AUTO BIOGRAFIA DEL ALMIRANTE ALFONSO ARGUDIN

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Autobiografía”

Por el Almirante Alfonso Argudín Alcaraz. mar abierto, para no tener que pedir permiso a Inglaterra para pasar por las aguas territoriales de Belice u Honduras Británica.

Acapulco. 12 de junio de 1920 Nací en Acapulco, Guerrero el 12 de Junio de 1920, a escasos días de la muerte del presidente Carranza y la toma del poder por el general Obregón y su grupo de sonorenses. Por ello no me tocó vivir la etapa más violenta de la revolución, aunque sí sus últimos efectos, como la rebelión delahuertista de 1923, la escobarista de 1927 y el último levantamiento, el cedillista a mediados de los 30s.

Embarcó después en el “pontón”, que al mando de don Othón P. Blanco, controló la desembocadura del río Hondo, participó en la fundación de la ciudad de Payo Obispo, hoy Chetumal, capital de Estado de Quintana Roo. Como el “pontón” era asediado por los indios rebeldes, recibió la condecoración de la segunda guerra Maya, además de las usuales por perseverancia en el servicio.

Mi padre fue don Adolfo Argudín que nació en el DF en 1878, hijo de “Mamá Teresita” Aponte, mexicana y don José S. Argudín, tabacalero español, nacido en Pravia, Asturias. Mi mamá, doña Adela Alcaraz, nació en 1892, en los Bajos del Ejido, cerca de Pié de la Cuesta, hija de “Mamá Güicha”, Mauricia Silva Gómez, nativa del Arenal de Gómez y de don Isidro Alcaraz Cienfuegos, arriero _hoy sería “transportista”_, nacido en Tixtla.

Ascendió hasta “maquinista inspector”, el grado máximo para los maquinistas de entonces, equivalente al actual capitán de navío. Fue el jefe de máquinas del “Guerrero” cuando los combates con el “Tampico”, que se había pasado a las filas revolucionarias, que en el primer combate, averiado, encalló en el canal de entrada a Topolobampo, que reparado volvió a salir y que acabó hundido por el “Guerrero”, frente al Farallón de San Ignacio.

El primero de la familia que ingresa a la Armada Mi papá ingresó a la Armada de México en 1892, como aprendiz de fogonero en la Escuela de Maestranza y Marinería, que entonces funcionaba en el castillo de San Juan de Ulúa, en la cuatro veces Heroica Veracruz. Posteriormente embarcó en los históricos buques de la armada; corbeta “Yucatán”, fragata “Zaragoza”, fue maquinista jefe en la draga que construyó el canal Nacional, que a partir de Xcalak comunicaría la bahía de Chetumal con el

Don Adolfo causa baja de la Armada. Nace el hotel “Miramar” Perseguido por Obregón, que quería fusilar a todos los del “Guerrero”, se incorporó a las filas de la Convención y dado de baja, como todos los del ejército y la armada, por lo acordado en los tratados de Teoloyucan, vino a residir a Acapulco, en 1914, como representante de la más importante fábrica 1


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felberger, o sus compadres Juan de Dios Bonilla, historiador, Nacho Torres, excomandante del “Guerrero”, Nacho Arenas, excomandante de la escuadrilla “Guerrero”, “Morelos”, “Tampico” y muchos otros más, algunos de los cuales en los 30s y 40s, desempeñaron los altos cargos de Secretario, Subsecretario, Oficial Mayor o Comandante General de la Armada, primero en el Departamento de Marina de la Secretaria de Guerra y Marina, luego en el Departamento Autónomo y finalmente en la recién creada Secretaria de Marina.

de aceites y jabones del México de la segunda década del siglo veinte. En 1928, muerto don Ángel González, vendida la fábri ca por su viuda y coincidentemente habiéndose abierto la carretera México – Acapulco, mi papá transformó en hotel “Miramar” su casa y bodegas que ocupaban una manzana entera, entre las actuales calles de B. Juárez, J.M. Iglesias, La Paz y Nigromante. Ahí vi alojarse a los presidentes de la República Portes Gil y Ortiz Rubio y a muchos de los más ricos de entonces y en los amplios corredores, frente a los dos patios del hotel, se hacían los bailes más elegantes y exclusivos de la sociedad acapulqueña de aquella época. Mi papá prestaba su hotel, pero se reservaba el derecho de aprobar la lista escrita de invitados. La “lista” se “corría” para que la firmaran los “invitados”. Los que no figuraban en ella no entraban al baile. Costumbres de la época. Ahora cualquiera, pagando, va a las discotecas o salones de fiestas de los hoteles, salvo en las bodas o festejos familiares, donde se usan pases personales.

En 1924 como mis dos hermanas mayores, Tina y Tere, se iban al colegio “Acapulco”, que quedaba cruzando la calle frente a la casa de mis papás, como mi hermano Fito estaba muy chiquito para jugar con él y como entonces no había kinder, entré directamente a primero de primaria, la que terminé a los diez años, siempre con muy buenas calificaciones y en los primeros lugares. Afortunadamente, desde niño tuve gran facilidad para los estudios. Como entonces aquí no había secundaria y según mi papá estaba muy chico para ir a estudiar a otra ciudad, me hizo repetir sexto, para que me quedara otro año en Acapulco.

En los 20s altos no existía la Base Naval en Icacos, ni barcos de la armada, destacados permanentemente en cada puerto. Hundidos los históricos “Morelos”, “Tampico” y “Guerrero”, los pocos buques que había, como los ex “trawlers” ingleses, vueltos guardacostas, “Mazatlán”, “Guaymas”, y el transporte “Progreso”, arribaban esporádicamente a Acapulco, pero, cuando venían, muchos de sus amigos, excompañeros de la Armada, iban al hotel “Miramar” a saludar a mi papá, tomar la copa y comer o cenar con él.

Mis recuerdos de los 20s a los 30s Mi hermano Adolfo cadete de la Escuela Naval De la tercera década del siglo veinte, o sea de los 20s a los 30s, mis principales recuerdos, son los de “encumbrar los cerros” del anfiteatro entonces totalmente deshabitados, en excursiones a la Mira, la Inalámbrica, a nadar a las pozas del río de la Fábrica y llegar aún hasta Palma Sola y Pueblo Nuevo, entonces poblados aislados y alejadísimos, o de ir a nadar a las playas de Manzanillo, Playa Honda, Playa Larga,

Ahí fue familiar para mí la imagen de personajes, que fueron comodoros o contralmirantes como don Ángel del Corzo, Roberto Gómez Maqueo, David Coello, Luis Schau2


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pistolas, de las que había varias en casa y enojado fue a revisar mi cama, donde no estaba porque me había escapado para irme sin permiso a una fiesta. Como exigente ex militar, me cerró la puerta para correrme de la casa, pero mi mamá, bondadosísima, la abrió para dejarme entrar. Lo que más indignaba a mi papá era que quise “tanteármelo”, ya que había simulado con sábanas y cobertores, un sombrero y unas almohadas mi cabeza y cuerpo.

Tambuco, la Aguada y hasta a Caleta, a la que llegábamos atravesando casi toda la península de las Playas por desoladas, estrechas y empinadas veredas. Pero dos importantes experiencias de entonces, son inolvidable. Una, cuando los “rebeldes” _creo que “los Vidales”_, tomaron Acapulco y el “Progreso” se significó en la defensa, encendiendo por la noche sus proyectores y cañoneando día y noche las posiciones que ocupaban los atacantes. Los rebeldes entraron, pero, aprovechando las amistades de mi papá, nosotros estábamos a salvo, alojados en el “Progreso”.

Y es que nuestra relación había cambiado mucho: de los 14 a los 16 años, mientras estudiaba en México y venía a Acapulco de vacaciones al hotel “Miramar”, _del que mis papás eran dueños_ como la puerta estaba abierta día y noche y ellos muy ocupados, yo tenía toda la libertad del mundo para ir y venir a mi libre albedrío.

Ahí nació la broma a una anciana amiga nuestra, jovencita en aquella época, a la que le decían que, como amenazaban: “cuando entren los verdes van a matar a muchos, a robar y violar a todas” y no le pasaba nada. Ella, inquieta, preguntaba: “¿A qué hora empieza la viola?” “¿A qué hora empieza la viola?”.

Con nuestros amigos turistas me iba de cacería a las lagunas de Pié de la Cuesta o de Puerto Marqués o pasábamos la mañana nadando en Caleta y las tardes en Hornos.

Mi hermano Adolfo, nacido en Octubre de 1922, terminó su secundaria a fines de 1938 y mi cuñado Luis Velasco lo encampanó para que entrara a la Armada de México como cadete de la Escuela Naval, cuando aún no cumplía los 17 años. A Veracruz lo llevaron mis papás en Julio de 1939 y en el examen de admisión Adolfo logró el séptimo lugar entre 21 aspirantes.

De esa época es también que, desafiando la leyenda de que la Quebrada era un nido de tiburones, originada quizá porque el señor Córdoba tenía una pesquería de estos escualos en la adyacente playa de la Langosta, fui de los precursores del “clavado de la Quebrada”.

Para el desfile del 16 de Septiembre, la Escuela Naval _entonces todavía no tenía el título oficial de Heroica_ vino al DF donde se alojó, como siempre lo hacían, en el Colegio Militar en Popotla.

Para ello pasaba mi traje de baño por la ventana de atrás de mi casa a uno de los amigos de mi “palomilla”: José Estrada, Tóbal Pintos, José Stephens, Raúl Orbe Berdeja “Rellenito”, etc. hasta que mi hermano me acusó con mi mamá y ésa aventura se acabó.

La noche del 15 de Septiembre, como era costumbre, hubo balazos en la calle. Mi papá despertó, pensó que sería yo, pues era buen tirador y me gustaban mucho rifles y

Y era que don Carlos Barnard, creador, socio y manejador del hotel “Mirador”, nos puso un trampolín primitivo, hecho con un 3


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que contrastaban con la laxitud anterior, por lo que frecuentemente chocaba con mi papá, que tenía carácter muy fuerte, por su dictatorial formación porfiriana.

tablón de madera, abajo de “la Plancha”, enfrente de donde ahora se lanzan el “clavado de altura” y aunque mi casa era hotel y había todo lo que quisiéramos de comida, nuestro chiste era, corriendo las fuertes olas, salir a la playa de abajo de aquel hotel a que los turistas, que estaban desayunando, nos echaran naranjas, melones, etc.

En esas estábamos cuando la Escuela Naval desfiló en México. Me impactó ver a mi guapo hermano “Fito” llegar de Cadete Naval. Vestía el elegante “uniforme de gala” de invierno: gorra con funda blanca y escudo de la Armada, “levita” de paño azul marino, con 2 filas de 5 botones dorados, “de águila y ancla”, al frente y 4 más de estos en los faldones traseros, pantalón azul, camisa con cuello de “palomita”, corbata negra de moño, zapato y “fajilla” _cinturón ancho_ de charol, con hebilla o gran “chapetón” rectangular dorado y un gancho y dos cadenas doradas al lado izquierdo, para sostener el brillante espadín de funda negra, cabeza de águila dorada y “fiador” azul y oro, que aseguraba un par de guantes blancos, de hilo.

Por eso todavía, en mi recuerdo oigo el ruido de las “piedras de bola”, como las de los ríos, al rodar en esa playa. En las noches, como no había “centros nocturnos”, como ahora, ni se soñaban las discotecas, me iba con la palomilla de mis amigos a bailar al “Foco Rojo” que quedaba allá por Barrio Nuevo. Nadie me pedía cuentas de qué hacía, si entraba o salía y en la noche regresaba a la ho ra que quería, sólo que debía acompañar a mi mamá a “hacer la plaza” y cargarle las canastas, que mozos y criadas acarreaban en varios viajes con los víveres para el hotel. Mi recompensa era típica: unos vasos de “tuba” y unas “tecoyotas”, que me gustaban mucho. Como en aquel entonces no había luz eléctrica las 24 horas y había “hieleras”, pero no había refrigeradores, los puestos del mercado se ponían a las 4 de la mañana en lo que ahora son las 2 calles de Galeana desde JR Escudero hasta Mina.

Para el desfile usaron, como es tradicional, el uniforme de “media gala”, con pantalón y zapato blanco, “fornitura”, con una cartuchera a la espalda y un fusil “máuser”, calibre siete milímetros. Como yo era del Pentatlón Deportivo Universitario, vestía el uniforme de éste, que no tenía comparación con el de mi hermano, al que un día fui a visitar al Colegio Militar.

Mi libertad se acabó cuando toda la familia se fue a vivir a México. Tenía que pedir permiso para salir, avisar a qué hora iba a regresar (a más tardar a las 10 de la noche), reportarme cuando llegara, besarle la mano a mi papá al salir y llegar, etc.

Conocí a la otra parte de la familia Mi primo Héctor Argudín Estrada En el primer corredor de éste, alguien dijo a otro cadete naval, moreno claro, delgado y de mediana estatura al que estaban boleando los zapatos: “Argudín, aquí te buscan”. Él volteó a verme y respondió “No es a mí, es al otro Argudín”. Así conocí a mi primo Héctor Argudín Estrada, con quien

Como todos los adolescentes rebeldes, que sienten que son adultos y quieren ser tratados como tales, aunque no tengan responsabilidad, yo resentía tantas trabas 4


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sobrepuesta a un cestón dorado sobre dos cañones cruzados plateados.

acabé viéndonos como hermanos y que es de la rama familiar veracruzana, nacido en Chacaltianguis, bonito pueblo de la Cuenca del Papaloapan.

De ahí salieron distinguidísimos marinos como los comodoros Manuel Azueta, héroe de la defensa de Veracruz en 1914; Ortiz Monasterio, Jefe de Estado Mayor de don Porfirio y el contralmirante Othón P. Blanco, presidente municipal de Ensenada, fundador de Payo Obispo, hoy Chetumal, y firmante de los tratados de Teoloyucan, con que se dio fin a la “Revolución Constitucionalista”, reconociendo el triunfo de los carrancistas sobre los huertistas.

Su papá fue el capitán de navío, maquinista naval, don Antonio B. Argudín Corro, generalmente conocido como “El Jefe Argudín”. Él, también Chacaltiangueño, ingresó a la Escuela Naval en 1900, fue tan distinguido que llegó a sargento 1º, cuando a los maquinistas no se les ascendía y es uno de los raros casos en que un cadete dobla año y hace la carrera en 4 años en lugar de 5, lo que hizo como un regalo en las bodas de plata de sus papás.

Los Argudín en los combates navales contra el sublevado cañonero “Tampico” y su participación en la Revolución

Al “Jefe” lo conocí en ocasión, del desfile de 1939, cuando ya tenía yo 19 años, y fue una influencia, benéfica, decisiva en mi vida.

Cuando mi papá, don Adolfo Argudín Aponte, ingresó a la Armada, en 1892, aún no existía la Escuela Naval en Veracruz, que se abrió hasta 1897. Por ello él entró a la Escuela de Maestranza en San Juan de Ulúa y a principios del siglo 20, allá en Veracruz, se conoció con el cadete don Antonio B. Argudín Corro. Sus vidas y carreras profesionales, tuvieron muchas similitudes: Los dos fueron maquinistas y navegaron en los dos litorales. Años después don Adolfo tuvo ocho hijos, don Antonio nueve.

Como nosotros somos “terrícolas” y a los españoles no les interesaba educar a sus dominados, fueron escasos los marinos mexicanos que hubo durante la Colonia, por ejemplo en Trafalgar sólo se sabe que participaron 2 oficiales mexicanos: El guardiamarina Pedro Sáenz de Baranda y un teniente Medina, que después llegó a ser Secretario de Guerra y Marina en México. En aquella época y después de la Independencia, hubo algunas escuelas de náutica en lugares de tradición marinera, sobre todo pescadora como Campeche, Alvarado, Tlacotalpan y Mazatlán, pero también las hubo, cosa absurda, tierra adentro, en Tepic y en el fuerte de Perote, que también fue sede de la Escuela Naval.

En los inicios de la Revolución Constitucionalista ambos estaban en Guaymas, don Adolfo jefe de máquinas del “Guerrero” y don Antonio oficial de máquinas del “Morelos”. Mi papá me contó que, Hilario Rodríguez Malpica, segundo comandante del “Tampico”, una noche sacó a éste de Guaymas para sublevarse y fue a unirse a los rebeldes al puerto de Topolobampo, también de Sonora, en la bahía de Ohuira, la más grande del país, que era de muy difícil acceso por la gran movilidad de sus bajos.

En la época porfiriana, a fines del siglo 19, o sea en los 1800s altos la Escuela Naval funcionó en el Colegio Militar de Chapultepec. Por eso el antiguo escudo de éste tiene una gran ancla, en plata, 5


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Pero estar bajo el agua salada había dañado las máquinas y calderas de éste, que quedó al garete, cerca del Farallón de San Ignacio.El “Guerrero” lo encontró ahí, inmóvil y, por ello, en inferioridad combativa, ya que aquél pudo maniobrar, evolucionar y colocarse en la mejor posición para hacer fuego con toda su artillería mientras éste no pudo usar bien la suya y sólo hizo algunos disparos.

Ahí “Guerrero” y “Morelos” bloquearon al “Tampico”, lo que originó los únicos combates navales entre mexicanos habidos en nuestra historia. Los bergantines de Cortés peleaban contra aztecas; Sáenz de Baranda o Porter con españoles; los combates en Alvarado, Tabasco y Veracruz fueron contra “gringos” y en Antón Lizardo la flota americana actuó contra los buques conservadores para ayudar a Juárez, sitiado en Veracruz ya que, como decía la cancioncita “¡Ay mamá! Nos vienen a matar, Miramón por tierra y Papachín por mar”. Papachín era don Tomás Marín, el Comandante Naval.

En su libro el capitán Juan de Dios Bonilla, cuenta que en un momento dado los del “Guerrero” creyeron que un cañonazo del “Tampico” les había pegado bajo la línea de flotación y que se iban a hundir, pues se veía un borbollón de agua en el costado. Pero que mi papá los tranquilizó porque sólo era la que arrojaban al mar las bombas de las máquinas.

Aunque en inferioridad numérica y de armamento, valientemente el “Tampico” salió a combatir y romper el bloqueo, pero resultó muy averiado, quiso volver a Topolobampo, pero no pudo llegar y quedó varado y semi-hundido dentro de la bahía, en el “Bajo del Gallo”.

En ése segundo combate el “Tampico” resultó hundido. Interpuesto entre ellos y la costa, el vencedor apresó a los sobrevivientes, entre ellos al maquinista Johnson y al pagador Rebatet pero Rodríguez Malpica, seguro de que lo fusilarían, se suicidó, de un balazo de su pistola, en la escala del “Guerrero”. Hilario Rodríguez Malpica, póstumamente “héroe de la revolución” no podía saber que sus compañeros marinos, no entregarían a nadie en Mazatlán, pues los “federales” los “tronarían”.

El “Guerrero” y el “Morelos” no podían rematarlo porque los americanos les informaron que, de buques de la flota japonesa, ahí presentes, les habían dado torpedos y minas a los rebeldes, para hundir a quien quisiera entrar por el canal y, como creían perdido al “Tampico”, los barcos gobiernistas levantaron el bloqueo. Sin embargo, en poco tiempo, los revolucionarios lo pusieron a flote, lo repararon y se vio libre para operar como quisiera.

Como la División del Norte, al mando de Villa vencía y avanzaba por el centro del país, y el Ejercito Revolucionario de Occidente, al mando de Obregón lo hacía hacia Guadalajara y el DF sin pretender tomar Guaymas y Mazatlán, sino dejándolos sitiadas y aisladas en su retaguardia, los buques de la Armada, gobiernistas, recibieron órdenes de navegar hacia los puertos del sur.

Sabiendo que un buque con un cargamento de armas iba hacia Mazatlán, se hicieron a la mar para interceptarlo, apoderarse de él y hostilizar las comunicaciones marítimas gobiernistas. Enterados de esa salida, _Guaymas y Topolobampo están relativamente cerca_ el “Guerrero” fue a la caza del “Tampico”. 6


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“Cabezón” Bravo tocó en el piano el himno nacional.

Afortunadamente, si no mi mamá no se hubiera casado con él y mis hermanos y yo no hubiéramos nacido. Don Adolfo no se desembarcó en Manzanillo, pues a unos marinos que agarró Obregón en Colima los “pasó por las armas”.

Unido, <como otros marinos>, a la Convención y al mando del comodoro Hurtado de Mendoza, don Antonio fue de la artillería de Villa.

Licenciada la armada y el ejército, mi papá desembarcó en Salina Cruz y se fue al DF donde el comodoro Johnson, uno de los del “Tampico” de los que ellos salvaron, los salvó a su vez, al informarles que el general Obregón quería fusilar a todos los del “Guerrero”.

Derrotado éste, el “Jefe” se fue a Tampico. Luego volvió a Veracruz, trabajó para algunos Ingenios azucareros de la cuenca del Papaloapan, como Paraíso Novillero y el gigantesco San Cristóbal y años después regresó a la Armada.

Entonces él se fue con los de la Convención, pero inconforme con ésta se regresó al DF y pidió permiso a Marina para aceptar el trabajo que le ofrecían en Acapulco de representar a la fábrica de aceites y jabones más importante de México. El permiso se lo negaron, pero en la res-puesta le dijeron que si venía se considerara dado de baja. Él así lo hizo y nunca se reincorporó a la Armada de México.

Para 1939, época de mi relato, don Antonio, era capitán de fragata subdirector de la Escuela Naval y, cosas del destino, fue a la casa a visitar a mi papá, con quien no se había visto en más de veinticinco años, desde la época del “Guerrero” y el “Morelos”.

Similarmente don Antonio, llegó a Mazatlán a bordo del “Morelos”, donde, absurdamente ordenaron al comandante meter su buque al estero para defender la plaza contra el ataque revolucionario. La barra estaba completamente azolvada, el buque embarrancó y quedó indefenso, que-dando escorado o acostado y a merced del fuerte oleaje no podía utilizar su artillería.

Su encuentro fue muy grato, hicieron muchos recuerdos, comentaron de sus familias y la prolongada plática fue trascendental para mí, pues en un momento dado el “Jefe” dijo que, en octubre, ingresaría otro grupo de cadetes a la Naval. Sin pensarlo dos veces agarré la oportunidad al vuelo y dije: -“Yo seré uno de ellos”.

Me voy a la Escuela Naval

Cuando dije que me iría a la Naval se originó una escena de película: En un lado de la sala “El Jefe” y yo. En el lado opuesto toda la familia mis papás, mis tíos y hermanos. Mi papá furioso dijo: -“De ninguna manera, tú siempre dijiste que querías ser doctor y eso serás”. Yo: -“Pues ya cambié de opinión”. -“No te lo permito”.

Obregón, genial, ordenó pasar a la isla de la Piedra, en la ribera opuesta a la ciudad, un cañón para destruir al “Morelos” y, mediante un intenso fuego de fusilería, lo hizo inhabitable. La dotación abandonó al buque cuando ya no se podía permanecer en él y el “Jefe” nos contaba que, en el último momento, el 7


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Córdoba, tramo en que había que cambiar las locomotoras de vapor por máquinas eléctricas y finalmente cruzar la fértil planicie veracruzana hasta el llamado por antonomasia “El Puerto” y por radio y periódicos jarochos “el puerto hábil y directo”.

-“Tiene usted que permitírmelo”. (Cosas de las épocas: los 4 hermanos mayores, respetuosamente hablábamos de usted a mis papás, los 4 menores, los trataban de tu). Entonces intervino don Antonio y calmadamente nos puso en paz: -“Mira Adolfo déjalo que se vaya. Hace días lo corriste y volvió. La próxima vez a la mejor no vuelve y no llegará a doctor ni a nada”. -“Es que tú no lo conoces, es desordenado, indisciplinado, irresponsable. Yo nunca compré carro porque si se matara este loco, menos mal, pero si queda inválido o inútil, para qué va a servir”. -“Bueno, puede ser que allá se componga. Acuérdate de cómo eras tú de jovencito y como llegaste hasta el grado máximo”. -“Es que él no va a aguantar ni una semana de disciplina y encierro y hasta los mil pesos de la fianza voy a perder”. -“Bueno si tú le das la oportunidad, allá él si no la aprovecha”. -“Pues que haga lo que se le pegue la gana, pero que aquí no vuelva derrotado y arrepentido”.

Que diferente todo eso de mi camino usual a Acapulco, que en los 20s altos se recorría en tres días: uno de Acapulco a Chilpancingo, otro de ahí a Iguala o Taxco, según tuviera uno la suerte de encontrar de su lado y lista para embarcar la balsa, impulsada por nadadores, en que se cruzaba el Mezcala, pues si acababa de salir tenía uno que esperar horas a que cruzara, desembarcara vehículos y gente que iban, embarcara a los que venían, cruzara, los desembarcara y volviera a embarcar a otro grupo de los que se iban. Al 3er día se llegaba al D.F. El último tramo Cuernavaca-México estaba empedrado, pero todo el resto era polvorienta terracería. Ya en los 30s bajos con puentes en el Papagayo y el Mezcala el camino se hacía en 18 horas. En los 30s altos en sólo 12 y en los 90s altos por la carretera de cuota en 4 horas y en avión en media hora.

Y el que no iba a aguantar ni una semana de disciplina, permaneció cuarenta y seis años, ininterrumpidos, en el servicio activo. Eso sí, en Octubre, como ya era “adulto”, mis papás no me llevaron a Veracruz, como a “Fito”, sino que me mandaron solo y mi alma.

La noche que llegué a Veracruz me alojé en la casa de huéspedes “La Carmelita”, casi esquina de Emparan e Independencia. Al día siguiente salí a pasear por ésta que era la “Principal”, di con el ancho Malecón del Paseo, vi el edificio de Faros y frente a los amplios baldíos de los terrenos ganados al mar, el edificio histórico de la Escuela Naval, en donde, si me admitían viviría los siguientes cinco años.

Aún recuerdo ese viaje en tren por los llanos desérticos del altiplano, productores casi sólo de nopales y magueyes. Luego por las impresionantes pendientes de la vertiente oriental de la sierra que ve hacia el Golfo desde Esperanza y Maltrata hasta Orizaba y

Como esto que estoy narrando ocurrió hace casi 64 años, es lógico que no recuerde con 8


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Carvallo. Ahí me “aspirante a cadete”.

absoluta precisión todos los detalles, pero confío en que mi magnífica memoria no me falle mucho.

registraron

como

El paso siguiente fue que me enviaran a la dirección donde el teniente de administración Enrique Aubry Cabal, me condujo con el subdirector y jefe de estudios, que era el “Jefe” Argudín.

En Octubre de 1939, al fin crucé por primera vez, como lo haría cientos de veces más, la entrada de la vieja Escuela Naval que da a la calle de Arista y está flanqueada por unos “garitones” y dos columnas, coronadas por águilas de bronce, como ahora está la de mi casa de la Quebrada, sólo que éstas son de cemento. Antes de llegar a la gran puerta principal, el “centinela” parado en el exterior de ella, que era un cadete armado con un fusil con marrazo, alertó a la guardia gritando: “cabo de cuarto”, como en aquella época se usaba y no como ahora que se llama “cabo de turno”.

Aquí hay que aclarar una serie de confusiones muy generalizadas: 1).- Antiguamente a los maquinistas se les llamaba “jefes” y a los de cubierta, “comandantes”. Y es que en la Naval sólo había dos carreras: “cuerpo general” o cubierta, para ejercer el mando y “máquinas” para atender éstas y no como ahora que prácticamente es una universidad con varias carreras: infantería de marina, administración y no sé qué más.

Posteriormente sabría que ese mismo lugar fue el ocupado por el cadete Eduardo Colina, cuando la invasión norteamericana en Veracruz en 1914 y que, al pegar un cañonazo arriba de él cubriéndolo de polvo y escombros, emergió dando el mismo grito de -“cabo de cuarto”, agregando, como Damián Carmona: -“estoy desarmado”.

Antes los “comandantes” no podían ser “jefes de máquinas”, ni éstos comandantes de buque y no como ahora que se fusionaron los dos cuerpos en la carrera única y los cargos son intercambiables.

Cuando el cabo salió, me preguntó: -¿Qué desea? -“Quiero entrar de cadete, pasé el examen físico en el Departamento de Marina en México y vengo a presentar el académico aquí”.

2).- Marino es una profesión y marinero es un grado. Comandante es un cargo y almirante, vicealmirante, contralmirante, grados equivalentes a generales de división, brigada o brigadier.

Aspirante a cadete Capitán de navío, de fragata o de corbeta equivalen a coronel, teniente coronel o mayor; teniente de navío, de fragata o de corbeta a capitán 1º, 2º y teniente.

Él me llevó ante el sargento y éste con el oficial de guardia que me anotó para el “parte de novedades” que se rinde diario y me envió, con un cadete antiguo, a la Ayudantía General. Luego me pasaron a la administración u oficina del detall que encabezaba un capitán de fragata maquinista naval, el “Jefe” Pedro Cházaro

Los primeros contramaestres, que atienden las “faenas” de cubierta; primeros condestables, artilleros, responsables de todo lo referente a armamento pesado o ligero: 9


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ocurre un desastre, combatir contrabandos, tráfico de drogas, etc.

cañones, ametralladoras, fusiles, pistolas, granadas, telémetros, etc. y primeros maestres de administración y otros servicios, equivalen a subtenientes.

Pero dejemos aquí este tema, que es muy amplio y volvamos al de mi ingreso a la Armada de México y a la Escuela Naval.

Con cualquier grado se puede ser comandante, porque un barco chico puede mandarlo un teniente, un barco grande, una escuadrilla de 4 ó 5 buques, una flotilla de 2 ó 3 escuadrillas un capitán y en una escuadra un vicealmirante mandaba la vanguardia, un contralmirante la retaguardia y un almirante el centro o “batalla” y a todos los grupos que forman una flota.

El jefe Argudín ordenó que viniera el “cuartelero” del dormitorio “Azueta”, en donde ya estaban alojados otros aspirantes. Éste era el sargento 2º de cadetes, de 3er. año, Rafael Valencia Gómez, muy correcto, decente y buena gente, con quien tuve buena amistad, al que le decían “viejo” o “mesiú” y que tocaba muy bien la guitarra, mientras tarareaba en voz baja la música de las canciones.

Ahora las cosas cambiaron y E.E.U.U. que tiene varias flotas en sus dos costas y en todo el mundo: Mediterráneo, Extremo Oriente, Golfo Pérsico, Mar Indico, etc., basa su poder en “Fuerzas de Tarea” que son grupos formados por portaviones, protegidos por destructores de avanzada o “pickets” de radar, una cortina de cruceros y destructores lanza cohetes y varios submarinos de ataque.

Cuando el llegó, el “Jefe” le ordenó que me alojara. Así lo hizo, fui por mi maleta y empecé a conocer la vieja Escuela Naval. En 1897 cuando ésta se fundó, ocupaba una pequeña casa de 2 pisos que debe haber quedado frente al mar, pero las porfirianas obras de puerto, de fines del siglo 19 o principios del 20, rellenaron ésa parte de la bahía y la Escuela quedó frente a unos grandes terrenos baldíos que llegaban desde el Malecón del Paseo al de Pescadores y desde Faros y el Muelle de la “T” al Baluarte de Santiago, que formó parte de la vieja muralla, construida durante la Colonia para defender a Veracruz de los ataques de los piratas.

Por falta de poder económico, no de capacidad profesional, nosotros no podemos hacer costosísimas guerras, ni construir y man tener tantos buques, aviones, etc. que son carísimos (en dólares un cohete cuesta un millón; un portaviones más de cinco mil millones y lleva varios miles de tripulantes y de ochenta a cien aviones; éstos son de más de treinta millones cada uno y los hay hasta de mil millones, tanto como un submarino de ataque con torpedos, pues los de cohetes estratégicos intercontinentales, cuestan aún más).

Por eso, en 1914, que ya ocupaba su gran edificio de dos pisos limitado por las ahora céntricas calles de Arista, Landero y Coss, Esteban Morales y Gómez Farias, entre el Mercado de Pescadería, las “Atarazanas” y el Ilustre Instituto Veracruzano, los gringos bombardearon 2 de sus lados, los de frente al mar, sin ningún obstáculo.

Pero, dentro de sus limitaciones, la Armada de México, pequeña, eficiente y bien organizada cumple su misión principal de defender al país contra agresiones externas o internas y las secundarias de mantener el orden, ayudar a la población civil cuando 10


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ffiel Gutiérrez, Anselmo Trejo Zaldívar, Hiram Toledo Villegas, Roberto Maupomé Ruiz, Jesús Razo Reguero, Adolfo Argudín Alcaraz, Alfredo Cobo Pérez, Víctor Chapa Zamudio, Carlos Almeida Zamudio, Eugenio Villalobos Méndez, Héctor Argudín Estrada, Pedro Castro Sepúlveda, Eduardo Sarti Lagrange, José Luis Sánchez Rebolledo, Rodrigo Vivanco Taboada, Ernesto Peimbert Gaytán, Ángel Zamudio Amor, Sixto Ruiseco Baeza, Alfonso Suárez Clausell, Víctor Quechol Ruiz y Pedro Cassou Font. Salas, Roffiel, Toledo, Héctor Argudín, Ruiseco, Quechol y Cassou eran de Veracruz. Trejo, Razo, Cobo, Villalobos, Castro y Sánchez del D.F. Maupomé de Tuxpan. Adolfo Argudín de Acapulco. Chapa, Almeida y Ángel Zamudio de Alvarado. Sarti de Guatemala. Vivanco de Puebla. Peimbert de Jalapa y Suárez de Villahermosa.

En 1939 gran parte de esos terrenos, de enfrente de la Escuela, los ocupaba el Parque Aguirre, donde se jugaba béisbol. Posteriormente, como de costumbre, hubo negocios de “políticos”, le salió “dueño” a esos terrenos, (decían que “Techos Eureka”, de Manuel Suárez) y ahora todo eso está urbanizado, hay muchísimas casas y grandes construcciones oficiales o de particulares. Exámenes de ingreso Inicia mi vida de marino Después de instalado en el dormitorio “Azueta”, presenté, oralmente y por escrito los temidos “exámenes de admisión”, académicos, junto con otros aspirantes que venían de todo el país. Fueron varias materias: español, historia, geografía, etc. y en el de matemáticas, el más importante, recuerdo haber demostrado el “teorema de Pitágoras”, resuelto sistemas de ecuaciones de 2º y 3er grado, raíces cuadradas y cúbicas y “discutido”, o sea analizado todo eso, con un jurado muy exigente, del que eran parte los tenientes Carlos Palma de la Rosa y Humberto Izaguirre Lares.

Por orden de calificaciones el segundo grupo fue: Alfonso Argudín Alcaraz, de Acapulco; Jesús y Héctor Hernández Domínguez, de Chihuahua; José Arnaldo Mancisidor Varela y Enrique Baltanás Hope, del D.F.; Vicente Álamo Calatayud, de Córdoba; Mario Bolio G. Cantón, de Mérida; José Morlett Alcazar, Francisco Ruiz Santiago y José Ugalde Espinoza del D.F. y dos oyentes Dámaso Martínez Yépez de Alvarado y Manuel Moreno Corzo de Veracruz.

Terminados los exámenes se dieron a conocer los resultados y a los diez aspirantes aprobados, nos enviaron a “pasar por caja” a la oficina de hacienda y causamos “alta” el primero de Noviembre en la Armada de México y en la Escuela Naval.

Hasta 3er año fue “carrera común” o “carrera única”. En 4º pasaron a “máquinas”: Salas, Almeida, Ruiseco, Suárez, Zamudio, Álamo, Ugalde y Dámaso. Los demás fuimos de “cubierta”.

Por tener dos meses menos de “tiempo de servicio”, quedamos a continuación de los veintidós que habían ingresado el 1º de septiembre y, con ellos, formamos la “Antigüedad 1939-44”.

No terminaron la carrera por causar baja, Ruiz, Castro, Quechol y Cassou. Por escaparse de la escuela fue expulsado en 3er. año Jesús Hernández Domínguez. Su hermano Héctor se suicidó de un balazo de máuser en el corazón, en 5º año, ya muy próximos a recibirnos y Mancisidor y Moreno Corzo

El primer grupo era, por orden de calificaciones: Andrés Salas Sánchez, León Ro11


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segundo de cadetes y fue oficial, pero se retiró joven. Se fue de ingeniero a la Comisión Federal de Electricidad y, según me han dicho, llegó a superintendente de ésta para toda la región del Sureste de México, demostración fehaciente de que cada quien tiene un espacio para brillar y un destino que cumplir.

pasaron al año posterior. Chapa, Villalobos y Baltanás terminaron en la recién convertida a Escuela Naval del Pacífico y fueron guardiamarinas con nosotros. A almirante, de tres estrellas, sólo llegué, en servicio activo, yo. Maupomé, Héctor Argudín, Chapa, Almeida, Villalobos, Zamudio y Baltanás fueron vicealmirantes y ascendieron a almirantes para efectos de retiro. Los demás causaron baja en etapas tempranas (Para 2003, que escribo esto, sólo quedamos con vida Héctor Argudín en el D.F., Maupomé, Peimbert, y yo en Acapulco).

La vida en la Escuela Naval Tras causar “alta” a los nuevos cadetes nos dieron los primeros uniformes de diario, de dril blanco para verano y de paño azul marino, para invierno, que eran iguales a los de marinero, sólo que nosotros usábamos gorra o “kepí” y ellos “birrete”. El pantalón, muy acampanado en la parte baja de la pierna, para poder subirlos fácilmente al “baldear” las cubiertas, se ajustaba con una agujeta atrás de la cintura y, al frente, en lugar de bragueta, tenían un “tapabalazo” (un rectángulo que se abrochaba con dos hileras de botones que subían de medio muslo a la cintura y cruzaban esta).

No sé si sea verdad, pero decían que Dámaso era hijo de un pobre cargador de maletas en el ferrocarril de Alvarado, que nunca había usado zapatos y que no causó alta en Octubre, sino después, por que no podían dar la fianza de mil pesos que se exigía, pero que, luego la dio un comerciante de Alvarado, papá de Manuel Carvajal Zamorano, sargento segundo de cadetes, de tercer año, que se graduó de oficial, estudió para aviador naval, como Moreno Corzo y terminó, como mi hermano Adolfo, de quien fue instructor de vuelo, siendo capitán piloto en Mexicana de Aviación.

Posteriormente se cambió al pantalón recto usual, más práctico. La chamarra tenía un cuello postizo en “V” con “solapa” que cubría media espalda, con un gran rectángulo de paño azul, con 2 estrellas en las esquinas, orlado por 3 hileras de cordón blanco y como corbata un “pañolón” cuadrado de seda negra, que se enrollaba, pasaba bajo la solapa y se afirmaba en una trabilla al frente quedando sus 2 puntas colgando. (La leyenda dice que los cordones eran por las victorias del Almirante Nelson y el pañolón, el luto por él).

Dámaso era la negación de lo militar: prieto, barroso, (apodado “guanábaso”) “desarranchado”, (término marino para lo desarreglado) no se enderezaba, por tanto no portaba con garbo el uniforme, marchaba como caminaba, subiendo y bajando como “indio al trote”. Pero sus fallas físicas, las compensaba con creces su gran inteligencia, que en 5º año le valió ganar el 1er. premio (más de 9.5 de promedio) de los maquinistas, (yo tenía los de cubierta) a Andrés Salas Sánchez, que llevaba 4 consecutivos y para que este pudiera tener 5, ése año excepcionalmente les dieron 2 primeros premios. Dámaso, aunque no era muy militar, llegó a sargento

Todavía recuerdo y me hace reír que el primer uniforme, el blanco, nos quedaba como a una monja un par de pistolas y Mancisidor nos señalaba con un dedo y se botaba de la risa echándose las grandes 12


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carcajadas, pues nos veíamos bien ridículos. Al ingresar, nos repartieron en las 2 “brigadas”, Estribor y Babor que había entonces, pues a bordo, llevan el nombre de la “banda” o costado en que forman y tienen tres “trozos”: Proa, Centro y Popa. La Escuela Naval pasó por muchos avatares: Se cerró por la Revolución, la Invasión, etc. se reabría, admitió de cadetes a jóvenes civiles, los envió a hacer sus estudios al acorazado Anahuac, a otros barcos y hasta el Colegio Militar y de 1934 a 37 estudiaron para marinos, oficiales del ejército recién graduados.

Así se me facilitó mucho remarcar todo, sólo quitándole un número.

En 37 se volvió al sistema de ingresar jóvenes civiles, con la secundaria terminada, por esa razón en 1939 sólo había tres “Antigüedades”: los de 1937, que iban en tercer año, los de 38 en segundo y nosotros en primero. En total éramos poco más de cien. No había “Cuerpo de Cadetes” con varias compañías, como ahora, sino sólo una, que se usaba para la instrucción militar y los desfiles.

La pócima en la Escuela Naval para los de Nuevo ingreso

Todo eso tendía a que nos acostumbráramos, desde el primer momento a los usos, costumbres y terminología marinera, en donde no hay pisos, sino “cubiertas”, las paredes son “mamparos”, las escaleras, “escalas”, los roperos, “taquillas”, las cubetas, “cuñetes”, etc. y mucho menos se usaba la “mariconada” de que, para que los noveles no extrañen su casa, en los dormitorios llamen “Chalet” a lo que siempre debió conocerse como “Camarote”.

Luego empezamos a sufrir la “pócima”, que ya no era tan cruel como antes, en que dicen que hasta muertos había y que una de las torturas menores era la “línea de transmisión” que hacían encajando a los “potros” hileras de alfileres en piernas y brazos, que luego unían con un alambre que conectaban a la corriente eléctrica para darles “toques” “por cordillera”. A nosotros no nos tocó tanto. Sólo nos quitaban parte de nuestra comida que a algún “antiguo” le gustara y nos hacían tomar la “pócima”, un vasote en que echaban sopa aguada, arroz, carne, pescado, frijoles, refresco, postre, chiles picosos y un montón de sal. Claro que la vomitadera de aquella asquerosidad era inevitable, pero era lo de menos. Lo malo eran los palos, que siempre se han dado a los cadetes “novelones” para “amansarlos” y que los traen con las nalgas amoratadas por los “planazos” con el marrazo o espadín y hasta con bates de béisbol, pues aunque la mayoría de los cadetes “antiguos” son correctos, no faltan sádicos que se aprovechan de su antigüedad para ser muy abusivos.

Todos teníamos asignado un número de orden: impar para Estribor o 1ª brigada y par para la 2ª o de Babor. Con él “marcábamos” vestuario y equipo con números “de golpe” la vaina del espadín y una placa en la culata del fusil, pintura para el “correaje”, fornitura, etc., hilo rojo, por dentro de la ropa blanca e hilo blanco, en la azul. Para ello entre el equipo exigido para ingresar figuraba una “bolsa de avios” con agujas, hilos, alfileres, seguros, etc., pues teníamos que aprender a “costurar”, como dicen los yucatecos o sea coser “garranchazos” o “descosidas”, pegar botones, etc. Al ingresar fui el 103. Al ser sargento primero habilitado de la Segunda Brigada, me di el 10 y al volver a la primera el uno. 13


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A mí me tocó uno de esos, un güero grandote y de mal alma que un día me dio tal batazo que Fermín Carrillo, compañero suyo, también muy “pocimero”, le arrebató el bat y le dijo: -“No seas ca...” -“¿O qué, quieres desgraciarlo para siempre?”.

porque había terminado la Guerra Civil en España, empezado la Segunda Guerra Mundial y la Falange española que participó en ambas era muy famosa.

Después supe que él que me golpeó decía: “En cuanto seamos del mismo grado, Argudín me va a partir la m..., pero mientras sea yo más antiguo y de mayor rango tiene que joderse”. Desgraciadamente para él antes que eso pasara, murió a consecuencia de la complicación de los golpes que sufrió cuando la lancha en que iba “pantoqueó” o dio el “capizallo” (voltearse hasta que dar quilla arriba) al cruzar la fuerte rompiente de la barra de entrada al estero de Mazatlán, que entonces estaba muy azolvada.

Cuando empezamos a recibir clases, a cumplir con las rutinas diarias y a sujetarnos a la estricta disciplina militar, también empezamos a conocer a fondo todas las instalaciones de la antigua Escuela Naval de tanta tradición histórica.

Las instalaciones de la Escuela Naval

El enorme edificio, del estilo porfiriano, cubría una manzana completa, con sus dos grandes cuerpos cuadrilaterales. Era todo de mampostería, gracias a lo cual, resistió, aunque bastante dañada, el bombardeo de la flota yanqui, durante la invasión de 1914. Por los costados que daban a las calles de Arista y Esteban Morales, medía como cincuenta metros y como cien por los de Landero y Coss y Gómez Farias. Tenía sólo dos pisos ambos de mucha altura y todos sus espacios: salones de clases, oficinas, etc. eran muy amplios y alterosos. La planta baja se destinaba a las funciones educativas y la alta a dormitorios y oficinas. En ambos pisos del primer cuerpo unos anchos corredores, con arcos como de claustro monacal, rodeaban al gran patio principal, cuadrado y pavimentado, en cuyo centro había un alto farol que lo alumbraba por las noches. El segundo cuerpo tenía otro amplio patio, éste rectangular.

De nuestra resistencia a la “pócima” y de nuestra decidida rebeldía a todo lo que nos pareciera injusto, derivó que a nuestra antigüedad la bautizaran como “la Falange”. Ese nombre se originó, no porque fuéramos “franquistas”, sino porque estando en primer año y sujetos a todos esos abusos nos opusimos terminantemente a que la sociedad de alumnos nos descontara veinticinco centavos de nuestro “pré” (dicen que deriva de “prést” o préstamo) que era de un peso veinticinco centavos semanales, para comprar una “consola” de radio, pues ya nos descontaban otros veinticinco para el gran baile de fin de cursos. Una noche se paró en la puerta del salón donde estudiábamos, el “Loco” Sánchez, de 3er. año, que no era “pocimero”, pero que nos fue mandando de uno en uno para que, a palos, nos convencieran los “antiguos” de aceptar el descuento.

La puerta principal, o de honor, daba frente al pequeño jardín, del ancho de la calle de Gómez Farias, en el que está el obelisco dedicado a los héroes del 21 y 22 de Abril de 1914.

Como no nos “rajamos” el “Loco” dijo: “La Falange, siempre indomable”, quizá

Entrando por ésa puerta, a la derecha había una mesa y silla para el oficial o sargento de 14


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guardia, un teléfono en la pared y la puerta para la sala de visitas. A la izquierda, la guardia en prevención. La sala de visitas, tenía sofás y sillones cómodos y como todo en la Escuela, era de grandes dimensiones y de muy alta techumbre. Atrás de ella y llegando hasta la esquina con la calle de Arista, que daba la sala de oficiales en donde éstos se refrescaban, platicaban, estudiaban o descansaban entre clase y clase.

terior y en la esquina había un pasillo que comunicaba a los dos cuerpos del edificio y en el que quedaba la entrada al gimnasio, donde había ring, costal, pera, barra, paralelas, argollas, clavas, etc. En ese cuarto lado, después del gimnasio, seguían dos salones de clases para los cuartos años de cubierta y máquinas y terminaba en otro pasillo de intercomunicación de los dos patios de ambos cuerpos rectangulares del edificio.

Por el lado de Arista, estaba el gran laboratorio de física y química, al que seguía el salón de primer año y en la esquina de Arista con Landero y Coss, el salón de segundo año.

Dando vuelta hacia la izquierda estaba el salón de quinto año y después de éste el depósito de instrumentos de la banda y la guardia en prevención, donde ésta dormía y descansaba. La puerta de ésta guardia quedaba enfrente de la de la sala de visitas, a su derecha estaba el banco de armas, donde se colocaban, parados, los máuseres de la guardia y a la izquierda una banca para los cadetes que no estaban de turno de centinelas. Así cuando se llamaba “guardia a las armas”, ésta salía rápidamente de su alojamiento, se armaba y formaba, para hacerle honores a los de altos grados o para defender la escuela en caso necesario.

Lo que podemos llamar la espalda de la escuela, daba frente al “Jardín Hernández y Hernández” que, sobre la calle de Landero y Coss llega desde el Mercado de Pescadería hasta la Escuela Preparatoria o “Ilustre Instituto Veracruzano”. En ése lado estaba el salón de tercer año y a continuación de éste la peluquería, a cargo del popular maestre “Villeguín”, por cuyas afiladas tijeras teníamos que pasar todos una vez por semana.

En el lado izquierdo del pasillo que quedaba entre los salones de cuarto y quinto año y antes de llegar al patio posterior, estaba la bomba del agua, debajo de una gran escalera de madera para subir o bajar de la planta alta, la que sólo usaban los oficiales, pues los cadetes teníamos prohibido hacerlo.

Después seguía la escalera principal, muy amplia y de dos tramos, que quedaba enfrente exactamente de la entrada de honor. Abajo de la escalera una puertecita, casi secreta, sirvió muchas veces para las escapatorias de los cadetes antiguos.

Atrás de la escalera estaba el depósito general de vestuario y equipo, a cargo de un oficial de mucha fibra y por lo tanto muy popular entre nosotros, el “Pelao” Julián Brañas Pastor.

Al otro lado de la escalera, unos servicios sanitarios con mingitorios, lavabos y tres WC. A continuación de estos el salón de quinto año de maquinistas. Ahí hacía escuadra el cuarto lado del patio, que era in-

De ése depósito seguía el “pañol del contramaestre”, donde se almacenaba la “palamenta”, que era todo lo necesario 15


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desde segundo año, hasta que me gradué, fui, extraoficialmente su ayudante e instructor de los cadetes de los años inferiores al mío, quedando al mando de uno de los botes a la hora de las prácticas.

para las “embarcaciones menores”, de la escuela, que en la realidad eran unos botes enormes, para diez “remeros”, o que podían “arbolar” un “palo” para un foque a proa y una vela latina con su botavara a popa. En ellos que se daba instrucción de remo o vela a los cadetes.

El pañol del contramaestre llegaba hasta Gómez Farias y Esteban Morales. Sobre ésta, otra gran puerta daba acceso al patio posterior, que se usaba, principalmente para los “servicios”.

En ése “pañol” se almacenaban: códigos de banderas, que se izan en las drizas de los palos del barco; banderolas para señales a brazo, remos, “damas” o chumaceras, timones y velas; agujas para coser ésas; “rempujos”, que son como un gran dedal en una manopla de rígido cuero, que va en la palma de la mano, para impulsar con mucha fuerza las agujas, a través de las gruesas lonas, etc. Ese pañol estaba a cargo de teniente de navío de escala de Ramón González Vizcarra, al que otro teniente Alberto Lucero y contramaestre Oscar Mejía.

Sobre Esteban Morales y hasta Landero y Coss, donde actualmente está la funeraria de la Armada, estaban los grandes talleres donde los maquinistas aprendían el uso de tornos, fresas, cepillos, etc. Dando vuelta, sobre Landero y Coss, estaban lavandería y cocina.

un viejo mar, don ayudaban el tercer

Sobre el cuarto lado, atrás del gimnasio, un pequeño comedor para oficiales y un enorme comedor que tenía grandes mesas, longitudinales, de granito, cada una para doce comensales con un gran total quizá de ciento cincuenta o doscientos cadetes.

El Contra Vizcarra era un hombre notable. Grueso y medio cojo por que un accidente de mar le había lesionado una rodilla, era un marino de cuerpo entero, del que en forma figurada se puede decir que “olía a sal”, pues había pasado muchos años en la mar y había sido “patrón” de varias de aquellas “canoas”, en realidad pequeños “pailebots”, quizá de quince o veinte metros de eslora que, antes de que hubiera ferrocarril para allá, hacían el tráfico de cabotaje en las cos tas del Golfo de México y Mar Caribe, desafiando los “nortes” y las “suradas” que son vientos muy fuertes en aquel litoral.

Pasemos ahora a la planta alta. Al terminar de subir la escalera principal, la izquierda quedaba la oficina de la ayudantía general a la que seguía el depósito de ropa y armamento de la 1ª brigada. En la esquina de Landero y Coss y Arista los baños de ésa brigada y su dormitorio el “Virgilio Uribe”, en el cual ése heroico cadete fue herido de muerte, por una bala de los invasores norteamericanos, el 21 de Abril de 1914.

El Contra, con su gran experiencia, era instructor de cadetes en remo y vela, le caí bien porque me interesé mucho y fui bueno en señales a brazo, nudos, costuras, etc. y

Para eterna memoria había una placa de bronce abajo de la ventana desde donde

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disparaba el heroico Virgilio Uribe y un amplio espacio vacío sin camas.

“taquillas” unas eran lockers metálicos y otros pequeños roperos de madera.

A continuación del dormitorio “Uribe”, en la esquina de Arista y Gómez Farias, estaba la oficina del director. Sé que esos espacios los ocupa ahora el Museo Naval de Veracruz.

Después del “Castillo Bretón” frente a Landero y Coss estaba un gran salón con una enorme mesa para el “Juego de la Guerra”, que nunca vi que se usara y que acabó siendo dividida en partes.

Junto a la dirección, frente a Gómez Farias, estaba la Subdirección que era a la vez jefatura de estudios, a la que seguía la oficina del detall y la sala de la bandera, donde un cadete de la guardia montaba turnos de centinela, junto a la Enseña Nacional, firmes y sin poder moverse durante dos horas.

A continuación estaban los baños del dormitorio “Azueta” y entre éstos y la escalera el depósito de armas y equipo de la 2ª Brigada. El cuarto costado de los dos rectángulos del edificio lo formaban, por el lado del patio principal, el dormitorio “José Azueta”, que ocupaban mitad y mitad las dos brigadas y, por el lado del patio posterior, el amplísimo salón de actos.

En la sala de la bandera, además de ésta estaba un gran modelo de más de un metro de eslora, de un acorazado japonés, que era una maravilla de detalles en cañones, anclas etc. Seguía a ésa sala la biblioteca y después de ésta la enfermería, en la que en esas épocas de penuria, casi no había más medicina que una tintura líquida que llamábamos “Trillosana”,(por el chaparrito enfermero Trillo) con la qué, si nos dolía la garganta nos daba “toques” en las anginas, si era la barriga nos untaba la panza, si teníamos tos, nos hacía un “gato” con ella en la espalda y también servía para curar “sabañones” que eran unos hongos de los pies.

Vida social del los cadetes Como aprendimos muy pronto, este era más frecuentemente “de fiestas”, pues ahí se celebraban periódicamente alegres “tertulias” como se llama en Veracruz a lo que en otras ciudades son “tardeadas” o más elegantemente “soirées”, que viene a ser lo mismo, ya que, en francés, “soir” es tarde. A esos bailes informales acudían las niñas “de sociedad” de Vera cruz y ciudades cercanas, por lo que los cadetes teníamos la oportunidad de “socializar” con lo más granado de la población y de hecho de ahí salieron muchos matrimonios “por amor”.

El resto del costado que daba a Esteban Morales lo ocupaban el dormitorio de la 2ª Brigada, el “Castillo Bretón” y sus baños. Este era el único dormitorio que tenía en el centro, a todo lo largo unos grandes muebles metálicos, de poco más de dos metros de alto, que albergaban la “taquilla” y la cama rebatible que se subía y quedaba cubierta con una puerta. En los otros dos dormitorios las camas estaban a los costados dejando un pasillo central y las

También aprendimos que los cadetes, bien recibidos en los centros sociales más exclusivos de Veracruz, como la “Lonja Mercantil” y el “Círculo Español”, frecuentábamos los “Portales” y dábamos de

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En cambio se nos prohibía asistir ahí en la tarde que era de “rompe y rasga”, de danzonera y de clases populares: empleaditas, cocineras, criadas, estibadores, cargadores, etc., aunque estos dos gremios tenían sus buenos salones y formidables danzoneras.

vueltas en la Plaza de Armas los domingos en la noche. En aquel entonces los veracruzanos iban a bailar y a la playa a Villa del Mar, que quedaba fuera de la ciudad y que era un balneario muy popular aunque recomendaban no nadar pues como estaba cercano al rastro, decían que, excitados por la sangre que vertía éste, los tiburones atacaban más a los bañistas. Otra gente nadaba en “playa libre” dentro de la bahía, cerca del muro sur, donde decían era menos riesgoso.

Como tampoco teníamos permitido ir a la iglesia uniformados ni vestir de civil, generalmente los domingos que era el único día “franco” completo, había que ir al “Café de la Parroquia”, que queda frente a la iglesia, a esperar que nuestras bonitas amigas o “pretensas” salieran de la misa de doce, que era la más elegante y concurrida y, como el cine “Eslava”, “la preferida de las mujeres bellas”.

En cambio los de la mejor sociedad, que podían pagar unos centavos por entrar y usar las casetas-vestidores, concurrían al “club de Regatas”, propiedad de los Pasquel, donde hacíamos nuestras practicas de natación los Cadetes, que estaba ubicado entre el muro de pescadores y el muro sur (que con el muro norte limitan al puerto de Veracruz) y que era totalmente seguro, pues tenía una “cerca anti-tiburón” de gruesos troncos de palmera y malla de alambre.

Pero todos ésos conocimientos en primer año servían de muy poco pues generalmente se la pasaba uno arrestado, ya que entonces aún no se había humanizado el sistema, no había obligación, como ahora de dar al cadete un día franco cada mes, ni se guardaban los puntos no pagados para cubrirlos con días de vacaciones.

Villa del Mar tenía dos grandes salones, uno a continuación del otro, que aunque en aquella época no se usaba el aire acondicionado, eran muy frescos y bien ventilados ya que tenían techos pero no paredes y una amplísima y bonita terraza a la orilla del mar. Ahí las “niñas bien” y los niños no tanto, acostumbraban ir a bailar los domingos de doce a dos de la tarde a los acordes de la mejor orquesta de Veracruz, que era la de “Chinto” Ramos.

La disciplina en la Escuela Naval Los arrestos era por “puntos”. Las faltas leves, como no limpiar los zapatos, no estar nítidamente pulcro, reírse o moverse en filas, donde había que estar rígidamente firmes, etc. eran uno o dos puntos. No saber la clase, un domingo de arresto y cero de calificación. No había repetidores de año, pues el que reprobaba era expulsado.

Así nacieron muchos amores y rivalidades, pues dicen que hay tres grandes alcahuetes: “Dinero, automóvil y uniforme” y los Cadetes teníamos “pegue” con las guapísimas chamacas veracruzanas, lo que enojaba a sus pretendientes, a los que se las ganábamos.

Las faltas graves como golpear a un “novelón” (si les caían o este se “rajaba”) eran treinta o cuarenta puntos (uno o dos meses de arresto) y las más graves como robar, escaparse de la Escuela, etc., se castigaban con “quedar en observación de 18


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jalapeños y hasta algunos del D.F., se alejaban para ir a ver a sus familias, esta canonjía se suprimió pronto.

su conducta”, ser expulsado o enviado a bordo como marinero uno o dos años. Diez puntos se pagaban con un domingo completo de arresto y cinco con medio domingo, saliendo franco a las doce del día.

Pero todas esas facilidades eran para los cadetes antiguos, pues a mí, en primer año, un Sargento Segundo, que iba en segundo año, y que tenía ese grado porque se había pasado del Heroico Colegio Militar a la Heroica Escuela Naval, me completaba un domingo de arresto cada semana, sin excederse mucho en puntos, para no hacerlo muy notorio por lo que no pisé la calle en casi todo el año.

Por eso al completar medio domingo de arresto, decían: “Se ...ingó Villa del Mar”, porque había que pasar la revista de aseo, caminar a Principal, tomar el tranvía _no debíamos viajar uniformados en camión_ y siquiera llegar a bailar la última “tanda” pues a veces no alcanzábamos ni la rúbrica musical con que terminaba la tertulia.

Pero no me dolió mucho, porque en los pocos días que salí franco y en todos los años posteriores, el “Jefe” Argudín nos recibió, a mi hermano y a mí, en su casa en Juan Enríquez 150, como si fuéramos sus hijos y con nuestros primos, Antonio (+), Gilberto (+), Amalia, Héctor, Ana, Magdalena, Hilda, René y Conchita, hijos de él y de doña Anita Estrada, su esposa, seguimos siendo como hermanos.

Luego algún ingenioso agregó “y la matinée también”, porque ya no se podía decir a las novias: El domingo en la mañana “nos vemos adentro” del cine “Díaz Mirón”, pues salvo algunos riquillos, que recibían dinero de sus casas, a la mayoría de Cadetes, nuestro escaso pré no nos alcanzaba para pagar dos boletos de cine, de veinticinco centavos, el tranvía de cinco, los refrescos de quince en Villa del Mar y las sillas de veinte en la noche en Plaza de Armas, pero en mi época los cadetes del “cuadro de honor” (más de nueve de promedio y ninguna calificación de seis o siete) salíamos francos los jueves de seis de la tarde a diez de la noche y los “banderos” de la de guerra salían a esas mismas horas los viernes.

Con ellos comíamos y cenábamos, con detrimento de la economía de aquella de nuestras primas a la que le tocaba llevar el gasto y me encantaba que nos convidaran de los riquísimos mangos de manila, los tamales con carne, los “bollitos” - tamales dulces de elote_ y la “mazorca” _dulce de rebanadas de mamey conservadas en miel de abeja_, que le mandaban de Chacaltianguis.

Cuando fue director el contralmirante “Manario”, don Mario Rodríguez Malpica, instauró lo que llamábamos el “cuadro del niño bueno”, en que el que no tuviera ni un solo punto de arresto en todo el mes, salía franco el sábado y aún hubo otra época en que se podía pernoctar o “piernoctar” fuera del plantel saliendo el sábado en la tarde para volver el domingo a medianoche.

En su casa podíamos quedarnos en camisa y dormir la siesta, aunque, como era muy estricto, no nos permitía salir sin uniforme y un día que mi hermano, que llegaba, ayudó, en la calle, a una prima con un platón en que llevaba “la cena”, el “Jefe” lo regañó diciendo: “Qué bien se ve un Cadete Naval como mesero o cargador”.

Desgraciadamente, como estaba prohibido salir de la plaza y los alvaradeños, 19


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luego se suicidó, en “armas portátiles y semiportátiles” don Julián Brañas Pastor, de mucha fibra, que años después murió en un accidente en la carretera México-Puebla, don Carlos Palma de la Rosa y el de infantería de marina, Miguel Magro Malo jefe de instrucción militar de la compañía de cadetes.

Y es que el “Manual de Urbanidad y Cortesía Militar” que estudiamos en primer año, para saber cómo comportarnos en público, entre muchas otras cosas nos enseñaba a no entrar uniformados a cantinas o sitios inadecuados; no cargar bultos u objetos voluminosos, que lo hacen verse mal; en la banqueta ceder el lado de la pared a damas y ancianos, así como el asiento en transportes públicos; cual es lugar de honor al caminar, viajar en automóvil, etc.

Pronto empecé a tener fama de buen estudiante, por mis altas calificaciones, y a fin de año recibí de tercer premio, una pluma fuente y lapicero “Parker”, grabadas con mi nombre y el premio que era. Se los regalé a mi papá, que no había estado conforme con mi ida a la Naval, bromeándolo luego con que le dio tanto gusto que hasta a los desconocidos les enseñaba lo que su hijo había ganado.

La generosidad de don Antonio llegó a tanto que, en 1940, cuando fuimos a aquel histórico viaje del “Durango” a Chile, nos daba “domingo” para que no saliéramos sin dinero a la calle. El cuerpo docente de la Naval Su influencia en los alumnos y la calidad estudiantil de los cadetes

Ese “premio” no significaba 3er lugar del grupo, pues en aquella época el requisito para tenerlo era promedio mayor de nueve, segundo premio más de nueve veinticinco y primer premio más de nueve y medio y, si nadie alcanzaba esa cifra, esos lugares quedaban desiertos, es decir que podía haber uno sólo, dos, tres o ninguno. En nuestro grupo Andrés Salas Sánchez sacó primero y yo tercero.

En noviembre de 1939, al empezar a recibir clases, vimos que, en la Escuela Naval había extraordinarios profesores. Entre los civiles estaban los matemáticos don Vicente Camporedondo y el “Chino” León, un ex oficial técnico, egresado de la Naval, que fue dado de baja del activo de la Armada, porque una extraña enfermedad le curvó las piernas hacia atrás dejándolo minusválido; el atildado Ing. Ernesto Domínguez, de física, meteorólogo de fama internacional; el medio “descuacharrangado” doctor Rodríguez Mendoza en “química”; el ceremonioso “Mesié” Sempé de francés, que al entrar saludaba con la mano derecha en alto, por lo que decían que llegaba “brindándole un toro a la guardia” y varios más.

En la antigüedad 1937, dos años anterior a la mía, a Félix Arruti Iturriotz le decían “Brazo de oro”, pues lucía en los antebrazos, del puño al codo los tres galones dorados de sargento primero y a medio brazo izquierdo cuatro ángulos, también de galón dorado, con el vértice hacia arriba y en el hueco una estrella dorada por sus cuatro primeros premios, porque el quinto lo obtuvo al graduarse. Salas, también obtuvo cinco primeros premios, aunque en quinto año lo compartió con Dámaso Martínez Yépez y fue dos veces sargento primero, pues en quinto año ascendió, lo degradaron por un incidente en que no tuvo ninguna

Entre los tenientes de la Armada estaban “El Soso” Izaguirre, profesor de inglés que 20


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

huyó, reapareció en México y dicen que años después murió en un manicomio allá por Texcoco.

culpa y luego Chapital lo volvió a ascender para reponerlo en su grado. Varios más de la primera y segunda antigüedad como Colina, Villardaga, Lezama, etc. también obtuvieron premios, pero no tantos.

Otro caso raro en nuestro grupo, fue el de Héctor Hernández Domínguez, al que apodaron “Mamá Chuchú” porque como “Mamá Cachimba” de los muñequitos de Nico Yokum, usaba una pipa de mazorca de elote. Además fumaba rollos hechos de muchos cigarros de varias marcas “para tener una mezcla de tabacos”.

Yo tuve tercer premio en primer año; segundo premio en segundo y tercer años y primer premio en cuarto y quinto años pues en éstos tres últimos nos separaban en las dos carreras y Salas era primer premio en máquinas y yo primero en cubierta.

A su hermano mayor, Jesús “El Chihuahua” lo expulsaron en tercer año, por escaparse de la escuela y Héctor que ya era medio excéntrico, al quedarse sólo se introvirtió aún más, pues dicen que era un muchacho sobreprotegido por sus papás, porque un accidente en su niñez le había dejado una gran cicatriz en el cráneo, que se cubría con un “préstamo” de pelo del otro lado de la cabeza.

De nosotros, el mejor estudiante era Anselmo Trejo Salivar, indito, chaparrito y cabezón, que se carteaba, planteando y consultando problemas, con don Esteban Minor, ex oficial de la Armada, ex profesor en la Escuela Naval, que en el DF tuvo mucho prestigio como muy buen profesor de matemáticas.

Héctor era un genio en criptografía, capaz de descifrar las claves más complicadas que le pusiéramos, aunque utilizáramos palabras raras como “Scharnhorst” o “Gneisenau”, nombre de cruceros alemanes. Bueno en ajedrez, cuando se veía perdido nos daba el “Mate del cansado” pasándose horas “pensando” hasta que nos aburríamos y preferíamos rendirnos nosotros.

“Chemo” en los exámenes finales, escritos, nos superaba a todos, pero en los orales se ponía nervioso, echaba un pedazo de gis un poco hacia arriba, lo cachaba, titubeaba repitiendo “este, este” por lo cual bajaba su calificación y yo, con más personalidad y más tranquilidad, al promediar ambos exámenes, le ganaba el premio. Como sargento segundo, en quinto año,“Chemo” nos hacía reír por que exigía a los demás cadetes de su pelotón, que usaran “ligas anchas y coloraditas” para sostenerse los calcetines que en aquel entonces no tenían elástico en la pantorrilla.

También era bueno en matemáticas y le hablaba de “Tú” al “Chino” León a quien todos temíamos, pues era muy enojón y si no sabíamos la clase nos aventaba el gis, borrador o lo que tuviera a mano y en “cálculo integral y diferencial”, que el libro de texto era el Bailey Woods, de pastas verdes, decía: “Tú nada más ves verde y te dan ganas de rebuznar” o “Ve a la guardia y diles que tienes permiso mío para salir a pastar en el campo de ahí enfrente” o

Desgraciadamente, ya oficial, una noche en Salina Cruz, siendo segundo comandante de un barco, Trejo enloqueció por completo, persiguió a un cocinero con un cuchillo, 21


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Él murió instantáneamente y su cuerpo cayó del cajón. A diana, su ayudante, el novelón Blanco Rome, se llevó el susto de su vida al encontrar el cadáver en el suelo y dio “parte” de inmediato.

“Equivocaste la profesión. Tú no tienes cerebro para esto. Vete al muelle, ahí necesitan estibadores de buenos lomos como los tuyos”. No me consta, pero dicen que el “Chino” enseñó a resolver una ecuación a dos de tropa: Napoleón, gordo, Sargento, que hacía la limpieza y al flaco Nicolás Colescua, marinero cartero y, si algún cadete no sabía la clase, el “Chino” llamaba a uno de aquellos, les ponía la ecuación que se sabían, ellos la resolvían y el “Chino”, ufano exclamaba: “¡Ya ves, eres más bruto que éstos!”.

En su “taquilla” (ropero personal) del dormitorio se encontró una carta a la que cambió varias veces de fecha, que decía que no soportaba un cáncer que lo corroía y que su familia estuviera separada. La autopsia no reveló ninguna enfermedad, la que debe haber sido psíquica y quizá motivada por su soledad o aislamiento. Pero mejor agradables.

Un día Jesús Hernández trataba de resolver una “integral” en el pizarrón. El “Chino” le señalaba un error. Él no lo veía. Del fondo del salón, Héctor, el “Chuchú” repetía, con voz cavernosa: “Chino, estás mal”, “Estás mal, Chino” hasta que este, desesperado explotó: o terco y el otro loco, no quiero conocer al resto de la familia!”.

volvamos

a

cosas

más

Como mi hermano ya les había dicho que yo estudiaba para doctor, al ingresar me apodaron “El Médico” pasándome lo que a mi antigüedad, que según unos era “La Falange” por ese partido español y según nosotros por la invencible formación militar griega.

A principios de marzo de 1944, a sólo meses de terminar la carrera, Héctor, que era depositario de la Primera Brigada, se suicidó.

Así yo, según algunos era “El médico brujo”, (como los africanos o polinesios) y según otros era por el “Médico loco”, el villano de ésa historieta de “muñequitos”, enemigo de “los Supersabios”.

Se supone que, en la noche Héctor se metió a su depósito. Tomó su “mosquetón”. Lo abasteció y amartilló. Se sentó en una cajota de madera, (de las llevaban los uniformes de gala en los viajes) que estaba entre las dos “taquillas”, unas como “pichoneras” en las que nos entregaban la ropa limpia. Descalzó su pié derecho. Se recostó en una taquilla. Apoyó su máuser en el pecho, a la altura del corazón. Con el dedo gordo del pié, como los japoneses, que no se rendían en la 2ª Guerra, se disparó. La bala lo atravesó a él y a varias tablas de la “taquilla”. Por el vacío el ánima del rifle se llenó de sangre.

El sobrenombre de “Médico” lo llevé muchos años y originó muchos equívocos chuscos, de los cuales mencionaré algunos: Recién ingresado, una noche me fueron a despertar para que atendiera a un cadete un año anterior al mío, que se había tratado de suicidar, por una decepción amorosa, tomándose un puño de pastillas. Se salvó de chiripa, porque yo no supe que hacer por él.

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en Europa, que impedía todo comercio con Alemania e Italia que salvaban a México del “bloqueo económico” impuesto por las compañías expropiadas, la escuela, la armada y todo México pasaban grandes penurias, aunque menores que las de la Revolución, cuando había violencia y hambre, o las de los 30s bajos que disminuyeron sueldos y “raciones”, amarraron los barcos, etc.

Años después, ya oficial de navegación del “Querétaro” que estaba en reparaciones en Salina Cruz, una mujer me buscó en mi casa para que yo atendiera el parto de su hermana porque “sabía que era muy buen médico”. Cuando mi esposa le dijo que no era doctor creyó que no quería que fuera, se enojó y le gritó “vieja egoísta” a ella, preciosa jovencita de escasos dieciocho años. A inicios de mi carrera, cuando íbamos a recepciones, como la gente acostumbra consultar ahí a los doctores, sí se me acercaban a contarme sus dolencias y les decía “En realidad no soy “médico””, algunos lo creían un subterfugio y era larga la explicación. Encontré mejor preguntar:

A veces no había bates ni pelotas para hacer deportes y teníamos que comprarlas, no como ahora que abundan los implementos necesarios. Sin embargo, en Veracruz, la Naval destacaba en todos los deportes y los de 1er año teníamos un buen equipo de básquet con Mancisidor, Baltanás, Bolio, Almeida, yo y Chapa, que también era muy bueno en fútbol, pues “tenía un cañón” en cada pierna.

“¿A cuál de mis colegas está viendo”. “X”. “Es muy bueno ¿Qué medicinas le recetó?” _“Tales”_ “Me parece muy acertado. Creo que debe continuar con ése tratamiento”. Así ellos se iban muy contentos y yo no perdía el tiempo.

A fin de año, para ir de vacaciones al DF varios cadetes pagamos a prorrata un camión especial de ida y vuelta que, al regreso nos dejó en la Escuela, a media noche del 1º de enero de 1940.

En Manzanillo ya era comandante del G-30 y aún jugaba básquetbol de centro delantero, y, si lo hacía bien, me echaban porras gritando, equivocadamente: “México, México”, en lugar de “Médico”.

Caso único: el “oficial de guardia” era un condestable escala de mar, Lino Macareno. Festejaba el año nuevo borracho, pidiendo a todo el que llegaba le llevaran algo de beber. Obligó a dos cadetes _uno, Sánchez Rebolledo, de mi antigüedad_ a tomar con él. Nosotros entramos rápidamente para irnos a dormir y poder levantarnos a las cinco A.M. a Diana. Su dormitorio estaba cerrado y Pedro Larrañaga, de la antigüedad 1938, gritó a la guardia, desde el corredor del primer piso “¡Échenos la llave del Bretón!”.

Pero mejor volvamos a cuando fui cadete Naval: Como había tres Argudín en la misma antigüedad, don Pepe Santos, profesor de “calderas y aparatos auxiliares”, nos diferenciaba diciéndonos: a Adolfo, mi hermano “Argudín el gordo”; a Héctor, mi primo “Argudín el flaco” y a mí “Argudín el colorao”.

Lino salió al patio preguntando: “-¿Quién la quiere?”. Pedro contestó -“Yo” y Lino que llevaba la pistola reglamentaria del

En 1939, reciente la “Expropiación Petrolera”, e iniciada la 2ª Guerra Mundial 23


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clarín de órdenes”, el marinero Chávez, pero, a partir de ése momento en absoluto silencio, empezaba el “show". “Presentar armas”, “descansar”, “flanco izquierdo”, “paso redoblado” y “compañía en masa”, se sucedían para que las tres secciones quedaran juntas, con un frente de nueve hombres y un largo de once, en lugar de los tres y treinta y tres iniciales. “Cambio de hombro”, “embrazar”, etc., se iban sucediendo sobre la marcha. Al llegar a los cuarenta y ocho pasos y seis movimientos, dábamos la media vuelta simultáneamente y continuábamos haciendo movimientos durante el doble del recorrido. Nueva media vuelta, para regresar, más movimientos y al último, “columna por tres” y “alto” para quedar en la posición inicial. Ahí se incorporaban y encuadraban la banda y la escolta. Seguían “envainar”, “posición del tirador en pie”, “cargar”, “apuntar” y “fuego”, para hacer una salva de honor. Finalizaba la “tabla” con “calar” (colocar los marrazos en el fusil) “presentar”, “descansar” y retirarnos en columna por tres.

oficial de guardia le gritó -“Ahí te va” y le disparó un balazo que, afortunadamente, pegó un poco arriba de Larrañaga. Luego, con la 45 en la mano, subió a buscar al “gritón” armándose un corre, corre en la planta alta. Con una lámpara alumbraba las caras de los que ya estábamos en ¡nuestras camas, que nos hacíamos los dormidos. Rebolledo, algo tomado, acostado, se reía y decía en voz alta- “¡Qué chistoso Lino!” hasta que Celso Domínguez Bermea lo calló de una trompada. Finalmente Lino se cansó, se fue a su guardia y ya todos dormimos tranquilos. En enero de 1940 se hizo diaria,e intensificó, la Instrucción Militar. Además de los movimientos personales como “firmes”, “flanco de derecho” o “flanco izquierdo”, “media vuelta”, “de frente, marchen”, “paso redoblado”,“veloz”, “atrás”,“de costado”, etc. de los de armas, como “calar”,“envainar”, “armas al hombro”, “cambiar de hombro”, “embrazar”, “presentar”, etc., y de las formaciones de “orden cerrado” de: “columna por tres”, “de pelotones”, “de secciones”, “en masa” etc. empezamos a practicar una “tabla de tiempos perdidos”. Esta consistía en ejecutar los movimientos en una secuencia preestablecida, sin que se oyera dar órdenes con clarín o a la voz.

Viaje de amistad y buena voluntad a bordo del “Durango” América del Sur Todo enero y febrero estuvimos practicando los “tiempos perdidos” sin saber su objeto, pero se fue corriendo el rumor de que saldríamos a un largo viaje lo que se confirmó cuando, a principios de marzo, se guardaron los uniformes de gala, espadines, etc. en las grandes cajas de madera que se usaban para ello.

Para ello todos íbamos contando mentalmente y cada ocho tiempos hacíamos uno de los cambios fijados. Se empezaba con una “columna por tres” de la banda, escolta con bandera y compañía de cadetes con armas al hombro. Al hacer alto se descansaban las armas y con un flanco se daba frente a quienes iban a presenciar el acto, quedando en “línea en tres filas”.

El 4 de marzo los 100 cadetes navales y el personal de tropa para servicios, uniformados de diario y llevando nuestros “talegones” de lona, de unos 40 centímetros de diámetro por 80 de alto, en que iban los demás uniformes, blancos, azules y de caqui, la ropa interior, los útiles de aseo y demás

Luego la banda y la escolta, dando “paso atrás”, se desencuadraban de la formación. Hasta ahí las órdenes se daban con un gran 24


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iban varias potentes motocicletas Harley Davidson y en los “macheros” varios caballos de salto.

efectos personales, embarcamos en el “Durango” flamante “transporte de guerra”, de la Armada de México, que tenía apenas, 4 o 5 años de haber sido construido en España.

Contando a la dotación del buque, los que tuvimos la suerte de hacer ese viaje inolvidable fuimos como 500 personas.

Ahí supimos que íbamos a América del Sur formando parte de una comisión que haría un diplomático “Viaje de Amistad y Buena Voluntad” hacia aquellas naciones, especialmente Chile. Una vez embarcados quedamos en espera del resto del grupo, que llegó en tren especial del DF ya entrada la noche del 5 de marzo.

Una vez embarcados todos, el “Durango” zarpó de Veracruz, rumbo a Panamá a la medianoche del 5 de marzo de 1940. Como muchos no saben lo que todos sufrimos al iniciarnos, creen que fui almirante y viví cómodamente toda mi vida, pero, para sacarlos de su error, narraré algunos de los sinsabores y delicias de la profesión y el duro trabajo del marino embarcado que en ese largo viaje empezamos a conocer, a sufrir y a gozar.

El grupo lo encabezaba el coronel Ignacio Beteta, enviado extraordinario y Ministro Plenipotenciario. Su 2º era el teniente coronel Villarreal. Llevaban al licenciado. Cuellar, conferencista economista y un locutor, que se equivocaba a cada rato, Agustín González “Escopeta”.

Primero los alojamientos. Como éramos tantos, nos hacinábamos en los dos “sollados” del transporte de tropa, hasta pegar unos con otros, al dormir en nuestros “coys”, (hamacas de lona) que en los extremos tienen “ollaos”, (ojales de latón) y que por medio de “bolinas”, de cabo delgado, se cuelgan de ganchos especiales. Los que dormían en el sollado superior sudaban por el calor y aire denso pero los del inferior tenían un ambiente mefítico por el aire caliente que baja y el olor de los “macheros” de más abajo. Por ello muchos preferíamos dormir “a plan de bote”, vestidos, tirados en la dura cubierta sobre el “coy” con un zapato de almohada.

Iban 2 compañías de cadetes, una de la Heroica Escuela Naval y otra del Heroico Colegio Militar, un pilotín y 9 alumnos de 5º año de la Náutica de Mazatlán, la Orquesta Típica “Lerdo de Tejada” completa, la soprano Mercedes Caraza, a quien nombramos nuestra “madrina”, pues nuestro compañero Antonio de la Medina Caraza era su sobrino, la guapa bailarina Olga Falcón, los tiradores de pistola de precisión de la policía, el Escuadrón Acrobático de los Motociclistas de Tránsito, unos esgrimistas del Cuerpo de Bomberos, todos del DF y los militares del Equipo Ecuestre, Palafox, Chagoya Campero, Uriza y Mariles que poco después ganaron gran fama internacional.

Durante el día los “coys” numerados, para que cada quien sepa cual es el suyo se amontonan enrollados en “batayolas”, _unos como corralitos_, dejando libre el sollado para que se armen las largas mesas para comer y las bancas para sentarse ante ellas.

En las bodegas del Durango, además de la “impedimenta” e instrumentos voluminosos, 25


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La panadería sólo trabajaba en las noches y al salir los bolillos calientes los arrojaban a la sucia cubierta, que todos pisábamos, pero como siempre estábamos hambrientos éramos felices si el panadero, el “Macho Prieto” nos dejaba llevarnos un bolillo.

Los platos eran de estaño y antes del final del viaje los vasos y los cubiertos casi desaparecieron. Para subsanarlo, las pocas cucharas y tenedores que quedaban, cada quien los traía en la bolsa, para no perderlos. Como tampoco había vasos, todos andábamos con una lata de leche condensada abierta por arriba y amarrada con una delgada “filástica” al cinturón para tener en que beber.

Que diferencia con los tiempos actuales en que el velero “Cuauhtemoc” y los otros buques de la Armada en que los cadetes hacen sus viajes de prácticas, llevan todos los elementos necesarios.

Como en aquella época en nuestros barcos no había evaporadoras, que produjera el agua necesaria para tomar, bañarse, etc. el agua dulce iba en unos tanques y no era ni muy higiénica ni muy potable que digamos, por lo que en Panamá embarcaron muchas cajas de refrescos “Doctor Pepper”, que sabían horrible.

A las “guardias de puerto” estábamos acostumbrados por la “guardia militar” de la Heroica Escuela Naval, pero las “de mar” de 4 horas de servicio por 8 de descanso, eran novedad para nosotros. A los “náuticos” y cadetes de 2º y 3er año les daban tareas más avanzadas y hasta se les permitía entrar al “puente de mando” y a la “derrota” que es el lugar donde se lleva la navegación y se marca sobre las cartas la “situación” del buque.

Como sólo en puerto ponían agua en llaves y regaderas y, antes de un arribo, limpiábamos la cubierta de madera de teca, baldeándola y tallándola con “piedra _ladrillos_ y arena” ahí nos bañábamos con agua de mar para luego enjuagarnos con agua dulce. Por eso a un cadete, que, al subir una escala, lo vomitó de arriba un mareado, tuvo arroz en el pelo varios días hasta que nos toco baño.De los W.C. ni hablar: eran “colectivos” y había muchos usuarios.

Aclaro que en terminología marinera “derrota” es el equivalente a camino, ruta o trayectoria que sigue el buque y “derrotero” es tanto el libro en que se describe la costa punto por punto, como la persona encargada del mantenimiento y cuidado del cuarto de la “derrota”: “cartas” _mapas_, cronómetros, agujas _brújulas_, sextantes, “alidadas” y demás instrumentos de navegación.

Por eso mejor hablemos de la comida. El menú no era variado. En desayuno y comida un oficial, el “Cacique” Valdés, repartía avena o sopa aguada en baldes y no nos daba más ni de casualidad. Al medio día se comía arroz y carne o pescado, pero en mañana, tarde y noche rellenábamos con frijoles pues, limitados el pan, quesadillas o “dobladas”, la leche y café, eran insuficientes para nuestras juveniles necesidades, pues como bien dicen “el cadete siempre tiene hambre, sueño y ganas de... “hacer el amor””.

Prácticas a bordo Pero los novelones de 1er año, lógicamente teníamos los trabajos más elementales, básicamente de “portadores” y “serviolas”.

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graciosos cetáceos nadaban a los lados de la proa del “Durango”, saliendo periódicamente a la superficie para respirar.

El “portador” iba del “puente” al “coronamiento de popa” a anotar la lectura de la “corredera mecánica”, _aparato que mide las millas recorridas por el buque_ que está compuesta por un reloj integrador de revoluciones y distancias, una línea o largo cordón de algodón trenzado con un volante regulador y un flotador que, como curricán, va remolcado en su extremo y tiene unas aletas helicoidales que lo hacen girar para indicar en el reloj el camino recorrido. Lo de “serviola” era “más peor”, pues se hacía la guardia de pié en el puente alto viendo hacia proa, o se subía, por una escala de varilla de hierro, a lo alto del “palo” a la “cofa” o “nido de cuervo”, cilindro metálico, techado, de donde se tiene mayor alcance de visibilidad para avistar cualquier peligro que pudiese haber.

Otro atractivo eran los muchos “peces voladores”, que yo no conocía, que son como una sardina, del tamaño de los “ojotones” o “cocineros” acapulqueños, que saltan fuera del agua y, usando sus grandes aletas pectorales como si fueran alas de avión,“planean” largas distancias, a poca altura sobre la superficie del mar. A los “novelones” cadetes navales empezaron a enseñarnos a “gobernar” el buque, haciendo turnos de “timonel”, el que, como entonces no había “piloto automático”, tenía que mantener el rumbo contrrarrestando las oscilaciones de la “brújula” magnética y las del “repetidor” de la aguja giroscópica “Sperry” basada en las propiedades del giróscopo, que gira velozmente y por inercia mantiene su eje paralelo al de la tierra, señalando al norte verdadero.

Lo malo es que había que entrar a la “cofa” por una “escotilla” que tenía en el piso y cuando algún mareado lo vomitaba, las manos se nos ensuciaban y no había con qué lavárselas. Pero si bien a bordo había incomodidades, sinsabores y mucho trabajo, todo lo compensaban la belleza de “la mar océano” y el navegar en mares bonancibles con deliciosos vientos refrescantes, pues desde el zarpe de Veracruz, hasta cruzar el extremo norte de la Península de Yucatán, tuvimos “mar llana”, casi como un plato.

La primera vez que me tocó timonear, creí que lo estaba haciendo tan extraordinariamente bien que me iban a nombrar “timonel de combate”, que, como su nombre indica, es el que mejor lo hace y al que más confianza le tiene el comandante. Me sacó de mi error el oficial de guardia, teniente Godinez Rizo, quien me dijo: -“si sigue así, vamos a recorrer el doble de la distancia”, ya que la estela del buque no era rectilínea, sino un marcado zig-zag. Pero después, con la práctica, llegué a “gobernar” bien.

La entrada a la Corriente del Golfo de México o “Gulf Stream”, (que a veces alcanza hasta 5 ó 6 nudos, 10 ó 12 km/ph), fue notoria: Ese día el límite entre ella y el resto del oscuro y profundo Mar Caribe, estaba casi tan marcado como la orilla de un arroyo y hasta pequeñas olitas se hacían entre la mar tranquila y ésa especie de río de agua salada, que es la Corriente del Golfo.

Hasta ahí todo era “vida y dulzura” pero luego nos preocupó oír, a la guardia del puente, comentar que pasaríamos de noche muy cerca de unos bajos y arrecifes, cuyos nombres por sí mismos eran una gran

Frecuentemente tuvimos escoltas de grupos de delfines, o toninas como las llamábamos en Acapulco. Estos inteligentes, veloces y 27


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amenaza, pues se llaman “Roncador” y “Quita sueño”.

de madera pintadas de blanco. Pero lo impresionante fue el Canal en sí.

Pero el trabajo desempeñado por el comandante del buque teniente de navío C.G. Rigoberto Otal Briseño, (que años después llegó a ser oficial mayor de la Secretaría de Marina) su Segundo el teniente de fragata Enrique Villegas Bustamante y sus Oficiales de Cubierta, de los que recuerdo al teniente de fragata Gustavo Martínez Trejo y los de corbeta Raúl Niembro Godinez y Alfonso Casillas, la “derrota”, o ruta de navegación fue exacta, todo transcurrió sin novedad y finalmente arribamos a nuestro primer puerto de escala: Colón, a la entrada del Canal de Panamá.

Fernando de Lesseps, ingeniero francés, que tuvo éxito al construir el Canal de Suez, fracasó estrepitosamente al intentar abrir el de Panamá: el paludismo y la fiebre amarilla causaban gran mortandad entre los miles de trabajadores que escarbaban con pico y pala, lo que originó una gigantesca quiebra de proporciones tan escandalosas que hizo que por muchos años se denominara a las grandes bancarrotas o negocios fraudulentos: “un Panamá”. Si Julio César dijo: “Vini, vidi, vinci” (Vine, vi y vencí) Teodoro Roossevelt dijo “Tomé Panamá”, para que los norteamericanos pudieran construir el Canal que necesitaban para que sus buques mercantes y sus flotas de guerra, pudieran pasar rápidamente del litoral del Atlántico al Pacífico y viceversa, sin tener que dar la larguísima vuelta por el tormentoso Cabo de Hornos.

Arribo a Panamá Cruce del canal Colón y Cristóbal, una norteamericana y la otra panameña, estaban adyacentes como los Nogales, de Arizona y Sonora, El Paso y Ciudad Juárez o Tijuana y San Isidro y era notoria la diferencia en limpieza y pintura de las construcciones en una y otra ciudad.

En Panamá los cerros del istmo son bajos, pero para “rebajarlos” y hacer un canal al nivel del mar habría que remover gigantescos volúmenes de tierra. Por ello se optó por una mejor solución: “que los barcos suban la montaña”, elevándolos los metros necesarios.

Ahora ya no, pero en aquella época la “Zona del Canal”, que dividía a Panamá en dos, en teoría era de éste y estaba “concesionada” a E.E.U.U, pero en la práctica era norteamericana, ya que fue el premio que tuvo que pagarles ésa República, porque ellos, en 1904, la independizaron de Colombia que tuvo frontera con México, hasta que se nos separaron las otras 5 Repúblicas Centroamericanas Guatemala, Honduras, Salvador, Costa Rica y Nicaragua.

Para ello hicieron, en grande, un sistema similar al de sus canales en sus ríos. Para poder construirlo, drenaron los pantanos, acabaron con los mosquitos y sanearon la zona, erradicando las plagas. El Canal es como una gigantesca “escalera de agua”, cuyos peldaños son las “esclusas”, especie de grandes diques como de veinte metros de profundidad y más de cien de largo.

Cristóbal se parecía a muchos pueblos latinoamericanos. “La Zona”, era estilo “gringo”: amplios jardines y pulcras casitas 28


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Culebra. La misma operación se repitió, en sentido inverso, en las esclusas “Pedro Miguel” y “Miraflores” bajando el buque al nivel del Pacífico, que difiere un poco del Atlántico. Terminado el cruce del Canal, el “Durango” atracó en un muelle del concurrido, y atareado, puerto de Panamá. En esa ciudad empezamos a gozar de la deliciosa sensación de arribar a tierra y desembarcar después de una larga navegación, además disfrutamos de los alegres agasajos que abundan en la vida diplomática y sobre todo tuvimos la oportunidad de sentir el calor del afecto y la admiración que siente por México mucha gente de todos los países desde el Suchiate, hasta la Tierra del Fuego.

De lado del Atlántico las esclusas de “Gatún” son tres, una a continuación de la otra. Del lado del Pacífico son dos juegos de dos: “Pedro Miguel” y “Miraflores”. También construyeron la represa del Lago Gatún, que, abastecida por el abundante régimen de lluvias de la región, provee el agua necesaria para toda la operación. Cada esclusa sube a los barcos unos seis u ocho metros y en ellas cabían los barcos más grandes de su época. Ahora ya les quedan chicas a los súper tanques petroleros y enormes portaviones que tienen que retomar la difícil ruta del Cabo de Hornos. Eso hace necesario abrir otro canal al nivel del mar, o con mayores esclusas, por el Darién, el Lago de Nicaragua o el Istmo de Tehuantepec, donde antes hubo el proyecto de pasar los barcos dentro de grandes “cajones de agua” _“esclusas móviles”que irían sobre enormes plataformas y varias vías de ferrocarril.

Fuimos a varias recepciones, un ballet folklórico nos bailó sus danzas típicas, de los cuales la nacional es “El Tamborito”, en el que las muchachas usan vestidos algo parecidos al de las “jarochas”, amplias enaguas, peineta, flores y pasadores de alambre, con perlas de “alfajor”, que nos regalaban de recuerdo.

Cuando le tocó su turno al “Durango”, junto con otros dos o tres barcos, abrieron la compuerta de la primera esclusa puesta al mismo nivel que el Atlántico y, remolcados por “mulas”, como llaman a unas pequeñas locomotoras eléctricas que operan a ambos lados de las esclusas, nuestro buque entró a ocupar un lugar. Una vez acomodados los barcos cerraron la primera compuerta y llenaron la primera esclusa hasta igualar su nivel al de la segunda. Logrado esto abrieon la segunda compuerta y remolcándolos con las “mulas”, pasaron los barcos a la segunda esclusa. Esas maniobras se repitieron para pasar de la segunda a la tercera esclusa y de ésta al Lago Gatún.

También nos llevaron a visitar las ruinas de la “Vieja Panamá”, ahora “ciudad fantasma”, pero que fue muy importante, hasta que, en el siglo 17, fue tomada, saqueada, incendiada y destruida por Morgan, el peor de los piratas, a quien, por sus hazañas la Reina de Inglaterra nombró Gobernador de Jamaica para acabar con la piratería, cuando esta ya había cumplido su misión de debilitar a España. La vieja Panamá era riquísima y su prosperidad provenía de lo mucho que ganaba, pues por ella pasaban las enormes cantidades de plata que se extraía de las minas del cerro del Potosí, en Bolivia, la que se llevaba en recuas de mulas al Callao, puerto del Perú en la costa del Pacífico, de donde se les embarcaba para Panamá.

Desde ahí, con su propia máquina y siguiendo indicaciones de los “prácticos”, el “Durango” recorrió el famoso Corte de la 29


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postizas, rodeado de varias “sirenas” y “delfines”. Al cruzar la línea sonó el silbato, se descorchó sidra, se brindó por el buen éxito del viaje y funcionaron las bombas de agua salada propinando un baño general, como si fuera “Día de San Juan”.

De ahí nuevamente otras recuas las llevaban hasta “Nombre de Dios” en la costa del Atlántico, puerto que era importante en aquella época y que no sé si también lo desapareció Morgan. La mayor hazaña de éste y sus piratas fue cruzar el istmo en ambos sentidos de “Nombre de Dios” a Panamá y viceversa, venciendo todos los obstáculos de pantanos, selva, plagas, etc. sufrimientos que compensó con el cuantioso botín que obtuvo.

Otro día me bajé el overol a la cintura y me acosté en la cubierta alta para “tostarme al sol”. Me dormí unas horas y me queme tanto que se me ampolló todo el pecho. Por ello cuando llegamos al Callao, no pude conocerlo, pues no podía ponerme el uniforme.

Pero lo más bonito para nosotros era que en la calle la gente nos detenía, nos abrazaba, nos festejaba, nos decía que México era “la barrera del norte”, que “gracias a México los gringos no han invadido a toda América”, que ellos “querían a México como a un hermano mayor”, que “el gobierno de Lázaro Cárdenas era democrático en tanto que el de ellos era una dictadura”, etc. etc.

Terminada la estadía ahí, zarpamos hacia Valparaíso. En la frontera entre Chile y Perú nos recibieron y empezaron a escoltarnos, ambas bandas, los destructores chilenos, “Serrano” y “Aldea”. Frente a Coquimbo nos agarró un mal tiempo tremendo. Desde el “Durango” veíamos a los destructores sacar del agua toda la proa y casi medio barco, al caer “encapillaban” las grandes olas que nos daban de frente y salían sacudiéndose como un perro recién bañado. Ellos deben habernos visto igual, hasta llegar a Valparaíso.

Pero esa estancia tan agradable tenía que finalizar y muy pronto llegó el día de zarpar para reanudar la navegación hacia el Perú, don de igual que en Chile, Ecuador y Colombia se repitieron las expresiones de afecto y respeto a México que oímos en Panamá. En el trayecto de Panamá al Callao por primera vez salí del hemisferio norte y pasé al del sur cruzando el Ecuador, cosa que en el transcurso de los años, repetí varias veces.

Ahí nos dieron un gran recibimiento con todo el afecto del pueblo chileno, pues el gobierno de su presidente Aguirre Cerda era izquierdista, como el de Cárdenas en México y esto motivó el envío de la comisión diplomática y artística, de la que éramos parte. Desembarcados, desfilamos hasta la plaza principal de Valparaíso.

Cruce de la línea del Ecuador. El Callao y Valparaíso. Escoltados por destructores chilenos. Estancia en Chile

Ahí hubo una ceremonia y ofrenda floral a su héroe naval Pratt, que al mando de la “Esmeralda” derrotó al monitor peruano “Huáscar” en la “Guerra del Pacífico”, del siglo 19, en la que Chile venció a Perú y Bolivia unidos, quitándole a este ultimo, su

Cuando un barco cruza esa línea imaginaria es costumbre organizar una ceremonia jocosa que preside el “Rey Neptuno”, (fue el “gordo” Sampers) con el torso desnudo, capa, corona, tridente y largas barbas 30


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

salida al mar por el puerto de Arica y dejándolo convertido en un país mediterráneo rodeado por otros países por todos sus lados.

aristocrático, rígido y disciplinado y el nuestro, más democrático, por ser del pueblo y surgido de la Revolución, era de estilo francés.

La tierra se movía bajo nuestros pies, acostumbrados a los fuertes balances del mal tiempo en Coquimbo y hubo quienes se marearon en tierra y vomitaron sin haber tomado una sola copa.

La integración de la “escolta de la bandera” y las formaciones “de orden cerrado” eran diferentes. Los uniformes también lo eran, tanto en forma como en color. Su tocado de gala era un alto “casco” metálico con plumas, el nuestro una sencilla gorra con visera.

Después de la ceremonia nos agasajaron con una suculenta comida en la Escuela Naval chilena con un menú típico de aquel país: “caldo de ave”, “congrio en salsa”, “chancho al horno” y “porotos” lo que traducido al mexicano significa: “sopa de pollo”, “pescado” (no sé si como anguila o agujón), “puerco al horno” y frijoles.

Sus “bandas” eran de música, con tubas, trombones, flautas, clarines, tambora, tarolas y una como marimbita, vertical, metálica. Las nuestras eran “de guerra”, sólo de cornetas y tambores. Otra cosa distinta era que al “dar parte”, tras “pasar lista” nosotros permanecíamos firmes, viendo al frente y ellos ordenaban “Vista al Capitán Tal, que está en la escalera” _o en tal lugar_ y giraban la cabeza a izquierda o a derecha, según el caso.

Por la tarde hicimos un viaje triunfal, en tren especial, a Santiago, la capital. El recorrido duró más de cuatro veces lo usual, pues en cada estación, grandes grupos de gente entusiasta acudían a vernos.

Nosotros aun no usábamos el “Ya” actual, sino órdenes largas como “flanco derecho”, de preventiva y “derecha” de ejecutiva. Ellos las hacían muy cortas: “a la der...rre” o “a la iz...quier”, las tres primeras sílabas de preventiva y la última de ejecutiva.

Los vivas a México, eran constantes y al principio, en Santiago, ocasionaron algunos incidentes desagradables, pues al llegar a restaurantes y cafés alguien gritaba “Viva México” y la gente contestaba“Mierda”, originando airadas reclamaciones nuestras y hasta broncas o amagos de pleito. Esto cesó cuando supimos que esa era su máxima expresión de júbilo de lo que tuvimos amplia demostración, pues sí ellos gritaban “Viva Chile” toda la gente coreaba “Mierda”.

También en el físico se veía desigualdad. Como allá hay gran influencia europea y muchos descienden de alemanes, en su mayoría eran altos, güeros y atléticos, en tanto que muchos de los nuestros eran chaparritos, gorditos y “prietitos”. Quizá por esa razón una señora me dijo: “La raza de ustedes no es bonita”.

En Santiago nos alojaron en la Escuela Militar chilena. Ahí empezamos a ver las notorias diferencias entre ambos ejércitos, tanto en armamento y uniformes como en organización, pues el de ellos, como en su época el ejército porfiriano, seguía el modelo “prusiano”, el mejor del mundo,

En la Escuela Militar empezaba el desayuno con algo nuevo para nosotros el “Parrid31


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allá, donde años después murió el Presidente Salvador Allende, en el golpe de estado militar que encabezó el general Pinochet, un grupo de seis u ocho hombres y mujeres nos abordó para invitarnos a tomar una copa de vino.

ge”, una avena espesa, casi como un flan, pero el resto de los alimentos eran más o menos como los nuestros. En Chile abundan y son baratas las frutas de clima frío: Cerezas, duraznos, peras, manzanas, etc. Un kilo de enormes y sabrosas uvas costaba “una chaucha” (veinte centavos chilenos y nuestro peso valía como cien pesos chilenos) y como con ellas fabrican excelentes vinos, nos enseñaron a beberlos, en la comida y a todas horas, muchos de los que decían formar la “Federación de Bebedores de Tinto de Chile”, así como algunos integrantes del Cuerpo de Bomberos, que allá estaba formado por voluntarios, sin paga.

Después nos llevaron a cenar y acabamos en el más bonito club nocturno de Santiago, el “Esplanade”, del caro hotel “Crillón”. Ahí una de las chilenas invitó a bailar a Héctor, el que nunca en su vida bailó y quien le rogó lo disculpara, inventando que “estaba de luto”, porque el día anterior a nuestra salida, en una fiesta de despedida, mataron a su mejor amigo, casi su hermano”. Eso hizo que todos se deshicieran en elogios a los mexicanos, que “son muy valientes, pero también son puro corazón”.

Pero no todo era diversión, también aprendimos historia chilena y sus paralelismos con la nuestra, pues, toda proporción guardada, Caupolicán y Lautaro se parecen a Cuauhtemóc y Cuitlahuac; sus indomables araucanos a los valientes aztecas; sus libertadores San Martín y O`Higgins a Hidalgo y Morelos; su batalla de “Cancha Rayada” a la de Monte de las Cruces, etc. Además el primer “navío de línea” que tuvo México, el “Asia”, (equivalente a un acorazado actual) venía de Chile cuando se unió a nuestra Independencia.

Lo malo fue que, en ese ambientazo, se pasó la hora de la franquicia e, inexpertos noveles, al llegar a la Escuela Militar, en vez de hacernos “guajes” y pasar desapercibidos, fuimos a despertar al Sargento de Guardia para informarle que ya habíamos llegado. Al día siguiente Ruth y Edith Klenner nos llevaron a conocer lo más notable de la ciudad, entre ello los céntricos cerros de San Cristóbal y Santa Lucía, una especie del Chapultepec nuestro.

En Santiago a los marinos nos hicieron “socios honorarios” del exclusivo y elegante club Naval “Caleuche”, el cual se llama así por la leyenda de que hay un “velero fantasma”, de ése nombre, que aparece y desaparece en los canales del sur de Chile pues, como mente, como un Judío Errante de los mares.

Pero al otro día nos arrestaron por haber llegado tarde dos noches antes y aunque las muchachas fueron a interceder por nosotros el inexorable “Jefe” Argudín se negó a levantarnos el castigo y nos pasamos encerrados los dos últimos días de estancia en Santiago.

Como sucedió en esos días a otros de la comisión mexicana, una tarde que mi primo Héctor y yo caminábamos frente a “La Moneda”, el céntrico Palacio Nacional de

En esa ciudad y en todo el país todo lo mexicano fue sensacional.

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La deliciosa estancia en Santiago, que quisiéramos que nunca hubiera terminado, fue unos días más corta para los marinos, pues teníamos que regresar a Valparaíso para ir a visitar la base naval más importante de Chile en el puerto de Talcahuano.

Tuvieron gran éxito los conciertos de la Típica Lerdo de Tejada, los bailes folklóricos de Olga Falcón y las canciones de Meche Carazay de un trío que llevamos, que creo eran Los Calaveras. En el Estadio Nacional gustaron mucho las exhibiciones hípicas de los militares, las pirámides de los motociclistas de Tránsito y, sobretodo la precisa puntería del equipo de tiro de pistola de la Policía, que a 15 o 20 metros de distancia les volaba gises de las orejas o cigarros de la boca a impertérritos blancos humanos. También aplaudieron mucho nuestra tabla de “tiempos perdidos”.

En Valparaíso como era nuestra costumbre salimos a pasear mi primo Héctor, mi hermano Adolfo y yo y una mañana un chileno nos invitó a ir a conocer la cercana y bella Viña del Mar, que en aquel entonces era sólo un pequeño balneario, pero que actualmente es famoso en todo el mundo por sus alegres festivales musicales. Después de caminar admirando Viña y su playa, nos invitó a tomar algo en el elegante hotel Ritz. Muy propios nos sentamos ante una buena mesa en un gran salón, que tenía una bonita vista y el chile no nos recomendó tomar café o chocolate “helados” que eran muy populares allá y que no eran otra cosa más que esas bebidas, con abundante nieve de vainilla, servidas en una fina copa alta.

Se reían cuando dábamos “paso atrás”, que ellos no usaban, exclamaban “¡Ah!” a cada movimiento de armas que hacíamos sin escuchar ninguna orden, pues no sabían que nuestro compañero Rodolfo Castro Alba, tuvo la iniciativa de contar los tiempos en voz baja, que ellos no oían, pero suficientemente alta para oírlo nosotros. Las exclamaciones de asombro eran más sonoras cuando dábamos las medias vueltas y los aplausos atronaron cuando la salva final fue tan simultánea que se oyó como un solo estampido. Lo que ellos nunca supieron es que había un cadete que era muy bruto, tanto que su apodo era “El Burro”, que siempre se equivocaba y disparaba prematuramente, por lo que, para evitarlo, primero le dieron un cartucho descargado, después un cerrojo para su máuser con el percutor despuntado y finalmente le quitaron el percutor.

Estaban los refrescos tan sabrosos que mi primo Héctor no quiso dejar nada y, cuando chupó con el popote las últimas gotas de su copa sonó el desagradable gorgoteo del aire absorbido. Muy apenado no se atrevía a levantar la cara ni voltear a vernos a Adolfo y a mi porque sabía que no sólo lo estábamos fulminando con la mirada sino que al salir lo íbamos a regañar por hacernos quedar mal, pues el chileno iba a creer que no teníamos educación. Pero la charla siguió y, distraído, mi hermano Adolfo también hizo con su café y popote, el mismo sonoro ruido. Al oírlo Héctor respiró más tranquilo y, sonriente, se irguió en su silla porque ya eran ellos dos en contra mía. Como también mi “chocolate helado” estaba delicioso, yo tampoco quise dejarlo y cometí la misma falta. Así ya no pudimos reprochar nos mutuamente nada, aunque yo les dije “lo

A pesar de tantas precauciones, “El Burro” jaló el gatillo a destiempo, pero lo hizo con tanta antelación que, aunque todos oímos el chasquido nos dio tiempo de controlar los nervios y continuar la cuenta para disparar hasta el momento preciso. 33


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Los países de América tienen una gran tradición caballística, pues hay cowboys (vaqueros) en EE.UU., “charros” en México, “llaneros” en Venezuela, “gaúchos” (con acento en la u) en Brasil, “gáuchos” (con acento en la a) en Argentina, “huasos” en Chile, etc.

hice para no hacerlos quedar mal, pues así el chileno debe haber creído que en México es costumbre sorber hasta la última gotita, así como los árabes eructan para demostrar su satisfacción con la comida”. En todo el mundo las armadas son más similares que los ejércitos pero Talcahuano nos impresionó, por sus instalaciones terrestres, muy completas y sus muchos buques. Y es que por la rivalidad con Perú y Argentina, Chile tiene que aprender de lo mejor del mundo y si su ejército era alemán, su armada era inglesa.

Naturalmente, debido al tronco común español, también hay similitudes en los bailes zapateados como la “Chilena” guerrerense y la “Cueca” de Chile y en los atuendos típicos: el sombrero del “huaso” se parece algo al “calañés”, botas, bombachas y camisa a lo argentino y el “poncho” es un sarape no tan colorido, como el de Saltillo, con un hoyo para la cabeza, o sea lo que aquí llamamos “jorongo”.

En Talcahuano además de visitar los talleres y diques estuvimos a bordo del acorazado “Latorre”, construido en Inglaterra, que en la Primera Guerra Mundial combatió contra los alemanes, en la gran batalla de Jutlandia con el nombre de “Canadá”. También visitamos a los cruceros “O`Higgins” y “Blanco Encalada” a los destructores que nos habían escoltado y dos más, a los submarinos “Guacolda”, “Fresia” y “Quidora” y a bordo de un destructor nos llevaron a un paseo por las islas “Quiriquinas”.

Por su amor a lo hípico, allá impresionó mucho el accidente que hubo, al embarcar la impedimenta, pues cuando estaba ya muy alto el cajón de madera en que una grúa subía cada caballo del equipo militar de salto, un equino empezó a cocear fuertemente hasta que la puerta se abrió y aunque el animal trató desesperadamente de detenerse, cayó al muelle y se mató instantáneamente.

En la recepción que nos dieron una noche en su club Naval tuvieron la atención de poner en una mesa muy grande un “Viva México” formado con puras tortas de jamón en panes cilíndricos, pero cuando el comandante de la base terminó el discurso de bienvenida cometió el gravísimo error de atentamente decir, como ellos acostumbran “Sírvanse nomás” y en una pasada la siempre hambrienta cadetada no dejó ni los puntos de la íes.

Ese caballo fue muy popular en chile, porque se llamaba “Pico blanco” y allá “pico” es el pene u órgano genital masculino, por lo que cuando en las exhibiciones lo anunciaban por los altavoces la gente prorrumpía en exclamaciones de asombro y muchos se agachaban para asomarse a ver si era merecido el nombre. Como recuerdo de nuestra visita a Chile, quedaron abundantes anécdotas unas chuscas, otras no tanto, y algunas amorosas.

Terminada la visita a Talcahuano, volvimos a Valparaíso a recoger a los otros integrantes de la Comisión e iniciar el regreso a México.

De entre ellas citaré la de un cadete, de apodo “El Feo”, que en la comida, a bordo 34


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ocasión sí conocí e inclusive llegué hasta Lima, la Escuela Naval de La Punta y tuve la oportunidad de visitar varios buques y submarinos de la armada peruana.

del “O´Higgins” tomó mucho vino y, para no ensuciar la mesa o cubierta, vomitó dentro de la manga de la levita. Dos de un alvaradeño, de sobrenombre “El Mojón” que dijo en un discurso una frase que hizo famosa: “yo no pido... esijo”, y que ordenó a un paisano suyo, del mismo puerto, que hablara correctamente el español para evitar la critica de que ellos no lo hablan bien, corrigiéndole: ... “no se dice “ojeto”, se dice “ojecto”.

Tres cortas estancias, en Perú, _años después, con mi señora Cristina, mi primo, el también almirante Héctor y su señora Águeda, volví a Lima, visitamos el Cuzco y recorrimos Macchu Picchu_ no me hacen muy conocedor de él y mucho menos autoridad en sus asuntos internos, pero desde mi primera visita, he pensado que ese es el país sudamericano que más se asemeja a México.

De las amorosas, les contaré que hubo muchas “pololas” llorando al despedir al “Durango”. Allá a los jóvenes les decían “gallos” a las muchachas “cabritas” y a los enamorados, “pololos”, pues sólo los comprometidos para casarse son “novios”, así que a lo que aquí llamamos “noviar” o “agasajarse” allá le dicen “pololear”.

Y es que su semi-desértico litoral, que da al Pacífico, se parece a nuestro altiplano; a nuestras costas el verdor de la selva, de la parte que le pertenece de la cuenca del Amazonas en la vertiente atlántica de los Andes; a nuestras gloriosas culturas azteca y maya, la de sus avanzados incas y allá también tienen el problema de la supervivencia y gran multiplicación de etnias indígenas.

Otra de un oficial, “El Indio”, que contó que en pleno deliquio amoroso cuando, tras muchos esfuerzos verbales, ya había convencido a su “polola” de tener “sexo” con él, se le “bajó” la “inspiración” porque ella le dijo ; “Ándale pues, fáltame al respeto”.

Pero quizá ellos aprecian más su raíz española: En la Plaza de Armas de Lima, rodeada por su Palacio Nacional, la catedral y casas antiguas que tienen unos grandes balcones salientes, cerrados con celosías de madera que parecen de encaje, tienen una enorme estatua ecuestre, en bronce, de Francisco Pizarro, su equivalente a nuestro Hernán Cortés, al que aquí no le dedicamos ni una calle y conservan a “descendientes de los conquistadores” _como en EE.UU. a “Los 400” de los “Peregrinos” o “Padres Fundadores”_.

Y la más triste, la de un compañero de antigüedad, “El Viejo”, que llegó presumiéndonos de que había “estrenado” a una virgen y a los tres días tenía aguda enfermedad venérea que en aquella época era de difícil curación, con lavados de permanganato, pues aún no se descubrían los efectos maravillosos de la penicilina. El “Durango” zarpa hacia el Perú Breve estancia en el Callao

De aquel viaje de 1940, cuando éramos muy jóvenes cadetes, quedaron muchas anécdotas, pero sólo narraré tres: una, que demuestra el parecido de nuestra gente,

Tras zarpar de Valparaíso, otra vez en alta mar el “Durango” puso proa al norte hacia el puerto peruano del Callao, al que en ésta 35


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combustible en el pequeño puerto de Talara, único lugar en donde Perú tenía pozos petroleros y una refinería.

pues mientras en todos lados fuimos recibidos cariñosamente con vivas y aplausos y no hubo incidentes desagradables, en Callao, un celoso fulano agredió a “Pepín” Blanco y le puso un ojo morado porque lo vio platicando con unas muchachas y una de ellas era su novia.

La estancia ahí fue breve y sin ningún recuerdo especial. El “Durango” zarpa hacia la República de Ecuador: El puerto de Guayaquil

Otra, una inocentada de Carito de la Miyar, cuando unas peruanas invitaron a varios cadetes “a velear” y una dijo: “Vamos en mi yola” y otra “Ahí no cabemos, mejor vénganse conmigo, yo tengo un chingo”, a lo que Carito le preguntó “¿Y para qué quieres tantas?” pues no sabía que allá “un chingo” ni es grosería, ni equivale a “mucho”, sino que es palabra usual, pues “chingarse” significa “equivocarse” y que “yola” es un yate chico y “chingo” es uno más grande.

De Talara nos hicimos a la mar, arrumbando al norte, para visitar la hermana República de Ecuador, su muy importante puerto de Guayaquil a orillas del gran río Guayas, e ir una comisión a Quito. Navegar en aguas sudamericanas fue muy interesante, pues así como Chile exportaba el salitre que sacaba del desierto de Atacama para fertilizar otras tierras, así Perú ex plotaba, para el mismo fin, el guano que abundaba en sus desérticas islas costeras. Eso se debe a que, en esas latitudes, el agua fría de la corriente de Humboldt, que sube del Polo Sur hacia el Ecuador, se calienta, alcanza la temperatura óptima para los peces y propicia enormes cardúmenes, sobre todo de una sardina que llaman “anchoveta”.

La tercera es que la bebida nacional de Perú es el “Pisco” un aguardiente tan fuerte como el tequila, con el que hacen un sabroso “Pisco Sour”, perecido a nuestras “margaritas”. A “Mamá Chuchú” le gustó y una noche, en Chile “se le pasaron las cucharadas” y cuando le echaban vivas a México, él, que era tan callado, contestaba equivocadamente “¡Que viva Perú!”, lo que originó que el ingenioso “Capi” Toledo le hiciera unos versos que no puedo transcribir, pues tienen algunos “disparates”, como les llamábamos a las groserías en Acapulco y que terminaban diciendo:

En Norteamérica pasa algo similar en la zona del Cabo de los Bacalaos (en inglés Cape Cod), donde el agua fría de la corriente que baja del Polo Norte, entre Terranova y Groenlandia, se atempera con la caliente de la corriente del Golfo de México, que va subiendo y allá cambia su rumbo hacia Inglaterra y Noruega.

“Si quieres simpatizar con nuestro amigo Chuchú a beber lo has de invitar y a la hora de brindar dirás ¡Qué viva el Perú!”.

Por eso en esa región hay mucho calamar _alimento de ballenas, que los turistas van a ver desde Boston_ y sobre todo bacalao que vienen a pescar, desde Europa, españoles, portugueses, etc.

Terminada la estancia en Callao otra vez zarpamos en el “Durango” que repostó 36


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papagayos de vivísimos colores: azul, verde amarillo, rojo y unos diminutos changuitos “titíes”, graciosos y “monísimos”.

La anchoveta abunda tanto frente a Perú y sacan tal cantidad, que ese país es el que produce mayor volumen de pesca en el mundo, pero no la destinan al consumo humano, sino que la industrializan “quemándola” para hacer “harina de pescado”, alimento muy usado en la cría intensiva, en jaulas, de las “aves de corral”.

El otro recuerdo es que, cuando desfilamos ahí, aunque ya estaba próximo su invierno, hacía tanto calor que el asfalto de la calle estaba casi liquido, nuestros zapatos se quedaban pegados en él y, como vestíamos de “media gala”, con gruesa levita de paño, sudamos tanto que seguramente cada quien bajó varios kilos.

Pero en aquella época esa industria no se había desarrollado tanto y la anchoveta era sólo alimento de aves marinas, como rabihorcados (tijerillas), gaviotas y sobre todo cormoranes (pato buzo), cuyas gigantescas bandadas eran interminables, obscurecían el cielo y ninguno de nosotros había visto tantos millones de aves juntas.

Nuevamente a Panamá. Cruce del Canal y rumbo a Barranquilla, Colombia. Al terminar la agradable estancia en el bonito puerto de Guayaquil, zarpamos hacia Panamá para cruzar el Canal, esta vez de sur a norte, del Pacífico al Atlántico y continuamos hasta Barranquilla, Colombia, última escala en nuestro viaje.

Por ese tipo de alimentación son muy abundantes las deyecciones de esos pájaros, que es lo que se llama guano y se usa como fertilizante y como en las islas de frente a Perú, casi nunca llueve, no se disolvía, sino que se acumulaba y amontonaba en gruesas capas, hasta de varios metros de espesor, y si, frente a nuestras costas en el atolón de Clipperton, fue rentable la explotación de guano en pequeña escala, allá era una grande y próspera industria.

Ahí, después de recibir a bordo las usuales e importantes visitas protocolarias, de autoridades civiles y militares y quedar “a libre plática”, hubo una muy especial, la del teniente de corbeta Carlos Baranda, mexicano, egresado de la Heroica Escuela Naval, contemporáneo y amigo de algunos oficiales del “Durango”. El se dio de alta en la armada de Colombia porque tuvo que huir de México, pues en Acapulco tuvo “un caso”, como se decía entonces. Y es que recién graduado, en el “Salón Rojo” viéndolo jovencito y delgadito lo insultó y golpeó, sin motivo, el Jefe de la Policía. Furioso, Baranda, que era un “vinagrillo” (enojón), fue a su barco, por su pistola y regresó a desafiarlo. En un duelo, al estilo lejano oeste, mató al ofensor y escapó.

La escala en Guayaquil fue muy agradable para mí, porque con nosotros tuvo antiguos lazos comerciales y los “vaporinos” acapulqueños, que lo conocieron cuando trabajaron a bordo de los buques que hacían “la carrera del Pacífico” desde San Francisco hasta Valparaíso, lo mencionaban y contaban muchas historias de él. De los recuerdos imborrables de esa visita citaré sólo dos: uno, que en Guayaquil, igual que en Acapulco, se atracaban muchas canoas al barco, para vendernos productos típicos, tanto de comida y bebida como de artesanías y, algo único, preciosos

Decían que después anduvo en los petroleros de Pemex y que, cuando su barco tocaba Acapulco, no salía porque lo seguían buscando los familiares del difunto decididos a vengarlo. 37


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poner a otros más antiguos y de los tres Argudín, sólo fue mi hermano Adolfo, mejor colocado, pues había ingresado dos meses antes que yo.

Poco tiempo después de su visita al “Durango”, que probablemente le agudizó la nostalgia de la Patria, Baranda volvió a México, reingresó a la Armada y fue profesor nuestro en los últimos años de nuestra carrera, en la Heroica Escuela Naval. En Barranquilla, que está cerca de la desembocadura del caudaloso río Magdalena, vi por primera vez, los bonitos “barcos de río”, que posteriormente solamente he visto en Nueva Orleáns, en el río Mississippi y que son propulsados con grandes ruedas de paletas laterales o posteriores, en lugar de con hélices a popa, como todos los barcos modernos.

Como ya la Escuela había viajado tanto al extranjero, en 1940, no hubo “viaje de practicas” en Julio y Agosto, como es usual, y ese tiempo lo dedicamos a estudiar intensamente para poder presentar, exitosamente los exámenes de fin de curso. En ellos obtuve el primer lugar de los de la carrera “de cubierta” y un tercer premio por haber logrado un promedio mayor de nueve y menor de nueve y cuarto.

Nuevamente en México. Arribo al puerto de Veracruz. Reinician participaciones de la Escuela en Fiestas Patrias

Cada año, en Septiembre, los Cadetes de la Heroica Escuela Naval van al D.F. a participar, en diversos actos, en los Días Patrios.

Terminada esa visita, regresamos a Veracruz a donde arribamos felizmente, después de una travesía sin contratiempos, concluyendo nuestro viaje el 25 de mayo de 1940.

En la mañana del día 13, junto con el Heroico Colegio Militar, forman en la valla y toman parte en la ceremonia luctuosa conmemorativa de la defensa de Chapultepec y el sacrificio de los Niños Héroes en la invasión norteamericana de 1847.

En Junio o Julio, viajó otra comisión diplomática mexicana a Cuba, a la toma de posesión de Fulgencio Batista, quien gracias a su “cuartelazo” dejó de ser sargento escribiente, llegó a general y en los 20 años siguientes fue varias veces presidente en su isla, “factotum” _poder tras el trono_ y dictador hasta que en 1960, Fidel Castro le hizo una revolución y lo derrocó, para, a su vez, erigirse en líder vitalicio y en tirano comunista, en lo que ya lleva 44 años.

En la noche del día 15 participan en las ceremonias del Palacio Nacional y, a veces, son la escolta de la bandera que se entrega al Presidente de la República para que la ondeé al dar el “Grito”. El 16, en la mañana, con Infantería de Marina, enfermeras, etc., forman el contingente naval de la columna que desfila en la capital, para celebrar el inicio de la Guerra de Independencia en 1810.

Al nombrarse a los cadetes navales que iban a ir en esa comisión, me di cuenta de lo importante que es ser de los primeros en el escalafón, pues inicialmente estuvimos incluidos mi primo Héctor y yo, pero finalmente a nosotros nos quitaron, para

En 1939 desfilaron, por primera vez, los de mi antigüedad que acababan de ingresar, pero, como yo entré 2 meses después, sólo participé como cadete en las fiestas patrias 38


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senador y gobernador porfirista en Coahuila; Plutarco Elías Calles, “Jefe Máximo de la Revolución”, ex profesor en Guaymas o Lázaro Cárdenas, “Expropiador del petróleo y los grandes latifundios” e impulsor del ejido y las cooperativas, ex empleado de imprenta.

de 1940 a 43, lapso en el que subió nuestro número de 100, o sea una compañía, con Banda de Guerra y Escolta de Bandera, a 150 cadetes. El aumento de dos secciones se debió a que la Escuela se reabrió para jóvenes civiles en 1937. Por ello en 1939 sólo había alumnos de 1º a 3er año y, a partir de 1941, hubo hasta 5º año.

Otros influyeron mucho en la nueva constitución y por lo tanto en la vida del país como Heriberto Jara, obrero en Río Blanco, Veracruz; Manuel Dieguez, ex minero en Cananea, Sonora o Francisco Mújica, ex seminarista en Michoacán.

Esto fue fruto del “gatopardismo” que se practica en México que dice que “todo debe de cambiar, para que todo siga igual” y las fuerzas armadas no fueron la excepción.

Por todos esos y muchos más, que hasta fueron “caciques” en varios Estados, el ejército se convirtió en factor decisivo en la política nacional, en la cual hubo “sector militar” y, como aquella era una época violenta, los “hombres de sangre” ocuparon la Presidencia de la República desde 1914 hasta 1946, en que llegó a la Primera Magistratura un civil, el Lic. Alemán, pero la Armada es “harina de otro costal”.

Todo su personal fue dado de baja en 1914, al triunfo de la Revolución, por haber sido leales a los gobiernos porfirista y huertista que, aunque fueran tiránicos y espurios, habían llenado las formas legales y habían sido reconocidos por las Cámaras. Formar un nuevo ejército “Revolucionario”, fue muy fácil, pues muchísima gente, en todo el país, entró a “la bola”, combatió, se autoasignó un grado o ascendió y nadie deseaba regresar al bajo nivel en que vivían anteriormente.

Los buques de guerra son “plataformas artilleras móviles” con “sistemas de armas” y avanzados aparatos modernos para poder combatir contra otras unidades de superficie, aviones y submarinos, destruir puentes o carreteras y bombardear instalaciones terrestres, aunque éstas tengan la ventaja de ser insumergibles.

Había cientos de Generales, de chile, de dulce y de manteca. Hubo guerreros geniales como Pancho Villa, “El Centauro del Norte”, antes abigeo en Durango y Chihuahua o Alvaro Obregón, “El Manco de Celaya, Caudillo Invicto”,ex Presidente Municipal de Huatabampo, Sonora o fueron guerrilleros irreductibles, como Emiliano Zapata, “El Atila del Sur”, ex caballerango en Morelos.

Por ello los barcos son organismos costosos, atestados de aparatos complicados que sólo pueden manejar ingenieros o personal bien preparado y altamente calificado y no es posible improvisar, de la noche a la mañana, Almirantes, navegantes, artilleros, etc. todos los cuales requieren años de estudios, de formación profesional y de entrenamiento constante.

Algunos fueron decisivos en el futuro de la nación como Venustiano Carranza, “Primer Jefe del Ejército Constitucionalista”, ex 39


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Un ejemplo claro de esto se vio en la Guerra Civil Española, cuando los izquierdistas masacraron a la mayoría de la oficialidad, fusilándolos, asesinándolos o arrojándolos vivos al mar y, como se tituló un libro famoso “La escuadra la mandaron los Cabos”.

diamarina en el Colegio Militar, lo hicieran en la Fragata “Zaragoza”.

Los pocos buques que quedaron del lado rebelde, en inferioridad numérica, pero bien mandados por sus almirantes y oficiales, derrotaron a los buques mal mandados, por sargentos, cabos y marineros, rompieron el bloqueo que éstos pretendieron ejercer en el Estrecho de Gibraltar, aseguraron el paso de la Legión Extranjera y de las tropas marroquíes al mando de Franco y con ellas lograron el triunfo de la rebelión. Por ese requisito “sine qua non” _sin lo cual no_, o sea la necesidad de comandantes y oficiales competentes y porque “todo debe de cambiar, para que todo siga igual”, aquí en México, muchos de los marinos dados de baja, por los Tratados de Teoloyucan al triunfar la Revolución, reingresaron algún tiempo después.

Luego se cerró la escuela para éstos y se estableció que sólo oficiales recién salidos del Heroico Colegio Militar podrían estudiar para marinos en la Heroica Escuela Naval.

