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Quimioteratura
Introducción Leer a Fabián Belo es como hundirse en los secretos de un
artista que posee la ductilidad de hacernos sentir la despiadada
crispación de una realidad, es alguien que sumerge su fiabilidad
en un relato, una crónica fantástica o un poema, hasta elevarnos a un clímax de seducción y adentrarnos en la magia de su caída vertiginosa en cualquier piélago donde se desconocen los verdaderos orígenes.
Su discurrir se desplaza en una modalidad para minorías y
mayorías, relatos que alternan entre el hermetismo y la claridad de su expresión.
Se perfilan características del creacionismo en su
conceptualización de la escritura, “Crear una obra con
arquitectura propia con identidad propia, rechazando los cánones tradicionales”; imbuidos en la creencia de que la
palabra, las letras y las ideas, brotan como proyecciones del poeta.
Convoco uno de sus versos para sostener la identidad de su particular estilo:
“El estrépito de sus alas, confirma tu especie”
Nube, luz, musa y ángel.
Como un parámetro que subraya su capacidad para seducir el espacio poético con sensaciones múltiples e insondables.
Fiel al manifiesto ultraísta, opta por la metáfora, aboliendo las frases intermedias y los adjetivos empalagosos.
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Condensa las imágenes y presenta una tendencia a establecer paralelismos de las palabras del poema, en su mayoría
eliminando la rima clásica. Al mejor estilo ultraísta se desangra en cada verso desbaratando el sentimentalismo.
El mismo autor, aduce en su poema: “El mismo reproche:
..me es tan difícil participar de la gesta amorosa que marchita apenas germinada…”
El lector quedará embelesado en los entretiempos de sus volcánicos versos, en el regocijo de un creacionista de vanguardia.
Mabel Malinowski
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Dedicatorias Esta especie de libro va dedicado especialmente a mi madre, a
mi única hija Natalia y a Ana, su madre.
Agradecimientos Principalmente a James Mustaine, también conocido como
Mustaine Reloaded quien supo ser yo mismo a la hora de escribir.
Mención muy especial a la escritora Mabel Malinowski quien ha
aportado la introducción de la cual puedo decir con orgullo que además de escritora que goza de mi admiración, es mi amiga. No quiero pasar por alto a Loser, mi gato persa de 11 años,
quien jamás me ha fallado, siempre a los pies de mi inspiración y soledades.
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OPUS I – De amor, melancolía y depresión
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Entre Líneas (VOP 3.DEF) Entre tantas palabras
casi siempre hay una en blanco. Entre piedras, entre lagos;
no alcanzo a ver el mensaje. No por disfrazarte, sólo por protegerte. Te veo con los ojos del alma.
Porque la confusión te domina inventa interpretaciones.
Porque el miedo a repetir el fracaso
arrastra tu mente al eterno desnivel.
Porque en tus ansias de volar para poder verlo todo, olvidas que lo tienes todo ante ti. Te veo con los ojos del alma. Porque la inspiración
sigue siendo tu refugio, tu única confidente. Vulgo que dispone,
y no existen caminos para llegar a nadie Día tras noche,
nadie se percata de ello,
verdaderas autopistas se construyen. Pero es difícil saber que contienen los silencios. Sí, te veo con los ojos del alma, pero mi alma no tiene manos.
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Muérdete El Labio Inferior No hay temblor comparable
a maniobra ilícita del afecto. Convulsión necesaria
gestada en la fuerza circular
de órbita umbilical venusina,
no por ser lucero
por afinidad a lo telúrico. Se presenta sugerente
la solidaridad indulgente. Arquitectura fundada
a pesar de anticonceptivos modernos
que desgracian la manifestación de lo honesto. Gestión bilateral.
Cabeza de experiencia yace muda y perdida
cuando tañen los sones
de bardo sideral sensible y perspicaz, terrorista de las cartas adivinatorias
aliado de la injustificación de promesas. El dolor es escuálido
cuando no se destierra
la esperanza de volver a amar. Trance de afrentas vírgenes,
instrumentos de delitos profanadores, realidades de cuna anímica y lingual.
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Maravilla sin catalogar del estrato sensorial. La angustia de sellar caricias con algo más que palabras
multiplica la efusión de filigranas, señales inequívocas
intuición que alberga puñaladas de ternura. Fútil es que un poema te pinte las uñas,
frívolo que el fragor de un manantial de complejos oprima con melodías tu pecho. El conjuro de metáforas
ladea los adornos sobrantes
descubre un texto sin seudónimo me hace único testigo
de cuando te muerdes el labio inferior. Se olfatea júbilo
nulidad del egoísmo atarazado se captura el instante
ebullición de una virtud tenaz. Y nada es presentimiento,
sabemos que de nuestras audacias brotará el prodigio,
explotará granada de adoración recíproca; el dolor será intenso,
leve malestar cotejado al que nos aguarda a la vuelta de rozar lo excelso.
Sentir que unidos podemos ir mucho más lejos. 7
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Respiraci贸n r谩pida e irregular, soma candente;
fundici贸n de dos estrellas,
supernovas de este nuevo caos de dulzura celeste. Allanemos el camino
abroch茅monos los sentimientos.
Estoy a punto de consumar un crimen, el delito de tomarte.
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Éxtasis (VOP Lux) Se adivina.
Nuevo género de locución, aroma de colores
lo que llenará el vacío del ultraje a las interpretaciones
de fugitivos del cadalso, patíbulo purgador
de las alegrías de tu cuerpo. Beso de comunicación
con pétalos de diente de león. Depurador de toxinas.
Brisa de fuego que brinca en tu lengua de soledad frígida,
cohibida por la timidez
al eclipse de la niebla subrepticia.
Se acerca.
Un compañero de gritos y susurros pregonero de versos incompletos
esos que desfilan en pupitres de telepatía sustantiva, al son del latido
de tu famélica desvergüenza. La imaginación esbelta que no está a la venta, trabajo y usufructo de regeneración de factor e ingrediente,
solidaridad labial que mecerá tus mejillas. 9
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Diagrama convexo de yugo umbilical de censura
a la contrapartida de sutileza que te sonroja. Biblioteca de instinto masculino,
reforma de nutriente sexual mezquino. Se aleja.
La memoria de un viaje litúrgico
de tradición grabada en lajas de lisonja en requiebros inhiestos.
El especialista del martirio hacia la vulnerabilidad
de tus puntos fanáticos a fruición insaciable. Placer irrefrenable. Se instaura.
Juramento perenne
en ceremonia de magia percusora,
sortilegio de parches involuntarios a la madre de tus pasiones;
fórmula de especias que sazonan tu piercing sublingual.
Ahora contagia el rumor del carisma de tu sangre. Cariñoso de dádivas. Se revela.
Tu figura emperatriz,
la de los escalofríos de mi deseo, 10
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avidez empañada
por el último brindis viscoso frente al espejo. Adorno de abstinencia libidinosa,
ornamento de parquedad lujuriosa. Expírame ese arabesco,
revive de la pasión el fuego. Constelación pirotécnica
predice tu espasmo de humedades, rocíos y vicios angelicales.
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Astro Sobre Astro Ataca el eclipse sin ruido: orquesta. Sinfonía que palpa el deseo.
Suave el piano de tus dientes,
extenso el arpa de tus pestañas. Penden aromas de mis manos,
despeinarán la indulgencia de tu piel.
Me arrastro al borde de tu exhalación,
y cierras los ojos abanicando mi regreso. Acabas de inventar lo increíble.
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Capitán De Tu Próximo Naufragio (VOP1) La agitación inconclusa de saberte tan lejos
tan dentro de los trozos reciclados de mis entrañas. Convulsiones y temblores se han transformado
en mutación de gárgola agradecida que transporta deseo;
compromiso de una boca tempranera
portadora de suspiros con sabor a vida nueva, aderezada con locuras
de ensueños nunca percibidos
por la trivialidad del mortal que nos rodea. Existe una distancia,
hoy patio de retoños
humedecidos por el intenso y salado rocío
sin medias tintas, repleto de vueltas en la cama
con una almohada flotadora en la cabeza;
hijuelos de la sabrosa repulsión de sabernos unidos, cada uno en su lecho. Millones de metros,
hectolitros de océano
y nuestras voces desconocidas sellan esta predisposición.
Sé que eres capaz de sentir
cómo mi pensamiento te roza el vientre, fuego robusto que acapara
la sombra de una bestia en gestación: futuro. 13
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El instinto embelesado acepta
la maestría de un amor desmedido que establece su base
en las ganas de hacerte gozar de por vida… … y sin garantías.
Analizo por un segundo
la imagen de mi semblante pálido
así se refleja en la pared de mi enésima habitación, y etiqueto canciones nautas
mientras uso mis callos cardíacos
para quitar el óxido de mi embarcación
protagonista de mil y un batallas de dulces fracasos. Mil dos naufragios. Ahora es
Es ahora,
cuando la ansiada y prometedora Nada absoluta, insulta su silueta original;
se presenta como espuma
corona las olas provocadas por la inusual marea consecuencia directa
del derretimiento de nuestros polos. Locura inerte
la de entregarme
a la exquisita pretensión de tus caprichos, de protegerte toda
desde el momento en que confesé hacerte mía. Contigo, 14
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el fruto mรกs vistoso de la ternura;
madura y toma forma de aventura. No fui entrenado para ello, pero acepto ser
el capitรกn de tu prรณximo naufragio,
maldita sirena anfibia de agua dulce...
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Tu Especie (MC 1.0 VOP) Nube dócil que atavía
la picante blancura de mi habitación. Sugestión que ilumina mis secretos,
que descifra lo amorfo de mis noches. Tiempo y marea. Luna y abrigo.
Y la belleza de las estrellas se opaca, es torpe cuando intenta reflejarte. Caerás a besarme,
a envolverme de calidez
con más de mil flechas, -los rayos. Más de mil lanzas,
miles de antorchas, -el sol. Nube dócil,
al abrir mi ventana
el cielo entra a mi escondrijo.
El estrépito de tus alas confirma tu especie. Nube, luz, musa y ángel. Imagino como mi voz
cosecha palabras sobre tu cuerpo desnudo; que una rosa se desangra
en las vitrinas de mis ansias. El polvo de tu sombra
se suicida en mis silencios;
y quisiera morir en tal instante, 16
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en medio de ese color, de esos cánticos
que no tienen hechura ni dueño. Las horas se deslizan
el alba canta sobre una rama… Caerás a saberte más mía, a saciarte toda,
a hacerlo de por vida.
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Atrapados En El Espejo Cuando el silencio se convierte
en tu mirada insertada en la mía. Presencia del vuelo compartido
de nuestras manos, inventó la caricia. Radiación de ternura abolió el aislamiento, pero ha sido incapaz de improvisar un refugio para los sueños.
Esta noche estoy incompleto, con el corazón pequeño
para asimilar todo lo que inoculas. Sin duda eres la mujer de mis sueños. Lástima que para tenerte,
tenga que seguir durmiendo. …y cada amanecer
guardo trozos de noche
atrapados en el espejo.
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Panacea Volcánica No recuerdo las veces que he sobrevivido al naufragio de
sibaritas embarcaciones de deseo, de esencia fermentada, ni me importa saberlo; no ahora que he llegado aferrado a triste y bienhechor madero a esta isla donde te alzas fastuosa enseñando tu silueta rocosa.
Al alcanzar esta costa he renunciado a los credos y dogmas que regentaban mi lujuria, graduándome en escuela de placas
tectónicas como perito excursionista hechizado por sensaciones de deseo aderezadas por el vuelo de bandadas de cenizas migratorias que desafían tu calor licencioso.
Remotos ardores magmáticos que dejo penetrar a mis músculos con abstracción asíncrona y ajena al antiguo libreto.
Admiro tus piernas, columnas basálticas de color que redefino cada vez que erupcionas liberando tu pasión de casta ígnea e incandescente. Geomorfología madre de riqueza en mocedad florística. Agnóstica al cansancio.
Con tu lava fulgurante de núcleo de arcilla cosmética me preparas a apreciar que todo tiemble a mí alrededor,
propiciando la vital inmersión de mi percepción a tus suspirados lascivos.
Tratamiento de relajación, pleno de inundación a mi cavidad craneal, impulso y razón de seguridad cerebral.
Cobijo incierto pero inevitable en la falda de tu montaña que con cadencia intermitente revela la divinidad de tus partes concupiscentes.
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Erupci贸n termal que arbitrariamente propones como medicina de todo mi mal.
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Noche Canela Residuos de aparente amor y melancolía iniciaron el fin de la luminiscencia
La ausencia de luz por fin trajo la esperada alegría. Urgencia. El peligro de estampar poemas en un plagio de emociones femeninas, atrajo la gratitud de la eternidad despojada de pañales y sacudió mi acto de sanción.
Veo cómo un estuario de flores insepultas esparce el polen de tu próxima órbita experimental, aquella que desde tu futuro ya escrito estás obligada a recorrer.
Desaparece el liderazgo cotidiano del hambre y el horrendo
calor, pero aún me queda la simpática esperanza de que algún suburbio del vapuleado sol pueda seguir haciendo daño.
El umbral de un retorno imposible sentencia los retazos fósiles de una felicidad caníbal. Autodestructiva.
Cuando los sueños estorban anunciando placeres ambiguos.
Cuando el desengaño pide a gritos sorber silencios, corcheas, fusas y semifusas de colores invernales. La estufa del salón guiña un ojo con satisfacción.
La lámpara mágica concebida para coleccionar besos ahora descansa sobre la estufa caliente. No guiña, pero advierto insinuación de complicidad.
La vitalidad de la muerte es la única reinserción articulada para acallar la simpleza estéril de la vida prolongada en demasía.
Aún guardo el narciso silvestre que arranqué del jardín de la ciudad de tus senos sin estrenar.
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Mi inquebrantable amistad con las tinieblas es la única capaz de revelarme la envidia que ilumina el polvo de estrellas que desplaza la inspiración de la sangre cáustica que permito transite a placer por mis venas.
También me enseña hienas migratorias que intentan aprender a
follar. Mamíferos sureños despechados que migran al norte para congelar su reproducción de ideas y venderse a bajo precio a las bendiciones del alcohol y la autocompasión. Ajenos a lo nuestro.
Pausa y relax para descubrir las claves de mi amada de alma en blanco y negro; de piel silenciosa e inapelable.
Rehúso a redefinir las audacias de tu cuerpo, ¿sereno, tibio, plácido?
Tan sólo aspiro a encontrar tu autobiografía en algún capítulo salvaje de mi memoria a largo plazo.
El estertor de una risa canela se adentra en mi miedo a dejar de temer lo gracioso.
La deliciosa mirada de la noche acaba drogando mis propósitos
de proseguir con mis sanciones, su color es ensordecedor, es la
plaga de ruido y sabor que registra todo detalle de este rasguño de efusión confesa.
No existe reproche que se enseñoree de mi soberbia y orgullo, bien o mal entendidos.
No consta historia ni predicción de pasión comparable a mi sentimiento por ti, mi amada.
La ausencia de luz trajo la urgencia, premura por enunciar que los residuos de melancolía y amor no eran sólo apariencias.
El peligro sigue intacto, latente; pero tus emociones no son un plagio.
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Nadie lo sabe, nadie lo sabrá; pero tu alma en blanco y negro acabará su órbita en las hectáreas no cultivadas de las contracciones de mi patrimonio cardiológico.
Adivina y traduce mi nombre, porque a partir de ahora me llevarás dentro. Muy dentro.
Independiente, autónoma, libremente mía.
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Mi Alma No Tiene Manos Algo repiquetea en el cristal del balcón y mi alma no tiene manos.
Hace tiempo te puse el nombre de amistad, fue en el preciso instante
en que fui complacido por tus ojos nodriza. Cuando las gotas de rocío glandular de tales perlas se evaporaron para unirse a las estrellas que aún brillan
pero hace tiempo están muertas. Dejé de sentir rabia por lo sombrío
pude fotografiar la lengua del olvido
refugiada en la memoria de los fracasos inocentes. Me consientes con poesía rica en imágenes enseñorea nuestros vínculos
y enriquece mis glóbulos viriles con vainilla y miel importadas,
ennoblecidos por los laureles de incontables campañas. Olivos de lenguaje sencillo y corazón gigantesco. Me estimulas a desplegar
en la mesa de la gloria y la justicia,
la bondad de un rosal que brotó de la carroña,
a enseñarte los apuntes de la lucha clandestina entre la aflicción y el jadeo de lo inminente.
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El contraste entre el paisaje cotidiano y la afirmación de la vida,
la esperanza de volver a cultivar
una flor que perfume con cáliz estremecido. Al otro lado del cristal
se ciñe una extraña y hermosa fusión
la que te convierte en diana de mis agujeros negros, donde el erotismo y la sensualidad
son fieles escuderos al cariño que me robas. Mi alma sigue sin manos, puede esperar a tocarte
mientras sigas estampando el rocío ocular en el firmamento, allí donde se ha mudado el hogar de mi nueva conciencia. Provocas el regreso de emociones exiliadas
no hay violencia de lenguaje que pueda narrar, puñal de convicción que irrumpe
en las entrañas de esta inconclusa investigación. Voy a desechar el documental
el que encontré envuelto en papel lacrimal en medio del páramo de la traición,
porque siento que mi sangre es náufraga y que lo único real que me queda es el testimonio de mi intimidad que desde ahora es todo tuyo. Amiga, mujer, amor; el próximo invierno
tal vez quite el cristal del balcón. 25
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Sin manos.
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La Rosa En La Cama Antes de dormir quiero regalarte el eclipse de mis parpadeos
casi cegado por el brillo de las perlas de los ineluctables órganos que me confieren mirada.
Hierve el hielo de la historia de tus deseos al descubrir tu cáliz
desprovisto de sépalos protectores de los ensueños del gineceo
de flor nacida a la vera de mis entrañas. Destierro de soledad furiosa,
famélica de sudores de una lira dadivosa en melodía de calor,
de inercia colorida por las etapas de tu floración. Trepo por el tallo de admiración a tu sensualidad, estolón que sostiene las hojas
de tu constelación de frutos divinos,
punto de comunión
para la cita de inconmensurable seducción, placer y único amor trascendental. Imposible separar
la pureza del sentimiento de tu relieve corporal. Sábanas planchadas
por los fantasmas de las espinas de un pasado aleccionador.
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Conquistaré la cima de tu serpollo
apartando las puñaladas de las almohadas que entorpecen mi escalada,
me adueñaré de los pétalos que engalanan tu corola y fundiré mi amor ardiente
al juglar que anida en tus estambres para juntos
inventar un nuevo grito de proclamación de nuestra existencia hecha poesía. Perduraré condenado
al vicio de escarbar la fragancia
de los pétalos que destacan tus virtudes. Practícame fotosíntesis
hazme parte de tu savia
que siendo seres terrenos
voy a encontrar un trozo de cielo a tu lado. Marchitaremos juntos
cuando la guadaña de una muerte de lengua fría nos transporte al umbral
de la eternidad compartida. La infinitud del universo
insulta la grandeza de todo el amor que te profeso. Más allá de eclipses,
más allá de una rosa, de nuestra cama;
más allá de la reconstrucción de cualquier beso.
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Aroma De Tus Pechos (VOP2) Profano de precisión,
sedas de laborioso insecto tejedor
advierten el paso de muchas auroras
desde que dejaste tu sujetador albino
decorando el respaldo de la silla provenzal
en la esquina junto a lo que solía ser ventana, ahora tosco tragaluz
que jamás veló sueños en común. La pueril aflicción de una tormenta de aves de rapiña se cierne sobre mis futuros despojos cuando invierto las últimas fuerzas
en arrancar una hoja del cuaderno que se queja, no me reprocha la pérdida;
me recrimina sus tapas ajadas por incontables vasos
repletos de brebajes de alta graduación. Que fluya la tinta,
luego erosionaré el teclado y confundiré al procesador, pero no dejaré de iluminar el abismo del ser
con la acerba fustigación de mi naturaleza melancólica que sólo reclama imaginarte a mi alrededor. Ruego quimérico, paradójicamente viable. Así resumo la avaricia por ensalzarte, ambición que amenaza mi aliento. Acierto con gran margen de error
que he dejado en el tintero casi todo lo nativo, 29
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pero mantengo la convicción
de seguir suplicando a lo largo y ancho
de los sentidos que nos disgregan para siempre; que no me des cordura; por favor,
sólo dame un poco más de inspiración para engañar a lo que queda de vida.
Debo estar mutando al genoma romántico, no puedo dejar de pretender que después de tantos años;
el sujetador anclado en la silla provenzal aún mantenga el aroma de tus pechos.
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Diluvio Humectante Lluvia de cenizas y devoluciones de inquinas abanicadas por la turbulencia de mi cuerpo encendido de viento sur.
Lluvia preconcebida a servir como preámbulo de tus sonrisas y para impregnar tu lenguaje sensual cotidiano con aéreos manantiales.
Precipitación nocturna, donde la noche progenitora de tus
afecciones cautivas, custodiadas por tu magnífico miedo a
desearme, actúa de cicatriz protésica a la ficción que en otro tiempo emergió de mi realidad epicúrea.
Tal vez aún no te ame lo suficiente, pero te daría la sonrisa del
calor de mi cuerpo a cambio del sabor de cualquier parte de tu epitelio, membrana, piel o tegumento.
El paso del escuadrón húmedo acentúa el eco de mi canción cual gorjeo matinal de aves en celo.
Te sabes observada, te gusta, encolerizas tu garbo.
Eres leyenda de milicias de fotografías ajadas por la frenética
succión de mis ojos, significado del enunciado de un viaje sin trayecto definido.
Soy núcleo de apareamiento de oxígeno con hidrógeno,
vorágine acuosa permanente desde que por primera vez alguien de tu género se robó una manzana. Invento del pecado indisoluble. Inexistente.
No hay otro aliado que el erotismo para esta acción de humedad perenne.
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Lluvia torrencial y liberadora que por encima de cualquier
mensaje, te jura que no podr铆a amarte plenamente hasta que no demuestres tener vicio. Adicci贸n a beberme.
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Así Es Es cuando el bisturí de mi instinto
se fusiona a la dermis de mi sentimiento, es el lugar perfecto
para que los dedos de mi apetito sorban tus suspiros…
…es el tiempo indicado
para que mis ojos sin parpadeo perfilen tu silueta con la pluma
de un amor nacido inmune a corrupción extranjera, protegido por el candil
de la confianza envidiada
por soñadores adyacentes al deleite. Así es despertar a tu lado cada mañana. Es espacio de paredes
con tapices fabricados
por fragmentos vivientes de desenfreno de cariño. Demostración de vicio a socorrer mis ansias de apagar tu fuego
aunque sigas dormida. Es aire contaminado
por la misma melodía
de un violín que engendra 33
Quimioteratura
partitura de ternura. Música que humedece mis manos
al contacto de tus cabellos enredados en mi alma. Así pretendo
que a la distancia
me practiques el primer tatuaje telepático,
que con el tacto de tus labios marques y colorees los míos, para así mantenerme vivo
esperando tu inverosímil regreso. Así es despertar cada mañana con la agonía de asirme
al último hilo que me queda de vida. Tu presencia ausente.
Así es como en solitario
y con afable angustia te sigo amando. Así es que acepto
que nunca más te mestizarás conmigo.
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Sobre El Filo De Una Isla Se detiene lo invisible, y la fragilidad enjuga
la promesa de sonrisas.
El planeta cesa su rotación. Hoy, tu recuerdo juega en mis ojos. Ahora, un niño ríe;
otro infante muere,
se fragmenta la esperanza. Insondables tus caricias, mimos de tacto virtual.
Vida que canta palabras, que transmuta colores. Silencio absoluto,
acuña el porvenir de mis ansias. Penumbra en tus dedos, Amor incombustible. No muere la ilusión,
Aún espero tus astros,
Ternura en sufrimiento, Tu esencia… Te siento,
Te quiero.
Lo invisible reanuda su marcha, gira el planeta, y silencio.
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Sin Despedidas Manicura de la luz, tallé un incendio
en las alas de tus pupilas. Dibujé pianos como llantos.
Apagué el océano con pingüinos, Y no supiste darme dos besos, con un solo giro de tu mirada.
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Latiéndote, Comprometiendo A La Eternidad Resumida se desnuda la noche;
ávida de mi embriaguez por el torrente
de las nuevas intimidades.
Tocar la frente de tus miedos, es abrazar la vida.
Las letras de tus labios
viajan por las ondas salinas.
Mar de anhelos compartidos. Vuelan mis ojos,
sazonan la dulzura del aire, burbujeado de horizontes, de ilusiones insostenibles.
Y gorjea la sabiduría de amarte,
el cobijo de recluirme en tu armonía; levanta vuelo una pluma sin origen, cae a los pies de mi escritorio…
Dadivoso es el grito de mi espíritu
el entibia la aspersión de mi esencia. Comprometo a la eternidad, cuando sé que te quiero, más allá de la pasión,
más allá del mismo sentimiento. No hay ropas para esta velada,
Anhelante era, satisfecha la noche. 37
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A solas, sin tocarte, contigo dentro.
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Changement Climatique (V2.0) Ribera estática, planicie amplificada. Río caudaloso, cielo encapotado,
llovizna sorda y uniforme de hemoglobina y cenizas. Brisa deforme
extiende un cheque sin fondos del Banco del Espejismo
para comprar nubes de sonrisas
horizontes apocalípticos pintados de paciencia. Frío. Neblina sobre el agua
afecto más noble que separa nuestros cuerpos, delirios depositados
por el garabato de un capricho
orillas opuestas de ancho torrente. Húmedo. Lo nuboso del cielo sigue protegiendo el caudal del río, ya no llovizna
el Banco del Espejismo parece garantizar el cheque. Transición.
Costa quieta, llanura dilatada. Sólo faltan dos ingredientes construcción de la pasarela
donde al fin podrán transitar
las perlas de nuestras miradas hambrientas. 39
Quimioteratura
Famélicas del brillo y calor del otro. Descalzas.
Primero dame el gatear de tu confidencia luego la exclusividad de tu alegría. Puede que sea egoísta, pero en principio
sólo pretendo acabar el puente,
el primer paso para incluirte en mi próximo amanecer. Cálido, enjugado.
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Geodesia De Mi Edad Postrera (MC 2.1) Clamores de orquesta geodesia eminente
acompaña mi céfiro
ermitaño y nómada. Aura que recorre tu rostro penetra tu pecho
como un astro de plomo que contagia gozo. Deleite pavoroso
que adelgaza la sangre, hasta la menos dolida. Cálida deserción. Es la antología del amor impracticable es la presencia de la muerte lo que dosifica este aroma
hierba mojada y carne cruda, fragancia que haces tuya
la frotas contra tu piel desvelada. Sube tu risa al cielo recio. Beso caníbal.
Lecciones afectivas
entre tanta piedra convulsiva y venas azuladas, no-elementos yacen
sobre cauces turbios 41
Quimioteratura
de ternuras deslucidas. Fueron letras castizas
exentas de compasión
desgastadas por la circulación
del sufrimiento de himnos sin lecturas;
cayeron en nuestra geografía sublingual. Fueron kilómetros de peso. No hay perdón que rescate
el extraordinario y cuántico paisaje arado por un vómito homicida, asesino de esperas,
verdugo de nuestras condenas. Postrada agoniza
la eternidad de las penas, al compás erecto
del lenguaje orquestado nuestra conmoción.
