado de calles y espacios abiertos, es posible promover actividades culturales y físicas; y aguas pluviales para el riego de paisajes urbanos. Reducir las superficies impermeables también podría ayudar a promover una gestión más eficiente del agua de lluvia de escorrentía, disminuyendo los flujos máximos y permitiendo que el agua de lluvia regrese al ciclo natural del agua (Agua por diseño - Introducción a WSUD en SEQ; Engel-Yan ed al., 2005)

La silvicultura urbana y la agricultura urbana reducen la intensidad de las islas de calor (Capon y Blakely, 2007), al tiempo que contribuyen al control de la contaminación del aire y el ruido (Engel-Yan ed al., 2005). Su implementación también apoya la producción local de alimentos, generando el desarrollo de barrios más resistentes (Hopkins, 2008)

In general, mixed use neighbourhoods and alternative energeEn general, los barrios de uso mixto y la promoción de actividades enertic, environmental, educational and cultural activities stimulate géticas, ambientales, educativas y culturales estimulan el desarrollo de the develf local businesses and create additional local jobs, and negocios locales y crean empleos adicionales. Así mismo diseño urbano place-making design, active transportation systems and energy centrado en las personas, los sistemas de transporte activo y las técnicas efficiency techniques increase quality of life of people, reduce de eficiencia energética aumentan la calidad de vida, reducen la dependependence on financial investments and significantly reduce envidencia de grandes inversiones financieras y disminuyen significativamenronmental impacts (EREC, 2005). te los impactos ambientales (EREC, 2005).

Además de las configuraciones físicas, muchos autores que apoyaron los desarrollos del barrioen el pasado lo han hecho utilizando principios sociales. Fisher estableció el vínculo entre la cantidad y la calidad de la interacción humana con el tamaño de los barrios (Fischer, 1984). Antes que él, Lewis Mumford declaró que considerar los vecindarios como unidades básicas de las ciudades promueve sentimientos de pertenencia entre los residentes (Mumford, 1954). Sin embargo, los componentes físicos de un área urbana se correlacionan con las interacciones sociales entre la población urbana, y Kevin Lynch abogó por este punto y señaló que revitalizar adecuadamente el entorno construido de un vecindario puede vigorizar a las personas, estimular o crear un sentido de comunidad y generar con esto el desarrollo de mejores comunidades (Lynch, 1981).

Beske estudia exhaustivamente esta idea y declara: “Este concepto parece ser particularmente importante ya que las personas que tienen un fuerte sentido de comunidad tienen mayores sentimientos de seguridad, participan más en los asuntos de la comunidad y tienen más probabilidades de votar, reciclar y ayudar a otros como voluntarios (Schweitzer, 1996). Tener un fuerte sentido de comunidad mejora la sensación individual de bienestar, en términos de mayor felicidad, menor preocupación y mayor sentido de autoeficacia (Davidson y Cotter 1991). Además, como descubrieron Bachrach y Zautra (1985) en su estudio de la respuesta de la comunidad a la amenaza de una instalación de desechos peligrosos, un fuerte sentido de comunidad está relacionado con un alto grado de autoeficacia y puede ayudar a las personas a lidiar con los factores estresantes en su vida. comunidad de manera proactiva ”(Beske, 2007, p.46). Esto significa que los vecindarios con un fuerte sentido de comunidad son más capaces de organizarse en un escenario de necesidad, evitando problemas o reaccionando eficientemente cuando ocurren (Rudlin y Falk, 2009), lo que resulta en una comunidad más resistente (Hopkins, 2008) .

Los vecindarios que ofrecen lugares u oportunidades para las interacNeighbourhoods offering places or opportunities for interactions ciones entre los residentes (como a través de ventanas que dan a los between residents (such as through windows facing public spaces, espacios públicos, el constante movimiento de peatones y los centros constant pedestrian movement and village centres), are more likely de las aldeas) tienen más probabilidades de apoyar las relaciones to support social relationships occuring, strengthening social cohesociales que se producen, fortalecer la cohesión social (EREC, 2005) y sion (EREC, 2005) and generating safer urban environments. generar entornos urbanos más seguros.

