florencia guerrero
portfolio personal licenciada en ciencias de la comunicaci贸n u.b.a.
mflorenciaguerrero@gmail.com
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Mano a mano con Lucía Murat, directora de la película “Casi Hermanos”, que cuenta la relación de la clase media y las favelas de Río de Janeiro. El film ha recogido varios premios internacionales y se estrena en abril en los cines porteños.
Entrevista exclusiva
Lo políticamente incorrecto del cine brasileño txt florencia guerrero
revista haciendo cine marzo 2006
Es de esas mujeres de espíritu fuerte y mucho para contar. Su currículum vitae dice que Lucia Murat antes de ser cineasta, fue periodista en dos de los diarios más importantes de su país, Jornal do Brasil y O Globo. Además, que fue miembro de la guerrilla, razón por la cual sufrió varios años de cárcel y torturas, durante el último período de la dictadura militar brasileña que comenzó en 1964 y se mantuvo durante 21 años.
¿Como nace la idea de “Casi Hermanos”? La película tiene mucho de autobiográfico porque yo misma fui perseguida política durante la dictadura brasileña del ´70. Fui torturada durante dos meses y medio y estuve presa más de tres años, toda esa experiencia me ayudó para generar las escenas. El guión surge de ver a las adolescentes hijas de amigos míos de clase media, subiendo el monte y relacionándose con jóvenes traficantes de las favelas. Quise contar una historia donde aún en el momento en que estos dos mundos tenían todo para encontrarse, prevaleció el desencuentro. Mi película es una crítica a nuestra posición los años 70, porque quienes decíamos pelear por la igualdad terminábamos pidiendo muros que separaran nuestras celdas de las que contenían a los presos comunes.
Este mes se estrena en Buenos Aires “Casi Hermanos”, su quinta película que fue premiada en varios festivales internacionales y que retoma el desencuentro de la clase media y los sectores más pobres de Brasil. El film arranca en los años 70, cuando muchos presos políticos fueron ll-
¿Qué tan importante fue ese desencuentro de los ´70 para la violencia que se vive hoy en su país? Fue vital, porque el Comando Rojo, una de las organizaciones que hoy domina el tráfico de drogas, nació allí en esta convivencia de las cár-
evados a la Penitenciaría de Isla Grande, en la costa de Río de Janeiro, para cumplir sus condenas junto a presos comunes. Murat recorre los orígenes de la violencia en el país carioca por medio de las historias de Miguel, un joven intelectual de clase media preso por motivos políticos, y Jorge, un asaltante que terminará liderando el Comando Vermelho y dominando el tráfico de drogas desde la cárcel.
celes. Cuidado, no creo que la violencia exista solo a causa del encuentro entre presos políticos y presos comunes. Si veo que la forma en que el crimen organizado se instaló en Brasil, tuvo un aspecto asistencialista. En sus comienzos, el Comando Rojo dio dinero a los familiares de los presos y distribuyó comida en las favelas y después la violencia creció, multiplicándose en incontables grupos que actualmente se disputan el poder.
Durante la entrevista con Haciendo Cine, la directora habló sobre su apoyo a la legalización de las drogas, criticó la política económica del presidente Lula Da Silva y habló sobre la experiencia de filmar en la favela con el grupo “Nosotros los del morro”, una compañía formada por actores de los sectores más pobres de Brasil. Además resumió “en situaciones difíciles, el humor es una forma de resistencia”.
Hábleme de los personajes ¿que une y que separa a los protagonistas? Lo más importante es la relación entre Jorge y Miguel, la posibilidad de la amistad y la rotura. Cuando ensayábamos, les decía a los dos actores que si nosotros no convencíamos a los espectadores de que había real empatía entre ellos, no habría película. Creo que consigui-
eron este momento en la escena en que Jorge consuela a Miguel cundo su mujer le informa que mientras él está preso, ella tiene una nueva pareja. Allí efectivamente, a pesar de todas las diferencias culturales y sociales, Jorge puede ayudar a su amigo. Este tal vez sea el momento más hermoso del film. Esa posibilidad de encuentro. Existe una corriente en su país que comienza a retratar la vida en las favelas. En “Ciudad de Dios”, Fernando Meirelles hizo de la violencia visual el eje del discurso, en “Casi hermanos” esa manera de expresión pareciera quedar casi en un segundo plano, ¿por qué? Creo que la cuestión de la violencia y de la desigualdad es tan fuerte que inevitablemente el cine comenzó a tratarla. Es imposible huir de estas cuestiones si se vive en una gran ciudad brasileña. El objetivo de “Ciudad de Dios”, que tuvo el gran mérito de haber sido la primer película que trabajó con los jóvenes de las favelas, fue ser una película hecha para un público amplio. En “Casi Hermanos” el problema que planteo es otro, una reflexión sobre la relación entre estos dos mundos, y por eso elegí otra propuesta estética. O´Globo dijo que su película “le da un alivio fresco a la tragedia” ¿Es algo que se propuso? Nadie es héroe todo el tiempo. En el día a día, los presos lloran, ríen y cuentan chistes. Quería que estos momentos existieran en la película. Los propios actores percibieron esta idea de cotidianeidad después de una reunión que hice juntándolos con los ex-presos políticos para un debate. De esa experiencia sacamos que aún en situaciones difíciles, el humor es una forma de resistencia. ¿Cómo fue trabajar con actores de la compañía “Nosotros los del morro”?
Me gustó mucho. Considero que fueron fundamentales para traer la sangre y el alma a la película. Eso sea tal vez, lo más bonito del film, que sólo pudo ser hecho porque personas de estos dos mundos se juntaron para reconstruir y hablarnos del desencuentro de clases.
imposible que estas cuestiones no estén presentes en mis producciones. Pero realmente el cine para mí fue una forma de supervivencia. A través de él, conseguí reestructurarme y seguir viviendo después de la prisión. Por esto, en mis películas hay una preocupación por la condición del ser humano.
Arte para el cambio
Las casas encaramadas a la favela parecen observar desde lejos las grandes ciudades, los desaventajados mirando la opulencia ¿cómo ve el futuro de esa relación? Creo que hoy es la cuestión central de las grandes ciudades de Brasil. En Río de Janeiro es más evidente porque las favelas están dentro de la zona sur, del área más cara de la ciudad. Tenemos que pensar en términos sociales de educación, salud y empleo. En vez de eso, la corrupción profundiza los problemas como el tráfico de drogas. En la película muestro el uso de celulares dentro de la cárcel para manejar las bandas en la favela, eso no es una fantasía y pasa porque hay mucho dinero en juego.