Cacofonía sin mácula
que dibuja túneles de viento
en los pastizales de nuestras pestañas.
Azuza la ferocidad
del tejido cardio-espiritual. Obedece a tu audacia
sacia tu apetito caníbal;
susurra, grita, estalla y suspira; compañera de viaje,
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Quimioteratura
geodesia de mi edad postrera. Tuyo en soplo natural,
hierba venenosa medicinal;
deleite pavoroso que adelgaza consume tu sangre,
hasta el rincón menos dolido. Quejas de orquesta,
Cero incógnitas, excepto el sabor de tu piel.
Enamorado, irrealizable …nunca mía.
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Quimioteratura
Digestión De Tus Lunares Desato el numen
en los márgenes de tus labios, Mácula heroína que duerme
en latitud sedosa de tu cuello. Blanco el tapiz de tu fuego
y la expectación del hálito
congela mi mano sobre las pecas
de piernas y espalda no reclamadas. Inagotable y firme fragilidad
en los pimpollos de tus pechos, Algarabía salival
para alunarado aleatorio. Irradia el trapecio de tu cintura,
sorbo más de sus huellas,
Lucho con tu piel y cuento; son infinitos,
lunares de tu sensual elemento.
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Quimioteratura
De Lunares Y Cofres (Ver 3.0-LS) Hoy es noche,
maltratada por la luna y abro el cofre
allí donde por años
guardé los diamantes enemistados
de la realidad de saberte cerca.
Debería estar vacío,
huele a etapa fenecida
y no puedo hacer inventario. Excepto por la fotografía el lunar de tu cuello
es lo único que me ha quedado. El níveo satélite parece transferir imperioso consuelo, exhibe jactancioso,
sus cráteres tan vírgenes como abandonados. Puedo sentir;
me traduce engañoso consuelo, muestra sus heridas rocosas,
manifestación geo-emocional que desaparece inerte detrás de mi congoja.
Visto guantes de martirio 45
Quimioteratura
para vaciar de una vez el cofre. Intentaré inventar o robar
método para vedar por siempre el escrute del astro. Guardaré tu lunar
entre las ropas de algodón
esas que aún conservan tu fragancia; y asumiré paciente…
Enamorado de mi ¿ventura? Amanece;
cuento otra velada insomne,
colmada de afables y punzantes recuerdos. Me siento al borde de la cama, agradeciendo al cofre ya vacío que la luna se haya ido. Entonces me pregunto,
por que aún no logro definir que ha sido más difícil. Pretender esconderte
allende algodones de indiferencia o haber adquirido el hábito de llorarte cada noche.
Ocurre cuando la luna vuelve,
se revela penetrando desafiante, 46
Quimioteratura
impiadosa y frĂa,
vertical a mis lesiones. Ahora mismo no me importa, tengo el lunar de tu cuello.
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Quimioteratura
Déjame Elegir (Versión MMX ROT) No pude elegir
rendir mis sentidos
bajo la dominación de tu ternura. No tuve opción
para dejar fluir tu afección por mis vasos,
regenerando todo detalle psicosomático averiado. Sin alternativas me dejaste
una vez que penetraste mi alma.
Abultadas dosis desenfrenadas de cariño. Vicio alternativo de sobredosis como ineludible colofón. Me bautizaste
Amo de la nulidad de reacción y libre albedrío, al poseer mi más puro sentimiento,
al desnudar sin piedad mi lado más escondido, el lado que sólo tú has conocido. Tu vicio aceptado, reconocido. Jamás me has dejado elección cuando de amar se trata.
Ahora que ha llegado la hora de resumir tanto silencio, de hurtar las últimas decisiones y de elegir los placeres postreros,
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Quimioteratura
no lo haremos difícil
porque no queda mucho tiempo Porque si ahora puedo elegir
el aroma para mi último suspiro, por favor amor mío,
deja que huela tus lágrimas mientras muero, deja que me vaya con tu fragancia dentro.
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Quimioteratura
Fuerza Bruta Hurgando para descubrir
la infalible medida del deseo banal. No estás allí.
Manoseando la pulcritud innata que emana tu escasa voluntad,
estimulando un fenecido sentimiento de culpa. Sigues ausente. Ahora confieso
ante mi altar particular de gemas dormidas, en este momento percibo
tu perturbada y bella estrechez. El día de hoy
aprendí a odiarte con todo mi amor. En ningún tiempo estarás.
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Quimioteratura
Secreción De Sentimientos (VOP3) El secreto de tus sudores,
abanicados caprichosa y mansamente, me reservabas, allende las sábanas. Aperitivo.
Decae la tarde extenuada, últimas chispas de luz,
reflejan en el espejo del techo bailotean, curvan el oxígeno
plagado de deseos tridimensionales. Surgen las fantasías reprimidas una pasión náufraga
hacen que disuelva tu pacto con la cautela, tu inútil alianza con el rubor.
Tu vientre se crispa erotizado
desato mi frenesí preñado de locura. Sorprendo a tu debilidad con la guardia baja.
Acaricio tus suspiros sin tocarte. Te traspaso con mi destreza ajena a imitaciones,
reseña de experiencias,
rompen el cascarón de tus más apetitosas bondades. Me ahogo en el horizonte jugoso, tu boca entreabierta.
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Quimioteratura
Flotas en medio de nuestro vínculo lúbrico, unión favorecida,
repertorio ígneo de sinónimos de afecto. Te friccionas a mis conjuros,
me otorgas acceso a los néctares,
que hace ednios habías prohibido. El céfiro del espejo
me golpea la espalda;
como inspeccionando el suceso, y asiente…
… soy capaz de comunicarme
con la satisfacción de tus ansias,
con las sinuosidades de tus orgasmos,
con la pureza de tu afecto.
El amanecer me sorprende jadeando, aún gobernando tu cuerpo,
pero como un moribundo acariciando su tumba. Un sepulcro que amo.
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Quimioteratura
Atenazada Al Semental Prófugo Estética y lúdica se asoma a tu paisaje
mi alma acalambrada que sojuzga tu mirada. Súbdito de lo extraordinario,
ritual urbano de mi sangre que pisotea, estrena el abrupto desnivel
donde te encuentro salvaje y recluida. Partitura llevas en tus manos
describe una sonrisa tan fugaz y volátil
que parece esfumarse al menor descuido, obra de alguna princesa gángster
intentó atracar la poesía que nos hermana. Paso libre a los elementos;
éter, premonición, viento, atención;
otras sustancias que no has sabido identificar, mucho menos despreciar.
Interpreto con honrada percusión
cadencia semental, el frenesí
de tu papel protagónico de vil enamorada. No hay misterio en acostarte a mi lado
narcotizada por la irresistible necesidad de pasar la noche en vela.
No hay destino en el ámbar de la mañana,
ni en el bálsamo prehistórico que viola tus tímpanos. El alcohol cauteriza la aristocracia de tu entrepierna, 53
Quimioteratura
las notas de mi instrumento tañen voces extáticas derogan tus deseos precarios.
Música inflamable y penetrante
derriba muros y rompe jerarquías, melodía umbría y profana
que late y asedia tu paisaje. Un cúmulo de meditaciones
dibuja mueca que necesita destruir
nubes invernales de tu desierto de precauciones. ¿Lo logra?
No preocupa ni molesta
la arrogancia de una esperanza que pretende horadar la arena imitando el gesto vandálico
del fragor de una lágrima helada
que se hunde en las pálidas estrías de tu frente fusilada.
Quítate la ropa que yo no vivo entre luces,
accede a la sodomía de mis charcos lumínicos, tendrás la suerte de sentir
como desova mi energía en tus labios. Libérate de tu punto de partida. El disparate absoluto de llorar tus tinieblas, improvisando jolgorios infernales
justificar la carencia de leyes sofistas todo te obliga a expulsar palabras
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Quimioteratura
y susurras con rudeza,
aspereza que linda con la insolencia de un gemido: “Rápido, que se muere”
Tranquila, esta guitarra aún no muere.
Y te dejo con la promesa de alguna vez hacerte mía.
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Quimioteratura
Pasiones Subsidiadas Cuando las lágrimas recorren
las ojeras del abdomen del pasado, lucen atareadas,
se muestran hasta indispuestas. Se subleva entonces
el monarca de piedades,
y la fuerza cósmica de cuarenta años de soledad
acumula en su espina dorsal
un compendio lírico de privaciones, de ganas y sugestiones.
De pasiones subsidiadas.
Realidades posthipnóticas. Lo fallido quiebra la nuez ya harta de cicatrices
Agrieta la desesperación de las uñas de los sentidos Pómulos cardíacos se desangran en ardores.
Fluorescente se sonroja adverbio de sufrimiento al exhibir el precio que has de pagar.
Aparece y se refriega el recuerdo de una ella,
contrae nupcias con el calambre en mi arena ocular. Ahora soy yo mismo,
el que no es más que un remembranza.
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Quimioteratura
Zzzz (Final3) La noche se hizo escasa,
un sueño de más de cuarenta años quiere acabar antes de finalizar. Fue otro indigno colofón
para la madrugada agonizante, la espantosa claridad
acabó con la perfección tenebrosa, y terminó
como todas las últimas alboradas de esta pútrida estación;
con el rocío en las hojas que trepan por mi ventana. Mientras escribía,
volcaba las letras de mi sueño planeador
de tus tierras fértiles, fincas lejanas. Seguí abusando de la pluma y
profanando papeles sin reciclar, lo hice hasta la incoherencia
de enfermar por tu presencia. Lisiado en utopías
echado al borde de la cama;
pero los sueños siguen viajando sobre los campos de la pasión. Sembradíos sin cosechar. Ahora sopla el viento del deseo y 57
Quimioteratura
de tu miedo a ser carnaza de puñal; ¡Sopla! ¡Sopla si quieres!,
total las flores de la razón ya han perdido su color.
Mis virtudes y mis defectos exagerados han limpiado el espejo del corazón
para que pueda reflejarse tu fotografía. Lo único tangible que me hace grande,
que me hace obrar a impulsos de la efusión. Ahora sólo queda
transformar el apasionamiento en carácter, porque nada de esto tiene principios sino causas.
Más que ternura y sentimiento
podría haber sido un capricho, para así durar toda la vida.
Serán necesarios esos vientos
para que la barca se ponga en movimiento. Puede que causen huracanes,
pero no dejan de ser indispensables. Inflan las velas del bajel
y a veces hasta hacen que se hunda;
pero sin ellos no podríamos navegar. Esta noche también será muy corta. Lejos…
…sé que mañana veré
a través de las insultantes gotas de rocío, 58
Quimioteratura
lo único tangible antes de la siega, esa maldita fotografía. Noches y días
de un labrantío alucinado sin cosechar.
Duérmete esta noche con la voz de mi alma; conciencia de amor.
Sueña hasta el amanecer con la voz de mi cuerpo; pasión. Tu noche no será tan breve.
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Quimioteratura
El Brillo En Los Ojos El brillo triste de sus ojos realzaba su dulzura al hablar, ella parecía encerrar muchas cosas, ella encerraba silencio.
Los ojos de él se acercaban a la misma tristeza, aun así, sin
quererlo nadie, por esas cosas extrañas que tiene el destino; un halo de bienestar se ciñó sobre ambos.
No eran más que dos resquicios de almas solitarias que se habían tocado.
Mirar al cielo en una noche estrellada, dar mil y un formas a las nubes, cobijarse entre cuatro paredes, soñar con el futuro, atreverse con la vida, olvidar lo pasado.
Tanto en común..., y empezaron a soñar. La vida no fue justa, debería haberles dado una oportunidad, ellos se la dieron.
¿Por qué ese derroche celos, vicios, intereses, y de actitudes que destruyen todo lo bonito que pueda construirse, incluso con esfuerzo, incluso con amor?
El brillo en los ojos desapareció para convertirse en lágrimas, en lágrimas del uno por el otro, en lágrimas por cada uno.
Si aquello que llamaron vida algún día llega a rozar la justicia, seguramente, esas lágrimas, esas almas entrecortadas por el
fracaso, ese brillo de los ojos, todo ello será fértil abono para
que generaciones futuras descubran lo que ellos no hicieron, lo
que los ojos de ambos no alcanzaron a ver, lo que las manos de ambos tuvieron y dejaron escapar, lo que sus corazones no contaron.
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Quimioteratura
Ya no les queda nada, ni tan siquiera pueden odiar, solo queda la llama que encendió el fuego, que poco a poco se apaga bajo las lágrimas de ambos, bajo la sangre de sus ya no primitivos
corazones atravesados por la ilógica de amar y no conseguir lo esperado.
¿Acaso se espera algo cuando se ama? El brillo de sus ojos nuevamente resalta su dulzura, su triste
dulzura. Los de él, reflejan el mismo brillo acentuado por un
débil tono verde. Pareciera ser el de la esperanza; sin embargo se trata del verde del caos y la destrucción.
El brillo en los ojos, la felicidad que siempre se escapa, lo que nunca pudo ser, de nada sirve soñar juntos. De nada sirve soñar.
¿Es esto amar? Sinceramente tuyo, de la vida, de la muerte, del ocaso, del amanecer, tuyo.....
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Quimioteratura
Antojo Sahariano (VOP-MMX-2) Espacio desarbolado.
Hipérbole tenaz de la maqueta de éste sueño nómada. Espejismo equilibrado,
armonioso y homogéneo de sudores placenteros. Anhelo caliente,
empapado de arena abrasadora indolora.
Allí es donde se confunden tus dones con las dunas
y mi alma clona sabores de esta algaida yerma, antaño hipogeo de apetitos sin saciar;
sepulcro de anteriores amantes aficionados, decapitados por la profunda pureza del núcleo de tu corazón
que hoy derrama cóctel de bellezas al haber sido remozado
por los versos más sinceros. La transmutación se inicia
un susurro quedo y engañoso… … del viento de mis temores
propicia la huída a médanos protectores. Tormenta de arena,
reprensión placentera para colonizar tu oasis,
mácula esmeralda en la eminencia del desierto, 62
Quimioteratura
terapia para camélidas jorobas de mis castigos y desaciertos. Territorio perfeccionado. Con poesía, con locura,
con tu incomparable hermosura; reina de la belleza interior.
Modelo de envoltura seráfica;
estandarte tricolor de nuestra nueva nación;
verde esmeralda, azul aguamarina, amarillo pajizo. El sueño sigue siendo espejismo ero no maqueta,
porque desde que asimilé
la monografía del reflejo crepuscular de tus rubios cabellos
en el amor que emana de tus poros; a partir de fascinador relámpago,
ambos somos los bereberes propietarios de esta esquina terrenal. Ya no somos inquilinos,
somos locadores del séptimo sentido, la irrigación perenne del palmar
el que crece con cada caricia que nos gratifica, que nos enriquece.
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Quimioteratura
Crepúsculo Matutino Ventana de campo abierta,
Escrupuloso el sol se posa sobre una rama. Y abanican tu aroma tus pestañas,
y bulle mi corazón al calor de tu espalda. Otro día juntos, mi amor
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Papiros Inocentes Desflorados (VOP-MMX) Esta madrugada
he vuelto a soñar despierto y con los ojos cerrados,
plenamente inconsciente de la realidad tangible, inmerso en el recuerdo
de lo que siempre fue sólo un esbozo. Apunté en hojas doncellas
cada momento de ese futuro en el que logré amarte. Tenía que registrarlo
porque los sueños desaparecen
en pocos segundos de levitación, neuma despabilante.
Son demasiadas las vivencias
que han visto crecer el amor inexistente, negado y con ominosos antecedentes de dolor y gratitud codiciables, de sentimiento honroso. En tales papeles
el sueño tomó su primera forma, mucho se asemejaba
a la unión de tus manos con las mías
después de la resaca pasional fallida, manos con dedos invidentes
que con la fuerza de su lentitud
arrugaban las hojas recolectoras de memorias de aquel amor silente,
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Quimioteratura
prostituído por la cordura
que amansó mi impotencia ordinaria al no haberte retenido,
aún sin haberte jamás poseído. Los recuerdos mudaron a callana protectora de desiguales formas
imposibles de retratar
en hojas receptoras de garabatos impresionistas, estropeadas por las manos entrelazadas
que con regocijo incauto se balanceaban
arrulladas por conjunción de lágrimas de cenizas
perdidas en el firmamento del fracaso. Muchos son los escarmientos
que han visto crecer esta runa de apego con la que cada mañana
firmo un nuevo contrato
para volver a soñar contradictoriamente despierto. Lo hago rogando que la coalición de la ceguera de nuestros dedos
me siga proveyendo más hojas vírgenes donde dibujar tu recuerdo,
suplicando autárquicamente
que pasen los días dedicados a este infierno para así acabar lanzando
una lágrima de cartón de piedra hacia la cima de tu presencia
el día en que sin suerte ni acaso, seas mía de por vida.
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Quimioteratura
Implorando poder plasmar una Ăşltima figura que no imite a remembranza alguna. Clamando que todo sea cierto,
antes de borrarte de mi agenda vacĂa de contenido, pletĂłrica de esbozos.
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Quimioteratura
Huella De Garra Sobre La Piel Carbonizada Del Sueño Que Se Atrevió A Unirnos. ¿Sombra? La distancia es límpida y se precipita,
Suplica abrumada por ceguera ahumada, Gloria errante entre las ramas de la luna, Alumbramiento.
Cuando se clona la pútrida experiencia, nace vía anal el desgarro terrorífico. es tan profundo como genuino
Enmudecen las gotas de miedo, Y tocarnos no pasó de utopía. Ahora es siempre y ladra, me impide oír la música,
de ojos asesinados por la nuca,
de los cerebros de mueca y poesía. Siempre es ahora y gruñe,
me recuerda y añoro calidez; líquido vital, libre de vasos.
Cualquier sonrisa es una sátira. ¿Sombra?
Pare un trozo de cielo con aroma cancerígeno, libre de impuestos.
Minuto que abandona el ednio, 68
Quimioteratura
hace estallar mis besos,
en la parte gélida del espejo,
triturado por rayos de lumínica amargura. Cólera desgarbada en la pérdida de los sentidos. Y una guitarra… Eléctrica.
Violencia en la rabia por amar con lucidez, Y una botella. Importada. ¿Sombra?
Y la sombra se aventura a hablar,
me corrige diciendo que no es sombra sino niebla.
La niebla de la cordura infiel. Duelo sin tregua,
suspira el viento y el sol se queda sin muebles. Lo bello es el ocaso desnudo de los que aman.
No hay vergas de rosales que sustraigan adicción al espectáculo. Destrucción.
Ardor y olvido,
No volver a hacer. A ser.
Absolución.
Caso omiso a la advertencia de la razón.
El indulto desaparece entre las crines oculares, globos enrojecidos por un llanto mercader. Pena por no dejar huella,
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Quimioteratura
garra sobre la piel carbonizada;
epitelio del sueño que osó unirnos. Gocé de tu ternura, bebí de tu hermosura, Y la distancia sigue límpida. Se precipita.
Ahora, el no lugar. ¿Niebla?
Predica estancadas a la entrada de una vulva pagana. -Tú eres el maestro, muere y sé feliz. Calina idiota, yo no puedo morir;
apenas estoy esperando el momento para nacer, y escupir.
La noche no cierra los ojos.
Me desorienta saber dónde está el suplicio, e ignorar dónde estás tú.
Vuelve la noche a mediodía,
y no cesa el llanto, ¡qué!,
Al final, noche es mitad de vida. Cualquier vida,
y no es satírica. Rúbrica y vómito. Un grito extraterrestre, sondea la impotencia,
ahora alumbra sobre la novísima tumba. Dice… 70
Quimioteratura
… podrá huir y desaparecer,
hasta podrás eliminarla por completo, Pero nunca dejarás de amarla. Jamás. ¿Vida?
Pasa de mí y deja tus ojos sobre el plato…
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Exaltando Vivir Sin Ti El cielo se estrecha y tañe tus palabras, garabatea la sombra de tu rostro.
Me abarca tu respiración sin brazos, y el tacto de tu corazón se aleja. La belleza no puede ser vista,
tampoco está permitido sentirla, sólo puede ser besada. Déjame besarte.
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Esqueleto De Lágrimas Caídas Te descubro arrodillada junto al contorno de un harén de
huellas en la arena de una playa de la ruta de la seda; traído por el vuelo inmune de rosas cortesanas, pimpollos nobles del
feudo invadido por el límite crepuscular que pone fin al mar. Deja de examinar los mensajes de añejas promesas abolidas, renuncia a sopesar la dramática mercancía que te traía el
cartero. Repartidor del bullicio recriminatorio de epístolas sin Eón verdadero. Acércate.
Esperemos el rompiente del próximo jadeo, abandona aquí tus pañuelos de papel y súbete a mi barca carnosa, leyenda de poesías, cadalso del suicidio.
Lloremos juntos la felicidad diferida mientras cabalgamos estas olas de nubes añiles, mar virginal de un cariño de genes analgésicos.
Fundaremos un suburbio de confianza sobre el agua nitrosa con cimientos de olvido incandescente; y bautizaré la villa
entonando cántico de aprobación a la exoneración de culpa por extraviarme en cada semilla de la fruta desértica de tu espíritu. No hay zozobra que interrumpa grabarte estrofas con mi tinta, el peligro de naufragio a tu lado sólo me infunde aliento.
Libero la trenza de mi núcleo que palpita para que nutra de caricias la savia de tus anhelos.
Recuéstate; que el espasmo nostálgico de tu espalda bese mi vientre; aquí, sustentados por la borda de acero silencioso.
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Previo a rozar la miel de tu carne, pude sentir el aroma a
pólvora del pañuelo que se abraza a tu cuello y ahora la brisa me lame exhausta al atravesar tus cabellos.
Floraciones de rocío en tus minúsculos vellos, oro transparente de las dunas elásticas que licencian tu cuerpo, materia domesticadora de mi deseo.
Gesta gigantesca de un futuro vivo, a partir del testamento
legado por la visión clavada en el ocaso de un antiguo lecho.
Igual de colosal es la sutileza de tu sentimiento que accede a retornar a la vida.
Desde ahora, nuestra existencia.
Así quiero recordar por siempre la última vez que te amé estando viva.
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Quimioteratura
Dibujo Con Marea Alta No sabría decirlo con exactitud, pero eran muchas las semanas que vimos pasar aquí en esta casa junto a la playa.
En contadas ocasiones ella me había dicho que lo nuestro le
provocaba una marea de sensaciones, sin embargo, aquí había cambiado el retazo de copla a: “Marea, la sensación”.
No eché en falta su labia, aunque sí su lengua; en esos días previos al desenlace, días que faliblemente entendía como regocijo y relajación bilateral.
En realidad no echaba nada en falta ya que mis sentidos se
concentraban en concederle cada detalle, aquel que decía y aquel que callaba y entre cada pausa que me otorgaba, yo simplemente la dibujaba.
Hasta ese día desconocía el placer que ella encontraba al
caminar por la misma costa, como si lo que me escondía, a la marea confiaba.
Hipnótico efecto del cosquilleo del agua en sus pies o de
saberse salada. Yo, al carboncillo, cual mostrenco Tintoretto la
dibujaba. Iba en busca de mi boceto a escala reducida, modelo para el gran mural.
Ese día lloró al decirme “Marea, la sensación.., ¿me dejarás ver el dibujo hoy?”
El único capricho que nunca accedí a complacer, quería que lo viese sólo cuando hubiese conseguido el correcto. El ideal.
Al trote se alejó para mezclarse con la mar, vagó sin rumbo fijo justo en el límite de agua y arena, con ademán de saludo agitó
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Quimioteratura
su mano, ingrediente glorioso que disparó mi tiza para lo que interpreté como la culminación del proyecto.
Extendí mi brazo para que volviese, pero ya no me veía, por fin se había adentrado a distinguir vertiginoso zambullir por entre las olas.
Hoy sigo aquí en la misma casa con mis lápices y crayón conté. Estoy feliz porque aquel boceto repleto de secreto finalmente
dio a luz al mural, lo que soñé fuese una marea de sensaciones, fiel a su versar.
Aquí estoy, resignado a jamás volver a verla, todo por ignorar que ella no sabía nadar.
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Quimioteratura
Dibujo Con Marea Baja Tampoco ahora estoy ni medianamente capacitado para reflejar
exactitud al estimar el tiempo que ha pasado desde que te llevó la marea.
Padezco de falta de seguridad en casi todo, excepto por la
conciencia de saber que desde que te has vuelto exánime no he permitido separación alguna entre mi arte pictórico
evolucionado y mis métodos de remembranza basados en carboncillo, lápices y crayón conté.
Sigo en la misma casa junto a la playa que nunca te devolvió. Cada mañana recorro el segmento de orilla, límite de agua y
arena que sostuvo tu figura la última vez que agitaste tu mano
en lo que entonces malinterpreté como juguetón saludo, como
buscando consentimiento para que por una sola vez te deje ver
el dibujo que hoy adorna la mitad del salón que también te echa de menos, que en húmedo y empalagoso silencio sostiene en sus paredes el mural de tu figura que nuca pude enseñarte.
Saludo de despedida postrera que tardíamente me ilustró en
que no sabías nadar. Último chapuzón de alta marea que coronó tus versos entreverados desde “Marea de sensaciones” a “Marea, la sensación”
Hoy sigo imaginando como te alejas al trote para mezclarte
nuevamente con el mar, pero carezco del elemento glorioso que antaño disparó mi tiza para ahora volver a dibujarte.
Hoy ya no hago bocetos, simplemente engrano trazos cual tosco Caravaggio, relegando el carboncillo y exprimiendo al crayón conté.
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Quimioteratura
Aún noto como mis sentidos te siguen concediendo cada detalle de lo que me parece que pides desde el otro lado.
He asumido que la parte consciente de lo que me queda de vida ya está totalmente invertida, porque estéril es el esfuerzo por deshacerme de tu recuerdo; ineficaz e infructuoso huir de
nuestra playa que en este día, en su segunda bajamar, en medio de todas las lágrimas de recreo; es única espectadora de mi obra inspiradora.
Descubrimiento homérico de la caracola que con su muerte me
cede una perla ermitaña que completará tu recuerdo en el mural del salón. La perla que hasta que decida acompañarte simbolizará el alegre lamento que engalana el triste
conocimiento de saberte por siempre ida.
Ahora sé cuánto te sigo amando, ahora sé que nunca supiste nadar.
Marea de sensaciones, marea la sensación.
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No He Perdido Nada He perdido la fecha en que hubiese querido publicar esto, tal
vez no sea la correcta; o puede que nunca haya pensado tal data.
Cronológica, inexacta.
He perdido la cuenta de las veces que me he sentado en este sucio sillón. Asiento imperecedero, plagado de inapetentes
termitas, de respaldo subyugado y finamente moldeado por las
vértebras que aún tengo sanas. Fortalecidas, paganas.
He perdido las ganas de escudriñar el espacio electrónico para compartir proezas paridas del espíritu, sentir literario, incuria propia y ajena, nada rebuscado ni forzado. Artificial, postizo.
He perdido el billete de mi último vuelo intercontinental, aquel
que con celo guardé hace poco más de una traslación terrestre completa como testigo inerte de ácido desoxirribonucleico desechado en tierras foráneas. Descendencia, testamento.
He perdido el amor en el mar del deseo, esperando que una
hembra rompa con un beso el hechizo batracio que me condena a no salir de este estanque casi seco, con un sillón, un teclado y un perpetuo cigarrillo haciendo las veces de decorado de demencial encierro. Hogar, cobijo.
