3 minute read
UNA CASONA CON ENCANTO
A inicios del siglo XIX se erigió un bello lugar que aguarda para que lo conozcas y descanses en él
Umberto Estrada
Casi todos mis amigos se han casado, pero afortunadamente nunca falta, quién sea tan valiente de volverlo a hacer. Y una boda no se le niega a nadie y mucho menos si es una boda destino. Pero no en playa, no sé ustedes, pero a mí no me gusta estar todo sudado y pegajoso con traje y corbata. O las mujeres no pueden usar zapatillas por obvias razones.
A unas horas de la Ciudad de México, con un clima agradable y humedad aceptable que no te haga frizz en tu peinado, es lo ideal para la celebración. Pero además, que te digan que será en una Ciudad Patrimonio de la Humanidad, la cosa pinta mejor.
Yo tenía algo de trabajo y mi novia se encargó de reservar el hotel, y se le ocurrió hacerlo en una casona que data de 1880, situada en el encantador Paseo de la Presa con la vista más espléndida del imponente Cerro de la Bufa.
Al llegar, la fachada y el vestíbulo de estilo clásico guardan tras de sí, uno de los mejores hoteles de lujo de la región. Hotel Villa María Cristina, un lugar con encanto, donde los espacios abren paso a la historia del recinto, además puedes vivir el confort en cada uno de sus rincones, listos para ser descubiertos por curiosos huéspedes, y vaya que soy curioso.
La propiedad está conformada por cuatro residencias unidas, dos de ellas catalogadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Mi lugar favorito fue la terraza Atalaya, donde pude disfrutar de un jacuzzi con vista a la Bufa.
Hice bien mi tarea y saqué la mayor cantidad de información para todos ustedes, por si llegan a necesitar un lugar como este.
Habitaciones
Cuenta con sólo 37 suites, bastante amplias, con pisos de madera, muebles franceses, cuadros de paisajes locales y litografías de la época. Totalmente equipada con muebles de estilo francés y lo mejor en amenidades.
La villa privada Doña Andrea, la conforma una gran suite principal con terraza y tres suites en la planta baja con una capacidad para 10 personas.
Hora De La Comida
En una cocina, para poder encontrar el sabor perfecto, hay que saber prepararla y el chef Patrick Tirand, vaya que tiene una gran experiencia. Dentro del hotel tienes a tu disposición dos restaurantes, cada uno con su esencia pero eso sí, ambos con propuesta refinada y rescatando los sabores tradicionales a la altura de las tendencias internacionales con los mejores ingredientes de la región. Teresita. Ofrece a la entrada una mirada nostálgica, con amplios balcones y una elegante chimenea que te conducirán a descubrir la excelente oferta gastronómica de su menú. Con platillos para deleitarse como un lechón en su punto, o los creativos y sorprendentes platillos de la cocina tradicional mexicana con toques de influencia internacional, como el Ribeye premium flameado a la mantequilla de mezcal, y de guarnición papas a la francesa y ensalada verde. Todo esto acompañado de su selecta cava de exclusivas bodegas de México y reconocidos viñedos europeos.
Colombaia
Te lleva a un ambiente más relajado y chic como en el mediterráneo, con esos toques azules y blancos, te refresca de inmediato. Aquí se sirve los domingos el mejor desayuno Buffet de la región, así como las mejores pizzas a la leña, carnes y frutos de mar a la parrilla los fines de semana.
Tragos Coquetos
El mood bodero, siempre se lleva bien con un buen tequila o un buen mezcal y en “El Caballo” se lo toman muy enserio, con una amplia gama de estos espirituosos, en un ambiente muy mexicano con ciertos toques coloniales. El espacio se complementa con una impresionante colección de obras de arte de caballos provenientes de todo el mundo que decora el lugar y proporciona un carácter único.
También puedes visitar el Bar J, con una decoración contemporánea con el encanto de un servicio clásico. Aquí las bebidas son más de carácter internacional y buenas botanitas.
Spa
Últimamente he sido fan de los spas, eso de consentir al cuerpo es muy bonito, no sé porque no lo hice antes. Lo que más me gustó de este espacio zen, fue su alberca subterránea climatizada de estilo romano, en serio al verla, vas a querer quedarte a que te hagan algún tratamiento. Encontrarás tratamientos exclusivos faciales, corporales y de zonas específicas. Por supuesto cuenta con jacuzzi, ducha suiza, sauna, vapores y salas con tratamientos en pareja.
Por último y no menos importante, visita la Casa de las Brujas, una de las construcciones iniciales del hotel, con un diseño bastante distintivo que resalta del resto de sus espacios, y resguarda también una historia legendaria que vale la pena descubrir.
Así que ya sea que te hospedes o disfrutes de una buena comida y tragos, una visita a este hotel será como realizar un recorrido cultural por el patrimonio de aquella ciudad clavada en las montañas llena de majestuosas casas de colores y angostos callejones que serpentean por los cerros e invitan a pasear y descubrir. //@revistacosasmx