Tania Bruguera Cátedra Arte de Conducta: Declaración Cátedra Arte de Conducta (2002-2009) surge como una pieza de arte público dirigida a crear un espacio de formación alterna al sistema de estudios de arte en la sociedad cubana contemporánea. Es una intervención a largo plazo enfocada en la discusión y el análisis de la conducta sociopolítica y la comprensión del arte como instrumento de transformación de la ideología, mediante la activación de la acción cívica sobre su entorno. Se crea como un espacio para la práctica del Arte de conducta. En este proyecto se priorizan acciones que van dirigidas a transformar ciertos espacios en la sociedad a través del arte, trascendiendo la representación simbólica o la metáfora y satisfaciendo con su actividad ciertos déficits en la realidad, en la vida, a través del Arte útil. Esta obra site y political-timing specific se muestra mediante la creación de un modelo pedagógico que suple las carencias de espacios cívicos de discusión sobre la función del arte en la sociedad cubana actual y promueve nuevas generaciones de artistas e intelectuales. Esta obra propone el discurso político desde el arte, potenciando la exploración de las relaciones entre arte y contexto. Los miembros del proyecto provienen de diferentes campos: la arquitectura, el teatro, la escritura, la ingeniería, la escenografía, la música, el cine, la sociología, las artes visuales, la historia del arte, e incluso son autodidactas. Todas las actividades generadas por la Cátedra Arte de Conducta son gratuitas y abiertas a todo tipo de público interesado en participar. Cada taller impartido tiene duración de una semana, y, al igual que los miembros del proyecto, los profesores invitados proceden de diversas esferas de la vida social: abogados, arquitectos, artistas visuales, dealers de arte, curadores, escritores, científicos, bailarines, ex reclusos, directores de teatro, guionistas, actores, antropólogos, matemáticos, etc. Debido al escaso acceso a las fuentes de información que existe en Cuba, la Cátedra Arte de Conducta dio los primeros pasos para la creación de un archivo especializado en arte contemporáneo internacional, con un énfasis social y performático, a través de suscripciones a revistas de arte y de sociología contemporánea y de la compra de libros de teoría de la cultura e historia del arte. El proyecto propició el intercambio entre escuelas de varios países y proyectos de arte y residencias internacionales, así como con figuras importantes del arte y la crítica cubanos de varias generaciones, estableciendo una interacción con diversos sistemas de pensamiento con los cuales los integrantes del proyecto manejan un flujo de información que les posibilita comprender y elegir su posición frente al arte y la sociedad. La Cátedra tenía establecido desarrollar exhibiciones temáticas, por lo general referentes al contexto sociopolítico nacional, recurrentes al cabo de un período de seis meses. Sus integrantes realizaban obras para participar en los eventos que, a su vez, organizaba un curador invitado. Y la inducción a ese ejercicio creativo y crítico logró que, luego de seis años de actividad continua,
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