He perdido hasta la soledad, porque cuanto más miro hacia mis adentros, menos solo me siento, menos aún al ver como
vosotros escupís contra el viento. Danza de versos. Estrofas sin cuento. Novelas esbirras de un galeón hundido. Esperpento.
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He perdido la imagen del útero que me sostuvo, no recuerdo esos siete meses de introducción al tormento. Vida, poco aliento.
He perdido todo, sin embargo presiento que sin tener nada a juicio de tus ojos, lo tengo todo. ¿O es sólo un intento?
Porque respiro, porque aún me veo reflejado en el espejo,
porque duele la terapia que me hace perder el pelo, porque
puedo alardear contento y decir que la muerte espero a cada momento.
Conforme, resuelto. He perdido, gracias a ello he triunfado llevándome la victoria a
mi estanque, contorno de pantano donde en mi sillón vestido de nenúfares sigo esperando ese beso.
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Quimioteratura
Acepta El Milagro (PVTh2) Interpreta mi danza
de pasión espiritual, delirio corporal,
éxtasis de álgida alabanza. Suma y multiplica
corolarios de afecto.
Tañe el miocardio erecto, cuando la caricia mastica en la sonrisa,
que ya no me niegas. Obsequiosa. Necesito escribir
el encanto que embelesa tu figura, no más bocetos y versos góticos de un pasado melancólico. Renuncio al anonimato
pacto natural defensivo
porque en este torbellino
de emociones compartidas
no hay más espacio para amarguras, penas ni arrepentimiento. Celebro haber encallado
navío cargado de tesoros depreciados aquí, en la isla de tus encantos para ser bienquisto
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con tu frugal presencia
empachada de jugar a los dados. Mágico es cristalizar
participación en este compromiso. No reviste deberes
ni obligaciones preconcebidas, sólo implica la sinrazón
de sentir la irrefrenable vocación
de pregonar el fulgor del momento hasta morir en el intento.
Entrégate al cuidado de mi ternura,
apoya tu alma en cualquier hendidura resplandece el milagro
de mi sentimiento de sana locura. Concédeme la gracia
de describir cada amanecer de forma distinta.
Coquetea mi obsesión de escribirte de dibujarte cada mañana. Acepta mi lealtad
nutrida de la felicidad de sentirte mía,
de saberme tuyo,
de amarte de por vida.
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Quimioteratura
Autorretrato De Una Súplica Vacía (POE EXVOP) Supeditada a explorar
búsqueda de nuevas riquezas ególatras que tu virginal burguesía implora.
Ofréceme la dignidad de tu sensibilidad,
rompe mi armonía de transvaloración amatoria, de furia de apasionamiento encadenada para nunca conocer sicalíptica victoria. Quiero apresar al vuelo
las manchas de sensualidad
que alguien ajeno a nosotros grabó en tu epitelio…
… máculas de seducción que arrojan luz
sobre mi concepto
del contrato entre el bien y el mal,
entre lo circunspecto y lo sarcástico. Necesito tu contribución intravenosa,
intoxícame con bocetos de tu imagen en su eclosión de belleza.
Suminístrame sin fingimientos ni simulaciones tus límites establecidos para la ternura, así nunca jamás volveré
a confundirla con simpatía, con apego.
Exijo que des un cuarto al pregonero, 84
Quimioteratura
que te conviertas en mensajera
de estímulos físicos para mi subsistencia. Finalmente te suplico
que abandones tus pretensiones de patrimonios ególatras
y dispenses temporal curiosidad
a los segmentos de lengua que a tu piel impongo. Decirte que te quiero sería tan irrelevante
como explicarte que me gustas porque humildemente
aceptas que no tienes limitaciones. Nunca mía, te espero.
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Quimioteratura
Y El Caos De Una Melodía Moribunda Se Reflejó En Tus Ojos Suena.
No hay cigarros encendidos ni filtros adheridos
pliegues labiales de reciente estreno,
sequedad heredada de letargos etílicos. Pasado emasculado en lejanías,
tañe y tiñe desiertos acompasados puntea la silueta que tallo
atraco la sinuosidad gris perla. Refrendo un nuevo despertar.
Tú, tapiz venéreo, novísimo calor, modificas la geografía química mi piel adereza en solitario. Se suicidan las lágrimas
se disipa la imprudencia. Estrépitos de dulzura, anulan los frenos
los que estrujaban el recorrido
sendero que degüella a caricias un espectro de aliento de vida. Hematofilia que brota
del primer poema hablado
al reflejo de tu cuello en el espejo.
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Quimioteratura
Sabrás que no hay dicha cuando cesa el canto;
y el furor de lo inesperado recrea la impotencia
de contaminarte toda. Resuena el clamor de la amnesia otorgan sinrazón
cuando libero mi pulgar en tus mejillas, cuando se me astillan los tímpanos
por mi adicción a tus suspiros.
Desfallece mi altar de pertrechos imitación diamante,
sucumbe la grandeza de mi inmunidad ante tu desconocida cutícula. Apogeo. Paradigma inimitable
despierta las fronteras
sutileza hecha alborada
encanto de la fértil aridez
donde nadie jamás ha puesto palmas, ni pies…
Pausa necesaria y filtro adherido, naufrago en tus ojos saqueados, ahora míos;
aceitunados. Interceptados, obstruidos, cerrados; 87
Quimioteratura
la melodĂa acaba de empezar. Mi contacto.
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Quimioteratura
Nevada Lacónica En Férvidas Planicies Emisión de luna candente
sobre los dolores amorfos de nieve sobre la cama.
Lecho bordado en plena intemperie, adornado por el calendario
de las anécdotas blindadas. Sábanas que prestaron su sangre a las joyas de lo inapropiado. Recuerdos y huellas de armonía, dedos en el cuello,
vibración de la ansiedad, satisfacciones y elogios.
Fragmentos de masajes, pisadas de mis labios,
rendición de tus haberes lascivos, deleites y celebraciones.
Las marcas de tus lunares
se han encendido avivadas por mi aliento.
Raspo tu ausencia
con la selva desierta
que hoy guarnece mis mejillas. Siento que aún puedo
apartar los bucles de tus cabellos como si fuesen plumas,
pero el pensamiento se hiela bajo la luna incandescente.
89
Quimioteratura
Nevada lacónica. Ya no hay ternura que emerja alongada para devorar la urgencia
de las cavilaciones de mi pecho ni de mis manos rocosas.
Escalonamiento de las férvidas planicies lunares me priva del júbilo de acelerar el pulso con la gravedad de sus cráteres.
Es vano intentar moderar el rigor de la injusticia. La nieve se ha derretido,
desdeño elocuente a mis síntomas emocionales. La luna se apaga sin previo aviso, sin despedidas; imita tu gesto,
sólo que ella sí volverá mañana y tal vez le permita que vuelva a derretir la nieve
sobre lo que fue un lecho compartido.
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Quimioteratura
La Novia De Mi Novia Níveos y procelosos querubines,
braman bocetos de gemidos lésbicos,
culpable serpentea el licor de arándanos, esencia de opio en lecho nupcial.
Balanza de cuatro pesas glandulares, atusadas labias sin compromiso, marean rastro de lúdica saliva. Derriten el reloj de la timidez.
Injerto reclusión entre dos tormentas, donde cada vello es un pararrayos, cada espasmo un sermón de lava,
así bebo el jugo de la novia de mi novia.
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Quimioteratura
Cuando Tú Sepas Amar El lago seguirá el galopar de los peces
la mantis macho deglutirá a la hembra y crucificará el clavo al carpintero .
Ciertamente la Luna…
…sangrará opaca por el día. El alcohol dará frutos de vida, y la cabellera de las nubes sufrirán estampida. Eso nunca;
porque nunca es,
cuando tú flor distante; Cuando tú sepas amar.
Has perdido voluntariamente El riego de mi compañía.
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Quimioteratura
Fosilización De Mi Flor La llanura del recuerdo de tu huida,
un escalpelo a la puerta de mis entrañas. Añicos el diamante en flor,
fosilizan la nicotina de mi voz,
y mis ojos con billete asegurado,
a la gruta donde las sombras no encrespan. La pradera de lo imposible se prolonga, lo hace de flor en flor ya libada. Aún te sigue mi concepto.
Fertilizándose está mi consunción,
como leño que flota sin mirar atrás. Después de eso…
Las frases en cortocircuito Te hablarán por mí.
Las caricias de tus ojos, aceitunados;
aún siguen amoblando; la biota que me cobija. Juntos.
Estábamos bordados en la cola del último cometa.
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Quimioteratura
Migran Los Ojos Hacia El Último Horizonte Filtraste placidez
con tu sonrisa imantada,
serenidad que hoy agoniza
en el acero de mis congojas. El esqueleto de mis lágrimas
velará el contacto que fue prohibido por el tiempo que aún llora
haber podido medir el infinito. Migran mis ojos
despeinando las pestañas… Nunca existe.
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Quimioteratura
Intemperie Satén (Preludio Al Beso Sin Alas) Nubes de invierno satén y apetitos,
muerdes el aire que divulga los cristales rotos. Rictus de sodomía ocular ilumina,
imita al faro en la intemperie de tu pecho
Lunares que parpan y abortan un suicidio. Tus lágrimas acróbatas estrellas del circo
coleccionan aplausos y borrones sin cuenta nueva. Enésimo carcelero que solloza y renuncia
ya nadie vigila tus complejos,
ya nadie canta manchas junto a tu almohada. El invierno deshoja el recuerdo, espejo roto; apetitos satén de querer sorber optimismo, y tu piel apolillada por las estrellas oye… los grillos se dan un beso en la boca, agitan su campanilla, y tu… sola.
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Quimioteratura
Naufragio De La Duda En El Emporio De La Nada En este espacio de tiempo analfabeto, rescato algunas letras al azar.
Presiento que la suavidad de mis palabras puede iluminar nuestra penumbra con aparente indiferencia.
El lívido aroma que atraviesa mi frente
se origina en los lirios de la pradera de tu pasado, cauterizados por imitaciones de dolor cuerdo, risas de muerte y guiños de olvido.
Voy a eclipsarme para azotar tu cuerpo,
para así reflejar mi sombra en tu deseo, partirlo en mil pedazos, mil anhelos. Clamaré el principio de tu nombre hasta que me sude el cuello,
recitaré antologías de versos
que jamás podrán ser leídas ni cantadas;
no hasta que la certeza de una próxima luna reemplace la sangre de nuestras venas.
Riqueza expresiva y sensorial que nadie, por mucho que busque, encuentra. Amor.
Dame tus leños para anclar mi fuego, combustible húmedo,
frenético esclavo de mis llamas. Pasión.
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Quimioteratura
Latidos de rimas que narran
la propagación de la falta de tiempo.
Deseo.
Reloj de fecundación in Vitro
que reclama más arena, leña y fuego. Eterno.
La nada inicia migración muda por la ventana donde ahora el viento
un meteoro de suspiros cancela el alfabeto. Se me ha escurrido este espacio de tiempo,
se me ha ido en último renglón de tu universo. Me he quedado sin letras,
soy un eclipse en tu cuerpo.
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Quimioteratura
Muere Conmigo Con aroma de afable agonía entre los puños y casi sin sangre en las venas, calostro reseco en mi mejilla izquierda, alcoholismo delictivo en la derecha, semen fresco en la entrepierna y
pulmones cardíacos repletos de savia de atributos contagiosos y reproductores.
Así irrumpo en el dormitorio donde guardas las siluetas de lo que se te ha negado; alucinaciones con ídolos de ébano,
introducciones de amor amontonadas en cuencos llenos de
ácido mutado, vómitos camuflados en emisoras de radio que solías sintonizar para evacuar aquellos cánticos amorales y
corruptos, la única porción rescatable de tu poesía que una vez la degradaste hasta rifarla en la tómbola de la esperanza.
Alguien que solía regir tu mundo vende su alma a una efigie hecha de carne de macho cabrío petrificado.
Vorágine sentimental amordazada que se libera gracias a la mortandad de tus melodías clamorosas por siempre
incomprendidas, vagabundas diplomadas que ya no piden limosna ni puerca justicia.
No borres el deseo de pasar la noche en vela, la carne tibia
batalla contra el silencio silvestre que hasta hace pocos ednios apuntaba hacia un norte desnaturalizado con sofisticada tecnología degradante.
Óyeme bien, viuda natural de la convicción; por el tierno castigo de tu Dios y la maldición de sorbernos de por vida, deja que te
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Quimioteratura
injerte las alas de baile para que surques el cielo de estaño en fusión.
Sobrevuela mis litigios emocionales llenos de hiel, virtud y
fruición para ti desconocidas; hazlo antes de que el firmamento descargue su última extremaunción. Bienaventuranza de exquisita perdición.
Abre las piernas de tu alma y besa mis manos, separa mis
puños; déjate agasajar por la fragancia que anida en ellos; así
sabrás porqué el lujo de un amor tan precoz como intenso se
agazapó detrás de nuestra noción de disimular el dolor de una caricia.
Nadie invade mis dominios sin llevarse al menos un recuerdo
que condimente la imaginación de sentirte irremediablemente viva.
Para nosotros, respirar es la parte más horrible de la existencia
y la expiración es el eje de lo ineluctable. Premio y nuevo guión. Otra de las cosas que sabremos corromper a nuestro gusto y
con la finura de nuestra experiencia, aquello que los que siguen aparcados a la vera de lo casual, sólo pueden idealizar.
Amor que destruye con gozo, pasión ajena a medición. ¿Amor y pasión? No, poco expresivo para lo nuestro. Muere conmigo, mi ¿amor?
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Quimioteratura
Eco Del Horizonte De Tu Vientre Fue en diciembre
cuando sin darme cuenta,
donde puse la primera lágrima, puse un verso;
no conté las lágrimas pero el poema fue extenso. Pasión que se sacude en el aire en las laderas del sillón
antes de parir lamentos fumo tóxicos y el asilo florido
de las telas bordadas de tus faldas que no osé moverlas
de dónde las dejaste olvidadas. Masaje del eco de tu canción favorita
con cada acorde resucita un trozo de aroma Esperanza seca
por encima del horizonte de tu vientre, fulgor de tus ojos que vela mi ilusión
evitando el genocidio de los recuerdos. No le temo al dolor que me causas,
temo el riesgo de no volver a tenerlo. A abandonar el escenario de sueños con un hilo en la voz. Y sonrío… …con la magnífica palidez 100
Quimioteratura
de una bruma viril algodonosa
acentúa atisbo de muerte al ¿acecho? Fue en diciembre,
cuando sin darme cuenta,
donde puse la primera lágrima, puse un verso…
… el poema fue extenso. Así fue que aprendí a conciliar el sueño.
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Quimioteratura
Amueblando Despojos Mi piel está amueblada por tus ojos,
Mi aliento se prolonga
entre las arenas del olvido, Húmedo. Eclipsando el concepto de belleza, anulando mi razón ,
caminas a discreción.
Nueva definición para lo bello. Cede el paso, a mi sangre.
Más húmedo.
Amuebla mis latidos.
102
Quimioteratura
Paraíso Femenino Que Subraya La Armonía. Hice girar unas cuantas vocales
en una prosa de acero que se derritió en vida. Hoy te he traído los restos
entre la fortaleza de mis dedos. Plasma el deseo de ser mordido por la lluvia de sombras
de tu aroma secuestrado
por la eternidad en pañales. Todo principio es ininteligible y convulso en la madriguera donde se masacró
a la única diosa parida por el ángel del deseo. Pasado. Historia salvaguardada por el brillo de túnicas
con tu adiós estampado en un beso. Pretendo hacer rodar
por tus mejillas inertes
una verbosidad invisible y salvaje justo al momento de sentir
que tu mirada desvestida de negro sobrevuele mi garganta…
…desgarrada de tanto callar tu nombre. Las larvas mensajeras de corrupción 103
Quimioteratura
son devoradas por las arañas de la resurrección tejen sudarios oníricos
presagiando tu regreso que ya ha sido vetado. Tanto afecto desorienta a las aves por el día extravía a los murciélagos nocturnos. A mis pies;
una planta que ha perdido el juicio
esculpe suspiros con una talladora de vida y ternura. Uñas, calor y sueño;
que el amor supremo
consumirá el bostezo de mi angustia al punto de instruir al miedo.
El miedo a enamorarme de tu último sosiego. Aliento. Allí donde el infinito está pintado
de colores adiestrados por la luz de la inconciencia; allí es donde un aura planetaria
tomará el lugar de tus carnes y tus huesos. Los resquicios de tu perfume modularán los arpegios
de la confusión del silencio
acurrucado a la vera de los cipreses
a los que con tu esencia servirás de sustento. Susurro cómplice del eco
de esta lectura idílica que derrocho
ante tu fidelidad a la paz de sentirte mía. 104
Quimioteratura
Ahora interrumpo mi brillo
hasta un próximo encuentro, con las pupilas erizadas
y cristales de corazón en la garganta;
me retiro a usurpar la unión entre la pena
y el saberte ida.
Hora de partir a casa, a perturbar la cama.
Voy a ensanchar tu espacio de sábana,
donde mordiendo la lluvia de sombras de tu aroma, repetiré que te quiero. Eterno.
105
Quimioteratura
Ven, Deshoja Mi Mano (Remorse VOP) Deja que te sufrague
deja que erradique tu ingenuidad; la de sorber educación
a partir de un papel estrujado en una esquina del escritorio. A borrar del espejo
el reflejo de impotencia
la concavidad de desconsuelo
por aquellas batallas perdidas
en distintos ruedos.
A burlar el odio y la rabia lo que arrasa tu presente con llamas virulentas
nacidas de tu anhelo perdido. Ahora, antes del nunca,
percibo el sentimiento inocuo y errático de tus versos, prisionera de tus propias palabras. Basta de ahogar la tristeza al compás de las copas,
de cosechar verrugas y úlceras ajenas de la acera y el pavimento,
senderos erosionados por las hijas de Febo. Deja de justificar
el exilio de tus virtudes
con autocompasión suicida. 106
Quimioteratura
Desecha la ponzoña y celebra la vida.
Deja lo ondulante e impreciso
para la brisa de guión impredecible. Muerte a tus cavilaciones
tránsito libre a los lamentos,
mieses acaparadas desde una amargura silenciosa, aflicción…
… que hasta las hojas en blanco del escritorio se resisten modelar.
No más episodios para victimar la belleza,
nada es irremediable excepto la gloriosa muerte; que paradójicamente es el único remedio. Ven, acércate;
deshoja los pétalos de mi mano
escribamos juntos nuestro primer poema.
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Bébetelo Todo Estoy atrapado
no supe apartarme
de la lluvia de dagas que aún golpetea el frágil techo
de mi corazón de hueso
aquel que supo sucumbir
a la embriaguez de tus lágrimas de vino. Dibujo en mi piel pálida el peligro inocente
que escapa de tu desnudez, me has dejado sediento,
enamorado de minutos de tu tiempo, de la sal de tu lluvia, de dejarme morir
en la cotidianeidad de una estrella.
Humo, cielo,
la fuerza de una sonrisa,
la jovialidad del crepúsculo,
la sumisión del sentimiento. Un café con hielo. Sin más dilación
elijo beber de las sombras
terciopelo que deliberadamente
me empapa del sabor a la escasa distancia en que anidan los momentos
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Quimioteratura
que restan por compartir contigo. Un arco sin iris
proclama el fin de la lluvia de dagas,
el comienzo de mi afán por seguir atrapado, las ganas de abrir mis manos donde aletea la alegría
que nos espera este verano. Cuando el crecimiento…
… del amor y la agresión de la niebla
hacia la razón destierran lo ennegrecido del dolor, entonces emerge
un ribete diáfano de nube que se queja, al igual que mis huesos cardíacos; reclamando más de tu presencia. Lo majestuoso del momento, hace que mis huellas
estampadas en los nidos lodo de breve aguacero,
reflejen mi insaciable sed de beberte. Corazón de hueso
desde donde acaricio
el árido mentón de tu alma, donde la fascinación por la miel amarga
me sigue regalando tu instante,
tus lágrimas de vino. Humo, cielo,
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Quimioteratura
la voz de un abrazo, el júbilo del alba,
la subordinación a nuestro séptimo sentido. Café, vino, miel
y el dibujo de tu desnudez que se arraiga en mi piel. Cuánto daría
por dejarme morir
en la cotidianeidad de una estrella, lo haría ya mismo
si pudiese volver a estar vivo.
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Quimioteratura
Epitelio Furtivo Pronuncio quietud a lomos de la escarpia, vibra lo peculiar a mis espaldas cojas,
punza la cadencia precámbrica del sofá,
latifundio de abeja obrera, purgatorio de miel. Rezagado el timbre de mis manos,
atrás, dando explicaciones infundadas.
Surge humano el umbral de una pilastra, basalto y dinero rubrican arte hereje.
Necesito oír respirar tu epitelio detrás de la puerta. Elástico el tiempo que sobrevive fingiendo,
trémulo, hondo y metálico el llanto indefinido; muecas migratorias para repetir flagelo,
y pronuncio quietud a lomos de la escarpia. Cuando la sensación visual no es nada.
Cuando ahogarse en almíbar paraliza… … la autopsia de una espalda coja, que nunca halló puerta ni cerrojo.
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Quimioteratura
Quintaesencia Del Abatimiento Lapso y lema de castigarme con ansias,
decapitar los versos en promesas rotas,
juramentos incumplidos, simpatía desperdiciada. Máscaras en baile de cieno y afecto excluido. Dócil y caliza es la ceniza de la flor,
exquisita y repugnante la fealdad grasienta,
de este suelo agreste, de dolor sedoso y aterciopelado. Se resquebraja el rosado de la última mejilla,
vanagloria el funeral de la sequedad de mis labios. Fuente del linaje de remansos clavados,
de melancolía suicida que roza una presencia vacía. Musicalidad del jugo de un genio misántropo, llanto de un abrazo a un pecho delirante. Beldad de tonos grises que tejen, hilan la expiación de besos,
orfeón de tristezas, migración de estima,
una pasión que ríe anida con burla, parpadea;
destruye el arpa de mis pestañas, ojos baldíos. Un latigazo inútil engrandece mis sienes,
fustigación barroca de lo que no fue, ni será.
No existe proceso físico que rellene mi regazo, no existe sinceridad en el beso premeditado,
alma de cristal tallado con amargura y resentimiento. Cadáver que envasa un boceto satírico de alma, la suavidad de la sombra, el todo perdido.
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Quimioteratura
Polvo de expiación bajo las uñas, torres de sufrimiento; aferradas con clavos del olvido, oxidados noblemente;
inyectan desenfreno depresivo y sostienen mi quebranto. A mi vera,
turbias copulan las virtudes de la vida; en duelo pérfido, buscan mi armonía, reacción tardía.
Susurra la bendición de un presentimiento cruel, algo que devele el blanco de mis desgracias. Y se congela la definición de suficiente
Plagio de hálito en brisa de humor curvado, enternecido de frugalidad denigrante.
Añejo el vinagre y los pelos de mi lengua, retórica de perdición
en medio de la fragancia prohibida. Las cenizas de la flor. Dóciles, calizas.
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Quimioteratura
Natia Jamás me ha dicho de dónde viene, sólo sabe decir que me ama; y únicamente lo dice cuando bailamos.
Odio bailar, pero con ella es distinto. Todo es diferente. Adoro su danza, mi baile, nuestro contacto.
No estoy seguro, pero sospecho que cada noche sale de alguna herida abierta por el látigo del olvido.
Al despertarme, alguna cavidad de mi cuerpo me incita a
proponerle que deje parte de su alma en mi oscuridad. No lo hace.
Simplemente se adhiere a mi cuerpo y bailamos.
Y la habitación se transforma en el mismo paisaje de cada madrugada.
Te amo, repite al compás de melodía lujuriosa, líquida y viscosa. Disfruto sentirla cuando se estremece, me hace sentir que soy el administrador de su voluntad.
Con cada movimiento me confía sus secretos y la noche se torna gélida, pero ignoro cómo lo sé ya que ninguno de los dos sentimos frío.
Me inyecta pasión, libera mis temores, destierra mis debilidades, me motiva a morir de placer.
Un arco iris de tonos grises viste las montañas, un sol nocturno riega con tímido rosa sus cumbres, son rayos de reflexiones. Me estruja con fuerza para sentir como mi corazón late
desmemoriado, repleto de afecciones bestiales, inhumanas.
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Quimioteratura
Todo acaba al amanecer cuando punza un par de besos en mi frente y por enésima vez intento encontrar la verdad en su sonrisa fugaz. Es inútil, al menos sé que volverá mañana.
Desaparece por el muelle del lago al pie de las montañas y vuelvo a reencontrarme con las almohadas.
Otra noche de extravagante amor y danza desmesurada. Así es Natia, quiere verter mi esencia por todo el mundo
conocido; eso me ha dicho con el beso de esta noche, ése será el precio para que nuestro amor se consume. Natia baila cada noche pegada a mí. Natia es la nada hecha carne.
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Quimioteratura
Fragmentos De Agudo Abatimiento (FAA-VOP) Junto a una flor de poeta en suelo agreste
celebras el funeral de la sequedad de tus labios. Fuente del nacimiento de melancolía suicida que resquebraja el rosado de tus mejillas.
Musicalidad del jugo de un corazón solitario, dormido al roce de una presencia vacía.
Llanto de un abrazo a tu pecho delirante, depósito de tonos grises
que tejen la expiación de besos
provista de un orfeón de tristezas
cuando espías la migración del sentimiento. La fuga del ser querido.
Una pasión que ríe anida con burla en tus ojos.
Broma pesada. No existe proceso físico que rellene tu regazo, remanso escogido por repetidas y conocidas aflicciones.
Tampoco existe sinceridad en el beso premeditado,
ni beldad en alma de cristal
tallado con amargura y resentimiento. Al mirar la botella de escape anestésico
apenas ves el reflejo de un cadáver con alma, la suavidad de la sombra, el amor perdido.
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Quimioteratura
Polvo de pena bajo las uñas,
torres de sufrimiento aferradas a tus complejos con clavos del olvido sostienen tu quebranto.
Tiempo de castigarte con ansias y sin más rodeos, decapitar los versos en promesas rotas,
juramentos incumplidos, amor desperdiciado. Afecto excluido. A tu vera,
las virtudes de la vida en duelo
buscando tu armonía, reacción tardía. La realidad del vicio
de sentirte permanentemente sumergido en recuerdos.
La bendición de un presentimiento cruel
que revelará el blanco de tus desgracias, morir oyendo la balada
que te cantó la brisa de su último aroma. Fragancia prohibida.
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Cada Vez Que Cese La Lluvia Llueve y en esta especie de
de subversión, de terrorismo cultural; no miento al decir que al verte erotizo la realidad, mas
tu amor es más real que verdadero. Y te crees asesina siendo, aún; la víctima Loado aquel que logre
domesticar tus púas y tus limos depreciados. No pierdo nada
si beso el puñal que detrás de la lanza acaricias con los párpados. Nada pierdo
si redimo la impotencia de tus labios con savia de mensajero. Tu locuaz cabellera
no acusa la fuga del aguacero. Olvídame si puedes o quieres, porque vendré siempre,
como los soles, las lunas y cada frívolo equinoccio. Vendré cada vez que cese la lluvia.
Estaré aquí para vendar las uñas de tus ilusiones, vendré a definirte
si eres real o estrictamente verdadera.
