Revista Colegio Tecnólogos Médicos 2024

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COLEGIO DE TECNÓLOGOS MÉDICOS DE CHILE A.G. 1969-2024

REPRESENTACIÓN Y COMPROMISO

Editorial

Directorio Nacional 2024 - 2025 09

Historia Memorias del primer presidente

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Quiénes somos Otorrinolaringología

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Quiénes somos Laboratorio Clínico, Hematología y Banco de Sangre.

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Quiénes somos Oftalmología y Optometría

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Desafíos del colegio

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Quiénes somos Imagenología, Radioterapia y Física Médica

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Quiénes somos Morfofisiopatología y Citodiagnóstico

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In Memoriam Dalibor Razmilic: un Dalí de la Tecnología Médica chilena

24 Tecnología Informática, especialización y diversificación: los desafíos urgentes para la academia

16

Actualidad Una nueva etapa y nuevas metas

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Palabras de saludos Mensajes en este aniversario

29

Colegiado destacado Hantavirus: Un hito científico en el cambio de milenio

El Colegio de Tecnólogos Médicos de Chile, fue creado el 28 de julio de 1969 y casi veinte años después, en abril de 1981, toma el nombre de asociación gremial, entidad de derecho privado que se rige por Estatutos y por las disposiciones del Decreto de ley 2757, del 29 de junio de 1979.

Colegio de Tecnólogos Médicos de Chile A.G. José Miguel de la Barra 480 Oficina 405Santiago - Chile

Teléfono: +56226384752

Celular +56953116565

Horario de atención de lunes a viernes de 8:30 a 13:00 hrs. y de 13.30 hrs a 17.00 hrs.

Editorial

Estimadas y estimados colegas:

Es un honor dirigirme a ustedes con motivo de celebrarse 76 años de Tecnología Médica en Chile y 55 años desde la creación del Colegio de Tecnólogos Médicos de Chile.

La revista que tienen en sus manos tiene la misión de mostrar parte de la historia de nuestra carrera a través de los ojos y palabras de colegas de todas las menciones en distintos lugares del país. Desde las palabras de quien fuese el primer presidente, líder de un grupo de colegas visionarios que sin más afán que trabajar por el bienestar y reconocimiento de la carrera unieron sus esfuerzos para cimentar lo que hoy tenemos, hasta los desafíos tecnológicos y el impacto de la inteligencia artificial en tecnología médica.

Nuestra carrera actualmente se enfrenta a muchos desafíos como son la baja empleabilidad, problemas con la contratación y la generación de cargos especialmente en el sistema público, el desarrollo tecnológico e innovación cuya velocidad de implementación supera con creces la velocidad en que esos cambios se ven reflejadas en las mallas curriculares, además de temas legales como son la intromisión por parte de otras carreras o la problemática de la globalización, la incorporación en el código sanitario de todas las menciones y el desafío de ser considerados dentro de la ley de especialidades, por mencionar algunos.

Hoy el desafío es grande, debemos encantar a los colegas recién egresados que se enfrentan al mundo laboral con más incertidumbres que certezas, reencantar a los colegas que han dejado de creer en el trabajo conjunto o desconocen su potencial, sin dejar de reconocer a todos nuestros colegas ya jubilados que nos han mostrado el camino de forma visionaria con responsabilidad y pasión por la carrera.

El Colegio de Tecnólogos Médicos de Chile tiene la misión de representarnos en todas las instancias ministeriales y sociales, y para ello necesita el compromiso y el apoyo real de los más de 25000 tecnólogos médicos reconocidos actualmente por la Superintendencia de Salud; por lo tanto, invito a todos a participar activamente como sociedades científicas que asesoren al directorio nacional, así como también a través de los capítulos y directorios regionales que tienen la misión de presentar la diversidad de realidades a lo largo del país.

En 2025 tenemos el hermoso desafío de organizar un congreso que convoque a las 5 menciones luego de años de receso, evento en el cual la participación de las escuelas, centros de estudiantes y sociedades científicas tendrán la oportunidad de mostrar al mundo el gran potencial y competencias de los Tecnólogos Médicos de Chile. Así como el hermoso trabajo colaborativo que tienen en sus manos resume lo que podemos lograr cuando nuestra energía y motivación es el bien mayor de nuestra carrera.

A nombre del Directorio Nacional que presido reciban todos ustedes un caluroso abrazo.

Queremos ser un colegio representativo y avalado por todos sus colegiados, los esperamos.

Teresa del Pilar Pino Collipal

Colegio de Tecnólogos Médicos de Chile A.G.

DIRECTORIO NACIONAL 2024 - 2025

TM Teresa Pino Collipal Presidenta Nacional

TM Héctor Galeno Araya Protesorero

TM Eduardo Retamales Castelletto

Director Zona Centro

TM Francisco Figueroa Vicepresidente Nacional

TM Raúl Torres Carrasco Secretario Nacional

TM Cristián Hernández Baeza

Director Zona Sur

TM Claudia Basaure Vera Tesorera Nacional

TM Adrián Morales Godoy Prosecretario Nacional

TM Mario Suárez Medina Director Zona Norte

El Colegio de Tecnólogos Médicos de Chile, fue creado el 28 de julio de 1969 y casi veinte años después, en abril de 1981, toma el nombre de asociación gremial, entidad de derecho privado que se rige por Estatutos y por las disposiciones del Decreto de ley 2757, del 29 de junio de 1979.

Objetivos:

Promover la racionalización, desarrollo, protección, progreso, prestigio y prerrogativas de la profesión, junto con regular el correcto ejercicio y bienestar de sus miembros.

Velar por la buena conducta profesional de los asociados, presta protección, dicta normas relacionadas con la ética profesional, mantiene contacto permanente con universidades nacionales y extranjeras para conocer los programas y métodos de estudio, a fin de otorgar el título profesional.

Misión

Promover la participación, fomentar la protección, el progreso, prestigio y el correcto ejercicio de la profesión de Tecnólogo Médico, en sintonía con las necesidades del país, velando por el bienestar de sus socios.

Visión

Convertirse en el referente nacional e internacional de todos los Tecnólogos Médicos, afianzando la creación de una identidad profesional que sea reconocida por la comunidad y el equipo de salud, avanzando en la consolidación de la legitima autonomía de la profesión.

Valores

Autonomía, Identidad, Liderazgo, Participación

Pueden pertenecer al Colegio de Tecnólogos Médicos:

Los profesionales que cuenten con el título otorgado por alguna universidad nacional.

