LOS DIALOGOS INTEMPORALES

Diรกlogos Intemporales ARTISTAS LATINOAMERICANOS

Diálogos Intemporales Artistas latinoamericanos

Emilio Pettoruti Rufino Tamayo Ivan Guayasamín Antonio Berni Antonio Seguí Luis Seoane Benito Quinquela Martín Vicente Forte Mario Mollari Roberto Carpani Juan M Sánchez Rodolfo Schenone Raúl Conti Juan C Soto Raúl Soldi Osvaldo Imperiale Marcia Schvartz Juana Elena Diz Fidel Fernández

Curador: Arq. Gabriel Romero Investigación Histórica: Lic. Luis Bogado

Los Diálogos Intemporales Un recorrido posible por el arte latinoamericano Gabriel Romero, Arq.

Museo Provincial de Bellas Artes “Dr. Juan R. Vidal” San Juan 634 · W3400CBD · Corrientes Email: museovidalctes@hotmail.com Facebook: Museo Vidal Corrientes Argentina Twitter: @museovidalctes Web: www.museovidalctes.es.tl

“… El diálogo es una forma oral o escrita en la que se comunican dos o más personas en un intercambio de

Este recorte mencionado, se

información. Un diálogo puede consistir desde una amable conversación hasta una acalorada discusión

realizó a manera de marco

sostenida entre los interlocutores..”

conceptual que nos permite dialogar con obras de la colección

A su vez, si hablamos de intemporalidad, se hace referencia a que “… es independiente del paso del tiempo o

del Museo de Bellas Artes: Emilio

de los límites temporales o de la inexistencia del tiempo…”

Pettoruti, Raúl Soldi, Vicente Forte, Benito Quinquela Martín,

La Muestra “Diálogos Intemporales” intenta un recorrido por el arte latinoamericano a través del “diálogo”

Luis Seoane, Marcia Schvartz

entre obras, artistas y fundamentalmente en el “encuentro”, de dos colecciones. Una colección pública y

entre otros. En algunos casos

una colección particular, ambas asentadas en la ciudad de Corrientes. Estas colecciones, pensadas como

los autores son los mismos, en

conjuntos de piezas artísticas recopiladas con un sentido, con una mirada particular en un momento

otros comparten las inquietudes

determinado, fueron conformadas con ochenta años de diferencia y teniendo en cuenta esa distancia

estéticas y de contenido o son

temporal, nacieron a partir de un concepto diferente.

contemporáneos, construyendo

La colección del Museo Provincial de Bellas Artes “Dr. Juan R. Vidal” es una colección del estado provincial,

discursos disímiles o relatando

creada a partir 1927 con la creación del Museo Histórico Colonial y de Bellas Artes que siguió acrecentando su

las

patrimonio hasta la actualidad a través de diferentes mecanismos como la adquisición de obras ganadoras de

lenguajes diferentes.

mismas

historias

desde

Mural de Juan Carlos Soto. Av. Italia y San Juan. Corrientes

concursos y salones como así también mediante las donaciones de particulares, de la Asociación de Amigos del Museo y de los estados nacional y provincial.

En la intención de establecer “encuentros”, “diálogos” o espacios comparativos y teniendo en cuenta la presencia de un arte indudablemente latinoamericano, nos pareció pertinente la posibilidad de incorporar a

La otra colección, la privada de Juan Carlos Aquino es una colección valiosa, iniciada hacia 2004 con sus

artistas vinculados directamente a la región como Juan Carlos Soto, Rodolfo Schenone y Raúl Conti ya que

primeras piezas pero, con una existencia anterior en la conformación del gusto y el interés del coleccionista,

sus obras forman parte de la colección del Museo “Dr. Juan R. Vidal”. Trazos, imágenes e historias que nos

primero con una curiosidad ecléctica, que lo lleva a coleccionar estampillas, monedas antiguas, billetes,

remiten a hombres y paisajes de estas tierras descritas con lenguajes propios o como referencias a grandes

mates, y obras de artistas, no limitándose a un movimiento artístico o a un movimiento histórico - así surgen

maestros del arte latinoamericano.

las primeras piezas: “El Paisano” de Carlos Pablo Ripamonte y un aguafuerte de Benito Quinquela Martín, con

Lejos de la discusión de la originalidad del arte americano o de la crónica reiterada de la ecuación centro

los años la colección se fue orientando a conformar una muestra de arte latinoamericano. Viajero, amante

-periferia, hay una intención de encontrar el hilo conductor entre los colores de Tamayo, el cubismo

de la América profunda, admirador del arte prehispánico y colonial, Aquino guía su mirada hacia el arte

indudablemente argentino de Pettoruti y la particular abstracción de Seoane. No podemos mirar y admirar

hispanoamericano y la fue delimitando a lo largo de diez años con piezas valiosas que presentan coherencia

a nuestro Juan Carlos Soto sin referir a la obra de Carpani, o no relacionar las mujeres atravesadas por la

temática.

terrosa paleta de Mollari con los paisajes litoraleños de Rodolfo Schenonne o Raúl Conti.

Si bien la colección JCA es más amplia, realizamos un recorte que abarque a los Grandes Maestros: Rufino

En la sala, la muestra podría estar dividida en tres bloques definidos: pintura de proyección latinoamericana,

Tamayo, Iván Guasamín, Antonio Berni, Raúl Soldi, Vicente Forte, Antonio Segui y a los integrantes del

pintura argentina y arte regional. Sin embargo frente a la propuesta de mostrar algunos encuentros de los

Grupo Espartaco: Mario Mollari, Roberto Carpani, Emilia Diz, Juan Manuel Sánchez. La fuerte presencia

muchos posibles, consideramos resulta más interesante porque permite relacionar y volver a significar el

del Grupo Espartaco, en cantidad de obras e impacto visual en la colección, la define y da pistas claves en el

arte americano. A manera de puentes las obras conectan paletas y actúan como hilos que cosen historias, la

momento de encontrar el sentido de la colección.

muestra permite diálogos posibles, diálogos intemporales.