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Quimioteratura
La Rotura De La Angustia CH3-CH2-OH El dolor profundo,
las emociones profundas.
Con y sin signo de postergación Allí reside la base de lo inepto. Del vicio.
El desenfreno y la corrupción de cualquier alma sincera,
borda querencias a la silueta
de la fortaleza pseudo intacta o derruida, da igual…
Acuñó el único “dios” verdadero
“Lo que no me mata me hace más fuerte” Y sin dudas hoy es valedero
para no dejar la sustancia inerte. El caos y la destrucción laten de prisa
Pero la fuerza provocada por CH3-CH2-OH
cae rendida y se hace trizas
El poderío insondable del cariño
coquetea con la resurrección sin etiqueta. El dolor y las emociones profundas,
Inevitables pero obsequiosamente tratables. Perder la moral no es cuestión que inunda
Y la lucha continúa contra entes inmutables.
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Quimioteratura
A Mi Madre Y Mis Hermanos Muertos. El primer encuentro, primera aproximación de lazo familiar.
Reconocí tu olor, reconocí tu voz más clara que el eco absorbido desde el interior.
Eras primeriza sumergida en suburbio de dudas hasta que te diste cuenta que yo solito me hacía entender cuando
consideraba llegada la hora de comer. El más bejín de los tres. Calostro pajizo destilaste a mis entrañas durante casi tres días, lo suficiente para resguardarme bajo protección inicial, la más trascendental.
Anonadado por duplicado tamaño de feraces glándulas y
solemnes aureolas, sorbí impiadoso tu savia armonizando mi
provisión con la nueva práctica de respirar en ambiente tan frío, tan disímil al dejado tras cordón umbilical.
La inevitable transición de calostro a leche real marcó la primera lucha entre gemelos hermanos henchidos de avidez láctica.
El contacto de tu piel cálida y suave me sentenció a ser feliz
acreedor de confianza y seguridad infinitas, como la cantidad de arrumacos que me brindabas entre cada incursión a tus pechos que mis hermanos y yo explotábamos afanosos con poca lasitud.
Quietud, sosiego, tranquilidad, calma, serenidad, paz,
equilibrio, placidez, descanso e impavidez. Así recuerdo los días en que con tu jugo nos alejabas de la debilidad, así recuerdo como tus bacterias colonizaron mi piel proveyéndome anticuerpos de ilimitada protección.
Así recuerdo cómo, a través de mis poros, captaba tus
maternales sensaciones, y tu forma única de decir “te quiero”. 120
Quimioteratura
AsĂ hoy con doliente jĂşbilo recuerdo, que desde entonces, igual que vosotros muero.
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Quimioteratura
Haz Las Maletas No puedo decir que sean días ni noches; sólo son momentos
ajenos a medida cronológica, gradual o sucesiva en los que una silueta vestida de azul claro y labios carmesí, hace que me suscriba al sorteo de un viaje de desenlace sospechoso.
Cuando la aventura más arriesgada no es vencer la amenaza de prosperidad sino levantarse de la cama.
Cuando la mejor forma de vivir se traduce en estar haciendo y deshaciendo constantemente las maletas.
Cansado de repetir que si tengo que elegir compañía sólo opto por la mía, desfalco el lecho de dudoso reposo asumiendo las maravillas y misterios de un fantasma que erróneamente siempre creí extinto.
No busco cura ni redención, ni tan siquiera un ofensivo premio; sólo una mención especial por saber vivir esperando una nueva compañía.
La pureza de un ideal que sueña el artista, algo para desenterrar la sensibilidad que anida en las leyes sin aprobar que preñan la inspiración.
Una sed insaciable por beber la furia de una voz a mi lado. El gran talento del árbol de la impureza es que nunca deja caer
sus frutos al suelo; en la base de su tronco, entre las hojas de la
primera agenda desechada, completa, llena de experiencia; yace la locura de una tiranía que azuza.
Una emboscada para sorprender a la incertidumbre. La sorpresa, el disgusto, la tierna reconciliación con la vejez del apetito; todo encarna la irritabilidad de un túnel neuronal de
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Quimioteratura
una digestión viuda, una diversión poderosa y una atracción constante.
No hay brusquedad en los versos de un cuchillo clavado en el estómago, pero sí en mi lengua cuando atraviesa tu corazón. Ninguna belleza superficial puede atrapar mis ansias de poseerte.
Podrás elegir ser madre, pero jamás tendrás la opción de elegir un menú ajeno al restaurante de mis equipajes.
Venga, levántate; basta de desear estar dormida, hay que descansar cuando el sueño apremia.
Haz las maletas y coge una agenda en blanco que a partir de hoy serás mi nueva acompañante.
Antes de viajar a lo ciertamente incierto te daré una orden severa de aprovechar la vida.
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Quimioteratura
Madrugadas En Cuarentena No había descansado lo suficiente desde mi último patrullaje por estepas urbanas cuando se me ha vuelto a presentar el
desafío más perecedero. No es buen momento, así y todo, las madrugadas de la semana cupieron en un solo envase. Útero artificial.
Cansado de huir de mis aposentos para tomar las riendas de la vida.
Cansado de comer el almuerzo a puñados.
Cansado de ver el horizonte con el planeta Tierra.
Cansado de que toquen a mi puerta uniformados de bikini o
sotana para venderme un proyecto social diferente amparado por la gente de mente indigente.
Meteorólogos genuflexos anunciando tormentas de dinero y huracanes de democracia.
Iba a componer una canción atendiendo la triple destilación del
vodka nacional, pero el vapor de un perfume prohibido anuncia la visita de los duendes esbirros de un espíritu divino, inventores de la anarquía de una flecha sin diana.
Deliberada inspiración que concibe afrenta a la certeza ecuménica de vivir sin darse cuenta.
Esto no es una competencia, pero hay mucho en juego.
La superación a golpes de inopia, de palizas extraídas de ociosa y mala entelequia.
Hay una inocencia esencial que ha sido herida por la intuición de pánico agradable al tacto con la venia de la costumbre y el acomodamiento a la vida.
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Quimioteratura
Aprovecharé la inestabilidad y el terror a lo bendito para sin
desvelos y a media mañana poner énfasis musical a poesía de
título original, donde enunciaré homenaje al júbilo que produce callarse la alegría y a la pasión que destruye y a veces mata.
Dedicada a esta nueva sociedad sin armonía, sin música ni artes que den besos a la vida, que venden más necrológicas y horóscopos que pensamientos de un mendigo.
Humanidad abusiva productora de películas de grandes ubres y delicada violencia como señuelo para arrastrar gavillas de
morralla hacia el culto de la insustancial, entregando estatuillas a ídolos de silicona y con la soga de la coincidencia al cuello.
Es un mundo fracturado donde los lazos de sangre devienen en
guías de aspereza doméstica, pereza y emancipación, donde un
arriero esclavo de mil mulas se autodenomina filósofo y arranca ardores un deportista redentor.
Es un consorcio de elápidos y vipéridos sojuzgados por artes
marciales y no precisamente orientales, no me malinterpretes;
no es que sean idiotas, sólo tienen oxidación fácil y eso no es ilegal.
Lo ilegal es presumir de un doctorado en disparates cuando
deberían haber cortado el pan en la última cena con la primera ecdisis de la serpiente del árbol de la vida.
Ya no hace falta que tenga cuidado ni me esmere en cerrar las
salidas de emergencia de las profundidades de la mente, no hay invasores de entusiasmo humano. Nada sensible. Te dejo a cargo.
Si algún duende de ésos pregunta por mí, consúltale dónde
compró ese perfume y dile que marché al reino clandestino de la 125
Quimioteratura
agilidad para cambiar las reglas de servicio al cliente, que les queda poco de tiempo de adoración.
Yo me vuelvo a mis aposentos, voy a sonreír una vez más y
cerraré los ojos para esperar la próxima madrugada que pondré
fuera de todo envase con la esperanza de volver a ver la luna en el horizonte.
Basta de ver la Tierra.
¿Qué desgarro primero, la poesía o la canción?
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Sincronía De Amaneceres El reproductor del coche programado para cantar al azar,
resolvió sollozar “A Tale That Wasn’t Right” de Helloween. Fecundos ochenta…y siete. “Here I stand all alone
Have my mind turned to stone
Have my heart filled up with ice To avoid its breaking trice…”
Después de tantas horas conduciendo por carreteras de una sola vía, el viaje se había tornado agotador.
Estrías rosas en grotesca muestra impresionista revelaban una
alborada allí delante, justo donde el asfalto rectilíneo copulaba sin interés aparente con el horizonte aún difuso. “…Thanks to you, my dear old friend But you can’t help, this is the end Of a tale that wasn’t right
I won’t have no sleep tonight…” Sin dejar de mirar el camino, sin aminorar la marcha; posé una mano sobre su pierna como consintiendo lo que nadie había dicho.
Ella acopló su dos manos a la mía armonizando lo imposible. Caricia y fuerza.
Los versos de Michael Kiske llegaban a su fin. Canción breve. “…With my heart, with my soul
Some guys cry you bought and sold
They’ve been strong, young and bold 127
Quimioteratura
And they say, play this song again.” Giré la cabeza para crear un solo cauce de miradas y por primera vez le dije: “Te amo”.
128
Quimioteratura
Elixir A Mi Lado No quiero decir tu nombre por miedo a despertarte, sólo dibujaré pensamientos en tu espalda desnuda
para con recato desvergonzado confesarte que hasta al dormir amo la vida,
aunque la lumbre de tu amor me hiera en sueños, a mi lado, profundamente dormida. Y la luz es violenta,
está a pocas décimas de mi más secreta herida, como intentando besar el frenético rodar de una rueda de bicicleta sin rayos
que maltrata el sendero de inútiles recuerdos. El camino deja de ser escabroso
cuando esparces en él tus novedosas espinas.
Allí es cuando la súbita aparición de la danza de mi poesía,
homicida de tu tristeza,
encarnación de lo grande e inconcebible de nuestro amor; aparta la santa rabia que se ahoga en sus propios espumarajos.
Verdugos que concebimos con nuestra indiferencia. El techo de la habitación
sostiene una placa que muestra
la soledad de dos microscopios gemelos que no abruma. Veo una golondrina de estación
para noble propósito de posible resurrección. La sombra del ave se apoya en tu espalda 129
Quimioteratura
y deja ver el grabado con los nombres de pila
de todos los ahogados que rehusaste subir a bordo, sabiendo desde un principio que serías solo mía. Ya mis venas no terminan en mí,
sino en la sangre que de los dos que
luchamos por vivir que enarbola la excelsitud del suspiro como emblema de nuestra carne,
de puro aliento, de sacro sentimiento. Colecciones de dioses adiestrados por la amargura, yacen mansos y serenos
en la curva de una ceja del ojo
de un tributo al tiempo dividido. Voy a sembrar determinación en la batalla de tu inocencia. Voy a permitir que mueras junto a mi cuerpo
cuando todas las cosas criadas por el sol perezcan. Bendita sea la infancia de tus defensas. Así duermo.
Descanso existiendo
como estudiante de una voz que acaricia, alumno del frenesí afectivo,
pupilo del diplomático vértigo de penetrarte. No existe urgencia
para desplegar el goce de estar encadenados. Voy a enjuagar mis fauces depredadoras con esencia de largos pétalos de loto
para después lamer tu espíritu condenándolo al éxito. 130
Quimioteratura
Divina, fértil y rica eres;
diosa de la abundancia de virtudes humanas
y proyecciones celestiales tan lejos de los otros mortales. Te acaricio y te escondo
en un soneto de hidromiel gaseoso.
Burbujas causadas por las plumas de la golondrina
que se adelantó a la primavera de nuestra vida. La mariposa disecada
la que fundó la cicatriz de tu garganta
cobra vida y canta responso de agradecimiento porque tú sigues viva ofreciéndome tu espalda
para dibujarte los últimos pensamientos del día. No voy a decir tu nombre por miedo a despertarte, tengo temor a mancharlo de dulzura. Duerme, vive, sueña;
esta noche a mi lado, dormida.
131
Quimioteratura
…Para Dejar La Intimidad En Los Pañuelos. El mensaje llegó a mi playa dentro de una botella que guardaba el dibujo de un naufragio.
Un ente femenino incomprensible no cesaba de vomitar
incoherencias, asumía como privilegio propio matar sin piedad la narración de los sentimientos. Dolor desordenado.
Hembra de gatillo fácil, guerrera contra la salud espiritual. Una experta en pulir la grosería elástica de analizar la dimensión de la gripe de un grillo.
Versada inversora en accidentes místicos para recitar la puerca lírica de los nuevos humanos acogedores.
Ademanes espontáneos de la imaginación paridos de un síndrome bisiesto, inspiración cada cuatro años.
Una vez me invitó a su guarida, estaba allí pero apenas me dejó verla; solamente pasé revista a una mesa repleta de cuernos,
botes de ungüentos, peines de asta, bibliotecas de miedo y un diploma que atestiguaba era única heredera de la fatiga.
Antes de marcharme cogí un cuadro donde dos amantes arrebatados de pasión se rocían gasolina en un sótano ecológico.
Hoy me tomo trescientos veinticinco segundos para darle las gracias, porque aquella mujer, sin quererlo; desnudó un
episodio más de mi orgullo en pos de diluir las tinieblas. Gracias a ella pude ver lo que hasta entonces me estaba negado.
132
Quimioteratura
Acabó mi desconfianza por los espejos que parecían tener
múltiples personalidades, ya que al acercarme se alejaba el reflejo y los objetos del fondo reaccionaban a la inversa.
Me obsequió la lucidez para percatarme de que soy muy bueno detallando por escrito la apariencia de las más auténticas
realidades, lo difícil sigue siendo encontrarlas tan genuinamente deformes.
Hoy me he ganado la proeza de soñar con una sola página de periódico bella, olfatear el perfume violento de viajes leídos. Pasado documentado, presente asimilado. ¿Qué si la amé?
Si, y me ha robado la pubertad de mi sinceridad; pero hoy está lejos, eso facilita la comunicación entre dos seres que ya no tienen nada que decirse.
Para que no vuelvan a robarme, he dejado abierta la puerta de mi alma; a su lado, un sillón y una hoja virgen flotando.
A veces me pregunto si habrá alguna que sepa lo que es sentarse frente a un papel en blanco.
133
Quimioteratura
De Harapos Del Alma A Sadismos De Seda Ednio primero.
Sobresalto de un consentimiento de devoción a un apego que
superó la necia solemnidad de ponerse de hinojos ante usanzas melosas, anticonceptivos de lo real.
Sorpresa desprovista de alarmas; araña con delicadeza y ternura la piel del grito inmune a flemas de castidad merovingia, clamor de vibrantes estrías anímicas; lenguaje inarticulado que expresa la liberación del ansia de vivirte en cámara lánguida. Ednio sucesor.
Conquista y laureles. Éxito inmoderado para sucumbir
renunciando a nuestra soberanía en la desmesurada y pasional carrera para poseer al otro.
Lo garantiza una literatura viajera que con ligero movimiento de sugestión moribunda, abre y despelleja los brazos para
esplender los arrebatos de entusiasmo transfigurándolos en
afirmaciones que no reclaman estúpidas promesas; porque la veracidad de un suspiro entre bocanadas de humo sella lo ineluctable. Imperioso.
Ednio ulterior.
Irreverencia, deleite y transgresión; celebrar la circunstancia de un humor benévolo que por mucho que se exprima siempre queda en lo escaso que nos resulta llamarlo amor.
Aprenderé a quererte desde la incapacidad de sorberte, desde la maestría de soñarte a partir de la centrifugación de mis ojos
despabilados por tu onda expansiva que apuesta convencida, 134
Quimioteratura
segura de ganar sin trampas ni juegos de paralelismo semántico.
Ednio perenne.
Delirar cada gota de tu distancia; extraviarme cuando palpo la eternidad de saberte viva; magullada pero ilesa, porque me
reservas lo último que queda por consumirte. Sin renunciar al carácter enigmático de tu curva existencial. Entera.
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Quimioteratura
Equus Del Encantamiento Sortilegio borrascoso que con atrevida luz golpea la oscuridad de tu precoz felicidad.
Primera y última demostración de la envoltura que devuelvo al
galope intenso de caballo apóstol a mis directrices románticas. Hueles la iluminación de nuestra pradera con olfato moroso y cálido desde tu posición transitoria al borde de uno de los tantos peñascos que delimitan nuestro espacio privado,
expuesto a la vista de la procreación de la ilusión y el deseo de seguir siendo por el otro amado.
Husmeas la taza portadora de fórmulas de doma a potros en fuga hacia las promesas incumplidas, contenido de acción psico-fisiológica hasta ahora desconocida
Hechizo proceloso que con osado albor abofetea la penumbra de tu bienestar prematuro, aquel que encontraste sin haberlo pedido por desconocer lo que ahora soy capaz de darte.
Demostración inaugural y postrera que soldará tus crines al
cabalgue urgente del ecuestre discípulo a mis pautas de genes
sensibles. Evidencia que al igual que yo olfateas para solventar con acierto que puedes invitarme a sorber de tu taza para que juntos descubramos si lo tácito del pocillo sólo envenena o también mata.
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Quimioteratura
Viva Siempre El Dolor En Mí La ventana se jacta de su cercanía a la cama, diecinueve grados y una guitarra que viola el altavoz. Allí surge y se afianza un pañuelo que con soberbia dice adiós a los escasos barcos
anclados en la contaminada ribera. Cien mil cubos de arena, vista obligada de alcoba circunstancial.
Playa ultrajada por el andar de lacayos que no diferencian los trazos geográficos de un mapa de las líneas de una mano.
Inevitable vulgaridad en la vida terrestre.
El crepúsculo no cesa de golpearme los ojos. Muestro las heridas al vaho del espejo y me arrastro entre la
maleza de aromas hasta llegar a la segunda sábana. La menos sucia.
Luce manchada de terror rápido e indiferente que el vulgo juzga como agonía, menudos idiotas que se refrescan en medio del
placer que les produce vivir en epopeyas de heroísmos inocuos. Gendarmes miopes de precipicio anal de diseño, prostitutas
optimistas que recogen mis monedas en sus faldas de estropajo y abrojo.
Moños y velas que aderezan los velos de una cuita tan amarga
como necesariamente pretérita, que pliegan la fosforescencia de tu última visita con diseños acongojados, efigie hiperrealista. Hoy voy a amedrentar al ocaso con un ruido mínimo de vida.
El recuerdo de haberlo olvidado todo no me roba la calma, no habrá herida más ideal que mis versos estirados sobre una tumba fría a la que la esperanza se ha cansado de vigilar. Ríe.
137
Quimioteratura
Hace pocos ednios que coso los días sin antelación, uno a uno; hilvano semanas que nunca sucederán y me siento en las
lágrimas desérticas que dibujan el primer Arco Iris, espero a la
bestia recubierta de escamas y caracolas; la Criatura Prometida. ¿Ahora quién ríe? Es la ansiedad, la zozobra que cobra fuerza. Hecatombe arbitraria que se desprende del látigo de mi palabra, se ondula en el mísero traje de vacuidad que viste tus sienes. Insípidas.
No es un deseo indolente de placer, es la angustiosa nostalgia
por el vicio de empujar al vacío la creatividad que jadea antes de ser parida.
Es aborrecimiento al lucro que sojuzga a la especie. Al otro lado del silencio has dejado un rictus de tribulación
traqueteante hacia las represalias y ornamentos de la estulticia,
precaria insensatez basada en la crueldad de que a la sombra de mis sentimientos jamás tendrás razón.
Un dios de cabellos color hexadecimal toma forma de hueco en el vacío.
Ignoro los puntos cardinales, ahora lo único que me queda es volatilizarme en la atmósfera de tu último suspiro.
Cansado de aprisionar sonrisas con los labios, concluyo que es
el momento de elegir una hazaña, algo por lo que desesperarse y un miedo feroz.
Mi mirada se alarga hasta el horizonte, se extiende para que las primeras golondrinas se posen sobre ella, aves con cabeza de cuervo que descansarán en el eje donde se unen la noche y el día.
138
Quimioteratura
Hartazgo de ilusiones, no hay bondad en la realidad que hincha el hospital vital de cada jornada.
Angustia por comer, hambre perpetua y vulcanizado por el dolor.
Ruge el instinto sanguinario, clama por un festín con carnes propias, caníbal aficionado.
El humo del cigarro se entrecorta, hay vidrio en el aire y algo
quema mi letargo cuando los párpados obedecen a la fatiga y la neblina es intermitente…
139
Quimioteratura
Beatriz Bajo La Almohada Antes de irse me dijo que mientras llueva no dejaría de amarme. Hace rato que el tiempo ha renunciado a informarme de su
paso, pero sé que han pasado demasiados años esperando su
regreso, o al menos la contestación a mi única carta de súplica. Aquel día subí las escaleras que me alejaban de la llovizna de la calle, briznas acuosas que parecían desvanecer la esperanza de volver a saber de ella.
Ilusiones empapadas con el aroma de tierra mojada. Por debajo de la puerta de mi apartamento asomaba provocativa la esquina de un sobre que me resultó familiar. Al agacharme me abrazó su tenue perfume a jazmín, aún más conocido.
El envío con mis letras había regresado sin haber encontrado destinatario. Su nombre aún se distinguía a pesar de la tinta desdibujada por inimaginables humedades.
Besé la carta y dí gracias a la miseria, de tanto esperarla había olvidado su nombre.
Desde aquel día duermo con Beatriz bajo la almohada. Sigue lloviendo… y no son lágrimas.
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Quimioteratura
Sábado Ciego La súplica de una rendija de mi letargo enciende el estertor frío de un beso a la almohada, respaldo que clama ausencia de soledad. Pocas llamas en la chimenea.
La leña mojada llora el incesante goteo de mis escalofríos. Frenesí y absorción inescrutables de oquedad y silencio.
La turbulencia del galope de tu recuerdo, sin herraduras acribilla el espejo; lo hace gimotear cuando desmañadamente accede a reflejar mis efluvios de poesía incautada por la aduana de tu lejanía.
Así es como intento triturar la ceguera de un sábado,
pensándote desnuda al abrigo de la espuma de la bañera, anhelando aprender el lenguaje del agua que sacrificaba esbozos de la playa de la última ducha compartida.
141
Quimioteratura
Absorción De Los Neutrones Libres. (V3.1) Succión nuclear,
cuando la sangre sueña pimpollos de amapola de lozana demencia
y éstos proclives al goteo. Sutil martirio
de una antigua fisión. Trampa instructora. Lánguido
se desgarra el tropezar armonioso el colágeno de tus fibras, riega mis desiertos
bostezos duplicados
tus letras cicatrizadas. Húmedas y seductoramente inmaduras. El galope del aguacero cubre todas las dunas
filtra la zafra de néctares en tu panal de química desbordada de teoría nula en práctica.
Acto de apertura.
Comparto la herrería uranio y plutonio
donde guardo escalpelos 142
Quimioteratura
salpicados de chispazos,
jolgorios que dañan benéficamente
oídos de una misión huérfana en riesgos. Bisturís soledosos. Reorganizo la velocidad isótopos que regulan
sonido del alma que cae
como rocío a la hierba dilatada, explota como neutrón
bombardeado por antineutrinos. Trenzando con la distancia la pequeñez
una protuberancia radioactiva se descuartiza acompasada
de un rumor huérfano de mentiras. Mordidas escultóricas de expresión anímico-carnal. Versos que tosen
impurezas de marzo
cabalgando las cimeras de pleamar,
otra consecuencia de esta explosión nuclear.
Sueña la sangre, gotea y aumenta colores la amapola madura. Te absorbo libre, así te amo.
143
Quimioteratura
Legión De Esperanzas (Ver 2.0P) Esta noche invoco paseo,
afecto dócil y descalzo que arroja letras al azar.
Aglomera deseo de salvajismo púber, acaba friccionando
el tobogán rizado de tus pestañas. Blasfema la dislocación argumental, la fantasía del dolor de añejarte,
solemnidades de amor rezagadas;
etiquetas donde el castigo simétrico embebe abismos sentimentales.
Gestos sublimes a mis anhelos infinitesimales. Mis párpados desmayados Imaginan, reciben
aterrizaje forzoso de tus labios,
piel húmeda y magra que huyó de los tizones chamuscaron las manos del último poema.
Sentenciado a alisar tu pelo y rozar tu mejilla. El discurrir del tiempo revitaliza los músculos pusilánimes de sonrisas, estampan segundos
confianza y serenidad en medio de lo imperturbable, el doblez de mis caricias,
entrecruzamiento de tus dedos.
Se afila la lengua de un corazón lactante,
se nutre del calostro de tu fervor por tenerme.
144
Quimioteratura
Conjunci贸n de astros, sin cuadrante estelar,
desaf铆a a la nostalgia,
da brillo al verbo de tus bondades, consumir tus elementos
es mi 煤nica legi贸n de esperanzas.
145
Quimioteratura
Abstracción Del Eco De Un Beso (V2.01P) No es…
trozo de pañuelo cúbico de arcilla,
imitador ingenuo de casita de muñecas. Es…
la alcoba delimitada por embozos,
salpicados de tonos rosa y carmesí; cámara donde reposan fusiles, de forjas y batallas labiales, armas que han renunciado,
a conquistar más sentimientos… …revueltos en carnes. Reunión.
La noche ostenta su rostro, cada vez menos garbeado. Idílico y agreste.
Al amanecer el cielo pierde,
estrellas y embarazo de colores. Veneno original,
fundador de falso sosiego, de sonidos ciegos
de teoremas de contactos linguales. Un puñado de balazos frota el firmamento, joyas en el cielo
146
Quimioteratura
un fulgor que no tiene gemelos. Y el mundo despierta, no se cree mi historia
ya desprovista de tu boca. Entonces me reencuentro con un texto,
a cielo abierto sólo tiene tres expresiones, palabras que resumen el motivo para acabar esta única tertulia,
coleccionistas de caricias relevantes, donde aún hoy sigo siendo …solitario miembro. Olvida mis besos.
147
Quimioteratura
Ignición Primigenia (VOP1) Concebir tu presencia
descubrir un nuevo sistema solar
donde una plegaria viste túnica de confidencia, es el deseo formulado de respirar el aire de tus estrellas. Es el mal virtuoso rige la vaguedad
se desliza en las fauces del universo. Resume la velocidad amorosa del abrazo suicida de todo poeta. Reina pintada sobre trono que arde sobre la mítica tumba de fuego, donde las llamas escapan claman refugio
en la fragilidad
de mi firmamento emocional. Acto donde aves digitales
me hacen entrega del orgullo
poseo la herida más profunda
causada por la capacidad de penetración de tus más puros anhelos;
Sanan con quemaduras irreparables la evolución de mi planeta curtido en deseo.
Eres espíritu de materia tangible 148
Quimioteratura
que aprendió a eliminar el éter de lo irrisorio. Jamás fui testigo
de tanta exquisitez
desde que dejé de ser esclavo de la cuna. Fracturas mi lírica
con la inminencia de tu suspiro de languidez avasalladora.
Las cumbres del olvido gimen
se niegan a desaparecer, pero se evaporan. Constelación de verdad,
soplo de intención para inflamar mis elementos. Tu voz ventrílocua crepita
el contorno de tu boca reclama aura que le quite aire
y no hay humo que me impida estar
al acecho de tu candente figura.
La más admirable blasfemia inmaculada para sorber tu belleza,
estética del sentimiento
que desde el futuro nos pertenece y nos une. Se sahúma con la secreción de lo elegante, con el goteo de la incoherencia sonetos escurridos
de un clavicordio impecablemente afinado. Versos de lealtad a no sentirte más lejos. Ahora recuerdo que perdí la memoria 149
Quimioteratura
de haber practicado el suicidio de la amnesia de vivir adepto a que cada dĂa
me abrasen las flamas de tu sideral sistema.
150
Quimioteratura
No Me Importa Si Sonríes (DW003) Cultivar tu vientre
con versos desprovistos de rima,
labranza que transforman tus latidos augurando maternidad de locura, de alegría. Sonríes. Gesto que irriga con sangre
los músculos de la tierra que piso. Equilibrio.
Momento en que
no hay quién sitie a la vida, no hay quién empuñe
las alas de pájaro bobo sumido en tormento. Energía de embriaguez
que engendra sentimiento, baño de pereza
por parecer mezquino de apego, ternura y devoción.
Sólo el bronceado de tus labios puede acariciar la losa,
esa que decora el cadáver de mi esencia. Encuentro júbilo hasta en la calle vacía de mis apetitos más infames;
y besaré cada minuto de la mañana 151
Quimioteratura
en que me proveas esa sonrisa. Es lo mismo
si tus labios amanecen rojos color miel o de sangre robada a un clavel
siempre que conserve esos pliegues,
porque aunque pueda dormirme en ellos, prefiero enajenarme
con la humedad sedosa la que promete
sabor de fascinación inevitable. Cortejo perdurable, Simetría
de la curvatura de la mímica de tu boca realza tu rostro sin máscara ni antifaz.
Porque si algo fluye cuando bebo en sueños,
es el agua clara de la dilatación de tu felicidad. Olor a piel,
perfume de tu dermis insomne, bálsamo propenso a mi beso.
Porque no existe derecho a sonreír, sólo la magia de tu audaz galera
que diseña a tu rostro hecho alegría. No me inquieta un semblante asesino o un perfil divino,
para nada me importa
si cada día me sonríes. 152
Quimioteratura
A Las Nueve Te Abrazo Son las ocho en punto.
De nada sirvió, tampoco hubiese servido despertarte para
decírtelo. Otro sentimental obligado a irse o al menos a suturar una pausa. Café, templanza.
La hostilidad que nos une anónimamente fue la energía que
avivó tu mente. Cruel belleza que añade piezas de pureza a tu cimbrado, balance del escenario natural dominado por el
hircismo de tu danza, gran espacio vertiginoso de disfrute estético. Selectivo.
Dejaré que mis suspiros te sirvan de coreografía hasta quedar sin aliento.
Dejaré que con tu danza liberes tus fluidos espirituales que de otra forma jamás darías.
Así lo cultivo desde adentro, sin manipulación ni especulación, por que al igual que la danza, nuestro amor no es pugna, sino arte.
Así de bueno es perder la memoria, te estreno a cada instante. Han dado las nueve, ahora te abrazo.
153
Quimioteratura
Adiós En Si Bemol Mayor El bosque nos consintió propiedad, y no quise féretro mimetizado,
ni con muscíneas, ni con troncos. Te he dejado sobre las hojas al descubierto
junto al arroyo rapsoda. Asiste el piano de cola
testigo de tu última canción,
donde dejaste lírica entonada en papel de pentagramas junto a la copa vacía
sellada con el carmín de tus labios. Ceremonia íntima para glorificarte extinta. El bosque ha muerto antes que tú.
Sus restos imitan con talante torvo los secretos del deshielo
los guardados por el viento del anhelo dentro, muy dentro;
del tronco más hueco. Apresurar el dolor
no es aceptar lo irreparable,
por eso voy a explicar mi angustia a la brisa cálida
que no vendrá hasta el próximo invierno. 154
Quimioteratura
Cuánto quisiera
te unieses a mi grito atómico de fiebre enriquecida
por el pan de la poesía. Sólo veo sombras emotivas
que decoran el sopor de tu silueta
tapizada de ropas
que dispersan miel
en panales de muerte. Pensamientos vagos
la última mirada borrascosa
la más bella hembra humana,
y se turba el licor de mis suspiros condensados chorrean en la copa
se mezclan con dulce champán de lino que recubre tu cuerpo. Condenado y sumiso
a velar la antorcha encendida de tu recuerdo,
dejo que mis manos goteen carbón restante.
Bosque incendiado
por nuestras almas en vilo, partido en dos
por el arroyo reacio a callar. Así es la infancia 155
Quimioteratura
de este glaciar de floresta pintarrajeado de pena y muerte sosegadas. Fronda amparada
por magia depredadora; tu último escrito
se rehúsa a levantar vuelo desde el piano de cola.
Hora de rozar el umbral de la eternidad entreabierta entre ambos torrentes, el de mis lágrimas y el del arroyo.
Timbro en tu frente gélida el último beso, reverente;
al compás de una sinfonía en bemol, eufonía que humedece
de amor y dolor mi vida.
156
Quimioteratura
Analgésicos Suicidas El amanecer es rojizo
y la armonía empina su fracaso. El filo de la efusión y la mentira ya no lastima los ojos. Lúdico desenfreno,
refugiando pesadillas
en túneles bajo las uñas.
Labios atrofiados que humillan, sílabas sin intuición histórica.
Administración de sufrimiento, dosis variable;
píldoras de analgésicos suicidas. Gotas de recuerdo y nostalgia. Aplaza o mejor posterga,
desintégrate en sospechas,
sueña depilando tibiezas inoportunas, maquillando tus imperfecciones.
Pincela sonrisas hacia el horizonte,
Probeta experta en derogar esperanzas, decana artista talladora de miedos. Aplaza o mejor posterga,
Desintégrate en amor bonsái,
Depilando tibiezas inoportunas,
maquillando tus imperfecciones… 157
Quimioteratura
…perfectamente contradictoria. Te hiere el tacto con la sensibilidad, huyes de lo sincero cuando muerde …por vez primera.
Rojiza, dosis voluble y móvil, Refugio, sufrimiento y gotas,
Más tarde, bajo las uñas y tierra virgen, ojos descosidos al vuelo.
Nunca más…, y me llevo tus hombros sin espalda.
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Quimioteratura
Principio De Aniquilación (Peque Final) Eres la expresividad artística sin igual. Madre de retoños de nubes destinados a legalizar
la ebriedad de mi intranquilo presente, un pretérito actual.
Eres la única receptora
de la sinceridad espontánea
la que emigra de mis cogollos
cuando dejas que viole tu sensualidad
al reconocerte por el minúsculo tragaluz el que ventila tu baño de aspersión. Cóctel carnoso de pasión,
prefabricado de una oruga dormida arrullada por el roce inescrupuloso de mi esperanza con tu mejilla. Así de reducido termino
como maníaco sentimental en apuros
al borde de una erección cardíaca enigmática descontrolada,
negada de apaciguamiento que provenga de otra cosa
que no sea el repaso de tu mirada. Voy a seguir la huella de tus caricias hasta la fosa común
donde aguardan las cadenas de libertad aséptica
159
Quimioteratura
la destinada a guionistas perturbadores de una súplica, de una protesta,
precursores del clamor que anula mi presente, presentándome tu escultura que muda de piel
según los cánones de una ornamentada partitura,
fruto afinado y melodioso de esta exquisita locura.
Si el amarte tanto entierra así mi presente,
acógeme lo suficiente para no volver a sentirte ausente.
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Quimioteratura
OPUS II – De “ismos” y mi filosofía Generales, Surrealismo, Creacionismo, Ultraísmo, Hiperrealismo y más que nada Mustainismo.
161
Quimioteratura
Hipotenusa La química de mi vicio en technicolor,
película retinal patentada para invidentes;
pero la mímica de mi ilusión se descorcha, y veo, siento, oigo…
… lloras, lloras tanto;
y renaces en cada pliego de tiempo en cada fibra de ednio
donde reposo mi mirada. En tu interior,
forjas quietud inanimada,
quieres y necesitas que brille la llama, …pero te beso,
hincho la hipotenusa de tu cuello Soy.
Estoy.
Allende la marea de tus pestañas,
allí donde se varan los mundos que escribí. Ahora dame otra botella…
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Quimioteratura
Cuando El Día Escapa Y Me Lleva Al Origen Se desgrana el terciopelo que profetizó mi partida e interrumpe el deseo estéril de encontrar la llave perdida del enigma que atesora una pena perdida.
Respiro la bellísima soledad gris manchada por la vulgaridad espontánea de una luna erecta en melenas de neblina.
Las sombras de las columnas de esta terraza infectada por el
golpeteo de de esta cortante y plácida agonía, se codean entre
ellas como para ofrecerme la gentil compañía de una partida al solitario.
Algo pone las cartas sobre la mesa, naipes extraños de material estelar reciclado.
En su dorso plagian imágenes decoloradas de sosiego, muerte, flores, nidos y ojos de cerraduras.
La resonancia de una cárcel de sonrisas sin llave da comienzo a
la lucha inmediata que provoca aceptar el papel de instructor de la próxima amargura.
Nace el entresijo que suplanta la precocidad de una fiebre lúdica que me desintegrará hasta convertirme en tus partículas de
origen.
Algo rige este lugar, la certeza de horas de furia, una telaraña exacta y silenciosa, un artrópodo de Babel con aroma de
galaxias y ramplonas mareas selenitas, una luna ya calva en brumas.
Algo arde, alguien muere y yo sigo respirando soledad. 163
Quimioteratura
La mรกs bella.
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Quimioteratura
Crepúsculo Ahorcado, Basura Para La Cena Tic.
Al ladrido de los búhos, cena y cuenta nueva, velada para aderezar guillotinas con tomillo
e instituir la comarca de mi rúbrica sin brillo
fundación de porcelana del diapasón que espera. El postre desprovisto de pene se deshace
convulso por la bruma de autista sobremesa y la fatiga cólica decora agónica tu cabeza, canción ahumada, porvenir sin base.
En la mecedora descansa la melena de la lógica, atada al destino de un reloj sin baterías.
Sagacidad y putas perdidas, sonrisa y estrías. Silba la serpiente del techo, gime trágica.
Encadeno un insulto a un orgasmo sobre el mantel
Instante de mancha suicida que aja el sonido de tu pupila Suave dermis de parsimonia en que no espabila
Historia de tu cabellera hecha muecas de papel. Se agota la historia que no cambia de lunas un litro de ADN despliega sus alas, ufano;
miente historia para dos, vulgar y profano. Vísperas de divisiones y polvo de dunas. Escuela infiel de gravedad terrestre.
Silba, sopla; desagotar pus de los pulmones,
Así desinflará tu cráneo, banquete de golondrinas en tu cráneo. 165
Quimioteratura
Al ladrido de los bĂşhos; bon appĂŠtit Tac.
166
Quimioteratura
¡Qué Sabrán Las Velas Del Viento! Alegre devoción por la sabiduría
llevaba el peregrino en sus arterias. Metros incalculables
de sendero cerril recorrido,
buscando velas salomónicas encendidas. Cantaba loas repetitivas, versos momificados adulaban al dolor
esa respuesta a un estímulo. Que el dolor es huérfano.
Testa enaltecida por cicatrices infectadas, la sagacidad del caminante flujo de polvo estelar
tesorero de sus pasos
tapizados de profecías extinguidas. Astronómica y bruna efusión
interrumpida por quiróptero sensorial mal alimentado, que enseñó la piel. Decodificado.
Piñas aromáticas, mensajes lacrimosos y lingotes de sapiencia. El valor y la fuerza
lo abofetearon con impunidad lo tranquilizó la violencia;
hija del temor y la esperanza. 167
Quimioteratura
Colapsaron sus vasos
y sangró impía la piedad.
Un experimento de bautismo, sirvió de señal
y pacíficas flores circuncidadas esparcieron sanguaza
bajo el inédito planear de más murciélagos. No se debilitó
hasta pudo oír el canturreo un ángel que orinaba
sobre la aguja perdida en el pajar. Cuando el campo no es tan grande para el viento. Cuando los murciélagos revolotean
entre las flores marchitas, y uno sólo se aleja. Cuando arrecia el vendaval.
El peregrino llega a mis pies los besa y entiende
que jamás encontrará las velas,
que sólo le resta unir las estrellas con polvo fulgurante
el que levantaron las carrozas siderales del pasado, para así descubrir
la silueta del dios que representa su futuro. Decido abreviarle el sacrificio
el de llevar la angustia de su propio cuerpo. Deduzco que mi error más antiguo
168
Quimioteratura
fue haberlo hecho a mi imagen. Dejo que grite al compás de los murciélagos: ¡Qué sabrán las velas del viento!
169
Quimioteratura
37°15′14″ S - 56°55′53″ O Mi mente acaba de adoptar
nuevo posicionamiento estelar. Eligió el infierno que vosotros,
el experimento fracasado de Leviatán; llamáis Tierra.
Ha suspendido la fotosíntesis con luz de cometas
oriundos de la Nube de Oort. El estreno incluye
nueva postura corporal, así es que me yergo
a partir de las rodillas decoradas
con heridas de contorno achinado. Lesiones coaguladas por los vestigios
de la arena del desierto circundante al oasis de una tormenta de palmeras y labios, recodo gravitacional
que supo ser mi refugio. Una cuna de culpas sin asignar. Música basada en quintas disminuidas
dibujan sobre el pentagrama de mis neuronas óperas de espejismos
de promesas sedadas de futuro, 170
Quimioteratura
nuevas y desconocidas tonalidades de viento
que incuban infidelidad de pensamiento. Un cómic se acerca planeando
eludiendo meteoritos de algodón, es aquel que encierra
el misterio del maltrato
a una infancia demasiado corta. Bombeo de cilindros etílicos de marca sin registrar. Despierta la laceración de mis venas donde hoy crecen orquídeas, las flores endodérmicas
exigen nutrición agitando sus radares; no debo retrasar su alimentación que lejos de ser caprichosa, no tiene espacio ni tiempo. Así es que las complazco, recurro a las cuerdas
del esqueleto de mi pecho, dentro late
acompañamiento de arpa con alas de retórica. La combinación
de tales instrumentos con mi garganta,
eleva cántico a los cordones umbilicales de larvas mutantes celestiales
para que exciten la corrupción de mis venas, 171
Quimioteratura
vasos que regurgitan savia sustentadora. Orquídeas con radar. Fin del banquete,
el cómic no acaba de aterrizar, mis neuronas graban
el paso de una silueta de fe que huye desnuda
intentando demostrar su existencia. Latitud y longitud definidas,
hasta que mi mente no decida levar anclas de este infierno,
estando aquí no podréis verme; no con los ojos achinados
de vuestra conciencia bohemia vacía. Fin de la inauguración,
rienda suelta a la imaginación.
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Quimioteratura
Espacio (VerP 2-2001) Quiero un espacio.
Espacio donde los agrios sollozos de una pena sempiterna
sean el bálsamo curativo de esa mitad del alma
que abriga engañoso consuelo. Donde la fe y la confianza ciegas se vean atravesadas
por la reluciente espada
de una justicia inexistente
para nunca más volver a ser. Donde el odio que arropa al yo paralelo forme parte de los ingredientes innegablemente necesarios para la sana construcción de una locura enfermiza. Allí donde pueda ver
como la túnica de ignorancia
de un bien labrado y promiscuo pasado
se deshace de la placenta que la envuelve, dejando que los rayos de oscuridad la resequen al punto de evaporarla. Un espacio,
donde no haya cabida
para nada más que un ego
acribillado por los meteoros 173
Quimioteratura
de la inseguridad pasiva que finamente adorna
el carácter de los genios dormidos. Donde el afable sabor
del delirio y la victoria
liberen los sueños contorsionados
al son de un desfallecimiento perenne. Quiero mi espacio. Os aborrezco.
Os odio desde lo más profundo de mí ser.
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Quimioteratura
A Billete Regalado Mírale El Dorso Los nuevos emblemas de la sensibilidad, criaturas minusválidas, deficiencia cerebral de carácter patológico infectada por el terror a lo lógico. La verdad sustantiva.
Chóferes eruditos en híper-estimulación y culto al capricho guían carroza comunitaria de reclutamiento en la atestada avenida de los que buscan amar y ser amados.
Aparcan rozando tu flanco más vulnerable y apelan a tu maligna compasión esgrimiendo como precioso y sutil secreto un ardid de manipulación: “¿Has perdido la fe?”
Si a ese momento has superado el primer raleo y has sido
separado con éxito de las cepas quebrantadas, sabrás discernir
con facilidad que es imposible perder algo que no existe, por lo
que triunfante harás estallar la carroña de emociones tóxicas de funesto transporte; dejando patente que ya eres inmune a las
falsas doctrinas de lecciones virtualmente puercas y anodinas. Si no has pasado el primer corte, conocerás lo que tu ignorancia te reserva en dosis letal y profesionalmente administradas.
La expresión desinhibida de sentimientos falsos que disfrazan
con velo de piel porcina encantada la intención de conquistar la sumisión de tu más puro afecto. Enunciado de simulada
espontaneidad involucionado de núcleo bífido que motivó bochornosa aglutinación de desvergüenzas.
Así intenta dar comienzo la fatídica seducción.
La dinámica no cambia, porque viéndote engatusado te propone una sonrisa húmeda de esperanzas y promesas que traspasan tus más sinceras convicciones.
175
Quimioteratura
Así pierdes la última oportunidad de apearte del transporte, las criaturas minusválidas conducen el vehículo entonando melodías de sosiego para el viajero ya seducido.
Paseante antes transeúnte que preñado de fe descubre la más prodigiosa variedad de peces en acuario de esperanza, de piscicultor el amor. Amor adulterado.
Pronto descubrirás que el paseo no tiene fin y que pasas una y otra vez por los mismos sitios de aspecto paradisíaco como
turista en taxi de ciudad desconocida, pero bajarte del paseo sin destino fijo te costará arrojarte a lo que antes era avenida y ahora es vacío.
Depende de ti decidir si vale la pena conocer tal espacio vacante de gesto infinito. Rudo.
En tu afán de poder amar y ser amado has olvidado fijarte el detalle del billete regalado:
“Origen: Avenida de la Aflicción – Destino: Acuario de Ilusión Válido sólo viaje de ida – Tarifa: Ingenuidad – No se aceptan reclamos”
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Quimioteratura
A Deo Rex, A Rege Lex Piedra fundamental de la exquisita transacción entre el engaño y la mentira, forjador del paradero desconocido de un sueño sumiso al poder de corrupción y desviación sexual.
Mensajero del fraude manifestado en su más pura expresión,
amparado por un frondoso bosque de ídolos, fetiches, cuerpos putrefactos tildados de santos por homínidos de malevolencia humectante y hongos en los pies.
Predicador de engaño agridulce y contradictorio, de intelecto
sandio y disfraz de piel de cordero para lobo inquisidor, asesino y explotador espiritual, material, de naturaleza superficial.
Así penetras con mal aliento y alcohol medicinal las rebanadas de ilusión del vulgo fiel, lacayos colaboradores de buena fe;
abanicados por una fábula de esperanza a renacer en pubertad
celestial rodeados de piedras preciosas, animales que no atacan y un demonio dominado.
Fracaso sentimental de un Creador falsificado, desde el principio de los siglos reverenciado.
Apóstol mutado a ungüento que estimula la anestesia hacia tesoros morales, dulcificación a las fortunas mundanales.
Mucosidad pegajosa en medio de loas en latín que te erigen como intercesor entre un dictador y los cerebros de serrín.
Si tropiezas con vestigio de verdad te escondes cual avestruz de doble cuello y te la cascas con películas de Tom Cruise o de Sandra Argüello.
Propagandista encanto de suficiencia, simpatía por la
tergiversación; portador de mil y un fajas de insignias de muerte en nombre de tu Dios tan hipotético como la forzosa
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Quimioteratura
contrapartida del mal, que a los ojos del eunuco emocional ennoblece la necesidad de asir un dogma fraudulento, vil, vicioso y ancestral.
Marioneta mendaz adornada de seiscientos oros, sesenta
diamantes y seis platinos; atuendo de virginidad blanquecina
que esconde la cloaca donde los cadáveres y las devociones de los genios yacen esperando justicia.
Preséntame tu litúrgica gnosis, cognición y juicio privados de
sabiduría, demuéstrame a tu Dios y deja de interferir la lógica diciendo que lo ves en cada amanecer y en el viento o en tu rechazo al aborto y a tatuar gays criticando felación que
practicas a diario a trozos de metal y marfil en forma de cruces ignotas de nula significación y cojonuda repercusión.
Jornalero de sol a sol en aras de promulgar religión y tradición, depurando con heces todo lo que expectoras en plazas y
vagabundeo místico-turístico mundial, estimulando erección
anal cada vez que morrean tus manos llenas de anillos paganos. Fantoche excretor de náuseas veneradoras de papeles y ritos autistas, obcecado y sin razón, vales menos que tu propio calzón.
¿Me vas a excomulgar? ¿Vas a aterrorizarme con bestias
emergidas del mar o monstruosos adonis del chantajista averno?
Mejor sigue dedicándote a la política que me tiemblan los
escrotos de asco, el miedo lo reservo para próxima inspiración, vete a confesar a los despojos de Constantino o a cualquier
protervo ladino que intentó ocultar la verdad cambiando fechas y matando testigos con inconmensurable amor.
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Quimioteratura
¿Quién o qué te asignó dotes de perdonar o absolver? Explícalo en latín para que todos entiendan sin saber.
Te esperaré un par de secretos más, tal vez soporte alguna
visión o vaticinio; pero por todos tus innumerables “santos”, no me des compasión ni caridad o encíclica de más falsedad.
Aguardaré tu reacción para evaluar si acepto adoptarte como una mascota más, te mestizaré con genes del amuleto de mi
conejillo de indias o con cromosomas del talismán del hámster dorado de testículos descomunales. Sería ennoblecerte. Hipócrita usurpador de mentes sin evolucionar.
Vicario con niñera de sombra esclavista. Tu teoría no es seria, ya no estamos en la Edad Media.
Perverso asalariado capitalista, más vale perderte de vista y no
te me pongas inquieto, que todo esto te lo espeto con el mayor respeto.
¿O tampoco eso sabes hacer?
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Quimioteratura
Acidez Placentaria, Embarazo Estomacal (VOP009) El alma aturdida se descuida, resucitan las articulaciones.
Bisagras de gozo que divierten, excita hasta a la misma risa.
Complicidad en la autopsia al buen humor; disección que vigila interés alimenticio
en la extensión de tierra prometida donde se hallan esparcidas
las piedras de una inspiración psicópata. No hay enigma
en la búsqueda de alimento para los que saben pintar,
explicar el alivio de los placeres sobre la Tierra. Poesía muda es pintura. Pintura ciega es poesía.
El arte vibra esperanzado
oscila la película filmada en tierra seca donde la gloria de la crueldad
orina sobre una cruz de juguete. A la vista de las nalgas del progreso abisal
se exuda la carne digerida, volumen enciclopédico
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Quimioteratura
detalla la concepción de un nuevo feto. Terrones de pánico
endulzan tu parto prematuro
Temperamento bilioso y tormentoso de las luces de la sala,
merma el gozo psicológico de saberse espiado. Acidez en la placenta digestiva. Todo acaba y todo nace
salmos de alabanza para el dios lírico caníbal, protagonista de la comedia alegórica
donde los recuerdos alcanzan el orgasmo
sobre las poco eróticas tapas de tu diario íntimo.
El dios que te fornica.
Brillan tus goznes de alegría
patrocinan la procreación de delirios conceptuales el arte que compondrá la próxima cena,
noche que honrarás siendo el platillo principal. El dios que te devora.
Los barbitúricos gruñen
pintan las paredes de tu estómago… y nada es poesía.
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Quimioteratura
Adicto Instrumental Sin Excusa Forcejeo con arpegios y no dibujo el aliento, evoco la esterilidad del cielo pluricolor.
Hálito amanzanado que se casó de blanco,
allí donde cuelga el recuerdo de músculos sin nervio. Agua, Sol y Fa, sostenidos.
Composición erizada por vocales a cuentagotas, Tañe y hunde pétalos de líneas atarazadas,
hasta que tiemble el alma de tu mejor adjetivo Frío y fuego, bemoles.
No cantes a la flor, deja florecer al poema.
Hazlo con el vigor latente de tus arenas movedizas, delicada pesadilla de masajista encantadora.
Y huele a rosas epilépticas cuando…, más jornadas. Mi ausencia sigue de viaje,
reparte un poco de mi vida.
Mi esqueleto raciona la corteza de mis canas. Vuelo eréctil de llamas nómadas. Y el fuego guarda silencio. Pugno con cadencias y dibujo la sonata,
espero para cabalgar la serenata de mis desgracias, aliento y prosa decolorados por el afecto,
el abrazo engarfiado de un pensamiento occiduo.
La oscuridad del futuro me lanza teoremas de farmacia.
Duermo cuando la ciudad copula con un próximo y último cielo. Apócrifo, amanzanado.
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Quimioteratura
No cantes, deja florecer; suena.
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Quimioteratura
Agraciada Ruina (PreM.-VOP1) Hoy alguien ha salido victorioso.
Como si estuviera paradójicamente destinado a ser
la última caricia sibilina
que cualquier inmortal insano necesita evocar
para congraciarse
con su propia desaparición. Inmediata. Como si nuestros nombres ya estuviesen sangrando después del paso
de ese rojo descendente
que transforma las manchas. Como si el hambre de nuestros corazones ya hubiese sido saciada.
Como si un insultante aliento
se elevase desde los intestinos, ignorando el estómago
y suprimiendo los pulmones;
para destrozar la lógica de pensar
al salir por una sucia nariz aguileña.
La destrucción de antiguas melodías
adorna el proceso que no tiene tiempo no tiene espacio para terminar, ni puede ser interpretado.
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Quimioteratura
Hoy él ha vencido,
llevándose consigo
los siete años de vacas gordas,
guardando para sí
la más efímera demostración de la derrota final. Hoy, él ha fracasado imponiendo su victoria.
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Quimioteratura
Agricultora De Doble Deseo Plantación de objetivo único elucubrado por tus hermanas desde mucho antes de saberos dominadoras de actos de entrega y aceptación entre las diferentes zonas excitables de nuestra especie. Administradora de oficina campestre, elogiada y
adulada por féminas peones que contratas de las egresadas de una partida de ajedrez perdida ante el ente masculino.
Huerto concebido para cosechas múltiples de data aleatoria sin contemplaciones adheridas a lo estrictamente natural, polo opuesto al condimento consagrado de tu género.
Frutos exquisitos de matas craneales sin tiesto ni maceta, de
fácil recolección por filas y columnas ordenados, las filas que
dictan tus emociones sentimentales y las columnas referidas por tus pasiones corporales.
Regadío que evalúo desde mi propio invernadero, apreciación que ya no brota del calor ni la textura que adormece mi tacto con tu sexo, todo se reduce a un canto extrasensorial para dominar tu deseo.
Así veo tu cultivo y tu esperanza de buena cosecha, único precio que has de pagar para destilar tus néctares sin acción unilateral.
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Quimioteratura
Aires De Lamentación Sin Eco (VOP-MMX-Etilo XII) Llegó súbitamente al bosque,
las ramas de los árboles se mostraron sorprendidas, pero no se quejaron.
Apareció como amenazando desaparecer Como prometiendo difuminarse
en la próxima órbita del planeta… …el que estuviese de turno Pero; acarició de reojo el licor que dormía
bajo la lápida de abstinencia, hito claustrofóbico
que un anciano vigilaba. Insomne y meditabundo, Mustio;
apenas inmutado
por el reciente desorden
de su larga y alba cabellera. Sí; vino repentinamente,
y por un momento pensó hasta quiso en trasladar
la esencia de lo insólito,
pero eligió migrar sus caricias a la floresta
que por fin con placidez se mecía.
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Quimioteratura
El anciano graduado en arrugas
invirtió el primer vistazo al recién llegado; se preguntó en silencio y a dos voces de dónde vendría y hacia dónde iba. No hubo tiempo para más,
el ramaje recuperó la quietud,
el anciano acomodó su cabello
el viento siguió su camino llevando aquel beso;
desapareció más lentamente que cuando arribó, sólo dejó caricias
las que el anciano ya no recuerda… … y un secreto. Sólo el anciano supo el remitente
Sólo él el destinatario de aquel beso el que acarreaba casi sin talento el viento vagabundo. Atardeció. El licor despierta,
abandona la lápida mientras el bosque ahora sí se lamenta;
ya no soporta el llanto del nonagenario que sigue clamando por un beso. Y jamás regresó el viento.
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Quimioteratura
Albor Profano Blanco el voltaje de la médula rocosa,
gaviota malviviente entre sus paredes,
vahos de silencio en hechizo de pleamar, delirio, cerrazón y barcos secos al tacto. Botella esculpida de telegramas y luz,
graduada con honores en la escuela del estupor. Letargo que elige nuevo presidente.
Náufrago, sirviente o vago; pero presente. Acontece arena yerma, malhumorada,
altiva y con la desnudez en una mano, cesta de sirenas mudas en la otra,
harina de pescado entre inciensos subliminales. Reverbera una leyenda de asco,
tañe en el calzón de una paloma.
El exceso de placer interrumpe las tinieblas; mar babea, espumosa rabia a contraluz. Grazna impúdico el maldito nuevo día.
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Quimioteratura
Allende El Sudor De La Calma Desnutrida la niebla, coloquial se difumina,
larvas líquidas y coloridas evalúan el retraso. Un dilema de descanso acuna el mercurio. Incombustible.
Lento y furibundo asoma el capullo de la resaca,
consorte del temblor, asesino del espejo.
Inmersión gástrica en temperatura ambiente, Gramíneas ulcerosas en la planta de los pies. Soy anterior a la materia,
soy la multitud plástica ambiental.
Huelo a bruno, a bruma sietemesina disgregada,
Se deslizan telas y abrigo impuro de tregua refractaria,
las mariposas de agua huyen,
hacia la palidez de un poro egregio. Donde un niño afila las uñas,
donde la curva del deseo no revitaliza, donde gritar no abre las puertas.
Donde los pañales están entre paréntesis, En tal concavidad, deferencia a un alivio.
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Amanecer Profiláctico Escoge cualquier momento o instante al azar en que pude darte algo serio en qué pensar. ¿Acaso me has tomado en serio cuando en medio de groseros y primitivos jadeos
con aire sensiblero te dije “te quiero”? Encuentra un ademán,
una frase o sólo un gesto
que equivocadamente interpretaste
como mis ansias de prolongar este revolcón funesto. Es posible que más de uno halles sin mayor esfuerzo,
pero mejor será que calles
que de lástima me retuerzo. Íntegra y bella ingenua. Enjúgate parte de la esperanza que salpiqué en tu espalda,
que no quede rastro alguno
de mi paso por las bondades de tu casa,
templo de incontables fieles de variada raza. No lo veas todo del lado del revés, acabemos esto de una buena vez
y tómate la píldora del día después.
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Quimioteratura
Antivirus (PM1-VOP) Descendido hasta esta solución caldosa me siento en el reflejo
de lo que debería haberse hecho. Fluido carmesí que las aguas convidan, alma del panteón de piedra que atesora un juramento, de supersimetría repleto,
mudo guardián hecho materia
en una antorcha tutora que en su seno cría. Repto ocioso y huelo
suelo líquido de mera construcción,
confundiéndome con trozos de granito,
única manera de violar esta resurrección, … de trasgredir el juramento. Al fin consigo desnudar
el licor amargo que alimenta las llamas; antorcha guía.
Dejo en evidencia
sin nada de sorpresa
la cuerda deshilachada
de la que cuelga el planeta Tierra. Alma lánguida de esperanza trivial, 192
Quimioteratura
reflejo involuntario de lo que ya se ha hecho. Sin pena ni gloria por ser el único usurpador, ahora enriquecido por ser también
poseedor de un juramento que cambiaré a mi antojo, ahora camino erguido al salir del panteón vulnerado. Desde esta depresión acuosa,
confín de profanidades y madrina de desolaciones, no cejaré en acabar de beber todos los reflejos
de lo que debería haberse hecho,
no hasta que encuentre lo que mi especie, lejana y distinta a la vuestra, me encomendó hallar.
A pesar del mentado Dios busco al Hombre.
¿Dónde está el Hombre?
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Quimioteratura
Antropófagus. Bóveda celeste, constelación desconocida. Tengo la edad ideal para morir por primera vez. Viejo, larga barba.
A mis pies, cuatro niños formando parejas de distinto signo.
XX. XY. Yuntas unidas de la mano y cajas envueltas con papel de regalo detrás.
Una voz de serpiente sin reciclar me ordenó hacer dos preguntas, las que quiera.
Confuso me dirigí a los infantes preguntando quiénes eran. Pregunta uno.
Afirmaron ser mis abuelos por parte de ambas corrientes
progenitoras y que estaban allí, a mis pies, para entregarme herencias.
Cogí los paquetes y los abrí en silencio. Uno tenía el libro de recetas de mi abuela y los conejos del viejo.
El otro contenía el libro de poemas de la otra anciana y el taller de su pareja.
En ese momento desaparecieron llevándose mi blanca barba y los envoltorios de regalo.
Me pareció que la constelación tenía cuatro estrellas más. Aún me quedaba una consulta y nadie a quién preguntar.
Cociné y comí los conejos según una receta del libro e inventé la máquina del tiempo en el taller, siguiendo los versos de algún poema.
La máquina empezó a alejarse mientras me hablaba en lenguas aún más desconocidas, entonces le pregunté: ¿qué ocurre? –y así desperdicié mi segunda pregunta.
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Quimioteratura
Me he vuelto un niño amarillo; vivo inmóvil, ardiendo y entre las fauces de un astro gigante.
Soy la estrella número -13 de esta constelación fundada por la máquina del tiempo original y que se autodenominó Antropófagus.
La voz del ofidio sin reciclar suena de pascua en ramos, más
bien en ramos; y cada vez que lo hace, vomito un poco de los conejos.
Bóveda celeste, Antropófagus; justo entre Capricornio y Acuario. Constelación de un linaje que existe sin reclamar vida. No se me permite hacer más preguntas. A ti tampoco.
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Quimioteratura
Apaisada La Herida En techo cabizbajo y afónico,
allí fornican tejidos plúmbicos.
Arpegios dispersos de recuerdos, entumecen la penumbra
–y sangran aspas de humo. Aguaita…
Estuario falciforme de insomnios, estío de estirpe aquilonal vendimia de tiznes
hélices empedernidas. Inquieres y examinas astros pisoteados, esperas el eco de un vómito guía,
¿regreso? al redil de los interrumpidos. Silencio en la decrepitud de tu vientre. Erizas y prostituyes,
fiebre verde que te consume,
te evangeliza y cambia,
ahora gemela de luna rechoncha y fea. En techo desalentado y ronco, fornica el plomo arácnido. Sangra…
Menopausia de maldad, grasa con alma. Llegó el eco… Entumecido.
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Quimioteratura
Apetitos Literales (PostM-P1) Protagonista de cambio
es mi pecho galardonado por su talento flexible
para matar lo desconocido. La pleura pectoral remoza transforma su palpitar, cohesiona efectos
que alguna vez fueron nativos del abdomen sentimental. Así despierta juguetona
retozando gracias y por culpa de tu voz. Media mañana,
ahora ya es demasiado tarde
para remedar a aquellos que dicen fantasear; entes rudimentarios
que jamás sabrán lo que es soñar realidades sufriendo bajo el influjo
de una relajación muscular … o idealizar contextos efectivos mientras se reposa despierto. Solidez de lo inconsistente. Melodía colegiala
la que intenta convencerme
de que no es necesario ser payaso para llenar de palabras dulces
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Quimioteratura
el corazón de nadie. Los gusanos de lo egregio se comen las vísceras
de cada nota de tu expresión,
ahora que el instante de su carne cadenciosa es más frío que el zumbido de los tímpanos. Cuando el grito de lasitud es joven y la cima del abismo
que lucha por salir de las tinieblas
es lo único visible de un retrato de energía. Soñar despierto no causa agotamiento, al menos no más que la acupuntura
de agujas invisibles de los ánimos sin afinar. Jadear con dulcísima fatiga.
El filo de las aguas que anegan una cama que gruñe corta mi deseo de elucubrar normas inútiles, desvela la editorial del corazón
buscando descifrar tu contraseña, o al menos una reseña para dejar de reclamar
los elementos del reino
donde sí vale la pena que revienten los tímpanos a la primer caricia
de la palabra que inventemos de mutuo e inconsciente acuerdo. Vocablo que superará lo excelso.
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Quimioteratura
Media mañana
demasiado apetito;
traído por la risa de una fosa común donde se hace eco
la firmeza de mis héroes wagnerianos. Basta. Ningún ensueño derrotará mis realidades, porque todas ellas
son los únicos espejismos fidedignos,
los proyectos dignos de toda confianza. Una bocanada más de humo, vuelvo a la celulítica cama. Apenas solo.
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Quimioteratura
Apocalíptica Parasitaria (Insomnio I – Preludio) Parásitos en grageas,
inhiben la germinación de ideas. Instruyen y obligan,
a desempolvar un disfraz barato. Sentimentalismo de lujo,
tirado por cuatro caballos. Delito en la historia,
el relato de quién resurgió lampiño en cenizas. Eunuco dadivoso,
oficiaba mudo sobre la cama; espacio redondo de acero, dolor y paz interiores,
en promesas de blanco enlatado.
Mansión de seis brazos, números equiláteros, habitación sin ejes,
tiña locuaz que dicta profecías. Fiebre anal que se contempla, satírica y venial en el espejo. No existe el reproche,
ni para equinos, ni para hadas onanistas. La intimidad ojerosa del alma
reposa abúlica en un pañuelo, retazo de elegante lienzo
200
Quimioteratura
de disfraz barato,
sin germinación que ultraje. Hoy guardo celosamente cada parásito digerido, Cada sueño;
como una sentencia de muerte, como la saliva de tus papilas, acéfalas e insípidas. Inmóvil, sollozante;
Un gatito de peluche respira, y pregunta en voz baja;
¿Qué soy yo cuando duermes?
201
Quimioteratura
Armas De Destrucción Nativas Reproches de penetración
asexuada, sucia y primitiva;
dádivas que a modo de propina
el fracaso carnal
te hace ver más allá de la esquina. Allí donde viste doblar
el último ruego de caricia. Indemne prisionero.
Presagio de maltrato a tu autoestima
degenera ante cohortes de vilipendios
ítem sentimental de lo que llamas pareja
procura taladrar en tu ego-suero sin miramientos. Turgente y arbitraria la reconvención te vigila, te distrae, te convence; pero lejos aún estás
de ganarte etiqueta de perdido, santo tarambana,
fiel retrato de un crisol de genes crápulas. Habituado a ser laureado
galardón a la impotencia,
olvidas que esa insolvencia, la sucia penetración fallida,
representa el mejor triunfo,
si tuvieses las agallas de escrutar al prójimo. Tu semejante sólo en aspecto, 202
Quimioteratura
tal vez en semblante, apenas califica
como ente egiptizado por sus análogos. Momificado.
Sujeto de diáfanos trazos de entelequia, propicia el surgimiento de una especie
símbolo que intenta validar imperecederamente lo que un día fue verdad,
algo que creyó y creyeron de su propiedad. Entidad limitada a lo físico
no distingue fases de desarrollo, ciclos de autolisis,
ni métricas de decrepitud. Renuncia a comparar tu frustración con el fracaso carnal de los demás, ya que lejos de ofender, eres mucho mejor
que el pronóstico profético que vomita tu pareja, discípula infiel de aquellos,
la simiente que con descaro intenta reprenderte. Campante galeote.
Jamás compartiría nada contigo, excepto la misma prisión.
203
Quimioteratura
Armoniosa Y Pacíficamente Utilizado Lira de voz simbólica, de zafra poética.
Metáfora de hembra azulada que festeja ser dueña
de su belleza renovada. Descubrimiento. Mundo de regresiones anticipadas, curiosidades de testa desteñida por penas salpimentadas. Interludio,
donde ahora brilla
la falta de improperios
que alabarían tu mirada. En el próximo epílogo no te esfuerces tanto,
sólo procura dejar lágrimas dignas del trozo de piel lozana
que aún uso como pañuelo.
204
Quimioteratura
Ataco, Condeno, Sentencio, Juro Y Prometo No soy.
Hipertrofia de entendimiento, alud de emprendimiento,
no soy lema de abnegación. Soy.
Ser libre de moralina,
predicador de la antítesis de decadencia, única perversión benigna. Ataco.
A guardianes del procedimiento
de elaboración de golpe de acción morbosa hacia la fluidez artística y literaria
otrora sustentó al amor entre especies, avaricia sentimental humana. Condeno.
A instigación teológica sacerdotes idealistas
responsables de la intoxicación benévola, inoculadores de desprecio,
dañinos, próceres victoriosos ensalzados por anicidios. Guardaos vuestra redención y eternidad en el ojal de vuestras mentiras
remojadas en borrachera de visiones suicidas.
205
Quimioteratura
Comprometidos con el soberbio goce de inexistente demostración de justicia. Sois.
Calidad de reproducción exponencial de la miseria intelectual. Sentencio.
A este punto
ya no me caben más guasas, investigadores científicos sin historial de pasión
describiendo el coito de gusanos en peligro de extinción.
Jamás podréis alcanzarme,
no hasta que sigáis tachando la compasión como virtud. Falsa lástima réproba,
execrable y abominable. Actitud hostil hacia la supervivencia. Religiosidad lésbica.
Pecado original de la sana filosofía. Juro.
Que lo pulcro saldrá adelante
no padezco de vuestra falsa visión narcotizada por la justificación
de yerros no forzados milenarios. Prometo.
Que aún tenéis esperanza, 206
Quimioteratura
porque el 煤nico coraz贸n que todo lo perdona es aquel que lo entiende todo.
207
Quimioteratura
Autopista A La Autopsia De La Utopía (VP3.0 – 2010) Gritos de alegría disimulada
rebanan el aire que contamina tu habitación. Hoy te ha nacido la experiencia.
No la habías pedido, pero te ha llegado. Anoche has soñado
con la sonrisa de algún personaje animado.
Las agallas de tus alas
restauraron lo poco que habías perdido. Las mismas alas que partieron el aire en incontables sueños más,
lo que adereza el sentimiento perverso de la autocomplacencia sexual ajena. Sigues siendo virgen,
pero ahora tienes la maldita experiencia. Eres un triste ganador. Me gustas.
Me gusta cuando intentas ser alguien
exprimiendo esa guitarra que tiene más experiencia que tú. Gritos, cercenan; no hay diagnóstico… Ni causa aparente.
208
Quimioteratura
Azogarse De Belleza Abisal A kilómetros de tu tiempo,
a hectolitros de tu espacio. Un descenso
y las dimensiones no alumbran ni reflejan. A punto de llegar,
la penumbra de una orgía de majaderías huye hacia la corrupción de la luz Superficie. Moribunda.
Bosque agradable de convulsiones azul oscuro, lluvia copiosa de sufrimientos
hace brotar la vegetación submarina,
es inmune a los descontrolados riegos artificiales. Inseminación abrasiva de conformismo.
La caverna de miedos íntimos y sus fauces,
te invita al oscuro deleite sin caminos alternativos. Un reino sin fronteras sólidas, de delimitación intangible,
impuesta por el sentido común de las corrientes; allí donde los libros serán los únicos súbditos, donde no bastará con refugiarse en la vida.
Inspiración esponjosa que expone la pureza hecha escrito. Silencio acuoso
que emana de las pisadas de las lágrimas sin dueño. ¿Sumergirse tanto para qué? 209
Quimioteratura
¿Sencillez, legitimidad y belleza? Sólo el abismo,
sólo él podía albergar lo más cercano a…
…a demasiados kilómetros de tu tiempo, a hectolitros de tu espacio actual. Trivial.
Génesis de angustia y gozo; oscuridad y prosperidad.
Temblor de aromas nítidos de sensación unitiva y filosofal.
Un descenso
y emoción líquida para no emerger jamás. Escribe conmigo desde la belleza abisal.
210
Quimioteratura
Brindis Esquizofrénico (Céu-Versión 2.0) Humedad del bosque, fragor de las dunas,
soplo helado de un espectro rudo y enamorado.
Apagado tenue y repentino de una lámpara nupcial, significados,
veloz racimo de estrellas. Brindo,
crepitar de la madera seca al fuego;
nube sonora y volátil, tabaco rubio. Brindo,
himno metálico, sangra una garganta de acero pétalos misteriosos...
flor poética y sentimental. Brindo,
paz de que me sientas a tu lado, alegría de sentirte a mi orilla. Brindo,
cortejo, dócil oscuridad, siempre. Hoy
uno,
mañana sombras dibujadas, pasado.
211
Quimioteratura
Soledad, espejo.
Te amo
repugnante y sutil violencia odio sincero,
ยกmaldito reflejo!
212
Quimioteratura
Caesar Ergo Sum (Versión 3.01) Homínido ahogado
en el mar de las lamentaciones; fiel representante del dolor. Padecimiento de una lucha de antemano perdida que marcó indeleble
el momento en que la Luna
contrajo segundas nupcias con el Sol. Soy cielo totalmente abierto, desvencijado que ofrece el gris por siempre añorado padre e institutor de la muerte lunar y la agonía solar.
Significo la belleza infernal
del paradisíaco imperio de la amargura, mitológico estandarte de pulmones
recubiertos de cáncer floral
obsequiados de cuna de elogios de lo paracelestial. Servidor, huésped y heraldo caballero. Regidor de legiones de llantos exiliados,
destinados a ensalzar al Creador, último y maligno quark redentor. La esperanza de morir
es lo único que me mantiene vivo.
213
Quimioteratura
Camaleón Neuronal De Infección Masiva Y Espuma De Cuna Vegetal Suicida El roble se posa en una pata,
mancilla la longitud de colores del ocaso, yl estrépito de mis pensamientos
incendia las alas de esta llovizna. Sincera, prístina y postrera. La luna toca diana sobre el balcón,
salpimienta los sueños inconclusos, ebrio se tambalea un naipe,
vomita sobre la mesa esquiva al fogón, y canta el tejido de uu abrigo olvidado, declama cántico obtuso.
Arriba del cristal desgarrado el invierno vuela sin razón. El rubor de tu huída tararea,
susurra de puntillas el miedo a desnudarte,
a contraer nupcias de dulzura, a rezumar lágrimas de cera, a cargar la culpabilidad de inocencia artificial, a plagiar las raíces de planta austera.
Ya lejos, lames con tus dedos la herida y te pintas de hechicera. Ilusoria y embustera.
Vuela el roble, la niebla picotea los charcos y ya no llueve. No vuelves.
Sabré que sólo has derramado vino en la cuna. 214
Quimioteratura
Capricho Plástico De Lo Amargo, La Luna Ríe Como Mariposa Panza Arriba Grito de emotividad lírica,
llave que grazna iris de arcos.
Las noches infantes lloran y ríen,
en mi balcón de termitas suicidas. La ilusión por vivir me ha cegado desde la niñez Ahora puedo ver la más límpida negritud. No vivo sino veo.
El tiempo ríe estático,
Pasa mi yo y se ceba la tristeza, nube tersa en mi corazón.
Agonizo y ahora sí que veo. Ladra la casa y deja un hueso en el portal, breve.
Más transitorio que mañana que nunca llega. Nunca será.
Realidad aparente de lo inaudito,
hermosura que no admite comparación, Sangre y leche a lo impalpable.
Y no encuentro el equivalente abstracto de lo que me consume. Amar.
Purgarás bella.
Cuando la violencia de vivir,
no sea más que un recuerdo, 215
Quimioteratura
colgado en el museo de lo inepto.
La brisa de invierno se desploma, Huye de las fauces de la cuna, donde algo sigue ladrando. También huyes.
En las sábanas sonámbulas,
redobla el latir de mi próxima pesadilla. Y aparece tu recuerdo,
como estrella de mil puntas. La sombra de mis párpados,
roe el espejo que nunca tuvo tu reflejo. Y mi dolor se afinca dando vueltas,
compite con el ventilador de techo. Abro tu fotografía de par en par y el techo bosteza… Duermo, veo y no vivo.
216
Quimioteratura
Criptografía De Alfa En La Sala De Partos Fibra óptica que lame y hechiza más, Mejor que palíndromos lisiados,
que endecasílabos de labia añeja. Y recita el polvo hecho carne…
Reflujos gástricos, mondas de legañas,
Elegías, estrofas y tercetos arromanzados, Huyo hacia las sábanas, arriba al techo,
paisaje de humedad arácnida,
Cuando el eco actúa de traductor del silencio Madrugada de la historia sin huella.
Prefigura la suerte de un collar extrauterino, Holla piel de cuerpos fundidos, Idiota el que espera.
Hipócrita el espejo que duplica tus dolores, Esperma analógico hipocondríaco. El mundo se ha equivocado, creó a un Dios imperfecto. Traduce.
Orina en secreto. Omega.
217
Quimioteratura
Cuando La Pluma Se Ondula Y Se Retuerce (P002) Amenizaban siete insectos, zumbidos de honor
a la ausencia del artista. Ojos chapoteados
islotes de aire gélido
y dio comienzo el luto
por la defunción de la última vela, inspiración del escrito.
Pareció gemir clorofila,
el pecho virginal de la hoja postrera,
como reclamando savia caligráfica al tintero. Con el ingenio perdido,
prosista de torrente amilanado, rescató la costumbre
agitarse en medio del desvelo y el sueño. No hay rumor tectónico
exención de vela ardiendo,
retozando en parajes celestiales
tapicería de ninfas de crujientes cuerpos. Y sucumbe al goce
sonidos del follaje artificial inocente habitación. Hálito fangoso.
218
Quimioteratura
Ecos encorvados
roce suculento de la brisa con la ventana obediente se hace añicos,
presa y víctima apagada de feroz caricia. Seis insectos aplastados, pero él no lo supo. Oídos secuestrados
para nuevas experiencias acústicas
entorno que contradecía su actitud adormilada. Combinación y goce
reverberaciones de insospechados pasos y sus manos
sobre la empuñadura del frío metal. Escuchó la suavidad
deslizó la hoja del cuchillo por su muñeca y el fragor de la cascada
se abrió paso entre sus venas. El amanecer sorprendió al sobreviviente,
insecto apenado llorando sobre el trágico guión, lamentó no poder escribir tan magnífico relato; por eso hoy lo escribo yo. Aún con gotas negras resecas en la muñeca
y sin más latidos ni eufonías
que envilezcan con deseo tu imaginación.
219
Quimioteratura
Cueva De Murciélagos Caverna de adoración al guano.
Funambulesca envoltura de moralidad, para ti moralina.
Predicas y manifiestas el fracaso del amor cuando el frustrado eres tú, y no sólo en el amor,
base del enorme iceberg que te distingue que sirve de témpano de tropiezo
para futuros proyectos de los iguales en especie. Acostumbrado a lucrar
con el sufrimiento ajeno para sanar tus heridas
naturaleza crónica, incurables. Fuelle libidinoso
herrumbras el razonamiento,
ensalzando la cópula
de principios abyectos a puertas cerradas
negando participación en público. Columbrar el espíritu
a partir de la conciencia es un mito.
Tus ancestros más superiores
condenarían esa ocultación de los sentidos lo que roe tu subsistencia
plagada de perniciosa pseudo-sapiencia. 220
Quimioteratura
Me das mucha risa. Esencia de impertinencia
de esfuerzo de superación, vulgar adicto al desprecio de la esencia de la raza. El amor no es para ti;
en verdad ni tan siquiera es.
Sentimiento de remordimiento que no revelas, lo guardas celoso
en la raíz de un motivo incierto
rechazo a cualquier alumbramiento de sanidad. Cepa abominable condenada a regurgitación de topos justicieros.
Así perecerás,
administrando tu fórmula de decadencia
negando tus errores,
privado de lo que no es,
cegado por el repudio de amar y ser amado;
colgado cabeza abajo
intoxicado por el amoníaco de tus orines. Gruta de adoración al estiércol que te sustenta. ¿Libre albedrío? ¿Voluntad?
No me provoques más risa.
Aquí te dejo esta inmerecida sinfonía
a la espera que recuperes tu vida,
221
Quimioteratura
más allá de témpanos,
topos, cuevas y quirópteros.
222
Quimioteratura
Dadme Una Botella De Mímica Tiene fiebre vuestra canción, se ha cariado vuestro piano, se os espanta la pluma a garabatear gimoteos
por el arte del pasado. Nadie deja un trozo de piel una gota de sangre
al pie de cada párrafo;
todo reducido, diezmado;
narración decapitada por anécdotas, estilos confesionales,
sentimentales que hartan
hasta el más avezado y mugriento aburrido. No llueven cánticos naturales,
sólo se desprenden humedades de parapentes artificiales
pretenden oxidar el reloj del azar creativo. Mi presa es invisible, firmo un epitafio
con cada eructo imbuido, no cierro las ventanas
esencias para poder sentir el beso
blanca perversión por vosotros desechada, Corrupción que lacta este divertido juego. Retoza entre letras
223
Quimioteratura
mientras me río de la vida,
de vuestras ganas de estirarla. Valor demiúrgico
de mi mundo autónomo, febril, inmolado.
Valía que monta fantasías agudeza lúdica,
de sugestión fónica,
de mieles a vosotros negadas. Tengo calor.
¿Quién se ha llevado mi piano?
224
Quimioteratura
De Nihilo Nihil Tit (Opus I – Preludio) Es un mamarracho adicto a la autocompasión que ha roto los pocos frasquitos de talento en presencia de los verdaderos escultores de la sana evolución.
La catástrofe de su nacimiento debería haber propulsado la
sanción de una nueva ley de emasculación precoz, estafador donde su ego extiende cheques que su proyecto de arte no puede pagar.
Refugiado en abadía gobernada por entes esotéricos que huyen de su imaginación, la emancipación de su vergüenza es un hecho y derrocha ansiedad y frustración.
Amenaza con dar rabia, y provoca risas; intenta dar lástima pero induce al vómito; convencido que al repetir la misma monserga
Infra-filosofal por el resto de su vida lo catapultará el estrellato, pobre indigno consumidor de aire gratuito, deberían cobrárselo y además estrellarlo que es lo más cerca que jamás estará de tales astros celestes.
Ofrece amistad e implora comprensión, corresponde con falsedad y recibe un buen ostión.
Heráclito sentenció apocado: “Todo cambia, nada permanece” “Nunca te bañarás en las mismas aguas de un río” Error. La muerte y el odio son invariables y hasta imperativos. Sin embargo lo más inmutable es la estupidez, que no es obligatoria.
225
Quimioteratura
Decreto Invernal (VOP10Reloaded) De nada sirve acudir al recuerdo,
duelo inofensivo entre minutos y metros. Mixtura de litros
idóneos para recorrer a todo motor,
haciéndolo aullar,
para que los demás lo perciban como show de tenor grasiento. Mugir obeso hechizante. Vuelta a la realidad,
al presente recurrente,
otra gélida mañana que vaticina sinsabores, imaginables penas y lógicas aflicciones. Una mañana para romper cristales con copos de nieve y golf,
para afeitarse con navaja herrumbrada o del museo una espada.
Un día para enturbiar mi espíritu
y así engañarte con sensación de profundidad,
aguas que no es probable te atrevas a penetrar. Sin remordimiento, inútil,
como la estúpida dentellada de tiburón blanco a ballena jorobada de titanio.
Precoz adulador, mamífero ermitaño.
226
Quimioteratura
Te presento este decreto cifrado en jeroglíficos que con facilidad y poca calidad excreto, amparando la esperanza
de que te acerques cojeando con esa pierna de madera
que hasta ahora has sodomizado con tu risible tronco, órgano estrangulado.
De cierto debo decirte
que no podrás predecir
lo que haré en este mismo instante,
por ello te exhorto a que te contentes con ver el pronóstico del hígado,
es lo más cerca
que nunca estarás del futuro. Te lo aseguro.
227
Quimioteratura
Deleite En Armonía, Muerte No Accidental Romántico y contaminado paseo de estaciones cíclicas donde
escasearon las lluvias de proezas dejando una cosecha magra de progresos.
Proclamo y diseco paréntesis no obligado que a modo de
aguafiestas de tu purgatorio pueril y sin sentido, disimula una labor arqueológica que busca los principios ocultos de la
especie. Umbrales de dantesca, fría y estúpida altivez que disfraza tu hastío.
Momento de inflexión de la historia, santiamén donde por fin se prescinde de la luz de lo divino, lapso de féretro existencial
cuando interrogar con ímpetu y espanto es esencial; mucho más que preguntar con afirmaciones.
Pastas cándido y con aliento difuso en una atmósfera de creatividad ajena a cambios climáticos aunque llena de
fragmentos diagramados de rumbos sin carretera ni vistas panorámicas.
Senderos plagados de las grietas que destacan cualquier lucha contra un ángel. Ilusiones enfermizas que presagian el estilo
con que rodará la cabeza de tu Dios decapitado desde el trono satánico hasta tu inevitable incapacidad de escindir el pensamiento del ser.
Señalo el error de mirarte en el espejo del baño que te toca por
la mañana, mides el caudal de la saliva que chorrea de tu boca y piensas en el pánico que tienes a morir. Maldito indefenso, por
eso justamente temes vivir, desterrando la convicción de que la plenitud de la vida consiste en llenarse de muerte.
228
Quimioteratura
La existencia vital no puede verse mancillada por una consecuencia natural.
La muerte no es el enemigo, la muerte no llega “al final”, nos
acompaña en todo el proceso de aprendizaje hasta que estamos en condiciones de recibir el diploma.
Muchos lo reciben si haber estudiado lo suficiente; o aprueban
con tanta premura y capacidad que deben de auto-diplomarse; inventarse el título que casi siempre es aún más valedero y notable que el usual.
Pero, ¿qué puede atisbar la incongruencia abisal de los que os
alimentáis de la lejanía a los Maestros De La Sospecha?; felices responsables ignorantes del inconsciente dinámico, el materialismo económico y la voluntad de poder.
Entonces veo el resentimiento del débil exento del deseo de concebir una existencia clásica liberada de la mutación de textos que analizan a la juventud.
Es verdad que una parte del ganado irreverente a la lógica
desata la vulgaridad basándose en estrés, depresión, rabia y desesperanza. Merecido lo tienen por ramplones.
Caldo de cultivo económico para hipnoterapistas de mierda,
psicólogos y psiquiatras que hacen preguntas como quién fríe un huevo con jamón serrano. Cerebros sin ano.
Basta ya, esto no es una arenga ni una exhibición; sólo un paréntesis no obligado más apto para imbéciles de cuero,
tarados que no son tan irreales como para inventar su muerte.
229
Quimioteratura
Delirio Embrionario Flotando sobre la lengua, esperpento y cimientos. Cueva de gritos,
donde rumian los groseros. Júbilo en la marea salival, escombros de girasoles,
viento salado y trigueño.
Sabor de clítoris bebido en calumnias. Crueldad, placer prehistórico, vacuna para el lenguaje,
terapia de nubes caninas al dente, y se sostiene el aire circundante. Flotando sobre la lengua,
tráfico de sueños inconclusos.
Gestación erosionada, calcárea. Este parto no tiene dueño, Este feto debe morir.
230
Quimioteratura
Descolgar Las Nubes De Tu Pecho (VOP2) Elocuencia de estrellas hecha espiga
insistió en despertarme a destiempo
me propuso admirar la procesión de la ignorancia. Vi murmullos de piedad escurriéndose
entre las huellas de la caridad enfermiza, misericordia zopenca.
Legañoso y de manos parturientas; predico monólogo de abstinencia
zarandeando la nada con blasfemias de vida, alegrías de lógica
palpando a gritos la arquitectura fúnebre lo que apuntala el triunfo no deseado. Ritmo contagioso de lasitud confesa. ¿Ofensiva?
Analogía al compás del nacimiento de mi alma espejada,
la misma que viste y calza cada píxel de sombra
que arremete el contorno de tus ojos,
a cada rama seca que surca mis facciones de otoño. Mamífero espontáneo
de crines y cerebro sangrantes. Amasijo de carnes y huesos
engendra paradojas solitarias y metáforas al dente.
231
Quimioteratura
Así recorro las paredes sin pintar de tu vientre bisoño,
así lo seguiré haciendo hasta que los minutos dejen de gemir
o hasta que el tapiz de mi cielo sirva de anfitrión para jugar a los dados.
El cortejo se pierde,
rige la acuosidad de las últimas creencias, y vuelvo al recodo de mis ojos
allí donde aparqué la sección dormida de mi espejo. Descuelgo las nubes y sueño con tu pecho. Laso.
232
Quimioteratura
Despertar A Cuentagotas Migajas de espejos,
sembradas en arterias urbanas. Sirenas de emergencia, atolondran la sutileza
mecen y versan decibelios. Humo venéreo,
repta a gatas por la acera. Acordes arrítmicos,
parecen voces al azar solo son pósters
de vendedores ambulantes. Se anudan el cabello las nubes, Y me atosiga la ruptura…
El iris de mis ojos reclama como sístoles de lascivia Algo o alguien
Ha suplantado la paz. Bebo.
233
Quimioteratura
Despojos Y Gérmenes De Atracción Masiva Y el llanto de la nada ya no es silencioso.
Camina deprisa la brisa cautiva, borra la gente sin nombre, Envejece la muerte, plañe; gestos mecánicos
orlan tenues el sendero. Raso.
Se burla la paciencia estrecha. La parte cuerda de tu sombra,
admira su reflejo en medio espejo. Existencia predadora de certezas, suspiro a suspiro avanza, prisa mecánica. Obnubila
Engendra escrúpulos el necio, y el llanto de la nada, gutural.
No hay dolor en la atracción, fin de la arteria, camino.
234
Quimioteratura
Después De Ti (3.0) Aún desprovisto de sentidos, creo que estoy llorando. Entierro en vida
con precisión matemática
la avidez de alimento espiritual. Me regocijo
al ver cómo mi piel retoza
en aceite y miel hirviendo. Sin dejar de empaparme con perfumes originalmente imaginarios,
alabo la erupción de sinfonías cacofónicas
que me elevan hacia lo corrupto.
Amalgaman los clavos y electrodos propagados por mi desnudez. Delineando
nuevos y ebrios continentes de deseo sobre la piel ya muerta. Ahora sé que no lloro.
Solo existo detrás de mí y de ellos ¿O es sólo la sombra
de otro vómito inútil de mi desconfianza?
235
Quimioteratura
Dimensión Allegro Ma Non Troppo Viajo en el tiempo, violando vírgenes
confinadas al goteo,
por la ley de la gravedad. Orbita el pestañeo
entes lastimosamente envasados,
amigos del contrabando,
de letargos psicopáticos desnudos. Desvío hacia la dimensión negada, destemplada por la castidad de un nonato concebido
en pleno invierno genital. Cautelosamente atlético. Monjil. Territorio de vejiga coja, radiografía iluminada
por asas de discos de platino irradiado.
Tierra fertilizada
por miligramos de oro y fiebre tifoidea.
Escudos guerreros decapitados
duelistas de los limbos de arena, se unen dicharacheros
en dulce y roja adoración. Beben ectoplasma carnicero a punto de gravedad cero. 236
Quimioteratura
La academia de las voces detona
festín de reptiles que devoran,
entidades que han roto el envase fornican mudando sus pieles.
Plumas al descubierto,
justo al alcance de tus visiones de nobleza. Enfoques tan letales
como las bacterias de las rosas muertas. Fragmentos de humor negro en cuarto creciente; tizones de paciencia en cuarto menguante. Se nota mi presencia, hirsuta cabellera
que jamás tocará navaja ni tijera.
Nadie más pestañea…. …ni viaja.
237
Quimioteratura
¿Dónde Está La Frontera Del Cataclismo No Decadente? Días de polución,
ataques a la inventiva
y a la más raquítica imaginación. Ausencia de miedos
estimula el nacimiento
de cordones umbilicales sin bebé que alimentar.
Te suelen llamar valiente. Me siento a leer
el espíritu de tu erudición, y un mar de dudas
me recochinea la acción. Como si el silencio fuese
una especie de enigma en extinción,
un deseo de interrumpir para contar, y así poder olvidar
la satírica intromisión. Jornadas repletas de impaciencia
por dejar de echar en falta humo y niebla para rendir culto al amanecer, ya que sentado y sin calma,
intentando digerir tu creación, deduzco…
238
Quimioteratura
…y ningún símbolo tiene sentido, ahora
cuando el ocio se contempla a sí mismo. Lo realmente importante carece de valor
Y me adhiero a zangolotear a la par de tu etapa.
Floración náutica circular que otea tres horizontes
de peculiar calaña intelectual. Archipiélago de continentes
que en épocas dominantes venideras también serán parte de mi isla.
Era benigna en la que merecerá la pena naufragar. El prestigio es impune,
masacra toda demostración de prudencia, de noción creativa,
y es allí cuando tal reputación
asegura el mapa sensorial de tu lado más austral. Qué más da,
ya ni siquiera recuerdo
la última vez que llovió humo y niebla.
239
Quimioteratura
Dos Silencios Silencio.
El mundo y yo, dos vidas que me hacen reír con frecuencia. Ahora sé que hay vida después de la muerte. Es esto, todo lo que rodea a mis risas.
Ya lejos del amor de mi madre que manaba dulce, blanco,
líquido e inagotable; presiento la proyección de una infancia a estrenar.
Fue muy breve, pero tuvo lugar el único instante estúpido e insignificante, momento en que deseché la imaginación. La
gratitud a la apetencia de ser grande, exclusivamente olvidable. Resumen de la duración de una odisea definible por la calidad
de los golpes bajos y la promiscuidad de una denuncia de carne y hueso.
Me supe capaz de arriesgar más allá de los sueños, de ser el primero en develar el significado de una sombra.
Mundo de amores breves, historias cruzadas, películas inertes, instantes subyugantes, fotografías sin revelar y hostias en vinagre.
Donde los mitos no se discuten, sólo se pone en duda la historia.
Sucesión de desencantos por creer alguna vez que soy un
muñeco de arcilla con aliento de vida de un abominable ser extraterrestre. Alien divino.
Interrupción del silencio por las palmas de un feto inorgánico sin manos. ¿Mito?
240
Quimioteratura
No hay discusión. Exijo encontrar una hembra que coincida con una sola de mis afirmaciones.
Duele no encontrarla, más duele no saber si realmente existe. ¿O lo que duele es exigir?
Demando la eliminación del peligro de un retorno, donde lo
único tangible sería la mirada fulminante de una historia digital. Despierto en húmeda paz y oscuridad total; algo me gobierna y decido encender una vela.
Intento erguirme, empujo la tapa; pero el ataúd está sellado. Silencio.
241
Quimioteratura
Ego Te Absolvo, In Nomine Spiritus Corrupto El primer ejercicio de caligrafía filosófica que alguien con dedo y medio de frente puede concebir, es la curiosidad de averiguar si
se puede dividir el corazón en dos mitades exactamente iguales. Pero no está al alcance de cualquiera, ni incluso para aquellos
que superen los tres o cuatro dedos de frente, ya que la tarea de rasgos científicos implica concebirlo y hacerlo en compañía, ya que nuestra desaborida humanidad nos prohíbe
independizarnos para la consecución de tal proyecto. Hasta nos impide equivocarnos solos.
No se puede esperar mucho de los bípedos que jamás salen de
un nicho sin ventilar repleto de utopías que fornican el amor, la obsesión y la melancolía.
Nada se puede esperar de estos energúmenos erguidos que no hablan, mascullan, escriben o exhiben otra cosa que lo mismo de todos los putos días.
Situación crítica que recuerda a los ecologistas de sillón que se chupan la indulgencia del donante de caudales al tiempo que reciclan mierda en la casa de cualquier vecino.
Experimentos caseros para destilar vainilla a partir de heces de vaca.
La gratuidad es falsa y es necesario difundir el fraude y el prevaricato.
Urge encontrar salvación para tal emblandecimiento cerebral, me pregunto que redactarían en sus subconscientes si les salpico con insultante respeto y puerca devoción algunos
términos para su inspiración: cielo, ciencia, ábaco, pobres,
242
Quimioteratura
vagos, flores, yuyos, historia, museos, obsesión, desoxirribonucleico, cataplasma, culo, amor.
Lo más probable es que recurran a una agenda hedionda que
resguarda una lista de nombres de objetos animados a los que consideran amigos, a pedir consejo, a dejarse influir por laboratorios de disidencia.
Más os valía abriros de piernas para que un antropólogo con
nariz de madera os garantice desmanes orgánicos cada vez que mintáis y la nariz de palo crezca.
Bah, os tramitaré una beca para que podáis ejercer el desempleo de por vida y os daré la primer paga extra cuando logréis humillar a otro que sea más delincuente que vosotros.
Mientras elegiré a uno; a ver…, a ti, tú mismo; ven, siéntate en mis rodillas, siente la capacidad innata selectiva de los que no dependemos exclusivamente de la vida.
Suplica por poder distinguir suposiciones y verosimilitudes en los rasgos más sutiles de la naturaleza orgánica.
Espero traigas dinero o algún trozo de espíritu limpio ya que
este privilegio no es gratuito, aprende que los científicos y las prostitutas cobramos por hacer lo que nos agrada. ¿Por dónde habíamos empezado? Mmmh…
Oh sí, aquello de dividir el corazón en dos mitades exactamente iguales.
¿Rebobinamos?
243
Quimioteratura
El Manco Del Espanto Indigno a batirse con su aleccionador
el inspector a las fugas de sus traumas. Mendigo electrónico de vasta cultura, derroche digital en aguas de cisterna sin módem y sin reciclar.
Fariseo orgulloso de pobres expresiones
palabrería escueta, inmundicia apadrinada por ego sin posible sutura. A eso le llama cultura.
Amor, dioses y metáforas interfectas; mercadeo indigno de la impotencia a persuadir con otras artes.
Torpeza y ceguera del talento mal utilizado, doblegado por el peso de tanta truhanería sedimentada en lo más recóndito de sus piélagos creativos.
Inmerecido miembro de ateneos virtuales escupe testimonios
perfumes literarios importados,
sin la más remota idea de seguridad, acosado permanentemente
por los fracasos lógicos de su proceder erróneo con los próceres del otro lado. Atleta sexual frustrado,
esclavo de su impureza artística, 244
Quimioteratura
apenas duerme verificando visitas a su intemperie. Ermitaño vigilante de su próximo desengaño,
arropado por películas baratas y alcohol con espuma, ocasionales dosis de bebida blanca sumergido en constante bruma. Coma necesitada.
Pretende protagonizar cada lágrima
cada sonrisa de seres medianamente vivos,
conquista la brevedad intelectual de muchos testigos. Imberbes pensadores que ensalzan sus amores. Alucina con su alrededor
crea mil y un espejismos de amenaza
a su patética erudición,
ataca con armas de algodón
inexistentes enemigos que con asco y pena admiran sus temblores desde lo más alto. Exquisito y epidural enano. Coeficiente para el olvido
ni tan siquiera le sirve para insultarse con corrección. Testimonio de vanidad
útil únicamente para la prensa de la patraña que fácilmente se engaña.
Protervo pedante tan indecente como indefenso e inofensivo.
Pobre lunático de tristeza postergada
que lleva toda razón al creerse luminaria, pero de luz hace tiempo apagada,
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Quimioteratura
porque el único destello que le está permitido es el reflejo de sus instructores
a quienes sigue intentando imitar con la misma impertinencia
que implica su afán de destacar. Despojo psíquico, enfermo terminal. Así se conoce desde hoy a Don Abel de Turbantes Cagapedra, El Manco del Espanto.
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Quimioteratura
El Sueño Por Heredad La cortina aún estaba salpicada de tabaco y oraciones; el farol
mendigaba ropas para vestir la noche, bebía monedas del futuro incierto,
rellenaba con eructos el filo de lo aparente. Tuerce un ángulo en la esquina roma,
espabila itinerario, esbozo en pergamino;
inversión de moho que envejece la mirada de estrellas fugitivas en carrera anfibia,
deben llegar hasta donde se deshacen las victorias. Él seguía rezando,
desde el labio más musical del balcón. Y vibra una flauta para aligerar el sendero, el mapa no guía ni plañe la huida,
espuma bucal de un búho que aprueba la ropa; el farol cierra la cortina, noche mellada; cuando él hereda el último sueño.
247
Quimioteratura
Elegías De Silicona Inmaterial Desde el mantel de fulano escuece y concibe elegías de silicona inmaterial, insustancial;
y se arroja Selene plagiada, filmada en versos, desata amapola umbría, cosecha uvas de ira y sangre en tromba.
Fauces de Fénix acribilladas por ceniza. Y fulano desea ser, quiere obsequiar,
piernas de alfiler y caracolas pornográficas.
Su ramera aguarda dentro de la novela, hipa en sudores; de espaldas a las eses, a las diéresis, orina.
Hipótesis de piel curtida y sexo en Biblias de armario, raíz sofística del parto actual, inmaterial, criminal. Llega el cuervo dominguero en cuentagotas, filma a Selene, no es, no.
Se lanza paseriforme, omnívora, orbital. La abundancia soslaya a Fulano, servilletas raídas;
lienzo de mal agüero de placenta aulladora, sin cordón. Llegó, voló, huyó defecando los altares, plumas esquirlas óseas ajan amapola y uvas del revés, falsedad que gira, orbita; puta satelital.
Huele a tierra y hojas doncellas… y yo sin atavíos.
Encadenado Sobre La Brújula Y el águila planea 248
Quimioteratura
sobre el discurso de las nubes;
cuando la porcelana de su pico captura canciones de fatiga. El aire revienta de oxígeno
y el día se agota de instantes. Historia suicida para dos,
y los amigos lógicos lactan. Se posa el ave en las ramas sintéticas, las hojas tiemblan como borregas. El discurso color floresta
y la alegría de mis cabellos, aún.
Fuerza en la lluvia,
sedimentos de recuerdos
entre las luces estañadas. Falciforme, la emplumada cambia el clima, grazna y se desinfla, cielo abierto; libros ardiendo.
La noche arrastra polluelos, vísperas de cristal,
a orillas del último manuscrito. Lacrimoso el silencio divide la luna. El norte resbala y gotea, ya es hora;
y mis ojos se duermen en el espejo.
249
Quimioteratura
Episodio De Ilustre Demencia (La Pluma Se Disuelve En Garabatos) Un hoy cualquiera,
¿Qué es lo que precede a la expulsión del silencio? La blanca belleza
despertar en una tumba lírica poco profunda.
Arropado y consentido
por una noche de enero sin criterio,
cuando la exposición pasional a escribir rebota en el abismo superior. Nada me cuesta demostrar que estoy concentrado
una palabra que defina algo exacto
ajena a momento fisiológico.
Voz que asuste a la imaginación,
vocablo de dialecto deforme y caprichoso. Adicción a la rabia
a la tranquilidad contenida,
vicio de hilvanar frases incruentas;
párrafos indómitos.
Dosis sin receta conocida. Sumisión a la costumbre de reír a usar la feliz desdicha
de violar una justicia ciega, paralítica; lisiada en sus cuatro vientos visibles.
250
Quimioteratura
De por vida. Fuerza para revelar el misterio
sodomía innata
que regula la reproducción de las flores de recreo .
Huerto de la creatividad nativa.
Narrativa colmada de ingenio insano. Escena oscura y vibrante.
Pongo nombres provisorios a las sombras. En una gaveta de la inercia
yace embalsamado el grito inconexo una aflicción hambrienta
supeditada a la transparencia de himnos alcoholizados.
Aplaco y satisfago mis antojos
honorablemente desquiciados. Preposiciones extraídas esa palabra aún oculta;
y veo como imploras en vano
la concesión de alguna sílaba divina que espigue tu desierto;
prolífico en eslabones de cordura, erial donde sobra el agua
pero mata la erosión por carencia de lectura. Evocación desoladora 251
Quimioteratura
fuerza olímpica exterminadora. Festejo de mi desvarío, exquisita aberración.
Perdurará hasta que la vagina de la historia
no lubrique más esperanzas; hasta que el gozo escarpado de la audiencia diezmada
aplauda por una vez el degüello de lo superfluo,
lo cotidiano de la muerte de proverbios acartonados. Locura insigne,
cuerpo de letras de nívea hermosura a pocos centímetros bajo tierra, sepulcro lírico al amparo
de una noche de enero sin criterio. Letras. Un hoy cualquiera,
cuando el maniquí de la noche accede a prostituirse
a cambio de exiguas sílabas… … y nada de dinero.
252
Quimioteratura
Esgrima Altisonante Poesía que en nimbo de pasión exalta todos los sentidos de la vida, donde vivir es la base de todo sentido. Viceversa de un verso.
Consecución de un arquetipo ideal basado en la rivalidad que ofrece este mundo.
Poesía como fuente de conocimiento, oscureciendo las zonas
brillantes del ser, liberando las más deslumbrantes sombras que nadie que no sea como yo podría jamás entender.
La llevo en mis hombros al atravesar las expresiones visibles e invisibles que a mi paso se muestran, intentando resaltar,
destacar de entre la atrofiada agalla de fustigados seres de pensamiento submarino. Todoterreno.
Punto de conjunción entre tu universo y mis reglas,
interconexión entre mi universo y la inmortalidad austera que se muestra reacia a ser compartida por profanos de indigna entelequia.
Violador de la inocencia primordial de tu punto inicial, epítome de lo terreno y trivial. Tradicional.
Arteria de iluminación en estado puro que clama por tu avidez a lo desconocido, lírica que sobrecoge lo que llamas tierno y distingues como intocable. Bucólico y agreste paraíso que
alberga mi desnudez para ti vedada por aquellas deslumbrantes sombras a las que reavivo cada vez escribo, negruras que anulan y añejan la lucidez de tu espécimen por siempre apetente a lo inexplorado.
Ya no bastaría con que consigas demostrar un denominador
común por que no existen más fracciones que los trozos de este 253
Quimioteratura
paradigma que te convido como Mantis hembra premia a su consorte. Privilegio religioso indeseado.
Por sobre todo recuerda que si de verdad crees que vivir es la base de todo sentido, olvida la viceversa, cubre también tus
hombros con inspiración poética y exalta los sentidos que sin sentido yacen en tu punto inicial, compendio de lo baladí y terrenal, al punto de poder anunciar petulante a los cuatro
vientos que también has encontrado el punto de conjunción entre tus reglas y mi universo.
254
Quimioteratura
Espacio Programado Te distingues por ese instinto lesionado y por esa notable
capacidad para soportar el dolor. Extraña melopea resultante del deseo de venganza hacia lo desconocido. Fenomenalismo inclemente.
Sobresales por excitabilidad noctívaga propuesta desde el
cansancio intelectual, la auto-mistificación de afectos y tu versión recurrente de enunciación de fantasía.
Estás herido porque tu espacio no ha concebido nuevo dios en
dos milenios y echas de menos no haber heredado la capacidad para solucionar problemas; resignado aceptas a cebar la
bacteria del remordimiento que sojuzga tu lugar apoyado en subsuelo de hombre fatigado.
Si me invitas a tus fueros podría compartir contigo una
monótona e híbrida creencia, lograría regular tu régimen espiritual anulando las toxinas, sacándote de lo trivial. Espacio amenizado por cánticos gangosos de lacayos poderosos.
Después de haber perdido el centro de gravedad de mi orgullo concedido por ser el primer fracasado, condecorado por
previsible lametazo de futuro escrito por nuestro hermano, el primogénito manchado por primera comunión; después de
todo, unamos los espacios, seamos el nuevo dios para cambiar la historia a relatos breves, diagramemos nuestro pasado y
entreguemos el proyecto al primogénito que ya se ha vengado de todo lo desconocido.
255
Quimioteratura
Espacio solazado por antĂfonas ininteligibles de pajes heroicos.
Para nosotros siempre habrĂĄ un espacio para seguir existiendo.
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Quimioteratura
Evacuación De Mitocondrias Nodrizas Preside la ladera de tus mejillas,
más cálida que nido de pingüino. La humedad del mármol,
sellos timbrados en tus ojeras. Tu voz reclinada,
como cuenco etrusco redescubierto.
Genes de cráter fornican en tu cuello,
sonrisa láctea enloquece al aislamiento. Catástrofe inculta en el silencio,
esencia de ortiga cunde el elogio. Vistes delantal de herrero, diriges procesión,
de mitocondrias nodrizas. Embalsamando versos huérfanos, al ritmo tórrido de tu rostro. Gris plañen los timbrados,
ojos jaspeados de vals y porvenir magnético. Tu habla se apoya en un hueso perdido, vocalizas acorde fatuo;
escala la cera acústica de la vela;
y revela que soy el último del camino. Evacua el cuenco, algo pare en tu cuello; lácteo, por mí apadrinado.
257
Quimioteratura
Evacuación Relativa (Last3) Soberbia ironía la del ego,
intentar posar desnudo ante sus propios ojos. La infección eclesiástica
ya abonó parte de lo que el vulgo le indicó. Ahogado por la tecnología,
aun me distingo por expresar al vuelo las incoherencias menos sutiles que vacían mi entorno y enriquecen al timorato.
Es tiempo de dejar de explorar límites que nunca han sido,
tiempo de desechar lo reciclable,
momento para elegir una fijación psíquica que acabe de inundar
las entrañas de la ilógica, la vida. Hoy he vomitado parte de mi inexistencia, ello hace que pueda compartir
esta insustancial y/o fútil sonrisa con los menos afortunados.
Vosotros, simple traducción de imprescindible veneno, fuente de afectuosa porquería. Os odio.
Si tuviese alma,
lo haría hasta ese punto imaginario.
