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EL CENTAURO

Estado Guayana Año 1, Edición Nº 2

Por: Andreina Tovar Hoy más que nunca debemos ratificar que el Esequibo es nuestro, aquel que formó parte alguna vez de una provincia llamada Guayana, que a pesar de los años y de que los otros Estados pertenecientes a la misma cambiaron sus denominación a Bolívar y Amazonas respectivamente, sigue siendo de nosotros, aunque algunos se empeñen en llamarlo “Zona en Reclamación”. Esa rica región, tanto en personas como en recursos, que llega hasta el río Esequibo, es parte de nuestra Venezuela desde que esta era una Capitanía del reino español, fue Carlos III el que delimitó el territorio que pasaría luego a convertirse en una República independiente y que nuestras Constituciones desde entonces tomarán como referencia al momento de establecer nuestras fronteras. Por eso el mensaje hacia nuestros vecinos invasores, es que dejen de usurpar un territorio que no les pertenece y que paren de lastimar a nuestros connacionales ahí establecidos, a los cuales, cuando Venezuela vuelva a ocupar aquel sitial de honor que tanto se merece, nos encargaremos de reivindicar su identidad nacional por los daños sufridos por gobiernos que solo buscaban su interés individual y no el de nuestra nación. Por nuestra nación ratifiquemos el Estado Guayana. Venezuela quiere ORDEN

Publicación Oficial del Movimiento Nacionalista ORDEN

Movimiento Nacionalista ORDEN: Vanguardia del Nacionalismo en Venezuela

Esequibo es Venezuela Venezolanos en defensa del Esequibo protestan ante embajada de Guyana

Integrantes del Movimiento Nacionalista ORDEN junto a la ONG “Mi Mapa de Venezuela Incluye Nuestro Esequibo” hicieron acto de presencia de manera pacífica frente a la Embajada de la República Cooperativa de Guyana, en protesta ante las últimas violaciones al Acuerdo de Ginebra por parte del Estado Guyanés, que otorgó concesiones de manera ilegal a Exxon Mobil, para la exploración y explotación petrolífera en la Fachada Atlántica de Venezuela, frente a las costas del Esequibo, territorio venezolano. Bajo la consigna “El Esequibo

es de Venezuela” los manifestantes, expresaron su descontento con la actual situación de la disputa territorial, la cual consideran “una violación a la soberanía de la nación venezolana”. Representantes de las organizaciones esperaron durante una hora la atención del personal diplomático, que se negó a escuchar las peticiones, sin embargo, gracias a la asistencia del Servicio Diplomático de la Policía Nacional Bolivariana, una pequeña comisión fue atendida. En un clima de civismo y de respeto, se le entregó un documento a la secretaria del Embajador, el cual expresa:

“Rechazamos de manera categórica, enfática y terminante la agresión que el Gobierno de la República Cooperativa de Guyana emprende al violar acuerdos bilaterales vigentes y jurisprudencias de Tribunales Internacionales, en complicidad con empresas trasnacionales, profanando de manera artera y desafiante los espacios marítimos, geográficos, históricos y legítimos Venezolanos” Cabe destacar que el personal diplomático recibió, más no devolvió copia sellada ni firmada del documento. Según palabras de un miembro de la ONG “Nos pareció sorprendente el recelo, los fuertes ges-

tos faciales y las expresiones de las personas que se encontraban dentro de la embajada, al notar el logo que caracteriza a nuestro grupo”. Por su parte, Joshua Céspedes, miembro de ORDEN expresó “Esta actividad marcó un precedente. Al entrar a la embajada de Guyana, se dio el primer paso de reconocimiento de nuestros reclamos como ciudadanos y como nacionalistas por la soberanía de los territorios usurpados”. Por último, la Guardia Nacional Bolivariana se presentó en el lugar, sin embargo no hubo incidentes. Venezuela quiere ORDEN

¿Quieres saber más sobre nosotros? WWW. ORDENVENEZUELA.COM

OrdenVenezuela @OrdenVenezuela ordenvenezuela@gmail.com


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Editorial El Centauro

Nos llena de profunda satisfacción que la 1ra edición del periódico nacionalista “El Centauro” haya sido un éxito total. Rotundo éxito que consistió en el gran interés demostrados por los ciudadanos en Caracas, Táchira, Mérida, Lara, Zulia y Carabobo, en conocer más sobre la tesis propodel Movimiento sitiva Nacionalista ORDEN, el Ideal del Bien Nacional. Este ideal está lejos de ser una abstracción, por el contrario, es la aspiración que tienen los ciudadanos de materializar dicho Ideal para mejorar su forma de vida tanto material, intelectual, moral y espiritual. Por esta razón somos estandarte y vanguardia del Nacionalismo Venezolano. A través de este ideario emprendemos el despertar de una conciencia nacional, auténtica y venezolanista, en la que el entusiasmo, optimismo y esfuerzo de los venezolanos se avivan para enfilar todas las voluntades en una sola dirección: VENEZUELA.