El Arte abstracto es un concepto general, que podríamos entender como oposición al concepto de arte figurativo, que remite a lo más esencial del arte, reducido a sus aspectos cromáticos, formales y estructurales. La abstracción acentúa las formas, alejándolas de la imitación o reproducción fiel o verosímil de lo natural; se inicia en términos generales en Europa en los primeros años del siglo XX y llega a Latinoamérica, junto a otras experiencias vanguardistas, con las primeras muestras de artistas latinoamericanos que regresan a sus países de origen luego de una etapa formativa en Europa. Emilio Pettoruti, Tarsila do Amaral, Rufino Tamayo, Frida Kahlo y Amelia Peláez son algunos de los artistas que introducen el cubismo, la abstracción, el surrealismo, reivindicando lo propio en clave contemporánea.

A pesar de las trayectorias y particularidades de lenguajes de Tamayo, Pettoruti, Forte y Seoane, es sugestivo ver cómo en algunos momentos de la producción artística se dieron paralelos y coincidencias. Adopción, adaptación de modelos europeos para una “manera de ver” marcadamente americana. Reelaboración de un lenguaje formal que marcará la modernidad, comienzo y desarrollo del arte contemporáneo en México y Argentina

“Tamayo, Pettoruti, Forte y Seoane Los Diálogos de la Abstracción”

Puede considerarse que la obra de Rufino Tamayo se caracteriza por una voluntad de integración plástica de la herencia precolombina autóctona, la experimentación y las nuevas tendencias pictóricas que revolucionaban los ambientes artísticos europeos a comienzos de siglo XX. Esta sincretización y ese interés por lo que acontecía en Europa desde el punto de vista artístico marcan diferencia en su trabajo y estilo respecto del núcleo fundamental de los “muralistas”, los cuales prefieren mantener una absoluta independencia estética respecto a las tendencias europeas y tener su fuente de inspiración en la herencia pictórica precolombina, marcadamente indigenista1. La misma experiencia encontramos en el trabajo de Emilio Pettoruti y su voluntad de contar historias locales a partir de un lenguaje adoptado en su experiencia europea. Sus cuadros se sintetizaron en una abstracción extraña y original que marcaron el desarrollo de la vanguardia en la Argentina.

Con un cierto desfasaje temporal este pasaje de los diálogos incluye a las obras de Luis Seoane y de Vicente Forte.

Seoane se caracteriza por la particular combinación de la figuración y de la abstracción. Ya no es una abstracción depurada, El dibujo no es una línea de encierro ni un límite de las formas y figuras, transcurre dentro de colores que lo exceden; el color no es una cualidad visual que se somete a los bordes de los trazos negros que lo delimitaban, sino que funciona expansivo e independiente. A su vez, Vicente Forte tiene una obra original, colorida y bien estructurada de muestra su sólida formación en composición plástica con Emilio Pettoruti y grabado con Lino Enea Spilimbergo. Su vínculo con Pettoruti, a quien frecuentó durante casi siete años, tuvo una decisiva influencia en su carrera pictórica, le enseño a buscar la luz en los matices de color.

Rápidos trazos y veladas transparencias de color, definen lo que el mismo artista expreso de su obra “..Mis barcas son el

recuerdo de un camino que yo recorría hasta el Riachuelo en mi bicicleta, empujando el frio con mi gorra..”2

1-Sainz, Luis Ignacio. Los Rasgos Plásticos de Rufino Tamayo en http://www. uam.mx/difusion/revista/dic99/sainz.html 2-Gutiérrez Zaldivar,Ignacio. Vicente Forte Humildad y Esfuerzo. http://www. maraustralis.com/mag091408hisar.html

“Figura“ Luis Seoane. 1968 58 x 73 cm. Óleo sobre tela Colección Museo Vidal

“Pájaro sobre una nube“ Vicente Forte. 1970 95 x 124,50 cm. Óleo sobre tela Colección Museo Vidal

“Hombre gris” Rufino Tamayo. s/f.

61 x 45,7 cm. Témpera sobre papel.

Colección Juan Carlos Aquino y Carolina Mozzati

“Barcas en el astillero”. Vicente Forte. 1967.

100 x 70cm. Témpera sobre cartón. Colección Juan Carlos Aquino y Carolina Mozzati.

“Raúl Soldi y Vicente Forte o la Poética de la Línea y el Plano”

“Pájaro tropical” Emilio Pettoruti. 1958 65 x 100 cm. Óleo sobre tela Colección Museo Vidal

La figuración de Raúl Soldi transcurrió entre lo tembloroso de las figuras y una paleta sutil en matices y luces. “…su pintura se hizo minuciosa en detalles y toques

cortos de pincel; sus anatomías optaron por lo superfluo, todo resultaba puro

“Dos figuras” Raúl Soldi. s/f.

44 x 32 cm. Técnica mixta.

Colección Juan Carlos Aquino y Carolina Mozzati

encaje pictórico…”3. En este encuentro entre Soldi y Forte, este último presenta una definición formal colorida que lo aleja de sus propuestas abstractas y de los paisajes portuarios de muchas de sus obras y se acerca a Soldi a través de un delicado planteo de sus figuras femeninas. Ambos artistas se enlazan mediante la amable resolución plástica y entablan un dialogo poético.

“En la cama” Raúl Soldi. s/f 49 x 34 cm.

Técnica mixta sobre papel.

Colección Juan Carlos Aquino y Carolina Mozzati.

3- Pacheco; Marcelo. De las primeras vanguardias al informalismo. Doscientos Años de Pintura Argentina. Vol II. Edición del Bco Hipotecario. 2013. Pág. 31

“De maestros y discípulos Quinquela y Osvaldo Imperiale”

“Figura en silla barroca” Raúl Soldi. 1969 68 x 98 cm. Óleo sobre tela.

Colección Museo Vidal.

“Músicos” Raúl Soldi. s/f.

33 x 50 cm. Témpera sobre cartón.

Colección Juan Carlos Aquino y Carolina Mozzati.

“Día de trabajo” Osvaldo Imperiale. s/f.

30 x 25 cm. Óleo sobre cartón.

Colección Juan Carlos Aquino y Carolina Mozzati.

Benito Quinquela Martín es considerado el pintor de puertos y es uno de los pintores más populares del país. Sus pinturas muestran la actividad, vigor y rudeza de la vida diaria en La Boca. Le tocó trabajar de niño cargando bolsas de carbón y estas experiencias influenciaron la visión artística de sus obras. Sus cuadros cargados de materia y color definen una escuela con discípulos que continuaron el camino trazado.

Osvaldo Imperiale, es un pintor de fuerte tono localista enamorado del barrio de la Boca en la ciudad de Buenos Aires, de sus pobladores, sus calles y el Riachuelo.

