MUNDO PROFESIONALMarzo
Dispensación e indicación
Complementaria
La "farmacéutica Maricruz" y una madre solicitando información para la congestión nasal de su bebé
En Marzo el tema abordado es: Dispensación e Indicación complementaria en LA CONGESTIÓN NASAL INFANTIL: • • • •
Humidificadores, Lavados nasales con suero fisiológico, agua marina… Aspiradores nasales. OTROS: ……..(contamos con vuestra colaboración)
Si decidís colaborar con nosotros, complementaremos todos los meses estos artículos con vuestras sugerencias de mejora.
“Un niño que muy a menudo padece resfriados no es un niño enfermizo, es una situación de infectación de lo más común.”
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os bebés y en general los niños de corta edad, sin llegar a sufrir un resfriado, tienen muy a menudo gran cantidad de mocos y flemas. Esta mucosidad no es siempre indicativa de una patología, sino que muchas veces constituye un importante mecanismo de defensa frente a virus y bacterias que a través de la nariz, penetran en las vías respiratorias. Las propias defensas del organismo producen el moco que evita la entrada.
Estimados amigos: Esperamos vuestra participación en estos temas y también vuestras ideas para informar al cliente/paciente en indicaciones complementarias. Vuestros artículos, tras la revisión de nuestra Dirección Técnica, serán incluidos en la versión digital de Mundo Farmacéutico, y permanecerán como material complementario para la consulta de farmacéuticos interesados. Envíe sus sugerencias a: dispensación@cofares.es Mes a mes recogeremos vuestras aportaciones y las integraremos en la web en la sección de Monográficos. Yolanda Tellaeche Bacigalupe Directora de Mundo Farmacéutico
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A pesar de la importancia de este mecanismo defensivo, estos síntomas ocasionan molestias a los bebés que les producen: congestión nasal, tos, lagrimeo y legañas en los ojos. Para aliviar la congestión lo más sencillo es sonarse, pero los bebés no saben y los niños no suelen saber o lo hacen mal. Como consecuencia de esta congestión: · No respiran bien. · No pueden succionar el biberón. · Si comen con cuchara, tragan con dificultad. · No pueden usar el chupete, un elemento que generalmente les calma. · Rechazan la comida porque se altera el sabor de los alimentos que ingieren. · D u e r m e n i n q u i e t o s o n o d u e r men, porque al tumbarse se agrava la sensación de taponamiento. · Roncan al dormir. La excesiva producción de secreciones, si se prolonga en el tiempo, puede acumularse en los senos paranasales y en los conductos auditivos. Este moco se espesa, queda estancado y llega a infectarse con bacterias que causan patologías como otitis, sinusitis, conjuntivitis, etc. , que conllevan el inicio de fiebre o complicaciones más importantes como puede ser la bronquiolitis. Las causas de la congestión nasal son diversas, pero en niños de guardería o que están escolarizados la causa más frecuente es el resfriado. La variedad de virus que provocan el resfriado hace casi imposible la inmunización completa, pero la exposición a los virus refuerza el sistema inmunitario y en condiciones normales un niño con el sistema inmunitario normal será capaz de combatirlos. Si la causa es un resfriado, en pocos días se habrá pasado. Hay veces que
si no se trata adecuadamente la producción de moco se prolonga y puede durar bastante tiempo dando lugar a las patologías vistas.
Medidas higiénico – sanitarias
Ante una consulta de una congestión nasal infantil, además de remitir al médico siempre que su edad sea menor a dos años, o tengamos constancia de signos de alarma como fiebre u otras patologías, podemos aconsejar una serie de medidas higiénico sanitarias que ayudan a aliviar el problema. No sólo alivia la congestión sino el estado general del niño. Ofrecer al niño líquido abundante que, por un lado, ayuda a que mocos y flemas sean más fluidas con lo que se movilizan con mayor facilidad y se expulsarán mejor, y por otro lado alivia la sequedad de la mucosa bucal y de la garganta, mejorando la hidratación. El niño debe estar en un ambiente limpio, bien ventilado, sin humos y con humedad
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suficiente. Para conseguir la humedad óptima, existen los humidificadores eléctricos que generan vapor de agua. No es aconsejable usar recipientes con agua pues, aunque en todos los casos es necesario tener un cuidado extremo con su limpieza, en los recipientes el agua queda estancada y se pueden generar hongos con mayor facilidad. Los más aconsejables son los humidificadores de ultrasonidos, pues generan vapor frío, más saludable. No utilizar esencias para el ambiente. Los niños tan pequeños tienen las mucosas muy sensibles y les pueden provocar irritaciones y aumentar el malestar.
