Premio do Concurso “Lembranzas de Nadal en tempo de guerra” “Feliz” Navidad Eva Karlsson, 4º A ESO Es invierno, pero no hay nieve. Es nochebuena, pero qué hay de bueno en esta noche oscura, llena de pisadas de soldados, disparos y… gritos. Me desperté de golpe, ahogando mi terror en su hombro. Sus brazos me rodearon al momento, consolando mis lágrimas. – ¿Una pesadilla? –susurró dulcemente. – Les gritaba que corriesen, pero… No se movían y… ¡Y era culpa mía! Me abrazó con más fuerza mientras caían más y más lágrimas, mojando su camiseta sucia y rota. – Shhh, shh. No fue culpa tuya. Hace un año exactamente desde que murieron nuestros padres y aún así los malos sueños no cesan. Al menos le tengo aquí para calmarme. No tiene a nadie que le consuele cuando se despierta gritando, lo que hace a menudo, aunque para rápido para que no me preocupe. “Vuelve a dormir”, dice, “No pasa nada”. Empieza a darle cuerda a una cajita de madera decorada con flores y copos de nieve. Casi sonrío. Parece ser que, desde ese día, he perdido la capacidad. La construyó papá, en honor a nuestras estaciones del año favoritas; la suya, el invierno, y la mía, el verano, aunque ya no… La melodía fue compuesta por mamá, la nana que nos cantaba cada noche para que no tuviésemos miedo de la noche. Siguió dándole cuerda hasta que, después de unos minutos, me dormí. El golpe de una puerta tirada a patadas me sacó de un profundo sueño. Mi grito de alerta no llegó hasta sus oídos a tiempo, pues la bala del rifle de aquel soldado ya había atravesado su corazón. “No…” –susurré. Una solitaria lágrima bajó por mi mejilla antes de que me arrastrasen de aquel horrible lugar. Un tortuoso pensamiento se asomó a mi mente: “Culpa mía, todo culpa mía. Si no hubiese llorado por esa estúpida pesadilla, no habría puesto la caja de música, no nos habrían escuchado y seguiría aquí. Ahora ya no queda nadie y es… Todo… Culpa mía.
Biblioteca I.E.S. “Salvador de Madariaga”
A Coruña