Se dedicó a captar con su paleta los distintos climas y ritmos de la zona con un neto estilo costumbrista.

Inspirado notablemente por quien fuera el destacado pintor Benito Quinquela Martín. La paleta de Imperiale presenta la continuidad de lenguaje y técnica estableciendo un dialogo armonioso entre la obra del maestro y el discípulo.

“Salida del puente” Benito Quinquela Martín. c. 1970.

114,5 x 166 cm. Óleo sobre tela.

Colección Museo Vidal.

En este pasaje de la muestra, el encuentro de estos artistas, nos permite una lectura extensa desde Colombia al Nordeste Argentino de un arte que reivindica y en algunos casos reconstruye un arte americano.

Guayasamín, Grupo Espartaco, Juan Soto, Rodolfo Schenone y Raul Conti trazan un recorrido profundo enlazando identidad, tradición e historia.

El pintor y escultor colombiano Iván Guayasamín, uno de los más destacados representantes del expresionismo indigenista latinoamericano, a través de su obra retrata las costumbres de culturas prehispánicas asentadas en Colombia, como la muisca y la kiwa.

Sobrino del artista colombo-ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, Iván también recrea las culturas indígenas en dibujos, pinturas, murales y esculturas. Sus temáticas abarcan el drama, la melancolía, el sosiego, la soledad y la ternura de la sociedad amerindia, abandonada, dolida y desplazada por los colonizadores. El pintor reflexiona sobre la “delirante pesadilla de destrucción” del hombre primitivo urbano.

“La Iconografía Americanista: Guayasamin, Mollari, Carpani, Conti, Diz, Soto, Sanchez, Schenone”

El correlato argentino de esta búsqueda está presente en las obras y discurso del Grupo Espartaco. A continuación algunos retazos de su proclama, publicado en 1961 donde definen su visión del arte de la época y de la necesidad de replantearlo.

“…Es evidente que en nuestro país, a excepción de algunos valores aislados, no ha surgido hasta el momento una expresión plástica trascendente, definitoria de nuestra personalidad como pueblo. Los artistas no podemos permanecer indiferentes ante este hecho, y se nos presenta con carácter imperativo la necesidad de llevar adelante un profundo estudio del origen de esta frustración…” “…El problema del surgimiento de un arte nacional en nuestro país, determina el verdadero alcance que debe tener para nosotros el término “nacional”. Unidad geográfica, idiomática y racial; historia común, problemas comunes y una solución de esos problemas que sólo será factible mediante una acción conjunta, hacen de Latinoamérica una unidad nacional perfectamente definida. La gran Nación Latinoamericana ya ha tenido en Orozco, Rivera, Tamayo, Guayasamín, Portinari, etc., fieles intérpretes que partiendo de las raíces mismas de su realidad han engendrado un arte de trascendencia universal. Este fenómeno no se ha dado en nuestro país salvo aisladas excepciones….” “..El arte latinoamericano, considerando las características sociales y políticas de nuestro continente, ha de estar necesariamente imbuido de un contenido revolucionario, que será dado por el libre juego de los elementos plásticos en sí, prescindiendo de la anécdota desarrollada, si es que la hay. La anécdota podrá tener una importancia capital para el artista cuando aborda una temática que siente profundamente y en la cual encuentra inspiración; pero en última instancia no constituye el elemento que justifica y determina la validez

La revisión también se dió desde la región de la mano de Juan Carlos Soto y de Rodolfo Schenone búsquedas que son individuales pero que confluyen en obras potentes que transitan la mismas búsquedas de Guayasamín y Espartaco.

Juan Carlos Soto nació en Villa Ana, Santa Fé, llegó a Corrientes en 1969 y se quedó para siempre. Sin dudas amó esta provincia hasta convertirla en razón de su vida e inspiración esencial de su obra, consolidándose como uno de los artistas correntinos más originales y prolíficos. Fundador del Grupo Arte Ahora a través del concepto de arte público inundo la ciudad de obras de carácter urbano.

“Flautista” Iván Guayasamín. 2000.

100 x 80 cm. Óleo sobre tela.

Colección Juan Carlos Aquino y Carolina Mozzati

intrínseca de la obra de arte, ni es de ella que emana el contenido de su trabajo. De ahí lo absurdo de cierto tipo de pintura pretendidamente revolucionaria que se limita a describir escenas de un revolucionarismo dudoso, utilizando un realismo caduco y superado. No es de extrañar entonces que por su misma inoperancia esta pintura sea tolerada, y hasta en cierto modo favorecida, por aquellos mismos que combaten toda expresión artística auténticamente nacional y revolucionaria….”

“… la obstinada decisión de transmitir el mundo de las tradiciones, sus sentimientos más íntimos y los rasgos de una identidad. Su producción está compuesta por una singular lectura del pasado histórico y la descripción de un realismo social inspirado en lo popular para exaltar el origen de una idiosincrasia y su cultura, reconociendo valores fuertemente arraigados a la provincia que eligió

“…De las manos de la nueva generación de artistas latinoamericanos habrá de salir el arte de este continente, que aún no ha realizado su unidad; quizá le esté reservado por este arte revolucionario realizarla antes en la esfera creadora como síntoma de la inevitable unificación política. Pues no sería la primera vez en la historia que el arte se anticipa a los hechos económicos o políticos; y tal vez en ello reside su grandeza. Partiendo de la realidad, la prefigura y la renueva.

Estos objetivos se cumplirán mediante una doble acción: el arte, no puede ni debe estar desligado de la acción política y de la difusión militante y educadora de las obras en realización. El arte revolucionario latinoamericano debe surgir, en síntesis, como expresión monumental y pública. El pueblo que lo nutre deberá verlo en su vida cotidiana. De la pintura de caballete, como lujoso vicio solitario hay que pasar resueltamente al arte de masas, es decir, al arte..”

GRUPO ESPARTACO. Abril de 1961 4

4- http://www.fba.unlp.edu.ar/muralismo/manifiesto_grupo_espartaco.html

como suya.

La vital expresividad de Juan Carlos Soto se devela especialmente en los colores utilizados, gesto plástico que reflejó la conciencia de su propia realidad en una paleta tan persuasivamente vibrante como conmovedora por su elocuencia telúrica.

