Revista Mundo Contact Septiembre 2014

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Número 122-2014

LA REVISTA ESPECIALIZADA EN TIC

Apps de mensajería descubren nuevas formas de monetización 6 pasos para crear un Plan de Recuperación de Desastres en la empresa [Pag. 4] El Internet de las Cosas exige sentido común a favor del usuario [Pag. 8] La economía digital se mueve con la imaginación [Pag. 20] El Data Center definido por software revoluciona a las TI [Pag. 24]

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Editorial La mensajería instantánea en aplicaciones móviles tiene un gran potencial de monetización El universo móvil global está generando plataformas de de mensajería instantánea de tal magnitud, que para 2018 se espera que alcancen un valor de mercado de 3,000 millones de dólares. (Juniper Research). Para dimensionar la magnitud de este fenómeno, Analysys Mason detectó que más de la mitad de los usuarios de teléfonos inteligentes en el mundo usan actualmente apps tales como WhatsApp, Facebook Messenger, Telegram, Line, Wechat y Viber. Ante este escenario, el tráfico en aplicaciones de mensajería instantánea con dispositivos móviles representa una enorme fuente de oportunidades rentables. En el universo móvil global están apareciendo aplicaciones que van más allá de la mensajería, incorporando ”servicios diferenciados” que ofrecen al usuario aplicaciones tan diversas como reserva de taxis hasta operaciones financieras, juegos e información. Con todo esto, se abre la posibilidad de nuevas formas de monetización en el dinámico mundo de la movilidad. Inclusive, más allá del teléfono inteligente, el usuario móvil podrá estar conectado con dispositivos “wearables“, de tal manera que con su reloj, anteojos, etc., tendrá mensajería instantánea, reconocimiento de voz, etc., así como múltiples “servicios diferenciados”. Este interesante tema lo abordamos con mayor profundidad en el presente número de nuestra revista, así como otros de gran actualidad e importancia.

El Consejo Editorial



6 pasos para crear Recuperaci贸n de D empresa

La prevenci贸n y un plan anticipado son factores clave en caso de desastres; en M茅xico, s贸lo 20% de las empresas cuenta con una estrategia de DRP.


un Plan de Desastres en la


Si bien son ciertos y tangibles todos los beneficios de las nuevas tecnologías, existen problemáticas que resultan impredecibles aún para los grandes avances. Los desastres son hechos naturales o provocados que afectan de manera negativa a la cotidianidad, son intempestivos y desembocan en cambios permanentes en un ecosistema. De forma sistemática, los hemos vivido y conocemos las pérdidas que ocasionan: inundaciones, temblores, incendios, terrorismo, pandemias, pero ¿realmente estamos listos para recuperarnos de sus terribles consecuencias? La reflexión no termina en el nivel social e individual. Innumerables estudios se han realizado acerca de las problemáticas que pueden enfrentar las empresas cuando su infraestructura de TI no está lista para recuperarse, no sólo de los llamados desastres naturales, sino de los informáticos, que en esta era de dependencia tecnológica cada día son más frecuentes y más graves los daños que ocasionan. De acuerdo con datos de IBM de aquellas empresas que han tenido una pérdida de registros automatizados por un desastre, sólo el 6% sobrevive a largo plazo, 51% cierra en menos de un año y 43% nunca vuelve a abrir. ¿Pero qué es lo que hace la diferencia entre la sobrevivencia de una empresa y aquéllas que sucumben ante los embates de un desastre? Sin lugar a dudas, la prevención y un plan anticipado. Esta es la razón por la que cada vez es más frecuente escuchar términos como DRP, DR, DRaaS, RaaS y RP. Pero, ¿a qué se refieren estos términos que algunos adoptamos por obviedad? DRP, Disaster Recovery Plan o Plan de Recuperación de Desastres, se refiere a un plan detallado de acciones específicas de una empresa ante un desastre que de acuerdo con Global Disaster Recovery Index (Acronis) pueden provenir de varias fuentes. Ahora bien, si partimos del enunciado de Fernando Mollón, Vicepresidente de VMware LA que dice: ‘nuestra creciente dependencia a los datos en la era de la información los ha convertido en el activo más valioso de una compañía’, y si tomamos en cuenta que la infraestructura de TI aumenta su complejidad a medida en que se desarrollan más soluciones, la importancia de contar con un DRP crece proporcionalmente. De acuerdo con datos de IDC, en México sólo 20% de las empresas cuentan con una aplicación DPR, elemento que se consideró fundamental en la parte de seguridad y de transformación de una compañía. Las interrupciones del servicio, pérdida de la información y objetivos son sólo algunos factores que se ven impactados tras un desastre, pero el impacto que más debemos destacar, además del tecnológico, es el financiero. Es así cuando la definición de un plan de recuperación de desastres se convierte en un aspecto que el departamento de TI no puede pasar por alto. Estos son algunos puntos a considerar para elaborar un eficiente Plan de Recuperación de Desastres:


