Felipe Rivas San Martín Una educación sexy. Disidencia sexual y espacios estudiantiles. Entrevista por Miguel A. López El Colectivo Universitario de Disidencia Sexual (CUDS),1 fundado en 2002 en Santiago de Chile, es uno de los colectivos transfeministas más activos, experimentales y provocadores que han surgido del contexto universitario en América Latina. Su producción teórica y activismo se han caracterizado por el despliegue de una variedad de expresiones creativas no normativas, las cuales han permitido politizar el género y la sexualidad dentro de los espacios educativos de este país. Desde la organización de seminarios y talleres de escritura, la performance callejera, la intervención en redes sociales, hasta apariciones clandestinas en marchas y tomas, el trabajo de la CUDS se ha caracterizado por ser siempre insolente e incómodo. En esta conversación, Felipe Rivas San Martín, uno de sus miembros fundadores, habla sobre las implicancias de lo universitario en el activismo del colectivo, las diferencias entre universidad y academia, las formas encubiertas de violencia de género en la educación y la repolitización sexual de los movimientos estudiantiles.
Miguel A. López: A veces tengo la impresión de que cuando se habla sobre las intersecciones de las demandas del feminismo y la disidencia sexual con la pedagogía muchos piensan que lo que discutimos es únicamente sobre cómo se organizan los cursos de “educación sexual” en las escuelas. Si bien eso es parte de la agenda del debate y la lucha, hay una estructura mayor naturalizada sobre la base de la reproducción de la heterosexualidad obligatoria como punto de partida para el aprendizaje: una heteropedagogía. Los aparatos educativos nunca son neutrales, sino que constituyen maneras específicas de organizar el conocimiento y de regular el cuerpo y el deseo. Ustedes, como colectivo, surgen en 2002 desde el corazón de la experiencia estudiantil. ¿Qué implicancia tiene el aparato educativo universitario para su activismo? Felipe Rivas San Martín: La CUDS fue el primer colectivo de política sexual chileno que se posicionó de manera estratégica
1. Originalmente, la sigla CUDS significaba “Coordinadora Universitaria de Disidencia Sexual”, por lo que se usaba el artículo femenino “la” para referirse al movimiento. Después de un tiempo, “Coordinadora” fue remplazado por “Colectivo”, pero se siguió utilizando el artículo femenino. Por pedido del entrevistado, aquí mantenemos esta denominación.
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