Podrán optar a la calidad de colegiados, los tecnólogos médicos que hayan obtenido su título en una universidad, y que de conformidad con la legislación chilena en materia de retornados, posean un certificado que los habilite para ejercer la profesión en Chile.

Se reconocerá como colegiado activo, a los profesionales que se encuentren con sus cuotas al día, ya sea que ejerzan o no la profesión.

Tipos de asociados:

Socios no profesionales y socios honorarios.

Se reconoce como socio no profesional a las personas que no cuentan con su título profesional y puedan acreditar que son alumnos del último año de la carrera de Tecnología Médica, además de los egresados que se encuentran en proceso de obtener un título profesional, siempre que no haya transcurrido más de un año.

Los socios honorarios son personas que por su actuación destacada al servicio de los intereses del Colegio, hayan obtenido esa distinción por acuerdo unánime del Consejo Nacional, los que serán propuestos a través de los consejos regionales o del directorio nacional.

Memorias del primer presidente

Hace más de cinco décadas, Alejandro Brignardello Oviedo tuvo el honor y el desafío de liderar al recién creado Colegio de Tecnólogos Médicos. Aquí, sus recuerdos sobre los orígenes de la organización.

La idea de crear el Colegio de Tecnólogos Médicos surgió en el seno de la asociación que agrupaba a estos profesionales a finales de la década de los sesenta. El grupo de los que pronto se convertirían en los padres fundadores de la organización comenzó a contactar a parlamentarios -directamente o mediante sus asesores-, para que los apoyaran en su constitución legal. Sus esfuerzos dieron resultados el 28 de julio de 1969, cuando se promulgó la ley que creó, oficialmente, el Colegio de Tecnólogos Médicos de Chile.

Superado ese primer reto se enfocaron en buscar un lugar para trabajar, y arrendaron su primera sede en la calle Santa Rosa N° 25, en Santiago Centro, donde operaron por un tiempo hasta adquirir la que se transformaría en su domicilio definitivo, en la calle José Miguel de la Barra N° 480, barrio Lastarria.

Durante el primer año de funcionamiento, los fundadores del Colegio -entre quienes

también se encontraban Lila Wolnitzky Silva, la primera Secretaria – Tesorera, y el doctor Osvaldo Quijada, creador de la carrera.

Se dedicaron fundamentalmente a captar y fichar a la mayor cantidad posible de tec-

nólogos médicos que se desempeñaban en todo Chile. Les fue bien, debutaron con cerca de mil afiliados a nivel nacional. En paralelo comenzaron a trabajar en la orgánica interna, y organizaron las elecciones que permitirían el Primer Consejo General del colegio, que tras el proceso eleccionario sería liderado por Alejandro Brignardello.

Fue ese primer Consejo General el que, durante el período comprendido entre 1969 y 1973, elaboró la estructura institucional del colegio, incluyendo su reglamento orgánico, concursos, cursos de perfeccionamiento, la creación del departamento de especialidades, la creación de un Fondo de Solidaridad y la implementación del boletín, entre otros. Para el 1 de Junio de 1972, la sede de José Miguel de la Barra estaba totalmente pagada y el colegio tenía su sede definitiva.

Adicionalmente se hicieron presentes en todas las instancias del Ministerio de Salud, entregando informes sobre su postura respecto del rol del tecnólogo médico y su participación en los equipos de salud, junto con el reconocimiento que debían tener por ello. Una perspectiva que, en palabras del mismo Brignardello, sigue vigente: “El Colegio ha mostrado al país su permanente preocupación por mejorar los estándares de la tecnología al servicio de los pacientes e incentiva a los tecnólogos a la búsqueda permanente de estar a la vanguardia en sus distintas áreas de trabajo. El desafío para el futuro de nuestro Colegio debe ser el estar atento y a la vanguardia de la evolución de la medicina en Chile y en lo posible liderar dentro de los equipos de salud los cambios que sean positivos para la salud de todos los chilenos”.

Todos Somos Tecnología Médica: Compromiso con la Calidad, la Ética y la Salud de las Personas

Las y los Tecnólogas(os) Médicas(os) de Otorrinolaringología aportan a la salud y calidad de vida de las personas a través de acciones de prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación; realizando exámenes y procedimientos, del área auditiva, otoneurológica, equilibrio, rinológica y electrofisiológica, a la población durante todo su ciclo vital desde neonatos hasta la tercera o cuarta edad, teniendo relación directa con el paciente y su familia.

Somos motor en varios programas ministeriales que buscan mejorar la calidad de vida, de en adultos mayores, en prematuros y en menores de 4 años. Integramos equipos multiprofesionales de implantes cocleares, audífonos, salud ocupacional, otoneurología y tratamiento de tinnitus, que enfrentan distintos problemas desde una mirada inter y transdisciplinaria. Nuestra sólida formación permite que colegas motivados por seguir el camino de la investigación o la academia completen programas de MgC o PHD en Neurociencias, Salud pública, Audiología en Chile o el extranjero, propician-

do el desarrollo disciplinar con distintas vertientes.

El avance del conocimiento y la tecnología amplía el horizonte para crecer y aportar en áreas como neurología, polisomnografía, espirometría, donde colegas pioneros comprometidos con un trabajo ético de alta calidad demuestran los beneficios que recibe la institución y el paciente, cuando cuenta con un Tecnólogo(a) Médico(a) orgulloso de su profesión.

Todos somos Tecnología Médica, donde cada uno, desde su campo de acción debemos mostrar un sello comprometido con la calidad y la ética, cuyo centro es la salud de las personas. Que estos sellos nos reconozcan individualmente como Tecnólogos Médicos y como Colegio para ser garantes de calidad y bienestar en nuestro quehacer. Muchas Felicidades colegas siempre juntos somos más.

Prof. Mg. TM Catalina Rita M. Departamento de Tecnología Médica Universidad de Chile

Quiénes somos | Laboratorio Clínico, Hematología y Banco de Sangre.

El rol esencial de los Tecnólogos Médicos: líderes en evidencia científica, ética y formación profesional

Esta mención está orientada principalmente al apoyo clínico para el diagnóstico, seguimiento, prevención y control de una amplia gama de patologías humanas y, además, como se ha desarrollado cade vez más en el último tiempo en el contexto del concepto de “Una Salud”, patologías veterinarias y del medio ambiente. Solo con este párrafo se puede concluir lo holístico del amplio conocimiento y competencias de este tipo de Tecnólogos médicos.