La formación de oficiales al cierre de la Escuela Naval después de la invasión de Veracruz

En esa época a los cadetes navales los pasaron al Colegio Militar. Algunos se quedaron definitivamente en el ejército, como Joaquín Solano Chagoya que llegó a ser general y muy admirado jinete y otros cadetes, cuando tuvieron oportunidad, regresaron del Colegio Militar a la Escuela Naval.

En los 1919 se reabrió la Escuela y hasta los 30s estuvieron ingresando como cadetes, jóvenes civiles.

Esos oficiales constituyeron el grupo que fue conocido como “los cosacos”, algunos muy distinguidos (y otros no tanto), de los cuales recuerdo al “Ogro” Figueroa, al “Quijadón” Manrique, a Salvador González Lazcano, “al Inge” Godinez Rizo, a José Trinidad Rojas Pacheco, a Alfonso Casillas y Pascual Saavedra, que se retiraron o murieron más o menos pronto y a Rubén Montejo Sierra y Raúl Niembro Godinez, que llegaron a almirantes.

También los cadetes que defendieron Veracruz en 1914, vieron que, después de la invasión, la Escuela cerró sus puertas.

Entre los que volvieron a la Naval estaban Raúl Artigas Fernández y Enrique Robledo Landázury que terminaron la carrera, se recibieron y ya de oficiales, Ingenieros, se retiraron y llegaron a desempeñar importantes cargos en la Comisión Federal de Electricidad.

Después del triunfo de la Revolución Constitucionalista y de la firma de los tratados de Teoloyucán mediante los cuales desaparece el Ejército Federal, son licenciados los cadetes. Carranza dispone que para continuar la formación de los oficiales de la Armada Nacional los alumnos que cursaban del primero al cuarto año, fueran embarcados en los buques Cañoneros Bravo y Guerrero y Corbeta Yucatán) y los de quinto año que estaban a punto de recibirse como guar-

Otro que regresó y se quedó en la Armada hasta jubilarse, fue el vicealmirante Ing. M.N. Mario Lavalle Argudín, que es quien 40


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tiene el récord de más tiempo de servicio a la Armada, ya que, aunque causó baja del activo, por edad límite, en 1974, hasta el 2004, con 93 años de edad, continúa como Director de la Unidad de Historia y Cultura Naval y ha creado los museos navales en la antigua Escuela Naval en Veracruz y en la Secretaria de Marina en el D.F.

comandantes_ y de ingenieros mecánicos navales _ IMN de los que serían Jefes de Máquinas_.

Otro caso especial es Ángel Ramos Ramírez, que entró de cadete a la Naval, pasó al Cole gio Militar, donde se graduó, volvió a la Naval como oficial alumno, se recibió y permaneció en la Armada hasta ser retirado como almirante CG. y actualmente es de los que están a la cabeza del escalafón de jubilados.

Después hubo otra época en que separaron las carreras, luego las volvieron a unir y aunque ya tengo veinte años de retirado y no estoy muy familiarizado con las nuevas reglas, sé que así están hasta la fecha y que a todos les asignan comisiones donde más se les necesita, ya sea en cubierta o en máquinas, indistintamente.

Los que ingresamos en 1939 estudiamos hasta 3er año, un “tronco común” y los que siguieron de nosotros hicieron la carrera nica, es decir juntos todos, los cinco años.

El ingenioso almirante Rueda Medina decía que el decálogo es invención judía y que los diez mandamientos del mexicano son diferentes, siendo el primero: “Pensarás que lo que hicieron los anteriores a ti, eran puras “indejadas”, tumbarás lo que hayan hecho y empezarás lo que va a estar bien”. Corolario: apúrate a terminarlo, porque el que venga a tras de ti, tumbará lo que dejes empezado. En esa tesitura en 1937, cambiaron otra vez los requisitos de admisión a la Naval, volviendo a ingresar jóvenes civiles, menores de 19 años, aunque, como “así semos y no cambiaremos”, se sabe de varios que presentaron actas de nacimiento falsas y llegaron a ser almirantes y hasta secretarios, subsecretarios u oficiales mayores.

También otras carreras que antes se estudiaban separadamente como infantería de marina y pilotos aviadores, ahora son especialidades del único cuerpo general. Otros requisitos también cambiaron, en los 20s exigían sólo primaria, en los 30s secundaria, hubo una corta época con prepa, pero se dijo que los preparatorianos entraban viejos y maleados y que, más jóvenes, con sólo secundaria, se habituaban mejor a la mar. A veces la carrera se hizo en 4 años, otras en 5 y hasta en 6. En la Naval no se podía “repetir año” ni llevar materias “pendientes” y expulsaban al que reprobaba varias materias en exámenes ordinarios, o en una sola en extraordinarios y a titulo de suficiencia.

En su discurso de apertura de cursos, el “Jefe” Argudín dijo: “Al fin la gaviota vuelve a empollar sus propios huevos”, lo que, en las noches al grito de “conque muchos huevos” le valió a los “Potros”, de la primera antigüedad, fuertes lluvias de palos, propinados por los “Cosacos”, que estaban terminando sus cursos. En aquel entonces el primer año era común y, a partir de segundo se separaban las carreras de cuerpo general _CG. o “cubierta” para ser

Pero, para que no perdieran todos sus estudios, hubo “salidas laterales” para que quienes reprobaban o pedían su baja, sin terminar la carrera, obtuvieran títulos de “técnicos” en varios niveles. 41


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septiembre a julio, navegaciones cortas los fines de semana, medio agosto viajar conociendo los puertos del Golfo de México y el otro medio de vacaciones de fin de cursos.

Tras aprobar los exámenes finales de 5º año se causaba baja de cadete y alta de suboficial, Guardiamarina o “alumno en prácticas” y, al final de éstas se presentaba el “Examen Profesional” para obtener el título de Ingeniero y ascender a teniente de corbeta.

En 2º año, 10 meses y medio de estudio, medio julio y medio agosto de viaje por nuestro litoral del Pacífico y el resto vacaciones.

Guardiamarinas. El tiempo del guardiamarinazgo también ha variado: En los 20s eran dos años, en los 30s, tres, durante la 2ª Guerra bajó a 8 meses y, después de esta subió a un año, del que actualmente 9 o 10 meses los pasan navegando, en largos viajes internacionales, a bordo del bellísimo velero “Cuauhtemoc”, el cual, en esos menesteres, ya ha dado dos o tres veces la vuelta al mundo.

En 3er año, igual, pero el mes de práctica sería en Acapulco familiarizándose con los diferentes servicios de la Armada, “en la mar, en el aire o en la tierra”, maniobrando en formaciones de buques, volando en aviones y helicópteros, practicando desembarcos con infantería de marina, buceando con los hombres rana, etc. En 4º año, el viaje sería de mes y medio a Centro y Sudamérica.

En los 40s estudiábamos de septiembre a mayo, agosto era de vacaciones y como éramos en total menos de ciento cincuenta cadetes, cada año, en junio y julio, los de los cinco años hacíamos un solo viaje, todos juntos, a bordo del “Durango”.

En 5º año, el viaje sería de dos meses a EE.UU. y Canadá. Los guardiamarinas, que no tienen igual límite de tiempo que los cadetes, se pasarían su año, navegando alrededor del mundo.

El itinerario era un tanto caprichoso y los puertos que se visitaban los determinaban más los factores y circunstancias políticas que el deseo de una mejor preparación profesional.

De esa manera considerábamos que el cadete conocería primero nuestro país; después los países latinoamericanos, tercermundistas, luego los países primer mundistas de América del Norte, tan diferentes de nosotros y finalmente, los países de todos los niveles de Europa, Asia y África, con lo que el oficial adquiriría una visión global más completa que la que nos tocó a nosotros.

En los 60s, cuando estuve en el Estado Mayor Naval y eran ya más de 600 cadetes en total y más de 200 “novelones”, propusimos sistematizar los viajes de prácticas, de manera progresiva y usando simultáneamente varias unidades de la Armada, de las diferentes clases que teníamos y no solamente al “Durango”.

Desgraciadamente ese año dos buques nuestros iban a China, el hijo del Secretario de Marina estaba en 1er año y para que no

Como los jóvenes que ingresan vienen de todo el país, con diferente nivel académico, se pensó igualarlos con mucho estudio de 42


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México fue clara: Cárdenas, amado por el pueblo, fué muy de izquierda y Ávila Camacho, de gobierno más equilibrado, fue de centro; Alemán se fue a la derecha y Ruiz Cortines, muy circunspecto volvió al centro; López Mateos, carismático y popularísimo fue de “extrema izquierda, dentro de la Constitución” y Díaz Ordaz de centro muy feo y muy autoritario, fue un buen Presidente, hasta que lo hundió el 68 y cometió el gravísimo error de heredar el poder a Echeverría.

perdiera ese viaje el plan no se llevó a cabo sino varios años después. Como hemos visto, mucho han variado las cosas en la Armada de México en los últimos sesenta años, lo cual es explicable, pues es una institución muy representativa de la Nación y si ésta sigue una conducta “pendular”, oscilando de una banda a la otra, sus fuerzas armadas no pueden escapar a esa costumbre. Lo bueno es que la recta intermedia o “resultante” del promedio de esas oscilaciones, marcaba un progreso constante, hasta que las lo curas populistas de Echeverría y los desenfrenos de López Portillo, hundieron a México en las crisis cíclicas de las que parece que ya estamos empezando a salir.

A éste le tocaba ser de derecha, pero en vez de eso desarregló todo, “manejó la hacienda pública desde Los Pinos”, simuló creer que imprimiendo moneda sin respaldo, pidiendo dólares prestados y regalándole dinero “a los pobres” se podía mantener a todos sin trabajar y fue un pésimo Presidente que hundió al país.

Analizando la historia de la Armada.. López Portillo fue peor, con sus desenfrenos acabó de hundir a la economía y elevó la “deuda eterna” que no podremos pagar nunca.

En efecto, si analizamos nuestra historia, vemos que, desde la Independencia, hubo más de cien años de desorden, cuartelazos, revueltas, asonadas, etc. en un largo “Quítate tú, para ponerme yo” salvo el corto periodo, entre la República Restaurada, en 1867 y la muerte de Juárez en 1872 y la prolongada Paz Porfiriana que duró desde 1874 hasta 1910.

De la Madrid no pudo sacar al país de la “moratoria efectiva” en que lo recibió, aunque afortunadamente esta no trajo intervenciones extranjeras como la moratoria decretada por Juárez en 1860.

Sólo fue hasta 1929 que el golpe genial de Don Plutarco Elías Calles de formar un único partido, el Nacional Revolucionario y acabar con los cientos de “partiditos” nacionales, estatales y hasta municipales, logró darnos más de setenta y cinco años de paz y de relevos “pacíficos” en la Presidencia de la República.

Salinas de Gortari y Zedillo medio “adrizaron” o enderezaron el barco y Fox ha logrado que nuestras reservas internacionales en dólares sean las mayores de toda nuestra historia y que México ya figure entre las economías mayores del planeta, aunque esto no haya repercutido todavía en la mejoría general de los mexicanos.

Pero desde 1934, que terminó el “Maximato”, tuvimos Presidentes más o menos buenos y la oscilación pendular de

Así la Armada que ya vimos que osciló en muchos aspectos, ha mejorado mucho. Antiguamente no había sistema educativo. 43


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Como sólo había la Escuela Naval bastaba no morirse para llegar, por antigüedad, a almirante, sin necesidad de más estudios. Y, si esto sucedía con los “oficiales técnicos”, entre la tripulación era peor: casi todos eran analfabetas, aprendían empíricamente y aunque hubo algunos muy buenos, todos ascendían conforme envejecían.La ignorancia era general y fruto de que en todo México había pocas escuelas de educación básica y media y la Universidad Nacional Autónoma (UNAM) era prácticamente la única del país.

presentar a alguien que se contratara en su lugar al que se llamaba “reemplazo” y al que se atrevía a desertar, se le perseguía, procesaba y encarcelaba varios años.

En el Acapulco de los 20s sólo había una o dos primarias que tenían hasta sexto año, creo que hubo secundaria en 1939, año en que ingresé a la Naval y fui profesor fundador de la primera preparatoria en 1956 o 57, cuando ya era yo capitán de corbeta.

Otros como Meza Carbajal y él “Ché” León fueron cabos de cañón y llegaron a tenientes de navío condestables y hubo innumerables elementos más que no cito por falta de espacio y porque omitiría a muchos, que fueron magníficos maquinistas, electricistas, radiotelegrafistas, de sanidad, de intendencia y administración naval, etc.

Pero, como el mexicano es muy inteligente y muy hábil, aunque carecieran de educación previa hubo muchos personajes destacados como González Vizcarra, Zamora, Cosme, Pineda, Lucero, Mejía, Anselmo, que empezaron de marineros de cubierta, ascendieron a cabos de mar y llegaron a tenientes de navío contramaestres.

Esa carencia se debía a que en México, como en todo el mundo, a las clases dominantes no les interesaba que el pueblo se ilustrara, porque la gente culta no se deja esclavizar.

En junio de 1940 al capitán de navío director de la Naval Roberto Laurencio Valencia, al que le decían “El Torero”, por su modo de caminar, lo relevó el comodoro Mario Rodríguez Malpica, “Manario”, quien, a mediados de los 50s, llegó a ser el primer almirante _divisionario de tres estrellas_ que tuvo la Armada de México, que, hasta que él ascendió, estaba limitada a tener sólo vicealmirantes _de dos estrellas o sea los equivalentes a generales de brigada_.

Además aquí, desde la Conquista, a la cual contribuyeron tanto muchos religiosos excepcionales, la educación fue un monopolio del oscurantista y retrógrado clero católico de aquella época, cuyos colegios, seminarios y la Real y Pontificia Universidad atendían más a sus intereses materiales y espirituales que a los culturales o industriales que hicieran productiva a la Nación.

Sólo debe haber sido cuarentón, pues era cadete en 1914, pero los jóvenes cadetes, lo veíamos viejo. Robusto, mediana estatura, larga barba, muy prosopopéyico, que, signo de los tiempos pues casi no había automóviles, llegaba caminando lentamente, con mucha dignidad, desde la calle Principal, donde se bajaba del tranvía, hasta la Puerta de las Águilas de la Heroica

En la primera mitad del siglo XX la herencia de los tres siglos de la Colonia y del desordenado siglo de Independencia aún pesaba: el inculto personal de tripulación ya no era de “leva” _reclutamiento forzado_ pero sí de contrato voluntario, _3 años forzosos_ al término del cual tenía que 44


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sus incrementos y decrementos infinitamente pequeños y sus complicadas ecuaciones y en 3º mecánica analítica con inercias, momentos, aceleraciones, desaceleraciones, etc.

Escuela Naval, donde al grito del centinela de “guardia, el ciudadano comodoro Director” el oficial ordenaba “guardia, a las armas” y esta le hacía los honores correspondientes a su alto cargo y grado.

A trigonometría plana de senos, cosenos, tangentes, etc. siguió trigonometría esférica, de fórmulas más largas, pero que en 4º y 5º año eran indispensables para estudiar astronomía y navegación, materias básicas en nuestra profesión, pues sirven para determinar la situación de los buques mediante las “rectas de altura” y las “tablas” y “almanaques náuticos” necesarios.

Un día desde la planta alta “me echó un torito”: “Si en Veracruz, es esta hora ¿qué hora es en el polo?” y cuando le respondí “la misma que aquí” me dijo “El polo verdadero difiere del magnético, es un punto ideal, en el que convergen todos los meridianos, a un paso de él se tiene la hora del meridiano en el que estés, pero en el polo, punto sin dimensión, hay todas las horas y ninguna”.

A la fácil geometría plana con sus poliedros, ángulos, etc. siguió la complicada Geometría Descriptiva, que requiere una ágil imaginación para sus “masturbaciones mentales” de planos, abatimientos, posición del punto en los diferentes planos y en el espacio, posición de la recta, proyecciones, charnelas, etc. indispensable todo para poder interpretar planos, diagramas, etc.

Segundo año en la heroica. En septiembre de 1940 ya había pasado a 2º año. Por mi estatura, formaba en la primera fila del 1er. Pelotón de la 1ª Sección, de la única compañía que había, pero era cadete raso y sólo tenía el vigésimo lugar en mi antigüedad y como el nonagésimo en el total.

Afortunadamente tuvimos profesores muy competentes como el teniente González Vega en álgebra; el “Chino” León, en cálculo; doctor Rodríguez Mendoza en química; jefe “Pepe” Santos en máquinas y calderas; teniente Rodríguez Inurreta en topografía; químico Agustín Guillé Arechavaleta en mineralogía y metalurgia y los licenciados Manuelito hinojosa en historia de la marina _y algo de lo que entonces aún no se conocía como Geopolítica_; Tito Prado, en leyes y reglamentos y Díaz de León en “prolegómenos del derecho”.

No me imaginaba que en 1943 desfilaría como sargento 1º habilitado y que en 1960, sesquicentenario (150 años) del “Grito en Dolores”, lo haría como comandante del Cuerpo de Cadetes, al mando de un batallón de éstos y de todo el contingente naval. El que en 2º año ya no habría malos tratos ni tantos arrestos, era en parte ilusorio, pues los estudios eran de dificultad creciente, para sentar las bases de conocimientos cada vez más complejos y en la Escuela Naval no saber la clase se castigaba con un cero de calificación y un domingo de arresto.

A éste último, grande, grueso y bonachón, apodado “El Caguamo” lo agarraban “de barco”, pintándole con gis, en la cinta negra de su sombrero “carrete”, letreros de “fiado”, como los de los monitos de “La Familia Burrón”.

Así, si en 1º llevábamos álgebra, con sus fáciles ecuaciones de 1º, 2º y 3er grado en 2º tuvimos cálculo diferencial e integral con 45


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actual, pero sí era el más importante de los muchos centros turísticos que tienen en la península de la Florida, que fue de lo primero que compraron los yanquis a España, para iniciar su expansión.

Una vez contó que fue del Tribunal de Guerra que, en juicio sumario, condenó a ser fusilado al ameritado general Felipe Ángeles, entonces algunos de mis compañeros le aseguraban ser “Villistas” y Vivanco le clavaba el marrazo en su mesa y le decía “Así deben morir los que matan a los revolucionarios”, pero se reía, pues creo que era él, el que “nos veía la cara”.

Ahí recorrí varios de los enormes y lujosos hoteles, la larguísima playa llena de bonitas y esculturales gringas con las que nos tomamos varias fotografías _que años después rompió mi mujer_ y un yanqui nos llevó a conocer el Hipódromo de Hialeah.

En enero de 1941 el capitán de fragata CG. Antonio Vázquez del Mercado, “El Toto”, relevó, en el cargo de Director, a “Manario”.

Al arribar a Filadelfia vimos, en uno de los diques flotantes que había en el río Schuykill, al acorazado inglés “Resolution” que estaba en reparaciones pues había sido severamente dañado en un combate con los alemanes, creo que en Dunquerque.

En julio, en los exámenes finales, pasamos de 2º a 3er año, obtuve el primer lugar en Cubierta y un “segundo premio” con más de nueve y cuarto de promedio, pero menos de nueve y medio.

En la ciudad visitamos el Centro Histórico, Ayuntamiento _City Hall_, donde nos dieron pláticas sobre su sistema de gobierno y el inicio de la que ellos llaman “Revolución” para liberarse de Inglaterra y vimos su venerada “Campana de la Libertad”, que está rajada, coincidiendo, también en eso con la nuestra de Dolores.

Segundo viaje de prácticas. El once de agosto de 1941 iniciamos nuestro segundo viaje de prácticas. El itinerario fue Veracruz, Miami, Filadelfia, Key West, Isla Mujeres, Progreso, Ciudad del Carmen, Veracruz. En total navegamos seis mil novecientas nueve millas náuticas de mil ochocientos cincuenta y dos metros, casi dos kilómetros c/u en veinticuatro singladuras _días en el mar_. Si lo comparamos con el viaje de 1940 a Sudamérica _diez mil quinientas noventa y cinco millas en cuarenta y ocho singladuras_ fueron dos terceras partes de millas en la mitad de singladuras.

Dos anécdotas chistosas recuerdo de Filadelfia: el primer día, salimos francos desde la mañana. Temprano, en la noche, los Argudín encontramos a Almeida y otros alvaradeños de la “Colonia Americana” _eran los que no sabían nada de inglés_ que me dijeron: “Compadre, llévanos a un restorán a comer algo sólido, carne o pescado, pues como lo único que sabemos decir es “chocoleit”, “chocoleit”, en todo el día sólo hemos comido helados”.

En ese viaje, primera de mis muchas visitas a EE.UU. empecé a conocer por dentro, a ese enorme y poderoso país.

Ese mismo día, en la calle principal, el gerente de una “drugstore” nos detuvo para pedirnos que le tradujéramos al español el letrero que quería poner en su aparador

En aquel entonces Miami, no estaba ocupada por tantos exiliados cubanos, como ahora, ni era el gran centro financiero 46


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como lo han hecho con Acapulco y otros hermosos destinos turísticos.

para ofrecer “helados libres a los marinos mexicanos”, pero al principio a nosotros no se nos ocurría traducir “free”, como “gratis”.

De esa isla que está separada de la península de Yucatán por un estrecho canal al que los barcos grandes sólo podían entrar por el sur siguió Progreso con su largísimo muelle, alto faro y gran “ciénega”, especie de río o canal paralelo al mar y a corta distancia de éste, aprovechando la cual, años después se hizo el puerto de abrigo de Yukalpeten para evitar que se perdieran los barcos pesqueros y embarcaciones menores en la época de “nortes”.

De Filadelfia iniciamos el regreso y tocamos Key West, que cuando fue español se llamaba Cayo Hueso y ahora es importantísima Base Naval Americana a la que en 1962, ya capitán de corbeta, volví como estudiante de guerra antisubmarina, en la escuela de sonar de la flota de los EE.UU. AQUÍ ME QUEDO 30 ENE/09 Key West presume de ser “El punto más al sur de los EE.UU. continentales”, pues es el extremo de la cadena de cayos que por muchas millas se extiende desde el extremo de la Península de la Florida y de la que forman parte Cayo Largo, Cayo Maratón, etc. todos unidos por un “Causeway” formada por tramos de carretera sobre cada cayo y largos puentes intermedios entre éstos.

En Progreso tomé por primera vez las “horchatas de chufas” y desde entonces me enamoré de Yucatán y de su exquisita comida: panuchos, salbutes, codzitos, cochinita y pollo pibil, mucbi pollo, rellenos negro, blanco y de queso holandés, “sic” de venado, escabeche de Valladolid, puerco en “poc chuc”, pescado a la “tikinchic”, frijoles puercos con xni pec,“nariz de perro”, pues se le moja a uno la nariz por lo picante de esa salsa de chile habanero. etc.

De Key West nos fuimos a Mujeres, hermosa isla tropical del Caribe mexicano, que aquellos años tenía unos cuantos habitantes, la mayoría pescadores, pero en la que había instalaciones navales, tanques de combustible, etc.

Me gustó mucho Mérida “La Blanca” y me impresionó el que vendía panuchos en los portales de frente a su Plaza de Armas que no tocaba el dinero con las manos como lo hacen nuestros taqueros, que nunca se lavan, sino que usaba un palito con una bola de cera en la punta con la que manejaba las monedas y los billetes.

Ahí probé los “filetes de callo de caracol” y vi la bonita playa de “La Media Luna” en el extremo norte, las “manchas” de pescado, que parecen rocas, en “El Garrafón” y en el sur “El Paso de la Morena” hacienda en ruinas, del legendario pirata Mundaca.

Por eso cuando nos casamos fui con mi mujer de luna de miel a Mérida, Chichén, Uxmal, etc. y años después la llevé a Isla Mujeres a donde buceó caracoles en el canal, que se veían al alcance de la mano aunque estaban a seis u ocho metros de profundidad, mientras yo en las noches me fui a la costa este o sea del lado del Caribe a “linternear” langostas, como quien

Afortunadamente esa y otras muchas visitas mías más las hice antes del auge turístico actual en que verdaderas “hordas” han echado a perder la belleza paradisíaca, de esa región de México que abarca Puerto Morelos, Cozumel, Cancún, Xel Ha, etc.

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compañeros. Naturalmente que por su imprudencia “Alamillo” se pasó los días patrios arrestado y tuvo que pagar la reparación del daño.

“linternea” venados con el agua a la cintura un guante en la mano derecha para no espinarse con la concha de las langostas y una lámpara en la mano izquierda para que les brillen los ojos.

El 16 de septiembre abanderaron a la Escuela Naval del Pacífico, cuya militarización, según algunos, se debió a que el alumno Adolfo Torres May, que dicen fue “camisa roja” del gobernador de Tabasco, Garrido Canabal, en la gira de proselitismo del candidato Manuel Avila Camacho, dijo en un discurso incendiario: “Este individuo, que quiere ser Presidente de la República”.

La última escala de aquel viaje fue Ciudad del Carmen en la isla que cierra la rica “Laguna de Términos”, en una época conocida como “Isla de Trix” la que fue refugio de piratas.En esa ciudad se conservaba, como en la cercana Campeche, la costumbre de que los hombres eran los que hacían el mercado en la madrugada, por que como los piratas incursionaban a esa hora se robaban a las mujeres.

Torres May, muy simpático y ocurrente, cuando fué oficial decía: “Nunca me iré de la Armada. Si me echan por la escala, me subo por la cadena y me meto por el escoben”.

En Carmen lo más notable era la baratura de la comida, pues en restaurantes y cervecerías una “pila” de camarones no llegaba a un peso y como cien ostiones, que llenaban un pocillo de peltre de más de medio litro, nos costaba veinte centavos.

Pero acabó pidiendo su baja porque decía que, cuando llegaba a su casa y sus hijos le decían: “Papá no tengo zapatos” él contestaba: “Hijo mira como brillan mis galones”. Y cuando le decían “Papá tengo hambre”. Él les decía “Mira que bonitos los laureles de mi gorra”.

La otra anécdota, que pudo ser grave, ocurrió durante la primera visita al dormitorio de los del Pacífico, a los que habían acomodado en la biblioteca del Colegio Militar. A los del Golfo nos llamó la atención que ellos traían armas diferentes, pues mientras nosotros usábamos un corto “mosquetón” de 7 mm, ellos tenían unos rifles muy largos.

La militarización de la Náutica favoreció a los “pilotines” recién egresados, que fueron oficiales sin haber sido nunca cadetes y algunos de ellos llegaron a los más altos grados de la Armada y a los más importantes puestos de la Secretaria de Marina.

Vicente Alamo Calatallud, quiso conocer un “mauser” de esos. No vio que estaba cargado. Jaló al gatillo y salió un balazo que fue a romper una pierna de una bonita estatua de mármol de Napoleón a caballo, que adornaba la biblioteca.

Nombramiento a Sargento Primero El 1º de Septiembre de 1943, la “Falange” pasó a 5º año y yo ascendí a Cabo de Cadetes, con un galón dorado, diagonal, en cada brazo y un ángulo y una estrella dorados en el antebrazo izquierdo por mi

Afortunadamente la bala no mató a nadie, pero las esquirlas hirieron levemente a dos 48


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“1er premio” y subí al 10º lugar de mi antigüedad.

vencimos con 2 golazos que les metí a los 2 mejores porteros que teníamos: José Luis Ferrer e Iris Díaz.

El 16 de Septiembre ascendí a Sargento Segundo, 2 galones en cada brazo y pasé a ser el 6º.

Para ello Armando Abaroa, ala derecha, me envió 2 centros precisos y preciosos, templados y bombeados. Al 1º lo empujé suavemente a la red, pero al 2º lo rematé del área grande, de botepronto con un cañonazo impresionante, un rayo que ni se vió, sólo se oyó mi patada y el rebote en la pared, de atrás del marco. Y después el Ayudante Gral. Tte. Quesnel, estaba admirado y quería que me incluyeran en el equipo titular de la Escuela pero había varios mejores en ese deporte y yo prefería el basketbol.

Al volver del desfile del 16 en el D.F., el Sr. Director Don José Rodríguez Malpica me mandó llamar para darme algunas instrucciones y lo primero que me dijo, al verme, fue: “¿Porqué no trae ud. las 3 cintas de Sargento Primero?” “Porque sólo soy Sargento Segundo”. Y volviéndose hacia el subdirector, Capitán de Fragata, Don Gabriel Lagos Beltrán, le dijo: “¿Porqué no lo han ascendido como lo ordené?” Y Lagos contestó: “Porque no ha llegado la autorización de México”

El exigente sistema educativo de la Naval y la expulsión de los reprobados, producía y sigue produciendo hombres excelentes. Lo mismo sabios como Oliverio Orozco, matemáticos como Arturo Marshall o Esteban Minor, atildados oradores y diplomáticos como Raymundo Cuervo, que deportistas individuales como el certero tirador y buen boxeador Pablo Escorio; lucha libre la “Panga” Fourzan; en esgrima Benito Ramos o de equipo, en beisbol Chente López, Hilario Pérez, Vinicio o “Chito” García; en futbol Gómez Ortega o Víctor Chapa; en basket Homero Calles o José Arnaldo Mancisidor y muchos más, que “siento no nombrar”.

En ese momento el Director me nombró Sargento Primero Habilitado y quedé al frente de la Segunda Brigada. Para facilitarme el marcado de ropa y correaje, dejé el número 103 y me asigné el número 10. Pero en octubre la suerte mía y de la “Falange” cambió para mal. Trifulca en el partido Pero antes de continuar retrotraerme un poco:

permítanme

En los 40s éramos campeones de 1ª y 2ª fuerza de basketbol y hasta se le ganó un partido al Poli de 1ª fuerza nacional, que pasó por Veracruz para ir a competir en Cuba.

Desde su inicio la Escuela Naval logró mentes sanas en cuerpos sanos” con mucho astudio y mucho ejercicio físico, instrucción militar, bote a remo, a vela y deportes individuales o de conjunto. Inclusive estaban instituidas unas competencias internas en las que usualmente la 2ª Brigada le ganaba a la 1ª, pero, en 42, en el Parque España,

El beisbol, gozaba del apoyo del Director y teníamos un equipazo con los pitchers “Máma” Hilario Pérez (decían que cuando 49


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el palo de mesana, la Naval que siempre gana”, que ahora tiene música.

le dieron su levita, llegó a su casa y dijo “Máma me dieron un vestido”) Federico “la Liga” Carballo y Venancio Delgado; en 1ª a “Chito” García; en 2ª a Vinicio García; “cachirulos” civiles como Susonaga en la 3ª y Agustín Verde en un jardín y oficiales como Chente López y Zamper de catcher y manager. Sin embargo no éramos campeones pues en Veracruz se juega “pelota” de mucha calidad.

En la Sastrería, con el paño de uniformes de desecho hicieron letras y banderolas, en Talleres, los maquinistas fabricaron bocinas de hojalata y, en Carpintería, matracotas de más de un metro. Así, por primera vez hubo en Veracruz una gran “porra”, uniformada, alegre, ruidosa, bien organizada y dirigida, con algunos tambores y cornetas prestados por la Banda de Guerra y en la que la “Rata Güera” Hernández Dworak, con una cornetita del ejército colonial inglés, tocaba a cada rato, “al ataque, al ataque”.

En futbol, nuestro enemigo tradicional era la Prepa del Ilustre Instituto Veracruzano, cuyos alumnos no nos querían, aunque muchos cadetes provenían de ella, pero los civiles resienten la preferencia de las muchachas bonitas por “el uniformito”. En el campeonato del 42 organizamos una porra, como de 100 cadetes, uniformemente vestida, combinando, ingeniosamente, partes del uniforme: Todos llevaban pantalón azul marino, zapato negro y playera blanca con una gran letra de paño azul superpuesta en el pecho para formar el letrero “Escuela Naval Militar” (en aquella época aún no se decretaba su título de “Heroica”).

Pero, para el encuentro final del campeonato, la Prepa fue más práctica: “cachiruleo” llamando a sus ex estrellas que estudiaban carreras profesionales en otras ciudades y formó un trabuco. Ese domingo el Parque España se llenó a reventar, había gente hasta en la gran terraza superior, que sólo se usaba para bailes.

Los lideres de la porra éramos 3. Uno de 5º, el lateral derecho, “El Cabezón” Raúl Alcalá Martínez y 2 de 4º, el lateral izquierdo “K.T.K.” Alfonso Suarez Clausell y de líder central yo.

En las 15 ó 20 filas de gradas, separados por el pasillo central, la porra de la Naval ocupaba la mitad norte y los civiles la sur. El clima era bueno y el ambiente festivo.

Nosotros usábamos pantalón, zapato y cinturón blancos y playera azul claro con una inicial de paño en el pecho, Alcalá llevaba la “E”, yo la “N” y Suarez la “M”.

El primer tiempo se jugó bien y no hubo anotaciones, pero cerca del final del partido, el centro delantero de la Prepa, Homero Correa, que estudiaba Medicina en el D.F., metió un gol. Ellos se entusiasmaron y nosotros nos “recalentamos”.

Organizamos todo, no sólo el vestuario: Hicimos un concurso para inventar nuevas porras que agregar al “choteado” “Sikiti Bum”. Ahí nacieron varias como el “eskirón bom bori liboriboli jey” y la de “En fragata a toda vela, há llegado aquí la escuela, por

Poco después otro gol de Homero prácticamente decidió el juego y los preparatorianos empezaron a burlase, provocándonos. 50


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Se intercambiaron insultos y nos llovieron objetos arrojadizos.

“Las muchachas se quedaron sin cadetes, sin cadetes, ja, ja, ja”.

Una paleta helada pegó en nuestra mascota, un monito Tití, que iba en el hombro de nuestra Reina, Alicia Grau, preciosa morena de ojos verdes, que portaba gorra de cadete, blusa marinera azul, elegante falda blanca plisada, a la que acompañaba mi novia, Cristina Furlong y varias jovencitas más. Alicia se salvó del golpe, pero el chillido del changuito desató el pandemonium.

La trifulca naval-prepa fue un escándalo nacional y los principales diarios del país nos ponían del asco. (en esa época no había televisión en México y eran pocas las estaciones de radio). El “Dictamen”, decano de la prensa nacional, al que los veracruzanos llamaban “Difamen” exigían nuestras cabezas.La Secretaria de Marina ordenó la aclaración completa de los hechos y ofreció castigar ejemplarmente a los culpables.

De la terraza superior saltaron varios cadetes francos, uniformados de gala, que blandiendo sus espadines arremetieron gradas abajo al mismo tiempo que nuestra porra acometía por su lado golpeando con bocinas, matracas o a mano limpia.

Mientras duró la investigación pasé varias noches sin dormir, preocupado, pues por ser líder de la porra, a la mejor me expulsaban.

Cundió el pánico y estudiantes y espectadores, hombres, mujeres y niños, huyeron tumbando barandales y doblando pasamanos de tubo de hierro de 10 cms. e invadieron por completo la cancha. El juego se suspendió y el partido tuvo que darse por terminado. No hubo muertos, pero sí heridos, golpeados y pisoteados entre ellos la joven Concha García a quien le fracturaron una pierna.

Al pasar los días las aguas se calmaron, hubo varios arrestados, todo regresó a la normalidad, los elegantes uniformes de cadetes volvieron a verse en los Portales, Plaza de Armas y toda la ciudad y las “cadeteras” mantuvieron su preferencia por nosotros. Mi etapa con Chapital Volvamos ahora a octubre del 43, donde interrumpí mi narración.

Los oficiales presentes intervinieron y bajo sus órdenes todos los cadetes, incluidos los futbolistas nos formamos y marchamos disciplinadamente a la Naval, insultados y apedreados, por muchos de los que minutos antes huían despavoridos.En la Escuela nos “acuartelaron”, sin dejarnos salir, pues hubo agresiones a cadetes francos que ignoraban lo sucedido.

Ya alumnos de 5º año casi todos clases (Cadetes de Primera, Cabos, Sargentos Segundo, Salas Sargento Primero Efectivo y yo Sargento Primero Habilitado) éramos los amos de la Escuela. Pero entonces ese mundo ideal se vino abajo.

Esa noche y varias más, en Plaza de Armas, los preparatorianos se burlaban de las chicas “cadeteras” cantándoles y bailándoles:

Llegó la autorización de mi ascenso, pero también llegó de Director el Capitán de

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Fragata Gontrán J. Chapital Ortíz, a relevar al Vicealmirante Rodríguez Malpica.

frente de la Segunda Brigada a todos los Sargentos Segundos.

Es de notarse la falta de orden en aquella época: Hubo quienes estuvieron 3 años de Guardiamarinas, 10 o 12 años en cada grado de Tenientes, Tenientes de Fragata, Comandantes de Zona Naval, Vicealmirantes, Contralmirantes, Capitanes de Navío o de Fragata Directores de la Escuela y hasta Secretarios de Marina, Generales del Ejército, Licenciados, etc.

En esas estaba cuando una tarde iba yo bajando la escalera principal a jugar basket en el patio, me encontré con él, que subía. Me hice a un lado para dejarlo pasar y me paré firme. -“Ya vá usted de bolino”, me dijo. -“Es la hora de deporte, señor”. -“Mejor póngase a hacer algo útil. Tome a todos los cadetes que están en el patio y póngase a darles instrucción militar”.

Un dicho veracruzano es: “No hay negro que no sea “mochongo” ni chaparro que no sea “farolón””. Esto es: “No hay negro que no sea exagerado al vestir o payaso al comportarse, ni chaparro que no sea bravero, provocativo y agresivo”.

Él se siguió a la Dirección y yo procedí a cumplir su orden. Al poco rato salió al corredor el Ayudante General, Teniente Quesnel de enfrente de la Dirección y me ordenó: “Detenga la instrucción y retire a los cadetes”.

Por eso los chaparros han causado muchos problemas al mundo, sino que lo digan Napoleón, Hitler, Stalin o Franco. Un chaparro amigo mío, que fue Jefe de Policía una vez me dijo:

Entonces “Chito” García y varios más me dijeron: “Vamos dando una vuelta al patio a paso veloz, para subir sudando a bañarnos”.

“Cómo quisiera tener su físico. Iba a andar pisándole los pies a todo el mundo, a ver quien se atrevía a decirme algo”.

Así lo hicimos. En un par de minutos estábamos terminando de dar la vuelta al patio y nos dirigíamos corriendo hacia la escalera cuando volvió a salir Quesnel y me gritó imperativamente: “¡Que ya se retiren!”. Lo cual ya estaba hecho.

Y Chapital no era la excepción, tenía fama, bien ganada, de mal humorado e irascible y exageraba lo militar al grado de que se le atribuían muchas anécdotas, que no repito porque no me consta que sean verdad. Por lo pronto suspendió mi ascenso, porque “él no iba a hacer lo que el Director hubiera ordenado, sino que él escogería quien sería el Sargento Primero.

Al día siguiente, al medio día, el Sargento de Semana, encargado de la Orden del Día, me dijo: -“Te van a degradar”. -“¿Porqué?”

Y entonces empezó a poner a prueba al 52


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-“Que no fue una. Que fueron tres”. Y ahí la regué. -“Perdone usted que lo contradiga, pero no fueron tres, fue una”.

-“Por desobedecer una orden”. Considerando injusta esa determinación, corrí los conductos debidos: Sargento Primero, Oficial de Guardia, Ayudante, Subdirector, y fui autorizado para llegar hasta el Director, Chapital.

Furioso se puso de pie y gritó: “No me contradiga usted. No se atreva a contradecirme. Yo ya sabía que usted es un majadero. Lárguese”.

Al llegar a la puerta de la Dirección, me descubrí, puse la gorra bajo mi brazo, choqué los tacones y me paré firme.

Indignado, permanecí inmóvil. -“¿Qué no oyó usted que se largue?. Lárguese”. -“No soy criada, señor y esa palabra no es correcta para un militar”. -“Retírese”. -“Si, señor”.

El estaba sentado frente a su gran escritorio. Siguió firmando como si nada y tras un buen rato me ordenó: “Pase”. Entré a la Dirección, avance hasta quedar frente a él, escritorio de por medio, donde nuevamente volví a quedar firme: “Diga”.

Militarmente dí media vuelta y a paso normal inicié mi salida, pero él salió detrás de mi y me ordenó “A paso veloz” y empezó a correr cerca de mi hasta llegar a la escalera que baje sólo, convencido de que había perdido mis cintas para siempre.

-“Señor. En la Orden se publica que me quitan las cintas, que tanto trabajo y esfuerzo me han costado y no he cometido ninguna falta que amerite tal sanción ”. -“Eso dice usted, pero desobedeció la orden del Ayudante General de retirar a los cadetes a los que daba instrucción”. -“No señor, yo mandé romper filas inmediatamente. Después los cadetes me pidieron dar una vuelta más a paso veloz antes de subir a bañarse. Lo juzgué conveniente y se los autoricé”. -“¿Y quién le autoriza a usted a juzgar y a autorizar?”. -“El grado que tengo. Al no estar presente nadie superior a mí, a quien pedirle autorización, me corresponde juzgar y decidir”. -“Pero no fue una vuelta. Fueron tres. Nosotros estábamos en junta y su ruido no nos dejaba trabajar”. -“Yo ignoraba que estuvieran en junta y sólo fue una vuelta”.

Esa tarde, como siempre salí a dar instrucción de bote a remo y a vela a los cadetes de años inferiores al mío. Al terminarla entregamos las embarcaciones en el Muro de Pescadores a los de tripulación encargados de fondearlos y cuidarlos y como acostumbrábamos emprendimos el regreso a paso veloz desde aquel Malecón hasta la Escuela Naval. En aquella época entre esos dos puntos todo era terreno baldío y estacaban el Baluarte de Santiago y unas pilas de tubería de asbesto frente a la casa de unas muchachas apodadas “Las Lagartijas”, porque acostumbraban sentarse arriba de los tubos parecía que se asolaban como esos reptiles. 53


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no llegué a Sargento Primero porque tras poner a prueba a Trejo, Raso, Peimbert, Bolio, Dámaso, etc. Chapital mandó a llamar a mi hermano Adolfo, que era el Sargento de la Banda y le dijo: -“Usted va a ser el Sargento Primero de la Segunda Brigada”.

Al desembocar al descampado los cadetes me dijeron: “El Director está en el balcón de la Dirección”. Seguimos como si nada las 6 u 8 calles que nos faltaban, en la formación que veníamos y al paso que traíamos hasta la entrada principal donde el centinela alerto nuestra llegada.

Mi hermano no se la esperaba, pues él, que salía franco la tarde de los jueves por ser del cuadro de honor, se hizo bandero porque esos salían los viernes y así podía ver más a su novia Carmencita Palavicini.

Mandé hacer alto. Informe al Oficial de guardia, que se incorporaba la fracción que venía a mi mando y entré con ella.

Entró de tambor, luego se pasó a corneta y ya había cristalizado su plan de ser el Sargento de la banda. Sorprendido le contestó: “No soy yo. Es mi hermano Alfonso”. -“¿Qué no se siente usted capaz?” -“No es eso señor, es que él es el deportista, el de las buenas calificaciones, el de los premios y ya estaba habilitado”. -“Eso a mi no me importa. Yo quiero que sea usted”. -“Como usted ordene señor”.

Al llegar al Patio de Honor ordené romper filas.Entonces el oficial de guardia me llamó y me dijo: -“Ordena el Sr. Director que suba usted a verlo”. -“Voy a bañarme” -“No, suba usted inmediatamente” Y así en overol, todo sudado, me presenté en la Dirección. Con la ceremonia de costumbre el Director me recibió y me dijo: -“He decidido no degradarlo”. -“Gracias, señor”. Pero empezó a sulfurarse y me espetó: -“Pero no porque tenga usted razón, sino porque no he decidido quién será el Sargento Primero y quiero darle esa oportunidad”. -“Muchas gracias, señor”. -“Pero ándese usted con mucho cuidado, porque cuando yo entré a la Escuela Naval, yo caminaba al paso de los grandotes, pero desde entonces los grandotes caminan a mi paso. Retírese”. -“Con permiso, señor”.

Y así me quedé con las ganas de ser Sargento Primero, porque después hubo otra oportunidad y también me la negó. Así volví a mi 1ª Brigada y al “Club de las 9 y 5”, que desde mi ingreso éramos los “clases” del 1er. Pelotón de la 1ª Sección y yo, que teníamos nuestras camas y “taquillas” (ropero) en el Uribe, entre la puerta del dormitorio y la placa que marca el sitio donde, el 21 de abril de 1914, cayó, mortalmente herido ese héroe. Lo llamábamos “Club de las 9 y 5” porque a las 9 de la noche terminaba el “estudio obligatorio” para todos y empezaba la hora

Y así conservé mis cintas en su lugar, pero 54


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3 de sus golpeadores y la degradación de Salas por “falta de espíritu militar”, por haber permitido que el Cabo cometiera los desmanes que cometía.

de “estudio forzoso”, para los reprobados, el corneta de guardia tocaba “silencio”, nosotros salíamos corriendo y en menos de 5 minutos ya estábamos desvestidos, acostados y profundamente dormidos.

37 años después, cuando llegué de Comandante a la 1ª Zona Naval en Tampico, supe que mi ex compañero, el cabo tuvo una trayectoria azarosa: Como le faltaba tan poco para recibirse, debe haberse graduado en alguna Náutica o, siendo tan audaz, a la mejor se consiguió un titulo, el caso es que embarcó en la Marina de Pemex y llegó a Capitán de remolocador.

Sin embargo era nuestro orgullo que todos los de ese grupito estábamos siempre en el Cuadro de Honor, que formábamos los cadetes de más altas calificaciones, superiores al 9. Mi última oportunidad de ser Sargento 1º la tuve en 5º año, a principios de 1944, porque un Cabo de mi antigüedad, que parecía ser honrado y cumplido, como debe ser un militar, “sacó las uñas” y, a hurtadillas o subrepticiamente, hacía cosas prohibidas como los que dicen “no hagas lo que yo hago, haz lo que yo digo”.

No sé si se dedicó al contrabando, se hundió su barco y dijo que se había perdido todo el dinero que llevaba en la caja fuerte o se auto robó y lo descubrieron, el hecho es que lo enjuiciaron y estuvo preso varios años en el penal de Andoneguí del Puerto Jaibo.Pero era tan “vivo” que en ese penal controló los talleres de herrería, carpintería, etc. y fabricaban puertas, ventanas y todo lo necesario para las construcciones en esa área. Al salir yo de Tampico no volví a saber más de él.

Casi todas las noches se escapaba para ir a ver a su novia; le gustaba el dinero: Vendía sandwiches; imponía arrestos injustos; dormía en el día y si abría los ojos y veía a otros cadetes dormidos los arrestaba aunque el estaba cometiendo la misma falta, etc.

El principal de sus golpeadores descendía de rusos o polacos, se apellidaba Suchowisky y era un muchacho muy fuerte y broncudo, que poco tiempo después fue asesinado a balazos en la puerta de la céntrica cantina el “Arco Iris” del puerto jarocho. Los chisme o el rumor popular, decía que lo había matado el hijo o uno de los hijastros del Presidente Ruiz Cortines.

Cansados de sus abusos, unos cadetes, más noveles, lo esperaron una noche cuando volvía y entraba por el hueco de una ventana y le dieron tal golpiza, que hubo que llevarlo a la enfermería. Los agresores pensaban que no se les castigaría para no delatar al Cabo, pero no fue así, pues el Sargento 1º, Salas Sánchez, levantó las actas de Policía Judicial Militar correspondientes.

Al degradar a Salas quedó vacante el puesto de Sargento 1º, que parecía destinado para mí, pero estaba escrito que no fuera, pues los imponderables siempre intervienen: El papá de Salas falleció en esos días y él pidió su baja, pues necesitaba irse a trabajar para mantener a su mamá y hermanas.

La Dirección ordenó una investigación y con su resultado el Consejo de Honor juzgó el caso y determinó la expulsión del Cabo por las faltas que le descubrieron, la de 2 o 55


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adelante y a ambas bandas, un pequeño dirigible americano.

Inesperadamente, Chapital tuvo el único rasgo humano que le conocimos, le negó la baja y se encargó de mantenerlas hasta que Salas se graduara de oficial y pudiera pagarle ese préstamo, además, para que recibiera más de “pre” lo restituyó en el grado, del que injustamente lo habían despojado, ascendiéndolo a diario a Cadete de 1ª, Cabo, Sargento 2º y Sargento 1º.

Por las dudas yo dormía en las noches entre las rampas de las cargas de profundidad, para que en caso de ser hundidos no sufriera mucho hasta ahogarme o ser comido por los tiburones, sino que las explosiones me mataran rápidamente.

Por ello Salas probablemente sea el único caso, al menos no conozco otro, de alguien que haya sido Sargento 1º, degradado y vuelto a ascender a Sargento 1º, por segunda vez.

Cuando llegamos a Nueva Orleans vi claro que los alemanes no ganarían la guerra ya que los americanos podían vencer por aplastamiento, poniéndoles encima un tanque, cañón, buque, etc. pues había filas interminables de toda clase de material de guerra, producidos por la eficiente industria norteamericana.

De todos modos Salas sólo llegó a Teniente, pidió su baja y se fue a la CFE. No sé bien toda su historia, pero creo se pasó a una aseguradora, volvió a la CFE, tuvo un grave accidente en auto, al ir al trabajo, lo jubilaron con pensión completa por ser en “actos del servicio”, sus últimos años los pasó en silla de ruedas, asistió en Veracruz y Boca del Río a la última reunión anual que hizo nuestra Antigüedad y murió a fines de los 90s.

Así conocí esa ex ciudad francesa, el “Vieux Carré” (cuadrado viejo o centro histórico), la Catedral de San Luis, las calles Bourbon la de las antiguas cantinas y prostíbulos y Canal del comercio, los panteones que están arriba de la superficie pues el suelo es pantanoso y vi unos entierros con música de negros. También conocí la cocina “creole” y subí a un tranvía que no era el llamado “deseo”, de la famosa obra teatral, sino el que aún persiste hasta la fecha, que recorre la bonita calle de Saint Charles.En el tranvía me senté casi hasta atrás y la conductora, por la guerra era mujeres, vino a decirme que me pasara adelante.

En junio de 1944, “La Falange” terminó 5º año, en los exámenes finales tuve 1er. Premio con promedio superior a 9.5 e iniciamos nuestro último viaje de prácticas: En el extranjero fuimos a Nueva Orleans y la Habana y en México a los puertos del sureste. Como todavía estaba la guerra y había hundimientos en el Golfo y el Atlántico, desde que zarpamos de Veracruz hasta la frontera, fuimos escoltados por uno o dos caza submarinos mexicanos que zigzagueaba delante de nuestra proa.

Y es que como todavía había completa discriminación racial, sino me pasaba para adelante ella pondría una tablita en mi respaldo y todos los negros tendrían que pasarse atrás de mi.

Frente a Matamoros fueron relevados por otros de la U.S. Navy y todo el tiempo flotó, arriba de nosotros, explorando también

En N. Orleáns recorrí el Mississippi en barco de ruedas y ví el “Campo de Jackson”, (General y años después Presidente) a quien ayudó el pirata Lafitte, 56


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columnas de vapor de agua, semejándose a una cuerda trenzándose o a unas serpientes retorciéndose.

en 1814, a derrotar a los ingleses en la última batalla, de la guerra de 1812 que oficialmente había terminado dos semanas antes, pero que, por no haber telégrafo, los combatientes no lo supieron oportunamente.

Les dispararon unos cañonazos para deshacerlas, porque la vibración de las capas de aire las disturba y debilita, pero el vórtice de una de ellas alcanzó a pasar exactamente bajo la quilla y sobre el puente de nuestra corbeta, sintiéndose en ese momento mucho frío, seguramente por el aire húmedo, muy cargado de agua.

En la calle Poydras ví el lugar donde, en 1850, se reunieron pocos cubanos y más aventureros americanos, al mando del Gral. Narciso López, precursor de su independencia, para invadir Cuba. Este hizo 3 expediciones: La 1ª, en 49, zarpó de N. York, la 2ª en 50 de NOLA, ambas fracasaron y la 3ª, en 1851, terminó con la aprehensión y muerte a “garrote vil” del General López.

Una cosa chusca fue que en Mérida desfilamos y luego nos dieron una comida en el bonito jardín “Parque Centenario”.

En la 2ª expedición tocaron Isla Mujeres y desembarcaron en Cárdenas al este de la Habana y en ella ondeó por primera vez la bandera cubana. (en 1950 ahí había una gran fábrica de Bacardi).

Respetuosos de nuestra bandera, su escolta permaneció firme durante la comida. En cambio los americanos como usan la suya hasta en los calzones, la dejaron sola, recargada en un frondoso árbol y se sentaron a comer tranquilamente, saboreando los panuchos, pollo y cochinita pibil y, hasta que terminaron, fueron a recoger su bandera y se fueron muy campantes.

Para conmemorar el centenario de su emblema nacional, los cubanos organizaron, en 1950, una repetición del viaje de Narciso López y su grupo, en la que participaron 2 destructores americanos, 2 fragatas cubanas y 2 corbetas mexicanas. En esa fecha yo era Teniente de Fragata, profesor militar en la Heroica Escuela Naval y fui nombrado abanderado y Comandante del grupo de cadetes navales que participarían en las celebraciones que culminaron con un desfile en la Habana, frente al que era, Presidente de Cuba, doctor Dorticós.

Nueva Orleáns. Al revisar mi pasado y recordar mi primera visita a Nueva Orleáns, pienso que no era imaginable que volvería muchas veces. Una en 1963, de estudiante del Naval War College, otra en 64 al terminar ese curso y varias más mientras mi hija Cristina fue Cónsul de México en esa ciudad de 1996 al 2002.

Algo único en la navegación en ése viaje fue que, una mañana, (no puedo precisar si fue en el Golfo de México, frente a la península de Yucatán o en el Canal de Florida, al norte de Cuba) vimos formarse dos trombas marinas o “culebras de agua”.

En 64 con mi mujer y mis hijos recorrimos toda la costa del Atlántico de E.E.U.U. desde Boston hacia el sur hasta Key West visitando Cape Cod, New York, Washington,

Se veían, en el largo embudo de ellas, cómo se enrollaban, en espiral ascendente, unas 57


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Ella rentó un departamento frente a la bella Av. Saint Charles (que se parece algo con nuestro Paseo de la Reforma, pues está bordeado por grandes árboles centenarios) diariamente mi esposa y yo tomábamos ese antiguo tranvía para ir a comer con ella o a la hora que salía de trabajar.

Annápolis, Charleston, Norfolk, Cabo Cañaveral, hoy Cabo Kennedy, Jacksonville, Port Arthur (la más antigua ciudad española en Florida, que tiene un fuerte como el de San Diego), Miami y los Cayos de ese Estado. De ahí viramos al norte y luego al oeste y al sur a lo largo del Golfo de México, hasta Brownsville, por Tampa, Weekee Wachee, Tallahasee, Pensacola, Mobile, Houston, San Antonio, etc. y entrar por Matamoros, para reincorporarme a la Armada en el D.F.

Una vez que también fueron su hija Ana y mi hijo Adolfo con su familia, éstos se alojaron en un hotel y mi mujer y yo en una de las viejas mansiones históricas, de madera, que ahora dan Bed and Breakfast o sea cama y desayuno continental, de jugo, grandes “croissants” calientes, mantequilla, mermelada y leche.

Mientras mi hija fue Cónsul en Nueva Orleáns, se desplazaba a Memphis, Tennesee, Batón Rouge capital de Lousiana y no sé si a San Luis, Missouri y otras ciudades, en “consulados móviles” temporales y periódicos para protección de nuestros paisanos que trabajan o viven en ésas regiones de E.E.U.U.

Muy cerca estaba el gran zoológico Audubón, (por el reconocido naturalista norteamericano) e instalaciones de la Universidad de Tulane y del Sagrado Corazón (Sacred Heart College).

Ella conoció varias viejas casas de antiguas “plantaciones” algodoneras (equivalentes a nuestras “haciendas”) y muchos lugares interesantes que luego nos llevó a visitar, como cuando cruzamos el Mississippi por el gigantesco y moderno puente para ir a Biloxi, donde comimos en su lujoso casino.

Así volví a comer en el “Antoine´s” restaurante mundialmente famoso, a donde fuimos en mi primera visita, conocí el “Des Familles” en el Delta del Mississippi y fuimos de excursión a un “bayou” en un bonito y limpio bote turístico donde el show son los cocodrilos (que allá no han extinguido) que sacan medio cuerpo del agua para comerse los malvavisco que en la punta de una vara, les dan los capitanes, que les han enseñado a venir cuando los llaman.

Y, cerca de ahí visitamos la bonita casa de amplios jardines de Jefferson Davis, ex Secretario de Guerra de la Unión Americana, modernizador de su ejercito, Presidente de la Confederación sureña durante la guerra de Secesión y para ellos el héroe que evitó la derrota ante los mexicanos en la batalla de la Angostura, dirigiendo una desesperada carga de caballería.

Muchas ciudades de E.E.U.U. se parecen. Tienen Broadway, 5ª, etc.pero unas cuantas tienen personalidad propia y son muy diferentes por su pasado histórico extranjero destacándose New York que empezó holandesa y ahora es única y muy internacional, San Francisco, San Diego y San Antonio que fueron Novohispanas y mexicanas y New Orleáns, que fue de Francia.

Mientras Cristi estuvo en Nueva Orleans fuimos en varias ocasiones a verla, reviví las experiencias que he narrado y viví otras.

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Otras delicias típicas son la “mufaleta”, que es un pan relleno de varias carnes frías, quesos, aceitunas, aceite de oliva, etc. y los famosísimos “Beignettes”, como buñuelos cuadrados, que al freírlos se inflan, luego los espolvorean con azúcar glass y se toman con café o chocolate en el prestigiado Café Du Monde.

A esta última va mucha gente atraída por su gastronomía francesa, “Cajum” y “Creole”, los juegos de fut americano en el Súper Domo y sobre todo por el “Mardi Gras” que es un Carnaval muy diferente del aparatoso, elegante y espectacular de Río de Janeiro o de los muy alegres de Veracruz, Mérida y Mazatlán.No se hace en días corridos como los nuestros, sino en varios fines de semana.

Los paquetes de esta harina preparada los venden en el aeropuerto, donde por cierto hay una gran vitrina con el diorama de un nido de cocodrilo y se escuchan los sonidos que estos producen.

No tiene tantas ni tan bonitas “flotas” como el “Desfile de las Rosas” o “Rose Parade” de Pasadena, pero la aglomeración hace intransitables el Barrio Francés y sobre todo la calle Bourbon donde reinan la borrachera y la locura.

Mi amigo Clark Judge, Coronel de Marines, en broma decía:

Son característicos los collares de grandes cuentas que dan en la calle o arrojan desde los típicos balcones de hierro forjado a las jóvenes o viejas que “flashean”, esto es que se suben la camiseta o abren la blusa para enseñar los pechos, que ahora llaman “bubis” viéndose glándulas mamarias de todos tamaños y colores.

“Si quieren saber dónde comer sabroso y no tan caro pregúntenle a Alfie. Él les aconsejará: En Atenas, a la vuelta de la Plaka hay “gyros”, “ouzo” y vino de “retsina” únicos. En Valencia, la mejor paella es de “La Marcelina”. En Asturias no hay fabada como la de la Máquina. En Roma, la “mozzarela” de leche de búfala, las “brusquetas” y pizzas “Margarita” del “Piccolo Mondo” en Vía Véneto son sabrosísimas. En Nueva York los sandwiches de pastrami del Carnegie Deli en la 6ª Avenida son ricos y enormes. En Hong Kong es riquísimo el “pato laqueado” de la Tienda del Pueblo. Y así de Acapulco, Buenos Aires y de todo el mundo”.

Y están tan orgullosos de ello, que venden camisetas con hileras de “pechugas” pintadas a colores, desde las gigantescas como sandías hasta mini-limones, pasando por toronja, melón y naranja, pachiches como huevos estrellados, infladas como pelotas de beis, fut americano, basket o de plano “calcetín con canica”.

Exageraba, pero algo hay de verdad, pue me gusta la buena mesa y Cristi, mi hija, nos ha llevado en N. Orleáns y muchas otras ciudades a buenos restaurantes y bares, que vale la pena visitar.

En NOLA acostumbran la Rosca de Reyes,que en las oficinas parten cada semana, desde el 6 de enero hasta Carnaval y el que se saca el muñequito lleva la rosca la siguiente semana.Son famosos platillos el Deep Fried Turkey o Pavo frito y el “Tuck Hen” con “Oyster Stuffing”, que es una codorniz rellena de ostiones, adentro de un pato, que va en el interior de un pavo.

En nuestras varias visitas a NOLA (Nueva Orleáns) entre 1996 y 2002 como mi señora no iba a cocinar y mi hija trabajaba, desayunábamos jugo y fruta, salíamos a 59


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hecho ahí mismo, humus, falafe, kipe, pan árabe, aceitunas negras, etc.

tiendas o lugares de interés, comíamos juntos, seguíamos de paseo, regresábamos a descansar y en la noche cuando Cristi llegaba nos íbamos a cenar.

Al final de Saint Charles está “La Madeleine”, especializado en “quiches” y pastelería francesa y en frente en Carrolton el “Camellia”, de hamburguesas y las omnipresentes papas fritas, que, a diferencia de los demás restaurantes de comida, cierra tarde.

Por eso conocimos muchos restoranes desde lujosos a modestos.Uno famoso en todo E.E.U.U., es el “Commander´s Palace”, pero a nosotros nos encantaron los sabrosos platillos del elegante “Bella Luna”, ubicado en la planta alta de un edificio con bonita vista al río frente al “Vieux Marché” (viejo mercado).

Los lunes en todos los restoranes hay el típico “Bean & Rice” (Arroz con frijoles), a veces con “sausage” (salchichas), porque tras el fin de semana los refris están vacios.

También es buenísimo el “Bayonne” y afamados los de la cadena Brennan´s, como el “Dicky Brennan´s Steak House”, pero preferíamos al señorial “Mister B´s”, muy inglés. En el “Port of Call” sirven unas hamburguesas buenísimas

También comen “Andouilles” (salchichas picantes) y “tomates verdes fritos”, que en realidad son tomates rojos, sin madurar. De los restoranes de comida “Creole” y “Cajun” del “Vieux Carré” preferíamos el “Gumbo Shop” esa rica sopa espesa de mariscos, pollo o verduras; la “jambalaya” (remedo de paella); los “Etouffés” (estofados); “Blackened fish” (pescado ennegrecido) y “Crawfish” (un como langostilla o langostino chico).

.En Saint Charles hay 2 restoranes que nos agradaban, el “Bravo”, italiano, de pastas y pizzas y el “Houston´s”, de ensaladas (sobre todo el “Dip de Alcachofas” con tostadas) y jugosos y deliciosos filetes y “reb eyes” con gran papa al horno llena de “sour cream”. En el céntrico y modesto “Mother´s” hay colas por los “P.O. Boys”, larga baguette rellena de muchos y buenísimos camarones que allá son baratos, no muy caros como aquí.La carne de res se usa más en hamburguesas que en “cortes”. Hay gente que va sólo para comer “naked crabs” (jaibas desnudas o de concha blanda) y prefieren consumir camarones, ostiones y pescado (que comen los viernes de vigilia) al pollo, puerco y res, (en ese orden) pues esa zona es pesquera, no ganadera.

El Palace Café es reconocido por su “remoulade” (salsa picante) el postre “creme brulée” (crema quemada) y sus nieves rarísimas: sandía con champagne, plátano con coco, etc. Un día cruzamos el lago Ponchartrain recorriendo el “causeway”, larguísimo puente de más de 32 kms de largo, casi todo de unos cuantos metros de alto, sobre el nivel del agua, pero con varios puentes levadizos o partes altas para permitir el paso de los muchos veleros y barcos pequeños que surcan el lago.

A espaldas de la casa estaba el “Babylonne”, libanés, con sabrosísimos sandwiches de berenjenas, con pan recién

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significados: Yellow, amarillo, es “cobarde” y Blue, azul es “triste”). De este lugar dicen que han salido varios famosos artistas para la televisión.

En la otra orilla comimos en “Popeye´s” riquísimos panecitos calientes y montón de camarones empanizados. Pero sí los restoranes de N. Orleáns son famosos, mucho más alegres y animados son los repletos bares, sobre todo en el “Vieux Carré” y en especial los de la calle Bourbon. Uno muy bonito, grande y concurrido es el “Patio de las Dos Hermanas”, (Toño Trani dice que cuando él fue era “de Cinco Hermanas”, tal vez ahora ya se murieron 3).

Una bebida refrescante y típica de esa región desde la época de las “plantaciones algodoneras” del “Deep South” (sur profundo) de E.E.U.U. es el “Mint Julep”. Según el diccionario Julepe es poción de aguas destiladas, jarabes y materias medicinales. En este caso es Menta y la medicina es “bourbon” o wishky americano. Esa bebida era muy popular en los “Portales” de Veracruz donde la llamaban “menyúl” y la hacían, con hielo, azúcar y yerbabuena machacados y la servían en una copa baja con una coladerita especial de lámina de aluminio con finas perforaciones, para evitar que las ramitas entraran a la boca del bebedor.

Pero quizá el más popular y ruidoso sea el “Pat O´Brian´s”. Ahí la gente lleva el ritmo con las corcholatas o los vasos que luego compran de “souvenir” o “recuerdo”, cuyo diseño es exclusivo y se producen en la mexicana fábrica de vidrio de Monterrey.En ese bar la bebida especial es el fuerte y emborrachador “Hurricane” (Ciclón o Huracán, que era el Dios del Viento de los indios caribes, como Ehécatl era el de los aztecas).

En NOLA el Consulado de México estaba en el edificio más alto, a orillas del río, cerca del Vieux Carré y de Canal Street. En la planta más alta había un restorán con muy bonita vista, pero ya cerró y quedó funcionando sólo como bar.

Como NOLA es la mera mata de la música de negros, en las calles hay músicos que tocan algún instrumento y niños pequeños que bailan “tap” con un sentido extraordinario del ritmo, a los que, aunque no son mendigos, los paseantes les echan monedas. Como allá son expertos en mercadotecnia, afirman que el jazz se inició y se conserva la tradición en el “Preservation Hall”, casa vieja y ruinosa, que tiene un pasillo lateral de entrada, con bancas pegadas a la pared y dos cuartos siempre atiborrados de gente, que parada o sentada en el suelo, pues no hay asientos, oye a un pequeño grupo de jazz, tocar en conjunto o hacer “solos”.

Enfrente estaba el recién inaugurado casino “Harrah´s”,pues mientras aquí hablan mucho y se oponen a todo, allá actúan, construyen y hacen funcionar las cosas. A los que creen que abrir casinos en Acapulco, resolverá la falta de turismo, temo desilusionarlos, pero quizá no sea así, pues allá ya hay en muchos lados y ninguno con el éxito de Las Vegas.

También es famoso el restaurante-bar “The House of Blues” esa música lenta y tristona que igual que el sincopado jazz es típica de negros (allá los colores tienen otros

Frente a “Harra´s” está el precioso Acuario. Como en E.E.U.U nada es gratis, los adultos pagan 20 dólares por entrar y 61


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uniformes de gala o de “smoking” los civiles.

los “Senior Citizen” (mayores de 60 años), “solo” 12 y hay que pagar otro boleto para entrar al cine “IMAX”, en cuya enorme cúpula proyectan hermosísimas e impresionantes películas ilustrativas.

La música estuvo a cargo de las mejores orquestas del D.F. con internacionales como Juan García Esquivel y Ernesto Riestra, alternando con la de Chinto Ramos, lo máximo en Veracruz.

Graduación de la Falange. Finalmente arribamos a Veracruz, donde concluyó el viaje, se terminaron oficialmente nuestros estudios de la carrera y el 1° de Septiembre egresamos con el grado de Guardiamarinas, equivalente a subteniente del ejercito o primer maestre de la Armada.

En esos bailes el adorno del gran Patio de Honor fue sensacional: En 42, la diagonal de esquina a esquina era la cubierta de un acorazado y en el rincón más alejado de la entrada, se alzaba el alto puente de mando y las torres con sus enormes cañones.

Cuando se graduaron las Antigüedades 3742 y 38-43, los actos oficiales fueron lucidos y junto con su certificado de Guardiamarina les dieron uniformes, sable y la pistola 45 reglamentaria.

En 43 el poste central del patio se convirtió en una alta palmera y todo el patio era una isla tropical. En 1944, al graduarnos, nosotros decidimos no hacer baile, porque nuestro “amable” Director, aduciendo que la Escuela Naval era escuela militar y no de baile, ni para socialites ya nos había quitado las tradicionales “tertulias”, que en otros lados llaman “soirés”, tés danzantes o tardeadas, ordenó que no se dieran boletos a Cadetes y Oficiales, sino que él decidiría a quienes invitaba y a quienes no.

Al graduarse “La Falange”, no sólo no nos regalaron nada, porque Chapital ordenó que nos recogieran hasta los calzoncillos y calcetines porque eran “propiedad de la Nación” y hubiéramos salido encuerados si no hubiésemos comprado o pedido prestado lo más indispensable. Los bailes de graduación de los dos años anteriores habían sido preciosos: Los boletos de entrada fueron muy solicitados, creo que eran 4 para los cadetes y 2 para los oficiales, para que asistieran las familias y amistades más cercanas, así que el total de concurrentes debe haber andado cerca de los 1000.

Ante la absurda determinación de que no podíamos invitar a quien quisiéramos a un baile que se pagaba con lo que nos descontaba del “pre” la Sociedad de Alumnos, durante todo el año, decidimos devolver a los demás su parte y destinar la nuestra a una Cena de Gala en el “Prendes”, el mejor restaurante de Veracruz.

Aunque no se permitían bebidas alcohólicas, el ambiente era alegrísimo y bellísimo, pues asistieron las más bonitas mujeres de Veracruz y muchas otras ciudades luciendo elegantísimos y espectaculares vestidos de noche, mientras los hombres íbamos con

Desde luego que a esa cena no invitamos al Director ni al Subdirector, que también tenía lo suyo, sino que solo a los profesores, que gozaban de nuestra estimación y respeto 62


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como Arcadio Zapata “cosaco” que nos enseñó Navegación, Brañas, Abaroa, Bidart, Canals, los Ingenieros Domínguez, Camporedondo, Guillé, etc.

primer viaje al D.F. que, como aún no había carretera, fue en barco de Acapulco a Manzanillo y en tren de ahí a Guadalajara y al D.F.

Esa cena la presidió el “Jefe” Argudín, ya retirado, pero de quien teníamos gratos recuerdos como subdirector cuando ingresamos.

Desembarqué del ferrocarril en Empalme, estación pegadita a Guaymas y me presenté en el “Querétaro”, que había quedado ahí para reparar sus máquinas en el Varadero Nacional.

Con la orden de causar baja de la Heroica Escuela Naval y alta en la Comandancia General de la Armada, en el D.F. terminó nuestra vida de cadetes navales y empezó la de oficiales.

Muchos recuerdos tengo de Guaymas, el más agradable el de las guapísimas sonorenses, que en aquélla época se dividían en “clases”, pues había de “primera de primera”, “segunda”, “tercera” y “cacharpas”, que “flotaban” entre uno y otro nivel.

Cañonero “Querétaro”.

Los ricos, como los Zaragoza, los Iberri, etc. y la “buena sociedad” de Guaymas, recibían tan bien a los oficiales de la Armada que muchos de estos se casaron con distinguidas guaymenses y varios descendientes de estas llegaron a los más altos grados de la Armada, como los Almirantes Sandoval Peralta, Orozco Peralta, Lagos Arauz y no sé cuantos más.

En la C.G.A. todo el grupo de Guardiamarinas de la “Falange” recibió instrucciones de salir rumbo a Manzanillo, Colima para causar alta y embarcar en el cañonero “Querétaro”. Después cambiaron la orden, para que saliéramos a Mazatlán, en lugar de Manzanillo. Como dicen bien que “orden y contra orden, desorden”, Vivanco no se enteró y se fue a Manzanillo, donde afortunadamente para él, alcanzó al “Querétaro”, que iba para Guaymas y se embarcó en el. Yo me quedé en México para operarme de una hernia inguinal, que me salió en Cozumel, durante el último viaje de prácticas.

Los Guardiamarinas frecuentábamos el Casino Guaymense y los restaurantes “Mammys” y “Chapultepec”, este último a la orilla del mar y nos atracábamos de sabrosos ostiones, tan grandes, que colgaban por los lados de una cuchara sopera, así como de enormes y deliciosos camarones.

Como una semana después, con la herida sin cicatrizar totalmente, fui dado de alta y marché en tren, como se acostumbraba en aquella época, hasta Guaymas, Sonora.

Como el “Querétaro” estaba fondeado entre el “Morro Inglés” y el “Varadero”, salíamos francos por las tardes en las lanchas del barco que tenían una rutina u horario fijo. Pero, en las mañanas nos íbamos en los botes de remo a la “Isla de Pájaros” a la entrada de la gran bahía, para hacer nuestras prácticas de observaciones astronómicas del sol con sextante, horizonte ar-

Así, en 1944 volví a ver el tramo de ferrocarril entre Guadalajara y México, que en 1927, niño de 7 años, había recorrido con mi papá y mi hermana Tere, en mi 63


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Guardiamarinas de cubierta nos embarcaron para hacer nuestras prácticas en la mar.

tificial y cronómetro, que nos exigía nuestro instructor, el Teniente de Navío Felipe Bertrand Lara. En esas aguas abundaban las jaibas, que “fisgábamos” (arpón que hacíamos con un palo de escoba y un grueso alambre afilado en la punta). Para comerlas las hervíamos en agua de mar en una lata alcoholera, calentada con la leña varada en esa playa desierta.

Los de maquinas se quedaron reparando al “Querétaro”. Estábamos en guerra, se temía un ataque japones por Baja California y se decía que, para impedirlo, los yanquis la ocuparían.

El problema era que había que entrar al mar con tenis o botas, pues había muchas “rayas” pequeñas, de color café, que se camuflageaban aplanándose sobre la arena del fondo, que tienen una larga y aguda espina articulada en la base de la cola, que es capaz de atravesar un pie desnudo y causar dolorosas heridas.

Para evitar ambos peligros el Presidente Avila Camacho nombró Comandante de la Región del Pacífico al Gral. Lázaro Cárdenas, y, para reforzar las guarniciones de la península, el “Potosí” hizo varios viajes llevando tropas de Manzanillo a Ensenada, que embarcaban con mujeres y niños, pese al peligro de que hubiera submarinos japoneses operando frente a nuestras costas.

Varios incidentes chuscos nos sucedieron en Guaymas:

El regreso era mejor pues deportaban prostitutas de Tijuana y Ensenada y los Guardiamarinas encargados de alojarlas y cuidarlas hasta Manzanillo, se hicieron de muy “buenas amistades”.

El Comandante, Don Rodrigo Hurtado de Mendoza, “Higaditos”, como muchos Marinos de aquélla época era muy bebedor, gracioso a veces, como cuando pidió “Una cerveza, más fría que los testículos de un muerto esquimal” o cuando dijo “Anoche dormí como el tendero de la esquina” y cuando le preguntaron “¿Cómo durmió ese tendero?”, “No sé, pero supongo que muy bien”.

Dos de mis compañeros eran tan ahorrativos que les pusieron “Derroches” y “Manirroto”, pues cuando en puerto salían francos se dividían un plato de enchiladas, que costaba 75 centavos y discutían quien ponía 35 y quien 40.

Pero otras de sus ocurrencias no eran graciosas, pues si soñaba que entraba un “mal tiempo”, ordenaba despertar a los Guardiamarinas para ir a remo a fondear un pesado anclote con una “espía” (largo cabo de manila) para asegurar más al “Querétaro”, que estaba bien fondeado al abrigo de los Almagres y el Morro Inglés.

“Derroches” estaba ahorrando para casarse y en Ensenada compró una caja con 4 galones del barato vino tinto “Santo Tómas” para el banquete, pero, inexperto, lo puso sobre su ropero. Una noche, navegando, Toledo y Moctezuma sacaron sus guitarras, cantaron y se armó un alegre jolgorio en la Cámara de Guardiamarinas. Alguien se acordó del vino

Pero pronto nos fuimos, pues, al mando de Don Pablo Escobio, llegó el “Potosí”, recién reparado en Salina Cruz y a los

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Por ello comisionó A un joven Guardiamarina que un “cu...tis” le consiguió por una humilde propina.

y como el dueño iba en la “guardia del perro” (de medianoche a 4 A.M.) en el puente, se aprovechó su ausencia para birlarle un galón. Solo sería uno, pero se agotó pronto. Fueron por el 2º y luego por el 3º hasta que ya, todo mundo “bien servido”, se fue a dormir.

Otra escala fue en Pto. Cortés, I. Margarita, B.C. Sur, cuartel gral. de la 2ª Zona Naval. Ahí había poca gente y abundaban los “halcones marinos” o “gavilanes pescadores” que, por falta de presas terrestres, comen pescado, que atrapan con sus garras.

A la madrugada, terminada su guardia, “Derroches” bajó a su camarote y lo primero que dijo fue “Huele a cantina”. Se le iluminó el foquito, gritó “¡Mi vino!” y corrió a revisarlo. Sólo encontró 3 galones vacíos y 1 roto, pues alguien pretendió llenarlo con agua de mar bajándolo con un cordel por una ventila, pero en un balance el envase se estrelló contra el casco del barco, se rompió y solo subió el cuello y un pedazo de vidrio del salón que colocaron cuidadosamente dentro de su caja.

Estas aves anidan arriba de altos cactus, “órganos” o “saguaros”. Aún así se atraparon 2 polluelos ya emplumados, para mascotas de los Guardiamarinas y como esas aves rapaces tienen aspecto agresivo, ojos penetrantes y nariz ganchuda, por su parecido a nuestro ex Director, uno se llamó “Gontrán” y otro “Chapital”.

No sé si por viveza del Comandante o por buena planeación del Estado Mayor de la Armada, el “Potosí” cumplía arriesgadas “misiones de guerra”, pero hacía formidables escalas en puerto.

Siguió Ensenada, pequeño pero muy agradable. Ahí estar a bordo de un barco fondeado era incomodísimo, pues no había malecón, en la rada, amplia y abierta había altas olas de “mar de recalada” y los balances de los barcos eran muy pronunciados.

Así no sólo gozamos Guaymas, sino que siguió La Paz, que era un edén entonces: Zona de libre comercio, todo barato y mucho “amor” flotando en el ambiente, tanto que varias muchachas se embarcaron subrepticiamente de polizones en el barco.

Pero lo verdaderamente genial fue que pasamos el Carnaval en Mazatlán y Semana Santa en Acapulco.

“Derroches”, aunque próximo a casarse, consiguió “pareja” y el ingenioso Capi Toledo le dedicó unas coplas picarescas, con la música de “El hijo desobediente” que decían:

En ambos puertos esos días son de máxima afluencia turística, borracheras, alegría y abundan jovencitas bonitas dispuestas a destramparse, sobre todo con los de uniforme, que es el 3er gran alcahuete (el 1° es el dinero y el 2° el automóvil).

Un Teniente de Navío por cierto ya un poco viejo para librarse del frío necesitaba un “pellejo”.

Como un buen amigo dice: “Ninguna mujer se me resiste. Les dejo caer el rostro y ya están dadas”. -“Pero si no eres un Adonis”. – “No es el mío. El rostro que les dejo caer 65


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Gustavo Rueda Medina (que creo era de Pachuca, pero años después fue Diputado Federal por Acapulco y Costa Grande) y Luis Cortés Acosta; los Ttes. de Navío Julián Brañas Pastor, Gustavo Martínez Trejo, Alfonso Vargas García y Agustín Flores Espinoza y de Fragata Ramón Alcalá Ferrera y Lorenzo del Peón Alvarez.

es el de Lincoln o Franklin en esos apreciados billetes verdes de 100 dólares”. Examen profesional. Pero todo llega a su fin y nuestra época de Guardiamarinas embarcados y navegando terminó en abril de 1945 en Acapulco, donde desembarcamos pues recibimos órdenes de incorporarnos a la Escuela Naval en Veracruz para presentar el examen profesional necesario para ascender a Tenientes de Corbeta.

Como eran 4 calificaciones en los exámenes de teoría y 4 en los de práctica, para las 9 materias, dan un total de 72. Yo tuve un “score” perfecto, 72 dieces o sea 10 de promedio.

En incómodos camiones y por la carretera vieja, que entonces tenía miles de curvas, marchamos hacia el D.F. y al llegar a Chilpancingo nos enteramos por el radio de la muerte del Presidente Roosevelt y la subida al poder del Presidente Truman.

Me siguió, Chucho Razo con 9.75 y de ahí para abajo los demás, incluidos los 2 Sargentos 1os., el de la Naval del Golfo, mi hermano Adolfo, que fue el 4° y Carlos Avilés Rocha de la del Pacífico.

Cuando llegamos a Veracruz nos alojamos en casas de huéspedes, pues nuestro amigo Chapital seguía de Director.

El parte oficial del resultado de los exámenes ordinarios, donde consta lo anterior, lo firmaron el Instructor de Guardiamarinas, Tte. de Navío Felipe Bertrand Lara, el Director de la Escuela Naval del Golfo Cap. Nav. Gontrán J. Chapital y el Delegado de Educación Naval, Cap. Frag. Cuauhtemoc Pérez Zavala, quien años después llegó a Almirante y Oficial Mayor de Marina.

Varios tuvimos la suerte de vivir en la de Rosita Loperena, que nos consentía y nos daba de comer tan bien, que subí un kilo por semana durante el mes y medio que permanecimos con ella. Los exámenes para ascender fueron difíciles y en 9 materias: Navegación, Artillería, Estrategia Naval, Ataque y defensa de costas, Maniobra de buques, Compensación de Compases, Nociones de Estado Mayor, Criptografía y Comunicaciones Navales. La parte de teoría la sustentamos en las aulas de la Escuela Naval vieja y la de práctica a bordo de Guardacostas y Cañoneros.

Primero en la Antigüedad. Como entonces la antigüedad se otorgaba por las calificaciones obtenidas al ascender a Teniente de Corbeta, al fin quedé a la cabeza de mi antigüedad a la que, como ya he contado ingresé siendo el número 21 y en la que fui ganando lugres en el escalafón conforme ascendíamos a “Clases de Cadetes”.

Los exigentes jurados eran un Presidente, 2 Vocales y un Secretario, entre los cuales figuraban: los Capitanes de Corbeta 66


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Coatzacoalcos-Salina Cruz, principalmente para transportar carga, a través del corto y bajo Istmo de Tehuantepec.

Ese lugar, número uno, lo conservé toda mi vida. Nunca nadie me postergó y yo si fui brincando a algunos más antiguos que yo, uno y hasta dos años en la Escuela Naval. El 16 de Mayo de 1945 recibimos nuestra patente de Tenientes de Corbeta de la Armada de México y el título de ingenieros, que nos serviría para ganar durante toda la vida la “Asignación de técnico” que sólo se paga a los profesionistas titulados.

Esa línea tuvo gran éxito, pues lo que iba en barco del litoral del Atlántico al Pacífico o viceversa, ya no tenía que dar la larguísima vuelta a Sudamérica, desafiar las tormentas del Estrecho de Magallanes, el Cabo de Hornos y la Tierra de Fuego, pero había que hacer maniobras de carga y descarga en ambos puertos.

A los 9 que me seguían en antigüedad los embarcaron en buques que operaban en el Golfo de México, comisiones muy deseadas por el personal, especialmente si se trata de vivir en Veracruz, (pese a los “nortes”) porque su comida, su música, su alegría, sus cafés, su Plaza de Armas, etc. son únicos.

Por ello se proyectó tender varias vías paralelas para transportar sobre plataformas especiales, enormes cajones con agua, como diques flotantes, para llevar dentro de ellos al barco entero. Este proyecto y el activo movimiento de trenes que hubo, se vinieron abajo cuando E.E.U.U. abrió el Canal de Panamá y los barcos pudieron pasar de un océano a otro fácil y rápidamente.

Salina Cruz Pero, a pesar de ser el número uno, a mi no me dejaron en Veracruz, sino que con León Roffiel y Eugenio Villalobos me mandaron a Salina Cruz a embarcarme en el “Querétaro”, lo que me cayó de perlas, pues sienpre preferí la Costa del Pacífico a la del Golfo.

Don Porfirio también mando hacer faros, aduanas y grandes obras en varios de nuestros puertos, sobre todo en Tampico, Veracruz, Progreso, Manzanillo, Mazatlán y Guaymas.

El viaje fue en tren en la parte del Ferrocarril del Sudpacífico que la gente rebautizó como “Sudpaciencia”, al que mandó construir Don Porfirio para unir la Costa del Pacífico con la de Golfo, desde los puertos de Salina Cruz al de Coatzacoalcos, el que, en una época fue llamado “Puerto México” y familiarmente “Puerto Niguas” porque en sus médanos abundaban esos bichos que al enterrarse bajo las uñas de quienes andan descalzos originan comezón, dolor y abcesos que hay que extirpar quirúrgicamente.

En Coatzacoalcos, situado en el extremo suroeste del fondo de saco del Golfo de México y cerca de la boca del río que le dá nombre, se hicieron los rompeolas en su desembocadura y grandes malecones a lo largo de la margen o ribera oeste. En Salina Cruz, ubicado en el extremo noroeste del Golfo de Tehuantepec, además de las escolleras de la entrada, hicieron dos malecones afrontados, con un estrecho paso entre ellos, para separar el antepuerto del puerto y proteger más a este.

A fines del siglo 19 o inicios del 20, Don Porfirio hizo construir el ferrocarril 67


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llegamos Salina Cruz apenas empezaba a tener la importancia actual de ser puerto de embarque para la Cuenca del Pacífico de mucha de nuestra producción petrolera.

Sobre ellos, construyeron varias bodegas techadas, para ingentes volúmenes de carga y, en el rincón NW de la dársena, un enorme dique seco capaz de recibir, para carenar (limpiar y reparar fondos) buques de más de 100 mts de eslora (largo), más de 10 mts. de calado (obra viva bajo el agua), así como talleres de mecánica, electricidad y soldadura para reparar máquinas, tuberías, etc.

En 1945 Salina Cruz era un pueblecito casi ignorado, al que le dedicaban versos satíricos como: Cerros de arena a montones en medio un río de “...agada” una bola de “...abrones” y un viento de la “...ingada”.

No sé si sea verdad lo que dicen, de que una de las causas de la caída de Porfirio Díaz, fue que, contra la voluntad de E.E.U.U., hizo artillar varios de nuestros puertos, con grandes cañones alemanes, de los que alcancé a ver algunos:

O cáusticos como aquel otro de:

Dos, de 12 pulgadas, en el promontorio que coronaba el Faro de Salina Cruz, cuando llegué a este puerto en 1945.

Adiós Salina Cruz querido de tus playas yo me alejo vine por que estoy jodido y vuelvo si soy “...indejo”.

Otro, muy deteriorado, en el Baluarte donde estaba el Sector Naval en Mazatlán, cuando fui su Comandante en 1970.

Y es que la región de Juchitán, Ixtepec, etc. es árida, los “nortes”, se embocan como por una tobera, cruzan el Istmo, levantan nubes de polvo y pueden ser tan violentos que vuelcan autos y trailers, matando gente, en el tramo de “La Ventosa” de la carretera Panamericana.

Y el último en Acapulco, en el Fuerte de San Diego, cuya fotografía me enseñó mi amigo Carlos Retteg, en 1985, cuando fui Presidente Municipal, pues en ella figuraba su papá, el capitán Von Retteg, Comandante de esa batería.

También son locales, soplan hasta un mes seguido y son peligrosos mar afuera en el Golfo de Tehuantepec.

Primero por la Revolución y luego por el Canal de Panamá, cesó el movimiento marítimo a Salina Cruz y este decayó tanto que el antepuerto, se azolvó, al extremo de que en él no había agua sino arena y ahí jugaban béisbol y futbol.

Quizá antiguamente allá produjeran sal, pues al suroeste de Salina Cruz” sigue la bahía de “Salina Marqués”, pero hacia las bahías de Huatulco y Puerto Ángel, la costa es fértil y verde.

En los 30s o 40s lo dragaron. El dique seco volvió a trabajar. Los buques de PEMEX, Armada, cargueros y pesqueros, atracaron en la dársena interior y usaron las bodegas, pero cuando los flamantes Ttes. de corbeta

Poco estuve esa primera vez en Salina Cruz, pues pronto zarpamos hacia Acapulco, en mi primer viaje como Oficial de Navegación, 68


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se desembarcó y desapareció de mi vida para siempre, pues sé que no mucho tiempo después murió.

que es el responsable de obtener la situación geográfica exacta del buque y trazar bien los rumbos para no encallar o golpear alguno de los peligros, que hay en la mar o en la costa.

Cuando él se fue Don Serafín me mandó llamar y me dijo: “Ya oyó el concepto del Comandante saliente. Tengo criterio propio y mi opinión dependerá de su comportamiento y desempeño”.

Todo salió perfecto, máxime que en aquella época los Comandantes, precavidos, navegaban cuando menos a 10 millas náuticas (casi 20 kms.) de la costa y no como nosotros cerca de ella.

Nombrado 2º Comandante Interino del “Querétaro”.

Relevo del Comandante del “Querétaro” en Acapulco.

Pero antes de zarpar de Acapulco aconteció algo magnífico para mi: el 2° Comandante, Teniente Nadal que pidió baja de la Armada, la recibió, también se desembarcó y por ser el oficial del Cuerpo General más antiguo, quedé de 2° Comandante interino, cuando apenas tenía un mes de ser Teniente de Corbeta.

Como días antes el “Querétaro” golpeó de proa en un malecón de la dársena de Salina Cruz y se “enchuecó la nariz”, relevaron del mando a Don Rodrigo Hurtado de Mendoza y en Acapulco recibió el nuevo Comandante, Don Serafín Fernández Pizarro.

Entonces a mis obligaciones de Oficial de Navegación, se sumaron las de 2° Comandante, responsable de todo ante el Comandante, quien, como en ésa época la organización era diferente y no existían las Fuerzas Navales, a su vez lo era ante el Alto Mando, (Comandancia General de la Armada y Secretaría de Marina) y este ante el Mando Supremo, (Presidente de la República).

Terminada la ceremonia y firmada el acta de entrega-recepción, nos llamaron a los Oficiales de Cargo a la Comandancia y se nos preguntó si había alguna inconformidad o algo que agregar. Después que dijimos que no, el Comandante saliente le dijo al entrante: “Tenga mucho cuidado y no confíe en estos oficiales novatos e inexpertos. Lástima que a todos los que preparé (Portela, Abaroa, etc. a los que años después salté al ascender antes que ellos) los enviaron a estudiar aviación o a otros barcos”.

De manera enunciativa, pero no limitativa, el 2° supervisaba Artillería, Navegación, Comunicaciones, Detall, Máquinas, etc. entrada y salida de toda la correspondencia oficial, autorizaba los roles de guardia, de vacaciones, pagamento, adquisiciones, etc. Daba el cónstame a las nóminas de sueldos y demás documentos de la contabilidad, que llevaban el visto bueno del Comandante.

Eso fue como un “descontón” o bofetada sorpresiva, me sentí traicionado, me disgusté mucho y la indignación debe habérseme notado en el rostro, pues Don Rodrigo me espetó: “Y no me mire así porque está usted muy lejos de mí y nunca me alcanzará”. Tras este exabrupto nos ordenaron retirarnos, ellos platicaron un momento, luego él 69


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Para salir a navegar vigilaba el aprovisionamiento de víveres, agua, combustible, etc. y, antes de zarpar,la puesta “a son de mar”, revisando que se cerraran ventilas, puertas estancas y estuvieran bien trincadas las piezas de artillería, embarcaciones y todos los efectos susceptibles de moverse en caso de mal tiempo.

Viaje a la Baja. Cuando México fue Colonia o sea el Virreinato de la Nueva España, Loreto fue muy importante porque era la capital de las Californias, Alta y Baja. Desde esa zona, pobre y desértica, irradió la conquista cultural y religiosa. Posteriormente perdió su gran importancia, pero aun quedan vestigios de su pasado esplendor.

En la entrada o salida de puerto, atraque, fondeo, etc. su puesto era en proa y al terminar de levar, veía que la cadena estuviera estibada en la caja de ellas, el ancla bien varada en su escobén, colocadas las mordazas y trincas para evitar que un golpe de mar o “arfeada” las “filara” o “diera fondo” accidentalmente.

Ahí y en Mulegé, quedamos fondeados cerca de la costa, pues no son puertos con la amplitud ni la profundidad necesaria para el calado de nuestro buque, por lo que desembarcamos en las lanchas nadamos, recorrimos la playa y visitamos los pintorescos pueblecitos, entonces casi desconocidos, no como ahora que los visitan muchos turistas, sobre todo americanos.

Para todo eso contaba con los oficiales de cargo Contramaestres (de cubierta), Condestables (de artillería), Maquinistas, radiotelegrafistas, etc. para dar “parte” al Comandante de que la seguridad y funcionamiento de la unidad estaban listos al 100%.

En Mulegé lo que más llama la atención es lo bonito y fértil de la desembocadura del estero al mar, con abundantes palmas, de la especie que da sabrosísimos y dulces dátiles y, en el pueblo, algunas construcciones antiguas, pues fue otro de los importantes hitos históricos y religiosos de la península.

Tras permanecer en Acapulco unos cuantos días, zarpamos rumbo a Manzanillo y afortunadamente, con gran contento mío y beneplácito del Comandante, todo transcurrió sin novedad.

A donde sí entramos fue al pequeño puerto artificial de Santa Rosalía, construido en la época Porfiriana, formado y abrigado por dos cortos rompeolas o malecones de concreto.

De ahí zarpamos rumbo al norte, llevando a bordo a los cadetes de la Escuela Naval, que iban en “viaje de prácticas”, al mando del Comandante Abelardo Cerdán. Entonces, además de los puertos del Pacífico que ya conocía, fuimos a Loreto, Mulegé y Santa Rosalía, lugares a los que no volví, hasta más de 25 años después, cuando fui Comandante de la Segunda Zona Naval, que abarcaba toda la península (antiguos territorios y ahora estados de Baja California, Norte y Sur).

Ese fue el escenario de mi primera maniobra como Segundo Comandante, para atracar y acomodar el barco con cabos, debido a que en los puertos anteriores habíamos quedado fondeados, a la gira, con un ancla y dos o tres grilletes de cadena. En cambio en Santa Rosalía, el práctico metió el barco al puerto y lo acercó al 70


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En aquella época los barcos no tenía bases fijas; una Orden de Operaciones empezaba en un puerto y podía terminar en otro sin saber cuando volverían al puerto de partida o donde estuvieran la familias.

muelle, pero yo tuve que aplicar lo que sabía en teoría, y dirigir el como jalarlo con cabos “largos” a proa y popa, detener el avance o retroceso con “springs”, de sentido contrario a los “largos”, para no sobrepasar el lugar asignado y pegar bien el buque al muelle con “traveses” perpendiculares a su eslora.

Así la orden de operaciones del “Querétaro” terminó en Manzanillo donde permanecimos más de 3 meses reparando sus Calderas, pues los “tubos de agua” estaban en mal estado.

En la ciudad fuimos muy agasajados por los “cachanillas”, nativos de esa región. El pueblo es bonito y tiene dos partes separadas por un barranco o cañón: La Mesa Francia y la Mesa México.

Anécdotas chuscas de Manzanillo. Manzanillo siempre fue y creo sigue siendo, un puerto donde trataban muy bien al marino y varios altos jefes de la Armada, como los Almirantes Romero, Uribe, López Toledo, Arzamendi, etc. se casaron con guapas y simpáticas colimotas de la mejor sociedad.

Esto se debió a que tanto el pueblo, como el puerto, los originó la compañía francesa “El Boleo” que explotó, hasta prácticamente agotarlas, las ricas minas de cobre del lugar. No sé si es historia o leyenda que la iglesia, kiosco, oficinas y casas las diseñó Eiffel, (el creador de la torre de fama mundial), que las estructuras de hierro fueron fabricadas en Francia, transportadas del atlántico al pacífico vía CoatzacoalcosSalina Cruz y de ahí en barco a Santa Rosalía, su destino final.

Pero también tenía mucho de bajo nivel o populachero, p.ej. dicen que antiguamente la “zona roja” estaba próxima al rastro y que los burdeles se llamaban “El Cuajo”, “El Redaño”, etc.

De vuelta a Manzanillo. En 45 ya no estaban ahí, sino en La Pedregosa y no tenían esos folklóricos apodos sino que eran conocidos por los nombres de las “M...drotas” que eran “la Chacón”, “Lola Vidrios”, etc.

Nuestro viaje terminó en agosto cuando el “Querétaro” regresó a Manzanillo donde pronto deje de ser el 2° Comandante, pues primero causó alta, llegó y me relevó “El viejo” Alberto Carmona Gonzáles, de los de Mazatlán, un año más antiguo que yo, quien pronto causó baja de la Armada y no lo volví a ver.

Las “...utitas”, muy conocidas, salían a pasear a la calle México, (la principal), al jardín central y eran famosas “La Rompe Catres”, “La Pestañas”, “La Arrastrada”, “La Chimuela”, “La Inmortal”, (por que era coja y no podía estirar la pata) y no sé cuantas más que bailaban con los marineros y oficiales, tomaban cerveza sin fichar y hasta daban “cachuchazo” al que no tenía dinero.

Lo relevó “Cheo” Montejo, de la antigüedad 37-42 del Golfo, y a este Pascual Saavedra uno de los últimos “cosacos”, quien todavía era el 2° cuando yo causé baja del “Querétaro”, en 1946.

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cuando se cansaba de bogar, aventaba su remo al agua y yo tenía que recuperarlo. En años posteriores, esta anécdota, repetida muchas veces, “recalentaba” a nuestras esposas, porque, como dice mi señora: “Una vez es gracia, dos chocantería y tres pesadez”.

Desgraciadamente también allá había borrachos violentos y varios elementos de la Armada murieron o fueron heridos en esos lugares en “broncas” con ellos o con policías. Nuestra estancia en Manzanillo, independientemente del mucho trabajo por las reparaciones que se estaban haciendo, estuvo salpicada de vaciladas, cosas chuscas y anécdotas agradables como las que protagonizaba Doña Chuy, la lavandera.

Entre las anécdotas históricas de Manzanillo, contaban estas: Una noche el Comandante “Manario”, iba con sus oficiales, todos con sus tragos, pasaron por donde había un velorio y se metieron.

Esta era una viejita, alta, flaca y extremadamente malhablada, trataba a los Comandantes, que todos respetábamos, de “jijo de la tiznada” para arriba, porque los había conocido desde Guardiamarinas y aseguraba que uno, que llegó a Comandante General de la Armada, cuando era Teniente, todo su equipaje era un cepillo y pasta de dientes y que ella tenía que comprarle calzones, porque todo su sueldo se lo gastaba en irse de parranda.

Don Mario, prosopopéyico y autoritario ordenaba “llorar” y todos simulaban hacerlo, hasta que mandaba “forte de llorar” y callaban. Lógicamente los invitaron, no muy cordialmente, a irse y ya en la calle uno de ellos gritó: “¡Tan presumidos con su “..inche” muerto, hemos ido a mejores velorios y no nos han corrido!”. Otra la contaba el “Cachaflís”, que llegó a Comandante General de la Armada, al que, cuando era oficial, un compañero le escribió que visitara a una familia para “pedir la mano” de su novia.

Otra cosa chusca fue que invitaron a nuestro Comandante, “el viejo Serafín” y a todos sus oficiales a “un baile de 15 años”, que resultó que no era para una niña de esa edad, sino el tiempo que una “dama” tenía de ejercer “el oficio más antiguo del mundo”. Afortunadamente aún no había Sida, sino se habrían contagiado muchos, pues en puerto extraño el marino va a “cabareses” y bares, pues no conoce a nadie, sólo son accesibles las “taloneras”, el cantinero juega las copas al cubilete y las “enramadas”, París, Casablanca, etc. prosperaban y sus dueños o gerentes, como Basilio, Lupita, etc. eran conocidos y amigos de todos.

Llegó, lo recibieron y tras los saludos de rigor, dijo a lo que iba, añadiendo que su representado era un hombre de bien, caballero, magnífico oficial, etc. etc., pero el padre de la muchacha lo interrumpió diciéndole: “Ya conozco al “..abrón” de su amigo, pero a usted, ¿Quién jijos de la “...ingada” lo recomienda?”. Mencionemos otras anécdotas, éstas de Veracruz, del Jefe Uhart, ex revolucionario, que a su pistola 45, le decía “Mi morena” y era tan folklórico que, en las noches, cuando llegaba al muelle, para llamar la lancha de a bordo, les echaba de balazos.

Algo personal fue la vez que a “Chonte” Villalobos y a mí nos dejó la lancha, pues llegamos tarde al muelle, “tomamos prestada” una panga de pescador y él, borracho, 72


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En sus primeros radiogramas el Comandante González Lazcano, informaba que había intensa lluvia, gran oleaje y que estaban capeando un fuerte temporal, a la altura de Zihuatanejo.

Era ocurrente y no le hablaba a su yerno, el Tte. Carlos Carreón. Un amigo le dijo: “¿Porqué no te llevas con él? Es buen muchacho, quiere a tu hija, se casó con ella y ya tienes nietos”. -“Pero no me pidieron permiso, ni siquiera para ser novios”. -“¿Y si te lo hubieran pedido, se los habrías autorizado?”. -“¡Claro que no!.¡Lo hubiera mandado al “carajo” desde entonces!”. -“¿Ves que ellos tenían razón? Son felices y ya tienen hijos”. -“Sí, porque las mujeres son muy brutas, no tienen memoria, se olvidan de las molestias del embarazo y los dolores del parto. Si yo hubiese sido mujer hubiera sido bonita, porque fui un hombre guapo. No habría faltado un “jijo de la tal” que me enamorara, se casara conmigo, me preñara y yo pariera el primer hijo. Pero eso sí, sería el único, porque cuando el papá entrara a conocerlo le diría: “El primer hijo ya me lo hiciste a mí, el segundo se lo vas a ir a hacer a tu “..ingada madre””.

Uno o dos días después eran desesperados, pues se habían quedado al garete, sin máquinas y estaban muy cerca de la costa. El último mensaje era angustioso, y recuerdo que más o menos decía: “Probable última entrada. Se agota combustible. Ya no podremos transmitir. Estamos frente a playita, con grandes rocas en extremos. Mala visibilidad impide obtener situación”. Historia de las máquinas. En los 40s aun no se habían comprado fragatas, corbetas y 30s a mericanos y creo que la Armada sólo tenía 5 barcos muy antiguos y 14 construidos en España, a mediados de los años 30s: 1 transporte, 3 cañoneros y 10 guardacostas tipo 20.(durante la guerra civil española, los “franquistas” incautaron al inconcluso transporte “Zacatecas”, lo terminaron y allá fue el “Calvo Sotelo”).

Ciclón en Manzanillo. Ahora volvamos a Manzanillo, donde la plácida estancia del “Querétaro” se alteró, porque era temporada de ciclones y uno de ellos alcanzó en altamar, creo que al “Mazatlán”, uno de los viejos guardacostas, que en la Primera Guerra Mundial, 35 años antes, fueron trawlers o de pesca “de arrastre”, en Inglaterra.

El despliegue de la Armada de México, en 1945, creo que era: En el Golfo, el viejo cañonero “Bravo” y de los españoles el transporte “Durango”, el cañonero “Guanajuato” y varios 20s. En el Pacífico de los viejos el transporte “Progreso”, los Guardacostas: “Acapulco”, “Mazatlán” y “Guaymas” y, de los nuevos, los cañoneros “Potosí”, “Querétaro” y el resto de los 20s.

Esos eran barcos, robustos hechos para soportar las fuertes tormentas del Atlántico y del Mar del Norte, pero muy lentos, daban 2 ó 3 nudos, máximo 4 ó 5 (9 km por hora).

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Esto hizo que el único que podía salvar al Guardacosta en peligro, pues estaba cerca, aunque “fuera de servicio”, era el “Querétaro”.

el exterior de los tubos de fuego. En las modernas, las incrustaciones son menores pues usan agua evaporada, pero con el uso los tubos delgados se queman con facilidad.

Cuando se supo que había un GC en peligro, los maquinistas del “Querétaro”, bajo el Jefe Tejeda, apuraron una reparación provisional, con mangueras y todo el material “de fortuna” posible y hasta quitaron “pescantes”, usados para izar cargas menores, para hacer tapones con que sellar los “tubos de agua” de las calderas.

Ahora las unidades con reactores atómicos, en vez de calderas de combustibles fósiles y “evaporadoras” para agua potable, tienen gran permanencia en la mar y los factores limitantes son los víveres frescos y la resistencia al stress psicológico y a la claustrofobia, sobre todo en las dotaciones de submarinos que pasan meses enteros sin salir a la superficie y ver espacios libres.

Las antiguas, “escocesas”, eran grandes cilindros de hierro, de varios metros de largo y alto, que contenían agua. Tenían “boca de fuego”, “hogar” y quemaban carbón. Gruesos “tubos de humo” inmersos en el agua, conducían llamas y humo a la pared refractaria posterior y a la chimenea y producían vapor “húmedo” para las máquinas “alternativas” que movían las propelas de los buques.

Rescate del Guardacostas “Mazatlán”. En 24 horas nuestro buque quedó listo y nos hicimos a la mar. Navegamos de Manzanillo hacia Zihuatanejo, rebasamos Punta Campos y Cabeza Negra, lo más cerca posible y aunque aún llovía fuerte y había mucha marejada, logramos encontrar al GC fondeado a muy corta distancia de la costa, quizá 50 ó 100 mts. frente a la pequeña y bonita ensenadita llamada Maruata.

Las calderas “Babcock & Wilcox” fueron un adelanto. Eran tres cilindros paralelos, dos abajo y uno arriba, llenos de agua, conectados por muchos tubos delgados. Con bombas y quemadores “adhoc” emplean petróleo crudo y la mayor superficie de calentamiento de tantos tubos, produce mucho vapor, que se envía a los “recalentadores”, grupos de tubos horizontales, acomodados en el hueco que dejan los verticales, doblados ex profeso para ello.

El Comandante Fernández Pizarro me dio “chance” de aprender y practicar la maniobra de salvamento. Dos veces nos hacercamos, pero los del GC no lograron retener las delgadas “tiraderas”, hasta que a la tercera lograron “encapillar” en una “bita” el grueso cabo de manila con que les daríamos remolque. Acertadamente el Comandante Lazcano no había fondeado con un ancla y su cadena, sino un anclote con un cabo de manila, el cual “picaron” (cortaron) con un hacha dejando perder el anclote que había salvado al barco de encallar y perderse en las rocas.

Ese vapor, “recalentado” casi no tiene humedad, da más energía y no daña tanto a los “álaves” de las turbinas de vapor que mueven a los barcos actuales, más rápidos que los antiguos.

Con poca máquina avante, cuidando el remolque volvimos a Manzanillo donde quedo a salvo el guardacostas.

En las calderas escocesas un problema era las incrustaciones de sales de las aguas en 74


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En el mercado, a una cuadra de la casa, vendían los jitomates por pedazos, quitándoles lo podrido y la diversión era el cine, las cantinas, los billares y el puesto de refrescos de Chica.

Ese rescate lo describí en una edición de la revista de Marina, de ésa época con el título de “Un ejemplo a seguir”, pues nos valió el que nos ganáramos una “Mención Honorífica, por la rapidez con que se hizo la pronta reparación provisional para salir a la mar y la afortunada culminación del salvamento del Guardacosta.

Había dos hoteles grandes y viejos, el “Guasti” y el “Gambrinus”, pero la alegría se desbordaba en las típicas fiestas tehuanas con sus “calendas”, “marmotas”, “tirada de frutas” y “rociadas de mezcal” con el que bañaban a los espectadores.

El “Querétaro” volvió a Manzanillo y yo dejé de ser el 2º Comandante Accidental. Reparación del “Querétaro” y estancia en Salina Cruz.

Era espectacular ver a las “shuncas”, con trenzas enfloradas, hermosos vestidos típicos, de terciopelo, todo bordado con flores de colores vivos, cubiertas de oro, de hombros a cintura con el “chal de fleco de oro”, collares, “ahogadores” y el “3 marías”, que llega al ombligo y remata en 3 “centenarios” de cincuenta pesos oro, en los brazos varias pulseras de monedas de oro y hasta incrustaciones de oro en los dientes para lucirlas al sonreír, pero descalzas.

Ese rescate nos dió prestigio, pero se dañaron más las calderas y en noviembre se ordenó que el petrolero, “Cerro Azul”, al mando del Capitán Alatorre, remolcara al “Querétaro” a Salina Cruz para limpiarle fondos y repararlo en el dique seco y sus talleres. Previendo que mi estancia en ése puerto sería larga, renté una ala de una casa céntrica, muy amplia, que era una “u” con un jardín central y me llevé a mi familia a vivir allá.

En aquella época perduraba la costumbre de que la fiesta de casamiento durara varios días y, tras la noche de bodas exhibir la sábana ensangrentada si ella era virgen o una cazuela rota, devolver a la novia y anular el matrimonio si no lo era. Ahora sé que ya no sacan la sábana, pero nombran un “padrino de pañuelo” para que lleve éste, manchado de sangre, a los papás de la novia.

La casa tenía techo de teja y paredes de ladrillo, pero abundaban los alacranes que eran enormes (según mi señora medían más de 30 cms. o una cuarta) y, aunque eché unos a la tina de baño no se ahogaban y había que apachurrarlos.

Cerca de la casa vivían las Bahnsen, jovencitas a las que rondaban Montañés, Obregón y Roffiel, sin que ninguno llegara a “figura”, pero en los 70s, Rosi, hija de Margarita, la menor y más bonita de aquellas, se casó con Alfonso, el mayor de mis hijos.

Salina Cruz tenía una modesta y reciente terminal petrolera, pero la ciudad era pequeña, misérrima y poco poblada, aunque había ferrocarril, dique seco, los talleres de éste y las magníficas obras de puerto de la época de auge que tuvo durante el gobierno de ése gran constructor de México que fué Don Porfirio Díaz, que terminó cuando los gringos abrieron el Canal de Panamá.

Y es cosa del destino pues en 1946 éste, recién nacido, se enfermó de desnutrición, pues su irresponsable pediatra se entercó en 75


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Un trabajador muy fuerte, no subía las gradas de las esquinas y el centro del dique, sino se agarraba del gancho de la grúa de vapor que bajaba las planchas de hierro y piezas pesadas. Un día estando él en lo más alto, dió la hora de comer, cortaron la energía, antes de que pudieran girar la grúa, para ponerlo en tierra, se cansó y, como el profesor Zovek, se soltó, cayó y se mató.

darle una leche en polvo que no digería y no quiso ir a verlo cuando se agravó; el doctor Gallardo, competente médico militar, lo salvó y para cuidar al niño, mi señora usó la casa de Doña Nachita Bahnsen que vivía junto, agradecidos fuimos buenos amigos desde entonces y años después emparentamos políticamente Anécdotas de Salina Cruz.

En otra ocasión a un niño el “norte” le voló su sombrerito de petate, corrió a alcanzarlo, una racha del fuerte viento lo empujó y cayó ahí.

Durante nuestra larga estancia en Salina Cruz con el “Querétaro” fuera de servicio, en reparación y amarrado a un lado de la compuerta del dique seco, viví experiencias buenas y malas.

Una noche un buzo, joven y fuerte, se separó de su grupo, bajó una escalera central, de túnel, resbaló y a diana lo hallaron ahogado, porque cayó con la cara en la poca agua del fondo del dique.

Al principio tenía que ir y venir 2 ó 3 kms de la ciudad al dique en taxi o camión, que eran pocos, o caminar, por el atajo de un caminito polvoriento, peligroso de noche, pues había unos bloques cúbicos de concreto de 3 o 4 mts por lado, sobrantes de las obras de puerto, donde se escondían asaltantes que mataban a pedradas, no a cuchilladas ni balazos. Después me dieron una casa en una nueva colonia de la Armada, muy cercana al dique.

En cambio, como dicen que hay dos Dioses, pues hay uno que protege a los borrachos, una medianoche lluviosa el ebrio consuetudinario Chavira, tornero del “Potosí”, que estaba en seco en el dique, llegó y quiso bajar por una “escala de gato”, de varillas de hierro horizontales, pegadas a la pared casi vertical.

El puerto cobró un muerto en el carnaval: mi ayudante, el cabo derrotero, salió en una comparsa de hawaianas, dijeron que se envenenó por pintarse los labios con minio, que acalorado, se echó al agua desde el pailebot “La Paz” y nadie lo vió salir. Al día siguiente un buzo sacó el cadáver que estaba en el fondo.

Como estaban mojadas, resbaló y cayó hasta el fondo. La guardia de su barco, oyó un grito y un golpazo, bajaron a ver que era y lo encontraron acostado en el trancanil, canal como de 50 cms. por lado que recoge el agua que se filtra al dique. Yo estaba de guardia en el “Querétaro” y ví venir una “procesión” con lámparas de mano y una camilla en que traían un cuerpo. Todos creíamos que Chavira moriría antes de amanecer, pero lo único que tuvo, fueron moretones, las yemas de los dedos de las manos despellejadas y las uñas arrancadas por haber venido arañando la pared tratando de agarrarse de ella mientras caía.

El dique hondo y sin barandal debía mucho más muertes. Una vez un burro “arrecho” correteó a una burrita para “echársela al plato”. Ella se desvió al borde del dique, él encarrerado, se fue de frente y sacaron del fondo su puro costal de huesos. 76


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la época porfiriana, a las fiestas típicas de Ixtepec, Juchitán, etc.

Tras unos días de convalecencia Chavira salió franco y lo encontramos bebiendo en una de las cantinuchas del parque.

Pero ese fin de año nos fue mal porque a mediados del mismo se había enfermado mi hijo Alfonso y para que se recuperara mi señora, como casi todas las señoras, se fue a casa de su mamá que vivía en Nuevo Laredo donde era la cajera de la Agencia Aduanal de los Pasquel, primos hermanos de ella.

Le dije: “Otra vez de borracho, no aprendes, debías estar en la iglesia dando gracias y no en la cantina” y me contestó: “Nadie há sobrevivido a una caída en el dique. El viejo y muy corrido Chavira murió ahí. Este Chavira, recién nacido, es inexperto, no sabe nada y todavía tiene que aprender a beber mucho”. Y siguió emborrachándose, tan tranquilo.

Un día Doña Martha mamá de estos, fué a Laredo, visitó a mi suegra, vió a mi mujer y a mi hijo, platicó con ella, supo de donde venían, le comentó “Salina Cruz es un pueblo horrible” y, al volver al D.F., se lo dijo a sus hijos, que eran muy influyentes y Mario, sin decirnos nada, le pidió al Ing. Pawling, Sub-Secretario de Marina, encargado del despacho, que me sacara de allá.

Pero la vida en Salina Cruz también tenía ratos muy agradables, pues hicimos muchas amistades entre la sociedad tehuana y frecuentábamos su pequeño “casino”,(antes no eran “centros sociales”) donde hacían alegres bailes y festejos.

Sin saber eso, a mediados de diciembre nosotros gastamos mucho, pues para pasar el fin de año conmigo, mi esposa tomó el avión de Laredo a Veracruz y de ahí a Ixtepec.

Con los condiscípulos de La Falange: Roffiel, Villalobos y Amado formamos un grupo de matrimonios jóvenes y había otro de más antiguos en la Armada: los Roca, Valenzuela, Calderón etc.

Este era el aeropuerto más próximo a Salina Cruz, con una pista construida por los americanos durante la guerra, quienes hicieron otras en Cozumel, Clipperton, etc.

Éste último protagonizó una anécdota chusca: Un día llegó el Gral. Jara, Secretario de Marina y en la cámara del “Potosí” exhortó a los Comandantes de los cañoneros a que, con patriotismo, los pusieran pronto en servicio y Don Pedro le dijo: “Pues haga que manden las planchas de hierro que necesitan los barcos, porque las láminas de patriotismo, no les sirven para navegar”.

No pude ir por ella porque yo entraba de guardia a las 8 de la mañana de un día, desmontaba 24 hrs. después, salía franco a las 5 de la tarde y volvía a entrar a las 8 a.m. del día siguiente. Mi joven señora se las arregló sola, pues para tomar el tren de Ixtepec a Salina Cruz sufrió el estar parada entre las vías, con niños y maletas mientras las locomotoras les pasaban a ambos lados.

El chiste le costó caro, pues el General ordenó que lo relevaran del mando de inmediato.

Ayudante del Comandante General de la Armada.

Nuestro pequeño grupo de amigos hizo excursiones a puntos cercanos de interés: el ante puerto, la Ventosa, el cerro del faro donde aún estaban los grandes cañones de

Luego el 16 de diciembre, causé baja del “Querétaro” y alta en el D.F. como Ayudante del Comandante General de la Armada. 77


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diera la ubicación de cada una de las oficinas.Hecho lo anterior me dijo: “A diario acompaño al Comandante General, en su automóvil, de su casa a la Secretaría y viceversa, nos recibirás al arribo, le abrirás las puertas del coche y de su oficina, harás lo mismo para despedirnos a la salida, al terminar las labores del día y estarás siempre pendiente por si te llama”.

Nuestra despedida de Salina Cruz fue con la cena de navidad de los marinos, que organicé y para ella, con dificultad logré que una señora famosa por hacer un flan sabrosísimo, nos hiciera uno. A los postres, subí al estrado a dirigir el brindis y a 60 años de distancia aún le reclamo a mi esposa, que cuando volví se había comido su ración de flan y la mía, porque estaba riquísimo, lo fue chiquiteando, sin darse cuenta se lo acabó y yo ni lo probé.

Así lo hice al día siguiente, como el Jefe de ayudantes y el secretario del Comandante, tenían buenas oficinas, le pregunté cual sería la mía y me dijo: “Una silla al lado de la puerta”. Sintiéndome frustrado por no hacer nada en todo el día y no estando dispuesto a aceptar esa situación, ni que los dedos de las manos se me encogieran como garras de águila adaptándose al pomo de la puerta, le dije: “Mi Comandante, soy Teniente C.G., vengo de ser el Segundo Comandante y Oficial de Navegación del “Querétaro”, pronto seré Comandante de buque y me parece una humillación lo que usted me indica”. Entonces el Comandante Brañas, me dijo: “Te voy a decir la verdad, el Comodoro Comandante General, era el Director de la Escuela cuando tú entraste a primer año, él no te pidió, pues no eres ni su conocido ni de su confianza. Le ordenaron tenerte aquí y ahí te quedarás hasta que se te ordene lo contrario”.

Al día siguiente nos fuimos en camión, por Oaxaca, en una pésima carretera, de muchas curvas y en una sacudida brusca se rompieron unas ollas de mezcal que llevaba en mi talegón para regalar y todos en el autobús llegamos al D.F. apestando a borracho. Renté la planta baja de la casa de mi hermana Tina, al día siguiente me presenté a mi nueva comisión y aunque en aquella época los militares nunca teníamos vacaciones, como eran fines de año, me ordenaron volviera el dos de enero de 1947. Ese día a las 8 A.M. me presenté con el Jefe de ayudantes del Comandante General de la Armada el Comandante Julián Brañas, mi ex profesor en la Heroica Escuela Naval, reportándome listo para desempeñar mis nuevas funciones.

Arribo del Buque Escuela de la Real Armada Sueca a Veracruz..

Él me dijo que no había prisa, que me dedicara a que se registraran mis ordenes de alta en la Comandancia General de la Armada y mi certificado de último pago en el “Querétaro”, para que pudiera empezar a cobrar en la pagaduría de la C.G.A.

De eso me salvó el arribo a Veracruz, en viaje de prácticas, del Crucero “Gotland” buque escuela de la Real Armada Sueca, pues fui nombrado parte de la comisión que atendería a los marinos suecos encabezada por el Comandante Rueda Medina y el Comandante Hernández Sagarra.

Cuando terminé eso me ordenó que tomara unos días en recorrer detenidamente el viejo edificio de 8 ó 10 pisos que ocupaba la Secretaría de Marina, en la céntrica calle de Azueta, que desemboca frente al hotel “Regis”, cerca de la Alameda y me apren-

Fuimos a recibirlos a la cuatro veces heroica Veracruz y nos regresamos con la mitad de los suecos a México, en donde les tocó la 78


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inauguración de la Plaza México, en la que “Manolete” cortó la primera oreja y Luis Procuna la segunda a toros de San Mateo.

Comisionado en la UNAM Cumplida la comisión con los suecos y dada la inconformidad que expresé de ser “ayudante” incómodo, fui comisionado para hacer un curso sobre explosivos en la UNAM, en la Facultad de Ciencias Químicas, que entonces funcionaba en Tacuba.

A mí, me ordenaron llevar de Veracruz al D.F: en un tren especial a la segunda mitad de los suecos, a cuyo frente vino el 2º Comandante del barco, el Conde Hans C´son Ugla.

Entre mis recuerdos infaustos de ése año, está lo de la muerte de Manolete en España por un toro de Miura y lo poco atractivo que me resultaba vivir y estudiar en el D.F. Pero lo que son las cosas, como lo que a unos no gusta a otros sí, mi amigo Ferrer me pidió que me aguantara un poco de tiempo mientras él buscaba reemplazarme, lo que logró.

Viéndolo algo aislado pues casi todas las atenciones eran para el Comandante del barco, el Jefe de la Escuela y el Embajador, me autonombré su ayudante, lo llevé a los toros, al Hipódromo y a las grandes tiendas de entonces Liverpool, Palacio, etc. para comprar medias de seda y chocolates para su mujer, pues recién terminada la guerra eso escaseaba en Europa.

Oficial de Navegación en el “Guanajuato”

Acompañando a los suecos en una de las recepciones, el Conde Ugla (el “C´son” sustituye a Carlsson y significa “hijo de C”, inicial de Carl, que era el Jefe de la Casa Militar del Rey de Suecia) me pidió permiso para bailar con mi esposa. Viéndolos de lejos se notaba que tenían un sentido del ritmo diferente, pero que su plática era muy animada. Cuando se sentaron, le pregunté a ella de qué platicaban y me dijo: “Quien sabe, porque él hablaba en sueco y yo en español”.

Terminado el semestre en Ciencias Químicas, recibí ordenes de causar alta con fecha 1º de Octubre de 1947, en el “Guanajuato”, de base en Veracruz, en donde coincidí, entre otros, con Peimbert y Magaña de “La Falange” y Bejarano, Ortíz Castellanos y Bravo Córdova de la antigüedad siguiente a la nuestra. Esa fue una época muy agradable, pues fui el oficial de navegación titular, a veces 2º Comandante accidental y navegábamos constantemente comunicando a los puertos del sureste, que siempre me gustaron mucho, sobre todo Carmen, Campeche, Progreso (por su cercanía con Mérida), Isla Mujeres y Cozumel.

Terminada su visita, al despedirlos en Veracruz, Ugla me regaló un abre cartas, de bronce, muy bonito, con el escudo del Gotland, que aún está en mi biblioteca. Poco después en una recepción en la embajada sueca, nos condecoraron a los jefes de la comisión y a mí, por “lo mucho que hicimos a favor de las buenas relaciones entre ambos países”.

La comida era barata, los deliciosos mariscos abundaban y empezaba el auge del camarón gigante, que los camaroneros nos regalaban por cubetas enteras.

Desde entonces soy “Caballero de la Real Orden de la Espada de Suecia”, simbolizada en una cruz muy bonita, de mucha calidad.

En Isla Mujeres, había montones de caracol gigante que comíamos en filete o en coctel y la langosta del mar era como la plaga de langosta de tierra, pues marchaban por el 79


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“Mejor los llevo yo, porque mis muchachos con tal de impresionarlos y asustarlos, se van a poner a darles “machincuepas” y “pasadas” a ras de tierra y no quiero que vayan a tener un accidente”.

fondo cual ejército en columnas y por la noche, del lado del Caribe, como los ojos les brillan igual que a venados, vacas, etc., las “linterneábamos”, con el agua a la cintura, una lámpara en una mano y un guante en la otra para agarrarlas sin que nos espinaran.

Foullon era un tipazo, uno de los aviadores de leyenda de las épocas iniciales de nuestra aviación, que como Radamés, Rolando, “la liebre” Granés, el Escuadrón 201, etc. hicieron historia. Mandó sacar un bimotor, creo que B-25, del tipo con los que Doolitle hizo el primer bombardeo sobre Tokio y en él nos subimos el grupito de marinos. A mí me dijo: “Véngase de mi copiloto, mi Comandante” y me sentó a su lado en la cabina.

Los Branton en Carmen, Arceo en Campeche, Joaquín en Cozumel y muchos más de la sociedad de aquellos lugares, tuvieron muy buena amistad con nosotros. Lo que más me gustaba era llevar la navegación tan exacta, que siempre sabía el lugar preciso en que nos encontrábamos, aunque teníamos un Comandante que a veces me desconcertaba porque muy precavido, o desconfiado, ordenaba al timonel que las “guiñadas” las diera hacia fuera o cambiara el rumbo “un poquito”, alejándose de la costa, pero que no me avisara.

Despegamos e hicimos rumbo a Mujeres, entonces me dijo: “Tome los controles y vuélelo”. A mí me gustaba volar y en Veracruz con frecuencia lo hacía con mi hermano Adolfo y varios de nuestros compañeros de la aviación naval, que me daban chance de aprender a pilotear. Aquellos eran monomotores chicos y éste era un avión grande, pero me vigiló, lo hice bien y no nos caímos.

En noches de luna llena, fondeados en Isla Mujeres, admirando la quietud y belleza del paisaje, me imaginaba que así serían las islas de los mares del Pacífico sur, de las novelas de Verne y Salgari que leí en mi niñez, las que, cuando años después las conocí, me desilusionaron, porque no son tan bonitas como las nuestras.

Los demás no supieron que iban en mis manos, hasta que aterrizamos si no, no hubieran disfrutado mucho el vuelo.

Entre los gratos recuerdos de mi comisión en el “Guanajuato”, se destacan muy especialmente dos:

2).- El otro son más bien muchas vivencias del viaje de prácticas de cadetes de la Naval, que llevamos ese año a Cienfuegos, Cuba-Ciudad Trujillo, Santo Domingo-La Habana, Cuba.

1).- Un día, en Cozumel, siendo yo 2° Comandante Accidental del barco, visitamos a nuestros compañeros de la Fuerza Aérea en su campo militar para conocer sus instalaciones y la pista que hicieron los americanos para la vigilancia aérea de nuestras costas, y las de ellos, durante la recién terminada 2ª Guerra Mundial.

Viaje a Cuba-Santo Domingo-Cuba. Desde el zarpe de Veracruz navegamos con “norte” y cielo nublado, sin podernos situar por observaciones astronómicas, pero con las situaciones “marcadas” frente a Yucatán y después por “estima” rodeamos la isla de Pinos y enfilamos a Cienfuegos.

Después del recorrido, nos invitaron a “echarnos una voladita” con ellos, pero su Comandante, el General Foullon, me dijo: 80


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Atracados al muelle en el río Ozama, teníamos cerca varios sitios notables de la protohistoria de la colonización de América, que irradió de la isla “Española”, hoy Santo Domingo, a Centro, Sudamérica y, a través de Cuba, a Florida y México.

Temprano en la mañana del día que debíamos arribar por un momento el agua oscura del Caribe, cambió a azul muy claro y ví en la carta que era el pequeño y poco profundo “banco de Xagua”. Con esa situación precisa, puse rumbo a la boca del puerto. En la tarde, cuando aún no se veía la costa, el Comandante, inquieto, quería cambiar el rumbo, primero a estribor, luego a babor, pero le pedí que se esperara un rato más y me lo concedió.

Ahí estaban los árboles a los que Colón amarró sus naves, cuando llegó la primera vez; el Alcázar en ruinas, de Diego Colón, hijo del descubridor; a lo largo de la costa, el bonito paseo Roosevelt y la antigua ciudad de Santo Domingo de Guzmán.

