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EDITH MÁRQUEZ
MÁS DUEÑA DE SÍ
POR Marlene Diveinz FOTOS cortesía Prensa Danna
UN ESPACIO ENTRETIEMPOS SIGNIFICÓ PARA LA CANTANTE QUE LA EXPERIENCIA DE ESTAR EN EL ESCENARIO AHORA SERÍA COMPLETAMENTE DIFERENTE, CON OTRA PERSPECTIVA DE LA VIDA.
Edith Márquez es nostalgia en presente. ¿Quién no la recuerda como “Alejandra” en la comedia de situaciones “Papá soltero”? ¿Aquélla adolescente impetuosa en el escenario, que sorprendía con su voz de mezzosoprano, en Timbiriche? El público no olvida su entrega desde entonces y cada vez que la artista anuncia una gira, se leen las respuestas: “¿Cuándo vienes a cantarnos? No te olvides de esta ciudad que te ama.”
¿Naciste cantando? Pues mira, mi hermana dice que aprendí primero a cantar antes que hablar y yo creo que hay algo de razón en eso, porque siempre he cantado. De niña, si veía mariachis en una fiesta, me paraba y les decía que si me podían acompañar. Así que desde que tengo uso de razón, siempre canté y obviamente mi mayor sueño era darme a conocer a través de la música, de mi voz. Lo he ido logrando gracias a Dios y al público que es el más importante porque ellos deciden la carrera de los artistas. Hemos visto muchas carreras en las que no pasa nada, hay gran voz y producción pero no hay conexión con el público, y yo tuve esto con el público desde siempre. Es algo de lo que me siento muy afortunada y muy bendecida.
¿Vienes de familia de tradición cantora? A nivel profesional, no. Recuerdo que los tíos, hermanos de mi abuela materna, cantaban bien, sobre todo mi tío Alfredo pero nunca lo hizo a nivel profesional. Yo fui la primera que me aventé, mis padres fueron criticados por el resto de la familia por apoyarme y confiaron en mí. Sin mis papás no hubiera tenido la confianza de creer en mí, hacer carrera y mantenerme aquí.
¿Podrías describir tu voz? Es una voz fuerte, contundente, que tiene mucha presencia. Así lo creo porque he podido tocar el corazón de muchas personas que han vivido situaciones difíciles en cuanto al amor, porque canto más al desamor que al amor, no sé porqué es así, pero es.
¿Por qué le cantas al desamor? Siento que mi voz es perfecta para ese tipo de canciones. No me gusta cantarle al amor tan cursi, tan miel, me gusta más cantar el amor fuerte y pasional, siento que las mujeres sentimos más porque tenemos historias que nos han lastimado. Entonces, ¿por qué cantarle al amor cuando puedes cantarle al desamor?
UN GOZO: EL CANTO
El rostro de Edith se transforma al cantar, sufre y goza a la vez: entrecierra los ojos en busca de una herida, dispone los labios a un beso pero surge un reclamo, gira la mano al aire y la lleva al corazón. Es inevitable recordar alguna historia del corazón reciente o bucear en el olvido. El compositor austríaco Franz Schubert escribió al respecto: “Cuando deseaba cantar de amor, se transformó en dolor. Y cuando deseaba cantar de dolor, fue transformado en amor por mí”.
¿Cómo comenzaste tu carrera? Entré a “Papá Soltero” a los trece, casi catorce. Fue un casting hecho por Luis de Llano, quien nos llamó a todos los que participamos en el coro de Vaselina, donde participaba yo. Al principio se quedó Lolita Cortés y luego me llamaron porque querían una cara más tierna y me quedé en ese programa casi ocho años. Fue una locura porque también estaba en Timbiriche y de repente me volví famosa, estaba en todos los medios de comunicación. Afortunadamente mis padres supieron manejar esta etapa de mi vida adolescente donde conté con su apoyo y comprensión pero también con su disciplina.
¿Eres más cantante o actriz? Más cantante, nací cantando y me voy a morir cantando, lo disfruto mucho. Gozo tener un acercamiento y contacto con el público por medio de la música. La actuación es como complemento pero la verdad es que no me gusta estar en un foro mucho tiempo, los llamados son muy largos, empiezas muy temprano y terminas tardísimo. Es muy diferente la música de la actuación y no creo que pudiera hoy en día dedicarme a la actuación, definitivamente soy más cantante que actriz.
¿El canto te da libertad? Sí, al hacer y estar en lo que yo quiero, sobre todo de no hacer siempre lo mismo porque yo nunca canto una canción igual. Cada concierto es diferente y el público es distinto.
