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HAY QUE SER SORORAS

Desde muy pequeña Zaira tuvo claro que quería hacer la diferencia, que no podía quedarse inerte si quería cumplir con todas sus metas y objetivos. Con el paso del tiempo, se fue encontrando con más mujeres que tenían los mismos ideales en mente, salir adelante e impactar en otras personas con sus acciones.

“Mi personalidad se ha alineado a esta visión, a tener mayor empatía y poder relacionarme con todas las mujeres con una conciencia plena de su historia y del impacto que pueden tener”.

Su camino fue el emprendimiento, pero tiene claro que sin el apoyo de muchas personas no podría estar en la posición que hoy tiene dentro del ecosistema laboral, comprendió que la sororidad y la empatía no podían dejarse de lado y que siempre tienen que ir de la mano. Comprendió el valor que tiene el crear alianzas con sus congéneres y eso le hace poner en perspectiva todo lo que se puede hacer en conjunto, pero sobre todo, el ir abriendo camino y espacios para las que apena vienen.

“Nunca pensé que con mi negocio llegaría a donde estoy hoy. Mi finalidad nunca fue el éxito económico, sino desarrollar mi pasión por el diseño y evolucionar la forma de hacer eventos. En ese camino de capacitarme me encontré con mujeres que buscaban lo mismo. Es ahí donde vi que hacer comunidad y generar alianzas nos potencializa a todas. Espero que yo haya podido ser inspiración para muchas mujeres, tanto como ellas lo son para mí”.

Pero no siempre ha sido fácil, los retos son constantes y más aún en una sociedad en la que la violencia contra la mujer está presente de diversas formas, por lo que reiteró que “definitivamente, no puedo quedarme inmóvil ante un tema del que soy parte por el hecho de ser mujer. Siempre buscaré maneras, tan grandes o pequeñas como éstas sean, para cambiar la perspectiva de vida de más mujeres”.

“BUSCAMOS EN AMMJE SER RECONOCIDAS POR EL HECHO DE SER UN GRUPO DE MUJERES Y POR EL IMPACTO QUE PUEDE TENER NUESTRA VOZ EN EL ECOSISTEMA ECONÓMICO DE MÉXICO”

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