• Es vital involucrar a todas las áreas de la empresa, asignar responsables y asegurar los recursos para la definición, planeación y ejecución en caso de contingencia. • Es imprescindible contemplar un análisis de impactos al negocio (BIA), definir cuál es la información del negocio que no puede perderse bajo ningún concepto o eventualidad. • Una vez que se han definido las necesidades de cada área de la empresa, es primordial asignar prioridades del negocio. Éstas se definen con base en el presupuesto que la empresa pretende destinar para el plan y los elementos que se consideren críticos en la operación. ¿Cuánto tiempo puede la empresa sobrevivir sin estos sistemas yaplicaciones críticas? ¿Cuál es el orden en el que deben recuperarse? Esto es justamente lo que nos lleva a las definiciones de dos conceptos importantes: Tiempo de Recuperación (RTO) -tiempo máximo tolerable en el que un sistema, computadora, red o aplicación, puede permanecer inactivo después de enfrentar un desastre- y Punto de Recuperación (RPO) -tiempo en el que los datos críticos se están respaldando (frecuencia), lo que tendrá impacto en el tiempo de restauración. • Elección de las mejores estrategias o alternativas para la ejecución frente a un desastre. Se deben considerar el software, hardware, archivos, equipo de comunicaciones, instalaciones, centros de datos, etcétera. Aquí puede definirse el requerimiento de ‘duplicación’ de centros de datos, si el presupuesto lo permite. • Pruebas de ejecución. La única manera de garantizar que un plan de recuperación de desastres funcionará en su totalidad, será ejecutando simulacros en escenarios varios con el alcance que se busca, para definir la verdadera efectividad del plan de la empresa. • Opciones de Virtualización. Existen muchas ventajas en la adopción de la virtualización en un DRP. Servicios como DRaaS (Disaster Recovery as a Service) ofrecen plataformas tecnológicas en ambientes de nubes que permiten adecuar los ambientes según las necesidades del sitio primario sin hacer inversiones adicionales, solo ajustando las rentas de acuerdo a los requerimientos que se vayan presentando. Lo anterior es un seguro de anti-obsolescencia y flexibilidad para las compañías que difícilmente puede obtener con implantaciones in-house. Cabe destacar que un DRP es una de las mejores inversiones que puede realizar una empresa. Sin embargo, es mucho más que adquirir equipamiento, instalarlo y mantenerlo en operación. Debemos asegurar que dicho capital nos otorgue los mejores rendimientos, por lo que lo más recomendable es que los departamentos de TI cuenten con un proveedor especializado y experimentado que durante una contingencia garantice los recursos apropiados en cuanto a personal certificado, procesos y herramientas para reaccionar apropiadamente. En caso de contratar un servicio de DRP, los encargados de TI deben estar seguros de que esté hospedado en un centro de datos de clase mundial, certificado por organismos internacionales, y que además ofrezca efectividad, poca complejidad, flexibilidad y adaptación. Esta será la forma más inteligente de proteger la continuidad del negocio. Por Iván Felipe, Product Manager de System Integration en Alestra


El Internet de las Cosas exige sentido común a favor del usuario Antes de que una compañía proponga la interacción entre objetos y personas, es preciso un análisis honesto y con buen criterio para saber si existe en verdad esa demanda tecnológica.