Venezuela y su mejor destino, Venezuela como medio y fin de la realización individual y nacional. Los retos son cada vez mayores, nuestro compromiso es con Venezuela y con los venezolanos, nuestro rol es orientar al ciudadano para que sea dueño consciente de un ideal que le permita alcanzar los bienes más preciados: La Dignidad y la Prosperidad material, mental y espiritual, que se traducen en la Grandeza Nacional. El despertar de la conciencia nacional es imparable, y nos aseguramos de ello con el gran esfuerzo y sacrificio que hemos hecho para que este ejemplar esté en sus manos. Seguimos oponiéndonos a la decadencia que ha hecho pedazos nuestro país, y con nuestra postura formulamos planteamientos totalmente alejados de las practicas populistas que han condenado a Venezuela a la miseria que hoy nos heredan los que siempre han abusado de ella. Venezuela quiere ORDEN

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EL GRILLETE DEL MES

El Centauro Publicación Oficial del Movimiento Nacionalista ORDEN Director de El Centauro: Manuel Rangel Jefe de Redacción: Nelson Ramírez

Himno del Movimiento Nacionalista ORDEN Gloria y Honor

Estrofa I ¡Patriotas escuchad, el llamado que hace la historia! ¡Las glorias de otrora en vano no quedarán! ¡Mirad delante entre la oscuridad la luz del Sol que saldremos a llevar! ¡No habrá temor, estamos con Dios! ¡Llevamos la Cruz a cuestas! Coro: De Oriente a Occidente: ¡Gloria! ¡Gloria a nuestra unión! ¡Gloria! ¡Gloria a nuestra historia! ¡Gloria! ¡Gloria! ¡Gloria a la Nación!

Estrofa II ¡La batalla plantad , si el Rojo y el Liberal se juntan! ¡La Patria hay que salir a defender! ¡Id con valor en el pecho y fuego ardiendo en nuestro interior! ¡Expulsarlos es nuestra misión! ¡Lo haremos con honor!

Por: Lizbeth Gil @LizbethAndreina ¨Gloria y Honor¨, es el nombre con el que se bautizó el Himno Oficial del Movimiento Nacionalista ORDEN, fruto de la labor artística e intelectual del capital humano de la Organización. Es un cántico cuya composición poética fue escrita por los Patriotas Fernando Granadillo (1986) y Lizbeth Gil (1997) en Febrero de 2015. La Composición Musical fue consumada por la Músico e integrante del Movimiento, Lizbeth Gil (1997) en Marzo de 2015. Saltando a la luz en Abril de éste mismo año. Finos, elegantes y marciales compases, hacen armonía con la hondura y fogosidad de su letra en tono solemne, que representa la virtud del Movimiento. ¨Gloria y Honor¨,

desde el más profundo sentido de la expresión, glorifica y honra a una Patria que actualmente en manos de la decadencia, corroída por corruptos, exige a la presente generación, afrontar la heroica gesta que la historia y los trazos del Padre Celestial colocan en el camino. La esencia luchadora del Nacionalismo hacia las visiones materialistas del mundo, marxistas y liberales, se encuentra perfectamente plasmada en tan impoluta obra, en homenaje al sentido de patriotismo y la aclamación de una Nación, que pide a gritos, sea devuelta al pedestal que le corresponde; exaltando por medio de la música su majestuosidad, tocando el fervor de los venezolanos, para que unidos acaten el llamado desbordado de clamor que hace su suelo sagrado,

donde con honor trabajaran incansablemente por ella, para hacerla una sola, digna, próspera y fuerte. Aún en horas bajas, pisoteada por plutócratas y comunistas, los Nacionalistas, íntegros en cuerpo y espíritu, seguiremos rindiendo tributo a Venezuela desde lo recóndito de nuestro ser, en el afán de reivindicarle. Nunca antes, una Organización Política había enaltecido el sentimiento de amor y orgullo por la Nación, venerando sus proezas, tradiciones y antiguas glorias. Hoy somos quienes conmemoramos nuestra amada Venezuela en sus más nobles y magnificentes momentos. ¡Excelso es su nombre!¡Bienaventurado ORDEN que se une en el cántico que ha de inmortalizarle! Venezuela quiere ORDEN


Ideario

El Centauro

Nuestro Nacionalismo

Por: Nelson Ramírez @NelsonRZ33 Abordar el nacionalismo venezolano implica superar toda discusión enmarcada en la inmediatez y banalidad de la política venezolana de los últimos 60 años. Nuestro nacionalismo se proyecta en razón de forjar un rumbo que atienda los problemas más inmediatos que aquejan a los ciudadanos, y que permita a las venideras generaciones heredar un país con porvenir; donde los valores fundamentales que nos caractericen como venezolanos sean la responsabilidad y el sentido del deber. Para lograr esta noble y fundacional tarea, es vital revisar nuestra historia bajo una muy franca y abierta perspectiva. Esto quiere decir que hay que evitar toda pretensión de encasillamiento subjetivo, que pretenda privilegiar tal o cual período de nuestra historia. Las manipulaciones de la historia -hechas por demagogos para traficar con las esperanzas de los ciudadanos- tienen como fin ulterior la dominación y el sometimiento a base del enfrentamiento entre venezolanos; sembrando de este modo rabia, ira y rencor. Esto tiene que finalizar. La conformación de la comunidad política en torno a la Nación venezolana (su desarrollo y unidad, alrededor de los cuales todos los ciudadanos marchan, aceptando y asumiendo la importancia y envergadura de los roles sociales), necesita de un profundo conocimiento de la historia – tanto como elemento unificador como coadyuvante para su destino. Los casos más emblemáticos de sesgo sectario hacia una u otra parte de nuestra historia, se evidencian con aquellos que defienden un hispanismo a ultranza -como epicentro exclu-

sivo en la expresión contemporánea de nuestra cultura-, versus aquellos que lo reniegan y destruyen nuestra historia basándose en unas exacerbadas reivindicaciones indigenistas. La especial insistencia en no exaltar, de manera aislada, dichos períodos, obedece no sólo a la necesidad histórica de unificación nacional, sino también a la obligación de eliminar cualquier pretensión de pugna étnica estéril y desvirtuada – visto el profundo mestizaje de nuestra Nación. Categóricamente podemos recalcar que nuestro arquetipo nacionalista no está fundamentado en “superioridades” de razas, ni de etnias, ni de culturas, sino en un verdadero elemento unificador del país. El mismo está conformado por las cualidades, las capacidades, el ingenio y la reserva moral de los venezolanos, hechos que nos definen y caracterizan. En honor a este arquetipo es que construimos nuestro nacionalismo; y estamos en el deber de exaltar nuestro espíritu nacional, para que la voluntad de los venezolanos se enrumbe hacia un solo destino: la grandeza de Venezuela. No menos importante es aclarar que las ficciones ideológicas -como lo son el individualismo y el colectivismo (productos del liberalismo y del marxismo, respectivamente)- gravitan en planos de absoluta relatividad con respecto a nuestro Ideal Nacional. Nuestro nacionalismo rechaza tanto al individualismo exacerbado, como al colectivismo tenido como fin en sí mismo. Veamos por qué. Nuestro nacionalismo admite la fortaleza en la unión de todos los nacionales y, además, acepta la realidad hecha persona en la individualidad de