Su rol es fundamental aportando con evidencia científica sólida con resultados de exámenes de laboratorios en el área asistencial de todo el país, los cuales que deben ir más allá solo de un numero o de una descripción ya que estos profesionales deben tener un fuerte componente ético y social. También muchos de nosotros luego de una especialización completando magister o doctorados en las más prestigiosas universidades nacionales e internacionales somos responsables de ampliar las fronteras de la ciencia en el área de la investigación posicionándose como lideres de opinión y expertos en diversas áreas de las ciencias. Además, como en el caso personal, somos responsables de la formación de nuevos profesionales de la salud, no solo Tecnólogos Médicos, los cuales deberán perpetuar la formación para desarrollar un periplo de excelencia.

Como parte de la proyección y desarrollo nosotros podemos tener un futuro internacional, además de hacer estudios de especialización o postgrados en otros países, ya que, con variantes de nombres, pero con similares competencias, se pude convalidar el título en muchos países del continente como Perú, Uruguay, Brasil, México, entre otros.

Por último, ser parte de una organización como el colegio de Tecnólogos Médicos genera un importante sentimiento de pertenencia, pertenencia a un grupo de profesio-

nales excepcionales que se preocupan por sus pares y por toda la comunidad.

En estos 55 años de nuestra querida carrera un fraternal saludos a todos mis colegas a los largo de todo Chile y, por que no decirlo, del mundo.

Ossandón Profesor asociado Coordinador de mención Bioanálisis, Hematología y Banco de Sangre Escuela de Tecnología Médica. Facultad de Ciencias Universidad Mayor.

Los avances tecnológicos y la inteligencia artificial están revolucionando la histopatología, abriendo nuevas áreas de especialización más allá de las técnicas tradicionales.

Chile está en una era de transformación en la medicina y la tecnología. Los avances en técnicas y herramientas diagnósticas ofrecen al tecnólogo médico de la mención de Morfofisiopatología y Citodiagnóstico, una oportunidad sin precedentes para especializarse y crecer profesionalmente. El papel del Tecnólogo Medico es más crucial que nunca, es fundamental reconocer cómo nuestras habilidades y conocimientos impactan directamente en la salud pública en Chile. Desde el diagnóstico temprano hasta el manejo de enfermedades complejas, cada uno de nosotros/as como parte del equipo de profesionales, contribuye a salvar vidas y mejorar la calidad de la atención médica. Nuestro clásico laboratorio de histopatología empezó a cambiar a mediados del siglo XX cuando se introdujeron los criostatos, los procesadores de tejidos cerrados, los casette de plástico y los cuchillos desechables. La aparición de la Inmunohistoquímica, las nuevas técnicas que incluyeron citometría de flujo, hibridación in situ con fluorescencia (FISH), estudios de ADN y genética, PCR convencional en tiempo real y secuenciación de primera o segunda generación, entre otras, han permitido que vayamos evolucionando y trabajando para estandarizar todos los protocolos y asegurar la calidad de los resultados que entreguemos.

Este nuevo siglo XXI, nos lleva más allá de lo imaginado por aquellos que solo conocíamos la técnica histológica, histoquímica y citología, ahora nos presenta nuevas áreas de especialización que van de la mano de los avances en tecnología, inteligencia artificial y digitalización de imágenes y telemedicina, avances que en conjunto están transformando la histopatología.

La Patología Oncológica nos ofrece oportunidades de especialización en el estudio de tumores y canceres específicos, incluyendo el análisis de biomarcadores y la participación de equipos multidisciplinarios para la oncología especializada.

Otra área poco conocida está emergiendo como un campo crucial en la investigación biomédica llamada Glicómica. Abarca la identificación, caracterización y análisis de

glicanos en diferentes contextos biológicos, como células, tejidos y fluidos corporales. Combina conocimientos de biología celular, bioquímica, química y biología computacional y se complementa con otras ómicas, como la genómica, proteómica y metabolómica, para ofrecer una visión más completa del sistema biológico, siendo una oportunidad que debemos mirar como un desafío para incluirla en nuestras competencias futuras como tecnólogos de la mención. En conclusión, los invito a tomar el desafío, subirse a un avión y llegar a esos grandes centros de desarrollo donde podremos perfeccionarnos para ser los tecnólogos integrales y autónomos que la salud exige de nosotros como profesionales al servicio de todo/as los chilenos y como tecnólogos socialmente responsables participar activamente en el colegio de Tecnólogos Médicos. El colegio es lo que todos nosotros/as queremos que sea y para eso hay que participar aportando con nuestras habilidades.

TM Patricia Grez Spikin MSc. En Educación para las Ciencias de la Salud. Universidad de Concepción.

La Optometría Deportiva y la Neurociencia de la Visión: Oportunidades y Desafíos en la Especialidad- Aniversario 55 años Tecnologia Medica.

Mi nombre es Isabella Visic, soy Tecnóloga Médica especializada en Oftalmología y Optometría Clínica, con un enfoque en la Optometría Deportiva y la Neurociencia de la Visión. Presidenta de la nueva Sociedad científica de Terapeutas visuales y Optómetras deportivos de Chile (SOTEVOD).

A lo largo de mi carrera, he trabajado en el desarrollo de implementos y técnicas de entrenamiento visual, ayudando a los atletas a optimizar sus habilidades visuales y cognitivas para alcanzar su máximo potencial.

La Optometría Deportiva es un campo en expansión que combina la ciencia de la visión con el rendimiento deportivo. Esta especialidad no sólo optimiza la visión de los atletas, sino que también mejora sus habilidades visuales y cognitivas, elementos clave para el éxito en el deporte de alto rendimiento. La neurociencia de la visión juega un papel crucial en este proceso, ya que permite comprender cómo el cerebro procesa la información visual y cómo se puede entrenar para mejorar el rendimiento.

En el ámbito de la Oftalmología y la Optometría, las oportunidades de desarrollo son vastas. Desde la participación en equipos multidisciplinarios hasta la investigación en nuevas tecnologías y técnicas de rehabilitación visual, los profesionales en esta área tienen la posibilidad de influir significativamente en la salud visual y el rendimiento deportivo.

El intercambio de experiencias con otras áreas, como la neurociencia, la medicina deportiva y la psicología, enriquece aún más esta especialización, permitiendo una visión integral del paciente. Además, la internacionalización abre puertas para el acceso a conocimientos de vanguardia y colaboración con expertos de todo el mundo, lo que fortalece nuestra práctica profesional y expande nuestras fronteras.

Invito a todos los jóvenes Tecnólogos Médicos a ser parte de este apasionante campo, a mantenerse activos y a formar parte del Colegio de Tecnólogos Médicos, un espacio donde la colaboración y el aprendizaje continuo son la base de nuestro crecimiento profesional.