El Internet de las Cosas es mucho más que una revolución tecnológica. Fruto de la evolución continua de la computación y de la comunicación, se tornó en una revolución social, con impacto directo en la vida de las personas, los negocios y el comercio. De acuerdo con IDC, el mercado de IoT moverá 7.3 trillones de dólares en apenas tres años. Asimismo, Gartner estima que hasta 2020, existirán de 26 a 30 billones de dispositivos conectados a Internet de las Cosas. Para entender lo que estos números superlativos representan en nuestro día a día, basta prestar atención al uso que ya hacemos de los dispositivos móviles. Se estima que actualmente una persona está rodeada por cuatro o cinco de estos aparatos, en promedio. Esto es debido a que la tecnología vuelve nuestras aspiraciones humanas más probables, ayudando a realizar tareas de forma más fácil. Con el advenimiento de los smartphones, uno de los protagonistas de esta nueva era, vivimos una explosión de conexiones. Nunca antes estuvimos tan conectados con otras personas, ambientes, empresas y objetos. A diferencia de evoluciones anteriores, en que las grandes novedades tenían su debut en las empresas, como el caso del uso de aparatos de fax, hoy es común que los usuarios posean dispositivos móviles y otras tecnologías para uso personal más potentes que las usadas en el ambiente corporativo. Y esto muestra uno de los grandes desafíos en la actualidad: las organizaciones deben prepararse y ofrecer algo más a los colaboradores y al mercado. Compañías de diversos sectores ya han percibido este movimiento y comenzaron a invertir no sólo en aparatos móviles, sino también en aplicaciones y soluciones capaces de transformar toda esta masa de datos en información inteligente y aprovechable. Así, presenciamos cada día más el surgimiento de estas nuevas tecnologías haciendo conexión entre personas y objetos – los llamados wearable devices (dispositivos digitales para vestir). Con ellos, entre otras funciones, ya es posible medir la presión arterial, controlar niveles de glucosa, medir la temperatura corporal, automatizar residencias, controlar temperatura y luz de un ambiente, entregar encomiendas, monitorear lugares, gerenciar flotas, hacer que un auto se estacione solo, entre otras actividades. Todo esto con apenas la ayuda de teléfonos móviles, relojes, pulseras, etiquetas de radio frecuencia (RFDI) y drones; es decir, ya estamos en la era en que los objetos inteligentes nos ayudan a realizar tareas cotidianas, sea en casa o en el trabajo. Y todo este movimiento camina hacia el futuro, sin ser posible volver a lo que eramos antes –seres desconectados y repartidos entre vida personal y profesional. Hoy, la interacción es frecuente y las empresas ya comprenden el potencial de esta modificación e invierten en el desarrollo de nuevas fuentes de valor. Es posible percibir la presencia del Internet de las Cosas en la creación de nuevos modelos de negocio y servicios online, en la generación creciente de información en tiempo real, en la identificación eficaz de usuarios al acceder a sistemas y dispositivos, en el gerenciamiento global de operaciones, en el refinamiento de operaciones inteligentes, en la oferta innovadora de computación en la nube, en el expansivo uso de redes sociales, además del cuidado en la protección y en la privacidad durante el intercambio de todos estos datos interrelacionados.


Sin embargo, antes de que una compañía proponga la interacción entre objetos y personas, es preciso un análisis honesto y con buen criterio para saber si existe en verdad esa demanda. Es importante identificar si el público objetivo tiene la necesidad de enviar un e-mail por la cocina, por ejemplo, o si fuese más relevante acceder a informaciones en tiempo real sobre el cierre de un contrato importante, o inclusive acompañar en la distancia el cuadro clínico de un paciente. Es primordial usar el sentido común para que la tecnología no pierda su razón de existir: la de atender las aspiraciones humanas, de forma que se faciliten sus tareas. Por Weber Canova, Vicepresidente de Tecnología de TOTVS


Apps de mensaje nuevas formas de

Mientras el mercado de apps como WhatsApp va tomando forma, surgen oportunidades para comercializar y ofrecer servicios diferenciados en beneficio del usuario.

