la ventana azul
Alexander Cancio
la ventana azul FotografĂas de Alexander Cancio
Museo y Centro de Estudios HumanĂsticos Dra. Josefina Camacho de la Nuez Universidad del Turabo 19 de abril - 31 de agosto de 2016
El arte se manifiesta de diferentes formas. A diario podemos ser testigos de las obras que se crean espontáneamente a nuestro alrededor. Solo basta con que pongamos atención, que nos detengamos un instante y observemos sin prisa lo que es rutinario a nuestros sentidos. A lo largo del tiempo, la fotografía se ha apoderado de nuestras vidas cambiando la forma de contar y documentar nuestra historia personal y social. Son innumerables los acontecimientos históricos que quedaron plasmados a través del lente fotográfico de un corresponsal periodístico o cualquier aficionado a la fotografía. En la actualidad, los teléfonos móviles se han convertido en una especie de archivo fotográfico portátil en el que guardamos nuestros más preciados recuerdos y capturamos al momento, aquello que nos atrae. De ahí, surge precisamente esta serie fotográfica del Dr. Alexander Cancio. Al mirar con detenimiento cada una de las imágenes, nos sentimos invitados a ver más allá, a contemplar fuera de la pantalla del celular y a disfrutar de lo que muchas veces “miramos sin ver”. La fotografía no es el mero resultado del encuentro entre un acontecimiento y un fotógrafo; hacer imágenes es un acontecimiento en sí mismo. Los invito a detenerse y adentrarse en cada una de estas imágenes, como si estuviéramos redescubriendo nuestro entorno. Las fotografías son la prueba de que estamos rodeados de una belleza sinigual, que en las mayorías de las ocasiones pasamos desapercibida. Alisten sus celulares para que al igual que Cancio, capturen y redescubran la belleza de lo cotidiano y reenfoquen sus lentes en aquello que a simple vista no se ve. Dennis Alicea, Ph.D.
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El Museo y Centro de Estudios Humanísticos Dra. Josefina Camacho de la Nuez presenta en su Sala de proyectos las exhibición, Atopía : la ventana azul, del Dr. Alexander Cancio, quien es profesor Asociado del Departamento de Comunicaciones de la Universidad del Turabo, fotógrafo y cineasta. Esta exhibición individual del Dr. Cancio es el resultado de su experimentación con el medio de la fotografía, utilizando para ello la cámara de su IPhone personal, con la que capta las imágenes de su entorno. La planificación de la exhibición, Atopía azul comenzó cuando el Dr. Cancio inició conversaciones con el Dr. René Rodríguez, escritor y Catedrático Auxiliar del Departamento de Lenguas Modernas de la Universidad del Turabo, solicitándole que redactara un ensayo crítico partiendo de las imágenes fotográficas que él había tomado con su IPhone, y que para ello el Dr. Rodríguez empleara el método de análisis de sus estudios en el campo de la semiótica. La semiótica se define como el “Vocablo que designa la teoría de los signos, prescindiendo de su sentido. Se le considera como un metalenguaje con tres dimensiones: sintaxis, pragmática y semántica aunque no todos los lógicos aceptan esta división” (Diccionario de las Américas, 1993). Podemos reflexionar hoy, a doscientos años desde que Nicéphore Niépce en 1816 por primera vez usó la cámara oscura con papel sensitivo a la luz para producir la primera imagen fotográfica, sobre el tiempo y los avances fotográficos que han pasado hasta que en el 2007 Steve Jobs lanzó al mercado el IPhone, que hace posible la fotografía móvil, espontánea y a la mano del consumidor. Insertándose en esa tradición, es que el Dr. Cancio hoy en el 2016 toma sus imágenes con la cámara de su IPhone. Sin embargo, según va evolucionando su proceso creativo manipulando las imágenes creadas, decidiendo el tamaño de la impresión de la imagen, su enmarcación y luego la secuencia de ellas en el montaje de la sala de exhibiciones se convierte este portafolio de imágenes fotográficas en material de análisis para el crítico de arte. En MCEH abre sus salas a los artistas que incursionan en el mundo del arte buscando expresar sus ideas y emociones de una manera original y tratando de que llegue su mensaje al espectador para que sea éste el que reaccione ante ellas. Una mirada crítica a la obra de arte es la que convierte a la misma en un legítimo vehículo de comunicación social. Carmen T. Ruiz de Fischler, Ph.D. 3
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encuentros y divergencias en la distante cercanía (Imagen y Palabra) Por: René Rodríguez Ramírez 21
El siguiente texto es una propuesta estética de Imagen y Palabra. Como usted bien conoce, ambas, la Imagen y la Palabra, no pueden ser divididas en ninguna instancia. Por el contrario, se necesitan una a la otra para poder generar una cierta identidad, es decir, se encuentran para existir, para significar (o ser significante en toda la majestuosidad que acarrea el concepto). La imagen siempre evoca palabras, pero la palabra evocará, a su vez, imágenes. La una llevará diáfana e inexorablemente a la otra. Desde este contexto, quiero presentar y hacer una breve reflexión sobre la exposición fotográfica titulada ATOPÍA: la ventana azul del artista Alexander Cancio. Asimismo, tanto la presente exposición como este texto se nutren de la intensa y urgente relación entre Imagen y Palabra. La exposición, en su plenitud, está compuesta por esos dos vértices, en el caso de la Imagen, la exhibición fotográfica de veintidós (22) estampas tomadas todas con un iPhone y, como complemento, este breve ensayo sobre la visualidad, la (re)presentación y lectura de las fotos realizada a través de un viejo artilugio convertido en cámara, el mismo que ha convocado un gran flujo de imágenes, no solo de teléfono a teléfono, sino a través del desplazamiento multidimensional en la Web y sus indefinibles fronteras. Hoy día, cualquier persona que posea un móvil, un celular, tiene la capacidad de ser un fotógrafo emergente. Pero, al mismo tiempo, al tomar una foto se inserta en la era del encuadramiento de la mirada, en otras palabras, nuestras miradas han sido focalizadas a través del lente del celular. Nos cuesta mucho observar nuestro alrededor sin la necesidad de alcanzar ese artilugio para que encuadre lo que queremos ver, dictaminando así el espacio, la luz específica, las sombras, las formas, el enfoque controlado y ambientado de nuestra realidad. De una cierta manera, hemos cedido las formas del mirar por un deliberado encuadre del ver. Las nuevas aplicaciones de edición de fotografías, del arreglo digital realizado a aquello que socialmente es considerado desagradable, formulan una nueva mirada a través de esas herramientas de lo “estético”. 5
