Estamos ante la sexta extinción de las especies Por: Gonzalo Peñá Ingeniero Civil
Bases tomadas del capítulo 1 del libro: “La sexta extinción una historia nada natural” de Elisabeth Kolberth.
A
1.- ¿Cómo era la tierra que hoy conocemos?
unque la autora no lo menciona en el prólogo, ni en el capítulo 1 (objeto del presente análisis), es bueno plantear, como era la tierra cuando aparecieron los continentes como los conocemos ahora. Esto nos permite entender, lo difícil, que ha sido conocer el desarrollo y como sus investigadores, han sido sometidos al escarnio público, hasta tanto no se haya podido comprobar la verdad de sus planteamientos. Esto le sucedió en 1915 a Alfred Wegener, autor del libro; “El origen de los continentes y los océanos”, el cual sacudió como un terremoto los cimientos de las ciencias de la Tierra. El meteorólogo alemán fue el primero en reunir datos procedentes de diferentes disciplinas científicas para argumentar una teoría de la deriva continental, (El movimiento continuo de los continentes a lo largo de millones de años). En 1910, mientras examinaba detenidamente un atlas, Wegener se preguntó si las siluetas de los continentes encajaban entre sí por pura coincidencia. Tiempo después formaría
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con ellas un único “supercontinente primordial” al que llamó Pangea (“toda la Tierra”, en griego). Postuló que aquella inmensa masa de tierra firme había existido, hasta que hace 250 o 200 millones de años empezó a desgajarse hasta convertirse poco a poco en los continentes actuales. Para la biología, la tesis explicaba el parentesco entre especies de continentes separados por océanos. Para la paleontología, la idea casaba con los fósiles del mesosaurio hallados tanto en Sudáfrica como en Brasil. Para la geología, justificaba la presencia de formaciones geológicas similares en continentes distintos y sugería, entre otras cosas, que el Cape Fold Belt (el cinturón montañoso de la Provincia Occidental de El Cabo, en Sudáfrica) había estado unido a la sierra de la Ventana, en Argentina. Solo en el año de 1945 se le concedió carta de naturaleza a la teoría de Wegener.
E n c u e n t ro s
MEDIO AMBIENTE