Cuando le preguntan, Murat se define como militante de los derechos humanos. Ese rol lo ha ganado en su país, entre la prensa y la propia academia del cine que la tiene como un referente en la materia. Su interés por las causas sociales se pone en relieve rápidamente con un repaso por los cuatro largometrajes anteriores a “Casi Hermanos”, además de sus cortos y documentales entre los que se incluye uno sobre la organización Ecologista Greenpeace. En todos, eligió retomar las temáticas sociales y profundizar la crítica a la desigualdad. Por eso, para la directora no es extraño recibir denuncias sobre abuso de autoridad en la favela, ni oponerse públicamente a las políticas económicas que golpean a Brasil como miembro de las latitudes del Sur. “Tenemos que pensar más en términos sociales de educación, salud y empleo”, repite. ¿El arte y la política son compatibles? No considero que el arte forme parte necesariamente de la militancia. Arte es algo que sólo podemos juzgar históricamente, es difícil saber hoy aquello que va a quedar, lo que trasciende su época. El cine es más complicado aún porque necesita de una industria para existir. Por eso yo prefiero decir que hago películas donde me interesan determinados temas, como la violencia y la capacidad de supervivencia. Sin embargo, todos sus films plantean la cuestión de la desigualdad, la pobreza, la corrupción ¿no hay política en ello? Como soy hija de los años 60, donde la militancia política era parte de nuestras vidas, es
Su lectura parece poco alentadora... Sinceramente, creo que vivimos una situación limite, semejante a la de la Ley Seca. Por eso, apoyo la legalización de las drogas como forma de combatir la corrupción. Es obvio que esto sin educación y control no llevaría a nada, pero legalizar las drogas forma parte de un paquete de soluciones. La discusión entre Miguel, en su rol de diputado y Jorge, como jefe de la favela parece el choque de clases, una cuenta pendiente... Esta es nuestra deuda con la sociedad brasileña. Como Miguel dice: “los dos perdimos....” ¿Cómo ve a la sociedad brasileña actual? Nuestro gran problema hoy es la degradación social y la violencia. En “Casi Hermanos”, hablo
de la gran frustración que fue para mi generación, que tanto luchó por la cuestión social, hacerse con esta realidad y ver los propios límites de la política que es representado por el personaje de Miguel, un diputado con ideales que termina cediendo algunas cosas. ¿Cómo ve la política social del presidente Lula Da Silva? Existen algunos puntos, inclusive en el campo cultural, en que lo apoyo totalmente. Pero el presidente ha mantenido la política económica, profundizando el mismo modelo de otros gobiernos, sin generar cambios favorables. ¿Qué opina sobre la toma militar de las favelas? No creo que estén preparados, de hecho, el ejército acaba de retirarse de las favelas porque hubieron incontables problemas con la población. En los últimos días recibí varias denuncias de centros de artes que funcionan en las zonas más pobres, diciendo que no pueden trabajar y que los niños están imposibilitados de estudiar en ese clima de violencia. “Todos tenemos dos vidas: una, la que soñamos, otra, la que vivimos. La vida que soñamos determina la vida que vivimos”. Mientras prepara su próxima película, una adaptación de “Romeo y Julieta” que rodará desde julio en una favela de Río de Janeiro, Lucia Murat reflexiona sobre esta frese del poeta portugués Fernando Pessoa, que marca el principio y final de “Casi Hermanos”. La directora dice que eligió esas palabras porque “expresan mucho de la melancolía de la vida, pero indican que los sueños valen la pena, porque ellos nos alimentan. Representan mucho de la lucha por la utopía de mi generación y de los desencuentros de hoy”.
cine y sociedad
La otra cara del piquete txt florencia guerrero
Integran un movimiento piquetero que hace un año y medio construye un complejo habitacional en Parque Patricios. En mayo firmaron un acuerdo con una
privada para la construcción de casas en Villa Lugano, en el marco de un programa del Instituto de la Vivienda. Este es el tema de la semana, pocos pueden explicarse como una firma como
no importa nada más”. En la sobremesa la charla abre el juego a las historias. La mayoría de los hombres y mujeres que trabajan en el emprendimiento tienen, gran
empresa privada generando 450 puestos de trabajo genuino. Historias de hombres y mujeres que levantan edificios y aseguran que no abandonarán la protesta en las calles.
Green S.A. sin antecedentes en este tipo de acuerdos, aceptó cerrar un contrato con el movimiento social que agrupa a 20 mil trabajadores desocupados en 17 provincias nacionales y que es miembro del Bloque Nacional Piquetero. El tema no es menor porque el acuerdo permitirá que 450 hombres y mujeres con un promedio de edades que van de los 25 a 50 años, puedan trabajar durante 14 meses cobrando salarios en blanco y a precio de mercado.
experiencia en cortar rutas y reclamar en los piquetes que según afirman, no abandonarán.
“¿Ya no saludas vos… o te haces el bobo porque volvimos a ganar?”. Son las 8 de la mañana, pero eso no importa, tampoco las caras de sueño. El fútbol gana la discusión. “¿Quién te dijo que estoy enojado? Ustedes son hijos nuestros, esta vez se las dejamos pasar, pero el torneo que viene no se escapan”. La escena está calcada de un encuentro entre dos compañeros de trabajo de la Cooperativa MTL(Movimiento territorial de Liberación) en el momento de entrar a trabajar. No hay mucho que explicar, Boca ganó el torneo Clausura y cada uno planta su posición. El mismo portón de Monteagudo al 900, en Parque Patricios, es testigo del ingreso cotidiano de una multitud formada por 380 obreros. Hace un año y medio trabajan en la construcción de un barrio de 330 viviendas que una vez terminadas serán repartidas entre ellos mismos. El “Mega”, como le llaman en la cooperativa, incluirá diez locales comerciales, una Guardería Materno Infantil, una plaza y dos Centros Comunitarios de Uso Múltiple. Una monumental obra administrada íntegramente por el movimiento popular que se gestó con la premisa de dar trabajo genuino a los obreros, muchos de ellos desempleados que no calificaban para el trabajo por falta de experiencia o por tener más de 50 años.
revista hecho en bs.as. marzo 2006
Al proyecto de Monteagudo ahora se le sumó la novedosa firma de un acuerdo con una empresa
Mientras mira la escena anterior, la encargada de seguridad se ríe resignada y comenta “todas las mañanas una discusión diferente”. La disputa futbolera es parte del rito habitual de los lunes, y se repetirá durante el día, pero irá incorporando alternativamente banderas, binchas, remeras. Entrar al emprendimiento Monteagudo exige ponerse el casco y preparar el espíritu para caminar por un gigante que se levanta en los ex galpones Bunge y Born. Un proyecto que desde sus orígenes parece destinado a poner en crisis la imagen negativa asignada a los grupos piqueteros. Muchos de los trabajadores lo ven de este modo y se asumen protagonistas.