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Parte superior: Líderes históricos del marxismo: Marx, Engels, Lenin, Stalin, Mao Parte inferior: Firma Acta de Independencia de Venezuela pintado por Juan Lovera, cuadro que muestra a todos los venezolanos que participaron en tan glorioso día.

todos los seres que componen la sociedad. Pero este pensamiento se diferencia del marxismo, pues no conjuga con la «lucha de clases» ni cualquier otra lucha interna que pueda atentar en contra de la Nación. Por otra parte, no reconoce ningún beneficio en aquellas visiones radicalmente egoístas, propias de los individualismos -como fines en sí mismos-; por ejemplo, el del liberalismo clásico. Nuestra visión integral de la Nación es totalmente diferente y adversa a la visión colectivista marxista; puesto que ésta, en su afán de aglutinar utópicamente, segrega, divide y opone a los componentes de la sociedad, en la vacua e inútil «lucha de clases». Por otro lado, el liberalismo, al hacer gravitar

todo alrededor del bienestar individual, incurre en la atomización social (producto de las tendencias centrífugas nacidas en la pugna por los intereses particulares de cada individuo). Ambas posturas son antinaturales, puesto que lo que une al individuo con la familia y con un todo orgánico llamado sociedad, trasciende el ámbito de las meras apetencias materiales – al que están anclados tanto el liberalismo como el marxismo. Liberalismo y marxismo son afines en cuanto a esa cosmovisión materialista, que pretende hacer girar todo alrededor de un árido economicismo; que derriba todo vestigio de cultura y tradición, para continuar mercadeando sus bienes o crear autómatas de sistemas mecanicistas.

El nacionalismo venezolano se sobrepone al individualismo liberal y al colectivismo marxista, reconociendo el potencial que posee cada ciudadano venezolano, su rol dentro de la sociedad y la importancia que tiene esa unión (que beneficia a uno y beneficia a todos). Venezuela hoy necesita de sus hijos. Por ende su rescate, defensa, desarrollo, prosperidad, potencia, libertad y porvenir nos convierten en la esperanza de la Nación: Venezuela como fin absoluto de nuestro trabajo; medio de nuestra realización individual y nacional. Venezuela en la cúspide, y por encima de los partidos o de cualquier interés particular. Venezuela quiere ORDEN


Propuesta

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El Centauro

¿Nos Vamos o nos Quedamos?

Por: Andreina Tovar Muchos han manifestando las razones por las cuales algunos se van y otros se quedan; ambas opiniones son válidas, aunque nunca me he planteado la idea de irme, es debido a que este país me duele, me siento profundamente ligada a él, quiero ser parte de su destino glorioso y quiero estar entre los que volvamos a hacer de Venezuela un país de primera. Irse de Venezuela es una decisión personal y respetable, sin embargo, no te hace mejor persona, no da derecho a criticar a los que nos quedamos aquí luchando por resolver este caos. No lo hacemos por un acto de masoquimo, como afirman aquellos que se han marchado por el contrario, elegimos continuar en Venezuela por convicción propia, porque creemos en la posibilidad de transformar la realidad en la que vivimos, de rescatar a nuestro país de las cenizas, de asegurarles a las próximas generaciones una nación floreciente, de la que no deseen desesperadamente huir, sino más bien que tengan una patria donde desarrollarse. Por lo tanto, aunque no condeno a aquellos que decidieron irse, si lo hago con los que una vez afuera, se dedican a hablar negativamente del país donde nacieron. Ello solo contribuye a restar fuerzas para la reconstrucción de la nación, colaborando involuntariamente con el desastroso gobierno que tanto critican. Que me llamen idealista ¡No me importa! Ya que eso no cambia mi concepción de que un país se construye y se saca a adelante con el esfuerzo y

apoyo de sus ciudadanos, los cuales son muchos más que los que actualmente se encuentran en el gobierno desangrándolo. Venezuela necesita más ciudadanos y menos individuos, muchos dirán que pertenecen a los primeros porque participan en las “fiestas” electorales que realiza el fraudulento CNE, no obstante, debo aclarar que ser ciudadano, es formar parte de una ciudad, donde te interrelacionas con otros, esto implica, respeto a las reglas de juego previamente establecidas que garanticen mutua satisfacción. Tomando esta definición, son muchas las personas que quieren ser ciudadanos, sin embargo, es importante creer en la posibilidad de dar un giro a la forma actual de comportarse de nuestra sociedad; eso se logra no solo con una buena enseñanza en la escuela, sino también con la verdadera educación, la que obtenemos en casa, donde nos inculcan valores, que nos forman realmente como ciudadanos. ¿Nos vamos o nos quedamos? Yo me quedo y que se vayan aquellos que tienen en decadencia mi país y si no lo hacen por su cuenta, asegurémonos de botarlos; y a los venezolanos que deciden irse, si les duele el país, apoyen desde afuera el Ideal del Bien Nacional, para poder transformar esta realidad. Si por el contrario no les importa y optan por darle la espalda a lo que está sucediendo, disfruten de su nueva vida y ahórrense sus comentarios, ya que es más útil el que no estorba. Venezuela quiere ORDEN

