Vicente Riva Palacio Nació en la Ciudad de México el 16 de octubre de 1832. Desde siempre se desarrolló cerca de una gran influencia política: su abuelo, Vicente Guerrero, fue prócer de la Independencia. El joven Vicente demostró grandes habilidades políticas y militares; con tan sólo 15 años intentó organizar una guerrilla para combatir la intervención norteamericana de 1847. Aunque en su casa existía una fuerte influencia conservadora –su padre fue gobernador del Estado de México- Vicente promovió lo valores liberales mediante la pluma, los cargos públicos y las campañas militares -libradas contra los franceses entre 1862 y 1865-.
Ya establecido el gobierno de Maximiliano de Habsburgo, se le ofrece a Riva Palacio un pago económico para que abandone el país desde el puerto que él decida y éste, en una carta dirigida a su esposa, escribe: “Ya estoy resuelto; nunca transigiré: si la fortuna me es adversa, iré a comer el pan de la proscripción, pero no tendrás nunca el sonrojo de pasearte por las calles de México, asida al brazo de un marido que ha vendido a la patria de tu hijo; sí, Vicente debe crecer solo, antes que a la sombra de un árbol envenenado.” Su política de conciliación, ligada a los valores de tolerancia y fraternidad, le causó varios descalabros políticos, sin embargo, su pluma siguió siempre activa desde distintas publicaciones periodísticas como La Orquesta, El Ahuizote o El Coyote; o históricas como México a través de los siglos. Como parte del gabinete de Díaz, impulsa los avances científicos con la fundación de los Observatorios Metereológico y Astronómicos, respectivamente; recorre el país atento a la expansión de los ferrocarriles y el fomento de la industria. Díaz, celoso de las aspiraciones presidenciales de Riva Palacio, y en una especie de exilio, en 1886 lo nombra ministro plenipotenciario de México en Portugal y España, país en el que muere el 22 de nov iembre de 1896.