Un cordial saludo a todos los colegiados en este aniversario que celebra 55 años de historia y compromiso con la salud visual en Chile.

Un honor,

Muchas gracias,

TM Isabella Visic

Imagenología un desafío permanente…

Siempre es bueno tomar un momento para mirar lo vivido y proyectarse al futuro y descubrir los nuevos desafíos. Los últimos 20 años han sido de cambios vertiginosos, la radiología simple paso en pocos años de la película de acetato y revelado manual a la radiología digital (DX), que ha cambiado la forma de trabajar. La imagen en formato DICOM, no sólo cambió los flujos de trabajo, también democratizo de alguna manera los estudios que hoy se muestran en portales WEB a nuestros pacientes, las imágenes se comparten con los médicos tratantes y la Ficha Clínica es el repositorio donde distintos profesionales pueden revisar la historia clínica de un paciente. Así hemos dejado de ser una isla, un nicho, para ser parte de un ecosistema digital en constante crecimiento y con múltiples desafíos de desarrollo e integración y por tanto, un desafío para la formación profesional de las nuevas generaciones de tecnólogos que deben ser capaces de insertarse en equipos de trabajo multidisciplinarios en permanente cambio.

La Inteligencia Artificial (AI), recién muestra sus aportes iniciales, hay mucho camino por recorrer y desarrollar. La AI está generando grandes cambios en distintas áreas de la imagenología, en la Tomografía Computada (TC) incorporando algoritmos que reducen las dosis en forma importante, así como se reducen los tiempos en las secuencias de RM. Y esto está recién comenzando, probablemente vean dosis en tomografía similares a una radiografía y tiempos en resonancias que no superen los 8-10 min.

Sin lugar a dudas, estos cambios van a tener un beneficio significativo para los pacientes permitiendo la optimización de agendas y listas de espera. Pero serán también un desafío para las nuevas generaciones que deberán involucrarse en la implementación y validación de nuevos algoritmos, que no han sido entrenados con poblaciones o equipamientos similares, lo que requiere tener nuevos protocolos de evaluación, seguimiento de posibles errores u comportamientos erráticos.

Hace 20 años una tomografía de abdomen y pelvis generaba 150-200 imágenes, hoy 500-1000, estamos viendo una explosión exponencial de imágenes y data, ¿Qué vamos a hacer con esta data pensando en medicina de precisión y gestión ? ¿Estamos preparados para involucrarnos en el análisis y explotación de esa Big Data ?

El Tecnólogo de los próximos años no sólo necesita ser bueno técnicamente en una modalidad, necesitamos Tecnólogos que construyan nuevas soluciones, que sean gestores de calidad, administradores de Sistemas RIS PACS, parte de los equipos de Ficha Clínica, desarrolladores de algoritmos, etc.

Necesitamos Tecnólogos que busquen nuevos espacios y formen parte de equipos multidisciplinarios con médicos, ingenieros, informáticos, enfermeras, etc.

Y todo este cambio, debe hacerse en colaboración, y por eso es muy importante la participación y organización en el Colegio de Tecnólogos Médicos, que debe ser un espacio natural de reflexión y debate para afrontar los nuevos desafíos que vamos a enfrentar no sólo en nuestra profesión, sino como país.

MsC T.M. Ricardo Castillo Vouriot
Quiénes

Una nueva etapa y nuevas metas

El Colegio de Tecnólogos Médicos tiene muchos desafíos, comenzando por cautivar y reconquistar a sus colegas para aunar fuerzas y reivindicar la importancia de la profesión en los equipos de salud del país.

“Pertenecer a una institución gremial como lo es un colegio profesional no responde a sólo dar beneficios a nuestros socios, sino más bien a hacer que nuestra profesión sea visible, representativa, valorada e incorporada en las tomas de decisiones que debe tomar la autoridad en pro de la salud de nuestro país”, afirma Raúl Torres, jefe de tecnólogos médicos de la Clínica Alemana y docente de la Univer-

sidad del Desarrollo, quien se incorporó al Colegio de Tecnólogos Médicos en 2017.

Mónica Troncoso, académica de la Universidad de Concepción y afiliada al organismo desde 1980, coincide, y destaca la labor del colegio en la creación de la “Sociedad Científica Chilena de Tecnología Médica Oftalmológica”, que nació a su alero, y su influencia en la promulgación de la ley 20.470, que modificó el Código Sanitario determinando la competencia de los tecnólogos médicos en el área de la oftalmología. Además, valora el compromiso de la institución con el perfeccionamiento de la carrera: “nuestro colegio ha sido un constante promotor en el fortalecimiento de nuestra

identidad profesional a través de cursos de perfeccionamiento, diplomas y destacados congresos que permanecen inmutables en la memoria”, remarca.

No obstante, el camino del colegio durante estas más de cinco décadas no ha sido fácil, y ha incluido momentos particularmente difíciles en los últimos años, lo que redundó en que antiguos afiliados se alejaran de él y se estancara la incorporación de nuevos socios.

Ese fue el caso, por ejemplo, de Cecilia Leiva, actual gerenta general de Prolab. “Mi ingreso al Colegio de Tecnólogos Médicos fue el año 1998, periodo en el que me mantuve muy activa y participativa en el quehacer de la institución. Pero pasados los años, y a raíz de cambios en las directivas y procesos, me alejé por un largo periodo de tiempo”, relata.

Lo mismo le ocurrió a Karena Espinoza, directora del centro asistencial y docente de la Universidad de Magallanes. quien hace algunos años dejó el colegio junto a varios colegas.

Héctor Galeno, miembro del colegio desde los años ’80 y actual jefe de la sección de los Virus Entéricos del ISP, es consciente de la situación y de la reticencia que manifiestan los nuevos egresados en cuanto a aso-

ciarse. “Debemos aumentar la cantidad de socios para que se puedan seguir haciendo tareas de defensa colectiva de la profesión, como mantener nuestros territorios y profundizar y expandir nuestros campos. Y para eso hay que lograr que el Colegio de Tecnólogos Médicos vuelva a tener vida y logre mantener encantados a los socios”, sostiene.

Con todo, los mismos profesionales coinciden en que hoy se vislumbra un escenario optimista en la institución, principalmente por la llegada de la nueva directiva, liderada por Teresa del Pilar Pino, que ha dado nuevos bríos a la asociación y ha logrado cautivar la atención de antiguos y nuevos socios.