Dolarización El conformismo hecho proeza

Por: Joshua Céspedes Empoderados de una actitud jocosa, pareciese que hoy, se animan ciertos sectores a volcar sobre la palestra pública, la dolarización de la economía venezolana como la solución final a nuestros problemas, lo que nos demanda mantener en pie la máxima: la libertad es sinónimo de responsabilidad. La libertad debe ser arrojada de vuelta a la esfera de lo público y entenderse como la participación activa del ciudadano en los asuntos que le conciernen y no ser reducida por el simple axioma: “no interferencia de mi esfera individual”. La soberanía se define como la capacidad que posee cada comunidad política de tomar en sus manos el destino de sí mismos, de su país, de su nación. Es así como encontramos la razón de la asociación política de la República, por lo que las relaciones que deriven de ellas han de sujetarse ante el espíritu colectivo que emane de estas y no a los intereses materiales e individuales que rompan con la armonía de su cuerpo. La economía como herra-

mienta para el desarrollo de la nación, se ha visto desdibujada y puesta a merced del interés de unos y de otros, y en este afán de interés individual, reviste lo material como la piedra angular de una política contraproducente, que ha prometido riqueza pero ha traído miseria. El valor de una moneda se respalda por el ahorro que la nación obtenga del esfuerzo de su trabajo; este ahorro, comúnmente es hecho en divisas, en monedas extranjeras cuyas economías pautan el guión del

mundo financiero actual, por lo que la relación liquidez y base monetaria (reservas internacionales) arrojaría así el valor cuantitativo de nuestros bolívares; no obstante se han abordado los problemas que nos aquejan, las causas y los responsables de estas, por un bando, que tras esgrimir sus intereses en un disfraz de buenas intenciones, generalizan y estandarizan la actuación de los gobiernos, en busca de una excusa perfecta para sobre poner de mala gana al individuo

Por Germán Jiménez No se puede justificar la violencia, no importa que tan duro griten las razones, menos si estas son producto de una carencia de argumentos para defender una idea que lucha constantemente con prejuicios, burlas o rechazo por una mayoría. Estos actos crean víctimas ficticias y generan una ilusión de autoridad moral que permite a ciertos individuos ser absueltos de sus faltas. La libertad de expresión es un derecho y es el motivo de muchas disyuntivas y enfrentamientos, incluso armados. Como derecho fundamental parece no tener límites, una especie de dogma que no puede ser discutido y mucho menos dar la sensación que está siendo limitado por algún poder. Hermanos de tierra, nacionalistas, desprendidos de todo lazo de unión intangible,

lo que se avecina para el futuro no es alentador. No, no hablo del calentamiento global, no hablo de la guerra, no hablo de la crisis económica mundial: hablo de la libertad de expresión. El avance tecnológico es indetenible y si no prevemos esta arremetida será inevitable el colapso de todo. La libertad no es una cortesana a quien se pueda amoldar bajo el deseo de quien la compra, la libertad está por encima de ese simple capricho, por encima de toda tendencia, esta debe ser garante del respeto, que permita la convivencia y conciliación de las partes en la sociedad que convergen. Es un derecho que no está exento de un deber a su altura, siendo su uso irresponsable el detonante de controversias. Las partes que Gobiernan Venezuela, representan un poder

económico dominante y manipulan la libertad a conveniencia de sus intereses. Ellos dominan el escenario, más que por méritos, por poder político y económico. No hay debate, no hay flujo de Ideas, no hay planteamientos concretos, solo caras tratando de agradar al público para la siguiente contienda electoral. Este escenario está cambiando, no se puede contener la voz de la nación, y gracias a los avances, es más difícil controlar las matrices de opinión. Los medios amarillistas se multiplican, la información es menos confiable, y una mayoría que siempre ha sido el blanco del populismo, está siendo víctima de “cambios” sin darse cuenta cómo influyen en ellos. Es un caos informativo, sin control, agresivo. No piensen que se busca atacar al Derecho per se. Se advierte

Una libertad conveniente


sobre la colectividad. La dolarización se ha volcado sobre la palestra pública, como la solución a los problemas económicos. Se afirma, que el control de la economía debe ser despojada del actual gobierno y ser puesta en manos de terceros dada la irresponsabilidad con que frecuentemente este actúa; pareciese ser que generalizaran tal comportamiento, a rebajar de inmorales a cada ciudadano, en pocas palabras es una desconfianza hacia sí mismos y hacia lo público.

sobre su interpretación y sobre el peligro que representa al transformarlo en una excusa para la ofensa, para no asumir responsabilidades y poner a este derecho por encima de todos los demás. Se advierte sobre la posibilidad de tener un mañana plagado de información y libertades que nos haga menos libres y menos informados. No podemos permitir que el derecho de unos pise el de otros, esto sería otro camino por donde se escabulliría la lucha de clases, encargada de dividir a las naciones. Hoy, la libertad de expresión es la bandera de muchos caídos, una lucha subjetiva, ciega e ingrata. Es una libertad conveniente, un engaño para mantenernos en pugnas. Si levantamos esa bandera ¿Para quién lo estaríamos haciendo? Nuestro esfuerzo, el de los nacionalistas, es por un bien mayor, porque entendemos que pertenecemos a Venezuela, que

