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MARTES, 18 DICIEMBRE 2008
Sarriá
LA DISCRETA REBELDIA DEL
Barrio alto a tragarse núcleos rurales
PAULO PAOLIELLO cercanos, como Les Corts,
arriá es un pueblo que se está muriendo”, define Santiago Latorre, presidente de la asociación de vecinos local. A uno que recorra ese barrio apacible de la zona alta de Barcelona, con su gente de aspecto despejado y sano, con tantos niños que corretean por las calles, la afirmación le causará extrañeza. Sin embargo, Latorre considera que la antigua Vila de Sarriá se muere dentro de la pujanza del barrio. En la segunda mitad del siglo XIX Barcelona empezó
S
Gracia y Sant Gervasi. El pueblo de Sarriá, pegado a la Sierra de Collserola, resistió cuanto pudo. Y apenas en 1921, obligado por un Real Decreto, fue el último a ser incorporado a la urbe. A regañadientes. Los vecinos más antiguos de este barrio residencial todavía “bajan a Barcelona” cuando van al centro. Y es que los sarriacencs de toda la vida no se sienten incluidos en la metrópoli. “Si Barcelona fuera España”, dice Latorre, “Sarriá seria Cataluña”. Vaya independentismo. A lo mejor el barriopueblo nunca acabó de integrarse. Cuidan con mimo a su calle Major - la espina dorsal de donde salen las “costillas” de callejuelas del Núcleo Antiguo. Votan por la oposición. Y a algunos les gustaría que volviera el ambiente de cuando todos se conocían y se sabía los nombres de los que nacían, se casaban y morían. Pasado obrero Siglos atrás los ricos de Barcelona ya tenían ahí sus fincas de veraneo. Pero al
Maqueta de Sarriá en el siglo XIX INDEPENDENTISMO DE BARRIO: En 1921 Sarriá fue el último de los pueblos que se anexaron a Barcelona ; sus habitantes querían un municipio autónomo mismo tiempo vivía en Sarriá, hasta hace poco, mucha gente que les prestaba servicios: albañiles, herreros, obreros. Sus casas, las típicas casas pequeñas del casco antiguo, son construcciones estrechas, de 5 o 6 seis metros de ancho. Como mucho, una “planta y piso”.
El barrio, que creció y ganó edificios modernos, hoy tiene más de 35 mil habitantes. Y lleva la fama de “pijo”. “El cambio se produce cuando en los años 70 los que nacimos en los 50 tenemos que marchar del barrio. Porque no hay pisos asequibles para nosotros”,
lamenta Latorre. “La gente que llega tiene mucho dinero, son quienes pueden comprar una casa aquí”, completa. El distrito de Sarriá-Sant Gervasi tiene el metro cuadrado más caro de Barcelona. Hablando con la gente que vive ahí resulta difícil
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MARTES, 18 DICIEMBRE 2008 de los que se quejan. Lo único que le incomoda es que la plaza sea de uso exclusivo de peatones, lo que impide el acceso de coches de clientes ¿Los cambios de la gente? “Es mucho mejor tratar con quien conoces. Pero a mí los cambios no me molestan. Eso no tiene arreglo”, dice.
Mapa del Barrio de Sarria CATALANES: El 70% de los vecinos son nascidos en Barcelona, frente al 59% de la media de la ciudad
Estación “Sarriá” de FGC VIAJE: Algunos habitantes mayores de Sarriá todavía dicen que “van a bajar a Barcelona”. sacarle alguna queja. No todos creen que se pierde el ambiente familiar. “Es como un pueblo, me gusta mucho”, comenta Silvia Monadell, 5 años en el barrio regentando la papelería “Mobe”, en Pedró de la Creu.
En la pequeña Plaça de Sant Vicenç hay una carpintería centenaria. Los dos hermanos Morraja son la cuarta generación al mando del establecimiento, que se inauguró el año 1919. Joaquín Morraja tampoco es
Inmigrantes ricos Otra peculiaridad del barrio es la homogeneidad que conserva. El 70% de los vecinos son nacidos en Barcelona, frente al 59% de la media de la ciudad. Manuel Plazuelo, dependiente hace tres años en una tienda de churros del Paseo de la Bonanova, en Sarriá, compara la situación con la de Sants, donde vive: “Ahora en mi barrio hay muchos sudamericanos, muchos borrachos, no me gusta. Aquí todavía es bien tranquilo”. Porque inmigrantes sí que hay, basta caminar un poco para escuchar idiomas diversos. Pero son extranjeros de clase distinta, adinerados. En Sarriá vive la mayoría de los alemanes, franceses, americanos y japoneses de Barcelona. Este buen poder adquisitivo juega en contra del barrio, cree Santiago Latorre, el presidente de la asociación de vecinos: “A mí me parece bien que se ayude a los barrios más carentes. Pero hoy los que estamos mal somos nosotros. No tenemos biblioteca, no tenemos guardería, tenemos un centro de asistencia primaria súper pequeño”. En ello coincide Joan Puigdollers i Fargas, concejal de CiU (partido de oposición al alcalde y campeón de votos en la zona), y presidente del Consejo Municipal del Distrito: “tras 30 años de administraciones socialistas, Sarriá está un poco olvidado”, se queja. El Ayuntamiento niega el olvido. “Es un barrio privilegiado. A lo mejor los vecinos de otros barrios se pueden quejar más”, comenta Pilar Nieva, Responsable de Comunicación de la administración del Distrito. Según Nieva, Sarriá es una de las zonas de Barcelona “donde más se han hecho intervenciones”. Sobre los precios de inmuebles, dice que no es una competencia del Ayuntamiento.
“Spain’s hot potatoes”
Un reportaje de enero de este año, publicado por el periódico americano “The Wall Street Journal”, menciona unas famosas patatas bravas servidas en Barcelona. Se trata de las del Bar Tomás, ubicado en el número 49 de la calle Major de Sarriá, un “tapa” cuya fama es antigua en la ciudad. Ahí se sirven platos combinados al mediodía, jóvenes van a tomar una caña, parejas mayores se pasan un buen rato. Un bar normal y corriente, vamos. Pero uno que entra a cualquier hora y se fija en las mesas, se da cuenta de que casi el cien por cien de los clientes tienen delante de si una porción de las famosas patatas fritas (o un plato vacío de lo
que antes lo había sido). ¿Qué puede tener de especial una patata?, al fin y al cabo un alimento tan sencillo. Pues la salsa a base de “ali i oli” (ajo y aceite) y picante. Una salsa fuerte, cuyo gusto tarda horas en desaparecer. El Tomás es un bar con mucho movimiento. Durante el almuerzo o al inicio de la noche, puede resultar difícil encontrar mesa. Y hay que pelearse por la atención de los camareros; su frase preferida es “ahora vengo”. Luego a la entrada, en un gran cartel, colgado detrás de la barra, se exhibe con orgullo la reproducción del reportaje de “The Wall Street Journal” sobre las patatas
Receta de patatas bravas Ingredientes 1 Kg de patatas, 1/2 Kg de tomates, Harina, Pimentón picante,1/2 vasito de vino blanco, Aceite de oliva, guindilla. Preparación - Pelamos las patatas y las troceamos (desgajando) con un cuchillo. - Se pueden hacer friéndolas, cociéndolas o ambas cosas, eso depende
de nuestro gusto particular. - Preparadas las patatas, rehogamos los tomates pelados con la guindilla, cuando ya estén añadimos el vino blanco, la cucharada de harina y un poco de pimentón picante, sazonamos con sal, retiramos la guindilla y vertemos esta salsa sobre las patatas en el momento de servir.