Nueva etapa y nuevas metas

“Hoy vislumbro una nueva etapa en el colegio, en la que me interesa formar parte y aportar desde mi vereda. Percibo que hoy se dan las condiciones para que el colegio se conforme en un pilar fundamental de promoción del desarrollo de tecnologías e investigación a través de alianzas estratégicas con universidades nacionales e internacionales, centros de investigación y la empresa privada”, sostiene la misma Leiva, respecto de su regreso a la sociedad.

Lo mismo en el caso de Espinoza, quien destaca la elección de Teresa del Pilar Pino y la confianza que entrega a muchos colegas, por haber ejercido como dirigente desde antes de asumir el cargo.

“Nunca antes había sentido la necesidad de colegiarme. Obviamente sé que es importante tener una organización que nos ayude y nos ampare, a través de la cual dirigir peticiones, pero recién ahora me he estado acercando al colegio”, agrega por su parte Ignacio Romero, supervisor de sistemas de información del laboratorio clínico del

Hospital Félix Bulnes y docente de posgrado en la Universidad de Chile.

Luego de este robustecimiento de la institución, todos coinciden en que los principales desafíos del colegio son tres: contribuir con la educación continua de sus afiliados ofreciendo cursos, seminarios y otros espacios de enriquecimiento profesional, elevar los estándares de la carrera y las exigencias a las universidades que la imparten, e influir a nivel legislativo, en particular respecto del reconocimiento y regulación de las especialidades en el Código Sanitario.

“Un desafío futuro para el colegio en el área gremial será atraer nuevos socios comprometidos y adaptarnos a las rápidas innovaciones tecnológicas y cambiantes necesarias del sector. Esto implica ofrecer programas de desarrollo continuo, fomentar la colaboración interdisciplinaria y asegurar que las prácticas y conocimientos están siempre alineados con los avances más recientes de la salud global”, señala Raúl Torres, jefe de tecnólogos médicos de la Clínica Alemana, docente de la Universidad del Desarrollo y actual secretario nacional del Colegio de Tecnólogos Médicos.

“El colegio debe contribuir en los desafíos que supone esta adaptación a los rápidos avances tecnológicos, y a la homologación con estándares internacionales, además de impulsar el reconocimiento y regulación formal en el Código Sanitario que permita fortalecer su posición y mejorar las condiciones laborales”, coincide Marioly Muller, académica de la Universidad de Chile, quien agrega que lo último es fundamental frente a la saturación del mercado laboral que muchas veces lleva a los tecnólogos médicos a explorar nuevos rumbos laborales.

Un territorio en disputa

La reforma al Código Sanitario es uno de los elementos más relevantes para los colegiados, particularmente por lo que muchos

advierten como una reducción en su campo laboral por el ingreso de profesionales de otras áreas que realizan tareas similares. “ Actualmente existen áreas grises o derechamente sobreposición de roles profesionales con bioquímicos, fonoaudiólogos, TENS, optometristas, etc. El colegio tiene un rol muy importante en la defensa de los intereses y necesidades de todos nuestros colegas mediante reuniones con el MINSAL, FONASA , ISP, SEREMI y otras instituciones ”, explica Julio Palacio , experto en audiología y magíster en salud pública y quien fue integrante del directorio del colegio en el periodo 2017 y 2018.

Desde su área, Palacio explica que “una de las alternativas que tiene el colegio para velar por nuestra profesión es la modificación del código sanitario a través del Congreso, tal como lo hizo hace 14 años con la ley de optometría, que ha permitido a los colegas de la mención de oftalmología recetar más de 2 millones de lentes desde su promulgación. Ahora es el turno de promover la Ley de audífonos, que permitirá a los colegas de la mención de otorrinolaringología disminuir la segunda lista de espera mayor del sistema público de salud, recetando ellos los audífonos, que tanto la población de adultos mayores necesitan, permitiéndoles una mayor autonomía, beneficiando la integración social y retardando el deterioro cognitivo en ellos. Tomando en cuenta el envejecimiento de la población chilena”.

Aumentar la participación jóvenes en el colegio y

fortalecer relaciones institucionales políticas, legislativas y con universidades

¿Cuándo llegó al colegio y cómo ha sido su experiencia, tanto como afiliada como siendo parte de su directiva?

Ingresé al colegio el año 84, cuando obtuve el certificado de título.

Realicé el internado en el hospital Barros Luco -Trudeau y luego trabajé en el mismo lugar y mis colegas, todas totalmente comprometidas con la profesión y la colegiatura y todos los profesionales de salud participaban de sus respectivos colegios que son la representación profesional oficial ante las autoridades.

Mi experiencia siempre fue propositiva y de servicio, de ocuparme de los problemas de la profesión y fue pensando en el bien común y eso hizo que todo mi aporte a la profesión a través del colegio estuviera enfocado en solucionar la problemática sanitaria del país y esto fuera de la mano con el desarrollo del TM de las diferentes especialidades.

¿Cuál cree que es el principal aporte del colegio al país?

Los colegios profesionales de cada profesión de salud le entregan al país la influencia de generar políticas sanitarias necesarias y en el caso de nuestro colegio ha generado a través de sus propuestas de políticas de salud, orientadas en un fuerte impacto en una salud más resolutiva y preventiva y por otra parte con la evolución y los cambios demográficos, ha existido una preocupación por la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías menos invasivas en el diagnóstico y tratamiento de las personas.

Nuestro aporte ha estado centrado esencialmente en los aspectos preventivos lo que redunda en las mejores tasas de salud.

Y los profesionales formados en Universidades acreditadas, tienen el conocimiento en salud pública por lo tanto su aporte principal es mejorar calidad de vida de la población con su trabajo.

formadoras

¿Cuáles son, en su opinión, los principales desafíos que enfrenta el colegio en el mediano y largo plazo?

El Colegio tiene un desafío interno y uno externo. El desafío interno está relacionado con la baja participación de los profesionales jóvenes, que no logran comprender la importancia que tiene esta institución que nos representa a todos y para estar presente se requiere de la colegiatura y eso está en el nexo con las universidades que son las que deben motivar durante todo el periodo de formación el registro en su colegio profesional.

El segundo desafío es externo y eso está relacionado con el vínculo de las autoridades del Colegio con las autoridades políticas tanto de gobierno como a nivel legislativo y las universidades formadoras de nuestra profesión.

Respecto del proyecto de ley que modifica el Código Sanitario, ¿cómo evalúa la propuesta actual en cuanto a lo que respecta a la profesión?