Por Laura Sarmiento


er铆a descubren e monetizaci贸n


En 2018, las plataformas de mensajería instantánea acapararán el 75% del tráfico móvil y se proyecta que alcancen un valor de mercado cercano a los tres mil millones de dólares, de acuerdo a un estudio elaborado por Juniper Research. Atrás han quedado los medios tradicionales de comunicación como las llamadas desde teléfonos fijos y los mensajes de texto SMS vía el celular, ya que con la adopción de teléfonos inteligentes, plataformas como WhatsApp, Facebook Chat, Telegram, Line, Wechat y Viber van ganando terreno. Hace unos días WhatsApp alcanzó los 600 millones de usuarios en todo el mundo, lo que supone un crecimiento del 20% de su audiencia. Tan solo en India suma 60 millones de usuarios y existe un mercado en crecimiento en países como Brasil, México y Rusia. Estas cifras le han permitido marcar una gran distancia entre sus principales competidores. WeChat es el servicio más próximo con 438 millones de usuarios, mientras que Viber tiene 100 millones y Tango contabiliza 70 millones. Por su parte, Line suma unos 400 millones de usuarios. Además de su impacto social, las aplicaciones de mensajería instantánea a través de dispositivos móviles se han consolidado como una de las fuentes más rentables de tráfico en el universo móvil global. Un estudio de Analysys Mason reveló que más de la mitad de los usuarios de teléfonos inteligentes en el mundo usan de manera activa estas apps. Además de que su volumen de mensajes ya supera el de los tradicionales SMS. En el análisis no se debe dejar de lado a FireChat, una nueva app que ha tenido gran aceptación en países como Argentina, Brasil, Chile, México y Colombia, debido a que funciona sin conexión a Internet. Esto es un claro ejemplo de que el mercado de mensajería instantánea en América Latina se debe definir mejor. Como se recordará, recientemente Facebook adquirió WhatsApp en 19 mil millones de dólares, mientras que Viber fue adquirida por Rakuten en 900 millones de dólares, lo que permite cuantificar la importancia que hoy en día ofrece este nicho de mercado.

El mercado mexicano A finales de la década pasada hicieron su aparición las primeras aplicaciones móviles de mensajería instantánea, pero fue hasta hace un par de años, con el boom del uso de los smartphones, cuando comenzaron a proliferar y a cobrar importancia. Hoy en día existe una gran diversidad de servicios, que van más allá del intercambio de mensajes escritos, porque incorporan la transmisión de correos de voz, videoconferencia, envío de fotos, videos, ubicación geográfica y envío de archivos.


Basta decir que en el país, el 98% de los 36.4 millones de usuarios de smartphones han descargado y hacen uso de al menos una de las plataformas de mensajería instantánea para móvil. Según The Competitive Intelligence Unit, esta cifra supera incluso a las redes sociales y a la reproducción de música. WhatsApp en menos de un año cuadruplicó su número de usuarios y acapara el 88% del mercado, debido a que es compatible con la todos los sistemas operativos y a los efectos de red que genera. Plataformas como Line o WeChat alcanzan en promedio 7% de las descargas de aplicaciones móviles de mensajería instantánea, pero aún carecen de una ponderación relevante en el mercado, debido fundamentalmente a su reducida base de usuarios y a la popularidad de sus competidores.