En los matices se advierte una fuerte sensación poética que evoca con firmeza las referencias de esa tradición mítica y legendaria que lo significa y constituye como artista. Es oportuno mencionar que Juan Carlos Soto estuvo ligado a Carlos Alonso, Antonio Berni y Juan Carlos Castagnino”.5

5-Insaurralde, Gustavo en http://www.ellitoral.com.ar/es/articulo/174947/Homenaje-a-la-obra-de-Juan-Carlos-Soto

“Mujer con sandía” Juan Carlos Soto. s/f.

66,5 x 93,5 cm. Óleo sobre tela.

Colección Museo Vidal.

En referencia a la obra de Schenone, el Prof. Marcelo Fernández escribe:

carácter propio aun en mutaciones profundas. Así se revela en pinturas de esquemático trámite o en tallas

“Evidentemente para Rodolfo Schenone la transcripción del panorama físico de los sectores sociales más

directas en madera, donde invade la tercera dimensión, su obra recorre el mismo camino, aunque se muestra

sufridos de la costa del río no constituye sino el aspecto formal y característico de su mensaje plástico,

distinta, diversa…” 7

aún cuando atractivo, original y sobresaliente. A poco de extender la mirada por el conjunto que expone el observador menos avisado llega a la conclusión que dicho mensaje entraña una denuncia dolorosa,

La potencia del paisaje, de nuestro paisaje y su gente invaden las telas y papeles que Juan Carlos Soto,

poniendo al descubierto la desprotección humana de sectores sumergidos del continente, solo amparados

Rodolfo Schenone y Raul Conti. Registran con minuciosidad. Paisajes y gentes, nuestro hábitat, animales y

por apelaciones misteriosas. Basta analizar las sucesivas etapas de su discurso para comprender no sólo la

vegetación. Colores y matices que caracterizan esta porción de América y aparecen dispuestos en escenarios

coherencia del principio reivindicativo de toda su obra, su emocionada solidaridad, sino el apropiado recurso

oníricos cargados de profundo dramatismo.

técnico para revelarla”

La América y el arte americano que reclama y proclama el Grupo Espartaco también están presentes en el

6

arte regional y en las obras de estos maestros.

“Paisaje en el banco” Rodolfo Schenone. 1980.

79 x 59 cm. Óleo sobre tela.

Colección Museo Vidal.

Nacido en Córdoba, Raúl Conti tiene un pasado y un vínculo familiar con Corrientes. Esta provincia, sus paisajes, los habitantes están presenten en algunas de sus obras.

El crítico Osiris Chierico dice al referirse a la obra de Raúl Conti “….América es la vocación de Raúl Conti, la

entrañable vocación que ha llevado a este cordobés formado en tierras litoraleñas junto a la visión popular de Juan Grela, de etapa en etapa, a la develación de ese mundo que se muestra o subyace en una imagineria de

6- Fernandez, Marcelo en http://museovidalctes.es.tl/RODOLFO-SCHENONE-.-MITOS-Y-ESENCIALIDAD-DE-MI-TIERRA.htm

“La curación” Raúl Conti. 1977.

70 x 70 cm. Óleo sobre tela.

Colección Museo Vidal .

7- Santana, Raúl; Caragol Barreto, Taina y Neumann, Marc. Raul Conto Sixty Years of Painting and Sculptures. 2004. Pág 183.

“Mujer y viento”. Juan Manuel Sánchez. 2009.

80 x 100 cm. Óleo sobre tela. Colección J.C. Aquino y C. Mozzati.

“Campesinas”. Mario Mollari. 1987.

60 x 50 cm. Óleo sobre tela. Colección J.C. Aquino y C. Mozzati.

“Con G”. Juan Manuel Sánchez. s/f.

70 x 100 cm. Óleo sobre tela. Colección J.C. Aquino y C. Mozzati.

“Dos mujeres”. Juana Elena Diz. s/f.

46 x 39 cm. Técnica mixta. Colección J.C. Aquino y C. Mozzati.

“Niña con bolsa”. Mario Mollari. s/f.

60 x 50 cm. Óleo sobre arpillera. Colección J.C. Aquino y C. Mozzati.

“Dos amantes”. Juan Manuel Sánchez. s/f.

76 x 56 cm. Tinta sobre papel. Colección J.C. Aquino y C. Mozzati.

“Sombrilla de ambay”. Rodolfo Schenone. 2003.

100 x 120 cm. Óleo sobre tela. Colección Museo Vidal.

“Alambrado”. Juan Manuel Sánchez. s/f.

50 x 40 cm. Óleo sobre tela. Colección J.C. Aquino y C. Mozzati.

S/t. Ricardo Carpani. s/f.

60 x 45 cm. Dibujo sobre papel. Colección J.C. Aquino y C. Mozzati.

S/t. Ricardo Carpani. 1964.

32 x 21 cm. Tinta sobre papel. Colección J.C. Aquino y C. Mozzati.

“La Crítica Social de Berni a Fidel Fernández”

“Muchachas con girasoles”. Mario Mollari. s/t.

90 x 100 cm. Óleo sobre arpillera. Colección J.C. Aquino y C. Mozzati.

“Pelando habas”. Mario Mollari. s/f.

60 x 70 cm. Óleo sobre arpillera. Colección J.C. Aquino y C. Mozzati.

“Tomando aire” Antonio Seguí. 2010.

70 x 60 cm. Acrílico sobre tela.

Colección Juan Carlos Aquino y Carolina Mozzati.

El fuerte contenido social de este encuentro entre Antonio Berni, Antoni Seguí, Marcia Schvartz y Fidel Fernández marcan esta sección de la Muestra “Diálogos Intemporales” un dialogo muchas veces acalorado, para representar con dureza las realidades sociales y la vida del habitante de la Argentina y Paraguay.

Berni fue un artista representativo de la época que vivió; lo caracterizó el fuerte contenido social de su obra.

Con una galería de personajes entre los que se destacan Juanito Laguna y Ramona Montiel, representantes de los sectores más bajos y olvidados.

Cuando Marcia Schvartz define su obra, se ubica en ese lugar de observadora de la realidad social.

S/t. Fidel Fernandez. 2013.

194 x 144 cm. Óleo sobre tela. Colección Juan Carlos Aquino y Carolina Mozzati.