El Código sanitario debe avanzar en el diagnóstico tecnológico que se le entrega en los resultados de los exámenes, creo que esto tal cómo está estamos volviendo atrás, el colegio debe estar con sus equipos cuando se dé la posibilidad en la cámara, de tal manera de hacer una propuesta que vaya en la dirección de avanzar en el diagnóstico tecnológico para evitar que miles de personas sigan falleciendo de enfermedades que no tuvieron la oportunidad de ser diagnosticados.

¿Por qué cree que ha costado tanto que se reconozcan las menciones de los tecnólogos médicos?

La falta de liderazgo, el bajo interés y escaso compromiso, de los profesionales que tienen las menciones para trabajar y de las

universidades a través de sus escuelas formadoras, para hacer las presentaciones respectivas a las autoridades legislativas y políticas del Minsal.

Esto requiere mística, solidaridad y conocimiento respecto de la necesidad y el impacto en el país, el que sean reconocidas y darles el espacio en el equipo de salud, pero también se requiere que las escuelas de formación universitaria orienten a sus estudiantes, para que se comprometan en este trabajo.

¿Cuál es el impacto en salud?, ¿Qué resolverán con ese reconocimiento? Etc. Para hacer reconocimiento se requiere una necesidad sanitaria y esa se debe demostrar con números, análisis, información respecto a la esperanza de vida, tasas de mortalidad y morbilidad y ofrecer que podemos resolver con un diagnóstico y que muchas veces la oportunidad es única.

¿Cree que las universidades chilenas han sabido actualizar sus mallas curriculares en la carrera de forma acorde a cómo evolucionan las exigencias tecnológicas e informáticas?

Según como evoluciona el cambio demográfico y la realidad sanitaria de nuestro país, se podría evaluar las mallas curriculares dado que el perfil de formación aprobado por el MINEDUC para la acreditación de la profesión en las universidades chilenas, durante el periodo en que fui presidenta del colegio del colegio; junto a un equipo de TMs, fue elaborado para proyectar la profesión y hacer los cambios necesarios sin necesidad de modificar el perfil y el decreto.

Desafíos del colegio

Todas las mallas debiesen tener una base de formación incorporada para el manejo o uso de la inteligencia artificial, en forma transversal de tal forma que nadie le tema a los cambios tecnológicos y la forma de trabajar en el futuro, dado que los Tecnólogos Médicos históricamente han usado la tecnología para el diagnóstico y con la inteligencia artificial los llamados a son nuestros profesionales que requieren procesos menos invasivos y más oportunos en atención de las personas.

¿Qué les diría a los tecnólogos médicos que aún no se han colegiado?

Es un deber ético colegiarse, el Colegio somos todos, nuestra profesión prevalece y mantiene un cierto status de reconocimiento dentro de las profesiones de salud y somos incorporados en las políticas de salud del Minsal, gracias a la labor del Colegio, los profesionales debemos reconocer que nuestra profesión tiene un valor que no todos saben y valoran el título que tienen.

Por otra parte, el Colegio tiene como labor, el velar por la salud de la población, a través de que permanentemente está protegiendo el ámbito de competencias del Tecnólogo Médico en sus especialidades en que ha sido formado, y así evitar el ejercicio ilegal de la profesión y con consecuencias nefastas para las personas.

También el Colegio tiene un trabajo con las Universidades, y evaluar donde se imparte la profesión, desde el punto de vista de la calidad y esencialmente avanzar en el desarrollo y evolución tecnológica.

Rosa Oyarce

Ex Seremi de Salud RM, Tecnólogo Médico, Magister en Políticas Públicas.

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Informática, especialización y diversificación: los desafíos urgentes para la academia

Los profesionales coinciden en que urge una actualización curricular en las universidades nacionales, tanto a nivel tecnológico como en profundizar en el trabajo práctico y en las diversas ramas que ofrece la carrera con miras al mundo laboral.

“Tecnológicamente estamos a la par con el resto del mundo, pero culturalmente quizás no tanto, y desde el punto de vista curricular hay un salto que no hemos hecho”, afirma Ignacio Romero, quien desde hace ocho años ejerce como supervisor de sistemas de información del laboratorio clínico del Hospital Félix Bulnes y es parte del cuerpo docente de un diplomado sobre sistemas de información en la Universidad de Chile.

Romero ha podido comprobar esta realidad en carne propia, pues ha visitado laboratorios en países como Alemania y Brasil precisamente para tener una referencia respecto de la realidad chilena. “Desde el punto de vista tecnológico estamos a un nivel muy similar: el equipamiento, los softwares, los sistemas que tenemos son exactamente los mismos, las mismas marcas, los mismos modelos. Tú podrías tomar tecnólogos chilenos, ponerlos en un laboratorio alemán y lo único que tendrían que hacer es aprender el idioma, y ni siquiera, porque de todas formas conocerían la interfaz, los sistemas y las pantallas”, explica.

No obstante, precisa que los tecnólogos médicos que son capaces de manejar estos equipos en el país son pocos y que, en gran medida, han debido abrirse camino por

cuenta propia luego de egresar de la universidad, pues las instituciones chilenas no han actualizado sus mallas curriculares para prepararlos en estas materias.

Su experiencia personal fue así. Luego de salir del pregrado estudió un máster en informática médica, diplomados y distintos cursos relacionados con tecnologías de información y sistemas de información, y posteriormente él mismo comenzó a dictar cursos en el Centro Nacional de Sistemas de Información en Salud.

“Nosotros como profesionales trabajamos con herramientas informáticas de alta complejidad el 90 % del tiempo, diariamente utilizamos sistemas integrados de intercambio de información y la mayor parte de los egresados desconoce cómo funcionan porque las universidades enseñan muy poco o nada del tema. Si uno va a estar a cargo de un equipo que vale 500 o mil millones de pesos debería saber cómo se mueve la información dentro de él, pero en la realidad cada cual va aprendiendo cometiendo errores”, lamenta, añadiendo que debe haber un cambio curricular en las mallas de las universidades para que incorporen la informática médica como un elemento base y transversal a todas las menciones.

Carencias formativas en un mercado laboral saturado

Muchos tecnólogos médicos coinciden con este diagnóstico, aunque varios creen que las falencias en el currículum de las universidades chilenas es aún mayor, y se requiere una actualización completa de la malla, incluyendo conocimientos más especializados y mayor profundización en la enseñanza práctica.

“De acuerdo a los requerimientos que ahora existen en el campo laboral, muchas veces los tecnólogos médicos se quedan muy cortos con el pregrado en áreas como informática médica, bioinformática y biología molecular”, afirma Karena Espinoza,

directora del centro asistencial y docente de investigación de la Universidad de Magallanes.

