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Historias en el Marco 49

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Editorial

Editorial

H i s t o r i a s e n e l M a r c o 4 9

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Prof. Dr. Eduardo Palermo

M a s o l l e r

La localidad de Masoller es reconocida nacionalmente por ser el epicentro de la ultima batalla de las guerras civiles del siglo XIX, cerrando de esa forma un ciclo de continuas luchas que más allá de los calificativos constituyeron una extensa lucha por la construcción de mecanismos de participación política plasmados en la Constitución de 1917. La muerte del caudillo nacionalista Aparicio Saravia herido durante el combate el 1 de setiembre de 1904 y fallecido en la cercana estancia de la madre de Joao Francisco Pereira de Souza, abrió un extenso período de consolidación institucional bajo la égida del Batllismo. Pero Masoller es también reconocida por otros factores. Es el punto de la triple frontera departamental entre Rivera, Artigas y Salto. Es también un lugar de discusión diplomática en Uruguay y Brasil, pues nuestro país ha contestado desde 1934 el trazado de los limites establecidos en 1862, aduciendo una equivocación en la interpretación de las nacientes de los arroyos, concretamente el de la Invernada, determinando que un territorio extenso haya permanecido en territorio brasileño. Durante el período de la demarcación de límites este lugar era conocido como Puntas de Arapey chico, Rincón de Artigas, Rincón de Osorio y aún como Lunarejo indistintamente. A partir de la instalación del Marco intermedio numero 49 en 1862 y especialmente a partir de 1870-75 el local paso a ser identificado con el apellido del propietario del principal comercio de la zona, la Casa Masoller.

CASA – COMERCIO DE FRANCISCO MASOLLER:

esta construcción se encuentra emplazada frente al marco divisorio Nº 49 sobre la Ruta 30 y camino al Cerro del Lunarejo. Francisco Masoller, de origen español, se estableció con comercio en este lugar hacia 1870, la casa habría sido construída hacia 1875.El comercio se transformó en abastecedor de diversos productos a los hacendados de la zona, entre ellos a los poderosos estancieros Mascareñas. Fue posta obligada de las diligencias que unían Rivera con Salto y Artigas. Durante la guerra de 1904 fue protagonista directo de la revolución, siendo su local comercial visitado reiteradas veces por integrantes del ejercito gubernista y revolucionario, una de sus hijas, Francisca, escribió un memorable diario que relata los sucesos de la revolución narrados desde la perspectiva realista de un protagonista, entre ellos aspectos del

combate del 1 de setiembre. Históricamente el territorio tiene una historia de larga duración. Es un amplio sitio arqueológico donde puede encontrarse innumerables testimonios, ha sido común encontrar en el propio local de la batalla de 1904 boleadoras, lenticulares y artefactos de las culturas indígenas que lo poblaron. En tiempos coloniales fue una zona de intenso tránsito de tropas de ganados, mulas y caballos y territorio de los faeneros y contrabandistas de ganado, entre ellos un tal Pepe Artigas, de hecho, no lejos de allí sobre las nacientes del Cuareim existe el registro del Paso de Artigas. Después de la derrota militar del artiguismo en 1820 los campos fueron rápidamente poblados por apropiación o compra por los soldados portugueses de Lecor y han permanecido desde entonces los apellidos de ese origen y aún las mismas propiedades. En tiempos más recientes se constituyo la población actual a partir de los planes de Mevir y con ellos la instalación de la escuela y del liceo rural Aparicio Saravia. Con anterioridad el Instituto de Colonización había adquirido tierras intestadas de Mascarenhas creándose la Colonia de Aparicio Saravia que convive con establecimientos de origen luso-brasileño de muy larga data.

LOS CERCOS Y CORRALES DE PIEDRA:

muy abundantes en la zona son una verdadera maravilla de la arquitectura criolla, los más antiguos datan probablemente del período misionero, probablemente del primer tercio del siglo 18, habida cuenta que la estancia de Yapeyú, San Miguel y San Borja, correspondientes a los respectivos pueblos misioneros, data de 1705, repoblada sucesivas veces. Posteriormente estos cercos fueron ampliados con mano de obra esclava de origen africano durante el siglo 19 y ya en siglo 20 trabajadores inmigrantes vascos realizaron su recuperación y mantenimiento, durante largos años y aún hoy, los cercos y corales son utilizados como divisoria de los campos, especialmente en lo que concierne a cercos perimetrales. Corrales como los cercanos al comercio de Masoller y el del cerro dos Cachorros fueron utilizados como protección para la artillería durante la revolución de 1904.