Lavados nasales: ·
Con suero fisiológico: mejor usarlo en monodosis que es más higiénico, no se contamina y al ser de un solo uso si hay virus no pasan de nuevo a la nariz cuando se usa.
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Con solución salina de agua de mar es terilizada. Su procesado permite mante- ner los minerales beneficiosos para la mucosa nasal. El envase presenta una válvula que pulveriza la solución. Como medida de precaución limpiaremos, cada vez que se use, la boquilla de aplicación con agua y jabón.
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Aspirar los mocos bien directamente si el moco es húmedo o bien después de un lavado nasal si son resecos. Para ello, existen en el mercado diferentes dis- positivos que facilitan sacar los mocos al bebé. Desde unos con forma de pera, más agresivos para la mucosa por la fuerza de aspiración, hasta aspiradores con una cánula a través de la cual se aspira el contenido de la nariz, bien con la fuerza de los pulmones o bien de forma eléctrica. · Con toques suaves en la espalda del niño con la mano cóncava se facilita la salida de las flemas desde los bronquios. Es mejor hacerlo antes de las tomas para evitar que un golpe de tos le provoque el vómito. Es muy habitual que las tra guen y pasen al estómago, en cuyo caso se expulsan con las heces. · Limpiar las legañas, bien con una gasa o con toallitas estériles especialmente
diseñadas y fabricadas para la limpie za de los párpados. Si se limpian con una gasa, se ablandan las legañas pri mero con una chorrito de suero fisio- lógico y se retiran después con la gasa. Tanto si se usan gasas como toallitas, es importante usar una distinta con cada ojo para evitar contagios si hubie- ra una conjuntivitis. No se debe usar nunca algodón en la limpieza pues pue den quedar hilos y restos de algodón que irritan los ojos. Es interesante acompa- ñar el lavado con un suave masaje na solacrimal, que facilita que la lágrima drene.
Además de la dificultad que supone la congestión para tragar y succionar, las flemas llenan el estómago y producen sensación de náusea. Por tanto es recomendable ofrecer al niño comida de forma frecuente y en cantidad poco abundante. Así le costará menos terminar el plato o el biberón y estará mejor alimentado. Nunca se le debe forzar a comer, pues es muy probable que al hacerlo termine vomitando.
Suero fisiológico en monodosis. Fosas nasales.
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Aspirador nasal.
¿Cómo lavar los ojos y la nariz del niño?
En un resfriado, el lagrimeo excesivo es el responsable de la formación de legañas. Una vez que se evaporan quedan las sales minerales y otras sustancias. Sólo serán preocupantes cuando la secreción es constante y originan enrojecimiento e hinchazón de los ojos. En estos casos, hay que remitir al niño al médico para que complemente los lavados con el tratamiento que considere más adecuado. Es muy habitual que el lavado nasal forme parte de la higiene diaria del niño. Tanto para eliminar el exceso de moco ya existente como para prevenir que se produzca. Realizaremos el lavado como hemos visto
con suero fisiológico o agua de mar estéril siguiendo estos pasos: · Tumbar al niño de lado para evitar que se trague la mucosidad. ·
Se le sujeta bien la cabeza para evitar que con el movimiento se lastime la mu cosa con ampolla de suero o con la bo- quilla del pulverizador del agua de mar.
· Se aplica el suero en la fosa nasal que queda encima. · Para aplicar en la otra fosa, hay que gi- rarle la cabeza para que ésta quede en- cima.
Pasados unos minutos después de realizado el lavado podemos utilizar algún dispositivo que nos ayude a eliminar los mocos. La mejor opción es un aspirador nasal con boquilla y cánula. Es conveniente ser muy cuidadoso con el aspirado y realizarlo cuando la solución haya ablandado y despegado el moco de la mucosa nasal. Si lo hacemos con demasiada fuerza o demasiado pronto, podemos lastimar la mucosa e irritarla. A mayor irritación mayor cantidad de producción de moco y volvemos a la situación de partida. Es muy importante mantener los aspiradores muy limpios. Para evitar contagios, es preferible usar cánulas de un solo uso y no reutilizarlas, empleando una cánula distinta para cada fosa nasal.
Todos estos artículos están a su disposición en nuestra página web, en la sección Monográficos, donde puede imprimirlos o consultarlos. Cualquier duda o la aportación de bibliografía, puede solicitarse al Departamento de Registros, Dirección Técnica de COFARES, en el número de Tfno.: 91 740 87 00. Esperanza Pastor Velasco. Registro y Desarrollo de Productos (Dirección Técnica y Calidad)
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