Luego de navegar someramente en la nueva realidad de lo visual a través del lente del teléfono celular, considero que ambas propuestas, la Imagen y la Palabra, se interconectan a través de una lectura diferente; no solo se miran las fotos, sino se leen en un acto en donde los sentidos necesitan intervenir en tal acción. Podríamos decir que es una suerte de sensualidad visual, al tiempo que el texto ayuda al fluir de la emoción misma de la foto. Si tomamos un tiempo para asimilar las diferentes imágenes que conforman esta muestra, notamos prontamente un elemento esencial en este tipo de fotografía: la cercanía. La importancia que toma el retratar, en este caso en concreto con un iPhone, presenta la oportunidad de la inmediatez de la imagen, generada no solo por la técnica del fotógrafo, sino por la casualidad del encuentro con el objeto mirado. A través de un simple ponerse a andar, a caminar, y, ante todo, a mirar, se formula una especie de relación con el espacio, con el entorno, y entre el caminante, el paseante, el flâneur, y el objeto fotografiado, se desarrolla una cercanía con todo aquello que le rodea, pero, a su vez, le formula la posibilidad de otra mirada a lo cotidiano y a lo citadino. El artista, en un momento específico, particular, propio, resuelve tomar su móvil, encuadrar el instante decisivo, y tocar la pantalla del iPhone para rescatar, digitalmente, una relación con lo próximo, con un algo que ahora se ha convertido en cercano. Mas, la relación con lo fotografiado no termina allí. La pantalla enmarca una imagen de lo considerado contiguo, cerca, adyacente, pero no representa, directamente, la cercanía. Este apego a lo próximo es mediatizado por el aparato, por el móvil, que compone una correspondencia entre la tecnología y la emoción de aquello que se visualiza en la pantalla. No debemos olvidar que este artefacto es la integración de diferentes medios que convergen entre sí. En un principio, los primeros teléfonos móviles tenían como objetivo principal el poder generar y recibir llamadas, era solo un artilugio para la comunicación verbal. En el momento preciso que se le incrustó una cámara, el 6
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usuario lo consideró como un aditivo más, tal vez, un valor añadido, sin mirar con detenimiento la capacidad de comunicación inherente en la fotografía. Con el advenimiento de las diferentes aplicaciones para la comunicación e interacción multimediática (Facebook, Instagram, Twitter, entre tantos otros) la cámara integrada al celular toma otra dimensión. La proliferación de imágenes, de las ediciones de esas mismas imágenes, ha llegado a una saturación de lo visual y de la interpelación con lo que vemos, pero que no miramos. Aquí es evidente la fractura de la relación emocional con la fotografía. Eso que era próximo, se distancia en la medida que se (re)produce infinitamente, se vacía la emotividad en la mirada, y pasa a una repleción de la imagen, en una suerte de diatriba que va contra las evocaciones fotográficas. Ahora bien, volviendo a ATOPÍA: la ventana azul, este muestrario de la posibilidad de la emoción en y de la fotografía, rescata una interioridad desde la superficie, desde el plano de lo próximo y habitual, e instaura una forma de externalizar lo interno. En otras palabras, lo que visualizo distante, lejos, ya posee en su interior la quimera de una condición de lo contiguo, de lo inmediato. Es aquí que el simulacro se manifiesta en plenitud. Por ejemplo, en las fotos 4, 5, 7, 10, 11, 13 y 20 asistimos a varios paisajes sublimes que el iPhone convierte en unos portátiles, asequibles en cada momento en que deslizamos los dedos por la pantalla, y que accedemos a éstos a través de las galerías de fotos que habitan en el teléfono móvil. Se 5
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implanta una fantasía de la posesión y de la cercanía que alimentan emocionalmente a quien lo tenga. Eso que vi (y nunca miré) como distante, es mediatizado por la simulación de un encuentro con su propio referente. Finalmente, lo paradisíaco del panorama en las imágenes sencillamente ya no está, pero, y de inmediato entra una divergencia, la emotividad capturada por el iPhone permite la eternización de ese simulacro. Al mirar, al observar detenidamente cada una de estas imágenes, proporciona una sensación ilimitada del presente, del aquí y el ahora. Es la alucinación del destiempo concretizado en el lienzo del móvil, del aparato convertido en galería, en museo movible. El iPhone va registrando un corredor de imágenes de lo cotidiano, por ejemplo ver fotos 1, 2, 3, 6, 9, 14 y 18, para así inscribir en la memoria, tanto en la nuestra como en la del teléfono, nuestro paso, nuestro itinerario más íntimo. Es la nueva forma de eternizarse, de inmortalizar nuestro devenir diario, mostrar el fugaz paso por lo cotidiano. Ahora las fotos a través del celular es la manera de perpetuar nuestro recorrido por la vida, transformando nuestras huellas, nuestra propia existencia en heterogéneas, compartibles y, ante todo, distribuibles imágenes.