Foto: Eduardo Palermo Foto: Prensa IDR

Foto: Eduardo Palermo

Foto: Eduardo Palermo

Foto: Prensa IDR Foto: Prensa IDR

Campo de batalla, del otro lado del arroyo el Cerro dos Cachorros, centro militar del ejercito gubernista.

Foto: Prensa IDR

Prof. José Sampayo

El Coloso de Avenida Italia

El término Coloso proviene desde la Antiguedad y hace referencia a las estructuras arquitecónicas o esculturas que se destacan en el paisaje por su tamaño grande,gigante, monumental. Es en este sentido que por Avenida Italia, en el tramo recorrido que unía la zona del prado riverense con el centro comercial, se encuentra una estructura colosal: el estadio Atilio Paiva Olivera. Las primeras alusiones a esta arquitectura encontramos en el estadio griego, construido y utilizado para los juegos olímpicos entre las polis (período donde los conflictos entre las mismas cesaban). Alrededor del año 700 a.C aparece el estadio en Olimpia (Grecia) donde se realizaban actividades en honor al dios Zeus. En el año 329a.C , comienza a construirse el estadio con graderías en mármol y en forma de U promovido por Licurgo Arconte. En el Siglo I a.c encontramos dentro del Imperio Romano los primeros anfiteatros, construídos en madera y luego en piedra y ladrillo como es el ejemplo del Anfiteatro de Pompeya. El mismo se conserva debido a la erupción del volcán Vesubio y mantiene su forma elíptica. El inicio de los estadios estuvo relacionado a ubicar en el centro a los protagonistas principales, como corredores, lanzadores, gladiadores, entre diversos espectáculos, rodéandolos de tribunas o plataformas con graderías para que el público pudiera observar lo que allí sucedía. En el correr de los años , precisamente en el último cuarto del siglo XIX en Uruguay , el fútbol (deporte de origen inglés) con la oleada de inmigrantes europeos, fue apropiándose de estos lugares, llegando a ser de gran relevancia y en especial en la frontera Rivera-Livramento.

El fútbol en Rivera

Para comenzar a desarrollar sobre el fútbol en Rivera, es imprescindible recurrir al acervo del Museo del Patrimonio Regional para observar la prensa de la época, donde aparecen relatos de los episodios relacionados al fútbol que recogerá Eduardo Palermo en su trabajo El Grito del Canilla. Además es inevitable no consultar al referente escritor de la historia del fútbol riverense Marco Da Silva , con su trabajo 100 años de la Liga Departamental de Fútbol de Rivera donde narra la historia del fútbol riverense. Muchos saben del nombre del estadio de la ciudad de Rivera, pero pocos de adonde se toma el mismo para rendir homenaje, lo cual lleva a consultar el Diccionario Riverense de Joel Salomón de León y su obra en conjunto con Luis Abellá Cosas y Gentes de Rivera.

