El Café Etiopía — 600
Kaldi, un pastor etíope Paseando su rebaño por las altas laderas Kaffa, el pastor Kaldi observó casualmente la gran energía que obtenían sus cabras cuando comían el fruto rojo que brotaba de unos pequeños arbustos salvajes.
E
su elic
ioso
La primera taza de café era preparada con las semillas rescatadas del fuego en una pequeña mezquita de Etiopía. Resultó ser una deliciosa bebida y además un eficaz remedio contra el sueño. Su consumo, poco a poco, conquistó todo el mundo.
! or
oma tostado r a l re
d ltó
¡Bend ito er r
Kaldi, atraído por el efecto estimulante que proporcionaba a sus cabras, recolectó el fruto y se lo entregó al maestro de la mezquita del poblado donde vivía. El maestro analizó el hallazgo del pastor y cocinó un brebaje. Pero el sabor resultó demasiado amargo e intenso y despreció el fruto arrojándolo al fuego.
Los Fuegos Artificiales China โ 820
Un cocinero anรณnimo
En las cocinas de la antigua china, era habitual elaborar una mezcla de sal, azufre y carbรณn para conservar por mรกs tiempo los alimentos. Pero en una ocasiรณn y por accidente, un cocinero acercรณ demasiado la mezcla al fuego y explotรณ todo por los aires.
ยกBendito error! Un borbollรณn de luces y fuegos de colores iluminaron la cocina. El cocinero se quedรณ maravillado del mรกgico efecto de su explosiรณn y, sin pretenderlo, se convirtiรณ en el inventor de los fuegos artificiales.
Al principio los utilizaron en pequeñas ceremonias religiosas. Creían que las explosiones tenían el poder de ahuyentar a los fantasmas y espíritus malignos. Pero más tarde, durante la dinastía de Song, su uso se extendió. Los pueblos empezaron a iluminar y colorear los cielos durante las grandes fiestas populares. A lo largo de los siglos, las manos de los maestros artesanos aprendieron a dominar la delicada combustión ofreciendo fantásticos espectáculos considerados obras de arte.
El Champagne o
je on
aa
ba
En
añ
, 68 6 1
m el
fue traslado al mon aste rignon é P ri o d rre e i el P
día
de Ha ut
v
s. er ill
el
Francia — 1670
do s n ita buja . v E ur o.. b n las el vi d
El monasterio estaba en ruinas, sin embargo estaba ubicado entre los fabulosos viñedos de la Champagne francesa. Pierre se propuso salvar al monasterio con la creación del vino más exquisito del mundo. El monje contaba con las mejores uvas de Francia y también con su excepcional paladar. Decían que
gracias a su ceguera, había desarrollado una capacidad gustativa magnífica. Pierre era capaz de saber de qué viñedo procedía la uva que probaba. Durante todo el año trabajó duro, pero cuando llegó el calor de la primavera, el monje tuvo que enfrentarse a un nuevo desafío:
monje b gnon, ene i r é dic P e r ti r
Aparecieron millones de pequeñas y chispeantes burbujas en el vino. Los corchos salían disparados y las botellas explotaban. El monje intentó por todos los medios evitar las incontrolables burbujas, pero no lo logró. Fue entonces cuando, resignado a tirar el trabajo de todo un año por la borda, decidió probar su fallida creación. ¡Bendito error! Cuando Pierre Pérignon bebió su obra y experimentó el sabor y burbujeo en su paladar, gritó lleno de felicidad: «¡Vengan rápido! ¡Estoy bebiendo a las estrellas!». Había logrado crear el champagne, uno de los vinos más exquisitos del mundo.
Pierre, a partir de entonces, usó botellas de cristal inglés y amarró el tapón de corcho con alambres para evitar la explosión. En la crisis había encontrado la oportunidad y el champagne conquistó las mesas más selectas como símbolo de celebración y alegría. ¡Chin chin!
no
Pi e
¡Bendito error! Cuando Pierre Pérignon bebió su obra y experimentó el sabor y burbujeo en su paladar
Luigi
La Pila Italia — 1800
Galvani
ssan e l A
dro Vol
ta
Los padres de Alessandro Volta querían un hijo abogado, pero él tenía otros planes. Atraído por los fenómenos de la naturaleza, Volta abandonó sus estudios y empezó experimentos científicos por su cuenta. En esa misma época, su amigo y científico Luigi Galvani, también realizaba experimentos en su laboratorio. De hecho fue Galvani quien, mientras diseccionaba una rana fijada a un gancho de latón, tocó su pata con el bisturí de hierro y accidentalmente provocó que la pata se moviera.
¡Bendito error! Galvani había descubierto que el contacto entre dos metales y el músculo de la rana generaba corriente eléctrica. Él lo llamó “electricidad animal”, convencido que era el tejido de la rana el que generaba la electricidad. Pero Volta, gracias al descubrimiento de su colega, llegó a una nueva y revolucionaria conclusión. Después de varios experimentos, comprobó que no era el tejido animal el que generaba la corriente, sino el contacto de dos metales con ciertos compuestos químicos.
En base a estas conclusiones, Volta diseñó la pila: “apiló” discos de plata y discos de zinc de forma alterna separados por trozos de paño empapados en salmuera.
¡El circuito entre los componentes generaba electricidad! Su creación fue un éxito clamoroso. Toda la sociedad científica reconoció su mérito y Volta pasó a la historia por convertir un accidente de laboratorio en un gran invento para la humanidad.
Cobre Samuera Zinc
TocĂł su pata con el bisturĂ de hierro y accidentalmente provocĂł que la pata se moviera.