“..Un artista emergente de nombre Fidel Fernández puede reflejar a través de sus pinturas al óleo el dolor “…Cuando empecé mi obra fue un registro de todo lo que me pasaba, de todo lo que miraba. Me considero una

paraguayo, tal como lo hizo Rafael Barret a comienzos de siglo con sus crónicas. Apreciar la obra de Fernández

cronista de mi época, sobre todo hasta casi mis treinta años. Puse el acento en personajes suburbanos y en la

es sumergirse en la desgarradora realidad, en los gestos y suspiros de los marginados, de los oprimidos

ciudad misma. Todo me impactaba: sin categorizaciones y rajando de los estereotipos…”8

De esta manera se presenta a Fidel Fernández, joven artista paraguayo. Que a través de sus grandes oleos representa realidades o situaciones sociales con crudeza e ironia..” 9

Influenciado en los primeros años de la carrera por artistas como Georg Grosz u Otto Dix, Antonio Seguí practica una figuración expresionista en donde prevalece la ironía.

Berni. Schvartz, Seguí y Fernández un dialogo intemporal que trasciende las palabras y se sumerge en la

Poco a poco, su figuración ha evolucionado hacia el absurdo construyendo una especie de teatro en cuya

belleza de las formas para contar historias trágicas e irónicas de nuestra realidad.

escena está el ser humano en movimiento buscando su lugar en el mundo. La caricatura y el humor suplantan

Estos diálogos intemporales, permiten relaciones impensadas y correspondencias esperables. Dos

a la angustia existencial. Intenta de este modo orquestar los giros y las locuras de una comedia humana,

colecciones, grandes maestros y un trazo delicado que desde Corrientes nos permite una lectura posible del

irónica, falsamente inocente e inquietante.

Arte Latinoamericano.

8- http://www.macheteart.com/marcia-schvartz/

9-El Dolor paraguayo en la obra del Fidel Fernández. Ultimahora.com 19 de julio de 2012. http://www.ultimahora.com/el-dolor-paraguayo-las-obras-fidelfernandez-n546360.html

“Ramona y Gardel”.

Antonio Berni. s/f.

29 x 38 cm. Gofrado.

Colección Juan Carlos Aquino y Carolina Mozzati.

“Sueño”.

Marcia Schvartz. 1984.

70 x 70 cm. Óleo sobre tela.

Colección Museo Vidal.

Bibliografía Fernández, Marcelo Daniel. “Los Fundadores de las Artes Plásticas de Corrientes” Instituto Semper, Moglia Ed. 2000 Fernández, Marcelo Daniel. “Catalogo razonado de pintores y escultores de Corrientes” Municipalidad de Corrientes, 1998.

Pacheco, Marcelo. Doscientos Años de Pintura Argentina: de las primeras vanguardias al informalismo. Banco Hipotecario Nacional. Buenos Aires, 2013.

Santana, Raúl; Caragol-Barreto, Taina; Neumann, Marc. Raul Conti Sixty Years of Painting and Sculptures. 2004.

*Gabriel Romero. Curador de la Muestra. Arquitecto FAU-UNNE, Máster en Historia del Arte y la Arquitectura UPC-Barcelona, Presidente del Instituto de Cultura de Corrientes, Profesor Titular FADyCC-UNNE. Académico Delegado Academia Nacional de Bellas Artes.

El Museo Vidal Su Patrimonio Luis Bogado, Lic.

La antigua casona señorial del gobernador Dr. Juan R. Vidal, acondicionada a Museo Provincial de Bellas Artes en el año 1963 alberga en sus colecciones casi seiscientas obras de arte, entre pinturas, dibujos, grabados, expresiones de arte contemporáneo, etc., en su gran mayoría obras de fines del siglo XIX y de todo el siglo XX hasta la actualidad. Autores argentinos como Fader, Quinquela Martín, Sívori, Cesáreo de Quirós, Petorutti, Alice, Buttler, Soldi, Caraffa,

Pío

Collivadino,

Gramajo

Gutierrez,

“Interieur de la bergerie “ Charles Emile Jacque. c.1880.

58,5 x 37,5 cm Colección Museo Vidal.

Perlotti, junto a autores del arte universal como Foujita, y representantes de la escuela francesa pre impresionista de Barbizón como Charles Emile Jacque y Henry Harpignies, de la escuela española costumbrista,

José

Pinazo

Martínez,

Mateo

Bermudo y José Villegas y Cordero, junto a autores regionales, integran su patrimonio, posicionándolo como uno de los centros referenciales artísticos de la Provincia, escenario de innumerables exposiciones de artistas nacionales y extranjeros, y legitimador natural del ámbito cultural correntino.

“Motivo de arte nipón” Tsuguharu Foujita. 1932.

39 x 29,7cm.

Tinta sobre papel de arroz.

Colección Museo Vidal.

Este patrimonio tiene su origen en la fundación misma de la institución en 1927 junto al entonces Museo Histórico, Colonial y de Bellas Artes, cuyo desdoblamiento en dos museos se produciría en 1965, acrecentándose con el tiempo y hasta la actualidad a través de procesos de donaciones, adquisiciones y legados, fundamentalmente. El origen de los primeros museos del país debe encontrarse en la adquisición de obras, donaciones o legados de coleccionistas. La historia del arte en la Argentina registra el nombre de varios mecenas, perpetuado en los nombres de las colecciones, patrimonio de las instituciones, -y casi siempre condición testamentaria- José Prudencio de Guerrico, Mercedes Santamarina, María Luisa Bemberg, entre muchos otros.

Colección señera es la conformada por 37 obras de artistas argentinos, conjunto adquirido gracias al legado testamentario de Félix Bunge, conspicuo empresario agro ganadero bonaerense, mecenas de artistas y

“Los dos tordillos” Fernando Fader. 1904.