La primera vez que comenzó a rodar la pelota fue justamente en el predio de la actual Plaza Internacional donde anteriormente era una zona arenosa a finales del siglo XIX, principios del XX. Pero también es probable que con la llegada del ferrocarril a Rivera (1892), los trabajadores pudieran practicar este deporte. El perfil comercial de los primeros vecinos del pueblo y la conexión via ferrocarril a Montevideo alentaron rápidamente los primeros gritos de gol. Marco Da Silva sostiene el alto valor de los equipamientos para jugar fútbol , lo cual estaría muy relacionado a las clases altas en un principio. Por el 1906, en el actual zona del Cuartel de Rivera se comenzó a delimitar una cancha. Dos años mas tarde , la plaza General Venancio Flores, será el centro del espectáculo futbolístico riverense. En el año 1911, se comienza a trazar una nueva cancha en el Prado Municipal (zona que abarca el actual estadio municipal, corralón y alrededores). Esta cancha se denominará Field Municipal ( palabra de origen inglés para denominar a la cancha o campo de juego) y estuvo administrada por el Club Lavalleja hasta 1921. Los cuatro años posteriores estuvo gestionado por el Club Peñarol. Ya en 1924, cuando Uruguay se consagra campeón mundial de los juegos olímpicos en Colombes, el diputado Atilio Paiva Olivera presenta una iniciativa para remodelar el entorno del Field Municipal, incorporando un paseo público. En este momento la arquitectura comienza a conjugarse junto con el espacio público, aprovechando el tramo que llevaba al denominado Camino de la Diligencia como también hacia Curticeiras. Meses mas tarde se constituía la Comisión Pro Field Municipal Campeones Olímpicos del Mundo en honor al triunfo de Uruguay. Esta comisión estaría presidida por Miguel Aguerre Aristegui (médico destacado e intendente de Rivera ) y el propio Atilio Paiva, la cual destinaría cinco mil pesos para la construcción del estadio. El 25 de Agosto de 1927 se inaugura el Field Municipal Campeones Olímpicos del Mundo, con dos partidos de la selección de Rivera contra dos equipos brasileños. Al año siguiente , el miembro de la comisión Atilio Paiva Olivera fue asesinado y en 1930 Alfredo Lepro presenta un proyecto para cambiar la designación del estadio, rindiendo homenaje al fallecido, cambiándolo por Parque Municipal Atilio Paiva Olivera.

¿Quién fue Atilio Paiva Olivera?

Nacido en Salto el 1 de Junio de 1882, hijo de Mauricio Correa Paiva y Esclarena Olivera se desempeñó como escritor, odontólogo, periodista y político (llegando a ser gobernante). En 1921 ya está radicado en Rivera y es afiliado a la corriente colorada del riverismo, destacándose políticamente como también como escritor. Elevó la propuesta para la creación del Field Municipal en 1925, llevándose a concretar dos años mas tarde. En ese 1927 integra el Consejo de Administración Departamental junto a Aurelio Carámbula y Abel Segarra. A la salida de una actividad benéfica en el Club Uruguay, recibe un tiro por la espalda, quitándole la vida. En 1929, en homenaje al joven Atilio Paiva, se designa una calle con su nombre y al año siguiente por iniciativa del político Alfredo Lepro, el estadio pasa a llamarse Parque Municipal Atilio Paiva Olivera.

Las reformas rumbo a la actualidad

Trascurría el año de 1957 para que se diera paso a las reformas, las cuales llevarían hasta el año de 1966 para reabrir sus puertas al público futbolero. En ese momento se da a conocer la gran gradería o tribuna de cemento que sustituye a la antigua de madera. En su fachada, lugar que da paso de entrada al Coloso, se visualizaba una gran torre en ladrillo realizada por el arquitecto Angel del Campo con la inscripción Estadio Municipal confeccionada por ,

Eduardo Santos . En lo mas alto de la torre,ondeaba la bandera uruguaya en un mastil. En cuanto a las paredes de la entrada de la tribuna principal, se observaba un mural dedicado al fútbol realizado por el artista riverense Osmar Santos. El mismo mural era en hierro policromado en laca y barniz poliuretánico .Sus dimensiones: 16 metros de largo por 3 de altura . En el mismo mural se observaba el estudio anatómico del artista para la composición de las figuras, dándole su propia impronta. En entrevistas realizadas al artista, manifestó su principal eje de estudio y pintura, el ser humano. Estas paredes se presentaban con una breve circunferencia en forma de abrazo al publico riverense futbolero. En el suelo se mantenía el pasto para darle la estética correspondiente al deporte. Esta remodelación daba paso finalmente a la arquitectura de cemento y consigo la modernidad. La segunda gran reforma se efectúa previo a la Copa América de 1995, disputada en Uruguay y teniendo al Atilio Paiva Olivera como una de sus sedes . Esta reforma levanta una gran cantidad de graderías a su alrededor, llegando a la capacidad de 27 mil personas. En la actualidad el estadio es escenario para la liga de fútbol local, internacional y eventos culturales.

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