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Aparatos fotogriiflcos Zeiss Jton VIUDA I]E BRAUIIO LOPEZ tRtñ?trB ¡rút. tt (..1t l¡do d6t Teatro
Espá¡ol)
- TRABAJOS DE LABORATORIO. BEYELAOO POSITIYADO
A
PLIACIOIIES
f,lo llr. . Br.cr:¡.¡
ü¡DR¡D, ñARZO
Núñ. 20 ¡
1929
REYISTA DE ESCULTISMO PRACTICO rDrraD^poB1".:._r.:i.".".T-^:.:.::.MADRTLEñ06
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12.01¡
La maravillosa historia de aventuras da tres boy-scouts La PareuLLA anunció oporlunamenle la arriesgada expedición que nüestros camaradas norleamer¡canos Douglas, Martín y Oliver se proponían hacer a las selvas africanas. Recieniemenfe ha publicado EsraMpa (y nosotros reproducimos hoy) el sigui€nle inieresaniísimo relalo en que los fres Exploradores aparecen como hé¡oes de la más emocionanfe novela, demosfrando práciicamente de cuan grandes y viriles hazañas son capaces los muchachos curl¡dos en la vida escullisfa.
Tres muchachos am¿ricanos en las s¿lvas de Africa Todavía no se ha perdido el gusfo por las aventuras que fan general entusiasmo causaban aúna principios de este siglo. Solamente que ahora, los muchachos, en vez de enfr¿scarse en Ia Iecfura de
Emilio Salga¡i
o
de Mayne Reid,
se
meien a prolagonistas de novelas semeianfes a lds de €llos. Tal €stos fres arriesgados boy-scoul,
americanos que han exploxado las selvas africanas y han vivido en ellas las emocionanles peripecias de ld caza de fieras y los peligros de la Nafu.irleza virgen. Se llaman los fres pequeños héroes Dick Douglas, Ddves Marfin y Dolglas Oliver. Los lres fienen quince ai:os y perlenecen a las asociaciones de n.:chachos exploradores de los Estados [-Inidos, enfre las que fueron elegidos pdrd realiz¿r ld drrie5b.ddd excur-rL;n. enrolódos €n la caravana de un ioven mafrimonio, americano también, los señores Jhonson. EL AQQUEAO DIC¡{ DO¡¡-
---CLAS ---El lugar de sus aventuras fué el iefl ilorio ocupado por la tribu Safarí, una tribu ¡egra cuyos habiiantes han eslablecidoya, máso menos, sucontaclo con la civitización, Pero eslacircunstancia no quila inlerés novelesco, porque los ci¡co explor¿dores blar¡cos oper¿ron por cuenfa propia, sirviéndose en contados casos de los negros, y casi siempre para meras fdenas auxiliares. Además, los safarís püdieron bien
LA P.ATRULLA Pronfo daBe cuenla de qte aquellos muchachitos, que a pdtne¡a vlsla inspiraban lástlma con la tierna mirada de sus ojos azules, no €rah unos indocu¡¡rehlados en materió de exploración, n¡
ian déb¡les corno pudierdn parecer. Los rheiores argueros d€ ló trlbu, por eiemplo, se convenc¡€ron desde los p¡¡¡neroa momentos en que ent¡aron en competencia con é1, de que Dick Douglas, arquero de los exploradores. no lenia nada que aprender de cllos en el lanzami€n¡o de flechas, sino que óun les podfa dar leccloncs. LA CAPTUNA DEL MONO
La primera noche que pasaron €n terrltorio Sófdrf transcurrió aleBTemenle, al€iados aún dc la zona donde menudean las bestias fercces. Despu¿s de una cena coplosa, disfrulaban cha¡lando animadamente de sr¡s p¡oyeclos de
exploración de las selvós, de lós encanlos de la noche cálida, ¡lu¡nindda por una Iuna eaplendorosa. De pronlo un gran ruido sob¡e uno de los árboles inmediatos hizo lnstint¡vamente quc los cinco exploródores echasen ¡nano a aus rifles. LIn coro de ch¡llidoa y unas cuantas cabezas de roshos carica¡urescamenle humanos que dsomaron entre l¿s rdhas les lranquilizó y hastd les hizo reir. Se t¡aldba de una mandda de monos. Daves Marlfn d¡sDard al aire y los monos huyeron velbzmcnre, sa¡tando de árbol en árbol. Ld señora.lhonson exclamó: - lQué láslimal ¡Con lo que me hubiera guslado coger uno! señora, voy a poder -Prccisamenle, of¡ecérsele a usted denlro de unos insianieg. He disparado aposta, para ahuyentarles yque me deien prepa¡arme. Pe¡o eslos animales son demasiado curiosos para no volver a husmear las causas de e6fe ruido, que pard ellosserá seguramente cxlraord¡nario. y dicho esto 6e dirigio al árbol en que p¡lrnero habfan div¡sado lo9 monos, trcpó a él con una dgilldad que no lenfa nadd que envidiar a Ia de ellos, y quedó oculio enlre las rámás Los morios, en efecto, no tardaron en
volver, s¡luándose en el mismo Duesio de observación quc la vez primer; para husmear desde alll curiosamente eliampanenlo de los explo¡adores. Entonces
Marlln pudo darse cuenia de oue
s¿
habfa colocado demasiddo alto pára Doder ahapar a n¡nguno. s¡n hace¡ alsún movlm¡ento de traslac¡ón que Ies hubierd ahuyentado, dho¡a quizá para no volver más. Echó hano. en visld de cllo a
la cuerda que llevaba liada a ló cintura y, salvando habilidosamcnte las ramas pdra voltcdr el lazo sin hacer ¡u¡do, le arrojó sob¡e un mono ch¡ouilo oue le pareció el rhás apropiado paia su lalanle obsequlo. EL SALVAHENIO DE LA
---
oacELA
---
Pocos dfas después se habidn internado ya en la selva y era preciso fomar lodd se¡ie de prscauciones por ld noche. para librarse de ¡as acornetidas de las fferas, que se oían rugir no muy lejos, y que aveces se presenlab¿n anle el campdm€nlo con intenciones poco trdnquilizadoras que habid que hdcer des¡siir a iiros. Acababdn de detener su ma¡chá pa¡a esfableccr €l campamenfo junto a un arroyuelo, cuando d€ pronto mislress Jhonson ¡lnpuso s¡lenc¡o a sus compa-
ñeros con el gesro, mosrándoles un magnfffco leopardo, agazapado at unos
doscientos metros de ellospronto descub¡ieron el obieto del acecho: l¡na frágil gacela que bebfa descuidddamente el agua del arroyo, suspendiendo de vez en cuando sú tarea iara arender ¿ cualquier motivo de al€rlá. E¡ leopardo avanzaba cauteloso s¡n el meno¡ ruido, co¡no si fuese absoluta, mente ingrávido. La señora Jhonson Preparó su rifle. Su ma¡ido la dcfuvo: una ihprudencla-d¡,o apagando-Es la voz cuanto podfa-atracr su alención hacia nosohos, y es muy peligroso cuando todavía no hemos eslablecido el cainpamenfo. La ahimosa ioven se detuvo un poco conirariada. Pero cuando üó al leopardo saltar con Ia sobe¡b¡a ¿gilldad de sus patas r¡uelles, cor¡o si alguien le firase
LA PATPULT-A
Los
lre! br.vo!
boy-Bcouts noreamericanos dando un6 lccción d¿
indfsenas, maesrros en est¿ ejerc¡cio.
de una cuerda desdd lo alto, e
sobrc
ir
a caer
el descu¡dado animólilo que
be-
bfa, algo malernal debió eslremecerse en ella y, s¡n podeNe contcner, se echó el riflle a la c¿ra y d¡sparó antes de que nad¡€ pudiera impedirselo. El Sr, Jhonson, al exprc$¡¡ anles sug temoreg, no habfa tenido en cuenta el pulso seguro de su rnuier. El leopa¡do rodó con ló cabeza atravesada de un balazo,lcuan-
do sólo habló ten¡do tiempo de des' gorrar la piel de la cabeza de la gacela, que fué r€cogida y curadd por los exploradores.
EL --¡
ACOSO DE LOS LEONES ¡i-
Pe¡o la pasión de la parl¡da fué la caza del león. Cu¿ndo llegaron a la parte eh que abundaban éstoé, la cam¡o-
tiro
de árco
a
tos propio!
netó automóvil en quc los exped¡cionandrios conducfan su matedal ile camrraña, y en la que ellos mtsmos v¡djaÉ¿n ¡os ralos en que €l calor hacfa insoDor-
lab¡e la marcha a pie, fué converiida, con eslacas y un6 gruesó ala¡nbrdda, en una gran iaula def¿ndida contra los atagues dc las fferas.
pronto pudic¡on convencerse de que estds precauciones no eran inútiles. LIr magnfflco león, ddndo un salto qiqantesco, fué a engarflar sus carras- ó l.t alto del enraulódo. Lln pocó desconcertados los exploradores ior la acometida dispararon, pero sin logrdr herir al leóri má6 que levemcnte. Eslte cavd al su¿lo a uno de los dlsparos llevánÚose consigo una part€ de alambrada. Rehecho en seguida, se lanzó por la brccha abierta y cobg¡guió inhoduch medio cuerpo
LA PATPULLA
deniro de la jaula. Fué entonces cuando Ia serenidad de Oliver Martfn, ant€ el pel¡gro inminenfe, salvó a iodos de una m¡¡erie cierfa. El pequeño Oliver avanzó h¿sta ld misma fiera, y apoy¿n-
do elcañón d€l rifle en su cdbeza disparó. haciéndole roddr delinitivamenle [Jna noche Ia camioneta fué sifiada por fres leones. El sifio duró hasfa el alba, en que Ia luz permifió a los exploradores alinar su punleda. pero hasta tanfo debieron repeler los conlinuos alaques de las fieras que pugn¿ban por penetrar hasla donde ellos esfaban. Huboun momento en que las lres alacaban a la vez, por punlos diferenfes, mordiendo los alambres, dispuestas a dar lin de ellos. Fué preciso que los cinco se pusieran de acuerdo para disparar ala vez, al mismo fiempo qu€ grifaban a coro con foda ld fue¡za de sus pülmones, para quel¿s beslias se sinfiesen atemorizadas y abandonasen el alaque a la alambrada. Pero entonces se arrojaron con rabia sobre las cubierlas de las ruedas, y las hubiesen despedazado por compl€lo a no ser por el ardid del Sr. Jhonson, que puso eo marcha el molor del ¿utomdvil al mismo tiempo que todos volvidn ¿ disparar conjunlamenl¿ y a usar el coro de voces que lan magnífico resuiiado ¡es había dado poco anf€s.
-
EL TEPRIBLE COQILA
-
El peligro mayor, sin emba¡go, le coir¡eron algunos dfas d¿spués. Cuando, como de costumbre, un león rondaba la iaula automóvil d€ los exploradores buscando su punto déb¡I, apareció a pocos pasos un lemeroso animal peludo, qu€ andabd en dos pies, semeianle a un hombre en esfado salvaie que luviera la gigantesca talla de dos melros y pico. Era un gor¡la. AI ruido de sus pasos el Ieón volvió presiamente el cuerpo y se Ie quedó conl€mplando con aire mai*tuoso. También el gorila se habia deienido a contemplar al león, mientras, echando
mano a la rama baja de un árbol se provefa de una formidable cachiporra, que e¡npezd a voltear en pavoroso lnol¡nele, acercándose poco a poco al león. Al fin el cuadrumano logró estar lo suffcienl€menle cerca del cuad¡úp€do para di¡igirle a la cabeza su porra. pero el león esqu¡vó e¡ golpe de un salro ágil, que no le libró de que el palo le magullase un costddo. Répidamente se lanzó de un salto al cuello del gorila que recibió la acomefda a pie ffrme, sin que su cuerpo vacilara lo más mínimo. Tiró ¡a garrota al suelo y, abrazando luriosamente al león conrra su pecho. apretó hasfa que no fuvo ent¡e sus b¡azos más qu€ un guiñapo inerfe. Después, ffiándose en el extraño aparato en queesfaban encerrados los exploradores, se dir¡g¡ó a é1. Los cinco disp¿raron a una sob¡e la beslia que continuaba imp€rlérritd arrancando e9tacasy alambresdela jaula- D¡ckDouqlas empuñó su arco y le lanzó varias-flechas, una tras otra, que queda¡on cldvadas en el Iórax polenle del animal. Esle relrocedió vacilante, se arrancó las flechas, que pa¡tió con rabia confra su rodilla y, echando lumbre por los ojos, comenzó a golpearce el pecho, produciendo uq ruido semeianl€ a cañonazos. Inmediaiamente se lanzó hacia ¡a cahioneta con mayor furia y lrató de penetrar en ella por una de las ¡umerosas brechas abiertas por su esfuerzo. LIna de sus formidables manazas asarraba ya la chaquela de mislress Jhónson. Alguien diioa Dick Douglas, que estaba más cerca del animal: -Tfrale a la cabeza. Al cuerDo es inúri¡. Sonó un disparo y el go¡ila soltó su ptesa y vaciló. Se llevó las manos a la cabeza y, dando feroces dullidos que retemb¡aba en toda la selva, se ar;oió dl suelo y comenzó a revolcarse con una fuerzd vertiginosa, hasta que desdparecióde Ia visia de todos. Fué imposible enconlra¡le por más explo¡acioies que redlizaron en aquel lugar. RoBEar SMITtl.
LA PATRULLA
El
costódo
del
giganlesco t.ansailántico
.Duch€! of Richmord' en que ll€Aó Bad€nPow€ll
.
Cá.liz, rodeado de saviotas.
El buqu€ enlr.Ddo en la bahl6 de Cádiz.
oo"".-r"'q*"{"\@/'n-"/\co
ORICEN DE LA FLOR DE LIS Y DEL LEMA POR ROBERT BADEN-POWELL @oooo@o
LA FLOR DE LIS Hace aúos cuando s€ había ¡niciado el mo-
los Eslados Uridos cierós pe.son6s lo lló¡naron movim'enlo mivimienlo esculliala en
Iir.risrá. Siempre, cuando empieza algo nuevo, p€rson¿s gue cr€€n saber todo. Be aienren llanád6s á enconlrar f.¡t.s, mucha8 vecea óntes de 36ber de que se trala. En esle c6so d¡jeron que el escülrismo esrób6 deslinódo. educ6. a los much.chos Dóró soldódos y como confF mlción diiemn qü€ el emblema de¡ movimienro €n cuestión e.¿ la punia de una l.nz6, €l sfmbolo del combale sangrienlo. M€ pre8:ur¿ron mediánle cableg¡ómó mi opiriór y Ie3 cónr.¡r¿: .El .mbl.má ¿s u¡¡ flór d¿ lis. 8lmbolo de la p.zyde ld pur€24.' No dlje en m¡ rel¿sr.ma que esle h¿ya sido €l morivo por que Io elegf como emblem¡ de
¡os extlorádoRc. po¡ ro fue sol¿menle esle.
s¡ no r¿mDiér olms d€cisivos. La historiá de la flor de lis como emblema e3 ya Eilenaria. En la ¿nlsua lndi! fué osado como sfmbolo de la v¡da y de I' resurrección, m¡enk¿s en el Eeipio fué sisno del dios Horus ha€e urcs m sisloE.
(Ahofa g¡gte lo relatado en ar culo del núñetu de Noviembre, véase LA PATPULLA referent a Ia int oducción de la flor de lis en la brúj ta por Flavio O¡oja.-Akela). INSTRUYENDO EXPLORADORES- SOLDADOS
En el año 1886, cuando luÍ ayudanle de mi R€giDienlo, viquelos ióven6 reclulas no eÉn melores que uros nuchacho8 a medio €dücar. No sabíón nada de como l€€r mapós, €s$ib¡r relóciones, ni enconlrar e¡ camino risiéndo6e Do¡ IaB estrelldsi muchos de ellos lenfan realm€nle miedo de s¡lir a l. obcu.¡dad, o deeDprender alguna empresa aventurrda. Asf me locó a mi buscar el med¡o pa.a e¡señarles ser
valientes c¡paces de cuidaBe a Bi mismos y dispuesro8 d cumplir süs deberes pd16 con su rev v con su palri6. En olras pal¡brósi luve que hlcer de €llo3 honbres y l€ e¡scñé .Scoulins' de un modo muy parecido como hoy dfa vosot.os lo8 €xploÉdor6lo h.c¿is.
Unos año3 mas ld.d€-pard preci.ar, e¡
169&1894-tuve el nando de un escuddrón de
I-A PATRULLA
6 cabóllería y me enpeñé en enseñar a mis sold¿dns, p¡rd que lleg¿scn d ser c^plúrdrl! rcs prrcrcus, ódemós de su debc¡ g€r€¡¿l d€ lu-
char en las fl¿s. Le! cns.iié n enconrh¡
su
camino alravés de lereno desconocido, s¿' b¡endo I€er napas. diltuiar éslos y escribir re' ldcio¡€s sobre Io que hubieran vjsro, y hacet lo misno. cada honbre solo.ldnlo de dia coño ¡ie nochei adenás de Pdsar krs rús ó nado con los cat'allos. suisa¡ sus coñidas, sesuir hucllas \ oued¿r oculros ¿l ohsc^ir il cne' nrisu, ! ólr;s.osds pur €l r3rilu.
Nueslros póbellones estabó¡ silu¡dos en las
orillas de un río somerido ¿ 1a m¿r.ar nrds leios en la olra orilld habíd l¿rreno monlañoso.
un g¡¿n 1€rcno Pdrd .ScñuLin-',, Pen' us¿n¡ '
lñs p!entes cxislenles larqo h¿sla llegdr ¡llii asÍ, Paró econorizdr lieirpo. pds¡nros s¡empre el rÍo a n¿do c.n ios
c¿bdllos. Prdcric¿ndo eslo co¡linudmenre nos acr)siumbr¿mos lanloi que nos p¿recíd n¿iural, v nos er¿ muy lacil pasar los rÍos. cúónd{) du i¿n1e las nrdniobras había que h.c¿rlo. \sí surprenüin,rs muchds !cces rl encm lj¡, ! lc pusim,'s fu€rd de c.mh¿le. Algu r¿s ¿ur 'r J¿ ü.s sc ds,'mbrdron dl Drrn!ipir, pcn' csr , nór
pusi, .n co¡diciuncs Je desrrrull¿r ¡ucsrrr l¡ I 'r de un modr l¡n DrJcrrcñ, quc nt hdLrr m¡s que ¿dmir¿ción y elogios.
Crdrro ,,n^q m¿\'rrdp, cLdnd
r. ,\.endt
p¡r¿ nrñnddr !n regrrrirenlu, me .ruPa ¡ún nrós .l.l ás'rnr^ v .nceñ¿ crerro rumeru de ufic¡dles
v
de sñld¿¡.s, hasr¿ queru\rntsuh¿scccron
;nuv úül d€ crrlorddores cnrren¿dns, cdD¡ces
d. i. ¡ . t¿¡ \iriñ v
dc hd-er reconocim:enl!r
verd¿deranrcnle iúporl¿nl€s. Perc el €nl.ena_
úienlo que lúvi€ron que pasareh un esl¡retzo mul s¡ondc y h¿brd de hdrerse c1 ouru licn pu, despucs de !unrPl r su5 deberes o'd¡nd_ rn,s- Pero €llos. v¿ I¿n ¡nsrosos, n sr{lurerd
se dteron cuenld d. sus ."fucvos. Mds ldrde Densé en qu. hóbün merecido un¿ recomPen sa. v Iosrc obr?ner del 14inisrer;o de ¡d Guerd el r;rflsñ de ddr ¿ cddó s^ldddo que se cd¡i_
Ilelaríó el soldódo scour. Ellos preñri.ron un eñbl€na disrinllvo a la p¿ga exlraordi¡ar¡d. Así l!é inr¡oducida l. nor de lis oÍcialnente pa¡ó <Scouls> en l¡)dós 1¿s ó.m¡s del ejércilo. Cua¡do unos anos m¿s lórde se formaron
los .Boy S:rurs, usé p¿rd ellos el mismc e.nblema. Como esros podi¿n ser un ayuda valio-
sa para la naro.ía del€ié¡cilo, por rener d€sarntl¿dos sus sentimi?nros d€l deber v sus vir-
Iu¡les rarcnil€s- ¿si ¡os erploródor¿s ((Boy Scourst portrn enrei¿ni¿nlo parecido podian
scr!ir is!¿lmeni¿ ¿ su prójimo.
Formando los e\plorddores adoplé cosas de Iodos los sirios: Scouring (cl esculrisno prác Iico) ló no¡ de lis mmé de nis €xplor¿dor€scl ur¡l)rñe. €l equipo y el iend, de sold¿dos: ' la policía surdhica¡d: Ios diplodas de especia-
lisr¡s de ld ){¿rln¡: v¿rios sicnos de.woodcr¡fr' d¿ r¡srr.. !:¿s s.¡¡1.r. son los usódos po¡ Ios h.mbrea de lds i¡randes selvds de Amú¡ica de \o.r¡: ¿l.junos de los juegos de €xFlor¿dor se rim¿ni¡ d3l Libro <Two lirlle
s¿v¿g€s' (Dos p.qu.¡os sal!¡ies) d€ Thomson Scr.¡ \' de orr¿s ñbrds del Dismo óulór. La pi¡)mcs6 \' el c(idij::¡) dcl erplorador vie¡en del Código de los c¿ballems de Ia edad nediai mu.hds de l¿s id€ds ! cosru¡nbr€s son de los
d. los indi.s .r. el ;clual signincaCo de Ia flor de lis es el si!:uienle: Elld indica la direcciór jusla (y 7u¡ns v
hdcid ar.iba), y no se ruc.ce ni a ló izquierda ni a la dere.ha, poiitu. esr.s caminos condu.en alrós. Las €slr¿ll¿s sobre l¡s hoias I¿reraIes (Fig. 8 del núm. 1ó de \oliembre d€ esla Relisra) significan rambién qu€ esn)s caminos esr¿n bloqu€ados r que ró se deb¿n seguir; además acrualmen¡e {en In!¡lórerra y orros pói-
sca) simbolizón
bs oios
del Iobalo, cuando
pasó a ser de 5.¡ \' enrró ¿sí en la crdn famili¿ .scnhisra T¡mhién ñs rc.uerdan las rres hoias
de la ñor dc lis. a I.s rres rares de la pro'
Ió flor de lis, punlo
En €l número de Noviembr€ de esta Revista o und c¿ncarur. de una cdbeza de e¡plor¿dor hech¿ por nuesrro chielscuul Sir R. Baden-Po$ell. en l¡glólerr¿ se usa el lemá: Be p¡epated (Sier.prc prepar¿dos) p€ro €slas p¿l¿ir¡as no están colocadas como nu€slro .Siempre ódelanle, en l¿ flor de lis, sino sob.e una cibró d€bóio del emblemd. Sobr€ eslo dice Baden-Powell lo siguienre: !B€ prep¿r€d, se ód^ptó cnn varids cosds del u¡iforme, de ló rnl,ct¿ sur¿hic¿n¿. Esrñs honbres buscóron esle lema porque eró verdaderan€nle ló expr€sión de su maner¿ de se..
o
conliene mis iniciales (8. P.) Fs cnsrumbre eñ ló heráldica de inrroduci¡ en e¡ lema ¿lsu¡a alusión al ape¡lido de su Porlador. y de co¡ocdr esre lemó debdro del es cudo sobre una esreci€ de cinra con los cóbos enr¡oll¿dos. En nueslro caso veis que ealoe cóbos enrouados riran hacia arrib¡. no coDo
li.dbd como.Scou¡' enrrenddu, un dislinlito LA FLOR DE LIS COMO
EMALEMA DE LOS
u¡
enblema a Dropósilo €ncontré de la brújula, porqu€ sablan indicar bien la di' eslos exploradores ^"orl€ rección póra p¿sar un reteno descoÍocido. El Minislro de ¡¿ Ouer.d esróba lan salislecho con el .esullado del.Scoulins,) que propuso pagar a cada sotdado-scoui u¡ós dos reales diórios como rac6 exlraordind¡i6. Pe¡o yo ¡e diie que DodÍa ahorrdr esre dinero de ld nacion Y que ¡os reales se¡rón suÍicienles para lodo el año, Buscando
seó, para tos gastos d€
u¡ distinlivo,
qüe
¿prrec
de eslar sienpre preparados para cúmplir con su deber en c¿da momenlo. y ,ambién porque
I-A Pi\T}.¡L¡l-L.lr
.i¡.ir.ii.. I]sroes p¡rr.c¡,r-lr !I Lr: l(1,,r,.rL._rd,) ¡L.c sr l.¡r¡, L U r s ,i i .r iiN r/r.. i rsLú,r ifrir¡¡dos h, .: . , ,. !r (ir. .:1.. .!nrri: su d:1,.¡ c.n i¡ i i :. .. I r i Lr.i .i !,)lr:rr.a. ,\: i r . .1-l: i,.r ll.,r ,( . ¡ ricf cl c¡rl)lc:x¡ .srui: .: .r i.,.1 ) rl rjjund,).,\j($¡:rsr ¡il cn i¡L.li,,scr.:¡,\.1)
! ciones. com¡) ld de los Esr¿dos Unidos. c.l(i
c¡n cl cscudo n¿cioD<rl con sir\.c pdrr pr)der {lisring!ir l¿s dil.rcn;.s n,} Trcd cc¡ón l¡btc.Jct Boys l-ilc. POA
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Escuirisrn(,.
juslificadas o no) a aclos cclebrados duranl€ el curso escullista (desde 1.'de Ociubre) especidirnente d excursiones. Las subvencioncs clu¿ se concedan d los que lengan mcnos de seis falfas, se sujerdrán a Id tabld de tarilas que rige en Ia Tropa, según ld anligiied¿d de cada cu¿1, y nunca excede.án de la cdDtidad fofal que el respecfivo padre haya salis-
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c¡slro (2). y ¡e Lal)a AúsF)
:'-. (iOIlPFlS DE r¡AN-rItAN ):u¡, ¿:i]¡it¡!' se po¡e cn conocinlienlo de nrd.,s li,: .ipbr,rdores Lobelos y Ro\er: d¿ ¡si,r Trop¿, qLte coniorlne se h(r h!cho tibiico r¿peridits veces y se ha an'rncidilo en l¿s t.lblillirs de ¿visos del donli.illo socidl. sólo se_lropa concederá sü¡\ención de Í¡ndos de para ¿sistir ¿ C¡nr:¿rr¡¡rlos de ver¿rno, a los que le¡gan ln.nos dc seis fallds (sean
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Si¡ l¡rn)e.r ti¡.¡cr
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fecho como socio Protector durante el
El I-obdlo, Aspirdnfe, explorador
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Rover que Do se enterd de los avisos u órdenes pueslos en el domicilio socidl, además de no cunplir sus deberes, se expone a muy desdgradables sorpresas. Adver¡jnos una vez nás que l¿s v;sit¿s de familias al Cdmpamento de El Pardo, solo esién autoriz¿das EL DO-
MINCO ULTIMO DE CADA MES, sr' hay excurs¡ón de Ia Tropa y si cada visifanfe va provi'lo del pase o laiefa corrcspondienfe. Solo esfan exceptuados los miembros del Consejo Nacional, ¡as auloridades, los inspeclores parficu-
lares del Campamento
y un
l l
reducido
I-A PATRULLA número de personas previamente invitadas o oue deben Y Pued€n asislir Por razonei esDeciales. El d€seo de la Tro-
de Madrid sería permilir Id enrada iib.e; p",o es imposible, enlre otros ooderosos nolivos, porque el Uampamento solo eslá d€slin¿do a los explo' rcdoÍes. Se ruega Pueg, qüe en benefiDa
v
ióvenes que pertenesean atendidas estas ¡ndicac¡ones, cuyd inobservancia puede producir daños irreParables.
cio de los nifros
cen
a la lnst¡lúción,
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ui"nu" u nuesfra voluniad' "uu"u" se deslizaron en el Pdsado número mu-
chas€rrafas, enlre ellas lade Poner como llrma del Dr¡mer lrab¿jo de la sección <./.lndian¡sino o Caballerfa?" Id de Se/va d; Mdr en lugar de Loba de Mdt que es la que corresPondía.
por suscripción
la llave d¿ oro. no se ionsidera merecedor de homen¿ies de ninguna clase. lgualmenle dá las más sincer¿s g¡acias a cuanlas personas, Conseios y Tropas le ha¡r felicitado; pero muy especi¿lmente a Su Alleza Qeal el Screnísimo Senor PrÍncipe de Aslurias, del qüe ha recib¡do un expresÉ vo y cariñoso t¿legrama, expedido desde el Real Pal¿cio de El Pardo. r.j tlemos recibido el primer ¡rúmero del Esculld, loÍla\oz de la Pdtrulla del Kanguro de la Trop¿ d¿ Sevilla. Ld circ¡nslancia Ce haber sido formada tal patrulla y red¿cIado su simpático Bolelin por ún eiempl¿r Erplorador de la Trop¿ madrileña (Mdrcos Julio Joseph) le hacen doble¡¡renle gralo pata nos::..:
otros. f Lflfifii rilillllllillL:irrLrij
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El exceso de original nos obl¡ga a dei¿r Ddr¿ olro número la continudc¡ón de ld novsla Los Lobos ¡y'?gros que con inter¿s c¿dd di¿ crecienle vienen s¡guiendo nueslros leclores. Ponemos en conocimienlo de Ios muchos camaradas que nos p¡den números áird\¿dos- due no Dodemos servlr por haberse asót¿do loi siguienl€s: Nume¡os 2 v ó. áe MaYo Y Junio de 1927. 4 Y 5 de lúl¡o, Asoslo v Sepliembre del mismo aho; y el 14 de Julio' Agosto Y SePliembre de 1928. _ -..
El dominso 2E de Abril s€ celebrdrá en el CamDámenlo de EI Pdrdo ld Fi€sla de ld Promesa de B¿ndera Y de Sdn que Jorge en ta forma y con €lprogr¿ma .e án¡lnci¿rá en el cuddro de avisos del domicilio social. ,-, -.
Lobo A s ruega Por nueslro conduc¿ los camar¿das de provincids que irin manifest¿do deseos de reg¿larle los 'r,* disrinrivos del c¿rgo de Uenlilhomián o,¡n te ha honiado Su Majeslad el Rey, ó de hacerle olros obsequios, oue desisldn de eslos proposllos (que ;oradece vivamenfe) Pues aparle de que vil" iiápu de Ma¡iid le ha ofrecido
ro
El Cenerót Baden_Powell nrmando-cr-el Iibro de Palrulla que Ie prcsenld un ur¡a en e¡ Due.,ó de Cádiz.
LA PATAUI-I-A
9
¿INDIANISMO
O CAEALLERÍA?
(VÉANSE NUESTROS CUATRO NúMEROS ANTERIORES)
V V
lgnoro si enlre los Cdbdlleros tendrid la voz de los dnci¿nos igual predicamento, pero b¡en se que m¡s bravos hermanos los ióvenes guerreros han de concederme un ¿siefllo frenle al fueao de mi conseio y prestd¡ d¡enc¡ón a rñ¡s pdlabras.
Jóvenes
y
animosos guerreros, los
que no leméis al sol, ni a¡ v¡ento. ni d la lluvia: ¡os que como el águ¡l¿. podé¡s mirar de frenfe dl sol v descubri¡ al enemigo desde las rocás ¡nacces¡b¡es de
vueslras montañ¿s, los que habé¡slo, STado endureceros h¿st¿ h¿cer parecer de piedra vuestros músculos y aprendido como se desprecia el dolor ffsico. y
vosoiros lambi¿n, hermd nos, los que gusláis de oculiarvuestroscuerpos d¿biles o fueles en una armadura oue aDarent¿ fuerza y susirder vuestros ;oshos a los rayos del sol tras un¿ máscara de aceroi los que preferÍs copiar I¿s avenlur¿s que refiercn los viejos lib¡os a vivirlas casi en la realidad, en legílimos óup¿lestos esculiislas, ¡escuchadmel EI Escultismo es el gran tuego, será tanlo meior y más Esculfismo cuanlas mas ocasiones os ofrezcd p¿ra jug¿r, pero debé¡s escoger vuestros luegos de dcuerdo con vuestras allciones; si nosotros los vieios iefes os impusiéramos nuestra voluntad en la más hermosa expans¡ón juvenil, el juego, ésre resultaria aborrecible y nosorros iambién. Si a vueslra vez adoptárais juegos que no os proporcionasen el valor de vit,irlos, solo pot la corrienfe, 'eguir r€sulla¡fa¡s ridículos. Jueguen a los indios quienes sepan vivir lds dvenluras de la vida libr€ v viril de los cdzadores de búfalos. juegúe a la caba¡¡erfa quien sin necesidad de rebuscas a¡tificiosas, encucnfre grato el pensar hdblar v reproducir escenas de una Caballeria vi-
¿Y qué más habre de deciros?
yo creo igualmente úti¡es pdra e¡ Escult¡smo, por se¡ juegos, el indianismo y Caballeridi baio los disfraces de uno y otra puede¡ enconfrar vuesltos corazones idénlicos eiemplos y ocas¡ones en gue engrandecerse, y vuést¡os senlit¡m¡entos ennoblecerse. Hdn exisrido indios caballeros y también caballeros rufianes. Ahora bien, frenie a la realidad. tan leios estaré¡s de ser pieles ro¡ds cuando juguéis dl indianismo, como de ser cabal¡eros andanies si realizáis Ddntomimas caballerescas y de una u oira forma si cumplis los deberes que imDone el Cddigo. Llniversal Esculfista, se;¿is Derfeclosc¿bdlleros, comolo son cuan to.r.l¿ verdad lo prdcfican, sin que a ello se oponganl¿s diferenci¿s de ¿olor nide raz¿. ni de religión nide costumbres, nide riqL¡€zds que d veces seDa¡an ¿ los hombres mds que las bdrreras geográllcds y serÍa muy sens¡ble pudieran lleear ai gún did ¿ determ¡n¿r divisorial onrrt Caballeros e Indios. Evitdd que nunca l¡€guen d ser el Indianismo y la Caballerid es¡andartes d€ d¡visidn y de combdte, sirvan uno y otra (sr prosperdse) par¿ uniros aún más haciendo más inter€sdntes, va¡iddas v amenas ¡as veladas de vuesf¡os campal menlos.
Lono Ro¡o (AGLIILAS.)
VI ¡Hermanosl La paz sea en vueshas Tribus y que en vuestros lacdles abunde la caz¿. Destacado de m¡ Tribu pard que suvoz se hagd oir, me levanto: lEscuchadme grandes guerrerost Mis pólabrds. si no ricas serán verd¿deras, y Dongo Dor tesligo ¿l Cran Ma¡¡tou.
LA PA.TRULLA
t0
VII Es cierto que la Caballerla nos harfa noarmas las uso de oi?rc¡ta¡nos c¡ el Nosollos. hermano scout, creemos que bies pero ¿y el lndianismo? ¿no nos hace prespicaces, aslulos v¡glldnies/ en loda obra en la cual dcsempeñé un ,.no aDr€ndemos a ocullar nuestras hue_ impolanic papel ló iuventud, cs conveiías v a buscar las de los dcmás? ¿no n¡enle renovar la forma, haciendo inalsabemos proteger nuestros iacales y terable elfondo. üsar nuesFas cuerdas como lazos Y La innovación de ld Caballerfa en nuestrds hdchas y nuestros lhomawack? el Escullismo nos parece admirable. Sin Además la Caballerfa sólo nos servi- embarglo, verdaderamenie diflcil, arranrfa si siemDre fueran l¡emPos de Guerra car al penacho lodas las plumas y entepero ¿y en liemPos de Paz? T€nddamos rrar el fomahawk comPletamente. oue colcar nuestras armas de un clavo En la solemnidad fantásiica de un y d"ia.- qu" se llends€n d€ qmoho Y de consejo, cuando la pinada se pdslo¡es fi¡eco o enfreley a orln, dedicarnos bañia en la penumbra de una noche de nernos haciendo vefsos. lo mismo esdo, es cierlo que seria más adecu¿da Mientras oue el Indianismo, ocula presencid de un piel roia qu€ la de un que guerra lendrí¿ paz nos én en y rrddos en ¡uestr¿s cc¡emon¡as en sus- caballero óndanle. ientar nueslra v¡dd. unicamenle nos lleEn la vida ciudadana. anle uno de los va a lodo el fiemPo, Pues lenemos que muchos casos que se nos Presentan de Drocürarnos nosolros m¡smos nuestra manifestarnos con loda la nobleza de i:aza v asárnosla v ensefiar a los (Patas los principios que nos r¡gen, es evid€nle ticrna;' cn los ;la¡avillosos artes del que nueslro pensamienio lendrfa un rastreo, adieslramicffo en órroiar el r¿cuerdo caiñoso y fllial para el Qu¡lazo etc., eic. iotc, Los eiercicios de la Caballerfa termiEl campo nos reconoce Po¡ Alce Cr¡s, narfan además Por abu¡rirnos en 9u Negro, Agu¡la Roja. La ciudad Lobo monolonfa: refar, luchar con nueshas por Amadis de C¿ula, Rog€r nos lldma, que mienlras y lanzds agitar la esPada. de Flor v Cuzmár de AIfarache... el lndldnismo es más variddo y si€mP¡e La cludad nos r€liene seis dfds, por nuevo, pues cada guerrero Puede a su y una gusto ProPoner un nuevo iuego cada dfa que vivimos qn el campo. Tendre¡nos pues ocasión de romper se¡s lannueva ceremonid. También es clerlo que cl guerrero que zas. anles de que la hoia de nuestros cosieran los Nobles caballeros lo alra- lomahawk se quiebre una gola vez. veiarfan. pc¡o no es lo m€nos que aquél En ffn, hermano scout, nosolros nos no se deiarla coger porque t¡ene la Pro- mosramos defensores de ld idea de tecc¡ón de la Selva en que sabe escon- Lobo Cris v hacemos votos por que se derse o sub¡rse a los árboles, y ocullos, ponga en piáclica. Quizás un comPlclo hadan caer en üna emboscada o en una de lndianlsmo y Caballerló nos confortrampa o en un lazo a los Caballerog mará a lodos, y no olvides que los pria los que enlonces de poco 1e3 servirfan me¡os pasos que el ind¡anismo dió en sts armas. nuesiró patrla, fueron inseguros y proTodo eslo hermanos, Pe¡só mi Tribu vocaron sonrisas irónicas. v flelmenle os lo diso como sale de ml Nuesha misión esfá cumPlida. iecho. Asl pues, lw¡asque por el lndianismol Vuesros hermanos lo3 Tigres har hablado. O.lO DE LINCE (loaoufN O¡-fas.) (Madrid.) (Mulciá.)
PATPULLA
Leyendo las fechas ¡.oOo-.