En eso estábamos cuando efectivamente, avistamos el faro de la entrada, exactamente a “fil de roda”, sobre el caperol del asta bandera de proa y el jefe Castillo, maquinista, mucho más antiguo que yo, que iba con la escuela, me repetía: “En su vida, en su vida, vuelve ud. a hacer una recalada tan precisa, si uds. los “cubierteros” nunca saben donde se encuentran”.

Cuando visitamos la gran catedral, nos impresionó su Arzobispo, Primado de América. Era un anciano veneciano, casi ciego, delgado, no muy alto, le temblaba la quijada y le castañeteaba la dentadura, pero nos deleitó, demostrando tan gran sabiduría, que nos dejo boquiabiertos y encantados de oírlo. Nos contó la historia del país, la ciudad, su iglesia, capillas y altares, dijo que en el techo aún estaba incrustada una bala de cañón del “Golden Hind”, nave capitana del pirata Drake, que en el piso estaba la tumba de Cristóbal Colón, que también reclama Sevilla, pero que al hacer reparaciones en su catedral, los obreros escuchaban clara la voz del descubridor, que nadie sabía donde estaba enterrado, que les decía: “Acá estoy, sáquenme”.

A un costado del largo y estrecho canal de entrada a Cienfuegos, vimos el “Cayo Carenas” donde dice la tradición que los piratas varaban sus barcos para limpiarles los fondos. La grata estancia terminó pronto y poco después de reanudar el viaje fallaron las calderas, por lo que tuvimos que fondear frente a la bahía de Manzanillo, cerca de Guantánamo y Santiago para taponar los tubos que perdían y poder llegar a Santo Domingo.

Finalizó con analogías de su Catedral, Primada de América, con la de México y la entonces única Basílica de Guadalupe, de la que hizo tan minuciosa descripción de las capillas, altares, retablos y testimonios de “milagros” que ninguno de nosotros sabía tanto como él y lo más increíble fue que cuando le preguntaron cuantas veces había visitado México y La Villa, contestó: “Nunca”, pues todo lo había leído en muchos libros o se lo habían contado.

Ese país lo gobernaba con tanta mano de hierro el dictador Rafael Leonidas Trujillo, que hasta le cambió el nombre, de Santo Domingo a Ciudad Trujillo, a la primera ciudad fundada en América. Al llegar vimos una clara muestra del temor a su autoridad, ya que la multitud, que esperaba nuestro arribo, dejó un cuadro vacío en el muelle, marcado por sólo dos policías, uno en cada esquina.

Fue indispensable visitar al todopoderoso Trujillo, quien como en toda América 81


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

L´Overture, Dessalines o el Rey Cristophe que tuvo su palacio, Sans Souci, en la cima de la montaña, de cuando ellos y las fiebres derrotaron al ejército francés de Leclerc, cuñado de Napoleón o de cuando, tras la independencia dominicana de España, los dominaron, hasta que los liberó Trujillo.

latina,sobran lambiscones, sí aquí tuvimos al “Héroe del 2 de abril” o al “Jefe Máximo de la Revolución” allá lo llamaban “Jefe”,“Generalísimo”, “Benemérito”, “Benefactor”, “Padre de la Patria Nueva”, “Fundador del Nuevo Santo Domingo”, etc. En la cima de su poder todos los dominicanos lo hacían “padrino” y muchos le entregaban a sus hijas vírgenes o a sus esposas como lo narra magistralmente Vargas Llosa en su novela “La fiesta del Chivo”, llegándose al colmo de cambiar el lema de: “Dios y Trujillo” a “Trujillo y Dios”, poniéndolo antes que a Dios.

Rodeada Haití, pasando frente a Port au Prince y Gonaives, enfilamos por el canal “de la Mona”, entre las islas cubana y dominicana, para navegar frente a toda la costa norte de Cuba, orillando el legendariamente peligroso “Triángulo de las Bermudas”. Como en aquella época nuestros barcos no tenían los adelantos modernos de radar, giroscópica y mucho menos navegación inercial o por satélite, navegábamos como Colón, con la pura brújula o aguja magnética, así que en esas noches no dormí hasta que salimos con bien y llegamos sanos y salvos a La Habana.

Como en esos días él había puesto de presidente a su hermano Héctor Bienvenido, de tipo mulato, pues allá abundan los descendientes de esclavos negros traídos en la época colonial, visitamos a ambos, el verdadero y poderoso y el aparente o títere. Este nos dio una recepción en el enorme, lujoso y elegante Casino Militar, donde impresionaba que al subir la amplísima escalera central principal, toda la pared frontal del descanso, en el que había que dar vuelta para tomar los tramos laterales, la ocupaba una enorme pintura del hijo niño del dictador: “El General Ramfis, a caballo, en el bosque de Boloña, de París” (por cierto 32 años después siendo yo Comandante de la Zona Naval de Acapulco, éste me visitó cuando paso por aquí en su yate el “Angelita”, velero casi tan grande como el Cuauhtemoc).

La estancia en éste fue fenomenal, pues era la época de Batista, del auge del turismo gringo, los lujosos hoteles y casinos, los fabulosos centros nocturnos “Tropicana”, “Zombie” y muchos más y de las alegres orquestas de mujeres en los “aires libres”, que eran cafés y bares en la banqueta de enfrente del Capitolio. El juego y la prostitución eran las diversiones principales, abundaban las mujeres preciosas, jóvenes y fáciles y también la pobreza, pues muchos, niños y grandes, nos pedían “un kilito”, o sea un centavo, “una moneda de tu país”, “un daime” o “ten cents” pues el dólar era la moneda de cuño corriente y de uso legal.

Tras la corta y agradable estancia en Ciudad Trujillo reanudamos el viaje hacia La Habana, rodeando Haití, la empobrecida república negra, de habla francesa, que ocupa la parte occidental de la isla que comparte con Santo Domingo.

Los taxistas insistían en llevarnos a espectáculos pornográficos en vivo, diciendo “chico, esto sólo se puede ver en París o aquí” y es fama que los turistas, en pareja o

Qué diferencia de éste Haití con el del pasado, el de los notables caudillos Toussaint 82


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en el guardacostas “David Porter”, una corbeta, dragaminas norteamericano en la segunda guerra mundial, de la que era Comandante Ignacio “el tío” Saenz.

grupos, llenaban un cabaret para ver el show, que hasta salió en películas, de “Maciste”, un negro superdotado que desnudo, mentalizándose, sin tocarse, tenía erecciones, llegaba al orgasmo y eyaculaba al aire.

Lo más destacado en esta comisión es que fui oficial de navegación en nuestro viaje a Nueva York, el primero que hacía a ese puerto, en muchos años, un buque de nuestra Armada.

Los proletarios mexicanos, sin dinero para pagar “antros”, nos conformábamos con sentarnos en los “aires libres” a tomar refrescos, oír la música y ver pasar, luciéndose a las simpáticas y jacarandosas jóvenes, de cuerpos frondosos y espectaculares.

Dicen que fuimos a contrabandear armas, pues el nicaragüense Rogerio de la Selva, Secretario de la Presidencia y tan amigo del Lic. Alemán, que lo hizo General aquí, iba a hacer una revolución en su país para derrocar a Somoza y tomar el poder.

A todos, hombres y mujeres cubanos, les encantaba platicar con los marinos mexicanos, como nos há pasado siempre en los países de Centro y Sudamérica, que piensan que el nuestro es “un coloso”, el “hermano mayor”, el “baluarte latino”, “el que detiene al imperio norteamericano”, “nuestra primera línea de defensa”, etc.

No sé si eso fue verdad pero sí sé que desde entonces no como frijoles aguados, pues fue lo único que desayunamos, comimos y cenamos, hervidos varias veces y salados con agua de mar, durante las dos semanas de nuestro viaje de regreso.

La semana de nuestros paseos por el Malecón, el Prado, las fortalezas del Morro, la Cabaña, el cruce de la bahía para ir a Regla, arrojando una moneda al mar para que la Virgen del Cobre le conceda a uno volver, los “mojitos” y “daiquíries” de la famosa “Floridita”, etc. se terminaron demasiado pronto y volvimos a Veracruz a donde llegamos tras varios días de capear fuerte norte.

Esa dieta de frijoles “parados”, se debió a que estuvimos en New York mucho más de lo previsto, los fondos adelantados se agotaron y no hubo con qué comprar víveres para el regreso. Fuera de eso, todo el accidentado viaje fue muy instructivo. En 1er lugar era temporada de ciclones y, desde Yucatán, llevábamos uno adelante y venía otro atrás que podía alcanzarnos.

Como durante mi estancia en La Habana, nació mi hijo Adolfo, en Nuevo Laredo, en cuanto atracamos me desembarqué en uso de vacaciones, abordé un autobús ADO, transbordé en el D.F. y tras cómo 30 hrs de carretera, llegué allá cansado y afiebrado, pero feliz de ver a mi señora y conocer al nuevo miembro de la familia.

En 2º lugar eran aguas con las que no estábamos familiarizados, de intenso tráfico marítimo, mal tiempo frecuente y pasaríamos el cabo Hatteras que es un histórico “cementerio de buques”. Al final sobrepasamos todos los peligros, avistamos sin novedad el Sandy Hook a la entrada del río Hudson, embocamos el canal Ambrose, pasamos frente a la Estatua de la Libertad y atracamos en Manhattan al muelle de la U.S. Navy frente a la calle Pearl.

Comisión en el Guardacostas “David Porte”. Con ellos regresé a Veracruz y en julio 1° del 48, causé baja del “Guanajuato” y alta 83


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

robado por gangsters de una armería del ejército gringo.

Ahí se suponía que íbamos a estar dos o tres días, pero fueron semanas y aunque a diario nos poníamos a son de mar, listos para navegar, acababan dándonos las tardes francas.

Poco tiempo después, la fragata al mando del “güero” Rivas Sanz, fué a San Francisco a repetir el éxito de Nueva York, pero cuando ya iban a zarpar, atracó junto un destructor americano y su Comandante informó al nuestro que tenía orden de impedirle traerse el contrabando que había recibido. Afirman que como Rivas insistía en que cumpliría la orden que tenía de zarpar, tuvo que intervenir el Cónsul mexicano para que desembarcaran las cajas y excepto unas cuantas armas ocultas en los tanques de combustible, la fragata volvió de vacío.

Primer viaje a Nueva York. En ese, mi primer viaje a Nueva York, en 1948, visité sitios famosos: Times Square, Wall Stree, Battery Park, Brooklyn, Haarlem, Museo Nacional, Central Park, subí el Empire State, cruce túneles y puentes sobre los ríos Hudson y Este, fui al Yankee Stadium “la casa que Babe Ruth construyó” y al Polo Grounds de los Gigantes de entonces con su gran pitcher Carl Hubell, le hice al “payo”, doblando el pescuezo para ver los altos “rascacielos”, en calles donde el sol nunca llega al suelo y en un bar ví, por primera vez en mi vida, una televisión, en blanco y negro, funcionando.

Dicen que por sus tratos con los gangsters, el negro Pastor, Agregado Naval fue expulsado de E.E.U.U. No sé si todo eso es verdad, pero como sucedió hace casi sesenta años, no tiene ya ninguna importancia que sea cierto o no.

Pero como todo lo bueno termina, el final fue que, pasada una medianoche, llegaron al muelle unos trailers, desembarcaron muchas cajotas, las embarcamos y al amanecer zarpamos. A los pocos días uno de los dos motores principales, propulsores del buque, falló y como no podíamos entrar a puerto, por la carga que traíamos, para repararlo tuvimos que fondear frente a Júpiter Inlet, donde ahora está el Centro Kennedy en Cabo Cañaveral.

Otras dos aventuras en el Porter fueron en Yucatán: En una nos ordenaron revisar las salinas de Las Coloradas, en Río Lagartos, entre Yalkubú y cabo Catoche. Enfilamos al caserío. A poca máquina y sondeando constantemente, llegamos a fondear. Al desembarcar en ese lugar precioso, con la “ria”, ciénega paralela a la cabeza de la península, llena de rojos flamencos, un pescador preguntó: “¿Conocen mucho esta costa verdad? ¡Porque libraron rete bien las piedras y los bajos que hay allá enfrente!”.

Ahí con tablas, chapopote y lo que hubo a mano, se medio arregló el motor averiado y lentamente, adelantándonos a otro ciclón, cruzamos los canales de Florida y Yucatán y arribamos a Veracruz.

La otra hazaña peligrosa fue en el “banco” de Alacranes, ubicado unas 90 millas al norte de Progreso en el cual sobresale Cayo Arcas, islita plana, arenosa y de escasa vegetación.

Entregada la carga, se dijo que era para las Guardias Presidenciales y que eran bazucas, rifles semiautomáticos Garand y parque de ese armamento, secreto de exportación prohibida, que había sido

Ahí, en vez de anclar afuera del anillo coralífero, el Comandante Saénz metió el barco al fondeadero de la laguna arrecifal 84


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nes, zarpó, pese al aviso meteorológico de “norte huracanado” y el viento y la mar tormentosos dañaron al buque, despedazaron muebles, rompieron toda la vajilla, etc.

interior, al que se llega por un corto canal estrecho y poco profundo. Las situaciones que fui obteniendo, marcándome al faro y puntos de la “cresta”, que “velan” o sobresalen del mar, fueron exactas y aunque entramos cruzando los dedos, hasta pasar lo bajo, todo salió bien, pues nos hubieran procesado si nos varábamos.

Baja del “Orizaba” y alta como Profesor en la Escuela Naval Militar Mi estancia ahí fue muy breve, escasos tres meses, pues el 16 de abril de 1949, causé baja del “Orizaba” y alta ahí mismo, en Veracruz, de profesor en mi “Alma Mater”, la Escuela Naval Militar.

La isla la habitaban sólo el farero, su familia, miles de pájaros bobos que anidan en tierra y “rabihorcados” que, por sus largas alas tienen que hacerlo en el manglar y cuyos machos, inflan grandes buches de intenso rojo bermellón. (aquí a ese pájaro le decíamos “tijerilla” y, al pelícano, “garzón”).

Esa fue extraordinaria buena suerte para mí, porque no sólo pasé a una comisión honrosísima, sino que no tuve la pena de perder un barco, pues corto tiempo después el “Orizaba” se incendió, se inutilizó y tuvo que ser dado de baja del servicio.

Disfrutando la corta estancia paseamos por la blanca playa, nadamos en las claras aguas, buceamos, comimos muchos caracoles gigantes o “burros”, en filete o en coctel y en fin, confirmamos lo que es bien sabido de que “en el mar, la vida es más sabrosa”.

Así a escasos 4 años de graduarme volví a pisar las aulas del histórico plantel, ahora Profesor de Astronomía y Navegación para 4º y 5º año, finales de la carrera, materias que antiguamente impartía el Director y de las que fueron mis profesores los distinguidos oficiales Arcadio Zapata y Carlos Abaroa.

Asenso a Teniente de Fragata y nombrado 2º Comandante del “Orizaba”. El 1º de diciembre de 1948 ascendí a Teniente de Fragata y en enero 16 de 1949, causé baja de mi agradable comisión en el “Porter” y alta de 2º Comandante del transporte “Orizaba”, el que estaba arrejerado y al socaire del muro norte de Veracruz, con el que el gobierno porfiriano unió la costa firme desde La Caleta a la Punta del Soldado del arrecife de la Gallega, en el que se alza el antiquísimo Castillo de San Juan de Ulúa.

Por eso puedo presumir de que enseñé a navegar a muchos Almirantes, Secretarios, Subsecretarios, Oficiales Mayores, Comandantes Generales de la Armada, como los Peyrot, Pérez Elías, Rodrigo del Peón, Jorge Mora Pérez, Gildardo Alarcón, Tomás Ortega, que fue Embajador en Noruega, etc. Y también a otros, que se fueron a la vida civil o a la política y tuvieron éxito como Miguel Ángel Barberena, Director de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Veracruz, Subsecretario de Comunicaciones, Senador y Gobernador de Aguascalientes, Guillermo Martínez García, Gerente general nacional de Aeromexico y Gerente local de CEMEX en Tampico o Pedro Fonseca Esco-

El “Orizaba”, tan grande como los buques de nuestra Armada de entonces, fué el yate “Southern Cross” del magnate sueco Axel Wenner Green, quien dicen que, para hacer buenos negocios aquí lo regaló a la Presidencia y ésta a la Armada de México. El barco estaba en reparación porque el Comandante, recibió una orden de operario85


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bar, prestigiado profesor de matemáticas en Guadalajara y ganador dos veces del concurso de “los 64 mil pesos” por sus grandes conocimientos del béisbol mundial.

De inmediato los mandé regresarse a la escuela, pero no los acusé, pues salir, sin permiso, estaba penado con expulsión. Viajes de Prácticas como profesor.

Anécdotas como profesor de la Escuela Naval Militar.

Otros bonitos recuerdos son de los viajes de prácticas. En uno saliendo de Veracruz se descompusieron las calderas del cañonero “Guanajuato”, en el que íbamos y pasamos más de un mes fondeados frente a Antón Lizardo, donde estaban construyendo las nuevas instalaciones para la actual Escuela Naval.

Tengo muchos recuerdos gratos de ese “turno de servicio” en la Escuela Naval. (Aún no tenía el título oficial de “Heroica”). 1.-) Antes pocos tenían auto y cuando fui cadete, hasta el Director llegaba a la escuela a pie, ahora yo me bajaba del tranvía en Independencia o “principal”, caminaba a Zaragoza, Landero y Coss y Gómez Farías y como daba mi primera clase, la de navegación, a las 7 a.m., compraba en “La Sirena” 10 “gordas” por un peso y las desayunaba, con café, en la Cámara de Oficiales.

Todo ese tiempo lo pasaron mis alumnos en prácticas de bote a remo, a vela, maniobra de anclas, observaciones astronómicas a bordo y en tierra: meridianas, cálculos de latitud y longitud, situación por cruce de rectas de altura, de sol, luna, estrellas, etc. Otro viaje fué al Caribe con el mismo director, Don Álvaro Sandoval, de innegable vocación y dedicación profesional, artillero competentísimo, pero un “vinagrillo” de carácter explosivo.

2.-) Como los cadetes son ingeniosos y tratan de poner al maestro en dificultades, tuve que estudiar mucho y aprendí más de profesor que de alumno, cuando tuve 10 de calificación.

Amante de las practicas marineras, allá por Cozumel, hizo hacer, un “timón de fortuna”, para que los cadetes aprendieran a maniobrar un buque si fallan el timón eléctrico y el mecánico.

3.-) Debo haber sido un profesor muy exigente, aunque condescendiente a veces, por la influencia benéfica de mi señora, que siempre me recordaba las que pasé cuando fui cadete.

Instalado el artefacto hecho con tablas, polines y troncos y manejado con cabos, el barco dió avante y el timón improvisado se desbarató, el director se enojó, relevó al profesor de maniobra y me pasó ese cargo a mí, además del de navegación.

Una noche un grupito se escapó de la escuela, a dar “serenata” a una joven, hija de una vecina amiga nuestra y se atravesaron la calle para cantarme su arreglo de la canción “Usted”, que decía: “Usted es el culpable de todas mis angustias y todos mis quebrantos, usted lleno la lista de puros arrestados el domingo pasado, usted me desespera, me arresta y me reprueba y hasta la vida diera por perder el miedo que le tengo a usted”.

Solicitud de baja de la Armada. Días después, frente a Carmen ordenó prácticas de artillería. Estando él cerca de la boca de un cañón de 101.6 mm, el cadete a cargo del montaje disparó, la explosión 86


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y diciendo y haciendo, rompió mi oficio y me dijo “Ya puede usted retirarse”.

ensordeció y la imprudencia enfureció al director, relevó al profesor me pasó sus prácticas y tuve las de Navegación, Maniobra y Artillería.

Obedecí, pero cuando salí como la Escuela dependía militarmente de la Zona Naval, me fui a exponer lo sucedido al Comandante de ella, que era Don Gonzalo Montalvo Salazar, quien, posteriormente, llegó a Oficial Mayor de la Secretaria de Marina.

Gracias a Dios el viaje se terminó pronto, pues no había quien me relevara a mí de todos los cargos que tenía, pero antes de que llegáramos a Veracruz, sucedió algo muy desagradable.

Muy tranquilo, reposado y calmado, todo lo contrario del Comandante Sandoval, que era explosivo, me preguntó:

Un teniente de navío, profesor pero maquinista y negrito quiso ayudar dirigiendo a unos cadetes para izar un bote. Lo vió el director, que era rubio, rubicundo y “racista” detestaba la mugre y a los maquinistas que en su trabajo se ensucian mucho.

-“Si te vas de la Armada ¿A qué te vas a dedicar?”. -“No me faltará. Daré clases en la Náutica, Prepa e Ingeniería. Me embarcaré en la Mercante o en PEMEX o alguna otra cosa”. -“En todo lo que dices no saldrás de “perico perro” y mientras más viejo seas, menos consideraciones tendrás. En cambio si te quedas en la Armada, llegarás a Almirante, a la mejor hasta Secretario de Marina y nunca perderás el respeto de los demás”. -“Sí, señor, el futuro, si vivo, será mejor, pero en el presente estoy en riesgo de ir a dar a la cárcel, si me insubordino”. -“¿A ti te há ofendido el director personalmente?” -“No, señor, todo lo contrario, me trata muy bien”. -“Entonces ¿porqué sudas calenturas ajenas?”. -“Por previsión y temor a las consecuencias, señor”. -“Vete tranquilo, platicaré con el Director y como elementos como tú, le hacen falta a la Armada, te advierto que ni vuelvas a pedir tu baja, pues si no la rompe Sandoval, la rompo yo”.

Frenético, lo insultó feamente, hasta en lo personal y como yo estaba cerca, en el otro bote, me llamó para decirme: “Nunca permita que un maquinista se meta en las cosas de cubierta”. Eso me preocupó mucho, pues pensé que yo no soporto ofensas, que si me pasara lo mismo resultaría procesado y decidí, por primera vez en mi vida, pedir mi baja de la Armada. Al llegar a Veracruz hice el oficio necesario para solicitar mi retiro y lo turné por los conductos de ordenanza. Al recibirlo, el Director de la Escuela, me mandó llamar a su despacho y, firme frente a él, me volví a sentir como en aquel viejo incidente cuando era cadete, frente a Chapital. -“¿Porqué pide usted su baja?” me preguntó enojado. -“Porque me siento muy presionado por lo ocurrido”. -“Pues no tiene porqué sentirse, si es usted el oficial más novel y de los que más distinciones ha recibido”. -“Sí, pero es mejor prevenir que lamentar”. -“Pues prevéngase y, como su solicitud no tiene caso, vea lo que voy a hacer con ella”

Ahí terminó mi intento de independizarme, me reintegré a las labores de mi comisión militar y la docencia, en las que era feliz y todo marchó bien hasta principiar 1952 que

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trajo de E.E.U.U. era más bonito y lujoso que el de la misma eslora, que mandó a hacer en Carmen el Sr. Pasquel.

recibí órdenes de ir al D.F. a presentarme ante el Comandante General de la Armada. Viaje a Río de Janeiro.

2).- La peor para mí: En el “Durango” me dijeron que el 1º de mayo había habido ascensos, pero que el mío no había llegado. Preocupado, pregunté en el Estado Mayor Naval y me dijeron que mi compañero Chucho Razo, me había brincado y yo no había ascendido porque estaba en una comisión ajena al servicio. Entonces presenté mi “pliego de posterga” y a fines de junio fui citado a comparecer ante el Tribunal Superior de la Armada, que presidía Don Cuauhtémoc Pérez Zavala y era parte Don Gabriel Lagos Beltrán, que creo eran Contra o Vicealmirantes.

Así lo hice y, cuando me recibió, el Almirante Zermeño me dijo: “Don Jorge Pasquel pidió un oficial de la Armada que pueda traerle un yate desde Río de Janerio a Veracruz. Como sé que una sobrina de él es esposa de usted, hé pensado que es el indicado para ir a esa comisión. Preséntese con él e infórmele que yo lo hé mandado, accediendo a su solicitud”. Cumpliendo su orden me presenté en la oficina del Sr. Pasquel, quien me dijo: “Como eres de la familia, yerno de mi prima Ana Diestel Pasquel, cuya mamá era hermana de mi papá, conmigo te vá a ir bien. Antes de ir a Río te vas a Ciudad del Carmen, a apurar la construcción del yate de 54 pies, que me están haciendo en el astillero de Aguilera, pues quiero que el señor Presidente, Alemán, vea que tenemos magníficos carpinteros de ribera que pueden hacer barcos tan buenos como los de cualquier otro país”.

Lo único que tuve que decir fue que yo no había solicitado esa comisión ni el señor Pasquel me había pedido a mí, sino que sólo había cumplido lo que el Comandante General me había ordenado. El jurado resolvió que la superioridad debió negar lo solicitado por el político y en lugar de eso ordenó mi comisión. Por ello dispuso que se me ascendiera retroactivamente y recuperara el 1er. lugar de mi antigüedad, que gané en el examen profesional.

Al informárselo al CGA éste ordenó que el 16 de enero causara baja de la Naval, alta en el “Durango”, para efectos de pago y en febrero me fui a vivir a un hotel en Carmen, viajando frecuentemente a Veracruz, pues en el Arsenal Nacional de San Juan de Ulua, fundieron de bronce las tapa escotilla, bitas, gateras, etc.

2º Comandante del “Papaoapan”. La CGA acató el fallo, me ascendió a Tte. de Navío con fecha 1º de Mayo de 1952, pero ordenó que el 16 de julio causara baja del “Durango” y alta de 2º Comandante de la fragata “Papaloapan”. Así entregué las lanchas del Sr. Pasquel y marché, mediado julio, a mi natal Acapulco, a recibir el nuevo cargo.

Ascenso a Teniente de Navío. A fines de mayo, terminado el yate, lo navegué a Veracruz, donde me hice cargo de otras 2 lanchas rápidas más de los Pasquel. Ya en junio en “el puerto hábil y directo” tuve 2 malas noticias: 1).- El yate “Reina Rosilee” del Sr. Grossman, que mi compañero Peimbert

El Comandante era el Capitán de Navío Adonay Ortega Talango, “el cabecilla”, con el que trabajé muy a gusto el poco tiempo que estuve en su buque y le fuimos de utili88


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disfrutar mi bastante.

dad a la Armada, porque como los barcos tenían que venir al muelle de Acapulco a “hacer agua”, o sea rellenar sus tanques de agua potable, decidimos instalar un tubo para recibir agua, atracados allá en Icacos.

nuevo

mando

navegando

Baja en Manzanillo, alta en Ensenada. En enero de 53 mi barco causó baja de ahí y alta de base en Ensenada, para relevar a la Corbeta Blas Godínez, que estaba allá y como unidad más grande y con más tripulación, costaba más cara su permanencia, pues en la Baja California, las dotaciones ganaban doble sueldo por ser zona de vida cara.

En ésa época la Nación y Marina eran pobres y no había dinero para esa obra, pero aplicamos el ingenio. Aprovechamos que si bien no había agua en el muelle, a su pié pasaba la tubería que la llevaba a la casa de la playa que seguía, en la que había un letrero que decía: “Silencio. Hospital Naval” aunque decían que en realidad ahí vivía Leonora Amar, bonita artista brasileña, uno de los “amorcitos” del Presidente. Entonces quitamos una vieja y larga asta bandera, que había en la Base, la injertamos en la tubería que iba a aquella casa, se le soldaron otros tubos viejos y tuvimos agua potable a bordo.

En el viaje al norte, transportando familias de la tripulación, que se iban con ellos, ya como un buque solo y no como uno más de los 12 ó 15 de base en Manzanillo, recuerdo vividamente la responsabilidad que sentía por la comodidad de las señoras y la seguridad de los niños que por su corta edad, irresponsablemente, corrían en la pequeña cubierta. Al mismo tiempo la satisfacción del ego de ver que habíamos sido seleccionados para ésa comisión, que la navegación transcurría sin novedad y que uno a uno íbamos identificando los puntos notables de la costa y sobrepasando los peligrosos.

Como mi mamá vivía en una casa grande céntrica, frente al cuartel de bomberos que estaba a un costado del Palacio Municipal viejo, en agosto fui al D.F. para llevarme a mi familia a Acapulco. Al presentarme en la CGA, me encontré al Comandante Benigno Prieto Calderón, que me conocía pues había sido uno de mis profesores y estaba en el Estado Mayor Naval. Su respuesta a mi saludo fué: “¿Quiere usted un mando?” -“¡Claro que sí lo quiero!”, le contesté. -“Prepárese, pues ponto lo tendrá”.

Al arribo a Ensenada, José “Cheo” Montejo, Comandante de la flotilla a bordo del “30” y yo, nos presentamos a la oficina del Comandante del Sector Naval, Capitán de Navío Don Ramón Sánchez Mena, alto, grueso y bonachón, sobreviviente del hundimiento de uno de nuestros barcos petroleros del Golfo de México por un submarino alemán durante la 2ª Guerra Mundial.

Comandante del “G-30” Así el 1º de septiembre de 1952, causé baja de la “Papaloapan” y alta como Comandante del guardacostas 30, de base en Manzanillo, relevando al Comandante Dionisio Morales Luna que lo había traído de Seattle, en donde México adquirió diez de su tipo.

Buscando casa me propusieron compartir una muy grande y vieja, con las familias de “Cheo” y de mi Jefe de Máquinas, Jorge Bravo Córdova, pero antes de aceptar, conocí a Doña Alejandra Legazpi, dueña de cines, casas y un rancho en el cercano Maneadero, que me rentó un céntrico departamento, bonito y nuevo en el que

Mi familia ya no vino a Acapulco sino que nos fuimos a Manzanillo donde empecé a 89


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La 3ª era como de 15 días, a la isla de Cedros y la Zona Naval en isla Margarita, cerca del extremo sur de la península.

vivimos todo el tiempo que estuvimos en Ensenada. Ahí tuvimos una empleada domestica que hacía el aseo y ayudaba a mi señora con los niños y sobre todo nos hacía, diariamente, “tancales” de sabrosas tortillas de harina.

La vida en Ensenada era padrísima. El pueblo era pequeño y bonito. El clima formidable: solo el 5 de Mayo, un día en dos años, hizo mucho calor, el resto templado y muy raras veces frío de usar suéter, pero casi nunca abrigo.

También tuvimos la única experiencia desagradable, en nuestra vida, de que un delincuente recién contratado de marinero, en mi barco, que nos vió un “fin” irnos por carretera a San Diego, se metió a robar, se llevó la máquina de coser y otras cosas, pero no encontró la cajita donde mi señora guardaba las pocas alhajitas que tenía, porque mi hijita, pese a su corta edad, la había escondido en un closet, atrás de los zapatos.

Por ser “zona libre” los productos americanos no pagaban impuestos, eran muy baratos y los carros usados, casi regalados. Ahí, a los 32 años, Teniente de Navío, Comandante de buque, pude por primera vez en mi vida, tener automóvil, primero uno de 20 dólares para que mi señora y yo aprendiéramos a manejar bien y después dos Buick, el último casi nuevo, como de mil dólares.

La policía lo atrapó y tuvieron que internarlo, medio muerto, en el hospital, de la golpiza que merecidamente recibió.

En el primero, azul y viejito, nos fuimos con mi familia y mi cuñada hasta San Francisco. En el camino, apurado por llegar, iba yo como a 150 km/h, cuando ví por el retrovisor, por 1ª vez en mi vida, unas luces, azules y rojas, en un carro que venía atrás de mi. Le dije a mi cuñada, que residía en Nuevo Laredo: -“¡Mira que raras luces las de ese coche!” Y me contestó: “¡Párate, que ya te agarró la policía!”

En ésa época, empezaban las obras, para evitar a los buques los fuertes bandazos que, fondeados, sufrían por la mar de recalada, que casi siempre había en la abierta bahía de Todos Santos, pero el tramo inicial de Malecón, que ya había, protegía el rincón y el pequeño muelle de madera al que arrejeraba yo al “G-30”. Cada mes salíamos de Ensenada a navegar cumpliendo 2 ordenes de operaciones cortas y una larga, para comunicar y aprovisionar los destacamentos navales en aquellas de nuestras islas, que están situadas frente a la costa oeste de Baja California. La 1ª duraba 2 ó 3 días y era al norte a las cercanas Coronados, que están un poquito al sur de la línea divisoria con E.E.U.U. desde las cuales, en días claros, se vé hasta San Diego.

Me orillé, me detuve y vino un parsimonioso agente de tránsito, que me dijo en inglés: “Sus papeles, por favor”. Le dí mi licencia y mi credencial de la Armada de México. -“¡Ah!, Armada. Yo hice mi servicio en la U.S. Navy”. -“Yo soy Comandante de buque y estoy de base en Ensenada” -“Qué bueno. ¿Y a quien de todos éstos quieres matar?”

La 2ª era como de una semana, a la isla Guadalupe, que está al suroeste y bastante más distante.

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Texas, por Calexico, Yuma, la Mesilla, el Paso, etc. sin descansar, deteniéndonos sólo a lo indispensable: poner gasolina, comer algo, tomar agua e ir al baño.

-“A ninguno”. -“Pues no parece, el límite son 50 millas y vas a más de cien”. -“No me dí cuenta, quizá por la emoción de estar ya cerca”. -“Pues si sigues corriendo así, no vas a llegar. Te voy a dejar ir por que eres de la Armada, pero te reportaré a la siguiente estación y si te excedes te detendrán y multarán, pues estamos tratando de ahorrar gasolina y la velocidad límite, tiene que respetarse”.

De regreso a Ensenada. Vivíamos tan bien en Ensenada que no sólo yo, mi segundo y mi jefe de máquinas sino varios oficiales, sargentos y marineros, tenían automóvil y buena comida y ropa americana. A mis hijos les encantaba ir en automóvil “a correr el vado”, en el Estero del Gallo, camino al sur, pero todavía dentro de la ciudad, porque aceleraba yo mucho y el carro saltaba varios metros en el aire al entrar al vado.

Y aprendí bien la lección. Nunca más en mi vida me ha vuelto a detener la policía a pesar de lo mucho que hé manejado en casi todos los estados de la unión americana y en España, Francia, Alemania, Inglaterra, Austria, Suiza, Checoeslovaquia, Yugoslavia, Italia, Grecia, Turquía, Egipto, Marruecos, India, Japón, etc.

A veces íbamos más al sur, a Maneadero a cazar conejos, con mi rifle 22, de mira telescópica, aprovechando mi buena puntería y la ventaja que me daba tirarles desde arriba de las terrazas que tienen fuertes desniveles, pues sus filos no se han erosionado y redondeado ya que la península es relativamente nueva.

Primer viaje a San Francisco. En aquel mi primer viaje a San Francisco recorrimos los puntos históricos como la Misión Guadalupe alrededor de la que se originó la ciudad, el Embarcadero y la legendaria Barbary Coast, donde se raptaban a los borrachos para completar la tripulación de los barcos, el puente Golden Gate, obra maestra de ingeniería y símbolo de esa gran bahía y el larguísimo de Oakland, las islas Tiburón, Yerbabuena y Alcatraz, famosísimo penal, del que nadie podía escapar por las fuertes corrientes y el agua helada, Muir woods, con sus sequoias gigantes, milenarias, Twin peaks, Market Street,Top of the Mark, Coit Tower, Russian Hill, China Town, North Beach, Cannery Row, subimos al tranvía de cable, etc. etc.

Aunque ya había acabado la época de los “vaporinos” y los acapulqueños ya no se embarcaban para ir al doctor o al dentista a Los Ángeles o San Francisco, todavía no había temor al terrorismo ni miles de “ilegales” que quisieran pasar a E.E.U.U. Por eso en la frontera sólo había 2 ó 3 carriles con casetas de migración y aduana, pero el cruce era rápido y fácil, no había restricciones y yo pasaba con solo mostrar mi credencial de la Armada, sin necesitar pasaporte ni visas y los domingos que no navegaba, acostumbrábamos llevar a los niños a recorrer San Diego y a visitar el bello parque Balboa y su famoso zoológico.

Otro largo viaje de esa época fue en el último y casi nuevo Buick, verde, en que recorrimos de un tirón, en más de 24 hrs, los casi 3 mil km de frontera desde Tijuana hasta Laredo, cruzando Arizona, New México,

Mi jefe de máquinas, que era medio maniático, decía que a él no le gustaba Ensenada y menos E.E.U.U., porque el 91


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barranco que daba hasta el mar y no sé como salieron de ese carro sus ocupantes.

pescado sabía a yodo, el pollo a pescado y la carne a trapo, pero todo eso era falso, pues en realidad la comida era buena.

Los Hussong eran los ricos de Ensenada. Walter, buen amigo mío, era dueño de la agencia de Cadilac, Chevrolet y Buick, de la que era gerente Don Genaro Góngora, quien me vendió mis 2 carros y creo es papá del actual ministro y ex presidente de la Suprema Corte de Justicia, tenía ferretería con artículos de pesca, tenía ranchos y cultivaba chile en San Quintín, en donde tenía grandes instalaciones para secarlo, etc.

Nosotros a menudo íbamos al norte, a Tijuana, a cenar pollos rostizados frente al frontón, (como eran chiquitos yo me comía uno entero y a veces uno y medio) o comer muy buenas paella o fabada, en “Zulaika”, restoran de un pelotari retirado, donde, para empezar, daban bolillos calientes con queso azul, riquísimos. A veces nos íbamos hasta San Diego a comer unos enormes y gordos “rib eyes” en el hotel U.S. Grant o unos “Wellington”, deliciosos filetes envueltos en paté de foie y horneados en pasta de hojaldre, en el restoran “Ten Downing”, nombrado así por la dirección del Primer Ministro inglés en Londres.

Para que la estancia en Ensenada fuera instructiva, hice que mis pequeños hijos, conocieran la historia de la Alta California que se perdió, por la ambición gringa y por malos mexicanos como aquella mujer alborotadora, que dió el grito de independencia de la “República del Oso” que luego se anexó a la Unión Americana y ahora es uno de los estados más ricos de ésta.

En Ensenada había restoranes excepcionales, como “El Rey Sol”, de sabrosísima comida francesa aún no se usaba comer la langosta con frijoles y tortillas de harina, pero ésta y el abulón eran baratos en todos lados.

Para eso, visitábamos los lugares de interés histórico como la antigua Misión de San Diego de Alcalá, que originó el actualmente céntrico “Old San Diego”, el puerto inicial en otro estero, la “Casa de Ramona”, la del “gobernador Pío Pico”, etc.

El bar “Hussong” era de típico estilo “Far West”, piso de madera, larga barra, paredes con espejos y cabezas de venado y es donde más borrachos juntos he visto en mi vida, pues a la regata anual San Diego-Ensenada, venían cientos de yates y casi todos sus tripulantes iban a esa cantina a beber, bailar sobre la barra y las mesas, cantar, gritar y al amanecer había un gigantesco cerro de botellas vacias en el patio y muchos gringos “ebrios caídos” tirados en la banqueta “durmiendo la mona”.

También íbamos al nuevo puerto, a las Puntas Loma, Lengua, Coronados y les explicaba que Cabrillo, para nosotros casi desconocido, allá es muy importante por ser el navegante que descubrió San Diego y por sistema dan más importancia a los marinos portugueses como él o Vasco de Gama, Italianos como Colón, Americo Vespucio, Caboto o Verrazzano que a los españoles.

Pero no sólo bebían en la regata, sino los fines de semana y en la carretera TijuanaEnsenada había frecuentes accidentes, entre ellos el más raro que hé visto en mi vida, de un carro que se quedó parado verticalmente, sobre el cofre y la defensa, balanceándose peligrosamente a la orilla de un gran

Para restarle mérito a estos no mencionan a Juan de la Cosa, autor del primer mapamundi, ni a Grijalva, Yáñes Pinzón, etc. y dicen que Magallanes, que murió sin completarla, fue el primero que dió la vuelta al mundo, cuando en realidad fue Elcano. 92


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sur de la isla y me reportaron que los motores estaban desbielados.

Fallece Doña Adela Alcaraz. En Ensenada me tocó vivir días amargos cuando murió mi mamá y, por andar yo navegando, no pude estar con ella ni a la hora de su muerte, ni en su entierro, a diferencia de la de mi papá, diez años antes, que sí pude estar en ambos eventos.

Lo informé por radio a la CGA y enviaron otro “G” que nos remolcó a Ensenada, donde con el ingenio mexicano, en vez de poner piezas nuevas, como los gringos, con una “muñeca” de lija, hechiza, rebajaron los muñones dañados de los cigueñales y les ajustaron y asentaron nuevos cojinetes.

En esos días el Comandante del Sector, había sufrido un ataque al corazón y, mientras se reponía, Montejo se desembarcó y quedó de Comandante Accidental.

Después de las pruebas indispensables, sobre amarras y en la mar, nos reportamos listos para navegar y reanudar el servicio.

A fines de abril o inicios de mayo, salí a navegar hasta isla Margarita y ví en las cabezas de los diarios que Stalin agonizaba.

De regreso a Manzanillo. A principios de 1954, enviaron otro Guardacosta, al mando de mi compañero de antigüedad Mucharraz, a relevar al “30” y me ordenaron cambiarnos de base, a Manzanillo.

De regreso, cuando aún faltaban varios días para llegar, recibí un radiograma oficial diciéndome que mi mamá estaba grave. Aumenté la velocidad del buque al límite y pedí permiso para volar de Tijuana al D.F. a mi arribo, pero mi corazón dio un vuelco, cuando al estar maniobrando para atracar mi barco, ví en el muelle a mi señora y mis hijos, ella vestida toda de negro. Cuando salté a tierra se me abrazó llorando y me dijo que mi mamá había muerto el 10 de mayo, cuando yo andaba en la mar y la habían enterrado 2 días antes de que yo llegara.

El viaje al sur transcurrió sin novedad, con viento y mar a favor. Al arribar al nuevo destino, alojé a mi familia en el mejor hotel de la ciudad que estaba frente al Jardín Principal y era el “Foreign” de mi buen amigo, el Capitán Cordera, papá del entonces niño y después famoso izquierdista y comentarista de TV Rolando Cordera, que quería que su papá repartiera su riqueza a los pobres.

“Cheo” me explicó que no me lo habían informado por radio para no abrumarme con la imposibilidad de llegar, cuando menos al entierro, como yo hubiera querido.

Colima tiene mucha similitudes con Guerrero, entre ellas la abundancia de coco, limón agrio, tuba, etc. y los cocos tienen tanta agua que con uno llenan más de una jarra grande y la hacen más rica agregándole hielo y un poco de jugo de limón.

Termina nuestra estancia en Ensenada. El final de nuestra base en Ensenada, llegó demasiado pronto, pues a fines de año, en otro viaje, al zarpar de isla Guadalupe, noté que el barco vibraba demasiado y el Jefe de Máquinas me informó que ambos motores principales estaban fallando. Dí la ciaboga, regresé a fondear en Melpómene Cove, al

Por eso recién llegados casi todas las tardes, cruzábamos la calle para ir al kiosco a tomar agua de coco y me llamó la atención que no los abren a machetazos sino con un 93


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frente de nuestros balcones y ya cansado Adolfo de 6 años le dijo: “Síguele, que al fin aquí tienes a tus esclavitos”.

como sacacorchos, de fierro que atornillan fácilmente por uno de los ojos del coco. Traje uno de ésos de muestra a Acapulco, pero no logré convencer a mis paisanos que eran mejores que el machete.

Otra: La iglesia estaba a una cuadra, el campanario a la altura del departamento y, cuando repicaban recio, nos ensordecían. Un día dije: “Voy a tumbar esas torres a cañonazos”, mi mujer lo tomó en serio y se preocupó mucho por el lío en que me iba a meter.

Tampoco gustó aquí una varilla con punta en hoja de peral, que traje de Guaymas para abrir fácilmente los ostiones, palanqueando su tapa y no despedazándola a golpes de cincel o de martillo, que llena la carne de polvo y trozos de concha.

A la vuelta de la esquina, cruzando la México, estaba el super “La Negrita”, de nuestro amigo Juan Auir. Un día mi mujer mandó a mi hijo Alfonso a traer azúcar y trajo avena. Lo regresó, volvió a traer avena y a la tercera vez le salió con que: “Ya sé que quieres azúcar, pero yo quiero avena”. Desde entonces “yo quiero avena” es signo de obstinación o terquedad para nosotros.

Sólo unos días estuvimos en el “Foreign”, pues Don Pancho Moreno, rico dueño del otro buen hotel, el “México”, me rentó un departamento nuevo en planta alta, de un edificio que acababa de construir y recién inauguró en la calle transversal frente a su hotel, que también estaba a 3 ó 4 calles del Malecón. Anécdotas de Manzanillo.

Los alacranes de Manzanillo. Manzanillo es, como Acapulco, ciudad sobre cerros alrededor de la bahía. Un día íbamos caminando por la México y poco antes de llegar a la tienda de las “chorritos de atole”, muchachas que tenían las piernas muy flacas, me detuve a ver un alacrán que bajaba la pared de una escuela. Un carro vacío, que estaba estacionado en una calle empinada, que se cerraba en la México, se vino sin frenos y se estrelló en la pared, centímetros adelante de mi. Si no me detengo a ver el alacrán, nos mata.

De ese hotel recuerdo un par de anécdotas: Una bonita joven, hija de Don Pancho, era novia de un futbolista argentino y cuando ella se reía fuerte o hacía algún aspaviento, él le decía, con su dejo típico: “Calidá... Estelita... calidá”. La otra fue que en navidad o fin de año uno que dijeron era charro jaliciense, del Grullo, se emborrachó, tuvo un problema con un mesero que no quería llevarle más de beber, lo mató, se subió a la azotea, cazó, hirió o mató a varios transeúntes y sostuvo largo tiroteo con la policía hasta que uno de estos lo mató. Algunas anécdotas familiares, de nuestra estancia en Manzanillo fueron graciosas y otras no tanto.

El veneno del alacrán de Manzanillo es mortal y enseñamos a los hijos a tomar precauciones para que no les picaran, tales como no meter la mano en ningún lugar sin antes ver que no hubiera alguno ahí y sacudir sus zapatos y ropa antes de ponérselos.

Una: Cuando ocupamos el departamento, mi mujer puso a nuestros hijos a rellenar de tierra unas jardineras que adornaban el

También los instruimos que si un alacrán picaba a alguno, no perdieran tiempo buscándonos, sino que el picado y otro se fueran 94


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Trilingüe, fue la única mexicana en el “pool” de francés en la conferencia de energía atómica que hubo en México hace años y nadie creía que una mexicana hablara francés tan perfectamente, pero se lo debe a sus estudios de filología y fonética en Francia.

rápido a la Cruz Roja y el tercero fuera a avisarnos. Eso nos dio un buen susto, pues una noche estábamos en el cine, llegaron 2 de los niños a buscarnos y mi mujer y yo, asustados, sin preguntar nada, nos salimos corriendo y resultó que no nos buscaban por algún piquete de alacrán, sino que venían a quejarse de que el otro hermano no los dejaba dormir.

Entró a trabajar en Relaciones Exteriores, ha estado en las Embajadas en Tokio, Japón; Canberra, Australia; Río de Janeiro y Brasilia en Brasil; en los Consulados en Toronto, Canadá; Chicago y Nueva Orleáns, E.E.U.U. y ahora es la Coordinadora Administrativa de la Embajada de México en Budapest, Hungría.

Lo malo de enseñarles eso es que, como dicen ahora, los “traumamos” y después, en Acapulco cuando les inyectaron la vacuna polivalente Adolfo, de 6 años, me dijo: “Mejor ni hubiéramos existido, si no se muere uno de piquete de alacrán, se muere de tétanos”.

Volviendo a Manzanillo. En lo referente a mi profesión, Manzanillo fue pródigo para mí y muchos de mis colegas.Los demás “G”, también de base ahí, estaban casi todos al mando de compañeros de “La Falange”: Hirám Toledo, Elías Robles, Villalobos, Borda, Maupomé, Razo, etc.

Mi hija Cristi Las escuelas de primaria de Manzanillo tenían un alto nivel educativo y enseñaban muy bien a los niños, tanto que cuando posteriormente nos cambiaron a Acapulco, mis hijos enseñaban a sus compañeritos, sobre todo explicándoles las matemáticas.

La competencia era amistosa, pero grande, pues todos nos esforzábamos en que nuestro buque fuera el mejor presentado, mejor pintado, el que tenían todos los aparatos en funciones, más luces, mejores toldos, más bonita pasarela, pangas, botes, lanchas, etc. y saliera a navegar en más ordenes de operaciones.

En la ceremonia del 16 de Septiembre, un joven se me acercó y me dijo: “Comandante, soy Aquíleo Díaz Virgen y no vengo a pedirle nada, sólo a decirle que soy profesor de su hija Cristina. Cuídela, es una inteligencia privilegiada, es de los niños que justifican ser profesor. Apenas voy a la mitad de una explicación, ya ella entendió todo y no hay necesidad de repetirle nada, impúlsela”. Tengo entendido que ese profesor, al que nunca volví a ver, unos años después fue Presidente Municipal de Manzanillo.

Creo que por primera vez en nuestra historia, se hacían ejercicios y prácticas con tantos buques, pues a toda la flotilla a veces se agregaban corbetas y fragatas. En unas maniobras el supuesto era que Baja California se había “volteado” y su flota podía interferir el tráfico marítimo y atacar nuestros puertos de la costa continental.

Cristi aprendió inglés en México, lo perfeccionó en E.E.U.U., cuando vivimos allá; estudió francés, en la Sorbonne en París y creo há hecho cursos de portugués, ruso y alemán. 95


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porque fué 2º contramaestre embarcado en el “Guanajuato” en el que yo había sido Segundo Comandante.

La flota leal, zarpó al mando del Almirante Vázquez del Mercado, que años después fue Secretario de Marina y antes de que ellos pudieran lograr su objetivo los interceptamos en el Mar de Cortés entre Los Cabos y Mazatlán y supuestamente los destruimos.

Al mando de mi escuadrilla tuve experiencias agradables: Una vez, cumpliendo órdenes, lleve mi barco a Puerto Vallarta, que en aquel entonces era un pequeño pueblito y aún no tenía el magnífico puerto interior que le construyeron, dragando la barra del cercano estero de “Boca de Tomates”.

En otras maniobras, cerca de Manzanillo, tuvo el mando el Almirante Romero, quien llegó a Comte. Gral. de la Armada y único Almirante en el activo, pero no fué Secretario de Marina, pues Echeverría nombró a Bravo, llamándolo del retiro.

Aniversario de Bahía de Banderas.

No es presunción, pero mi “G-30”, con su escudo del “Súper Ratón” en la chimenea y su lema “chiquito, pero picoso”, era de los mejor presentados y que más navegaba.

Como la enorme Bahía de Banderas es acantilada y muy profunda hasta muy cerca de la playa, había que atinarle a un bajo que estaba frente al pueblo y era el único lugar en el que se podía fondear, pues, si no era en él, podía uno “filar” toda la cadena y el ancla aún quedaba “a la pendura”, no hacía presa en el fondo y el buque no quedaba fondeado seguramente. Luego, para desembarcar, había que usar las canoas de los lugareños conocedores, que desafiaban olas tan fuertes como las de Pié de la Cuesta y las “corrían”, como en Hawai.

Por ello y mi antigüedad, el 1º de julio de 1954, fui nombrado Comandante de la 4ª Escuadrilla (4 buques) de la 3ª flotilla del Pacífico, (9 buques tipo “30”). En Manzanillo me tocó ver un hito histórico, cuando Don Mario Rodríguez Malpica Comandante de la Zona Naval, rompió precedentes y ascendió a Almirante, 3 estrellas, equivalente a Divisionario, pues antiguamente el máximo o “grado tope”, en la Armada, era Vicealmirante, 2 estrellas o sea General de Brigada.

El regreso a bordo era aún más riesgoso y amedrantador con el oleaje en contra, pero, jóvenes aún, lo hicimos. Con el nuevo puerto, todo eso debe haber pasado a la historia.

También, poco después, me tocó firmar la carta de protesta de todos los oficiales, cuando Don Mario, ya Comandante General de la Armada fue relevado injustamente del mando por el hundimiento del remolcador “Río Blanco” que mandaba mi ex condiscípulo, 2 años más antiguo que yo, “El Charro” Reyes Pérez.

Aquella vez, creo era aniversario de la fundación de la ciudad, entre los festejos en que participamos hubo un encuentro de básquetbol de un equipo nuestro contra uno de porteños. Para mí fue “el canto del cisne”, la última ocasión en que jugué, no por diversión o entrenamiento, sino por competencia.

A Inocencio Tagano Aguirre, único sobreviviente de esa tragedia que se salvó aferrado a un salvavidas, o trozo de madera, un par de días, hasta que el mar lo arrojó a la playa, cerca de Alvarado, lo conocí

Lógicamente todo el público estaba a favor de los suyos y en contra nuestra, por lo que, cuando salimos a la cancha y empezamos a 96


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puertos aledaños, en campañas de 2 ó 3 años, dando la larguísima vuelta, alrededor del Cabo de Hornos o Estrecho de Magallanes, a arponear ballenas en aguas de la Baja California, lo que los novohispanos no hacían.

calentar, empezaron a burlarse de mí, gritándome: “saquen a ése viejo” (tenía yo 35 años), “saquen a ese calvo” o “abuelito, donde dejaste tus muletas”, “te vas a descuajaringar”, etc. etc. Pero el juego inició y yo, de centro delantero, empecé a entrar con facilidad y a anotar canasta tras canasta, por lo que los gritos se cambiaron a “párenlo”, “no lo dejen que agarre la bola”, “péguenle”, “mátenlo”, “ay, ay, ay cuídenlo, no lo dejen”, etc.

Como ésos cetáceos vienen desde el Polo Norte a parir a las grandes y abrigadas bahías de la península, cuyas aguas bajas, frías y con canales sinuosos, son apropiadas para el nacimiento, enseñanza y aprendizaje de sus crías, México declaró nuestras costas y mar patrimonial, un “santuario” para ellas. Gracias a eso los balleneros japoneses, noruegos o rusos ya no vienen a matarlas aquí y ya no están en peligro de extinción.

En la noche en el baile, los tragos abundaron y en la madrugada zarpamos, así que nada más puse rumbo a Cabo Corrientes y me adormilé, parado, en el socaire de babor del puente de mando. Me sacó del sopor el serviola, que, desde lo alto gritaba: “piedras a proa, estamos en un bajo, estamos entre puras piedras”. Medio dormido, temí haberme equivocado y trazado mal el rumbo, por lo que ordené “toda la caña a estribor” para alejarme de tierra, e, inmediatamente “para las máquinas”.

El atún, especie altamente migratoria, es otro caso. Aflora cerca de las islas Galápagos, corre superficialmente en grandes cardúmenes frente a las costas de Centroamérica y sur de México y se sumerge cerca de nuestras islas del archipiélago de Revillagigedo, para reproducirse y reiniciar el ciclo.

De nuevo a Manzanillo.

Los barcos atuneros americanos, de las grandes flotas como la de “Chicken of the sea” (pollo del mar) y otras, vienen al sur, a pescarlo durante ese recorrido para enlatarlo en las grandes fábricas empacadoras de San Diego y otros puertos.Como nosotros no tenemos la cultura de comer pescado y menos enlatado, no tenemos empacadoras en el sur y sólo en el norte del país Sonora, Sinaloa y Baja California.

Después me asomé por la borda y ví que, efectivamente, estábamos sobre grandes manchas negras. Pero el barco seguía avante, con la pura estrepada, navegando velozmente, sin sentirse ningún golpe ni oir ningún ruido y, fijándonos bien, vimos que las manchas se movían. Y es que resultó que no eran piedras, sino cientos de mantarrayas nadando a media agua y lejos de la costa, por lo que volvimos a dar avante, retomamos el rumbo y, a velocidad de crucero, continuamos el viaje hasta nuestra base en Manzanillo.

El deseo de eliminar competidores comerciales explica el tramposo boicot americano al atún pescado por mexicanos, con el pretexto de que al atrapar el atún matan a muchos defines y exigen que las latas lleven el letrero de “Dolphin safe”.

Esta no es la única ocasión que pude comprobar que la riqueza ictícola de México es y siempre há sido, enorme.Baste señalar que en los 1700 y 1800, los balleneros de la Nueva Inglaterra venían desde Boston y

Es mentira que eso suceda, pues las redes de bolsa que usan ahora tienen artificios 97


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de costa, reconociendo las bahías de Chamela, Navidad, Tenacatita y las hoy famosas playas de Careyes, Mismaloya, etc. hasta cabo Corrientes.

especiales para que las toninas escapen y hasta buzos usan para ponerlos a salvo. Tiburones y picudos (pez espada, marlin, vela, etc.) también abundan en nuestra zona económica exclusiva.

Cerca de éste se encuentra una piedra que sobresale del mar varios metros y era peligrosa para la navegación. Se llama “La Corbeteña” y está en la ruta que siguen los barcos.

Como hace más de veinte años estoy retirado del servicio activo y hace mucho que no navego, no lo sé bien, pero creo que ya no vienen tanto japoneses y rusos, que antes cruzaban todo el pacífico para pescarlos frente a nuestras costas.

Cuando mi compañero Muñoz de Cote estuvo en faros y creo el director era el Almirante del Peón, instalaron una baliza luminosa en la cima de la piedra para hacer bien visible ese peligro. En esa ocasión, me tiré por fuera de “La Corbeteña” y después al oeste del archipiélago de las islas Marías.

Para ello tendían larguísimas “cimbras” de varios kilómetros de largo, que son una cuerda, con boyas y banderolas, sostenida por flotadores, de la que cuelgan a cortos intervalos anzuelos cebados en los que se traban los animales y que se recupera a bordo mediante winches, porque todo ese largo sistema pesa mucho.

Al amanecer, el mar era un plato, ni una olita rizaba la superficie y parecía que el “30” navegaba por un gran campo empedrado. Eran cientos de caguamas, algunas apareándose, otras flotando plácidamente, con sus carapachos secos y brillantes. Paré máquinas, mandé arriar el bote, embarcaron 2 bogas y el patrón y empezaron a agarrar tortugas para batir el record. Al llegar a 25 detuve la captura, se izó el bote y reanudamos el viaje con el gran cilindro metálico, reducto de popa de la ametralladora doble de 40 milímetros, lleno de quelonios.

A la amenaza que para muchas especies significa ese arte de pesca, avanzada, pero dañina, se suman redes o “trasmallos”, que dejan nuestros pescadores en altamar, peligrosísimas para todos los animales, pues como há exhibido la televisión, mueren ballenas, mantarayas, toninas, tortugas, etc. En aguas interiores la depredación es peor, pues algunos pescadores ponen “cierras” o “tapos”, en las barras, “trolean” o pescan de arrastre, dentro de las bahías y lagunas, aunque está prohibido hacerlo y para la pesca artesanal usan no sólo trasmallos de malla chica, sino de tela de pabellón, que atrapa y no perdona ni a las crías más pequeñas en sus etapas iniciales. Pero hace 50 años aún no había problema pues sobreabundaban pez vela, pez espada, tiburón, mantarraya, tortuga carey, golfina, laúd, atún, jurel, bonito, dorado, cilios, ojotones, etc.

A nuestra vuelta a Manzanillo, en la cárcel, hospitales y algunas casas particulares hubo banquetes de sopa, aletas, pecho tatemado, escabeche o estofado de caguama, etc. Ciclón en Manzanillo. Algo para recordar, fue el ciclón que pegó ese año en Manzanillo y no causó problema a los “30s” arrejerados al Malecón de la Zona Naval en el rincón SW, el más protegido de la bahía. El “34”, derivó, pero se amarró de la popa del “mielero” de cemento, donde poco a poco se almacenaba

En un viaje de inspección desde Manzanillo hasta Los Cabos, me fui navegando a longo 98


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platicar y disfrutar de un buen rato y hasta fuimos con ellos, en viaje especial a la cenabaile del distrito de ese club en Morelia.

la miel de los ingenios, que luego recogía un banco-tanque para exportarla. Ese barcote estaba fondeado a “barbas de gato” y arrejerado a las piedras de la entrada de la laguna de San Pedrito, que ahora, dragada, há convertido a Manzanillo en el segundo puerto de carga de nuestro litoral del pacífico, atrás del de Lázaro Cárdenas.El “34” se salvó “brincando la reata”, con sus “rejeras”. Yo pasé las de Caín porque el ciclón soplaba fortísimo y en la bahía muy abierta hacia el W, la mar recalaba gruesa llevándose mi barco hacia Santiago, en el extremo opuesto de la rada.

De ellos recuerdo con particular afecto a Don Efraín Villa y su esposa María Luisa, que tenían gasolineras y en el año 2006, dos de sus nietos son, Contralmirantes o Vicealmirantes de la Armada y otro, el ingeniero Camargo, trabajaba en Capama. Incluyo al Capitán de Puerto Julio César Romano Mena, retirado de la Armada, que fue profesor nuestro un corto tiempo en la Escuela Naval y su esposa María Ibarra.

De nada sirvió fondear las 2 anclas, pues como vimos después, éstas no pudieron hacer buena presa porque sus uñas agarraron unos cabos podridos, que yacían en el fondo.

Igualmente el Capitán de la Mercante Rafael Cordera, su esposa Chepina, dueños del hotel “Foreign”, un hermano de él, cuyo nombre de pila no recuerdo y Don Pedro Michel que era gerente de PEMEX, su esposa Carmelita y sus 2 bonitas hijas, que casaron una con un hijo de los Villa y otra con un Mercante, que luego estuvo Capitán de Puerto en Acapulco y no sé si era Maqueo.

La lluvia y el viento casi no permitían visibilidad, por lo que cuando yo calculaba que estaba cerca de las piedras, arrancaba los motores y lo más lentamente posible volvía a Manzanillo. Cuando empecé a maniobrar, temprano, en la mañana, estaba yo completamente uniformado, con gorra e impermeable.

También eran buenos amigos el Dr. Basavilbazo, su esposa Ada y su bonita hija Adita, el Ing. Alfonso Sahagún, que residió en Acapulco y aquí casó con una de las Quevedo y Lupe Vela y su esposo, que tenían el hotel “Pez Vela”, a la vuelta del jardín principal.

En la tarde, cuando terminó el fandango, el viento, el agua y yo mismo me había quitado toda la ropa y estaba solo con los calzoncillos y los anteojos puestos.

Otro era Nacho Curiel, tío de María Ibarra al que le encantaba cantar zarzuela, sobre todo la de: “Señor Capitán, le vengo a decir, la mar está brava, la mar está brava y no hay que partir. Salió de La Habana para Nueva York, salió de La Habana cargado de ron. No siento el barco, no siento el barco que se perdió, siento al piloto, siento al piloto y la tripulación. Pobres muchachos, pobres pedazos del corazón y la mar brava y la mar brava se los tragó”.

Los amigos de Manzanillo. Fuera de esos “prietitos en el arroz”, en Manzanillo la pasábamos estupendamente, pues en ese puerto había gran ambiente y era notoria la simpatía por los marinos de la Armada. En lo particular, nosotros hicimos gran amistad con los Rotarios que eran un bonito grupo, con el que nos reuníamos casi todas las noches a jugar canasta o simplemente 99


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Vidrios” y “La Chacón” eran “madames” o regentas más famosas.

Nacho me insistía mucho en que cantara y yo le decía: “tengo voz de mando o de orador, pero no de cantante”, hasta que un día canté con él y me dijo: “oye tienes razón, cantas muy feo”. En el otro extremo de la escala social, Manzanillo, como todos los pueblos de México, tenía sus riesgos y peligros, pues la policía no se distinguía ni por sus métodos científicos ni por su pacifismo.

las

Pero también la estancia en Manzanillo terminó, pues a mediados de 1954, me ordenaron cambiar mi barco de base a Acapulco. Viaje de vuelta a Acapulco. El viaje lo iniciamos un domingo, día que en aquella época no había reporte meteorológico por radio y mucho menos, como ahora, fotografías de satélite para detectar ciclones.

Anécdotas de Manzanillo. Una vez, en plena calle principal, un policía le pegó un balazo en el estómago al Tte. Guillermo García por una falta menor.

Con todas las familias y menajes de casa a bordo, zarpamos del puerto, arrumbamos al sur, rebasamos Punta Campos y Cabeza Negra y llegamos, sin novedad, hasta frente a Zihuatanejo. El lunes, en la mañana, estábamos desayunando en la Cámara de Oficiales mi mujer, mis hijos y yo con la puerta de hierro, que daba al costado de babor, abierta.

En otra, en la zona roja, otro policía, ebrio, mató a un señor Abaroa, muy conocido y a un Guardiamarina que tomaba la copa con él, aunque éste trató de poner “tierra de por medio” el borracho, borracho, sobre la carrera le pegó un tiro por la espalda. Cada lugar tiene sus modismos y a mí me llamó la atención saber que a un fulano “lo mataron de dos puñetes”, pues toda mi vida yo estaba acostumbrado a los pleitos a puñetazos y a que “se sacaran el mole” por boca o nariz, pero no que se murieran por eso. Me extrañó que de dos golpes mataran a un cristiano, pero luego me aclararon que en Manzanillo, “puñete” significa “puñalada” y de dos de éstas, bien dadas, cualquiera se muere, aunque como dice el dicho “a puñaladas iguales, es cobardía correr”.

Repentinamente el barco se acostó sobre ése costado, el sillón en que estaba sentada mi mujer resbaló hasta la puerta y ella quedó casi tocando, con las manos, la superficie del mar. Alarmado, mandé a mi familia al camarote mientras yo me dirigía al Puente de Mando a ver qué sucedía. Ahí me dí cuenta que la mar, que nos pegaba por estribor, se había encrespado y el viento soplaba fuerte. Desde ese momento fue “serruchar”, subiendo y bajando olas. Pasó la tarde, toda la noche y 24 horas después, aún continuábamos enfrente del faro de Zihuatanejo, pues el oleaje de la mar arbolada, no nos había dejado avanzar prácticamente nada. Ese día juré que no volvería a embarcar a toda mi familia conmigo pues no era justo que ellos corrieran los riesgos de mi profesión sin ninguna necesidad, pero poco a poco el mal

Cuentan que antiguamente la zona roja de Manzanillo estaba en pleno centro de la ciudad, pegado al rastro y que en esa época los “cabareses” eran “El Cuajo”, “El Redaño”, etc. Ya desde que conocí Manzanillo, eso había cambiado y la zona roja se encontraba en la Pedregosa, aunque las “puchachas” aún salían a pasear por la calle México y “Lola 100


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

la desembocadura del Río Balsas, ahí fondeé y mandé gente en un bote para afirmar un cabo a un árbol grueso de la orilla, jalando el cual, acerqué el barco hasta donde la profundidad lo permitía y ya el casco tocaba el fondo.

tiempo pasó y finalmente arribamos a Acapulco, sin novedad. Aquí nos alojamos en la casa de la calle Progreso que nos dejó mi hermana Chayo, que se pasó con su marido Juan Manuel Fernández a vivir a la antigua “fábrica” de “1,2,3”, que después se llamó “Industrias de Agua y Hielo de Acapulco” (IDAHSA).

A la dotación les dije: “Si quieren pasar la navidad y el fin de año en Acapulco, tenemos que apurarnos a desmontar la casa y embarcar todos sus materiales a bordo.

Un día me encontré con mi amigo Héctor Ramírez de Arellano, de la antigüedad 1937, que era Comandante del yate presidencial “Sotavento” y él me invitó a ser su segundo Comandante. Pensando que es “mejor ser cabeza de ratón, que cola de león” no acepté, echando por la borda la posibilidad de avances políticos al relacionarme con la gente más importante del sexenio.

Un día llegaron unos paisanos, rancheros, con unos caballos, le hice al charro y fuimos al cercano pueblito de Guacamayas. La tripulación realmente se apuró y para el día 23 de diciembre, estuvimos listos para zarpar rumbo a Acapulco. Ahí se inició un problema porque al largar el cabo de tierra, este se atoró y los de la maniobra de popa no podían subirlo a bordo.

Visita rápida a Salina Cruz. De Acapulco me mandaron a Salina Cruz a que mi barco entrara a dique a limpiar fondos y demás reparaciones que necesitara.

Se supuso que se había “empropelado”, es decir enredado en la hélice y que había necesidad de desenredarlo. La cuestión es que no podía mandar a nadie porque estábamos rodeados de tiburones a la caza de los robalos que salían por la boca del río.

La estancia allá fue breve y lo más notable fue que ahí perdí mi bonita panga que mandé construir en Ensenada. Eso se debió a que un día que estábamos probando máquinas sobre amarras, algún tarugo dejó una boza colgando del costado de la panga, esa se enredó en la propela que estaba girando, la que jaló a la panga y salieron ya puras astillitas.

Pensando que sí mandaba a alguien a desenredar el cabo podían atacarlo los tiburones y yo iría a dar a la cárcel, decidí bajar personalmente, seguro de que a mí no me podía pasar nada. Recordé entonces la anécdota que contaba un oficial en Veracruz, que decía que en su época se tocaba “baño” a mediodía y toda la dotación, menos la guardia, tenía que nadar.

Ordenes de operaciones en Acapulco. De vuelta en Acapulco, a fines de 1955 recibí la orden de ir a Petacalco a recoger la casa prefabricada, de aluminio en la que se alojaban los ingenieros que habían hecho los estudios necesarios para construir el puerto de Lázaro Cárdenas.

Un día se retrasó y, cuando subió a cubierta, ya todos se habían salido. Le dio pena regresarse y se echó de clavado al mar. Cuando aboyó se encontró frente a un

Llegué hasta el fondo de la bahía de Petacalco, en el rincón que forma el delta de 101


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De base en Acapulco nos enviaron a desempeñar varias órdenes de operaciones contra la pesca ilegal y en auxilio de vidas humanas en peligro en el mar, pues en aquella época no había el tráfico de drogas que ahora es aquí la mayor amenaza.

enorme tiburón, con la gran boca abierta, enseñándole sus varias hileras de dientes. El aseguraba que hasta ahí todos le creían lo que contaba, pero no lo que seguía, pues él juraba: “Me dio tanto miedo que me paré en el mar y corrí hasta la escala del barco”.

Nombramiento de “Ayudante Encargado de Servicios de la 8ava Zona Naval”.

También la del otro compañero que decía: “El tiburón que quiera comerme va a tener que salir por la regadera de mi tina de baño”.

El 1° de marzo de 1956, tras de casi cuatro años al mando del “30”, causé baja de éste y alta como Ayudante Encargado de Servicios de la 8ava. Zona Naval, en Icacos. Este cargo era importante, pues era el tercero en el orden y sucesión de mando, ya que primero era el Comandante, el segundo el Jefe de Estado Mayor y el tercero el Jefe de Servicios.

Para asegurarme contra los tiburones, puse en cubierta hombres armados de mausser, para dispararle a los escualos que se acercaran y baje a mi camarote a ponerme mi traje de baño. Cuando salí a cubierta me encontré con el teniente Mario Rodríguez Esperón, uno de mis oficiales, que ya estaba listo, en traje de baño y me dijo: “No puedo dejarlo ir solo”.

Estos jefes ocupábamos las tres amplias casas que se construyeron originalmente en los años 30, atrás y al mismo tiempo que el edificio mayor que ocupaban las oficinas, que se erigieron en las cuatro únicas Zonas que había en aquella época en Veracruz, Isla del Carmen, Acapulco e Isla Margarita.

Esperón y yo bajamos por la escala, pasamos al bote que mandé amarrar al costado con dos bogas en él, y, para no llamar la atención de los tiburones no nos echamos de clavado, si no que nos deslizamos suavemente al mar. Nos sumergimos bajo la popa y vimos que el cabo no estaba enredado en la propela, sino atorado entre el timón y el casco.Entre los dos lo jalamos fuerte y lo desatoramos, pero falto de apoyo, me raspé la espalda contra el casco y empecé a sangrar.

El problema habitacional se resolvió diferente y aquí se mezclaban civiles, militares, navales, casas, bodegas, depósitos, etc.. Había tres grupos de casas entre la entrada a la Base y el muelle. El más cercano a la portada, más o menos donde ahora está el Hospital Naval y el Banco lo ocupaba personal civil del Astillero. Una hilera de casas frente a éste la tenía oficiales del Ejército y otras dos filas, entre la termoeléctrica y el muelle, personal naval.

Sabiendo que el olor de la sangre enloquece a los tiburones, le hice señas a Esperón que nos subiéramos, salimos a la superficie, trepamos al bote y volvimos a bordo sin novedad. Libre el cabo, se izó a bordo, levamos anclas y volvimos a Acapulco a toda velocidad, donde llegamos a tiempo para pasar la cena de navidad con nuestras familias.

Ordenando la Base Naval. Había dentro de la Base un pantano y sobre éste como palafitos prehistóricos muchas casuchas de cartón y techo de palapa. Esta 102


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situación anómala duró hasta que me aboqué a cambiarla. Para ordenar la situación de la Zona Naval censamos sus habitantes e hicimos un plano marcando las casas que eran de material o de hueso de palapa y cartón, así como si estaban en seco o encaramadas sobre el estero en troncos o palos como zancos.

obsidiana, idolitos de barro, etc. que aún conservo en tres cuadros en mi casa.

En el censo vimos que hubo mujeres que se “arrejuntaron” con algún marino y cuando a éste se dio de baja o se fué de cambio, ellas se quedaron ocupando la casucha en que vivían y por eso había lavanderas, tortilleras, criadas, albañiles, etc. que trabajaban en Icacos o en Acapulco, pero tenían su casa en la Base.

Como en el estero antes había hasta lagartos y se criaban nubes de mosquitos, causantes de la insalubridad histórica de ésa zona, en que hubo hasta fiebre amarilla y más recientemente abundaba el paludismo, procedimos a desecarlo, construyendo unos canales de piedra, que aún existen y conducen directamente al mar, el agua que baja de los arroyos del cerro, sin permitirle que se estanque en la parte baja y plana de la Zona.

Para eliminar esa fea disparidad empezamos por sacar de la Base a los que no tenían derecho de vivir ahí, pues no eran militares o trabajadores del Astillero y casi todos se fueron a Icacos.

Hallamos mucha promiscuidad, pues si en las casuchas no puede haber privacidad de día, menos de noche y hasta había una familia que vivía bajo un árbol, con tres o cuatro catres, sin techo. El colmo era un “cuarto redondo” donde dormían más de veinte adultos y niños, cuatro parejas, una en cada esquina, que, lógicamente sostenían relaciones sexuales que los demás oían o veían, propiciando incestos y violaciones, porque, en la noche, cualquier hombre “se rodaba” y abusaba de lo que encontraba.

Al mismo tiempo construimos varias casas de material, amplias y decentes, en las que se presentó un fenómeno curioso: Los que vivían amontonados en “cuartos redondos” ya no pudieron vivir dos familias en una sola casa y se fueron a vivir a Icacos. En poco más de un año desaparecimos el pantano, sus palafitos, las casuchas de lámina de cartón, se rellenaron y nivelaron los terrenos bajos entre los canales, hicimos dos campos de futbol, uno de aterrizaje de helicópteros y la primera unidad habitacional en serio, que después tumbaron para hacer las mejores actuales.

Había fecalismo al aire libre, pues muchos hacían sus necesidades en el monte o, los más adelantados, en algún “cuartito”, que como los excusados de pailebot, tenían una tabla con un agujero para que los desechos cayeran directamente al agua del estero.

Con ello se elevó el nivel de vida de marineros y oficiales, aunque no logré que ni el Secretario, el Comandante General de la Armada ni el Comandante de la Zona, permitieran destinar a zona habitacional los terrenos del otro lado de la carretera a la punta del cerro y dejar para uso exclusivamente militar, los situados entre la carretera y la playa, que ahora son los únicos de la Base.

Como es usual en México, esa manera de vivir contrastaba con la nuestra, que habitábamos casas de material con sala, comedor, cocina, dos recámaras, agua corriente, baño y patio, en el cual mi joven señora al escarbar para jardinear y tener flores, encontró huellas del asentamiento indígena prehispánico que ahí hubo: hachas de piedra pulida, puntas de flecha de 103


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robo de buques comerciales y sus ricos cargamentos, incluida en dos o tres ocasiones la Nao de China, etc.

Eso se debió a que los jefes de la Marina no querían problemas y no tenían el peso político que tiene el Ejército, cuyos Generales eran antes y después de la Revolución Presidentes de la República, Gobernadores y hasta dueños de algunos Estados.

Para proteger a Veracruz y Campeche, los amurallaron y les construyeron fuertes y baluartes y, en Acapulco, San Diego, “Fuerza” principal, o ancla del sistema defensivo, que se completó con artillería en varios baluartes en la playa del puerto y baterías en Punta Guitarrón y en el “cerro de los cañones” en Punta Grifo.

Historia de la Base Naval. En época de Juárez y de Porfirio Díaz, a la Base Naval le fueron otorgados todos los terrenos de la Punta Guitarrón a Punta Diamante, desde Icacos hasta Puerto Marques, pero a partir de Miguel Alemán, fueron despojando a la Armada de todos ellos.

Por nuestro tradicional descuido no se conservó más que “el Castillo” o Fuerte de San Diego, inicialmente “de San Carlos”. Como aquella época no había fotografía, sonar ni ecosonda, el Almirantazgo de Inglaterra ordenó a sus oficiales que dibujaran los perfiles de las costas y sondearan y levantaran planos de las bahías a las que arribaran sus buques.

Hace años, un amigo me preguntó porqué había unas “mojoneras”, que marcaban los límites de los terrenos de la Zona Naval, en la cima del cerro de Punta Bruja y unos cañones antiguos, y sus proyectiles esféricos, en Punta Guitarrón.

Un Almirante inglés me regaló una acuarela del año 1787, que estaba en el archivo de su Armada, que demuestra que el Fuerte de San Diego dominaba a los buques en la bahía y, por eso, el Almirantazgo ordenó que sus barcos no arribaran directo acá, sino a Puerto Marqués y, que de allá, mandaran averiguar si estaban en paz o en guerra para entrar o no a Acapulco.

La respuesta a lo primero es que, desde Juárez y Porfirio Díaz, esos terrenos eran de la Armada de México y, a lo segundo, porque Guitarrón era parte del sistema defensivo de Acapulco. Ampliemos ambas respuestas, con razones y explicaciones. Del siglo 16, al 19, tuvo lugar la larga lucha, que alguien llamó la de “la ballena contra el elefante”, o sea la del poder naval inglés contra el poder terrestre español, que culminó con la batalla de Trafalgar, que hizo a Inglaterra “Reina de los mares”.

Como consecuencia de las estancias de los ingleses en el Puerto del Marqués del Valle de Oaxaca, es de suponer que quizá lo de Pichilingue provenga de Speak English y, por los cañones en Guitarron, que desde la Colonia esos terrenos fueron de la Armada y Juárez y Porfirio Díaz se los hayan ratificado.

Episodios de esa pugna fueron la “Armada Invencible”, las batallas de Cabo San Vicente y Aboukir, los sangrientos ataques y saqueos de piratas y corsarios a ciudades y puertos españoles en América como Cartagena de Indias, Campeche, Veracruz, Callao, Panamá, la toma de Jamaica y de otras islas del Caribe, el apresamiento y

Como quiera que sea, al subir Miguel Alemán y sus cuarenta “amigos”, como “la presidencia es una carga muy pesada, pero deja muy buenos fletes”, procedieron a 104


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pistolas, otro en cartones de cerveza, que cargaba en un burro para andar invitando a todos, otro compró un coche, se le ponchó una llanta y exigía que “se la fueran a reparar, porque ahora él era el rico”, etc.

“repartirse” y “asignarse” terrenos y playas en Acapulco y Puerto Marqués. Díaz Lombardo tuvo Playa Larga y construyó aquí, en el centro, el moderno hotel “la Marina”; en esa misma playa, Guajardo hizo su hotel “Club de Pesca”, Don Miguel se quedó con las esquinas de la glorieta de la Diana, la gasolinera, el hotel “Continental”, etc. y adelantito de la Base con la Playa del Secreto, donde tuvo su casa Leonora Amar y al General Limón, le tocó Icacos.

Lo que sí me consta, porque los ví, en mi campaña para Presidente Municipal, es que en los 70s, Echeverría les dió unos talleres para hacer ropa, con muchas máquinas de coser y todos los implementos necesarios y una pedrera mecanizada para vender piedra y grava para construcción y en 1983, me pedían las reactivara, ya que ambas instalaciones tenían años sin funcionar. Les pregunté porqué y me dijeron que porque se había acabado el capital inicial que les habían dado para que trabajaran, ya no les habían seguido dando más y querían que se les asignara un presupuesto anual para poderlo gastar, porque lo que producían y vendían no era suficiente.

En Puerto Marqués el Secretario de Comunicaciones Agustín no sé que, tuvo la ladera del cerro de las Brisas a Puerto Marqués, el Coronel Serrano, Parra Hernández y Don Miguel la playa de Pichilingue, Orive de Alba la playa Majagua, etc. El despojo siguió lento pero seguro: a Suárez le dieron Las Brisas en pago de construir la Escénica, Ruiz Cortines dió otro cacho de la Base a los de la Suprema Corte de Justicia y dicen que a un yerno suyo el fraccionador, Aburto y remató Echeverría, que inventó el ejido de Cumbres de Llano Largo con seudo ejidatarios que dicen que en realidad eran chóferes, peluqueros, etc.

¿Increíble e ilógico no? Pero esa historia es similar a los de las torres en condominio de la entrada de la Base Naval, los de la Garita, los del panteón Valle de la Luz, los de la termoeléctrica de Petacalco, etc. etc. que cada año se “plantan” y exigen “apoyo” o sea dinero. El final de la historia de esos terrenos de la Armada de México quizá aún no llega, pues aunque la señora López Portillo fracasó en su deseo de apropiarse de la Base para construir ahí un lujoso hotel japonés, a lo que, como otro día contaré, expresé mi desacuerdo, por lo que me sacaron de Acapulco y me mandaron a Tampico, dicen que ahora hay intentos renovados de sacar de Guerrero la Región y la Zona Naval y dárselas a Michoacán.

En el sexenio de las locuras de Echeverria, “las finanzas se manejaron desde Los Pinos” y se vivió la economía-ficción, pues repartió dinero que no se ganaba, sino que pedía prestado al extranjero endeudando al país y devastó al campo, al crear ejidos improductivos y eliminar a los productores, como en el valle del Yaqui. Aquí, a sus afortunados “ejidatarios” de Cumbres de Llano Largo, les dio dinero, lotes para casa y grandes parcelas para cultivar y, como siempre que les dan dinero sin trabajarlo, corrieron historias de los “nuevos ricos”: Uno gastó su dinero en

Me resisto a creerlo, pero todo es posible, pues aunque mi General Guerrero dijo que “la patria es primero”, para los políticos modernos “el dinero es primero” y la Ar105


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categoría de “oficial” y pasé a la de “jefe”, pues ascendí a Capitán de Corbeta.

mada no tiene la fuerza del Ejercito para oponérseles, como lo demuestra la siguiente anécdota verdadera, pues ocurrió en la vida real. En la “docena trágica”, Echeverria o JoLoPo inauguró un nuevo y gran aeropuerto en La Paz B.C. Sur. Poco después un funcionario federal se presentó en el aeropuerto viejo, que había quedado para la aviación militar y dijo a mi amigo, el Gral P. A. Graco Ramírez, “vengo a que me entregue este campo”, “¿Cuántos soldados trae?” “Ninguno, solo viene el personal que vá a recibir”. “Lárguese de aquí. Cuando vuelva con más soldados que los que tengo y me derrote, entonces podrá usted tomar el campo”.

Grados militares. Para los que ignoran los grados militares y de esa gran desconocida que es la Armada de México, explicaré lo que aprendí cuando ingresé a ella, he vivido y atestiguado lo que há progresado. En 1939 ya no había “leva”, ya no agarraban a la gente en calles, cantinas, etc. para meterla a fuerza al ejercito, ya el servicio era voluntario, pero firmaban contrato por 3 años forzosos, a los desertores, los perseguían, encarcelaban y el que pedía la baja, tenía que presentar un “reemplazo” que se quedara en su lugar.

Conclusión: allá sigue habiendo dos aeropuertos, igual que en Acapulco hay uno en Pié de la Cuesta y otro en Llano Largo.

Antes muchos de tropa eran analfabetas, hoy tienen secundaria o preparatoria. Entraban grumetes (menores de edad) ahora por los “derechos humanos”, hasta cumplir 18 años, excepto cadetes.

En cambio aquí Ruíz Massieu le dio un gran espacio a la Región Militar en la cumbre del cerro, creó fraccionamientos de lujo, de lo más caro, atrás de la Base y a la Unidad Habitacional de la Armada la mandó muy lejos, atrás de Costa Azul, aislando al personal de su lugar de trabajo y de las eficientes instalaciones militares, que deben proteger, que para orgullo nuestro son de primer mundo, relucientes de limpias, sin una brizna de basura.

El marinero, con los años, la experiencia y los cursos de especialización, asciende a cabo de mar, de cañón, infantería, administración, sanidad, radio, etc., luego a tercer y segundo maestre, equivalentes a sargentos segundo y primero del ejercito. De ahí ascienden a sub oficial: primer maestre o sub teniente de las mismas especialidades o ramas ya citadas.

Pero volvamos a 1956 ó 57, cuando un fuerte temblor, de los usuales en Acapulco, semi destruyó las casas y edificios de oficinas de la Base, los del ejército salieron de ella y solo quedó, dentro de ésta, personal de la Armada y astillero facilitándose mi labor que ahora sería planificar terrenos y reconstruir casas.

A continuación hay 3 categorías de oficial: Teniente de corbeta, fragata y navío, equivalentes a Ttes. capitanes 2dos y 1ros. Siguen 3 categorías de “jefe” capitanes de corbeta, fragata y navío, equivalentes a mayor, teniente coronel y coronel. Finaliza con 3 de “general”: contralmirante, vicealmirante y almirante o sea brigadier, de brigada y divisionario.

Ascenso a Capitán de Corbeta. Durante ése turno de servicio en mi tierra natal, tuve el orgullo de que el 20 de Noviembre de 1956, dejé de tener la

Las divisas en el cuello del uniforme de dia106


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rio son: Subteniente, una barra; teniente, dos; capitán dos y media; mayor una estrella; teniente coronel dos; coronel tres; brigadier águila con una estrella; de brigada con dos y de división con tres.

El teniente empezaba de 2º del barco más chico e iba ascendiendo a 2º de barcos más grandes y al llegar a capitán empezaba por serlo del barco más pequeño hasta llegar al más grande.

Por tradición en casi todas las marinas del mundo, los rangos y divisas son iguales o similares y en las mangas o las palas de los hombros usan: Subteniente 1er maestre o guardiamarina, una espiguilla o sea medio galón; Teniente de corbeta, un galón; fragata un galón y una espiguilla; navío, dos galones; Capitán de corbeta, dos galones y una espiguilla en medio; fragata tres galones y navío cuatro, es decir, se vá aumentando medio galón por grado, excepto el último que se agrega un galón completo. Contralmirante un galón ancho y uno normal, vice dos de éstos y almirante tres.

En el combate el contralmirante (en inglés Rear Admiral) mandaba el grupo de retaguardia, vicealmirante el de vanguardia y el almirante el centro, cuerpo principal o “batalla”, aunque el “Fighting Admiral” Nelson, en Trafalgar sólo era vicealmirante. Finalicemos lo de los grados y los buques de vela. Como en otras profesiones, en la de marino hay terminología propia, pues no son pisos sino “cubiertas”; las paredes, “mamparos”; las escaleras, “escalas”; izquierda, “babor”; derecha, “estribor”; adelante “proa”; atrás “popa”, las cubetas “cuñetes”, los mecates o reatas, “filástica”, “cabo”, “estacha” y los de metal, “cables”, etc.

Las palas de almirante aquí ahora son de oro con el águila y una, dos o tres estrellas para contra, vice o almirantes. En otras marinas las palas son doradas y llevan sólo las estrellas, pero grandes y en E.E.U.U. los coroneles son los que usan el águila.

El largo del barco es “eslora”; su ancho, “manga”; altura, “puntal”, lo alto de lo sumergido es el “calado”. Lo que vá bajo el agua es la “obra viva” y lo que sobresale de ella es la “obra muerta”; lo construido sobre el casco es la “súper estructura” y los palos la “arboladura”, con su “tabla de jarcia”, “obenques”, “stays”, etc.

Para mucha gente es difícil recordar los grados por no estar familiarizados con ellos, pero están bien sistematizados: Los oficiales son Ttes. de corbeta, fragata o navío (nemotecnia en el alfabeto c, vá antes que f y ésta antes que n), los jefes son capitanes de corbeta, fragata o navío y almirante es más grado que vicealmirante, como presidente es más que vicepresidente.

Hay velas “de cuchillo” a lo largo de la eslora, (foques, fofoques, petifoques); “latinas” como la cangreja y “redondas”, que en realidad son cuadradas y van cruzadas a la manga. (Abajo gavias y arriba masteleros, mastelerillos y boneta o monterilla).

Porqué corbeta, fragata y navío: En la época de la vela, la corbeta era un buque pequeño, rápido, con pocos cañones, la fragata más grande, con 30 ó 40 cañones, el navío era más grande y más lento, pero tenía de 70 a 100 cañones, en 2 ó 3 cubiertas o sea equivaldrían a los actuales destructor, crucero y acorazado.

Los barcos también han sido de numerosos tipos y tamaños, desde las embarcaciones menores, como “pangas”, “botes”, “yolas”, “faluas”, “yates”, etc. hasta los barcos 107


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usamos una estrella menos que los de E.E.U.U., pues solo hay generales de una, dos y tres estrellas aunque los Secretarios de Defensa y Marina, mientras desempeñan ese puesto, usan cuatro, por ser superiores en cargo a los de tres estrellas, pero vuelven a usar tres al terminar su periodo.

grandes que en las Marinas de Guerra eran “corbetas”, “fragatas”, “navíos”, y en la Mercante: “naos”, (o sea naves) “pataches”, “urcas”, “galeones”, etc. Las corbetas tenían tres palos, uno cruzado y dos sin cruzar. El “trinquete”, el de más a proa, era el de velas en cruz, el “mayor” al centro y el “mesana” a popa, llevaban velas latinas.

Pero como aquí sobran los lambiscones y el Presidente de la República es, por ley, el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, o sea más que los Secretarios, le ponen una gorra de las de beisbolista, que ahora se usan mucho, con cinco estrellas, cosa que Bush ni Blair ni Zapatero hacen.

Las fragatas tenían dos palos cruzados, uno sin cruzar y el navío los tres cruzados. Todos llevaban, además, dos palos longitudinales, el “bauprés”, inclinado, en la mera proa y la “botavara”, horizontal en lo más bajo de la vela “cangreja” del mesana.

Pero quizá por eso, en ceremonias formales, del más alto nivel patriótico, como el Día de la Marina o la graduación de oficiales de la Hca Escuela Naval con todos en uniforme de gala, nuestro Presidente há ido en camisa de manga corta o camiseta deportiva.

Las corbetas y fragatas como eran buques más pequeños y rápidos se usaban generalmente como exploradores y “descubierta”. Los navíos “de línea” formaban ésta, para el combate o batalla.

Esas faltas de respeto son propias de este tiempo, pues antes los diputados iban a la Cámara de traje negro, hasta que un ranchero líder campesino, que no sé su nombre, empezó a asistir y permanecer en las sesiones con el sombrero de palma puesto, reviviendo así, quizás sin saber, el derecho histórico de los nobles, “Grandes de España”, de permanecer cubiertos ante el Rey.

Como ese tema es inagotable, por lo extenso, pasémonos a los grados: En E.E.U.U. el de Comodoro es de Almirante de una estrella y no existe en tiempos de paz, sólo en guerra, cuando también nombran “Comodoro” de un convoy al Capitán mercante más antiguo que lo encabeza y la “cortina” de buques de guerra, que los protege, la manda el marino de la Armada de mayor grado.

Anécdotas como Capitán de Corbeta.

Allá los Real Admiral o Contralmirantes usan dos estrellas, los Vices tres, los Almirantes cuatro y sólo en la guerra, hay “Almirantes de Flota” de 5 estrellas, como Nimitz o Halsey y “Generales de Ejercito” de cinco estrellas como Mac Arthur o Eisenhower, lo que equivale a los Mariscales de los ejércitos europeos.

Retrocedamos ahora 50 años, a 1956, cuando ascendí a Capitán de Corbeta y narraré dos anécdotas que entonces ocurrieron: La 1ª que, cuando mi señora supo de mi ascenso, feliz, ni tarda ni perezosa, tomó un tubo de picrato de butesin, pomada color amarillo canario usada para curar quemaduras, le pintó una hilera de laureles a la visera de charol negro de uno de mis

En cambio aquí en México dejó de existir el grado de Comodoro y los Almirantes 108


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de viajes en el hotel Las Hamacas y un lanchero, Osuna, mataron a un juez neoyorquino y su pareja, que estaban alojados en ése hotel, a los que engañó diciéndoles que los llevaría, en lancha, a la bonita variedad del cabaret de la playa de La Roqueta.

kepís de oficial y me recibió en la puerta de la casa, con la gorra en las manos, lista para ponérmela, cuando llegué a comer. Lo que ella no se esperaba fue mi reacción, pues enojado le dije: “¡Los ascensos son algo serio, no son para estar jugando!”.

Antes les vendió tours nocturnos (hay fotos de que los acompañó a uno de los que hacía el yate “Sea Cloud”), vió las alhajas de diamantes, que lucía ella y arruinó su vida y la de su familia por apoderarse de ellas creyendo, como muchos asesinos, que haría un crimen perfecto, sin dejar huella y que nadie lo descubriría.

Después me costó trabajo contentarla, pues estaba muy sentida porque “no la comprendía, ni ví el gusto que le dio por mi”. La otra fué con Apolonio Castillo, mi amigo del grupo “playeño” de José Estrada, Bono Batani, Pipo Diego, Clemente Mejía, etc. que convenció al Almirante Gómez Maqueo, Secretario de Marina, a quien llevaba a bucear, de que la Armada debía formar un grupo de “Hombres Ranas” o “Comandos Submarinos”, como los que se usaron en la 2ª Guerra Mundial. Así se hizo y se le dio el mando a Apolonio, otorgándole el grado de Teniente de Navío.

Cuando la prominente pareja desapareció varios días, sus familiares, amigos y relaciones empezaron a buscarlos y de aquí les respondían que parecía que se habían ido a Zihuatanejo. De México vinieron policías expertos a investigar, abrieron su cuarto, vieron que toda su ropa estaba ahí y se cayó esa versión.

Cuando allá, en la Base, él me vió con mi gorra nueva, con la visera bordada con una hilera de laureles de hilo de oro, me dijo: “¡Qué bonita se vé ésa visera! ¿Qué tengo que hacer para ponerme laureles yo también?”.

Parecía ser otro misterio sin solución, pues aparentemente todo seguía normal, pero a un detective sagaz le extrañó que Fenton se interesara mucho y a diario les preguntara como iban las investigaciones, que habían averiguado, si ya sabían algo, etc.

Mi seca respuesta fue: “Pásate en la Armada 17 años, como yo”.

Muerte de Apolunio Castillo.

Los otros agentes lo criticaban, decían que estaba mal, que Fenton no podía ser culpable, pero él insistió, logró que lo interrogaran, cayera en contradicciones y confesara que pasando la Piedra del Elefante, enfilados por Boca Chica a La Roqueta, él y Osuna mataron a la pareja a batazos y echaron al mar los cadáveres, envueltos en cadenas, para que no flotaran.

Eso fué porque, a fines de septiembre o inicios de octubre del 57, Fenton, un texano, veterano de guerra, que tenía una agencia

Como el crimen no paga, llevó a los policías a recuperar las alhajas que había enterrado al pié de una palma y ambos criminales

Buen amigo, Apolonio no me lo tomó a mal y me contestó: “¡Hijole! pues todavía me falta un buen rato”. No podíamos saber que, pocos meses después, él moriría y yo sería su relevo como Comandante de los Hombres Rana.

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fueron condenados a prisión en las islas Marías, de donde creo escaparon, que uno de ellos murió y no sé bien en que acabaron.

a encontrar su muerte y tuvimos mucha suerte de que no hubiera más bajas, pues se cometieron muchos errores.

Para acallar el escándalo internacional, perjudicial para Acapulco, mandaron a los “Ranas” de la Armada a bucear los cadáveres. Pero “del dicho al hecho hay mucho trecho” y el problema que parecía fácil tenía muchas aristas y no era tan sencillo.

En primer lugar se hizo descender a 45 metros de profundidad a varios buzos inexpertos, como un muchacho, Rocha, de los más jovencitos, que era la primera vez que usaba un acualung y a otros más que sólo tenían 2 ó 3 practicas.

En primer lugar no sabían el lugar exacto donde estaban los cuerpos, en segundo lugar no tenían el equipo apropiado, pero quisieron subsanar las carencias con su entusiasmo y decisión.

Apolonio bajó primero, con otro buzo de pareja, consumió el aire de sus tanques, permaneció bastante tiempo abajo, emergió rápidamente y tras colocarse nuevos tanques, volvió a sumergirse Pasó más tiempo en las profundidades y emergió otra vez. Creo que era domingo porque llevé a mi mujer e hijos al sitio de la búsqueda, en una de las 3 lanchas rápidas, que, asociado con mi cuñado Juan Manuel Fernández (+), teníamos en el club de esquís de Bono Batani (+) (la Virgen I, que compramos a Efrén “güero” Villalbazo (+) y la II y III, que construimos.

Así decidieron que explorarían, sistemáticamente, una vasta área de Boca Chica, cubriéndola con círculos adyacentes, lo que tomaría tiempo y confiaría mucho a la casualidad, o suerte, de caer exactamente en donde estuvieran los cadáveres, pues en el mar, la luz no penetra mucho, la oscuridad aumenta en relación directa con la profundidad y la visibilidad en relación inversa, esto es, disminuye al aumentar la hondura.

Allá había muchas lanchas con “mirones”, ávidos de ver el rescate y cuando llegué junto a la suya, Apolonio, envuelto en un sarape, me saludó sonriente y me dijo que el agua estaba muy fría. Al rato empezó a convulsionarse y en una lancha rápida lo llevaron a Aquamundo, “tienda de buceo” que estaba en la Costera, en Manzanillo y atendía Kelly, que decía había sido U.D.T. (Hombre Rana de E.E.U.U.) y posteriormente fue artista del cine nacional. Ahí tenían la única cámara de descompresión que había en Acapulco, que era un pequeño tubo telescópico como de 2 metros de largo por uno de diámetro, que tenía una tapa que lo cerraba herméticamente para subir la presión del aire dentro y tratar las encorvaduras, enfermedad de los buzos o “Bends”.

Hoy, ese espacio, enorme y hondo para un “rana” es diminuto para modernos mini submarinos tripulados o automáticos, con potente iluminación y detectores de anomalías magnéticas, que han explorado con éxito extensas zonas, para hallar al “Bismarck” o al “Titanic” hundidos en abismales profundidades y les sería fácil investigar esa área muy pequeña y poco profunda para ellos. Pero en aquel entonces el Comando sólo tenía equipos de buzo autónomo: visores, tanques, aletas y sólo unos cuantos trajes de hule y lámparas portátiles. Apolonio era un extraordinario nadador, un magnífico buzo empírico, pero ni él ni nadie en Acapulco o en la Armada, tenían los conocimientos científicos necesarios, por lo que fue directo

Esta dá cuando permanecen sumergidos largo tiempo a mucha profundidad pues al 110


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despedirse de su casa y de su negocio el “Sirocco” en medio del aullido de las sirenas de ambulancias, policías y bomberos.

aumentar la presión, el inerte nitrógeno del aire se difunde en la sangre y al volver a la presión atmosférica normal, ese gas se expande y forma burbujas que causan dolores en articulaciones, contracciones involuntarias, deformaciones inválidantes en extremidades y tapones en venas y arterias, que pueden dañar cerebro, pulmones o corazón y causar la muerte.

Pero como el tiempo no se detiene, la vida debe continuar y las labores no pueden interrumpirse, después de la muerte de Apolonio, su 2º Mario Cano, buen nadador veracruzano, que por corto tiempo fue cadete de la Naval, quedó accidentalmente al mando de los Hombres Ranas, mientras yo continuaba con mi trabajo de Jefe de Servicios de la Zona Naval.

Para eliminar el nitrógeno con la respiración y evitar las encorvaduras, es necesario “descomprimirse” ascendiendo lentamente, en largas etapas intermedias, que ya están bien determinadas.

Comisión confidencial.

Apolonio cometió tres errores: repetir inmediatamente el buceo a gran profundidad y ascender las dos veces sin hacer las etapas el largo tiempo necesario para descomprimirse. Después en Aquamundo, tras de meterlo a la cámara y subir la presión (lo que equivalió a que hiciera una tercera inmersión) agregaron el último y más grave desacierto. Al comprimirse y achicarse las burbujas, él se sintió aliviado, pero, encerrado en ese como ataúd de hierro, le dió claustrofobia y desesperado, gritó y exigió que lo sacaran de la cámara. Entonces cometieron la peor equivocación: bajar rápidamente la presión y sacarlo, otra vez sin descomprimirse debidamente.

En ésos días me sucedió algo que puedo contar ahora porque ya pasaron 50 años: el Vicealmirante Lagos, Comandante de la Zona Naval, me comunicó que de la Zona Militar le habían pedido un oficial, de absoluta confianza, para desempeñar una comisión confidencial y que me había distinguido, designándome a mí. Para cumplir su orden me presenté en la Zona Militar que estaba cerca del Fuerte de San Diego y cuyo Comandante era el General de División Giner, quien en la revolución había sido Jefe de Esta- do Mayor de los “Dorados” de Pancho Villa y después de estar en Acapulco, fue gobernador de su natal Chihuahua

Luego llevaron a Apolonio a su casa “para que descansara y se recuperara”, pero al rato volvió a tener encorvaduras y se puso muy mal, por lo que lo trasladaron al hospital de la Base Naval en donde falleció poco después de media noche.

Me recibió inmediatamente, sentado ante su escritorio, donde firmaba papeles y me dijo: “Usted es marino y debe saber navegar. Mañana en la noche llegará al muelle de Icacos el yate “Doña María”. Lléveselo mar afuera, lo más lejos posible, hasta donde ya no se vea la costa y luego regréselo aquí”.

Cuando me tocaron la ventana para decírmelo, no lo podía creer, pues la tarde anterior lo había visto fuerte y lleno de vida.

Calló y siguió firmando, por lo que le pregunté: “¿Es todo? ¿No tiene usted nada más que ordenar?”. “No. En Icacos embarcará una escolta y unos delincuentes incorregibles, a los que el gobierno estatal

Sus funerales fueron imponentes, todo Acapulco estuvo presente y el féretro con su cadáver, a la usanza antigua, fue llevado a 111


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Entonces me ordenaron presentarme en el Estado Mayor de México, donde me dijeron que, dados mis antecedentes de deportista, nadador, clavadista, etc. se me nombraba Comandante de la que ya no sería “Comando Submarino”, sino flamante “Primera Compañía de Trabajos Submarinos”, para que los militarizara, educara y entrenara, como es debido.

há vapuleado y desterrado del estado pero insisten en volver y delinquir. Está vez no regresarán. Eso es todo. Puede usted retirarse”. Regresé a la Base Naval, le informé al Vice Lagos y le dije: “Los villistas nunca le han dado importancia a la muerte, pero yo sí”. Y él me dijo: “Ni modo, por ser tan de confianza te tocó bailar con la más fea y tienes que callarte”. Así lo hice, pero toda esa noche no dormí, pensando en los gritos que darían los sentenciados, suplicando por su vida, al oír accionar los cerrojos de los maussers para “cortar cartucho” y ver la muerte inminente.

En tal virtud el 31 de Octubre de 1957, causé baja de la Jefatura de Servicios de la Zona y alta en mi nueva comisión, donde me aguardaban mayores desafíos y muchas aventuras.

¿Qué sucedió? No lo sé. Al anochecer siguiente atracó el yate, pero ni esa noche ni nunca se presentó la escolta con los reos. ¿Cuántos eran? ¿Qué habían hecho? ¿Porqué no llegaron? ¿En qué terminaron? ¿Quédaron en alguna playa? Aún lo ignoro, pues nunca quise averiguarlo, pero gracias a Dios, todas las noches de mi vida pude dormir con la conciencia tranquila, por no haber participado jamás en un crimen o un delito.

En primer lugar todos, empezando por mi, tuvimos que ponernos a estudiar desde física, para saber el comportamiento de los gases y evitar que se repitieran accidentes como el de Apolonio, hasta tácticas de combate, manejo de explosivos, etc. en muchos libros e instructivos adquiridos en E.E.U.U., que en ése campo tenía mucha experiencia obtenida en la guerra. En el extremo suroeste de la Base, frente a ese bonito rincón de playa, entre el muelle de PEMEX y el límite de la Zona, se construyó el cuartel-escuela, exclusivo de los Hombres Ranas, con aulas, dormitorios, oficinas, baños, bodegas, pañoles, etc.

Comandante de los Hombres Rana. En esos días un ciclón tocó la costa en Manzanillo o Mazatlán y además de los daños que causó en tierra, varó o hundió muchos barcos pesqueros, de los que allá operan y la Comandancia General de la Armada ordenó que el Comando Submarino fuera a coadyuvar con las unidades de superficie a poner a flote y salvar todas las embarcaciones que pudieran rescatar.

Las literas se hicieron dobles y largas, con colchones especiales, pues varios como “el kilómetro”, eran muy altos. Además conseguí que les dieran una asignación extra, para reforzar el rancho y que comieran más y mejor, pues les decían “los tigres”, porque por el mucho ejercicio y mucho sol, estaban anémicos y tenían la piel toda llena de notables manchas claras.

Los diarios les dieron amplia cobertura fotográfica y, para disgusto del mando, sin tomar en cuenta que estaban trabajando, no en un desfile, criticaron a los Ranas por ir en un camión de redilas, desarrapados, desordenados, cargando sus tanques, con los reguladores y mangueras terciadas en los hombros.

Nos dotaron de un compresor grande para llenar los tanques de aire y una cámara de descompresión, como la de Aquamundo. 112


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con la del segundo, entonces pueden abrir la puerta intermedia para pasar a éste. El procedimiento para salir es en el sentido inverso, pasan del segundo compartimiento al primero, los aislan con la puerta estanca intermedia, bajan la presión del primero hasta igualarla con la normal y abren la puerta estanca para salir al exterior.

Esta nos sirvió de mucho, pues en ella tratamos y curamos varios buzos almejeros de Zihuatanejo y Acapulco, a Aníbal de Iturbide, prominente banquero y Alfonso Arnold, buzo de fama mundial, que dentro de ella, en un vuelo especial, fue trasladado a la Base Naval de San Diego para ser tratado en la cámara hiperbárica grande en la que descomprimian a los submarinistas.

La “recámara” está permanentemente a alta presión y con mucho más oxígeno que el normal, hasta que al terminar el tratamiento se vá bajando la presión conforme a lo que fijan las tablas.

Alfonso salvó la vida, pero quedó algo afectado de una pierna al caminar, misma que le funciona normal para bucear. Cámaras Hiperbáricas.

Las cámaras han proliferado, pues actualmente las hay en el D.F., Veracruz, isla Mujeres, Manzanillo, la isla Socorro del archipiélago de Revillagigedo y no sé cuantos lugares más.

Se há progresado tanto en ese campo de la alta presión, que ya hay una rama de la medicina moderna que trata enfermos, sobre todo con problemas circulatorios, en cámaras hiperbáricas, en ambientes ricos en oxígeno y del 6 al 9 de septiembre del 2006 debe haber se efectuado un Congreso Internacional Naval de Medicina Hiperbárica y Subacuática en Zihuatanejo patrocinado por la Secretaría de Marina Armada de México.

Otro adelanto que logramos fue un par de “trineos” que eran unos armazones de tubo de hierro, con timones horizontales y verticales, en los que se acomodaban uno o dos buzos acostados boca abajo para, remolcados por lanchas, poder explorar amplias áreas sin tener que hacer el esfuerzo físico de nadar.

Por su utilidad las cámaras crecieron del pequeño tubo metálico portátil, a enormes cilindros con dos compartimentos que tienen puertas estancas para aislarlos entre sí y con el exterior.

También nos dieron equipos de mezcla de gases especiales para buceo profundo y de “circuito cerrado”, para que el buzo no deje la estela de burbujas que delata su presencia.

Los pacientes en tratamiento, en lugar de estar incómodamente acostados dentro de un estrecho tubo, pueden estar horas o días enteros, a alta presión, regulada desde el exterior, en el segundo compartimiento, que realmente es una cómoda recamara con baño, donde pueden estar varios y sentarse, leer, caminar, etc. El primer compartimento es una etapa intermedia entre la presión normal y la alta presión de la cámara de tratamiento, para que el personal médico entre, cierre la puerta estanca que dá al exterior, se suba la presión, hasta igualarla

Ataques de tiburón en Acapulco. Varios acontecimientos fueron los más destacados durante el tiempo que mandé la Primera Compañía de Trabajos Submarinos. Uno fue originado por la muerte, en Caleta, de una señora francesa que residía y trabajaba en nuestra ciudad. En aquel entonces creí, y sigo creyendo, que fue uno de los rarísimos casos de ataque de 113


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tiburón registrados en Acapulco, similar al que sé que pasó en la playa de Santiago, en Manzanillo, donde la novia de un compañero, hincada en el agua, que apenas le llegaba a la cintura, fue mordida y muerta por un animal.

dicen que un turista, desde el hotel “Caleta”, filmó lo sucedido.Para aclarar las versiones contradictorias, me mandaron, con los “ranas”, a bucear, en Caleta, la pierna cortada a la francesa. Allá me encontré con Alfonso y Reginaldo Arnold, que andaban en la misma tarea, pero nadie encontró nada.Para tranquilizar al turismo, y a la población, la versión oficial fue que a la francesa la había atropellado una lancha.

Aquí, un día, un buzo, que “almejeaba” frente al hotel de las Américas, en Punta Grifo se topó, en el fondo, con un tiburón, que se le acercó tanto que él, con la espátula con que escarban, le pegó al selacio en la nariz, que dio media vuelta y se alejó. Al ascender hacia la superficie, el almejero sintió un golpe en una pierna y al subir a su canoa, vió que el tiburón le había comido un pié, por lo que tuvieron que llevarlo al hospital.

Expedición de los “ranas” al Caribe. Creo que Don Pablo Bush había adquirido algunos terrenos o conocía a quien era dueño de ellos en Akumal, por lo que ahí estaría nuestra base para explorar los pecios de unos buques hundidos en la costa de Quintana Roo, en la península de Yucatán, especialmente el de el veril de la Punta Matanceros, cercana a Akumal.

La mañana siguiente una mujer, que nadaba a media Caleta, empezó a gritar pidiendo auxilio. Un lanchero le acercó su embarcación y tomándola de los brazos trató de subirla. Para su sorpresa un tiburón la volvió a atacar y se la arrebató. Él, asustado, la soltó, pero luego la recuperó y la llevó a la playa para que la ayudaran.

En ésta, cuando la mar estaba tranquila y no la rizaba el viento, se podían ver, en el fondo, a 4 ó 5 metros de profundidad varios cañones alineados simétricamente.

Ella no llegó viva al hospital, murió rápidamente de anemia aguda causada por las hemorragias de dos enormes lesiones, pues le faltaba una pierna desde el muslo, donde un trozo del fémur salía de la carne, como los de pollo rostizado y el hueco de la herida del segundo ataque, abarcaba hombro y espalda.

Al arribar nuestro grupo a Cozumel, se nos incorporaron dos buenos buzos: Joaquín, yucateco y Bob Marx, americano, de fama internacional y me entregaron dos lanchas rápidas en las que cruzaríamos el canal de Yucatán, de la isla a la península, las que permanecerían a nuestro servicio, durante nuestra estancia allá.

De inmediato surgieron muchas opiniones: según unos la victima estaba menstruando, el olor de la sangre excita a los tiburones y eso originó el ataque. Según otros el lanchero la atropelló con la lancha y las heridas las causó la propela de ésta.

Yo manejé la que iba en cabeza y, al meterla a la ensenadita de Akumal, en donde estaría nuestro campamento, ví un lugar hermoso parecido a Caleta, por su arena blanca, aguas azules, claras y cristalinas, pero diferente de ella porque en el fondo había grandes rocas coralíferas, oscuras y la costa, baja y plana como toda la península, estaba cubierta por una espesa selva virgen.

Seguramente el lanchero debe haberse arrepentido de haber tratado de ayudarla pues lo detuvieron e interrogaron, pero 114


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La mayoría de las langostas eran tamaño normal o pequeño, pero había algunas viejas y gigantes, como la de más de un metro de largo que muestra Reginaldo Arnold en unas fotos que nos tomaron el día que regresamos al D.F.

Tras desembarcar y bajar toda nuestra impedimenta, lo primero que hice fue fijar en la ancha playa nuestras tiendas de campaña, orientadas al viento dominante, alineadas como las de un pueblo y erigir, con un largo tronco de árbol, un asta bandera en la que izamos nuestra enseña nacional, con el respeto debido.

Por cierto que he tenido la suerte de comer mucha exquisita langosta, de tres tipos: La del Caribe, de aguas cálidas, de concha azul verdosa y largas antenas, la bajacaliforniana de aguas templadas, de concha roja a las que los gringos llaman “langouste” y la de la Nueva Inglaterra, de aguas frías, que no tiene antena sino grandes pinzas y carne más suave, a la que llaman “lobster”.

También organizamos, de común acuerdo lo que sería la vida interior del campamento, limpieza, cocina, etc. y, por todo eso Alfonso Arnold, hasta la fecha, me dice “mi Comandante”. Ahí vivimos solitarios y aislados de la civilización, como Tarzán o modernos Robinsones Crusoe, ya que aún no existían Cancún ni los demás desarrollos turísticos actuales y, como esa zona estaba deshabitada y hacía calor podíamos andar siempre desnudos o máximo en traje de baño, pero nos refrescaba el viento y como llovía a menudo, nos bañábamos en agua dulce.

En Matanceros buceábamos todo el día escarbando el fondo con rasquetas, utilizando como base para lanzarnos un pailebot, en el que, al finalizar la expedición, volveríamos a Cozumel. Desde su inicio el buceo fructificó, pues sacamos una gran ancla del antiguo tipo de almirantazgo, varios cañones grandes, un reloj de bolsillo con tapas de oro, que tenía todas las piezas de hierro deshechas pero con un recorte de periódico en su interior fechado, no estoy seguro si en los años 1600s o 1700s.

Pero también gozábamos de comodidades: teníamos una plantita de luz, refrigerador, unas buenas tiendas de campaña, nos protegían de los mosquitos, dormíamos en cómodos colchones de aire, inflables y comíamos extraordinariamente bien. Esto último era porque no sólo había comidas enlatadas, arroz y frijoles, sino que bastaba meter la mano o el arpón en las rocas para sacar langostas, anguilas “morenas” o pescados que Alfonso de la Fuente cocinaba estupendamente.

Joaquín sacó una cruz de latón como de 30 centímetros de largo, con doble brazo que creí era la “Cruz de Lorena”, pero los expertos dijeron después que era de no sé que orden religiosa. Entre los objetos sacados había pedazos de vidrio quemado, fundido por el calor, quizá de los ventanales que en popa usaban los barcos antiguos y nosotros fantaseábamos con que “el buque se hundió después de combatir con piratas” o que, “ya varado, los indios mayas lo abordaron e incendiaron” y que inclusive lo de “Matanceros” era por la matanza que debía

Y es que en ésa época, había langostas en casi todos los huecos de cada roca, debido a las condiciones favorables, escasa presencia del destructor ser humano y al “quebrado”, formación coralífera, parcialmente paralela a nuestra costa caribeña, 2ª mundial en extensión, sólo superada por la Gran Barrera australiana.

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Le mostré las cruces y me dijo: “Son esmeraldas, se las compro”. Le dije: “Son vidrios”. Me dijo “Yo soy joyero, sé mi negocio y sé lo que digo”. “Pero es que después vá a decir que lo robé”. “Usted no me está engañando, le ofrezco cancelar su deuda a cambio de ellas. Le conviene ya no deberme nada”. Así se hizo, me quedé sin cruces y piedras, pero sin deudas y con la duda, que aún tengo, de si serían vidrios o esmeraldas.

de haber habido a bordo, o porque el barco venía de la bahía de Matanzas, en Cuba. Todo lo que sacábamos venía envuelto o incrustado en gruesas capas minerales, depositadas por el mar en los cientos de años que tenían hundidos, por lo que, rompíamos la piedra cuidadosamente y disolvíamos la cal restante con ácido clorhídrico. Como representante de Bienes Nacionales, yo recibía, inventariaba y guardaba todo lo que se sacaba y por ello experimente algunas de las mayores tentaciones de mi vida, pues fácil tener las manos limpias cuando no se tiene la oportunidad de ensuciárselas al robar o apropiarse de lo que no es de uno, pero muy difícil hacerlo cuando se tiene la oportunidad y no hay testigos.

Los domingos que estuvimos en Akumal, descansábamos del duro trabajo de bucear y escarbar el fondo del mar, aprovechándolos para pasear y explorar esa costa tan hermosa, sin imaginar que, 40 años después, por ahí fluiría un río de oro, gracias al turismo.

Las tentaciones las tuve porque entre las muchas cosas que recibí había un rollo como de dos kilos de oro en lámina o “pan de oro”, probablemente para dorar altares y varios kilos de crucecitas no sé si de filigrana de oro o de bronce, con pequeñas piedras blancas, rojas y verdes que si eran diamantes, rubíes y esmeraldas, valían muchísimo, pero si eran vidrio no valían nada.

Esas excursiones eran en las lanchas rápidas, pues a pié, por en medio de la tupida selva virgen, había riesgo a extraviarse, ser picado por algún alacrán o mordido por alguna víbora, sobre todo la venenosísima y mortal “cuatro narices” o “nauyaca”. Un día nos fuimos Punta Soliman y en su estero, experimentamos la curiosa sensación de que el nivel del agua subía y bajaba, como el oleaje del mar y descubrimos que eso se debía a que estaba conectado con él por un túnel submarino.

Después supe que cediendo a la tentación, algunos compañeros no entregaron todo, sino que escondieron y guardaron para sí algunas de las cosas que buceaban. Posteriormente Bush, que hizo un museo con lo rescatado, me aseguró que habían analizado las cruces en Nueva York y que eran vidrios, de la bisutería que usaban los españoles para “rescatar” oro, transándose a los indios y me regaló 3 ó 4 como recuerdo.

Nadando en el estero vimos que unos animales grandes se nos acercaron y los que estaban tomando fotos submarinas, creyendo que serían cocodrilos se echaron pa´ tras.

Al volver a Acapulco me sucedió algo raro, pues un joyero al que le había comprado, en abonos, algunas alhajas para mi mujer, me preguntó si traía recuerdos de la expedición.

Cuando los ví les dije que eran manatíes, esos inofensivos herbívoros, que los antiguos marinos confundieron con sirenas, pero como en Acapulco no hay de esos, sino 116


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sólo “sirenas de dos piernas” y brevísimos bikinis, no me lo creyeron mucho.

encontrar los que en Akumal y sus cercanías, habían enterrado los piratas.

Otro día fuimos a Xel Ha, entonces inhabitado y abandonado y aunque exploramos la caleta casi circular y sus ramificaciones, sólo vimos que en la pared de roca, de unos 3 ó 4 metros de alto, había unos escalones labrados para bajar al agua, seguramente hechos por los mayas, pero fuera de eso, no había nada.

Aunque yo les decía que estos no eran tan tarugos en jugarse la vida asaltando y robando en alta mar, para después ir a enterrar sus tesoros, en playas desiertas, sino que todo se lo llevaban para hacerse ricos y vivir bien algunos de los de la expedición creían a “pié juntillas”, que algo encontrarían.Pero aunque siguiendo los consejos del “brujo” escarbaron grandes y profundos hoyos no encontraron nada.

Como el fondo estaba lleno de grandes caracoles “burros”, nos echamos al agua para sacarlos y comérnoslos, pues son muy sabrosos en filetes ablandados o en coctel, bien preparado.

Otros decían que por ahí había una ciudad bajo el agua, aunque yo les decía que para eso se requería que ella se hundiera bajo el mar por causas naturales, como Port Royal en Jamaica, o que el agua subiera y la inundara, como en la presa de Tequesquitengo.

Cuando emergí con los brazos llenos de caracoles, oí el grito de Toribio Dorantes: “¡Cuidado, Comandante atrás de ti!”.

Pero como todo tiene que terminar, después de un mes, levantamos el campamento y volvimos a Cozumel en el pailebot que teníamos a nuestro servicio. Yo iba a quedarme en Akumal, pues un helicóptero de la Armada, piloteado por el Tte. Carlos Mora Pérez iría por mi, pero allá estuviera esperándolo todavía, porque la aeronave se averió y hundió en Cozumel y no pudo volar a Akumal.

Voltee y vi la razón: Una enorme barracuda, como de 2 metros de largo, aunque la ví como de 10, estaba cerca de mi espalda. Ella me estaba mirando fijamente con sus grandes ojos negros y juraría que estaba sacando la lengua y relamiéndose del sabor de mi carne, pues abría y cerraba la boca, en la cual eran notables los 2 colmillotes colocados casi en el extremo de la mandíbula inferior, que le atravesaban la mandíbula superior.

Recorrido en Isla Mujeres

Como la mejor defensa es el ataque, simulé irme sobre ella, que dio la vuelta alejándose, lo que me permitió huir por el lado opuesto, sin detenerme a ver si se regresaba.

De Cozumel nos fuimos a Mujeres y volví a recorrer esa islita, en cuyo extremo sur está “el Paso de la Morena”, hacienda del pirata Mundaca, en el extremo norte la hermosa playa de la “Media Luna” y, en el centro de su costa este, el bajo “El Garrafón”, donde hay cardúmenes de tantos pecesitos juntos, que parecen grandes rocas.

En el apuro del momento, no recuerdo si en las carreras dejé caer los caracoles que llevaba, pero creo que salí sin ellos. Además de esas interesantes aventuras en el mar, tuvimos otra muy boba: Nos llevaron al campamento a un dizque experto en detectar tesoros, que con una varita en Y, iba a

Ahí estaba el Cuartel General de una Zona Naval, al mando del Almirante Armando Cañizares, gran aficionado al buceo.Con él 117


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Yerbabuena, para evitar los efectos de los fuertes oleajes ciclónicos.

exploramos un par de pecios y sacamos algunas cosas poco interesantes, salvo un cañón o “culebrina” antiquísima, de recámara abierta, con tapa, cuyo tubo o “caña volar” no era de una sola pieza, sino de varios segmentos que debían unirse.

El 7 de diciembre, los “ranas” colocaron ahí la base de la estatua. A ésta la bendijo, en la Basílica de Guadalupe, el Nuncio Papal Monseñor Luigi Raimondi y el día 11 llegó a Acapulco, en medio de gran entusiasmo popular y rodeada por multitud de creyentes. El 12 de diciembre, día de la Guadalupana, se puso la estatua en su base y nos sumergimos un montón de gente a verla, entre ellos un cura, que creo era el Padre Angel, que buceaba por primera vez y lo hizo para bendecirla “in situ”, o sea, en su lugar.

Después de isla Mujeres volamos al D.F., donde entregué a Don Pablo Bush todo lo recolectado en la expedición, que colocó en un museo de su agencia de automóviles y los acapulqueños volvimos a nuestro puerto a reanudar nuestras labores habituales. Acontecimientos notables con los Hombres Rana Otros acontecimientos notables de mi época con los “ranas” fueron: la colocación de la estatua de la virgen, la visita de Eisenhower a López Mateos, nuestro accidente en el “Río de la Plata” y la muerte, no sé si accidental o intencional, de Mario Cano Riego.

De ahí pa´l real las lanchas de fondo de cristal captan miles de pesos de los turistas que hacen el paseo desde Caleta para “ir a ver a la virgen” y muchos arrojan, cerca de ella monedas, ofrendas y, últimamente, hasta las urnas con las cenizas de sus muertos.

La primera fue en diciembre de 1957, cuando se nos informó que en algún lugar del fondo de la bahía de Acapulco se instalaría una estatua de la virgen de Guadalupe, que se había logrado fundir gracias al entusiasmo y actividad de un grupo de promotores, entre los cuales figuraban prominentemente Doña Amelia Sodi Pallares, Pablo Bush, Enrique Conti y muchos más.

La visita de Eisenhower, (a quien también siguió por toda la Costera una multitud de vagos y desocupados) se hizo a bordo del yate presidencial “Sotavento” del 15 al 19 de febrero de 1959. Partieron del muelle del hotel “Club de Pesca” para irse a fondear a Puerto Marqués y desde antes de su llegada hasta que partió, 3 buzos estuvieron permanentemente de guardia, revisando el casco del “Sotavento”, para evitar que alguien atentara contra la vida de los presidentes, colocando una mina al yate.

Esa imagen estaba destinada a constituirse en un gran atractivo turístico, aunque los lancheros, sus principales beneficiarios, no colaboren mucho en su debida atención y cuidado y el que se há hecho cargo de la mayor parte de ello, es Alfonso Arnold.

Una anécdota curiosa, que nos contaron cuando regresaron, es que decían que en la comitiva iba un ministro sin cartera, muy amigo de López Mateos, que se lavaba los dientes con champaña y la tomaba en el desayuno, comida y cena.

Se analizaron ventajas y desventajas de varios lugares y se escogió uno, cerca de la Roqueta, al abrigo del bajo de La 118


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piernas y, cuando me las estiraron para enderezarlas, se rasgó.

La precisión en las fechas de los dos acontecimientos anteriores, se la debo y agradezco al lea y eficiente Capitán de Corbeta Rafael Gil García, que fue del pié veterano, o primera antigüedad de buzos, en la escuela del Comando Submarino y el segundo de los graduados en ella que llegó a Comandante de la 1ª Compañía de Trabajos Submarinos del 16 de enero de 1980 al 31 de marzo de 1984.

Cuando pude pararme a caminar, usé shorts y camisetas, porque la nueva piel no soportaba el roce del pantalón largo ni el de las mangas de las camisas y en la calle, amigos y familiares me bromeaban con que parecía robot, por las piernas tiesas y hasta la fecha tengo franjas de piel de color diferente en piernas y brazos.

Otro acontecimiento, que influyó mucho en mi vida y en la de mis hijos, me sucedió al ir a bucear por primera vez al “Río de la Plata”, ese gran buque de pasajeros y carga, que se incendió y hundió aquí en nuestra bahía hace más de 50 años.

Ese accidente nos perjudicó, pues ví que no era, como creía, indestructible ni inmortal y dejé que mi hija, una inteligencia privilegiada, no estudiara una profesión sino para secretaria trilingüe, aunque eso la llevó a trabajar en Relaciones Exteriores y vivir bien toda su vida, pero la mayor parte de ella en el extranjero, lejos de nosotros.

Con un grupo de “ranas” embarqué en la lancha “Doña María” y, ya en el sitio de la inmersión, me puse los tanques de aire en la espalda, ayudado por el Dr. Manero y creo que Victor o Aburto. En esas estábamos, cuando del fondo de la lancha surgió una explosión y una llamarada nos envolvió, pues una chispa del motor incendió a los gases de la gasolina acumulados en las sentinas.

Muere Mario Cano, 2º Comandante “accidental” de los “ranas”. Otro acontecimiento triste fue saber la muerte, ahogados en una presa, de Mario Cano y su compañero de buceo. Como ya he comentado, él era el 2º Comandante de Apolonio Castillo, por lo que, a la muerte de éste, tomó el mando con el carácter de “accidental”, como lo ordena la ley. Esto hizo que dos civiles, sin previa formación militar, tuvieran ese mando por un año y motivó que la Comandancia General de la Armada me mandara a militarizar y preparar a los ranas.

