01 dossier de ejemplos estado de alerta
TANKOCINA TODO POR LA PRAXIS Prototipos Banco de Guerrilla Fecha: 2012 Los solares autogestionados son nuevas fronteras de oportunidad en los cascos urbanos consolidados. En una fase de hibernación inmobiliaria como la que estamos conociendo, estos espacios del abandono se convierten en inesperadas infraestructuras para el desarrollo de actividades temporales. Hasta el pasado más reciente, las prácticas desarrolladas en estos territorios estaban vinculadas a las prácticas de ocupación. Pero en la actualidad existe una corriente en la que se están experimentando procesos de cesión temporal de solares públicos a asociaciones y movimientos sociales. En este caso, los agentes del Campo de Cebada han pedido un equipamiento móvil que permita la preparación de comida en el solar y fuera de ello. Según sus indicaciones se ha desarrollado una cocina transportable.
TIENDA TANK TODO POR LA PRAXIS Prototipos Banco de Guerrilla Fecha: 2012 Los solares autogestionados son nuevas fronteras de oportunidad en los cascos urbanos consolidados. En una fase de hibernación inmobiliaria como la que estamos conociendo, estos espacios del abandono se convierten en inesperadas infraestructuras para el desarrollo de actividades temporales. Hasta el pasado más reciente, las prácticas desarrolladas en estos territorios estaban vinculadas a las prácticas de ocupación. Pero en la actualidad existe una corriente en la que se están experimentando procesos de cesión temporal de solares públicos a asociaciones y movimientos sociales. En este caso, los agentes del Campo de Cebada han pedido un equipamiento móvil que permita la preparación de comida en el solar y fuera de ello. Según sus indicaciones se ha desarrollado una cocina transportable.
SOBRE UNA NUBE DE HUMO Y LUZ The roof that goes up in smoke, picnic pavilion (Allerzielen.nu) Proyecto: Hester van Dijk and Reinder Bakker “Overtreders W” Ubicación: North Brabant – Holanda Fecha: 2010 El pabellón construye un punto de encuentro y de acogida destinado a los participantes y visitantes del proyecto de arte itinerante “Allerzielen.nu” que en las noches de octubre y noviembre abre las puertas de los cementerios locales, ocupándolos con diferentes acciones artística, con el objetivo de conmemorar el “Día de Todos los Santos” con una propuesta que se apropia del sentido de la celebración y lo traduce al lenguaje artístico contemporáneo. En el pabellón el “humo” procedente de la estufa de leña llena de aire caliente la nube textil que construye la cubierta e ilumina el lugar. Cobijados bajo la nube de humo y luz, los visitantes pueden sentarse a descansar, conversar y tomar una bebida caliente.
NUBE DE CUBOS BLANCOS Inflatable white cubes, temporary temple (Machi-Yatai project / Tokyo Geijutsu Daigaku) (2009). Diseño, equipo de estudiantes de la “Tokyo Geijutsu Daigaku: University of the arts”. Ubicación: Tokyo – Japan Fecha: 2009 Este “templo temporal” fue uno de los tres pabellones construidos en el marco del “Machi-Yatai project” promovido por la “Tokyo Geijutsu Daigaku: University of the arts“, un taller en el que los estudiantes proyectan y construyen tres estructuras efímeras dentro de un área urbana predefinida, en este caso en el entorno de la universidad. El pabellón esta compuesto por un total de 150 cubos de plástico blanco, hinchados con helio y unidos entre si formando una cubierta ortogonal que flota en el aire retenida con cuerdas y listones de madera (de sección circular) fijados al suelo.
33 m2 por 10 € Estudiantes de la escuela de Arquitectura del CEU dirigidos por Rubén Picado y María José de Blas Ubicación: Madrid – España Fecha: 2009 La idea recuerda a un soufflé. Pero desmonta prejuicios. Se trataba de eso, de “cocinar espacios” según una idea de Rubén Picado y María José de Blas. Hacía viento y frío. También mucho sol. En el Círculo de Bellas Artes de Madrid, estudiantes de la escuela de Arquitectura del CEU participaron en las acciones efímeras del Gastrofestival promovido por el Ayuntamiento tras el Congreso Internacional de Cocina Madrid Fusión. Pese al frío, a Sebastian Bayo e Ignacio Álvarez se les ocurrió subir a la azotea para cambiar la escenografía campestre de un picnic por la de una atalaya. Llegaron al piso séptimo con un paquete de bolsas industriales de basura de color naranja que les había costado 7 euros – que ocupaba poco más que un rollo de papel de cocina y que pesaba menos de un kilo- . También llevaban cinta adhesiva transparente –que había costado 3 euros- con la que pegaron las bolsas según un patrón sencillo, para emular una burbuja esférica. Con un ventilador doméstico, y gracias a que brillaba el sol, llenaron de aire caliente la bolsa en 5 minutos y se metieron dentro. Cuentan que allí no hacía falta abrigo, “invitaba a sentarte aun sabiendo que solo un plástico nos separaba del suelo”, recuerdan. Se sentaron pero no estaban cansados: “Al conseguir aire caliente, el volumen se construyó solo”. Llegaron a entrar hasta catorce personas en la burbuja naranja. Con algo tan barato como el aire, la luz natural y 10 euros de plástico puedes encerrarte en una burbuja tan voluminosa como un salón. En el interior desaparecieron las vistas, claro. Pero vivieron dentro de un color. Y el murmullo que producía el plástico según soplaba el viento también aislaba del exterior. “Solo una frágil película de plástico nos separaba del exterior, pero era un límite suficiente como para definir un espacio diferente, protegido y cálido”, explican Rubén Picado y María José de Blas, los ideólogos del Taller transversal del CEU que este año hicieron trabajar a 10 profesores y 200 alumnos con la idea: cocinar espacios. Tras habitar esa burbuja, estudiantes y arquitectos proponen: “¿no podría ser una buena solución para muchas situaciones que no queremos ver, pero es necesario que ocurran como por ejemplo un botellón, en el que al final incluso la bolsa les sirva para recoger los desperdicios? Seguro que podrían romperse muchos límites con frágiles velos como este”.
MOBIL HOSPITALITY Arquitectos: Chmara- Rosinke Fecha: 2011 El Proyecto hospitalidad móvil del Stadpark kollectiv presta atención a un aspecto importante del trabajo de diseño de este colectivo - La responsabilidad y la iniciativa personal en el espacio público: La ciudad, como espacio que no pertenece a nadie y al mismo tiempo pertenece a todos, es ocupada y utilizada de forma activa, simplemente como se hacía en tiempos pasados. El uso y disfute del espacio público ha disminuido considerablemente como actividad urbana cotidiana. Y el sentimiento de responsabilidad hacia el espacio público acaba en la verja del propio jardín para muchos ciudadanos; y es ahí donde el proyecto Hospitalidad Móvil comienza: Los diseñadores Anna Rosinke y Maciej Chmara conducen una cocina portatil, una mesa y diez asientos de un lugar a otro con el objetivo de invitar a sentarse y a comer a los peatones que espontaneamente quieran participar. Alrededor de una gran mesa se tiene la oportunidad de conocer gente y de organizar animados debates.