1913-2 abril-Gaceta de Instruccion-Los Exploradores de España

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eaeata de InstrocoMn P&bltoa y Bellas Artes

ral, á p a r t i r del decreto circular de Albareda

derogando

las

disposiciones

anaci'ónicas del m a r q u é s de Orovio. H a b l a r o n después los Sres. Vincetiti, Cortezo, R o d r í g u e z San Pedi'o y A z c á r a t e , y al votarse la pioposioión G-ómez de Vaquero, se desechó por 33 votos contra 19. I n m e d i a t a m e n t e se levantó la sesión t o m a n d o el acuerdo de r e a n u d a r l a el iueves p a t a discutir el voto p a r t i c u l a r del Sr. Sanz Bscartín. ¡Dios ilumine la m e n t e de los señores del m a r g e n p a r a q u e no lleguemos á la escuela sin El!

Los Exploradores de España BoY-ScouTS ESPAÑOLES

Sr. Director de la GACETA DE CIÓN PÚBLICA Y BELLAS ARTES.

INSTRUC-

Madrid. Muy distinguido señor: En el «Florilegio... de la cultura» que Fortunato dedica á «Los Exploradores de España», en el número de esa interesante publicación, correspondiente al 26 del corriente mes de Marzo, hay una apreciación errónea que conviene rectificar, y con ese fin apelo á la bondad é imparcialidad de usted para que se digne dar cabida á estos renglones en las páginas de la GAGETA. Dice Fortunato en el artículo de referencia: «La clase baja no está excluida (de los Exploradores); pero como si lo estuviera, ya por los gastos que el traje, accesorios y excursiones llevan consigo; ya por no dis-

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poner de tiempo libre necesario que exigen las múltiples y variadísimas prácticas del scoutismo». Como la institución de «Los Exploradores de España» persigue precisamente un fin social esencialmente altruista é igualador, como claramente se enuncia en el precepto VI de su Código, ha de serle perjudicial el propagar un concepto tan inexacto como el de que la clase baja queda virtualmente excluida de sus beneficios. Tengo la convicción de que no es éste el propósito de Fortunato, y la seguridad de que, si ese ameno articulista hubiese seguido á los Exploradores en alguna de sus excursiones dominicales y podido apreciar la ponderación de los elementos que integran esta patriótica Asociación, muy distinto hubiera sido su juicio acerca de ese punto. Lejos de estar excluida la clase baja, resulta de las listas de inscripción, que á esa respetable clase pertenece más de una ter • cera parte de los muchachos que figuran como «socios activos» ó sea como Exploradores. Entre ellos hay algunos que son verdaderamente «pobres», hijos de honrados obreros que perciben un mezquino jornal y sostienen á numerosa familia. Todos ellos pagan gustosos y sin la menor queja la cuota señalada á los «socios activos», que es de 0,25 de peseta mensuales, por una enseñanza que completa la instrucción que reciben en la escuela y que, además de apartarles los domingos de ciertos centros nocivos, les proporciona un medio de oxigenarse y vigorizarse. Esos chicos pobres y los de clase humilde, van mezclados en sus ejercicios de gira-nasia y en las excursiones con los de la clase media y con otros de familias pudientes, notándose entre ellos un espíritu de compa-


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Gaceta de Instraootón Pública y Sellas Altee

fierismo y de fraternidad verdaderamente admirable. ¿No tiene noticia Fortunato del acto de altruismo practicado por los «Exploradores» en una excursión, cuando apiadados de un infeliz golfillo que les seguía ayuno, no sólo le proveyeron de comestibles para él y su familia, sino que hicieron una colecta que se destinó á un fondo para comprarle el uniforme de «Explorador», puesto que manifestó deseos de ingresar en la Asociación, y dos de los muchachos se brindaron á enseñarle á leer y escribir? Ya ve Fortunato como no es tan difícil juntar en un solo haz á diversas clases sociales. En cuanto al uniforme de «Explorador» se ha procurado que resulte á un costo módico, que es de pesetas 22,70 para el equipo completo, incluso morral, cantimplora, cinto y bordón. Para los chicos que no pueden costeárselo, no faltan socios protectores y dadivosos que se lo facilitan. Hasta ahora hay socios que han costeado 24 equipos completos, y además se han regalado numerosos bordones y cantimploras á muchachos que no podían hacer ese gasto. No es mucho el «tiempo que exigen las múltiples y variadísimas prácticas del scoutismo-x. La instrucción se da á los chicos los jueves por la tarde de 3 á B, los sábados de 6 á 7 asisten los que pueden y quieren á las Conferencias que se han brindado á darles algunos médicos y maestros, y los domingos salen á excursión para poner en práctica lo que han aprendido. De manera que ni el dinero, ni el tiempo que cuesta el ser «Explorador» son tan excesivos que hayan podido excluir á ningún muchacho, ni distraerle de sus atenciones y estudios escolares, y así se explica que en cuatro meses y medio que lleva de existencia esta Asociación, se han inscrito en

Madrid 1.587 exploradores, y va en aumento cada día la lista de inscripciones. Fuera del concepto erróneo que acabo de rectificar, todo lo demás que expone Fortunato en el referido articulo me parece de perlas, y así como él sugiere un tema al señor España para una conferencia pedagógica, yo voy á permitirme hacer un ruego á Fortunato para que, con su autorizada pluma, excite á los maestros españoles á colaborar en esta obra educativa y patriótica, ya que la escuela y el scoutismo, lejos de ser incompatibles, se completan. El número creciente de Exploradores inscritos, nos hace sentir la necesidad de aumentar también el número de instrucctores, de quienes realmente depende el éxito de esta institución, y nadie mejor que los maestros puede prestar en este sentido una ayuda eficaz y por extremo valiosa. De usted atento s. s. q. e. s. m., ARTURO CUYAS •

*•

Nos complacemos en publicar este comunicado, no solo por el espíritu de imparcialidad que en él se invoca, si que también por estimar de alta importancia pedagógica cuanto se relaciona con la simpática institución de «Exploradores de España», llamada á complementar la escuela de tipo moderno y á empujar hacía la escuela al aire libre, la granja agrícola, la escuela ambulante, etc. Ahora, tiene la palabra «Fortunato».

La

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La Junta provincial de Protección á la infancia y represión de la mendicidad de


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