Los que estaban en cubierta o a proa como Fierro y los que nos quedamos en la caseta, brincamos la borda y nos arrojamos al mar, pero Vilchis derribado por la explosión, tardó en saltar. Él y yo, los más dañados sobrevivimos, pero tardamos meses en recuperarnos. Aunque el traje de baño, los tanques y la camiseta me protegieron la espalda, yo tenía quemados piernas, brazos, nuca, parte de la cara y pasé como un mes acostado con las piernas levantadas, escurriendo sanguaza oscura, que manchaba las sábanas.

Mario era de carácter fuerte, tanto que en Tampico, un diario lo llamó a 8 columnas “marido ciclón”, porque arrojó por la ventana los muebles de su casa, tras pelear con su mujer.

Después me pusieron en un sillón sobre una base con ruedas y la piel de las corvas cicatrizó en falso pues tuve flexionadas las

Disgustado porque le quitaron el mando de los hombres “rana”, se fue a trabajar a la iniciativa privada. 119


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profesor fundador de la 1ª prepa de Acapulco dando física a una muchacha y 11 muchachos, entre ellos Horacio Medina de la O (+) y el doctor Armando Ruiz Massieu.

Un día bajaron a limpiar las rejillas interiores de la cortina o compuerta de una presa, creo la del “Infiernillo”, pero no dejaron a nadie arriba cuidando el volante de manejo de las puertas de acceso o, si lo hubo, se aburrió y abandonó su importante misión.El caso es que alguien, no sé si por mala fe o por creer que indebidamente estaban abiertas, cerró esas puertas, sin que nadie lo impidiera y dejó encerrados allá abajo a Mario y su ayudante, condenándolos a morir cuando se agotara el aire de sus tanques.Debe haber sido horrible para ellos que, al tratar de salir, hallaran las compuertas cerradas y saber que morirían pronto.

Baja de los “rana” y alta de 2º Comandante del “Durango”. Pero como no hay felicidad completa que dure eternamente, el 16 de Octubre de 1959 me cambiaron a Veracruz, para ser Segundo Comandante del transporte “Durango”. Cuando recibí esa orden pensé no ir y estuve tentado a pedir mi baja de la Armada, pues aquí en Acapulco mi situación económica iba mejorando mucho y rápidamente.

Un Capitán de navio, mucho más antiguo que yo, me dio la noticia de mala manera, pues me dijo: “Alégrate. Se murió Mario Cano, que era tu enemigo porque le quitaste el mando de los ranas”. A lo que le contesté: “La muerte de un ser humano no puede ser motivo de alegría. No sé que fuera enemigo mío pero, en todo caso, yo no era enemigo de él y no pedí que le quitaran ese mando”.

Afortunadamente mi señora, el mayor acierto de mi vida, me aconsejó bien diciéndome: “Tú eres el primero de tu antigüedad y siempre has dicho que entraste a la Armada para ser Almirante y Secretario de Marina, si te lo permitían los políticos. Que hay que preferir la gloria al dinero. Si te vas, llorarás cuando veas a tus compañeros llegar a Almirantes y tu sólo seas el rico Capitán Argudín”.

Prosperidad para los “ranas”.

Y como ella siempre tiene razón, volvimos a cambiar de litoral y con todo e hijos nos fuimos a vivir a Veracruz.

De 1957 a 59 los ranas prosperaron, pues eran salvavidas en el CICI, reparaban propelas de barcos, les limpiaban fondos, rescataban, reflotaban y todos los ingresos iban a un fondo común para comer pan, jamón, mantequilla, carne, dulces, etc. y gracias a ello dejaron de ser “tigres anémicos” para ser atletas fortachones.

A nuestra llegada, el Almirante Sandoval, comandante de la Zona Naval, ordenó que se nos diera una casa, de las que él construyó, en la flamante colonia de la Armada, en lo que antiguamente era una zona de medanos, en las afueras del puerto, donde los marinos pagábamos una muy módica renta.

Yo también mejoré: Mi hermano Héctor trabajaba en Las Brisas y rentaba mi automóvil a turistas, asociado con mi cuñado Juan Manuel, tenía 3 lanchas rápidas, como siempre trabajé para ganar más y dar mejor nivel de vida a mi familia, dos veces llevé el yate “Reina Rosilee” a San Diego, capitaneaba los yates “Sea Cloud”, “Hawaiano”, “Fiesta” y fui

Ésa colonia la habitaban puros compañeros de mi época y algunos de mis ex alumnos era muy segura y agradable, pero nos parecía lejana, pues estaba más allá de la calzada de Circunvalación, que entonces 120


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prácticamente limitaba la ciudad, pero ahora con el gran crecimiento de esta, prácticamente es muy céntrica.

Heroica Escuela Naval.. Durante una visita del entonces Presidente de México, Miguel Alemán, al antiguo y céntrico edificio como de 100 por 50 metros, que la Heroica Escuela Naval ocupaba, comentó: “¡Cuanta dignidad y patriotismo entre tanta pobreza!” y con su toque mágico para emprender grandes obras, costosas, pero productivas, como la Costera de Acapulco, ordenó la construcción de nuevas y más apropiadas instalaciones para el plantel.

Lo más destacado de mi tiempo en el “Durango”, fue el viaje que hicimos a Brownsville y a nuestros puertos del golfo de México. Comandante del Cuerpo de Cadetes.. Al mediodía del 1° de julio de 1960, en el campo de honor de la Heroica Escuela Naval, conforme las leyes y reglamentos de la Armada, con la pompa del ceremonial naval, ante todo el personal formado, fui dado a reconocer, como Comandante del Cuerpo de Cadetes de mi “alma mater”, la que me formó profesionalmente.

Así localizaron creo que más de 200 hectáreas, de una zona de médanos que estaba sin desarrollar en la punta de Antón Lizardo, frente a ese fondeadero, que como Veracruz está protegido por una gran cadena de bajos y arrecifes de coral o “piedra muca”.

Desde 1952 esta cambió de ubicación, de las inadecuadas y céntricas instalaciones en Veracruz a las nuevas, amplias y modernas que ahora ocupa, 30 kms al sur, en la punta de Antón Lizardo.

Esa zona estaba lejos como a 30 kms al sur de Veracruz, pero ahora la ciudad se le há acercado, pues se há extendido hasta Boca del Río en la desembocadura del Jamapa. De la portada de acceso con guardia de Infantería de Marina a la glorieta del obelisco a los héroes defensores de Veracruz en 1914 hay como 200 metros de carretera pavimentada paralela a la playa y entre ésta y la carretera, varias casas para tripulación.

En lo material y en el personal, todo había cambiado mucho. Ya no eran 100 cadetes como cuando ingresé, sino 300, aunque aún no se cometía el error de subirlos a más de mil, para igualarse al Colegio Militar, sin tener suficientes barcos, aviones, diques o talleres para tantos oficiales que se graduarían, ni tantos mandos en tierra o a flote para los que podrían llegar a Almirantes.

En la glorieta, la carretera se divide en tres ramas: una continua hacia el estero del salado, donde ahora han construido el Centro de Capacitación para Tripulación y otras instalaciones.

Ya no eran las tradicionales 1ª y 2ª brigadas, o de “babor” y “estribor”, como las “bandas” o costados de un buque, divididas en 3 “trozos” de “proa”, “centro” y “popa”, sino 3 “compañías”.

Los otros dos ramales están en ángulo recto con la carretera de acceso, el izquierdo termina en la playa, en un muelle para embarcaciones menores y el derecho en la portada principal, donde hay un cuerpo de guardia de cadetes. 121


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Tras otros 50 metros se levanta la torre de oficinas de 4 pisos, donde está la dirección, Subdirección, Comandancia del Cuerpo de Cadetes, Detall u oficina administrativa, etc.

humanos”, de lo militar muy estricto de la antigua época, se pasó a “consideraciones psicológicas” que muchos creemos blandengue.

A tras de la torre está la cabecera del gran patio de honores y ceremonias, del tamaño de un campo de futbol circundado por una pista olímpica de carreras y al fondo de esta o cabecera opuesta un gran monumento a los héroes con su enorme asta bandera.

Lo militar se suavizó tanto con lo de “chalets” y otras minucias como la “visita familiar dominical” a la guardia y arrestados, que sin importar cuantos correctivos disciplinarios acumulara un novelón o cadete mal portado, salían francos una vez al mes y no como nosotros, que podíamos pasar el año entero encerrados.

Al otro lado de la pista la batería de cañones navales que sirven para hacer los “honores al cañón” a los dignatarios que tienen derecho a éstos en el Ceremonial Naval, cuando concurren a una ceremonia patrióticas de las que ahí se celebran.

Además cada mes se iniciaba “limpio”, pues los arrestos no cumplidos se acumulaban para pagarse al 50% a fin de año, con días de vacaciones (se decía “van al talegón”, esa gran bolsa de lona usada como maleta para transportar ropa y demás efectos).

Frente a uno de los lados largos del campo de honores está una gran ala de 2 pisos de aulas y biblioteca y en el lado opuesto, otra de un piso de dormitorios y comedores.

No sé si estas y otras medidas “consentidoras” sigan en vigor, hayan aumentado o disminuido, pero espero que lo que se esté haciendo ahora sea para bien del personal y de la institución.

En edificios separados hay sanatorio, talleres, planetario y club social y atrás de éstos, campos de fut, béis, basket, alberca olímpica, casas para oficiales profesores y granjas lecheras, avícola y de hortalizas, que refuerzan el “rancho” (comida) del personal.

Lo que me consta que há mejorado mucho son los conocimientos profesionales, pues el sistema educativo de la Armada es mejor y más completo ahora, que cuando ingresé, pues antes todos los estudios eran los de la Escuela Naval y después el que no se moría llegaba, por antigüedad, a Almirante, en tanto que ahora hay estudios de post-grado, cursos y selección toda la vida.

En lugar de 2 patios rectangulares de 20 ó 25 metros por lado, de al antiguo edificio, donde “el cielo era cuadrado” como dijo un compañero mío, ahora hay amplios espacios abiertos con horizonte de mar por un lado y de tierra por los demás.

Experiencias como Comandante del Cuerpo de Cadetes..

En vez de 3 dormitorios colectivos para 40 ó 50 cadetes c/u, ahora hay cubículos para 4, a los que se les llamó “chalets” en lugar de “camarotes” para que los muchachos de reciente ingreso se sintieran más a gusto, pues adelantándose a los “derechos

Mis experiencias como Comandante del Cuerpo de Cadetes fueron muchas y muy variadas, unas buenas y otras malas.

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Para empezar es lógico que los jóvenes cadetes sean vivísimos, por ser fruto de una selección muy estricta, pues de más de mil aspirantes, sólo pasan los exámenes personal, físico, psicológico y académico, alrededor de cien y es usual que “midan” al profesor civil o militar, detectando sus puntos débiles personales o profesionales, para ponerlos en aprietos.

intensificó la instrucción militar, los Sargentos Primeros, que eran los que más frecuentemente trataba, me “picaron” con que el anterior Comandante, Muñoz de Cote, era de “mucha fibra” y, marchando, no sólo daban vueltas en la pista del patio, sino que se los llevaba hasta el pueblo de Antón Lizardo, que quedaba como a dos kilómetros de la Escuela.

El resultado es que hay unos profesores admirados, otros apreciados y algunos hasta despreciados como “barcos”, que son a los que se les puede tomar el pelo fácilmente.

Allá fuimos y entonces dijeron “él nos llevaba al “vado” de la carretera”, (como 5 kms). A la vez siguiente llegamos a éste y comentaron “él nos llevaba hasta “el médano”, (como a 10 kms).

Muchos ejemplos ví cuando fui cadete, como uno al que le decíamos “el caguamo”, que le escondíamos el sombrero carrete o le pintábamos letreros de “fiado” en la cinta negra del mismo; otro, acomplejado por su calva, al que si nos le poníamos atrás para asomarnos a vérsela se salía de clase y otros, como el “chino” León, que nos aventaba el borrador del pizarrón o nos insultaba cuando no podíamos resolver alguna integral.

Al otro día llegamos a éste y al fin reconocieron “pero él nos dejaba descansar allá y usted nos lleva de ida y vuelta sin parar”. Años después me contaron que ellos aseguraban: “hoy cae en cama el viejo y mañana no hay instrucción”, ya que para sus 18 ó 20 años, mis escasos 40 eran una ancianidad y no sabían que todas las noches metía mis ampollados pies en agua muy caliente, con bastante sal, pues “primero muerto que rajado”.

Pero del cadete, material básico, hay que hacer un oficial de Marina que “no sólo debe ser valiente y competente, para enfrentar la guerra o la mar, sino un hombre de bien y un caballero”.

Desfile del 16 de Septiembre de 1960. La satisfacción fué que, como todo sacrificio tiene recompensa, en el desfile del 16 de septiembre de 1960, sesquicentenario del inicio de la Guerra de Independencia, tuve el honor de mandar todo el contingente naval que desfiló en el D.F.

Por eso una vez que le pusieron unos clavos en las llantas del automóvil del teniente Viveros Parker, les pegué a todos una regañada tan fuerte en el comedor que algunos malinterpretaron porque les dije que “sólo un cobarde y malnacido se oculta para poner en riesgo la vida de un oficial y su familia” lo que me valió que dijeran que yo había dicho que “no tenían madre”.

A ése desfile y a las ceremonias y agasajos anteriores y posteriores concurrieron delegaciones militares y navales de numerosos países amigos, que se unían a nuestro júbilo.

Recién llegado, como estaba próximo el desfile del 16 de septiembre, en el D.F. y se 123


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Heroica Escuela Naval: El viaje de prácticas. Ese confirmó mi buena suerte, pues en 1940, cadete de 1er año me tocó ir en el “Durango” a Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Chile, 1er viaje que hacía un buque nuestro, a Sudamérica desde que el “Morelos” dio la vuelta al Cabo de Hornos en 1910 ó 12.

El día 14 ó 15, en el patio de honor del Heroico Colegio Militar en Popotla, nos pasaron revista los Secretarios de Defensa y de Marina y los Directores del Colegio Militar y la Escuela Naval. Es consenso general que los cadetes del Colegio son lo mejor en los desfiles, pero ése día, al romper la marcha las últimas compañías, lejos de su banda de guerra y muy cerca de la nuestra, mientras tomaban el paso pudimos haber disturbado su ritmo.

En 1948, Teniente de Fragata, Oficial de Navegación del “Porter”, con el Comandante Ignacio Saenz, me tocó el primer viaje de una unidad de nuestra Armada a Nueva York.

Para no hacerlo, callé mi banda e inicié la marcha hasta que ellos se habían regularizado. Creí que nadie se daría cuenta, pero no fue así, pues hubo quien me dió las gracias por ello.

Y en 1960, Capitán de Corbeta, Comandante del Cuerpo de Cadetes en el “Querétaro”, cuyo Comandante era Luis Jacome, un año más antiguo que yo, fui al primer viaje a Hawaii desde que la Zaragoza hizo el viaje alrededor del mundo, allá por 1890.

Al terminar la revista nos presentamos el Comandante del Cuerpo de Cadetes, del Colegio, Jesús Castañeda Gutiérrez, “Mandrake”, que era mi amigo desde el viaje a Chile en 1940 y yo, el Comandante del de la Escuela, a rendir el parte de novedades.

Tras quince días de navegación, llegamos allá en noviembre o diciembre, pues la noticia principal de esos días era que Kennedy sería el presidente de E.E.U.U., porque había derrotado a Nixon por muy escaso margen, creo que ni medio por ciento.

Ahí ante mi, en un aparte del resto del grupo, el General Gomar Suástegui, Director del Heroico Colegio Militar le dijo, al Vicealmirante Altamirano, Director de la Heroica Escuela Naval:

En la recalada a la isla de Oahu el paisaje era bellísimo, aunque después el archipiélago hawaiano me decepcionó, por artificioso y comercial, pues yo había leído mucho acerca de las islas de los mares del sur y nuestra primitiva Isla Mujeres, de aquellos tiempos, se parecía más a como me las imaginaba.

“Te felicito, ¡Qué bien viene tu Escuela este año!”. Él se irguió, orgulloso pero el General remató: “No te envanezcas, el mérito no es tuyo, sino de tu Comandante del Cuerpo de Cadetes”, lo cual se vió que no le cayó nada bien.

Arribamos a Pearl Harbor, cuya entrada, según la historia era baja y la dragaron, pues los gringos construyen mucho para mejorar su país y pudimos admirar la gran cantidad de buques y submarinos, así como el famoso “corredor de los acorazados”.

Viaje de Prácticas en el “Querétaro” a Hawaii. Antes de fin de año vino el otro punto más destacado de mi turno de servicio en la 124


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Las que me gustaron son las camisas de vivos colores y las finas guayaberas filipinas o “baróng tagalo”, de tela de fibra de piña y a mi señora le traje sedas y brocados chinos, preciosos.

Al atracar en uno de sus muelles nos recibieron con música y bailes hawaianos, de esculturales bailarinas con faldas de palapas o multicolores “pareos” y flores en el pelo, cuello y brazos, que ondulan las caderas suave y sensualmente, no tan agitada y rápidamente como en los bailes tahitianos. Tras desembarcar y hacer las acostumbradas visitas de cortesía a las autoridades civiles, militares y navales, tuvimos la tarde y noche libres para visitar la famosísima Honolulu.

En lo personal, tenía muchas ganas de hacer, e hice, dos cosas: Una, ir a tomar cócteles y comer en el bar y restoran del legendario hotel “Royal Hawaian”, que fué el sitio de reunión de los oficiales que iban a la “guerra del pacífico” contra Japón.

Al día siguiente iniciamos en Oahu un nutrido programa de recepciones y visitas a sitios históricos y de interés, de fama mundial.

La otra, nadar y surfear en tabla en la famosa Waikiki, lo que no disfruté porque la playa olía a yodo, pues había muchas algas y pocas y es mucho el tiempo y agotador el esfuerzo para nadar mar adentro, “correr” la ola unos segundos y caerse, para volver a nadar largo rato contra la corriente y caerse otra vez.

En lo profesional fuimos a instalaciones navales, unidades a flote, campos de aviación, cementerio patriótico de Diamond Head y al monumento nacional del acorazado “Arizona”, hundido en el bombardeo de los japoneses aquel 7 de diciembre de 1941, que, según el presidente Roosevelt: “vivirá en la infamia”.

Honolulu era limpia, de calles anchas, bonitos jardines y su centro comercial “Ala Moana”, espectacular, pero el paraíso hawaiano es más propaganda que realidad y quizás sea patrioterismo, pero hace 50 años, Acapulco era mucho más bonito y autentico.

En lo turístico visitamos los palacios del Rey Kamehameha y de la reina Leilani y fuimos al Nuuanu Pali Pass, donde el viento sopla tan fuerte que el agua de la cascada no cae, sino sube y el cual queda en la divisoria, pues desde ahí se vé la costa opuesta de la isla y el campo de los “marines”, en Kanehoe. No disfruté el paseo a una “plantación” a ver bajar cocos, pues aquí, desde niño, estaba acostumbrado a ver a mis paisanos subirse a las palmas y las bailarinas que ahí actuaron eran muy gordas y viejas, no jóvenes bien formadas, como las que nos recibieron y veíamos en los hoteles, ni me gustó la típica “macadamia”, una especie como de avellana, sin ningún sabor especial.

De Oahu zarpamos a Hawai, isla que le dá nombre al archipiélago (antes fué Islas Sándwich) y pasamos cerca de otras islas legendarias: Molokai, que fue el leprosario, donde contrajo la enfermedad y murió el famoso Padre Damián y Lanai que dicen está toda cubierta de plantaciones de piña de la marca “Dole”. En Hilo, la capital, situada en “la isla grande” admiré:

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1.-) Pidió su baja un cadete, hijo de un ex sargento de cadetes, condiscípulo mío, un año más antiguo que yo.

1.- Por la gran ola de un tsunami que la golpeó poco tiempo antes todas las casas de un lado de la avenida que iba al puerto, se veían destruidas, las del otro lado intactas y un gran barco pesquero, estaba varado como un kilómetro ciudad adentro. 2.- Lo próximo que están los volcanes Mauna Kea y Mauna Loa, a donde nos llevaron de paseo y vimos la constante erupción del 1º y correr los flujos de lava cuesta abajo, hacia el mar. 3.- La super abundancia de agua y flores, los constantes cambios de lluvioso a despejado y los muchos arco iris que eso origina.

Para ayudarlo lo llamé y le pregunté: “¿Porqué quieres salirte?”. “Porque no quiero estar encerrado aquí”. “¿A dónde te piensas ir?”. “Primero a mi casa y después a ver que hago”. “Tú papá tiene alto grado y si sigues en la Armada él te ayudará”. “No lo necesito”. “¿A qué te vas a dedicar? ¿Qué quieres hacer?”. “No sé. Aún no estoy seguro que es lo que me gusta, pero si sé que esto no me gusta”. Ante tan contundente respuesta firmé su baja, se fué y no volví a saber de él.

De regreso a la Heroica Escuela Naval. De vuelta en México, tras otros 18 días de navegación, de ver sólo mar y cielo y sufrir uno que otro día de fuertes oleajes, nos reincorporamos a la Escuela Naval y después de unas breves vacaciones al iniciarse 1961 ingresó una nueva “antigüedad” y reanudamos la rutina diaria de clases, instrucción militar, etc.

2.-) Otro caso fue el de un alumno de 3° ó 4° año, que ya tenía grado, muy buenas calificaciones y también pidió su baja. Cuando le dije: “Vas muy bien y progresarás en la Armada”. Me dijo: “No quiero ser oficial, quiero ser rico y seré banquero”. Y efectivamente sé que lo fue y que tuvo éxito.

Como algunos “antiguos”, cobardes o sádicos, abusan de la vieja “pócima” (apalean y hacen tragar a los “novelones” un vaso de bazofia de sopa aguada, arroz, carne, frijoles, dulce, chiles picosos y puños de sal que hace vomitar a cualquiera), me propuse quitarla.

3.-) El otro caso tuvo un desenlace más dramático y patético: No quiso seguir de cadete el hijo de un Comandante Aviador, sargento de cadetes de mi época, dos años más antiguo que yo, que desde la Escuela fue siempre agrio, duro y muy estricto. Este le prohibió a su hijo pedir la baja, pero él chico se salió.

Por ello autoricé que en vez de eso pusieran a los novatos a hacer lagartijas y sentadillas o dar vueltas a paso veloz a la pista. No logré mi propósito, pues a escondidas siguió la “pócima” y en cambio inventaron que yo decía “más palos y menos ruido”.

Según supe, la familia nunca se lo perdonó, lo trataban mal en su casa y el pobre acabó suicidándose, ahorcándose.

De las muchas experiencias que viví en la Naval, narraré sólo 3: 126


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calderas, máquinas alternativas, motores de explosión o diesel, turbinas de vapor o de gas, construcción o reparación de buques, control de averías, etc.?”. “¡Ah!, entonces ud. tampoco resolverá el problema de lo que no sirve. A ver ¿ud. se sabe su teléfono?” “Sí, 2312”. ¿Su matricula de la Armada?” “Si, 29…..” “¿Su RFC?” “Sí, AUAA….”. “Pues yo no me sé ninguno de esos, nunca tuve que resolver una integral y míreme soy Vicealmirante y ud. Capitán de Corbeta”. “Señor ud. vivió otros tiempos, hoy hay que estar bien preparado y en el futuro más, pues ya no habrá lugar para los ignorantes”. “Entonces ud. no me ayudará como yo quiero. Retírese”.

Hubo muchos casos más, unos más interesantes que otros, pero como no acabaría de contarlos, volveré a mí historia personal. Salida del Cuerpo de Cadetes. Poco después de empezar el año, se labró el segundo escalón de mi salida del honroso cargo que ocupaba. Esa empezó cuando el Vicealmirante director me llamó y me dijo: “La Escuela tiene un grave problema. Hay demasiados cadetes reprobados porque hay muchas materias innecesarias y muy difíciles. Ordené al Subdirector, al Jefe de Estudios y a varios profesores que preparen un nuevo Plan de Estudios, pero no pueden resolver el problema. Espero que usted sea capaz”. “¡Cómo! Don Carlos es muy exigente y Doroteo Silva y los profesores tienen fama bien ganada de inteligentes y competentes.” “Pues tendrán fama, pero no pueden o no quieren” “Y específicamente ¿qué es lo que usted desea?” “Que se supriman las materias en que hay reprobados, pero el Jefe de Estudios, dice que son indispensables”. “¿Y a juicio de ud. cuáles son las que hay que quitar?”. “Tantas matemáticas y sobre todo cálculo diferencial e integral, termodinámica, resistencia de materiales, electricidad y todas las demás materias inútiles que salen sobrando”. “Pero sin bases ¿cómo podrán hacer estudios avanzados? Sin algebra y geometría ¿cómo entenderán trigonometría esférica y geometría analítica? Sin cálculo diferencial e integral ¿cómo estudiarán balística y cinemática? Sin termodinámica y resistencia de materiales ¿cómo estudiaran

Y ahí acabó su idea de quitar materias para no reprobar a nadie. El eslabón final de mi salida, empezó del modo más inocente. El Director tenía la costumbre de observar desde una terraza, o uno de los corredores, las formaciones de los cadetes y al medio día de un jueves vió que el último elemento, de la primera línea, tenía, dispareja, la manga corta de la camisa kaki. Lo llamó y al tenerlo enfrente le preguntó: “¿Porqué trae ud. toda la orilla de la manga chueca?”. “Porque hoy nos toca cambiarnos. Como no tenía una camisa limpia de manga corta, recorté una de manga larga y no tuve tiempo para coserle el dobladillo”. “¿Y cuántas veces se cambian el uniforme de diario? ¿y la ropa interior? ¿y el overol? ¿y el uniforme de gala?”. “Dos veces a la semana, lunes a diana y jueves al mediodía y de todo a todo cuando salimos francos”. 127


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la Escuela, en una comisión tan distinguida y con muchos buenos compañeros y amigos, pero no se lo van a conceder porque el Director debe haber pedido mi cambio”. “Eso no es posible, ud. debe estar equivocado”. “Pues hágalo ud. y verá que tengo razón”.

“Enterado. Retírese e incorpórese a su lugar”. Aún no nos sentábamos en el comedor de cadetes, cuando el Director me mandó a llamar a su comedor y me espetó: “¿Porqué dispuso ud. que los cadetes se cambien de ropa hoy?”. “No lo ordené yo. Está establecido que deben usar ropa limpia”. “Eso se acabó. A partir de hoy que no se cambien de ropa más que los lunes de cada semana”. “Eso no se puede hacer. No podemos formar oficiales limpios si desde cadetes les enseñamos a ser sucios”. “Pues por su culpa no me alcanza el dinero para el jabón”. “Entonces gestione que le den más, porque debemos habituar a los cadetes a ser limpios, no mugrosos”. “Usted no me va a decir lo que tengo que hacer. Retírese, pues no tenemos más que hablar”.

Al día siguiente me mandó a llamar y me dijo: “Efectivamente, estaba ud. en lo correcto y no me lo concedieron”. Alta como Comandante del “Guanajuato”. Así en mayo 16 de 1961 causé baja de la Heroica Escuela Naval y alta de Comandante del “Guanajuato”, que estaba en Veracruz en reparación, fondeado y arrejerado al “muro norte” que está hecho de enormes bloques de concreto y fué construido en época de Don Porfirio para proteger el fondeadero de Veracruz que era muy peligroso, pues estaba abierto al norte y una corriente muy fuerte se emboquillaba por el canal formado entre la tierra firme, entre la Caleta y la Punta del Soldado del arrecife La Gallega.

Aparentemente eso fué todo, pero unos días después él se fué al D.F. y llegó un radiograma ordenando mi baja de la Escuela y alta de Comandante del Cañonero “Guanajuato”, en Veracruz.

Por esa causa muchos barcos se perdían en la época de los vientos del norte, que allá son tan violentos como los de un huracán, sólo que no son giratorios como los de éste, sino que soplan de una sola dirección.

El exigente Sub-director, Don Carlos Abaroa, a cargo de la Dirección Accidental, al comunicármelo me dijo:

Aquel muro cerró el canal, delimitó la bahía, por el norte y San Juan de Ulúa ya no fué una isla, pues quedó unida a la costa por el muro y la carretera que vá sobre este.

“No creo que sea bueno este movimiento, pues ud. es un eficiente Comandante del Cuerpo de Cadetes. Si no tiene inconveniente y me lo permite, pediré que quede sin efecto”. “No tengo ningún inconveniente en que ud. lo gestione, pues estoy muy a gusto aquí, en

Otro tramo de muro, el Malecón del noreste se prolonga de Concha Dorada hacia el sureste y su extremo, frente al del muro sur,

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forman con éste la “bocana” o entrada al puerto de Veracruz.

Pese a que las obras están bien hechas y que los bloques son gigantescos, la fuerza de las olas, cuando soplan los nortes huracanados, han llegado a desplazar los del extremo del Muro Noreste, por lo que ahora, que sé que han hecho obras de ampliación al exterior de la bahía en su lado norte, han colocado tetrápodos de concreto que se traban entre sí y no se desplazan.

El Muro Sur que sale de la playa de Hornos y el de Pescadores, ambos construidos también con enormes bloques de concreto, complementan la protección y forman la bahía del puerto y sendas balizas luminosas señalan sus extremos.La playa se conservó entre el Muro Sur y el de Pescadores.

También por el lado norte del muro, colocaron unas altas paredes de concreto para evitar los rociones de la espuma del agua de mar que levanta el oleaje y transporta el viento.

En mi época de cadete tenía tres tramos: “playa libre” donde nadaba el pueblo, el Club de Regatas, de paga, con casetas de vestidores, trampolines y cercado por troncos de palma como protección contra tiburones, donde nadábamos los cadetes y el Club de Yates, casi pegado al muro de Pescadores.Desde éste hasta el Muro Norte había otro Malecón de bloques de concreto compuesto de varios tramos.

Parecía que el “Guanajuato” estaba seguro en la posición en que lo recibí, arrejerado al muro y protegido por aquellas paredes, pero pronto me dí cuenta que sólo era por el norte, pues una fuerte “surada” hizo garrear las anclas y aconchó la popa contra el muro, por lo que decidí meterlo en la dársena NW (noroeste) de Ulúa, entre el fuerte y un muro que no se usaba y creo que ahora está destinado a azúcar y productos químicos.Ésa dársena fue usada como varadero de los hidroaviones que en la época de la guerra tuvo la Armada.

En el 1º de sur a norte, perpendicular al inicio del de Pescadores, ahora está un muelle de la Armada y frente a él algunas instalaciones de ésta. Antes, cerca de su esquina, sólo estaba el muelle de la “T”, frente a unas bodegas viejas y el Faro “Venustiano Carranza”, donde ahora creo están la Zona Naval y la Región Naval.En ángulo recto a ése muro, se encuentra el Malecón del Paseo.

Metí al “Guanajuato” hasta que la proa quedo varada y la popa apenas sobresalía de la esquina del muro, por lo que quedó perfectamente protegido de los fuertes vientos del norte y del sur.

En ángulo recto con éste se inicia otro muro hacia el norte, donde en tierra firma está el recinto de la Aduana y en el mar debe haber habido tres muelles de madera de los que sólo quedaba el Fiscal, pues donde termina ése muro, se inicia el gran “Muelle Cuatro”, “Porfirio Díaz” o del “Ferrocarril”, todo de concreto.

También abrí una calle para unir nuestro atracadero con la carretera al puerto, mandé hacer unos cobertizos para que los automóviles quedaran a la sombra y logré que el arsenal de Ulúa, en cuyos talleres se hacían nuestras reparaciones, pusiera una tubería de agua potable, un transformador y tendiera líneas eléctricas del Castillo al

En los 40s el Platanero, de madera, que era el último y quedaba entre el Cuatro y el Muro Norte, ya estaba en ruinas. 129


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Lo malo fue que como el Presidente López Mateos, salió de México, en uno de sus frecuentes viajes, sin haber firmado el acuerdo presidencial autorizando mi comisión del servicio, no me pagaron durante los dos meses de estancia en Key West y al final todo lo que tenía para comer era una manzana diaria.

barco para tener luz permanentemente sin desgastar nuestros motores auxiliares y generadores. La reparación del “Guanajuato” fue prolongada, pues se cambió el sistema motriz de calderas y turbinas de vapor a grandes motores diesel y las cubiertas de madera de teca por láminas de hierro.

Un día, el Capitán de Navío Barton, director del curso, me mandó a llamar y me dijo: “Su país no está de acuerdo con que el nuestro les pague a ustedes el “per diem” (gasto diario) que le damos a nuestros estudiantes extranjeros, pero como me he dado cuenta que tampoco les mandan dinero de allá, en lo personal les puedo facilitar lo que les haga falta y luego me lo pagan”.

Ascenso a Capitán de Fragata y curso de Guerra Antisubmarina en U.S.A.. El 20 de noviembre de 1961, me llegó la buena noticia de mi ascenso a Capitán de Fragata y el 1º de septiembre de 1962, la de que había sido seleccionado junto con Carlos Cervera, para efectuar el curso de A.S.W. (antisubmarine warfare o Guerra Antisubmarina) en la U.S. Fleet Sonar School, en Key West, Florida.

El orgullo nacional me impidió aceptar su ofrecimiento de préstamo, por lo que mentí descaradamente diciendo: “Es que nos pagaron desde antes de salir y no estamos necesitando nada”. “Bueno, de cualquier manera la oferta está en pié por si algo llega a ofrecérseles”.

Como todo en la vida ese curso tuvo mucho bueno y algo malo. Lo bueno empezó con el vuelo del D.F. a Miami donde ví el bello paisaje de la cadena de Cayos (islitas bajas y arenosas) y el larguísimo Causeway, de más de cien kms. que, con puentes sobre el mar, que ahí es bajo y carreteras sobre las islas, une la península de Florida con el antiguo Cayo Hueso español.

Y sin otro asunto que tratar, le dí las gracias y me despedí. El curso fue interesantísimo, pero se inició para mí con una gran decepción, porque, como oficial de la nueva ola, seleccionado por ser de los más preparados y capaces de nuestra Armada, como lo avalaban mis cinco premios en la Naval, puros dieces en el examen profesional y Comandante de barco desde hacía diez años, me sentía “muy salsa”, pero allá, en Key West, me dí cuenta de que en guerra antisubmarina era un completo ignorante.

Visita a Miami La estancia en Miami fue deliciosa y la llegada a la Base de Key West, espectacular, porque como yo usaba dos estrellas en el cuello, la guardia creyó que era Vicealmirante y todo el mundo se puso en movimiento, por que llegaba un “Flag Officer”, los que allá son sumamente respetados por ser “Big Brass” o “Big Shots”.

Y es que en nuestra Armada nos enorgullecía ser muy marino como Federico, “el 130


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yo, en el puente de mando veía clara la situación y desatendí el consejo.

navegante” o Don Antonio, “el maniobrista”, sin ver que los mercantes navegan más y los prácticos de puerto maniobran más seguido, pero ninguno de ellos nos puede igualar en conocimientos para combatir contra buques, aviones, submarinos, disparar cañones o ametralladoras, hacer maniobras conjuntas, formaciones, desembarcos, atacar blancos terrestres, etc.

Lo que sucedió es que la estela del destructor que atacó quedó interpuesta entre el submarino y mi destructor y esa agua turbulenta era como una pared que impedía al sonar recibir el eco. Por ello ordené: “Continúo mi ataque, proa a tal rumbo”. Mi satisfacción fue grande cuando al cruzar la estela mencionada el sonarista informó excitado: “blanco a proa, blanco a proa”. Al pasar sobre éste lanzamos nuestras cargas de profundidad y un gran borbollón de aire lanzado por el submarino demostró que, teóricamente, el enemigo había sido hundido.

Por eso me avergonzó que mis compañeros Senzo Kabashima, japonés; Savarese, italiano; Jaime Gómez Pablos, submarinista español; Aguado y Marienhoff, argentinos, ex profesores de su escuela de guerra, hablaban en términos que yo desconocía como “gobierna por el indicador”, “dá el paso de lado”, “haz la operación dueto” o “tripleto”, “lanza la julie” (bomba atómica antisubmarina); dispara el “Hedge Hog”; el “Asroc”, los torpedos acústicos o los guiados por alambre y muchas otras expresiones más.

Ese día no cabía en mi del gusto que me dió mi éxito, todo lo contrario de otra ocasión cuando nos embarcaron en otro submarino para hacer prácticas de inmersión y el empaque de un periscopio empezó a perder, entró agua a chorros y el Comandante decidió continuar la inmersión a mayor profundidad.

Entonces tuve que ponerme a estudiar como loco, los manuales confidenciales de aquella época, que tenía a mano y dos cosas me dieron mucho gusto, una cuando Senzo me dijo: “En esa cabeza hay mucho cerebro” y la otra, la mayor satisfacción de todas, cuando me nombraron Comandante de un “destructor” americano en unos “Casex”, ejercicios reales, en el Canal de la Florida.

El español, Gómez Pablos, submarinista con mucha experiencia, estaba furioso y decía: “Pero es que este tipo es un imprudente, con todos nosotros aquí dentro, debía salir a la superficie y reparar el daño primero”.

Esa vez dos destructores localizamos un submarino y desarrollamos una “dueto”. Mi “buddy” atacó y yo mantuve, a mi barco, en el círculo de localización del blanco.

Historia de los submarinos. Eso se explica pues desde su entrada en acción en la 1ª Guerra Mundial, no eran submarinos, sino “sumergibles”, barcos pequeños que navegaban en superficie el mayor tiempo posible y se sumergían durante un tiempo muy limitado porque el aire de su interior se “viciaba” rápidamente por las exhalaciones y respiración de la

Cuando él lanzó sus cargas de profundidad y yo inicié mi ataque, se perdió el contacto de sonar y el C.I.C. (Centro de Información de Combate) dijo: “Recomiendo fuertemente abortar ataque y reanudar búsqueda”, pero

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tripulación y los gases emitidos por motores y baterías.

necesitaban grandes bancos de baterías que podían emitir asfixiantes gases de cloro.

Esos sumergibles tenían 2 cascos y 2 sistemas de propulsión.

Los diesel que queman oxigeno, no podían utilizarse sumergidos, hasta que en la 2ª Guerra Mundial los alemanes inventaron el “schnorkel”, un tubo que sobresale poco del agua, con válvulas que dejan entrar al aire, pero no al agua, pero que eran detectables por el radar y visibles a simple vista o con gemelos.

El casco para inmersión era robusto y oblongo como un huso, con orificios y puertas estancas para los tubos lanza torpedos, la hélice o hélices y los periscopios y antenas, cuyos orificios tenían empaques adecuados para evitar la entrada del agua.

Esa limitación ponía en desventaja al sumergible ante los barcos de guerra de superficie, que sólo tenían que esperar, al acecho a que el sumergible, obligado por la falta de aire para respirar emergiera y fuera fácil presa de los barcos de guerra.

El 2º casco, como una proa, era para navegar en superficie, tenía una estrecha cubierta plana para poder caminar sobre él y en los modelos más antiguos, un cañón a popa de la torre de mando.

Esta situación cambió con los nuevos y verdaderos submarinos de calderas atómicas y turbinas de vapor, más rápidos que los buques de superficie porque se mueven en un medio homogéneo sin oleajes ni viento, que desalinizan y potabilizan el agua de mar, generando aire respirable, con lo que pueden darle la vuelta al mundo sumergidos sin tener que salir a la superficie para nada.

Ese cañón se suprimió porque al principio de la guerra, los sumergibles alemanes salían a la superficie, daban tiempo de salvarse a las tripulaciones mercantes y, para ahorrarse torpedos, que eran costosos y llevaban pocos, hundían al barco a cañonazos. Pero los pérfidos ingleses hicieron trampa, los barcos “Q”, disfrazando mercantes a los que les pusieron cañones tapados con mamparos que se dejaban caer cuando el sumergible aboyaba y lo hundían, pues tenían la ventaja de que ellos soportaban varios impactos y el sumergible, al primero, se hundía.

La limitante ahora son los víveres y la resistencia física y psicológica de las tripulaciones a la abstinencia sexual y la claustrofobia del largo encierro en pequeños espacios, aunque los submarinos modernos sean mucho más grandes.

Los alemanes respondieron torpedeando a los barcos sin previo aviso y los ingleses los acusaron de asesinos despiadados.

Por eso en E.E.U.U. y supongo que en Rusia y otras potencias cada submarinista pasa periódicamente exigentes exámenes y cada submarino tenía 2 tripulaciones una “azul” y otra “oro”, que se relevaban cada 6 meses para descansar y reponerse.

Los sistemas de propulsión de los sumergibles eran dos: uno rápido para superficie con motores diesel y otro lento, en inmersión, con motores eléctricos, los que 132


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A mí me llevaron a una excursión a un cayo cercano, a ver el refugio anti atómico que me tocaría, en caso de que la crisis terminara en guerra y empezaran a caer bombas sobre Florida.

Los submarinos “de ataque” llevan torpedos para hundir buques y son rápidos y relativamente pequeños; los “estratégicos”, son enormes, algunos más largos que un campo de futbol y llevan misíles balísticos de largo alcance que pueden disparar sumergidos para bombardear blancos militares en tierra o destruir ciudades enteras con sus cabezas nucleares.

Esa situación de ultimátum y casi guerra, provocó la terminación de nuestro curso antes de lo previsto y no tuvimos ceremonia de graduación, porque, a toda prisa, a los extranjeros nos llevaron a Miami y nos depositaron en el primer avión que saliera hacia nuestras respectivas patrias. Todos sabemos como terminó la famosa crisis de los cohetes.

Dicen que el mar es “el mundo silencioso”, porque los peces no hacen ruido, aunque las ballenas y delfines emiten chillidos y sonidos audibles a larga distancia, pero en realidad el agua es un magnífico medio de transmisión y un escucha con hidrófonos o sonar pasivo puede oír buques o convoyes a cientos de millas.

E.E.U.U. decretó la “cuarentena” porque el bloqueo de Cuba por los buques americanos hubiera sido un acto de guerra. E.E.U.U. negocio una salida honrosa para todos.

Por eso los submarinos modernos tratan de minimizar los ruidos a bordo usando cojinetes de hule en vez de metálicos e insonorizando y aislando aparatos, motores, bombas, mamparos, etc.

Los barcos soviéticos, que transportaban más cohetes, dieron la ciaboga y se regresaron a Rusia.

La crisis con Cuba.

E.E.U.U. retiró los cohetes que tenía en Turquía, apuntando a Rusia, Cuba conservó los cohetes que ya tenía y no estoy seguro, porque no tengo pruebas, pero me imagino que también negoció que se respetara el tiránico régimen de Castro, mientras éste viva y por eso E.E.U.U. no participó abiertamente en la invasión por la Bahía de Cochinos.

Lamentablemente todo ese mundo de conocimientos y de práctica constante del inglés se me cerró con la crisis de los cohetes con Cuba, pues un día la bahía estaba llena de barcos y nosotros podíamos circular libremente por toda la importante Base Naval y al día siguiente no quedaba en puerto un sólo barco ni un submarino y nosotros estábamos restringidos a nuestro B.O.Q. (Bachelor Officers Quarters o alojamiento para oficiales solteros).

Sino a lo mejor le hubieran hecho a Castro y a Hugo Chavéz lo que le hicieron a Noriega en Panamá.

También empezaron a llegar largos convoyes de tanques, baterías de misiles, cañones, camiones, etc. y a aterrizar en Boca Chica, Homestead y otros campos, muchos aviones de combate.

De regreso al “Guanajuato”. Al presentarme a la C.G.A. en México recibí órdenes de reincorporarme a mi antigua

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“boca chueca”, pues según decían su señora le había pegado un balazo en la cara y la boca se le iba de lado.

comisión en el “Guanajuato” con fecha 1° de noviembre de 1962. Apenas tenía yo poco más de un mes de haber llegado, cuando una mañana llegó hasta la puerta de mi comedor el oficial de guardia a decirme: “En el muelle están un señor Corroms y un licenciado Rebolledo que quieren hablar con ud.”. “Diles que suban y pásalos hasta acá”.

A propósito de ésta falla, tiempo después sacaron la historia de que un día llegó de visita a Veracruz el Presidente de la República, Díaz Ordáz y como soplaba fuerte el norte y llovía, el gobernador le comentó: “Estos días están muy feos” y el Presidente le contestó: “Pues los López no están nada bonitos”.

El oficial de guardia se fue, pero volvió rápidamente. “Ya les dije, pero dicen que quieren hablar con ud. en el muelle”.

Jefe de la Policía en Veracruz. Llegando a Jalapa me estacioné y me fui al Palacio de Gobierno.

Al Sr. Rebolledo no lo conocía, pero como Ricardo Corroms Casanueva, “Ricardín”, dueño de la famosa fábrica de puros “La Prueba”, era primo de mi mujer y buen amigo mío desde que era yo cadete, salí de la cámara del Comandante y bajé al muelle.

Me anuncié e inmediatamente me recibió el gobernador que, como Don Corleone, me propuso “un trato que no podría rehusar”, pues tras los saludos de rigor me dijo: “Lo mandé llamar porque quiero que me ayude a resolver uno de los grandes problemas del estado. El puerto, Poza Rica y Coatzacoalcos son lugares muy peligrosos y quiero que ud. sea el jefe de la policía de Veracruz para quitar ese foco rojo”. “Oiga ud. yo soy azul marino, no azul “cuico” y nunca he pensado en ser policía de ninguna clase, en ningún lado”. “No, pero cuando ud. ingresó a la Armada juró ir a la guerra y defender a México hasta perder la vida, pero ud. nunca combatirá, porque México no tiene vocación guerrera ni medios económicos para sostener un conflicto bélico, en cambio contra el hampa sí hay una guerra permanente y mucho riesgo de perder la vida”. “Eso es indiscutible, pero hay gente que a eso se dedica”.

Tras los saludos de rigor le pregunté: “¿Porqué no subieron?” “Porque te traemos una embajada muy confidencial y no queríamos que alguien fuera a oírnos” “Ah caray y ¿qué es eso tan secreto?” “Que el nuevo gobernador del estado te pide que vayas a verlo” “¿Y me pueden decir para qué?” “No sé, lo que sea él te lo dirá personalmente” Y tras una breve platica se despidieron y se fueron. Intrigado, al día siguiente tomé mi auto y me fui a Jalapa a ver al famoso licenciado López Arias, político de altos vuelos, magnífico orador, ex procurador de la República, a quien en Veracruz apodaban 134


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“Si, pero muchos no trabajan bien por miedo de que los maten a ellos o su familia y ud. no vá a tener miedo”.

vea al Secretario de Marina que está ahí, tiene conocimiento de esto y le vá a autorizar que acepte el cargo”.

No respondí porque ni modo que le dijera que sí tendría miedo.Entonces él agregó: “Mire ud. seamos claros: Mucha gente quisiera el puesto que le ofrezco, para enriquecerse rápidamente y sé que cualquiera que yo mande, se vá a vender. En cambio ud. no se venderá”.

Hice lo que me pidió y, efectivamente, el Secretario de Marina me dijo que era bueno para la Armada que yo aceptara y le ordenó a su Jefe de Ayudantes, girara las órdenes correspondientes. Genel me dijo: “Se te comisionará en el Gobierno del Estado” y yo le dije: “No, no veo claro esto, mejor me autorizan los 6 meses de licencia a que tengo derecho, 3 con goce de haber completo y 3 con el 50%. Así en caso de que cualquier cosa no me agrade, podré reincorporarme al servicio inmediatamente”. Y así se hizo.

Otra vez ni modo de decir que si me vendería, pero le dije: “No sé como puede estar tan seguro ud. de eso si no me conoce”. “Lo acabo de conocer a ud. personalmente, pero desde mucho antes cuando busqué a la persona idónea para el cargo, lo tenemos a ud. bien investigado y lo conocemos mejor de lo que ud. cree”. “Hombre, muchas gracias, por el resultado de la investigación, pero soy el primero de mi antigüedad, estoy próximo a ascender y no voy a perder mi ascenso y mi carrera por un puesto que se sale por completo de mis aspiraciones”. “También eso lo sé y es una de sus ventajas, ud. tiene una carrera y un prestigio que cuidar, que no puede echar por la borda”. “Si señor, precisamente por eso ud. sabe que los diarios, (entonces no había televisión) pueden hacer o deshacer la fama de uno y la menor falla que yo tenga puede arruinar mi carrera”. “Usted tendrá todo el respaldo de mi gobierno”. “Pues la única manera de que yo acepte es que sea por un acuerdo presidencial expreso, que me comisione para esto y especifique que no se afectará mi carrera ni mi ascenso próximo”. “Yo me encargo de sacar ese acuerdo presidencial y ahora regrésese por Fortín y

Al día siguiente apareció, en los periódicos de Veracruz, la noticia de que yo era el nuevo Inspector General de Policía y a bordo, recibí una llamada urgente del Comandante de la Zona Naval, ordenándome que me presentara inmediatamente con él. Este era el Almirante Álvaro Sandoval Paullada, famoso por su carácter arrebatado, que me conocía desde que él era subdirector y yo Cadete y era Director, cuando fui profesor de Astronomía y Navegación en la Heroica Escuela Naval. Furioso me recibió y aventando el periódico sobre su mesa me espetó: “¿Qué es esto? ¿Cómo vá a desempeñar un cargo civil, si tiene ud. la alta responsabilidad de ser Comandante de un buque de la Armada? ¿Si no há sido relevado lo vá a abandonar para irse a otro lado? ¿O se dividirá en dos para atender ambos cargos? ¿Y porqué yo, Comandante de Zona, su superior directo, (no existían las Fuerzas Navales) no estoy enterado de nada?”. 135


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Ante el borbollón de indignadas interrogantes, guardé un discreto silencio, hasta que aproveché una breve pausa que hizo y le expliqué lo que había sucedido y lo que me había ordenado el Almirante, Secretario de Marina. “¡Entonces retírese y que le vaya bien en su nueva carrera!”.

cobraré el sueldo de unos “aviadores”, porque me saldría de lo legal”.

Así el 12 de diciembre de 1962 recibí el cargo de Inspector de Policía a las órdenes del Director de Seguridad del Estado, el llamado “Coronel” Suárez, que años después fue apresado en E.E.U.U. por tráfico de drogas y se suicidó o murió allá.

Como a diario recogían drogas, dagas, machetes, rifles, pistolas, escopetas y hasta una ametralladora Thompson, (no había “cuernos de chivo”) decidí controlar personalmente todo lo decomisado.

Así se hizo y me igualó el sueldo con el de a bordo, pero salí perdiendo porque, por no ser comisión del servicio, tuve que dejar la casa de la Armada y rentar una en la calle de 5 de Mayo.

Algunas de esas armas eran muy finas, muy costosas, con cachas de oro o plata y hasta piedras preciosas y lo usual era que todo lo recogido lo volvieran a vender y, cuando alguien reclamaba le devolvieran su arma, nadie sabía donde había quedado.

Mi 2º era un líder obrero, buen hombre, creo apellidado Ventura. Eso demuestra que la policía de Veracruz, como la de casi todo el país, no era, como las Fuerzas Armadas, permanente y profesional, sino de voluntarios que en muchos casos van por la “mordida” y tienen mandos improvisados, a veces poco recomendables.

En cambio con la orden que dí de que todo lo decomisado se me entregara enlistado, con fecha y nombre del oficial de guardia que lo entregaba, me evité problemas, pues en la misma forma yo remitía todo a Jalapa, exigiéndoles recibo.

En el puerto yo tenía trato directo con el Presidente Municipal, Manuel Caldelas, quien asistía diariamente a la inspección y a la cárcel a la “calificación” de los detenidos el día anterior. Como no sabía en qué terreno me movía, temí que me fueran a poner algún “cuatro”, para que así el gobernador pudiera decir: “Puse a quien la sociedad me pidió y como no sirvió, ahora nombraré a quien yo crea mejor”, como en efecto parece que fue lo que sucedió después de que yo salí, como a su turno narraré.

Gracias a eso cuantas veces me dijeron: “Sírvase devolverle su arma a don Fulano de Tal”, mi respuesta fue: “Devuélvansela uds. porque les fue enviada en la remisión tal, de tal fecha, como consta en tal recibo” y así no tuve nunca ninguna dificultad. Ahí, volví a sentir las tentaciones de cuando era “rana” e iba a fiestas de los buzos civiles con las turistas drogadictas, pues los cajones de mi escritorio estaban llenos de toda clase de drogas.

Para empezar al llegar la quincena me llevaron a firmar la nómina y me dijeron que cobraría mi sueldo y el de tres policías desertores, por lo que inmediatamente le dije al Presidente Municipal: “Eso está mal, ud. fíjeme el pago que quiera, pero no

Sin embargo, a pesar de tener todas las facilidades, jamás en mi vida probé ninguna 136


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Cuando llegue el herido ya había sido llevado al hospital y las patrullas ya estaban de regreso.

droga, quizá no por bueno sino por temor, por que siempre tuve miedo de que si las probaba, me gustaran, me enviciara con ellas y arruinara mi vida y la de mi familia.

Pregunté cómo era posible que hubieran vuelto tan pronto y me dijeron que sólo habían llegado hasta el Tejar, pueblo que está como a medio camino, donde estaba la toma de agua para Veracruz y que se regresaron porque no habían visto ninguna novedad.

En aquella época no había tanto narcotráfico, pero había tentaciones, como propuestas de soborno o hembras hermosas que ofrecían sus favores a cambio de que se ayudara a sus familiares drogadictos o narcotraficantes, pero siempre, escrupulosamente, incineramos públicamente todas las drogas recogidas.

“Miedosos”, les dije “el miedo no los dejó ver nada, vénganse conmigo” y entonces hubo carreras porque todos querían ir adelante.

La navidad y el fin de año, pese al jolgorio de la multitud y los muchísimos tragos que ingerían, transcurrieron sin novedad, pues tuve la buena suerte de que en todo el tiempo que duré en el cargo, sólo hubo un asesinato y algunos incidentes menores.

En mi Jeep iban, con sendas metralletas, Ricardo Corroms y Humberto Vázquez, marido de mi prima Maya, a los que les encantaba escoltarme en mis “recorridos” e incursiones por los barrios bajos y medios hamponescos de Veracruz, en los cuales a veces entrábamos a tugurios tan bajos, que yo no cabía parado.

Carnaval en Veracruz. Al iniciarse 1963, empezaron los preparativos del famoso carnaval de Veracruz, cuando medio México, y todos lo maricones del mundo, repletan al puerto, para disfrutar de las fiestas más alegres y más lucidas de la república, aunque compitan con las de Mazatlán y Mérida, que también tienen fama muy bien ganada.

Antes de salir hacía Medellín, le telefoneé al General, creo era Guinart, Comandante de la Zona Militar, informándole de lo que sabía y ya llegando al Tejar nos alcanzaron varios vehículos militares con un teniente al mando de una sección del ejército listos para las acciones que fueran necesarias.

Una noche, estaba yo en la presidencia, en una de las juntas previas para organizar todo lo relativo al carnaval, cuando de la guardia de inspección de policía me telefonearon que se había presentado un hombre herido a informar que un grupo de abigeos había tomado el pueblo de Medellín, escenario del famoso perdón de Don Nicolás Bravo, como a 30 kms de Veracruz.

Ellos hicieron un movimiento envolvente alrededor de Medellín y nosotros, con toda clase de precauciones, avanzamos después hasta el centro del pueblo sin ver un alma ni encontrar resistencia. Medellín, es bastante grande, pero como era más de la medianoche, como en casi todos los pueblos de México del medio rural, parecía que todo estaba muerto o que todos

Ordené que un par de patrullas fueran a Medellín a investigar lo sucedido, me salí de la junta y me dirigí a la inspección. 137


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no avergonzarlo llevándolo desarmado y esposado a Jalapa: “Le doy mi palabra Jefe, me portaré bien; no intentaré escaparme ni golpear a nadie”.

dormían, pues ya no había gente en la calle y ni siquiera alguna cantina abierta ni música de algún radio o de alguna televisión. Reinaba, como dice el tango “silencio en la noche, ya todo está en calma, el músculo duerme, la ambición descansa”. En la presidencia municipal no había nadie, ni un policía siquiera.

Efectivamente lo cumplió y tengo entendido que, como no murió nadie, poco después lo dejaron en libertad.

Despertamos al alcaide de la cárcel y éste, todo asustado, nos aseguró que en Medellín no había pasado nada, que no habían entrado ningunos abigeos, ni habido ningún desorden.

Llegó carnaval y con él, “las pozoleras”, un espectáculo que atraía a muchos, pues eran homosexuales ataviados con elegantes vestidos de noche, peinados altos de salón y guantes hasta los codos, que así servían el pozole en los puestos del Malecón.

Casi nos convenció, pero alguien se fijó en que el piso de la presidencia municipal, estaba recién lavado y que en una escalera de madera, recargada en la pared, había manchas de sangre.

La pena que fijé para “las” que detuvieran porque alborotaran, era raparlos y recuerdo a uno que me lloraba: “Háganme lo que quieran, seré la mujer de todos, pero mi pelito no, por favor, no”. Entonces se corrió la voz de que “las pozoleras” se iban a amotinar y entre todas me iban a dar “pamba” por pelarlas.

Presionado, el alcaide confesó que “Chemo”, cacique del lugar, había medio matado a golpes a unos policías del estado que habían “invadido su territorio” para apresar a algunos de sus pistoleros y que no sabía adónde se habían llevado a los golpeados.

La noche de lunes de carnaval, al salir del trabajo me fui a dar una vuelta por 5 de Mayo, donde en cada bocacalle había una “danzonera” para que bailara la gente, buenísima para el danzón.

Ahí terminó el operativo y ejército y policía nos regresamos a Veracruz, pero dejamos unas guardias en las salidas del pueblo.

Dejé el automóvil cerca, caminé una cuadra y me entretuve circulando alrededor de la gente y admirando a las bailadoras.En esas estaba, cuando se me acercó un tipo desconocido y me saludó muy amablemente:

A la mañana siguiente, en una de éstas, aprehendieron a “Chemo”, que volvía de Jalapa donde había ido a tirar a las puertas del edificio de la policía a un par de los judiciales golpeados y a su jefe Jorge, un muchacho joven y eficiente.

“¡Hola, jefe, ¿qué anda ud. haciendo por aquí?”. “Dándome una vuelta a ver que todo esté en orden”. “Oiga ud. no la amuele, no sea tan confiado, no ande ud. solo”.

Los que lo detuvieron me llevaron a “Chemo”, moreno, alto, fornido, ojos pequeños, que era el brazo derecho del Coronel Suárez y me pidió como favor especial 138


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Y empezó a describirse a si mismo: “Miré ud. se le acerca una persona que no conoce, aparentemente es un ciudadano del montón, sin nada especial, le hace platica y en un momento de descuido, le asesta una puñalada”. “Pues si, ese es un riesgo, pero lo que tú no sabes es que yo traigo la mano derecha en la bolsa de la guayabera y no la saco ni para saludar, porque ahí tengo empuñada una automática 380, amartillada y al primer movimiento sospechoso, el fulano se lleva un “rosario” de 14 balas, que no las aguanta nadie”. “¡Que bueno que esté ud. bien prevenido, me dio mucho gusto saludarlo, que le vaya muy bien” y el desconocido dio media vuelta, se fue y nunca más lo volví a ver.

Baile de disfraces. En 1962 fuimos al Club de Marina al baile de disfraces del martes de carnaval y como cada uno se disfraza de lo que quisiera ser y por eso muchos se visten de mujer, yo me disfrace de ángel, con un camisón blanco con estrellas, grandes alas a la espalda, peluca de pelo de ángel plateada y aureola brillante, de alambrón. Al salir del baile me quité esos estorbos, menos la túnica y cuando íbamos hacia el carro, nos cruzamos con una señora que llevaba de la mano a un niño de unos 8 o 10 años, que se me quedó viendo y empezó a gritar: “¡Mamá mira, un loco, un loco!”. El martes de carnaval de 1963, volvimos a ir al baile y mi mujer me hizo un disfraz de conejo, que con mi estatura y las orejotas postizas me hacían ver gigantesco, mientras ella se veía preciosa disfrazada de zanahoria, el bocado predilecto del conejo.

Esa imprudencia de que el Jefe de la policía anduviera sólo en una noche de carnaval, entre la multitud de los bailes callejeros, fue posible hace 44 años, pero sería suicida en el momento actual, en que el crimen organizado y el tráfico de drogas son poderosos, ricos y están organizados y dirigidos, casi como las Fuerzas Armadas, como nos lo han demostrado muchas veces.

Todos nos fuimos en un camioncito de estaquitas y Lili, una simpática veracruzana fue gritando todo el camino “¡Abran paso, que aquí vá el Inspector de Policía, disfrazado de conejo!”. La sorpresa fue en el baile que 6 de mis primas las Argudín, de la rama veracruzana, llegaron disfrazadas de conejitas y me rodeaban gritando: “¡Papá, papá, tenemos hambre! Danos de comer”.

Pero en aquella época México era otro, había mucha seguridad y orden, eran relativamente raros los crímenes, asaltos y robos, el trafico de drogas era casi insignificante y el de mariguana estaba limitado a los grupos más pobres y de bajo nivel educativo.

El baile como todos los que organizaba la gente de Marina, estuvo muy alegre y concurrido y salimos bien tarde de el.

Por nuestra parte un grupo de 6 u 8 parejas de jefes y oficiales de la Armada, unos en servicio y otros retirados, que eran profesores del Tecnológico de Veracruz, nos reuníamos casi todos los sábados para ver en la tele las peleas de Ultiminio, “Mantequilla”, Zaldívar y disfrutar de unos tragos y una buena cena familiar.

Lo que tampoco podía faltar eran los chismes y malos rumores. Así un día que llegó mi mujer al mercado a comprar la carne al puesto del “Vuyuyu”, 139


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General de la Armada para reincorporarme al servicio activo.

de quien era cliente, éste muy misterioso le preguntó: “Oiga, ¿pues que no mataron al Jefe?” mi mujer le dijo: “Que yo sepa no, acabo de dejarlo en la casa vivito y coleando”.

Mi relevo fué “Moralitos”, un oficial oficinista, el que, cuando mi primo, el Vicealmirante Mario Lavalle Argudín, le dijo: “Tienes que quedar a la altura de Alfonso, que ya ves que hasta el periódico “El Dictamen”, que no es muy simpatizante de la Armada, publicó un editorial, lamentando su salida de la inspección de policía y elogiando su actuación”. “Él tiene prestigio y carrera, yo no tengo nada que perder”.

Otro día una prima llegó discretamente a darle el pésame a mi mujer y es que mataron al jefe de la policía de otro pueblo de Veracruz y yo me había ido a México, pero hablaron allá con mi primo Héctor, luego se comunicaron conmigo y yo estaba sin novedad. Renuncia de Jefe de Policía en Veracruz.

Y tan no lo hizo que poco después hubo un escándalo en Veracruz cuando su señora lució, en un baile, unas joyas que habían sido robadas a unas personas asistentes a esa fiesta. Entonces el gobernador quitó a “Moralitos” y nombró a un capitán del ejército, que creo era el que él quería nombrar desde un principio, el que poco después cometió la imprudencia de devolverles sus pistolas a los famosos hermanos Caracas, rápidos con el gatillo, que inmediatamente armaron una balacera en la que creo que hubo alguno o algunos muertos.

El 16 de marzo, transcurridos mis tres meses de licencia con goce de sueldo, me presenté con el Gobernador y le dije: “Yo ya cumplí mi parte del trato. Hoy empiezo a cobrar la mitad de mi haber en la Armada y, como pago renta de casa, ganaré menos que lo que ganaba de Comandante. Por lo tanto le ruego que acepte mi renuncia y nombre a quien me releve”. “No, yo estoy tranquilo sin problemas en Veracruz y no me va a dejar colgado de la brocha. Haré que le aumenten el sueldo”. “No es sólo eso, es que ud. me prometió sacar el acuerdo presidencial para no perjudicar mi carrera y tampoco lo há obtenido”. “Es que el presidente no há estado y no he podido verlo”. “Pues sí, pero eso no me salva de perder mi antigüedad y mi lugar en el escalafón al cumplirse mi licencia”. “En unos días yo le tendré al acuerdo presidencial”.

Viaje a Texas. Antes de que todo eso sucediera, a mí, el 15 de abril de 1963 me integraron a la “4ª comisión receptora de buques”, que iría a Orange, Texas, a recibir uno de los grupos de dragaminas, que adquirió México de la flota de reserva de los E.E.U.U., sobrantes de la 2ª Guerra y que ya se estaban activando en aquel puerto fluvial. Los miembros de la comisión embarcamos en el “Durango”, en el que navegamos hasta ése destino sin novedad.

Como en abril aún no lo había obtenido, insistí y tuvo que aceptar mi renuncia, tras lo cual me presenté a la Comandancia

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Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

Lara, como Comandantes de los demás buques integrantes de la 1ª escuadrilla de la 8ª flotilla.

Al entrar por el Sabine Pass, dos cosas me llamaron la atención: 1.-) Que antes de la guerra de 1836 para separar a Texas, hasta ahí llegaba la frontera reconocida por México,en el río Nueces, en tanto que los colonos americanos reclamaban que Texas llegaba hasta el Río Grande del Norte, más conocido ahora como Río Bravo, el que al final quedó como frontera definitiva.

Arce era de “la familia real” entonces en el poder, Scheleske y Piana eran de sangre azul, por ser de la alta sociedad veracruzana y yo era “el más azul de los azules”, porque acababa de ser policía y como éramos buenos, simpáticos y agradables, nuestra escuadrilla fué bautizada, como el “team” de acrobacia aérea de la US Navy: “los ángeles azules”. En cambio otra escuadrilla, en la que venían Ruano, López Sotelo y otros “gordos” si-milares, fue la de “los repelentes”.

2.-) Que tierra adentro no navegamos por las lagunas del litoral, sino en un canal, paralelo a éstas, que es parte del Intracostero, que recorre prácticamente toda la costa este de E.E.U.U.

Trabajando a marchas forzadas quedamos listos para hacernos a la mar la última semana de mayo. A nuestra despedida invitamos a los jefes de la Base, a los que trabajaron con nosotros y a varios extranjeros de las comisiones, de otras naciones latinoamericanas que también estaban recibiendo algunos de los cientos de buques, que había en Orange.

Orange, Beaumont y Houston, forman el “triángulo de oro” la zona petrolera más rica de Texas, pero como en éste estado había ley seca en las noches, para tomar una copa o ver chamacas bailar, las dotaciones sólo tenían que cruzar el río, para estar en Louisiana, en donde todo eso estaba permitido.

La invitación decía: “La reunión será X día a X hora “until death do us part”, (como en el matrimonio: hasta que la muerte nos separe) y así sucedió porque el tequila corrió en abundancia y surtió tales efectos que, cuando me retiré, tuve que brincar a varios invitados que estaban tirados en el suelo, como cadáveres.

Mientras el “Durango” estuvo, su Comandante, Artigas, Scheleske, yo y Cubría, que era el Jefe de la Comisión Rehabilitadora, un día nos fuimos, en el automóvil que tenía rentado éste hasta Houston a ver un partido de béisbol de grandes ligas. Desembarcados en Orange, nos hospedamos en sus buenos alojamientos militares, pues la comisión se quedó para terminar de activar los dragaminas del 16 al 20 y el “Durango” se regresó.

Nuestra salida a la mar fue casi sin novedad, salvo la del DM-20, que, por un cojinete mal ajustado en una máquina, tuvo un conato de incendio, que fue rápidamente controlado.

Por ser el más antiguo fui designado Comandante del DM-16 y de la 8ª Flotilla, con Héctor Elías Robles, Enrique Arce Suárez, Mauricio Scheleske y Rafael Piana

Nuestra orden de operaciones fijaba como punto de arribo a México al importante puerto de Tampico y, para entrenarnos, 141


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Como yo había previsto que algún día la Armada me mandaría a estudiar a E.E.U.U., desde que llegamos a Veracruz, procedentes de Acapulco, inscribí a mi mujer y mis 3 hijos en el Instituto Franklin para que se dedicaran a estudiar inglés intensivo.

hacia allá nos dirigimos, practicando en ruta diversas formaciones. Allá entramos el día 1º de Junio, a mediodía, en plena celebración del “Día de la Marina” y toda la escuadrilla atracó en el Muelle Fiscal, en medio de la algarabía de la multitud jubilosa.

Cristi, mi hija, repelaba porque lo que quería era estudiar francés, pero aunque después ella estudió filología, fonética, etc. en la Sorbona, en París, para su trabajo en Relaciones Exteriores y en la vida, le ha sido de mucha más utilidad el inglés que el francés, aunque ambos los domina perfectamente y los habla “como nativa”.

Aunque nuestros buques habían sido entregados oficialmente a México y abanderados privadamente en Orange, entre los agasajos en Tampico, se incluyó el abanderamiento formal de nuestras unidades, con el bonito ceremonial naval.

El viaje a E.E.U.U. lo hicimos en tres secciones, primero nos fuimos mi mujer y yo, después mi hija y Lupe, la criada y a fin de año, al terminar el año escolar, mi hijo menor, Adolfo.

Nombrado Ayudante del Agregado Naval en Washington. Curso de Mando Naval y Estado Mayor. La breve estancia en Tampico fue muy agradable y luego continuamos a Veracruz, donde le entregué el mando de la flotilla a Elías Robles, que me seguía en antigüedad, porque el día 1° de julio de 1963 causé alta en la C.G.A. para recibir otra comisión.

Alfonso, el mayor, no fue pues era Cadete, pero se nos unió para el regreso, al terminó de mi comisión cuando él ya había causado baja de la Naval y estudiaba prepa en Nuevo Laredo.

Así el 1° de agosto fui nombrado Ayudante del Agregado Naval a la Embajada de México en Washington, para ir a estudiar Mando Naval y Estado Mayor en la Escuela de Guerra Naval de los E.E.U.U. en Newport, Rhode Island.

Mi señora y yo volamos, con trasbordo en Nueva York, directo de México a Providence, capital de Rhode Island y de ahí nos fuimos en autobús a Newport, donde nos alojamos en el mejor hotel de entonces, el “Viking”, pues como ellos dicen que los vikingos llegaron allá antes que Colón al Caribe, a todo le ponen “Viking”.

Después de entrevistarme con el Agregado Naval americano y de tramitar los pasaportes y visas necesarios en la Embajada de E.E.U.U., quedé listo para incorporarme a mi nueva comisión.

Cuando avisé al Naval War College que ya había arribado, se sorprendieron, pues esperaban que llegara a New York, que me recibieran oficiales suyos, que ellos me condujeran y no que yo me movilizara por mis propios medios, sin necesitar ayuda.

Dividiré en tres partes mis comentarios sobre nuestro año de vida en la Nueva Inglaterra, lo familiar, lo social y lo profesional. 142


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

Cuando Cristina y Adolfo se nos incorporaron en Newport, les sirvieron de mucho los conocimientos de inglés adquiridos en Veracruz, pues ingresaron de inmediato a la Rogers High School, que tenía el acuerdo con la Armada de E.E.U.U. de recibir a los hijos de los extranjeros que estudiábamos allá.

Además de esos viajes, los fines de semana, nos íbamos a recorrer Cape Cod, Boston, Maine, y conocimos muchos otros lugares interesantes como Salem, el lugar de las famosas brujas y los antiguos puertos balleneros de Mystic, New Heaven y New London, que ahora es la base de los submarinos atómicos.

Cristi hizo muy buena amistad con varias de sus compañeritas, sobre todo Leinie, una estudiante gringa, simpatiquísima.

Estancia en Newport. Otro hito de la estancia en Newport fué el Clambake, festín anual que ofrecen a los alumnos del War Collage, la rica familia Kempenaer, dueños del hotel “Viking” y muchos otros negocios, en el que le sirven a uno toda la langosta que se pueda comer, baldes o cubetas repletos de almejas y sus típicos elotes hervidos.

Adolfo, como jugaba basket, gracias a su amistad con los del equipo, creo que fue el que más inglés aprendió de todos nosotros. Al principio, cuando sonaba el teléfono todos gritaban: “¡Papi, papi, contesta!”, porque nadie se animaba a hacerlo, pero al final, hasta Lupe, la criada, oía las noticias por radio en inglés.

Como es sabido el Gulf Steam o corriente del Golfo de México, se origina frente a África, corre a lo largo de la costa norte de América del Sur y Centroamérica y se bifurca en el canal de Yucatán.

Un día se presentó en un teatro de Providence el Ballet Folclórico de México, invitamos a Leinie a verlo y ella quería pagar su parte, pues no conocía nuestra costumbre de que el que invita, paga.

Una rama recorre el interior de nuestro golfo y vuelve a unirse con la otra que sale directo por el canal de Florida.

Por eso una vez, que comieron algo en Newport, le cobró a Cristi 26 centavos, que era la diferencia entre lo que habían pagado una y otra y otro día, que la llevamos a su casa, yo le dije “No me des las gracias, son 50 centavos de la dejada”, entró corriendo a traer el dinero, pues no entendía que era broma mía.

Reunida, corre hacia el norte frente a la costa este de E.E.U.U. y al chocar, frente a la Nueva Inglaterra, con la corriente del Polo Norte, que baja entre Terranova y Groenlandia, se desvía hacia Europa donde todavía alcanza a calentar a Inglaterra y el norte de Noruega, que de otra manera serían bloques de hielo.

Otro viaje nocturno que hicimos, la familia sola, fue a Boston a ver una presentación de los famosos caballos blancos Lippizzaner de la Alta Escuela de Equitación Española de Viena.

Esa corriente cálida hace que la costa atlántica de E.E.U.U. sea relativamente caliente, aunque no deja de recibir las “blizzards” o tormentas de nieve que trae el aire frío que baja del Polo Norte hacia el ecuador y que en nuestro altiplano origina 143


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

mi señora, que padece hambre crónica, iba de mal humor, pues no había comido nada desde el desayuno.

las bajas temperaturas del invierno y en Veracruz, causa los fuertes “nortes”. Nuestros primeros meses de estancia en Newport fueron de clima templado y nos tocó gozar el bello espectáculo de los bosques del norte de E.E.U.U. y sur de Canadá, que al término del otoño y principios del invierno, sufren el fenómeno que ellos llaman “foliage”, en que las hojas de los árboles, antes de caerse dejan de ser verdes y se pintan de intensísimos colores amarillos y rojos.

Yo manejaba, ella iba en el asiento del copiloto y los niños atrás. Ví algo que quedaba de su lado y se lo señalé, poniendo el índice de mi mano derecha frente a su cara, diciendo:“¡Mira, mira eso!”. Su respuesta, desesperada, fué: “Si no me quitas tu dedo de enfrente de mi boca, me lo como”. La otra fue que en nuestra ruta pasábamos frente a una mansión, grande y bonita, con un pasillo de techo de lona y larga alfombra verde, que llegaba desde la calle hasta la entrada de la casa. Sin conocer las costumbres y viendo que entraban y salían personas bien vestidas, pensábamos que debía ser un buen restorán.

Pero un buen día, cuando todavía andábamos con las ropas tropicales, que se usan en México, empezó a nevar en Newport, cosa rara y mi mujer, jovencita, como era la primera vez en nuestra vida que veíamos caer una nevada, se entusiasmó muchísimo, se salió al jardín y nos llamaba gritando: “¡Está nevando, está nevando! ¡vengan, vamos a hacer un muñeco de nieve!”.Nosotros, desde adentro, gozando de la calefacción de la casa, le decíamos: “¡Mangos, no salimos, hace mucho frío!”.

Mi señora y mis hijos estaban muy interesados en ir a comer ahí, hasta que me dí cuenta que tenía un letrerito que apenas alcancé a leer y le dije a mis hijos: “Sólo que quieran comer carnes frías, por que ése no es un restorán, es una funeraria”.

Entonces nos fue de mucha utilidad Fall River, una pequeña ciudad cercana, que desde la fundación de New England fué un centro fabril importante y en sus fábricas de ropa vendían sweaters, abrigos y en general ropa gruesa, que nosotros no usábamos en México y que allá eran muy baratos y de muy buena calidad.

El que sí era un buen restorán, era “La Perla Negra” en Newport al que íbamos con frecuencia a comer “Maine lobster”. Esas famosas langostas originaron otra anécdota histórica: Cuando recién llegamos íbamos a dar una comida y mi señora fue a una pescadería donde vendían las langostas vivas. Preguntó el precio y le dijeron “forty five”, se le hizo baratísimo y pidió todas las langostas que había. La sorpresa fue que no eran 45 centavos la libra sino 4 dólares y medio por lo que tuvo que decirles: “Disculpe ud, si yo pago esta cantidad mi marido se muere, yo creí que era 45 centavos” y compró las estrictamente necesarias, a las

Esa excursión también la hizo a menudo mi señora para llevar de compras a otras señoras, amigas suyas del curso. Anécdotas en Fall River. De nuestras idas a Fall River, recuerdo dos anécdotas chuscas: La primera fue que un día, ya tarde, se nos pasó la hora de comer y 144


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

En 1969, yo diputado y él ya retirado, lo visité en la granja en la que vivía, que compró en California, en el valle de Napa, la famosa región vitivinícola al norte de San Francisco.

que desde entonces les dijimos las “golden lobsters” o langostas de oro. Lista de Oficiales del Naval War College en Newport.

La historia de “los lingotes de oro del mexicano”.

Otra historia curiosa, que demuestra cómo crecen los chismes, incrementándose como bolas de nieve rodando cuesta abajo, se originó desde nuestra llegada por primera vez a Newport.

Mi ayudante personal, el Ensign Johnson, era un joven, que estudió en la Universidad de Las Americas, en el D.F. y hablaba tanto el español como el inglés muy rápido, como ametralladora. Él debía ayudarme a rentar casa, abrir cuenta en el banco, comprar coche, familiarizarnos con la ciudad, tiendas, centros deportivos, sitios notables de los alrededores, etc. Todo eso lo hizo muy bien, pero originó, creo involuntariamente, un chisme cuando renté la caja de seguridad y mi señora puso sus pocas alhajitas en ella.

Los agarré “fuera de base”, pero rápido pusieron todo en orden y, como acostumbran, me nombraron un “academic advisor” o asesor académico, para temas profesionales, el Capitán de Navío P. A. Eddie Iglesias, otro asesor personal para asuntos particulares, el Capitán de Navío P.A. Carlton B. Roberts y un ayudante personal, el Ensign (Subteniente) Johnson, del Cuerpo General.

El Ensign Johnson vió, entre los aretes y pulseras, una moneda de oro de 20 dólares, que Bonzo me vendió en Acapulco y dijo: “¿Me permite tocarla? En Estados Unidos no está permitido que circule el oro y nunca en mi vida hé visto dólares de ése metal”. La palpó, la devolvió y eso fue todo, pero no imaginé el resultado, por coincidir con otras dos cosas buenas: el auto y la casa.

Quizás para forzarnos a hablar inglés o por “malinchísmo”, Iglesias nos decía que él era yanqui y que, a pesar de su apellido no hablaba español, hasta que alguien descubrió que sí lo hablaba y que era hijo de uno de los principales dirigentes de los partidarios de independizar a Puerto Rico de E.E.U.U.

El 1° porque, tras ir a Newport, mi señora y yo volamos a Washington para presentarme en la Embajada y al Agregado Naval, Almirante Magaña Eroza, que debía ser mi jefe directo.

Años después, ya retirado, me escribió que era investigador de accidentes aéreos, en California y que iba a venir a México para ver uno que hubo aquí, en el norte, pero nunca supe si vino.

Pero él terminaba su comisión, volvía a México y me vendió casi regalado su auto, grandotote y con unas aletas de cola enormes, que fué el más apantallador de todos los carros del grupo.

Roberts, veterano de la “guerra del Pacífico”, tenía una gran cicatriz que le cruzaba parte de la cara, amargo recuerdo de cuando su avión fué derribado en los sangrientos combates contra los japoneses por la posesión de la isla de Guadalcanal. 145


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

-“¿Te puedo hacer una pregunta Cristina?”. -“Claro”. -“¿Es cierto que uds. no trajeron su dinero en dólares?”. - “Si lo trajimos, ¿en qué otra moneda iba a ser?”. -“¿Entonces no sabes lo que dicen de ustedes?”. -“No, ¿qué?”. -“Que trajeron puros lingotes de oro y cuando necesitan dólares cortan un pedazo de lingote y lo cambian”. -“¿Pero cómo puedes creer semejante tontería?”. -“No soy yo, son todos. Y dicen que aquí há vendo gente rica, pero ninguno como el mexicano, con el carrote que traen, la hermosa casa en que viven, la criada, las cenas que dan, todo lo que compras, etc.”. -“Pues mira que son chismosos, si supieran la verdad, que no tenemos ninguna ropiedad ni más entradas que el puro sueldo de mi marido, que tiene que trabajar de profesor, para poder mejorar los ingresos y vivir algo mejor, se irían de espaldas”. -“¿Entonces, no son riquísimos?”. -“No, que vá, lo que pasa es que mi marido dice que hay que gozar nuestra estancia, que aunque México no permite que E.E.U.U. le pague “per diem” como a los demás, su sueldo aumentó aquí casi al doble, a 1,500 dólares, que aunque es poco alcanza para vivir bien (hace 50 años los costos eran muy baratos). Que esta el la única vida que vamos a vivir y hay que vivirla lo mejor posible y disfrutar de joven sin ahorrar avaramente para ser ricos de viejos cuando ya para qué. Que cuando se muera lo único que dejará será lo indispensable: casa, coche y ropa, que a los hijos les dará carrera, pero no vá a ahorrar para que peleen la herencia y que es mejor vivir como ricos siendo pobres, que vivir como pobres siendo ricos”.

La casa fue otro “garbanzo de a libra”, pues mis compañeros rentaban departamentos pequeños o casas viejas, pero nosotros tuvimos la suerte de encontrar la bonita “Hex House”, parte de la herencia del Sr. Forrestal, ex Secretario de Marina. La casa era nueva, de madera del tamaño ideal y como le caímos bien a la dueña, Sra. Jurgens, nos la rentó muy barata. La sala-comedor era hexagonal (de ahí lo de “Hex”) a un lado la entrada principal y dando la vuelta la sala, el comedor y el desayunador. De dos lados partían 2 alas, una de cocina, recámara y baño de servicio y la otra de oficina, closet de visita, “masters bed room” y 2 recámaras de los niños, con sus baños. Quedaba en un bosque, sobre un promontorio, frente a un laguito, el Lily Pond, en el que nadaban cisnes blancos y negros, muchos patos y gansos y dominaba una bella vista de la playa de Bayleys y la boca de la bahía de Narragansett, por la que veíamos pasar los barcos que entraban y salían a Newport. Para hacer quedar bien a México, seguido hacíamos cenas para 6 u 8 compañeros y Lupe hacía tortillas, salsas y guisos típicos. Una vez un asiático (comen mucho picante) se bebió una salsera, creyendo que era sopa y en otra el birmano le dijo a mi mujer: “Señora Cristina, si ud. se casa conmigo será la esposa número uno y mandará a todas mis demás mujeres”. Casi al final del curso, en un viaje de las señoras solas a Nueva York, Emma Filippini, la uruguaya, compañera de cuarto de mi mujer, antes de dormir le dijo: 146


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Y ahí terminó el chismarajo de “los lingotes de oro del mexicano”.

sólo a hacer cenas, sino hasta a limpiarles el automóvil”.

Continua la lista de Oficiales del Naval War Collage.

El 31 de diciembre y 1° de enero, en Eastons Beach vimos un festejo especial: los “osos polares”, un grupo de gente que han de estar locos, pues esos días se meten a nadar en las aguas congeladas del mar y, en sus fechas respectivas,nos tocó ver otros espectáculos de fama mundial como son las regatas “América”, el festival de jazz y el abierto de tenis de Newport.

El indio, Gandhi, llegó sólo y nos presumía de que él era “parsee” la clase dominante de la India, que en su país los hombres mandaban y las mujeres obedecían; que si él daba dos palmadas su mujer venía corriendo, unía las palmas de las manos frente al pecho, hacía una genuflexión y humildemente decía: “Yes, master”. Cuando Bubbles llegó, la que daba palmadas era ella y el “parsee” era el que decía “Yes, master” y obedecía.

Con el fin del invierno pasó el fenómeno contrario de la primera nevada, pues el 21 de marzo, que inició la primavera, cuando mi mujer, como todos los días, me fue a dejar al War College, vimos que mucha gente, entre ellos Roberts, andaba primaveral, con T-shirts y vestidos o camisas floreadas de manga corta.

En otra de nuestras cenas Filippini, el uruguayo, que era muy bromista, ayudado por otros, metió uno de los automóviles de los invitados entre los árboles, cargando, empujando, haciéndolo dar satitos y después no podían sacarlo.

Al volver de dejarme en la escuela, mi mujer despertó a los niños gritándoles: “¡La primavera llegó, la primavera llegó!” y ellos repelaban: “¡No mami, todavía hace mucho frío!” y desde entonces la bautizaron como “la prima”.

Anécdotas en Newport. Una vez un grupito de compañeros del curso, se organizó para ir a esquiar a la nieve, un fin de semana largo,a un “Inn” de un lugar muy famoso, del cercano estado de New Hampshire.

Meses antes del fin de curso, los infantes de Marina festejaron el 197 aniversario de su fundación con una opípara cena de gala: sopa, langosta, ensalada, etc. y en cada rincón del salón, unas piernototas de res, asándose. Imprudente reté a mi hijo a ver quién comía más “roast beef”.Ya el negrito que rebanaba y servía nos veía con malos ojos de tantas vueltas que dimos, pero se aguantó hasta que me rendí y reconocí que Adolfo comía más que yo.

La noche anterior al regreso a Newport, hubo tremenda “blizzard”, los autos casi desaparecieron, cubiertos por la nieve. Mientras yo pagaba el “Inn” mi señora, encantada de la nevadota, se puso a quitar la que cubría el parabrisas de nuestro auto.

Ataques cardiacos al estómago. Otro compañero, que la vió, llamó a los demás y les dijo: “Miren los mexicanos si son “machos” y mandan a sus mujeres no

Al día siguiente era domingo y, como al terminar mi comisión yo tenía derecho a 147


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traer a México, un coche nuevo, de bajo precio, fuimos mi mujer y yo, acompañados de los Filippini, a la agencia de la General Motors a encargarles que pidieran a la fábrica un automóvil a mi gusto: Chevrolet Impala, blanco, con vestiduras rojas, de velocidades stándard, porque apenas empezaban los automáticos, pero con todos los demás adelantos modernos.

pero a partir de ése día empecé a sufrir, frecuentemente, aparentes “ataques cardiacos ligeros”.

No hubo problema porque el de allá es un mercado de compradores y tienen como principio darle la razón al cliente y tratar de satisfacerlo y no como aquí que decían: “Te vendo lo que quiero, a como quiero y una vez comprado, amuélate y hazle como quieras, porque salida la mercancía no se admite reclamación”.

“Puede ser mental porque no le gusta su trabajo y no quiere regresar a él o algo que hace el fin de semana o lunes temprano”.

Fue hasta después de regresar a México que el doctor Ragasol, gastroenterólogo del Centro Médico Naval, observó que los dolores de corazón eran usualmente los lunes y me dijo:

Ahí me dí cuenta que no era lo primero, sino ue los domingos salíamos de “día de campo”, tomábamos cervezas o “cubas” y comíamos carnitas, barbacoa y demás antojitos pueblerinos. Suspendí esas comidas y cesaron los “cardiacos del estómago”.

Estábamos cerrando el trato con el vendedor, de que tomaran mi carro viejo en parte del pago, cuando sentí un sudor frío, un fuerte dolor en el lado izquierdo y que me iba a desmayar.

Parte profesional de la estancia en Newport.

Discretamente le dije a Filippini: “No alarmes a mi mujer, creo que tengo un infarto, maneja tú y llévame rápido con un doctor”.

Dejemos hasta aquí los comentarios sobre las partes familiar y social y continuemos con la profesional del curso de Mando Naval al que fui enviado, al Naval War College en Newport, Rhode Island que fué sumamente interesante y provechoso.

Suspendiendo la compra, salimos volados al Hospital Naval, en donde me pusieron en una camilla y me llevaron a “urgencias”.

Describiré ése curso en 4 partes: 1 de estudio, clases y conferencias sobre estrategia y tácticas navales, política internacional, etc. impartidas por altos funcionarios del gobierno, Secretarios de Estado, Almirantes y Generales con mando, etc. etc.

Como allá acostumbran, en el hospital me hicieron kilómetros de electrocardiogramas, kilos de radiografías, toda clase de análisis, y, dos o tres días después me enviaron a mi casa dado de alta y con el diagnostico de que “no presenta signos de isquemia ni se le encontró ningún padecimiento o enfermedad”.

Una 2ª parte eran recorridos a instalaciones navales, portaviones, cruceros, submarinos, etc. volando en sus aviones, helicópteros, participando en maniobras y ejercicios, etc.

Pese a mi falso “infarto”, el curso, que empecé bien, logré terminarlo exitosamente, 148


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La 3ª era lo que ellos llamaban “viajes de orientación” en los que visitamos países vecinos y muchas partes de E.E.U.U.

llegado a jefes de sus Armadas y cuando menos uno, Wolfgang Larrazabal, de Venezuela, fue Presidente de su país.

La 4ª y última, en el 2º semestre, con la que cerramos el año fué la de los “juegos de guerra”, de los que tuvimos cuatro.

Milo Jiménez, con Mary, su señora, buenos bailarines de merengue, fué uno de los miles de ahijados de Rafael Leónidas Trujillo, dictador de la Dominicana, fué llamado en una ocasión de urgencia a la Dirección, cuando E.E.U.U. intervino en su país contra el Coronel Caamaño, luego llegó a ser Secretario de Relaciones, Vicepresidente y aspiró a la Presidencia al dejarla Balaguer.

El curso lo inició, en 1957, el Almirante Arleigh Burke, Jefe de Operaciones Navales de la U.S. Navy, quien, cosa curiosa, como otro Almirante muy famoso, Chester Nimitz, CinCPac o sea Comandante en Jefe de la Flota del Pacífico, durante la guerra con Japón, nació lejos del mar, muchos kilómetros tierra adentro.

A Pak, el coreano, años después lo ví varias veces en México por que fué Embajador de su país en algunos países de Sudamerica.

Su idea era impulsar y fomentar las relaciones de amistad y compañerismo entre oficiales superiores seleccionados por las Armadas de las naciones amigas de todo el “mundo libre”.

Al iniciar el curso, cada quien, vistiendo su traje típico, debía hacer su presentación personal y la de su país y situar y describir éste, auxiliado con fotografías, carteles, dibujos, etc. Eso dio lugar a varias cosas chistosas, pues por ejemplo el vietnamita, Tran Van Pham, se presentó tocando una mandolina.

Para evitar delaciones, envidias, malos informes, etc. cada año sólo admitían un capitán de fragata o de navío por cada país y no los calificaban ni evaluaban por capacidad, sino que, para casi todo usaban el orden alfabético del nombre del país.

El inglés John Morris Jones, fué con bombín y paraguas, porque dijo que esas eran las prendas típicas de su país.

En mi generación fuimos 35 (los brasileños fueron dos, porque el primero, de Souza, enfermó de los nervios llegando y lo relevó Joao Caminha, que, ya retirado, vive en Leblon, Río).

Algunos “chinos” como llamábamos a todos los asiáticos, (birmano, tailandés, vietnamita, indonesio, etc.) se presentaron vistiendo sus batas o camisa de seda y el filipino, Ismael Lumibao, “brigadier” (o jefe del grupo por ser el más antiguo en el grado) llevó su “Barong Tagalo”, fina guayabera de fibra de piña.

Actualmente, ya van en más de 60 países, pues han incluido a Rusia y otras naciones no tan amigas anteriormente, como Polonia, Ucrania y a algunas del África negra.

El japonés, Saburo Imanishi, muy ceremonioso, hizo una profunda reverencia, dijo que era el Comandante del submarino que tenía como misión hundir al portaviones

Hasta el presente año del 2007, en los 50 años de existencia del curso, nos hemos graduado cientos de cursantes, varios han 149


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traje de baño y al suéter “jerséy” (con sonido de jota inicial y acento en la 2ª “e”).

“Wasp” y presentó a los americanos sus más sentidas disculpas por no haberlo logrado.

Presumía que su papá, el Almirante Tomás Moreno, mandó la flota de Franco y fué Marqués de Alborán, pues frente a esas islas, venció a la republicana que “mandaban los cabos” y pasó por mar las tropas marroquíes de la Legión Extranjera a España.

Años después volví a ver en Japón, a “Imaishi San” ya retirado y dueño de una fábrica de ropa en Kamakura, donde está la famosa estatua gigantesca de Buda, sentado. El alemán, Ernst Thomsen, durante la 2ª guerra fué aviador de la Luftwaffe nazi. Fué derribado en Polonia y padecía pesadillas en las que gritaba que su avión se incendiaba, según contaban sus compañeros de cuarto en los viajes que hicimos.

Spyridón Kapsalis, el griego, durante la guerra fué oficial de la Armada inglesa y se portaba más inglés que Morris Jones. El chileno, Carlos Fanta, contrario al golpe de estado de Pinochet fue a dar de “práctico” de los canales de Tierra de Fuego.

Derribado otra vez, ésta sobre el mar, fué prisionero de guerra en Canadá, donde aprendió a hablar inglés y por eso vino al curso.

El colombiano, Medardo Monzón, chaparrito y brillante, tuvo mala suerte al volver a su país, pues lo nombraron Jefe de Estado Mayor de su Armada y al despegar en Cartagena de Indias para ir a tomar posesión de su cargo, su avión se cayó y él murió.

Dirk Verboom, el holandés, nació en Yakarta, Indonesia y también fue POW (prisoner of war), pero él de los japoneses.

El peruano, Guillermo Vila, fué el que estableció el “relevo de guardia” de la presidencia en Lima, como espectáculo turístico.

Srijono, el indonesio, chaparrito, gordito, nació en Holanda y era un entusiasta partidario del Bung (hermano) Sukarno, Presidente izquierdista de su país, luego derrocado por Suharto.

El chino de Taiwán, Peng hacía bueno lo de los “cuentos chinos”, porque nos contaba historias increíbles, como la de que incursionaba en la costa china y entraba y hundía barcos en los puertos comunistas, o que, una vez, patrullando, su tripulación se pasó al comunismo y se apoderó de la mitad del barco, desde la proa hasta el puente de mando y que él dominó la popa y el cuarto de máquinas y llevó su buque de vuelta a su base.

Hugo Massetti era oficial de un acorazado italiano, bombardeado y hundido por los ingleses en la guerra, lo que le dejó de recuerdo un brazo fracturado y semiparalizado porque soldó chueco. El español, Fernando Moreno, hablaba mal inglés, decía “maricón es “mary with”, “go you to know”, ve tu a saber”; que los gringos eran tontos, que escribían “pié”, pronunciaban “pai” y era “pastel” y nos caía en gracia que le decía “bañador” al

Años después supe que terminado el curso y tras volver a sus países, el vietnamita Pham

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y el chino Peng, desertaron del “mundo libre” y se pasaron al bando comunista.

pasó con el de Guerra Antisubmarina, por la “crisis de los cohetes”, el año anterior.

Para prepararnos profesionalmente, desde el inicio del curso, diario nos daban varios libros que debíamos leer, de los clásicos analistas de los fundamentos de la guerra: el chino Sun Tzu de hace miles de años, el francés Jomini y el alemán Clausewitz, de sólo dos siglos, así como de las conquistas egipcias de Ramsés, las griegas de Alejandro Magno, las guerras napoleónicas, etc.

No fué así y en cambio ví en la tele los imponentes funerales de Estado del Presidente, el conmovedor saludo militar de su pequeño hijo, “John, John”, el caballo sin jinete, con las botas al revés en los estribos, simbolizando la muerte, el gran desfile militar y el concurrido entierro en el Cementerio Nacional de Arlington, la ex hacienda del General Robert Lee, Comandante del Ejército Confederado del Sur, durante su interna Guerra Civil de Secesión

También debíamos leer lo escrito por el norteamericano Mahan sobre “la influencia del poder marítimo en la historia”, “estrategia naval”, montón de manuales y el A.T.P.1, nuestro libro de cabecera, que aprendimos casi de memoria, pues describía las tácticas y armas que los americanos usaron en la ultima guerra.

Terminadas las ceremonias, asumida la presidencia por Lyndon Johnson y disipados los nubarrones de guerra, todo fué volviendo poco a poco a la normalidad y reasumimos la rutina. Viajes de orientación..

Muerte del Presidente John Kennedy. La parte de visitas a instalaciones en tierra y unidades a flote, fué también sumamente interesante, sobre todo por lo bien sistematizado que tienen su sistema de enseñanza y entrenamiento. No es lo mismo ir de transporte que ser el piloto o parte de la dotación del buque, pero aterrizar en un avión “tracker” en el “Big E”, el famoso portaviones “Enterprise” o ver al crucero “Boston” disparar sus cohetes contra blancos lejanos, en unas maniobras, es algo que poca gente tiene el privilegio de vivir.

El viernes 22 de noviembre, al terminar la semana de clases, fui con mi señora al “P.EX” (Post exchange) tienda de la Base de artículos de cocina, ropa, muebles, electrónica, etc. Al entrar vimos gente que lloraba y pregunté: “¿porqué?” “mataron al Presidente” me dijeron; “¿Al del War Collage?” (era el Vicealmirante Bernard “Count” (conde) Austin, que me distinguía con su amistad, pues su siguiente comisión sería presidir la Junta Interamericana de Defensa), “No, a él no, al que mataron fué a Kennedy, el Presidente de los Estados Unidos”, me contestaron.

En varios “viajes de orientación”, visitamos Québec y las cataratas del Niagara en Canadá; Ciudad Juárez y Tijuana en México; al viejo y nuevo San Juan en Puerto Rico, etc. y dentro de E.E.U.U. fuimos muchos lugares interesantes.

Luego ví que toda la flota se ponía en “alerta roja”, pues temían el inicio de una guerra con Cuba y Rusia y pensé que a la mejor mi curso se interrumpía, como me

Entre ellos Chicago, puerta al medio oriente, a la orilla de los Grandes Lagos, la de 151


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También fuimos al imponente Gran Cañón del Colorado.

los legendarios mataderos, la de Al Capone y los gangsters de la época de la prohibición, la del aeropuerto O Hara, el más atareado del país, el edificio Hancok, la torre Sears la más alta del mundo en su tiempo y ciudad que tiene una numerosísima colonia de mexicanos emigrados “al otro lado”.

En San Diego, visitamos la gran Base Naval, el hermoso y extenso Parque Balboa con su bien montado zoológico, uno de los mejores del mundo y sus numerosas casas de cultura, la antigua Misión que originó el pueblo, las viejas casas de tejas y adobe del Gobernador Pío Pico y de Ramona, la criolla que se enamoró de un indio apache y originó un libro y una película en la que actuaron Dolores del Río y Ramón Novarro.

También visitamos a Detroit y sus enormes fábricas de automóviles y Pittsburg y sus grandes fundiciones de hierro y acero. En San Francisco pasamos el puente colgante “Golden Gate”, (la puerta de oro), para ir a Muir Woods (bosque de árboles milenarios o sequoias gigantes) y a la isla Tiburón.

En New Orleáns admiramos el gigantesco río Mississippi, el lago Pontchartrain, con su puente de más de 40 kms de largo, el barrio francés, con sus balcones y ventanas de hierro forjado, simulando vegetación, sus buenos restoranes como “Antoines” y vimos sus entierros típicos con música de Jazz.

En los mundialmente famosos restoranes y en los puestos de los portales del Fishermen´s Wharf (muelle de pescadores) comimos “Clam Chowder” (sopa de almejas, originaria de la Nueva Inglaterra), la “baby lobster” o langouste, las patas de king crab o cangrejo rey, de Alaska y el cangrejo Dungeness, californiano.

En Cabo Kennedy nos apantallaron sus instalaciones para cohetes espaciales, aunque aún no había “shuttles” o transbordadores. También visitamos las grandes bases navales de Norfolk y Charleston, la Academia Naval de Annápolis, la militar de West Point, la del aire, el Centro de Comando, subterráneo, en Colorado, los enormes “silos” de cohetes balísticos intercontinentales y mucho otros lugares interesantes más.

En la ciudad visitamos la Misión Dolores, origen de San Francisco, Russian Hill o Colina Rusa,hasta donde llegaron éstos en su avance al sur desde Alaska, cuando ésta era de su propiedad, la torre Coit, Market Street, (calle del mercado o del comercio) ahí subimos al tranvía de cable para ir a North Beach o playa norte, parte de la ciudad donde abundan los homosexuales y están las “canerías” (cannery), antiguas empacadoras de pescado.

Final de curso en el Naval War Collage. El 2º semestre, final del curso, fué el de los “juegos de guerra” en el NEWS (Naval Electronic Warfare Simulator o Simulador Electrónico de Guerra Naval), con su pantalla gigante y varias “cabinas” que podían funcionar tanto como el sencillo puente de mando de un buque o de un avión, que como

En el puerto fuimos al “Embarcadero” y a la Costa Bárbara, en cuyas cantinas o “saloons” se raptaban a los borrachos caídos para completar a fuerzas la dotación de los veleros que iban a China.

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el sofisticado y complicado centro de comando de un grupo de tarea o una flota.

siendo “los buenos”, no podíamos perder, iniciamos el juego.

Que diferencia entre el NEWS y el cajón de arena o la mesa en la que una vez jugamos en Manzanillo, en el que movíamos a mano los barquitos para representar las formaciones y el combate y los “árbitros” determinaban, con dados, los resultados.

Inmediatamente se me comunicó que había estallado la guerra y que mi “grupo de tarea” debía buscar, interceptar y destruir al grupo ruso, cuya composición y situación desconocíamos. Lo primero que hice fué destacar unos destructores “pickets de radar” para detectar y situar al enemigo y orienté el eje de la cortina de destructores que protegerían a los cruceros, núcleo de mi grupo de tarea y al “Boston”, mi buque insignia,en la dirección en que suponíamos podíamos encontrar al adversario.

En el NEWS también había “árbitros”, pero un rapidísimo mecanismo electrónico y varias grandes computadoras, analizaban y asignaban los porcentajes de aciertos y errores. Primer juego de guerra.

Descubierto este y listos para disparar todos nuestros cohetes y nuestra artillería pesada, iniciamos muy confiados la pelea.

Para el 1er juego de guerra, que sería un combate entre buques de superficie, se formaron cuatro equipos de cursantes, dos “blancos” americanos y dos “rojos”, rusos, cuyas soluciones se parearon y se jugaron en días consecutivos. Yo fui nombrado Almirante de uno de los grupos blancos.

En el transcurso de la mañana, con tiempo no real sino acelerado, pese a mis llamadas constantes,pronto perdí el contacto por radio con el “picket” más adelantado, que mandaba Thomsen. Luego se me reportó que un destructor nuestro había hundido un submarino ruso, pero que estaba bajo el fuego enemigo y otros buques también me reportaron fuertes daños o de plano cesaron toda comunicación electrónica y quedaron fuera del aire.

El supuesto táctico fué que amenazaba haber guerra entre Rusia y E.E.U.U. y que ambos países se movilizaban y desplegaban sus fuerzas armadas, por lo que varios cruceros, destructores y submarinos americanos, salían de Brementon a Hawai y simultáneamente, buques rusos zarpaban de Vladivostok a Vietnam.

Al mediodía el juego se interrumpió para ir a comer y ahí mi asesor, Roberts, me dijo: “Se está ud. viendo en serias dificultades”.

El trabajo preliminar mío y de mi Estado Mayor, fué preparar todos los planes necesarios para, llevar a cabo la misión de llevar nuestros buques hasta su destino, enfrentando cualquier enemigo.

Por la tarde se reanudó el juego. Pronto los árbitros lo dieron por terminado y nos reunieron frente a la pantalla en la que se veían los trazos de las trayectorias de todos los buques.

El día señalado, temprano en la mañana, confiados en que cumpliríamos la misión y convencidos de nuestra superioridad, pues 153


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el esfuerzo común de mantener las hostilidades fuera de nuestros límites o de ganar los combates indispensables.

La sorpresa desagradable fué que habíamos perdido la batalla, que nos habían hundido la mayoría de los buques y que el “Boston” y demás cruceros estaban prácticamente inutilizados, pues no habían resistido la lluvia de cohetes rusos.

Ahí me dí cuenta de que de la Armada de México sabían más que yo y de que estaban bien informados de las de los demás países, su orden de batalla, buques disponibles, se condición, estados de fuerza del personal, su preparación, etc.

Esa noche no dormí reprochándome mi incapacidad para ganar el combate que, según yo, teníamos asegurado.

Eso comprueba dos afirmaciones que oí en diferentes oportunidades, una cuando Morris Jones dijo que Inglaterra tenía planes para hacer la guerra a todo el mundo, “incluido E.E.U.U.” y otra cuando un hijo del Coronel de Infantería de Marina, Clark Judge, le preguntó si E.E.U.U. tenía “designios” sobre México y él le contestó:

Al otro día se jugaron las otras dos soluciones y dormí bien, pues “mal de muchos, consuelo de tontos” y me reanimó que al otro equipo “blanco”, pese a que jugó impecablemente, le fué peor que al mío, pues nosotros siquiera hundimos un submarino y unos destructores y cruceros “rojos”, en cambio ellos no hundieron ninguno y sí perdieron todos sus buques, ganando la batalla no una solución, sino la superioridad de la cohetería soviética.

¡Claro que los tenemos. Y sobre todos los demás países también!.

Segundo juego de guerra.

Cuarto y último juego de guerra.

En el 2° juego de guerra yo fui nombrado Comandante de los submarinos que debían proteger a los portaviones, que zarpaban de su base en Cavite, Filipinas para ir a bombardear Vietnam, pero no fue muy movido, pues no tuvimos enemigo naval al frente.

Al final jugamos el 4° ejercicio: Guerra en el Golfo Pérsico. Eso indica que ya en 1964, preveían y estudiaban la de Iraq, que estalló en 1991 y la de Irán, que parece será la próxima, en el futuro cercano si no se arregla lo de los avances de ése país en el desarrollo de sus propias bombas atómicas.

Tercer juego de guerra. El 3er juego fué la protección del tráfico marítimo frente a las costas de América del Sur, Centro y Norte, desde Canadá hasta Argentina, que es vital para llevar por barco las materias primas indispensables para la industria de los E.E.U.U.

En este ultimo juego yo fui el Mariscal del aire y me tocó ordenar los ataques de todos los aviones de caza y bombardeo de todas las bases aéreas aliadas que había en Europa, África y Asia.

En este, se consideró que todos nuestros países americanos se unían y participaban con las unidades de sus Armadas respectivas, en

Ahí supe, de la existencia de las islas de Diego García y de los aeródromos en 154


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para ver a pintores hippies y bohemios y visitamos los Cloisters (claustros).

Sokotora, Madagascar, Turquía, Grecia, Creta, los de Morón, Torrejón de Ardoz en España y otros en Europa y Asia.

Pasamos el antiquísimo puente de Brooklyn, otros nuevos (aún no construían el “Verrazzano”) varios modernos túneles, en la punta de Manhattan estuvimos en el Battery Park, en Wall Street, fuimos al Metropolitan Opera House, comimos “pasta” en la “Pequeña Italia” y “pato laqueado” en el Barrio Chino, en el Rockefeller Center, admiramos el show de las “rockettes”, etc. etc. etc.

Pero no se me olvida que, por un “desfase en tiempo”, una vez se envió antes el radiograma ordenando la salida de los grandes aviones de bombardeo que el de los rápidos “cazas” que los protegerían, lo que nos costó perder varios bombarderos. Graduación del Naval War Collage. Después de ése último juego de guerra, llegó el final del curso, las ceremonias de graduación, entrega de diplomas y de un pergamino que aún cuelga en mi biblioteca, con la fotografía y firma de todos los cursantes, e imposición de la placa en el pecho que acredita ser graduado de la Escuela de Guerra Naval de E.E.U.U.

Después arrumbamos al norte remontando el valle del Hudson, pasando por la Academia Militar de West Point, Rochester y Búfalo. Allá conocimos una de las primeras grandes obras de los yanquis del siglo 18 ó 19: el canal lago Erie–río Hudson, en el que usaron, en pequeño, el sistema de esclusas, que en tamaño gigante utilizaron, a principios del siglo 20, en el Canal de Panamá.

Terminado eso nos despedimos de todos, entregamos la casa y amontonados los 6 en el nuevo coche, pues mi hijo Alfonso ya se nos había incorporado, iniciamos el regreso a México.

El canal Erie-Hudson comunicó los Grandes Lagos (Superior, Michigan, Hurón, Erie y Ontario) con el océano Atlántico evitándoles tener que pasar por Canadá si usaban el río San Lorenzo.

Recorrido en U.S.A. La 1ª escala fué Nueva York donde había una “Feria Mundial”.

Algo similar quiso hacer Don Porfirio al mandar construir en Quintana Roo el “Canal Nacional” de Xcalak a Chetumal, para no tener que pedir permiso a Inglaterra cada vez que nuestros buques entraran a ésa bahía cruzando aguas de Belice.

Ahí pusimos a Lupe en su avión de regreso a México y nosotros dedicamos unos días a “turistear” por la feria y la ciudad. En los recorridos de la urbe de acero, subimos al entonces edificio más alto del mundo el Empire State y a la Estatua de la Libertad, fuimos a Times Square, Madison Square Garden, Macy’s , (era la tienda más grande del mundo) el Parque Central, el Museo Metropolitano, al Greenwich Village,

En Niágara Falls admiramos desde los lados canadiense y yanqui las extensas cataratas, de 50 mts de alto,del río que une los lagos Erie y Ontario, que funcionan sólo de día por ser su gran atracción turística, pero 155


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de las ventanillas de los coches, pues en busca de comida se meten a los vehículos, tiendas de campaña de los excursionistas y hasta a las “casas-remolque”.

pasada medianoche cierran compuertas de las presas que controlan el río y usan esa agua para generar electricidad en las enormes plantas construidas junto a las cataratas.(Allá no se oponen al progreso, como en Acapulco a La Parota). De Niágara enfilamos al sur Pennsylvania, vimos algo único.

y,

También he visto en las montañas Rocallosas, Nevada, Colorado, etc. pueblos que en la entrada tienen enormes “arcos de bienvenida” hechos de cornamentas gigantescas de ciervo, (quizás “bura”, “cola blanca” o “mule deer”) de 10 ó más puntas.

en

En un claro del bosque, a orilla de carretera, había lo que creí un grupo escultórico: un enorme ciervo macho, de gran cornamenta, erguido, bello e imponente vigilaba a 3 ó 4 hembras adultas y varias crías, que pastaban. Cuando detuve el auto para admirar las estatuas ví que eran animales vivos, pues empezaron a moverse.

En ese país hay todo eso, han recuperado manadas de bisontes y tienen más de un millón de lagartos, por que respetan las vedas y a las especies en peligro de extinción, mientras que en México nos hemos acabado osos, venados, lagartos, guacamayas, etc. y casi no quedan tortugas, pericos, jaguares, pumas, etc.

En las carreteras de varios estados de la unión americana, es frecuente ver letreros de “Deer crossing” (cruce de venados) pero no hé tenido la suerte de verlos cruzar, aunque sí hé visto películas de algunos que han caído en albercas de casas habitadas.

Nuestro viaje al sur, de vuelta a México, en “family plan”, fué bordeando la orilla del Atlántico, pues de Niágara aproamos a la costa este de E.E.U.U. pasando por los campos de batalla de la Guerra de Secesión: Harrisburg y Gettysburg, hasta Filadelfia.

En los del noroeste hay avisos de “Beware of moose” o “elks” (cuídese de antas) o (alces)pues los machos tienen grandes cuernos, de palas planas y ramificadas y son como toros bravos que embisten, no sólo a la gente, sino hasta a los automóviles.

A esta gran ciudad y puerto la conocí en mi primer viaje de prácticas a E.E.U.U. cuando apenas era Cadete de segundo año y ahí fuimos a visitar sitios históricos en el río Schuylkhill, el Delaware, la bahía de Chesapeake, el Independence Hall, de cuando Filadelfia fué capital de E.E.U.U. y su “campana de la libertad”, que, cosa curiosa, también está rajada, como la nuestra.

Una vez ví uno pastando en una lagunita en Oregón, pero no me arriesgué a acercármele y los hay, fotografiados, caminando tranquilamente entre los aviones de algunas bases aéreas.

El viaje continuó, por Baltimore a la capital del país.

En California y en Yellowstone informan al turista que los oseznos (cachorros) son muy bonitos, pero las mamás osas son muy peligrosas, si los creen en riesgo, que no hay que acercarse a los osos ni bajar los vidrios

En esta subimos al Obelisco dedicado a Washington, visitamos la Casa Blanca, el Capitolio, los monumentos de Lincoln y 156


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En el camino pasamos cerca de Orlando, pero no fuimos allá, porque aún no existía el Disney World y en Miami Beach llegamos a un hotel “chafa” porque mis hijos creyeron su publicidad de que tenían “los mejores entretenimientos y diversiones”, aunque les dije que esa propaganda eran puras mentiras.

Jefferson, el cementerio de Arlington, la tumba de Kennedy, etc. Ahí nos tocó el 4 de julio, Día de la Independencia de E.E.U.U. y esa noche admiramos, desde las orillas del río Potomac, los brillantísimos fuegos artificiales con que concluyó el festejo.

Cuando vieron la verdad se arrepintieron y cambiarnos de hotel.

Al finalizar la estancia ahí, fuimos a que mi familia conociera la Academia Naval de Annápolis y seguimos a Richmond y la gran base naval de Norfolk.

La larga y blanca playa de Miami, que tanta fama tiene, gracias a cine, tele, revistas, etc. no impresionó a mi familia, pues los hoteles las tiene dividida en trechos por cortos malecones, de piedras amontonadas, que entran un poco al mar y las playas de Acapulco son mejores, más bonitas y de agua más cálida.

Siguió otra base naval histórica, Charleston, en cuyo Fuerte Sumter, se disparó el primer cañonazo de su Guerra Civil y como ellos son buenos comerciantes, tienen “sitios que hay que visitar” y “comida típica que hay que probar”, ahí son famosas las “She Crab” (cangrejas) de caparazón blando, que no le llegan a los talones a nuestras sabrosísimas “jaibas rellenas” de Tampico.

En cambio los modernos desarrollos habitacionales, sobre todo de la bahía Bizcayne, los grandes y lujosos hoteles (aunque todavía no había casino y juego en ellos) y los varios y diversos atractivos turísticos, como el bello hipódromo de Hialeah, sí les gustaron mucho, pues casi todos ellos son muy buenos y bonitos.

Siguieron Savannah y otra gran base naval: Jacksonville. Luego Cabo Kennedy, antiguo Cabo Cañaveral, donde vimos los cohetes espaciales, las grandes torres de donde despegan, los enormes tractores que los transportan lentamente y los colocan en su sitio, el centro de comando que los dispara, etc.

En aquella época en E.E.U.U. en broma decían “Reconoceremos a Castro si nos devuelve Miami”, pues los “refugiados” cubanos la tenían invadida, en los restoranes de la “Pequeña Habana” servían los típicos “mojitos”, “moros con cristianos”, “congrí”, “machuco”, “tostones” de plátano frito, etc. y había tiendas con letreros de: “se habla inglés”, pues casi todos hablaban español.

Anacrónicamente en los canales cercanos, abundantes en esa zona, hay avisos de “cuidado con los lagartos, son peligrosos”. Más al sur visitamos San Agustín y su Fuerte, similar al nuestro, recuerdo de la época colonial, cuando Florida fué española y los modernos Daytona, Boca Ratón, Fort Lauderdale, Vero Beach, etc.

Pero también había, y sigue habiendo, estupendos restoranes, con comida de todos los rincones del mundo, con magníficas carnes o sabrosísimos pescados y mariscos, 157


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Maratón y demás cayos, a trechos sobre tierra, en los cayos, y por puentes en los tramos de mar entre un cayo y otro.

en los cuales nos atiborramos de grandes “manos de cangrejo moro”, tan buenas como en Campeche, Yucatán o Quintana Roo en el Caribe mexicano.

Así mi familia conoció ésa gran obra, la Escuela donde estudié ASW (Antisubmarine Warfare) y tras visitar los sitios de interés del cayo, cruzamos, cerca del lago Okechobee, los Everglades, pantanos abundantes en vida silvestre: garzas, tejones, venados, lagartos, etc. y arrumbamos al norte, por la costa oeste de Florida.

En el Serpentario de Miami vimos “ordeñar” cobras y otras víboras peligrosas, agarrándolas y haciéndolas morder la tela de plástico que tapa una copa de vidrio, para que de los colmillotes superiores, salga el chorrito de veneno que los laboratorios usan en investigación científica, preparación de medicinas, etc.

Pasamos Tampa y llegamos a Cypress Gardens (Jardines de Cipreses, que crecen en el agua) donde había shows de esquí acuático y lo más apantallador era el adorno de muchas bellas rubias vestidas como en la época esclavista del “profundo sur”, (voluminosas “crinolinas” y “pamelas” que son sombreros de grandes alas) deambulando majestuosamente o recostándose en los árboles.

En Parrot Jungle (Selva de los Papagayos) el show es de pericos, loros, cacatúas y guacamayas que andan en patines, bicicleta, etc. y hacen otras gracias. Se me antojó un “mangoe” que hacía un año no comía, me costó 5 dólares y sabía horrible, no riquísimo como nuestros sabrosos “criollos” o los “manila” de Veracruz. En la Monkey Jungle (Selva de los Monos) vimos gorilas, orangutanes, chimpancés, etc. pero lo mejor eran los graciosos changuitos que, acostados en el techo de lámina de un puente sobre un arroyo, lo golpeaban y se asomaban para que les echaran cacahuates y luego se aventaban al agua a sacarlos.

De Cypress Gardens siguió Weeki Wachee, un como “cenote” yucateco, con una corriente de agua que brota del fondo, en el que han construido, un bonito teatro submarino, limpio como allá acostumbran, con cómodas graderías y una pared gigantesca de cristal o plástico que separa del agua a los espectadores.

19 años después, en un mitin para Presidente Municipal, el presidium tenía techo de lámina y en el se acostaron unos niños, le dije a mi mujer: “¿Te acuerdas de Monkey Jungle?” y me aconsejo: “Ni se te ocurra decirlo, no lo verán gracioso y se ofenderán”.

Ahí el “show” es de bellísimas muchachas, con cola de sirena y minúsculo traje de baño, que toman aire de mangueras convenientemente situadas, evolucionan nadando y simulan tocar instrumentos musicales, que no suenan en el submarino “mundo del silencio”, pero cuya melodía difunden altavoces en el teatro.

Terminado lo de Miami tomamos el “causeway” que une la península con Key West, que mide como 50 kms de Miami a cayo Largo, al que llega cruzando un corto estrecho y más de 150 kms desde ése a

Luego continuamos a Pensacola, base aeronaval, donde a fines de los años 1940 o principios de los 50s, mi hermano Adolfo fué 158


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Allá lo típico son la refrescante bebida de menta “mint julep” (“menyul” en Veracruz) la comida “creole” o criolla, los “beignet” (panecito dulce), “craw fish” (una como “langostilla” pequeña), “blackened fish” (pescado ennegrecido), ettouffés (estofados), “gumbo” (especie de sopa de varias clases), la carne y sopa de cola de lagarto, los que en el delta del Mississippi son un show para turistas.

uno de los pocos pilotos aviadores de la Armada de México, que aprendió a aterrizar en portaviones y fué “calificado” en ello. Seguimos a Mobile, puerto a donde antes se enviaba a nuestros buques a reparar y limpiar fondos, con gran gasto en dólares, tanto por lo caro de los trabajos allá como por el “sobresueldo”, en el extranjero, del personal de la Armada a bordo.

De Nueva Orleáns nos seguimos a San Antonio y fuimos a sus lugares históricos: el Río, sitio original de la ciudad; el Alamo, antigua misión donde Santa Anna tocó a degüello y mató a todos los defensores, que los texanos consideran héroes, originando el grito “Remember the Alamo” que en la Guerra del Pacífico contra los japoneses, se convirtió en “Remember Pearl Habor”.

Eso pasó porque en México, desde que Don Porfirio, los mandó hacer, sólo había un varadero en Guaymas, un dique seco en Salina Cruz, otro “flotante” en Veracruz y, tras la Revolución, estaban: el varadero fuera de servicio por falta de usuarios; el dique seco por que no dragaban el antepuerto y se azolvó tanto que ahí jugaban fut y beis y el flotante,“autocarenante” porque tenía tres secciones que se levantaban unas a otras, se hundió frente al castillo de Ulúa, por falta de mantenimiento y no limpiarle los fondos.

También fuimos a San Jacinto, donde Houston atacó por sorpresa al ejército de Santa Anna, que lo perseguía, masacrando más de 400 mexicanos sin prácticamente ninguna baja texana, aprisionan do posteriormente al General-Presidente y logrando, con eso, que México reconociera la independencia de Texas.

Al hacerse Secretaria a Marina, dragaron puertos y en Ensenada, La Paz, Guaymas, Mazatlán, Manzanillo, Acapulco, Salina Cruz, Puerto Madero, Tampico, Tuxpan, Veracruz, Coatzacoalcos, Carmen, Campeche, Yukalpetén y Chetumal, hay diques, astilleros y varaderos, unos de la Armada y otros propiedad privada.

Según unos historiadores esa sorpresa increíble se debió a otra de las traiciones de Santa Anna, según otros a que después de la victoria del Alamo el ejercito estaba tan confiado que no pusieron centinelas y como estaban tan cansados de corretear a los tejanos, todos se acostaron a dormir la siesta.

De Mobile, fuimos a Nueva Orleáns y vimos lugares históricos, como la Catedral de San Luis, el Barrio Francés (Vieux Carré o cuadro antiguo, al que nosotros llamaríamos “centro histórico”) el viejo mercado así como el de esclavos, el Preservation Hall, donde dicen nació el jazz, el bonito parque Audubon, los panteones en muros, arriba del suelo, los entierros con música, etc.

Según algunos Santa Anna la dormía en calzoncillos, otros dicen que estaba “haciendo el amor” con una mulata guapa que llevaba de amante, el hecho real es que ahí México perdió Texas.

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permisos y volviera, para cruzar la zona fronteriza con el auto ya nacionalizado.

Para que la gente lo visite, el viejo acorazado “Texas”, retirado del servicio activo de la U.S. Navy, está atracado a un muellecito a orilla del río San Jacinto, frente a la pequeña planicie que no fué campo de batalla sino escenario de la sorpresa y masacre.

No me quedó más remedio que irnos a Brownsville, para pasar a Matamoros y sin decirle a nadie que yo volvía a México definitivamente, me dieron el permiso temporal normal por 6 meses.

Y como los texanos presumen que allá todo es “grande”, ahí hicieron un obelisco más alto que el de Washington en la capital federal y un museo en el que hay armas mexicanas fusiles, sables, etc. y documentos de la época, relativos a su independencia.

En eso perdí varios días y como Adolfo tenía que sacar su certificado en el Tecnológico de Veracruz y en aquel entonces no había carretera por la costa del Golfo, nos fuimos de Matamoros a Ciudad Victoria, Ciudad Valles, Tamazunchale, Pachuca y el puerto jarocho, pasando por el D.F., sin detenernos. El viaje de casi 24 horas continuas fué agotador.

Finaliza recorrido a U.S.A. y regreso a México. El final del viaje atravesando E.E.U.U., a lo largo de su costa oeste debía ser Laredo, Texas, para cruzar ahí la frontera.

Cuando ya entrada la noche íbamos de Jalapa a Veracruz, mi mujer y yo estábamos tan cansados que no podíamos manejar en ese peligroso camino, por lo que tuve que “cederle los trastos y darle la alternativa de matador” a mi hijo Adolfo, para que por primera vez en su vida, a sus cortos 16 años, manejara en carretera.

Para sacar su certificado de la escuela donde estudió ese año e irse después al D.F., Alfonso mi hijo, se quedó en Nuevo Laredo en casa de mi suegra, su abuelita Ana, que ahí vivía.

Yo iba pendiente de él y entre sueños cuando veía venir otros vehículos le decía: “cámbiale las luces, pégate a tu derecha, etc.” y así llegamos a Veracruz, sin novedad, pues afortunadamente mi mujer, mis hijos y mis nietos, han salido muy buenos pilotos, aunque no tanto como yo, que nunca he tenido un accidente en más de 70 años de manejar en todos los continentes y en algunas de las ciudades más peligrosas del mundo.

En lo que no pensé fué en la burocracia mexicana, pues el Administrador de la Aduana, quizá para “morder” o especializado en estorbar, como muchos, cuando cometí el error de decirle la verdad de que volvía al país al termino de mi comisión, me negó el permiso temporal para tener mi automóvil 6 meses en México. Le enseñé que la ley permitía traerlo después de un año de residir en E.E.U.U. y que tenía que tramitar en el Registro Federal de Automóviles en el D.F. la importación definitiva, pero él quería que todos nos fuéramos a México y el auto quedara, en “el otro lado” los meses necesarios hasta que yo obtuviera los

Y es que ahora recuerdo que mi primer auto, que tenía cofre metálico y de carrocería un cajón de tablas de madera, era propiedad colectiva de varios amigos de prepa, nos costó 20 pesos, en los años 30 y como 160


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estudiantes pránganas, sólo le poníamos un peso o 2 de gasolina, directo al carburador y lo empujábamos cuando se le acababa, pero nos sirvió para aprender a manejar.

ratos, por ser zona libre, cuando ya tenía 32 años y era Teniente de Navío, Comandante de buque, ahora mi asistente, 2º Maestre, tiene un Tsuru de hace 6 u 8 años.

Nueva comisión: Jefe de la N-4. Adqueire su primera casa en el D.F.

La casa tenía la desventaja de estar frente a la puerta del concurrido Colegio Guadalupe, de niñas, cuyos padres estorbaban el tránsito como acostumbran, pero tenía la ventaja de buenos vecinos, Don Diego a un lado, la construcción de cuya casa “supervisé” sin que me lo pidiera y la artista Malú Reyes y su novio, el gran campeón de box, Vicente Saldívar, al otro.

Arreglado lo de Adolfo regresamos al D.F. y me presenté en Marina para recibir nueva comisión, que esta vez, afortunadamente, si era la lógica y no como se usaba antes, que a los que estudiaron electrónica los mandaron a enseñar Calderas y a los que no sabían inglés a las embajadas en E.E.U.U. o Inglaterra.

En educación permanecí poco tiempo, pero me tocó una serie de cambios muy importantes, pues en diciembre del 64 llegó a la Presidencia de la República Don Gustavo Díaz Ordaz y a Secretario de Marina el Almirante Vázquez del Mercado, un hombre muy capaz, bien preparado, que hizo mucho por México, pues abrió puertos nuevos e impulsó a las diversas ramas de marina.

Así, el 1° de agosto de 1964, causé alta en el Estado Mayor Naval como Jefe de la N-4, sección a cargo de la educación naval y empezamos a buscar una casa cuya renta estuviera al alcance de mi modesto haber, pues en el D.F. no había sobresueldo. Por mi buena suerte supe, por una hermana de mi compañero Horacio Jiménez, secretaria de Luis de Llano, el productor de TV, que éste se acababa de sacar la casa que sorteó “El Universal”, en la calle de Manizales, en la colonia Lindavista y la quería vender.

Mi sección propuso mejoras en estudios de la Hca. Escuela Naval la de Aviación Naval, los del Centro de Capacitación para tripulación y en las de calderas y máquinas, de ambos litorales.

Con 10 mil pesos que me prestó mi suegra y endeudándome con otros 110 de Bancomer, porque Banjercito sólo me prestaba 100, compramos nuestra 1ª casa cuando yo tenía 44 años y era Capitán de Fragata (equivalente a Teniente Coronel del Ejercito).