55 x 40 cm Colección Museo Vidal .

deportistas. Conforman esta colección obras de autores significativos del arte nacional cuya formación

cultural y simbólico –dentro de un sistema de profunda desigualdad regional.

académica –perfeccionados en los grandes centros europeos de la época- y consolidados en sus trayectorias

Formados en Europa o con maestros europeos, artistas nacidos en el país o

en el país contribuyen al alto valor artístico del patrimonio del Museo.

inmigrantes han legado una obra contundente, que actualmente es interpretada

Artistas locales de innegable trayectoria –fundadores de las artes plásticas correntinas- y discípulos de

como portadora de valores propios y singulares.

maestros academicistas y formadores a su vez de otros tantos cuyas obras también integran los fondos del

En esta construcción simbólica intervinieron diversos elementos: las tradiciones

Museo Vidal donaron parte de sus colecciones como lo son las colecciones Ballerini compuesta por catorce

europeas, el sentimiento nacional y la conciencia del valor del creador. En la

óleos y la de Ofelia Quiroga de Róveda por diecisiete grandes lienzos que ilustran mitos y leyendas guaraníes.

construcción de la imagen de Nación –nacionalismo artístico-, Mariana Giordano

La colección Luis Macaya está formada por 14 dibujos que ilustran el libro de los hermanos Robertson “Cartas

(2009) observa la confluencia de dos planos: por un lado la obra de artistas que

de Sudamérica”.

respondían a un discurso oficial tendiente a plasmar a héroes y hechos históricos

Mención especial merece una de los últimos conjuntos de obras adquiridas con la finalidad específica de su

señeros en la conformación de una Nación civilizada, y en otro plano la visión de

itinerancia, dieciocho pinturas que representan diversas expresiones estéticas sobre la figura del Gauchito Gil.

artistas viajeros sobre el paisaje y las costumbres.

La preeminencia del primer plano en esta construcción hegemónica, con su

En los últimos años el Museo Vidal viene incorporando en su patrimonio un conjunto considerable de obras

centro en Buenos Aires, y la enseñanza académica de las artes – con el eje en la

con lenguajes contemporáneos diversos, obras rigurosamente seleccionadas y laureadas en Salones de

ciudad y sus habitantes- contribuirían a la instauración de una cultura nacional,

proyección regional e internacional, como lo es la inclusión de la Región ARPA, que incluye a la República del

disminuyendo las particularidades regionales – con el campo y el gaucho como

Paraguay.

protagonistas-.

Siendo en su esencia, denominación y continuadora de instituciones académicas decimonónicas, alberga

En alguna de las obras de la Colección Bunge por ejemplo, como “Los serranos”

en un gran porcentaje obras que responden a los gustos estéticos imperantes a fines del siglo XIX y primeras

de Celina Mascias de Méndez, “Saraca” de Carlos E. Castagnino, “Iglesia La

décadas del XX como son los géneros del retrato, paisaje y bodegón.

Morena” de Ezio Rovere, “Pescador” de Cleto Ciocchini, “El quenero” de Francisco

La construcción de una identidad nacional se ve reflejada en autores que pintaron a personajes y paisajes tendientes a reforzar esa cimentación de una imagen nacional, conducida también por la normativa de los reglamentos de Salones y concursos y las selecciones del jurado, que sostuvieron esta iconografía. La crítica

S/T, de la serie Cocktail.

Alejandro Kuropatwa. 1996.

130 x 160 cm. Fotografía.

Colección Museo Vidal.

Ramoneda, “Paisaje cordobés” de Raúl Mazza, o “Los dos tordillos” de Fernando Fader, entre otras, podemos identificar esa construcción de un relato académico inserto en personajes, paisajes o hechos locales de cada artista. Propuestas

de arte también contribuyó a esta visión estética promoviendo la distribución de sus valores entre el público.

estilísticas en boga –derivaciones o adscripciones al impresionismo francés

Desde comienzos del siglo XX, en la sociedad argentina se observa la preocupación de diversas asociaciones

principalmente, con adaptaciones locales-, como temáticas y técnicas plásticas

tanto para fomentar el desarrollo de la cultura como para proteger el patrimonio artístico e histórico. En forma

tradicionales, evidencian la plena asimilación de un lenguaje académico.

simultánea se registra el inicio del coleccionismo particular y la creación de instituciones para atesorar el legado y promover la producción artística. En el período que va desde 1880 a 1920 tanto el Estado como

En el ámbito local correntino el estudio y la difusión de las bellas artes eran

las iniciativas privadas estimularon la institucionalización de la vida artística nacional. Las bellas artes y los

cultivados por los miembros más destacados de la sociedad, y el establecimiento

sistemas de enseñanza son impulsados desde la esfera oficial. Mención especial requiere la creación del

de artistas extranjeros como José Fonteneau, Adolfo Mors y Roberto Gersbach,

Salón Nacional (1911), al cual concurrieron y obtuvieron lauros, varios de los artistas autores de las obras que

entre otros, formados en los centros europeos iniciaron la enseñanza artística

componen en un gran porcentaje las colecciones del Museo.

sistematizada propiciando la creación de la Academia de Bellas Artes “Josefina Contte” en 1907 y del Museo Histórico, Colonial y de Bellas Artes en 1927, del cual

La modernización tuvo un giro en la época del Centenario de la Revolución de Mayo. A partir de las vísperas

se desprendería años más tarde el actual Museo Vidal. Desde estas instituciones,

y como continuidad de la celebración se encaró la construcción de la nacionalidad desde el punto de vista

señeras y fundadoras de la actividad cultural en Corrientes se promovió la

enseñanza no solamente de las bellas artes sino de la música, el canto, literatura e idiomas extranjeros.

Discípulos de aquellos maestros continuarían con la labor pedagógica artística y de producción pictórica, como el caso de Antonio P. Ballerini, Justa Díaz de Vivar y José Negro, cuya obra “Curupicaí” constituye una de las obras más admiradas y recordadas por los asiduos visitantes al Museo. Estos artistas, con sus paisajes nativos y su paleta impresionista se convirtieron en un fiel exponente de la influencia academicista europea.

Podemos afirmar, que sobre el valor artístico de la colección del Museo, prevalece el valor histórico y testimonial de un legado que reúne exponentes del arte argentino en los primeros años del siglo XX como aporte al patrimonio del Museo Vidal, legitimada por la institución y por ser un acervo fundacional de futuras adquisiciones.

Con las obras de Emilio Pettoruti “Pájaro tropical”, quien irrumpe en el arte argentino significando un quiebre del paradigma plástico nacional ,Benito Quinquela Martín “Salida del puente”, Raúl Soldi “Figura en silla barroca”, Luis Seoane “Figura”, ”S/T” de Marcia Schvartz, Raúl Conti “La curación”, Juan Carlos Soto

“Curupicaí “. José Negro. 1948.

130 x 106 cm. Óleo sobre tela.

Colección Museo Vidal.