Trajín cotidiano A las 12:30hs la obra para. El Mega descansa y sus obreros marchan hacia el comedor instalado sobre el portón de acceso. La multitud se dispone al descanso de una hora para compartir el almuerzo. Este es el momento ideal para que algún oportunista siga con las discusiones futbolísticas. “Che ¿cuanto tiempo de vida le das a Basile?” grita uno que hoy no se puso la remera de su club. Desde la otra punta del salón llega la respuesta, “somos campeones flaco,
“Muchos nos critican por ser piqueteros, seguramente no saben todo lo que cuesta la vida sin un lugar en esta sociedad”, el que habla es Beto, que a los 30 años está armando su familia en Berazategui desde donde viaja todos los días dos horas. “Nosotros nos rompemos el lomo para tener estas viviendas. Pero no sólo por las casas para los compañeros, sino para generar una verdadera transformación. Lo hacemos porque buscamos generar una sociedad más igualitaria, que nos contenga”. Como todos, cuando llegó hace un año y medio, Beto estaba sin trabajo hacía tiempo y tenía que rebuscarse con changas. “Esto lo fuimos haciendo en conjunto. En lo técnico aprendimos todos, aquí llegaron muchos compañeros que nunca habían pisado una obra, pero con un poco de tiempo agarraron el oficio”, cuenta y confirma que todo implicó un largo proceso, que incluyó la reincorporación de los obreros a la cultura del trabajo. ¿Pero que significa eso? “levantase temprano, venir a tiempo, marcar tarjeta… parecen obviedades pero para nosotros fue un cambio vital. Antes cuando era desocupado me acostaba tarde y me levantaba tarde. Eso lo tuve que modificar para bien mío y del conjunto”. Otro de los temas centrales en la reinserción laboral fue el acondicionamiento físico. Cuando arrancaron con la obra, había un alto índice de accidentes laborales que descendió solo después de meses de capacitaciones y de lo fundamental, que el cuerpo se acostumbrara a hacer fuerza. “Mi rutina antes era otra- recuerda Beto- no toleraba las exigencias corporales, eso
cambió con tiempo. Ahora soy un trabajador”. No le gusta hablar de sueños, pero los tiene y si se le insiste, Beto desliza que quisiera dejar a su hijo de 5 años, futuro “crack de fútbol”,
misma debe ponerlo en su lugar. Igual todos somos compañeros y hay mucho respeto”, afirma esta joven que proyecta seguir en la cooperativa y ve la obra de Lugano como una
calles”, comenta y pasa el casco de mano a mano en un juego de equilibrio y velocidad.
un país diferente del que le tocó yugar a él. “Me gustaría mostrarle una sociedad en la que pueda convivir de igual a igual con todos, con justicia en el reparto de lo que hay, que no sea el último orejón del tarro”, sentencia.
nueva posibilidad.
zación se respetan a rajatabla, para lo cual implementaron un sistema de recuperación del tiempo laboral en otros horarios. “Cuando llegué al emprendimiento- comenta Pedro- tomé conciencia de que solo no podía. Necesitaba organizarme para dar a lucha desde el trabajo, porque Monteagudo fue el experimento, nuestra escuela. Todo lo que venga después de esto será algo más. El verdadero aprendizaje lo logramos aquí, viendo crecer este gigante que concentra nuestra fuerza, la del conjunto”
La Cooperativa MTL además incorporó a la rutina diaria, la participación activa de un nutrido sector femenino. Delia tiene 29 años y recaló en Buenos Aires desde Perú hace 11. “Cuando llegué solo quería trabajar- cuenta-. Uno no imagina lo difícil que es todo tan lejos. Recuerdo que me acostaba pensando en que mi papá había dicho que si las cosas salían mal en Argentina, podía volver a casa. Pero yo sabía que tenía que encontrar mi futuro aquí”. En la búsqueda le pasó de todo, desde trabajar en condiciones precarias para patrones abusivos que se aprovecharon de su condición de indocumentada, hasta que la desalojaran de la casa que había comprado, víctima de una estafa.
En el comedor se mezclan las risas por un chiste mal contado, discusiones políticas y los comentarios sobre la comida. Ese también fue todo un tema dentro de la organización de la cooperativa. Es que el MTL integra a diferentes comunidades, además de argentinos hay bolivianos, paraguayos, y dos haitianos, lo cual significó un replanteo en las apetencias culinarias que valorara las proteínas y permitiera la sana convivencia entre los platos picantes de unos y la milanesas con puré. “Es que muchos de nosotros no estábamos acostumbrados a comer ciertas comidas muy picantes o aceitosas, pero se habló y ahora hay un grupo de compañeras que se organizaron para encontrar un punto medio”, dice Beto claramente observado a Pedro, un peruano que lo mira por varios minutos como sin entender y larga una carcajada, “lo que pasa es que ya te dije, vos sos muy flojito”.
Ella es una de las 80 mujeres que integran el emprendimiento. Claro que hay trabajos y trabajos. Al ingresar como obrera, Delia no imaginaba que terminaría como ayudante de albañil donde entre otras tareas junta los escombros que sirven para producir el hormigón y la estructura de la obra. “Al principio escuché a algunos compañeros que decían que éramos lentas, pero ahora se acostumbraron a vernos. Entienden que estamos para sumar y mejorar la tarea del equipo”, afirma.
A los 37 años, discutir sobre qué se va a comer para este hombre de rostro curtido por el sol parece poco importante. Para él los temas obligados versan en su hija de 14 años y el varón de 18 años que está haciendo el primer año de Ciencia Económicas en la UBA. Pedro dice que lo primero que vio cuando llegó al país en 1999, fue que en Argentina había mucha riqueza. “Vengo de un lugar muy precario, bello, pero de mucha pobreza, aquí hay una cantidad enorme de cosas para hacer”, repite permanentemente.