Por lo tanto, a partir de este análisis, es posible concluir que los vecindarios sostenibles están asociados con lugares que promueven el uso eficiente de la infraestructura urbana, minimizando así los impactos ambientales y proporcionando interacciones humanas de calidad, al tiempo que generan beneficios económicos y comunidades fuertes (Rudlin y Falk, 2009). También se espera que esta característica respalde vecindarios sostenibles en el futuro, porque:

PLANIFICACIÓN DE BARRIO: POTENCIALIDADES Y LIMITACIONES DE PROCESOS PARTICIPATIVOS

Esta investigación toma en cuenta que el desarrollo local, particularmente el enfoque barrial, es una forma efectiva de mejorar la sostenibilidad urbana y construir un sentido de comunidad. Como se discutió en los párrafos anteriores, la planificación a escala de barrio para el desarrollo comunitario considera aspectos específicos asociados al área de implementación. Por lo tanto, para desarrollar políticas efectivas a nivel gubernamental, deben incluirse consideraciones que reconozcan y validen el conocimiento y las preocupaciones locales.

En Australia, a pesar de que las políticas para fortalecer organizaciones de base se han presentado como una medida efectiva en la creación de capacidad entre los ciudadanos para resolver problemas locales (Murphy y Cauchi, 2002), una serie considerable de problemas ha dificultado que las políticas gubernamentales logren alcance para el desarrollo de barrios. Entre los problemas, Murphy y Cauchi han identificado: la imposición del proceso del gobierno a las comunidades, la discontinuidad de programas como resultado del cambio constante del gobierno, los problemas con la gobernanza y el empoderamiento, la dificultad de acceder a información por parte de los pequeños grupos comunitarios, y el hecho que el lenguage técnico institucional no es siempre entendido por todos los miembros de la comunidad (Murphy y Cauchi, 2002).

En respuesta a estos problemas, las iniciativas y proyectos iniciados o generados por miembros de la comunidad podrían surgir como un camino alternativo para desarrollar barrios más sostenibles e inclusivos, independiente del apoyo gubernamental.

Checkoway define la diferencia entre el proceso de planificación “de arriba hacia abajo” y “de abajo hacia arriba” a escala de barrio como “planificación de subárea” y “planificación vecinal”their own plans and programs (Checkoway, 1984). donde ’planificación de subárea‘ es el proceso de desconcentrar las instalaciones y funciones de la agencia de planificación central en subáreas y ’planificación de vecinal‘ ocurre cuando los residentes de la comunidad desarrollan sus propios planes y programas (Checkoway, 1984).

Checkoway identifica además que este proceso ascendente puede ser una reacción a las presiones externas y generarse cuando los residentes se reúnen para reconstruir sus propias comunidades (Checkoway, 1984).

Estas iniciativas de abajo hacia arriba son de gran importancia porque promueven el desarrollo de la comunidad al alentar la organización y la generación de objetivos comunes entre los residentes. También facilitan el ahorro de tiempo y recursos públicos al resolver los problemas locales internamente entre los residentes (Choguill, 2008). Podría decirse que lo más importante es su capacidad para socavar las jerarquías sociales (Mayer, 2006), al desarrollar proyectos que podrían presentar ejemplos de desarrollo sostenible para las autoridades y los gobiernos (Hopkins, 2008).

Como Peterman declaró:

“The creation of an independent agenda or plan, which is a process “La creación de una agenda o plan independiente, que es un proceso de deof political development, is what brings neighbourhood planning sarrollo político, es lo que hace que la planificación del vecindario sea vista to be viewed as a process of community development” (Peterman, como un proceso de desarrollo comunitario” (Peterman, 2000, p.25) 2000, p.25)

Esta fortaleza de la organización comunitaria también podría ser percibida como una amenaza por parte de los gobiernos, planteando problemas políticos sobre la legitimidad de las autoridades locales. Sin embargo, “ya sea que se identifique como subsidiariedad, descentralización, empoderamiento o participación, algún componente de la democratización se considera como parte integral del logro de un futuro ambientalmente sostenible”. (Davis, 2009, p.2)

This article is from: