GUÍA DE EXPOSICIÓN # 77 DEL 12 DE JUNIO AL 18 DE AGOSTO DE 2013
Curaduría: Nydia Gutiérrez
Juan Camilo Escobar
Un imaginario de identidad es un conjunto real y complejo de imágenes mentales que los sujetos producen de sí mismos y de las sociedades a las que pertenecen o conocen. Construirlos parece ser una constante antropológica de gran importancia para los individuos y los grupos sociales. Dichos conjuntos se sirven de producciones éticas y estéticas, morales, políticas, científicas, de diferentes formas de memoria colectiva y de prácticas sociales. Los imaginarios de identidad traspasan su posible utilidad porque tienden a generalizar características de las sociedades, a establecer esencialismos o naturalezas que se consideran transmitidas genéticamente (como la llamada “raza antioqueña”); a generar sentimientos de jerarquización al vanagloriar a ciertos grupos humanos o menospreciar a otros. Aspiran a homogeneizar “lo propio” y excluir “lo ajeno”. Por ser imágenes totalizantes, los trazos del territorio y sus habitantes aparecen exacerbados e idealizados, las diferencias quedan escondidas y tergiversadas por lo que se dice de ellas. Excluyen la diversidad social y preparan así, peligrosamente, el terreno para la intolerancia frente a lo que allí no encaja.