Aprovechando el impasse, esta morocha de ojos negros se suelta el pelo y eso le vale un gentil piropo de la mesa lindera. La cuestión de género no se agota solo en comentarios machistas sobre la capacidad laboral, eso está claro. “Si alguno se quiere hacer el vivo una
Como tantos extranjeros, hasta que llegó al emprendimiento del MTL no sabía lo que era cobrar en blanco. “Es como sentirse respetado. Pensar que mis hijos trabajarán en estas condiciones me llena de tranquilidad y por eso creo que tenemos que seguir luchando en las
Es casi una ley interna. Los días de movili-
Parecen algo acostumbrados a aparecer en los medios. Si se les pide, toman posición para la foto, todos mostrando con orgullo los cascos y la ropa de fajina. Estos días recobraron la tranquilidad, y no es para menos; hace unos meses no sabían cual sería su futuro laboral luego de finalizar la obra de Parque Patricios, pero al cerrar acuerdo con la empresa mendocina se aseguraron más trabajo. Este nuevo proyecto les permitirá aumentar el número de empleados a 450 y ampliar sus perspectivas empresariales en la primera fusión entre un movimiento social y una empresa privada de esta magnitud. Después del flash que retrata sus caras sonrientes están listos para seguir con el trabajo.
cada viernes los trabajadores terminan con sus labores a las 16 hs, una hora antes de lo habitual para participar de las asambleas. Allí se discuten los mecanismos de trabajo, la aplicación y cumplimiento de las tareas, claro, se pulen las relaciones interpersonales. “Tuvimos momentos de mucha tensión y contamos con la mayoría de los que hoy están acá. Esta no es una experiencia del MTL. Esta es una experiencia colectiva”, repite Carlos Chile, el referente nacional del movimiento piquetero que no se cansa de recorrer el emprendimiento y repetir el porque de su gestación. “Esto sirve si replica. En la Ciudad de Buenos Aires hay una situación de emergencia laboral muy marcada, mucha gente trabaja pero en condiciones injustas. Hay un déficit estructural histórico no resuelto al que se bebe responder” dice.
Dos ideas, un proyecto
Pero el acuerdo con Green S.A. implica unos cuantos cambios sobre el esquema en que han trabajado estos años. Según el contrato, la Cooperativa aportará la mano de obra y herramientas mientras el proyecto y dirección de obra estará a cargo la empresa mendocina. Además especifica que las 10 torres de 9 pisos, que abarcarán un total de 35.800 m2, deben estar concluidas en el plazo de año y medio. A cambio de su trabajo los obreros percibirán salarios de entre $1094 los ayudantes y $1200 en roles especializados y estarán encuadrados en el convenio de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra).
Entrar al emprendimiento de Parque Patricios no es como estar en cualquier construcción. Allí se respira otros aires. En las paredes de administración hay carteles con el la imagen del Che Guevara y frases del sindicalista argentino Germán Abdala. En los hechos, el Mega conjuga las estructuras y muchas metodologías de cualquier empresa constructora, con instancias de participación que parecen impensadas en el ámbito privado. Esto implica que, por ejemplo,
Sin embargo no todo ha sido sencillo. En rigor de verdad, para los directivos de Green S.A. la primera impresión casi determina no firmar el contrato. Así lo explica Carlos Amprino, vicepresidente de la firma que desde hace meses viaja desde Mendoza a Buenos Aires para ultimar los detalles de la obra. “Cuando nos presentamos en la licitación del Instituto de la Vivienda nunca imaginamos terminar traba-
jando con un movimiento de piqueteros”, de hecho para que evaluaran la propuesta de la Cooperativa, Amprino admite que influyó mucho la insistencia del Instituto. “Nosotros dijimos inmediatamente que no…No pensábamos que estaban organizados como lo están y nos parecía descabellado sólo evaluar la idea”. Sentado en la oficina de microcentro, que será base operaciones de la firma en Capital Federal, el vicepresidente confiesa que muchos de los proveedores aún hoy les dicen que están tomando una mala decisión, pero los justifica “la gente imagina al MTL en la calle quemando cubiertas. Ellos seguirán con lo suyo, con sus protestas, pero han demostrado estar en condiciones de trabajar como cualquier empresa”. “Está probado- reafirma Chile- no sólo somos testimoniales, si no que también tenemos propuestas alternativas para generar dignidad social”, en ese sentido, el Proyecto Monteagudo adquiere un carácter diferenciado de los que le sigue. Casi un ícono por su rol de generación de trabajo genuino, rompiendo con la lógica asistencial de las políticas sociales y respondiendo a la demanda de viviendas. Una doble solución para dos problemas que golpean a la Ciudad de Buenos Aires: la crisis habitacional y los altos niveles de desempleo. Pero lejos de todo idilio, o del oportunismo mediático, Amprino es bien claro al plantear las diferencias entre los dos proyectos “esto es muy frío. El tema del cálculo y los números no permiten que uno piense en el beneficio social que está favoreciendo. Igualmente si todo sale bien, en buena hora colaborar con una demanda social de este tipo”. Ninguno lo plantea y tanto el empresario como el referente piquetero escapan a la pregunta, pero la principal preocupación de la empresa privada está relacionada con los piquetes. En
sus explicaciones Amprino da una primera idea “para nosotros mantener los costos es fundamental, por lo que tenemos que bregar para que el trabajo no se demore”. Es que al ritmo de una economía inflada, los valores en la construcción aumentan a pasos agigantados, encareciendo los materiales y cada mes es vital para que lo presupuestado a fines de 2005 mantenga los niveles de ganancia deseables. En el MTL niegan que exista una cláusula que les impedirá movilizarse durante el período de trabajo, pero aceptan que deberán respetar a rajatabla el cronograma de jornadas. “Tenemos estructuralmente diferencias metodológicas, que responden a la razón que los llevó a hacer este tipo de trabajo. El fin social los lleva a tener talleres de capacitación, además de sus frecuentes asambleas. Nosotros contratamos personal que sepa y punto”, sentencia el representante de Green S.A. sin dejar lugar a dudas. En la otra vereda, la visión de Chile suena discordante “muchas veces me preguntan ¿con qué vamos a pagar las casas que estamos construyendo?” Esta es parte de la respuesta: la firma con Green nos dará trabajo 2 años más y mientras tanto habrá que seguir gestionando ideas nuevas”. Ambas caras. La fusión del campo popular y la industria privada. Planteos contradictorios que se encontraron en un punto común y que dejan lugar para un final abierto. Lejos de estas discusiones, en la cooperativa se hizo tarde. Ya a las 17hs la gente empieza a abandonar sus tares y emprende el regreso a casa. Todos abrigados porque el invierno decidió aparecer con fuerza, se despiden hasta mañana. Antes de salir, Delia señala uno de los coloridos murales que ornamentan el patio interno del emprendimiento y piensa en voz alta “que lindo despertar, salir al balcón de tu casa y ver esos dibujos”. Son figuras de hombres y
mujeres marchando y con rojo una frase de Salvador Allende sentencia “la historia es nuestra y la hacen los pueblos”.