“ “ Es tiempo de escucharme. El silencio siempre tiene cosas qué decir
ENTRETIEMPOS
La “reina de los palenques” admite que la pandemia le enseñó grandes lecciones: “yo daba la vida por hecho, vivía bajo días de gira, días de grabación, días de comida con ciertas personas, viajar, mis hijos, las vacaciones, todo lo daba por hecho. Cuando pasó medio año y luego un año y así, se volvió una locura. Me costó trabajo tenerme paciencia, ser más tolerante conmigo y con mi entorno. Ahí me di cuenta que no era paciente ni tolerante conmigo, que no me había puesto atención para poder tener un crecimiento personal y que después que pasara esta pesadilla, cuando tuviéramos que volver al escenario, la experiencia sería completamente diferente, con otra perspectiva de la vida. Y así fue”.
¿Qué es lo que más valoras? No, pues la salud, sin ella no tienes nada. La salud para poder trabajar, vivir bien y en armonía con tu vida, con tu entorno y con la familia. El amor es algo que se tiene desde que naces, el amor está en mi vida todo el tiempo, primero el que me tengo a mí misma, luego el de mis hijos, mi familia, el amor a mi carrera, el amor está todo el tiempo.
¿Cuál es tu mayor miedo? A la muerte de mis seres amados.
¿Un miedo que puedas manejar? Me he enfrentado a otros miedos desde que era una niña, así que es algo que he tratado de controlar y manejar. Quizá la gente podría pensar que por como soy o por lo que canto no me da miedo nada y al contrario, sí tengo miedos. La vida te va poniendo situaciones como que te gusta una canción pero no sabes si a la gente le va a gustar, si la va a apoyar, si será un éxito o no. Es ese famoso miedo al fracaso o a lo desconocido. Yo creo que a todas las experiencias en mi vida he tratado de sacarle lo mejor, creo que el miedo deja un aprendizaje importante en la vida. Si no lo hiciera así no sería Edith.
¿Tu mayor arrepentimiento? No tengo, yo no me arrepiento de nada, todo lo que he hecho ha sido con toda la conciencia de que lo estaba haciendo. Incluso cuando las cosas no van bien, asumo que es un aprendizaje y una lección de vida que me sirve para evolucionar y ser mejor persona.
¿Posesión más atesorada? No tengo posesiones materiales atesoradas, yo creo que la posesión no es sano, estoy más bien en contra de la posesión, del apego.
¿Tu noche de sábado ideal? Si no estoy trabajando, nada. Me encanta estar en mi cama, en mi casa, soy sumamente hogareña, hago las cosas que me gustan como leer o escuchar música. Me encanta escribir canciones que luego se las mando a mis amigos que hacen música y ellos ya las transforman. No me gusta la vida social, aunque la gente no lo crea, soy tímida, aislada. Prefiero estar con mi familia y los pocos amigos que tengo, que cuando los veo, es un verdadero agasajo.
¿Qué te hace reír? Soy muy simple, me río de todo. Mi hijo más chico, Sebastián, me hace reír mucho con todo lo que me enseña, tiene una luz súper especial, tiene una vibra y un carisma único. No tengo humor negro pero me hace reír cualquier cosa. Es súper sano, me da vida.
¿Habrá nuevo disco? Ya no como tal, un disco, sino ir sacando tema por tema porque la gente puede tener material y es mucho más rápido.
¿Qué otros planes tienes? Vienen muchos cambios, eso sí. Ahora estoy terminando el año y luego me pondré a pensar a ver qué sigue. Para mí es importante tomarme el tiempo, escucharme, el silencio siempre tiene cosas qué decir y es bueno escucharlo, entonces ya veré qué hacer.
¿Cómo será tu cumple? No sé, la verdad. Quiero planearlo con calma porque nunca fui de celebraciones. Pero a partir de los 40 empecé a festejar en grande. Así que todavía hay tiempo, aprendí que la vida puede cambiar en una hora. Lo que sí es que será algo muy especial.
¿Algún consejo a tus seguidores? Podría decir que hay que ser feliz en esta vida, tratar de ir por la vida dejando una huella bonita para cuando ya no estés la gente te recuerde bien, que diga que fuiste importante por algo que hiciste en su vida. Que hay que ser feliz con lo que tenemos, con lo que vivimos, creo que todavía nos quedan lecciones por aprender y creo fielmente que el ser humano estamos en constante crecimiento, evolución y aprendizaje. Que sean felices y escuchen mis canciones y ojalá que cuando esto suceda no estén pasando por un momento duro como la rola.