La dolarización implica la desaparición del bolívar como moneda oficial, por lo que la emisión de billetes queda a disposición de la reserva federal estadounidense, ello implica, una limitación en cuanto a la actuación del gobierno en política económica, por no decir, su no intervención en esta área. La dolarización empareja los ciclos económicos con el país emisor por lo que exige medidas acordes al nuevo marco referencial. No obstante, la dolarización revestiría de legi-

somos sus hijos y que su bienestar representa el de todos. Nuestro deber es demostrar que no somos bárbaros, que estamos forjados en el acero de una idea conciliadora, justa y hon-

timidad al conformismo, ineptitud y corrupción con que estos“gobernantes” han asumido los asuntos económicos. De esta manera, a los fines de los supremos intereses de nuestra nación le sería arrebatada la oportunidad de ser el rector de su destino, de asumir tal labor se tratase. El facilismo de arrojar sobre terceros una responsabilidad tan propia como la económica, quiebra la voluntad de un cuerpo social que debe empoderarse cada día más de lo público, cada día más de lo suyo; el ejercicio de la ciudadanía se ve coartada, el alma de la Republica desmoralizada, tras la imposición del interés de unos en contra de la armonía del cuerpo nacional. La economía es y ha de mantenerse como una herramienta para el desarrollo armónico de la nación venezolana que bajo la tutela de un gobierno responsable, altamente nacionalista que revalorice nuestra moneda y respalde nuestro patrimonio, en algo más que un papel o una divisa; el trabajo ha de ser nuestra carta de presentación siendo este el respaldo, confianza y garantía de un mejor mañana, donde el mérito y la constancia se traduzcan en las grandes proezas que la patria nos demanda. Venezuela quiere ORDEN

rada; La Idea del Bien Nacional. Nuestro deber es salvar nuestra nación, es crear un futuro con personas que merezcan el lugar donde nacieron. Venezuela quiere ORDEN.

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El Orden Económico Natural

Por: José Vargas El Nacionalismo Venezolano cree en el trabajo como único motor legítimo generador de la riqueza y de la propiedad. "El hecho económico fundamental es el trabajo". Todo lo demás son meros medios para perfeccionar el trabajo, en otras palabras, aumentar nuestra productividad. Por eso las finanzas deben estar subordinadas a la economía real del trabajo, no de manera contraria como sucede hoy en día. El sistema de reserva fraccionada representa la economía de las finanzas por encima de la economía real del trabajo. Esto es, indudablemente, contrario al orden natural de las cosas. Por eso las consecuencias no se hacen esperar y su impacto se ve reflejado en los altos niveles de inflación, casi incontrolables que sufre hoy Venezuela. El "socialismo", partiendo de la premisa de "lucha de clases", destruyó buena parte de la infraestructura que sustentaba la economía real. Curiosamente dejó intacta esta herramienta de la economía de las finanzas, el sistema de reserva fraccionada. Este cáncer crece dentro del cuerpo económico sin ningún control, matando a la economía real del trabajo, apoyado descaradamente por el marxismo que hoy nos gobierna. La cantidad de dinero privado o "dinero bancario" puesto en circulación por parte de la banca privada representa en este momento 11 veces la cantidad de dinero puesto en circulación por parte del BCV. En medio de esta desgracia inflacionaria la economía de las finanzas no para de generar dividendos a costa del sudor de los ciudadanos trabajadores.

Por tanto la prerrogativa de emisión de dinero deberá estar en manos de las instituciones de un Estado Nacionalista. La moneda esta íntimamente ligada al trabajo, es la herramienta que facilita el intercambio y potencia la división del trabajo. La moneda es la representación de la riqueza generada, a través del trabajo, por una sociedad. Ese es el orden natural de las cosas. Son las finanzas al servicio de la economía real (trabajo físico e intelectual). Partiendo de este punto vemos que el respaldo de una moneda no es el oro ni ninguna divisa extranjera, sino el trabajo de toda una nación. El primer paso que debemos tomar es llevar, de forma progresiva, el encaje al 100%. Un Estado Nacionalista tiene que tomar control total de la emisión de dinero y evitar las oscilaciones inflación-deflación. La cantidad de dinero en circulación deberá estar ajustada a nuestra capacidad de producción de bienes y servicios. Con las tecnologías que contamos hoy el BCV puede recibir datos estadísticos de producción de forma rápida. Y de esta forma, esta institución, puede ajustar la oferta monetaria ( o cantidad de dinero en circulación) de acuerdo a las necesidades de la economía real. Este es en principio unas de las tantas medidas que tiene que tomar en materia económica, cualquier gobierno que esté comprometido con el bienestar de Venezuela y de sus ciudadanos. Esta y otras medidas son las que consideramos que se tienen que tomar para salir del caos en el que nos encontramos actualmente. Por ello, en medio del desorden y el caos... Venezuela quiere ORDEN


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Opinión El Centauro

Hacia la cimentación de las columnas del Nacionalismo Venezolano

Por: Sergio Santamaría @Sergioddy85 Nuestra gran nación no es una realidad estática, sino más bien dinámica y en constante movimiento, hasta el día de hoy es una creación sincrética de distintos grupos humanos a lo largo del tiempo, lamentablemente la misma ha sido gobernada durante décadas por partidos de izquierda, que siempre hablan de justicia económica y continuamente están buscando alcanzar “la utopía” a través de un camino inexistente que ellos mismos dicen estar construyendo sobre la marcha, no son más que seres ilusorios perdidos en un bosque inmenso tratando de alumbrar el camino, para alcanzar una utopía irrealizable. Dentro del espectro de la izquierda han habido filósofos políticos, intelectuales, ideólogos, que han dado coherencia y sustentación ideológica a los movimientos de izquierda, sin embargo a pesar de poseer una base sólida para su doctrina política, muchas de sus ideas dogmáticas cual vigas rígidas de una estructura, hacen que la misma tienda a derrumbarse aun cuando sus bases sean aparentemente sólidas, ejemplo de estas ideas dogmáticas es la concepción materialista de la Historia, que propugna que