Espinoza, egresada de la Universidad de Concepción de la especialidad de morfofi siopatología y citodiagnóstico, ha dedicado su carrera a la gestión y administración en salud, a la docencia y la investigación. Du rante la pandemia de Covid 19 le tocó dirigir el laboratorio más grande del país, en Pun ta Arenas, donde procesaron más de 300 mil muestras. Esa experiencia le permitió dimensionar las profundas carencias con que emergían al mundo laboral los nue vos egresados, no sólo de la región, sino de todo el país. “Yo entrevistaba chicos, de distintas universidades, que ni siquiera ha bían hecho un PCR en el pregrado, y tuve que contratarlos e ir formándolos y ense ñándoles casi de cero la biología molecu lar”, recuerda.

Su experiencia, en todo caso, fue similar a la de Ignacio Romero. Luego de egresar del pregrado tuvo que dedicar bastantes años más a los estudios, para poder especializar se. Hizo un magíster en educación y otro en administración y gestión en salud, además de especializaciones en España y México. “Uno tiene que irse rebuscando en el cami no de acuerdo a lo que va buscando, pero falta oferta de especialización real. Yo hice clases en algunos diplomados asociados a biología molecular y eran muy teóricos, cuando nuestra carrera es muy práctica. Un laboratorio es caro para una universidad, pero nuestras carreras requieren aprender haciendo”, explica, agregando que en muchas universidades el internado profesional está orientado a áreas muy tradicionales, privando a los estudiantes de prepararse para muchas oportunidades laborales que ofrece la carrera en áreas como asesoría técnica en ventas, investigación y procesamiento de alimentos.

Cecilia Leiva, gerenta general de Prolab, tiene una apreciación similar, y enfatiza en que la cantidad y características de las diferentes casas de estudio ha derivado en un proceso de saturación del mercado laboral en que las

competencias, además, no son iguales para todos los egresados. “Urge una entidad que regule las mallas de estudio y la dotación de estudiantes por especialidad, así como la cantidad, calidad y experiencia del cuerpo docente a cargo. Los avances tecnológicos en el diagnóstico anátomo-patológico han tenido un crecimiento sostenido en la última década, lo cual exige que las universidades revisen constantemente sus mallas”, sostiene.

Globalización

Marioly Müller, académica de la Universidad de Chile, coincide plenamente con este diagnóstico. “La formación en tecnología médica en Chile muestra una notable heterogeneidad debido a la falta de estándares formativos uniformes. Las diferencias en los currículos y prácticas entre las diversas instituciones educativas pueden y han afectado la calidad de la formación y la competencia de los egresados, aspecto que debiera considerarse en las mesas de trabajo por ejemplo de la asociación de escuelas de tecnología médica (ASOTEM) en conjunto con el colegio”, indica, aunque advierte que esto supone, a la vez, una oportunidad para la carrera.

“La incorporación de herramientas innovadoras como la inteligencia artificial y la telemedicina podría ofrecer nuevas oportunidades y nichos de desarrollo para los tecnólogos médicos, aunque actualmente hay un estancamiento en la inversión y desarrollo en estas áreas. Personalmente considero que el potencial más grande radica en la posibilidad de internacionalización de la carrera de tecnología médica”, propone Müller, en cuya opinión con la obtención de certificaciones globales, la participación en investigación y el desarrollo de competencias multiculturales, las y los tecnólogos médicos chilenos pueden expandir sus oportunidades y contribuir al avance global en su campo.

Fin artículo

Hantavirus: Un hito científico en el cambio de milenio

El año 2000, el tecnólogo médico Héctor Galeno consiguió el primer y único aislamiento de hantavirus americano desde una fuente humana, situando a la ciencia chilena en el mapa científico mundial.

Fue una noticia de envergadura mundial, y aunque hasta la actualidad es más fácil encontrar registros en inglés -en medios científicos internacionales-, está consignado como uno de los hitos científicos del país en el sitio web de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID): un chileno había logrado, por primera vez, aislar el hantavirus en una fuente humana y, además, asintomática.

El protagonista fue el tecnólogo médico Héctor Galeno, quien junto a un equipo del Instituto de Salud Pública (ISP) testearon a un niño de 10 años de la Región de Biobío en cuyo núcleo familiar había ocurrido un brote de virus hanta, pero que en ese momento no presentaba síntomas. Tras diez días de observación, las células del menor -que finalmente falleció con sospecha de haber contraído el Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus-, comenzaron a mostrar efectos de crecimiento del virus, y luego de una serie de pruebas se comprobó que éste estaba presente.

Fue la primera vez que la cepa de virus Hanta que no era obtenida de ratones, y la primera vez que se lograba aislar en el periodo asintomático de la enfermedad. Las repercusiones del hallazgo eran significativas, pues se descubrió que, tras la infección, el virus se diseminaba rápidamente por la sangre afectando varios órganos antes de generar una reacción en el sistema inmune.

“El haber sido aislado en un ser humano es un hallazgo científico de nivel mundial que nos permitirá conocer mejor el curso

natural de la enfermedad, desarrollar métodos de diagnóstico específicos y simples, estudiar nuevas drogas de tratamiento y, eventualmente, hasta el desarrollo de una vacuna contra el Hanta”, declaraba Galeno en ese entonces.

Hoy, pese a que han transcurrido 24 años desde ese hito y pese a comprender la relevancia que tuvo su descubrimiento, aborda el tema con humildad y remarca que hubo un componente casi azaroso en lo ocurrido.

“Era una familia en que el abuelo, una tía y un nieto habían fallecido por el virus, y estaba buscando encontrar rastros en el pulmón de la tía cuando comencé a observar características distintas en las células del niño”, admite. No obstante, reconoce que con ello se cerró un capítulo que hasta entonces era desconocido respecto de los primeros días de propagación de la enfermedad y quedó en evidencia la importancia de los tecnólogos médicos en el sistema de salud.

“Estamos en el corazón de la salud, porque aportamos las pruebas con validez científica para hacer los diagnósticos de las personas. Las decisiones médicas están basadas en evidencia, y nosotros entregamos esa evidencia”, destaca.

Dalibor Razmilic: un Dalí de la Tecnología Médica chilena

Fue un peregrino incansable que en su andar aglutinó la fuerza de burdeos, en los preciosos tiempos en que nuestra profesión creció con intensidad y se apreció claramente en el escenario Nacional como una ráfaga de frescor en Salud.

Ha sido nuestro “Dalí” de la Tecnología Médica en Oftalmología, dedicando su vida al Servicio y la innovación.

