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EN BÚSQUEDA DE UNA SOLUCIÓN
En este contexto histórico, Conaf, a través de su Departamento Forestal, da inicio en 2009 a un proyecto de recuperación del ecosistema degradado de la reserva. Este proyecto contó con dos componentes fundamentales, uno de mejora silvícola y un componente social e institucional, que buscó regular la actividad de producción de carbón.
Enfoque silvícola del proyecto: Revigorizar el bosque, mediante la aplicación de raleos selectivos que favorece a los individuos más vigorosos y rectos, extrayendo aquellos de mala forma y/o enfermos.
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En primer plano ejemplar de tamarugo manejado. En segundo plano, varios ejemplares con rebrote en la parte basal gracias a la poda sanitaria realizada. Se observan fajas de residuos apiladas en línea.
Enfoque social del proyecto:
A través de convenios con las familias que viven aledañas a la reserva, se ha logrado regular la elaboración de carbón. Las mismas familias que con anterioridad hacían un uso no sustentable de los tamarugos a través de la destrucción de los ejemplares en el proceso de carbonización, hoy han suscrito convenios de aprovechamiento sostenible de los recursos madereros generados a partir del plan de manejo de las plantaciones (raleos y podas). Los convenios han sido suscritos con veinte familias, las que a su vez están integradas en promedio por cinco personas, ascendiendo a 100 las personas vinculadas en estos momentos a los convenios.
Uno de los síntomas más evidentes del impacto positivo de esta asociación ha sido la caída de las denuncias por tala ilegal y las multas asociadas. De un promedio de diez infracciones mensuales antes de establecer los convenios, en la actualidad prácticamente no existen denuncias.