toda la Historia no es más que la Historia de la lucha de clases, por tanto la concepción materialista de la Historia cae en un burdo determinismo económico que establece que las relaciones sociales están condicionadas por factores económicos, obviando múltiples procesos que dan pasos tanto coyunturales, como estructurales en el devenir humano, estos grupos emplean individuos que pronuncian discursos rimbombantes que tratan de comprar la voluntad de las masas. A la larga, los ciudadanos terminan delegando en ellos su derecho a gobernarse, luego de ser deslumbrados por una retórica llena de falacias y silogismos baratos que carecen de sentido práctico. Lo que nuestros antepasados hicieron ayer no nos debe insensibilizar ante lo que nosotros con nuestra voluntad, determinación, meticulosidad, organización u ORDEN, debemos hacer aquí y ahora, para materializar el sentimiento patriótico a través de un nacionalismo cívico que esté a la altura del momento histórico que vive la República ante sus vicisitudes, para lo cual es imprescindible cimentar las bases de una doctrina política, para luego materializar una ideología Nacionalista Venezolana propia. Venezuela quiere ORDEN

DERECHA HIPÓCRITA, HIPÓCRITA DERECHA probable es el caso de Acción Guerra Federal, donde Vene-

Por: AnthonyRincon Dentro de los elementos tradicionales de las democracias occidentales, sean de izquierda o derecha, se ubica el internacionalismo; antagónico al ideal nacionalista por su propia esencia y estar en contra de la naturaleza misma, esto es así, ya que; a costa de la eliminación de las fronteras patrias se pretende impulsar la “integración” de las naciones en grupos supranacionales, sometidos a intereses económicos de partidos políticos (Internacional Socialista, Partido Comunista Internacional) o subordinados a grupos de intereses económicos foráneos (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional). Los procesos históricos, varían de nación a nación, no obstante, los patrones de dominación y de destrucción de la identidad nacional son los mismos, y el caso venezolano no escapa de ésta realidad. La Nación Venezolana es testigo de cómo el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), promueve desde sus bases hasta las altas esferas de poder, ideas y políticas abiertamente internacionalistas, entreguistas de los recursos nacionales (Naturales, Morales y Espirituales) como en teoría y en práctica es el marxismo que vulnera la soberanía y el orgullo de nuestra amada Nación, usando como pretexto “la integración”. Los partidos de la mal llamada “oposición” venezolana, aglomerados en torno a la MUD, de tendencia ideológica marxista, representantes auténticos de la izquierda y centro-izquierda, no escapan del “cliché” del internacionalismo, de reconocer los derechos de otros países en constante detrimento de los altos intereses de la nación venezolana. Un ejemplo com-

Democrática (AD), Un Nuevo Tiempo (UNT) y los actuales paladines de la democracia, conocidos como Voluntad Popular (VP), quienes abiertamente se definen marxistas, siguiendo directrices de un órgano rector supranacional, como lo es la Internacional Socialista. Por otra parte, pero en el mismo plano internacionalista, en la derecha venezolana ocurre algo muy similar, pero más desagradable por lo hipócrita. Quieren vender una imagen de cambio, pero proponen básicamente lo mismo. Sectores diestros compuestos de liberales, libertarios, neoliberales y anarco capitalistas, que aparentemente proponen adversar las aberraciones del comunismo internacionalista implantado en Venezuela desde el 23 de Enero de 1958, promueven derribar las fronteras nacionales, abogando por un libre mercado y la subordinación del hombre a los capitales extranjeros, banalizando principios trascendentales como la virtud y el mérito, algo muy similar a lo propuesto por su “Antítesis” marxista. Tal como ha denunciado desde sus inicios la noble causa Nacionalista, izquierda y derecha son la simbiosis perfecta y se requieren mutuamente para subsistir. Aunado a esto, también se propone la fragmentación de la patria. Es un hecho público y notorio que movimientos liberales, dirigidos por personajes que han demostrado fracaso en la vida pública nacional, promueven la independencia de los Estados que conforman la República de Venezuela. La consecuencia sería el desgarre moral y territorial de nuestra Patria. Sin identidad venezolana y sin conciencia de unidad nacional, volveríamos a la época del caudillismo y de la

zuela no era más que una aglomeración de comarcas pastoriles, cada una con su capataz. Más lamentable aún es la solicitud pública de éstos sectores de la derecha venezolana, de una intervención de diversos gobiernos extranjeros y organismos supranacionales en los asuntos de la política interna de Venezuela. El Movimiento Nacionalista ORDEN, fija una postura de rechazo a cualquier tipo de intervención internacional, independientemente de su origen, sea que provenga de naciones como China, Cuba, Rusia, Estados Unidos, Reino Unido,u organizaciones supranacionales. Suficiente sangre patriota se derramó en nuestro suelo durante las gestas heroicas independentistas, como para pretender una vez más ser colonia de extranjeros, sean potencias militares como Rusia o EEUU, o islas decadentes como Cuba. Instamos a las voluntades patrióticas a alzar su voz en rechazo de las políticas del comunismo internacional que nos dirige desde la Habana, manipulando a los ciudadanos con demagogia y falsas promesas, como en contra de la derecha hipócrita que pretende brindar como solución a la problemática actual, la implementación de accionares dictaminados por elementos extranjeros. ORDEN promueve la Independencia y Autosuficiencia Nacional. Venezuela no puede entregar su sagrado suelo y dignidad a quienes pretenden dominarnos desde el extranjero por vía de la plutocracia, la demagogia o las armas. Venezuela quiere ORDEN.