Una propuesta importante fué sistematizar los viajes de prácticas con uno diferente para cada curso y no, como antes, un sólo viaje de 2 meses, con itinerarios caprichosos, a veces sólo en el país, a veces al extranjero, juntos todos los cadetes de los 5 años ya eran muchos y conforme avanzan sus estudios, alcanzan conocimientos disímbolos y necesitan prácticas diferentes.

Qué bueno que hemos mejorado mucho, pues ahora tenientes de menos de 30 años, compran casa de ½ millón o más, antes de casarse y si yo tuve mi 1er auto propio, viejo de 3 ó 4 años, en Ensenada, donde eran ba-

La razón de más peso era que los cadetes de nuevo ingreso vienen de muchos lugares, de todo el país, con diferentes niveles de educación, algunos muy inteligentes pero mal pre161


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Vallarta, Mazatlán, Guaymas, San Felipe, Mulejé, Santa Rosalía, Loreto, La Paz, Puerto Cortés, Ensenada y tendrían medio agosto de vacaciones.

parados porque estudian en escuelas pobres, de pueblos pequeños, otros bien enseñados en buenas escuelas y en grandes ciudades. Eso pasó en mi antigüedad, a la que Dámaso Martínez Yepez, entró de “oyente” en 1er año, porque su papá no podía pagar la fianza de mil pesos requerida, fué subiendo en premios en años sucesivos y en 5º año, ganó el 1er premio de los de máquinas.

Los cadetes de 3er año estudiarían de septiembre a junio en la H. Escuela Naval y como muchos nunca han volado, ni conocen las diferentes armas y funciones de la Armada, sólo viajarían a Acapulco donde pasarían todo julio, practicando tiro en los destructores, marchas y desembarcos con la Infantería de Marina, buceo con el Comando Submarino, vuelo en aviones de ala fija y helicópteros de la Armada y tendrían agosto de vacaciones.

Como el año lectivo empezaba el 1º de septiembre, pues el 16 había que desfilar en el D.F., propusimos 6 viajes diversos, de diferentes duraciones, en los que se usarían corbetas, dragaminas, fragatas y los transportes “Durango” y “Manuel Azueta”, pues ni siquiera se soñaba en el velero “Cuauhtemoc”.

4º año estudiaría 9 meses, en junio y julio navegaría a puertos del Caribe, Centro y Sudamérica y tendría agosto de vacaciones.

Para nivelar, sobre todo matemáticas, los de 1er año estudiarían 11 meses, de septiembre a julio, navegarían en una corbeta los fines de semana que usualmente están arrestados, viajarían medio agosto por los 4 mil km. de costa del Golfo de México desde Punta Isabel al Chinchorro y como no existían Yukalpetén ni Cancún, ni se entraba a Tuxpan, sólo conocerían Tampico, Coatzacoalcos, Carmen, Campeche, Progreso, Mujeres, Cozumel y Chetumal y tendrían la segunda mitad de agosto de vacaciones.

5º año tendría igual calendario y viajaría a E.E.U.U. y Canadá. Los Guardiamarinas, sin tiempo limitado, viajarían 6 meses o más alrededor del mundo, visitando países de Europa, Asia y África. Así, aunque alguien viniera de la sierra y no hubiera salido de su pueblo más que para entrar a la Naval, obtendría un conocimiento progresivo y muy completo primero de su país, luego de las misiones de su Armada, de los países avanzados o tercermundistas de Latinoamérica, de los primer mundistas de Norteamérica y finalmente de unos y otros del resto del mundo y se lograría que la visión global y de política mundial, de los jóvenes oficiales de la Armada de México, fuera más amplia.

Los de 2º año estudiarían 10 meses y medio, navegarían en una fragata medio julio y medio agosto por los 6 mil km. de la costa del Pacífico, de la boca del Suchiate hasta Tijuana. Como no existían Puerto Madero, hoy Puerto Chiapas, ni San Carlos, B.C. Sur, ni se entraba a las bahías de Huatulco, Chamela, Navidad y Tenacatita, sólo conocerían Salina Cruz, Puerto Ángel, Acapulco, Zihuatanejo, Manzanillo, Puerto

En principio el plan se adoptó, con modificaciones propias de cada administración, como una en que los cadetes de 1er año fueron a China porque el hijo del Secretario 162


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tenido mando, van a aprender “cómo debían de haber mandado”. Hay que apurarse a que vengan los más noveles, que no han mandado, para enseñarles “cómo deben de mandar””.

de Marina siguiente, que acababa de ingresar, no podía perderse ése viaje. Como ya había 5 graduados del Naval War College, José H. Orozco (+), Humberto Uribe (+),Héctor Ramírez de Arellano (+), Miguel Ángel Gómez Ortega y yo, se gestó, con el Estado Mayor, la creación del Centro de Estudios Superiores Navales, equivalente, en la Armada, de la Escuela Superior de Guerra del Ejército.

Eso ya se logró, todo cambió para mejorar, ahora hay magníficas instalaciones especiales y muchos cursos diferentes, hasta de lenguas extranjeras, todos los oficiales del CG hablan 2 y algunos 3 ó 4 idiomas; los Ttes. de Fragata no ascienden a Navío sin antes hacer una especialidad en sistemas de armas, computo, administración, etc. algunos son enviados a estudiar en el extranjero y ascienden primero, por selección, los mejor calificados.

Se acordó qué cursos se darían, planes de estudio, condiciones para ingreso e, imitando al War College, no se darían calificaciones ni se alteraría el escalafón por ellas, error que ya se corrigió, pues ahora son cada vez mayores las exigencias y si antiguamente estudiar política nacional e internacional era incorrecto y estaba prácticamente vedado, ahora es imprescindible.

Con CESNAV, por primera vez en nuestra historia, la Armada empezó a prepararse sistemáticamente en guerra naval, para convertirse en una fuerza combatiente verdaderamente capaz, pues antes los estudios de cinemática naval, estrategia y táctica, eran muy elementales, para cadetes de 5º año de la Hca. Escuela Naval.

También, con la modernidad, se imponía ascender por selección, escogiendo a los más competentes, pues antes para llegar a Almirante lo único que se requería era no morirse, ya que se ascendía por estricta antigüedad y, una vez graduado de Teniente de Corbeta, no se requería estudiar nada más.

Los Capitanes de Navío para ascender a Contralmirantes, Vicealmirantes y Almirantes tienen que graduarse de Estado Mayor, Mando Superior o Seguridad Nacional y algunos van al CISEN.

Aprobado por el Comandante General y el Secretario de Marina, CESNAV inició actividades arriba de la tienda Aurrera de una esquina de Bolívar, en el Centro Philibert, que daba cursos a los empleados civiles de la Secretaria de Marina, pero como esas instalaciones eran inadecuadas, después se pasó a una casa rentada en Paseo de la Reforma, cerca del periódico Excelsior.

Con la Escuela Superior de Guerra se intercambian alumnos y profesores, igual que con Relaciones Exteriores,que envía a sus más prestigiados Embajadores o Cónsules. CESNAV recibe conferenciantes extranjeros de E.E.U.U., Canadá, Colombia, Kenia, etc. nacionales de diversas Secretarias, (Secretarios de Gobernación, Defensa, Trabajo, etc.) Gobernadores (entre ellos Peña Nieto y Zeferino), famosos

Inicio de CESNAV. CESNAV empezó con los cursos de Mando y Estado Mayor y yo comenté “como vendrán los Comandantes más antiguos, que ya han 163


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Marcos y su guerrilla “mediática” al iniciarse 1994, en Chiapas.

profesionistas y científicos, destacados políticos, dirigentes religiosos, católicos, judíos, ortodoxos (seguro há ido el Cardenal Norberto Rivera Carrera y creo que también el famoso Cardenal Onésimo).

Como enviado del Estado Mayor, al arribar a Acapulco, antes de la operación, fui a informar lo que se requeriría al Vicealmirante Oscar Fritsche Anda, Comandante de la Zona Naval.

Alta de Jefe de Operaciones Navales de la Armada de México. El 15 de enero de 1965 hubo movimientos en el Estado Mayor Naval y yo causé baja de la N-4 y alta como jefe de la N-3, la sección de Operaciones Navales de la Armada de México.

Este, como descendiente de alemán o teutón era muy militar y me conocía desde que fui cadete, cuando él era el Ayudante en la Escuela Naval y fué el fiscal cuando nos juzgaron a un grupo que se escapó de la Escuela, una noche de carnaval.

Como en aquel entonces no existían las Fuerzas Navales, N-3 giraba las ordenes de operaciones a los buques, que dependían de las zonas navales, lo que daba lugar a que a veces se ordenaba hacerse a la mar a alguno que estaba fuera de servicio, por lo que pedí que las ordenes se giraran a los Comandantes de escuadrilla o de flotilla y ellos, que estaban enterados de primera mano de la situación de sus buques, designaran cual la cumpliría. Todo eso, afortunadamente también há cambiado para bien.

Cuando terminé mi exposición, enojado, me dijo: “Ustedes, los del Estado Mayor, creen que todo es muy fácil, que uno tiene a la mano todo lo que quieren y que a la Zona Naval le sobra el dinero”. Mi respuesta fue: “Por favor, eso no me lo diga usted a mi, sino a mi Jefe del Estado Mayor que me dió esta encomienda. Yo no soy más que un humilde Capitán de Fragata, Jefe de Sección”.

Operación “Trébol”. Y él explotó: “¡Humilde, humilde, eso es lo que menos tiene ud!”.

En la N-3 estuve 1 año muy fructífero, empezando porque el 1° de febrero de 1965, vine a Acapulco a preparar la “Operación Trébol” conjunta con el Ejército y Fuerza Aérea, en la que desembarcaríamos tropas en el Istmo para combatir fuerzas que aunque somos amigos, se suponía nos invadían desde Guatemala.

Me reí al recordar que, cuando estudiaba en el War College, mi compañero griego, Spirydon Kapsalis siempre iniciaba sus intervenciones con: “In my humble opinión” (En mi humilde opinión). Afortunadamente la entrevista terminó bien, todo se arregló y al final me embarqué en el “Guanajuato” para participar en la única operación que me tocó con el Ejercito, en que cumplimos nuestras tareas de embarque y desembarque, con todo éxito.

Creo que esto era un disuasivo para ese país, que en épocas de Idígoras y López Mateos, ametralló buques pesqueros mexicanos o que ya se tenía conocimiento de que se estaba gestando el movimiento rebelde que desembocó con la aparición de 164


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Había paz exterior y no se preveía guerra con los países vecinos, pues no éramos contrincantes para la potencia de E.E.U.U., Guatemala y Belice no lo eran para la fuerza nuestra y la Cuba de Fidel nos agradecía haberle dado refugio aquí y ser el único país latino que mantuvo relaciones con ellos, cuando la OEA los aisló.

Cuando terminó la “Operación Trébol” y los árbitros del ejercito hicieron la critica, remarcaron sarcásticamente que “el general comandante estaba tan preocupado y tuvo tan buen cuidado de ocultar su cuartel general que ni nosotros lo podíamos encontrar”. Ascenso a Capitán de Navío y alta en N-6 (planes)

Sin embargo los tratados internacionales que habían firmado nuestros gobiernos, nos obligaban a la solidaridad con todos los países de América y nos involucraban, a querer o no, en baja escala, en los problemas de E.E.U.U., mundiales y de la “guerra fría”.

Sin novedades mayores en mi sección ascendí a Capitán de Navío el 20 de noviembre de1965 y el 1º de febrero de 1966 me cambiaron a la sección N-6 (Planes) del Estado Mayor Naval.

Por eso en N-6 mi deber era pensar, prever y describir el actuar de la Armada, en “conflictos de alta intensidad” con vecinos y guerras internacionales o de “baja intensidad” como levantamientos, intentos de golpes de estado y de revolución o guerra civil nuestra.

Antes decían “si vis pacem, para bellum” (si quieres paz, prepara guerra), pero ésta cuesta mucho y a México le hace más falta mejorar su infraestructura y a su población más necesitada. Además, como vivíamos en paz interna y externa, en Planes poco había que hacer, práctico o factible, para preparar la guerra.

Gran importancia dí a las lecciones históricas: el “encogerse” del país que al independizarse llegaba de Alaska a Panamá, dejó separarse a toda Centroamérica que debía ser parte o al menos zona de influencia de México, que fué despojado del norte por E.E.U.U. tras inicua guerra y de Belice, que se robó Inglaterra.

La paz interna la logró, en 1929, Don Plutarco Elías Calles, quien con el PRI, acabó con el exceso de partiditos, “caudillos”, cuartelazos y revueltas que perjudicaron a México desde antes de la Independencia hasta después de la Revolución. (el 16 de septiembre de 1808, Yermo y sus “gachupines” depusieron al virrey Iturrigaray y en julio de 1928, Toral mató al reelecto General Obregón).

Años después el Almirante Oswaldo Fourzan (+) me dijo “cuando fui N-6 los únicos planes que encontré fueron los que usted dejó”. Punto importante de mi estancia en el Estado Mayor Naval de la Comandancia General de la Armada, fué mi participación en la Fuerza Naval que celebró el Día de la Marina en Acapulco, el 1° de Junio de1966, con los honores al Presidente y el

Con relevo en orden de los gobiernos federal, estatal y municipal, sin narcotráfico y crimen organizado, era asunto policíaco y no de las Fuerzas Armadas, secuestros, asesinatos y asaltos a bancos por los que querían quitar al gobierno para ponerse ellos. 165


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simultáneos, etc. comunicaciones por radio o visuales con luces y banderas a brazo o de driza, etc.

lanzamiento de la ofrenda en memoria de los marinos muertos en la mar. Comisión adicional: Comandante de Fuerza de Tareas. Inauguración del puerto San Carlos.

Así la fuerza estuvo bien preparada para cumplir su misión.

En marzo de 1967, el Alto Mando me dió una comisión adicional a la de N-6, nombrándome Comandante de la Fuerza de Tarea que, el 1º de abril inauguraría, en el estero del extremo norte de la Bahía Magdalena, que está del lado del pacífico de la Baja California Sur, un nuevo puerto “San Carlos”.

Como en 1967 no teníamos el moderno sistema de “navegación por satélite”, el llevar la situación astronómica (por rectas de altura de sol, luna y estrellas) o por “estima” (rumbo y distancia recorrida) era trabajo de Comandantes y oficiales de navegación de cada buque y la nave capitana daba la situación de la flota.

Este se hizo para sacar la producción agrícola del semidesértico Valle de Santo Domingo, donde, a 211 kms de La Paz, está Ciudad Constitución, que há crecido mucho, pues se inició como Villa, creo que por sinarquistas, en época de Cárdenas.

La seguridad de ésta era responsabilidad mía y para evitar accidentes pues en esa región hay mucho trafico marítimo de grandes buques cargueros, petroleros, atuneros, pequeños pesqueros, yates de turistas o de pesca deportiva, casi todo el viaje lo pasé en el puente alto pendiente de cualquier eventualidad.

Mi “grupo de tarea”lo componía diez de las más grandes unidades que tenía la Armada: Cuatro A.P.D. o fragatas y seis dragaminas y guardacostas. En Manzanillo, tomé su mando, embarcándome en la fragata “California”, que sería la nave capitana e izó mi insignia y de la que era Comandante el Capitán de Navío Belmonte (+) un año más novel, pues era de la antigüedad siguiente a la mía.

Así confirmé que recalamos bien, avistando primero al faro de Cabo San Lucas, extremo sur de la península y después el de Cabo Tosco, punta meridional de la Isla Margarita. Esta forma una larga cadena con la plana isla Creciente, al sur y Magdalena, al norte, que cierra, con la costa de la península, una serie de tres bahías que totalizan más de 100 km de largo.

Inmediatamente la fuerza zarpó con destino a la que sería nuestra base de operaciones, Puerto Cortes, cuartel general de la 2ª Zona Naval, que abarcaba toda la península de Baja California.

A las bahías Santa Marina, larga, estrecha y baja y a la grande y profunda Bahía de Almejas, se puede entrar por el bajo y sinuoso canal de Rehúsa, de fuertes rompientes entre Creciente y Margarita, que sólo pueden usar lanchas y embarcaciones menores.

Costeamos hasta Cabo Corrientes, por fuera de las Islas Marías, arrumbamos a Cabo San Lucas y durante toda la navegación practicamos formaciones en línea de fila, de frente, en columnas, contramarchas, giros 166


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Para aprovechar el tiempo dije al Comdte.: “Sigue a rumbo a “poca avante”, voy a “arrancharme” (bañarme, rasurarme y ponerme uniforme limpio) para saltar a tierra a presentarme al Almirante Lagos, Comandante de la Zona, tan pronto fondeemos”.

Bahía Magdalena tiene dos entradas: Una al norte por el estero entre Isla Magdalena y la península y otra al centro, entre las montañosas islas Magdalena y Margarita. Este último es el único acceso que pueden usar los barcos grandes. Para llegar a Puerto Cortés, sede del Cuartel General de la Zona Naval de Baja California, hay que pasar de la bahía Magdalena a la de Almejas por el Canal de la Gaviota, que tiene como 1 milla de ancho y profundidades de 20 a 30 mts.

Una vez listo volví al puente de mando y, al entrar, lo primero que oí, fué que alguien decía: “No nos movemos, estamos varados”. Al inquirir qué había sucedido, supe que el Comandante del buque insignia no creyó necesario esperarme y “de mottu proprio”, hizo por la entrada a la Bahía de Almejas.

Antes pasar ése canal era difícil y las varadas frecuentes, porque los bajos California y Herradura, lo bordean a ambos lados, pero ahora es fácil siguiendo dos “enfilaciones” una en Punta Mangrove y otra en Isla Margarita, constituidas por cuatro balizas de gruesas bases de mampostería y un alto poste vertical, coronado por un gran rectángulo metálico, que las hace más visibles.

Años después el que era su Oficial de Navegación y llegó a Almirante Sub Secretario de Marina, me comentó que él le dijo a su Comandante que iban mal, pero que éste confió más en la buena vista de un vigía al que le decían “ojo de águila”, que nunca vió las enfilaciones de Mangrove porque el barco iba fuera de ellas.

Un fanal destellante, en su extremo superior, permite verlas de noche o si no es muy espesa la niebla, que ahí es frecuente y cada par materializa, visualmente, la línea o rumbo que deben seguir los barcos para librar los bajos.

La “Papaloapan”, al mando de Scheleske, que era nuestro matalote de popa también encalló, pero la “Usumacinta” al mando de Vorrath, que tuvo buen criterio, se salió de la formación, seguido por los demás, cuando vió que la “California” iba fuera del canal.

Un amanecer mi fuerza de tarea cruzó la bocana entre Punta Entrada y Punta Redonda, ingresando a la enorme Bahía Magdalena, que es tan grande que dentro de ella hay “horizonte de mar”, es decir que no se vé la costa opuesta.

Desde la Zona vieron a los buques inmóviles y su Jefe de Estado Mayor, Comdte. Deodoro Pastor Baeza, mucho más antiguo que yo y buen amigo mío, vino en un pesquero a ver qué pasaba.

Ya en la seguridad de la bahía, ordené que la capitana izara la señal de disminuir de “velocidad de crucero” a “de maniobra”, que al arriarla se inicia por el matalote de cola y termina con el que vá en cabeza (si no los de atrás alcanzarían a los de adelante).

Con sus lanchas y ése bote, la “Ucinta” dió unos cabos de remolque a “Califa” y “Paloapan”, los jaló y salieron fácil, pues por ir a “poca máquina” no habían entrado mucho en el bajo. 167


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Una vez libres, buscamos las enfilaciones, toda la fuerza llegó sin más novedad a fondear frente a Puerto Cortés y yo salté a tierra a informarle al Almirante Lagos, Comandante de la Zona Naval, de todos los incidentes ocurridos durante el viaje.

Concluida con éxito su misión, que “apantalló” a los que la vieron, el “Grupo de Tarea” se disolvió, se arrió mi insignia, los buques volvieron a sus bases y yo me desembarqué en Manzanillo. Diputado Federal del PRI.

Al Comdte. de la “Califa” no lo procesaron porque los buques no sufrieron daños y, para su buena suerte, hizo quedar como acertado y previsor, al Almirante Secretario, que había ordenado: “Que lleguen unos días antes, por sí se varan en Margarita”.

Reincorporado a la N-6 del E.M.N. de la C.G.A., un buen día se me ordenó presentarme ante el Secretario de Marina. Este estaba ausente por lo que me recibió el Sub Secretario, Almirante Don Antonio Aznar Zetina, que me conoció de cadete, cuando él fué Sub Director de la Escuela Naval y me estimaba bien.

Esos días previos, sin que yo dejará el puente de mando ni un minuto, fuimos y venimos varias veces, sin problema, de Cortés a San Carlos y viceversa, por el canal de la Gaviota, que pide un solo cambio de rumbo y por el canal del estero de San Carlos, una “Z” de 20 kms, que exige varios giros, pero estaba bien balizado, con boyas grandes, luminosas, a ambos lados.

Después del saludo de rigor él me dijo alegremente: “Lo felicito. Preséntese en el PRI, porque ud. vá a ser diputado federal”. Sorprendido le contesté:“¿Yo, diputado? No, gracias, estoy muy a gusto en la Armada, llevo buena carrera y no pienso dejarla”. “No lo entiendo ¿No quiere ser diputado? Todos ruegan serlo”. “Habrá muchos que quieran, pero yo no tengo ambiciones políticas y creo que haría mal papel entre tantos líderes y “dirigentes populares” que son puras “chuchas cuereras””.

El 1º de abril de 1967, el Presidente Díaz Ordaz, acompañado por el Almirante Vázquez del Mercado y otros miembros de su gabinete, llegó, inauguró la carretera de 57 km de Constitución a San Carlos, el nuevo puerto, instalaciones, bodegas, etc. y los buques le hicieron los “honores al cañón” correspondientes. Después el Presidente y su comitiva se pararon en la cabeza del muelle y la flota a mi mando, desfiló frente a ellos, a unos cuantos metros de distancia y a la máxima velocidad, con los barcos “empavesados” con las banderas de los códigos desplegados, y las dotaciones en “formación de barandilla” gritaron los 5 “Viva México” que ordena el impresionante y bello ceremonial naval.

Su talante cambió y secamente me dijo: “Entonces no tenemos nada más que hablar. Retírese”. Días después fui llamado otra vez por el Almirante Aznar para decirme: “Ya que ud. no quiere ¿A quién, de Marina, sugiere para ser diputado? Debe ser guerrerense, pues la plaza que nos dan es por Acapulco y la Costa Grande de su Estado”. 168


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“Llegó ud. tarde y ya no será diputado propietario, sino suplente del Lic. Israel Nogueda Otero, que ya inició su campaña en La Unión. Incorpóresele lo más pronto posible”.

“Al único guerrerense que conozco en Marina y sé que le gusta la política, es a mi amigo el Dr. José Barrera Ayvar, pagador de la Secretaria. El Dr. Méndez Amezcua, no es guerrerense, pero hace años es director del Sanatorio de Acapulco y sé que hay un teniente, de Tixtla, Barrantes Alcaraz, al que no conozco”. “Muy bien. Gracias. Puede ud. retirarse”.

Así lo hice y en Tecpan conocí a Israel, mucho más joven que yo, pues fué compañero de escuela y muy amigo de mi difunto sobrino Alfredo Gutiérrez Argudín, que nació en 1936.

Pasó poco tiempo y fui citado nuevamente por el Almirante Sub Secretario quien me recibió con mala cara y malas noticias:

Con Israel y su bonita señora Leti simpatizamos mi esposa y yo desde el primer momento, tanto que somos compadres porque bautizamos a su hija menor, la guapísima Lucía, con la que tuvimos tan “buena mano” que fué brillante ejecutiva en compañías transnacionales, que la enviaron a trabajar en varios países de América y Europa, hasta que en febrero de 2007 vino de allá a tener hermoso casamiento en la ex hacienda de Temixco, en Cuernavaca, con un italiano y ahora trabajan y viven en Alemania.

“Sus candidatos no fueron aceptados y Marina no vá a perder un puesto muy importante por su culpa, así que ahora ya no es porque ud. quiera, es una orden: Preséntese al PRI para ser diputado”. Al salir del despacho del Almirante, me topé con su secretario particular, el Lic. Pedro Ocampo Calderón, quien fué mi alumno en la Heroica Escuela Naval y ya graduado, Teniente de Corbeta, estudió leyes y se tituló de abogado, quien me dijo:

Como yo sólo era suplente y estos eran “Don Nadie”, no tuve que pedir licencia, seguí en el Estado Mayor y sólo vine, ocasionalmente, a hacerme presente en algunos actos de la campaña.

“Usualmente los Comandantes jóvenes, se quejan de que los viejos no los dejan progresar, pero cuando les dan la oportunidad no quieren aceptarla. San Pedro negó al Señor tres veces y a ud. lo llama y lo llama el señor Sub Secretario porque lo estima y ud. se niega a ser diputado. Si estuviera el Almirante Vázquez, a la primera lo hubiera sacado con cajas destempladas. ¿A qué le teme? Le darán carro y dinero para su campaña, ascenderá y conocerá a los políticos importantes, ¿Qué más quiere?”. “Ya no me digas nada, ahora es una orden y voy a cumplirla”.

Por eso Israel dice que él pagaba, yo bailaba y ambos discutíamos a quien le hacían, en San Jerónimo, Don Chendo del Río (que trabajó con mi papá y con Don Rober, papá de Isra) su esposa Doña Virgen y su hija Estrellita, las “adoberas”, cremoso queso que creo ya nadie fabrica (tampoco “gollorías”, “fruta de horno” y escasean y saben diferente empanochadas, tecoyotas, etc.). El primer domingo de julio de 1967 hubo elecciones de medio periodo y en ellas, como era usual en aquel tiempo, el PRI

Al recibirme el Dr. Lauro Ortega, presidente del PRI, me dijo: 169


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Años después, un día, alguien me felicitó porque vió mi nombre en una barda de propaganda para diputado, pero no era yo, sino mi primo, el periodista Alfonso G. Argudín, que fue suplente de Silvia Hernández y la sustituyó cuando ella se fue a otro cargo.

obtuvo el “carro completo” e Israel y yo ganamos la diputación. El 1º de septiembre él tomó posesión como diputado propietario y yo, su suplente, no tuve nada, ni sueldo, plumas, “charola” o credencial ya no de plata, como la que usaba D´Oleire cuando se decía suplente del Almirante Lagos, ni siquiera de cobre.

También una o dos legislaturas después de la mía, le dieron a Marina una diputación por Veracruz, dos Almirantes mi primo Héctor y Mario Artigas no aceptaron y el que entró fue el tercer candidato Miguel Portela Cruz.

Pero pronto la historia cambiaría, pues “muchos persiguen la liebre y no la alcanzan y a otros las cosas les caen del cielo” y en Acapulco hay muchos ejemplos de eso.

La segunda mitad de 1967 y la primera del 68, transcurrieron sin más novedad que el trabajo de rutina.

Varios quisieron ser Presidentes Municipales y no lo lograron como Teofilo Berdeja (+), dos veces, que cuando cayó Josephs (+), él no acepto y entró Canuto Nogueda (+), “el rey de la guaca” y otra se la ganó Martín Heredia (+); Rico Morlet (+) quería dejar a Chuy Rodríguez, quien me contó que hasta lo amenazaron de muerte; Virgilio Gómez Moharro fué 2 veces “interino” pero no logró ser “electo”; mi amigo José Rubén Robles (+), que creo hubiera sido un gran Presidente, 3 veces la tuvo segura y otras tantas se le frustró y “aún hay más”.

Operación Yukalpetén. El 1° de Junio de 1968 fui, con el que era Jefe del Estado Mayor, a Yucatán, a participar en la Operación Kukulkan, para inaugurar el nuevo “puerto de abrigo” de Yukalpeten, que construyó Marina cerquita de Progreso, en la “ciénega”, especie de “ría”, que corre paralela a gran parte de la cabeza de la península.

En cambio Pepe Ventura, chilpancinguense, llegó por ser cuñado de Caritino y del Gral. Leyva; Israel Hernández, por ser amigo de Mario Moya; Toño Trani suplió a Israel porque Virgilio prefirió esperar a ser electo; Amín Zarur, calentano, por su cercanía a Alejandro Cervantes; Febronio Figueroa, de Huitzuco, por ser profesor junto con López Portillo; Israel Nogueda quiso ayudar a su compadre, Luis Torreblanca y de su entrevista con el Presidente del PRI, el que salió candidato fué él y “también hay más”.

Yukalpeten se hizo para proteger a pesqueos y embarcaciones menores, las que se perían con frecuencia por los fuertes “nortes” y huracanes que soplan en ésa región. Muchos critican que los barcos grandes no entran ahí y continúan usando el “puente a la Habana”, como llaman al largo muelle de Progreso (ahora con más razón, pues lo prolongaron más e hicieron una gran isla artificial en su cabeza, para que esté de acuerdo a la fama de “cabezones” de los yucatecos).

Y de que la historia se repite citaré sólo dos ejemplos:

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En el curso de la plática me comentó: “¿Sabes qué dijo mi copiloto?”. -“No, ¿cómo voy a saberlo?”. - “Pues dijo: “Oye, si tu hermano no era el de más alto grado, ¿por qué él mandó los ejercicios?”. “Y no sé si tuve razón, pero yo le contesté: “Es que el Jefe de Estado Mayor es un teórico competente, capaz, estudioso y muy dedicado, pero creo que tiene poco embarque y experiencia en la mar y como a mi hermano eso le sobra, lo dejó hacer lo más conveniente”. -“¡Ah, con razón!”.

Pero eso es porque la losa calcárea, que es Yucatán, tiene poca pendiente dentro del mar, las aguas profundas están a varios kilómetros afuera de la línea de playa y, para que los barcos grandes entraran a Yukalpeten se requeriría profundizar este, hacer larguísimas escolleras y dragar un hondo y largo canal al que la Corriente de Golfo azolvaría fácil y constantemente. Como ellos fueron los que ordenaron construir el “puerto de abrigo”, a las ceremonias de su inauguración, asistieron el Presidente de la República Don Gustavo Díaz Ordaz y su Secretario de Marina, Almirante Don Antonio Vázquez del Mercado.

A mediados del 68 Israel regresó a Acapulco para organizar y después hacer su campaña para Presidente Municipal. Para financiar la, cobró sus “dietas” de diputado hasta el 31 de diciembre.

Por ello se integró una “Fuerza de Tarea” que hizo los honores y una demostración de “tiro de cañón a blanco remolcado”. Mi hermano Adolfo se retiró de la Armada de Teniente de Fragata o de Navío y se fué de piloto a Mexicana de Aviación, donde llegó a Capitán de DC-10, el mayor avión que había entonces.

Ganó la elección y el 1º de enero de 69, se fué a su nuevo puesto.

Por una afortunada coincidencia cuando se inauguró Yukalpeten, él había volado a Mérida, iba a pasar unos días de descanso ahí y lo invité a él, su copiloto y los de la tripulación de su avión, a acompañarme a bordo para que viera el ejercicio de tiro y así recordara sus “viejos tiempos” de marino.

Rendí protesta, entré en ejercicio y ocupé mi curul, el 31 de diciembre de 68, pero como desde que Israel se fué yo iba, a veces, a la Cámara, Luis Farías, líder de los diputados o “jefe del control político”, ordenó que además de la credencial y el juego de lapicero y pluma fuente, grabados con mi nombre, que aún conservo, me dieran “de gratificación” de septiembre a diciembre.

Los honores y el ejercicio de tiro salieron a pedir de boca, lucieron mucho y al terminar todos los que no éramos de la dotación de los buques, desembarcamos y volvimos a nuestros destinos.

Así salimos ganando Israel y yo, porque él cobró año y medio de “dietas” y yo dos, aunque eso ya no lo tengo, pues luego, luego, como dicen los yucatecos, “se gastó” o sea, se acabó.

Días después ví a mi hermano en el D.F. donde él residió muchos años y yo pocos, pero donde nos visitábamos con frecuencia.

Como en aquel tiempo no íbamos a ver cuánto nos llevábamos sino qué podíamos hacer por México y la ley ordenaba que sólo podíamos cobrar un sueldo, solicité en la 171


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

La otra es de cuando fui Presidente Municipal y él vino a trabajar al palenque de la Feria de la Nao de China.

Armada la licencia especial para asuntos políticos a que tenía derecho, dejé de cobrar en Marina y pasé a ser uno más de los 230 diputados “del montón”, que ganábamos $33.33 de “dietas” o sea mil pesos al mes.

Me vió ahí y como andaba algo “eufórico” fué me abrazó, me besó un cachete y dijo: “Maestro, es ud inolvidable”.

Por suerte, desde mi regreso de E.E.U.U. y alta en la C.G.A., yo tenía un ingreso extra: mi compañero Roberto Maupomé, que se iba del D.F., me “heredó” las clases de matemáticas que daba en el prestigiado Instituto Tecnológico Autónomo de México, que entonces estaba en la avenida Marina Nacional.

La ventaja de ser profesor y al mismo tiempo servir en el Estado Mayor, luego dejar éste, irme de diputado y seguir de profesor, me permitió ver el conflicto del 68, desde esos puntos de vista. La matanza en Tlatelolco.

También otro amigo, el Ing. Albino Zertuche, ex Sargento 1º en la Hca Escuela Naval, pero que causó baja en una de las últimas revueltas, no sé si en 1923, 27 o 29, me ofreció pasarme sus clases de cálculo vectorial en el Politécnico, pero ésas no pude aceptarlas por incompatibilidad con el horario del Estado Mayor.

En el Estado Mayor Naval analizábamos los desmanes del 67 y 68 en Europa, la participación de líderes alemanes en los disturbios en Francia, oíamos nombres raros, antes desconocidos como Rudi Duchke, Eric “el rojo”, Universidad de Nanterre, etc.

Varios de mis alumnos del ITAM destacaron en su profesión, pero el mundialmente famoso fué José Sosa (“José José”) del que recuerdo un par de anécdotas “chispas”.

Como había constante contacto con el Estado Mayor de la Defensa Nacional y compartíamos información, sabíamos que rusos, norteamericanos, cubanos, KGB, CIA y los servicios secretos de países detrás de la Cortina de Hierro como Alemania Oriental, Hungría, etc. ayudaban a financiar los desordenes.

En la época en que era Presidente Echeverría, la noche de un 16 de septiembre me encontré con José José en una recepción en Los Pinos, cuando él empezaba y era poco conocido.

Por eso se previó que los provocadores cruzarían el Atlántico (como ahora lo hacen los “globalifóbicos”) a tratar de impedir que se celebraran en México los Juegos Olímpicos y no nos sorprendió la “escalada” en el D.F., de un pleito de 2 muchachos en la Ciudadela, al de sus 2 “palomillas”, después entre las 2 escuelas completas y al final ver al Poli y a la Universidad, acérrimos adversarios deportivos desde siempre y grandes

Cuando me saludó creí que sólo era alguno de mis ex alumnos.Le contesté el saludo y luego le pregunté. “¿Cómo te va? ¿Qué haces aquí?”. Y él me contestó “Vengo a cantar, porque, cómo ud me reprobó, me tuve que meter de mariachi”.

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Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

Ese grupo usó al Rector, que encabezó marchas, dió el “grito” y actuó como Presidente (se adelantó a este tiempo en que Calderón es el Presidente verdadero, pero según el PRD “espurio”; AMLO es Presidente de mentiritas pero según ellos, “legitimo”; de que todo el que quiere da el “grito” y Ebrard pelea que ya no haya D.F. sino otro “estadito” endeudadísimo, pero muy suyo).

competidores por el prestigio profesional, todos unidos contra la policía y el gobierno. Mis alumnos del ITAM y sobre todo un jalisciense de apellido Gallo, que era uno de los líderes o representante de su escuela en el Consejo General de Huelga, me comentaban cómo iban subiendo de tono las cosas y alardeaban de las manifestaciones y marchas de protesta por la muchedumbre, cada vez mayor, de participantes.

Cuando todo eran marchas y pedradas, los mitoteros decían que había muchos detenidos en el Campo Militar #1 y varios muertos, pero que todos temían denunciar esos hechos delictivos.

Yo les decía a mis alumnos lo que tanto el Presidente de la República, como el Ejército y la Armada sabíamos bien: que dentro del “movimiento estudiantil” había tres niveles muy diferentes.

Yo les decía: “Es mentira, denme el nombre de un sólo muerto y los acompaño a donde vivía, porque si le matan a un hijo, al padre podrán callarlo amenazándole con dañar al resto de la familia, pero a la madre no la callarán nunca porque prefiere que la maten a ella también, a que quede impune la muerte de su hijo”.

Uno era un grupo pequeño de líderes que, como se acostumbraba antes, querían tumbar al gobierno para ponerse ellos. Otro grupo, más numeroso, era la masa de vagos, ociosos y desocupados que se incorporaban para divertirse alborotando. Y el único realmente valioso, era el de los verdaderos estudiantes, que, como buenos jóvenes, románticos y bien intencionados, no buscaban su provecho personal, sino que querían mejorar a México logrando más libertad y más democracia.

Pero cuando entró el ejercito, dije a los muchachos “ya no vayan al relajo, se acabó la diversión, con la policía han jugado pero no podrán jugar con el ejercito, ahora sí va a haber muertos”. Mi predicción, se basaba en la experiencia, pues una vez en Veracruz, no sé si por elecciones o porqué, cerraron una calle con un retén de soldados, con la consigna estricta de que nadie pasara por ahí, un Coronel, vestido de civil y sin identificarse pretendió pasar a fuerza y un soldado le metió un balazo y lo mató.

Pruebas sobran: Hace poco varios dirigentes han declarado que su intención era derrocar al gobierno y tomar el poder. No lo lograron pero algunos llegaron a Secretarios, como Rosa Luz Alegría, embajadores, como uno en China, altos funcionarios, como Campos Lemus y senadores, diputados o delegados, como Pablo Gómez, “el Pino” de la Rocca, Imaz, etc. que aún lo son.

Como se sabe, cuando algunos alborotadores se refugiaron en la Escuela Nacional Preparatoria en San Ildefonso, a la que yo quiero mucho por que era la única que ha173


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“Si no actúo así, los comunistas hubieran tomado el poder y ud no estaría hablando libremente como habla”.

bía en México cuando estudié en ella en los años 30, el ejército, de un bazucazo derribó la antiquísima puerta y aprehendió a los fugitivos.

Un chisme de la época era que, después de Tlatelolco, el Gral. Jefe del Estado Mayor le dijo al Gral García Barragán, Secretario de la Defensa “Mi Gral. si vá usted a tomar el poder, este es el momento” y que aquel ejemplo de lealtad que fué Don Marcelino, respondió: “No soy otro Huerta”.- “Por eso dije “si va usted”” y Don Marcelino reafirmó “De ninguna manera, las Fuerzas Armadas deben de permanecer siempre leales a las instituciones”.

Desgraciadamente la escalada siguió y, como predije, el “movimiento” terminó cuando hubo muchos muertos en la matanza de Tlatelolco que desprestigió a México, pero terminó con los desordenes y permitió que se llevaran a cabo los Juegos Olímpicos del 68, que dieron fama mundial a nuestro país. El primer herido ese 2 de octubre fué el General Toledo, que iba al mando de los soldados que disolverían la manifestación, a quien conocí, pues fué Comandante de la Zona Militar en Acapulco.

Creo que eso fué inventado, pues esos asuntos no pueden ser tratados en público ni ante testigos, pero un italiano diría “Si non e vero, e ben trovato”(si no es cierto, está bien trovado).

Los “izquierdosos” son cínicos y practican las teorías de Goebbels de que “una mentira, mientras más grande, más creíble” y de que “una mentira, repetida mil veces se vuelve verdad”.

Lo que sí no sé es si fué pura coincidencia, pero poco después ése Jefe de Estado Mayor salió de México, como Agregado Militar a nuestra embajada en Canadá y años después lo pasaron a la de Chile, donde tengo entendido que falleció.

Por eso ahora sacaron la versión idiota de que el mismo ejército hirió al General Toledo, pero la solución más sencilla es la verdadera y, entre tantos provocadores mezclados en el asunto, uno de ellos debe haber sido el primero en disparar.

Olimpiadas de 1968 Se temía que, por haber menos oxígeno en el aire, dada la altura del D.F. sobre el nivel del mar, las Olimpiadas allá fueran peligrosas para los atletas, pero, la menor densidad los favoreció y hubo records notables, como el salto largo de Bob Beamon que duró muchos años y la medalla del “Tibio” Muñoz, en natación.

Las masacres no pueden justificarse, pero sí explicarse: Un gobierno, que tiene el monopolio legal de la fuerza, cuando se ve, o se siente en peligro, la usa y sobran ejemplos históricos: Francia en “la noche de San Bartolomé”; China en la Plaza de Tien An Men; Rusia en Checoslovaquia, Siberia y los “Gulag”; Alemania en “la noche de los cuchillos largos”, Auschwitz, Treblinka, etc.

Lo que sí escandalizó al mundo fué que los premiados velocistas americanos, mantuvieran el puño izquierdo en alto, con un guante negro, pues eran partidarios del “Black Power”.

Por eso Díaz Ordaz al irse de embajador a España, dijo a un joven que lo increpaba: 174


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

cuando éramos cadetes y con los años llegó a Almirante, Jefe de la Aviación Naval.

Gracias a mi amistad con el Oficial Mayor de Marina, Lic. Castro y Castro, adquirí series de entradas para mi y mi familia y tuvimos la suerte de presenciar muchos de los eventos.

Esa pérdida, en la que toda la tripulación se salvó pese a nadar en aguas infestadas de tiburones, se debió a que como el avión era de los de la 2ª Guerra y no se les daba buen mantenimiento, al amarizar se botaban los remaches de las planchas del casco y aunque la tripulación llevaba lápices para taponar los hoyos que dejaban, esa vez no fueron suficientes.

En algunas ocasiones, como el Almirante Don Federico Romero, Jefe del Estado Mayor Naval, en el que yo estaba, era de Guanajuato, me recomendó ir a su estado, que yo no conocía. Le hice caso y varias veces fui, con mi familia a disfrutar los baños termales de Comanjá y Comanjilla y me enamoré de la bellísima ciudad, su calle subterránea, el mercado porfiriano y sus “tacos mineros”, la Universidad, el teatro Juárez, la placita central, la Alhóndiga, el monumento al “Pipila”, el templo de la Valenciana, etc.

Diputado Federal. Ya diputado ví que “no es tan fiero el león como lo pintan” y que muchos políticos son como “el enano del tapanco”, cuyo vozarrón espantaba a todos cuando amenazaba bajar, hasta que, cuando bajo, vieron que era un “zotaco” de piernas cortas.

El otro punto de vista a que hice referencia fué el de diputado y en ésa faceta me tocó estar en las sesiones del 1º de septiembre del 68, en la que el Presidente Díaz Ordaz ofreció la mano extendida a los opositores y nombró negociadores con ellos que no lograron ningún arreglo y la del 1° de septiembre del 69, cuando asumió toda la responsabilidad de los hechos y liberó a Echeverría de toda culpa, despejándole el camino para llegar a la Presidencia.

Pero en mi legislatura, la XLVII (47ª o cuadragésima séptima) había gente destacada en los tres sectores del PRI: del obrero, fuertes líderes de la CTM como Blas Chumacero, Leonardo Rodríguez Alcaine, Joaquín Gamboa Pascoe, Silverio Alvarado y varios más. También había políticos regionales de los que algunos llegaron a gobernadores, como Mario Trujillo y Agapito Domínguez Canabal de Tabasco, Víctor Manzanilla Schaffer y Julio Bobadilla de Yucatán, Suárez del Solar del Edo.Mex, el Lic. Pedro Quintanilla de Nuevo León, el Dr. Renaldo Guzmán Orozco, líder nacional de la CNOP, Augusto Gómez Villanueva de la CNC, etc.

También estuve en el desayuno del que éste se salió cuando le avisaron que habían secuestrado a su suegro, el lic. Zuno y en otro en el que el General León Osorio lo interrumpió y lo increpó, lo que le valió el destierro a Isla Socorro. Esto motivó que en un viaje allá se hundiera un viejo hidroavión bimotor tipo “Catalina” de la Armada, que piloteaba Federico “la liga” Carvallo, que fué un magnifico pitcher

A los diputados de Guerrero no los conocí antes de que lo fueran, pero ya en la Cámara hice muy buena amistad con todos ellos.

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regalos de su sueldo y los de los nuestros los pagaba la nación.

El grupo lo encabezaba el Lic. Humberto Acevedo Astudillo y eran el Dr Eusebio Mendoza que tenía una casota en Chilpancingo, “el pueblito”, donde vivió Israel, cuando fue gobernador, Juan Pablo Leyva y Cordoba, ahora notario, otro joven, cuyo nombre no recuerdo y un político Guillermo González Martínez, que no tomó posesión porque salió diputado por Ometepec y Costa Chica, pero era yucateco y además le tocó el problema de la coprera.

Por eso en la interparlamentaria, en Washington, ví normal que el Presidente Johnson me diera mancuernillas y pisacorbatas con la imagen del Capitolio y Robert Kennedy otro con la de la torpedera al mando de su hermano John, que hundieron los japoneses. Ni que, en una cena en “El Presidio” de San Francisco, (que no es una prisión, sino el fuerte militar, que usaban contra los indios en la época Virreinal) Gómez Z. senador y líder obrero, me preguntara si estaba bien que diera su pisabilletes (un “centenario” de oro) al oficial que le regaló el “gafete” de una de sus condecoraciones que chuleó su señora y le dije “no seas bárbaro, ése listón no cuesta ni un dólar y tu moneda vale como quinientos”.

Después este Guillermo fue candidato a Presidente Municipal no sé si en Naucalpan o Ecatepec en el Estado de México, pero creo que tampoco llegó a ganar y a ocupar ese puesto. El líder Luis Farias, me distinguió con su amistad y la de su familia y me incluyó en comisiones legislativas que aumentaron mi sueldo en vez de mil como a diez mil pesos mensuales y me envió a dos de las reuniones interparlamentarias con legisladores americanos, una en México y otra en E.E.U.U.

La otra cosa que aprendí con Weatherwax, fué que un día me dijo que a su regreso a Washington iba a pedir su retiro y cuando le dije que aún estaba joven y tenía un cargo muy importante, me contestó “Si, pero ya no ascenderé a vicealmirante, porque el número de éstos, de mi antigüedad, ya está completo”.

Ayudante del Contralmirante Weatherwax Cuando tomó posesión de Presidente Díaz Ordaz, fui ayudante de el Contralmirante Weatherwax, hawaiano, Jefe de Asuntos Latinoamericanos en el Pentágono, que, años después, retirado, pescaba en un bote en la Base Naval de Norfolk, los de un portaviones no lo vieron, lo embistieron, “pasaron por ojo” y él se ahogó.

Años después, en España, mi buen amigo, Vicealmirante Gómez Pablos, se quedó en el primer lugar, porque cumplió la edad de retiro antes de que hubiera una vacante de Almirante.

Esa vez ví que los delegados que venían a las tomas de posesión o nuestras fiestas patrias, regalaban un libro o una foto dedicada y nuestros jefes les daban charolas o juegos de té de plata y supe que eso se debía a que los extranjeros pagaban los

En varias Armadas sudamericanas el Presidente debía escoger a su Secretario de Marina, o Jefe de Estado Mayor Naval entre los 5 primeros Almirantes del escalafón y los más antiguos que el seleccionado tenían que pedir su pase al retiro. 176


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En México nada de eso se acostumbraba, nadie renunciaba, el número de Almirantes variaba cada año y en el Ejército, después de la Revolución dicen que había más Generales que soldados.

En la 1ª fui a Culiacan acompañando a Agapito Domínguez Canabal, que iba a acordar con el gobernador, que creo era Toledo Corro, los candidatos del PRI en las próximas elecciones.

En la Armada, muchos de la antigüedad de 1937 llegaron a Almirantes de 3 estrellas, pues 2 de ellos fueron Secretarios de Marina, pocos de la antigüedad de 38 lo lograron y de la de 39 fui el único que llegó a Almirante en el servicio activo, pues otros 3 ó 4 ascendieron “sólo para efectos de retiro”, como marca la ley, que se hizo para, con justicia, mejorar un poco su magra pensión.

Lo que más recuerdo de ésa comisión es el bonito hotel en el que nos alojamos y los enormes y colorados mangos Kent que nos daban en cada una de las sabrosas y abundantes comidas. También observé que, gracias a que tienen tierras planas, muchos ríos, presas y canales de riego, los agricultores de Sonora y Sinaloa prosperaban y ellos y sus familias viajaban en avión.

Comisiones de Diputado Federal.

Y eso que esos estados todavía no se dedicaban tanto al cultivo de drogas, aunque ya se iniciaban los graves problemas de violencia que viven actualmente y eran famosos “el Cochiloco” y los pistoleros, que, audazmente, en un carnaval, mataron al gobernador Loaeza entre la multitud que había en el famoso y concurrido Hotel Belmar, el mejor de Mazatlán en su época.

De diputado no fui un “levanta dedo” de los que dicen si a todo, sin saber de qué se trata, como muchos otros, fui responsable y asistí a las sesiones, pero nunca usé la tribuna, pues no podía competir con excelentes oradores como Juan Pablo Leyva y Córdoba, que peroraba de la Ática, el Peloponeso y el Helesponto, de los cuales muchos diputados no tendrían ni idea de qué cosa serían.

Quizá por influencia de los árabes que dominaron a España 700 años, soy un fatalista convencido de que “lo que está escrito, escrito está”, como lo comprobé con mi magnífico amigo Agapito.

Lo que aún me duele, aunque me opuse y estuve en minoría en esa comisión, es que mi legislatura dispuso hacer, a la bandera el infantil “saludo deportivo”, con el brazo chueco frente al pecho y la palma de la mano hacia abajo, cuando, para mí, el saludo antiguo, con la mano derecha sobre el corazón, es mucho más significativo, porque ahí es donde uno lleva a la Patria.

Este fué citado a Gobernación por Echeverria porque aspiraba a gobernar Tabasco y cuando le dio la suave, diciéndole “Ud. tiene muchas opciones” Agapito, que era muy “macho” y había sido de los “camisas rojas” del gobernador Garrido Canabal, le contestó “No tengo más opción que ser gobernador de mi estado”.

Ya diputado viajé a varios lugares del país, invitado a tomas de posesión de gobernadores o actos conmemorativos y tuve dos comisiones especiales del PRI, en Sinaloa y Tamaulipas.

Echeverria se doblegó, Agapito inició su gira de propaganda, en plena campaña sufrió un infarto, se murió y el que llegó a gobernador fué Mario Trujillo, que era con 177


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

el que disputaba la candidatura y que años después fué delegado del PRI en Guerrero.

Concluye Interparlamentaria. Viaje a San Francisco.

Mi otra comisión fué a Ciudad Victoria, Tamaulipas, que competía con Chilpancingo por ser la más triste capital de estado, a tratar lo de las elecciones con Enrique Cárdenas, que fué gobernador por ser condiscípulo de Echeverría, cuando éste estudió allá, donde trabajaba su papá. Por cierto que cuando me iba de Agregado a España, Enrique nos regaló a mi señora y a mí, unas finísimas “cueras” tamaulipecas, bonitas chamarras con flecos en mangas y bolsas.

Ahí nos alojaron en un hotel carísimo por cuenta de cada quien, pues ellos invitaban, pero no pagaban y a mí me dolía el codo, ya que había otros mucho más baratos y los paseos eran a lugares que yo había conocido desde que fui Comandante de barco en Ensenada, 17 años antes y en otros viajes posteriores. Así volvimos a la “Misión Dolores”, origen de la ciudad; a pasar el Golden Gate para ir a Isla Tiburón y Muir Woods, bosque de Sequoias gigantes; comer y cenar langostas, cangrejos, pescados y sopa de almejas o “clam chowder”, estilo Nueva Inglaterra en los magníficos restoranes del Muelle de Pescadores; visitar el famoso Barrio Chino y comer en uno de sus restoranes en el que sirven como 20 platillos diferentes en pequeñas porciones; subir los Twin Peaks; ver la isla de las focas fuera de la bahía; ir al antiguo Embarcadero; subir al antiquísimo tranvía de cable de Market Stree, para ir a North Beach y las Canneries, etc. etc.

Mi comisión en la Interparlamentaria, de la primavera del 69, era lograr que autorizaran entrar más productos marinos mexicanos a EEUU y, para ello pedí al Secretario de Marina, Almirante Vázquez del Mercado, ex Director de Pesca que me asesorara. Su comentario fué: “Lo mandan a la guerra sin fusil, a pelear una batalla perdida. Aquí refrigeran con hielo de agua contaminada y el drenaje del WC de los pesqueros pasa por la bodega del camarón, atún, etc. Por eso microbios y bacterias exceden lo permitido. Como quien dice queremos comercializar la caca y ellos no comprarán nuestros productos si no mejoramos la higiene”.

Al cruzar el puente a Oakland, recordé que, cuando estudiaba en el Naval War Collage, en un “viaje de orientación” fuimos, por ése puente, a la isla de la Yerbabuena, a visitar a una figura histórica, que ahí vivía, estrictamente protegido, para evitar cualquier atentado en su contra: el Almirante de Flota (5 estrellas, grado que sólo existe en la guerra), Nimitz, que fué CinCPac (Comandante en Jefe del Pacífico) durante la guerra con Japón de 1941 a 1945.

Efectivamente en las juntas en el Capitolio de Washington, mucho se discutió lo de pesca, pero no se logró formalizar nada. Terminados los trabajos interparlamentarios, nuestra delegación cruzó el país en los aviones presidenciales Air Force One y Two, sobrevoló el Gran Cañón del Colorado y visitó San Francisco, una de sus pocas ciudades que tienen personalidad propia.

Otros recuerdos omitidos son: 1.-) En 1952 o 53, cuando vivíamos en Ensenada, fuimos con mi cuñada Ana María a San Francisco y era visita casi obligatoria 178


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el “Finochios”, al que no entramos porque mi señora no quiso, pues era de “impersonators” o transvestis. Ese teatro tuvo que cerrar años después, cuando permitieron bailarinas encueradas en los bares y ya nadie iba a ver a los “simuladores de mujer”.

Parques nacionales de E.E.U.U. Cuando en la Interparlamentaria terminamos de recorrer “Frisco”, mis compañeros legisladores se regresaron a México, pero mi señora y yo nos quedamos para aprovechar el viaje y conocer los “parques nacionales” de EEUU en la costa del pacífico.

2.-) Otra anécdota, graciosa, me la contó Gil (Gilberto o Gilacho) hijo del famoso líder de la CROM, “Tancho” Martínez.

Renté un auto y enfilamos al norte, al Valle de Napa, donde producen la mayoría de los buenos vinos americanos, a visitar a mi “advisor”(consejero personal) en el Naval War College, Capitán de Navío, Carlton B. Roberts y su bonita y simpática esposa Marie.

Es del tiempo remoto, cuando Acapulco llegaba de Sanborn´s a la CROM y del Terraplén a la Guinea y al cerro de la Pinzona, cuando la cocina era de leña, que venía en “tercios” o rollos y las mujeres se ponían un “yagual”, (trapo primero enrollado y luego hecho espiral como un cojincito) entre su cabeza y los canastos, ollas o carga que usualmente llevaban, garbosamente, sobre ella.

Ellos compraron y vivían en una granja, a la que pusieron una altísima cerca porque los venados, que ahí abundan, la brincaban y se comían las uvas, cerezas y otras frutas que tenían sembradas.

En esa época los acapulqueños iban y venían a Los Ángeles o San Francisco, a estudiar, al doctor o de compras, con tanta frecuencia y sin problemas, que a una señora, que vivió allá aquí le decían “Rosita jani”,porque a todo mundo le decía “honey”, termino familiar o de cariño muy usado en “el otro lado”.

Tras un par de días en casa de los Roberts, reanudamos el viaje al norte, por Ukiah, Cabo Mendocino y Eureka, pero en Crescent City, giramos hacia el noreste, dejamos el estado de California y entramos al de Óregon, para ir a Crater Lake, donde, sorpresivamente nos agarró una gran nevada, retrasada.

No sé si los protagonistas fueron Gil y Rosita, pero para no equivocarme y achacárselas sin base, diré que fueron dos “playeños”.

Tras cruzar Idaho por Boise y Sun Valley llegamos a Yellowstone, parque de fama mundial, que el senador por Montana, Mike Mansfield, copresidente de la Internarlamentaria, que se hizo buen amigo mío y su señora de la mía, nos recomendó conociéramos.

Sucedió un día, en Market Street de San Francisco, que un “playeño” vió venir, a lo lejos, a una elegante señora, muy emperofollada y ensombrerada. Al acercársele la identificó: era una “playeña” vecina suya y, sorprendido, le gritó: “Julana,¿quién te viera en Acapulco con tu “yagual” y tu “tercio” de leña en la cabeza?”.

Efectivamente el viaje vale la pena, el parque es precioso, los alojamientos magníficos, geisers y osos abundan y el espectacular “Old Faithful” (viejo confiable) tiene tanta regularidad 179


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señalar a la esposa o concubina con la que “piernoctarían”, Young marcaba, con gis, la puerta de la recámara en que “ejercería” esa noche, hasta que se dió cuenta que las más listas o “jariosas” borraban su señal y la ponían en la puerta de ellas.

cronométrica que hay letreros anunciando las horas en que lanzará al espacio su altísimo y grueso chorro de vapor. De ahí iniciamos el regreso al sur, para ir a Salt Lake City, Utah, pasando cerca de las montañas Gran Tetón y del Gran Lago Salado y visitando dos lugares no tan famosos, pero muy bonitos: Zión (Sión, la Tierra Prometida) y el Cañón Bryce.

La Colmena era un como taller en el que todos trabajaban. Otro día, en el coche, fuimos a ver el gran monumento erigido en el sitio desde el que el patriarca avistó el Gran Lago Salado y dijo a sus seguidores: “Ese es el lugar”.

Para ir a Zión se interna uno en una larga cañada entre montañas arboladas, por una carretera sinuosa y estrecha, que sigue la orilla de un riachuelo y que termina en una altísima pared de roca, casi vertical que cierra el “cul du sac” (fondo de saco).

Y es que él aseguraba haber tenido una “visión” de dónde terminaría su larga peregrinación desde el este de EEUU de donde salieron expulsados y perseguidos por sus creencias religiosas.

El Cañón Bryce, completamente diferente, es una hermosísima serie de grandes montañas y profundos barrancos, de un color rojo intenso, con caprichosas formaciones rocosas, magnificas carreteras y abundantes miradores, pues aquella gente realmente le saca aprovecho a lo mucho que tiene.

Finalmente continuamos al sur para admirar el Desierto Pintado y la enorme extensión y profundidad del Gran Cañón del Colorado.

En Salt Lake City admiramos la amplitud de sus calles y dos grandiosos edificios: el Gran Templo Mormón, al que no entramos, porque solo admiten a los de su religión y el enorme Concert Hall, en donde oímos, en una función, a su mundialmente famoso Coro.

En este, pasando por Flagstaff estuvimos en ambas márgenes impresionándonos más la norte, aunque nuestras Barrancas del Cobre, en la Tarahumara, las superan, sin que hayamos publicitado y explotado tanto su belleza y atractivos, como ellos los del suyo.

En otros recorridos visitamos dos de las primeras construcciones originadoras de la ciudad: “Lion’s House” o la Casa del León y la “Beehive” o sea la “Colmena de las Abejas”.

Después del Gran Cañón dejamos Arizona, entramos a Nevada, pasamos por Las Vegas y terminamos en Los Ángeles, California donde entregamos el auto y volamos de regreso a México.

La Casa del León era del patriarca Brigham Young y sus mujeres, pues antiguamente todos los mormones eran sabiamente polígamos y cuentan que, así como los sultanes le daban una manzana de oro para

Viaje con Cristi a E.E.U.U. Como mi hija Cristi, desde que volvimos de Newport trabajaba en “MAI” de México, empresa de computo donde ganaba bien y 180


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La gente se carcajeaba y más lo hizo cuando, después de mucho insistir, tiró el palo al suelo y el perro, lentamente, lo pasó y se sentó con la cara más triste que nunca.

ahorraba casi todo, quiso que hiciéramos un viaje parecido, sólo ella y nosotros, pues sus 2 hermanos estudiaban y no podían ir. Así, en julio de 1969 nos fuimos 2 semanas empezando por Los Ángeles adonde el vuelo redondo costaba sólo 180 dólares.

Ambas expresiones, “easy boy” y “por mí seguimos manejando”, quedaron para siempre en el anecdotario familiar.

Ahí estuvimos 3 agotadores días, pues acabando de llegar visitamos Knott’s Berry Farms y Pasadena para recordar las veces que fuimos a ver el Desfile de las Rosas o Rose Parade y el juego de futbol americano del Rose Bowl o Tazón de las Rosas.

En Las Vegas pasamos otros tres agotadores días, casi sin dormir, pero yendo a los mejores hoteles, casinos y shows más famosos, Cesar’s Palace, Silver Slipper, Seven Seas, Sands, Follies Bergere, Tropicana, Circus Circus, Flamingos, Stardust, Lido de París, etc. y también visitamos la presa Hoover y el lago Meade.

El 2º día recorrimos los estudios de cine y todo Disneylandia.

De las Vegas enfilamos al oeste y atravesamos el inhóspito desierto del Valle de la Muerte, en pleno medio día, con un calor infernal que apenas mitigaba el aire acondicionado del auto.

El 3º Marine World, con sus shows de ballenas asesinas, focas, etc. y al anochecer iniciamos el viaje a Las Vegas. A medianoche cansadísimos, mi mujer y yo queríamos parar a dormir en San Bernardino, pero mi hija, que iba cómodamente acostada en el asiento trasero, dijo: “por mí, seguimos manejando”.

Seguimos al norte por el lado este de la Sierra Nevada y al querer pasar la noche en un hotel en las afueras de un pueblito, en las estribaciones del Monte Whitney,mientras mi señora y mi hija pedían cuarto, llevé el auto al estacionamiento que estaba en la parte trasera donde ví, sorprendido, a dos enormes venados “mule deer” o alces, “elks” que buscaban comida en los tambos de basura.

Eso hicimos y casi de madrugada todavía tuvimos fibra para llegar a Las Vegas, registrarnos en el hotel, bañarnos e ir a jugar a las maquinitas, pero como entonces repartían copas gratis y el super abundante y estupendo desayuno costaba 99 cents no dormimos, pero nos recuperamos prontamente.

Luego de cruzar el Sonoma Pass llegamos al Parque Nacional de Yosemite, donde vimos “la Roca del Capitán”, las gigantescas sequoias, cascadas y demás atractivos de ese bellísimo lugar.

Otra noche fuimos a un show chistoso de un perrote de cara triste al que su entrenador le ponía un aro para que lo pasara o un palo para que lo saltara. El perro no se movía y él le decía “Easy boy, don´t get excited” (tranquilo muchacho, no te alborotes).

De ahí seguimos a Reno por Lake Tahoe y Virginia City, Nevada (hay ciudades homónimas en Montana y otros estados). 181


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era un dentista tuberculoso, (murciélago) Masterson, etc.

En California y Nevada hay más de 400 “Ghost Town”, “pueblos fantasma”, unos inventados para atraer turistas y muchos abandonados por sus pobladores al agotarse las vetas mineras, como pasó en México con Real del Catorce y otros.

Bat

Ahí vimos la historia de un jovencito, que quería ganar fama por desenfundar rápido y tener buena puntería. Tras un largo viaje a caballo, llegó al hotel. Para quitarse el polvo del camino, se dio un baño de tina con agua caliente. Se puso ropa limpia. En la barbería se peló, rasuró y se fué al saloon listo para su 1er duelo.

La historia de Virginia City es interesante: las minas de Comstock fueron tan ricas que, en su época de gran “bonanza” (segunda mitad del siglo 19), habían llegado a 600 metros bajo tierra y producido más de 15 ½ millones de dólares, que entonces era una suma astronómica y ahora equivaldrían a más de 15 mil millones.

Por mala suerte ahí encontró a Holliday, que no respondió a sus provocaciones y quiso salirse de la cantina. Un tiro del muchacho dió en la puerta a un lado del Doc, quien volteó y, rapidísimo, hizo un sólo disparo que pegó en medio de la frente del agresor. Dicen que “esa noche Virginia City tuvo el velorio del muerto más bonito, más limpio y mejor vestido de toda su historia”.

Cuentan que su prosperidad, provino de que los mineros siguieron la Mother Lode (Veta Madre) hasta su final una enorme caverna tan repleta de oro, plata y piedras preciosas, que con esa gran riqueza su gobierno financió la Guerra de Secesión norte-sur.

Como turistas recorrimos la parte folklórica y también las mansiones de los ricos, de estilo Italiano, con columnas de hierro y fachadas de ladrillo y un castillo de estilo europeo, con una torre de 3 pisos, cuyo mobiliario dio la vuelta por el Cabo de Hornos.

Como vemos, Comstock, produjo más de lo pagado a México de “indemnización”, tras la guerra de 1847, por despojarlo de Texas, California, Nuevo México, Nevada, Arizona, Utah, etc.

Virginia City tuvo el primer periódico en el territorio de Nevada, el primer linotipo al oeste del Mississippi, molinos de cianuro, 7 tiendas de ropa, fundiciones, ferretería, estación de bomberos, carbonerías, madererías, carnicerías y cervecerías.

Virginia City es el Far West: casas y banquetas de madera,saloon (cantina) con mesas, barra y espejos, que, para atraer turismo presentan shows de bailarinas y peleas callejeras,como la “Gun Fight at O.K.Corral”, donde el legendario Sheriff Wyatt Earp, sus hermanos y Holiday acabaron con la banda de Ike Clanton en el pueblo de significativo nombre: Tombstone (lápida), Arizona.

La Compañía de Agua, la traía de la sierra a 19 millas (30 kms) y la Court House costó 117 mil dls que era muchísimo dinero y tiene a la entrada una curiosa estatua de la justicia, sin venda. Había iglesias episcopal, presbiteriana y católica y ésta tenía como 5 mil fieles entre irlandeses, mexicanos e italianos.

El museo de Virginia tiene recuerdos de los más famosos pistoleros del Oeste: Butch Cassidy, Billy The Kid, Doc Holliday, que

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Ahí volvimos a recorrer sitios conocidos: la Torre de Coit,Russian Hill, (hasta donde llegaron los rusos que venían avanzando al sur desde Siberia y Alaska), “la calle más sinuosa del mundo” (porque es muy pendiente y la baja uno haciendo “eses”, con el carro, de una banqueta a la otra), Buena Park, el Golden Gate, etc. etc.

La Piper’s Opera House era casi tan fastuosa como la construida en la época de auge del caucho de la gran ciudad brasileña de Manaus, en la confluencia de los ríos Negro y Amazonas. La Piper’s tiene balcones suspendidos y un piso montado sobre resortes, presentaba obras de Shakespeare, artistas americanos, ingleses, trapecistas, perros entrenados, opera italiana, piezas de teatro, extravaganzas, conciertos, mítines políticos, lucha libre, conferencias y ahora es museo y sala de conciertos.

De San Francisco seguimos a Los Ángeles, donde nos alojamos en el Roosevelt Hotel, que era nuestro predilecto, queda cerca de la calle del Teatro Chino, con su banqueta de estrellas y tiene vista al conocido y enorme letrero de “Hollywood”.

De Virginia continuamos a Reno que no le llega ni a los talones a Las Vegas, aunque coinciden en que están en Nevada, donde se permite el juego y si Las Vegas está cerca de Los Ángeles, Reno lo está de San Francisco, las dos en el rico estado de California que tiene una de las más poderosas economías del planeta.

Después fuimos a San Diego, donde de nuevo recorrimos el hermoso Balboa Park con su gran zoológico; el viejo pueblo, la Casa de Ramona, la del gobernador Pío Pico y demás sitios a los que íbamos cuando vivimos en Ensenada, 17 años antes.

Cruzamos luego el Donner Pass, famoso porque en una ocasión un grupo numeroso, hizo ahí un party muy concurrido y desgraciadamente los sorprendió una gran nevada que mató a muchos.

En este viaje volvimos a la cadena de misiones de Dolores, San José, San Luis Obispo, Santa María, Santa Barbara, Nuestra Señora de los Ángeles, San Diego de Alcalá, etc. de las que irradió la conquista española, pacífica y religiosa, de California.

La siguiente etapa fué Sacramento, capital de California, en cuya cercanías están el rancho y el río del que, en 1849, John Sutter sacó pepitas de oro y, como no pudo mantenerlo en secreto, desató la “fiebre del oro” que llevó a muchísimos aventureros de todo el mundo, que poblaron a ese, antes casi vacío, estado.

La de San Juan Capistrano es famosa porque, cada año, miles de Golondrinas, que vuelan al sur a invernar, vuelven en primavera, como dice la vieja canción: “When the swallows come back to Capistrano”. Ahí nos alojamos en “La Golondrina Motel”. De regreso a México y viaje a Yucatán..

En San Francisco paramos en el Hotel Mark Hopkins y en el “Top of the Mark”, bar más alto de la ciudad, le pidieron a mi hija, su identificación para servirle una coca, pues la vieron muy jovencita.

Volvimos a Los Ángeles, dos días y volamos de regreso al D.F.

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Xcaret, etc. volamos a Isla Mujeres, de donde luego no podíamos salir porque soplaba fuerte “norte” y el avión no podía aterrizar con el viento “cruzado” a la cortísima pista.

Como los diputados, trabajábamos poco, pues los periodos de sesiones eran cortos y los recesos largos (creo que son peores cada vez) pude viajar con mi mujer, en nuestro país, a lugares que ya conocíamos y a otros que visitamos por primera vez.

Pero esa estancia, prolongada forzosamente, la disfrutamos porque las 3 comidas eran de pescados fresquísimos, cocteles o bisteces de caracol ablandado y riquísimas langostas del Caribe.

Por ejemplo, como mi amigo, el diputado yucateco, Julio Bobadilla me invitó al informe de su gobernador, volvimos a disfrutar de los muchos y bonitos atractivos que tiene ésa península.

Además llevé a mi sra. al norte de la isla a conocer la Media Luna, bella playa de aguas bajas,que por su forma y blanca arena se parece a Caleta, al sur a la hacienda “El Paso de la Morena”, del pirata Mundaca y en el lado oeste a la punta del Garrafón.

Comimos panuchos, salbutes, codzitos, relleno negro, queso relleno, “tsic” de venado, pescado a la tikinchic, puerco poc chuc, frijol con puerco y xni-pec (“nariz de perro”, picosísima salsa de chile habanero, que hace “moquear” inconteniblemente), etc.

En este lugar los cardúmenes son tan grandes que se ven como enormes bolas negras y mi Sra. no quería echarse al agua porque creía que eran piedrotas, no peces pequeñitos. Cuando al fin nadó, me creyó, pues le daban mordiditas en las piernas porque ella es muy blanca.

Mi mujer compró hamacas, “hipiles” y “fustanes” típicos y unas sedas bordadas que eran una preciosidad. Las noches eran de trova yucateca en el Hotel Mérida y en casa de Julio, una sobrina tocaba la guitarra, cantaba precioso, cenábamos rico y el postre eran chicozapotes gigantes y dulcísimos.

Otro recuerdo imborrable es que ahí, en el suelo del canal, (8 o 10 mts) vió un gran “caracol burro” y por lo transparente del agua, creyó que estaba bajito y por más que nadaba y nadaba hacia abajo no lo alcanzaba, hasta que por fin lo agarró y lo sacó.

Volvimos a las ruinas de Uxmal, Chichén y Dzibilchaltun y de éstas a Progreso a tomar la sabrosa “horchata de chufas”, a Telchac puerto, Yucalpetén y Celestum.

Finalmente pudimos salir de Mujeres y llegar a Cozumel, en donde recorrimos los puntos de interés y recordé cuando por primera vez en mi vida, el Coronel Fullón me hizo pilotear un avión.

Comimos “el escabeche” y el “relleno blanco” en Valladolid y en Izamal admiramos su gran pirámide descubierta a medias, el enorme atrio de la iglesia y el hermosísimo y lujosísimo “camarín de la Virgen”, todo recamado de relucientes dorados.

Al levantarnos, en la mañana temprano, bajamos a la alberca del hotel y le dije a mi Sra. “échate un clavado”.

Como mi mujer no conocía el Caribe y aún no construían Cancún, Playa del Carmen, 184


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bajamos en el puente de Coyuca que se tambaleaba por la fuerte corriente del río.

Ella, obediente, se echó y al salir,como era una magnífica nadadora, empezó a nadar de “crawl” rápidamente.

Ahí el gober, aunque no todos eran damnificados, se puso a repartir frijol y maíz a la larga fila de casi todo el pueblo, pues es bien sabido que “a la gorra no hay quien corra”.

Yo de afuera le preguntaba “¿cómo está el agua?” y ella nadaba sin detenerse, porque no quería decirme que se estaba congelando, pues el agua estaba muy fría, como lo comprobé al echarme yo, pues ella nunca me contestó.

Terminado el reparto regresamos a Acapulco donde oí al enojado Comandante de los helicópteros decir: “Es estúpido lo que están haciendo, en Corea volamos cien “misiones” diarias y aquí perdemos lastimosamente el tiempo volando solo una al día”.

Después fuimos a Tulum, Xel-ha y al final volvimos al D.F. Tragos amargos como Diputado.

Disgustado por el comentario, que desgraciadamente era verdad y viendo que ni el gobernador ni el general hacían caso de lo que les decíamos, me regresé en el primer avión al D.F., donde después supe que la zona más dañada, que era la más cercana a Tecpan, no era la que mejor había sido atendida.

De diputado también tuve ratos malos y tragos amargos, como cuando un ciclón pegó en la Costa Grande y, como siempre, hubo inundaciones y damnificados, a los que había que auxiliar. Antes, en caso de desastre, los americanos ayudaban (cuando a Tampico lo inundaron 3 ciclones seguidos, Hilda, Inés y Janet, vino un portaviones y barcos con alimentos, cobertores, etc. que luego vendían algunas “autoridades” sinvergüenzas).

Mi hija se va a vivir a Francia. Una sorpresa mayúscula fué que un día mi hija me dijo “Me voy a vivir a París” “¡Cómo! ¿con quién?”, “No te asustes. Con nadie, pero mi ilusión es hablar francés y si aprendí inglés fué por ti. Estoy en la Alianza Francesa y en su sistema “au pair” una familia me dará allá casa y comida y yo enseñaré español a sus 2 hijos, de 8 y 10 años. Ellos no aprenderán mucho nuestro idioma, pero yo sí el de ellos, pues además, estudiaré filología, fonética, gramática, historia, etc. en la Sorbona, su mejor universidad.

Esa vez a Acapulco enviaron, transportados en enormes aviones “Hércules”, un escuadrón de grandes helicópteros “Plátanos Voladores”, que operarían desde el aeropuerto de Plan de los Amates, al mando de un coronel aviador yanqui. Yo vine de México dispuesto a ayudar y al llegar me dijeron que el gobernador, el comandante de la Zona Militar y yo, iríamos en la primera salida, en uno de esos helicópteros. Pensé que sería un largo vuelo de exploración, para ver cual era la zona afectada y donde se necesitaba más la ayuda, pero para mi sorpresa pronto

Te vendo mis Bonos del Ahorro Nacional y mi “vochito”, lo deposito en el banco y administrándome bien, puedo vivir allá dos años”. 185


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Como mi pasaporte oficial me impedía entrar a España, con la que entonces no teníamos relaciones diplomáticas, ellos se quedaron ahí y nosotros seguimos a París,donde nos alcanzaron un par de días después en un carro, rentado en Madrid.

Así se hizo y mi hija realizó su sueño dorado de vivir en París, conocer la ciudad de un extremo al otro, algo del resto del país y estudiar a fondo el idioma francés en la famosísima Sorbona. En 1970, cerca del fin de nuestro trienio de diputados, Luis Farías me preguntó que qué iba a hacer, que qué quería y en qué podía ayudarme, que ya mi compañero diputado por la Armada, Ramón Alcalá, que había sido mi Comandante de Escuadrilla cuando yo lo era del “Guanajuato”, le había pedido ser senador por Campeche y que yo también podía serlo, por Guerrero.

La primera noche fuimos al “Molino Rojo” y al llegar a la Plaza Pigalle, nos sorprendió un show inesperado: un “soutener” abofeteó y tiró al suelo a una “prosti”, lo que no creo fuera preparado. Al salir del Molino, dejamos a las mujeres en el hotel y, con su permiso, Lencho y yo regresamos a tomar una botella de champaña, en la agradable compañía de varias “damas de la noche”, pero sin llegar a más, sólo para que quedara en nuestro historial el haber tomado unas copas en ese ambiente pecaminoso.

Algún tiempo antes mi amigo, el senador y Coronel Cravioto me había dicho: “Métase a la política para que sea senador”, pero en broma, le contesté: “No llegaría ni a “desayunador””.

Otras noches fuimos a los lujosos espectáculos del Lido y al máximo de entonces “Crazy Horse”, donde el grupo de bailarinas parecían gemelas, todas igualitas de estatura, complexión, bonita cara, hermoso cuerpo, bella sonrisa, pechos al aire y pantaletas con un hueco en forma de corazón, que permitía ver que todas tenían el vello púbico recortado de la misma forma y tamaño.

A Luis Farias le contesté en serio que no, que nunca pensé en ser político, que él sabía que fui diputado a fuerza y que me regresaría a la Armada, porque mi meta era ser Secretario de Marina y si me quedaba de Capitán de Navío y no llegaba a Almirante, no tendría el grado necesario para realizar esa ilusión. Al insistir Luis le dije: “Bueno, si quieres darme algo, regálanos un viaje a París, a mi sra y a mi, a ver a mi hija que estudia allá”.

En el día recorríamos los “lugares obligatorios”, como la Torre Eiffel, Campo de Marte, Louvre, Versalles, etc. aunque a mi desde el primer día me salieron ampollas en los pies pues mi hija me llevó caminando desde el 14° arrondisement, donde vivía, hasta la “Etoile” (Plaza de la Estrella) con el famosísimo Arco de Triunfo napoleónico, los Campos Eliseos y la Opera.

Visita a Cristi en Francia. Así lo hizo, me dió pasajes y dinero y con Florencio Reyes Bugarin, ex líder de la Asociación de Pilotos y su esposa Beatriz, que se había criado en casa de mis papás y era como hermana de Caritino Maldonado, cruzamos “el charco”.

En las comidas y cenas no podían faltar desde los mundialmente famosos “Maxim’s” o el pato de la Tour d’Argent (Torre de 186


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Esa fue la operación de rescate marítimo más exitoso de la historia. Quizá por esa decisión, Alemania, al final, perdió la guerra, pues nunca pudo invadir a las Islas Británicas, a pesar de haber hecho costosos preparativos para ello.

Plata, que si ha de serlo por lo caro que cobran) a los cafés como “Deux Magots”, la “Coupole” o las crepas en “Montmartre”. Mi hija nos llevó a la Sorbona, a La Rive Gauche, las famosas cristalerías de Bacará o de Lalique, las porcelanas de Limoges y de Sevres, la Place Vendome con la columna de Trajano y las tiendas de “alta costura” más famosas.

Después de Dunquerque salimos de Francia. Bélgica.

También fuimos a recorrer las calles donde peleaban a espadazos los Pardaillán o los Tres Mosqueteros, la Catedral de Notre Dame (Nuestra Señora), el “Sacre Coeur” (Sagrado Corazón) y a navegar en el Sena, en los “bateaux mouche” (barcos mosca).

A continuación entramos a Bélgica, fuimos a Brujas, bellísima ciudad antigua. Después a comprar los famosos encajes “de bolillo” de “Malinas”. Luego a Bruselas y Amberes, para conocer esas antiquísimas ciudades medievales.

Recorrido a lugares históricos de Europa.

Holanda.

Terminada la estancia en París, los cinco, mi hija incluida, nos fuimos dos meses, a recorrer lugares históricos de Europa.

De ahí entramos a Holanda, donde por la abundancia de ríos Mosa, Escalda,Rhin, etc. varias ciudades llevan la terminación “dam”, que creo significa “presa”.

Salimos al norte, al bosque de Compiegne, a ver el carro de tren en el que se rindió Alemania ante los aliados y firmó la paz dando fin a la 1ª Gran Guerra y donde Hitler se vengó haciendo a Francia firmar su rendición a los alemanes, en la 2ª Guerra Mundial.

Pasamos por Breda, sitio que inspiró el famoso cuadro “Las Lanzas” o la “Rendición de Breda” de Rembrandt. Seguimos a Rótterdam y a Delft, para admirar y comprar la bellísima “porcelana azul”.

En Dunquerque vimos las playas en donde se reunieron más de 300 mil soldados aliados derrotados por la blitzkrieg (guerra relámpago) a los que Goering no dejo que los aprisionara o acabara la Wermacht (ejercito).

Después llegamos a La Haya, sede del famoso Tribunal que es la más alta instancia de Justicia Internacional. En Amsterdam, vimos varias cosas mundialmente famosas: La pequeña fuente y estatua “Maneken Pis” de un niño haciendo “chis”; la Zona Roja, donde las “puchachas” exhiben sus atributos ante grandes ventanas o “vitrinas”; se permite vender y

Él reclamó para la Luftwaffe (Fuerza Aerea) el privilegio de hacer lo y los dejó escapar vivos, rescatados por cuanta embarcación, por pequeña que fuera, pudo reunir Inglaterra. 187


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En Francia, Bélgica y Holanda entre mi hija y yo con el inglés y el francés nos hacíamos entender, pero a la hora de comer en un restorán alemán, Bati me dijo: “Pídeme una carne, pero que no esté muy hecha, con papas y en salada” y le contesté: “papas sé que se dice “kartofel” y ensalada “salat”, pero no te garantizo la carne, a la mejor te traen pescado o cualquier otra cosa”.

consumir drogas, sin que esto haya causado mayores daños, más que a los viciosos y el “hacer el amor” en público es usual. En Arnhem pasamos el puente que se hizo famoso en la Segunda Guerra Mundial. Alemania. Al entrar en Alemania, lo primero que me sucedió fue que me regañó la mujer que ponía gasolina en una estación, porque la puerta del tanque del carro estaba cerrada con llave. Como no entiendo alemán no supe que dijo, pero en su tono de voz, se oía que, como buena alemana, estaba muy enojada.

El viaje continuo por Bonn, sede durante la “Guerra Fría” del gobierno de Alemania Occidental y cuna del más grande compositor de la historia Ludwig Von Beethoven. La región de la cuenca del Rhin y el sur de Alemania, me impresionaron tanto por su industrialización y el activísimo trafago de autobuses, automóviles, camiones, aviones, trenes y barcos, que comenté a mis acompañantes: “Ahora me explico porqué Alemania venció a Inglaterra y si no es por los gringos, conquista a todo el mundo en las 2 guerras mundiales de este siglo”.

Cruzamos Dusseldorf y nos detuvimos en Colonia para visitar la Catedral, que es una de las más grandes y bonitas del mundo y donde dice la leyenda que se encuentran enterrados los Tres Reyes Magos. Esa ciudad también es famosa porque ahí se produce la loción perfumada, de la cual según yo, la mejor es la “4711”.

Testimonio de esto es la enorme montaña de escombros que hicieron en Munich con los restos de casas y edificios destruidos por los bombardeos aliados que arrasaron la ciudad.

Luego seguimos por Nuremberg, sede de los famosos Tribunales que condenaron a muerte a los criminales de guerra alemanes de la Segunda Guerra Mundial.

Visita obligada ahí es a la cervecería que Hitler hizo famosa, a tomarnos unos “bocks” de cerveza acompañados de unas sabrosas y típicas salchichas y de las canciones de la concurrencia.

Continuamos a Munich o Munchen en alemán, donde Hitler inicio su carrera política con el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores y protagonizó el fracasado golpe de estado (“putsch”), que le valió la cárcel, donde escribió su famoso libro “Mein Kampf” (Mi lucha) que fue un “best seller” o sea un éxito literario.

Austria. Nuestro viaje continuó por Linz a Viena y me llamaron la atención, a lo largo de la carretera, varios letreros que decían “Donau”, hasta que caí en la cuenta que era el famoso Danubio, que de azul no tiene nada, sino que es café como todos los ríos.

Salido de la cárcel, Hitler, ganó elecciones democráticas y fue nombrado Canciller y Jefe del Gabinete por el presidente Hindenburg. 188


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con su “Ponte Vechio” (puente viejo), la Galería degli Ufizzi, “el David” y tanta y tanta historia y arte de los Medici, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, etc.

En la capital mundial de los valses, visitamos Schoenbrunn, la Rat Haus o Ayuntamiento, la Iglesia de Guadalupe, el sepulcro de Maximiliano, el museo donde está el penacho de Moctezuma, etc. y comimos las “wiener schnitzel” o “milanesa vienesa” (en alemán y en inglés, Viena se escribe Wien) y los famosísimos postres, especialmente la “sacher tarte”, riquísimo pastel de chocolate.

Después Roma, la Ciudad Eterna, con el Vaticano, San Pedro, la mayor y más imponente Catedral del mundo, con su columnata exterior y el gran altar con columnas salomónicas, el Foro romano, el colosal Coliseo, la Vía Apia, el Campidoglio, etc.

Yugoslavia. Después siguió Nápoles con visitas a las ruinas ya desenterradas de Pompeya y Herculano, prósperas ciudades sepultadas por la erupción del volcán Vesuvio, en el año 73 D.C.

De ahí a Graz para pasar a Yugoslavia, porque queríamos ir al bello puerto de Dubrovnik, en Bosnia-Herzegovina. La sorpresa desagradable fue que como estaban tras “la Cortina de Hierro”, no nos dejaron entrar y tuvimos que regresarnos a pernoctar en Graz a donde, detalle chistoso, llegamos corriendo a ganar el baño porque ninguno aguantaba la chis.

Ahí pudimos ver los adelantos de las redes hidráulicas con tubos de cobre y plomo de esa ciudad, en las paredes de cuyas casas hay pinturas pornográficas, como era la costumbre de la época y que los guías enseñan mediante módicas propinas.

De ahí nos desviamos a Innsbruck y el Tirol austriaco, para cruzar los Alpes por el Paso Brenner o Brennero Pass, donde tuvo lugar la histórica entrevista de Hitler y Mussolinni, firmantes del “Pacto de Hierro” o “Eje Berlín-Roma”. Italia.

Cerca de ahí tuvimos la suerte de ver un entierro “a la antigüita” con una gran carroza negra tirada por caballos percherones, todos empenachados, con un cortejo fúnebre a pié, acompañado de una banda tocando música adecuada al evento.

Del Brennero, por una carretera, larga sucesión de túneles y puentes, llegamos a Venezia (Venecia), la histórica ciudad “reina del Adriático”, la del matrimonio del Dux con el mar, de los palacios a la orilla de los canales, la de las góndolas y “vaporettos”, islas como la de Murano, la Plaza de San Marcos, el Campanile, la Catedral, coronada con bellos caballos y gran reloj con figuras, etc.

A mí me tocó manejar por la angosta carretera, tallada en el vertical acantilado e abismos vertiginosos, que recorre la península de Sorrento, desde Torre del Greco y Torre Annunziata a Amalfi, motivando el comentario de Bati: “Ponchito, eres gallito”. De ahí a Capri y Anacapri en un “aliscafo” que esquía sobre el agua, para visitar la Villa del Emperador Tiberio, la Gruta Azul, etc.

De ahí a Padova (Padua), Bologna (Bolonia), Firenze (Florencia), hermosísima 189


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Luego a Salermo, playas del desembarco aliado a partir del cual invadieron Italia y la sacaron, derrotada, de la 2ª guerra mundial.

Francia. Luego a Tolón, la gran base naval, cuya toma inició la deslumbrante carrera de Napoleón y recalamos en Marsella, donde vimos el tétrico castillo de If, el del Conde de Montecristo.

De Salerno viramos 180° para volver al norte por la super carretera a Roma y continuar por Civitavecchia (Ciudad Vieja) a Livorno, (Liorna, donde se refugió Iturbide al irse al destierro).

Después de comer una deliciosa y típica “bouillabaise”, nos despedimos de “Lenchito” y “Bati”, que se fueron a devolver el coche en Madrid, para volar de regreso a México.

Luego Pisa, con su torre inclinada y la hermosa Puerta del Paraíso, Carrara y su montaña toda de mármol con carreteras llenas de camiones que acarrean ese material y Sestri Levante, donde se construyeron barcos para México en época de Don Porfirio.

En Marsella nosotros rentamos otro coche para volver a París, pasando por Avignon, cuyos palacios papales están ahora en ruinas, pues fue vencida por Roma cuando el Gran Cisma hizo que hubirra dos Papas, uno en cada una de esas ciudades.

En Génova admiramos el histórico y rico puerto, los grandiosos edificios de mármol y la casa donde dicen que nació Colón.

De ahí nos dirigimos a Lyon y en el Midi, más o menos a la altura del Valence, todos con hambre, empezamos a ver letreros de un famoso restorán que iba quedando cada vez más cerca.

Como íbamos por las márgenes de los Apeninos y la región de la Liguria, me acordé de los populares libros de mi niñez “Corazón, diario de un niño. De los Apeninos a los Andes” de Edmundo De Amicis y “Los naúfragos del Liguria” de Julio Verne.

Por la prisa nos pasó una cosa muy chusca, como de antigua película muda, pues al ver una entrada, entre dos pilares, me metí por ella con todo y coche y resultó que era la entrada peatonal.

Pasamos por San Remo, sede del famoso festival y por Ventimiglia, la de las novelas de Emilio Salgari y paramos en Mónaco, para visitar el famosísimo casino de Monte Carlo,que no nos pareció gran cosa después de los lujosísimos de Las Vegas, aunque si estuvimos en los jardines en los que dicen que mucha gente se suicidó, después de perder hasta la camisa en la ruleta.

Salí a un patio lleno de mesas y me metí entre ellas, levantando una nube de polvo, lo que hizo que toda la gente metiera sus platos debajo de los manteles, para evitar se los “entierrara”. Afortunadamente eludí gentes, meseros y mesas y, cuando finalmente me detuve en el estacionamiento, mi mujer e hija avergonzadas, se negaron a bajarse del

Las siguientes escalas fueron Niza, Antibes, Cannes y Saint Tropez, en cuyas playas, pedregosas, muchas mujeres andan con los pechos al aire, sin que nadie se escandalice. 190


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Vimos y oímos al Big Ben, visitamos el Parlamento, Westminster, Canterbury, el Puente, la Torre de Londres depósito de las joyas de la Corona Inglesa y macabra historia de reinas y nobles decapitados, la City, antes centro de la Bolsa de Valores mundial, Hyde Park y su “esquina de los oradores”, donde se les permite despotricar de todo y contra todos menos Dios y el Rey o la Reina.

automóvil, por lo que tuve que continuar el viaje, quedándonos todos sin comer. Llegamos a París y, tras breve estadía, arrumbamos al norte, a Calais, para tomar, con todo y carro el “Hovercraft”, enorme aparato cuyos grandes ventiladores verticales y faldones de hule del casco, le formaban un cojín de aire para que no surcara el mar sino flotara o “levitara” sobre la playa sólida o sobre el agua líquida.

Fuimos al palacio de Windsor y en el de Buckingham vimos el desfile y “relevo de guardia”, fotografiándonos con los hieráticos centinelas, con morriones de piel de oso y casacas rojas.

Así, impulsado por hélices de avión, avanzaba a alta velocidad y cruzaba el Canal de la Mancha, usualmente tormentoso, en menos de una hora, travesía que los antiguos “ferris” hacían en más de medio día, con las molestias del mareo de la mayoría de los viajeros por las gruesas marejadas que ahí imperan. Como hace años de eso, supongo que ahora el tren subterráneo, bajo el canal, entre Francia e Inglaterra, debe haber eliminado al “Hovercraft”, como éste desplazó a los “ferris”.

Recorrimos el Embankment y los muelles, navegamos en el Támesis, fuimos al Observatorio de Greenwich “meridiano cero” o “base” para contar la longitud de todos los lugares del planeta, etc. De Londres volvimos a Dover, Calais y París, a dejar a nuestra hija Cristina y mi mujer y yo volamos de regreso a México.

Inglaterra. De vuelta en México, temina la Diputación

Una vez desembarcados en Dover y, manejando por la izquierda, como allá se acostumbra, nos dirigimos a la capital inglesa.

El 1º de septiembre de 1970, terminó mi diputación, me reincorporé a Marina y fui Sub-jefe del Estado Mayor Naval.

En el camino comimos “pastel de carne” y “pudding” con cerveza caliente en “The Red Lion”, un antiguo y típico “Pub”.

Ascenso a Contralmirante. El 20 de noviembre Contralmirante.

Ya en Londres, nos alojamos en un hotel recomendado por el Agregado Naval y nos dedicamos a recorrer esa gran ciudad y visitar sus sitios históricos más notables durante varios días. Así recorrimos la Plaza Trafalgar, con su columna coronada por la estatua del Almirante Nelson, Picadilly Circus, Baker Street, la calle del mítico Sherlock Holmes y Savile Row, la de los sastres.

ascendí

a

El 1º de diciembre el lic. Echeverría asumió la Presidencia de la República y como no podía nombrar Secretario de Marina a su amigo, el Capitán de Navío Ing. Naval, José Luis Cubría Palma, por que le faltaba grado, lo hizo Oficial Mayor y “poder tras

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Mayor, vengo a que me entregues la Subjefatura y que te vayas”. “¿Traes la orden por escrito?”. “No, solo me la dio verbalmente”. “Entonces no te entrego nada hasta que la traigas escrita”.

el trono”, tanto que a veces el Secretario bajaba a “acordar” con él. Este era el Almirante Bravo, Ex Comandante General de la Armada, que ya estaba retirado, pero como el Almirante Vázquez del Mercado había dejado en el servicio activo a un solo Almirante, Don Federico Romero Ceballos, Echeverría lo nombró porque creyó que Vázquez quería repetir o imponerle a su sucesor.

Disgustado, baje a ver al Almirante Uribe, nuestro jefe y le dije lo que había sucedido. Él me “doró la píldora” diciendo: “Lo hice por que soy su amigo y quise ayudarle para que se tome unos días antes de marchar a su nueva comisión, de Comandante del Sector Naval en Mazatlán”. “Si ud. me llama y me dice lo que me está diciendo, se lo hubiera agradecido mucho, pero en la forma en que sucedieron las cosas no, por que soy un alto jefe de la Armada y no una criada a la que se corre diciéndole “entrega y vete””. “Así ud. hubiera tenido más tiempo para arreglar todo”. “Yo sé mis obligaciones, sé cuanto tiempo tengo para incorporarme a mi nueva comisión y allá estaré cuando deba estar”.

Al iniciarse 1971 un grupo de acapulqueños, amigos míos, los doctores Morlett y Heredia, Evaristo Sotelo, un lic. Torreblanca que trabajaba en Marina y otros más, me visitaron para ofrecerme la candidatura a la Presidencia Municipal de Acapulco. Yo, ingenuamente, por ser leal, me presenté al Secretario de Marina para informárselo, diciéndole que si él lo consideraba conveniente para la Armada lo aceptaría si no, no.Su reacción fue desproporcionada y de enojo: “No espere que yo lo ayude. Si quiere ser político, pida su baja de la Armada”.

Así al mes escaso de ser Sub-jefe del Estado Mayor Naval, llegó Zepeda con la orden escrita, le entregué y me fui.

Mi carácter se disparó también: “Yo no entré a la Armada para quedarme a la mitad de la carrera. A menos que me muera, seré Almirante, que es el máximo grado militar y si puedo me sentaré en esa silla que está ud., aunque ese es un puesto político”. “Pues prepárese para irse de México”. “Estoy preparado. Hace años tengo mando y no de oficina, pues siempre he sido marino del mar océano, no de escritorio”. “Entonces no tenemos nada más que hablar. Retírese”.

Comandante del Sector Naval en Mazatlán. Al ir a despedirme del Almirante Secretario para recibir sus instrucciones sobre mi nuevo cargo, me dijo: “No haga ud. planes a largo plazo, porque no vá a estar mucho tiempo ahí”. En nuestro “vochito”, en el que hasta muebles metimos, mi mujer y yo fuimos a Mazatlán vía Guadalajara, que fué escala obligada en nuestras frecuentes idas y vueltas a la “Perla del Pacífico”.

Al día siguiente Zepeda, un año más novel que yo y jefe de una sección, se me presentó y dijo: “Por orden del Jefe de Estado 192


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Dieron las 8 ½, las 9 y después de las 9 ½, cuando ya creía que había algún error en hora o fecha, llegó el primer invitado.

A la bella ciudad tapatía, que no conocíamos, la gozamos mucho y ahí me reunía con retirados de la Brigada de la Asociación de la HENM, que trabajaban de profesores, algunos ex alumnos míos como Fonseca, Alba, Gastelú,Arau, etc. y otros muy antiguos, que cuando la guerra se fueron a la CFE, como Robledo y Artigas.

Inmediatamente después empezaron a llegar todos los demás y, a eso de la media noche, ví pasar al Cayo Urquijo, Presidente Municipal, que dio la vuelta por la cocina para entrar.Eran las 4 de la mañana y no se iba nadie, aunque ya casi no había tragos, comida ni dinero para pagar al mariachi. Finalmente se fueron retirando y pudimos irnos a descansar.

En Mazatlán también tuvimos la suerte de encontrar buenos amigos y compañeros, ya retirados como Nacho Laveaga o en el activo, de Comandantes de buque, como Pérez Elías y Esperón.

Al día siguiente mandé llamar a todos los Comandantes a mis órdenes y les dije: “Ayer me sentí muy mal cuando nadie llegaba y peor cuando nadie se iba. En lo sucesivo a las horas marcadas estoy en la puerta para recibir y despedir a los invitados y ninguno de uds llega tarde ni se va después de la hora señalada”. “Mi Comandante, es que aquí acostumbran no ser los primeros en llegar, pues no es elegante que se crea que están muy deseosos, por eso dán de vueltas hasta que entra alguien, entonces arriban todos y luego la fiesta no tiene límite, es hasta morir”. “Pues lo siento mucho, pero llegarán y se irán como yo digo”.

Nacho trabajaba rescatando camaroneros, que son muchos y se varan seguido y por su amistad con el jefe de Obras Marítimas del puerto, logré me diera unos terrenos dentro del puerto, a orilla del estero, al final del Malecón de concreto, que estaban invadidos por “paracaidistas”, que desalojamos, para construir ahí las instalaciones de las actuales Zona Naval y Hospital de Marina. El Sector Naval ocupaba un inmueble grande, de la Dirección de Marina Mercante, en el Paseo de Olas Altas, junto a un baluarte, semi destruido, de las antiguas defensas del puerto, en el que había un cañón antiquísimo, casi deshecho por el óxido. El edificio no tenía puerta por el frente que daba al paseo, sino que había que darle la vuelta y entrar por atrás.

Después, para eliminar el problema de tener que dar la vuelta al edificio para entrar a el por la cocina o por su parte posterior, mandé abrir una puerta a la calle y cuando me dijeron: “¿No pedirá autorización a México?” dije “No, allá nadie sabe que no hay puerta”.

Anécdotas de Mazatlán. Tras recibir el mando del Sector, que era de la Zona de Guaymas, invité, por escrito, a autoridades civiles, militares y destacados mazatlecos, a una “reunión social el día tal, de 8 a 10 de la noche”. A la hora fijada mi señora y yo estábamos listos para recibirlos en el salón principal, pero para nuestra sorpresa no llegó nadie.

De ahí en adelante, en las frecuentes recepciones que dábamos, a la hora fijada mi señora y yo nos parábamos en esa entrada a recibir y despedir a todos los invitados. 193


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porque no había en que llevarlo y no había en que llevarlo, porque no había nada que llevar” y sobrevivía porque era “zona libre”, no se pagaban impuestos de importación y los “pudientes” iban allá a comprar barato artículos extranjeros.

Entonces el General Comandante de la Guarnición me dijo: “Tú sí cumples lo que dices” y yo le respondí: “Si quieren la seguimos en mi casa, pero la reunión oficial, se acaba a la hora fijada”. Mi 2º trabajo fué mandar reconstruir el techo de los alojamientos del Baluarte, que estaban cayéndose y adjuntarles 2 tejabanes, uno para la carpintería, otro para sombrear nuestros autos y raspar y pintar el viejo cañón oxidado,para que no acabara de destruirse.

Dicen que el faro del Crestón (157 mts, la Roqueta 115) es el 2º más alto del mundo, tras el de Gibraltar, yo subía allá con mis comandantes de barco de base o los de visita en Mazatlán y visualizábamos desde arriba, cómo debíamos defendernos en caso de guerra, revolución, golpe de estado o desórdenes internos.

Mazatlán es importante, con mucho movimiento marítimo mercante, pero antes la desembocadura de la unión de los esteros de Urías, Infiernillo y del Astillero, estaba azolvada y los barcos anclaban entre el cerro del Crestón y la Isla de Chivos.

Una anécdota chusca es que un domingo lo encumbramos con todo y familia, Mario Rodríguez Esperón (+) llevó a sus gemelitas como de 5 o 6 años y, cuando casi llegábamos, una de ellas dijo: “¿Y quién fue el mal alma que inventó subir hasta acá?”, avergonzando mucho a sus papás, que sabían quién había sido.

Ese era mal fondeadero, por las “collas” del norte, el fondo pizarroso y estar abierto a los “toritos”, mal tiempo repentino con fuertes “suradas”, que muchas veces vararon buques, entre ellos un G.C de la Armada, al mando del Tte. Vázquez del Mercado, que llegó a Almirante Secretario, porque había saltado a tierra y no fué culpable de que las anclas garrearan y el barco encallara.

La estancia en Mazatlán fue deliciosa, la casa del Comandante del Sector, cerca del “Hotel De Cima”, era bonita y cómoda, había una pequeña colonia de la Armada y mi mujer, que siempre ha sido “la mamá de los pollitos”, ayudaba mucho a las señoras jóvenes que tenían hijos pequeños, tanto que Cheché la señora de Pérez Elías le decía “Santa Cristina”. Además casi todas las noches, con los Laveaga, caminábamos varios kilómetros por el paseo de las Olas Altas, a veces hasta una glorieta, en la que había un reloj grande, en lo que llamaban “el Sábalo”, zona que ahora se há desarrollado mucho por el turismo, pues ahí están “El Cid” y varios hoteles de lujo más.

También ahí, en la Revolución, con Mazatlán sitiado por Obregón, se perdió el cañonero “Morelos” cuando, para defender al puerto, quisieron meterlo al estero, el buque se varó y los rebeldes lo bombardearon desde la Isla de la Piedra, que sigue a la de Chivos. En los años 50 o 60 dragaron el estero e hicieron un puerto interior para los transbordadores, rompiendo el círculo vicioso de que “la Baja California estaba aislada pues no había nada que llevar,

A mi esposa le encantaba en la cenaduría de la Negrita,el “asado” (trocitos de carne de res al carbón con papas), y el “raspado de 194


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la 2ª Zona Naval, que abarcaba toda la Península de Baja California, tenía su cuartel general en Puerto Cortés, Isla Margarita B.C. Sur y dos Sectores Navales, uno en Ensenada B.C. y otro en La Paz B.C. Sur.

rosas” de “La Copita”, como bautizó a una fondita de la calle de Gral Nelson, que servía tacos, tostadas, sopes, etc. bien sabrosos. Eso motivó que una amiga le dijera: “Uds. han de ser muy ricos, todas las noches cenan en “La Copa de Leche”, que es el restorán más caro de Mazatlán” y mi señora le respondió “No es siempre y no es La Copa, sino “La Copita”, una lonchería barata”.

Ese movimiento me hizo pensar que, para mandarme más lejos, sólo faltaba que me nombraran Agregado Naval en Japón. Tras entregar Mazatlán, volamos a La Paz, por Aeroméxico.

Tuvimos la buena suerte de que allá nos tocó el Carnaval, que es de los mejores del país y nos gustaron las lujosas fiestas, las bonitas muchachas que competían en belleza, los carros alegóricos, algunos tirados por tractores y el “Combate Naval” en que entre Olas Altas y unos lanchones fondeados enfrente se intercambian disparos de cohetes y fuegos artificiales.

El piloto era el hijo de Doña María Izaguirre e hijastro de Ruiz Cortines mi amigo Mauricio Locken, a quien entregué y se llevó en su cabina, mi rifle 22 con mira telescópica y mi pistola 45 reglamentaria, pues no debía viajar armado en un vuelo comercial.

Lo que no nos gustó fue que en el Paseo muchos hacen lo que dice la canción de “que me siga la tambora” y van bien borrachos, botella en mano, con el “chile frito” de allá detrás, tocando y, a la mañana siguiente, abundan los envases vacíos en las calles.

En esa época la península tenía un Estado desde la frontera con E.E.U.U. al paralelo 28° norte y un Territorio desde ahí hasta Cabo San Lucas y en ambos conocí gobernadores, como a los Generales Sánchez Taboada y Hermenegildo Cuenca del Estado y al Gral Olachea y Lic. Hugo Cervantes, del Territorio.

Creo que entonces empezaban los “spring breakers”, porque frente al Sector, se alojaban 4 o 5 gringuitas jovencitas,preciosas, que cuando estaban en su cuarto andaban completamente desnudas, distrayendo al personal del Sector de su trabajo y haciéndolos pelear por los binoculares para verlas mejor, con todo detalle.

Sobre todo traté con los del sur, que vivían en La Paz como al último del Territorio, Félix Agramont Cota, al primero cuando cambió a Estado, Ángel César Mendoza Aramburu y a su primo Alberto Aramburu, que también fué gobernador y al que, por robarle su Rolex, años después mataron en la glorieta de Taxqueña del D.F.

Comandante de la 2ª Zona Naval en Baja California.

Allá traté y tuve una estupenda relación con 5 Comandantes de la Zona Militar, el primero fue el General Chapoy, que se retiró entre nutridos aplausos de la población civil, en la ceremonia de despedida que le hicieron en el estadio

Pero como me lo sentenció el Almirante Secretario, duré poco en Mazatlán pues a los seis meses exactos, el 16 de julio del 71, causé baja de ahí y alta de Comandante de 195


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el carro de Pancho Beltrán, que también transportaba, en una “troca”, materiales para la isla.

deportivo y que fué mi gran amigo hasta su muerte; lo relevó Belmonte, destacado caballista, a quien se llevó Biebrich a Sonora, le siguió Aburto Valencia, a quien apodaban “¡Ah bruto violencia!”, Moguel Cal y Mayor y Riviello Bazán, que llegó a Secretario de la Defensa.

Él nos llevó hasta la orilla de la Bahía de Almejas, donde abordamos una lancha que cruzó el ancho Canal de la Gaviota que une a aquella con Bahía Magdalena y, como no había muelle en Puerto Cortés, Isla Margarita, varó en la playa que pudiéramos saltar a tierra sin mojarnos los zapatos.

A nuestra llegada a La Paz nos recibió mi primo, el Contralmirante Héctor Argudín Estrada, Comandante del Sector Naval.

Esta isla está un poco más al norte en latitud que la Paz, pero en lados opuestos de la península o sea Margarita sobre el Pacífico y la Paz frente al mar de Cortés o Golfo de California.

En aquel tiempo La Paz era pequeñita, gran parte propiedad de los Rufo, dueños de la mayor tienda y el mejor hotel, ambos llamados “La Perla”, remembranza de la época de auge de Baja California, cuando abundaban esas joyas y sus “armadas”, con buzos de cabezote y escafandra, llegué a ver en mi niñez en Acapulco.

El viaje como de 100 kms de carretera, 50 de brecha y 10 o 12 de bahía, nos llevó casi todo el día, pero luego supe que estaban, a mis órdenes, un avión “Queen Air PushPull”, “el chupa y sopla” porque tenía una hélice atrás y otra adelante y una avioneta monomotor “Cesna 180”, “La Muñeca” que hacían poco más de 1 hora.

El mar de La Paz, es hermoso, pero la ciudad no era comparable con las que dejábamos atrás: Guadalajara y Mazatlán. La primera con su Catedral de torres de “alcatraces al reves”; el Hospicio Cabañas con los frescos de Orozco, sobre todo “El Hombre de Fuego”, el gran Palacio de Gobierno, el bonito hotel “El Tapatío”, el Centro Comercial de la Plaza del Sol, los mariachis y el pozole del barrio de San Juan de Dios, el paseo de Aguazul, la impresionante bajada a la Barranca de Oblatos, etc.

De sur a norte una cadena de tres islas: la arenosa, Creciente y las montañosas Santa Margarita y Santa Magdalena, forman, con la península, las bahías de Almejas al sur y Magdalena al norte, unidas por el Canal de la Gaviota, lo que, por sus más de 100 kms. de largo total, la hacen la mayor bahía cerrada de México. A finales del porfiriato,ahí practicaba tiro de artillería la flota del Pacífico de E.E.U.U.; en I. Magdalena tenían bodegas de carbón; en tierra firme, frente a la bahía y otros lugares como Ensenada, las “deslindadoras” compraron miles de hectáreas para hacer colonias americanas, que afortunadamente fracasaron y se fueron.

Tampoco le llegaba a Mazatlán con su antiguo Centro Histórico, el teatro donde cantó “el ruiseñor mexicano”, Angela Peralta, que ahí murió de “fiebre amarilla”, el Paseo de las Olas Altas, etc. Tras breve estancia en La Paz, me fui, con mi señora, que siempre anduvo conmigo, en 196


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30” en 1952-53, que hacía su comunicación mensual con Ensenada y después 2 veces entré llevando el yate del Sr. Grossman, “Reina Rosilee”, de Acapulco a San Diego, a limpieza de fondos y reparación general (la 3ª vez lo llevó creo su hijo y se le hundió cerca de Cabo San Lucas, por suerte sin desgracias personales).

Esa fué la 2ª vez que México estuvo en riesgo de perder la península, pues en la guerra de 1847 la ocuparon y la devolvieron por los Tratados de Paz de Guadalupe-Hidalgo. En los 1930s, para asegurar nuestra soberanía,la Armada puso la 2ª Zona Naval en Margarita, pero en el siglo 21 crece el riesgo de perder la península por 3ª vez,pues hay colonias de jubilados americanos en Tijuana, Ensenada, Sto Tomás, Sn Quintín, los Cabos, Nopoló, Mulejé, Pto. Escondido, Pto. Peñasco, Sn Felipe, etc.

Ahora iba a vivir en Margarita quien sabe cuanto tiempo, pues aunque hubo Comandantes de Zona que duraron solo 15 días y otros estuvieron un año o menos, por mi distanciamiento del Almirante Secretario, a la mejor estaba allá todo el sexenio.

En 1971 en Magdalena había un pequeño pueblo, un muelle y ruinas de tanques de combustible, carboneras y almacenes.

Tras recibir el mando de la Zona, con el impresionante ceremonial de la Armada, siguiendo nuestros rigurosos procedimientos de entrega-recepción por inventario y comprobación física de las existencias de personal, inmuebles, muebles, chequeras de combustible, lubricantes, etc., y antes de irme a visitar mis 2 sectores navales, procedí a enterarme a fondo de necesidades, solicitudes hechas, pendientes de hacer, en trámite, etc.

En Margarita eran dos pueblos, como de mil habitantes cada uno (la mayoría niños) el militar, Puerto Cortés, y, a unos 3 o 4 kms al noroeste de él, el civil, Alcatraz, donde había un muelle y una vieja empacadora de pescado, sobre todo sardinas. En el estero del extremo norte de B. Magdalena, entre la isla y la península, Marina hizo 2 nuevos puertos, San Carlos y López Ma teos, que tienen muelle, bodegas y empacadoras de pescado y recibían agua dulce de los mantos freáticos de Cd. Constitución.

Así ví que Pto Cortés, como casi todo México, padecía graves problemas: la población carecía de suficiente agua potable, energía eléctrica, drenaje, etc. y aunque en los 40 años de la Zona, varios Comandantes cavaron pozos, hicieron presas, hasta un enorme “tajo” en los médanos de la playa occidental que daba agua salobre, en esa seca roca todo era infructuoso.

Como allá el mar es riquísimo y la tierra desértica, pueblos y ciudades de la península, padecen escasez de agua, (en la Paz, Ensena da y Margarita había plantas evaporadoras, o de ósmosis inversa, pero su operación es difícil y el agua “desalada” sale cara).

Buscando la solución recordé el chiste de que el Comandante de un velero que tras una tormenta, entró de arribada forzosa a puerto, telegrafió a la entonces Secretaría de Guerra y Marina: “Corrí mal tiempo, se rifó el trapo, faltaron los cabos y tengo que hacer agua” (en lenguaje llano:“Eludí mal tiempo, se rasgaron

Estancia en Margarita. El escenario de la Baja lo conocí en 1944, de Guardiamarina, embarcado en el “Potosí”; me fué familiar de Comandante del “G197


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También hice que los maquinistas revisaran y repararan tuberías de los baños de oficinas, sanatorio, cine, las tres casas grandes de los jefes y las pocas chicas que había para oficiales.

las velas, se rompieron las reatas y hay que rellenar los tanques de agua dulce”) y como no entendieron el lenguaje marinero, le contestaron:“Los militares valientes no corremos, procese al que hizo rifa, arreste a los faltistas y no haga agua, agárrela ya hecha”.

Luego la C.G.A. contrató una empresa particular que envió un ingeniero y gente, instalaron un tanque elevado, de hierro, sobre altas patas de lo mismo y tuvimos agua corriente, a presión, aunque al principio hubo quejas de señoras, porque “al lavar la ropa no se acababa la espuma” y es que antes le echaban demasiado detergente, pues el agua del “tajo” era muy salobre.

Mejoras en Margarita. Resolví el problema del agua, existente desde que se fundó la Zona, hacía 40 años, pidiendo, y logrando, que el buque tanque “Aguascalientes”, poco útil en Acapulco, cambiara de base a Cortés, la recibiera “ya hecha”, en San Carlos, y nos la trajera. Para él mandé reconstruir un muelle en ruinas de frente a los talleres, fondear dos boyas, e hincar dos bitas en tierra, para que se amarrara “en cuatro” y bombeara el agua a los grandes tanques de lámina de hierro, originales, que, para ella y combustible crudo, se instalaron originalmente y sólo el de diesel se usaba para proporcionarlo a los motogeneradores de la Zona.

Todo eso no se hizo en un día, tomó tiempo, pero ataqué simultáneamente varios problemas como en Acapulco, donde resolví los de años del insalubre estero que anegaba gran parte de la Zona, encauzando con canales de piedra los arroyos que bajan del cerro; el de los que vivían ahí en palafitos censándolos, haciendo casas y sacando a los que no tenían derecho y el de la falta de agua del sanatorio, construyéndole una gran cisterna en el patio.

Cuando el barquito llegó, como solo tenía las pequeñas superestructuras del “castillo” a proa y del “alcázar” y “puente de mando” a popa, era alteroso vacío y se sumergía hasta tener su cubierta principal en el “combés” central casi a ras de la superficie del mar, cuando estaba lleno “a plena carga” el hijo de un oficial, un niñito de 6 u 8 años que lo vió me repetía, en tono preocupado: “¡ Ese barco se vá a hundir! ¡ese barco se vá a hundir!”.

En Margarita mis éxitos fueron mayores, pues a la solución del ancestral problema de la carencia del agua, se sumó la del segundo mayor, el de la energía eléctrica, que por largos años se tuvo sólo a las horas de la entrada por radio a México para enviar o recibir los radiogramas oficiales, lo que cubría un par de horas a la amanecida y otro tanto a la anochecida. Como había dos plantas motogeneradoras, dispuse que cada una trabajara turnos de 15 días ininterrumpidos y se les diera mantenimiento preventivo o correctivo durante los otros 15.

Nunca se hundió que yo sepa, pero creo que una vez sí se varó cuando no cambió a tiempo de la “enfilación” en Mangrove a la de Margarita porque la niebla, allá a veces impide la visibilidad.

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Eso pasó aquí, con la Feria de la Nao de China, que hicimos 3 años y después pasó 20 años sin hacerse; con la ampliación y alineación de calles todavía inconclusas como la Cuauhtémoc, J.M. Iglesias, Hidalgo y el Palacio Municipal viejo, pues Israel Nogueda empezó el edificio, Toño Trani lo acabó, yo hice las escaleras que lo unen al Zócalo y compramos toda la manzana, para hacer una torre de varios pisos de oficinas y estacionamiento con frente a la calle Progreso, la que quedó “pendiente” y nunca se hará.

Luego conseguí con la Comandancia General de la Armada una 3ª planta y entonces trabajaban 10 días y descansaban 20. Así hubo energía eléctrica las 24 horas, los 365 días del año y todos pudimos ver tele, oír radio, tener refrigeradores para conservar los alimentos, lavadoras, para que las señoras ya no tuvieran que “tallarse el lomo” lavando a mano, etc. El 3er problema, el drenaje, lo resolví instalando tuberías y construyendo,para todo el pueblo una gran fosa séptica a sotavento de la Zona, entre esta y Alcatraz, para evitar llegaran malos olores.

Por eso también sólo hay un kiosco, en lugar de cuatro, pues el que Japón regaló a Don Porfirio, lo tumbó algún revolucionario para hacer aquel en que tenían un restorán Pepe Pintos y Teresa Fox, este lo tumbó la Junta de Mejoras para hacer “la dona” y esa la tumbó Febronio para hacer el pueblerino actual.

Al cine que funcionaba 2 veces a la semana y al sanatorio, que no era muy grande, no les hice gran cosa, pero a la placita principal, sí, pues le puse juegos infantiles: volantín, resbaladillas, sube y baja, etc. y lo que me enterneció fue que, como hice una pista para patinar,un niño me dijo:“yo no vengo porque no tengo “zapatines”, pues ni siquiera el nombre de esos trebejos se sabía.

Por esa maldita costumbre, en Cortés había varios cimientos y casas a medio hacer y mi mayor éxito fué acabarlas todas.

Aproveché que un cerro cercano era de lajas y mandé pavimentar con ellas la calle que une la playa donde desembarcamos con las oficinas y otras del pueblo y, cuando terminé la primera un oficial dijo: “hasta que voy a poder venir a pasar bandera sin limpiarme los zapatos en los pantalones, porque se me llenaban de tierra”.

El beneficio fué en cascada, pues al recibir una nueva los oficiales de más grado, la que dejaban se daba a uno de menor grado, la de estos a Sargentos, las de ellos a cabos y al final muchos marineros tuvieron buen alojamiento para su familias y en el pueblo ya no hubo jacales ni casas de cartón. También construí una nueva pista de tierra, perpendicular a la ya existente, en la que para aterrizar hay que brincar un cerro que tenía el letrero de “Bienvenido”. Ambas eran suficientemente largas para nuestros aviones de hélice ligeros y medianos.

El ingenioso Almirante Rueda Medina (+) decía: “Los Diez Mandamientos son invención judía. El Decálogo de los mexicanos es diferente. Nuestro primer mandamiento es: “No continuarás lo hecho por tus antecesores, porque eran puras “indejadas”.

Más importante fué hacer llegar la brecha que iba de la carretera transpeninsular a la orilla de la Bahía de Almejas, a un punto más cercano a Puerto Cortés y construir un

Corolario: “Sólo lo que tú haces está bien, pero apúrate a terminarlo porque los que sigan tumbarán lo que tú hayas empezado”. 199


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Mendoza Aramburu:“¿Cómo le haces para que no haya una brizna de basura en toda la Zona?” y mi respuesta fué: “Es que aquí estás en el primer mundo”.

nuevo embarcadero con un muellecito, que creo que aún llaman Puerto Argudín. Otra gran mejora no fue mía, sino de la Comandancia General dela Armada, que hizo construir un gran muelle de concreto, para que nuestros barcos aún los mayores: transportes y destructores, atracaran y no tuvieran que quedarse fondeados.

Ese corredor pasaba frente a mi casa y la del Jefe de Estado Mayor, lo bauticé “Paseo de la Falange” y puse en su arranque un mosaico con el lema de mi antigüedad: “La Falange deja huella”.

Lo que sí hice yo fue entroncarle, cerca de su arranque, una escalera y una plataforma flotante para no tener que saltar de las lanchas a la playa y poder subir al grande, que quedaba muy alto.

Cuando eso se supo en la Secretaría me ordenaron quitar el nombre y lo cambié a “Paseo de la Antigüedad 1939-1944”.

Gratos recuerdos tengo de ese muelle, en el que por las tardes paseaba con mi señora y muchas veces recorrí para comer o cenar invitado por los Comandantes de los buques que arribaban.

Un recuerdo triste de Pto. Cortés es que en uno de nuestros paseos vimos entre las piedras del arranque del muelle, un lobito de mar, de los que allá abundan, que con ojos tristones y llorosos, gemía y mostraba que tenía en la boca clavado un gran anzuelo.

Por cierto que años después supe que entre ellos comentaban:“híjole mi orden de operaciones incluye Margarita y el Almirante Argudín me hará pasar bandera con él y me invitará a desayunar, comer, cenar y a recorrer las obras que está haciendo”.

Quizá construir ese muelle se debió a que en años anteriores, en Margarita, se hacían las operaciones para entrenar al personal, tanto de a bordo, como de infantería de marina en desembarcos con tiro real, de cañón, ametralladoras, etc.

Y es que efectivamente a las 8 a.m., ante el personal formado, se izaba la bandera, la banda de guerra tocaba y todos desfilaban, lo que hizo que un joven oficial dijera: “Es un culto a la personalidad” a lo que comenté “En la milicia no hay democracia, sino orden y disciplina y el jefe debe ser guía, motivador y ejemplo”.

Esas “Alertas” dieron lugar a algo típico de nuestro México: Un joven civil, emprendedor, puso una tienda en Cortés y prosperó vendiendo cosas extranjeras (ahí compré nuestro 1er horno de microondas y mi 1er reloj digital que ponía números arábigos luminosos), gracias a ese éxito, hizo una cadena de tiendas en otras ciudades y pueblos de la península y le siguió yendo bien.

De ese muelle tengo varios recuerdos: El 1º es que lo uní con un amplio paseo al pavimentado patio de maniobras de la Zona, que estaba frente a las oficinas y era un bonito mirador, pues estaba a 8 o 10 mts sobre el nivel del mar, el que, en una ocasión motivó la pregunta del gobernador

Engolosinado, entró a otro negocio prometedor, el de la abundantísima riqueza maríti200


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ma, financiando pescadores dándoles lanchas, motores, redes, gasolina, comida, etc.

prestamista en Mazatlán y lo asesinaron, probablemente alguno de sus clientes.

Entonces quebró porque sus “socios” no le daban “su parte” ni le pagaban y le vendían lo que pescaban a sus competidores.

El Jefe de la Radio, que, si no me equivoco, era Julio Medina. El Contramaestre, creo que apellidado Infante, al que un día le dije: “Cuida a tu hija, Azucena (Chena), es casi quinceañera, está muy gorda y se acomplejará” y me contestó: “Mi Almirante, en mi casa un kilo de tortillas no alcanza a dar una vuelta a la mesa. Todos mis hijos están gordos, porque yo pasé muchas hambres cuando era niño y no quiero que ellos sufran lo que yo sufrí”.

Todas las obras que hice en Margarita fueron posibles porque aunque ya empezaban a usarse turnos de 2 años de servicio en un puesto, a mí me desterraron poco más de 2 turnos completos. También y más importante todavía fué que tuve muchos buenos subordinados, tantos que, desgraciadamente no puedo citar todos sus nombres, pero recordaré a los más destacados.

Como buen mexicano, pero primermundista, también para mi hice mejoras, porque nos tocó una casa igual a la que vivimos cuando fui Jefe de Servicios en Acapulco.

Dos de mis Jefes de Estado Mayor, Manuel Bejarano (+) y Gildardo Alarcón (+) que lle gó a Comandante General de la Armada.

Eso fue porque en los 30s, en las primeras 4 Zonas Navales, 1ª en Veracruz, 3ª en Carmen, 2ª en Acapulco y 4ª en Cortés (impares en el Golfo, pares en el Pacífico, como hasta la fecha) eran idénticos los edificios de oficinas y las casas del Comandante, Jefe de Estado Mayor y Jefe de Servicios o de Talleres.

El Jefe de Máquinas Rico Echeverría, ya retirado en Mazatlán, pero cuya amistad y la de su familia conservo hasta la fecha. Pablo Vázquez (+) Comandante de la Compañía de Infantería de Marina, que fue Agregado Naval en Perú y luego se suicidó.

Mi casa tenía sala, comedor, cocina, 2 recamaras, un baño y los closets eran muy pequeños. Lo primero feo que ví fue que, en el baño, junto al lavabo, sobre un destartalado banco de madera, estaba el calentador de agua para la regadera, que quemaba leña o papel, aunque allá no había árboles ni periódicos.

Los Directores del Sanatorio, los doctores, ya retirados, Teófilo Sibaja y Porfirio Delfino López, anestesiólogo ometepequense, muy famoso en Acapulco, pariente de Lopitos y los Añorve, que pese a su miedo volaba de un extremo a otro de la República, pues desde Cortés iba a ver a una novia que tenía en Tapachula, hasta que un día estuvo a punto de caerse el avión en que venía.

Peor aún era lo del cuarto de lavado que estaba en el patio y tenía una taza de WC junto al lavadero de la ropa y me hubiera disgustado mucho que mi señora entrara a la-

También destacó el Teniente Palacios (+), Jefe de Servicios, que, jubilado, se dedicó a 201


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hacer las mejoras reseñadas, a lo que le contesté que él sabía como estaba todo, pero que nadie más iría hasta allá a pasar revista ni sabría que modificaciones y mejoras había hecho.

var y encontrara al cocinero o asistentes sentados o parados haciendo sus necesidades. Por lo tanto lo primero que hice fue arreglar eso ampliando el alojamiento de los asistentes, aislándolo de la parte de lavado y por eso entre mi casa y el mar después hubo los únicos árboles de la isla porque se nutrían con el agua del lavadero de ropa. También quité el calentador de leña y puse uno de gas en el corredor, cuyos tanques llevaba desde la Paz, Pancho Beltrán.

Pero ese “prietito en el arroz” no es nada comparado con las grandes satisfacciones y aventuras que pasé en Baja California. La vida en Margarita. Para empezar ganaba doble sueldo,por ser zona de vida cara con 100% de sobrehaber y podía ahorrar casi todo (salvo compras en La Paz o viajes a Ensenada) pues no pagaba renta, luz,agua, teléfono, etc. y no gastaba ni en comida, ya que mi refri estaba repleto de langostas, abulón, camarón, callos de hacha, ostiones, jaibas, etc. todo lo cual sobreabunda en aquellos mares que ya hé dicho que son riquísimos, tanto que llega uno a hostigarse, cuando “ya no hay nada que comer, tiene uno que comer langosta” y el lujo es comer pollo o carne de res.

A mi recámara le quité la ventana de la pared norte, para hacer la puerta de un closet muy amplio, sobre el corredor perimetral. Cambié por uno nuevo y más grande el deteriorado botiquín con espejo de frente al lavabo y mandé forrar de azulejos las paredes de la regadera que quedaron tan bien que Luis Ordoñez, que fué allá me dijo: “Tiene ud. el baño más bonito de todas la Zonas Navales, guárdemelo para cuando yo sea Comandante”. Desgraciadamente todo esto me distanció del Jefe de Estado Mayor Naval, Gómez Ortega, que años después fue Comandante General de la Armada y llegó a Secretario de Marina.

Además Carlos, el cocinero era buzo y el pri mer día cuando le preguntó a mi mujer si quería comer pescado fresco lenguado, vaqueta, garropa o qué, para ir a arponearlos, ella se extrañó “¿Qué los tiene ud. amarra dos?” y él le dijo: “No, pero sé donde hay”.

Él fue Sargento 2º, de la antigüedad 1937-42 de la Heroica Escuela Naval, gran deportista, excelente delantero en futbol y defensa en básquetbol y como también jugué, siempre habíamos sido muy buenos amigos, de él y su señora (+), me invitaba a las fiestas en su casa, le llevé un carro de regreso a la Baja porque no pudo importarlo, en él fué con nosotros Ingrid, una de sus hijas, etc.