258
Quimioteratura
Evocación Náutica (VOP 1.0) Absorto;
contemplando el mar. Estúpida la osadía
de mi cuerpo quebrantado, sucumbe ante el gigante. Afables siluetas oníricas se mecen
al compás de las insolentes olas plácida es la furia…
…así atraviesan el umbral de mi beso inexperto.
Remolino salitroso de delirios. Murmullo de espuma ilícitamente burlona;
se entreteje con los quejidos de mi reloj de pulsera.
Hasta la electrónica tiene un tic-tac. Momento de no-tiempo.
Lengüetazos,
fina aspersión que rocía
el cubil que está entre el aire y mi cuerpo.
Allí donde guardo 259
Quimioteratura
a la novia de mis lágrimas. Melancolía usufructuada. El ojo pútrido
de un sol fatigado,
abrasado por gélidas llamas, todo se deleita
en rasguñar mis sentidos
entrelazados por un tacto pávido. Paréntesis,
entre los vituperios y ultrajes; un ramillete de paz
y mareas de tristeza
para la nueva soledad. Así lo encomienda
la canción de cuna
que las sirenas dedican
a los recuerdos sobrevivientes de estas dunas elásticas… …ribera.
Dormiré murmurando, retraeré mis labios
en las órbitas de un último suspiro antes de atreverme a soñar
con la ternura del próximo cuerpo. En algún lugar llamado mañana,
alguien contemplará el mar por mí;
quizás aún más ensimismado que yo; 260
Quimioteratura
y temblará. Vibrará de dulzura
cuando en forma de rompiente
me revele en sus tibias ensenadas así podrá oír mi primer:
“acércate, dilúyete en mí”.
261
Quimioteratura
Ex Nihilo (VOP1F) La vida en sí misma ya es una recompensa,
es inútil buscar otro significado o sentido a la existencia. El sólo hecho de hacerlo
ya marca irrefutable desprecio por ella. Anular el vértigo para admirar el abismo, cualquier abismo.
El aguijón de la nada es el que penetra tus sentidos, eso es lo que te hace valorar la existencia. Única simbiosis entre lo finito y lo infinito
lo que explica las ganas desenfrenadas de vivir
del humano raso; del ente en supuesto sano juicio.
Amalgama cósmica y espiritual
que revela la futilidad de las contradicciones básicas; verdad y mentira; ser y conocer; bien y mal;
amor y odio; vida y muerte…, escribir y vomitar. Abolir vahídos para embelesarse con el piélago, cualquier piélago.
Ahora es tiempo del tránsito de elementos,
metamorfosis preanunciadas hasta hoy ignoradas. Transformación que encierra misterio para los ilusos náufragos del sueño. Liberación de nuestra especie.
Une los acordes de tu alma con la melodía de la mía, resucitemos juntos y estrenemos ópera de ejemplo
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Quimioteratura
para los guerreros caídos. Déjame absorber los trozos de tu mano pensante, voy a reconfigurar sus nervios
para juntos volver a apreciar la vida desde abajo. Olvida de una vez tu búsqueda de razones
porque la vida en sí misma es una condecoración. Vida,
único precipicio de fondo anunciado. Abismo para ser admirado.
Privilegio reservado al mortal que no ha nacido póstumo.
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Quimioteratura
Éxodo Lacrimal De Un Grito Inclinado Relámpago de paréntesis,
riega a placer mis mejillas,
simetría hundida que os anula. En el escote de esta madrugada, carne y hueso a lo etéreo, vigor de lo único.
Mis suburbios cuelgan, suplantan los colores,
Gira el cristal, nube sin plegarias. Beben peces de inercia,
en la cúpula de tu remanso, en la piscina de tus deseos. Fin de la amabilidad lunar. Arpegios de mi sangre,
domesticadora de verbos, Centellas, coma… Riega.
Recreación.
264
Quimioteratura
Éxtasis De Las Cuerdas De Un Violín Delirante. (II-VP) La primera sublevación
después de la aceptación del nacimiento
está reservada sólo para aquellos que asisten a
función de circo intelectual y existencial que se restaura. Consta en reproducir el universo común del que somos meros trozos
como el broche de oro de una afirmación apocalíptica.
Subsanable.
Inquietud pulidamente desatinada
que amasa el riesgo de acabar como un puro gesto banal, estúpido y caótico.
Preocupación que desata un frío mecanismo que subraya la erección tifoidea
que imposibilita subrayar símbolos
en el Libro del Buen Humor.
Ensalmar la confusión de una supuesta creación ajena a evolución.
Una partida de ajedrez, el mandarín,
un panal de abejas, el neceser de una dama, integrales indefinidas por sustitución, el zapatero de Imelda Marcos,
la ley de probabilidad, el azar, cuando te dicen “te amo”,
las campañas políticas, religión, 265
Quimioteratura
la mierda de un gallinero, los cuernos de un beodo, la suerte del infinito... Caos. Concepto subjetivo, diferente para cada plebeyo.
¿Existe forma de estimar la medida de los sistemas caóticos? Ahora no caben las matemáticas.
No hay combate pero hay un juego. En una esquina del tablero,
el exceso de filosofía que obnubila la creatividad; en la esquina opuesta,
la magnificencia que es franca consigo misma, y encima de la mesita de noche;
el diálogo oculto que encierra una novela de fácil lectura. Piensa por un momento en la concepción de algún equilibrio. Los griegos llamaron cosmos al amor divino,
luego el amor fue la esencia de la vidorria renacentista para después alumbrar la grosería de los amores antirrománticos
como un enriquecimiento de la vida. Se puede oír el clamor del filamento de un nimbo progenitor de una frase distante. Rumores que proponen
no alargar indebidamente la amenaza de la vida.
La frase se reproduce y evita los versos: Cultivar la añoranza de lo perdido.
266
Quimioteratura
Dramatizar a los amantes de invierno.
Inventar laberintos de una vida termal. El misterio que más encaja en la niebla de tus salmos es el repudio a la muerte
que es lo único que no mencionas;
no por olvido, por miedo a ser escueto. El apogeo de definiciones humanas ya no es suficiente; hay mucha calima macrobiótica y
la humedad existencial se hace insoportable. El caos no es irremediable, de hecho es la solución. Vacuidad.
Donde lo único exigible será la experiencia, donde la memoria de lo armónico te dará una vida rítmica
primorosamente desordenada. Ahora todo dejó de ser un juego, estás en medio de un combate
para el que necesitarás la custodia de un violín delirante. Ahora debo marcharme,
ya nos veremos cuando la escritura
se una a las ganas de vivir así como
la geometría se ensambló al cálculo; echa un vistazo hacia arriba, aún sin ser de noche,
podrás ver como en cada estrella hay un circo. 267
Quimioteratura
Exploración Anémica En este punto de inflexión comienza lo inexplorado. Tiene forma de asterisco
porque mi ano lo ha descubierto. Y no parece muy profundo,
no si serán mis lágrimas las exploradoras. Hay un albatros enterrado en pleno espacio no hay nubes ni familia que lo llore.
Hay un ramillete de laurel en su pico
y algún desalmado le tatuó “Noé” en la vejiga. Es raro que lo hayan velado
con semejante órgano al descubierto, pero aún más raro es
la anarquía en sus escrotos. Hierro.
Algo se orina sobre alguien ¿o viceversa? Semen y peces regurgitados
como para alimentar a sus crías. En este punto de inflexión,
Lo inexplorado toma forma
Y los gigantes pierden partidas de ajedrez. Y los enanos vuelan sonámbulos.
Estrellas fugaces y meteoritos de violín,
cunas sin pintar y sembradores hermafroditas. Algo, alguien rige este punto de inflexión.
268
Quimioteratura
Descubierto.
Y el asterisco retorna al ano. El lugar era profundo,
ninguna lágrima deseó emigrar de mis ojos ahora cuencas inconsolables, un suspiro faraónico,
la estrella polar echada del balcón. Espacio para otros conquistadores.
Moho en el albatros que parece sonreír, tan muerto como los tiempos bíblicos. Hierro.
269
Quimioteratura
Feticidio A Fuego Lento Rebaños de tubos de escape escupen perezosos
sobre el tacto de mi aliento,
yace con el útero roto
sobre la parilla de ilusiones. No existe color en el contexto;
sí hay mucho hedor de hembra; pestilencia que parte
al despuntar el inmundo, monótono alba.
Emerge la gracia de lo ambiguo,
el amor y la pasión o la pasión por amar;
cuando el contacto de sudores erosiona libertad que flota cual tronco podrido
que arrastra la marea. Ulcerada. Alaridos castellanos
plantillas inexploradas de poesía y plectro. Se anulan las promesas vanas
firmadas en papel reglamentario agujereado,
trozo de mierda documentada
que no diferencia el plasma del suero. Sin signaturas ni señuelos 270
Quimioteratura
resucita la llaga sanadora. No tiene gracia ni sexo;
surgimiento del nuevo embrión
cebado para devorar eventuales larvas. Desova. Matriz sin curación posible Y contra todo pronóstico;
engendra anticuerpos de delirio lascivo, anhela morir en el intento de momificar crisálidas
troncos con la maravilla inquieta de una paz coqueta. Violencia y confusión
aire impío que seduce y domina, ímpetu que asa a fuego lento
el colorido aroma de mi aliento. Clonado.
Dominante,
dulcemente severo,
bordado con sangre, en límpidos poemas
que desechan la rima.
271
Quimioteratura
Filtración Subacuática Al principio fue el peregrinaje,
aguas de lacrimosos y dulces manantiales,
constitución del complejo vitamínico de todos los mares. Emulsión elemento de lo peor de tus bondades. Atraviesas tempestades de espuma
con la delicadeza de un corcel submarino, crestas de olas hartas de lamer siempre la misma obsesión.
Corazón subliminal latente proclive a anulación. Bolo de mucosidad espesa e intragable, alto valor ecológico y digestivo. Reciclable.
Con paso lento y gimnástico,
mi batiscafo de música oxigenada soltará lastre, atravesará el banco de algas violáceas, fotosíntesis contenida,
aplazada por la proximidad de la extravagancia. Así penetraré el hangar espeleológico,
antro impermeable de profundidades abisales,
fundaré la primera catedral de misericordia submarina; templo al que tarde o temprano llegarán tus ojos, tus manos, espalda y labios.
Cuando el mar se apoye en una sola gota, molécula de optimismo.
272
Quimioteratura
273
Quimioteratura
Fisión Nucleones en tu pensamiento asolan tu entresijo y
el jinete de novela obtusa obliga. Ojo y labios rebosando un cumplido,
exigencia para acariciar la agonía de un poema;
entonces; palpita, crece y vive un sueño hecho cisco. Demencial ilusión intentar explicarlo,
Aún si el reflejo del sol atravesase tus venas, vestigio y reguero de fibras de bondad en pensamiento lógico. ¿Otra vez tus manos? Manos cuyos bordes
has costeado a fuerza de experiencias innobles. Atómico el lugar y llega
sombra erecta de gaviota pregonera con rictus de generosidad genética. Druida creador
de las últimas pociones de aflicción. Electrones en la flama de tu frente. Hongos fractales,
escasos metros hacia la superficie. Caribe ermitaño para invitarte;
adhiérete al reino de los sentimientos, que aún estoy vivo.
274
Quimioteratura
At贸mico el presente,
Indestructible lo subsiguiente. 驴Otra vez tus ojos?
Nuclear la sinapsis.
275
Quimioteratura
Flotante Y Salado La búsqueda de lo efímero me prestó una sonrisa, así fue como encalló el barco de mi entelequia. El arrecife hizo una señal de luto
y mi ego escupió en el mar desafiando a los elementos. La exhibición científica del tiempo
renunció a dejar más arrugas en mi rostro. Flotante y salado.
Vivo nadando, recogiendo pensamientos viscosos
de efecto químico urticante para escribir un cuento una historia fantástica y veraz.
Algo que me ha quedado pendiente en el rincón de los susurros. Es una ficción real de la que sólo recuerdo el final:
“Sus maletas llegaron a horario, a ella la habían extraviado por el camino”.
Los años ya no me afectan,
pero el agua ha empezado a fruncirme el ceño. Flotante y salado.
276
Quimioteratura
Fornicando Seres De Luz Lúdico entretenimiento
de una audiencia forense
el de extraer la sustancia inmunda
que da vida a las palabras subrayadas o a las lecturas esquematizadas. Poemas visuales
echan mano a mil y un detalles domésticos sin domesticación intelectual. Huella verbal
o resonancia textual
de idiotas inteligentes
que derrochan las madrugadas
paladeando la desgracia no asumida
de haber sido ignorados por la casualidad. Las cenizas curativas de heridas crónicas
se extirpan sin dificultad
de este proceso de descomposición que venera felación
e insana dependencia al ente ordinario. Extensión de modalidades de identificación que lejos bullen de poder encontrar el sucio cadáver de un pintor
bebiendo de su propia sangre. Luces apagadas 277
Quimioteratura
lucran con la vulnerabilidad
de esta sociedad que consume heces místicas a la espera de un premio improbable; tan inútiles como estúpidos; seres tan comunes
que hasta las larvas y bacterias de su putrefacción…
… renegarán incómodas de la tarea de volverlos polvo. Ausencia de criterios palpables, negación a lo plausible; apertura de nalgas…,
eyaculación y jaque mate.
278
Quimioteratura
Gaya Pseudo-Ciencia Élite Etílica La noche viene tibia y malhumorada.
Cicatrices del astro blanco que mezquinan brillo, el satélite respira las auras otoñales el fluorescente sueña su lumbre acuosa sobre mi almohada. Magnetismo hogareño,
custodiado por la indignación. Se atreve la hoja seca por la ventana, se une al azar de la obra que reía “Der Ring des Nibelungen.”
Rendición categórica a lo luctuoso,
supera al fanatismo de cualquier religión. Perfume de muerte que sacia su sed
en lo enrojecido de mis ventanas espirituales, globos secos, pupilas dilatadas. La poesía está en el aire.
La amargura y el arte de las palabras Fusión para el enésimo vómito reino de bilis esmeralda,
espasmos líquidos que desinfectan y a la vez defecan.
La criatura que me acompaña suplica con la mirada.
Otra noche en vela para el gato.
Llora el felino, se arrugan las sábanas, huyen los ratones del tejado
279
Quimioteratura
me corroe ultraje hepático,
la descortesía hacia mis neuronas. Bebo más. Una hembra de nariz polvorienta
roba líquido poco viscoso a mi hemiplejía escrotal, después de kilométricos segundos;
parece evaluar el tiempo que me queda,
arrebata elementos que no sé catalogar, ni me importa hacerlo.
Creo que se ha ido y aquí huele a humareda rancia. Llanto y risa, pena y gozo. Trago, convulsión,
sangre y un despojo; luz que huye
tras la huella de los roedores
resignación que acampa sobre mis huesos. Tranquilo y aliviado, suda el corazón, un temblor de médula;
repiquetean zumbidos polifónicos
adormecen los gusanos de mi imaginación. Torpeza depresiva, maravilla. Migajas de alcohol medicinal,
farmacia agotada, entonces desgarro nicotina, garganta exigida con tonadas de ultratumba. Tiempo inmedible, eternidad sutil.
280
Quimioteratura
Los Nibelungos y Parsifal
Imitan otras tantas huidas.
Elipsis en la noche tibia y malhumorada nada más que se interponga al coma,
sólo el gato que entre sollozos y arrumacos, lame residuos de orgullo de mi rostro recordándome que aún estoy vivo.
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Quimioteratura
Millonésima Parte De Una Tragedia Irrisoria Proliferan sartas mal hiladas de tristeza discordante, murmullo blando
de tu infinito clamor cuando callas. Discurre la enésima novia de la lluvia ausente,
sequía bisexual infiel
grita sobre el hombro arterial
cielo de colores fríos y angostos.
Comprimido.
Se aparea con un ideal de ejecuciones,
orgasmo sulfatado por ramalazos de jadeos por elixires que solo un amanecer
puede construir a partir del pabellón de la muerte. Al resplandor de la luna veo la prehistoria, invadida por la hierba
enferma de tanto ser pisoteada. Jirones de fuego narcisista muerden mi carne
en vuelta completa al lecho de los misterios destetados de mi vocación natural. Matarte.
Realidad indefinida
hija de la esperanza y el terror, maestra de la ignorancia, tutora que se desvela
282
Quimioteratura
explicando el significado de lo abstruso. Despertarás
realidad quimérica inconclusa,
cuando profeses apetito caníbal
por el título que lleva mi sueño real. Música virgen.
Armonía que se acurruca, Duerme,
a la vera de tus pies descalzos de piel vestidos de actitudes bilingües;
melodía preñada de imágenes azuladas y de nítido ritmo copioso.
Iconografía del olimpo de lo siguiente, de lo próximo.
Tesoros escondidos, prostitutas castas, cuotas de recuerdos de cinco minutos.
El resplandor selenita sigue alumbrando, se enfoca donde nadie gime un amor maleducado. Ni el aleteo de odios
premeditadamente eternizados; allí donde la metamorfosis
organismos microscópicos herrumbrosos formaron lo que hoy es tu civilización impenetrable de lastres vivientes. Algo pulula en tus eructos,
y no es el whisky de mis venas.
Ya no desagrada lo gélido de mi doctrina 283
Quimioteratura
que desde lo alto de un alfiler te orina; y ahora compro notas
para el pentagrama de huesos lo que cobija el embrión
de mi próxima creación. Lástima que tu realidad quimérica inconclusa ya no tenga precio.
Estoy en todos lados,
pero me sigues negando la mirada.
284
Quimioteratura
Neo-concreción De La Matriz. (Versus Ver-MMX) Tintinea y entrechoca la existencia
subrayada por el acusado de contrariedades
decepción de percepción a la realidad pictórica
a la objetividad fotográfica del caparazón artístico
que a diario bañas en saliva. Escultura de yeso
pintada en color carne.
Elegida como ayudante
de abstracción signico-lírica destinado a sobrevivir
como base de simplicidad. Armonía de estupor catatónico. Negador de lo orgánico. Esquema matemático.
Expuesto por la mafia de mi conciencia en salón geométrico y escultural
para tratar con ordenación compositiva
el nuevo síndrome neuroléptico maligno que muta el yeso a flexibilidad de cera. Acústica a mi manera. Subsistencia estampada
timbrada por accidentes cerebro-vasculares 285
Quimioteratura
de variada índole…
… a la constante espera
de recibir la vivencia trascendental del no-objeto.
Lo que te eleve
a la posesión de cuerpo
transparente al conocimiento fenomenológico sin espacio vivencial,
repleto de metalenguaje,
paradojas y autorreferencias. Acostumbrado a rodearte
por el blanco de una página
y no por las palabras que en ella anidan,
vomitas conceptualismo,
doble vertiente sin éxito visible ni aparente. Concitemos participación conjunta en esta cruzada de ascensión
que lubricará mentada percepción como si fuese la primera vez
que ves y oyes algo a esto parecido. Presencia de nueva figura de carn
286
Quimioteratura
Óvulos Ovales En Un Planeta Oval El músico obstetra observa el frasco,
determina que somos óvulos ovales en un planeta oval. En clave de Fa florece su inspiración
Fecundada por cardos en flor y neo esto, neo aquello. Apoya la sílice de sus dedos en las teclas ya rubias, como buscando su propio enigma,
desemparejando el eje del último corcel de ajedrez, sobreviviente a incontables plectros.
Aquellos que frascos anteriores divulgaron en sonatas, fugas, sujeto a todas las voces,
más que la de un simple pentagrama pueda soportar. Nos mira con obstinado detenimiento, ovales, oval; el anacrusa inaugural tañe glorioso y afeminado. Claves unidas por la aparición
tan aguda como agónica del Febo melódico. Dentro del frasco mutismo total, nos miramos, nos escrutamos tan minuciosamente como él,
no podemos hablar ni gesticular, somos ovales, ¿recuerdas?
El artista apunta más notas, sediento de espejismos;
el cascarón del frasco se raja en sintonía con un arpegio.
Es entonces cuando una armadura de sostenidos y bemoles amenaza en que todo acabará en cadenza. Oval la partitura que anula la acritud, 287
Quimioteratura
sabemos que la obra será maestra,
asentimos a aplacar su sed e inspiración.
Consentimos imitar al último corcel del juego ciencia, neo esto, neo aquello; ya no tenemos eje…
…y se lustra la creación escupiendo sobre una liturgia.
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Quimioteratura
Peor Es Temer Que Morir (DEF-BOOK1) La pureza de la eterna negrura
la que oscurece con la fuerza del trueno el nuevo templo de mis sueños,
hace que vuelva a sentirme capaz de cabalgar airoso
la sabiduría de la bella y mal ponderada muerte. Musa de diáfana figura
indescriptible e imprescindible encanto
que llena de placer y poesía mis sentidos. He crecido siendo único espectador de una obra teatral
donde los protagonistas
no hacen más que frotarse las manos en medio de colinas de hielo
que muerden y mastican sus dolores. Tengo heridas en los labios
de tanto oír las falsedades de la vida. El placer implícito en mordisquear versos de corrupción; el goce y la delicia
que implican compartir
la fantástica fermentación
del nuevo producto que desecha lo simple y mondo lo que representa la totalidad de la vida. Por mi Señora elegido
para cumplir la irreverente profecía 289
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la de diseminar nuevas plegarias de pena sempiterna, para romper el hechizo llamado divino
con la hermosura de reproducir funerales de la mano de dardos envenenados
apuntando a la superficie de la luna reflejada en las lágrimas
que escupen tus ojos aterrorizados. Ignorantes y ajenos al regalo inminente. Conjuro la depravación de tu alma en medio de nubes de impotencia que desempolvarán el universo. Triunfo de la energía cósmica
que te penetrará con lujuria y devoción
por la diosa Reina de lo Oscuro y Bienaventurado. Nada oculto; la corrupción,
la sabiduría y la belleza ya son hechos
que erradican para siempre cualquier teatro viviente. Adiós a collados helados; no más manos restregadas. Besa las heridas de mis labios con el miedo que te queda, fornicaré con tu aliento
y me uniré a la muerte de por vida.
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Por Quién Muerden Las Campanas Agua. Acurrucado en su odio,
el compositor muerde su esperanza de muerte
comprendiendo a esos amantes sobre el tejado. Cabizbajos,
los desechos de un violín hemipléjico
interpretan sones
para que brote orín
de la herida expuesta de cariño. Huyen los buitres pacificadores
con el típico estruendo metálico de craso sosiego. Paréntesis y suspiros
gangrena entrecortada. Cuando se destruye el propósito de todos los puentes. Cuando se implora imposible libertad a cambio de la destrucción
de los últimos pentagramas que deyectan humildad.
Humean bilis la ambición y la obsesión, que como espigas
rodean al omnívoro
busca miel en los panales del teclado de un piano, Plantígrado que se prepara
…desfile en pasarela de modas, 291
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celebrando el encuentro édnico para-celestial auspiciado por girasoles de llanto y juglares osteoporósicos. Edecanes del espanto. Se escurre entre dientes sifilíticos la promiscuidad de la paz,
araña la espalda del cántaro
rebalsa leches de creacionismo
condimentada con jirones de azúcar morena …pretextos triviales.
Crónicas de ofensas geniales. Al albo teclado de marfil
acuna la rotura del único violín, quita el polvo a las trampas
las que anidan en las cuerdas desafinadas por andróginos mariposones.
Terso, clave, ritmo y cuenta nueva. Un poema pare lirios
en las entrañas de sabihonda melodía. Engordan palabras de muerte oyen la fuerza del parto
destinado a suplantar las sonatas envidias de la población obrera.
Panal que se degrada de dentro hacia fuera. 292
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Fuga de magnolia en Fa sostenido, así estudia la poca conciencia que le queda a la historia para saberse ilustrada
Ristras de ajos reptan por la primera autopsia hecha en autopista.
Acordes de un beso demorado. Líricas en comba,
versos en ángulos bisiestos
odas melosas al escabeche;
todo tiñe la espada encorvada
empieza a sollozar la fuga hecha sonata. Una bayoneta atraviesa
la amalgama labial de los amantes del tejado.
Con lenguas de repuesto protestan algo
que viaja más allá de los girasoles de llanto para interrumpir el desfile.
Ya no hay júbilo que sostenga el alto precio de vivir siendo humano,
no hay premio ni consolación
para aquel que glorifica a la muerte enamorada. Necropsia de violín y calcificación de piano; notas que enervan
y el típico estruendo metálico de craso sosiego.
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El muñón de un lirio divorciado
se aferra al devorador de mieles contamina el teclado
con la ayuda de canónigos de lo vano lavan sus encías con semen puritano y cepillos lampiños.
Jabalíes de pelo en pecho; albinos y calvos.
Agazapado en su aborrecimiento, el compositor tañe mis nervios me pide un nombre.
Lo llamo vida porque intercepta mis neuralgias, lo llamo yo porque no abusa ni ata. Muerde.
Por nadie. Agua…
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Sangrad Un Océano De Ácido, Exquisitos Eunucos Líricos Prostíbulo económico de las coplas del plebeyo. Rapsodas migrados de mulos y asnos, hatajo de frígidos existenciales.
Amor, nubes, y del ano un espasmo; lágrimas, deseo; súplicas banales. Te necesito, te echo de menos,
besos, estrellas y rostro angelical;
jugoso sudor de entrepierna y senos. Oda y elogio al suburbio mental.
Talento en la mediocridad del esperpento,
tus cartas, tu recuerdo; acrósticos de pacotilla,
danzas amputadas a un Dios asesino y cruento, castrador de pensamiento y sexo con ladillas.
Oraciones a trozos de yeso pintados de títeres litúrgicos que vuestros pies hechos criaturas besan la frialdad del espejo. ¿Qué espejo?
Excrementos descuartizados que no superáis el perfume del vello pubiano.
Incapacidad para fijar un escenario,
buitres apuñalados en molinos de viento, subproductos de un polvo gregario,
cuando germinar no pasa de un intento.
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Condenado a la pasión del artificio verbal no hago más que
privilegiar la antítesis desprovista de flores edulcorantes, de
pútridas e insultantes novelas de consumo masivo. Os observo y lamo mis hemo-crines…; veo, Dolo, malversación del arte;
desde cada poema pestilente,
aglomeraciones y tildes aparte,
de pus solitario, sin asco aparente. Arañáis la placenta de lo equívoco,
feticidio tardío para vuestra infancia, restos de putrefacción vital y moco,
me divierte al paso vuestra ignorancia. Leproso, apago vuestro candil,
con cáustico soplido de mis ojos;
excluyo vuestras estrofas sin albañil,
compás del cántico de mis dedos ya cojos.
Sangrad, desaguad de una vez,
exquisitos mártires esterilizados, parias de elucubración al revés,
nulos de identidad, emasculados. Ofreceré girasoles de tinta a la prostituta o gigoló de turno, la misma que no sabéis fornicar y desaparece entre setecientos setenta y siete ednios. ¡Sangrad!
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Más allá de vuestros sueños de virginidad en medio de una hemorragia de vacío. Asco.
¡Sangrad!
Más allá de la nauseabunda torpeza de una pluma ahogada en vulgaridad artística, simpleza que huye de la belleza que
duerme en Sodoma, la sana malicia que eyacula en Gomorra. Vosotros y las estrofas de turno; un desperdicio feliz. ¡Sangrad, vomitaros hacia adentro!
Yo ya he sangrado por el color que jamás tendrán vuestros versos.
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