Las posibilidades comerciales Las apps de mensajería instantánea móvil ofrecen grandes posibilidades comerciales que van mucho más allá de los mensajes, y son los llamados ‘servicios diferenciados‘. Los usuarios de WeChat, por ejemplo, pueden reservar taxis, recargar el crédito de su teléfono y llevar a cabo operaciones complejas como invertir en productos financieros. Dichas actividades le han permitido a Tencent, propietaria de WeChat, la oportunidad de recaudar generosos ingresos por concepto de monetización de contenido móvil. De hecho, Tencent está enfocada en transformar WeChat y sus otras apps de comunicación en plataformas sociales, capaces de respaldar un amplio portafolios de aplicaciones asociadas que incluyen actividades como juegos, entretenimiento e información. De forma parecida, la versión tailandesa de Line lanzó con éxito ventas relámpago de productos de belleza, con lo que logró acaparar el interés de millones de usuarios en dicho país. Un tipo de iniciativa que demuestra de manera clara, el potencial que ofrecen las apps de mensajería instantánea como canales de distribución. Precisamente esta idea de negocios fue la que motivó a Rakuten a la compra de Viber. También ofrecen servicios diferenciados respecto a su principal competidor, como llamadas gratis dentro de la aplicación y la posibilidad de contar con perfiles de publicaciones. Es importante precisar que en el caso de las aplicaciones gratuitas, los desarrolladores determinan el nivel de gratuidad que le otorgan, y en muchas ocasiones financian sus desarrollos a través de la colocación de ofertas publicitarias o mediante la compra de contenido extra, al interior de la app.


Tus mensajes en la muñeca A principios de agosto WhatsApp presentó una versión beta para el sistema operativo Android Wear. Al igual que la aplicación para smartphones, la app permitirá consultar los mensajes recibidos, notificaciones y responder, incluso a los contactos a través del sistema de reconocimiento de voz, integrado en los relojes inteligentes: basta con pulsar sobre cualquiera de los mensajes para responder dictando lo que se quiera enviar. De esta forma, no será necesario sacar el teléfono del bolsillo para contestar un mensaje, por lo que los usuarios con un dispositivo Android Wear que descarguen la versión beta, podrán recibir directamente sus mensajes en la muñeca. Una de las desventajas del sistema es que esta versión no guardará todas las notificaciones


de mensajes recibidos, por lo que las mismas desaparecerán después de un tiempo y tampoco permitirá consultar los mensajes anteriores o borrar los mismos. Otro punto en contra es la imposibilidad de acceder al historial de mensajes o a la conversación en sí, ya que desde el reloj sólo se puede conocer el último mensaje recibido, sin poder retroceder para contextualizar la conversación. Como vemos, la competencia está abierta y mientras el mercado toma forma, el ganador es el usuario móvil, quien tiene la capacidad de elegir diversas opciones de acuerdo a sus necesidades, dispositivos y estilo de vida. Es precisamente esa capacidad de elección, uno de los principales beneficios que significa la disponibilidad de estos servicios de mensajería instantánea para el usuario móvil.


La econom铆a digital se mueve con la imaginaci贸n

En un mundo interconectado, los nuevos retos para el crec que ver con la generaci贸n de respuestas creativas y punto


cimiento empresarial tienen os de vista innovadores.


Solemos acostumbrarnos muy rápidamente a los cambios, incluso cuando no podemos comprenderlos en profundidad. En las últimas décadas, la revolución tecnológica ‘anuló’ las distancias, relativizando enormemente las fronteras entre los países. Palabras como ‘instantaneidad’ e ‘hiperconectividad’ están ahora en nuestro vocabulario, pero sobre todo en nuestra cotidianeidad. En tanto para los consumidores– de productos y servicios, pero también de información– estos cambios han supuesto un giro fundamental tanto para nuestra formación intelectual como para nuestro acceso al entretenimiento y a la cultura global. Para las empresas, el impacto ha sido igualmente intenso. La consolidación de los avances tecnológicos les permitió, como nunca antes, establecer una conexión directa e inmediata con ‘el mundo’. En los hechos, esto significó tener una ventana permanente hacia todo el globo y saber, por ejemplo, lo que empresas del mismo rubro estaban haciendo en otras latitudes. Este acceso virtualmente ilimitado a la información tuvo además otro efecto positivo, ya que redujo notablemente la brecha entre las pymes y las grandes empresas, especialmente en materia de inserción tecnológica. De este modo, los frutos y recursos de la revolución digital quedaron, como nunca antes, tan cerca de las grandes corporaciones como de los emprendedores principiantes. La paradoja de la globalización tecnológica, sin embargo, no ha tardado en evidenciarse: desde el momento en que todos los actores económicos cuentan con recursos similares en cualquier punto del planeta, la ventaja competitiva tiene que estar en ‘otra parte’. La respuesta, anticipada por los expertos, puede resumirse en las siguientes palabras: imaginación, innovación e ideas.