Durante mi larga estancia en la isla ví que era verdad ya que hay partes de la bahía en que abundan ciertas especies como las sardinas, monterrey, que empacan, por su buen sabor para comer o bocona y crinuda, que saben a lodo y queman para hacer la “harina de pescado” usada en la crianza de pollos, etc.

Pero él mandó la Zona antes y, una vez que fué a la isla se portó grosero ante mi señora, diciéndome que no pedí autorización para

Aunque está prohibido trolear (pesca de arrastre) dentro de bahías cerradas, como los mexicanos hacen caso omiso de la ley y 202


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paren sus ballenatos, se aparean con los machos y dan a luz en la siguiente estación.

se permiten todo, tres anécdotas ilustran esa abundancia: En un “lance”, la red de un pesquero chico, se llenó tanto que, en vez de subirla a bordo,el barco se fue escorando (ladeando) hasta dar el pantoque (voltearse) y quedar con la quilla al aire.

A mi señora le encantaba que fuéramos a volar en la Cessna-180 para observarlas desde el aire y tomarles fotos, de las que tengo muchas y me hace gracia recordar que ella, joven aún, entusiasmada le decía al piloto: “Más bajito, más bajito” y Pablo Meixueiro, contestaba riendo: “Señora, ya tengo los pies mojados”.

Otra es la de un pesquero grande que igual llenó la red y al no poder subirla, el palo se “rindió” (se dobló y se cayó). La última es del Ing. Romero, un genio, con altas calificaciones en E.E.U.U. e Inglaterra y ofertas de trabajo en esos países, que, patriota, se regresó a México, donde su familia tiene en Tehuacan la importante empresa Rosh (Hnos. Romero) de cría y venta de pollo, huevo y creo que empacadora de carnes también.

También en nuestras excursiones por el canal de Rehusa, al faro de Cabo Tosco, extremo sur de la isla, muchas veces vimos saltar ballenas o sacar la cola completamente del agua, yo le decía al lanchero: “Acércateles” y nuestros visitantes se atemorizaban. Ahora son atractivo turístico, en algunos de los sitios que hé mencionado hacen excursiones para observarlas y ellas se pegan a las lanchas para que la gente les acaricie la cabeza.

Sabedor de la riqueza de Baja California, puso una fábrica en Punta Lengua frente a Alcatraz, para hacer harina de pescado, trajo barcos desde Perú, primera potencia mundial en esa industria por la abundancia de anchoveta frente a sus costas, gracias a la corriente de Humboldt y creyó que tendría buena producción.

Nunca me gustó la pesca deportiva y menos cuando leí la definición: “Pesca: dos “indejos” unidos por un hilo” (el de arriba perdiendo el tiempo hasta que el de abajo se ensarta), pero en tres lugares del mundo sí pesqué: en la laguna de Términos,de Campeche y en San Lucas y Magdalena de la Baja California, donde no es necesario poner carnada al anzuelo ni ser paciente y si se lanzan varios cordeles, en todos se traban pescados al mismo tiempo.

Con lo que el doctor no contó es que los mexicanos, en el extranjero sí se esfuerzan, pero en nuestro país no, por las protectoras leyes del trabajo y cerró su fábrica, porque no pescaban cuando hacía mucho frío, si había mucho viento, etc. y, en la Baja, ambas cosas no son exageradas, pero sí constantes casi todo el año.

Por esa riqueza de los mares de la Baja, abundantes en sardinas, ballenas, moluscos, crustáceos, etc. hay lugares como Abreojos donde hacen cecina y chorizo de langosta y, a Medio Camino, entre Tijuana y Ensenada es famoso un restorán en el que sirven exquisita langosta “con frijoles y tortillas de harina”.

Por ese clima, el factor favorable de las aguas someras de sus esteros, a Magdalena, Guerrero Negro, San Ignacio y otras bahías bajan del polo a invernar, de diciembre a mayo, muchas ballenas, la mayoría “jorobadas” (que no tienen joroba, sino que se encorvan mucho al sumergirse) que ahí 203


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botellas con forma de mujer frondosa, de amplias caderas y busto prominente.

Para atraparlas los pescadores ponen, a lo largo de la costa, pequeñas trampas con carnada de pescado descompuesto, cuya boca ancha es cónica para que puedan entrar pero no salir. En cada una caen 2 o 3 langostas.De ahí las pasan a grandes jaulas o “recibas” donde caben cientos y hay barcos y aviones que las recojen de los campos langosteros, para exportarlas.

El tercero era el “ProPeMex 2” (Productos Pesqueros Mexicanos) una de las “jaladas” tercermundistas de Echeverria, como ese barco pesquero que creo se llamaba “CarDeDeEcEs”, por la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, que él proponía cuando aspiraba a presidir las Naciones Unidas, todo lo cual le costó muchos millones de pesos a la Nación.

Una vez, en una de las muchas visitas que recibí en la isla mi sobrino César Argudín, hijo de mi primo Héctor, me dijo: “Tío, mi sueño dorado es comerme una langosta entera, partida con mis propias manos ¿Puedo comerme una?” y le contesté: “M´ijo aquí puedes comerte todas las que quieras, 20 si te caben”.

En este restorán mis platillos predilectos eran el filete miñón “Emperador” de camarones, en verdad gigantes rodeado de tocino y la “aleta de caguama rellena”, cuyo estofado y sobre todo el pecho “a las brasas”, guisaban riquísimo en Isla Margarita.

Tan pronto como pude, tras recibir el mando de la Zona e iniciar la solución de sus problemas ancestrales, volé en la “Muñeca”, a que se me diera a reconocer e inspeccionar a mis Sectores en La Paz y Ensenada, que estaban al mando de los Contralmirantes Héctor Argudín, mi primo y de Héctor Ramírez de Arellano. En ése y en muchos viajes posteriores, en La Paz comí montones de callos de almeja empanizados y unos riquísimos filetes miñón de camarones gigantes circundados por tocino que hacían en un restorán que quedaba frente al paseo de la orilla del mar, que comí por primera vez en Mazatlán.

Este quelonio antes abundaba y se permitía pescarlo, pues no estaba en peligro de extinción, como ahora, por el saqueo de sus nidos en las playas en que desovan,por la estúpida creencia de que esos huevos son buenos para la fortaleza sexual,cuando realmente lo que tienen es exceso del perjudicial colesterol. Restoranes en Ensenada. En Ensenada me deleité con la comida francesa del famoso restorán “El Rey Sol”, volví a la barra del antiquísimo bar “Hussong”, saludé a viejos amigos como Billy Boisson, Walter Hussong, Cuauhtémoc Nava, veterano del Escuadrón 201 y su sra. Beibi, Genaro Góngora, etc.

Restoranes el La Paz. En La Paz frecuentábamos 3 restoranes donde se comía muy sabroso. Uno era en un buen hotel, que tenía playa y se especializaba en callos de almeja empanizados; en otro, cerca del Seguro Social, servían unas carnes riquísimas, porque el ganado en la Baja se alimentaba de “damiana”, olorosa hierba con la que hacen una bebida, con fama de afrodisíaca, que venden en

También, recordando viejos tiempos, de casi 20 años atrás, cuando de Comandante del “G-30”, comunicaba mensualmente a las islas Guadalupe y Coronados, embarqué en un buque ahí de base y me fui a inspeccionar esos destacamentos. 204


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alimentos, etc. como las que ahora hay en San Lucas, Vallarta y Acapulco.

La península de la Baja. Mucho ha cambiado aquella desértica península de los lejanos años 1970 a la fecha, pues antes estaba poco habitada y todo el estado de la Baja California Norte lo constituían cuatro municipios con cabecera en: Mexicali, Tijuana, Ensenada y V. Carranza.

Eso atraería a los miles de yatistas que hay en puertos americanos de California, Oregón, Washington y Alaska desde San Diego a Seattle y de Sitka, Anchorage, hasta las Aleutianas en Alaska, así como de Vancouver y la Columbia Británica de Canadá.

En esas pocas ciudades y pueblos y ranchos como Valle de Guadalupe, Tecate, Ojos Negros, Rosarito, etc. había algunos descendientes de los “rusos blancos”, que se exiliaron al triunfar los bolcheviques como los Ezrog, Fedorenko, etc. de alemanes como los Hussong, de franceses como Boisson o de americanos como los Tucker, que ya eran tan mexicanos como nosotros.

La otra gran obra, que no sé si aún es proyecto o ya está en construcción, es en la mayor de las islas Coronados, muy cercana al continente, de la que se vé San Diego y consistirá en unos grandes atracaderos para los barcos refrigeradores que traerán el gas licuado desde Sudamérica, África o Asia y una estación en la isla que lo volverá a gasificar para aprovisionar a los puertos ya citados y quizá a otras partes de la California americana.

En cambio hoy abundan hoteles de lujo, campos de golf y pueblos de jubilados norteamericanos y están en marcha 2 obras gigantescas, una en Cabo Colnett, unos 100 kms. al sur de Ensenada y otra en las Coronados, justo en la frontera, frente a Tijuana.

Creo que todo eso aumenta el riesgo de que perdamos la Baja, pero desgraciadamente no podemos hacer nada por evitarlo, a menos que vayan más mexicanos a poblarla y trabajar allá, como há sucedido en Tijuana, Ensenada y Cabo San Lucas.

En el primero, al abrigo de ésa altísima punta, habrá un puerto auxiliar de San Diego y Los Ángeles, que ya están saturados de carga y un ferrocarril, especial, lo conectará con ellos.

Terminada mi misión regresamos a Puerto Cortés sin novedad.

A mí me gustaba más, para ese puerto hacer malecones a la bahía de San Quintín unos 150 kms al sur de Ensenada y dragar su estero, pero por lo visto los funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones e ingenieros de puertos no opinan igual.

Durante los 4 años y 15 días que fui Comandante de la 2ª Zona Naval, que, abarcaba mar y costas del Pacífico y del Mar de Cortés de toda la península de la Baja California, mi señora y yo vivimos muchas experiencias, unas agradables, otras no.

También, desde los 50s, ví necesaria la “Escalera Náutica”, una serie de marinas de yates, mexicanas, como a 100 kms una de otra, en ambas costas de la Baja y en nuestro litoral del Pacífico, con las facilidades de agua, luz, combustibles,

Asambleas de Ex Cadetes. Viajamos mucho, volvimos a nuestros conocidos “Saniego”, “El Ei” (por L.A.) y “Frisco”, asistí, por enésima vez (1964 a 77 205


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y 79-83), al Informe Presidencial del 1º de septiembre y concurrimos a las Asambleas que los ex cadetes de la Naval celebramos todos los años en una ciudad diferente de México cada vez.

Las de 2006 y 7 se suspendieron por la inseguridad reinante, pero la de 2008, será en Zacatecas, de junio 28 al 2 de julio. La asistencia há aumentado: a Veracruz en 60 fuimos 136 y a 5 de las 10 primeras menos de 100, pero en Zacatecas 95 fueron 360, 350 en Tlaxcala 96 y en 2008 habrá más de 400.

A mi no me tocó ir a la Asamblea en la que se fundó la Asociación de la Heroica Escuela Naval, que se hizo en Toluca en 1959, por invitación especial del gobernador, Dr. Gustavo Baz, pero he asistido a casi todas las demás y faltado a pocas.

Cuando estuve en el activo llegué hasta Vicepresidente y como Director de Acción Social, de Cultural y de Recreativa, mejoré nuestro club y restorán, mandé hacer manteles individuales con motivos marineros, agitadores de bebidas con escudo y ancla, etc.

Al inicio se alternaban, una en un puerto, otra en el D.F. y fueron: En Veracruz en 1960; D.F. 61, Tampico 62, D.F. 63, Acapulco 64, D.F. 65, Manzanillo 66, D.F. 67, Mazatlán 68, D.F. 69.

Benefactor de la Asablea de Ex Cadetes. En 70 la regla cambió y fuimos a Guanajuato, en 71 a Guadalajara, Aguascalientes 72, La Paz 73, San Luis Potosí 74, Veracruz 75, Ensenada 76, Campeche 77, Mérida 78, Manzanillo 79, Jalapa 80, Morelia 81, Monterrey 82, Acapulco 83 y Toluca 84.

Pero lo mejor, que me hizo su benefactor, fueron los vasos que inventé, inicio de las “Tiendas de Regalos”, de la Asociación en las que ahora venden modelos de veleros, faros miniatura, relojes de pared, estatuas marineras y muchas cosas más.

La del 85 se suspendió por el terremoto que asoló al D.F. La de 86 fue en Puebla, 87 en Campeche, A-guascalientes 88, Veracruz 89, Cancún 90, Vallarta 91, Oaxaca 92, Mazatlán 93, Veracruz 94, Zacatecas 95 y en Tlaxcala en 96.

La idea de los vasos me la dió uno que ví en Washington, que por la pugna deportiva que hay entre Annápolis y West Point, tenía su escudo y 2 letreros subrayados, marcando cuanto licor debía servirse: poco para los “Army boys” (Chamacos del Ejército) y mucho para los “Navy Men” (HOMBRES de la Armada).

La del 97, Centenario de la Escuela Naval, fué la mayor de todas, en Veracruz, con desfiles, maniobras navales, de aviación, etc.

Allá saben que las 4 Fuerzas: Ejercito, Armada, Aviación e Infantería de Marina son indispensables, todos compiten y se esfuerzan en ser los más eficientes, más preparados y los que sirven mejor a su Patria y no hay, como aquí, una histórica superioridad abrumadora de una e ignorancia casi total de las demás.

La de 98 fué en Querétaro, pero la de 99, que iba a ser en Villahermosa se suspendió porque iba a pegarle un ciclón. Siguieron Torreón 2000, D.F. 01, Veracruz 02, Oaxaca 03, D.F. 04 y Campeche 05, celebradas sin novedad.

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Los vasos que inventé tenían al frente nuestro escudo: un ancla antigua, tipo almirantazgo. Sobre ella una estrella de ocho picos (norte, noreste, este, sureste, sur, suroeste, oeste y noroeste). En su centro la cifra “1897”. La rodean ramas de laurel y encino, completadas, arriba, con un listón que dice: “Asociación de la Heroica Escuela Naval Militar”. Abajo otro con el lema: “Tradición, Patria, Fraternidad”, rodeado todo por un óvalo de cabo.

Los de los fusileros paracaidistas tenían letreros de “aspirantes”, un paracaídas colga do; “graduados”, uno libre; “saltos de fantasía”, formaciones de varios paracaídistas en el aire; “saltos sin paracaídas”, un loco sin nada y “R.I.P.” una lápida sepulcral. Como no los patenté, hubo copias “piratas”, pero en los 43 años que llevan se han vendido miles, con un gran ingreso económico para la Asociación, aunque, como no entregué oficialmente, por escrito, ni eso ni nada de lo demás, ni nunca pedí nada, no ha habido ningún reconocimiento y la mayoría ignora lo que logré.

Atrás iba la marca Plimsoll (un círculo con una “z” sobrepuesta, cuya raya intermedia es vertical, no diagonal y en ella unas líneas horizontales indican el máximo calado que puede tener un barco en mares de diferentes salinidades y densidades, como el Océano Índico, Atlántico y Pacífico, pues si se exceden en carga y sobrepasan su capacidad de flotación, se hundirían).

Nuestras Asambleas son bonitas sobre todo porque propician el reencuentro de amigos que no se han visto en años. Los que vamos damos una módica cuota para agasajos, condumios, bebidas, paseos, baile, etc. y otra para pagar el hotel sede, o los alternos, que nos dan buenos descuentos, pero se puede cubrir solo la primera y alojarse donde se desee.

Mis vasos no ofendían a nuestro Ejército y tenían no 2, sino 7 rayas: 2 dedos, horizontales, para “grumetes”; 3, para “sirenas” (damas); 4, “marinos rudos”; 5, “lobos de mar”; 6,“el siete mares”; 7, “límite de carga” (dos tercios de licor y uno de refresco) y 8 (puro aguardiente, hasta el tope) con un barco “a pique”.

Con buena voluntad puede decirse que son viajes “todo pagado” (pero es porque lo pagamos por adelantado) y la Asociación dá la facilidad de que, de acuerdo a sus posibilidades, cada socio pague esas cuotas en partes, mensualmente, o todo junto.

Fueron un exitazo, se vendían por docena, pronto los imitaron y cada cuerpo o servicio de la Armada hizo los suyos.

Cada quien viaja a la sede por sus propios medios y paga sus gastos personales: lavandería, servicio en la habitación, llamadas telefónicas, alimentos y copas fuera del programa, etc.

Los Ingenieros Mecánicos Navales usaron 5 graduaciones: “Levantando presión”, “a media máquina”, “toda avante”, “máximas revoluciones” y “desbielado”, con dibujos de las diferentes posiciones de la palanca de “órdenes a máquinas”.

Este cubre coctel de bienvenida, “meridiana” previa a comidas, desayunos, cenas, ceremonias inaugural, de clausura y a los héroes, visitas a autoridades, comisiones que discuten iniciativas, conciertos de la Banda de Marina, premiación del con-

Los aviadores: “calentando motores”, “despegando”, “elevándose”, “en vuelo nivelado”, “en picada” y “en barrena” con siluetas de avioncitos en esas situaciones. 207


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niales de Campeche, Veracruz, Puebla y Acapulco; el Hospicio Cabañas de Guadalajara, etc.

curso “Timón de Oro”, recorridos de la ciudad, edificios históricos y sitios cercanos interesantes, baile de gala, elección de sede de la próxima asamblea y desayuno “de fraternidad”, de despedida.

En Querétaro sesionamos en el Teatro de la República (el de la Constitución del 17), recorrimos las casas de la Marquesa y la Corregidora, la Plaza del Marqués de la Villa del Villar del Águila, el Convento de la Cruz, (el del árbol con espinas en perfecta cruz) por donde entraron los liberales para vencer a los sitiados conservadores y apresar, juzgar y fusilar a Maximillano, Miramón y Mejía en el Cerro de las Campanas, al que también fuimos.

A cada ciudad en que se celebra la Asamblea, la Asociación y la Secretaria de Marina le regalan un monumento, copia del obelisco que hay en Veracruz dedicado a los héroes que defendieron a esa ciudad contra la invasión americana en 1914, frente al cual se hace una ceremonia para inaugurarlo. Cuando vamos a ciudades donde ya ha habido asambleas y se ha donado el monumento, no se construye otro, sino sólo se realiza la ceremonia y se deposita una ofrenda floral.

En Guanajuato admiramos la gigantesca calle subterránea, el limpio mercado porfiriano, el bello Teatro Juárez,la gran Universidad, la histórica Alhóndiga de Granaditas, que tomó el ejército de Hidalgo gracias al heroísmo del Pipila, desde cuyo monumento, en lo alto de un cerro, se admira toda la ciudad, la legendaria mina de La Valenciana y su iglesia, las deprimentes momias, los excelentes balnearios de aguas termales de Comanjá y Comanjilla, etc.

Hacer la reunión anual en ciudades diferentes, nos permite a los marinos conocer no sólo las costas que es usual que recorramos sino casi todo el interior de México, desde la frontera norte, de Tijuana a Matamoros, hasta la sur, de Chetumal a Tapachula. Asamblea de Ex Cadetes.

De Catedrales sólo citaré las enormes del D.F. y Puebla que compiten con las mayores del mundo como el Vaticano, Colonia o Toledo, la de las torres como “alcatraces al revés” de Guadalajara y la no tan grande pero sí muy hermosa de Zacatecas.

Son tantos lugares que con seguridad omitiré muchos pero hemos estado lo mismo en las impresionantes ruinas antiguas de Uxmal, Chichén, Tulúm, Edzna, Palenque, Mitla, Monte Alban, Cacaxtla y Teotihuacan, que en el moderno restorán giratorio al tope del Hotel de México, ahora World Trade Center.

De los abundantes templos la bellísima Capilla del Rosario y el de motivos indígenas de Tonantzintla, en Puebla; el impresionante Santo Domingo en Oaxaca, con el árbol genealógico de los dominicanos; los dorados Tepotzotlán en Edo. Mex.; el Carmen en San Luis Potosí; Santa Prisca en Taxco y la Capilla de Nápoles en Guadalupe, Zacatecas, que, según cuentan, está forrada de duro “o-

Visitamos sitios históricos como los Palacios Nacional y de Minería, Castillo de Chapultepec, Teatro de Bellas Artes, los porfirianos Columna de la Independencia, Hemiciclo de Juárez, el Correo, los Museos de Antropología, de Historia y del Templo Mayor, en el D.F.; las murallas y fuertes colo208


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motivos geométricos de hilo amarillo y sencilla falda larga, pero en las fiestas se engalanaban con lujosísimas blusa y falda hasta el suelo, de terciopelo, con grandes flores de vivos colores bordadas (los maricones tenían fama de hacer las mejores) terminadas abajo en un encaje cuyo ancho y forma indicaba de qué pueblo eran.

ro bajo”, de 8 o 10 kilates, en su parte inferior y de 24 kilates en la superior, porque como este es blando, si la gente lo alcanzaba, lo rascaba con las uñas y se lo llevaba. También hemos visto formaciones naturales excepcionales como los cenotes yucatecos; el árbol del Tule, en Oaxaca, que si no es el ser viviente más viejo, con seguridad es el de mayor masa o volumen y el de tronco más grueso del orbe; el Cerro de la Silla y Chipinque en Monterrey; el Peñón de Bernal, en Querétaro, que es el segundo monolito (mono=uno; lito=piedra) más grande del mundo superado sólo por la “Roca de Ayers”, en Australia; el cerro de la Bufa y la mina del Edén, en Zacatecas, etc.

Andaban descalzas, se “coronaban” con trenzas tejidas con estambres, flores y para la misa se tapaban con otro huipil de limpísimo encaje blanco que semejaba un resplandor, porque les colgaba a la espalda y sacaban la cara por el hueco de una manga. Por si eso fuera poco, relucían de orejas a cintura, con aretes de filigrana y monedas de oro, un chal con “fleco de oro”, un collar pegado al cuello, “ahogador” de “medios Hidalgos” e “Hidalgos” (monedas de 5 y 10 pesos) de oro, varios collares intermedios de “Hidalgos” y “Aztecas” (20 pesos) de oro y el “3 Marías”, que les llegaba al ombligo y remataba en 3 “Centenarios” (50 pesos), de oro.

Hemos admirado acueductos nuestros no tan famosos ni tan antiguos como el romano de Segovia (2 mil años), pero que son ejemplo de notables construcciones coloniales: Los restos del de Chapultepec a Tenochtitlan en la Avenida Chapultepec y la Fuente del Salto del Agua en la que terminaba; los de Morelia, Querétaro, Zacatecas y el del Padre Tembleque, del siglo 16,en Zempoala, a 25 kilómetros de Pachuca, de los más importantes del mundo, pues recorre 44 kilómetros del cerro del Tecajete a Otumba (sitio de una batalla decisiva que, tras la “Noche Triste” ganó Cortés).

Hace años no voy, pero sé que ahora Salina Cruz, es puerto petrolero y muchas cosas han variado, entre ellas el “3 Marías” que acorrientaron cambiando los centenarios por una exagerada placa de oro, con piedras semipreciosas o vidrios de colores.

De lo que las señoras más disfrutan es de las compras típicas, como los “hipiles” y “fustán” (blusa y falda) o las organzas bordadas de Mérida, que en una época estuvieron de moda, los deshilados de Aguascalientes, los ópalos blancos o “de fuego” de múltiples y bellísimas “luces” de Querétaro, las alhajas de Oaxaca, etc.

Dicen que otras costumbres tehuanas persisten, que las fiestas todavía duran varios días, en ellas desfilan con “calendas” y “marmotas” que son unas farolas de papel con velas dentro y siguen las “tiradas” de fruta y bañando con mezcal a los espectadores.

Antes estas eran algo único en el Istmo de Tehuantepec, donde a diario las shuncas usaban huipil de tela roja, bordada con

También, por un sobrino que se casó allá, sé que ya no exhiben la sabana ensangrentada de la noche de bodas, pero que hay un “pa209


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Guaymas que apantallan a cualquiera, en Mazatlán los “pajaritos” fritos (“cilios”) y en el “Mamucas” probé por primera vez el pez vela ahumado y el marlín y pez espada, que aquí no comíamos.

drino de pañuelo”, que le lleva éste, manchado, a los padres de la novia, para demostrar que llegó virgen al tálamo nupcial. En cuanto a comidas, en nuestras Asambleas hemos saboreado la enorme diversidad de nuestros deliciosos platillos regionales.

Manzanillo puerto marinero por excelencia, también tiene buenos mariscos y Acapulco ni se diga, tenía ojotones y cocineros, ceviche de sierra, callos de hacha, almejas rojas vivas, que se movían cuando uno les ponía jugo de limón, “bocadillo” de coco blanco, de leche o negro de panocha y guayaba, etc.

En el Golfo disfrutamos, sobre todo, de sus ricos mariscos. En Tamaulipas gozamos las jaibas rellenas de Tampico. En Veracruz del excepcional café de La Parroquia,“menyules”, cervezas frías de Orizaba y “camarones para pelar” en los portales y en Alvarado, cocteles en Pescadería, gordas, picadas y pescado fresco del puerto, Boca del Río y Mandinga, marquesotes y pan de Tlacotalpan, mangos manila de Chacaltianguis, etc.

De los platillos típicos del interior de la República, recuerdo muchos muy deleitosos y de variados sabores. De Sonora y Chihuahua los grandes cortes: filete,“rib eye”, etc. de carnes finas de “Hereford” “cara blanca” o “Angus” negro.

En Tabasco los plátanos fritos, peje lagarto y tamales de chipilín de Villahermosa y los mariscos en Frontera.

De Nuevo León el cabrito, la machaca, la carne asada y las tortillas de harina, especialmente del restorán El Regio de Monterrey, las naranjas de Montemorelos y las “morelianas”, “glorias”, “natillas”, ricos dulces de leche de cabra, de Linares.

En Campeche los ostiones en Carmen, camarones miniatura como grano de arroz, de Champotón en la comida de la Hacienda de San Luis Carpizo y chocolomo, pan de cazón, pámpano empapelado y esmedregal del Hotel Baluartes o el restorán la Pigua.

De Guadalajara el pozole rojo, las “tortas ahogadas” y los dulces como “borrachitos”, etc. De Guanajuato el pollo con las sabrosas “enchiladas mineras”.

En Yucatán las chufas de Progreso, escabeche de Valladolid, panuchos, salbutes, codzitos,relleno negro o blanco,“sic” de venado, pescado tikinchic, puerco poc-chuc y frijoles “puercos” en Mérida.

De San Luis Potosí las sencillas “enchiladas potosinas”, de masa amasada con chile y rellenas de un queso especial. De Toluca, los chorizos verde y rojo y los “moscos” de variados sabores, un licor de frutas bastante fuerte y muy “pegador”. De Morelia los uchepos, las corundas y sobre todo los “chongos Zamoranos” y los ates de membrillo, guayaba, etc.

En Quintana Roo las langostas hervidas, fritas o “a la termidor” y bisteces de caracol de Mujeres, Cozumel, Cancún y Chetumal. El Pacífico no se queda atrás con langostas y almejas de Ensenada y La Paz; los gigantescos ostiones y camarones de 210


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De Puebla no sé que es más exquisito, sus platos típicos que se han vuelto símbolo nacional o sus variados dulces. De los primeros hemos gozado del delicado pipian verde, el sabrosísimo mole poblano, los chiles en nogada, patrióticos por el verde del chile, el blanco de la crema con nuez y el rojo de la granada, las chalupas verdes y rojas del paseo de San Francisco, etc.

Recuerdos y anécdotas de las Asambleas de Ex Cadetes. De muchas de nuestras asambleas tengo recuerdos y anécdotas especiales, como cuando en Monte Alban, Egurrola se llevó el autobús porque ya quería regresarse y nos dejó a muchos arriba del cerro sin tener en qué volver a Oaxaca, hasta que llegó un taxi y pudimos enviar mensaje de que fueran a recogernos.

De los dulces de Puebla citaré sólo los de diferentes sabores, hechuras y materiales,que venden frente a la iglesia de Santa Clara: los cilíndricos “camotes”, unos sencillos, otros cristalizados y muy adornados, el jamoncillo de pepita, los macarrones de leche, los muéganos, unos duros y enmielados, otros blandos, de capas de pan o pasta especial entreveradas con crema dulce.

Otro es el de la fuerte lluvia que traía un ciclón, que pasó cerca y nos empapó al estar recorriendo las ruinas de Edzna. Uno ingrato es de la última reunión en Veracruz, que estuvo muy bonita y Álvaro Sandoval dijo un buen discurso, pero mi señora no sintió que se le cayó un arete de coral, lo perdió y es irreemplazable, pues lo compró en una ida a Italia, cuando fui Agregado Naval a la Embajada de México en España.

De Jalapa los dulces de las monjitas,que hacían verdaderas obras de arte, antes de pasta de almendra y ahora de semilla de calabaza, que eran bellas reproducciones exactas de un mamey calado, un durazno con hueso o un huachinango entero, frito, con su ensalada de lechuga, jitomate y cebolla al lado, etc.

Otro recuerdo, pero este bonito es el de un nocturno concierto de gala en el Castillo de Chapultepec, con la preciosa vista de la gigantesca ciudad de México, toda iluminada, a nuestros pies.

De ahí también son memorables el sabroso queso de La Joya y la carne de Las Trancas, que la echaron a perder cuando se modernizaron e higienizaron, pues “mientras más mugroso, más sabroso”, sabe diferente lo asado con leña que con gas, es más rico un vaso de “raspado con amibas”, que uno embotellado de agua purificada y últimamente se comía mejor en Banderilla.

Otro es de La Paz 72, yo era Comandante de esa Zona, ayudé a los organizadores en todo lo que pude y en la cena-baile cuando aparecieron los meseros con los primeros platones de langostas, varios concurrentes, entre ellos algunas señoras, corrieron y se amontonaron para ganarlas, hasta que puse orden y por el equipo de sonido les aseguré a todos que había suficientes langostas para que comieran no una, sino todas las que quisieran.

De Oaxaca mencionaré sólo el sabroso “pan de huevo”, chocolate, el “tasajo” o cecina, los moles negro, verde, amarillo, rojo y las “tlayudas” o memelas, pues los totopos no me llaman. 211


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y escuché uno de los mejores sermones que he oído en mi vida, pues en otras los curas han hablado de la bomba atómica, de política u otros temas no relacionados con el matrimonio y todos hacen hincapié en el absurdo “se casan para tener todos los hijos que Dios quiera”, cuando la explosión demográfica ya nos alcanzó y es indispensable planificar la familia y tener sólo los hijos que se puedan mantener, cuidar y educar.

Recuerdos como Comandante de la 2ª Zona Naval. Otros recuerdos, no de las Asambleas, sino de cuando fui Comandante de la 2ª Zona Naval, es que en esa época, en diferentes fechas, se casaron mis hijos y a mis futuros consuegros les ofrecí ayudarles con la cena y conseguir el salón principal del Centro Social de Marina y su orquesta de baile. El suegro de mi hijo mayor no aceptó, diciéndome que quería que su hija saliera, casada, de su casa, que en ella se haría la boda civil, la fiesta en su jardín y él debía pagar todo.

El cura, joven, habló muy bonito del matrimonio, de las responsabilidades de ambos como cónyuges y futuros padres,les dio buenos consejos y su tema principal fué algo que, a mi juicio, es extraordiariamente importante: el respeto mutuo.

El del menor aceptó, el baile estuvo muy alegre, pero lo que se cenó seguramente se vé en pocas bodas, pues además de sopa, carne en salsa de ciruela y postre, la entrada fué de varios callos de hacha más grandes que una taza y el plato principal una langosta entera “a la termidor” para cada comensal, todo esto enviado por mí, en avión comercial, desde la Baja California.

Si mal no recuerdo, aunque hace 35 años de esto, les dijo: “Nunca se falten al respeto, cuando se desciende al insulto y a la violencia, se pierde todo, se va el amor y la felicidad. El hombre que humilla, agrede y golpea a su mujer, comete actos de suprema cobardía. La mujer que se aprovecha de su debilidad física e insulta, provoca y ofende a su marido, se degrada…” y varias cosas más por el estilo.

De mi trato con los curas para ese casamiento tengo un mal recuerdo y de la ceremonia religiosa, en sí, uno muy bueno. El malo fué que en una entrevista previa, privada, que exigían para la boda, un cura viejo, que me hizo pensar que era un degenerado curioso, me preguntó: “¿Sabe usted si los novios han tenido relaciones sexuales desde antes? ¿cuándo? ¿cómo?”. Furioso, contesté: “Eso a mí no me importa y a ud. menos. Lo normal es casarse para tener sexo legalmente autorizado, menos uds que tienen “barraganas” y “sobrinos” y en la era moderna, casarse se usará cada vez menos, “arrejuntarse” cada vez más” y me fuí.

Afortunadamente gracias a esa pareja tengo dos nietos gemelos que aunque aún no han tenido hijos, hacen posible que continúe existiendo mi nombre y apellido, pues mis dos hijos y mi hija me han dado 4 nietas y 3 bisnietos en los que se perderán. Aventuras en la Baja. Volviendo a la Baja California recuerdo varias aventuras allá en las que nos vimos en riesgo de perder la vida.

El recuerdo grato es que en la elegante ceremonia religiosa la novia,lucía preciosa

Una de ellas fué que una vez aterrizamos en Bahía de los Ángeles, a donde van los 212


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pudimos llegar porque un “frente frío”, se cerró con espesa niebla y llovizna impidiendo toda visibilidad.

turistas americanos a subir a la sierra de San Pedro Mártir o a la de La Giganta a cazar, de trofeo, el rarísimo borrego cimarrón y allá ví que Antero Díaz, dueño del hotel, tenía una verdadera joya, una hermosísima amonita (enorme caracol prehistórico, como un disco grueso de unos 50 centímetros de diámetro) cuya carne y concha desaparecieron al irse rellenando con minerales cristalizados, de diferentes colores, en capas arborescentes como las uniones de los huesos del cráneo.Él me ofreció que, cuando volviera, me regalaría una más bonita.

Intentamos Bahía Tortugas, tampoco pudimos y tuvimos que aterrizar en una de las anchas carreteras de las salinas, por temor a chocar con las altas torres de las antenas de Venustiano Carranza. Ahí nos recogió uno de sus gigantescos camiones, que tienen llantas como de 3 metros de diámetro y son capaces de cargar como 30 o 40 toneladas de sal, cuyo chofer nos vió aterrizar y dio aviso por radio, pues ya había una alarma general porque no habíamos llegado a Cedros ni a ningún otro lado.

Al volver de un viaje a Ensenada, aterrizamos en V. Carranza, para dormir en la casa de visitas de la Compañía que explotaba las salinas de Guerrero Negro, sólo superadas por las de Australia.

Cuando el tiempo despejó, piloto y mecánico volaron a Carranza y al día siguiente, cancelé Cedros y decidí atravesar la península para ir a Bahía de los Ángeles a recoger la amonita prometida.

A este puerto venían buques de 400 mil toneladas, los mayores que llegaban a México, pero necesitaba dragado constante y la compañía cambió el sistema llevando la sal en barcazas de poco calado a la profunda costa de Isla Cedros, donde hicieron un muelle al que atracaban esos barcos para cargarla y llevarla a industrializar a Japón, E.E.U.U. y creo a otras partes del mundo.Es decir que ahí también, como siempre, México vendía barato materias primas en bruto que, transformadas, adquieren mucho mayor valor al incorporar mano de obra, impuestos, etc.

Despertamos temprano, como de costumbre y desayunamos ligero, pero entre las pláticas con los ejecutivos de la compañía y las visitas a las instalaciones, se nos fue toda la mañana. Despegamos después de comer, arrumbamos al Este y, platicando con mi señora, me dormí, como quien dice una siesta. Largo rato después me despertó un fuerte ruido extraño como si otro avión volara pegadito a nosotros.

En Cedros subían, con grúas, unos enormes tractores a las barcazas para empujar la sal a bandas transportadoras que la llevaban a patios de almacenamiento al aire libre, pues allá no se necesita techo porque nunca llueve, formando gigantescas montañas, en las que los tractores parecían hormigas. De V. Carranza, donde nos alojamos en la casa de visitas, volamos hacia Cedros y no

Pregunté al aviador, Pablo Meixueiro “¿qué es eso?” y me dijo:“Es que llegamos al “techo” de este avión, ya no puede subir más y el motor cambió de ritmo. La sierra y la costa del golfo están cubiertas de nubes. Creo que no podremos pasar y que lo mejor sería regresarnos, no vayamos a dar con 213


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El frío se colaba por grandes huecos y rendijas de las paredes y el techo y por las ventanas, que no tenían vidrios sino una delgada tela de plástico que repapaloteaba por el incesante viento haciendo un ruido que no dejaba dormir, al cual se agregaban los aullidos de varios coyotes que rondaban en las cercanías.

una “nube con hueso””. Le dije “tú eres el piloto, tú sabrás que debemos hacer”, y él de inmediato viró al avión hacia el weste para volver a Carranza. Pero el manto ya cubría la península y su costa del Pacífico, no se veía la tierra,sólo nubes y arriesgarse a cruzar su capa era peligroso, así que volamos y volamos mucho tiempo esperando encontrar un claro, hasta que, ya poniéndose el sol, hallamos uno.

Pero lo peor era la mugre y el mal olor que imperaban en la cabaña, pues como en la península no hay agua, con seguridad nunca se habían lavado las casas, catres ni cobertores.

Nos zambullimos por el y en vez de tierra resultó que estábamos sobre alta mar, pues habíamos dejado atrás la costa, por lo que nuevo giro de 180°, ahora rumbo al Este, nos aproó a ella.

Mi señora de plano se negó a acostarse y arroparse con las apestosas cobijas y mal durmió, sentada en una silla, toda la noche.

Al aproximarnos avistamos un pequeño pueblo y una pista de langosteros, en la que aterrizamos perfectamente. Rápido llegó una camioneta pick-up con dos lugareños que nos dijeron que estábamos en Punta Abreojos, es decir que el viento nos había derivado más de 100 km al sur de Carranza.

Al amanecer vimos que el excusado, en campo abierto, era una sucia y rota taza de WC sobre un montón de tierra con unas cuantas tablas alrededor, así que no nos atrevimos a usarlo. Lo bueno es que como mi mujer era muy joven y yo apenas cincuentón, sobrevivimos a frío, mugre y demás inconvenientes.

Ellos nos dijeron que en el poblado podíamos cenar chorizo y cecina de langosta o sino fresca, hervida, con frijoles y que podíamos dormir en el local de la cooperativa o en un “campo para turistas” que estaba cercano y al que iban estos a cazar o pescar.

A la brevedad despegamos hacia la costa del Mar de Cortés, pero ya no a Bahía de los Ángeles que nos quedó muy al norte, sino a Santa Rosalía, más importante y más cercana.

En la pick-up nos llevaron al pueblo donde cenamos opíparamente y vimos que el local de la cooperativa era grande y muy frío y para no congelarnos, escogimos irnos al campo turista.

Al aterrizar ahí nos recibieron alegremente y los del aeropuerto nos comentaron: “¡Que bueno que no llegaron ayer, soplaba un viento cruzado tan fuerte que el avión de Aeroméxico no pudo aterrizar y a ustedes los hubiera sacado de la pista”. Esta, por cierto, termina en una barranca, al otro lado de la cual se alza una ominosa loma en la que estaba el cementerio.

Error craso, del que no nos pudimos volver atrás, pues resultó que el famoso campo para turistas eran 3 o 4 cabañas de madera sobre zancos, porque estaban en un terreno que se inundaba. 214


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lujosísimos hoteles y preciosos campos de golf, también dragaron e hicieron un puerto artificial interior en San José del Cabo.

Tras breve estancia en tierra de “Cachanillas”, de volver a recorrer la iglesia que diseñó Eiffel, la “Mesa Francia”, donde vivían los funcionarios franceses de la minera que explotaba el cobre de El Boleo, la “Mesa México” donde vivían los trabajadores mexicanos, y el puerto donde una vez atraqué cuando era 2º del “Querétaro”, volamos a La Paz y a P. Cortés, punto final de nuestros viajes.

Es bueno todo eso, pero dá envidia que aquí no hayan hecho el de Coyuca y un tren rápido al D.F., lo que industrializaría a nuestro “hinterland” y habría mayor exportación e importación del centro de México a toda la cuenca del Pacífico, donde China, India, Japón, Corea, Chile, etc. tienen un comercio creciente.

Aventuras peligrosas en la Baja. Otras 2 aventuras peligrosas, dignas de relatar, fueron:La primera vez que fuimos a Cabo San Lucas, en el que en aquella época solo había una empacadora de pescado, unas cuantas casas y el hotel “Hacienda San Lucas”, tuvimos que volrasear sobre la pista 2 o 3 veces para espantar a las vacas que pastaban en el campo de aviación y de todos modos corrimos el riesgo de que alguna de ellas se nos atravesara al aterrizar.

La última aventura personal, peligrosísima, nos ocurrió casi al final de mis 4 años y 15 días en la Baja California Norte y Sur. Como volábamos mucho de Cortés a La Paz y viceversa, en los aviones a mis órdenes o en el del estado, mi señora hasta tenía un bonito overol verde, enterizo, especial para esos viajes. Esa vez venimos al D.F., no recuerdo si por el Informe o porqué y al volver a La Paz mi primo me dio parte de que mi magnífico piloto, el Teniente de Navío Pablo Meixueiro Kuntzy, había causado baja, pues prefirió tener más presente que futuro y se fue a Aeroméxico donde llegó no sé si a jefe de pilotos o de instructores.

La pista, paralela a la playa, la marcaban llantas de auto enterradas a medias verticalmente y se le entraba de oeste a este, por atrás del gran promontorio y el enorme arco de piedra que forman el extremo suroeste de la península de la Baja California.

El nuevo piloto era el joven y experimentado teniente Carlos Martínez que venía de ser instructor de la Escuela de Aviación Naval y quien ya tenía a “La Muñeca” en la pista esperándonos, pues sólo íbamos a transbordar del jet a la avioneta para irnos a Cortés.

Cuando construyeron el hotel “Finisterra”, arriba de un cerrito, los aviones pasaban más abajo que las habitaciones o la terraza en la que se comía y tomaba la “meridiana” o la “caminera”.

Ya en el aire noté que el Teniente Ayala, mecánico, que viajaba en el asiento del copiloto, le iba dando detalles del terreno que sobrevolábamos y al que nos dirigíamos. Intrigado le pregunté: “¿Qué no probaste la avioneta ni has ido a Cortés?” “No” me contestó “hace poco que llegué y ya la volé,

Ese campo ya no existe porque lo dragaron todo e hicieron la dársena del puerto donde ahora atracan los cruceros de turismo. La ciudad ha crecido mucho, el nuevo campo de aviación, ahora norte-sur, está varios kms. tierra adentro y como toda esa zona se ha vuelto un atractivo centro turístico con 215


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una ciudad amurallada y las palabras que empiezan en “al”, como almirante, alhambra, almohada, alfajor, son de origen árabe.

pero sólo en La Paz, practicando aterrizajes y despegues”. “Entonces ten cuidado porque en la entrada hay que “brincar” un cerro que tiene el letrero “bienvenido”, ya le rebajamos un lado para poder pasar por ese hueco, de ésta loma sigue un esterito y al otro lado de éste está la pista, corta y de tierra”.

Quizá por eso o porque en mi larga vida he aprendido que “las cosas son como son y no como uno quiere que sean”, soy fatalista, creo que “lo que está escrito, escrito está y lo que ha de suceder, sucederá”, como dicen los islámicos “Kismet”, o sea que el destino de cada quien ya está dispuesto por Dios, o la suerte.

Lo malo fue que pasó el cerro muy alto y aunque se “clavó” para bajar, Ayala le avisó: “se nos vá a acabar la pista”. Ya en tierra, alarmado, gritó “se nos vá a acabar” y Carlos decidió “irse al aire”.

Muchas vivencias me han reafirmado esa creencia, pero sólo les contaré dos, una que terminó bien y otra mal. La buena fue en un viaje a fines de los 60s, yendo en Aeroméxico de Acapulco al D.F.

Pero el campo de aviación termina en la carretera Cortés-Alcatraz y golpeamos su cuneta, aunque el avión, noble, se remontó despacio, “borrachito”, como dudando si volar o caerse al mar. Entonces dije “mejor vámonos a La Paz que tiene pista larga, de concreto” y el piloto contestó “no, esta vez aterrizaremos bien” y tras una corta vuelta nos posamos suavemente en tierra.

Despegamos y nos elevamos sin novedad, pero, al poco rato, el avión giró 180° y se “clavó” rapidísimo hacia tierra, asustando a todos los pasajeros, entre los que recuerdo que iba mi amiga Julia Polin y creo Conchita Hudson (+). Cerca del suelo el Jet se niveló y volando bajo salió al mar, viró al norte, cerca de Zihuatanejo volvió al sur, pasó Maldonado, Puerto Escondido y cerca de Puerto Ángel arrumbó a Acapulco, donde aterrizó y sin que los viajeros bajáramos, subieron varios mecánicos. Mientras esperábamos empezaron los comentarios de que el aire acondicionado se había descompuesto, las mascarillas de oxígeno no habían caído y que el vuelo sobre el mar había sido para consumir combustible y poder aterrizar sin tanto peso.

La sorpresa fue que al abrir la puerta, esta se cayó, pues las bisagras se habían roto y vimos que la hélice estaba doblada y el ala ya no estaba en ángulo recto con el fuselaje. Días después llegó el inspector de Marina mi buen amigo el Vicealmirante P.A. Fidencio González Carrasco, revisó la avioneta y me dijo “Tienes mucha suerte, el aparato quedó inservible y ustedes debían haberse matado, pues es increíble que así, volara”. Mi abuelo paterno era español, de Asturias, provincia norteña, que no pudieron dominar los musulmanes e inició la “Reconquista”. El materno, tixtleco, debió provenir de un andaluz (sur de España, ocupado 700 años por califatos), pues en Albacete, Alcaraz es

Lo chusco fue que una peruana, que iba cerca de mi, dijo: “Yo sólo pensaba ¿habré venido desde tan lejos para morir aquí? Y me daba coraje que el gringo éste estaba tan tranquilo leyendo su periódico”, a lo que contesté “Es que si me iba a morir, quería 216


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Como siempre, después supe diferentes versiones, no sé cual es la verdadera, pero puede ser la de que iba a ir en el “Albatros” de Cortés a La Paz; que se entretuvieron y salieron de noche; que el avión despegó pero que no subió lo suficiente y volando se estrelló en el mar; que iban varias gentes; que el piloto y otros, murieron del golpe, pero varios salieron vivos y que un doctor, asustado, se le abrazó al Comandante Guardado y lo ahogó.

irme bien informado” “¡Ah! y encima habla español” “Claro, si soy mexicano”, “Con razón, ya sabía que ustedes dicen “si me han de matar mañana, que me maten de una vez”, ¿no?”. Volvimos a despegar y ya para aterrizar en el D.F. la peruana se pasó junto a mí y yo pensé: “ya ligué”, pero me bajó los humos al decirme: “Gordito, agárrame la mano, porque tengo mucho miedo” y ya en el aeropuerto, donde me estaba esperando mi hijo Alfonso, nos despedimos, deseándole volviera bien a su país.

Como quiera que haya sido, la realidad es “Kismet” en la avioneta chiquita no nos pasó nada, salimos ilesos y en cambio en el bimotor, “Albatros”, grandote, hubo cuando menos 3 o 4 muertos.

La mala fue en los 70s, corolario de lo narrado el sábado pasado, de cuando nos salvamos de un accidente que pudo ser fatal y lo que le pasó a mi amigo, el Contralmirante José Guardado (+) que me sucedió en el mando de la Zona Naval de la Baja.

Acontecimientos notables en la Baja. En mi larga estancia en Baja California viví, como ya hé contado, varias aventuras y supe de muchas más, unas agradables, otras trágicas, de las cuales sólo citaré algunas muy especiales. Es sabido que, frente a la costa oeste de esa península hay gran tráfico marítimo de mercantes, petroleros, atuneros, camaroneros, sardineros, cruceros turísticos y yates, y que muchos de estos llegan hasta nuestros puertos del Mar de Cortés y del Pacífico.

Cuando le entregué él me dijo: “Yo nunca usaré esos avioncitos, si no me dan un avión grande, no vuelo”. Le contesté: “Desde que entré de Cadete a la Heroica Escuela Naval, me propuse llegar a ser Almirante de tres estrellas, mi sueño dorado es ser el primer Secretario de Marina, de verdad “marino de la mar océano”, no de escritorio, no me puedo morir antes de lograr esas metas, pero si no voy a llegar a ser ni Almirante ni Secretario, entonces no me importa morirme antes”.

También la sobrevuelan líneas aéreas comerciales y, sobre todo aviones particulares, que van a Los Cabos o al continente. Lo malo es que, como donde hay un ciudadano americano o un dólar, los E.E.U.U. los protegen, su obligación de pedir permiso para cruzar nuestros mares o territorio, si no es letra muerta, casi, pues sólo informaban “tal avión o tal helicóptero aterrizarán en “x” o “y” ciudades, para auxiliar a tal barco” o “para trasladar a...(un marinero, buzo, pasajero, enfermo o herido)”.

Guardado logró que le comisionaran un “Albatros”, bimotor, anfibio y 6 meses o año y medio después, pues creo fue a principios de año, estando en Coatzacoalcos, en viaje con los alumnos del Centro de Estudios Superiores Navales, del que era yo Director, oí un comentario: “murió un Comandante de Zona Naval”. Telefoneé a la C.G.A. y me dijeron “Sí, fué en isla Margarita”. 217


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Voladora) que con varias personas a bordo, se varó en la playa de la cercana y arenosa Isla Creciente.

Claro está que en situaciones de emergencia, con vidas humanas en peligro, no se debe perder tiempo en trámites burocráticos, pero allá menudean los accidentes a buzos aficionados o navegantes inexpertos como son muchos propietarios de yates.

Enterado, envié un buque a ese lugar a auxiliarlos y al día siguiente regresó el Comandante a informarme que ya lo habían puesto a flote para que reanudara su viaje al Golfo de California.

Cuando estos arribaban a Pto Cortés, a veces nos invitaban a comer o cenar y como ellos acostumbran, cuestión de educación, si eran invitados llegaban con algo: vino, chocolates, galletas, fruta, etc. después mandaban tarjetas de agradecimiento y hasta flores y nosotros correspondíamos igualmente.

La sorpresa fue que al otro día el yate fondeó frente a la Zona. Luego el dueño se presentó en mi oficina y dijo: “Vengo a dar gracias a la Armada de México y a usted por la ayuda que nos dieron Le ruego que en prueba de nuestra gratitud acepte este modesto presente” y me regaló la campana de su yate, que adorna la entrada de mi casa en la Quebrada.

Esas visitas y las de Comandantes y oficiales de nuestros barcos, daban vida social a ésa isla desértica y casi inhabitada. Pero por tanta actividad en la Baja, siempre há habido accidentes de mar, en embarcaciones chicas, medianas y grandes.

Otra, menos agradable, implicó la pérdida total de un camaronero y un automóvil en la playa occidental de isla Margarita. Mi compañero Ignacio Laveaga (+) retirado, que para los seguros rescataba buques siniestrados, fue a desvararlo, lo que fue imposible porque al barco, de madera, lo despedazó el oleaje.

Una prueba de esto son una llave de puerta y dos grandes clavos de bronce, de la gruesa tablazón del casco de un barco de madera, quizá del siglo 18 o 19, que encontró mi señora entre las rocas al sur de la playa occidental de Margarita.

El “ganón” fui yo, porque Nacho me regaló 2 pequeñas bitas de bronce y la rueda, de madera, del timón, que con mi currículum en placas de plástico, mostrando todos mis grados, cargos y comisiones, está a un costado de la escalera principal de mi domicilio.

Otra son los restos herrumbrosos de un “Liberty”, de 10 mil toneladas, de la 2ª Guerra Mundial, que se perdió en los acantilados al norte de Punta Entrada, extremo sur de isla Magdalena que, con Punta Redondo, extremo norte de isla Margarita, forman la bocana de acceso a la amplia Bahía Magdalena. Esos accidentes no sucedieron en mi época, sino mucho antes, pero hubo otras en que sí me tocó participar o conocer.

El perdedor fué el dueño de un auto, porque antiguamente en Cortés el Comandante tenía un caballo como único medio de traslado en la isla, pero ya en mi época había 2 o 3 coches y en uno fueron varios muchachos a tratar de sacar la máquina del camaronero. En la playa, a la orilla del mar, el auto se atascó, una ola mojó el

Uno que terminó bien fue el de un pequeño yate, velero, el “Flying Spur” (Espuela 218


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Revisaron el yate y hasta las tablas de surf iban llenas de yerba. Lógicamente los tripulantes fueron a dar a la cárcel.

motor, que se paró y la marejada sepultó al carro para siempre. Como antes dije, en Cortés había 2 o 3 coches y 1 o 2 camiones de carga. Increíblemente, en esa isla de más de 100 kms de largo, como 50 de caminos de terracería, 2 pue blos como con 100 casas y 3 o 4 calles transitables por vehículos, 2 autos chocaron.

Pero si eso fué chusco, lo que le sucedió a un matrimonio norteamericano, que quiso venirse a vivir a México, fué trágico. Vendieron sus propiedades en E.E.U.U., metieron el dinero en efectivo en su yate, grande, de motor y zarparon ilusionados hacia una nueva vida, la pareja y un niño como de 8 o 10 años.

Eso fué porque en una visita de mi primo Héctor y su sra. Agueda (+), llegamos en coche al sur hasta donde había camino, (unos 30 kms) ahí embarcamos en una panga con motor fuera de borda, navegamos el Canal Rehusa, viendo ballenas, hasta el extremo de la isla y de ahí subimos, a pié, al faro de Cabo Tosco. Cuando volvimos el chofer tenía una víbora de cascabel, como de dos metros de largo, que mató mientras nos esperaba.

Lo que ellos no sabían es que en todos lados hay sinvergüenzas, sin escrúpulos y en Cedros les vendieron gasolina con agua. A la altura de la Bahía de Asunción los motores se pararon y el yate, al garete, con el viento y la corriente, derivó hacia la costa, chocó contra unos bajos rocosos, se dio el pantoque y el casco quedó a flote, pero con la quilla al aire. Los tres se le subían, las olas los tumbaban y volvían a subirse. Cuando un barco pesquero los encontró y rescató, el niño había muerto, pues no soportó lo frío del agua y del viento, la mamá enloqueció del dolor y el padre se culpaba de lo sucedido.

Al regreso en un “columpio” del estrecho camino, vimos en lo alto enfrente, el carro del doctor Porfirio Delfino López, paisano ometepequense que aún vive en Acapulco y en aquel entonces era Director del Hospital Naval en Cortés y venían a buscarlo. Creímos que se detendría, pero no lo hizo porque su chofer estaba aprendiendo a manejar, no supo frenar y, de bajada, se detuvo hasta que impactó a nuestro vehículo.

Los llevaron a Cortés, se puso al muertito en una cámara frigorífica y un avión vino a recogerlos para regresarlos a su país.

Otra aventura chistosa fue en un yate varado en la bahía de Ballenas que cuando la Armada fue a ayudarlos, los tripulantes no querían que nuestro personal pasara atrás de un médano.

Otro “kismet”, anterior, fué recién que llegamos a la isla: Un día me extrañó ver aterrizar un bimotor americano, sin ninguna vuelta previa de reconocimiento, como si conociera la difícil pista.

Intrigados los marinos fueron y encontraron que habían hecho un gran hoyo en la arena y lo estaban llenando de mariguana.

Pregunté y me dijeron: “es que ése ya vino el año pasado a recoger a un moribundo, cocinero de un tunero” (en inglés el atún se

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llama “tuna”, por eso los barcos que los pescan son “tuneros”).

cardúmenes de atún y el Capitán puso rumbo al este, a la península.

En eso entró otro tunero, que fondeó frente a la Zona y envió su pango con un cadáver porque la aeronave, pedida por radio, había venido para llevárselo a E.E.U.U.

En ella, tenían cerca dos magníficas bahías bien abrigadas y de aguas tranquilas, Santa María pequeña y Magdalena, enorme, pero quizá por la lógica nerviosidad del hundimiento, el tiempo navegado en el pango, la falta de agua, comida, combustible o elementos marineros, no hicieron por entrar a ninguna de ellas.

Resultó que exactamente en la misma fecha, pero el año anterior, esa persona, sufrió un coma diabético, lo dieron por muerto, lo llevaron a la isla, donde en nuestro hospital lo revivieron, vino el avión y se lo llevó a E.E.U.U. donde acabó de recuperarse.

En vez de navegar un poco más, dieron el “playazo” algo al norte de Cabo San Lázaro, en la misma Isla Magdalena, pero por el lado del mar y no por el interior de ésa gran bahía.

Pero como estaba escrito que debía morir en ése día y lugar, esta vez su tunero se hundió y él y el capitán se salvaron en el pango.

Varar una embarcación en playas abiertas, desafiando las grandes olas provenientes de alta mar, como las de Pié de la Cuesta, es dificilísimo y peligrosísimo, pero tuvieron suerte y todos sobrevivieron, menos el Capitán que los llevó sanos y salvos a la costa y murió ahogado en la rompiente, quizá golpeado por el pango.

Como otro sobreviviente pedía auxilio, el capitán se echó al mar a rescatarlo y a su regreso, encontraron que el cocinero, en otro coma diabético, se desmayó, cayó al fondo del bote lleno de agua, con la cara hacia abajo y estaba muerto, ahogado. Otro tunero que oyó el S.O.S. enviado por el que se estaba hundiendo, los rescató y llevó a Cortés.

Otras anécdotas de la Baja. Ya basta de tragedias y mejor narro otra realidad más entretenida, aunque es prueba de nuestro gran atraso educativo.

Así el mismo día, del mismo mes, pero del año siguiente, el mismo avión vino a recoger su cadáver al mismo lugar, pues la “fatalidad” o “el ángel de la muerte” solo se habían equivocado de año.

Un día, desde el promontorio en que está la Zona, ví que una lancha, con motor fuera de borda, de las de pescadores, venía de la península a la isla, sobrecargada con más de 30 gentes.

El último relato que haré de un “kismet”, “fatalidad” o “destino”, fué en un tunero mexicano que naufragó frente a la bahía de Ballenas de más de cien kms de largo, pero completamente abierta.

Mandé llamar al patrón para regañarlo y hacerle ver su imprudencia, que podía causar una tragedia al cruzar así la enorme bahía en la que los fuertes vientos levantan algo de oleaje.

Toda la dotación abordó el pango, que llevan los tuneros en popa para maniobrar las redes de cerco, con las que atrapan los 220


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diera”. Otro que golpearía a su mujer y la dejaría “si se hacía una de las porquerías que les estaban recomendando” y otro que él no quería que su mujer oyera pláticas pornográficas.

Su respuesta me dejó atónito: “Si sólo traía a las sras. X y Y, con sus familias” (era cierto, pero una tenía 18 hijos y la otra 14). Luego mi Jefe de Estado Mayor me dijo que ahí premiaban, el Día de la Madre, a las mamás más vieja, más prolífica y más joven.

Los mandé llamar y a cada uno les fui explicando: “Yo Almirante, gano más que tú, sólo tengo tres hijos y todos son profesionistas. No importa lo que los demás piensen, si tú sabes cual es la verdad. Nada de que la mujer debe estar arrinconada, ella vale tanto o más que tú. Si tienes demasiados hijos no podrás mantenerlos bien ni darles la educación que tú no tuviste. No son porquerías, son medidas de control natal que mucha falta hacen en todo el país”. Y al último le dije “¿Qué es más pornográfico, lo que haces con ella en la noche o las explicaciones científicas que les dan?”.

Que la 1ª, como de 60 años, tuvo un hijo “de grave riesgo”; la 2ª, 20 hijos, de diferentes papás (muchas cambian de marido cuando trasladan a su pareja) y la 3ª tenía 9 años, porque el líder de la cooperativa de pescadores, como los nobles de antaño y los políticos de hoy, tenía “derecho de pernada”, “usaba” a las mujeres y hermanas de sus agremiados y “estrenaba” a las hijas, aún niñas. Indignado, dije:“Ese abuso sexual es criminal y debía penarse. Se suprimen los “premios” porque la explosión demográfica no beneficia, sino perjudica a México. Desde hoy se darán pláticas al personal y sus señoras con los temas “La familia pequeña vive mejor” y “Si ya tienes tres hijos, no te embaraces, abstente o prevente”.

Y con eso acallé las inconformidades y continuaron las pláticas. Logros como Comandante de la 2ª Zona Naval en Baja California. El 1° de agosto de 1975, tras 4 años y 15 días de “exilio” (2 turnos completos de 2 años c/u) causé baja de Comandante de la 2ª Zona Naval que abarcaba los 1,600 kms de la Baja California.

Para evitar malos entendidos, las conferencias las dará el Doctor, Director del Hospital, acompañado de una enfermera y la trabajadora social y serán por separado para hombres y mujeres”. Las señoras estaban entusiasmadas con las platicas, porque ellas son las que llevan la mayor parte de la carga familiar, pero las inconformidades de los “machos” no se hicieron esperar:

Mis logros en esa prolongada estancia, fueron muchos y algunos, institucionales o personales, aún me alegran al recordarlos. 1.- Mandé más tiempo que nadie esa enorme Zona, (ahora son 2, una en B.C. Norte y otra en B.C. Sur) antes y después de mí hubo Comandantes que duraron 15 días o unos meses, pero en cambio varios como Rodríguez Malpica, Lagos Beltrán o Gómez Ortega, llegaron a los más altos puestos de la Armada.

Uno dijo que si su mujer no estaba embarazada, los demás dirían que era impotente o dudarían de su hombría. Otro que la mujer debía estar como las escopetas, “cargada y en un rincón”. Otro que él era hombre “para mantener a todos los hijos que Dios le 221


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incluida, ganaba doble sueldo y sólo gastaba cuando viajábamos, porque en la isla tenía muy buena casa y no pagaba renta, agua, luz, teléfono, ni nada.

2.- Nos coordinamos bien, con sus sectores subordinados de La Paz y Ensenada, que 1º fueron pequeños “Servicios Navales”, al mando de un oficial, conmigo ya eran importantes, los mandaba un Contralmirante y ahora son Zonas Navales con muelles de la Armada, oficinas, casas habitación, hospital, club social, etc.

Comíamos gratis, “a cuerpo de rey”, mariscos frescos que “la noche anterior había dormido en el mar”: filetes de abulón, frito o picado en coctel; Callos de Hacha al natural, con limón o salsa de tomate y chile; Callos de Almeja, al natural o empanizados.

3.- Transformé tanto P. Cortés, de casas de cartón y calles de arena a casas de ladrillo, banquetas y calles de piedra laja, agua potable y luz eléctrica las 24 horas, etc. que en una visita del gobernador de B.C. Sur, Ángel César Mendoza me dijo: “¿Cómo le haces para que todo esté tan limpio y no se vea basura?” “Es que en la Armada somos del 1er mundo, como puede ser todo México”.

Camarón, hervido, frito, al ajillo, “mariposa”, empanizado, en coctel, en escabeche, etc. Jaibas, en chilpachole o rellenas y sardinas, fritas o asadas, etc. Mi cocinero era buzo y arponeaba: lenguado, vaqueta o garropa que hacía fritos, asados, empanizados, al horno, en seviche o guisados en una deliciosa salsa verde, “receta secreta” suya. Como hasta lo más sabroso llega a hostigar sólo comíamos las abundantes y deliciosas langostas pocas veces “a la Termidor”, desmenuzada y frita en mantequilla, en escabeche o en ruedas bañadas en salsa mahonesa u holandesa, etc.

4.- El puerto, donde había que saltar de las lanchas a la playa, lo dejé con 3 muelles: 1 de concreto, para barcos grandes; 1 de madera, donde el buque-tanque nos daba agua potable y 1 flotante, para bajar a él de las lanchas y subir de ahí al de concreto. 5.- Al campo de aviación le alargamos la pista rellenando una parte del estero que estaba en la cabecera y lo atravesaba la carretera que vá a la playa occidental. Además hicimos cerca otra pista, de tierra, casi perpendicular a la anterior y más larga, para usarla cuando el viento se atravesaba a la primera.

La Baja era “zona libre” había utensilios y aparatos eléctricos para el hogar, alemanes, gringos y japoneses, vestidos, lencería y perfumes franceses, ropa inglesa y española para hombres, etc.

6.- Hice un nuevo embarcadero enfrente, en la península, a orillas de la Bahía de Almejas, que creo aún llaman “Puerto Argudín” que acortó el camino a La Paz y el cruce del canal de la Gaviota.

Allá tuvo mi señora su 1er horno de micro ondas y yo mi 1er reloj pulsera, sin manecillas, con números, que pronto se descompuso y le decíamos “el 18:88” porque sólo esas cifras ponía.

7.- También tuve logros personales y si en el D.F. creían tenerme en un destierro inhóspito, estaban totalmente equivocados, pues teníamos todas las comodidades T.V.

Aunque en contacto constante por radio, viajábamos mucho: asistí a los informes presidenciales de septiembre y en octubre 222


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fuimos a las asambleas anuales de los ex cadetes navales en Guadalajara 71, Aguascalientes 72, La Paz 73 y San Luis Potosí 74. Como no había restricciones y cruzaba la frontera con mi credencial de la Armada, fuimos a “S.D., L.A. y Frisco” y cuando mi hijo Adolfo se iba a casar, la novia se fue con mi mujer a las tiendas de la U.S. Navy y de los Marines y compraron hasta lo que no.

“A mí no me van a dar una barranca, quiero un terreno plano”. Discretamente, no entré, cerré la puerta y esperé a que saliera el visitante. Al entrar, tras saludarlo le pregunté a MAGO: “¿Por qué tan enojado?” “Porque el ISSFAM está haciendo un fraccionamiento, barato, dejaron para la Armada algunos lotes que ya se agotaron y ahora me quieren vender un pedazo de barranca”. “Pues si tú no lo quieres, pásamelo a mí, siempre y cuando no te perjudique y vayas a decir después que te lo quité”. “No te preocupes, me darán uno mejor y si quieres este, vé al Coronel Cravioto en Banjercito y dile que vas de mi parte”.

Antes de terminar con mis logros personales contaré una anécdota que demuestra lo especial que es la Baja California: Si en los 50s, en mis 2 años en Ensenada, hubo calor un solo día, un 5 de mayo, en mis 4 años en Isla Margarita,llovió 3 veces: la 1ª andaba yo en el campo,antes de poder guarecerme bajo techo dejó de “pringar” y ni siquiera se me mojó la camisa;la 2ª vez si llovió fuertecito, como un cuarto de hora y la 3ª y última, “diluvió” 2 o 3 días, porque un ciclón cruzó el sur de la península.

De inmediato fui a verlo y como éramos amigos, pues a veces me reunía con él y otros militares a comer o cenar, mediaba en sus discusiones de qué arma del ejército era más importante, e, inclusive me recomendaba ser Senador, como él había sido, facilitó todo, me transfirieron el terreno y lo pagué sin haberlo visto.

Casa en Zaragoza, Edo. Mex. Volvamos a mis éxitos: el mayor, personal, fué construir, por pura suerte, mi casa de Gral Zaragoza 15 del fraccionamiento Héroes de la Revolución, en Tecamachalco, Edo. Mex. al gusto de mi señora y mío, aunque para ello tuve que vender la casa de Lin davista y gastar todo lo ahorrado en la Baja.

Pasándome de listo, como buen mexicano, pensaba dejarlo como “cosa olvidada” hasta que, con el tiempo, subiera de precio. Grande fue mi sorpresa cuando 6 meses después recibí en la isla un oficio de Banjercito diciéndome que en virtud de que no había construido nada, me quitarían el terreno.

En 1972 o 73, fui a la Comandancia Gral de la Armada donde tenía “derecho de picaporte” en la oficina del jefe del Estado Mayor Naval, Almirante Miguel Ángel Gómez Ortega, condiscípulo y amigo desde la Escuela Naval (él dos años más antiguo).

Contesté diciendo que no había podido hacerlo por estar tan lejos y pedí me dieran tres meses más de plazo para empezar. Concedidos estos, mediante mi amigo, José Luis Zabalegui, calculista de Zeevart que construyó la Torre Latino,contraté a 2 arqui tectos jóvenes que me hicieron un proyecto

Abrí la puerta sin anunciarme y lo oí gritar a quien tenía enfrente: 223


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precioso, pues la casa iba a ser para cuando yo fuera Secretario de Marina, en 1982.

barda limítrofe, con una hermosa wisteria y un rosal enredadera.

En 1er lugar diferiría del estilo español, de patio interior, heredado de los árabes, que dice que las casas deben ser bonitas por dentro y feas por afuera, para no hacer enojar a los “djinn” (malos espíritus) que la vean al pasar y, envidiosos, dañen al dueño.

Al fondo del barranco, dando frente al jardín puse la sala de fiestas a la que, por una gran escalera de piedra, se podía acceder desde la puerta peatonal o el estacionamiento, sin pasar por la casa. Su pared fronteriza era de cristal con puertas corredizas y tenía un corredor enfrente para los que preferían estar al aire libre.

Por eso cuando uno llega por primera vez a la Alhambra, admira un impresionante edificio de piedra “almohadillada”, pero ese no lo hicieron los califas, sino Carlos V y lo hermoso está en el interior de la construcción árabe: el Patio de los Leones, el Serrallo o harem, los jardines del Generalife, etc. y en toda Granada los “carmenes”, recatados jardincitos interiores, son bellísimos.

En un lado puse una cantina de madera, replica de la proa del “G-30”, que mandé 4 años. Tenía cubierta de formaica roja, puente de mando con luces de situación y palo. La barra era de latón y las patas de los altos bancos eran remos con mi grado pintado.

Tampoco quise el concepto gringo de jardín abierto al frente, porque aquí sobran vagos que se acostarían en el pasto. En Lindavista el frente era cochera, enmedio la casa, atrás un jardín al que nunca íbamos y el cuarto de servicio y sólo la criada era la que disfrutaba la gran higuera, flores, pájaros y ardillas.

Atrás del salón, había baños para hombres y mujeres y una escalera entre ellos para subir a las otras plantas o bajar de ellas. En el otro extremo, hice un departamento con sala, recámara, baño, closet y jardín interior, que habitó, hasta su muerte, mi suegra, que fue toda su vida muy amable, me quiso bien y creía firmemente que casarse conmigo era lo mejor que pudo hacer su hija.

Para evitar ese error, gozarlos nosotros y como el nuevo terreno, de unos 300 mts. estaba atravesado en una barranca, de mucha pendiente, con una parte en bajada, de un lado de esta y otra en subida, en el lado de enfrente, exigí poner la nueva casa al fondo, al frente una reja, un jardín en desniveles, una gran cisterna, cuyo techo era estacionamiento para 4 coches y que, como puente, unía la entrada, al nivel de calle, con la planta principal de la casa.

En la planta principal, frente al estacionamiento, la amplia puerta de entrada a la casa, a la derecha de ella baño para visitas, closet para abrigos y en la parte posterior, mi oficina y biblioteca. A su izquierda, una sala de doble altura, con una enorme lámpara moderna, esférica, como de 100 grandes globos de vidrio y una chimenea para calefacción con leña, a la que seguía un comedor para doce personas y atrás de éste cocina, cuarto de servicio, lavandería y un jardincito interior, para desayunar o descansar.

En el jardín en terrazas de la nueva casa, mi señora, que ama animales, árboles y flores, plantó rosas, una magnolia y cubrió la

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devaluaciones cíclicas o las pequeñas pero constantes que padecemos, el dinero que recibí se volvió humo.

En la planta alta, como nuestros 2 hijos ya estaban casados y la hija vivía en Tokio, trabajando en la Embajada de México en Japón, sólo pusimos dos grandes recámaras a los lados: una para visitas y la principal, para los dueños de la casa.

Mi nieta Verónica. Cuando mi suegra murió y la hija y los gemelos de Adolfo nacieron con año y medio de diferencia, para ayudar a la nuera a lidiar con 3 bebés, nos llevamos a todos a vivir con nosotros, papás y niños en el depa de abajo y Verónica, en la recámara de arriba. Por eso, como ella dice “tuvo 2 mamás y 2 papás”, pues nos compró para siempre, cuando tenía poco más de dos años de edad.

Ambas tenían grandes ventanales de cristal, amplios baños y closets, las separaba la sala para la tele, una bodega de blancos y la escalera que conectaba a los tres niveles de la casa. Nuestra recámara, tenía una larga zapatera bajo el ventanal, donde además de muchos zapatos mi mujer tenía su caja fuerte.

Una noche un ruido despertó a mi mujer, fué a ver qué era y halló que Vero, se brincaba el barandal de su camita, salía de su cuarto y dormía atravesada en nuestra puerta, la que golpeó al voltearse. Eso sí tenía su osito de peluche a un lado, en su almohada, bien arropado en su cobijita y ella sólo en pijama.

En nuestro closet, como entonces no había plástico transparente y moldeable, mandé hacer un camisero con charolas de aluminio y frente de cristal, al que mis hijos, irrespetuosos, bautizaron de “el gelatinero” y al verme gritaban “¡gelatinas!”, pues en el Tec de Veracruz usaban uniforme con gorra y como los que vendían volovanes también las usaban, les decíamos “golovaneros”.

Naturalmente desde esa noche su camita se pasó a nuestra recámara y cuando le decíamos que íbamos a salir de viaje, que se portara bien y comiera mejor, ella protestaba “no quero comé”.

Toda ella era de lo máximo: en el salón de fiestas, piso de loseta que no se manchaba al derramar los invitados tragos o comida, elegante parquet de encino en sala y comedor, bellos mármoles mexicanos blancos “grano de sal” o rojos en todos los baños, gruesas alfombras en las recámaras y otros espacios, lambrínes de bonitas maderas americanas traídas desde la Baja, bien estufadas y con muchos nudos que las hacían ver hermosas, etc. etc.

En 1978, viajando con ellos, por España, vimos un auto quemado a un lado de la carretera. Comenté “Chocó y se incendió”. Vero, de sólo tres años, pero que siempre fue listísima, preguntó: ¿Qué tú estabas ahí, tú lo viste? su mamá la regañó “no hables así a tu abuelito” y ella, muy segura de sí misma, dijo “Bien que le gusta”.

El “ganón” fue el que la compró años después cuando me vine a Acapulco al retiro y yo acabé perdiendo todo, pues no nací para ser rico y muy patriota, lo que me pagó no lo cambié a dólares y con las grandes

Director de CESNAV. El 1º de Agosto de 1975 causé baja de Comandante de la 2ª Zona Naval y alta de 225


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relevó el Contralmirante Luis Jacome,que estuvo del 1º de septiembre del 70 al 31 de enero de 1973 y a este Zepeda Torres del 1º de febrero del 73 al 31 de julio de 75.

Director del Centro de Estudios Superiores Navales (CESNAV), equivalente a la Escuela Superior de Guerra del Ejercito y a las Escuelas de Guerra Naval de otros países, menos temerosos de dar a las cosas su verdadero nombre.

Obregón y Jacome eran un año más antiguos e inmediatamente anteriores a mi en el escalafón y Zepeda, que llegó a Subsecretario, era un año más novel y muchos lugares más atrás.

A su planeamiento, pues ya se hacía necesaria,contribuimos años antes los graduados en el U.S Naval War College que de 1960 a 65 éramos: José H. Orozco, Humberto Uribe,Ramírez de Arellano, Gómez Ortega y yo, siguieron Baltanás y Villalobos de “La Falange” y aumentábamos uno al año, como hasta la fecha.

Los tres siguientes directores fuimos Contralmirantes de “La Falange”, mi antigüedad, yo del 1 de agosto del 75 al 31 de julio de 77; Baltanás Hope del 1 de enero al 31 de julio de 1978 y Héctor Argudín Estrada del 1 de agosto del 78 al 31 de julio de 1981.

Maestros en improvisar y no en realizar lo planeado, aunque el 4 de marzo de 1950, Miguel Alemán decretó crear la Escuela Superior de Guerra Naval (Cien años de Historia. Hca Escuela Naval pág 121) eso tardó 20 años, cuando recomendamos hacerla con cursos de Mando y Estado Mayor y materias de estrategia, táctica, planeación, etc. copiando en mucho al Naval War College.

Cuando recibí CESNAV no habían variado mucho las formas iniciales, había clases y conferencias, etc. y era obligatorio leer muchos libros, pero no se daban calificaciones y hacer los cursos no era requisito para ascender ni modificaba el escalafón. Esos errores se corrigieron, pues ahora son mayores las exigencias y si antes estudiar “política”, nacional e internacional era inco rrecto y casi ilegal, ahora es imprescindible.

CESNAV inició en marzo 9 de 1970 por orden verbal del Secretario de Marina y el 30 de noviembre, un día antes de que él entregara el cargo, el Centro causó alta oficialmente en el organigrama de la Armada y en el presupuesto de la Federación.

También, con la modernidad, se han impuesto los ascensos por selección, para escoger a los más competentes, pues antes para llegar a Almirante lo único que se requería era no morirse, ya que se ascendía por estricta antigüedad y, una vez graduados de Teniente de Corbeta, no se requería estudiar nada más.

Como los únicos D.E.M., éramos los graduados en el extranjero ya mencionados, que ocupábamos otros altos cargos,su 1er Director, del 9 de marzo al 31 de agosto de 1970, fue el Capitán de Navío Hernández Obregón, que al mismo tiempo era alumno del curso de Estado Mayor y tenía otro puesto en la Secretaría.

Lo que sí había cambiado eran la ubicación e instalaciones del CESNAV, aunque aún no eran las adecuadas, pues de estar funcionando arriba de una tienda Aurrera, en el Centro Philibert, que daba cursos a los empleados civiles de la Secretaria de

Los 3 primeros Directores egresaron de la Naval del Pacífico, pues a Obregón lo 226


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Los “juegos de guerra” en que se simulan y analizan combates y situaciones de conflicto de toda índole, se han modernizado, pues si nosotros los jugábamos “a la antigüita”, con dados y una mesa o cajón de arena, a fines de los 80s, ya tenía un sistema electrónico que si no era comparable con el NEWS (Naval Electronic Warfare Simulator) del Naval War College en lo grande, moderno, número de cubículos, designador de daños automático, etc. era un gran adelanto para nosotros y ya debe haberse mejorado más.

Marina, pasó a una casa vieja, rentada, en Paseo de la Reforma, cerca de Excelsior, que se cayó con los temblores de 1985. Entonces CESNAV pasó a lo que fue la legendaria Estación Central de Bomberos, en la calle de Revillagigedo y ahora está cerca de la Secretaría de Marina en instalaciones construidas ex–profeso, infinitamente superiores a la pobreza de las originales. También hay progreso en la capacitación y profesionalización del personal, pues empezó “revalidando” de Diplomados de Estado Mayor a varios que no tenían los estudios necesarios para ello.

Con CESNAV, por 1ª vez en nuestra historia, la Armada empezó a prepararse sistemáticamente en guerra naval, para convertirse en una fuerza combatiente verdaderamente capaz, pues antes los estudios de cinemática naval, estrategia y táctica, eran muy elementales, para cadetes de 5º año de la Hca. Escuela Naval.

En cambio ahora todos han sudado la gota gorda para graduarse, antes eran 20 o 30 cursantes cada año y todos se graduaban, en la antigüedad del 2008, fueron más de 120 los diplomados que lo lograron y ya no solo se imparten cursos de Mando y Estado Mayor, sino Mando superior, Seguridad Nacional y varias especialidades como idiomas, informática, ingeniería y no sé cuantas más.

Ahora se estudia durante toda la vida, pues para ascender a los más altos grados: de Capitán de Na vío a Contralmirante, Vicealmirante y Almirante hay que ser graduado de Estado Mayor, Mando Superior, Seguridad y muchos han estudiado en el Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional (CISEN) y en el Instituto “Matías Romero” de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Cuando este Centro se formó comenté: “vendrán los Comandantes más antiguos, que ya han tenido mando, a aprender “cómo debían de haber mandado”, hay que apurarse a que vengan los que no lo han tenido, para enseñarles “cómo deben de mandar””. Eso ya se logró y todo ha cambiado para mejorar. Hoy todos los oficiales del Cuerpo General, egresados de la Hca. Escuela Na-val, hablan inglés y varios 1 o 2 idiomas más: francés, alemán, ruso, japonés, chino, coreano, etc. para poder ir a esos países a estudiar ingeniería naval, artillería, cohetería, etc.

Los cursantes han recibido y reciben conferencias de prominentes personalidades nacionales y extranjeros: Presidentes de la República, Secretarios de Gobernación, Defensa, Relaciones, Trabajo, etc. Gobernadores (entre ellos Peña Nieto y Zeferino), Embajadores y funcionarios de E.E.U.U., Canadá, Colombia, Kenia, etc., famosos profesionistas y científicos como Mario Molina, destacados políticos, cardenales, rabinos, patriarcas ortodoxos, etc.

Los Ttes. de Fragata no ascienden a Navío si no hacen una especialidad en sistemas de armas, cómputo, administración, etc. y las calificaciones de CESNAV se toman en cuenta para el ascenso. 227


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Convencido, el C. Almirante Secretario telefoneó a su amigo Véjar Vázquez, ex Embajador en Rusia, que no aceptó por estar atareado escribiendo un libro, pero recomendó a Don César Sepúlveda, un abogado prestigiado en la Facultad de Leyes y RelEx.

Con la Escuela Superior de Guerra, Colegio de Defensa Nacional y Relaciones Exteriores, intercambia alumnos y profesores. Pero todo eso es ahora, pues cuando fui Director apenas se iniciaba y éramos más modestos, aunque llevé varios distinguidos conferenciantes como el Senador Alejandro Cervantes Delgado, que llegó a gobernador de Guerrero, Víctor Manzanilla, que lo fué de Yucatán, diputado, Embajador en China y a varios más.

Nuestra relación con éste gran señor fué estupenda y no sólo se logró un profesor de Relaciones Exteriores, sino que muchos de sus más destacados valores como el Premio Nobel de la Paz, Embajador Gómez Robledo, la Subsecretaria Emilita Téllez, el Cónsul Wybo, etc. nos dieran conferencias y al final, él mismo escribió un libro de Derecho Internacional para texto en CESNAV.

Mi llegada a CESNAV coincidió con la salida de César Pozos, ex alumno mío en la Na val, a quien ya de oficial le explotó un cartucho cerca de la cara, perdió un ojo, jubilado estudió leyes e impartía Derecho Internacional, pero se iba a vivir fuera del D. F. Para relevarlo,propuse a la CGA pedir a la Secretaría de Relaciones Exteriores nos comisionaran a un Embajador o Cónsul.

En lo personal hicimos tanta amistad que cuando me mandaron a España, a la que él conocía muy bien, me recomendó lugares que visitar, restoranes donde comer, tiendas donde comprar capas y boinas españolas, luego fué a visitarnos allá y recorrimos con él y su sobrino, que llegó a Secretario de Relaciones Exteriores, las calles, restoranes y tascas del viejo Madrid.

Como era de esperarse, me lo negaron, pues creyeron que quería llevar a mi amigo el licenciado Cas tro y Castro, que había sido Oficial Mayor de Marina el sexenio de Díaz Ordaz y en el de Echeverria ocupaba un puesto en Relaciones Exteriores. Pedí audiencia con el Secretario de Marina y le propuse un trato como los del Padrino, “que no podía rehusar”.

En CESNAV no se podían hacer grandes modificaciones, pero lo que sí logré fué algo que 30 años después me dijo un prestigiado y competente Almirante, ya retirado, que actualmente es asesor del Almirante Secretario y fué cursante en mi época: “Ud. fué un buen Director, Sobre todo le reconocemos que, para nuestros trabajos de graduación, nos hacía leer y pensar mucho”.

“Cuando nombran a un oficial profesor de una materia que no domina a fondo, no la enseña bien hasta que termina de aprenderla. Luego lo cambian y el ciclo se repite. Para los alumnos de CESNAV saber Derecho Internacional es indispensable, sobre todo cuando nuestros buques salen del país o apresan en alta mar extranjeros pescadores e infractores de la ley. Si Relaciones Exteriores manda un diplomá tico experto, sus alumnos sí aprenderán. Además ud tiene amigos en RelEx y puede pedir a uno de ellos”.

Viajes de estudio de CESNAV. Además de eso tengo gratos recuerdos de los 2 viajes que en mi tiempo hicimos en avión, dentro del país, de los que los

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americanos llaman “de orientación” y nosotros “de estudio”.

no se terminó (igual que el ferrocarril de Acapulco).

Creo que después han ido al extranjero pero nosotros sólo fuimos a nuestra frontera sur, pues Centroamérica debe ser nuestra zona lógica de influencia, como hace poco intentaron con el Plan Puebla –Panamá, porque en el imperio de Iturbide México llegaba desde Alaska hasta Panamá, donde empezaba Colombia.

Entonces el jefe dragador era inglés y mi papá era su 2º. Cuando aquel se fué, Don Adolfo, considerándose competente, solicitó el puesto y se lo concedieron, pero no con el sueldo del anterior porque él no era extranjero (así “semos” y no cambiaremos). En aquel tiempo ese canal era necesario porque los límites que fijó el tratado que legalizó el robo de Belice (dicen se llama así por un pirata inglés, Wallace o Wallix) obligan a cruzar aguas inglesas y había que pedirles permiso para que nuestro buques entraran a esa bahía. No sé si haya ya un convenio con ellos para tener paso libre por Amber Gris, pues si nos anexamos Belice, es probable nos pase lo que a los argentinos en la Guerra de las Malvinas.

Pero sí E.E.U.U. creció comprando Florida,Alabama, Luisiana y Alaska, anexándose Texas y Hawai y robándose Nuevo México, Arizona, Utah, Nevada, California, etc. con una guerra injusta México se achicó, aceptó la separación pacífica de Centroamérica, menos Chiapas, que prefirió ser mexicana, perdió todo el norte y admitió que Inglaterra se robara la parte de Belice al norte del río Sibun, casi perpendicular a la costa del Caribe límite entre la Capitanía General de Yucatán y su homónima de Guatemala y el río Hondo es parte de la frontera de México con Belice, el cual nace cerca de Tikal, corre casi paralelo a la costa y desemboca en la bahía de Chetumal (antes Chactemal).

Quizá por eso hace pocos años Marina inició, al sur de Xcalak, el “Canal Zaragoza”, como de 20 mts de ancho y 4 de hondo, pero abrirlo fué difícil, pues como en Yukalpetén la roca calcárea de la península amuela los cortadores de las dragas, hay que usar explosivos y sólo llegaron hasta una laguna interior que comunica con la bahía de Chetumal, pero que tiene como un metro de profundidad y únicamente pueden cruzarla embarcaciones menores.

El primer viaje fué a la península de Yucatán para visitar Mérida, Progreso y yukalpetén y sobrevolar la costa desde Celestum, Telchac Puerto, Yalkubú, las Coloradas, Boca Lagarto, Holbox, Cabo Catoche, Mujeres, Cozumel, Sian Ka’an, Asunción, Espíritu Santo, Cancún, Tulum y llegar a Chetumal, desde donde hicimos tres excursiones de estudio y varios paseos turísticos.

En Chetumal tuvimos 3 paseos turísticos: el 1º fué a las ruinas de Kohunlich (ya se habían robado uno de sus grandes mascarones) y en él fuimos guiados por mi amigo, que era Secretario General de Gobierno del Estado, el hoy senador y antes gobernador, Pedro Joaquín Coldwell (Joaquín y Coldwell son sus apellidos y eran los de las 2 familias más importantes de Cozumel).

La 1ª salida fue a Xcalak, inicio del que llaman “canal de piedra” que Don Porfirio mandó hacer para comunicar con el mar a Payo Obispo (nombre original de Chetumal), que por el estallido de la Revolución, 229


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maderas valiosas de Yucatán: caoba, ébano, palo de tinte y lucrar vendiendo armas a los mayas rebeldes.

En otro, muy corto, fuimos solos a conocer Belice, de donde entraban a Chetumal, que era puerto libre, muchos productos extranjeros y el 3º fué al Cenote Azul, a una estupenda comida.

En la 2ª los mayas tomaron casi toda la península y sitiaron Mérida, pero empezó a llover, lo que salvó a los yucatecos, pues los indios levantaron el sitio y se fueron a sembrar sus tierras, lo que el gobierno porfirista aprovechó, envió al Gral Bravo, que tomó la ofensiva y Chan Santa Cruz (después Santa Cruz de Bravo, hoy Felipe Carrillo Puerto), capital rebelde y en 1901 acabó esa guerra.

La 2ª excursión de estudio, fué a Bacalar Chico y su viejo fuerte, parecido al de San Diego, cuya utilidad no ví clara, pero dicen que fué de mucha utilidad en la época colonial. La 3ª y última excursión de estudio y la más importante profesionalmente, fué en una patrulla grande de la Armada, por el río Hondo, hasta pasar el pueblo llamado Teniente Sarabia.

Desde 1895, para evitar los abusos ingleses, el gobierno comisionó al 1er Teniente de la Armada, Othón P. Blanco para hacer un fuerte en Punta Calentura, cerca de Xcalak, pero como los mayas dominaban la tierra, él propuso instalar el puesto de control a flote.

Allá vimos, del lado de Belice, nuevas áreas de cultivo abiertas por los menonitas y nos extrañó mucho que México no hubiera, hasta esa fecha, construido una carretera a todo lo largo de la frontera hasta Tapachula, la que creo ahora ya existe.

Aceptado esto, se mandó construir en Nueva Orleáns un pontón (buque sin máquinas) que medía: eslora 20 mts, manga 7, puntal 3.6, calado 77 cms, que se remolcó hasta la boca del río Hondo, donde fondeó el 22 de enero de 1898, a las 15:30 horas.

Yucatán siempre fué turbulento. Su conquista tardó: Tenochtitlan cayó en 1521 y Montejo fundó Mérida en 1542. Jacinto Canek se rebeló en 1761. República Independiente en 1835, se reincorporó en 1841. Se separó del México Centralista 2 periodos. Por la 2ª Guerra de Castas, en 1847 ofreció su soberanía a Cuba, Jamaica, España e Inglaterra y Justo Sierra viajó a E.E.U.U. a pedirles ser su protectorado. En 1848 volvió a ser parte de México a cambio de ayuda militar para que no desapareciera la “casta divina”, blancos y mestizos. En 1857 Campeche se le separó por diferencias políticas y comerciales y se reconoció a Belice en 1895.

Mi papá, que estuvo en ese barco y tenía la condecoración de la 2ª Guerra Maya, me contaba que de día oían las amenazas y gritos de guerra indios y que de noche hasta les aventaron cabezas de decapitados, pero ellos tenían un cañón de tiro rápido a cada banda, una ametralladora Gatling, fusiles Winchester y pistolas Smith & Wesson, para defenderse, por lo que los mayas rebeldes nunca pudieron abordar y destruir el pontón. Con este se controló el contrabando y Don Othón, que también fué presidente municipal de Ensenada y firmó los Tratados de

Como es sabido Belize o British Honduras, se originó como base de piratas, luego los ingleses lo usaron para robarse por ahí las 230


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Al llegar los Territorios a su “mayoría de edad” y tener ingresos fiscales suficientes, ascienden a Estados y se auto gobiernan.

Teoloyucan con Obregón, rindiendo la Armada huertista al ejército revolucionario, en abril de 1898, cumpliendo ordenes del Gobierno Federal, inició la fundación de una ciudad en tierra.

Un detalle curioso fué que, en 1978, el 1er gobernador del Estado de Quintana Roo, Jesús Martínez Ross, era mulato o al menos de aspecto negroide y decían tenía origen beliceño.

Continuemos con los “viajes de estudio” de CESNAV: Como los marinos somos de primer mundo, el 1er Tte. Blanco eligió el lugar más adecuado, despejó la selva, hizo una empalizada defensiva y su 1ª construcción, inaugurada el 5 de mayo de 1901, fué la escuela del pueblo de “Payo Obispo”, que hoy es la ciudad de Chetumal, capital del estado de Quintana Roo.

Terminado en Chetumal el viaje de estudio, iniciamos el vuelo de regreso al D.F., pero como “el camino a la casa de un amigo nunca es demasiado largo”, nos detuvimos en Campeche, cuyo gobernador era mi amigo, el “Chel” Rodríguez Barrera (no sé si se escribe con “c” o “x”, pero dicen que es “güero” en maya).

El 24 de noviembre de 1902 Don Porfirio creó el Territorio Federal de Quintana Roo, dicen que para evitar las ideas separatistas del estado de Yucatán y ahora el municipio de Chetumal lleva el nombre de su fundador, Don Othón P. Blanco.

Dos días nos atendió a cuerpo de rey, recorrimos los fuertes, la ciudad y alrededores, su linda señora, Socorrito y sus amigas fueron cordialísimas, pasearon y llevaron a comprar artesanías de coral y carey a mi señora, que iba conmigo y al fin tras un banquetazo de mariscos Campechanos, un atardecer reanudamos el viaje. Llevábamos poco tiempo volando cuando el piloto, Cap. Abel Trejo Pérez vino a decirme:

Una breve explicación del porque Baja California Sur cambió de territorio a estado y porque Quintana Roo fué territorio en 1902 y estado en 1976, es que la federación es la unión de varios Estados que son entidades libres y soberanas, autónomas, auto financiables y eligen funcionarios públicos entre sus nativos.

“Mi Comandante, un generador se averió. Es peligroso seguir así, pues está entrando la noche y si falla el otro generador, nos quedamos sin energía eléctrica y sin radio ni instrumentos no podríamos aterrizar”. “Entonces baja lo más pronto posible”, fué mi respuesta. “¿Prefiere usted Villahermosa o Coatzacoalcos?”. “Me parece mejor el más cercano, para llegar con seguridad”.

Los territorios carecen de suficientes ingresos propios, necesitan ayuda de la federación y ésta les designa de gobernador a un político, usualmente no oriundo del lugar. Por eso cuando México tenía 28 estados, 2 territorios y un D.F entre otros gobernaron Quintana Roo: Margarito Ramírez, jalisciense y Ruffo Figueroa, guerrerense, varios Generales, B.C. Norte y Hugo Cervantes, defeño, Baja California Sur.

La imprevista escala en Tabasco, tierra de mi cuñada Carmencita y mis amigos ex 231


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“carne en canal” refrigerada y subproductos como pieles o cuero para ropa, muebles o asientos de autos, cuernos y pezuñas para grenetina, sangre para moronga, estiércol para fertilizante, etc.

gobernadores Leandro Rovirosa y Mario Trujillo, los ex diputados conmigo, Bellizia y el fallecido en plena campaña para gobernador, Agapito Domínguez Canabal, el compositor Pepe del Rivero, autor de “vamos a Tabasco, que Tabasco es un edén” y su hermana Gioconda, viuda de mi primo Toño, etc. la disfrutamos comiendo pejelagarto, tamales de chipilín, etc.

Al llegar vimos varios camiones de redilas, cargados de ganado, que “atracaban”, de reversa, a una plataforma de madera que tenía la misma altura que la de los camiones y se continuaba con una angosta rampa para bajar al nivel de la tierra, ambas con altos y fuertes barandales a los costados.

También fuimos a la Quinta “Grijalva”, del gobernador, las lagunas de las Ilusiones y de las Blancas Mariposas, las bellísimas cascadas de Agua Azul y no nos podían faltar las maravillosas ruinas mayas de Palenque, asombro mundial.

Abiertas las redilas, los animales salían, bajaban la rampa, una persona les pintaba su identificación en el costado y entraban, uno a uno, a una báscula automatizada que emitía un boleto con el peso de la res y el nombre del ganadero, para que este cobrara su precio de inmediato y a fin de año participara en las ganancias del rastro, según el total y peso de las cabezas aportadas.

Ahí subimos al templo de la Cruz Foliada, al Palacio y a la pirámide, tumba de Pakal. A esta bajamos para admirarla, sobre todo la lápida monolítica (una sola piedra) de varias toneladas de peso, en la que algunos creen ver que Pakal era un astronauta. En el restorán una jaula de ancha malla de alambre, tenía un letrero “cuidado con el mono araña”, González Laine, un cursante (por cierto tabasqueño, que retirado tiene un rancho en Balancan cerca de Palenque),se acercó a leerlo y el mono,veloz como un rayo, le arrebató los anteojos oscuros que tenía puestos y los rompió.

A continuación de la báscula había un pasillo y unas corraletas en donde metían a las reses que pertenecían a cada rancho y los veterinarios separaban a los animales enfermos de los sanos. El ganado que se sacrificaría, salía de su corraleta y se iba por un pasillo que entraba a un gran edificio, donde terminaba en un cajón sin techo, como de dos metros de alto, que tenía dos paredes fijas, la izquierda y la final y dos lados móviles, de fierro, la puerta de entrada que se abría para dejar pasar al animal y se cerraba para impedirle salir y el derecho que, engoznado (embisagrado) por su lado de arriba basculaba y se podía abrir por abajo.

Visita al rastro T.I.F. Una visita impresionante,en Villahermosa, que demuestra que México puede ser de primer mundo, fué al rastro T.I.F. (Tipo Inspección Federal) que no sé si aún exista, del que nos explicaron eran socios ganaderos, inversionistas y gobierno. Ese rastro era, como las fábricas de autos, de “producción en serie”, pues el ganado entraba vivo, caminando y al final salía

Ahí el animal quedaba prácticamente inmovilizado y dos hombres, que estaban 232


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Al final del recorrido otro, con una gran sierra eléctrica, partía la res en dos a todo lo largo, para formar los “canales” y otro envolvía estos con una tela blanca, prendida con alfileres.

arriba y tenían unas largas pértigas electrificadas, les tocaba con ellas, uno la cabeza y otro la base del rabo. Una descarga, como de un rayo, lo desmayaba y caía al piso que estaba mojado y era muy inclinado de izquierda a derecha.

Así almacenaban toneladas de carne en unas grandes cámaras frigoríficas, situadas en el extremo opuesto a la entrada.

El cuerpo caído, resbalando, abría la pared oscilante, salía del cajón y ya en el edificio se iniciaba un proceso, eficiente,limpio, pues allá sobra el agua e higiénico porque todos los participantes usaban obligatoriamente casco, bata, botas y guantes de hule. Con la gaza de un cable metálico un hombre enlazaba una pata de la res, apretaba un botón y una polea eléctrica la levantaba para quedar suspendida en el aire con la cabeza hacia abajo.

De ahí grandes camiones refrigerados recibían los “canales” que enviaban a todo del país, desde Tijuana hasta Tapachula y decían que ya estaban incluyendo algunos países de Centroamérica. Todo el proceso es tan impresionante que esa noche casi no dormí, viendo ejércitos de vacas que eran sacrificadas. Igualito que los “rastros tolerados” de Acapulco ¿no cree ud?

Entonces un matarife le hundía un gran cuchillo en el cuello y un enorme chorro de sangre brotaba y caía en un recipiente donde la almacenaban para juntarla en grandes cantidades.

Mientras fuimos a Palenque, rastro, etc. se recibió el repuesto del generador dañado del avión de Marina, los mecánicos lo cambiaron y pudimos reanudar el vuelo y llegar al D.F. sin novedad.

Arriba de donde mataban empezaba un riel sinuoso por el que se deslizaba, sobre ruedas, la gaza de la que colgaba la res para dejar espacio a la que seguía, pues el proceso era continuo.

Por pura suerte, antes de partir, en el aeropuerto de Villahermosa, me encontré a mi amigo, el Lic. Jorge de la Vega Domínguez, que era, entonces, el gobernador de Chiapas. Me preguntó que hacíamos ahí y le conté lo del viaje de estudio de CESNAV a Yucatán, Quintana Roo y Campeche y se dio cuenta que Palenque era lo único que conocíamos de Chiapas.

Unos dos metros adelante, otra persona con unas enormes tijeras eléctricas cortaba cuernos, pezuñas, orejas, extremidades y cola que se depositaban en diferentes recipientes “ad hoc”.

Entonces dijo que debíamos visitar las presas y plantas generadoras de mucha energía eléctrica para México y ver de cerca los problemas de su estado y los de la frontera con Guatemala.

En otro tramo alguien despellejaba al animal y otra persona le cortaba la cabeza, para sacar lengua, sesos, etc. Otro avance y otras gentes abrían la barriga de la res, sacaban el estómago, tripas y estiércol y los almacenaban separadas.

Le contesté que CESNAV iría allá el siguiente viaje y dijo que mi señora y yo 233


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Por una mala carretera de terracería y piedras fuimos también a Zinacanta (Zinacantán decimos nosotros) donde los zinacantecos todos en el bonito y colorido traje típico, se tapaban la cara para que no les tomara fotos, porque estas “les roban el espíritu”.

éramos sus invitados personales, que fuéramos cuanto antes y él se encargaría de que conociéramos bien su estado. Viaje a Chiapas. Ni tardos ni perezosos, en mis vacaciones fuimos y él nos agasajó en Tuxtla Gutiérrez y puso a mis órdenes una cómoda camioneta nueva con chofer y a la Directora de Turismo como guía, para que recorriéramos los sitios más notables de su estado.

Lo que desde luego no podía faltar fué ir a ver al Cañón del Sumidero y el alto farallón desde donde dicen que los indios Chiapas se arrojaron prefiriendo suicidarse a ser esclavizados. Ese fué un bonito viaje que aún agradezco a Jorge de la Vega.

Así fuimos a Comitán tierra natal de Jorge y de Don Belisario Domínguez (y de la “Tigresa” Irma Serrano) a las hermosas Lagunas de Monte Bello, de diferente color cada una, a Chiapa de Corzo con su gran fuente de forma igual a la corona de España, a San Cristóbal las Casas donde nos alojamos en un hotel que era una casa antigua, preciosa y mi mujer caritativa, le compró un mugroso reboso usado a una pobre indita, etc.

De regreso a Chiapas con CESNAV. A Chiapas volvimos en el 2º viaje de estudios de CESNAV a la frontera del sureste de México con Guatemala, el Suchiate, Tapachula, Talismán y Pto Madero en la costa del Pacífico. Claro está que en 1976 todavía faltaba mucho para que aparecieran en público el sub-comandante Marcos y su rebelión “zapatista”, pero las “semillas” ya estaban sembradas.

Cholula

En realidad había una gran población indígena, persistían sus propias costumbres casi intactas y había un sincretismo de la religión católica con creencias idolátricas ancestrales. Sin embargo las sectas religiosas estaban dividiéndolos, pues se expulsaba de los pueblos a los de otras creencias.

Mención especial requiere San Juan Chamula, en donde el traje es un oscuro cotón grueso de lana, los policías no usan armas sino un palo largo con su bandolera, como si fuera rifle de juguete y como el que nombran autoridad no le pagan nada y le exigen todo, muchos al ser nombrados mejor se van del pueblo.

Había algunos latifundios ganaderos de políticos, influyentes, generales, etc. y grandes fincas cafetaleras que originalmente fueron de alemanes, en donde se explotaba a indios y guatemaltecos por igual, pues la frontera era más ficción que realidad, ya que el Suchiate lo cruzan caminando o en cámaras de auto o camión.

Ahí en la iglesia tenían unas imágenes de santos envueltas en trapos, a uno de ellos le habían cortado las manos porque “era muy tentón”, al cura lo habían corrido porque no les gustaban sus sermones y en el piso de la iglesia cubierto de juncias (hojas de pino) los chamulas rezaban sentados, alrededor de velas encendidas “para que los malos espíritus y las enfermedades” se pasen a las botellas de refrescos que ponen enfrente.

Lo que es triste constatar es lo “dos caras”, pues mientras nos quejamos del trato a nues 234


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usar máscara o tapabocas y tapanarices, pues a esos insectos y a las larvas que ahí se producen, las alimentan con carne podrida.

tros “mojados”, “ilegales” o “indocumentados” en E.E.U.U., nosotros tratamos igual o peor a los emigrantes centroamericanos que ven en México al “gigante del norte”.

En ciertas etapas, creo que cuando van llegando a adultas, las esterilizan con radiaciones y luego las dejan en libertad. Así aunque se apareen, no se reproducen, se forma una barrera sanitaria natural y a la larga se extinguirá esa dañina especie.

En lo profesional lo más importante del viaje a Chiapas, fué visitar las gigantescas presas de Malpaso, Angostura, Chicoasén y Peñitas, sobre el caudaloso Usumacinta y las enormes cavernas, excavadas para ubicar las turbinas hidráulicas que mueven los generadores que producen la mayoría de la energía eléctrica que usa el país, sistema que prueba que “México, si quiere, puede”.

De vuelta al D.F. con escala en Oaxaca. Terminada la visita a Chiapas, una mañana temprano emprendimos el vuelo de regreso al D.F., pero como la tentación era grande y la gula más, aterrizamos en Oaxaca para irnos a desayunar al puesto “de la abuela”, en el mercado de la ciudad. ¡Qué diferente del “mercado central” de Acapulco!

Dado el antecedente del problema que tuvo el gobierno de López Mateos, cuando aviones militares guatemaltecos ametrallaron pesqueros mexicanos, la pregunta obligada a los cursantes era: ¿En caso de guerra, cómo defenderíamos este complejo y el de instalaciones petroleras de Salina Cruz, Coatzacoalcos, Pajaritos, Dos Bocas, plataformas de la Sonda de Campeche, etc.?

Aquel es limpio, ordenado, higiénico y la tradicional comida oaxaqueña: mole negro, amarillo, verde, “tasajo” (cecina), oloroso chorizo, delicioso pan de huevo y aromático chocolate, insuperables. De ahí al aeropuerto y otra vez a volar hasta México.

A mi señora le gustó tanto el impresionante Cañón del Sumidero, que lo volamos en helicóptero 2 veces a todo lo largo, admirando el paisaje, la flora y fauna, que aún abunda en sus orillas y las prehistóricas pinturas rupestres, que decoran una pared vertical a tan gran altura sobre el río, que es inexplicable como las hicieron.

Ascenso a Vicealmirante. El 20 de noviembre de 1976, ascendí a Vicealmirante.

En Chiapas vimos otro adelanto, tan de 1er mundo como el rastro de Tabasco, pues allá hay unas moscas que desovan en la piel del ganado y nacen larvas que lo agusanan, ulceran y matan. La solución que idearon para detener ésa plaga fué hacer una “barre ra defensiva” con los mismos insectos.

Asamblea en Campeche, 1977. En 77 para ir a la reunión de los Ex Cadetes de la Naval, mi mujer y yo volamos a Mérida para gozar las delicias yucatecas como en otros viajes a la península, donde hablan al revés (te dicen “lindo hermoso” aunque seas feo y “te presto” para pedirte prestado). De ahí nos fuimos en camión a la Asamblea en Campeche.

Para eso construyeron un “criadero de moscas”, en un gran edificio hermético, que huele tan feo que para estar ahí hay que 235


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recepción en una embajada, encontré al Subsecretario de la Defensa, General De la Fuente (que luego murió en un accidente de helicóptero) quien me preguntó: “¿Y ud. qué hace aquí?” a lo que contesté “Fui invitado, como ud”. “No me refiero a este lugar, sino ¿por qué está aún en México?”. “Porque me dijeron que no me fuera a mi nueva comisión hasta que el Embajador Díaz Ordaz lo autorizara”. “Pues el Agregado Militar, Hernández Razo, ya se fué”.

Fallece mi hermano Héctor. Apenas empezaban los festejos cuando, me dieron la triste noticia de que había ocurrido el primer fallecimiento de uno de mis hermanos, pues Héctor, el hombre más joven,10 años menor que yo había muerto en Acapulco, de un derrame cerebral, causado por un leve choque y el fuerte disgusto, lógico, con otro taxista. Inmediatamente abandonamos la reunión, nos regresamos a Mérida, tomamos el primer avión al D.F. y de ahí el de Acapulco, a donde llegamos todavía a tiempo de asistir al velorio y entierro.

Al día siguiente, ni tardo ni perezoso, me fui a ver al Secretario de Marina y le informé de lo anterior, a lo que me contestó: “Déjame preguntarle al Presidente si ya te puedes ir”. Unos días después, me dijo: “Ya autorizó que te vayas”.

Primer Agregado Naval en España,

Primera escala: Miami.

Regresamos al D.F. y poco tiempo después, me mandó llamar el Almirante Secretario de Marina, Ricardo Chazaro Lara y al entrar a su despacho, él, que no era muy efusivo, me recibió sonriente y me expresó un caluroso: “Te felicito”. Creyéndola ironía, sorprendido dije: “¿Por qué, que hice ahora?”. “No, nada, es que el Presidente López Portillo autorizó que seas el primer Agregado Naval a la Embajada de México en España ahora que se acaban de reanudar las relaciones que estuvieron interrumpidas los 40 años que duró Franco en el poder”. “Pues muchas gracias, porque la propuesta tuvo que ser tuya”.

A la brevedad, mi señora y yo emprendimos nuestro segundo viaje a Europa, pero hicimos una primera escala en Miami. Tras gozar unos días ahí, en lugar de irnos directo a Madrid, decidimos aprovechar la oportunidad y viajar al Caribe. Segunda escala: Santo Domingo. Primero fuimos a Santo Domingo, para visitar a mi compañero en el Naval War College, Ramón Emilio “Milo” Jiménez, a su bonita esposa Mary y a sus numerosos hijos, así como algunos amigos marinos dominicanos como Frank Amiama y otros.

Ya nombrado, tramitados “placet”, banco, traslado, etc. me ordenaron que no me fuera porque el Embajador Díaz Ordaz no quería que los Agregados Militar y Naval llegáramos tan pronto.

La estancia no pudo ser más grata, pues ambos eran muy importantes políticamente, Milo era Secretario de Relaciones Exteriores y Frank, Secretario de Marina o Comandante de la Armada. En el aeropuerto nos recibieron ellos personalmente y toda nuestra estancia tuvimos un oficial ayudante, carro con chofer y escoltas

En espera del viaje a España, En espera de la orden de irme a España estuve varios días hasta que, en una 236


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adelante y atrás de nuestro vehículo. Nos alojamos en una enorme suite, en el mejor hotel de la Dominicana, que no recuerdo bien, pero creo era el Pana-mericano, al extremo de la avenida Roo-sevelt, a la orilla del mar.

mundial, donde visitamos el ingenio y el pto. Toda la casa de “Milo” era de “caoba centenaria” y en la orilla del mar tenía una alberca natural en la que pudimos nadar.

Mientras mi señora deshacía maletas y nos cambiábamos ropa en la recámara, oímos ruiditos en la sala y luego nos llegó un aroma tan grato que ella creyó que se había abierto alguno de sus perfumes, pero no era, como dice la canción: “Son tus perjumenes, mujer, los que me subliveyan” sino el olor natural de un hermoso arreglo floral, como de un metro de ancho y metro y medio de alto, que habían colocado en una mesita de la sala.

El domingo fuimos a misa con el Presidente Balaguer, una institución que ya estaba viejo y ciego, pero seguía siendo el “factotum” en política y conocimos a una señora que años después nos visitó en México y en Acapulco, pero que no recuerdo su nombre.

Presidente Balaguer.

Agasajos en Santo Domingo. En las casas de Frank y Milo nos agasajaron en grande, en diferentes restoranes saboreamos todas las variantes de “asopaos”, platillo típico y otros manjares dominicanos y su generosidad fué tanta que el día anterior a la partida, me regalaron unas mancuernillas y a mi mujer un collar de enormes piezas de ámbar, preciosos. Claro que mis mancuernillas se volvieron aretes para mi mujer, porque cuando quisimos comprar anillo y aretes para completar el aderezo, todas las tiendas estaban cerradas por ser fiesta nacional día de Nuestra Señora de las Mercedes, patrona de Santo Domingo.

Recorriendo Santo Domingo. Después volví a sitios vistos 30 años antes, profesor en viaje de prácticas con los cadetes de la Naval: El puerto en el río Ozama, donde Colón amarró sus carabelas; el Alcázar de Diego Colón; la Catedral, en cuyo techo dicen hay una bala de cañón disparada por la flota del pirata Drake y que reclama que ahí y no en Sevilla está enterrado el Descubridor y en una tienda me enamoré de un antiguo cañoncito de bronce, bellamente decorado, pero no lo vendían, sólo era “gancho”, para atraer compradores.

Milo y Mary Jiménez fueron a visitarnos a Madrid y años después a México en donde tuvimos ocasión de corresponder sus atenciones llevándolos a la Plaza Garibaldi, al Tenampa, Catedral, Palacio y demás sitios típicos, así como Acapulco, Taxco, etc.

Una visita extraordinaria que amerita mención aparte, fué la del teatro de Santo Domingo, porque además de ser bellísimo tiene unos trabajos de marquetería en madera de caoba, extraordinarios.

Última escala: Puerto Rico. Pero como nada es eterno, pronto tuvimos que reemprender el viaje a Europa y, de la Domincana, nos fuimos a la hermosísima isla de Puerto Rico.

Visitando a “Milo” y Mary Jiménez. Un día “Milo” nos llevó a su casa particular en “La Romana”, hermosísimo lugar que actualmente es un centro turístico de fama 237


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era Agregado Naval en Portugal. La vista aérea era preciosa, pero los recorridos terrestres posteriores, fueron increíbles como a su tiempo narraré. Arribo a Madrid.

Ahí recorrimos el Viejo y el Nuevo San Juan, los impresionantes y enormes fuertes que defendían al puerto contra los ingleses y piratas e hicimos algunos paseos turísticos, pero claro que todo eso fué nada, comparado con lo de Santo Domingo.

Al arribo a Madrid aterrizamos en Barajas, aeropuerto lejano de la ciudad y como no sabía que había autobuses especiales que llevan a los viajeros y sus maletas hasta el céntrico Centro Colón, tomamos un taxi para ir al hotel Miguel Ángel, donde teníamos reservación y que es bueno, pero carísimo.

De vuelta a Miami. De Puerto Rico volvimos a Miami, para “cruzar el charco” por segunda vez, sólo que ésta en un jet DC-10 de Aeromexico, sin escalas hasta Madrid y no como en 1970, que fué en un avión de hélice que tenía que hacer escala en Azores y Bermudas.

Al día siguiente repuestos un poco del “jet lag”, por la diferencia de horas entre México y España, me presenté en la Embajada de México, que entonces estaba en la calle de Orense, cerca de la avenida “Generalísimo”, prolongación del Paseo de la Castellana. Ahí me enteré de dos cosas inesperadas:

Camino a España. Por suerte el piloto era mi amigo, el Capitán Arreola, veterano del escuadrón 201, con quien tuve trato frecuente mientras estuve en Madrid, pues me avisaba que llegaría, nos visitaba y salíamos a cenar o comer cada vez que le tocaba descansar ahí, pues los aviones de su línea continuaban el vuelo hasta París.

Una, que el General Hernández Razo no estaba en Madrid, sino que lo desviaron y era Agregado Militar en Argel. “De la que me salvé, si me hubiera venido antes”, pensé.

La parte mejor fué que Arreola ordenó a los sobrecargos que nos pasaran a primera clase y nos atendieran como VIP’S.

La otra fué que el Embajador Díaz Ordaz, enfermo, decían que de los ojos, pero además de un cáncer terminal del que pronto murió, no estaba en Madrid, sino creo que en Suiza o Alemania. Por eso sólo ví al Ministro Consejero, un Pérez cualquiera, de cuyo nombre no quiero acordarme, que ofreció llevarnos a comprar nuestro auto y al final, nos dejó cerca de la Puerta de Alcalá para tomar un taxi al hotel, cuando pudo habernos llevado, pues al conocer Madrid supe que quedaba a unas cuantas calles.

La mala que en el avión iba, de tripulación de relevo, un Capitán Tremari, que con mi ex condiscípulo en el D.F., Ricardo Merino, trabajó en el aeropuerto de Las Bajadas de Veracruz, había sido muy mi amigo cuando yo noviaba con mi mujer y esta vez chocanteó y se hizo el que no nos conocía. Mi primera impresión, gratísima, al recalar a Europa cerca del amanecer, fué que avistamos el río Tajo y la hermosa Lisboa, a la que sobrevolamos e identifiqué lugares a los que después volveríamos porque también

Pero ése chocante, envidioso de los militares y malinchista (se jubiló y se quedó a vivir en España), causó baja pronto y con todo el personal: Gustavo Maza que quedó de 238


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segundo de la Embajada y fué el enviado por RelEx para instalarla, su bonita mujer, Iris, joven paraguaya, cónsules, secretarias, etc. tuvimos buena relación.

Embajadores y 3 Agregados Militares (aunque el primero no llegó a tomar posesión). Lo de los 3 Embajadores fué porque a Don Gustavo Díaz Ordaz lo relevó rápidamente Don José Gómez Gordoa, porque era necesario que el Embajador de México en España, estuviera presente en la visita oficial que iba a hacer el Presidente López Portillo y, ya en mi último año, lo relevó Don Francisco Alcalá.

Sobre todo el que nos fué utilísimo era un español de apellido Santiago, empleado de la Embajada, que sé que desgraciadamente ya murió, que era el que nos decía que lugares debíamos visitar y gracias a sus consejos, conocimos a España de extremo a extremo y de punta a punta, aunque por mala suerte el mapa de carreteras, en que mi señora anotaba fechas y recorridos de nuestros viajes, se extravió en la mudanza, cuando regresamos a México.

Díaz Ordas y Gómez Gordoa. A Díaz Ordaz no lo alcancé a tratar porque como ya hé dicho no estaba en Madrid cuando llegué y nunca volvió.

Amigos de la Embajada.. Con los otros dos embajadores, banqueros en México, tuve muy buena relación personal y oficial, en el trabajo diario y en la vida diplomática: visitas, ceremonias, recepciones, etc. Mi señora tuvo magnífica amistad con la de Gómez Gordoa: se visitaban, salían de paseo juntas, etc. y con la señora de Alcalá también, pero no tanto como con Doña Lupita.

Otra persona con quien tuve muy buena relación en la Embajada de México en España, fué con un Agregado Cultural que llegó un tiempo después y que desgraciadamente sé que ya falleció, el famoso escritor, historiador y novelista: José Fuentes Mares. Él era muy ingenioso y ocurrente, he leído varias de sus obras como “Nueva guía de descarriados”, “Cortés, el hombre”, “Miramón, el hombre”, “Santa Anna, el hombre”, “Las mil y una noches mexicanas”, etc. y sus pláticas me divertían mucho.

Ubicación de la Embajada. Como México aún no había adquirido la residencia para el Embajador ni el edificio propio de la Embajada, los Gómez Gordoa se alojaban en el hotel Palace, uno de los más tradicionales de Madrid en el Paseo de la Castellana, frente al Museo Del Prado.

Relación con los tres Embajadores. Pero así como en mis 4 años de mando en Baja California traté con 5 Generales, Comandantes de la Zona Militar en La Paz: Chapoy, que se retiró poco después que llegué; Belmonte, caballista que el gobernador Biebrich se llevó a Sonora; Aburto Valencia; Riviello Bazán que llegó a Secretario de la Defensa y Moguel Cal y Mayor, que luego estuvo en el ISSFAM, en mis 2 años de Agregado Naval en Madrid me tocaron 3

En cambio ahora en María de Molina y la zona de alto nivel que la rodean, Embajada y residencia están tan bien como las de países de primer mundo, como pude comprobar la última vez que estuvimos en Madrid y me tocó la ceremonia de “el Grito” allá.

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Eso me recordó cuando “la compañera” se llevó a los transbordadores que comunicaban a la Baja California con el continente, a un recorrido al Caribe y dejó sin esa comunicación a la península, o cuando el mismo Echeverría se llevaba los aviones de Aeromexico a viajar por todo el mundo y la compañía se quedaba sin ingresos y con demandas y reclamaciones de sus pasajeros.

Presentación de cartas credenciales del Embajador Gómez Gordoa. Al Embajador Gómez Gordoa lo acompañé al Palacio de Oriente a presentar sus cartas credenciales al rey Juan Carlos, en una lucida comitiva integrada por carretelas abiertas y lujosas limousines Cadillac, escoltados por caballería de la Guardia Mora.

Pero gracias a Dios, México es tan grande que 500 años de saqueo y latrocinios no se lo han acabado “y no se lo acabarán”.

A ese Palacio, los de la Zarzuela, la Moncloa, la Granja, Aranjuez, Segovia, el Escorial, etc. fui varias veces, por la “onomástica del rey”, recepciones ofrecidas a López Portillo o como simple turista, lo mismo que a la iglesia de la Almudena que está enfrente, donde se casó el príncipe Felipe; el Campo del Moro que queda atrás del Palacio; el cercano Teatro Real, en el viejo Madrid, etc.

Conflicto con Don Francisco Alcalá. Si con el Embajador Gómez Gordoa nunca hubo problemas, con Don Pancho Alcalá, buena gente, decente y caballeroso, pero que tampoco era diplomático profesional y no veía la envidia tan usual que nos divide y enemista, si tuve una vez una dificultad.

Convivencia con el Rey Juan Carlos, de España.

Sucedió una mañana, al llegar a la Embajada, que mi buen amigo, el Agregado Militar,Gral Cervantes Aguirre, quien llegó a Se cretario de la Defensa, pero es más joven y menos antiguo que yo en el servicio, me saludó diciéndome: “¿Ya sabe ud. la majadería que nos han hecho?”; “No”; “Ya la leerá en un oficio de la Embajada a la Secretaría de Relaciones Exteriores de España”.

Con Juan Carlos, que es muy simpático, tuve ocasión de platicar un rato en unas maniobras militares cerca de Badajoz, ya que al ver en mi hombro lucir el nombre de mi país, se me acercó, cantó “México, lindo y querido” y me comentó su amor por él. De lo anterior tengo fotografías en las par-des de mi biblioteca.

Efectivamente en mi mesa encontré la “Relación de Prelación”, es decir el orden de preferencia o de importancia en que los españoles debían considerar a nuestro personal; lista que iniciaba en el Embajador, seguía el Ministro Consejero, los ministros, Cónsules, “Cancilleres” (secretarias o mecanógrafas), chóferes, porteros, barrenderos y terminaba con el General y el Almirante.

Trato con Gómez Gordoa. Con Gómez Gordoa (le envidiaba que volara en el Concorde) nunca tuve problemas y la única vez que lo ví enojado fué una noche porque estaba esperando las autorizaciones solicitadas para que el avión presidencial sobrevolara 4 países porque la señora de López Portillo lo había mandado a Viena “a traerle unos pastelitos”, (quizá “sacher tarte”), que sabía que eran muy sabrosos.

Furioso, le dije a Cervantes: “Vamos a ver al Embajador”. Entramos a su oficina, le 240


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licé: “todos los países, menos México, respetan a sus Fuerzas Armadas”.

eché el papel sobre su mesa y grité: “Si uds. creen que somos sus pendejos, están muy equivocados”. Sorprendido, me preguntó: “¿Qué le pasa?”. “Que no estamos dispuestos a que ni usted, ni nadie, le falte al respeto a las Fuerzas Armadas de México”. “Cálmese, no creo que les hayamos faltado en nada”. “Como que no, ¿cómo se atreven a poner al General y al Almirante abajo del personal de la menor categoría de la Embajada, como son los chóferes y mozos de limpieza?”. “Permítanme un momento”, me pidió, y llamó al Cónsul Brito.

“Es que son instrucciones de Relaciones Exteriores que todo nuestro personal vá antes que el de las demás Secretarías”. “Pues díganoslo por escrito, para informarlo a las nuestras, porque cuando alguno de uds. Embajador, Cónsul o alto funcionario aborda o viaja en uno de nuestros barcos, se le hacen honores, se iza su insignia, se le tienen atenciones y si uds. corresponden haciéndonos majaderías, nosotros nos encargamos de que la Secretaría de Marina y de la Defensa se las hagan a uds”.

Mientras él llegaba, le dije: “Mire Sr., hasta llegar aquí no nos conocíamos, lo cual significa que no nos necesitábamos. El Gral y yo aceptamos que ud. nos encabece, porque representa a México y su gobierno, pero después de ud. nadie de la Embajada va antes que nosotros, que representamos a instituciones que son un orgullo nacional. Recuerde que al volver allá, todos uds. son nadie y el General y el Almirante, lo seremos hasta después de muertos, porque las Fuerzas Armadas somos permanentes. Parece que les hacen falta Generales revolucionarios como Amaro, que fueteaba a cualquiera o el “General Aspirina” que “curó” a un amigo que estaba tomando la copa con él y se quejó de que le dolía la cabeza, pegándole un tiro en ella “para que no volviera a dolerle””.

Y no digo, la famosa “Relación de Prelación” colocó a cada quien en el lugar que le correspondía. Fuera de ese incidente, hubo paz y concordia y, como dije, nunca ví a ninguno de ellos figurar en México, salvo a Gustavo Maza que fué secretario particular de Bartlett, Secretario de Gobernación. Tres Agregados Militares. Lo de los 3 Agregados Militares que me tocaron fué porque como conté el primero no llegó, lo mandaron a Argel y el segundo fué el General Carlos Gaytán Durón, a quien apodaban “el federal” porque dicen que era muy exigente en el servicio. Con él y su familia tuvimos una magnífica amistad, sé que ahora uno de sus hijos es el Jefe del Estado Mayor de la Defensa y su relevo, prematura e injusta, se debió a una circunstancia fortuita.

Cuando Brito llegó, quiso “apantallarme” diciendo: “La Convención de Viena..”,“No me venga con tarugadas”, lo interrumpí, “aquí está el libro con el personal de las Embajadas que hay en España y en ninguna verá que el General y el Almirante vayan al ultimo sino a la cabeza, enseguida del Embajador” y le leí en voz alta las listas de Inglaterra, Alemania, Francia, Italia y fina-

La precipitada salida de España del General Gaytán, que sé que años después fué Agrega do Militar en Cuba, a mi juicio fué injustificada y me tocó presenciar el por qué 241


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ción que le tuve, invitándome a recibirlo en el aeropuerto, donde se repitió el procedimiento de información e instrucciones, sólo que ahora por parte del ejército español al Agregado Militar mexicano.

sucedió: Todo empezó cuando me avisaron que el Secretario de Marina, iría a Madrid en visita oficial y le dije a Carlos: “Te invito a que me acompañes al aeropuerto, a recibir al Almirante Cházaro”. El aceptó y el día fijado fuimos los dos en mi automóvil.

Y ahí se produjo la gran diferencia, porque cuando Gaytán las trasmitió al General Secretario, éste le contestó, molesto: “A mí no me dá ud. órdenes” y se produjo el siguiente diálogo, choque de orgullos: “No son órdenes, es la información que me dieron” “Pues prepárese para regresar a México”, “Siempre estoy preparado, montado y muni cionado”“Mañana”“Hoy, si ud. lo ordena”.

En Barajas, un Capitán de Navío del Estado Mayor de la Armada Española, creo que Tomás o Torralvo,me detalló las instrucciones del recibimiento: “La ceremonia se hará en tal lugar. El AJEMA (Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada) se parará en tal sitio. Su Almirante lo hará junto a él. Tras los honores de ordenanza, pasarán revista a la tropa y al final un ayudante, en un vehículo oficial, lo conducirá a alojarse en el hotel Palace”.

Así lo hizo y removió a Gaytán pese a que era muy dedicado, muy trabajador, enviaba informes constantes, adquiría sables y armas de fuego para enviarlas de muestra a México, etc.

Ya antes me habían dado por escrito los días y horas en que habría actividades oficiales, visitas y recepciones.

Su relevo fué el 3er Agregado Militar que me tocó, el Gral. Enrique Cervantes Aguirre, con quien tuve tan gran amistad, que cuando terminó mi comisión en Madrid y volví a México, le dejé mi Mercedes Benz y él me hizo el favor de venderlo y enviarme el dinero hasta el último centavo, lo que le reconozco y aún agradezco.

Al llegar el avión, Gaytán y yo dimos la bienvenida al Secretario, le trasmití las instrucciones recibidas, saludó al AJEMA, Almirante Arévalo y a su segundo, el Vicealmirante Mateu, se paró donde estaba previsto y la lucida ceremonia se desarrolló sin novedad. Todo el programa que incluyó visitas a Cádiz, a Astilleros Bazán, a Toledo, Segovia, el Escorial, Valle de los Caídos, Santiago de Compostela, etc. lo disfrutamos mucho con Cházaro y Lucha, su simpatiquísima señora. Por cierto que en el Museo Naval le dije: “¿Cuándo tendremos un museo como este?” y me contestó:“Cuando tengamos dos mil años de historia, como ellos”.

A Carlos no lo volví a ver y la última vez que ví a Enrique fué en Acapulco, cuando él era Secretario de la Defensa. Yo iba por la Costera manejando mi auto, en un alto quedé junto a un vehículo militar con grandes antenas de radio. Él iba en el asiento del copiloto, lo ví, me vió y me hizo señas de que, como dicen los agentes de tránsito, “me orillara a la orilla”, lo que hice de inmediato.

Poco después de que los Cházaro regresaran a México, fué a Madrid el General Galván, nuestro Secretario de la Defensa en ésa época y Gaytán me reciprocó la aten-

Bajamos de nuestros vehículos, nos dimos un abrazo, platicamos un momento y nos dijimos adiós, hasta la fecha. 242


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mexicanos, tan distantes geográficamente, nos entendiéramos perfectamente, mientras los gringos sureños y norteños a menudo tienen que deletrearse las palabras.

Diferencias entre México y España. Retrotraigámonos ahora a cuando recibí la distinción de ser el 1er Agregado Naval a la Embajada de México en España, al reanudarse relaciones, interrumpidas durante toda la dictadura de Franco.

Y es que en español todas las letras se pronuncian y siempre suenan igual y en inglés eliminan letras y cambian sonidos en cada palabra, aunque se escriban igual: wild, suena uaild y wilderness, uildnes, head, jed y heading, jiding y muchos ejemplos más. Aunque conservan títulos nobiliarios y tratamiento prosopopéyicos (a los eclesiás-ticos les dicen Su Eminencia, Su Ilustrísima y a los Almirantes Su Excelencia, etc.) es diferente lo claridoso del hispano y lo elusivo del mexicano, ellos llaman al pan, pan y al vino, vino y nosotros tratamos de no molestar ni incomodar a nadie.

Al principio sentí frustración por no serlo en Inglaterra o E.E.U.U., que tienen las marinas de guerra más poderosas y exitosas, pues Lepanto, la Armada invencible, etc. quedaron atrás ante Aboukir, Trafalgar, Santiago de Cuba, Cavite, Midway, Leyte, etc. y creer que iría a un país igual al nuestro, que fué 300 años la Nueva España y envidiaba que varios compañeros que no hablaban inglés fueron a Londres o Washington y yo, que sí lo hablo, no.

Dicen que esto se debe a que el colonizador español explotaba y maltrataba al indio, este trataba de escabullirse, de no hacerse no tar, darle la vuelta a las cosas o “cantinflear” para que no lo jodieran y ahora los mestizos heredamos esas maneras.

Allá pronto ví que estaba equivocado, pues somos diferentes, hablar el mismo idioma conviene y disfrutamos mucho la estancia.En un principio creí que ir a la “Madre Patria”, sería “más de lo mismo”: mismas costumbres, mismo idioma, etc. pero una vez allá ví que somos parecidos, pero no idénticos. En primer lugar el maíz que aquí es elemento básico, allá lo usan para engordar ganado y en cambio el garbanzo y las alubias que poco consumimos, allá son fundamentales.

Una vez en Madrid, un invitado dijo “me voy” y el anfitrión cometió el error de preguntarle “¿por qué te vas?” “porque me aburro, por que esta fiesta no vale nada”, eso es impensable en un mexicano, que diría “es que tengo enferma en casa a mi abuelita” (o a mamá, mujer o hijos), “sólo vine un rato por tratarse de ti”, etc.

Mientras nosotros sí comemos paella, fabada y puerco adulto, ellos comen lechón sin destetar, cordero, pescado y mariscos, pero ni soñar que coman mole, sopes, chiles en nogada, etc. Nuestra “tortilla” es de maíz y es comida, plato y cuchara, la de allá es una “omelette” de huevos con papa y cebolla o chorizo, etc. Los puercos aquí comen maíz y sorgo, allá bellotas y castañas.

Los modismos también difieren: “chaval” son los chamacos y “mozos” los jóvenes; “maje” aquí es tonto, allá “maja” o “majo” es hermoso, aquí “chulo” es bonito, allá es “padrote”, etc. Como las palabras tienen el significado que les dá la gente, entre los hispanotablantes, las que en unos países son “palabrotas”

El idioma sí es igual, tanto que en E.E.U.U. les extrañaba que chilenos, uruguayos y 243


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Se bajó para ir a preguntarme “¿vá a salir?” “sí, si me dejas”, dije molesto y ella me dejó turulato al decir “súbete al bordillo y échateme de culo”. Buen mexicano pensé, pero no dije “mejor échateme tú”.

procaces, escatológicas o groseras, en otros son usuales. Los ejemplos abundan: En Centroamérica en un baile una chica pisó a un cadete y le dijo “perdón, ya lo chingué”, él primero se sonrojó pero luego, para no quedarse atrás dijo “si ya me chingó toditito” porque no sabía que allá esa palabra significa equivocarse. En Cuba no se puede decir “papaya”, porque según ellos esa es la vulva de las mujeres y a ese fruto lo llaman “fruta bomba”.

Para finalizar con las diferencias idiomaticas entre México y España, aunque queden muchas en el tintero, citemos sólo tres más: A las “colas” las llaman “líneas” (“caravana” si es de coches) y para salirse un rato, en vez de “le encargo mi lugar”, dicen “pido vez”.

En Perú un pendejo es un niño muy listo o un hombre tonto. En Chile la señora de un diplomático mexicano se ofendió porque un oficial le dijo “qué bonitas chiches trae”, ella pensó “son las de todos los días”, pues no sabía que se refería a sus alhajas.

Conservan el “haceís”, “teneís”, etc. pero ya no el “usted”, sólo el “tú” y se sabe cual es por el resto de la frase: “oye, Alfonso” es el familiar “tú” y “oye, Almirante”, es el respetuoso “usted”.

En el cono sur, concha, es el monte de Venus femenino y chuchar es picar así que la mentada es “chucha la concha de tu madre”. En España usan mucho exclamar: “me cago en…” y según ellos lo hacen sobre Ceuta o cualquier otra ciudad, sobre las personas, los familiares, las madres y hasta en la vírgenes y santos.

Usan el término “señorito”, para nosotros ridículo o inexistente. A mí me lo aplicaron varias veces: Un domingo iba a una corrida a la Plaza de Toros de La Venta o a un partido de futbol del Real Madrid o del Atlético. Me sentía todo un típico aficionado español con boina y puro, pero un recepcionista me sacó de mi error, pues me dijo: “El señorito vá hecho todo un turista”.

Allá banqueta es acera, su orilla, bordillo, cuadra es de caballos, no calle, manzana es fruta, no superficie entre varias calles y una palabra frecuentísima es “culo”, pues es la parte de abajo de una botella, un vaso o la de atrás de cualquier cosa.

Otra vez fué porque a la vuelta de mi depa, había una cantina con portada aparatosamente decorada y muy iluminada. Un día salí de la Embajada y antes de comer, se me antojó tomar un “chato” de vino en una “tasca”. Quise entrar a esa cantina y el portero me detuvo diciéndome: “El señorito no puede entrar aquí”. Extrañado, dije: “¿Por qué? ¿Qué hay discriminación o qué?”. Y me respondió “No, es que este bar es sólo para maricas”.

Por eso recién llegado a Madrid, un día que no podía salir de donde estaba estacionado, porque se me habían pegado mucho un coche atrás y otro adelante, para aumentar mi dificultad se paró junto al mío otro que conducía una jovencita bonita.

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Y es que muerto Franco hubo más que libertad, libertinaje, se permitieron los bikinis y se soltó un “destape” desenfrenado, abundaron en los teatros espectáculos de encueradas como “Hair”, “¡Oh, Calcuta!”, se abrieron muchos “sex shops” (uno a la vuelta de la Embajada), salieron del clóset los gays, etc.

de a mi señora le encantaba, cuando hacia mucho frío, pasar a tomar una tacita de consomé con jerez y la “Casa Mira” especializada en turrones y dulces de almendras; en la Plaza del Príncipe “La Pajarita”, dulcería donde compraba “violetas” y dulces que ya no hay en otros lados y las “tascas” y restoranes de la Plaza del Sol.

Tour gastronómico en España.

Un recuerdo inolvidable es que cuando fueron mis nietos gemelos, de año 10 meses, no hablaban, pero en los restoranes hacían gestos y proferían grandes exclamaciones, pues los enloquecían los crujientes aros de calamar, “a la romana”.

Pasemos ahora a otro aspecto interesantísimo: la gastronomía. Los 2 años que vivimos en Madrid renté un amueblado nuevo, con servicio de seguridad y limpieza, en el Depart-hotel Recoletos muy bien ubicado, en la calle Villanueva, entre Serrano y la Castellana, a una calle del Centro Colón,2 de la Cibeles, 3 de la Secretaría de Marina y del Museo Naval, frente al de Arqueología (con copia de las cuevas de Altamira), cerca del mundialmente famoso Museo Del Prado y del hermoso parque real “del Buen Retiro”.

Al medio día, en la calle Jorge Juan, en “Alkalde”, comía delicias de la gastronomía española como el “txangurro” de centollo (rica sopa de grandes cangrejos), fabada y los gigantescos postres con nombres de artistas: “Raquel Meyer”, “Mistinguette”, etc. Como las recepciones casi nadie las hacía en casa, mis comidas “sociales” eran en “Los Borrachos de Velásquez” en donde Jesús, “chuche”, un mesero (en 2005 ya “capitán”) me apartaba mesa, en el centro ponía una banderita mexicana y nos servían abundantes entremeses de aceitunas, jamón, chorizo o tiritas de pescado y unas paellas magnificas, aunque jamás he comido mejores que las increíbles que hacía mi consuegro Juan de Dios Álvarez.

Frecuentamos todo eso, igual que el Centro Colón y Teatro de la Zarzuela, donde no faltábamos cada vez que las presentaban. 28 años después, me dio tristeza ver muy deteriorado ese depart-hotel, donde también se alojaba mi familia cuando iba. Frente al Centro Colón, en otro Departhotel donde vivía el Embajador Gómez Gordoa, había un buen restorán, ahí desayunaba yo copiosamente fruta, jugo (“zumo” le llaman allá), quesos, pescado, embutidos, “tortilla a la española” (huevos con capas de papa y cebolla) de chorizo, camarón, etc. y al final chocolate y pan.

Para la cena frecuentábamos Horcher, Zalacaín, La Dorada y otros buenos restoranes de mariscos y pescados: gambas, cigalas, rodaballo, etc. la Casa Paco por sus solomillos (filetes), el “Sobrino de Botín” famoso por su “cochinillo al horno”, etc. A todos los comederos que he citado íbamos con nuestros buenos amigos mexicanos, como Don Guillermo Álvarez (+), de Acapulco

Cerca del departamento, a distancia de caminar, había muchos lugares atractivos: en la Carrera de San Jerónimo, “Lhardy” don245


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sus “tapas” de jamón serrano, tortilla de patatas, etc. pelan cacahuates, cuyas cáscaras tiran al suelo, igual que las servilletas de papel con que se limpian la boca, de tal manera que el piso está por completo cubierto de esa basura.

que a menudo llegaba a vernos, condiscípulos del War College, diplomáticos, compañeros de la Armada que iban de paseo y con varios fuimos a Toledo, Segovia, el Escorial, etc. Finalizábamos la noche, casi a diario, en el “Corral de la Morería” u otros “tablaos flamencos” de los que ya estábamos ahítos pero a los que todos los visitantes querían que los lleváramos.

Como aún desayunan gruesas “porras” de patata y churros con chocolate, una madrugada, en Sevilla, al volver de las procesiones de Semana Santa, con mi mujer, mi primo Héctor y su señora Agueda, compré todos los churros del cazo de un vendedor callejero y se los invité a los que esperaban turno para comprar.

Lo malo de todo mi tour gastronómico fué que, cuando me dí cuenta, había aumentado más de 10 kilos y pesaba más de 100. Entonces dejé de ir a restoranes y me sometí a una dieta estricta: desayunar en casa 12 cerezas o “picotas”, comer un sándwich de 100 gramos de jamón y en las recepciones hacerme guaje con un “pincho” en una mano y una copa de vino tinto en la otra.

Recorriendo España. Esto me trae a otro tema buenísimo: El de los múltiples viajes que hicimos en España, Francia, Portugal y norte de África en los 2 coches nuevecitos que compré, un SEAT (FIAT Italiano, hecho en España) para mi señora y uso diario y un Mercedes Benz para las ceremonias, recepciones diplomáticas, etc. Del SEAT tengo muchos recuerdos, pues le metí varios miles de kms en nuestros viajes y lo vendí antes de regresarnos.

También aumenté el ejercicio yendo y viniendo a pié los 4 o 5 kilómetros que mediaban entre el depa y la Embajada y así volví a mi peso normal de entre 80 y 85 kilos. A eso me ayudó el que atrás del departamento había una tiendita donde compraba mi señora el jamón fresquecito, aunque a veces se iba hasta la calle Goya a un “delicatessen” muy grande y bonito que vendía variedad de platillos, pasteles y postres. Costumbres españolas.

También ingratos como la primera y única infracción por exceso de velocidad en carretera, medida por radar y enviada por correo.

Varias costumbres españolas llamaban la atención a los extranjeros: En casi todos los restoranes y cantinas cuelgan del techo muchas piernas de jamón, con la pezuña para arriba y un conito de lámina abajo, para que la grasa que les escurre no caiga al piso, pero pocas son de “Jabugo”, el mejor de todos los jamones, de cerdo ibérico de pezuña negra, carísimo, pero sabrosísimo.

Ir a Toledo fué de lo primero que hicimos, pues deseaba conocer la ciudad donde forjaban las históricas espadas que dicen debían su temple a las frías aguas del río Tajo (ahora hacen bonitos platos y adornos de metal taraceados en oro). También quería ir al Alcázar cuyo prolongado sitio y heroica defensa en la guerra civil admiró al mundo y se hizo famosa la espartana frase del Coronel Moscardó

En cambio en las “tascas”, donde todo Madrid toma sus “chatos” de vino tinto con 246


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tras, durante la ocupación musulmana, los árabes la usaron de mez-quita, pero en el siglo XI el Rey Alfonso VI, la reconvirtió a Catedral.

cuando los rojos apresaron a su hijo y amenazaron fusilarlo si el padre no rendía la fortaleza y él contestó “hijo, encomienda tu alma a Dios”, reviviendo la hazaña de Guzmán “el bueno”, que en idéntica situación les arrojó su propio puñal a sus enemigos, para que con el mataran a su hijo.

Hé tenido la suerte de visitar muchas de estas, de fama mundial, como la nuestra en el D.F., San Patricio en Nueva York, Notre Dame en París, las del Kremlin y San Basilio en Moscú y San Isaac en Petrogrado, la actual mezquita de Santa Sofía en Constantinopla, los “Duomos” de Colonia, Milán, Venecia, el Vaticano, etc. y a mi juicio, la de Madrid no vale la pena, si acaso Santiago de Compostela podría soportar comparaciones, pero la de Toledo es la única de España superior a varias de las más famosas del mundo por su imponente arquitectura gótica.

Tras gozar la hermosísima vista de la ciudad desde el Parador (hoteles del gobierno, muy buenos y baratos) al otro lado del río, cruzamos la bella puerta principal de entrada a la ciudad, que si mal no recuerdo llaman “de Bisagra”, que es de estilo morisco. Admiramos las angostísimas calles que después volveríamos a recorrer innumerables veces, vimos el Zocodover y la Judería, el cuadro del Greco del “Entierro del Conde de Orgaz”, visitamos el museo del Alcázar comimos perdices en un magnifico restorán extra muros de la ciudad y en la tarde emprendimos el regreso.

Dos cosas únicas de esa Catedral son la enorme lucerna (gran hoyo en el techo, para iluminar al altar) y su riquísimo “tesoro” entre el cual figuran muchas cosas de plata originarias de México.

El Alcázar, fortaleza de romanos, visigodos, árabes y cristianos es fuera de serie y lo más emblemático de Toledo. Fué destruido tres veces: una en el siglo XVIII, en la Guerra de Sucesión, otra años después por un incendio y la última en la Guerra Civil porque ahí estaba la Academia de Infantería del Ejercito. Fué sitiado y destruido, pero nunca se rindió. Las tres veces fué reconstruido.

Cansados de visitar tantos sitios interesantes, en aquel primer viaje a Toledo, en la tarde emprendimos el regreso a Madrid por una carretera que creo ahora “anancharon”, pero en aquel entonces era angosta, de un sólo carril de ida y otro de vuelta. Impaciente porque la cola de coches era muy larga y viendo que en una recta no venía nadie en sentido contrario, me salí de la fila y empecé a rebasar a todos los que iban a vuelta de rueda. De pronto me dí cuenta que nadie más que yo lo hacía, pues Franco los dejó acostumbrados a hacer las cosas en orden y no rebasaban a nadie por el carril contrario.

Otro sitio que mencioné, la Puerta Bisagra, es la entrada principal a la antigua Toledo. Construida durante la ocupación musulmana en el siglo 6 al 7 que parece es de una inmensa piedra, pero son dos: la antigua puerta y la nueva, hecha en el siglo XVI. Algo que omití de esa visita a Toledo fué la de la Catedral, fundada en el siglo I por San Eugenio, su primer Obispo. Como las de Sevilla, Córdoba, Constantinopla y muchas o-

Me dio tanta vergüenza hacer quedar mal a mi país por “guarro” (así llaman a los 247


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patanes o mal portados y en vez de “apretadas” a las presumidas, les dicen “no te hagas la estrecha”) que no lo volví a hacer en todo el tiempo que estuvimos allá.

sistematizaré la narración de lo que conocimos en nuestros viajes, en los años de 1979-81, no estrictamente por fechas o secuencia en que los efectuamos, sino por el rumbo o país al que íbamos.

Otra dos cosas que ví en España me dieron gran envidia: En las ciudades no había “embotellamientos” (“atascos” les dicen) porque usan el “uno y uno” (en los cruces pasa un carro de una calle y otro de la perpendicular a ella), no como los salvajes de aquí que no respetan a los viandantes, los pasos “cebra” o “marimbas” para peatones, se adelantan hasta en 3 o 4 filas a los que ya están esperando para dar vuelta, dicen “yo no paso, pero tú tampoco”, se quedan atravesados en las bocacalles, no se dejan rebasar y prefieren chocar que dejar pasar a alguien.

Usualmente salíamos de viaje los viernes en la tarde y volvíamos a Madrid los domingos en la noche, aunque a veces, cuando íbamos a lugares distantes, hacíamos, como buenos mexicanos, fines de semana largos con “puentes” o días festivos. Por eso mis amigos me bromeaban diciendo “¿Y tú, cuándo estás en Madrid?” y yo contestaba “Todos los días laborables”. Empecemos pues, por nuestros viajes al norte y noroeste de España y suroeste de Francia, que fueron varios y en los que lo primero que visitamos fué la histórica ciudad de Burgos con su gran castillo, su Plaza Mayor y la famosa Catedral de Santa María de estilo gótico-francés, con su singular reloj del Papamoscas.

La otra cosa envidiable es que allá muchos acostumbran trasnochar, pero había total seguridad, y se podía andar en las calles a medianoche con absoluta tranquilidad. Como llegamos a España a fines del verano (“ferragosto” le dicen en Italia), vimos que tienen la costumbre de cerrar sus “pisos” en las ciudades y pasar los calores en el campo o la playa.Pero como hasta en Madrid a veces nieva, nuestros 2 años allá en las estaciones calurosas viajamos al norte y en las de frío al sur.

De ahí cruzamos las Vascongadas a Bilbao, que me interesaba mucho conocer porque ahí hicieron los 10 guardacostas, del G-20 al G-29, que en los años 30s la Armada de México mandó construir en España junto con 2 transportes: “Zacatecas” y “Durango”; 3 cañoneros: “Guanajuato”, “Querétaro”, “Potosí” que se bautizaron con nombres de nuestros estados sin costa y que para repartir el trabajo se construyeron en Ferrol, Cadiz y Valencia.

El clima también influye en la comida, porque si quieres gazpacho, esa refrescante sopa de jitomate, en invierno no lo encuentras, como en verano tampoco encontrarás “cocido” madrileño, guiso de garbanzos con carne y verduras, porque ese “es caliente”.

El “Zacatecas” no llegó a México porque aún estaba en construcción y cayó en manos de los rebeldes franquistas que lo rebautizaron con el nombre del destacado derechista “Calvo Sotelo”.

Como nunca llevé un diario de mi vida y narro todo como lo recuerdo, no puedo garantizar una cronología exacta, por lo que

El “Durango”, aún sin terminar, escapó a Francia y no sé si debía haber un cuarto 248


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cañonero, pues eran números pares y se destinarían mitad a nuestra costa del Pacífico y mitad a la del Golfo.

Vizcaya, fué realidad a fines del siglo 19 cuando se encargó a Astillero Nervión, S.A. construir varios cruceros de guerra para la Armada Española, pero no continuó porque nunca fué capaz de producir a precios competitivos, a pesar de la protección arancelaria, lo que impidió tener demanda de armado res privados y sus socios no dispusieron del capital suficiente para hacer frente de las necesidades del negocio.

En todos esos buenos barcos grandes, pero no en los 20s, fui Oficial de Navegación, 2º Comandante o Comandante. En los 80s en Astilleros Zelaya construyeron el buque escuela velero “Cuauhtémoc”, que ha dado varias veces la vuelta al mundo y recorrido más distancia que la que hay de la tierra a la luna.

A principios del siglo 20 se inicio verdaderamente la construcción de buques de hierro y acero por la demanda de la flota mercante bilbaína, que se expandió mucho a fines del siglo 19.

Historia de los astilleros de Bilbao. Por considerarlo de interés, pues mucho es aplicable a México y sobre todo a Acapulco, transcribiré lo que internet dice acerca de la historia de Bilbao en la construcción naval y el turismo: La industria de barcos de madera fué tradición de siglos en Vizcaya. Se deprimió en el primer tercio del 19 y tuvo un auge hasta me dio siglo debido a la reactivación del comercio y el transporte marítimo y la protección arancelaria del estado que integró a las provincias vascas en el sistema aduanero de la Corona Española.

En 1900, los principales navieros de Bilbao crearon la Cía. Euskalduna de Construcción y Reparación de Buques, S.A. para tener un astillero donde construir y reparar sus embarcaciones. El despegue de la industria de construcción naval se produjo durante la Primera Guerra Mundial por el aumento de la demanda. En 1908 se creó en Madrid otra gran empresa, la Sociedad Española de Construcción Naval, S.A., que utilizó las instalaciones del Astillero del Nervión en Sestao.

En 1850 la construcción naval era el segundo sector fabril de la provincia detrás de las ferrería, pero experimentó un declive acusadísimo en el decenio de 1870 y desapareció casi por completo de 1885 en adelante por la apertura del mercado interior a la competencia extranjera y por el cambio tecnológico en la navegación que sustituyó los veleros de madera por buques de casco de hierro y luego de acero propulsados a vapor y la incapacidad manifiesta de los astilleros vizcaínos para adaptarse a las nuevas pautas de demanda del mercado.

Junto a las grandes empresas surgieron pequeños astilleros dedicados a la construcción y reparación de buques, fábricas de efectos navales de todo tipo y numerosos talleres auxiliares. Entre las 2 Guerras Mundiales la poca demanda causó el cierre de algunos pequeños astilleros y los grandes se diversificaron a otros medios de transporte y a construcciones metálicas.

El primer intento de establecer una industria de construcción naval de hierro y acero en 249


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Algunos se fusionaron para lograr economías de escala y obtener más recursos para hacer frente a las nuevas inversiones: Euskalduna adquirió Juliana Constructora Gijonesa, en 1956 y Astilleros de Mutiozábal 10 años después; la Naval se unió con Astillero Zelaya en 65; la Marítima de Axpe se asoció en 69 con la Asturiana Marítima del Musel, pero la operación mas importante, que cambió la estructura empresarial del sector, fusionó dos empresas privadas: Euskalduna y Naval con la pública Astilleros de Cádiz para crear Astilleros Españoles S.A., la más importante de España y una de las mayores de Europa.

En los 30s, la Guerra Civil y la difícil situación económica que la siguió, impidieron a la industria desenvolverse normalmente. Los problemas no fueron de demanda, pues las órdenes de construcción eran considerables, sino a restricciones de la oferta, pues la escasez de materias primas, energía eléctrica y mano de obra calificada, hicieron lento el ritmo constructor y se alargaron demasiado los plazos de entrega de los buques a los armadores. El tonelaje entregado en los 30s bajos, se rebasó en 48 y 53 y de 1958 en adelante fué amplia y regularmente superado, debido a la solución gradual de los problemas de oferta y al fuerte apoyo financiero del estado al sector, plasmada en la ley del 56. En 59 se entregaron más de toneladas, la industria naval absorbía el 25% de la mano empleada en el sector en España y el 20% del tonelaje total.

La crisis redujo la demanda y endureció la competencia en los mercados internacionales, donde los constructores asiáticos desplazaban gradualmente a los astilleros europeos.

100 mil vizcaína de obra producía

Ante las dificultades una parte del capital privado abandonó masivamente el sector dejando la crisis en manos del estado.

En los 60s y principios de los 70s, esa industria creció espectacularmente, pues en 1969 se rebasaron las 400 mil toneladas entregadas y en 74 se registró el máximo, de más de 800 mil.

Este tuvo que hacer frente a un gran reto: reconversión industrial y problemas derivados de la entrada de España en la Comunidad Económica Europea, lo que la obligaba a adaptarse a la normativa comunitaria (y reducir gradualmente las ayudas públicas) y abrir el mercado interior al resto de constructores europeos.

Así se sostuvo hasta 78, en que se inició una fuerte caída, los astilleros se especializaron en la construcción de buques de mediano tamaño bulk carriers, buques especiales frigoríficos y cerca de la 3ª parte de la producción se vendió al exterior.

Los astilleros vizcaínos resistieron razonablemente bien el primer impacto de la crisis por su especialización en buques de pequeño y mediano tamaño, los menos afectados, pero la caída de la producción continuó el siguiente decenio.

El crecimiento sostenido de la demanda exigió de los astilleros no sólo mayor y mejor capacidad de producción, sino también mejor gestión empresarial y mayor esfuerzo financiero.

Del 52 al 85 la reconversión del sector en el país vasco, fué intensa, el empleo bajó el 44%, las horas trabajadas a la mitad y a ritmo más lento continuó hasta 1994, cuando la 250


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población empleada disminuyó en 68% y las horas trabajadas en 73%.

mar, cuya vista ofrece muy pocos puertos”. Con eso se volvió un modesto balneario.

Algunos astilleros como Euskalduna o Zelaya cerraron y otros como Astilleros del Cadagua, Marítima de Axpe y Astilleros Ruiz de Velasco, se fusionaron en Astilleros Reunidos del Nervión.

El gran empujón lo dió el Museo de Arte Moderno Guggenheim, que en los 1990s se hizo mundialmente famoso porque, según su propaganda: “es de arquitectura grácil y sensuales curvas, evocador de las naves”, revestido de placas de titanio que semejan escamas y cuyas claraboyas de la Galería Pescado, la más grande, se diseñaron para parecer aletas de pez.

La recuperación a partir de 89, como sucedió en conjunto en España, nunca llegó a alcanzar las cifras anteriores a la última crisis, las que, por sus altibajos, se parecen a las cíclicas nuestras.

Su colección permanente no es particularmente impresionante, pero casi siempre tiene valiosas exposiciones temporales y la entrada para adultos cuesta 10 euros (como 200 pesos).

Bilbao puerto comercial y turístico. Como ya finalizamos con la crisis de la industria en Bilbao, veamos la solución que le dieron: evolucionar en otros aspectos.

Su importancia la demuestra la creciente afluencia de turistas desde entonces, que llegó a los 623,229 personas en 2007. Otros datos afirman que la ciudad recibe el 30% de las visitas al país vasco y que es el principal destino de esta Comunidad Autónoma, por encima del hermoso San Sebastián.

Primero, el comercial: El “puerto antiguo” de Bilbao estaba en el Arenal, cerca del Casco Viejo, pero, en 1902, habían construido un “puerto exterior” en la desembocadura de la ría en Santurce.

La mayoría de los turistas nacionales viene de Madrid y Cataluña, la de internacionales de Francia, Inglaterra, Alemania e Italia. Cuando fui a Bilbao aún no existía el museo y por eso lo que más recuerdo es su sabrosa “alta cocina”, la ría, los astilleros y que, en una visita oficial del grupo de Agregados Navales y Militares a la fábrica de armas del cercano Eibar, regalaron a cada uno una bonita escuadra española “Llama” calibre .380 que aún conservo.

En los 70s lo ampliaron e hicieron un “Superpuerto” Este es hoy uno de los más importantes de España. En 2007 movió 40 millones de toneladas, con Rusia y Brasil principalmente y en la primera mitad de 2008 transportó más de 67,000 pasajeros y recibió 2,779 buques (casi 20 al día). Esa actividad agregó 419 millones de euros (7,500 millones de pesos) al PIB vasco y generó casi 9,500 puestos de trabajo.

Pamplona y sus “San Fermines”.

Otro aspecto que mejoraron en Bilbao fué el turístico.Su primer impulso fué en 1872 con el tren Bilbao-Las Arenas, cuya publicidad ofrecía un paseo a éstas o a Portugalete, “donde se respiran las frescas brisas del

Pamplona es otra ciudad notable del norte de España, en Navarra y a sus “San Fermines” o “pamplonadas” fuimos los 2 años. 251


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Tras el “chupinazo”, cohete que da la salida a la calle de los bureles que se lidiarán esa tarde, viene la carrera desenfrenada de los “mozos” delante de ellos, algunos refugiándose en puertas y ventanas, hasta que, en la entrada al redondel se hace una gran pirámide de gente caída, sobre la cual pasan los toros, que algunos jóvenes desafían, en el ruedo, hasta su encierro.

por el muro y los castillos, las “Carmelitas descalzas” cerraron el lado sur con su monasterio. La plaza fue coso taurino desde el siglo 17 hasta 1843 y en 1943 le colocaron el famoso kiosco de música. A fines del siglo 20 hicieron ahí un polémico “parking” y hallaron en el subsuelo restos de termas romanas, una necrópolis musulmana, un tramo de la muralla medieval y partes del convento.

Antes los corredores eran jóvenes nativos, pero ahora hay extranjeros, viejos y borrachos, pues en esas fiestas beben en “bota” y en serio y bailan hasta agotarse, con la música de las gaitas. Muchos cantan: “1 de enero, 2 de febrero, 3 de marzo, 4 de abril, 5 de mayo, 6 de junio, 7 de julio, ¡San Fermín!”, pero por ahí leí que “Cada 6 de julio al mediodía, se lanza el cohete chupinazo y el encargado de hacerlo grita: “Pamplonesas, pamploneses ¡Viva San Fermín! Irundarrak ¡Gora San Fermín!”.

Roncesvalles. De Pamplona, fuimos a Roncesvalles, inicio en España del “Camino a Santiago”, por donde muchos peregrinos a Compostela pasan la barrera pirenaica, pues ahí convergen tres grandes rutas centroeuropeas, las de París, Vezelay y Le Puy.

De esas fiestas me traje de recuerdo una de las grandes boinas rojas que allá usan la mayoría de los pamploneses, pero me la pidió mi amigo, el Almirante, Subsecretario de Marina, Martínez Nájera, que coleccionaba sombreros y se la regalé. (Como aquí imitamos todo, ahora hay “huamantladas” en Tlaxcala en Tlacotalpan hacen que los toros crucen a nado el Papaloapan y como en España, también hay heridos y a veces muertos).

Quise ir porque sabía que en el desfiladero de Roncesvalles hubo un legendario combate donde murió Roldán, tema de la “Canción de Roldán”, el más antiguo Cantar de Gesta europeo. Lo que no sabía era que ahí no sólo murió él, sino también “Los 12 Pares de Francia”, que aquí en la costa, otras partes de México y hasta en centro y sudamérica, es una danza folklórica.

Pamplona y sus sitios de interés.

“Cantar de Roldán”.

En Pamplona la Plaza del Castillo es su “cuarto de estar” y aunque hecha en varias épocas, con distintos estilos, tiene solera.

Ese Cantar puede verse en 3 aspectos: 1.-) El vernáculo. Gesta es “hechos” en latín y los “cantares” eran poemas que juglares y trovadores, que iban de castillo en castillo, recitaban en público alabando las heroicas hazañas, de los caballeros andantes.

Entre 1308 y 1311, se construyó el 1er castillo, que se demolió en 1450 y el 2º levantado en 1513 y tirado en 1590. En los 1600 con la plaza ya delimitada por 3 lados 252


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Pirineos por ese camino y lo hizo con permiso del rey de Navarra.

Los españoles, hicieron famosa la “Canción de Roldán” que los franceses llamaron la “Chanson de Roland”.

Como la historia antigua no es precisa, no se sabe si fue una emboscada o gran batalla de más de 20 mil hombres, si ganó una coalición vasco-musulmana o sólo vascos, si fue en el desfiladero de Roncesvalles o el de Valcarlos (Vallis-Karolis); los llanos de Burguete o en “Corona de los Muertos”,Siresa, donde han exhumado muchos restos de armamento medieval.

Como todos los cantares, el de Roldán, es un poema épico anónimo, de varios cientos de versos, fiel reflejo de las virtudes exigidas a los caballeros, escrito a finales del siglo XI en lengua romance o francés antiguo. La versión llamada “manuscrito de Oxford” escrita en anglo normando alrededor de 1170 consta de 4,002 versos decasílabos en 291 estrofas de desigual longitud llamadas “tiradas”.

Lo cierto es que Carlomagno entró por la Marca Hispánica, llamado por el Valí de Barcelona, del Vilayato de la Marca Superior de al-Andaluz, (las “marcas” eran fronteras y de ahí deriva el título de “Marqués”) que se rebeló contra Abderraman 1º para ser Emir de Córdoba, apoyado por los francos, a cambio de entregarles la plaza fuerte de Saraqusta. El plan fracasó, pues Sulaiman no entregó Zaragoza, Carlomagno regresó a Francia con su ejército, el más poderoso del siglo 8 y el 15 de agosto de 778 su retaguardia fue desbaratada en Roncesvalles, murieron los 12 Pares de Francia y Roldán, antes de sucumbir, arrojó su espada al río.

Los 12 Pares de Francia, aquí en la Costa guerrerense es una danza que dura horas, cuyos parlamentos y personajes no me sé, pero creo que en ella figuran Mahoma, Carlomagno, el Almirante de Babilonia y, por lo tanto, quizá derive de aquel Cantar. 2.-) Aspecto histórico: En la vida real “Par de Francia”, fue un título de dignidad de un grupo de 12 nobles señores feudales, 6 eclesiásticos y 6 laicos, cuyo privilegio era no ser juzgados más que por la “Corte de Pares” y a cambio rendían homenaje (vasallaje) al Rey. Como es usual ese título sufrió modificaciones en diferentes gobiernos, unas veces fue hereditario, otras no, etc.

3.-) La leyenda cambia todo: el “Cantar”, escrito unos 3 siglos después, convierte a Roldán, Conde de la Marca de Bretaña, en sobrino del “viejo emperador” Carlomagno, de “barba florida”.

La “Vita Caroli”, crónica en latín del reinado de Carlomagno, dice que en verano de 778, el joven rey (aún no era emperador), pasó los Pirineos, tomó Pamplona y sitió Zaragoza pero, por un ataque sajón a su reino y un amotinamiento en Aquitania, levantó el sitio, saqueó Pamplona y se regresó.

Se adornan los hechos, hasta una dimensión heroica, se hace de la expedición, una especie de cruzada en que, tras 7 años, el emperador ha derrotado a los moros, conquistado España y sólo resiste Zaragoza, ciudad del Rey Marsilio.

Su retaguardia fue atacada y eso dejó huella, pues pasaron casi 8 siglos para que otro ejercito del reino de Francia pasara los

Los francos reciben unas sospechosas propuestas de paz, Roldán propone como 253


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embajador a su suegro, Ganelón, quien cree que su yerno quiere enviarlo a la muerte y para vengarse, prepara la traición, sugiere a Marsilio prometer a Carlomagno lo que sea para que se vaya con sus tropas y al emperador confiar la retaguardia a Roldán y los 12 Pares.

alega vengarse del que lo envió a la muerte. Apela al “juicio de Dios”. Su campeón Pinabel, es derrotado por Thierry d’Anjou, que pelea por Roldán. Ganelón muere descuartizado y Carlomagno vé en sueños al Arcángel San Gabriel, anunciándole victoria y desquite.

La emboscada de los vascos pasa a ser un ataque de 400 mil sarracenos, que sólo pueden derrotar a Roldán y a los 12 Pares de Francia, debido a la traición del pérfido Ganelón.

Así concluye esa leyenda de personajes bien caracterizados: Carlomagno, anciano sabio y paternal; Roldán, de valor alocado e imprudente; Oliverio, juicioso; Turpín, Arzobispo que muere bendiciendo a sus compañeros de armas después de haber peleado a su lado y Ganelón, envidioso, hipócrita y traidor.

A Roldán, valiente y temerario, lo acompaña un amigo imaginario, Oliverio, pese a sus consejos, no pide auxilio al grueso del ejército que ya pasó el desfiladero y rechaza dos oleadas de paganos ayudado por la flor de la caballería francesa, pero éstos caen uno a uno ante el número incalculable de moros que los acosan.

Los Doce Pares de Francia. Todo lo del “Cantar de Roldán”, cuyo argumento es el de una novela romántica o de aventuras y una batalla, fue motivado por mi preocupación por la pérdida de nuestras tradiciones. De niño veía a los estibadores bailar, en la playa del Rincón, en una tarima, a la luz de hachones de ocote y al son de un violín, guitarra y una quijada de burro, que golpeada suena como maraca, “los Diablicos”, cuya musiquita aún recuerdo.

Roldán decide por fin tocar su cuerno (el olifante) y antes de morir quiere romper a “Durandarte” (espada famosa como la “Tizona” o “Cantadora” del Cid o “Excalibur” del Rey Arturo), para que no la tome el enemigo, pero la piedra que golpea se parte. Carlomagno escucha el cuerno que pide socorro, sospecha la traición de Ganelón, lo arresta, vuelve a Roncesvalles, persigue a los moros que se baten en retirada, los extermina a orillas del Ebro, mata al Almirante de Babilonia, Baligante y finalmente toma Zaragoza, donde Marsilio muere furioso. Tras enterrar en Roncesvalles a Roldán, Oliverio, el Arzobispo Turpín y los 12 Pares, Carlomagno regresa abatido a Aquisgrán.

Supe de otras danzas del estado, “los Tlacololeros” en Chilpancingo y que en las Costas, sobre todo la Chica,quizá por lo alegre de los negros, bailaban “chilenas”, “Moros y Cristianos”, “el Cortés”, “la Conquista”, “el Macho mula”, “la Tortuga”, “los Tlaminques” y a varias las reviví, de Presidente Municipal, en “La Feria de la Nao de China”, pero nunca ví “Los 12 Pares de Francia”.

La hermana de Oliverio, Aude, muere de pena al saber que murió su amado Roldán. Ganelón es procesado. Niega su traición,

Otros amigos tampoco la han visto, sólo Jorge Galeana, dice que la vio en San Jerónimo y tardaba horas, pues un actor 254


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Todo el libreto (más de 30 horas de parlamentos) está escrito en verso rimado,cuya métrica varía constantemente, desde tercetos, octosílabos hasta estructuras mucho más complejas.

recorría la cancha de basket, decía su parlamento, se iba, venía otro, hacía lo mismo, hasta que él se aburrió y se fue. Toño Trani dice que en Ometepec la bailan, pero no la ha visto.

Por ejemplo en una intervención dice Carlomagno: “¡Valerosos generales / ¿Protestáis derramar su sangre / por la fe de Jesucristo?” y responden los cristianos: “¡Sí!; juramos bandera / para que el triunfo mayor / se celebre en nuestra tierra”.

En Achichipico, Morelos, al terminar Semana Santa la representación musical de “Los 12 Pares de Francia”, dura 3 días, 13 horas diarias (de 10 am a 11 pm) y lo llaman “El Reto”, porque se desafían y guerrean moros y cristianos.

En la obra hay escenas dramáticas como el encarcelamiento de los personajes o su muerte en batalla y otras ligeras, como las conversaciones de los embajadores de los bandos contrincantes.

El extenso libreto, con los parlamentos de los 32 actores, es un manuscrito del siglo XIX, copiado de otro de la época colonial, ya que el teatro comunitario era la forma de evangelización usada por los frailes para inculcar a los indios la religión cristiana.

El vestuario es espectacular: los cristianos portan galanos trajes azules, con capas bordadas en hilos multicolores y chaquira, en las que se representan, formadas por varios dibujos y de manera reiterada, vírgenes guadalupanas, completando su atuendo ostentosos sombreros con largas plumas.

El escenario es toda la plaza principal del pueblo y el ser “apuntador” es importante y agotador, pues va de un lado a otro de la plaza y a veces tiene que hacerlo corriendo. Además de la danza tradicional, han incluido los llamados “bailetes”, ejecutados por muchachas que, con un año de anticipación apartan su lugar para desempeñar tan honroso cometido.

Los ropajes de los moros son rojos y sus tocados diferentes. Las jóvenes, que cadenciosamente evolucionan al ritmo de los “bailetes”, visten deliciosos trajes blancos de reina y capas rojas bordadas. Por supuesto, lucen coronas como complemento de la jerarquía social a la que alude su vestuario.

El singular evento inicia el domingo de Pascua, termina el martes y el día más espectacular y concurrido es el lunes. Los cristianos son 14, sobresalen el emperador Carlomagno, Guy de Borgoña, Constantino de Roma, Ricarte de Normandía y el Arzobispo Turpín. Los moros son 18 y destacan el profeta Mahoma, el Almirante Balán, Fierabrás de Alejandría y la reina Floripes. Lógicamente “El Reto” es ganado por los primeros.

Cada representación es preparada con esmero y a los acordes de la música de viento, los diálogos y los enfrentamientos entre moros y cristianos son seguidos con atención hasta el anhelado desenlace: el triunfo del bien sobre el mal.

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recreo de monarcas y aristócratas, por lo que está repleto de lujosas residencias y casas de la nobleza europea. Cuando él murió, la emperatriz vendió el palacio, que en 1881, se volvió Hotel Casino Palais, de gran lujo y, en los 1950s, nació el surf y Biarritz fue su capital, pero la ciudad decayó.

Finalizado el tema de las danzas, vuelvo al de los recorridos de mi señora y míos por muchos lugares notables del mundo. El edificio más antiguo que vimos en Roncesvalles, es el “Silo de Carlomagno”, del siglo XII, que la leyenda dice se construyó sobre la roca partida por la espada “Durandarte” y que ahí están en terrados Roldán, el Arzobispo Turpín y los “12 Pares de Francia”.

A mí la playa no me gustó, pues es abierta, tendida y de fuerte oleaje, pero me llevé una sorpresota muy agradable, cuando una guapísima jovencita pasó junto a nosotros, para meterse al mar, se quitó el largo kaftán blanco que llevaba y ví que tenía un cuerpo escultural y que sólo usaba la parte inferior del traje de baño, pues allá es de lo más normal nadar sin sostén, “top-less”.

Biarritz. De Roncesvalles, por San Sebastián e Irún, entramos a Francia, para ir al famoso santuario de Lourdes, pero antes de éste, cruzamos St. Jean de Luz y nos fuimos a Biarritz, ciudad de veraneo, a 145 km de Bilbao y 20 de la frontera en Hondarribia Su propaganda dice que “es un balneario encantador, con una filosofía de vida basada en la talasoterapia (tratamiento de las enfermedades con baños de mar), en un entorno de gran estilo, sólida experiencia en turismo de negocios, amplia selección de actividades, vuelos diarios a París, Londres, que el “train de grand vitesse”, alta velocidad o TGV, hace 4h 45m a París y que hay trenes directos desde Madrid y Barcelona”.

Bayonne. Siguió Bayonne, cuyo casco viejo, dominado por la ciudadela de Vauban, el Chateau Vieux y el Neuf, tiene más de 15 si-glos, capital cultural del país vasco, en su museo etnográfico hay más de 2 mil obras de arte y en el donado por el pintor León Bonnat, hay pinturas, esculturas, dibujos y grabados de Goya, Durero, Miguel Ángel, Rafael, Delacroix, Rubens, el Greco y Degas. También es famosa como ciudad taurina, su jamón tiene reputación mundial y es la 1ª ciudad chocolatera de Francia, pues desde el siglo 17 lo hacen como lo hacían los judíos, expulsados de España y Portugal, que se instalaron en el barrio de St. Esprit.

Biarritz era, desde el siglo XI, un pueblo ballenero, que Víctor Hugo descubrió en 1843 y donde, en 1854 Napoleón III y su esposa Eugenia de Montijo, construyeron un palacio inmenso, en la Grande Plage, playa que es el principal atractivo turístico, el más concurrido, que está en el centro de la ciudad y es parte de los casi 4 km de arenales, con nombres tan atrayentes como Miramar, Port Vieux, Cote des Basques, Marbella y Milady.

Como allá son más abusados que nosotros para los negocios, para atraer al turismo hacen “Feria del Jamón”,“Jornadas del Chocolate”, “Festival de las translatinas”, “Ruée del Jazz” y “Fiestas del Primer Miércoles de Agosto” ante “el Rey León”.

Al establecer ahí su residencia de verano Napoleón III, Biarritz se volvió lugar de 256


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En Bayonne Napoleón I (el Grande, no el Pequeño, como bautizó Víctor Hugo al III) tuvo prisioneros e hizo abdicar a Carlos IV y a Fernando VII, para hacer Rey de España a su hermano José Bonaparte, a quien sus súbditos apodaron “Pepe Botella”.

Lourdes. De Pau siguió Lourdes, importante plaza fuerte en el medievo, cedida a los ingleses en 1360, fue recuperada en 1406 y su castillo, del siglo 14, lo reedificaron en el 16.

Eso causó la Independencia de las colonias en América, pues el clero no podía permitir que los liberales franceses, que decapitaron al rey Luis XVI y la Reina María Antonieta, tenían un Emperador “espurio” que le quitó la corona de las manos al Papa para coronarse él mismo y propagaban las ideas de “Libertad, igualdad, fraternidad”, impidieran su absoluto dominio espiritual.

La leyenda dice que cuando Carlomagno regresó de su incursión en España, sitió Lourdes, ocupada por musulmanes al mando de Mirat, pero un águila gigante que llevaba en su pico una trucha enorme, la dejó caer entre los sitiados. Mirat la recogió y la envió a Carlomagno, para que viera que tenían víveres suficientes para resistir el asedio. Él lo creyó y envió a su obispo Turpín (¿pues no que murió en Roncesvalles?) a entrevistarse con el musulmán que acabó convirtiéndose al cristianismo.

Por eso Hidalgo en “el grito” vitoreó a Fernando VII, los insurgentes, acostumbrados a la monarquía, pedían que un “príncipe de la sangre” viniera a gobernarnos y sólo fue el genial Morelos el que actuó para hacernos independientes de cualquier otra nación.

Por eso su blasón es escudo de gules con 3 torres negras, almenadas, sobre una roca de plata. Un águila negra con alas abiertas y una trucha de plata en su pico vuela sobre la torre mediana. Punta en azul con 6 montes que separan los 7 valles de Lavedan.

Pau. De Bayonne continuamos a Pau, en la Aquitania, en cuyo castillo, fortaleza de los Vizcondes de Bearn y residencia real en el Renacimiento, nació el Rey de Navarra, Enrique IV, que 2 veces cambió de protestante a católico para poder ser Rey de Francia, la última diciendo su famosa frase de: “París bien vale una misa”.

Santuario de Lourdes. Al oeste esta comarca de los Pirineos, antes poco conocida, tiene el negruzco promontorio rocoso de Massabielle (Rocas viejas). En 1858, Lourdes era una pequeña aldea con casas muy humildes, y el 80% de sus habitantes eran analfabetas.

También en Pau nació Bernadotte, uno de los Mariscales de Francia bajo Napoleón, que fué llamado a ser Rey de Suecia y fundó la dinastía que aún gobierna ese país escandinavo.

Ahora es un gigantesco santuario, de los más concurridos del orbe, que valida lo que me dijo aquel taxista andaluz en Madrid: “Dime de otro negocio que empiece con un niño, una vaca y un borrico y llegue a ser el más rico y poderoso del mundo”.

Para mi envidia un funicular une la estación del tren y la ciudad, en cambio en Acapulco, con tantos cerros, no hay ni uno. 257


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peregrinos por un día, que con el tiempo muy apretado, van a la Gruta de las Apariciones, al impresionante Vía Crucis por la montaña, al “Ministerio de la Reconciliación” muy importante aquí, se bañan en las piscinas, y, por supuesto, participan en las diarias procesiones de “El Santísimo” y la “Mariana”, con antorchas.

Efectivamente el área del santuario tiene 52 hectáreas, 40 lugares de culto, presupuesto anual de 18 millones de euros (casi 500 millones de pesos) 80% son donaciones y 20% donativos y herencias que la gente entrega a nombre de la Virgen de Lourdes. El Rector se hace cargo de 7 mil personas de la “Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes” y más de 100 mil de hospitalidades de distintas peregrinaciones y regiones del mundo.

El Papa Pío X extendió la celebración a toda la iglesia y Pío XI canonizó a Bernadette el 8 de diciembre de 1933. El Papa Juan Pablo II fue en peregrinación a Lourdes en 1983 y 2004 y Benedicto XVI lo hizo en septiembre de 2008.

Transitan 30 sacerdotes de 4 congregaciones religiosas y diferentes diócesis, para recibir, acompañar a peregrinos, celebrar y administrar sacramentos. Además hay 5 comunidades femeninas al servicio del santuario. 297 personas tienen empleos fijos y 95 temporales para el mes de febrero, más 63 de servicios varios.

Lourdes actualmente está comunicada con Tolosa, Burdeos o Bayona por 2 autopistas la A 64 y la RN 117, enlace ferroviario directo a París vía Nantes y Burdeos (Tren de Alta Velocidad “TGV” Atlantique en 5 hr) y a muchas otras ciudades importantes, dos aeropuertos internacionales: Tarbes-Ossun y Pau-Uzein, vuelos todo el año a ParísLyon-Marsella-Niza-Nantes y “charters”, en temporada, desde las principales ciudades europeas.

En Lourdes desde fines de marzo hasta fines de octubre la actividad es desbordante e ininterrumpida, pues las peregrinaciones se suceden con un calendario preciso. Juan Pablo II proclamó el 11 de febrero, aniversario de la primera aparición, “Jornada Mundial del Enfermo” resaltando esa vocación pero todas las fiestas religiosas, especialmente La Asunción atraen grandes multitudes a Lourdes.

Bernadette Soubirous. Todo esta riqueza y desarrollo lo inició, una pobre niña analfabeta de 14 años, Bernadette Soubirous, cuyo padre, molinero arruínado vivía con sus 4 hijos, en un sólo cuarto, el “cachot” o calabozo de la calle Petits-Fossés, que había sido cárcel en otros tiempos.

Se celebran en promedio 70 misas diarias en todos los idiomas, en horarios oficiales o propios de las peregrinaciones y en temporada, “Misa Internacional” miércoles y domingos, a las 9, en la basílica subterránea de San Pío X, donde caben 30 mil gentes.

Apariciones de la Virgen de la Inmaculada Concepción.

Las peregrinaciones o grupos permanecen 4 o 5 días, lo que ha originado una gran hotelería, pero hay servicios para los

El 11 de febrero de 1858, Bernadette, su hermana y otra niña recogían leña a orillas del río Gave y en la Tute aux cochons, 258


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Ahora van a Lourdes 6 millones de visitantes al año, de 130 países y millares de voluntarios acompañan a enfermos y minusválidos cuya esperanza es la razón de las peregrinaciones oficiales, pues aunque la Oficina Médica ha reconocido un número limitado de “milagros”, esa palabra vincula a Lourdes con el mundo.

(cochon es puerco) una gruta solitaria, de Massabielle, de 3.5 mts de alto y suelo árido y seco, vio “a una hermosa señora”.De ese día hasta el 16 de julio la pastorcita tuvo ahí 18 apariciones de “la señora” dándole mensajes con gestos y palabras. Enterados de ello, por los chismes habituales, sus coterráneos empezaron a seguirla y su número fue aumentando conforme se sucedían las “apariciones”, que sólo ella veía.

Si está comprobado que la fe no sólo mueve montañas sino acarrea multitudes y genera grandes riquezas como se ve en Roma, Lourdes, Fátima, Compostela, el Corcovado, la Basílica de Guadalupe, el Cubilete, Chalma, San Juan de los Lagos, etc. ¿Por qué no hacemos algo similar con “Papa Chuy” de Petatlán? ¿Se imaginan su prosperidad si se hicieran varios “milagros” ahí? Pero eso es soñar, pues aquí somos “enemigos de la riqueza”.

El 24 de febrero, 8ª aparición, “la señora” dijo a Bernadette: “Haz penitencia y reza por los pecadores”. El 25 le manda: “Vete a beber y a lavarte en la fuente”. Obediente excavó en la roca y surgió la fuente de agua, que hoy es meta de peregri-naciones y ha atestiguado varios milagros.

De regreso a España.

En la 13ª aparición sus palabras, fueron decisivas para Lourdes: “Ve a decir a los sacerdotes que se construya aquí una capilla y que se venga en procesión”.

De Lourdes, volvimos a Madrid y, en otras ocasiones, por obligación profesional y gusto personal, recorrimos toda la península que ocupan España y Portugal, donde también era Agregado Naval y disfrutamos especialmente de sus hermosas costas y puertos del Cantábrico, el Atlántico y el Mediterráneo.

Sólo en la 16ª aparición, el 25 de marzo, la “señora” le revela su nombre: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. Su dogma había sido proclamado 3 años antes y su imagen, descrita por Bernadette es: Una joven, vestida de blanco con un cinto azul que le cae al frente, las manos juntas en expresión de orar, un rosario colgando del brazo y una rosa dorada en cada pié.

Iniciaré el recuento de esos viajes por el norte desde las Vascongadas hasta Galicia, cruzando Asturias, cuna de mi apellido. Guernica. Ya conté que en la provincia de Vizcaya al ir a Lourdes, pasamos por San Sebastián e Irún, pero como nos faltó la mundialmente famosa Villa de Guernica y Luno, en otro viaje fuimos allá.

El 18 de enero de 1862, el Obispo de Tarbes, decretó: “La Virgen María realmente se apareció a Bernadette Soubirous”.

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No fue el primer ataque a gente o ciudades inermes por las fuerzas aéreas extranjeras que combatían al lado de los sublevados, (como los aviones “chatos” rusos o los voluntarios de las “Brigadas Internacionales” lo hacían de lado del gobierno), pues un mes antes aviones italianos bombardearon Durango y alemanes ametrallaron a la columna de fugitivos civiles en la carretera Málaga-Almería, causando cientos de víctimas, pero sí fue el primer bombardeo masivo, que tenía como objetivo arrasar una ciudad (ante cedente de Coventry, Dresden, Munich, etc.)

El famoso “Árbol de Guernica”. Y va de historia: Esa cabecera de un municipio que sólo tiene 36 ayuntamientos y 60 mil habitantes, era conocida en España desde muy remoto pasado por “el árbol de Guernica”, cuya imagen a parece en el escudo oficial de la provincia, que es un gran roble, que simboliza las libertades tradicionales de los vizcaínos y por extensión la de los vascos, porque bajo su sombra el Señor de Vizcaya juraba respetar sus libertades o “Fueros”. Cuando el título de Señor de Vizcaya pasó a ser del Rey de Castilla y luego del de España, fueron éstos los que juraban y en la Casa de Juntas de Guernica un cuadro del pintor del siglo 17, Francisco de Mendieta, muestra a Fernando, el Católico, jurando.

Guernica de unos 5 mil habitantes, más mucha tropa que se retiraba para defender Bilbao y refugiados que huían del avance de las tropas franquistas, no tenía ninguna defensa aérea, pero sí 3 fábricas de armas, una de ellas de bombas de aviación.

La última vez que se cumplió ese rito fue en 1839, con la Reina Regente, María Cristina, representando a Isabel II, pero el moderno Lehendakari vasco, ahí promete cumplir con su cargo.

La Legión Cóndor, cuyo Jefe de Estado Mayor era el Teniente Coronel Wolfram Von Richthofen primo de Manfred, “el Barón Rojo”, legendario héroe de la Primera Guerra Mundial, envió 4 escuadrillas de bombardeo y una de bombardeo experimental, escoltados por “cazas” alemanes e italianos de la “Savoia”.

Está documentado que el Árbol Padre nació en el siglo 14 y murió en 1792. El Árbol Viejo, lo hizo en 1860 y aún conservan su tronco, el Árbol Hijo soportó el bombardeo de Guernica en 1937, pero sucumbió el 20 de abril de 2004 y el 25 de febrero de 2005 lo remplazó uno de sus retoños, que preside la Casa de Juntas. En la actualidad hay varios descendientes de este roble en todo el mundo en diversas comunidades de la diáspora vasca.

El devastador ataque empezó a las 4:30 p.m. lanzándose gran cantidad de bombas de 550 libras y más de 3 mil proyectiles incendiarios de 2 libras sobre el casco urbano, mientras los “cazas”disparaban, en vuelo rasante, a los que huían del lugar. La destrucción causó mucho humo y los últimos bombarderos, al no poder ver sus objetivos, descargaron sus bombas a ciegas.

Bombardeo de Guernica. En la Guerra Civil Española (1936-39), campo de ensayo para la Segunda Guerra Mundial, esa villa fue bombardeada.

A las 7:30 p.m. terminó el ataque, pero el incendio no se pudo apagar totalmente, hasta el día siguiente. 260


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de Guernica / y ante vosotros representantes del pueblo / juro desempeñar fielmente / mi cargo.

Aunque en ésa época era casi imposible impactar un puente de 15 metros con bombas lanzadas a 3,600 metros de altura, los alemanes dijeron que ese había sido su objetivo y atribuyeron la destrucción de la ciudad a sus propios habitantes.

3.- Muchos apellidos de mexicanos provienen de pueblos y ciudades de España, pero en Acapulco abundan los de Vizcaya, (en orden alfabético): Arrieta, Arteaga, Bermeo, Berriatúa, Carranza, Echeverria, Elorrio, Marquina, Miravalles, Mugica, etc.

El hecho real es que el puente y una fábrica de armas de las afueras de la población, quedaron intactos y que periodistas extranjeros difundieron la noticia y probaron la verdad.

Arangueren.

Su repercusión internacional y la propaganda han hecho un icono anti-bélico de esa masacre mundialmente conocida y a ello contribuyó, en gran parte, el famoso cuadro de Picasso.

Viajemos ahora hacia el oeste empezando por Aranguren, en Navarra, pueblo natal de mi cuñado Juan Manuel Fernández Ontañón, cercano a los turísticos Puente de Vizcaya (16 kms), Cueva de Altamira (84 kms) y Atapuerca (99 kms), según algunos arqueólogos, el sitio poblado más antiguo de Europa.

En 1997, sexagésimo aniversario del ataque, el Embajador alemán en España, leyó una carta de su Presidente a los supervivientes del bombardeo pidiendo públicamente perdón y reconciliación por la participación de los aviones alemanes.

En los 1970s en España a los carrotes, que usaban los toreros y la gente rica, les decían “haiga” (es decir ¿cómo lo hubo?) y Juan Manuel, que era muy ocurrente, contaba que, para apantallar a sus amigos y probar que él “la había hecho en América”, en su primer viaje a España se llevó un “haiga” tan grande, que no podía dar vuelta en las esquinas de las calles de Aranguren.

Otras anécdotas de Vizcaya que me parecen interesantes son: 1.- Cuando las tropas franquistas tomaron Guernica en 1937, se supo que los “falangistas” cortarían el árbol a hachazos, por ser símbolo del separatismo vasco y un Capitán del Tercio de Begoña, formó un escuadrón de requétes armados que lo impidió.

Castro Urdiales. De Aranguren nos fuimos a Castro Urdiales, municipio costero en el extremo oriental de Cantabria, que tiene, como casi todo en España, una historia larguísima e interesantísima.

2.- En vasco el Lehendakari dice: Jaungoikkuaren aurrean apalik / euzko-lur ganian zutunik, / asabearen gomutaz / Gernika’ko zuaizpian / nere aginduba ondo betetzia / zin dagit. O sea: Ante Dios humillado, / en pié sobre la tierra vasca, / en recuerdo de los antepasados / bajo el árbol

La ciudad, está a 75 km de la capital provincial, Santander, y a 35 de Bilbao, pero la zona está poblada desde la prehistoria como lo prueban las pinturas ru261


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pestres en varias cuevas y los restos de “castros” (campamentos militares) preromanos.

dos del mismo siglo, resurgió por la minería, la creciente importancia de la pesca y las fábricas de conservas de pescado.

Plinio, “el viejo” lo cita como el “Portus Amanus” y en el año 74 se estableció ahí la colonia romana de Flaviobriga que debió su nombre al emperador Tito Flavio Vespasiano. (“briga”, es céltico).

Hoy es turística y residencial, pero en la Puebla Vieja, conjunto monumental a orillas del mar, hay vestigios interesantes de la ingeniería hidráulica romana que conducía agua del Chorrillo y de construcciones medievales en el Cementerio Municipal de Ballena, Cargadero de mineral (en Mioño) y ruinas de la Torre de los Templarios (en Allendelagua).

En la Edad Media Castro Urdiales era marinero y había construcción naval en los astilleros de Sámano, en el río Brazomar.

El municipio protege al edificio más antiguo, (la iglesia de San Pedro del siglo XI) y al del Ayuntamiento (del siglo XVI, restaurado varias veces) y son notables palacete, castillo-observatorio y jardines de los Ocharan o Toki-Eder, la casa Sotileza, la de los Chelines, las Casas-torre de Otáñes y la de Cerdigo (construida entre los siglos XVII y XVIII, con el escudo sostenido por leones).

En la Reconquista, aportó naves y hombres a la marina de Castilla y tenía pesca, caza de ballenas y comercio marítimo. Su divisa, del siglo 13 es: “Castro soy y Castro he sido / asiento en firme montaña / y a la Corona de España / con lealtad siempre he servido / Armas, Escudo y Señal / Castillo,Puente y Santa Ana / Naos, Ballena y mar llana / son de Castro la Leal”.

También el Faro del Castillo de Santa Ana y el yacimiento de Otáñes, donde encontraron una pátera de plata y oro.

Entre 1394 y 1471 usaron un cambio en el comienzo de la divisa: “Castro soy y siempre he sido / Vizcaya firme es mi asiento / y a España con noble aliento / y lealtad siempre he servido”.

Frente a la iglesia de Santa María, un “Miliario” romano, del año 61, hallado en Otáñes, tiene inscrito: “Nero Claudio, hijo del divino Claudio César Augusto Germánico, Pontífice Máximo, con el Poder Tribunicio por octava vez, el Imperio por noveno y el Consulado por cuarta. Desde Pisoraca 180 millas”.

Al descubrirse América, Castro Urdiales, se dedicó a las colonias de ultramar y casi abandonó el comercio con la Europa Atlántica. En 1588 participó en la Armada Invencible con 15 naves y unos 400 hombres al mando de Don Antonio Hurtado de Mendoza.

Fiestas de Castro Urdiales. Las fiestas de Castro Urdiales son casi todas de origen religioso. El Carnaval: la gran diversión de estos días finaliza con el “Entierro de la Sardina”, en la dársena del puerto.

El 11 de mayo de 1813 tras fuerte resistencia, la tomaron las tropas napoleónicas y la ciudad quedó casi destruida, pero a media262


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30 de noviembre, Fiesta de San Andrés Apóstol, patrón de los marinos. Esta y el Coso Blanco, son las más características: Hay regatas de bateles, verbenas, concursos de la vida marinera y el menú obligado son los caracoles y el besugo “a la preve”.

El Viernes Santo representan “la Pasión Viviente”; junio 23, comienza una semana de fiestas de San Juan, con una hoguera y la tradicional “sardinada” en la Atalaya, un torneo de futbol y pasacalles de “gigantes y cabezudos”; junio 26, San Pelayo Mártir, romería a la Atalaya y merienda con tortillas de patatas, refrescos, pimientos y música.

Santillana del Mar. De Castro Urdiales seguimos a Santillana del Mar, municipio poblado desde la prehistoria, pues el hombre de hace 15,000 años ahí halló condiciones óptimas de vivienda, caza y pesca, que pintó en la mundialmente famosa, Cueva de Altamira.

El primer viernes de julio, “Festividad del Coso Blanco” de interés turístico nacional, desfile de carrozas a las 11 de la noche desde el parque Amestoy, con autoridades, comparsas y publico, batallas de bolas de confeti y serpentinas, lanzamiento de fuegos artificiales y 2 monumentales verbenas con “toro de fuego”.

Ahí también se han hallado restos cerámicos y lápidas romanas. En la Edad Media, entre los siglos 8 y 9, se fundó un monasterio que guardó las reliquias de Santa Juliana de Bitinia (Santa iliana). Eso inició la Villa y originó su nombre. En el siglo 12, monasterio y ciudad, prosperaron y enriquecieron, porque por aquí pasaba el Camino de Santiago, costero. En el 13 la hicieron capital de la Merindad de las Asturias, sede permanente del Merino y en el siglo 15, Marquesado de la casa de los Mendoza.

16 de julio, Fiesta Marinera de la Virgen del Carmen, ofrenda floral en altamar con todas las embarcaciones adornadas. 26 de julio, Festividad de Santa Ana, eucaristía en la ermita dedicada a ella en el conjunto histórico y verbena. 14 de agosto, Fiesta de San Roque y Santa María de la Asunción, patrona de la ciudad, con “Procesión Nocturna de las Velillas” en la que sacan a la imagen de su iglesia y recorren el casco viejo de la ciudad, llevando todos una vela encendida.

Su privilegiada posición monacal y nobiliaria le ha dado gran patrimonio artístico y centros como la Plaza de las Arenas con la Colegiata (del siglo 11); la Ramón Pelayo (antes Plaza del Mercado), con las Torres del Merino y de Don Borja, la Casa Consistorial y el área de los conventos de Regina Coeli y San Ildelfonso.

15 de agosto, “Marmita Popular”, en la Plaza del Ayuntamiento, en donde muchas “cuadrillas” preparan “marmitas marineras” que se someten a un riguroso jurado culinario (el parecido a los “Días de paella” del Elcano o Club de Golf de Acapulco o las de la Virgen del Carmen con las de Campeche, ha de ser coincidencia). Alegría, cucañas marítimas, verbena y “toro de fuego”.

En arquitectura románica religiosa, destaca el Monasterio Colegiata de Santa Juliana que los linajes de la villa engrandecieron. En la civil la Torre de Don Borja y la del Merino o Palacio de Velarde, ambas del 263


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Hermes de bronce, monedas, cerámica, en el promontorio de San Martín, una villa del siglo I d.C.; restos de un Hypocaustum, termas, monedas de plata, un ánfora y en Somorostro (Summum rostrum, “promontorio mayor”) bajo la catedral, restos de iglesias medievales, estructuras romanas, un sestercio de la era del emperador Trajano y monedas de Constantino I, signos de actividades mineras y comerciales.

siglo 15, la Casa-Palacio de PeredoBarrera y las de los Villa y los Bustamante, del siglo 18. En instituciones culturales la Casa-Museo del escultor Jesús Otero, Museo Diocesano, Fundación Santillana, Museo de Caja Cantabria y salas de exposición en las Casas del Águila y la Parra. En la Colegiata, símbolo del poder monacal, son ejemplos del románico cántabro los capiteles del claustro y los relieves policromados de un Pantócrator, Virgen Sedente con el Niño y Santa Juliana dominando al Demonio; conserva bellas esculturas como el sepulcro de Doña Fronilde del siglo 12, estatua yacente del de Santa Juliana del siglo 15 y pinturas como la hispano-flamenca de la misma Santa, un Cristo de la escuela castellana del siglo 17 y el adornado frontal sobre el altar mayor, de plata repujada, procedente de México, regalo de Luis Sánchez de Tagle. Del 16 al 18, le añadieron una logia, un frontón sobre la portada meridional, la sacristía y la casa del abad, en estilos renacentista y barroco.

Según la leyenda, absurda como casi todas, en el siglo 3, para salvar del avance musulmán las reliquias de las cabezas de San Emeterio y San Celedonio, mártires decapitados en Calahorra por no renegar de su fe católica, las trasladaron a Santander “en una barca de piedra”, que tras dar vuelta a la península, para entrar a la bahía chocó y “atravesó una roca” (actual “Isla Horadada”). Puestas las reliquias en una cueva del cerro de San Pedro, bajo el monasterio, éste los hizo sus “santos patronos”, los puso en su escudo y según los filólogos empezó la secuencia de su nombre Sancti Emetherii >Sancti Enderii > Sanct Endere > Santendere > Santander.

Por todo ello esta villa medieval, de calles empedradas, está calificada de “Conjunto Histórico Artístico”, aunque no me impresionó mucho, pues la vi muy parecida a nuestros pueblos típicos.

Las incursiones de los navegantes nórdicos, eran frecuentes y en el siglo 5 (hace 1,500 años) los Hérulos la saquearon. El siglo 12, Alfonso II, el Casto, fundó la Abadía de los Cuerpos Santos, luego el abad fue Señor del Pueblo y éste tuvo “fuero” para tráfico marítimo, pesca y comercio, dando tributo a la Abadía.

Santander. De Santillana seguimos a Santander, capital de la actual Comunidad Autónoma y Región Histórica de Cantabria.

Dentro del recinto amurallado hubo 2 Pueblas unidas por un puente sobre la Ría de Becedo que llegaba a las Atarazanas, astilleros construidos para aprovechar los bos-

Su historia es larga y puede ser el romano “Portus Victoriae Luliobrigensium”, pues en la península Magdalena, hallaron restos de un edificio con piso de mosaico, un 264


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peste y murieron unas 6,000 gentes, de una población de 8,000. La ruina y el despoblamiento no empezaron a aliviarse hasta 3 siglos después.

ques cantábricos, pues la villa estaba obligada a dar a la monarquía una nao al año. La Puebla Vieja, en Somorrostro, dominaba ciudad y bahía, incluía el Castillo, la Abadía y los locales de artesanía y comercio de las 2 calles principales, la Rúa Mayor y la Menor o de las Carnicerías viejas. La Nueva, más abajo, tenía los conventos de Sta. Clara, San Francisco y sus vías principales eran la Rúa de la Sal, del Palacio, del Artillero, del Cadalso y Puerta de la Sierra.

En 1754, fue capital de diócesis, el abad, obispo y la colegiata, catedral. En 1755, recibió el título de Ciudad.En 1851, gracias al ferrocarril de Alar, se hizo puerto de salida de los productos de Castilla, su evolución y progreso creó prosperidad y la ciudad se amplió, sobre terrenos ganados al mar. Turismo: En el siglo 19 hubo auge de balnearios entre las clases acomodadas europeas, por el nuevo concepto ocio-salud. Una serie de iniciativas hoteleras promocionaron Santander en la corte por sus playas “propicias para los baños de olas” (la 1ª temporada la anunció la prensa en 1856). Se creó el balneario El Sardinero, de 2 kms de playa, que fue destino estival de la alta sociedad española a principios del siglo 20. Con el Rey Alfonso XIII, se volvió lugar de veraneo favorito de la corte y en 1908 la ciudad construyó y regalo al rey el Palacio de la Magdalena en ésa península.

En 1248, Santander participó, en la conquista de Sevilla y por eso su escudo de armas tiene la Torre del Oro y el río Guadalquivir. En 1296, para fortalecerse contra la competencia del otro lado del Golfo de Vizcaya, básicamente lanas y harinas de Flandes e Inglaterra, las villas costeras cantábricas formaron la Hermandad de las villas de la marina de Castilla con Vitoria o Hermandad de las marismas, agrupando a Santander, Castro Urdiales, Laredo, Vitoria, Guetaria, San Sebastián, Bermeo y Fuenterrabía. En el siglo 14, el Libro de las Merindades de Castilla (o Becerro de las Behetrías) le confirma depender sólo del Rey y ningún otro señor feudal, salvo las prerrogativas del abad.

Hoy es importante sitio turístico del norte de España. A mí señora y a mí nos gustó mucho Santander y lo relaciono con una historia como de 1928 o 30, del Acapulco de mi niñez: Eva Villalba, era una joven muy guapa, no sé si de San Jerónimo o Tixtla, que dicen se la quería robar un General revolucionario y la “depositaron”, como entonces se acostumbraba, en casa de mis papás, donde fue como una hermana mayor nuestra.

En 1466, el rey Enrique IV dio la ciudad al Marqués de Santillana, los habitantes se sublevaron y la orden real se revocó. La tensión “pueblanos” nuevos vs. viejos, hizo poner 2 alcaldes (uno por puebla) y varios regidores. En 1497 llegó a Santander, en la Armada de Flandes Margarita de Austria, que venía a casarse con el príncipe Don Juan, heredero de los Reyes Católicos. En la flota vino la

Aquí novió y casó con Ángel Olaso, un “dependiente” de Alzuyeta, al que le dieron un balazo en el hombro, en un ataque a esa

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vascos, asturianos, gallegos, catalanes, portugueses, etc. hasta hoy hablan idiomas regionales propios, quizá porque algunos reyes unían 2 o más reinos, pero cuando ellos morían se fraccionaban, dividían y repartían entre los que los sucedían.

casa comercial, creo que durante la revolución de los Vidales. Pusieron casa en la Av. Hidalgo, luego se fueron a España y enviaban retratos de sus hijos a mis papás. Los busqué infructuosamente en Barcelona y Madrid, donde creí que vivían pero luego Tere, mi hermana, me dijo que no, que era en Santander.

Así desde el siglo XVI Asturias se dividió en dos: Las Asturias de Oviedo y las Asturias de Santillana.

Asturias. En la guerra civil 1936-39, ahí la lucha fue cruenta, pues los mineros, socialistas, arengados por la famosa “Pasionaria”, atacaban con dinamita a las tropas franquistas aunque murieran.

Para conocer todo el norte de España, después de Navarra, Vizcaya y Santander fuimos a Asturias y a Galicia. Los astures eran un pueblo antiguo de España que, unido con los cántabros, prolongó la resistencia contra los romanos y fue reino independiente hasta 1307, que se unió con Castilla. (los aztecas llegaron a Tenochtitlan en 1325).

Actualmente limita al oeste con Lugo (Galicia), al este con Cantabria, al sur, con León y al norte con el mar Cantábrico. La capital es Oviedo y la provincia de 10,986 kms , tiene 18 “partidos judiciales: Avilés, Belmonte, Cangas de Narcea, Cangas de Onis, Castropol, Gijón, Infiesto, Laviana, Lena, Luarca Llanes, Mieres, Oviedo, Pravia, Siero, Tineo y Villaviciosa.

En 718, eligieron Rey a Don Pelayo, que empezó “la reconquista de España” y ganó en 722, la batalla de Covadonga, con mil cristianos que, ayudados por los elementos, destruyeron un ejercito musulmán de 20 mil hombres al mando de Alcamah, dando poder y prestigio al primer reino cristiano independiente posterior a la derrota de los godos en Guadalete. (la guerra se terminó hasta que cayó Granada en 1492, año que se descubrió América).

Cangas de Onis. “Cangas”, en inglés es: “yugo que los chinos ponían a los prisioneros para castigarlos”, quizá en español sea “garganta de ríos”, pero lo que es seguro la de Onis fue capital del Reino de Asturias.

Por su historia, desde 1388, el primogénito de los reyes de España recibe el título de “Príncipe de Asturias” (como el de Inglaterra asume el del “Prince of Wales” o “Príncipe de Gales”).

Más de sus 7 mil hectáreas forman parte del “Parque Nacional de los Picos de Europa”, (que tienen 2,615 mts de altura) y dentro de el se encuentra el Conjunto Monumental de Covadonga.

En su idioma lo llaman Principáu d’Asturies y es increíble que en la península ibérica, que tiene una historia de más de 2 mil años,

Desde el paleolítico superior aquí ha habido vida humana, pues se han encontrado restos líticos, óseos y pinturas rupestres y, del 266


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del año y el 12 de octubre, “Día del Pilar”, Certamen del Queso de los Picos y la Feria de la Miel.

neolítico, dólmenes del que el mejor conservado es el de Santa Cruz, que tiene 5 grandes piedras que forman la cámara dolménica cuya decoración interior es de pinturas y grabados.

Por cierto que los quesos de Asturias son sabrosísimos desde el fuerte, de Cabrales, hasta el suave de “tetilla” o el pastoso “afoga el pito” (ahoga pollos) deslizados con un buen “culín” de sidra.

La romanización dejó muchos testimonios en sepulturas, estelas funerarias y la calzada que la unía con Cantabria, aunque el llamado “puentón” o “puente romano” es muy posterior.

Asturianos en Acapulco

Desde el siglo 8 empezó una serie de construcciones regias, de las que destacan iglesias y casonas, sobre todo la Basílica de 3 naves, de gran pórtico y 2 esbeltas torres terminadas en agujas, la cual tiene un volumen muy macizo y tonalidad rosácea, por la piedra caliza, que resalta con el verde del paisaje.

A Asturias hicimos varios viajes (quería conocerlo bien), pues mi abuelo paterno era de ahí, (el materno tixtleco) mi papá del D.F. y mis hermanos y yo de Acapulco, pero de niño vi que él era muy amigo de varios asturianos a los que recuerdo con gusto. Aquí no había aristocracia, clase alta y aún no existía el “jet set”, casi todos los chamacos no usábamos zapatos (muchos adultos tampoco o si acaso huaraches) no porque los papás no pudieran comprarlos, sino porque es más cómodo andar descalzo.

Covadonga. En la explanada de la cueva de Covadonga están “la campanona” de 3 mts de alto y 4 mil kg de peso, hecha en 1900 y donada por un Conde italiano; la estatua de bronce de Don Pelayo de 1964; el obelisco con la Cruz de la Victoria de 1857, en el lugar donde es tradición fue coronado rey y el Monumento Histórico Artístico del Monasterio de San Pedro, que se cree fundó Alfonso I de Asturias y ha sido reformado en diferentes épocas.

La diferencia entre riquillos y pueblo, no era por la raza, sino por la “lana”, pero los españoles, eran como una clase diferente. Algunos eran directivos de las grandes casas comerciales, pero la mayoría eran “mozos” (jóvenes) traídos por parientes o amigos llegados antes, para trabajar de “dependientes”.

Las fiestas principales son las de San Antonio de Pádua, el 13 de junio, con procesión y gran traca de fuegos artificiales; la noche de San Juan con “el salto de la hoguera”; el 8 de septiembre, día de Nuestra Señora de Covadonga, en honor a “la Santina” Patrona del Principado de Asturias, solemne misa, procesión y la leyenda de que si beben de todos los caños de la fuente, las “mozas” se casan dentro

Estos vivían de “internos” en los negocios, salían sólo el jueves en la tarde y el domingo todo el día para volver a la hora de la cena. (en Veracruz les dicen gallegos” y hubo uno que pretendía a una joven que lo rechazó porque andaba de alpargatas y se amarraba el pantalón con un mecate en vez de cinturón para ahorrar, sin imaginarse que 267


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En esa época era usual que casi todos tuvieran “movidas” costeñas e hijos con ellas y la señal de que éstas eran amantes de un español era que “tenían máquina de coser”.

en el futuro él llegaría a ser riquísimo dueño de una de nuestras mayores industrias). La mayoría de los “dependientes” prosperaron porque eran muy trabajadores y cuando salían a pasear iban muy elegantes de camisa de seda, corbata, sombrero, etc.

Otros casaron con muchachas bonitas, de buenas familias y sus descendientes aún son importantes (en orden alfabético para no herir susceptibilidades): José Aguirre Alzuyeta - Elo Pangburn; Simón Álvarez Carmen Sutter; Lino Álvarez - sra Del Río; Joaquín Caso – Ma. Eugenia Pintos; Manuel Echeverria –Josefina Gómez; Eladio Fernández -Anita Villalbazo; José Fernández Cañedo – Leila Hudson; Obdulio Fernández -Isabel Caballero; Sergio Fernández - Petra Avalos; Arturo García Mier – Romana Bello; Marcelino Miaja Chepina Calvo; José Manuel Soldevilla María Berdeja; Manuel Tejado – Victoria Casís; Manuel Uruñuela - Simonita Lacunza y Carlos Valcárcel - Lucrecia Villalbazo.

En las fiestas de Covadonga hacían una cabalgata imitando a los conquistadores, había carreras de jinetes que ensartaban anillos colgados de cintas, cucañas, “palo ensebado” en el muelle, en la playa “cuche ensebado” que era del que lo agarrara y regatas con los botes “Chipli-chapla” y otros. Los españoles que recuerdo y que me perdonen los que se me olvidan, llegaron a Acapulco a fines del siglo 19 y primer tercio del 20 en 4 “emboladas” o épocas diferentes. Los de la 1ª, eran, s.e.u.o. (salvo error u omisión) Bernardo Fernández Quiroz, Rafael, Baltasar y Raymundo Fernández Pando, que fundaron “B. Fernández y Cía.”, Manuel Uruñuela, Ramón Sierra Pando, Juan Rodríguez y el primer Alzuyeta.

Después de su guerra civil hubo una última oleada de españoles “refugiados” como Francisco Torquemada, periodista y dueño de librería y el Capitán republicano, José González Miravalles (+), periodista y hotelero, que casó con mi hermana María Esther (Tellín) (+) y otros no, como mi cuñado Juan Manuel Fernández Ontañón (+), que casó con mi hermana Ma. del Rosario (Chayo) (+), que era vasco y creo en broma presumía de ser “requeté”.

De la 2ª: Los demás Alzuyeta, Pascual Aranaga, Nicomedes de la Basterra y Manuel Andasol. De la 3ª: Sergio y Obdulio Fernández (de la fábrica de aceites y jabones “La Especial”), Marcelino Miaja y Manuel Tejado (mi padrino, que fue Gerente de “La Ciudad de Oviedo”).

Hubo muchachas bonitas como las Rivas, que vinieron Amelia de España y Mari de Rusia y Conchita Macho que vino con su papá y su mamá y se casó con mi amigo Ricardo Morlett (+), que fue Presidente Municipal años antes que yo.

Y de la 4ª, los más jóvenes: Joaquín Caso, José Manuel Soldevilla, Alejandro Espil, Benjamín, Lino y Simón Álvarez, Carlos Valcárcel, Sergio y José Fernández Cañedo, Eladio Fernández y Juan Amorrortu.

Cuando fui Presidente Municipal conocí, o más bien me conocían muchísimos, en Capama fueron menos y en el Parque 268


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hijo mayor, Antonio, trabajó conmigo en el Ayuntamiento y el menor, hotelero, cree está en Cancún; un sr. Llaneras fue gerente del Cine Río; Bernabé Ramiro fue contratista y papá de Yordi, gran cantante de ópera al que le acaban de hacer un homenaje. Macario Díaz papá de Armando y de Argelia, que casó con Eloy González, Jefe de Agua en la J.F.M.M.; Juan Ramón Sierra Pando, papá de Rosa y Rufinita; Nicanor Vega que casó con Alicia Alarcón Villalbazo y José Luis Zuzarregui que lo hizo con María Soberanis.

Papagayo, mucho menos. Ya retirado y con el crecimiento desmesurado que ha sufrido Acapulco, no pude conocer a tanta gente. Explicada mi falla completaré la lista con la que me dio Manolo, que como siempre residió aquí, conoció a todos ellos: AQUÍ ME QUEDO 09-MZO-2010 Empieza con el Sr. Escudero, casado con una señora Reguera de Ometepec, papá de Juan, Fuyi y creo que 2 hermanos más. Siguen muchos “refugiados”, casi todos dueños de tiendas: de telas Casimiro Álvarez, de “Los Precios de México”, casó con Estela Soberanis y Luis Linares, de donde estuvo “La Sucursal”, casó con Consuelo Zapata de Ometepec. De ferreterías y electricidad: Ernesto García, del “Surtidor Eléctrico” de 5 de mayo, papá de Ernesto García Moragas (+), que trabajó conmigo y el Ing. Manuel Díaz Martínez, en Av. Cuauhtémoc, que urbanizó y construyó el fraccionamiento Vista Alegre.

Con fondos del gobierno republicano un par de años funcionó, en la playa de Hornos, frente a la Comercial un astillero con 30 o 40 trabajadores, todos españoles refugiados, varios de ellos muy conocidos como “El Maño”, carpintero y ebanista, “El Chato”, electricista y Rafael Álvarez, maestro de obras. También Doña Georgina Bermúdez Fernández Vda. de Carrillo, me dijo que omití decir que aquellos españoles beneficiaban al país dando empleos y haciendo producir a particulares y a sus grandes haciendas: Algodón, cacao, ajonjolí, copra, coquito de aceite, pieles, maderas, brea, etc. y que no solo tenían casas comerciales aquí, sino también instalaron las fábricas de telas de “Aguas Blancas” en San Jerónimo y “el Progreso del Sur” o “El Ticuí”, en Atoyac, cuya gran chimenea o chacuaco y las ruinas de sus talleres aún están en pié; la de aceites y jabones “La Especial”, despepitadoras de algodón en ambas costas y eran dueños del Coloso, la Laja, el Parazal de Fernández, la hilera de casas en la Av. Hidalgo que rentaban, igual que otras propiedades más.

Distribuidores de cerveza: Mariano Alonso, de la “XX”, que trajo a sus sobrinos Carlos, Oscar y Mariano Fernández Alonso a trabajar con él y Francisco Sobrino y Guillermo Álvarez, de la “Corona”. De vinos y licores: Emilio Lozano, de “El Ciclón” en un local del hotel de los Sosa en la Cuauhtémoc y José Solo, de esa misma avenida, frente a la cantina “Dominó”. De ultramarinos: José Bustamante de “La Puerta del Sol” del Edificio Pintos, frente al Zócalo y José Martino que empezó “La Suiza” junto al negocio de Don Pancho Vela y luego la pasó al Edificio Álvarez de Escudero y Carranza. Otros se diversificaron: Miguel Caballero tuvo el famoso restoran “Caballero” del Zócalo y Vicente Martín Tomás el centro nocturno “Playa Suave”. Francisco Tordesillas, su imprenta cerca de la ferretería Muñuzuri, su

Infortunadamente todo eso en lugar de aprovecharse y exigir una distribución mejor de sus ingresos se perdió, porque la 269


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mayor el edificio de Alzuyeta, al que tumbé cuando fui Presidente Municipal porque taponaba la actual Av. J. Escudero, antes la única calle ancha de Acapulco.

teoría socialista es bella, como la religión, pero impráctica, pues se pierde la libertad y no ha mejorado el nivel de vida del pueblo en ningún país, como se ha visto en Rusia, Alemania Oriental, Hungría, Checoslovaquia, Cuba, China, Argentina, etc. y aquí el ejido ha resultado improductivo, pues entre cada vez más gente las parcelas son cada vez menores y los políticos y líderes han medrado, pero han hecho quebrar a las fábricas y las actividades comerciales.

También se veía más grande “la Ciudad de Oviedo”,de Hnos. Fernández, que abarcaba casi toda la manzana limitada por Costera, Escudero, J. Carranza y De la Llave, que aún ocupa. Escudero no llegaba a la playa, no había Costera y de De la Llave al “tajo” del ferrocarril, era una hilera continua de bodegas de carbón para los “vapores” que hacían a Acapulco importante puerto comercial, salida de la abundante producción de Guerrero, Oaxaca, Michoacán, D.F. y centro del país, pues éste nunca fue un “pueblo de pescadores” como dicen los ignorantes, sino el equivalente, en el Pacífico, de lo que es Veracruz en el Golfo.

Villaviciosa. Volvamos a Asturias: De Covadonga seguimos a Villaviciosa, (su nombre significa “fértil”, no “libertina” ni “depravada”), zona famosa por sus “pumaraes” (arboledas de manzanos), que la hacen productora de mucha y sabrosa sidra. De niño supe de esa villa por la sidra “El Gaitero”, que llegaba aquí en los barcos en cajas de madera y cada botella tenía su “camisa”, como de popotes de paja. (Ahora en Sam’s venden latas de chorizo y sabrosa fabada de esa marca y lugar).

Villaviciosa, habitada desde el epipaleolítico, tiene monumentos megalíticos como los 30 dólmenes del monte Areo de 5 mil años de antigüedad, lápidas, estelas y restos de villas romanas de 2 mil años, en el actual Rodiles que puede ser la antigua Noega y más “nuevos”, de sólo mil: el conjunto arquitectónico de San Salvador de Valdediós (el Conventín), la adyacente Sta María y su convento monacal y las iglesias de San Andrés (del siglo 9); San Salvador de Priesca, (del siglo 10); San Salvador de Fuentes (de 1021) y Sta María de la Anunciación (la Oliva) del siglo 13. La ría de Villaviciosa es la mayor de Asturias. En 1517,en su puerto pesquero de Tazones, desembarcó, al llegar por primera vez al país, el Emperador Carlos I de España y V de Alemania, por culpa de una tormenta que les varió el rumbo, pues con toda su corte iba a Santander y,tras 3 días y 4

Aquí decían que esa sidra la hacían en una fábrica de Don Baltasar, dueño de “B. Fernández”, uno de los comercios mayores de Acapulco, que ocupaba en la hoy calle Jesús Carranza, una casa que después fue hotel “Central” y propiedad de Don Israel Soberanis y tenía otra casona, contra esquina de Alzuyeta, frente a la ferretería de mi padrino, Don Manuel Muñuzuri, donde estuvo “La Sucursal”, cuyo gerente fue Don Marcelino Miaja. Según mi amigo Manolo Pano, (su papá fue contador de “B. Fernández” y el de Chuy Rodríguez, apoderado, pues Don Baltasar vivió y murió en España), ese negocio era el más importante, aunque yo veía mucho 270


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Fiestas Patronales de la Virgen del Portal en Villaviciosa, que se celebran cada “año manzanero” y duran 6 días, destacando la procesión de carrozas.

noches pasadas en la casona de Rodrigo de Hevia, siguió el viaje por tierra a Colunga. En el siglo 17 la villa tuvo nobles casonas, palacios y plazuelas.

Tazones. En el 19, en la guerra contra los franceses sufrió varios ataques.

Tazones, es un bello puertecito, a sólo 25 kms de Gijón, que antes fue ballenero y, por su cercanía a los Picos de Europa, posee el encanto de los pueblos de montaña y de mar y tiene el título de “Conjunto Histórico Artístico del Principado de Asturias”.

Por eso ha sido investido “Conjunto Histórico Artístico del Principado de Asturias” y, por la Unesco “Patrimonio de la Humanidad”.

El pueblo, que no llega a 300 habitantes, está situado entre dos grandes peñones montañosos, tiene calles humildes, empedradas y sus bajas casas marineras coquetas y sencillas, de uno o dos pisos, se disponen, como en Acapulco, de forma escalonada.

La guerra civil duró en Villaviciosa 15 meses acabando el 19 de octubre de 1937 con su toma por las tropas franquistas. Hoy son importantes sus industrias de leche, sidra y turismo, gran impulsor económico, al que ofrece espectaculares paisajes en el interior y las playas más visitadas de todo el principado.

La más llamativa está cubierta de conchas y otras, de austeras fachadas casi siempre azules, con tan sólo un viejo balcón de madera, mirando al mar, reflejan el valor y el espíritu de sacrificio de los tradicionales y recios pescadores del Cantábrico.

Fiestas de Asturias. En Asturias, no hay pueblo que no celebre sus fiestas, sobre todo religiosas y las tradiciones se mezclan con verbenas y romerías. (México no lo hurtó, le heredó).

Antes y después de cada comida un paseo por el pequeño puerto y la lonja de pescado sirven de aperitivo o para digerir los suculentos y tentadores platillos de rodaballo, merluza, salmonete, lenguado, rape, cigalas, centollos, langostas, bugre, andarica, percebes, almejas, navajas, etc. que venden en múltiples restoranes. Sus amaneceres y puestas de sol propician la melancolía y el sosiego, como las nuestras de Pié de la Cuesta o La Quebrada.

Las más importantes son las de Semana Santa. En junio 24 la Foguera de San Xuan de Amandi, donde aún bailan “la danza prima” y “el salto del fuego”. En julio, en San Justo, las de Santiago Apóstol y la de las Velillas en San Andrés de Bedriñana. En agosto en Arguero, San Mamés y en Tazones San Roque y San Roquín, con la tradicional procesión de lanchas llevando el santo a bordo de una y escenificación del “Desembarco del Emperador”. En septiembre la Sacramental de Peón y las

Gijón.

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De Tazones seguimos a Gijón, el mejor puerto de Asturias, situado en el centro de la costa cantábrica, a 467 km de Madrid; 827 de Barcelona 25 de Oviedo y Villaviciosa; 223 del Océano Atlántico (La Coruña) y 629 del Mar Mediterráneo (Valencia) y al que la propaganda llama “Capital de la Costa Verde”,quien sabe porqué, pues era industrial y sólo la crisis siderúrgica y naval, la volvió centro turístico, universitario y de servicios.

Autovías: “Ruta de la Plata”:Gijón-OviedoMieres-León-Benavente-ZamoraSalamanca-Béjar-Plasencia-Cáceres-Mérida-Almendralejos-Sevilla; “la Cantábrica”: Baamonde-Gijón-Torrela-vega-Bilbao-San Sebastián; “la Minera”:Gijón-Pola de Siero-Mieres; “la Industrial”: Gijón-Lugo de Llanera-Oviedo. Autopistas urbanas: La “GJ-10” el LlanoPumarín-La Calzada; la “GJ-20” Centro Urbano-Cerillero-el Musel y la “GJ-81” que desemboca en la “A-8” y en la “A666”.

Los primeros testimonios de presencia del hombre en Gijón están en los montes Deva y Areo, donde se encuentra el conjunto dolménico neolítico más importante del norte de España.

Carreteras: La “630, Ruta de la Plata”: Gijón-Oviedo-Mieres-Puerto de PajaresLeón-Zamora-Salamanca-Plascencia-Cáceres-Mérida-Sevilla. La “N-632” paralela a la “A-8”: Canero-Cudillero-Muros del Nalón-Soto del Barco-Avilés-Gijón-Villaviciosa-Colunga-Caravia-Ribadesella y la “N641” de acceso Gijón-el Musel.

El primer poblado del que se tiene noticia, Noega, estaba en la Campa Torres, con origen en los siglos V o VI A.C. Gijón fue capital del “señorío musulmán transcantábrico” regido por Munuza, que duró del año 713 a los 718-722 (inicio de la revuelta y victoria de Covadonga).

Cuedillero.

(Una leyenda dice que el rey Pelayo peleó con Munuza porque este se casó con una hermana de aquel, sin su permiso).

De Gijón fuimos a Cudillero, otro puertecito marinero, asturiano, bellísimo y que también tiene olor a sidra, marisco y pescado y está a 56 kms de Oviedo, el cual me recordó a las ensenadas de La Langosta, La Quebrada y más aún a Playa Olvidada de Acapulco porque los cerros llegan hasta el mar y se desciende a la pequeña bahía, bien protegida por 2 malecones, por un empinado camino y está atascada de botes pesqueros. Principales fiestas: Las de San Pedro, San Pablo y San Pablín (29, 30 de junio y 1 de julio). El 29 un marinero sube a un barco de la Ribera (zona del puerto) para “echar l’Amuravela”, sermón laico, en verso y dialecto pixueto. En el pregón se cuentan, dirigiéndose al “Patrón” (San Pedro), con socarronería, los acontecimientos relevantes

Sólo hasta el siglo 17 un Real Decreto “habilitó” al puerto para el tráfico comercial con las colonias americanas. En el siglo 19 Gijón tuvo un gran desarrollo, por diversos factores como la explotación del carbón, la carretera Gijón-León, más tarde el ferrocarril Sama-Gijón y en 1893 la construcción de un nuevo puerto, carbonero, el primero de la península. Para envidia mía, vi que Gijón tiene múltiples vías de comunicación: 272


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gricultores de Asturias y sus productos; Semana Santa; la Foguera de San Xuan (noche del 23 de junio), en los diferentes barrios de la ciudad, hacen hogueras de gran tamaño y alrededor conmemoran la “Danza Prima”, baile tradicional de la provincia; Fiestas de San Mateo (septiembre), conocida como la “Fiesta del Pueblo”, donde se disfrutan los fuegos artificiales, conciertos, obras teatrales exclusivas, festivales infantiles y artísticos, etc.

que se han tenido durante ese año en la villa, dando también el punto de vista pixueto de algunas de las noticias nacionales e internacionales más destacadas. Eso se originó en el siglo XVI. En el XX fue prohibida varios años, pues a veces algunos comentarios no eran del agrado de la iglesia. El día de San Pablín, se realiza una procesión marina.

En su escudo, de fondo azul celeste, 2 ángeles rodean la “Cruz de los Ángeles” arrodillados en una nube. La leyenda del borde dice: “Benemérita-Invicta-HeroicaBuena-Muy Noble-Muy Leal”. La corona sobre el escudo es la del Principado de Asturias.

En los últimos años celebran la procesión marinera de la Virgen del Carmen, en vez de celebrarla el día de la Virgen del Rosario. Oviedo. De Cudillero seguimos a Oviedo, capital del Principado, la nació en 761, cuando el Presbítero Máximo, el Abad Fromestano y sus siervos, construyeron la basílica de San Vicente, a 35 km de la costa, entre los ríos Nora y Nalón.

Pravia. Además de las visitas a los edificios notables de Oviedo y a sus bares, para disfrutar los deliciosos “culines” de sidra y los sabrosísimos quesos “de tetilla” y de “afoga el pito” o “ahoga el pollo”, tres sitios cercanos a Oviedo: Pravia, San Juan de la Arena y La Máquina, ameritaron varios viajes nuestros.

En 786, el Presbítero Montano y 25 monjes más, fundaron el monasterio adjunto, hoy Museo Arqueológico de Asturias. Entre sus edificios principales destacan la suntuosa Catedral, panteón de algunos de los primeros reyes de la Reconquista; la Cámara Santa; Convento de San Pelayo; Universidad; Museo Arqueológico; Palacios de la Diputación Episcopal; Casas Consistoriales; iglesias de San Miguel de Liyo, Santa Maria de Naranco y la de San Julian de los Prados, verdaderas joyas arquitectónicas y monumentos a personajes esclarecidos.

Eso fue porque mi hermano Adolfo, que se graduó en la Naval, fue Oficial de la Armada, estudió para aviador naval en México y E.E.U.U., fue el único mexicano que “calificó” como piloto de portaviones, en aviones multihélice y voló en el escuadrón que hizo el “puente aéreo a Berlín” cuando la bloquearon los rusos, al volver a México, como la Armada no tenía tetramotores, lo comisionó en “Mexicana de Aviación”, donde llegó a Capitán de DC-10 y, como volaba a Madrid, buscó el origen de nuestra familia.

Sus fiestas principales son: Cabalgata de Reyes (5 de enero), homenaje a los Santos Reyes; la Balesquida; Carnaval; la Fiesta de la Ascensión (mayo), homenaje a los a273


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y la Virgen y en noviembre la Feria de la faba, kiwi, maíz y miel.

Encontró que de Pravia vinieron, como miles más y como ya he contado, tres hermanos Argudín, a “hacer la América”.

San Juan de la Arena. Uno se quedó en La Habana, otro en Veracruz y mi abuelo paterno en México, D.F. donde, en la calle de Motolinia, tenía un expendio de puros, que su hermano le mandaba en barricas.

De Pravia fuimos a San Juan de la Arena un puertecito junto a Ranón, el aeropuerto de Oviedo, donde el Argudín, tío abuelo nuestro, que se hizo muy rico en Cuba, al volver, (como antes acostumbraban), a vivir en España, compró un título nobiliario, cuyo escudo, son 3 lobos frente a un árbol, que yo bromeo diciendo que “se están haciendo chis en él”, pues como Napoleón yo digo que “la nobleza de mi familia empieza conmigo”.

Como ellos, José Luis Arias Arango, marido de mi sobrina Tuti, hija de mi hermano Adolfo, vino de Pravia e “hizo la América” trabajando en “Aurrera” y como volvió allá varias veces, a ver a sus padres, nos invitaba a la casa de ellos y disfrutábamos de la vida idílica en el campo, de los salmones que su hermano pescaba en el río y del “vermú” vespertino en el bar, con sus amigos.

Ese tío se volvió benefactor del pueblo, mejoró la plaza, construyó el templo, en varias obras figura su nombre y la calle principal de San Juan de la Arena se llama “Marqués de Argudín”.

Se cree que Pravia (cuna de mi abuelo paterno) se fundó cuando era emperador Flavio Tito Vespasiano y por él ese municipio se llamó Flavium Avia.

Ahí conocí a una familia aún prominente, los Cuervo Argudín y en Madrid, a otros Argudín que tenían una céntrica botica.Por cierto que mi apellido allá tiene otros similares como Agudín, Agudo y, hasta en Francia, Argoud (se pronuncia “Argud”).

En 1836 éste perdió como la mitad de su extensión para hacer ayuntamientos a Muros de Nalón, Soto del Barco y Cudillero (cualquier parecido con Guerrero, que los 16 municipios originales son ahora 81, es herencia, no coincidencia).

La Máquina.

En Pravia hay importantes obras arquitectónicas y las principales, como en todo México y España, son iglesias: Las de Santianes, San Miguel de Luerces, Santa María la Mayor; el Museo de Santianes; el palacio de los Suárez Miranda y Omaña (hoy Colegio de Nuestra Señora del Carmen) y el Ayuntamiento (siglo XVIII).

A La Máquina, otro pueblo cercano a Oviedo o un suburbio de esta, fuimos varias veces, pero no por razones familiares, sino sólo para comer su deliciosa fabada, porque ahí las “fabes” (alubias) no tienen pellejo, se deshacen en la boca como mantequilla y los “tropezones” (trozos de chorizo y tocino), son ricos.

Sus principales fiestas son: En abril, Jornadas del Salmón; mayo, San Isidro; en agosto y septiembre, el Xiringüelu, El Cristo

Por eso de pagar boletos de avión OviedoMadrid-Oviedo y luego rentar coche o pagar taxi para ir a comer a La Máquina, 274


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cuya amplia embocadura entra la marea alta y sale la baja. Las altas son la del Burgo o de La Coruña, Betanzos, Ares o de Pontedeume, Ferrol, Sedeira, Ortiguera, Barquero, Vivero, Foz y Ribadeo.

mi buen amigo, el Almirante español, Jaime Gómez Pablos, en broma decía que debían nombrarme “Marqués de la Fabada”. Por cierto que una costumbre española que me llamó la atención por su congruencia, es que ciertos alimentos sólo se comen en la estación apropiada, p.ej. el “gazpacho”, esa deliciosa y refrescante sopa de jitomate, sólo lo hacen en las estaciones calurosas y la fabada y el cocido, como son grasosos y nutritivos, al revés, sólo los venden los restoranes en tiempos de frío.

Lo que más llama la atención ahí es cómo cultivan mejillones, fondeando unos grandes pangos de los que cuelgan gruesas cuerdas, a las que se adhieren de pequeños, esos moluscos, bivalvos y cuando están de buen tamaño recogen las cuerdas, que traen racimos como de uvas, igual que los ostiones en los mangles en Carmen, Laguna de Términos, Tamiahua, etc.

Allá, como en Yucatán, llaman “chufas” a una clase de horchata y “granizados”, a los que aquí llamamos “raspados” y nosotros tomábamos aquellas en la Plaza Mayor y éstos en las refresquerías de el Paseo de la Castellana, pero solamente en épocas de calor.

Los Cabos más importantes son el Finisterra (fin de la tierra) y Estaca de Bares, sitios de España más al oeste y al norte y Ortegal, donde se unen el Océano Atlántico y el Mar Cantábrico. Los puertos principales son Ribadeo y Ortigueira.

Galicia. De Asturias, seguimos a Galicia, otra región autónoma con características propias que la diferencian de todas las demás. Su idioma se parece al portugués, tienen fama de tercos y en Veracruz llaman “gallegos” a todos los españoles. El dictador Franco era gallego y el padre de Fidel Castro también.

En toda esa costa desde Asturias hasta Portugal hay muchos puertos como Ribadeo, Foz, Burela, San Cibrao, Vivero, Barqueiro o Esspasante, Cariño, Malpica de Bergantiños, Cedeiro, el Ferrol, Betanzos, la Coruña, Mugía, Corcubión, Muros, Padrón, Pontevedra, Vigo y Bayona.

La costa gallega tiene dos partes, la norte, de Asturias al Cabo Finisterra y la oeste, de ahí a la frontera con Portugal, en Viana do Castelo, de gratos recuerdos para mi señora y para mi.

Los más destacados son el Ferrol, la Coruña, Vigo y Bayona todos ellos de gran importancia histórica y el último, Bayona, el puerto donde recaló la primera de las tres carabelas de Colón llevando las nuevas del descubrimiento de América.

Las Ría Altas.

Costa de la Muerte.

En la parte norte destacan las Rías Altas, los Cabos importantes y los puertos pesqueros, comerciales y militar.“Ría” es la parte de un río próxima a su entrada en el mar, por

El tramo entre las rías bajas y las altas, de Cabo Roncudo a Finisterre recibe el omino275


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so nombre de Costa de la Muerte (Costa da Morte en gallego), aunque está salpicada de bellos paisajes y de hermosas playas.

El Ferrol. Regresemos ahora a la costa norte de la Comunidad Autónoma de Galicia, que recurva al SW de Cabo Ortegal a Finisterre y en la que hay 2 puertos muy importantes: El Ferrol y La Coruña.

Su nombre procede de una antigua leyenda de mediados del siglo XVI y alude a la cantidad de catástrofes marinas debido a la peligrosidad de sus acantilados y frecuentes temporales y su delimitación la pusieron marinos ingleses hace más de 2 siglos, considerando el Arco Finisterrano el tramo de costa más peligroso por la cantidad de bajos que se escondían a pocos metros de la superficie alejados de la costa, las fuertes corrientes, temporales, repentinas cerrazones de niebla y múltiples naufragios.

Al primero, ciudad con playas turísticas cada vez más concurridas por aficionados al surf y al windsurf y puerto pesquero, comercial e importante base naval, de gran tradición, fuimos varias veces y con el Almirante-Comandante tuve muy buena amistad. Por ser el puerto militar más importante de la península durante siglos y por sus astilleros civiles y militares, El Ferrol ha desempeñado y desempeña un papel importante en la historia de España y las que fueron sus posesiones de ultramar.

La gente de las costas del fin del mundo de Camelle hasta Camariñas, fueron testigos de más de 60 hundimientos de navíos en poco más de 100 años, siendo el Cabo Tosco (o Punta do Boi) el punto más fatídico. Ahí en 1890, ocurrió la tragedia del HMS “Serpent” en Punta do Boi, donde murieron 172 marinos ingleses, salvándose sólo 3, uno gravemente herido. Errando en la noche llegaron a Pescadoira, cuyo párroco ordenó la “santa misión de ayudarlos”, sacando la mayoría de los cadáveres, que enterraron, “a pie de mar”, en lo que hoy se conoce como “El Cementerio de los Ingleses”.

Ahí hubo numerosas batallas navales e incluso desembarcos de ejércitos ingleses para capturar un enclave estratégico sin igual en España y “el mejor puerto natural de la costa Atlántica de Europa” (así lo calificaron los almirantes británicos). La referencia más antigua que se conoce del Ferrol es del siglo I, del historiador romano Pomponio Mela, que describe el Magnus Portus Artabrorum (Cantábrico) y le da el nombre de Adobrica, pero hay quien afirma que lo fundaron los normandos en el siglo X y es en el XI, cuando aparece por primera vez el nombre de Sancto luliano de Ferrol en un documento histórico.

Otro famoso naufragio fue el del “Captain”, prototipo de buque británico de guerra, que Se hundió a varias millas de Cabo Finisterra al derrumbarse la torre del buque sobre el mismo, pereciendo más de 400 personas, por la rapidez del hundimiento. Un accidente reciente, fue el del petrolero griego “Prestige”, que se partió a la mitad en mar abierto y causó una de las catástrofes ecológicas más devastadoras de ese litoral.

Su ría, desembocadura del río Grande de Xuvia, queda entre los cabos Prioriño y Segaño, protegida de vientos y temporales por los montes Ventoso y Faro y, junto con 276


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De 1858 en adelante El Ferrol floreció, porque ahí botaron el primer barco a vapor español;en 1881 el primero de casco de hierro y en 1912, su primer acorazado, el “España”.

las rías de La Coruña, Betanzos y Ares forman el golfo Ártabro, su nombre romano. Situado en la parte septentrional de una amplia ensenada, frente al océano Atlántico, la ciudad goza de un clima oceánico, con temperaturas suaves durante todo el año y muchas lluvias.

Tras la guerra civil 1936-39 el estado controló los astilleros, talleres y dársena y los nacionalizó en 1845 con el nombre de BAZAN después IZAR y, desde enero del 2005, NAVANTIA.

Se cree que su nombre viene del medievo, asociando 2 vocablos que pueden significar “puerto-cercano”, “embarcadero sobre pilas tras” o domini Ferreoli,“señor de Ferrol” y como el dictador Franco nació ahí, de 1938 a 80 se le llamó “El Ferrol del Caudillo”. En 1577 para defender el puerto hicieron, en la boca de la ría, el Fuerte de San Felipe, con una cadena que, en caso de ataque naval, era levantada para impedir el paso a los navíos hostiles.

El fin de la dictadura, en 1978, no mejoró la economía y, desde 82 el sector naval declinó, pero la Unión Europea y el nuevo milenio, trajeron expansión económica y prosperidad y han construido, recientemente, un “puerto exterior” y una autovía que hacen las comunicaciones por mar y tierra, más fáciles y rápidas. Algo raro me pasó ahí: Hallé un libro editado en México “¿Quién tiene un sacacorchos?”, del Almirante Rueda Medina, pachuquense, a quien conocí y traté en el servicio, fue diputado por Costa Grande y de la comisión que trajo los barcos comprados a España en los 1930s, allá casó con una nativa y decían que se volvió novelista y poeta, porque se le sumió la frente en un accidente al estrellarse un coche en el que iban varios contra un árbol. (después, para desquitarse, fueron a hacerse “chis” en él).

En 1588, por un temporal, se refugiaron varias naves de la “Armada Invencible”. En 1594 la Royal Navy, inglesa, intentó infructuosamente tomarlo. En 1726, instalaron los Grandes Astilleros del Norte en La Graña y El Ferrol y en 1749, los de Esteiro. En 1800 otra flota inglesa, al mando del Almirante Warren, con más de 100 barcos y 15 mil hombres, quiso apoderarse del puerto y destruir los astilleros. No lo lograron y, por su férrea defensa, Napoleón brindó “por los valientes ferrolanos”.

Algo chusco en Galicia, es que en las calles las mujeres pregonan, en gallego, a gritos, “Percebes granes, como “carajos” d’ome” o sea, en español, “como “ver…” de hombre”. ¿Se imaginan ése anuncio en México? Meterían a la cárcel a quienes lo gritaran por “faltas a la moral”, pero allá eso es posible porque son más francos y claridosos que nosotros.

En 1809 la invasión francesa solamente duró un mes, pero la alianza con Inglaterra, en la llamada “Guerra de Independencia”, hizo fracasar la economía de la ciudad, que decayó.

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Herrerías), Sociedade Galega de Historia Natural y las Puertas del Parque y del Dique.

En el Atlántico y Cantábrico hay grandes bancos de peces, pero ser pescador es peligroso, pues los fuertes y frecuentes temporales matan a muchos, originando dichos como: “niebla en la montaña, pescador a tu cabaña, niebla en el valle, pescador a la calle”, pero cuando un barco llega lleno de pescado y mariscos todo se vende en un momento, pues consumen los productos del mar hasta en los sitios más apartados y las montañas más altas.

En los Arsenales y Jardín Cantón Molins hay antiquísimas especies de árboles y enfrente la que fue cárcel y ahora es sede de la Fundación Caixa Galicia y el Palco de la Música del siglo 19. Otros sitios de interés: Castillos de la Palma y San Felipe (que dominan la boca de la ría); playas de San Jorge, Doniños y Santa Comba; iglesias neoclásicas de San Xiao y San Francisco; ermitas de Chamorro e isla de Santa Comba; edificio de la Capitanía General y Jardines de Herrera, con estatuas de Marte y Júpiter, las más antiguas del Ferrol.

En contraparte los malos tiempos traen mucha lluvia y por eso el norte de España es fértil y verde, abunda el ganado vacuno que da buena leche con la que hacen deliciosos quesos, contrastando con la seca y café meseta castellana, que en la Mancha tiene buenos vinos como el “Valdepeñas” y ricos quesos de cabra u oveja.

Cedeira

Concluyamos con Ferrol, cuya zona vieja tiene retorcidas calles medievales, pero el Barrio de la Magdalena, del siglo 18, es un cuadro regular con las plazas de Amboage y de Armas en sus extremos y frente a ésta el Palacio Municipal.

Por una carretera, medio escondida en la montaña, puede llegarse a Cedeira, importante puerto pesquero y de veraneo. Apenas a 12 kms (sólo 7 por el antiguo “camino dos romeiros”), San Andrés de Teixido es un lugar a donde todo gallego tenía que peregrinar al menos una vez en la vida, si no quería estar de “ánima en pena” (un antiguo dicho era que “a San Andrés va, de muerto, quien no fue de vivo”).

Ahí se establecieron, antaño, oficiales, profesionistas y comerciantes ricos y, en las calles Magdalena y Real, puede admirarse el Ateneo Ferrolan, de llamativos balcones forjados y las “galerías” de maderas blancas y cristal que adornan muchos edificios. También se aprecian construcciones modernistas, las antiguas Casa Pereira y Casa Romero y en la Plaza Galicia, el teatro Jofre, el Monumento a los Caídos en África y la Torre del Dique.

Fue la más importante peregrinación de Galicia hasta que surgió la de Santiago de Compostela y todavía pueden verse, a ambos lados del camino, “amilladoiros” (túmulos) hechos con piedras arrojadas por los romeros, las que el Día del Juicio Final “hablarán” para decir quién cumplió la promesa de ir a San Andrés.

Esparcidas en la ciudad hay imponentes construcciones militares y estupendos ejemplos de arquitectura neoclásica como la Casa Cortina, el Museo Naval (Centro

Ahí crece la planta “namoradoira”, que dicen que sirve para remediar “males de 278


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hábiles tácticas marineras y de combate de la flota británica con buques más pequeños pero más rápidos y maniobrables, al mando de los experimentados piratas Drake y Hawkins.

amores” y en la Sierra de la Capelada está el Cabo do Mondo, el acantilado más alto de la Europa Atlántica. Las fiestas principales de El Ferrol son: San Xiao, el 7 de enero; Lunes y martes de carnaval que efectúan “El Entierro de la Sardina”; Semana Santa que es Fiesta de Interés Turístico Nacional; los lunes de Pascua, que hacen una Romería a la ermita de la Virgen del Chamorro o Nuestra Señora del Nordés; la víspera del 19 de marzo es la Noche de las “Pepitas”, (numerosas rondallas salen a cantarle a las “Pepitas” de la ciudad); las Fogueras de San Juan la noche del 24 de junio y el ultimo domingo de julio, a la hora de la marea baja, Peregrinación a la isla de Santa Comba.

Sin duda “lo que está escrito, escrito está” pues si a los españoles los hubiera mandado el notable marino, Álvaro de Bazán, Marqués de Santa Cruz, que el Rey designó para ello, quizá su suerte hubiera cambiado, pero él murió antes de estar lista la flota. Veterano de muchos combates, en Lepanto él fue 2° Comandante de la flota aliada de “galeazas” papales, galeras genovesas, venecianas e hispanas. Don Juan de Austria, hijo del Emperador Carlos I de España y V de Alemania y hermano bastardo de Felipe II, mandaba el centro o “batalla”, Andrea Doria un ala, Barbarigo la otra y Don Álvaro la escuadra de reserva. Así enfrentaron a la flota otomana que mandaba Alí Pachá y en las alas Dragut Reis y el renegado Barba Roja.

La Coruña. En el mismo golfo Ártabro, pero en su propia ría, después de las de Ferrol y Betanzos, está el importante puerto deLa Coruña, ciudad capital de esa provincia, que con el nombre de Brigantium, construyó Julio César en 62 A.C. aunque algunos la identifican con otro asentamiento romano, Caronium.

Los musulmanes abordaron la galera de Don Juan, pero a Bazán se debió en gran parte la victoria, pues acudió oportunamente al auxilio, sus hombres abordaron la nave capitana mahometana, decapitaron a Alí Pacha, capturaron el Estandarte Verde del Profeta y Europa y el mundo fueron cristianos, no islámicos.

Sus pobladores, celtas, eran pescadores, se cree fue parte de la mítica, secreta y rica “ruta del estaño”, del comercio fenicio entre Cartago, Gades (Cádiz), Cornualles y las islas Británicas y su faro de “La Torre de Hércules”, que aún funciona, es el único faro romano que queda en pié en todo el mundo.

Muerto Bazán inoportunamente, el Rey nombró Comandante de la Armada Invencible al Duque de Medina Sidonia, que no era marino, fue derrotado abrumadoramente y el Rey se consoló diciendo:“Mandé mis buques a combatir a hombres, no a los elementos”.

En 1588 de La Coruña zarpó a invadir la Inglaterra de Isabel I, la Armada Invencible de Felipe II, que fracasó y perdió muchos hombres y naves en el Canal de la Mancha y en las costas de Gran Bretaña e Irlanda, tanto por las fuertes tormentas como por las

En desquite de la fallida invasión, en 1589, una escuadra inglesa, al mando del Almirante Francis Drake intentó tomar la 279


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En el siglo 20 por la expansión industrial, prosperaron las organizaciones anarcosindicalistas, que consiguieron la jornada de 8 horas antes que en el resto de España.

Coruña, que se les enfrentó con la heroína María Pita a la cabeza. Tras quemar el monasterio de Santo Domingo, el barrio de Santo Tomás y la zona de pescadería, los ingleses se retiraron.

Ya en democracia, tras la dictadura, se redujeron las funciones militares, aumentaron empresas y negocios y ahora es sede regional del terciario profesional, de servicios avanzados e importantes empresas españolas: Finanzas (Caixa Galicia y Banco Pastor), Comunicación (Grupo Voz), Distribución (Gadisa), Red comercial e industria manufacturera, (Inditex, matriz de Zara,es la 2ª empresa textil mundial). Es el principal puerto de Europa en pesca fresca desembarcada y el puerto comercial tiene el 75 % del tráfico portuario gallego en petróleo y graneles sólidos.

Como casi toda España, la Coruña tuvo altibajos. La dominaron romanos, suevos, visigodos, árabes (menos de un siglo), fue parte del reino cristiano de Asturias y en los siglos 9 y 10 casi se despobló por los frecuentes ataques vikingos. En los siglos 17 y 18 las continuas guerras de la monarquía española la arruinaron, pero de 12 mil habitantes al inicio del siglo 19 pasó a 45 mil al del siglo 20 y 420 mil en 2007. La ciudad está en el extremo noreste de España, en una península que tiene, al este, un lado portuario hacia la quieta ría de la Coruña, o del Burgo, y otro en una ensenada a mar abierto, al oeste, donde están las principales playas urbanas: Riazor y Orzán.

En la avenida Alfonso Molina circulan 140 mil vehículos diarios, (más que en el Paseo de la Castellana de Madrid), la ronda de Outeiro rodea la ciudad, estaban construyendo la tercera calzada de circunvalación y el Paseo Marítimo, que será de 13 kms.

Por su escasez el suelo tiene precio elevado y la ciudad es muy vertical y varias calles todavía llevaban el nombre de los gremios: Panaderías, Cordelería, Pescadería, Cordonería, etc.

La A-6 Autovía del Noroeste (603 kms) la une con Madrid. La AP-9 Autopista del Atlántico la une al sur con Portugal y al NE con Ferrol. La Autovía AP-55 (33 kms) con Carballo.

En el siglo 19 se crearon la Fábrica de Tabacos que daba más de 500 empleos, industrias de sombrerería, cordelería, Real Maestranza de Mantelería, “Fábrica de Vidrio la Coruñesa”, la de Carbón, la Fundición de Hierro de Galicia, la “Primera Coruñesa de Hilados y Tejidos”, Fábrica de Estampación de hoja de lata La Artística, dos refinerías y varios bancos de emisión: el de la Coruña, luego sustituido por el Crédito Gallego, origen de la Caja de Ahorros de la Ciudad y la sucursal del Banco de España.

La estación San Cristóbal, en 2005 tuvo un record de 600 mil viajeros, en trenes regionales a las principales ciudades gallegas o conectando a Madrid, Barcelona y Bilbao-Irún. Ahí llegará el AVE (Alta Velocidad Española) Ferrol-CoruñaSantiago-Madrid. La estación de carga, San Diego, da servicio al puerto y maneja principalmente maderas, hierro, zinc y contenedores.

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Sitios de interés: Paseo Marítimo, Museos de Bellas Artes (obras de Rubens y grandes pintores nacionales e internacionales), Militar, Arqueológico (Castillo de San Antón), de Arte Sacro, Contemporáneo, y las Casas de las Ciencias, del Hombre (Domus), los Peces (Aquarium Finisterrae), del Agua y de las Aves.

La del último domingo de agosto, San Roque, dura 3 días.

Fiestas en La Coruña.

Sigamos con la costa de la península, que de la frontera con Francia hasta Cabo Ortegal tiene, en general dirección este-oeste.

El 24 de septiembre, festejan a la de los Remedios. Rías Altas.

En Galicia cada municipio y las 3,800 parroquias (aldeas), tienen sus propias fiestas populares, generalmente religiosas (no lo hurtamos, lo heredamos).

Desde ésa punta se inclina al suroeste, hasta el Finisterra. De éste se dirige al sur franco, continuándose con la costa de Portugal, hasta su extremo sur-oeste, frente a Cabo San Vicente.

Algunas, como el Carnaval, se celebran en toda la provincia. El 24 de junio, solsticio de verano, festejan las Hogueras de San Juan y la Romería de la Virgen de la Barca en Muxia.

De ahí la costa portuguesa y luego la española se dirigen hacia el este al Golfo de Cádiz, luego al sureste hasta Tarifa en el Estrecho de Gibraltar donde cambia al estenoreste hasta el Cabo de Gata y luego al nor-noreste hasta la frontera con Francia.

En la Rapa das Bestas (rapada de las bestias), en todos los municipios bajan a los animales que tienen pastando en las montañas y cada ganadero tira al suelo al animal, lo rapa y lo marca.

Costa da Morte. En la “Feria Franca” en Betanzos, se engalana el casco antiguo de la ciudad, todos se visten como en la Edad Media, comen platos típicos, bailan y cantan melodías ancestrales y hay justas, torneos, arquería, quema de brujas por la Inquisición, etc.

Ya hemos dicho que en la costa hispana las “Rías Altas” son las de Galicia, frente al Cantábrico, de Asturias a la Coruña; que las “Rías Bajas” dan al Atlántico, entre Cabo Finisterra y la frontera de España con Portugal y que entre las rías altas y bajas queda la acantilada y peligrosa “Costa da Morte”.

El 1er sábado de julio, en toda la costa, sobre todo la da Morte y Rías Altas, celebran la “fiesta del Percebe”,luego Guadalupe, Santiago, el 16 a Carmen, patrona del mar y el 25 al Santo Patrón.

Esta abunda en playas: Trece,Riera, Ariño, Camariñas, Lage, Traba y Soesto (Laxe), Mar de Fora y O Rostro (Finisterre) y sólo tiene 4 rías: Lires, Corme, Lage y Camariñas, pero ahí hay varios puertos 281


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Fiestas: Abril 25, Procesión por las calles de la villa desde la iglesia del patrono, San Marcos; Junio 24, “Noite de San Xoán” en la Oliveira, hay “sardinada” y saltan las hogueras; Junio 29, en Redonda, romería de San Pedro en el campo de San Roque, donde comen y pasan el día; Julio 16, Virgen del Carmen, procesión a la patrona de los pescadores; 3er fin de semana de Julio, Feria Medieval, todos visten ropas de ésa época; Septiembre 24, Virgen de las Mercedes, de gran tradición popular, para despedir al verano y a los visitantes que tuvieron durante la temporada.

pesqueros, con malecones y buenas instalaciones, muelles, lonjas de pescado, grúas, pantalanes (muelles de madera que avanzan en el mar o flotantes, adosados a tierra o a otro muelle fijo), casetas, gasolineras, varaderos y fábricas de hielo. El más completo y grande, Camariñas, recién alargó 80 mts el muelle exterior de atraque. Dispone de una nueva lonja, fábrica de hielo con frigorífico, varias rampas de carga y descarga, grúas, casetas para marineros, criaderos de mariscos, club náutico con 3 pantalanes, escuela de vela, 1 pantalán de unos 100 puntos de amarre en el muelle viejo, helipuerto, gasolinera y a los 300 puntos de atraque que ya tenían, estaban agregando 200 más.

Ría de Muros y Noya. Ría de Muros y Noya. Va, de norte a sur, de la “praya” de San Francisco en Louro a la de Aguieira en Puerto del Son y entre esos extremos se ubican las “prayas” de “As gaivotas” en Portosín, “Testal” en Noya, “Broña” en Outes, “Medrón” y “Parameán” en Esteiro, “Cabanas” en Tal y “O Castelo” en Muros.

Las Rías Bajas. Las Rías Bajas, mayores que las Altas, son, de norte a sur: Corcubión, Muros y Noya, Arosa, Pontevedra y Vigo. En ellas hay varios puertos comerciales y pesqueros importantes: Malpica, Corme, Arou (A Lagoa de Camelle), Lage y Camelle.

La confluencia de las aguas de mar y las del río Tambre, que desemboca en esta Ría, originan un hábitat favorable al desarrollo abundante de bivalvos, almejas y Berberechos, motor económico de los pueblos marineros que la circundan: Muros, escondido de piratas y de corsarios por el monte Louro; Noira, villa medieval por excelencia; Puerto del Son y Portosín.

Ría de Corcubión. La costa al sur del cabo Cee es alta y rocosa y después del castillo del Cardenal y la playa de Quenxe, sigue la Ría y el puerto de Corcubión, formado por una pequeña península rectangular que entra en el Atlántico, entre la ensenada de Estorde y la Ría.

Ría de Arosa. Ría de Arosa. Es la de mayor extensión de las rías de España, pero no la más profunda, aunque alcanza 69 mts en la bocana. La limita al norte la península del Barbanza y al sur la de Salnés.

El pueblo era paso obligado para los peregrinos que, tras visitar Santiago de Compostela, continuaban hasta Finisterre.

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Tiene muchas islas e islotes, destacando las de Arosa, La Toja (con un famoso balneario y diversos hoteles de hasta 5 estrellas), Sálvora en la bocana y Cortejada en la cabecera.

En 1720, un sueco organizó una expedición para recuperar la carga perdida y desde entonces grupos españoles, franceses, italianos, gringos, británicos y suecos, han tenido escaso éxito.