Una Colección Incompleta

“Mujer con sandía” y Rodolfo Schenone “Paisaje en el banco” en un diálogo intemporal con las obras de autores latinoamericanos -entre ellos las de renombre del arte argentino- el Museo Vidal reafirma su papel de institución artística relevante en la cultura provincial, regional y nacional, contribuyendo a la revalorización y consolidación de su lugar en la memoria colectiva sobre su patrimonio.

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Juan Carlos Aquino, Dr.

Todo coleccionista que se precie de tal, “sabe” que su colección está incompleta.

Y “siente” que le faltan incorporar muchas obras que aún no tiene, sea por el motivo que fuere.

Coleccionar, tiene algo de similitud al mito de Sísifo; que fue obligado a cumplir un castigo que consistía en empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera empinada, pero antes de que alcanzase la cima de la colina la piedra siempre rodaba hacia abajo. Y Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el principio. Una y otra vez.

Cada vez que un coleccionista compra una obra, “siente” que tiene que empezar de nuevo.

De eso se trata esta colección incompleta. De presentar lo que “hay hasta ahora”, pero que con toda seguridad va a seguir completándose.

En lo personal, siempre fui coleccionista. Desde “tiempos inmemoriales”: estampillas, monedas antiguas, billetes. Siempre como común denominador he tratado de coleccionar algo que fuera interesante, con historia para contar, de valor y único.

Una historia para contar, algo único, que tenga valor. ¿Qué es lo que une estos conceptos ? El valor que se le da al tiempo.

Ciertos momentos dedicados al ocio, son en la actualidad mal vistos.

Por el contrario, Julio Cortázar afirmaba en una entrevista que el gran fracaso del marxismo (y también del capitalismo), es pensar que el tiempo de ocio es un tiempo inútil.

“Se ha afirmado reiteradamente que la civilización occidental es hija del ocio. La razón es que no es fácilmente entendible el nacimiento y apogeo de la filosofía y de las ciencias, en la civilización grecorromana, sin la existencia de un numeroso grupo de ciudadanos, denominados libres, que pudieron dedicarse a la teoría y la contemplación”. (“El Ocio en la Grecia clásica”, de Santiago Segura Munguía).

El lujo de esta época es tener tiempo para dedicarse a lo que nos da satisfacción.

Si asociamos al “lujo” con lo “exclusivo”, único o irrepetible; cabe preguntarse dónde está el lujo.

Tiempo y Particularidad. Lo “exclusivo” no necesariamente es excluyente o costoso.

Para ser propietario de una obra de arte, no necesariamente hay que tener dinero. Hay que tener tiempo, dedicación, apasionarse, emocionarse y convencerse. Por último, hay que tener tiempo para disfrutarla.

En estos tiempos, mucha gente puede comprarse un reloj caro, de marca, que dé “prestigio” de acuerdo a los estándares modernos. Una cartera o un traje de miles de dólares. Solo basta viajar e ir las las tiendas de Louis Vuitton, Girard Perregoux, Hermes, Ermenegildo Zegna y comprar alguno de sus productos por miles de dólares. O simplemente comprarlo por Internet. Son artículos caros, y confieren a su portador una suerte de estatus moderno.

S/t. Antonio Berni. s/f. Carbonilla sobre papel. 46 x 63,5 cm Colección Juan Carlos Aquino y Carolina Mozzati

Pero no es un lujo. Son productos hechos en masa.

No cualquiera puede comprar una obra de arte (quizás mucho menos costosa) pero que -para mi- representa y subsume el verdadero “lujo” de estos tiempos: tiempo para elegir algo exclusivo, particular, finito. Que no está asociado a su costo necesariamente.

Tiempo y Exclusividad. Un producto caro y masivo que se rompe puede ser reemplazado por otro igual. Una obra de arte, por más simple que fuere, representa dedicación, ideas, pasión, puesta en escena.

Un cuadro, una escultura, una foto son partes íntimas que un artista transfiere al coleccionista. Es su tiempo y su pasión. Dos valores que hay que rescatar en estas épocas en que esas características son escasas.

Cualquiera que reúna esas características. O un poco de ellas, es un coleccionistas. Y un “rico” de esta época.

Volviendo a mi colección incompleta, los gustos han ido variando: antes me interesaban los grandes, consagrados. Las grandes firmas.

Ahora, con más tiempo dedicado, soy ecléctico.

Para completar esta colección, me faltan incorporar muchos artistas cuyas obras pude ver personalmente (Diego Rivera, Frida Khalo, Siqueiros, Pascual Di Bianco, un mural de Carpani, Macció, Fernando Botero, Cundo Bermudez, Pedro Friedeberg, René Portocarrero, Pedro Figari, Victor Florido, Caroline Shotton …..) ……y muchísimos que aún no conozco.

Un lugar en Latinoamérica llamado Corrientes

A lo “Sísifo”, voy a continuar eternamente subiendo la ladera empinada con una obra, para dejarla en mi colección y empezar de nuevo a subir la pendiente con una nueva obra. Empezar de nuevo desde el principio.

Una y otra vez. Pero con una inmensa satisfacción de hacerlo.

Borges decía algo así como que “las verdades son mucho mas sencillas y menos sofisticadas de lo que la gente supone”.

Para mi, el hecho de coleccionar no tiene una respuesta sofisticada. Es –solamente- puro placer y satisfacción.

Los invito a hacerlo. Solo hace falta una obra para empezar.

*Juan Carlos Aquino. Abogado, coleccionista.

Francisco BenÍtez, Arq.

Quizás sean los pueblos profundos los que más aportes hagan a la construcción Americanista. Corrientes,

Así conoce el rigor del clima y los secretos de la siesta, la magia que envolvería más adelante toda su obra.

una provincia orgullosa de sus convicciones, sustentada en la magia de su gente y sus paisajes, ha logrado

Pero seguramente su cruce a la vecina orilla sea lo que más haya impactado al muy joven Rodolfo. Imagino

en tres artistas plásticos con diferentes historias de vida, el compromiso de plasmarlo a través de sus obras,

ese primer cruce en balsa, en un contacto directo con el rio y todos sus personajes costeros. La canoa, el

aportando así a esta construcción de la gran América. Raúl Conti, Juan Carlos Soto y Rodolfo Schenone

pescador, el vendedor de pescado, el banco de arena, el horizonte sin más.

representan lo más genuino en esta búsqueda.