De los datos a las soluciones La palabra ‘imaginación’ – a la que a veces asociamos erróneamente con connotaciones fantásticas e incluso poco realistas – resulta vital para la economía digital. En la práctica, ‘imaginar’ significa ser creativos una y otra vez, tanto en los escenarios o metas que nos trazamos como en los medios para llegar a ellas. Don Tapscott, uno de los referentes más respetados en materia de economía digital, subraya que hablar de la Sociedad del Conocimiento no debe reducirse al mero uso de las nuevas tecnologías sino, sobre todo, a adoptar un nuevo enfoque que priorice la capacidad de transformar, en términos económicos, los datos en información y ésta última en conocimiento. Las perspectivas prometedoras de Big Data, apoyadas a su vez en nuestra creciente capacidad para almacenar, procesar y transmitir datos, son huellas inequívocas de nuestro futuro no tan lejano y sería un error no contemplarlas. Desde mi punto de vista, el aporte de Tapscott es fundamental porque nos señala hacia dónde debemos dirigir nuestras energías creativas y transformadoras. En sociedades interconectadas como las nuestras, en las que constantemente se genera información, uno


de los principales desafíos de las empresas es, y seguirá siendo, desarrollar habilidades para procesar los datos y convertirlos en soluciones innovadoras. En este sentido, la diferencia entre ser o no ser suficientemente creativo será determinante.

Imaginar para inspirar La imaginación es también un capital crucial para redefinir los actuales modelos organizacionales. Optimizar los recursos de la economía digital significa ser capaces de crear ambientes amigables, abiertos e inspiradores. Para lograr esa meta, no basta con tener los dispositivos e infraestructuras más avanzados ni el talento – por cierto, muy valioso – de las nuevas generaciones de profesionales y consumidores (los llamados millennials). Aquí, el protagonismo de la creatividad es – otra vez – indispensable para generar entornos de trabajo estimulantes y prácticas eficientes y productivas. Inspirar a los nativos digitales y potenciar todas sus competencias será, por cierto, un reto cada vez más imperioso. Frente al avance del teletrabajo y nuevas filosofías de vida tendientes a equilibrar lo personal y lo laboral, la gestión del capital humano demanda nuevos puntos de vista. Gary Hamel, líder del Management Lab de la London Economic School, destaca al respecto la necesidad de modificar algunas pautas clásicas del management. En este sentido, Hamel enfatiza que más que profesionales que cumplan las metas de una empresa, se necesitan empresas que despierten pasión e imaginación entre sus profesionales. Este escenario constituye un auténtico desafío para todos los líderes de negocios, que debemos estar tan atentos a los cambios tecnológicos como a las consecuencias de los mismos. La imaginación no es sólo el motor para impulsar nuevos y mejores productos sino también para anticiparse al devenir de un mundo cada vez más complejo y vertiginoso. En este contexto, las mejores herramientas serán siempre, las que posibiliten las mejores ideas y puedan, a su vez, nutrirse de ellas. Por Roberto Ricossa, VP de Marketing de las Américas de Avaya


El Data Center software revol

El SDDC del futuro conso software, permitiendo que segĂşn el nivel de importan en los dispositivos, sin


er definido por luciona a las TI

olida todo el hardware y las aplicaciones se ejecuten ncia, urgencia y/o seguridad importar su ubicaci贸n.