La Hegemonía de la izquierda creó un desierto y lo denominó cultura Traducido del italiano por: de Verdad ineluctable: que el sectas intelectuales dominantes

El Centauro

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Profesor Edgardo Ricciuti ¿Será verdadera aquella leyenda que reza que la izquierda posee una hegemonía cultural? En principio, la hegemonía cultural era un proyecto, una teoría que Gramsci había trazado sobre la base de dos experiencias: la de Lenin, por un lado, y la de Mussolini por otro; inspirado en las ideas de Gentile y Bottai. La tesis básica es conocida: la conquista de consenso político y social se logra a través de la conquista cultural de la sociedad. Posteriormente, fue Togliatti quien, a la caída del fascismo, implementó el diseño de Gramsci conquistando grupos de intelectuales, editoriales e instituciones cruciales para la cultura. Sin embargo, su proyecto no logró penetrar esa sociedad que todavía tenía fuertes contrapesos. El punto de inflexión llegó en el 1968: la hegemonía cultural ya no recae en el Partido Comunista, sino que se extiende en todo el archipiélago de la izquierda. Dicha hegemonía se difunde, conquistando el lenguaje y sus perfiles, así como en escuelas y universidades, el cine y el teatro, las artes, los medios de comunicación y las salas de redacción. ¿En qué consiste hoy la hegemonía cultural? En una mentalidad dominante heredada del comunismo, de una pretensión

progreso, no se puede eludir su éxito. Esa mentalidad se ha conformado en un código ideológico y en una etiqueta social, conocida como lo “políticamente correcto”, la intolerancia y el fanatismo liberal permisivo. Quien esté fuera, también lo estará de la razón, deberá justificarse, se considerará fuera de lugar y fuera de tiempo, reducido a un desecho del pasado o a una anomalía patológica. ¿Qué ha producido esta hegemonía cultural en términos de obras y de inteligencia, que huella ha dejado en la cultura, en la sociedad y en el individuo? Se me dificulta recordar obras realmente memorables y significativas de ese signo que hayan tenido impacto en la cultura y la sociedad. Y el juicio se hace aún más sorprendente si se comparan los autores y obras, con o sin razón identificados con la hegemonía cultural, frente al legado intelectual del siglo entero. La excelencia en todos los campos, de la filosofía a las artes, de la ciencia a la literatura, no pertenece a dicha hegemonía cultural y, muy a menudo, se sitúa en su contra. De hecho, existen motivos para sospechar que existe un vínculo entre la degradación cultural de nuestra sociedad y la hegemonía cultural radical progresista. Los círculos culturales, los grupos de presión y las

han dejado a la sociedad a la merced de la hegemonía de la subcultura y de lo vulgar. En consecuencia, el intelectual orgánico y colectivista ha producido un intelectual individualista y autista que no afecta a la realidad y se refugia en su narcisismo deprimido. Somos extraños al racismo cultural, por cierto, muy practicado en la izquierda, así que no creo que se trate de una cuestión "étnica", que se refiera a una raza dominante de la cultura. El problema es de contenido: la hegemonía cultural no ha transmitido ni ideas, ni valores, ni modelos de conducta positivos; lo que se ha logrado es disipar las ideas, los valores y modelos positivos en los que se funda la civilización. No funcionó en el plano constructivo, naufragaron sus utopías, empezando por el comunismo, pero si ha sido efectivo en el plano destructivo. Si la emancipación fue su valor fundamental y la liberación de su principal razón, el resultado fue una demolición formidable de la cultura y los modelos relacionados con la familia, la naturaleza, la vida con un sentido religioso y una percepción mítica y simbólica de la realidad, la unión de la comunidad, la identidad y las raíces, los méritos y las capacidades personales. Se las arregló para disolver un mundo, para deprimir y

marginar culturas antagónicas, pero no pudo crear nuevos mundos. La hegemonía cultural trabajó como disolución, no como una solución. El árbol de nuestra civilización, con sus raíces, su tronco milenario y sus ramificaciones en la vida real, es un pensamiento fuerte, pero con poderes débiles para su defensa. La primera es una iglesia con un episcopado a cargo y un vasto clero, pero sin una doctrina y una religión; viceversa el segundo es un pensamiento fuerte, con una vieja tradición, pero sin las diócesis y parroquias; es por ello que estamos

inmersos en una guerra asimétrica entre un fuerte poder de disolución y una civilización que aún no ha caído en lo espiritual, pero impotente y sin éxito en la práctica y en medios de comunicación. El predominio actual de la barbarie deriva de este desequilibrio entre una cultura dominante y a la vez nihilista, y una civilización perdedora o quizás ya perdida. El renacimiento tiene dos oponentes: la hegemónica cultura nihilista y el nihilismo sin cultura, típico de la vulgaridad de las masas.

“Todo príncipe debe desear ser tenido por clemente y no por cruel. Sin embargo debo advertir que el debe temer el mal uso de la clemencia” Maquiavelo. En nuestra sociedad, la clemencia está considerada como una característica inherente al Estado moderno. Incluso, la clemencia es catalogada como un elemento fundamental de un ser virtuoso. Sin embargo, la frontera entre la clemencia y el mal uso de ella es tan sutil que puede transformar un ser virtuoso en un alcahuete. La clemencia ha sido deformada de tal manera por el marxismo cultural/progresismo, que ha transformado el Estado moderno en una máquina de

indulgencia, que protege al delincuente y a otros individuos destructores del imperio de la ley y de las normas de convivencia, lo que perjudica al ciudadano que cumple con sus deberes y se gana la vida de manera honesta. Amparados en una excesiva dialéctica en pro de los derechos humanos, la clemencia convertida en alcahuatería, permitió que la criminalidad se multiplique. Qué mayor ejemplo que la grave crisis de delincuencia que azota Venezuela. El gobierno marxista protege al hampa, e incluso, la premia. Los organismos de seguridad del Estado están de manos atadas debido a unas leyes que im-