En 1959, el Fondo Nacional de las Artes le otorga una beca para estudiar en Capital Federal. Asiste así a talleres con los maestros Raúl Soldi, Luis Seone y Horacio Butler. Entre 1965 y 2000 fue profesor en el Taller de Artes

Raúl Conti, nació en Morteros, Córdoba, en el año 1931 y comenzó desde muy niño a mostrar sus dotes

Visuales de la Universidad Nacional del Nordeste.

como artista, dando sus primeros pasos en la ciudad de Rosario donde residió con su familia. Pero es el pintor

De prolífica carrera dice el artista de su obra:“recurro en mi temática a la existencia del hombre y la mujer

Juan Grela quien le brinda el conocimiento formal del lenguaje plástico. Esas vueltas del destino, casi mágico,

inmersos en su trágico entorno de vibraciones metafísicas, que nos representan en el contexto del duro

que por lo general acompaña a quien esta signado en llevar una vida no convencional, lo trajo a Corrientes,

paisaje regional, aspiro con ello ser un testimonio de mi tierra y mi época”

más precisamente al pueblo de Itati a 90 km de la capital provincial. Es en esas tierras donde el artista echa

Y sí que lo ha logrado, haciendo una descripción costumbrista del hombre de esta tierra amparado en

raíces, se casa, tiene sus hijos, y consolida su espíritu artístico con los colores y las formas del paisaje y con las

sus mitos, supersticiones y desesperanzas, utilizando la neo figuración y el expresionismo como recurso

simples costumbres de su gente. Sentando así las bases de su iconografía que luego repetiría sin importar el

expresivo, desde la temática hasta lo técnico y compositivo.

lugar en el mundo donde le tocara vivir.

Que mágicos hilos tejen las carreras artísticas de estos tres maestros que alguna vez pasaron por un lugar Juan Carlos Soto, nació en Villa Ana de la provincia de Santa Fe el 7 de octubre de 1942. Cursó sus estudios

en Latinoamerica llamado Corrientes. Que historias tan ricas supieron vivir para luego ser plasmadas en sus

en el Taller de Arte de la Universidad Nacional del Nordeste en la Ciudad de Resistencia, Chaco. A mediados

obras. Como el paisaje, los colores, los animales, el rio, el pescador, la curandera, el guaraní, calaron hondo

de los años sesenta viajó a Buenos Aires, vivió cinco años ahí y asistió a la Academia Estímulo de Bellas Artes.

en el voraz espíritu de búsqueda en lo profundo de esta tierra, de tres de sus más fervientes comunicadores.

Sus maestros fueron Lino Eneas Spilimbergo y Carlos Alonso. Pero fue Corrientes quien supo contener su

Sea como sea, y dejando de lado cualquier especulación, lo concreto es que nadie mejor que Raúl Conti,

espíritu voraz, transformándose en tierra fértil para “el hacer”. Rápidamente encontró su lugar como artista,

Juan Carlos Soto y Rodolfo Schenone han transmitido en sus obra el espíritu de esta tierra inaugurando en la

y supo seducir al público con su expresionismo, con obras cargadas de realismo social que dejaba vislumbrar

plástica de la provincia el expresionismo, la crítica social, la iconografía y la neo figuración.

una personalidad de fuertes convicciones. Quizás su gran aporte a la comunidad como tal, haya sido el grupo

Grabado a fuego sus pasos por este pueblo, desde aquella primer exposición de Raul Conti en el año 1954,

“Arte Ahora” que enfilado en una sucesión de eventos favorable, permitió llevar adelante una de las mayores

en el entonces Museo Histórico, Colonial y de Bellas Artes de la Provincia de Corrientes, la retrospectiva de

transformaciones de la ciudad de Corrientes en cuanto a arte urbano se refiera. Corrientes la ciudad de los

Juan Carlos Soto en el año 2007, o la última muestra del maestro Rodolfo Schenone en el año 2014 festejando

murales, deja escrita con cincel el nombre del maestro Soto en la historia de este pueblo. Juan Carlos fallece el

sus 50 años de muestras en sus salas, el Museo Provincial de Bellas Artes “Dr. Juan R. Vidal” se ha convertido

16 de septiembre de 1995 dejando el vacío de quien tiene mucho aún para dar y no le alcanzó el tiempo, pero

en fiel testigo y cómplice de estas tres prolíferas e inquietantes vidas devenidas en historias, historia que

logrando burlar al destino proyectándose en las obras de sus compañeros y discípulos con la misma tenacidad

hacen a un capítulo importante en la plástica correntina. Y es el museo quien queda con la responsabilidad

de hacer del arte muralista una cualidad identitaria de la ciudad que lo contuvo durante tan productivos años .

de custodiar su patrimonio tangible de obras como “La curación” de Raúl Conti, “Mujer comiendo sandía” de Juan Carlos Soto, o “Sombrilla de ambay” y “Paisaje en el banco” de Rodolfo Schenone.

Rodolfo Schenone, el único artista de los tres mencionados nacido en Corrientes, en el año 1936. Pero que

Pero será el pueblo de Corrientes quien quede con esa porción del patrimonio, el intangible, que hace de su

a diferencia de Conti y Soto, desarrolla su búsqueda artística y toda su producción en Resistencia, capital

esencia tan rica y ha servido tanto de inspiración para la construcción de la imagen americanista.

de la provincia del Chaco. Hijo del gran escultor Carlos Schenone, tiene como primer influencia la genética familiar. Pero fue la primer infancia que lo hace caminar por las calles correntinas de regreso de la escuela de formación salesiana, camino a la casa de la abuela, muy cerca del barrio Camba Cua (cueva de negros).

*Francisco Benítez. Arquitecto. Director Museo de Bellas Artes de la Provincia de Corrientes “Dr. Juan R. Vidal”

Autoridades Dr. Horacio Ricardo Colombi Gobernador de la provincia de Corrientes Dr. Gustavo Jesús Adolfo Canteros Vicegobernador de la provincia de Corrientes Arq. Gabriel Romero Presidente Instituto de Cultura de Corrientes Sra. Elizabeth Andreau Directora de Museos Arq. Francisco Benítez Director Museo Provincial de Bellas Artes “Dr. Juan R. Vidal”

San Juan 634 W3400CBD - Corrientes museovidalctes@hotmail.com f/ Museo Vidal Corrientes Argentina @museovidalctes www.museovidalctes.es.tl

ABRIL 2015