De su iniciativa, junto a un selecto equipo de colegas, nace la “Primera Sociedad de Tecnología Médica en Oftalmología”, seguida de señeros cursos y talleres de perfeccionamiento, pensando siempre en sus pares… ¡en todos nosotros! Y en la descendencia académica, esa que hoy se enorgullece de haberle conocido y haber disfrutado al maestro de innumerables generaciones. Ese ser iluminado que tempranamente ha partido, dejando un gran legado profesional , humano y académico. Ese ser jovial y amistoso, ese amigo dulce y divertido, el niño eterno entre bromas, sonrisas y miradas cómplices…¡Cómo te extrañamos querido Dalí!!

Abrió las puertas de par en par ante un nuevo escenario académico en la Universidad Andrés Bello, prestigiando la institución con su talento y profesionalismo.

Siempre al alero del colegio, fue el precursor y colaborador incansable, para plasmar sus huellas en nuestro código de ética, cuya presentación fue un momento sublime del cual fui parte.

Y qué decir de la “ley de lentes”. Cuánto desgaste y maltrato, desde diversos sectores de la salud, incluidos nuestros propios colegas. Sin embargo, se mantuvo incólume y firme de acuerdo a sus genuinos principios de patriota de la salud oftalmológica.

Fue un Tecnólogo Médico de lujo. Discutimos, planificamos, sorteamos todo lo que se nos vino, y por fin de la mano del colegio y su presidenta Corina Farfán iniciamos el camino.

Gratitud especial al Dr. Jaime Mañalich, Ministro de Salud de ese entonces, por su gran comprensión y atenciones a nuestra gran propuesta, inspirada en nuestro inolvidable colega.

Cuánta alegría y festejo, el día que el presidente Sebastián Piñera E. por fin firmó el decreto de ley. Nos abrazamos con la ilusión de haber cumplido con este gran sueño para todos los tecnólogos del país.

La gran tarea concluía, dejando una gran proyección de cambios futuros , nuestra identidad profesional cobró vitalidad y se plasmó por fin en la Ley 20.470.

Dalibor hoy descorre los velos del cielo para inspirarnos con su sabiduría y el gran legado que nos dejó.

Dios bendiga su recuerdo.

Mónica Troncoso Profesor asociado en Universidad de Concepción

IA integrada al flujo de trabajo

CADt

Priorización de estudios con hallazgos potenciales

CADe

Identifica, Marca y Resalta Anormalidades

CADx

Información sobre la evaluación del hallazgo

Si quieres más información visita nuestra web

Palabras de Saludos en este aniversario

“Aprovecho esta oportunidad para saludar a todos los tecnólogos médicos y en particular a los que dirigen los destinos de nuestro Colegio con ocasión de un nuevo aniversario de la Tecnología Médica”.

Alejandro Brignardello, primer presidente del Colegio de Tecnólogos Médicos.

“Hay que lograr que el Colegio de Tecnólogos Médicos tenga vida y un gran contingente de afiliados para unir fuerzas y lograr metas, porque las gestiones de una directiva requieren el apoyo de los especialistas en distintos temas”,

Héctor Galeno, jefe de la sección de los Virus Entéricos del ISP

“Espero que mi experiencia sirva de motivación para que muchos más se sumen a esta iniciativa, reconociendo que solo a través de la unión y el compromiso colectivo podremos enfrentar los desafíos y construir un futuro sólido y próspero para nuestra querida profesión”.

Marioly Muller, académica de la Universidad de Chile.

“Estimados miembros del Colegio de Tecnólogos Médicos de Chile representados por su Directora TM Teresa Pino, es para mí un privilegio extender mis sinceros saludos en este aniversario número 55, tiempo durante el cual nuestro Colegio a

perseverado en mantenerse vigente y hoy con nuevos bríos nos llama a ser parte de él. Que estos 55 años sean sólo el comienzo de un nueva era, de grandes logros y éxitos en beneficio de sus miembros y del país”.

Cecilia Leiva, gerenta general de Prolab

“En el aniversario del colegio TM, me gustaría enviar un reconocimiento a todos los colegas del país, que trabajan arduamente en pos de mejorar la salud y calidad de vida de todos los chilenos. También le envío un afectuoso saludo a todos los directivos actuales, que invierten tiempo y energía con el objetivo de obtener el máximo bienestar de todos los colegas”.

Julio Palacio, experto en audiología y magíster en salud pública.

“Es importante tener una organización que nos ayude y nos ampare, a través de la cual dirigir peticiones”,

Ignacio Romero, supervisor de sistemas de información del laboratorio clínico del Hospital Félix Bulnes.

“En este nuevo aniversario quiero recordar las palabras de Aristóteles ‘la excelencia no es un acto sino un hábito’. A lo largo de los años hemos cultivado el hábito de la excelencia en cada uno de nuestros logros impulsados por el compromiso, la dedicación y la búsqueda constante del conocimiento. Hoy celebramos no sólo un año más, sino el impacto duradero que hemos creado en nuestra profesión y en la sociedad, sigamos trabajando con la misma pa-

sión y visión asegurándonos que cada paso que damos refleje nuestra dedicación en la excelencia”.

Raúl Torres, jefe de tecnólogos médicos de la Clínica Alemana y docente de la Universidad del Desarrollo y actual secretario nacional del Colegio de Tecnólogos Médicos.

“El Colegio es el que nos recibe al egresar para no quedamos en el aire ni el anonimato, sino en esta ‘cuna de Profesionales’ cuya cobija ha sido siempre un lugar de diálogo, compromiso y en donde todas las opiniones valen, en pro de la virtud profesional que nos une”.

Mónica Troncoso, académica de la Universidad de Concepción

A los TMs, envío un cariñoso saludo en un aniversario más de nuestra profesión que ha recorrido 76 años sustentada en el compromiso de todos quienes han entregado su vida a ella, generando las bases de una profesión que pasó de ser de colaboración a ser una profesión de resolutividad y que ha evolucionado a la par del desarrollo del mundo, de la salud, de los cambios demográficos, del desarrollo tecnológico y de la inteligencia artificial que surge esencialmente al alero de la salud y precisamente por una necesidad de entregar una mejor calidad de atención y de vida; sin embargo el TM seguirá siendo el mismo sin ese reconocimiento que las menciones desean y sin la protección, sino participan de la institución que tenemos “

El Colegio de Tecnólogos Médicos de Chile ”.

Todos a colegiarse y que disfruten este día y hagan un compromiso de participación, ustedes lo necesitan y la salud lo exige.

Abrazos

TM MG Rosa Oyarce Suazo

Palabras

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