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EL ESPÍRITU DEL COLEGIADO8

Fue fundado por asociaciones universitarias de constructores civiles de aquella época, con la participación de egresados de las universidades de Chile, Católica de Santiago, Técnica del Estado, Técnica Federico Santa María de Valparaíso y Católica de Valparaíso —junto a muchos docentes— que impulsaron la creación del Colegio; entre ellos su primer Presidente Nacional don Enrique Hewstone Burotto, don Carlos Díaz Carmona, don Emiliano Montero Mujica, don Manuel León Varas, don Ernesto Besser Hess, don Harold Wentzel Neumann, don Humberto Moreno Rogers, don Armando Muñoz Bravo, don Ernesto Arenas Zamudio y don Guillermo Godoy Cornejo.

Como consecuencia del terremoto de Chillán el año 1939, evento que causó miles de muertes y la destrucción total de más de la mitad de los inmuebles de la ciudad, el año 1944 la Universidad de Chile, posteriormente el año 1950 la ahora Pontificia Universidad Católica de Chile y luego el año 1955 la Universidad Técnica del Estado, resuelven crear la carrera de Construcción Civil con el propósito de formar profesionales competentes de alto nivel científico, para coordinar, planificar, dirigir y materializar las obras de construcción. Las principales motivaciones para la creación del Colegio el año 1955, entre otras materias, fue la preocupación de controlar las exigencias de orden ético que se impone a sus profesionales y la elaboración de un marco regulatorio para garantizar a las autoridades y a la comunidad, la correcta ejecución de las obras proyectadas.

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Si bien la profesión universitaria era nueva, esta actividad era ejercida en aquel entonces por Constructores Prácticos.

Promulgada la ley 11.994, ésta, ordenó el ejercicio de la profesión de Constructor Civil en términos que se regiría según sus

HISTORIA DEL COLEGIO DE CONSTRUCTORES CIVILES E INGENIEROS CONSTRUCTORES DE CHILE

En 1955 bajo el Gobierno del Presidente don Carlos Ibáñez del Campo, se promulga la Ley 11.994 que crea el Colegio de Constructores Civiles de Chile.

disposiciones. La incorporación de un profesional universitario de terreno, fue un gran avance como una respuesta académica a la necesidad de regular y fiscalizar de mejor manera la actividad de la construcción en Chile.

En términos históricos, fue una época muy convulsionada, con un generalizado descontento en la población, con una elevada inflación, huelgas obreras y protestas estudiantiles, escenario que generó un contexto absolutamente contrario al que necesita la actividad de la construcción para desarrollarse. Muy probablemente estas turbulencias sociales, económicas y políticas que vivía el país, incentivó más a los fundadores a crear una institución que los reuniera.

Con respecto a ciertas anécdotas del proceso, Don José Miguel Correa, Presidente del Colegio de Constructores Civiles e Ingenieros Constructores de Chile, recuerda solamente “las que nos comentaba don Enrique Hewstone a quienes fuimos sus alumnos, referidas fundamentalmente a la compatibilización de funciones de aquellos constructores prácticos con los nuevos constructores universitarios; proceso muy interesante en que ambos aportaron su experiencia, conocimiento y sabiduría, los que a través del tiempo dieron como resultado a los constructores civiles e ingenieros constructores actuales”, comentó Correa.

Actualmente hay muy poco material que cuente los orígenes del Colegio; se está recopilando desde distintas fuentes todos aquellos documentos que, no solamente se refieran a sus orígenes, sino que también a su historia, proceso que quedó interrumpido con la crisis sanitaria y que se reactivará el segundo semestre de este año; no obstante, existe un libro titulado “La Construcción en Chile, 4 siglos de Historia”, cuyo autor es el Constructor Civil, y ex Presidente Nacional del Colegio, don Carlos Valenzuela Solís de Ovando.

Dada la gran característica sísmica de Chile y luego del terremoto ocurrido en Chillán, donde fallecieron más de 30.000 personas, la facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile en el año 1944, e implementándose en el año 1950 en la Pontificia Universidad Católica de Chile, se decide crear la carrera de Construcción Civil para asegurar la calidad de las construcciones chilenas.

Más tarde, durante el año 1955 el Congreso Nacional crea el Colegio de Constructores Civiles, para engrandecer y fortalecer al gremio como única entidad representativa de los profesionales, bajo el marco de la responsabilidad y la defensa del campo laboral. Él colegio entrega apoyo y trabajo gremial en calidad profesional, imparte cursos de capacitación y reuniones con las escuelas de construcción a nivel nacional, entre otros beneficios.

Uno de sus colegiados y director José Manuel Martínez, constructor, docente universitario titulado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, dijo que un gran beneficio de estar colegiado, es la red de contactos con los colegas de distintas partes del país, “así uno puede conocer las necesidades en cuanto a construcción de otros lugares y todo lo que ello implica, además la experiencia de colegiados menores y mayores que uno y eso es tremendamente enriquecedor”.

Según Martínez “nuestra carrera está un tanto menospreciada debido a su alta masificación y lo que hace el colegio es justamente potenciarla. Incluso en ambas cámaras se está discutiendo el hecho que nuestra carrera sea exclusivamente universitaria. Entonces nos ayuda también en términos de difusión de la carrera, su importancia y a saber posicionarnos en el lugar donde siempre debimos estar”, comentó José Manuel.

En ese mismo sentido, el colegiado Marco Díaz docente de la UTEM, coincidió en que el gran

EL ESPÍRITU DEL COLEGIADO

Cuando la gente sube a un ascensor nadie piensa que éste va a caer o cuando compran un departamento, nadie piensa que el edificio se vendrá abajo. Y ese trabajo lo ha venido haciendo muy bien el colegio, mantener esa confianza tan importante a nivel nacional en nuestro trabajo y posicionarnos donde corresponde

aporte del colegio, es la oportunidad para formar una c omunidad, mantener el contacto entre cada integrante, “ya que si bien tenemos el mismo titulo, nos desempeñamos en labores distintas y esa sinergia que se da en el grupo, es lo que más me interesa del colegio. Además hacen buenos cursos y convenios para seguir estudiando y optar a posgrado, diplomados y magister”, apuntó Díaz.

Ahora bien, desde el punto de vista comunicacional y marketing, según Marco falta mayor presencia, ya que “uno ve en medios al Colegio de Ingenieros o al de Arquitectos entonces necesitamos estar y vernos más involucrados en temas país y apostar también, no sólo a nuestros pares sino también a nuestros futuros colegas, desarrollar formas de estar más cercanos a los estudiantes de construcción”.

Cabe destacar que el colegio no tiene ninguna postura política ya que actúa transversalmente, independiente del pensamiento de cada uno de los colegiados. “Entonces la idea es que pongamos el foco directo en lo que importa, porque somos la profesión en

que la sociedad más confía, más

que en la medicina incluso, por ejemplo: Cuando la gente sube a un ascensor nadie piensa que éste va a caer o cuando compran un departamento, nadie piensa que el edificio se vendrá abajo. Y ese trabajo lo ha venido haciendo muy bien el colegio, mantener esa confianza tan importante a nivel nacional en nuestro trabajo y posicionarnos donde corresponde”, expresó Martínez.

Actualmente el colegio apunta a que la carrera sea atractiva, que cada vez hayan más estudiantes, ya que hay mucho por hacer, aprender nuevas herramientas y tecnologías, formas de construir y nuevas competencias, que van a hacer de Chile un espacio más evolucionado en cuanto a la construcción, en línea con las personas, el entorno, la economía y el bienestar general.

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