Cuórro monedas se han Dueslo en una mesa reniendo códa una de éUós uta fecha de eñisión cilerenle. Tu ayudanle mha las mor€das duranre algunos momenlos Para .concenlrar' su espiriu sobre las lechas Hecho €slo sale de l¿ habúóciór y espera er la d€ al ¡ado. Lós p€rsonós P.esenl€s elii€n una de las monedas. Tu les das un lópiz y p¿Pel y dices a lna de lós p€rsonas que Io lleve a¡ ayudanle que esró espera¡do fuera. DesPués de recibir ésre €r pópel y .l lápiz a?úta con calma la fecha de la moneda elejida Esro s€ puede repeli., Ileva¡dó cada Perso_ n¿ a su lez alayudanle Papel y ¡áPiz Siemp.e !r¡\erá el p¿p€l Ilevando tó lecha exacta ilo d¡le ido de éslo es el hecho que Ia Persona que lle!a papel ylápiz al ayudanie ledic€ la lecba de la moneda sin darse cuenla de esol En ru bolsillo tienes qú€ lener cualro IóPices, rodos igu¿les, €¡c€pción h€cha de pequenitds
señal€s. Un lópiz se qu€da sin 3e. s€ñalódo: el segundo riene uró pequeña nues.a ce.ca de la punla; el t€rcero lleva ta muesca en el cenlro v el cuar,o la liene cc.ca d€l linal(lusar o9ueslo ian Pesueñas a ta pu¡la.) Las que nadie las noiaró, nenos el avudanl€ quién sabe donde ha de mirdr po. ellas. Cada lápiz .epresenla una mo¡eda dilerenle cuando und
Doneda ha sido et€gida cojes lranquilamente iu bolsillo al lápiz qu€ coresponde ó la monedó elegida. Se lteva el lóPiz ól avudanle, junro con una hoja de PaP€l. Esle nira el lápiz y s¿be inmediatamenle ta moteda qu€ ha sido eler,dó. Cuóndo le es devu€lto el lápiz le meres olrd vez en iu bolsillo donde eslán los de-
¿n
Esra cosa necesilará un Poco de habilidad. puede l€rer un PaPelito con las fechds dpunrddds ) sc Plede limirarl" d rres moóedas o lambién se puede usar objelos di'
El ayüdanle
DE BOIS LIFE.
Tr¡Dtr.rDo Pon Aau'LA Gals.
cribid: Rafael pedraza, Alcalá 14ó, Madrid. E"puou. ,,, ,,, ,,, aoooo@o La Pairulla del León (d.u categoria) Rafael Ped¡aza, de la Pafrulla del Lo- desea corresponder con las del mismo bo de la T¡opa de los exploradores nombre de Madrid, Aguilas Y Murcia. m¿drileños, desea lener corresponden- Señas: Local Social de los ExPloradoci¿ con exploradores de la República res de España. Pafrulla del León, Calle Argentina, en español o €n inglés Es- de Isabel II, núm. 61. Mahón (Baleares)
Correspondencia
LA PATRULLA
Canción del Lobo De di tostada pi€l me sienro ufdnoj de hi aceróda garra estoy contenro; lengo Ia vista clara, eldiente agudo; ni ahullido lien€ pode.oso acento. Micuerpo es fuerle cono et .udo roble: cazo en el bosque. bajo e¡ ancho ciero: Di el sol ni ló tormenld ¡ne acobard¿n. nies lórgo pa.a hi n'ngún sendero.
porgu€ guardo la tey qu€ Dios me diera. ley de I¿ selva b.ava, ó Dios respeto. El micubil ampara y ñiscócho.ros, mi amor y mis hernanos y mi rehplo.
Me si€¡ro pode.oso ysoy hum'¡de me acosan. Lib€ra¡l deseo.
si no
cdrnic€ro €¡ Iobo sin agravio. Si amóis al lobo os se.vj¡ó d€ peüo. ,\_o es
.\nad.¡lobo, cu¿¡t€ ómab¿ el santo seráfico de Asis, t será vuesrro. Si le¿móis, ha de serc.nción su ahulido_ Am¿<l al lobo ! to leréis corde¡ó. LOBITO.
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Tal¡eres Tip()gráficos y Lib. Viudd de C. L€ón._Maridno Cótd¡ina, 7._CUENCA
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Oficiaa Técnica: Exposición:'Ialleres: Labolatorio Barqü¡rto, 15 y Aogo5ro Figueroa, ,17. T€r. 1s.946
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En el Ropero Escultista Narciso Gonzilez Segura 6. .¡cu6ntra
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la veniá el libro titulsdo
D!] IlXPL{)R,{l){}Ii,,
líteresorte y útil p¡ra todo "scoul,, El Rottcto Escull¡sta aomun¡ca a sus
num¿iosus favor¿cedorts qu., esl¿ndo apolada la Cartilta número 3 .Lo que .iebe sab¿t el EÍplorudor de lerc.erapa'a sar de sapundür, no as Postble ser9tr eie"mPlares de la misna.
TIENDAS DO CAMPANA P.i!útt¡ e l¡dltldü.I..t dc ¡odor lo. mod.¡o¡ B¡úd6ras de grl¡ y ate izrr _ B¿nalcrine! t¡a
Unilo¡ú¿{ llai¿ri.l e¡culúi.t¡ de toda! cl¡5er Pid¡ro Boleiln ¡l ROPEP"O ESCULTISTA
Apa¡t¿do-1z0?G rdrid
Lonas y saquerÍo de lodas cláset y t¿ñ¡' ño. Depósito dé alpargahs kena, cerco'
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El Totem.... Prú..dorn llt t ol(tad.Er d. E pa^"
JUAN DE AUSTRIA' rrl,ÉFoxo ó{ .596 MADRID
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EN PREPARACIÓN: Cucntos clásicot del E¡cúltismo c!p.ñol PEDIDOS AL ROPERO ESCULT¡STA