El Rey Lear está loco. Piensa poco, decide mal y en ese instante el universo se transforma, dando lugar a una sucesión de hechos que desencadenarán en la tragedia que William Shakespeare imaginó allá por 1606, y que hoy el prestigioso director Jorge Lavelli pone en la escena del Teatro San Martín. La trama se divide y cruza dos historias. La de las conflictivas relaciones entre el soberano y sus tres hijas y la de un heredero ilegítimo que es capaz de matar a Gloucester, su padre, para ganar el trono. El director eligió una puesta despojada, donde prevalecen las sombras, los grises y mucho humo. Con grandes espejos que reflejan por doquier la figura de Alejandro Urdapilleta en la piel de Lear, que solo se permite raptos de lucidez y maneja como pocos un texto que abunda en el acido modo de ver el mundo filial, las traiciones y la ambición. CRITICA TEATRAL: rey Lear
La locura del poder txt florencia guerrero
Aunque Lavelli decidió mantener en la adaptación el lenguaje poético que le imprimiera el creador original, esa forma de contar los dramas familiares no aburre porque los actores ejecutan cada párrafo del guión con la intensidad necesaria. Entre las actuaciones centrales se destacan el Gloucester de Roberto Carnaghi y Pompeyo Audivert, que compone al siervo fiel del rey, en una labor destacable. El elenco se completa con veintiún actores que forman una compañía homogénea, evidentemente de procedencia teatral. Durante más de dos horas Rey Lear se abre y muestra el revés de un egocéntrico caprichoso, expone los dolores, los fantasmas que lo torturan y cuanto de su poder le es ajeno realmente.
revista hecho en bs.as. abril 2007
“El tiempo revela lo que la doblez de la astucia oculta...”, le repite al rey el inconciente. A Lear
ese tiempo le mostrará que parece no haber la omnipotencia que cree ostentar, que su voluntad puede quebrarse y que la belleza de las palabras puede engañarlo, hasta la muerte. Miércoles a domingos 20 hs. Teatro San Martín Miércoles, entrada general $8 Platea $15 Pullman $12
Casi todos los artefactos funcionan con pilas, pero cuando pierden su vida útil ¿dónde las tiramos?
Este año, por primera vez, la problemática de las pilas cobró relevancia. El gobierno de la ciudad inició una campaña para recolectarlas pero enseguida empezó la polémica: ¿es responsabilidad del gobierno o de los productores?, ¿a qué proceso debe someterse este material?, ¿cuál es el destino final de las diez toneladas de pilas acopiadas?
Ecología
A ponerse las pilas txt florencia guerrero
revista Susana enero 2009
Antes de esclarecer un poco la cuestión, es conveniente distinguir dos tipos de pilas. Las primarias son aquellas cuyos contenidos químicos no pueden recuperarse, es decir, son las pilas comunes. Las secundarias, en cambio, son aquellas que se pueden recargar. Unas y otras están compuestas por elementos químicos tales como cadmio, manganeso, plomo, mercurio, níquel y litio, capaces de afectar tanto al medio ambiente como a la salud. ¿Qué hay que saber al respecto? María Eugenia Testa, coordinadora de la unidad Política de Greenpeace, responde. ¿A dónde van las pilas que tiramos? Hoy en día, la enorme mayoría de las pilas son depositadas en rellenos sanitarios y basurales junto con el resto de los residuos domésticos. Las pilas pueden sufrir la corrosión de sus carcazas, las cuales pueden ser afectadas internamente por sus componentes y externamente por la acción climática y por el proceso de descomposición de los residuos. Cuando se produce el derrame de electrolitos internos de las pilas, se puede arrastrar los metales pesados en forma de ánodo de pilas. Estos metales pueden penetrar los suelos y fluir por cursos de agua y acuíferos, contaminando el ambiente en general.
¿Cómo se maneja esto en otros países? En la Unión Europea existe legislación especial para este tipo de artefactos. En EEUU, el Estado California, por ejemplo la “Universal Waste Rule” establece que a partir del 9 Febrero de 2006 todos los ítems que entran en el marco de la categoría de “residuos universales” son eliminados del flujo de la basura común con el objetivo de mantener los materiales peligrosos fuera de la basura y darles un tratamiento de reciclado distinto o tener una disposición ambiental adecuada. Incluye todas las pilas, AAA, AA, C, D, pilas de botón, de 9 voltios, y todos los demás, tanto recargables y de un solo uso. También baterías de plomo-ácido, tales como baterías de automóviles, y monitores de computadora y televisión entre otros. ¿Cuáles son las pilas menos contaminantes? Ninguna pila es inocua, todas tienen compuestos contaminantes. Las menos tóxicas son las pilas Zinc Carbón y las alcalinas sin mercurio agregado. ¿Cómo se debe que proceder en el momento de desechar una pila? Hoy no existe ningún modo de gestión ambientalmente adecuado para desechar las pilas. Es por eso que la Ley de Gestión de Aparatos Electrónicos y eléctricos debe ser sancionada de manera urgente, para crear el sistema de gestión adecuado no solo para pilas y baterías sino para todos los aparatos electrónicos y eléctricos. Greenpeace está trabajando y demandando por la sanción de la Ley de Presupuestos Mínimos de Gestión de Residuos de Aparatos Electrónicos y Eléctricos. En el Senado de la Nación hay un proyecto de Ley que establece la gestión de este tipo de artefactos bajo la responsabilidad extendida individual del productor. Esto significa que cada productor, aquel que coloca un producto de estas características en el mercado, debe hacerse cargo legal y financieramente de la gestión estos residuos.