La Cerilla Inglaterra — 1826
John Walker era un químico y farmacéutico inglés. En la trastienda de su farmacia, solía pasar las horas realizando experimentos.
c de lor po ato ta sio
dón almi
goma
azúcar
Un buen día, tratando de crear un nuevo explosivo, mezcló sulfato de antimonio, clorato de potasio, goma, almidón y azúcar. Walker movía concienzudamente la mezcolanza con un palo de madera cuando observó la formación un residuo sólido en el extremo del palo.
o io fat sul imon t an de
a ab
de
dito erro
r!
fri cción.
Acab
El farmacéutico lo trató de limpiar frotándolo contra el suelo y accidentalmente prendió.
n ¡Be
de
John Walker
lla inv i r entar la ce
Walker empezó a vender su descubrimiento en la farmacia. Las llamaba “luces de fricción”. Pero desafortunadamente no patentó el invento y fue Samuel Jones quien viendo el potencial del producto, lo mejoró y patentó. Jones comercializó las cerillas bajo el nombre de “lucíferos”, vocablo que significa
“portador de luz”.
¡Permitió al ser humano obtener fuego de forma instantánea!
La cerilla fue fruto de la casualidad, pero supuso uno de los mayores inventos de la historia.
t a a t s Ch a P s i a p L Estados Unidos — 1853
s
George Crum era el chef de un prestigioso restaurante neoyorkino llamado Moon’s Lake House. El 24 de agosto de 1853 Cornelius Vanderbilt, un empresario multimillonario, entró al restaurante. Aquel hecho cambiaría la vida del chef para siempre.
ge Geor Crum
Vanderbilt pidió un plato de patatas fritas. Crum cocinó con esmero el mejor plato de patatas fritas que pudo. Pero el gran magnate devolvió el plato. Las patatas estaban demasiado gruesas y poco hechas.
El chef, armado de paciencia, volvió a preparar el plato de patatas cortando las patatas más finas y friéndolas por más tiempo. Pero Vanderbilt volvió a rechazar el plato. Las patatas seguían estando demasiado gruesas y crudas. La paciencia de Crum había llegado a su fin. Así que
buscó venganza cortando las patatas tan finas como el papel y friéndolas tanto que fuera imposible pincharlas con el tenedor sin romperlas. Además, las sazonó con un mucha de sal. Estaba seguro que su plato era un enorme despropósito incomible.
¡Bendito error!
Vanderbilt enloqueció de placer. Nunca había comido unas patatas tan sabrosas y crujientes. El chef había inventado las patatas chips. Unos años más tarde, el cascarrabias cocinero abrió su propio restaurante donde sirvió durante décadas las emblemáticas y deliciosas “Saratoga Chips”.
ck a o llid el sn a f ato en . Aquel pl tirse undo acabó por conver del m lar más popu
El Tinte Artificial Inglaterra — 1856
A mediados del siglo XIX, la tropas británicas recorrían el mundo en su gran conquista. Pero eran miles los soldados que morían a causa de la malaria.
Mosquito d e
Quinina
alaria m la
En aquel entonces, el único remedio para combatir la enfermedad era la quinina. Aquella era una sustancia escasa y cara que provenía de un árbol tropical de Sudamérica. Por esta razón, los laboratorios ingleses se esforzaban por crearla de forma artificial. Concentrados en esa misión, trabajaban el célebre químico alemán August Wilhelm von Hofmann y su joven alumno William Henry Perkin. La dupla química, creía con bastante ingenuidad, que podrían sintetizar la quinina con la oxidación de otra
sustancia más común y barata llamada anilina. Fue así, como el joven Perkin, mientras su maestro estaba de viaje, probó la idea en el pequeño laboratorio de su casa. El experimento de Perkin fue un fracaso. Sólo consiguió crear un alquitrán oscuro. Pero intentando limpiar el resultado de su error con alcohol, descubrió la maravillosa y persistente sustancia color púrpura que había creado.
¡Bendito error! Perkin acababa de crear el primer tinte sintético. El espectacular color púrpura había sido el más difícil de obtener naturalmente desde la antigüedad. Su imprevisto descubrimiento resultó ser un grandioso éxito.
ra Púr pu
lliam Perkin i W ,e
nte de quím ic
a
dia u st
Con tan solo 18 años, Perkin patentó la idea y junto con su padre y hermano, fundó una fábrica para producir estos tintes. A los 21 años ya era millonario y que a los 36 se retiró de los negocios para dedicarse a la investigación y devolverle a la química todo lo que le había dado.
La Tarta Tatín Francia — 1900
anie y h p é St
Caroline
Durante la próspera y deliciosa Belle Époque, las hermanas Stéphanie y Caroline heredaron de su padre un encantador hotel ubicado en la pequeña población de LamotteBeuvron, al sur de Orleáns (Francia). La localidad se había convertido en una capital de caza muy concurrida por la burguesía que llegaba desde París en ferrocarril. Caroline, era la hermana
Tat in
pequeña y recibía a los clientes. Mientras que Stéphanie, era la hermana mayor y estaba a cargo de la cocina. Un día, Stéphanie se despistó mientras preparaba una tarta de manzanas y colocó las manzanas en el molde sin haber puesto previamente la masa. Para no desperdiciar la preparación, la joven improvisó y colocó la masa sobre las manzanas.
¡B
o error! dit en
¡Bendito error! Cuando sacó la tarta del horno y le dio la vuelta para servirla había creado la deliciosa e innovadora tarta invertida de manzanas. El postre triunfó entre la clientela y en poco tiempo se convirtió en el plato estrella. Dicen que fue un famoso repostero quien replicó la tarta en su restaurante
de París. Fue un éxito clamoroso entre la alta sociedad de la capital, y el repostero, en un acto de honradez profesional, bautizó la tarta con el nombre de su creadora. Desde allí, la tarta Tatín emprendió un imparable viaje por el mundo conquistando los más golosos paladares.