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Consideramos que el Museo y Centro Humanístico Dra. Josefina Camacho de la Nuez es el lugar idóneo para alojar esta muestra. El intercambio de ideas, de opiniones, de pensamientos en el ambiente universitario en donde está situado este museo, ayudará grandemente a la conexión de nuestro trabajo, no solo con los profesores, sino con nuestros estudiantes. Ellos aportarán sus diferentes miradas a la exposición, haciéndola crecer y expandir en la medida que interactúen con el Arte y todas sus posibilidades. Agradecemos su acercamiento a este proyecto, y así, las imágenes incluidas en esta muestra transfigurarán las palabras contenidas en este texto, y esperamos que ambas, la Imagen y la Palabra, encuentren ecos en su memoria. P.D. *Favor de acercarse, buscar su celular, y tomar una foto, cualquier foto.
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Dr. Alexander Cancio
Dr. René Rodríguez Ramírez
El Dr. Cancio, completó el grado doctoral en Estudios Culturales en la Universidad de Minnesota en 2008. En los años 2005 y 1998, culminó una Maestría en Relaciones Públicas y otra en Ciencias Políticas en la Universidad del Sagrado Corazón y la Universidad de Minnesota, respectivamente.
Escritor y Catedrático Auxiliar del Departamento de Español y Lenguas Modernas de la Universidad del Turabo. Posee una Maestría en Sociología con una especialización en Semiología de la Moda de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Además, una Maestría en Literatura y Estudios Culturales Latinoamericanos y un Doctorado en Literatura y Cultura del Caribe Hispano, ambos de la Universidad de Rutgers. Ha publicado poesía, narrativa y ensayos en revistas académicas y literarias de Europa, Latinoamérica, EE.UU. y Puerto Rico. Asimismo ha presentado sus textos de crítica literaria y cultural en instituciones de Latinoamérica, EE.UU. y Puerto Rico. En 2012 publicó el poemario Trazos, en el 2014 la novela Entre auges y fatigas y actualmente trabaja en su tercer libro.
Desde 2005 es fotógrafo y cineasta. Ha trabajado en varias formas de escritura, incluyendo la escritura de guión y la del ensayo. En la fotografía ha explorado la idea del evento y la del simulacro. Actualmente, el Dr. Cancio trabaja en el manuscrito Discurso crítico y arte al giro del siglo XX: intelectuales, postvanguardia y una ética de lo político y en Superficies, un cuerpo de trabajo fotográfico que organiza como su segunda exposición. En el corriente año publicó su libro Fragmentos I, una colección de ensayos que tendrá un segundo y tercer volumen titulados, Fragmentos II y Fragmentos III. Además, trabaja en el proyecto La tercera voz fílmica a través del cual explorará temas afines al vínculo entre lo político y el arte cinematográfico. El Dr. Cancio ha codirigido los documentales Camino a Navarro y Geografía de la memoria, así como dirigido varios vídeos musicales y el cortometraje En blanco y negro que realizó como un proyecto del Departamento de Comunicaciones de la Universidad del Turabo. El Dr. Cancio fue Director del Departamento de Comunicaciones de la Universidad del Turabo y forma parte, actualmente, del Consejo Administrativo de dicha Universidad en representación de la Escuela de Ciencias Sociales y Comunicaciones. En la actualidad, es profesor asociado en la Universidad del Turabo en la escuela de Ciencias Sociales y Comunicaciones y el Decanato de Educación General. De igual forma, es miembro fundador del colectivo editorial Luscinia C.E. 16
Fotografías © 2016 Alexander Cancio Diseño gráfico: Marina Rivón / Maremar La tipografía utilizada en este catálogo es de la familia Univers LT Std, utilizando la fuente Ayosmonika para el título principal.
Museo y Centro de Estudios HumanĂsticos DRA. JOSEFINA CAMACHO DE LA NUEZ universidad del turabo
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