Qué podés hacer • De ser posible, evitá el uso de pilas. Decile sí a los productos que funcionan con electricidad. • Utilizá pilas recargables en vez de las comunes. Una pila de este tipo puede sustituir 300 desechables, llegan a durar hasta cinco años dependiendo de su uso y recarga. Cuando pierden su vida útil, pueden ser recicladas. Para eso, es necesario desecharlas en los centros de recolección dispuestos especialmente. • Evitá comprar las pilas que contengan mercurio, uno de sus componentes más tóxicos y contaminantes. ¿Cómo identificar estas pilas? Sus envases tienen que tener alguna de las siguientes leyendas: “0% Hg”, “sin agregado de Hg” o “sin agregado de mercurio”. Además, según la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires, a éstas se las puede tirar a la basura doméstica. • Es recomendable sacar las pilas o baterías de los aparatos que no se usan a menudo ya que, después de determinado tiempo, empiezan a oxidarse y su envase se deshace. Las sustancias que desprenden, al entrar en contacto con el artefacto, hacen que se “quemen” y dejen de funcionar. • No arrojes las pilas y baterías en la calle, no las incineres ni entierres.
Cuatro propuestas de terrazas, patios y jardines para festejar el regreso del calor con mil delicias.
El último beso. Un patio con enredaderas, mesas de mármol y una fuente de agua. Los sábados a la tarde hay mesa dulce y salada libre ($ 40 con una infusión incluída). La carta de tés está inspirada en películas románticas como Gilda, Casablanca o Ghost. También se puede comprar ropa, accesorios y objetos de decoración. Súper femenino. Nuestra recomendación: la limonada frozen. Nicaragua 4880.
Piano Nobile (Palacio Duhau).
Gastronomía
Bajo el sol txt florencia guerrero
Vajilla de plata, un arpa en vivo y el té en las terrazas del patio interno del Palacio. El té “Tradicional” incluye: scons, pastelería fina, sándwiches, dulce de leche, crema, mermelada y un larga colección de infusiones en hebras ($95). Nuestra recomendación: todos los miércoles a partir de las 16, quienes van a tomar el té, también son invitados a la visita guiada por el Paseo de las Artes del hotel. ¡Tan París! Avenida Alvear 1661.
Pastry Bistrò. Una terraza enorme, aislada de la calle por la copa de árboles frondosos, sombrillas, almohadones…¡ideal! Almuerzos abundantes y deliciosos ($50 aprox.) preparados por el reconocido Darío Gualtieri. Por la mañana o la tarde, cookies, budines y tortas. Nuestra recomendación: los helados made in home. Uriarte 2027.
Tea Connection. revista Susana febrero 2009
Mesas con vista a las aguas del dique, comida saludable y aguas saborizadas recién hechas. Además, a la carta de tés no hay que leerla: to-
das las variedades están expuestas para que la elección sea una experiencia sensorial. La vajilla y las infusiones se pueden comprar para llevar a casa. Almuerzo $45 aprox. (con postre). Nuestra recomendación: el agua relajante de pera, melisa y manzana verde. Olga Cossettini 1545 Loft 3 (Puerto Madero Este).
Fue periodista precoz, y luego mentor de grandes medios. Entrevistó a Cortazar, pero asegura que eso no garantiza su excelencia. ¿Qué asusta al hombre que abolió la prohibición de fumar, de los manuales de periodismo televisivo? ¿Cómo ve a los nuevos colegas? ¿Estamos en democracia? Pasen y lean. En Canal 9 todavía guardan un tape de él, haciendo el casting para trabajar en el Nueve Diario de Pérez Loizeau y Corzo Gómez, cuando al logo de la emisora lo engalanaba una palomita, él tenía algunos kilos menos y no soñaba con fumar en cámara. No era nuevo en los menesteres de comunicar. En edad escolar Jorge Lanata experimentó la sensación de ver su firma en una nota periodística y a los 26 años cofundó Página 12.
entrevista: jorge lanatta
“No hay buenos ni malos, esto es una convención de hijos de puta” txt florencia guerrero
revista watt noviembre 2009
Pero el éxito de la tele lo esperó hasta la década del 90, cuando los informes de su Día D abrieron el juego a aquellos que preferían verlo enfrentarse con algún ministro, en vez de los clásicos Boca-River, Neustadt-Grondona. Tal vez de la TV se haya ido por pedido de algún político, pero siempre se las ingenió para seguir trabajando, la lista incluye más diarios, radio, cine y hasta teatro de revista. Hoy, mientras prepara una serie de especiales sobre países potencia para la cadena Turner, conduce por Canal 26, Después de Todo, en el que dispara frases como la que comentó a WATT: “Están locos, en un país donde el 30 por ciento de la gente es pobre, el Gobierno estatiza las transmisiones de fútbol. Mañana yo voy a pedir que nacionalicen a (Juan Martín) Del Potro”. Decís que no estás a favor de que los niños trabajen pero comenzaste en Radio Nacional a los 14 años ¿Algo que decir a tus padres? No, lo que digo es que hay que evitar la presión de los padres, pero si el chico quiere ir, que vaya
¡yo quería estar ahí! De hecho mi entorno hubiera preferido que fuera médico o abogado. ¿Qué hacían tus viejos? Mi papá era abogado y mi mamá empleada y maestra de inglés. ¿Y cómo llega tu inclinación al periodismo? Empecé a escribir en la revista del colegio, en un diario de Avellaneda vieron mis notas, las publicaron y todo siguió naturalmente. Un día fui a Radio Nacional, dije que quería trabajar ahí y así fue. Tenía 14 años. ¿Qué opinás sobre la enseñanza formal en periodismo? Siempre recomiendo que no se anoten en comunicación social. Lo mejor es hacer una carrera humanística que te de buena cultura general y cursar en un instituto que les dé práctica. Para ser periodista tenés que tener una visión periodística de la realidad y el resto se aprende escribiendo, leyendo y siendo curioso, que es fundamental.
