Pablo Helguera Una mala educación. Entrevista por Helen Reed Nota de Pablo Helguera para la presente edición La siguiente entrevista tuvo lugar en el Museum of Modern Art de Nueva York en 2012. La investigadora de la Universidad de Toronto Helen Reed me contactó con el fin de hablar acerca de la relación entre la pedagogía y las prácticas artísticas de índole participativa, y éste fue el texto resultante. Es importante señalar que en este período el impacto de Occupy Wall Street era relativamente reciente, así como eran urgentes los debates acerca de la relación que deberían tener el activismo y el gesto político con el arte público. Es también relevante señalar que hasta la fecha no existe un consenso sobre la traducción al castellano del término “socially engaged art” o el también muy utilizado “social practice”. La traducción empleada en ocasiones “arte socialmente comprometido” tiene un bagaje histórico (vinculado, por ejemplo, al término francés “art engagé”) que no describe apropiadamente las tendencias participativo-activistas dentro de la esfera artística actual. Debido a esto, he propuesto “arte de interacción social”, que a mi ver ilustra mejor el espíritu del término en inglés, y el cual se utiliza a lo largo de esta conversación.
Helen Reed: Me gustaría empezar por hacer referencia a la introducción de tu libro Education for Socially Engaged Art.1 Allí mencionas que te involucraste con el arte y la educación de un modo simultáneo, y que, por consiguiente, advertiste varias similitudes entre ambos campos. ¿Podrías describir el tipo de puntos de contacto que percibiste y la manera en que estos paralelismos tuvieron una influencia en tu práctica? Pablo Helguera: En aquel momento era estudiante en la School of the Art Institute of Chicago, una institución que es, a la vez, una escuela y un museo, y en la que un puente conecta a ambos. De inmediato estuve expuesto a un vínculo con el arte que se situaba entre su producción y su exhibición. Como estudiante que era, no tenía dinero, y así empecé a trabajar en el museo, al principio como parte de una pasantía remunerada. Cruzaba el puente todo el tiempo, alternaba entre un lugar y otro. En el salón de clases llevaba la ropa que usaba para pintar, y al pasar
1. Helguera, Pablo, Education for a Socially Engaged Art, New York, Jorge Pinto Books, 2011, p. 80.
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