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Suzanne Harlow Dejando huella

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Exalumnos

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Se dice que el hogar es en donde se encuentra nuestro corazón y para Suzanne Harlow, su corazón siempre ha estado en el Distrito Escolar de Little Elm. Pero si se lo hubiéramos preguntado hace 35 años, cuando su carrera apenas se encontraba en sus inicios en LEISD, su corazón hubiera contestado otra cosa. “Estaba tan emocionada de empezar mi carrera como maestra. Lo único que quería era tener un empleo”, comentó Ms. Harlow. Esas eran las palabras de una mujer joven, esforzándose por terminar su maestría y quien admitió haber afirmado que el Distrito Escolar de Plano era el lugar ideal en dónde dar clases en los 80s. “Simplemente estaba en espera de que alguien me llamara. En esa época vivía yo en Denton y por eso decidí meter mi solicitud en Little Elm. La entrevista la realizó el director general , Dr. Russell, y me ofrecieron trabajo de inmediato.

Y el resto es ya historia.

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Después de trabajar en el Distrito Escolar de Little Elm durante cinco años, Ms. Harlow tomó conciencia de qué tanto apreciaba a las personas con quienes trabajaba. “Hice algunos muy buenos amigos y ya no me podía vislumbrar trabajando con nadie más, de manera que me quedé. Luego me fui enamorando cada vez más de las familias, de los compañeros maestros y del hecho de recibir cariño y apoyo de todos ellos”.

Durante los últimos 35 años, Ms. Harlow ha impactado las vidas de cientos de niños con quienes ha trabajado. Ella pasó sus últimos siete años de docencia en la Primaria Prestwick como maestra de Apoyo para Educación Especial. Su pasión ha sido siempre ayudar a los alumnos que estén lidiando con dificultades y lograr impulsarlos a conocer su propio potencial, y ésta ha sido la parte más gratificante de su trabajo. “Cada vez que un alumno triunfa en sus labores escolares, me siento bendecida. He sido bendecida al ver a mis alumnos pasar a la secundaria, a la preparatoria y a la universidad, que se casen y que lIeguen a ser padres de familia. Me fascina verlos convertidos en los maravillosos adultos que son y el éxito que han logrado alcanzar en sus vidas”.

Y es así como su hogar se convirtió en este lugar en el que su corazón sintió la máxima conexión con esos alumnos bajo su servicio. Christine Gibson, directora de Prestwick, es testigo de ello. “Podemos sencillamente decir que Suzanne se convirtió en un Lobo de por vida. Muy rara vez tomaba un día libre y llegaba a trabajar con una gran sonrisa en su cara. Continuó trabajando durante todos estos años manejando desde Anna, Texas, porque siempre continuó considerando al Distrito Escolar de Little Elm como su casa de trabajo”, dijo Ms. Gibson.

Por todas estas razones es que jubilarse, después de todos esos años, fue una de las decisiones más difíciles de tomar. “Voy a extrañar el trabajo con mis alumnos. Con algunos de ellos he trabajado desde que estaban en Kínder. Extrañaré ver sus éxitos, ayudarles en sus luchas y el estar ahí para apoyarles. También extrañaré a mis compañeros de trabajo y no puedo ni imaginarme no verles todos los días”, comentó Ms. Harlow.

Uno de los principales valores para el Distrito Escolar de Little Elm es crear una comunidad en donde cada alumno ame aprender, cada maestro ame enseñar y cada persona se sienta orgullosa de llamarlo su hogar. Ms. Harlow es una prueba viviente y un ejemplo de esto. Somos Little Elm. Somos Una Comunidad. Una Manada.

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