En su momento cuando me fui de TV no quería hacerlo, me sacaron. En el caso de Página sucedió que se vendió, los nuevos dueños iban a hacer cambios y yo preferí irme. Desde 1987 estaba allí, había cumplido un ciclo para mí. ¿Qué cambios incorpora Página 12 a la gráfica tradicional? Titulábamos diferente, le volvimos a dar valor a la nota de investigación y causamos mucho impacto en el mercado. Sucede que el nuestro fue un grupo grande de gente joven en un medio, sin saber mucho de ese ámbito y aprendiendo sobre la marcha. Cambiamos de manera considerable la forma de comunicar noticias. ¿Qué cosas te asustan? Fracasar me preocupa. No me gusta, aunque he fracasado bastante y se que puede pasar. ¿Sos competitivo? Sí. Principalmente conmigo. En el libro ADN contás que Scalabrini Ortiz quedó marginado del periodismo
Siempre te vinculás con colaboradores jóvenes ¿Cómo ves a tus colegas de la nueva generación? Profesionalmente. Pero nos costó mucho más encontrar gente para Crítica, que para Página 12. Los chicos nuevos están más preocupados por ser famosos que por ser buenos, no se dan cuenta que cuando sos bueno, sos famoso igual ¡no creo en los genios incomprendidos! Si sos Baudelaire alguien te va a publicar. Los problemas recurrentes en los jóvenes periodistas son que leen poco, se tiran a opinar demasiado rápido, creo que hay menos pasión por el laburo, hoy los chicos priorizan las vacaciones al laburo.
por sus ideas ¿Le temés a ser proscripto en los medios? No, desde Página 12 supe que iba a vivir de esta profesión. Imaginate que cuando sale ese diario yo era un pibe, de golpe a los 26 años estaba al tope de mi carrera. Estoy tranquilo.
Participaste en la gestación de Página 12, Veintitrés, Crítica y otros… ¿A cuál volverías?
¿Cuál de todas las notas recordás especialmente? Tuve la suerte de entrevistar gente que me hu-
Hiciste miles de entrevistas ¿Quién te falta? No hay malas notas, sino malos entrevistadores. Siempre me planteo que tengo que poder sacar una buena nota a cualquiera porque todos tenemos algo que contar. Es fácil hacer una nota con Barack Obama, pero también tengo que poder sacarle una buena historia al portero de mi edificio.
biera gustado conocer “en la vida”. Hablé con (Jorge Luís) Borges, (Julio) Cortázar. ¿Qué cosas te sorprenden? ¡Todo! No hay nada que no me interese. Cualquier historia se vuelve interesante, depende de la curiosidad del periodista. No siempre de eso... ¿Qué opina de los editores que imponen qué preguntar al periodista? A mi hace años que no me pasa. Hay que aprender las reglas y la línea editorial del lugar en el que se está, pero que nunca te digan qué decir, porque en este trabajo todo vuelve, a lo mejor, pasan 20 años y ese artículo del que te avergonzaste antes, vuelve a parecer y te querés matar. ¿Cambiamos algo los argentinos desde el 2001? Sí, pero los cambios son más lentos, pero cuando suceden, así quedan. Costó años que no hubieran golpes de Estado, pero ya no habrá más... La democracia tampoco es la misma que antes… Claro. Guillermo O´Donell las define como “democracias de baja intensidad”. Son democracias no tan democráticas. Podríamos decir que no hay golpes de Estado porque no lo necesitan. No puede ser que la única manera de gobernar sea reeligiéndose, esos son recortes a la democracia. El quiebre del 2001 fue un tiempo de inflexión muy grande, entre la relación del público y la dirigencia. El hecho de que cada vez menos gente vaya a votar es una herencia, la sensación de “que se vayan todos”, todavía está y no hay nadie que pueda operar en ella porque no hay liderazgo.
¿Cómo sigue esto? El gobierno cree que con resolver dos o tres cuestiones y mediatizarlas ya está, pero ahora van a tener que hablar sobre la vuelta de Argentina al Fondo Monetario Internacional, porqué perdimos liquidez, o qué pasa con la inflación. Acá es una carrera contra el tiempo, porque cuando se termine la guita, esto explota.
POLÉMICA DE LEY En medio de su público enfrentamiento con el Multimedios Clarín, en octubre el gobierno que encabeza Cristina Fernández consiguió promulgar su proyecto de Radio Difusión. “Estoy de acuerdo con el proyecto oficialista, no es malo, pero creo que no es el momento de plantearlo”, explica Lanata. Algunos aseguran que debería derogarse porque atenta contra la libertad de prensa ¿Qué opina? Que son muy cínicos. Acá el Gobierno y Clarín discuten sobre negocios, ninguno está preocupado por la libertad de expresión. No hay buenos ni malos, esto es una convención de hijos de puta. ¿Qué opinás sobre la estatización del fútbol? ¡Es una locura! En un país donde el 30 por ciento de la gente es pobre, el Gobierno estatiza las transmisiones de fútbol. Mañana yo voy a pedir que nacionalicen a (Juan Martín) Del Potro. Si estas ideas son tan locas, ¿por qué prosperan? Hay que reconocer que este gobierno ha sabido acomodarse. Venían de perder una elección y muchos pensaban que ya no recuperaban la capacidad de iniciativa, pero así fue.
Por mucho tiempo la moda mostró las carencias, abundancias y diferencias de nuestras sociedades. Pero hoy estamos frente a un nuevo fenómeno: hombres y mujeres unidos por una estética que por primera vez nos mimetiza. Ser o parecer en la sociedad de la igualdad. ¿Cuántas veces revolviendo percheros nos encontramos con nuestros mejores amigos? O en una reunión, ese chico que te gusta tiene la campera que… te compraste la semana pasada. Es que lo que antes parecía fundamental en la diferenciación de sexos, hoy se ha simplificado, al punto de igualarnos hasta en cuestiones estéticas.
infore: moda unisex
Moda ATP txt florencia guerrero
Hombres que se pintan las uñas y visten chupines coloridos, mujeres que abandonan el maquillaje y llenan su placar con ropa holgada y zapatillas. Igual, parece que esta tendencia de mezclar no es nueva, la “Moda Unisex” arrancó hace décadas y ha sufrido cambios con el tiempo. “La moda exige que el cuerpo sea útil” explican Paula Croci y Alejandra Vitale en “Los cuerpos dóciles: Hacia un tratado sobre la moda”, donde hacen un recorrido argumentativo en el que parece claro que el motor de las tendencias está íntimamente relacionado con las necesidades del mercado. En este sentido también opina Rosa Iglesias, directora de El Museo del Traje, para quién las tendencias no obedecen a la voluntad de los diseñadores, sino más bien a los designios de cada sociedad.
tentes pero profundos, desde el siglo pasado. Hasta ese momento la mujer elegía un estilo ultra femenino en el que predominaban las caderas y cintura muy marcadas, pero con la guerra del 1914 cambió todo porque estas mismas damas deberán salir de sus pintorescos hogares para trabajar en las fábricas que dejan sus maridos para partir hacia el campo de batalla. La inversión de roles en la sociedad, empujará los cambios que no se hicieron esperar. Al no haber hombres porque estaban en la guerra o, a su regreso, en depresión por el estado en el que esta los devuelve. ¿Cómo es la nueva forma de vestir en tiempos del Charleston? de golpe, la falda se levanta hasta la rodilla, en un gesto casi desesperado de las mujeres que querían volver a despertar el interés del hombre de posguerra (que vuelve de la guerra cansado y deprimido). El traje se vuelve un furró, sin forma, y el cabello sube hasta desnudar la nuca de damas que ahora parecen jovencitos.
revista watt octubre 2009
El fin de la guerra, traerá nuevamente el estilo femenino con la fuerza de una marca registrada: Christian Dior, que devuelve a la mujer la línea donde abundan Strapless, hombros desnudos, pollera plato y cantidades de tul.
