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INHALA PAZ, EXHALA TENSIÓN

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MÚSICA

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Claro que es posible lograr una vida sana, feliz y plena

Cuando hablamos de bienestar emocional nos referimos al estado de ánimo en el cual nos sentimos bien, tranquilos, percibimos que dominamos nuestras emociones y somos capaces de hacer frente a las presiones del día a día.

Para lograrlo, necesitamos encontrar un balance en todos los aspectos de nuestra vida: física, mental, emocional y espiritual. Es la habilidad de disfrutar la vida y a la vez de afrontar los problemas diarios que nos van surgiendo, ya sea tomando decisiones, lidiando y adaptándose a situaciones difíciles o dialogando acerca de nuestras necesidades y deseos.

La vida y las circunstancias cambian continuamente, por tanto nuestro carácter, pensamientos y sentimientos también fluctúan. A veces es normal sentir malestar: tristeza, preocupación, temor o inquietud. Pero estos tipos de sentimientos se convierten en problema cuando empiezan a obstaculizar la vida diaria por un tiempo prolongado.

Claves Para Gozar De Bienestar Emocional

Las emociones cumplen la función de adaptarnos a nuestro entorno, no son buenas ni malas, son señales e información acerca de lo que nos rodea y de nosotros mismos. Sirven para informarnos sobre lo que necesitamos, nuestras metas y valores prioritarios, preparándonos e impulsándonos para actuar. Además, nos invitan a evitar el dolor y a acercarnos a lo positivo.

¿CÓMO AFRONTAR MEJOR

LOS RETOS DE LA VIDA?

Lo primero es aprender a reconocer qué situaciones son las que te provocan estrés y cuáles son las señales que el cuerpo envía. Por ejemplo: tensión en los hombros y en el cuello, cerrar las manos en forma de puño, tener la mandíbula apretada… Lo siguiente es aprender a manejarlo y lo mejor es evitar el evento que lo causa, pero si esto no es posible hay que cambiar la forma de reaccionar ante el mismo.

Afronta los problemas. Analízalos con calma, trata de resolverlos o acepta lo que no puedes cambiar.

Aprende y practica técnicas de relajación. Respiración, masaje y otras actividades relajantes y, por supuesto, la práctica de ejercicio físico, son muy útiles para descargar la tensión.

Adopta una actitud positiva. Existe un dicho, “No te preocupes, mejor ocúpate”. Trata de ver los cambios como un reto y no como una amenaza, además de que nadie es perfecto, confía más en la gente, y esas imperfecciones que rodean nuestra vida; ayudar a las personas en sus tareas podría hacerte sentir bien y ver el progreso. Recupera el sentido del humor.

Aprende a decir ¡no! Cumplir con las expectativas y deseos de los demás no es bueno, debes pensar en las tuyas primero y hacerlas a tu ritmo.

COME, SUEÑA, AMA

¿Somos realmente lo que comemos? Puede que no de forma literal, pero la comida sí que tiene un papel fundamental a la hora de definir nuestro desempeño y actitud. Una correcta alimentación nos aporta energía y procura que nuestro cuerpo y nuestra mente funcionen al 100%.

Dormir bien. Tenemos demasiadas exigencias en cuanto a nuestro tiempo, entre el trabajo, escuela, familia y demás deberes, sin contar que queremos encontrar tiempo para relajarnos y para que todo encaje, a veces sacrificamos el sueño, sin embargo, La falta de sueño afecta tanto la salud física como la mental.

Relaciones sociales. Además de pensar en nosotros mismos es importante hacer y cuidar las relaciones con los que nos rodean para gozar de este bienestar emocional. El compartir las cosas del día a día, tus problemas y tus preocupaciones con personas de confianza o que hayan pasado por una situación parecida a la tuya, ayuda a encontrar soluciones y a sentirnos menos solos para afrontarlo.

En nuestras manos está crear un cambio, aunque sean pequeños, pero mantenernos en movimiento nos hará estar en un entorno positivo, rodeados de aquellos que nos dejen tranquilidad. //@revistacosasmx

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