piden realizar acciones apropiadas en contra de las bandas de criminales y asesinos que flagelan el país. ¿La consecuencia de esta excesiva clemencia? 25 mil muertes violentas por año que convierten a Venezuela en uno de los países con mayor índice de criminalidad del planeta. En cambio, con la delincuencia, el nacionalismo venezolano no tendrá clemencia. El Nacionalismo no negocia con delincuentes y reducirá los índices delictivos que el gobierno marxista promueve a través de la impunidad. El sistema actual permite que el delincuente pase su “pena” en la cárcel viviendo a todo lujo, cultivando sus vi-

cios, y organizando desde la cárcel su red de crimen. Sin embargo, el Nacionalismo cataloga a la delincuencia como el enemigo público número uno, derogando todas las leyes que protegen al hampón. Además, es un objetivo primordial, la formación de los cuerpos de seguridad con alta conciencia del Ideal del Bien Nacional, junto a las mejoras de las condiciones laborales, materiales y morales de sus funcionarios. Por último, los delincuentes tendrán que retribuir todo el mal causado a la nación a través del único elemento redentor del hombre: el trabajo. El nacionalismo venezolano fortalecerá el sistema judicial e

implementará una firme ley en contra del hampón, el corrupto, el terrorista, y todos aquellos que atenten contra la integridad del ciudadano. Al hampa sin clemencia, ya que ellos no tienen clemencia con el resto de los venezolanos. La clemencia y la compasión con el delincuente serán reducidas para ofrecer amparo y protección al ciudadanos “Porque con poquísimos ejemplos de severidad serás mucho más clemente que los príncipes que con demasiada clemencia dejan engendrarse desórdenes, asesinatos y rapiñas en contra de la universalidad de los ciudadanos” Nicolás Maquiavelo Venezuela quiere ORDEN

Con la delincuencia, el nacionalismo no tendrá clemencia


La Voluntad de un mulato. (I) Una nueva generación de venezolanos comprometidos con Venezuela y su mejor destino está gestándose. Movimiento Nacionalista ORDEN

Por: El Lancero La historiografía bolivariana se ha encargado en los últimos 120 años de enaltecer la figura del Libertador, tanto ha sido, que no ha escatimado en prejuicios y difamaciones a otros Padres Fundadores con tal de lograr su cometido. Uno de

estos casos corresponde al del Gral. en Jefe Manuel Carlos Piar; Curazoleño de nacimiento, venezolano por pasión y convicción. Existen muchos mitos en torno al origen del mulato Piar; Herrera Luque nos ofrece en una hermosa narrativa, una leyenda

que no está lejos de ser cierta, la cual da como padres biológicos a María Aristigueta y a Francisco de Braganza, heredero al trono de Portugal, sin embargo, no es mi intención traer este debate a ustedes. Nos interesa analizar otro tema: El testamento de Piar. La carrera militar del mulato sempiterno solo se vio opacada por dos grandes derrotas; la primera en las sabanas del Salado contra las huestes infernales de José Tomás Boves y la segunda, la definitiva, su injusto fusilamiento en Angostura, traicionado por sus propios compañeros de armas. Salvo estos dos reveses, siempre triunfó, tanto en batalla como en la administración del ejército. Más allá de su carrera, me gustaría contarles algo que poco sale en sus biografías, una cualidad que, en mi opinión, cada venezolano debe emular y esa cualidad es su férrea Voluntad. Salvo el control de los llanos por parte del Centauro inmortal Gral José Antonio Páez y algunos focos patriotas en el oriente de Venezuela, la República estaba perdida. El fracaso de la expedición de

los cayos y el numeroso ejército español venido desde la península alejaba cada vez más la posibilidad de independizarnos de España. Mientras otros se retiraban a Haití a reorganizarse, Piar decidió atacar la impenetrable Guayana, logrando una hazaña militar y administrativa sin precedentes en nuestra historia; formar un ejército de negros, mulatos, extranjeros, aborígenes y disciplinarlos bajo la bandera de la República, ascendiendo a oficiales que eran ajenos a la casta blanca mantuana. Ascensos basados en el mérito ganado en batalla; un ejército disciplinado en tácticas de combate y educados en esa idea de República. Cuando sus detractores veían imposible conquistar la imperial Guayana, él apeló por el camino difícil, y fue su Voluntad, esa misma que lo ayudó a forjar con sus propias manos aquel ejército de mil colores, esa misma que lo levantó de sus reveses, fue la que le dio los laureles de la gloria aquel 11 de Abril de 1817 en la meseta de San Félix y así, traer la Esperanza de un nuevo comenzar. ¿Puede ser este hombre un trai-

dor a su idea? ¿Un traidor a su nación? ¿Se puede traicionar aquello que se intenta forjar? Saquen ustedes sus propias conclusiones mis lectores, sin embargo, y en defensa de nuestro Padre Fundador en cuestión; luchó sin descanso y jamás, siquiera el día en que un injusto pelotón de fusilamiento accionara sus armas descargándolas en su existencia, bajó la mirada ni tuvo miedo alguno a la muerte, hermoso ejemplo de un General en Jefe venezolano para aquellos que comandó y llevó a la victoria. La Voluntad, una hermosa virtud que nos dejó como testamento, y la cual necesitaremos para la poderosa nación que construiremos, así como aquel mulato construyó su ejército ante lo imposible y soñó con una idea que hoy, 198 años después, sigue latente en los nacionalistas venezolanos. En la próxima entrega hablaremos sobre su juicio y posterior fusilamiento, pues la justicia en Venezuela, al parecer, ha sido ciega desde su génesis como República.

#NACIONALISMOYA

Venezuela quiere ORDEN

El Centauro: Publicación Oficial del Movimiento Nacionalista ORDEN


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