Los departamentos de TI se enfrentan a una avalancha de peticiones de los usuarios que exigen la integración de movilidad, computación en la nube y redes sociales, así como técnicas de análisis en sus actividades cotidianas. Para satisfacerlas, es necesario un cambio en la manera en que las organizaciones utilizan los recursos de TI. Nuevos y más dinámicos modelos de entrega de servicios prometen revolucionar la empresa y transformar las Tecnologías de la Información. ITaaS o TI como servicio entiende que las unidades de negocios tienen muchas opciones para satisfacer sus necesidades y que tiene incluso que competir con proveedores externos. Según un estudio de Gartner en 2013, el 38% del presupuesto de TI proviene de otras divisiones. Esto requiere que TI opere como un negocio independiente creando productos para las distintas divisiones de la empresa. Una encuesta realizada por IDG entre empresas de más de 1,000 empleados en febrero de 2014 descubrió que la ITaaS está en la mira de los ejecutivos de TI. El 68% de los 350 encuestados calificaron la ITaaS como fundamental para el éxito de la empresa. El SDDC (Software Defined Data Center) o Centro de Datos Definido por Software, es una solución de la infraestructura de TI que extiende los conceptos de virtualización para lograr la ITaaS.

¿Qué es el SDDC? El SDDC del futuro consolida todo el hardware y el software, permitiendo que las aplicaciones se ejecuten considerando su nivel de importancia, urgencia y/o seguridad en los dispositivos o computadoras, sin importar su ubicación. Las redes y el almacenamiento seguirán a los servidores y se convertirán en productos genéricos. La TI de autoservicio -donde los usuarios podrán iniciar sus propias aplicaciones y servicios en cualquier momento- será una realidad. Las compañías no tendrán que depender de algún hardware o de aplicaciones especializadas. La TI definirá las aplicaciones y los recursos necesarios y agrupará todos los componentes para crear una aplicación lógica, y todo se podrá controlar desde un tablero. El SDDC extiende el concepto de virtualización (separación, creación de depósitos de recursos compartidos y automatización) a todos los recursos y servicios del centro de datos y permite que cada componente se pueda, suministrar, operar y administrar usando una interfaz de programación de aplicación (API). Los componentes del SDDC se pueden implementar de manera conjunta o en etapas: • Procesamiento, que es la implementación en software de una computadora. Aunque ha estado con nosotros desde el principio del milenio, sus orígenes se remontan al mainframe. La mayoría de las compañías ya han completado esta etapa. • Redes (SDN) es considerado como el reto más grande al SDDC y se trata de una arquitectura de red que permite separar el plano de control del plano de datos, para


conseguir redes más programables, automatizables y flexibles. IDC estima que crecerá de 360 millones en 2013 a 3,700 millones en 2016. • Almacenamiento (SDS), donde la infraestructura combinada se puede asignar de forma automática e inteligente para satisfacer las demandas de almacenamiento. IDC calcula que el mercado de SDS crecerá más rápido que los otros mercados de la misma área. • Finalmente, se necesita un programa de administración y automatización que permita al administrador suministrar, controlar y administrar todos los componentes.

Entre las ventajas del SDDC, se incluyen: • Agilidad: la implementación de aplicaciones en pocos minutos mediante el suministro regido por políticas que ajustan los recursos a los cambios continuos en las cargas de trabajo y las exigencias del negocio. • Eficiencia: incrementa los niveles de utilización de la infraestructura y productividad del personal, lo que reduce sustancialmente los gastos operacionales y de capital. • Control: mediante la disponibilidad, la seguridad y el cumplimiento normativo adecuados para cada aplicación por medio de la continuidad del negocio automatizada. • Flexibilidad: el SDDC se puede usar como una nube pública, privada o híbrida; en cualquiera de los casos, la infraestructura está separada de las aplicaciones, de modo que pueden ejecutarse en múltiples pilas de hardware, hipervisores y nubes.

Gracias al SDDC, la TI empresarial será una organización enfocada a negocios, distribuyendo las cargas de trabajo automática y eficientemente. Tal vez debamos esperar una década para que el SDDC sea el nuevo estándar para TI, pero es evidente que cada día los avances en eficiencia provocarán que TI se transforme en un departamento enfocado al servicio. Por Fernando Mollón,Vicepresidente de América Latina de VMware


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