En la búsqueda En los 80, vuelven las hombreras y la masculinización de la figura, para lograr presencia. Será marcada por algunos especialistas como la década de las secretarias ejecutivas. Pero pasado ese período vuelve a iniciarse una etapa de transición.
Ya desde aquel entonces, los argentinos recibimos estas nuevas tendencias por la relación que nos une con Europa y Estados Unidos, dos países que fueron directamente afectados por la guerra.
De igual a igual Los cambio más profundos que tuvo la moda llegaron acompañando el reacomodamiento de los roles sociales, pero eso no implicó la voluntad de cambio hombres y mujeres, sino más bien que fueron obligados a ello.
Los años locos Allá por 1920, la silueta andrógina llega para revolucionarlo todo. Esa filosofía demandó la igualdad entre hombres y mujeres e incluyó tanto a la industria del vestido, como a los modos de actuar en sociedad. La directora de El Museo del Traje explica que esta tendencia implicó que el papel de la mujer sufriera cambios intermi-
dadas en sus casas, terminan introduciéndose en un mundo que le es totalmente ajeno, cambiando radicalmente sus prendas cotidianas: comienza el uso (y a veces abuzo) de enormes hombreras, el traje sastre de corte masculino, y sobre todo las plataformas, que a diferencia de lo que muchas creen no son para estilizar las piernas, sino como mecanismo de poder porque le sirven para poder mirar al hombre de igual a igual.
En la Segunda Guerra Mundial, otra vez aparece la necesidad de que ambos sexos cambien sus actividades normales, pero ahora la mujer no irá a la fábrica, sino que sale a ganar el lugar más destacado: la empresa. Estados Unidos tiene una participación temprana en el conflicto, y las mujeres que hasta ese momento estaban guar-
“¿Hoy el mundo de quién es?- se pregunta Iglesias- Pareciera que el hombre está dejando muchos espacios libres, hay mujeres por todos lados. En este momento la moda ya no es andrógina, ni netamente masculina, sino que tiende a indefinir”. Parece un hecho que hoy la moda masculinizada coexiste con las tendencias ultra femeninas, a diferencia de los 40 u 80, cuando si salías sin hombreras ¡no existías! Con contexto, en Argentina todo parece posible. Según Iglesias, la convivencia de estilos, sin marcar una identidad, demuestra en el fondo vivimos un profundo estado de crisis, del que la moda no está exenta. “Queda claro al ver a las modelos actuales, siempre desfilando con caras tristes y sin gracia”, señala la directora del Museo del Traje que asemeja este proceso con la propia Edad Media, un modelo cultural
que se termina y la incertidumbre por no saber claramente hacia donde va la moda. Lo que queda claro es que nos queda un largo camino hacia las nuevas connotaciones de lo femenino y de lo masculino, algunos hablan de que recién en el 2020 las tendencias estarán más marcadas. Por ahora, ni feministas, ni machistas. Los hábitos de vestido fueron y vinieron durante el tiempo desde el Siglo XX y parece que eso seguirá mutando. Mientras tanto vale casi todo.
Hubo una época importantísima, que no se pudo superar. En el Renacimiento, las mujeres mostraban y resaltaban aquellos divinos rasgos de su femineidad: senos, caderas y cintura. Está todo dicho, no creo que cuatro diseñadores locos hayan superado el concepto de belleza de esa época de gloria. En estas nuevas formas de vivir la moda los diseñadores tenemos mucho que ver ¡basta de andróginos en la pasarela!
Verónica de la Canal
Angie Chevallier, Diseñadora de Ay Not Dead
“Es terrible”
“Los roles se mezclan”
Creo que esta moda de “la nueva moda”, es terrible. Desde los principios de la indumentaria en sí, es decir desde que pudimos vestirnos con criterio y libertad, tanto hombres como mujeres decidimos marcar las diferencias más lindas que existen entre ambos sexos.
En éste momento de la historia, las mujeres y los hombres llegaron a un punto de practicidad máxima a la hora de vestirse, por eso es muy bueno que ciertas prendas sean unisex: es el caso de los pantalones, las camisas, las botas y las remeras.
En un contexto en el que es difícil llegar al óptimo en cualquier disciplina (arte, estética, arquitectura, música y moda), se generan nuevas
Esta nueva tendencia al vestirnos se debe a que tanto la mujer como el hombre tomamos actitudes del sexo opuesto en la vida profesion-
miradas. Sin duda, si hoy se cree que llevar ropa de hombre para ellas y tomar actitudes femeninas en el vestir para ellos está bien, es porque estamos creando una nueva tendencia de cartón.
al y personal. Por ejemplo, las mujeres ahora ocupamos una posición mas importante en el aspecto empresarial, tenemos proyectos y emprendimientos y ¡este fenómeno no se daba hace un siglo atrás! ¡Es evidente, el rol de ambos sexos se cruza y se mezcla!
Pero yo creo profundamente que al hombre le gusta la mujer femenina y que viste como tal, y a la mujer le gusta el hombre bien masculino, de lo contrario llagará el día en que se pierda el deseo y el misterio entre los dos. Para mí esta tendencia de querer parecerse al otro sexo es lamentable, no hay nada más lindo que ser mujer y que se note la belleza y la gracia del género y lo mismo de parte de los hombres. Pero es más facial uniformarse y no ser centro de comentarios que poder ser autentico y hacer valer la personalidad.
El hombre por su lado, al tener una mujer mas activa en todos los aspectos, tiene ahora mas tiempo para dedicarle a la estética, por lo que gasta más energías en ver qué está a la moda, qué prenda se puede comprar, qué colores son los que representan la última tendencia. En rasgos generales, ellos también se volvieron más “femeninos”. Igualmente, no creo que la mujer haya perdido femineidad de todas maneras. Siempre están las prendas sexys y los colores que nos marcan como mujeres atractivas y femeninas, cada una elije.