Los principales ríos que desembocan a ella son el Ulla en su cabecera y el Umia en la ensenada que forma la península de El Grove con la costa de Cambados. Los pueblos ribereños más importantes de ésta Ría son: Ribera, Puebla del Caramiñal, Boiro y Rianjo por el norte; Villagarcía de Arosa, Villanueva de Arosa, Cambados, El Grove y Arosa en la isla del mismo nombre.

El rastreador más persistente fue el italiano Giuseppe Pino que obtuvo una concesión en 1892 y desistió hasta 1920. Unas cuantas bandejas de plata fueron casi su única recompensa. Otros tuvieron más suerte como los franceses que en 1869, aseguran recuperaron buena cantidad de plata. Bronce, hierro, estaño, restos de maderas nobles y utensilios son los hallazgos más frecuentes, pero ha habido menos cañones de bronce de los esperados, que pueden costar hasta 1.5 millones de pesetas por pieza.

Ría de Vigo. La de Vigo, es la más al sur y más honda de las Rías Bajas: Mide 35 km de Cabo Silleiro a Arcade, 7 kms de ancho máximo y en el Estrecho de Rande, 700 mts.

Una reciente expedición oficial gallega catalogó 14 galeones cubiertos por el fango del fondo y los filmó para la TV. El equipo del 5º centenario insiste que están por descubrir los restos del “Santo Cristo de Maracaibo”, el galeón más buscado de los últimos años, que creen podría hallarse fuera de la Ría, a unos 700 mts de profundidad, pero hasta ahora los submarinistas sólo han podido descender 100 mts y para acceder al navío necesitarían contar con un equipo técnico mucho más complejo que el que tienen.

Su entrada oeste la protege las islas Cíes, del Parque Nacional de las Islas Atlánticas. De fácil acceso, profundas y tranquilas aguas, tiene una historia de novela: En octubre de 1702, 17 galeones españoles escoltados por 20 buques franceses (entonces sus aliados) volvían de América, con la producción de 3 años de oro, plata y valiosas mercancías y una escuadra, de más de 70 navíos ingleses y holandeses, los acorraló y aniquiló en ésta Ría.

Puerto de Vigo. Hoy el de Vigo es el más importante puerto de pesca del mundo: En 2008, movió 751.971 toneladas de pescado, moluscos y crustáceos. Es sede de la mayor compañía pesquera, “Pescanova” y otras menores que operan en Namibia, Sudáfrica, Mozambique, Argentina, Australia, las Malvinas, Chile, Perú, etc. y surten a España, Portugal, Italia, Francia y otros mercados más distantes.

Se supone que casi todo el cargamento se desembarcó antes y se llevó por tierra a Madrid y que a la mayoría de los galeones los hundieron los españoles al verse derrotados, pero el enorme valor atribuido, agigantó la leyenda del “tesoro perdido” que cita Julio Verne en “20,000 leguas de viaje submarino”.

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Terminado con las costas norte y oeste de España, sigamos con algunas notable ciudades del interior que también conocimos.

Ciudad de Vigo. Vigo, la “Ciudad Olívica”, es la más poblada de toda Galicia.

Santiago de Compostela.

Sitios de interés: En el Centro Urbano: Casco Bello,Zona antigua, plaza y mercado de Pedra, Plaza de la Constitución, Concatedral de Santa María, Biblioteca Penzol, Alameda-Montero Ríos-Areal; Porta do Sol, monumento “o Sirero”, calles comerciales y paseos jardinados de amplias aceras: Príncipe, Urzáis y Gran Vía y, en la Plaza de España, el Monumento a los Caballos.

Santiago de Compostela. 65 kms al sur de La Coruña y 90 al norte de Vigo, sede de la “Xunta de Galicia”,el Parlamento y terminal del Camino de Santiago, vía romana que llegaba a Finisterra. Su prosperidad es una demostración más de la credulidad de los ignorantes y el poder de la fe, pues se debe a la leyenda, absurda como casi todas ellas, de que el féretro del Apóstol Santiago el Mayor, flotó desde Jerusalén hasta Padrón y que su cadáver está sepultado en el campus stellae, “campo de la estrella”, por una que, milagrosamente, indicó a Teodomiro el lugar del entierro.

Museos: Municipal Quiñónes de León o de Castrelos; Arte Contemporáneo; del Mar de Galicia; Etnográfico Liste; Verbum Casa das Palabras; das Artes; Galega de Cultura; Estación Marítima, con murales del trabajo en tierra y mar; Centro Cultural Caixanova de música, teatro, danza, cine, exposiciones, etc.

El moro Almanzor tomó y destruyó a Santiago de Compostela el año 997, fue reconstruida y fortificada en el siglo XI y la UNESCO la eligió “Patrimonio de la Humanidad” en 1985.

Fiestas locales: Marzo 28, la Reconquista; julio 17, Festa do Veciño; Torneo Memorial Pablo Gallego “Pecheche” (futbol de sala, arte y conciertos); agosto, 1er domingo Cristo de la Victoria, patrón de la ciudad y el día 16, San Roque.

Sus principales lugares de interés son: La Catedral (del siglo 18) con su Capilla de Ánimas, fachadas norte o de Azabachería y este o de la Quintana que tiene 2 puertas: la Santa y la Real; las Plazas de: Obradoiro (corazón de la ciudad, en cuyo centro se encuentra el kilómetro “0” de todos los caminos a Santiago), de Abastos (de 1941), de la Quintana (llamada también “de los Literarios”, en memoria del batallón de estudiantes, que combatieron a Napoleón) y Platerías; los Monasterios de San Martín Pinario (s. 11) y San Pelayo de Antealtares; el Hostal de los Reyes Católicos (era hospital construido por su visita en 1486); el Colegio de San Jerónimo (s. 16); los

Bayona. Al extremo sur de la Ría de Vigo están la bahía y villa de Bayona, que fue la 1ª de Europa que supo del descubrimiento del Nuevo Mundo, pues en marzo de 1493, Martín Alonso Pinzón arribó ahí a su regreso de América. Por ello el 1er fin de semana de marzo celebran la fiesta medieval, «La Arribada» y el 1° de marzo de 1977 se hermanó, con Palos de la Frontera, de donde salieron las carabelas descubridoras el 3 de agosto de 1492. 284


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la notable Ciudad Rodrigo o cruzamos en nuestros viajes: El Pardo, Cuéllar, Valladolid, Tordesillas, Medina del Campo, Zamora y Alba de Tormes.

Palacios: de Rajoy (del s. 18, Pazo de Raxoi, en gallego) el de Gelmírez (ss 12 y 13); las Casas: de la Parra (s. 17), Canónica o de La Conga, la del Cabildo (s. 18) y la casa-pazo de Vaamonde (s. 18); las calles do Vilar, Nova, das Orfas, Travesa y del Franco (zona de bares, marisquerías y pulperías).

Segovia. Todos nuestros recorridos de España fueron producto de que, una vez instalados en Madrid, nuestro 1er viaje dominical, del que ya platiqué, fue a Toledo y el 2º a Segovia a donde se llega, desde Madrid, en 30 minutos en el tren de alta velocidad y en auto en una hora o dos, depende si hay nieve en la carretera o no.

Del Camino de Santiago sabía que los peregrinos europeos, atravesaban caminando Francia, cruzaban Roncesvalles, donde se libró la batalla del “Cantar de Roldán”, como ya dije y luego recorrían, como mi señora y yo, las Vascongadas, Asturias y Galicia. De la ciudad también sabía, por lo que leí en la famosa novela “La Casa de la Troya”, creo que de Pérez Lugín y pude admirarla las veces que pasamos por ahí en nuestras visitas al Ferrol, Coruña, Vigo y todo el extremo noroeste de España.

Este viaje fue un semifracaso, pues tras admirar el enorme acueducto romano de más de 2 mil años de antigüedad, 14 km de largo, 166 arcos y 20,400 bloques de piedra, entramos a comer enfrente, al restorán de Cándido, el “Mesonero Mayor de Castilla”.

Pero lo mejor fue cuando acompañamos al Almirante Cházaro Secretario de Marina de México y su señora, en una visita oficial que hicieron a España y en su honor no sólo nos pusieron guías historiadores a que nos explicaran ampliamente las partes más notables y bellas de la ciudad y las fachadas, puertas y altares de la Catedral, sino que los encargados de ésta hasta hicieron funcionar al gran “bota-fumeiro”, incensario gigantesco, que para izarlo se necesitan mínimo 3 o 4 personas y después, cuando lo hacen oscilar, llega de lado a lado de la nave principal.

Al rico “chorizo al vino”, siguió el famoso “cochinillo al horno”, de menos del mes, que, sin destetar, no tiene grasa, vino Cándido, recitó algo en castellano antiguo, con el canto de un plato partió el puerquito y lo deslizamos con un buen tinto de la Rioja. Desde entonces, hasta que falleció, Cándido y su hijo fueron muy buenos amigos nuestros, porque comíamos frecuentemente en su negocio y ellos querían mucho a los mexicanos. Al final “la regué”, pues pregunté al mesero “¿qué otros sitios vale la pena visitar?” el muy bruto contestó “no hay nada más”, le creí, y, después de rematar la comida con el pastel típico de ése restorán, la deliciosa “tarta ponche”, nos regresamos a Madrid.

En aquel país hay tantos castillos, pueblos y ciudades notables que mencionar a todos requeriría muchos volúmenes. Ya vimos los principales del norte en el País Vasco, Asturias y Galicia, hoy empiezo con los del noroeste que visitamos mucho: La Granja, Segovia, Salamanca, Avila y el Escorial y también a los que fuimos sólo una vez como

El lunes platiqué todo eso en la Embajada y Santiago, un empleado español, dijo: “Pero 285


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Gordoa apadrinó universitaria.

que barbaridad, si Segovia es de lo más interesante que tiene España” y desde entonces se convirtió en mi asesor de viajes, aconsejándome muy bien a donde deberíamos viajar, que deberíamos ver y, gracias a él, conocimos sitios de los que nunca había oído hablar como Ciudad Rodrigo, Jaca, etc. Siguiendo los consejos de mi amigo Santiago, volvimos a la capital de Castilla la Vieja y nos volvimos sus “visitantes frecuentes”.

a

una

generación

Pero si ciudad, Plaza y Catedral, son bellas, el Alcázar medieval: Palacio-fortaleza, ex morada de los Reyes Católicos, hoy Archivo Militar y Academia de Artillería, cuyas dominantes torres y majestuosas cúpulas cónicas se yerguen en el promontorio en “Y” donde se unen los ríos Eresma y Clamores, es más bonito (dicen que de él copiaron el de Blanca Nieves en Disneylandia).

Muy cerca de Madrid se pasa el pueblo y Monte del Pardo, gran encinar extendido sobre lomas bajas a los lados del río Manzanares, con un Palacio Real, antiguo coto de caza y residencia de los Reyes de España hasta Alfonso XIII y luego del dictador Francisco Franco y, como tal, cercada, protegida y vigilada.

Su conjunto se admira mejor desde “la Fuencisla”, en la ribera de enfrente, en cuyo restorán había muchas piernas de jamón, con la mayor que he visto en mi vida, como una rueda de carreta. Ese lugar tiene una bonita leyenda: Una jovencita, a la que iban a violar, prefirió matarse y saltó desde su alto acantilado, pero al final de la caída la Virgen la tomó en sus brazos y la salvó.

Tras cruzar la sierra de Guadarrama, de donde dicen que “baja un viento frío que no apaga una vela, pero mata a un cristiano”, llegamos a Segovia, en cuya Plaza Mayor Isabel la Católica fue proclamada Reina de Castilla, el 13 de diciembre de 1474.

Zamarramala. Cerca está la Catedral gótica, color amarillo calizo y muchos pináculos, construcción que tardaron siglos en terminar.

Cerca de Segovia hay 2 sitios interesantes: Zamarramala, un pueblo que conserva sus trajes típicos y una costumbre curiosa: Un día, cada año, las mujeres toman el poder y son “Alcaldesas”.

Rodea al casco antiguo una muralla que conserva 3 de las 5 portadas originales: San Cebrían, San Andrés y Santiago, pues las de San Juan y San Martín desaparecieron en el siglo 19.

La Granja. El otro sitio es el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, llamado así porque originalmente fue una granja de monjes.

La ciudad tiene un gran conjunto de iglesias de arquitectura románica y palacios medievales con fachadas, portales, patios de columnas, escudos y torreones y en el impresionante Torreón de Lozoya nos alojamos cuando el Embajador Gómez

De estilo versallesco, el Palacio comprende una serie de edificios en “U”, donde se exhi-

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ben 2 de las mejores series de tapices del mundo: “El Apocalipsis” y “Los Honores”.

destaca un patio interior estilo góticorenacentista dedicado a Isabel la Católica.

Al frente tiene 2 patios el De los Coches, el De la Herradura y los bonitos Jardines de Medio Punto.

En la zona alta está el castillo de los Duques de Albuquerque, Monumento Nacional desde 1931 y en la ciudad abundan los monasterios construidos por 8 congregaciones desde la Edad Media.

Anexos al conjunto está la antigua Capilla del Monarca y la Real Colegiata de la Santísima Trinidad, con la Capilla de las Reliquias y el suntuoso mausoleo o Cenotafio Real de Felipe V.

El más antiguo es el de las Clarisas, pues consta que ya estaba fundado una década antes de morir Santa Clara de Asís.

Para atraer turistas, en los amplios jardines, los fines de semana y días festivos, en horas fijas, funcionan los bonitos “juegos de agua” de las numerosas fuentes, que tienen muchas y hermosas esculturas de personajes mitológicos y de leyenda, el más famoso Júpiter. Dicen que muchas, no sé si todas, son de plomo pintadas color cobre para evitar su deterioro.

Olmedo. De Cuellar seguimos a Olmedo (“lugar de muchos olmos”), uno de los pueblos que en 1085, Alfonso VI “ganó a los moros” y tuvo importancia estratégica hasta el siglo 17, que decayó. De su importancia da fe el antiguo romancero que dice: “Si Señor de Castilla quieres ser, a Medina y Olmedo has de tener”.

Las habitaciones están decoradas con mármol de Carrara, lacas japonesas y lámparas de cristal. Los trabajos de este material de la fábrica de La Granja eran famosos mundialmente.

Situado entre los ríos Eresma y Adaja, tiene cultivos de riego, sobre todo de remolacha, base de su industria azucarera, así como mucha ganadería de ovejas y abundante avicultura.

Después de Segovia, en varios viajes, pasamos por: Cuéllar, Medina del Campo, Valladolid, Tordesillas, Zamora y a Salamanca, Avila, San Lorenzo de el Escorial y el Valle de los Caídos, los visitamos mucho y hasta volvimos años después.

Siglos de influencia y esplendor, dejaron un patrimonio de riqueza excepcional por lo que es viejo el dicho de que Olmedo es el de “los siete sietes”: 7 pueblos, 7 conventos, 7 iglesias, 7 plazas, 7 arcos, 7 fuentes y 7 casas señoriales.

Cuellar.

Destacan ahí las magnificas iglesias de San Andrés, con su bello ábside mudéjar; Sta. María del Castillo, de portada gótica y San Miguel, mezcla de bizantino, ojival y árabe, donde se admira un precioso sepulcro mudéjar y la cripta donde veneran a la Virgen de Soterraña, patrona de Olmedo y su pozo.

Cuéllar es Conjunto Histórico-Artístico desde 1994. El edificio del Ayuntamiento (S. 16) frente a la Plaza Mayor, se construyó sobre los restos de la cárcel vieja y en él

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Ella debe su nombre a la leyenda de que cuando los árabes invadieron la península, los olmedenses escondieron la imagen en ese pozo y ahí permaneció enterrada más de 330 años.

Campigotorum ese mismo sitio, actual barrio de Santo Tomás y circundantes. 3.La tradición señala a la villa como patria de San Hermenegildo, hijo del propio Leovigildo.

En la villa celebran dos grandes fiestas al año, una religiosa en el aniversario de la Coronación de la Virgen de la Soterraña, el 10 de octubre y otra más laica y popular, la de San Miguel y San Jerónimo, el 29 y 30 de septiembre. Por San Isidro, el 15 de mayo, también celebran una fiesta campestre en la finca llamada de la Senovilla.

Medina del Campo también participó en las Guerras Civiles Castellanas, que fueron: La 1ª, de 1366 a 1369, entre Pedro I de Castilla y su medio hermano Enrique; la 2ª, de 1465 a 1468, entre Enrique IV y su medio hermano Alfonso y la 3ª, de 1475 a 1479, entre Juana “la Beltraneja” y su tía Isabel, la Católica.

Según un especialista en la Guerra de las Comunidades, en un documento relativo al juicio posterior al crimen (encontrado en el Archivo de Simancas), fue en esta finca donde mataron al famoso Caballero de Olmedo, Juan de Vivero, el 6 de noviembre de 1521 lo que dio pié a muchas coplas y versiones: “Que de noche lo mataron, al Caballero, la gala de Medina, la flor de Olmedo”.

Edificios notables: La Colegiata de San Antolín, situada en la Plaza Mayor y el Castillo de la Mota, en una elevación del terreno (mota) que domina la villa y la extensa comarca. Valladolid. De Medina seguimos a Valladolid, fundada en épocas prerromanas, en cuyo casco antiguo (calles Angustias, Arribas, Juan Mambrilla, Padilla y el Empecinado) hay restos romanos y es la ciudad que dio su nombre original a nuestra actual Morelia.

Medina del Campo. De ahí continuamos a Medina del Campo, cuna de los Reyes de Aragón y de la abuela de Fernando, el Católico. La fundó Brigo, que según Beroso, reinó “399 años después del diluvio”, según Ibáñez “906 antes de la venida de Jesucristo” y es el 4º en el “Catalogo de Reyes de España”.

En 1072, Alfonso VI, durante la “repoblación”, hizo su “Señor” al conde Pedro Ansúrez. A partir de ahí tuvo instituciones como la Iglesia Colegial, Universidad, Alcázar Real y, entre 1601 y 1606, fue Capital del Imperio Español y sede de la Corte Castellana.

Esta villa fue dominada por los visigodos y 3 testimonios dan fe de la lucha de Leovigildo para ocuparla. 1.- Se llama Del Real una de las puertas de la antigua muralla, por estar frente al campo donde se asentaron los conquistadores visigodos. 2.- Se llamaba

Antes la única vía de entrada a la ciudad, cruzaba el río Pisuerga por el Puente Mayor, pasaba por la “judería” y calles con templos y edificios nobiliarios importantes como el Palacio de los Condes de Benavente; en la Plaza de la Trinidad, la 288


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conventual calle de Santo Domingo de Guzmán y la Iglesia de San Agustín.

Beltrán de la Cueva, fue apodada “la Beltraneja”.

El Palacio Real frente a la Plaza de San Pablo, fue núcleo de la vida cortesana en tiempos de Felipe III y ahí residieron los monarcas españoles desde Carlos I a Isabel II, así como Napoleón Bonaparte durante la “Guerra de Independencia”.

Isabel, hermanastra de Enrique, fue coronada y ambos bandos pelearon la guerra “de sucesión”, que era importante, pues decidiría a quién se uniría Castilla, ya que Isabel estaba casada con Fernando II de Aragón y Juana con Alfonso V de Portugal.

En la calle Cadenas de San Gregorio hay 4 dependencias del Museo Nacional de Escultura: Colegio San Gregorio, Iglesia de San Benito el Viejo y los Palacios de Villena y del Conde de Gondomar (Casa del Sol).

Triunfante Isabel y expulsados los árabes, nació otro conflicto: España pretendía ser dueña exclusiva de todo lo descubierto y por descubrirse. Portugal, la mayor potencia marítima, que ya había rodeado África y llegado a Asia, no le reconocía ese derecho.

El parque más antiguo y emblemático, en pleno centro de la ciudad, es el Campo Grande; gran jardín botánico-romántico. En el Palacio de Pimentel, calle de Las Angustias, nació, en 1527, Felipe II, pues la emperatriz Isabel no tenía residencia propia.

Como por tradición teocrática, el Sumo Pontífice arbitraba pleitos por territorio, entre cristianos, los “Reyes Católicos” le solicitaron, al valenciano Rodrigo Borja (italianizado “Borgia”), Papa titular de la sede de San Pedro, con el nombre de Alejandro VI, que confirmara la soberanía castellana sobre el “Nuevo Mundo”.

En Valladolid también nacieron otros reyes: Fernando I, Alfonso V y Juan II, de Aragón; Enrique IV “El Impotente”, de Castilla; Felipe IV, de España y la reina consorte de Francia, Ana de Austria.

Él, en 4 “Bulas Alejandrinas” de mayo a septiembre de 1493 (Inter Coetera 1 y 2, Eximioe Devotionis y Dudum Siquidem), repartió tierras y océanos entre las dos potencias, fijando el meridiano divisorio de las zonas de influencia “100 leguas al oeste de las islas Azores y de Cabo Verde” y que “la zona occidental corresponde a Castilla y Aragón y la oriental a Portugal”, decretando también “la excomunión para todos aquellos que osasen viajar a las Indias sin autorización de los reyes de Castilla”.

Tordesillas. De aquí seguimos a Tordesillas, que como Zamora, Toro y Simancas, fue una altura fortificada, para vigilar la Extremadura Castellana, creció, la despobló Almanzor y renació a partir del siglo 11.

Las prerrogativas derivadas de las bulas, en especial de la 2ª Inter Caetera, muy favorables a los Reyes Católicos, no satisficieron a Juan II de Portugal, pues la línea trazada por el Papa lo excluía de América y lo relegaba a las costas africanas.

En 1474 el rey Enrique IV de Castilla murió sin dejar sucesor, pero antes legitimó a Juana, hija de su matrimonio con Juana de Portugal, la que, por rumorarse que era fruto del adulterio de esa reina con Don 289


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Las circunstancias políticas internas y externas, hicieron a los Reyes españoles pactar condiciones aceptables para el Rey lusitano, lo que volvió a Tordesillas importante, no sólo para la historia de España, sino para la mundial y en especial la de América, pues ahí, el 7 de junio de 1494, los delegados de ambos reinos, firmaron el “Tratado de Tordesillas”,que fijó una nueva línea límite, que, yendo de polo a polo, pasase 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde (en Brasil por el sector este de la actual São Paulo).

Fiestas de Tordesillas. Las fiestas mayores de Tordesillas son la 2ª semana de septiembre, en honor a su patrona, la Virgen de la Peña. El martes, se corre el “Toro de la Vega”, tradicional espectáculo, único en el mundo, que data de 1453 cuando ante el Palacio, hacían “juegos de cañas”, que eran una carrera entre varias cuadrillas de jinetes que se batían con lanzas de cañas. El juego cesaba con “la suelta del toro”, burel bravo que los obligaba a dejar “las cañas” para seguir con el “Torneo del Toro”.

Los Reyes Católicos lo refrendaron el 2 de julio en Arévalo, Juan II, el 5 de septiembre en Setúbal y sus originales están en el Archivo General de Indias en Sevilla (España) y en el Arquito Nacional da Torre do Tombo, en Lisboa (Portugal).

Para mayor emoción y vistosidad se abrían las puertas del palenque, con lo que los toros podían cruzar el río y ganar la vega donde proseguía la justa entre el toro y los caballeros.

Se solicitó su confirmación a la Santa Sede, pero Alejandro VI nunca lo hizo y hubo que esperar hasta 1506, a que Julio II lo hiciese en la bula Ea quae pro bono pacis. La gran diferencia con la establecida por las primeras bulas pontificias, es que el extremo oriental de América del Sur, quedó para Portugal, quien lo sometió a su soberanía cuando en 1500, Pedro Álvarez Cabral arribó a costas brasileiras.

Zamora. De ahí seguimos a Zamora, la “ciudad del Románico” más importante de España y una de las más destacadas de Europa. Su casco antiguo está calificado de Conjunto Histórico-Artístico, pues además de la Catedral, de notable cimborrio con decoración exterior de escamas, hay muchos sitios de interés: 24 iglesias, un castillo, murallas, un puente, 2 palacios y 9 casas.

Sitios de interés: Plaza Mayor (siglos 16 y 17); Casas del Tratado (los 2 Palacios donde se negoció y firmó); Iglesias de Sta María y San Pedro; Monasterio de Santa Clara (1340); Museo de San Antolín (siglo 15) y el Parador de Tordesillas.

San Cipriano (siglo 11, ha sufrido muchas modificaciones y de la original sólo se conservan la cabecera y el muro norte). Santa María la Nueva (sustituyó a la original quemada durante el Motín de la Trucha en 1158).

En el Palacio de los Reyes (demolido en 1771, por ruinoso) vivió de 1509 hasta su muerte en 1555, la reina Juana de Castilla, mejor conocida en la historia como “Juana, La Loca”. 290


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Virgen de la Concha y hace más de 700 años es tradición que el lunes de Pentecostés, la lleven a ver a “su prima”, la Virgen del Tránsito, a la Hiniesta, pueblo cercano.

La Catedral e Iglesias de San Claudio de Olivares, San Isidoro, San Esteban (hoy sede del Museo Baltasar Lobo) y San Torcuato, datan del siglo 12 y la 1ª, San Pedro, San Ildefonso y Magdalena son Monumento Nacional desde 1931, 1910 y 1974.

De España heredamos la tradición de inventores de leyendas absurdas y la de Zamora es que dos misteriosos personajes llegaron un día al convento ofreciéndose a tallar una imagen de la Virgen, con la condición de que nadie viera como la hacían.

En Santiago de los Caballeros, el Rey Fernando I armó caballero a Rodrigo (Ruy) Díaz de Vivar, el Cid Campeador, siendo su madrina de armas Doña Urraca.

La curiosidad venció a una monja, que abrió sigilosa la puerta de la estancia donde trabajaban los supuestos escultores, pero éstos se percataron y al verse sorprendidos dejaron su labor y salieron volando por la ventana, pues en realidad eran ángeles.

San Andrés (se reedificó entre 1550-70 por cuenta de Antonio de Sotelo Cisneros, uno de los capitanes de Cortés y de la original sólo se conservan la fachada norte y la torre desmochada). Patrimonio desaparecido: Puente Viejo o de Olivares (daba acceso a la ciudad por la puerta Óptima, hoy del Obispo. Se levantaba sobre el puente romano, parte de la Vía de la Plata, que unía Asturica Augusta (Astorga) con Emerita Augusta (Mérida) y era la más importante de Hispania después de la Vía Augusta).

Su festividad termina con “la Veneración de su sandalia”, una de las manifestaciones religiosas más importantes de la ciudad. Salamanca. De ahí seguimos a Salamanca, capital de la provincia homónima. En el siglo 3, A.C., Aníbal, en su avance por Iberia, sitió y tomó Helmántica (Salamanca). La leyenda dice que los salmantinos se rindieron sin resistencia y salieron de la ciudad, pero las mujeres se llevaron bajo sus vestidos las armas de los varones, con las que luego sitiaron a los cartagineses dentro de la villa.

Convento de San Jerónimo (Las columnas de su claustro adornan hoy el parque del Castillo, enfrente de la Catedral y de él procede también El Cristo de las Injurias, del siglo 16). Convento de las Marinas (siglo 18) e Iglesia de El Salvador (sobre su solar está hoy el mercado de Abastos).

Su Universidad, fundada en 1,218, fue la primera de Europa que ostentó ése titulo, por edicto de Alfonso X de Castilla, en 1,253.

Fiestas: San Pedro (junio 29) bailes regionales en las calles, romerías, ferias de cerámica, conciertos, toros, etc.

Fue la más prestigiada de ésa época en Occidente e hizo famosa la frase: “Quod natura non data, Salamantica non praestat”.

Romería de la Hiniesta (septiembre 8). Desde 1100, es patrona de Zamora la 291


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Casas del siglo 15: Las Conchas, de Doña María la Brava, de la Tierra, del siglo 16: de las Muertes, Don Diego Maldonado, Santa Teresa, del siglo 17: Las Viejas y del siglo 18: Regidor Ovalle.

“Lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo presta”. Durante la que los españoles llaman “Guerra de Independencia” contra Napoleón, los franceses ocuparon Salamanca desde 1809 hasta la batalla de los Arapiles (1812), ganada por los ejércitos aliados al mando de Wellington.

Palacios del siglo 15: de Abrantes, Arias Corvelle, Castellanos, San Boal, Solís, Torres de Aire y del Clavero; del siglo 16: Garci Grande, Monterrey, Orellana, Rodríguez de Figueroa y Salina.

Su Universidad está ligada a la historia universal, porque en 1492 ahí hizo Antonio de Lebrija la primera gramática del castellano y en su Claustro prepararon “el viaje del descubrimiento” de Colón; ahí estudió Hernán Cortés antes de venir a América y conquistar el Imperio Azteca; por la traducción parcial de la Biblia al español hecha por Fray Luis de León y muchos hechos y personajes más, como Miguel de Unamuno, que en un acto público valientemente le espetó a Franco: “Venceréis, pero no convenceréis”.

Puente Romano (s. I); Cueva de Salamanca; Mercado de Abastos (1899-1909) y el Museo Zacarías González. Fiestas locales: Lunes de Aguas, el que sigue al de Pascua; Semana Santa; del 1º al 15 de junio el Festival Internacional de las Artes de Castilla y León; 12 de junio, San Juan de Sahagún (también es mi cumpleaños) y 8 de septiembre, Virgen de la Vega patronos de la ciudad (abre la semana de Ferias y Fiestas).

Por la cita: “Salamanca que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado”, su libro “La Cueva de Salamanca” y los personajes del de Don Quijote, el bachiller Sansón Carrasco y el licenciado Vidriera, es posible que Cervantes, fuera alumno de la universidad.

Alba de Tormes. De Salamanca pasamos a Alba de Tormes, villa, condado y señorío del Ducado homónimo,donde se encuentra el sepulcro de Santa Teresa de Jesús, que conserva su cuerpo incorrupto.

Lugares de interés: Desde luego la Universidad, la impresionantemente bella y grande Plaza Mayor y la del Corrillo; Huerto de Calixto y Melibea; Catedrales vieja (s. 12) y nueva (s. 18); Iglesias de Santo Tomás y de las Bernardas; Capilla de la Vera Cruz, Ermita de Nuestra Señora de la Misericordia (ss 16-17); Conventos de las Agustinas (s. 17), las Dueñas (s. 15), San Antonio el Real (1736), San Esteban (s. 16) y Encarnación (1512); Colegios de la Clerecía (1617) y de Calatrava (s. 18).

En la ribera del Tormes se encontraron restos de sepulcros megalíticos y también los hay de la calzada romana a Salamanca. La historia de ese ducado, que empezó modestamente, pero llegó a ser poderosísimo, pues ha producido muchos “Grandes de España” y reunido el mayor número de títulos nobiliarios es interesantísima y tiene anécdotas mundialmente famosas. 292


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por sus hazañas bélicas y su labor a favor de las artes y las letras.

Una es la leyenda que señala a Cayetana, Duquesa de Alba, como la modelo de las pinturas de Goya: “La Maja Desnuda” y “La Maja Vestida”, que están en el Museo del Prado.

Alba de Tormes decae por las crecidas del río (1626, 1739, 1743 y 1840); la Guerra de Independencia (1812-13) y la desamortización de los bienes religiosos (1836).

Otra, menos bonita, es que en la época en que “poner una pica en Flandes”, era sinónimo de grandes hazañas, el Duque de Alba, enviado por el Rey de España a subyugar a los Países Bajos, tenía fama de que colgaba a los rebeldes holandeses que apresaba y por el parecido de los ahorcados con el pilote y un cabo dado a un buque, los marinos llamamos “Duques de Alba” a los postes hincados en el fondo del mar, para amarrar a los barcos.

Sitios de interés: Iglesias Benedictina; Santiago (siglo 11); Colegio-Seminario; San Jerónimo (siglo 12) San Juan de la Cruz (parte del Convento de los Carmelitas Descalzos); San Juan (siglos 12 y 13, Monumento Nacional); San Pedro (incendiada en 1512 y reedificada por el Gran Duque de Alba en 1577); Ermita de la Virgen de Otero (siglo 17); Basílica de Santa Teresa (siglo 19); Convento de la Anunciación (fundado por Santa Teresa de Jesús el 25 de enero de 1571, donde vivió sus últimos 15 días la santa andariega, está su sepulcro, conservan su cuerpo incorrupto y 2 macabras “reliquias”: el brazo izquierdo y su corazón).

La historia del ducado empieza en 1373, cuando el rey Enrique de Trastámara, dio a Alba de dote a un Infante portugués. Por incumplimiento matrimonial la villa pasó a don Juan, duque de Valencia y luego al patrimonio de los Infantes de Aragón, que la perdieron en su guerra con Juan II de Castilla, quien cedió ése señorío a la estirpe Álvarez de Toledo.

Otros sitios notables: Puente del río Tormes (construido sobre los restos del puente romano sobre el que circulaba un ramal de la Calzada de la Plata que unía Piedrahita con la capital salmantina) y el Castillo de los Duques de Alba (siglo 16).

El primer Señor de Alba, de ésa familia, fue Don Gutierre Álvarez de Toledo (obispo de Palencia).

En 1464, Don García sucedió a su padre y, a partir de 1469, añadió la dignidad ducal, por concesión de Enrique IV de Castilla.

Fiestas: 5 de febrero, Santa Águeda (las mujeres casadas, “las Águedas”, salen a la calle a festejar su rebeldía contra el poder simbólico de los hombres); 25-27 de agosto, Transverberación de Santa Teresa o Fiestas de Verano (celebran la gracia espiritual por la que, llena de amor divino, experimentó cómo un dardo le atravesaba el corazón. Actos taurinos, lúdicos, musicales, pirotécnicos, culturales, etc.); 14-22 de octubre,

A fines del siglo 15, toma posesión del ducado don Fadrique Álvarez de Toledo, conocido como “el Gran Duque de Alba”,

Fiestas Patronales en honor de la Santa (se convierte en “Alcaldesa” desde el 14, salida de clausura, hasta el 22, en la que vuelve a

Le heredó su sobrino, Don Fernando “El Viejo”, Señor de Salvatierra quien en 1439, llegó a ser el primer Conde de Alba.

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deseada por árabes y cristianos como enclave defensivo y las luchas por su posesión fueron permanentes.

entrar. Destacan las actividades taurinas, musicales, culturales y pirotécnicas). Ávila.

Alfonso I y su hijo Fruela llevaron a cabo varias expediciones llegando a entrar a la ciudad (740-42) sin ánimo de permanecer, más bien con intención de destruir defensas, recaudar botín, obtener pobladores para las tierras ocupadas y guerreros para la defensa de los reinos cristianos.

De Alba de Tormes seguimos a Avila, la capital de provincia más alta de España (1131 mts), cuyo nombre lo originaron los pueblos y tribus que han habitado durante milenios la provincia. Primero fueron los vetones, que la llamaron Óbila (monte alto).

En la 2ª mitad del siglo 15, ahí establecieron su corte los Reyes Católicos y en el 16 sus sucesores, Carlos V de Alemania y 1º de España y su hijo Felipe II, la ciudad renació y como ahí nacieron varios personajes religiosos, escritores y consejeros espirituales como Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz y es la que tiene el mayor número de iglesias románicas y góticas, muchos la llaman “la Ciudad de Cantos y de Santos”.

Más tarde los romanos, que dejaron su huella en el casco viejo, la parte rodeada por las murallas, así como calzadas, mosaicos o la Plaza del Mercado Grande, la nombraron Abila o Abela. La ciudad tiene el trazado de las romanas tipo hiberna (castros estables),contorno rectangular, 2 calles principales (cardo y decumano) que se cortan ortogonalmente en el centro, donde estaba el foro “Cardo Máximo” (actual calle Vallespín); el Decumano Máximo lo constituían la Calle de los Caballeros y la de Bracamonte.

Lo más impresionante es la imponente Muralla Medieval, iniciada en 1090 y construida de los siglos 11 al 14. El espacio cercado es de 31 hectáreas, tiene un perímetro aproximado de 2,516 mts; 88 cubos o torres de planta semicircular; 2,500 almenas; lienzos de 3 mts de espesor; una altura media de 12 mts y 9 puertas. Es el monumento completamente iluminado más grande del mundo.

Todas confluyen en el “Mercado Chico” que fue el antiguo foro. La necrópolis romana estaba al este, más allá de la Calle de San Segundo y en esa parte de la muralla hay piezas funerarias: estelas, aras, cipos, “verraquitos” y cápsulas cinerarias de granito reaprovechadas como materiales de construcción. Se cree que Ávila era una plaza fuerte en la época visigoda.

De la arquitectura de Ávila del siglo 12 al 16, destacan: Catedral del Salvador; Iglesias de San Vicente; San Pedro, Monasterio de Santo Tomás; Santuario de Nuestra Señora de Sonsoles (Copatrona de Ávila y patrona de los campos de la provincia) que tiene parques infantiles, restaurante, hospedería, merenderos, etc; Casa de los Deanes; Torreón de los Guzmanes y Palacios de Don Diego del Águila (situado dentro de la mu-

Durante los primeros años de la invasión musulmana, fue un punto estratégico, 294


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y Borbones, pero sólo Fernando VII, nació ahí, en 1784.

ralla y adosado a ella por la puerta de San Vicente); Valderrábanos y el de los Verdugo.

Valle de los Caídos. Son notables el Museo de Ávila, el de Catedral, los de la Encarnación, Santa Teresa, Santo Tomás, Arte Oriental, Ciencias Naturales y Caprotti, los jardines del Soto (pulmón de la ciudad), San Antonio, el Recreo, la Encarnación, San Roque y San Vicente.

Del Escorial, seguimos al cercano Valle de los Caídos, en lo alto de una montaña, con una gigantesca Cruz a la que se puede acceder por un funicular y su enorme iglesia. Hay 2 edificios principales: Uno, es la abadía benedictina y el otro es una hospedería turística, regenteada por los monjes.

Fiestas: 2 de mayo, San Segundo, a mediados de julio, las de Verano y el 15 de octubre, Santa Teresa de Jesús.

La Basílica, excavada en la roca y la Abadía, se comunican por un acceso privado que tiene una puerta monumental de bronce. El conjunto mide 300 mts de largo por 150 de ancho.

Ávila es “Conjunto Histórico-Artístico Nacional” desde 1884 y está incluida en la lista del “Patrimonio de la Humanidad” de la UNESCO desde 1985. El Escorial.

El dictador Francisco Franco ordenó su construcción en 1940 y hubiera sido la más grande del mundo católico, pero como también entre los religiosos hay “política”, la dividieron en dos, porque ninguna iglesia puede ser mayor que el Vaticano.

De ahí seguimos con el Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial y la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 1984.

Franco y José Antonio Primo de Rivera, fundador del partido político “Falange”, están enterrados en el crucero de la nave principal y en el piso de la Basílica, marca su ubicación, grandes, brillantes y hermosas losas de mármol con letras de oro.

La primera piedra del Escorial, uno de los principales monumentos renacentistas de España, se puso el 23 de abril de 1563. Tiene 16 patios, 88 fuentes, 13 oratorios, 15 claustros, 9 torres y ha sido calificado de “octava maravilla del mundo”. Entre lo más destacado del edificio están el impresionante Panteón de los Reyes (el “pudridero”, le dicen), con sus marmóreos mausoleos; la Real Basílica y la gran Real Biblioteca.

En criptas y sepulturas están enterrados 33,782 combatientes de ambos lados en la Guerra Civil, pues por el decreto fundacional, monumento y basílica se construyeron para: “Perpetuar la memoria de los caídos de nuestra gloriosa cruzada. La dimensión de ésta, los heroicos sacrificios que la victoria encierra y la trascendencia que ha tenido para el futuro de España esta epopeya, no pueden quedar perpetuados

Ese monasterio ha estado vinculado con la Corona Española, como lugar de residencia y enterramiento de varios monarcas Austrias 295


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Conventos: San Francisco, San Agustín (siglo 16) y Franciscanas Descalzas (1739). Castillo de Enrique de Trastámara (1372, hoy Parador Nacional); Palacios: de los Águila; los Ávila y Tiedra, de Velasco y de la Marquesa de Cartago (siglo 19) y del siglo 16, Casas de la Cadena, de los Sexmeros, de los Vázquez, del 1er Marqués de Cerralbo, Hospital de la Pasión, Plaza de Herrasti y Ayuntamiento.

por los sencillos monumentos con los que suelen conmemorarse en villas y ciudades los hechos salientes de nuestra historia y los episodios gloriosos de sus hijos”. El conjunto, que mi señora, mis hijos y yo, visitamos muchas veces, guiando a turistas mexicanos amigos, pertenece al Patrimonio Nacional desde 1957, año de su apertura al público.

Fiestas: Enero 20, San Sebastián (patrono de la ciudad); febrero 3, San Blas (romería); febrero o marzo, Carnaval del Toro (encierros a caballo, a pie, corridas, capeas, etc.); Sábado Santo, la Charreada (folklore charro); Pascua, 2º lunes, “de Aguas” (comen en el campo el típico “hornazo”); agosto, 1er martes, “Mayor” (mercado medieval) y último lunes de agosto, Feria del Teatro.

Ciudad Rodrigo. Terminada la descripción de ése circuito, pasemos ahora a la de otra ciudad fortificada Ciudad Rodrigo, entre Salamanca y la frontera de Portugal, que está a 25 kms, donde también fui Agregado Naval y a cuyos sitios notables me referiré después. Esa ciudad data de la Edad de Bronce, como lo atestigua un ídolo guardado en el Museo Arqueológico de Madrid, restos de útiles de piedra del Paleolítico Inferior y también del Megalítico.

Terminados los circuitos del noroeste y antes de narrar nuestros viajes al suroeste de la Península, haré una digresión. Los “conquistadores” son tantos que me fue imposible visitar los lugares relacionados con Juan Ponce de León (conquistador de Florida), Vasco Nuñez de Balboa (descubridor del Pacífico, decapitado por Pedrarias Davila, gobernador del Darien), Cristóbal de Olid, Gonzalo de Sandoval y Pedro de Alvarado (capitanes de Cortés), Alvar Nuñez Cabeza de Vaca (que recorrió a pié de Florida a California), Pedro de Valdivia (conquistador de Chile), Pedro de Mendoza (de Argentina), Rodrigo de Bastida, Pedro de Heredia y Jiménez de Quesada (fundadores de Santa Marta, Cartagena de Indias y Santa Fe de Bogotá, Colombia), Alonso de Ojeda (descubridor de Venezuela), etc. etc. pero sí fuimos a Medellín y Trujillo, ciudades pequeñas, pero importantes históricamente, por ser cunas de Cortés y Piza-

Su muralla, de más de 2 kms de perímetro, tenía 7 puertas (hoy sólo 5: Sol, Conde, Almayuelas, Santiago y Sancti Spiritus, pues perdió la antigua falsa “del Rey” y la de frente a la torre de Catedral) y se parece bastante a nuestro Fuerte de San Diego. Ciudad Rodrigo conserva 3 columnas de un templo romano, que son, desde la Edad Media, su emblema heráldico y en la Catedral de Salamanca hay un documento de 1,136 en que consta que los salmantinos compraron la “Civitatem de Rodric”. Patrimonio Artístico: Catedral de Santa María (siglos 12 al 14); Iglesias: San PedroSan Isidoro, San Andrés y San Cristóbal; Capilla de Cerralbo (siglos 16 y 17); 296


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Santa Cecilia (siglo 16).Restos romanos: Puente del río Guadiana; Teatro (año I A. C.). Porta Coeli (una puerta de la muralla) y Torre del Reloj (una de las entradas principales al castro).Fachada del Palacio del Conde Don Rodrigo Portocarrero.

rro, “conquistadores” de México y Perú, las colonias más ricas de España. Ya había visto mal en Madrid que, menospreciando la importancia histórica del descubrimiento y conquista de América, que enriqueció a España y la hizo la primera potencia de su época, las calles principales llevan nombres de reyes, príncipes, princesas, nobles y políticos desconocidos en el mundo y en cambio la de Pizarro no es importante y la de Cortés, casi es un callejón.

Fiestas: Navidad, Belén Vivo en el Cerro del Castillo; 2 y 3 de febrero, las Candelas y San Blas; Domingo de Resurrección, la Carrerita o el Encuentro; Lunes de Pascua, la Gira; Primer Fin de Semana de Agosto, la Feria; 14 de septiembre, el Cristo y 12 de octubre, Día de la Hispanidad y semana cultural dedicada a Cortés.

Una anécdota al respecto, fue la que le ocurrió al escritor José Fuentes Mares, Agregado Cultural a la Embajada de México en España, que dio una conferencia en una universidad famosa, no recuerdo si Salamanca, Guadalajara o Alcalá de Henares y una alumna le dijo “ustedes son indios, nuestros antepasados fueron conquistadores” y él la puso en su lugar: “los descendientes de conquistadores somos nosotros, ustedes lo son de los porquerizos y pastores de ovejas que se quedaron aquí”.

Castilleja de la Cuesta. Las ciudades de Medellín y Castilleja de la Cuesta, vieron el alfa y el omega (inicio y fin), de la vida de Hernán Cortés. De la primera ya hablé y de Castilleja sólo diré que fue asiento de razas antiguas, castro romano y que en sus inmediaciones se encontró, en 1956, el tesoro, tartesio, del Carambolo.

Otra muestra de que España no daba importancia económica y política a la conquista y predominaba lo religioso es que allá, como en México y Latinoamérica, los mayores monumentos, las construcciones más importantes y los sitios más ricos e impresionantes, son las catedrales, iglesias y conventos.

Después de la guerra entre Pedro I “el Cruel”, y Enrique de Trastámara, (que decidió Bertrand du Guesclin, “el Caballero sin miedo y sin tacha”, quien al ver que los hermanos, abrazados, luchando por apuñalarse, caían por tierra, les dio vuelta, para que su jefe quedara arriba, diciendo “ni quito ni pongo rey, sólo ayudo a mi señor”), Enrique, el nuevo monarca castellano, dio Castilleja a su aliado Guzmán y a esta familia perteneció hasta el siglo 19.

Medellín. Es Medellín un pueblo de Extremadura muy antiguo, con restos celtas, tartesios, romanos, visigodos, árabes, etc. Sus sitios a visitar son: la Plaza de Hernán Cortés, con su estatua, el dintel y escudo de su casa; Castillo (siglo 10). Iglesias San Martín (siglo 13, “Bien de Interés Cultural” con la pila de bautismo de Cortés); Santiago;

Cortés murió ahí en 1547, pero por temor a que algún fanático indigenista profanara sus restos, los ocultaron en el antiguo Hospital de Jesús, que él fundó, en el centro histórico 297


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costumbre usual en Latinoamérica y Gonzalo, que murió en el cadalso en 1548, acusado de querer “alzarse con la tierra” en contra del rey.

de México, D.F., cerca de Palacio Nacional y hace pocos años los exhumaron, quien si está enterrado en Castilleja de la Cuesta es su caballo “Molinero”, que figura en la historia, igual que otros corceles notables como “Pegaso”, el caballo alado, “Bucéfalo”, de Alejandro Magno, “Strategos” (General) en el que pasó los Alpes Aníbal, “Babieca” del Cid Campeador, “Rocinante” de Don Quijote de la Mancha, “Blanco” de Napoleón, “Palomo” de Simón Bolívar y entre los mexicanos: “Águila” de Porfirio Díaz, “Siete Leguas” de Pancho Villa, “As de Oros” de Emiliano Zapata, etc.

Fiestas patronales de Trujillo: De la Santísima Virgen de la Victoria (a fines de agosto e inicios de septiembre), que culminan con el canto de la “Salve” en la Plaza Mayor ante la patrona, que bajan de la capilla del castillo a la iglesia de San Martín. Hay marionetas (Aventuras de Peneque, el valiente), capeas y Festival de Música, Danza y Teatro en el patio de armas del Castillo).

En Castilleja hay poco relacionado con Cortés, los edificios notables son: La Ermita de Nuestra Señora de Guía (el más antiguo), Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, Iglesia de Santiago el Mayor, la Casa de Salinas y las Haciendas de San Ignacio y Santa Bárbara y también sus fiestas importantes son religiosas.

Sitios de interés: El Castillo (Alcazaba); Iglesias de Santiago; Sta María la Mayor; San Francisco y San Martín; Plaza Mayor; Palacios de los Marqueses de la Conquista; Orellana-Pizarro; Duques de San Carlos; Marquesado de Piedras Albas, Luis de Chaves el Viejo; Casa-fuerte de los Altamirano y recinto amurallado.

Trujillo. De los museos es más importante el del Queso y el Vino, que el de Pizarro, Coria o el de Enríque Elías.

La otra ciudad, “cuna de conquistador”, que visitamos, fue Trujillo, en la que en 1475 nació Francisco Pizarro, que ahí fue pastor de ovejas y porquerizo, aún joven vino a América, participó en las expediciones de Ojeda, Fernández y Balboa y ya de 49 años emprendió la suya propia que descubrió y conquistó Perú y a la que Hernán Cortés envió ayuda desde México.

Otras fiestas importantes en Trujillo son: El Chíviri (de interés regional, el Domingo de Resurrección culmina la Semana Santa, la Plaza Mayor se llena de gente con el traje típico. Cantan, bailan, comen y beben al ritmo del Chíviri. El lunes siguiente, de Pascua, es día festivo y van de “romería” al campo. La Feria Nacional del Queso, en mayo, es la más importante de España.

3 de los 4 hermanos Pizarro tuvieron fin trágico: Juan, de espíritu caballeresco, murió en 1536 defendiendo la ciudadela del Cuzco contra Manco Capac; Francisco, ya Virrey, fue asesinado en Lima, en 1541, por sus propios compatriotas, encabezados por su segundo, Diego de Almagro, que conspiraron contra él, inconformes con su gobierno, como ha sido una pésima

Talavera de la Reina. Saliendo de Madrid hacia el oeste, para ir a Trujillo pasamos por 3 pueblos interesantes, Escalona y Oropesa porque son 2 apellidos 298


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Sitios notables: Iglesias San Francisco Javier, San Mateo, Santiago, San Juan Bautista, Ermita de la Paz, Cofradía de Nuestra Señora de la Montaña y Concatedral de Santa María de Cáceres.

muy conocidos en Acapulco y Talavera de la Reina, que en el siglo 16 comenzó a hacerse famosa por su cerámica, que aún lleva su nombre y que influyó mucho en la mexicana de la antigua Puebla de los Ángeles, actual Puebla de Zaragoza.

Palacios: Episcopal, Golfines de Abajo, Golfines de Arriba, Carvajal, de las Cigüeñas, de las Veletas y ToledoMoctezuma.

Talavera es muy antigua y tiene muchos templos y sitios de interés como los restos de su vieja muralla, pero es más famosa por que en su Plaza de Toros “La Caprichosa”, murió José Gómez Ortega, “Joselito” considerado por muchos el mejor diestro de todas las épocas, sitio que le peleaba el mexicano Rodolfo Gaona.

Plazas Mayor y de San Jorge, Foro de los Balbos, Barrio Judío, Castro romano “Cáceres el Viejo” (rectangular, 680 mts por 400, con murallas de pizarra y barro, doble foso y 4 puertas, capaz de albergar 2 legiones de alrededor de 5 mil hombres cada una).

Cáceres. Después de Trujillo pasamos por Cáceres y Mérida para ir a Badajoz, que me llamó la atención desde que en la guerra civil los franquistas la tomaron, en su avance hacia el norte, para ir a ocupar Asturias y virar luego hacia el este, para aislar a los republicanos de Francia y evitar que recibieran ayuda de Europa.

Otros sitios notables que visitar en Cáceres son: Los Arcos de la Estrella, Cristo y Santa Ana; las Puertas del Postigo, Mérida, Pizarro, Coria y portillo de la Plaza de las Piñuelas; las Torres defensivas: Adosada, Aire, Albarrana, Aver, Bujaco, Carvajal, Cigüeñas, Cotaja o de los Aljibes, del Rey, Espaderos, Horno, Mérida este y oeste, Mochada, Ochavada, Pozos, Púlpitos, Redonda o de la Mora, de Sande, Santa Ana, de Ved o del Postigo, de la Yerba y muchas casas de nobles y personajes destacados.

Cáceres: En el siglo I, “Norva Caesarina” (Castra Cecilia y Castra Sevilia), fue asiento romano permanente sobre la importante vía de comunicación que después fue llamada “Vía de la Plata”. En el siglo 5, D.C., los visigodos la arrasaron.

Isabel “La Católica”, mandó desmochar todas las torres, menos la de las Cigüeñas, para castigar a los que apoyaron a su contrincante por la corona, Juana de Trastámara, “la Beltraneja”.

Años después los musulmanes, usaron la estratégica ex colonia romana para enfrentar a los reinos cristianos del norte.

Por poseer uno de los conjuntos urbanos de la Edad Media y del Renacimiento más completos del mundo, en 1986, la Unesco declaró a Cáceres “Patrimonio de la Humanidad”.

Ante el avance de éstos, la fortificaron con una muralla de adobe (que aún conserva), la que no impidió a Alfonso IX, Rey de León, tomarla, tras varios años de asedio, el 23 de abril de 1229.

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Legado visigodo y árabe: Hospital de Peregrinos (Xenodoquium);Basílica paleocristiana de Casa Herrera y Alcazaba Árabe.

Mérida. De ahí nos seguimos a Mérida, capital de la Comunidad Autónoma de Extremadura. “Emeritus” (en latín “retirado”), eran los soldados jubilados con honor y a “Emerita Augusta” la fundó Octavio Augusto, el 25 A.C. para los eméritos de las legiones veteranas de las Guerras Cántabras: Regio V, Alaudae y Regio X, Gemina.

Fiestas locales: en febrero, Carnaval romano; marzo-abril, Semana Santa; 1ª semana de septiembre, Feria y el 8, Día de Extremadura; 12 de octubre, Feria Chica y 10 de diciembre, Santa Eulalia de Mérida (patrona de la ciudad).

Fue importante centro económico, militar, jurídico y cultural (9º lugar, por delante de Atenas) del Imperio Romano de Occidente.

Arquitectura religiosa: Concatedral de Sta María; Basílica de Sta Eulalia; Iglesias Sta Clara; Nuestra Señora de la Antigua y Nuestra Señora del Carmen; Conventos: Franciscanas Concepcionistas; Jesús Nazareno, San Andrés y de las Freylas de Sta Eulalia; Conventual Santiaguista y Hospital de San Juan de Dios.

En el siglo 3 sufrió incursiones de los pueblos bárbaros hasta que ahí se asentaron los visigodos. Durante la invasión musulmana, tras varias sublevaciones de sus habitantes, el caudillo Muza, la conquistó y arrasó en 713.

Arquitectura civil: Palacios de los VeraMendoza; de los Corbo, de la China y el Real Edificio de la Carnicería.

Bajo los Reyes Católicos, la ciudad se recuperó y su contribución a la conquista y colonización de América fue importante, pues partieron “para las Indias” más de 200 personas, entre las que destacan 2 capitanes de renombre en la ocupación de Venezuela: Juan Rodríguez Suárez y Garci González de Silva.

Por su importancia histórica y monumental, en 1993 la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad a su “Conjunto Arqueológico”. Badajoz. De ahí fuimos a Badajoz, que, por su ubicación fronteriza, ha sido, en las guerras, plaza de importancia estratégica y en épocas de paz, importante enclave comercial y de comunicaciones.

Legado prerromano: Dolmen de Lácara; Silo de Carcesa; Dintel de los ríos; Kernos de la Alcazaba. Del impresionante legado romano, los formidables Teatro, Anfiteatro y Circo; Puentes sobre los ríos Guadiana y Albarregas; Acueductos de Milagros y San Lázaro; Templo de Diana; Arco de Trajano; Casas del Mitreo y del Anfiteatro; Pórtico de Foro Romano; Foro Romano Provincial y Conjunto Arqueológico de Morerías.

En 715 los invasores árabes tomaron a esa pequeña población visigoda. Hubo muchas rebeliones, que dañaron a la ciudad, destruyeron monumentos romanos y arrasaron sus poderosas fortificaciones, pero fueron duramente sofocadas capturando rehenes y ejecutando a los insurrectos. 300


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gallego cazurro (nació en el Ferrol) participo hasta lo último, porque dudaba del éxito de la sublevación, como en la realidad sucedió.

En 875 el renegado muladí Abd al-Rahmán Ibn Marwan, la refundó llamándola Mu’assassat Batalyaws y durante 40 años él y sus descendientes reinaron, independientes de Córdoba, hasta que Abderraman III, primer Califa, la anexionó, haciéndola una de las ciudades más importantes de AlAndalus (hoy Andalucía, cuyo nombre quizá deriva de los primitivos “vándalos”).

El jefe era Sanjurjo (fracasado en una “sanjurjada” en 1932, condenado a muerte, perdonado y exiliado), prestigiado militar, laureado con la “Cruz de San Fernando” y hecho “Marqués del Rift” por sus triunfos en Marruecos, sobre todo el de Tetuán, pero murió cuando la rebelión tenía 3 días de iniciada, al caer su avión por llevar exceso de equipaje, contra las indicaciones del piloto. Pero “lo que está escrito, escrito está”, asumió el mando el General Mola, que pereció en otro accidente aéreo el 3 de junio de 37.

En el siglo 16, al anexar Portugal a sus reinos españoles, Felipe II pasó la corte a Badajoz, ciudad que envió 428 de sus habitantes a conquistar América y adquirió triste fama en la Guerra Civil Española (julio 18 de 1936, ¿? 39) que se inició con la sublevación simultánea de las guarniciones de varias de las ciudades españolas más importantes.

Debió seguir Queipo de Llano, que era el que hacía la propaganda por radio, pero se lo ganó Franco, que tenía el mando militar y la habilidad política y por eso se sostuvo de dictador 40 años.

En Andalucía, Huelva, Navarra, etc., el ejercito triunfó, en otras provincias y ciudades fracasó, pues a los generales Goded y Fernández, los fusilaron, en el castillo de Montjuich de Barcelona y alcoronel Moscardó lo sitiaron en el Alcázar de Toledo, donde estaban las Academias de Infantería, Artillería, etc.

Franco fue el general más joven de Europa, compadre del Rey Alfonso XIII, ocupó cargos importantes, obtuvo todos sus ascensos en combate y fue herido gravemente, pero no logró la máxima condecoración española: “La Cruz Laureada de San Fernando”.

En la Armada fue al revés: Al grito “la escuadra la mandan los cabos”, las tripulaciones asesinaron a los oficiales, echando vivos a muchos al mar, pero, mal mandados, los buques “rojos” fueron derrotados por los rebeldes frente a la Isla de Alborán e inactivos en Málaga, no evitaron el paso de la Legión, de África a España.

Antes de la rebelión contra el anárquico gobierno comunistoide, era el Comandante de la Legión Extranjera basada en Marruecos (por eso la apantalladora “Guardia Mora”, fue su escolta personal mientras gobernó). Enviado a las Islas Canarias volvió y triunfó.

Es incorrecto atribuir “el golpe” a Franco, (el “Comandantín”, por chaparrito, como Napoleón era “le petit caporal” o “el cabito”) pues los que planearon derrocar al gobierno republicano fueron los generales: Sanjurjo, Mola, Queipo de Llano, etc. y él,

A los 28 días de guerra, Badajoz fue ocupada y sufrió cruenta represión del ejercito golpista, al mando del teniente coronel Yagüe, quien llevó a cabo una 301


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Ana, Recinto Abaluartado, Torre de Espantaperros y Convento de Clarisas Descalzas.

masacre, en la que asesinaron más de 4 mil prisioneros que tenían recluidos en la antigua plaza de toros (hoy Palacio de Congresos). Entrevistado sobre el porqué de esa carnicería, contestó “¿Cómo iba a dejar detrás de mi a tantos enemigos, dispuestos a apuñalarme por la espalda?”.

Cumbres Mayores. Concluido Badajoz, seguimos a Cumbres Mayores de la provincia de Huelva, cuna del famoso “jamón de Jabugo”, hecho de “cerdo ibérico”, de pata negra, alimentado con bellotas y castañas silvestres, lo que le da un sabor muy especial y lo hace, según los expertos, el mejor jamón serrano del mun do. De limitada producción y gran calidad, en el D.F., una pierna de ese jamón costaba, en 2009, entre 8 y 10 mil pesos, la usual española de 2 a 3 mil y la mexicana entre mil y 1,500.

Eso me recuerda la anécdota del general de nuestra Revolución que mandó fusilar a todos los prisioneros y cuando le dijeron que entre ellos había algunos inocentes, él contestó: “Tú fusílalos a todos, allá arriba Diosito separará a los buenos de los malos”. Dicen que Yagüe, quizá el mejor estratega de la Guerra Civil Española, encabezaba la vanguardia del ejercito rebelde con la Legión Extranjera y Franco lo relevó porque iba avanzando por el Valle del Tajo para romper el sitio del Alcázar de Toledo y Franco lo que quería era ocupar Galicia, Asturias y el país Vasco y matar al mayor número de “rojos” posible.

Otros platos típicos de Jabugo son: chorizo (embutido en el intestino delgado), “morcón” (en el ciego del intestino grueso del cerdo, de carne magra, de calidad, sin pellejos o pedazos de grasa), “lomo embuchado”, “morcillas tontas” (de sangre, como la moronga, pero con más agregados y condimentos), “cocido serrano”, “rabo ibérico en salsa”. Y aunque el idioma es el mismo, los modismos son diferentes, en España nuestro chicharrón es “corteza”, el queso de puerco, chicharrón y la longaniza, chistorra.

El mérito de liberar al Alcázar entonces fue para el Gral. Varela, pero Yagüe encabezó el avance desde el Ebro a Barcelona y, rodeados, se rindieron los republicanos en Madrid y toda España. Fiestas de Badajoz: febrero, carnaval; Semana Santa; San José, patrón del Casco Antiguo; mayo: Romerías de la Virgen de Bótoa y de San Isidro y junio, Feria de San Juan.

Huelva. Huelva: La ciudad está en la confluencia de los ríos Tinto y Odiel. La fundaron los fenicios en el año 1000 A.C. y fue colonizada por vándalos, visigodos, romanos y árabes.

Sitios históricos: Campo y Cementerio de San Juan (siglo 13-18); Catedral San Juan Bautista (1232);Casa del Cordón (siglo 16); Alcazaba, Giralda de Badajoz, Plaza Alta,Puentes: de la Autonomía Extremeña, Palmas, Real y Universidad; Puertas: Palmas y Pilar, Real Monasterio de Santa

En 1012 Abd al-Aziz al-Bakri erigió el “reino taifa” de Huelva, titulándose “Señor de Umba y Xaltis” (Huelva y Saltes) (las taifas son los pequeños estados en que se 302


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Castilla, en 1379, se la cedió junto con la de Villalba, para compensar el haberle arrebatado las localidades de Huelva y Gibraleón.

dividió la España árabe, cuando se disolvió el Califato Cordobés). En 1238, fue tomada, por Iñigo de Mendoza, en 1262 por Alfonso X y desde entonces la gobernaron españoles.

Su época dorada fue 1470-79, cuando en guerra Portugal-Castilla por Juana “La Beltraneja” e Isabel la Católica, ésta apoyó sus incursiones en Guinea, para disputar a los portugueses, rivales en la expansión territorial, sus negocios ultramarinos.

Sitios religiosos notables: Iglesias de San Pedro; Concepción; Milagrosa o de Nuestra Señora Estrella del Mar; Sagrado Corazón de Jesús o “El Polvorín”; San José Obrero; San Sebastián y la del Rocío; Ermita de la Soledad, Santuario y Humilladero de la Cinta; Conventos de las Hermanas de la Cruz y de las Agustinas. Civiles: Monumento a la Fe Descubridora; Muelle de las Canoas; Plaza de las Monjas; Paseo Santa Fe e Instituto La Rábida. Legado inglés: Muelles de las Compañías Tharis y del Tinto.

Palos era un puerto marinero, ligado a los descubrimientos geográficos y se considera la “Cuna del Descubrimiento de América”, pues aquí se preparó y partió el primer viaje de Colón, que creía lo llevaría a Asia (Cipango y Catay, China y Japón) y como nunca supo haber llegado a un continente cuya existencia Europa desconocía, hasta su muerte aseguró haber llegado a la India y por eso se llamó “indios” a los aborígenes de América.

Un edificio emblemático es la “Casa Colón”, en la céntrica Plaza del Punto, inaugurado en 1883 como “Gran Hotel Colón” al acercarse el IV Centenario del Descubrimiento de América.

Los primeros “Cronistas de Indias”, Fernán dez de Oviedo y López de Gómara, creyendo que Palos y Moguer eran un sólo pu-blo, crearon el inexistente “Palos de Moguer”, pero en mayo de 1642, su Consejo Municipal lo nombró “Palos de la Frontera”.

Fiestas: 20 de enero, Patronales de San Sebastián; Semana Santa y Cruces de Mayo; septiembre, de la Cinta; noviembre, Festival de Cine y a fines de año, Procesión de la Purísima Inmaculada.

Sitios de interés: Iglesia San Jorge; Castillo; Muelle de la Calzadilla; Fontanilla; Casa-Museo y Estatua de Martín Alonso Pinzón.

Fiestas Colombinas, en agosto, “Velada” para conmemorar la Salida de Cristóbal Colón y Carnaval Colombino, (data de 1863).

Su lugar más celebre es “La Rábida”, monasterio franciscano de los siglos 14-15. Su guardian, Fray Juan Pérez de Marchena, protegió y hospedó a Colón antes de partir al Nuevo Mundo. Ahí está enterrado Martín Alonso Pinzón, que falleció poco después de volver del primer viaje colombino. Asimismo, al regreso de algunas de sus expediciones de conquista se hospedaron en

Palos de la Frontera. De ahí seguimos a Palos de la Frontera, que tomó su nombre del romano “Palus” (laguna). Álvar Pérez de Guzmán, recibió esa villa a los 14 años cuando Juan I de 303


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En 1248 Fernando III,la conquistó e incorporó a la Corona de Castilla y León y fue el primero que enterraron en la Catedral.

este cenobio Hernán Cortés, Gonzalo de Sandoval y Francisco Pizarro. En 1856, el Monasterio de La Rábida fue declarado Monumento Nacional, en 1949, “Primer Monumento Histórico de los Pueblos Hispanos” y el 28 de febrero de 1992 le otorgaron la “Medalla de Oro de Andalucía”. En la 9ª Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Presidentes de Gobierno en La Habana, se le reconoció como “Lugar de encuentro de la Comunidad Iberoamericana de Naciones”.

Durante la Baja Edad Media la ciudad, su puerto y su activa colonia de mercaderes genoveses ocuparon una posición periférica muy importante en el comercio internacional. Después del descubrimiento de América, en 1492, Sevilla se convirtió en el centro económico del Imperio Español.

Fiestas: Enero, conmemoración de la salida del “Plus Ultra” hidroavión en el que en 1926, Ramón Franco (aviador militar, hermano del posteriormente dictador Francisco Franco) cruzó el Atlántico de España a Argentina, en 7 etapas, en 81 hrs y 44 min. de vuelo con varios de tripulación (Lindbergh lo hizo en 1927 en solitario, en 27 hrs de Nueva York a París); marzo, Feria Medieval del Descubrimiento; abril, San Jorge Mártir; agosto, Asunción de María, Romería de Nuestra Señora de los Milagros y el Regreso de las Carabelas, octubre, Descubrimiento de América.

Los Reyes Católicos fundaron la Casa de Contratación, desde donde se dirigían y contrataban los viajes, controlaban las riquezas que llegaban de América y, junto con la Universidad de Mercaderes, regulaban las relaciones con el Nuevo Mundo. La ciudad fue un centro multicultural importante en el siglo de oro español al florecer las artes y destacar las fábricas de jabón del barrio de Triana y las artesanías de seda y cerámica. En 1929 tuvo la Exposición Iberoamericana, en 1962, la Exposición Universal y fue electa Capital de la Autonomía Andaluza.

Sevilla. De Palos seguimos a Sevilla. Su nombre tartesio, era Spal (tierra baja). Tras conquistarla, los romanos la latinizaron a Hispalis. Durante el reino visigodo alojó en algunas ocasiones la corte.

Quizá porque en casi todos los países, debido a las diferencias climáticas, el norte trabaja y el sur canta, a pesar de que Galicia, Asturias y las Vascongadas son verdes y bonitas porque llueve mucho, la meseta castellana es desértica y Andalucía ni tanto de una ni de otra región, por ésta sentí “amor a primera vista”.

Tras la invasión musulmana de Al-Ándalus, fue capital de un reino de taifas y su nombre fue Ishbiliya, que derivó a Sevilla.

Desde que a lo lejos vi la esbelta torre llamada comúnmente “la Giralda” (por la veleta que la corona y gira), que fue construida en 1184 por el Califa Abu Yaqub

En 844 los vikingos remontaron el río Guadalquivir y la saquearon por lo que el emir de Córdoba fortaleció su sistema defensivo. 304


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todos los edificios religiosos, es en partes oscura y hasta lóbrega.

Yusuf, basándose en el alminar de la mezquita Kutubia de Marruecos, Sevilla me encantó.

Los sevillanos afirman que en el gran mausoleo que hay en su Catedral, están los de Cristóbal Colón, pero en Santo Domingo, en un viaje de prácticas de los cadetes de la Naval, el Cardenal Primado de América, un viejito veneciano impresionantemente sabio, que nos maravilló describiendo la Basílica de la Virgen de Guadalupe, que al final nos dijo que nunca había visitado, nos aseguró que en su Catedral están los del descubridor y los de Sevilla son de su hijo Diego.

Ya dentro de la ciudad, esa sensación aumentó con las visitas a los sitios históricos, notables y hermosos que ahí abundan como la Torre del Oro a donde se depositaban las riquezas que llegaban de América, el Archivo de Indias en donde hay infinidad de documentos históricos y a donde mandé después a Ernesto García de Moragas a averiguar los antecedentes del Fuerte de San Diego, el Parque María Luisa donde fue la feria mundial y que conserva los bellos edificios construidos para ese fin.

Semana Santa en Sevilla.

También los recorridos por los jardines y el palacio de los Reales Alcázares o por el castizo barrio de Triana en cuya iglesia la Virgen de la Macarena luce las enormes esmeraldas que un famoso torero, no sé si Dominguín o Joselito, le regaló y que fueron producto de una de sus triunfales giras por América.

Pasemos ahora a Semana Santa en Sevilla, bello espectáculo que atrae muchísimos viajeros de todo el mundo. Los “pasos”, gigantescos y hermosos, representan escenas bíblicas de las más ampliamente conocidas con esculturas de tamaño natural o mayor de Jesucristo, la Virgen María y otros personajes que van sobre enormes tarimas, aun no motorizadas.

También las visitas obligadas a ver las corridas de la Plaza de Toros, famosa por su albero de dorada arena y su conocedora concurrencia y a los tablaos a oír el “cante jondo” en su mera mata y ver los bailes flamencos, sobre todo los de un chaparro que zapateaba endemoniadamente rápido.

Debajo de esas plataformas, ocultos por un faldón de tela que cuelga a su alrededor, van sufridos cargadores, que reciben señales, por medio de golpes en la tarima, de cuando caminar, cuando detenerse a descansar, cuando van a dar vuelta, etc.

Pero quizá lo más impresionante de Sevilla sean su Catedral y celebración de Semana Santa, algo parecida a la “Procesión del Silencio” en San Luis Potosí, pero en mucho mayor escala y no como las salvajes nuestras de Taxco.

Todo está perfectamente organizado, a qué horas salen de cada iglesia, a qué hora llegan a la Catedral, a qué hora entran a ésta, a qué hora salen, a qué hora terminan la procesión, etc.

La Catedral de Sevilla como muchas en España, en época musulmana fue mezquita y es grande y hermosa, aunque como casi

Hay tribunas de paga para verlos pasar y quizá porque son más civilizados, mejor educados o porque la dictadura los 305


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disciplinó, los lugares se respetan las 24 hrs. y no hay “abusados”, como aquí que les “ganen” el lugar a los que pagaron.

Marismas de Guadalquivir.. Un sitio notable de Andalucía son las Marismas del Guadalquivir, en el antiguo estuario del río, como de 2,000 km² de terreno en tres provincias: Sevilla, Huelva y Cadíz, donde abundan las aves, hay caballos salvajes y mucha vida silvestre y una parte de ellas conforman al “Parque Nacional de Doñana”.

Gracias a eso, como varios de los “pasos” más hermosos salen en la madrugada, uno puede dormir un rato y levantarse para ir a verlos sin tener que desvelarse toda la noche. Otra cosa impresionantemente bonita es escuchar, durante su paso por las calles, las “saetas” andaluzas, especie de sentidas oraciones musicales que cantan gentes de bellas voces.

Sanlúcar de Barrameda. Sanlúcar de Barrameda.- Está en la margen izquierda del Guadalquivir, a 126 km de Sevilla, perteneció a la civilización tartessia y los textos romanos la mencionan como Luciferi Fanum.

Una noche de Semana Santa, al volver de ver “pasos” y oír “saetas”, compré todos los churros y “porras” (más gruesos y hechos de harina de papa) contenidos en un cazo, como de un metro de diámetro y se los invité a otros desvelados que hacían cola o “pedían vez” al volver a su alojamiento, como nosotros.

En 1297, la villa fue dada en señorío a Guzmán, el Bueno, protagonista de la anécdota de que, cuando los árabes tomaron prisionero a su hijo y se lo mostraron, amenazando matarlo si no rendía su castillo, él les arrojó su cuchillo para que con él lo sacrificaran, diciendo: “Hijo, encomienda tu alma a Dios, nunca me rendiré”.

Sitios de interés: Catedral; Archivo de Indias; Reales Alcázares; Torre de Oro; Plaza de España; Puerta Jerez; Antigua Audiencia; Hemeroteca Municipal; Archivo Histórico Provincial; Ayuntamiento; Hotel Alfonso XIII; Hospital de las Cinco Llagas; Palacios de San Telmo y de la Condesa de Lebrija; Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Casa de Pilatos; Parque de los Príncipes; Basílica de la Macarena y Plaza de Toros de la Real Maestranza.

Sanlúcar debió su auge económico al puerto de Barrameda y fue protagonista importante en la exploración, colonización y evangelización de América entre los siglos 15 y 16. Declinó desde 1645 por la caída en desgracia de los Medina-Sidonia, señores de la región, por la decadencia de España bajo Carlos II, “el Hechizado” (retrasado mental), por el traslado de la Casa de Contratación a Cádiz en 1711 y el terremoto de Lisboa en 1755, pero los “cargadores de Indias” siguieron comerciando y construyeron magníficas casas, como la de Arizón.

Museos: de Indias, Catedralicio, Naval, Histórico Militar, Arqueológico, Bellas Artes, de Artes y Costumbres Populares y Taurino. Fiestas: de Abril; la Romería del Rocío y la de Corpus Christi. 306


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la carga de los barcos para transportar vino, pero los puertos señoriales de Sanlúcar, en la boca del Guadalquivir, perteneciente a la Casa de Medina-Sidonia y Santa María, propiedad de la de Medinaceli, de fácil acceso para las mercancías jerezanas que llegaban a él, Guadalete abajo, por el embarcadero de El Portal, continuaron sirviendo de lanzadera al jerez para el comercio con los puertos europeos.

Sanlúcar fue nombrado Conjunto HistóricoArtístico en 1979. Jeréz de la Frontera. Jerez de la Frontera.- Se cree que es de origen tartesio y fue próspera “medina andalusí”, capital de un reino de taifa que se unió al Imperio Almohade y desde 711 se llamó “Sherish”. En 1264, Alfonso X, el Sabio, la incorporó a la Corona de Sevilla, su nombre se castellanizó a “Xerez” y se le llamó “de la Frontera”, porque lindaba con el Reino de Granada y fue escenario habitual de escaramuzas y enfrentamientos entre ambos reinos.

El jerez viajó en las bodegas de la nao “Victoria” y demás naves de la flota de Fernando de Magallanes, que salieron de Sanlúcar el 20 de septiembre de 1519, regresando a este puerto en 1522, ya bajo el mando de Juan Sebastián Elcano, el primero en completar la circunnavegación marítima del planeta Tierra.

Desde hace largo tiempo las viñas jerezanas fueron fuente de riqueza para la Casa Real: Enrique I de Castilla,intercambió lana inglesa por vino de Jerez y Enrique III, en Real Provisión de 1402, prohibió arrancar una sola cepa de Jerez y que cerca de las viñas hubiese colmenas cuyas abejas dañasen su fruto.

Durante el Siglo de Oro, la piratería inglesa, aunque perjudicial para los intereses de los comerciantes del Marco, fue un factor importante en la difusión del jerez en Inglaterra. En el saqueo de Cádiz de 1587, Martín Frobisher, de la flota de Francis Drake, se llevó como botín 3.000 botas de jerez.

Durante la Baja Edad Media, por la creciente demanda de vino debida al intenso comercio de los puertos de Andalucía con Inglaterra, Flandes, Francia y Génova, el Cabildo de Jerez en 1483 promulgó las Ordenanzas del Gremio de la Pasa y la Vendimia, primer reglamento que reguló ésta, las características de las botas (barricas), el sistema de crianza y el comercio.

En 1596 Cádiz volvió a ser saqueada, esta vez por la escuadra anglo-holandesa del II Conde de Essex, a quien Isabel I de Inglaterra recomendó el jerez como “el vino ideal”. El jerez, fue muy popular en Inglaterra como lo demuestra su presencia en la mesa de Jacobo I y las frecuentes alusiones a él que William Shakerpeare hace en sus obras; entre otras, en “Noche de Reyes”, “Las Alegres Comadres de Windsor”, “Ricardo III”, “Enrique IV” y “Enrique VI” y sigue siéndolo hasta la fecha.

Tras el descubrimiento de América y caída de Granada, en 1492, Jerez prosperó por el comercio con el nuevo mercado y su cercanía a los puertos de Sevilla, Cádiz, Sanlúcar y Sta María. Sevilla, de la Corona Real, monopolizaba el comercio con las Indias y un privilegio reservaba un tercio de 307


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Hoy Jerez es famoso mundialmente por su vino (en inglés sherry y en francés xéres) hecho de uva producida en el “Marco de Jerez”, que tiene una "zona de producción": Jerez, Sanlúcar, Puerto de Sta María, Trebujena, Chiclana, Puerto Real, Rota, Chipiona y Lebrija y otra "de crianza” sólo Jerez, Sanlúcar y El Puerto.

Amontillado: Medio seco. Su aroma a avellanas, ligeramente punzante, llena al paladar. Ideal para sopas, ensaladas y quesos.

Bodegas de Domecq.

Crema: Totalmente rico, muy suave, de exquisito sabor, envejecido para emerger rico y dulce como la miel. Es mejor servirlo al final de una comida con los postres, aunque como aperitivo, con uno o dos hielos, también es delicioso.

Oloroso: Medio dulce, color oro viejo, suave, deleita al paladar con un toque de nuez y se toma como aperitivo o con los postres.

Una vez los Agregados militares, navales y aéreos, acreditados en España visitamos las bodegas de Domecq, en Jerez, donde nos explicaron los métodos de producción y las diferentes clases de vino: “fino”, manzanilla, amontillado, oloroso, palo cortado, pedrojiménez, moscatel y los dulces: Pale Cream,Médium y Cream, además de vinagre y brandy de jerez.

También nos explicaron cómo los hacen: El que será “fino” o “manzanilla”, “fortificado” hasta 15º de alcohol, se pone en "botas" (barricas) de roble americano, de 600 litros, que se llenan hasta 5/6, dejando 1/6 ("dos puños") de cámara de aire.

También nos enseñaron dos razas animales originadas en Jerez: el perro “ratonero bodeguero” y el caballo “cartujano” andaluz.

Esto diferencia el sistema de crianza del jerez del usado en otras regiones vinícolas, en las que depositan los vinos en vasijas herméticamente cerradas para evitar que se oxiden.

En las bodegas de Domecq, en Jerez, llenas de miles de barricas de “Fino La Ina”,“Tío pepe”, “Río Viejo”, etc. nos apantallaron los “escanciadores”, que introducen a una barrica la “venencia” (varilla larga con un pequeño recipiente cilíndrico en el extremo) y luego, con habilidad increíble vierten su contenido con el brazo derecho, por encima y atrás de la cabeza, a una copa sostenida en la mano izquierda, a la altura de la cadera, similar a lo que hacen en Asturias, sin “venencia”, para “tirar” la sidra. Ahí nos explicaron los tipos de vino jerez que hacen, que son:

A esta primera fase la llaman "sobretablas" y es “biológica” porque las levaduras, que

causan la fermentación, forman una capa o velo, llamado "la flor", que cubre toda la superficie del vino, aislándolo del aire e impidiendo su oxidación. La “flor” se reproduce y muere constantemente, más en primavera y otoño, menos en verano e invierno por las temperaturas ex tremas e interactúa continuamente con el vino, consumiendo algo de su alcohol y nutrientes y aportándole aromas y sabores. La que fenece, se decanta y deposita en el

Fino: Muy seco, fragante, de color claro. Su delicioso y penetrante bouquet, hace apreciar más los pescados y mariscos. Ligeramente frió es el aperitivo ideal antes de la comida. 308


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fondo de la "bota", formando la que llaman "madre del vino".

Según los conocedores, el jerez es el vino más versátil del mundo, ningún otro ofrece tanta variedad de sabores y olores y no se necesitan reglas estrictas para beberlo.

El vino que será “oloroso”, "encabezado" hasta un mínimo de 17º también se coloca en "botas", pero por su alta graduación alcohólica no desarrolla levaduras, entra en contacto directo con el aire y su crianza es “oxidativa” o “físico-química”. Si, por factores ambientales o por la mano del bodeguero, el alcohol del vino criado para fino o manzanilla, sobrepasa al tolerado por las levaduras, la "flor" muere y el resultado de ésa crianza mixta, biológica y oxidativa, se llama “amontillado”. También elaboran un licor igual al coñac, pero como éste está protegido por la “denominación de origen” (como el tequila o el mezcal) lo llaman “Brandy”. Para ello usan las “holandas”, destilados de vino blanco, madurados y añejados en el sistema tradicional “solera”, que consiste en una serie de barriles de roble, llamados “criaderas”, en las que se transfiere gradualmente el vino, el más joven rellenando al más maduro hasta que el jerez toma propiedades únicas de “bouquet”, olor placentero y magnífico sabor. El “Brandy Reserva”, maduro, tiene aroma concentrado y exquisito, sabor suave y buen “cuerpo”. El “Gran Reserva” es de más sabor, finura y riqueza al paladar. Algo que llama la atención es que, quizá porque Inglaterra venció a España, para obtener ganancias del “sherry”, (aunque también toman “oporto”, nombre derivado de “Porto” (puerto) la 2ª ciudad más importante de su aliada, Portugal), varias firmas andaluzas famosas llevan nombre inglés: “Terry”, “Domecq”, “Osborne” (el toro negro de su anuncio aparece en muchos sitios elevados y uno de ellos está cerca de Chilpancingo), etc.

Los productores sólo sugieren dos puntos claves que aseguran su máximo goce: 1.- “Tómelo cuando quiera y como quiera” y 2.- “no tema poner unos cubos de hielo dentro de la copa”. Bodegas de Terry. En Jeréz lo de Domecq es impresionante, pero hay varias más. Terry tiene 4’750,000 mts² de viñedos, 235 mil mts² de bodegas y su planta del Puerto de Santa María puede prensar 500 mil toneladas de uvas al día. Todo está automatizado: Una línea llena 3 mil botellas de vino por hora, otra 10 mil y otra 15 mil, las empacan en cajas de cartón, pegan, sellan y cargan en palletes. También compite con Domecq en “caballos andaluces” “cartujanos” o “raza española”, que dicen viene de há largo tiempo, de un linaje fundado por los padres cartujos, pero creo que debe haber heredado mucho de los hermosos caballos árabes, por los 700 años de dominación musulmana de España. De los “cartujanos” provienen los “lipizzaner” de la famosa “Escuela Española de Alta Equitación de Viena” que dá exhibiciones en todo el mundo (las he visto ahí, en Nueva York y Boston) dicen que nacen negros y de adultos, su “capa” o pelaje se vuelve blanco y de entre ellos, en 1968, escogieron a “Honroso” como el garañón más parecido a sus abuelos.

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Las yeguas, los potros de menos de 4 años y las potras de menos de 3, se reparten entre las 3 fincas del cortijo de Vicos, donde nacieron algunos de los fabulosos sementales históricos:“Garbo”, “Zancudo”, “Jacio”, “Navarro III”, etc.

Terry usa en sus anuncios, en la TV española a “Descarado II”, 4 veces campeón de España y ganador del trofeo “Copa de Oro del Jefe de Estado” y Domecq no sólo emplea los más hermosos caballos en sus anuncios en México, sino que, con base en sus descendientes, ya fundó aquí la bella raza “Azteca”.

Esta Yeguada, concurre a Certámenes y Concursos Ganaderos Nacionales e Internacionales, obtiene premios y ayuda a formar otras ganaderías en España y el extranjero.

Yeguada de Vicos. Otras visitas interesantes en las cercanías de Jeréz de la Frontera, fueron a dos sitios totalmente disímbolos. 1.- El Monasterio de la Cartuja, ahora Museo de Arte Contemporáneo de Andalucía y cuyo templo,como muchas de las construcciones religiosas, es riquísimo y bellísimo. 2.- La “Yeguada de Vicos”,propiedad del ejercito español, criadero de los caballos andaluces de “Pura Raza Española”, cuya historia documentada se remonta a más de 410 años.

En ella nos dieron un show “porno”, pues en un pequeño redondel con gradas, como coso taurino, nos mostraron como fecundan a las yeguas con sementales escogidos. Como la fractura de las patas de un caballo, son incurables, hay que matar al animal y los de Vicos son valiosísimos, amarran a la yegua a unas estacas en el suelo para evitar que, al defenderse a patadas, fracture al garañón que la “cubrirá”. Luego traen al llamado “calentador”, potro joven y corriente, para que se le restriegue a la yegua, trate de montarla, ella se “entusiasme”, se “moje” y el “ganón” pueda penetrarla. Por ultimo quitan al calentador y traen al finísimo garañón que la montará y copulará con ella para preñarla.

El primer “Depósito Permanente” se creó en 1834 en Córdoba. En 1847 la “Yeguada Militar” hizo el primer registro en el mundo de caballos pura sangre árabe y hace varias generaciones su objetivo es producir buenos sementales para el ejército.

Las exclamaciones de los mirones eran chistosas,pues mientras unos decían “¡pobrecito calentador, lo dejaron con las ganas!”, otros decían “¡hipócrita yegua, bien que quería!”.

Considerando que las únicas yeguas que valen la pena, son las que producen buenos potros, las yeguas y potras de menor calidad las venden a criaderos particulares.

No sé si aún exista, pero aquí,en México, el ejército tenía un criadero similar en Santa Gertrudis, Chihuahua.

Los sementales viven en la finca de Jeréz de la Frontera.

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Sitios notables de Jeréz: Catedral; Basílicas de la Merced y del Carmen (también Monasterio), muchas iglesias, varios palacios, museos, alcázar, muralla, parque Zoológico y Jardín Botánico.

de Troya, fue el enclave fenicio más occidental, antiguo e importante en Europa y por estar situada entre el Atlántico y el Mediterráneo, se dedicó al comercio marítimo.

Platos típicos: Si en Galicia tienen el “lacón con grelos” (jamón de los brazos, no de las piernas del cerdo, guisado con verdolagas), en Jerez hay: “Ajo caliente”, “cola de toro”; riñones, puchero, berza (coliflor) y alcauciles (alcachofas) al jeréz y “choco con papas” ¿será antecesor del “chocolomo”, típico de Campeche?

De ella partió Aníbal a invadir Italia, Julio César le dio el título de “civitas federata”, pero en el siglo 3, al caer Roma ante los visigodos, Cádiz perdió importancia comercial y estratégica. En 522 la tomaron los bizantinos; en 620 los visigodos; en 711 tropas de Tariq Ibn Ziyad y en 1264, la Corona de Castilla se la incorporó y ubicó en ella los Astilleros Reales.

Puerto de Santa María. De Jerez seguimos al Puerto de Santa María, sobre el río Guadalete, de gran valor histórico, pues desde tiempos remotos sus naves, cargadas de sal, pescado y barricas de “vino xerís”, comerciaban con Europa y África; Colón pasó ahí casi dos años, de 1483 a 86; de ahí zarparon varios de los frágiles veleros que surcaron la alta mar, tan temida, para abrir nuevos mundos.

La enriquecieron “conquistadores” y colonizadores, como tuvo el monopolio comercial, Casa de Contratación y Flota de Indias, fue escenario de batallas navales, sufrió desembarcos ingleses, de aquí zarpó la flota franco-española a su derrota en Trafalgar, inicio del fin de la “era napoleónica”, volvieron los pocos navíos y escasas dotaciones que sobrevivieron al desastre.

Ahí vivía Juan de la Cosa, navegante de la “Santa María”, la más grande y nave capitana de “las tres carabelas” descubridoras y en 1500, de la Cosa, ahí dibujó y firmó el primer mapa de las costas y tierras, recién descubiertas, de América.

Siguió Cádiz, antes un pequeño archipiélago: “Gadeiras”, luego una sola isla, a la que Lord Byron bautizó de “Sirena del Océano” y a la que llaman popularmente, “La Tacita de Plata”.

Su escudo es: En campo azur (azul), Hércules en pie, al natural, vestido con una piel de león, en su color, asiendo a dos leones pasantes, acompañado de dos columnas de plata y en una cinta de oro escritas “non plus” a la diestra del escudo y “ultra” en la siniestra, (No más allá), antiguo signo de las “columnas de Hércules”, que los romanos creían marcaban el fin del mundo. El lema, con letras de sable (negro) es “Hércules, Fundador Gadium Dominatorque” (Hércules, dominador y fundador de Cádiz).

“Gádir” (castillo, fortaleza) fundada en 1104 A.C., 80 años después de la Guerra

Sitios notables: Puerta y Torreón de Tierra; Baluarte Candelaria; Factoría de Sa-

Cádiz.

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La magnificencia romana se volvió miseria por las invasiones de los bárbaros vándalos, alanos y visigodos. En el siglo 11, los godos fueron derrotados y expulsados por los musulmanes y la villa inició su recuperación. Durante la dominación árabe, el Almirante almorávide Ben Maimun destruyó el Templo de Hércules, en busca de sus tesoros, que nunca encontró y los andalusíes hicieron las primeras construcciones urbanas de San Fernando: el Castillo de San Romualdo (ribat árabe) y el Real Carenero.

lazones; Museo; Teatros Romano y Falla; Monumentos a Cortes de Cádiz y Constitución de 1812; Cárcel Real; Castillos San Sebastián y Santa Catalina; Alameda Apodaca (por el último virrey de Nueva España); Torre Tavira; Ayuntamiento; Casa del Almirante; Palacio de la Aduana; Hospital de Nuestra Señora del Carmen; Arcos de los Blancos y de la Rosa. Como de costumbre hay Catedral y abundan las iglesias. Comida típica: “Pescaíto” frito; mariscos (cocidos, a la plancha o fritos); “morena” o cazón en adobo; tortillitas de camarón; “caballa” asada, “garo” (salsa hecha de restos fermentados de pescado), “urta a la sal” (pez que hornean en un molde lleno de sal y que como la “lora” o “cuche”, tiene un pico duro, como de perico, que le permite roer la “piedra muca” como llaman en Veracruz al coral “cerebro”) y de postres, el “bienmesabe”.

Por su situación estratégica San Fernando es difícil de invadir, el ejemplo más claro fue su resistencia a los franceses durante el asedio napoleónico, durante el cual, Cádiz se convirtió en sede de la Corte, capital de España (1810-11) y fue el lugar de redacción y jura de la Constitución Española de 1812. Sitios de interés: Puente Zuazo; Real Instituto y Observatorio de la Armada; Ayuntamiento; Castillo de Sancti Petri; Biblioteca Almirante General Lobo; Museos Naval y Municipal; Panteón de Marinos Ilustres, Arsenal de la Carraca y el Templo de Hércules.

San Fernando, en la Isla del León, está unido a Cádiz por un pequeño istmo. En 1100 A.C. llegaron los primeros fenicios, no hicieron pueblo, pero erigieron el Templo de Hércules Gaditano y los Hornos Púnicos y Fenicios, expuestos en céntrica plaza.

Cabo Trafalgar. Los aguerridos cartagineses, norafricanos, la ocuparon del 400 A.C. al 206 A.C., cuando los derrotaron los romanos al mando de Escipión el Africano. La llamaron “Antípolis” y prosperó por la agricultura y la industria de salazón de pescado. En 68 A.C. vino Julio César y según la leyenda lloró amargamente ante la estatua de Alejandro Magno, del Templo de Hércules.

Cabo Trafalgar (del árabe: Taraf al Ghar, Cabo de la Cueva) en el extremo noroeste del estrecho de Gibraltar, es un pequeño islote unido al continente por una doble lengua de arena. Ahí hay un faro, restos de una factoría romana de salazones y de un asentamiento hispano-musulmán.

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El llamado “Castillo de Guzmán,el Bueno”, lo edificó en 960 D.C. el Califa Abderraman III, sobre un ex campamento militar romano, para controlar la comunicación entre África y Europa, en el lugar más angosto del Estrecho de Gibraltar.

En sus inmediaciones tuvo lugar, el 21 de octubre de 1805, una de las batallas navales más decisivas de la historia, en la que la flota aliada de Francia y España, al mando del vicealmirante francés Pierre Villeneuve, fue destruida por la Royal Navy inglesa al mando del vicealmirante Horatio Nelson.

Conquistada a fines del siglo 13, por el Rey Sancho IV, Tarifa su frió ataques musulmanes, como el asedio en 1295, cuya heroica defensa protagonizó Alonso Pérez de Guzmán, el Bueno.

Los acontecimientos que la precedieron fueron la 3ª coalición formada por el Reino Unido, Austria, Rusia, Nápoles y Suecia, para derrocar a Napoleón Bonaparte del trono imperial y acabar con la influencia militar francesa sobre Europa.

Las murallas que rodean la ciudad, levantadas por los musulmanes, fueron restauradas en el siglo 18, cuando fue base de las fallidas operaciones militares para que España recuperara Gibraltar, cedida a los ingleses por el Tratado de Utrecht.

A su vez Napoleón intentó invadir Inglaterra y envió a la escuadra francoespañola a las Indias Occidentales para alejar del Canal de la Mancha a la flota británica, que la perseguiría.

Fiestas: Febrero, Carnaval; Semana Santa; mayo, Romería a San Isidro; junio, San Juan; julio, Del Carmen (velada y procesión marinera); Festival Nacional; septiembre, Nuestra Señora de los Remedios y romería a la Virgen de la Luz.

Este plan de distracción fracasó y se agravó con la derrota de Finisterre (22 de julio de 1805),tras la cual la flota francoespañola se dirigió al puerto de Cádiz, de donde zarpó el 19 de octubre hacia el sur a sufrir frente a Trafalgar su casi total aniquilación.

Algeciras. En la bahía homónima, es un enclave estratégico en el Estrecho de Gibraltar y el puerto marítimo con mayor tránsito de personas y mercancías entre Europa y África.

Tarifa. En la punta más al sur de toda Europa (latitud 36° norte Tijuana 32° 30’), es la “Capital Andaluza de Arte Rupestre” y entre sus muchas cuevas, destaca la del Moro, con grabados de caballos, de 20,000 años de antigüedad.

El primer asentamiento romano en el siglo 1 fue Julia Traducta, con una importante industria de productos del mar que comerciaba con otros puertos mediterráneos.

Ahí se asentaron fenicios, griegos, cartagineses y romanos. En el siglo 8 la ocuparon los musulmanes y tomó su nombre del jefe berebere Tarif Ibn Malluk, que ahí se estableció.

En 712, fue la primera ciudad que fundaron los árabes en España y la llamaron Al-Yazira al-Jadrá (la isla verde, 313


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por la que había frente a su costa, que después se unió al puerto).

Gibraltar. Entre la bahía de Algeciras y el mar de Alborán, unida a España por un istmo bajo y arenoso de 2 kms hay una angosta península de 6 kms de largo y 1.2 de ancho, que termina en un abrupto Peñón, de piedra caliza y pizarra, de 426 mts de alto al norte y 411,5 mts en Rock Gun Battery, al sur.

En 976, Hisam II, 3er califa omeya de Córdoba, nombró 1er ministro a Muhammad Ibn Abi Amir Al-Maaflí, nacido cerca de Algeciras y más conocido, históricamente, como Almanzor o AlMansur (“el victorioso de Dios”). Almanzor fue un político y guerrero muy exitoso que tomó casi toda España, menos Asturias y las vascongadas, arrasó muchas ciudades y llegó tan al norte que incendió el famoso santuario de Santiago de Compostela. Tras su muerte el 10 de agosto de 1002, el Califato se desmembró en multitud de “reinos Taifas”.

En la antigüedad fue “Mons Calpe” (Monte Calpe, en latín), una de las dos míticas “Columnas de Hércules” y su nombre actual viene del árabe “Yabal (o Jebel) al Tariq” (“montaña de Tariq”), por el general que desembarcó ahí, con las fuerzas del Califa Omeya, Salid I en el año 711 D.C.

Almorávides, almohades, nazaríes y meriníes dominaron sucesivamente a esa ciudad, pero en 1344, Alfonso XI,la tomó y desdeentonces el Rey de Castilla es también “Rey de Algeciras”.

Fue del reino taifa nazarí de Granada hasta 1309, que la tomaron los castellanos. En 1333 la conquistaron los meriníes que la devolvieron a Granada en 1374. En 1462, la reconquistó el Duque de Medina Sidonia y en 1501 pasó a Dominio Real.

Sitios de interés: Hornos romanos El Rinconcillo; el Kursaal; Factoría de Salazones de la calle San Nicolás (siglo I); restos de la Mezquita Aljama (siglo 8); Parque Arqueológico de las Murallas Meriníes (siglo 13); Plazas Alta y San Juan de Lima; hospital de la Caridad; Capillas de Nuestra Señora de Europa, de la Caridad y del Cristo de la Alameda; Casa Consistorial; hoteles Reina Cristina y Anglo-Hispano; Acueducto; Villa Vieja; Patio del Coral; Mercado de Abastos y la Escuela de Arte.

En 1713 el Tratado de Utrecht, que puso fin a una guerra, dio el Peñón de Gibraltar a perpetuidad a la Gran Bretaña. España intentó en vano recuperarlo en 1713, 27 y con “El Gran Asedio”, el más duradero y persistente, de 1779 a 83. Después se acordó crear una zona neutral en el istmo entre el Peñón y las fortificaciones españolas, cuya mitad más próxima a Gibraltar fue ocupada posteriormente por los británicos.

Fiestas: Enero: Arrastre de Latas; Febrero: Carnaval y Las Adas; Semana Santa; Junio: Feria Real; Julio: Romería Marítima y Patronales de la Virgen de la Palma; Octubre: Todos Santos.

Por su privilegiada situación para el comercio y la guerra, aunque carece de manantiales o ríos y tienen que almacenar 314


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ser propiedad de Inglaterra cuando se acaben los monos que viven en el peñón, estos son cuidados muy celosamente.

el agua en aljibes excavados en la roca, además de la guarnición británica, en Gibraltar se establecieron muchos genoveses, malteses, portugueses, judíos y norafricanos.

Otro dato curioso es que el aeropuerto lo construyeron ganándole terreno al mar, a ambos lados del istmo y la pista de aterrizaje cruza la amplia calle principal de la ciudad, de modo que cuando un avión va a aterrizar o a despegar tienen que poner barreras para impedir el tránsito de automóviles y camiones, el que vuelve a permitirse cuando la operación aérea se ha efectuado.

Durante las guerras napoleónicas, fue de gran importancia estratégica como base de la Real Armada inglesa para dominar el Mediterráneo y la costa sur española, escenarios de los triunfos de Nelson, “the fighting Admiral” (el Almirante combativo). En 1830 Gibraltar recibió el estatus de “Colonia Británica”.

Sigamos con los sitios que visité en los viajes oficiales del grupo de Agregados Militares, Navales y Aereos, a los que nos invitaba el gobierno español, o con mi señora, como turistas:

Abierto el Canal de Suez (1869) y construida una gran bahía artificial con malecones, muelles, etc. Gibraltar fue clave en la cadena de bases MaltaAlejandría-Aden-Bombay-Singapur-Sidney-Hong Kong, protectoras de la ruta marítima a la India y Australia por el Mediterráneo, Mar Rojo, Índico, etc. vital para Inglaterra.

Punta de Europa. Es la más al sur de Gibraltar. En días claros pueden verse el Estrecho, las montañas del Rift en África, la bahía de Algeciras y las ciudades españolas de la costa.

Durante la Segunda Guerra Mundial, ésa base jugó un papel importante en las operaciones en el Mediterráneo por lo que Hitler quiso convencer a Franco de unirse a Alemania ofreciendo devolverle el Peñón, a lo que éste se negó aduciendo que España estaba agotada por su recién terminada guerra civil.

La Línea. Antes eran los fuertes de Santa Bárbara y San Felipe que podían impedir a los buques o personal inglés salir o entrar a Gibraltar. Ahora es una ciudad relativamente nueva.

Esto no obstante que Gibraltar es una espina para España, como Ceuta y Melilla lo son para Marruecos y como hubiera sido San Juan de Ulúa si no la hubiera hecho rendirse nuestra Armada el 23 de Noviembre de 1825, hecho poco conocido pero que se celebra ahora como “Día de la Armada”. Hoy Gibraltar es un “Territorio Británico de Ultramar”, se autogobierna y como una leyenda dice que Gibraltar dejará de

En las provincias de Cádiz y Málaga, tierra adentro, hay una ruta preciosa, la de los “Pueblos Blancos de Andalucía”: El Bosque; Grazalema; Prado del Rey; Algodonales; Arcos de la Frontera; Bornos; Espera; Zahara; Villaluenga; Benaoján; Algatocín; Villamartín; Banaocaz; Setenil; Montejaque; Jimera de Lí315


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bar; Atajate; Benadalid; Gaucín y Casares, cuya característica es que todas las casas están pintadas de ese color.

Costa del Sol. Recorramos ahora la Costa del Sol: Además de lo nuevo, Estepona tiene monumentos antiguos: Iglesia de Ntra. Sra. de los Remedios; Torre del Reloj; restos de la muralla y de la fortaleza mandada construir por Isabel la Católica y Torres Vigías.

De 2 de ésos pueblos, guardo un recuerdo grato: Ubrique, donde compramos artesanías de cuero muy bonitas y Ronda por su ubicación, en la cresta de una loma, su puente de acceso y su plaza de toros, origen del estilo “rondeño” de torear: seco, adusto, estoico y muy diferente del alegre estilo sevillano.

Marbella. En el siglo 10, los normandos arrasaron la costa y los musulmanes protegieron a Marbil-la con un castillo, torres almenadas, una cerca e hicieron la Alcazaba y la Mezquita.

La ruta a orillas del mar es también hermosa y los españoles bautizaron su costa mediterránea con nombres atrayentes: De La Línea al Cabo de Gata es “La Costa del Sol”; de éste al Cabo de la Nao, “Costa Blanca”; de ahí a Barcelona, “Costa Dorada” y de ésta a la frontera con Francia, “Costa Brava”.

Desde 1644 se cultivó caña de azúcar en la costa malagueña e hicieron trapiches, como el del Parador de Marbella.

En la del “Sol” están las ciudades de Málaga y Almería (ésta en el Golfo de su nombre) y Estepona, Marbella, Fuengirola, Torremolinos, que antes eran pueblos de pescadores (ésos sí, Acapulco, no) y ahora su fama es mundial y reciben turismo de todo el mundo, sobre todo de los que sufren inclementes inviernos.

En el siglo 19, tuvo los primeros altos hornos civiles que producían 75% del hierro colado de España, pero desde 1860 los desmantelaron y la población volvió a la agricultura y la pesca. El 1er hotel, el Comercial, se inauguró en 1918 y el Miramar, en 1934 (El Miramar de mis papás, abrió en Acapulco en 1929).

En la “Costa Blanca” están Cartagena, Alicante, Benidorm, etc.

José Banús, amigo de Franco, creó Puerto Banús y Alfonso de Hohenlohe (mexicano o residente aquí) hizo el Marbella Club, punto de encuentro de famosas familias europeas del jet set internacional: Bismarck, Rothschild, Thurn und Taxis, Metternich, de Mora y Aragón, Goldsmith, Thyssen-Bornemisza, etc.

En la “Dorada” está Valencia en el Golfo de su nombre, Sagunto, Torreblanca, Peñiscola, Benicarló, Vinaroz y en el Golfo de San Jorge: Tarragona, Villanueva, Geltrú y Sitges. En la “Brava”: Barcelona, Badalona, Blanes, Cadaqués, etc.

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El plato típico de Marbella es: “pescaíto frito” (boquerones, jureles, salmonetes, calamares, etc.). Son populares gazpacho y ajoblanco. En repostería “tortas de aceite”, “roscos de vino”, “borrachuelos”, “torrijas”, churros y hay restaurantes de cocina internacional, de casi todo el mundo, “nouvelle cuisine” y de “fusión”.

Torremolinos. Hacia 1300, los nazarís construyeron la almenada “Torre de los Molinos”, pues los piratas berberiscos tomaban esclavos para vender en Orán y Argel. Durante la Guerra de Sucesión Española, una flota anglo-holandesa, saqueó, quemó casas, molinos y destruyó al pueblo.

Fuengirola. La fundaron los fenicios como “Syalis”. Tras la 2ª guerra púnica fue romana, vándala, bizantina y luego fue abandonada. Dicen que la destruyó un maremoto o que la población se fue huyendo de la piratería o de las hordas visigodas.

A mediados del siglo 19, reconstruyeron todo y había 14 molinos harineros, un batán de papel de estraza y 785 habitantes. En el 20 Torremolinos se volvió uno de los primeros centros turísticos de la Costa del Sol con el Campo de Golf (1928); Castillo del Inglés (1930); Parador Montemar (1933), Hotel La Roca (1942), pero por su Guerra Civil y la 2ª Guerra Mundial, fue hasta los 50’s, que llegaron personas famosas como Grace Kelly, Ava Gardner, Marlon Brandon, Orson Wells y Frank Sinatra.

Los árabes la llamaron Sohail (la estrella Canopus romana), la más brillante del hemisferio sur, guía de los nómadas del desierto por la leyenda, de que sólo podía contemplarse desde el castillo que dominaba la población. Tras la conquista cristiana en 1485 comenzó a llamarse Fontjirola, que derivó en Fuengirola.

Ahora abundan restaurantes de cocina internacional o de otros países, pero perdura lo típico: Ensalada de pimientos asados; espetos de sardinas; gazpacho; coquinas; conchas finas; gambas; navajas; “pescaíto frito” o “a la sal” y “tortas de Torremolinos”.

El ferrocarril llegó a la ciudad en 1916, el coche en los años 20. En los 1930’s en Fuengirola, construyeron hoteles de playa y desde los 60’s comenzó a llegar una avalancha de turistas, que transformó totalmente al municipio (como en Acapulco).

Málaga.

Sitios de interés: Castillo (construido por el califa Abderraman III en 956); Finca del Secretario y Termas de Torreblanca romanas.

Los fenicios fundaron su colonia: Malaka, por su puerto natural y yacimientos de plata y cobre. Después fue cartaginesa, ciudad confederada romana y germana.

Platos típicos: Arroz y fideos “a banda”, pescaíto frito, espetos (pescado o sardina, a la brasa), ensalada malagueña y tortas. 317


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provocó muchos desastres y muertos hasta bien entrado el siglo 20.

El emperador bizantino Justiniano I, la reconquistó y por un breve período Málaga fue la capital de la “Provincia de Spania”. Tras la conquista árabe, Mālaqa se volvió una ciudad floreciente, amurallada, con juderías y barrios de comerciantes genoveses. Fue capital de la taifa hamudí, sede de 3 efímeros reinos y de ésa época son la Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro.

En 1936, al comenzar la Guerra Civil Española, la provincia quedó aislada del resto de la zona leal a la República. En febrero de 1937 el ejército, con “voluntarios” italianos y a las órdenes del general Queipo de Llano, ocupó la ciudad y la represión franquista fue de las más crueles de la guerra, pues se calculan unos 17,000 fusilados, enterrados en fosas comunes.

En 1487 en su guerra contra el Reino de Granada, tras un asedio de 6 meses, los Reyes Católicos tomaron Málaga. Al rendirse, la población fue castigada con esclavitud o pena de muerte y los castellanos construyeron la Catedral sobre los cimientos de la mezquita mayor (como en México Tenochtitlan).

Durante la dictadura, la ciudad se expandió por el turismo extranjero, que provocó un boom en su economía. Sitios de interés: el Castillo (construido por el rey Yusuf I, sobre una base fenicia); Alcazaba; Teatro Romano; Catedral de la Encarnación ("La Manquita", por faltarle una torre); la Tabacalera y los Mercados de Atarazanas y Salamanca; Palacios de Miramar, etc.

Del siglo 16 al 17, Málaga decayó por la expulsión de moriscos, 6 inundaciones, 7 hambrunas, 6 epidemias, 4 guerras, 2 terremotos, explosiones de molinos de pólvora y levas de soldados. En el siglo 17 exportaba vino, pasas y seda, la aristocracia acaparó los altos cargos y el municipio sufrió las consecuencias de la corrupción general, pero en el siglo 18, la ciudad se recuperó y fue pionera en la Revolución Industrial, llegando a ser la primera ciudad industrializada de España.

La Semana Santa con procesiones de imágenes en tronos lleva dos a hombros bajo varales, es de “interés turístico internacional” Platos típicos: Pescaíto frito, cazuela de fideos, gazpacho, gazpachuelo, migas, ensalada malagueña, son tradición ron, brandy y los vinos dulces, producidos desde la más remota antigüedad.

En 1868-74, el republicanismo federal, apoyado en las clases populares, alentó insurrecciones que alarmaron a los inversionistas, la crisis cerró las fundiciones malagueñas, la industria azucarera se derrumbó, la plaga de filoxera hundió a los viñedos, cuyo abandono causó una fuerte deforestación de las laderas y un incremento de las avenidas de agua, que

Golfo de Almería. El Golfo de Almería es muy abierto y da al mar de Alborán. Lo limitan al oeste, Punta del Moro y al este, Cabo de Gata. Hay pruebas de que la región fue habitada desde la Edad del Cobre (3000318


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largo las riquezas del Nuevo Continente y la actividad que trajeron consigo.

2150 a. C.) y el Bronce (1700-1400 a.C.) y por las pinturas rupestres en la cueva de los Letreros y otras, en 1989 fue nombrada por la Unesco: “Patrimonio de la Humanidad”.

En el siglo 16 abundaron terremotos y ataques de piratas berberiscos y turcos como Barbarroja, a los que siguieron los de la armada inglesa, lo que aterrorizó a la población y la hizo huir.

Almería. Almería fue fenicia y cartaginés, la tomó Escipión el Africano y fue el romano Portus Magnus, de Hispania Ulterior. Siguieron vándalos, visigodos, bizantinos y musulmanes bereberes y yemeníes.

El sismo de 1522, destruyó la ciudad y redujo a 700 sus habitantes alrededor de la nueva catedral-fortaleza, de las pocas de su clase en España, de gruesos muros, sólidos contrafuertes, torres, albarradas, pocas vidrieras y 3 naves de igual altura, que le dan una gran azotea para la instalar cañones y vigilancia militar. Solo la embellecen dos austeras portadas de Juan de Orea, y en el muro que da a la calle del Cubo, el Sol de Portocarrero.

Oficialmente la ciudad se fundó en 955 y su nombre viene de "almiraya", "torre vigía". Su Alcazaba, de 43.000 mts², era la mayor fortaleza musulmana de España y Europa, capaz de albergar 20 mil militares, para defenderla del califato fatimí, de Túnez.

Algunos de los bienes históricos en Almería son los aljibes de Jairán, lienzos de la muralla del puerto, restos de la puerta de Pechina, el Conjunto Monumental de la Alcazaba y las Murallas del Cerro de San Cristóbal, el Castillo de los Fajardo en Vélez Blanco, el de Gérgal, el de San Juan de los Terreros, la Alcazaba de Tabernas o las torres costeras de Macenas en Mojácar o Villaricos.

Desintegrado el califato de Córdoba, fue “reino taifa”, ciudad amurallada árabe clásica, con 3 barrios: Al Hawd (el Aljibe), Musalla y la Medina, una mezquita mayor (hoy iglesia de San Juan, que conserva la qibla y el mihrab, originales) y era el puerto más importante de Al Andalus, por su comercio de seda, aceite y uva.

Cartagena.

Los almorávides quitaron la taifa y en 1147, Alfonso VII, el Batallador, la tomó con catalanes, francos, pisanos y genoveses, que dieron nombre a su playa de desembarco, en Cabo de Gata. Los almohades la retomaron, pero nunca recobró su esplendor.

Del Cabo de Gata, los siguientes puntos notables del Mediterráneo español, son el Cabo Tiñoso y el Cabo de Palos, entre los cuales está el Puerto de Cartagena de la provincia de Murcia.

En 1489 los Reyes Católicos la conquistaron, pero por estar fuera de la ruta comercial americana, vio pasar de

Por toda la costa hay restos arqueológicos y los pecios de barcos fenicios documentan una intensa actividad

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Tras caer el Imperio Romano, Cartagena fue germana, bizantina, visigoda y árabe hasta que en 1245, el príncipe castellano Alfonso X el Sabio, la reconquistó y se volvió importante puerto comercial, base de las galeras reales y enclave militar, reforzándose las murallas y construyendo fortificaciones (Fuerte de Navidad).

industrial y comercial por toda la zona de la Sierra Minera. Las restos más antiguos son de Mastia, pueblo ibero o tartesio del siglo 4 a.C. La primera constancia cierta es del 227 a.C., en el que general cartaginés Asdrúbal, tras derrotar al íbero Orisón, para asegurar el control de los ricos yacimientos minerales del Sureste, fundó Qart Hadasht (Ciudad Nueva) que fue la base del reino cartaginés, fundado por Aníbal en España y de donde partió con sus elefantes en la célebre expedición a Italia, en la que cruzó los Alpes, al comenzar la 2ª Guerra Púnica en 218 a.C.

Con los Austrias, decayó y con los Borbones se recuperó, fue capital del Departamento Marítimo del Mediterráneo, construyeron una nueva muralla que multiplicó su superficie interior y muchas obras militares: El Arsenal, los Castillos y el Hospital de Marina, actual sede de la Universidad Politécnica.

Escipión tomó Cartagena en 209 a.C., posesión romana desde entonces con el nombre de Carthago Nova. En 44 a.C. era la 3ª ciudad en Hispania, tras Tarraco y Corduba y fue elevada con el nombre de “Colonia Vrbx Iulia Nova Carthago” (C.V.I.N.C) constituida por ciudadanos de derecho romano.

Su economía explotaba plomo, plata y zinc de la sierra minera y el sector químico (sulfuro, abonos fosfatados y explosivos). En la actualidad, agotadas las minas, Cartagena vive de la construcción y reparación naval, refinado de petróleo, exportación de aceite de oliva, frutas, cítricos, hortalizas, esparto, vino y productos metálicos y es un destacado destino turístico gracias a su patrimonio artístico, legado de más de 2,500 años de historia.

El emperador Augusto la reurbanizó, le dio un gran foro y un monumental teatro, el gobierno de Tiberio creó el conventus iuridicus carthaginensis y en 298, el emperador Diocleciano dividió la provincia tarraconense en 3, constituyendo la provincia romana Carthaginensis, con capital en Cartagena.

Sitios de interés: Romanos Teatro (siglo 1 a.C.); Anfiteatro; Decumano; Termas; Villa del Paturro; Canteras; Torre Ciega (monumento sepulcral); Augusteum (sede del Colegio de Sacerdotes del Emperador Augusto); Murallas Púnica (227 a.C.) y Bizantina (Siglo 6); Castillo de la Concepción (siglo 13); Catedral de Ntra Señora de la Asunción (siglo 18) y Casa de la Fortuna.

En 425, los vándalos la saquearon antes de pasar a África, pero en 461, el emperador Mayoriano reunió una flota de 45 barcos para invadir y recuperar para el imperio el Reino Vándalo del norte de África. En la batalla de Cartagena la armada romana sufrió una gran derrota y fue totalmente destruida.

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hay varios estilos de turrón de almendra, duro de almendras enteras, blando de almendras molidas, de yema, frutas, etc. y el de enteras es el de Alicante y el de molidas, de Jijona.

Cerca de Cartagena los Agregados visitamos el Mar Menor, la mayor albufera de Europa (laguna litoral de aguas saladas y dulces, cuya mezcla propicia el desarrollo de peces y crustáceos).

Con seguridad esta es la zona que debe producir las mejores almendras de España, porque cerca de Alicante y Jijona está Alcoy y de ahí son las “peladillas” mejores y más sabrosas (almendras grandes cubiertas de dulce blanco, duro).

Esta es semicircular con playas de aguas transparentes y poco profundas (el máximo 7 mts) y está separada del Mediterráneo por una franja de arena de 22 km de largo y entre 100 y 1.200 mts de ancho, denominada “La Manga del Mar Menor”.

Al norte de Alicante al final de la Costa Blanca están Villajoyosa y Benidorm, ambas de fama mundial como centros turísticos. Al norte del Cabo de la Nao está Gandía. Ahí está el Palacio de los Borja, que italianizaron su apellido a Borgia y dieron 2 Papas: Alfonso que pasó a ser Calixto III y Rodrigo, Alejandro VI.

Ahí nos sucedió algo chistoso, pues en el hotel en que nos alojamos, al irnos a dormir, pedí que nos despertaran a las 8 de la madrugada y cuando sonó el teléfono a esa hora mi señora, que ya se había bañado y estaba lista para bajar a desayunar, lo tomó y me dijo: “No sé en que idioma me hablan, no entiendo nada” y me pasó el teléfono pregunté “¿dígame?” y un andaluz, de esos cerrados me dijo: “suaocho” y colgó (creo que dijo son las ocho).

De los hijos de Rodrigo, destacan César y Lucrecia, talentosa y bella, que fue victima de las luchas políticas de su tiempo y por ello tuvo que casar sucesivamente con Juan Sforza, Alfonso de Aragón, Duque de Bisaglia y Alfonso de Este. César, célebre por su valor, generosidad y talento y también por sus perfidias y delitos, fue General de los ejércitos del Papa y Cardenal, casó con la hija del Rey de Navarra, recibiendo 20 mil ducados de pensión y el ducado de Valentinois. Se apoderó de la Romaña, fue precursor de la Unidad de Italia, pero la muerte de su padre, el Papa, lo arruinó, llevado prisionero a España, escapó y murió en Pamplona peleando contra vasallos insubordinados. Se supone es el héroe del “Príncipe” de Maquiavelo.

Los españoles nos presumieron mucho de su Mar Menor, pero en México tenemos para dar y prestar: La Laguna Madre en Tamaulipas, Tamiahua en Veracruz, Laguna de Términos en Campeche, Guerrero Negro en Baja California Sur, Altata en Sinaloa, Estero Tomates en Jalisco, San Pedrito en Colima, Coyuca y Tres Palos en Guerrero, el Mar Muerto en Oaxaca) y Chahuiles en Chiapas y no sé si me olviden algunos más. Alicante. Más al norte del Mar Menor en la Costa Blanca pasamos por Alicante, notable sobre todo porque como todos sabemos 321


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dominantes del este y de los fríos del norte, por eso tiene temperaturas más altas que el resto del litoral y el agua del mar permite el baño todo el año.En eso se parece a Acapulco, pero no es tan bonito como éste.

Además de lo ya dicho de los turrones de almendras y las “peladillas, Alicante me llamó la atención por varias cosas: 1.-) Leí que en 1243, el rey musulmán de la Taifa de Murcia, firmó el “Pacto de Alcaraz” con el infante Don Alfonso, para ser protectorado castellano (con tal nombre y apellido, tuvo que ser bueno).

Su atractivo está en sus 3 playas de “bandera azul” (máxima distinción que otorga la Unión Europea): Levante, Poniente y Mal Pas, a las que se suma la pequeña cala del Tío Chimo.

Alcaraz está en la Sierra homónima, continuación de la Morena y cuando se lo dije allá a mi “pariente”, Napoleón Astudillo Alcaraz, él compró un libro con la historia del pueblo y el castillo.

Durante el siglo 20, inició su crecimiento turístico, inaugurando el Balneario de la Virgen del Sufragio y mejorando las comunicaciones con Alicante y Madrid.

2.-) Ahora, Alicante es el 5º puerto comercial de España, tras Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla (en sus instalaciones trabajan directa o indirectamente 15 mil gentes), pero en su Universidad, estudian más de 33 mil alumnos, muchos extranjeros.

El resto de su economía estaba mal, pues la marina mercante entró en crisis al perderse las últimas colonias ultramarinas en 1898 (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) y el comercio del vino y la pasa, decayó por la plaga de la filoxera.

3.-) Tiene fábricas de aluminio, tabaco (Altadis, la antigua Tabacalera en su época de auge llegó a tener más de 4 mil empleadas), maquinaria, materiales de construcción, productos alimenticios y una de cemento de la multinacional Cemex (mexicana ¿no?).

Tras la Guerra Civil, se recuperó con la pesca (de nuevo) como ramo productivo más destacado. En los 50s hubo una transformación: Cerró, por bajo rendimiento, la Almadraba (pesquería de atunes) más importante y el Ayuntamiento aprobó el ordenamiento urbanístico para crear una ciudad turística con calles bien trazadas y amplias avenidas siguiendo la configuración de las playas, desplazando a la pesca y agricultura al sector servicios originado por el turismo, que se convirtió desde entonces en la base de la prosperidad de la ciudad.

4.-) Como toda España tiene gran patrimonio religiosos y militar (más de 20 Torres de Defensa de la Huerta de Alicante, algunas muy bellas; La Verónica, Reixes o la de Bonanza). Benodorm. Benidorm, está frente a una bella bahía, orientada al sur, partida en 2 por la punta rocosa del antiguo castillo. Las montañas la protegen de los vientos

También muy similar con Acapulco ¿no?

322


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

Tiene dos núcleos principales: el casco histórico, en la falda del castillo y del teatro romano y el Puerto a 5 kms de aquel.

Valencia. Como ya hablamos de los puntos notables del Golfo de Valencia, al sur de ésa ciudad, seguiremos ahora con los del norte empezando por ella, que es una de las más antiguas de España, pues se fundó como Valentia Edetanorum en 138 a.C. Los árabes la llamaron Balansiya y fue Reino Taifa de los amiríes (descendientes de Almanzor), época en que tuvo su máximo esplendor, pues se crearon sistemas de riego, cultivos y aumentó el comercio con la España cristiana.

En el siglo 3 a.C., era un punto estratégico en el comercio por el Mediterráneo y fue clave en la lucha Roma-Cartago. Antes de continuar, demos un “salto pa’tras” y volvamos a Valencia porque se me olvidó comentar que en sus fiestas mayores se queman las “Fallas”, que son como los “judas”, de nuestra Semana Santa, pero a lo “bestia” diría Gila, pues son estructuras enormes de madera y materiales combustibles.

En 1093, el desterrado Cid, sitió a Valencia, asumió el mandato del reino y se alió con Pedro I de Aragón y con Ramón Berenguer III de Barcelona, para frenar juntos el empuje almorávide.

Sigamos ahora con Saguntum, que es historia fue asediada 4 meses por Aníbal en 219 a.C., ya que no pudo atravesar sus grandes murallas en poco tiempo y necesitaba tomarla tan incólume como pudiera por 3 razones: 1.- Con el dinero y oro que obtendría, financiaría su invasión a Roma; 2.- Incorporaría a su ejército a todos los hombres aptos y 3.dejaría a su hermano, Hasdrúbal, comandante de Hispania (del Ebro al sur), una plaza fuerte, más cercana a Nova Cartago, la ciudad madre de ellos.

El siglo 15 es el de mayor expansión y crecimiento de su cultura y es conocido como “El Siglo de Oro Valenciano”. Desde niño me atrajo Valencia, pues había una pieza musical que creo decía: “Valencia son tus noches estrelladas… Valencia, tus mujeres son tan bellas como pétalos de flor…” y eran famosas la “huerta valenciana” y sus sabrosas naranjas.

Al final Sagunto se rindió debido a la tardanza de Roma en auxiliarla y a que los pueblos vecinos se negaron a ayudarla.

Patrimonio: Lonja de la Seda; Catedral (con su Torre Micalet); Basílica de la Virgen de los Desamparados; Torres de Quart y Serratos; Palacio de la Generalidad y Plaza de la Armonía.

La leyenda lo cuenta diferente: Que los saguntinos, al no recibir ayuda, se negaron a rendirse, encendieron una gran hoguera y se arrojaron todos a ella, iniciándose así la 2ª Guerra Púnica.

Sangunto. Esta ciudad tiene un lugar muy especial en la historia como ejemplo del valor y patriotismo de sus habitantes. 323


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

prisioneros. El botín fue cuantioso y se recuperaron la Custodia y las Sagradas Formas.

Leyendas semejantes hay en otras partes del mundo, como en México la de que los indios Chiapa se arrojaron todos al Cañón del Sumidero, para no caer en poder de los conquistadores o en Israel, de que los judíos de Masada, se mataron unos a otros para no caer prisioneros y ser esclavos de los romanos.

Ese sangriento combate creó la leyenda de que, en lo más encarnizado de la batalla, bajó un león de la montaña, mató al que tenía la Custodia y la reintegró al capitán cristiano. Esta tradición se incorporó a su heráldica: Leones rampantes sostienen o agarran la Custodia junto a las barras de la casa de Aragón.

Patrimonio: Teatro Romano; Castillo de Sagunto e Iglesias. Torreblanca.

En 1935, Torreblanca solicitó una carretera turística entre Peñíscola y Oropesa y la construcción de un puerto pesquero, toda vez que faenaban hasta 120 barcas de arrastre y "trasmallo".

No sé si este apellido, ahora muy conocido en Guerrero, porque es el del gobernador y antes muy importante en la Costa Grande donde su abuelo o bisabuelo, el Zeferino original, era el cacique, provenga de este pueblo de la provincia de Castellón de la Plana, en la Costa del Azahar.

En la actualidad se ha desarrollado de manera importante el sector turístico en las playas de Torrenostra y del Norte.

Según unos, Doña Blanca de Cardona o la de Aragón, dio su nombre a la Torre del Marqués, medieval edificio cuadrangular, almenado, con aspilleras y barbacana. Otros dicen que es por los blancos muros de la Iglesia-fortaleza de San Francisco. En 1397, piratas berberiscos saquearon el pueblo, llevándose las alhajas de la iglesia y la Custodia con la Hostia consagrada.

Patrimonio.- Iglesias Primitivas El Calvario y San Francisco; Iglesia Parroquial de San Bartolomé y Torre del Marqués. Gastronomía.- Además de la paella valenciana, los platos típicos de Torreblanca son: la "olla torreblanquina", el "empedrado de judías" y de postre los "pasteles de San Antonio". “Membrillo”, “Torta Cristina” y "Coca de almendra".

El Consejo del Reino organizó una armada para castigar la injuria y recuperar las Sagradas Formas, trasladando el acuerdo al Rey de Aragón, para que favoreciera la empresa y Benedicto XIII promulgó una Bula para la cruzada. Tras desembarcar en Telediç, los cristianos la saquearon, incendiaron y destruyeron durante 2 días, matando más de mil musulmanes y tomando más de 300

Peñiscola. La ciudad antigua, coronada por la que fuera morada del Papa Benedicto XIII, un castillo-fortaleza del s. 14, ocupa un imponente peñón que se alza 64 metros sobre el azul del mar. 324


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

promedio de 1.500.000 kgs anuales de especies marinas, sobre todo salmonete, pescadilla, pulpo, rape, lenguado y langostino.

En contraste con el casco antiguo, se encuentran las nuevas calles y avenidas de la zona turística. Historia.- Peñíscola ha sido fenicia, griega, cartaginesa, romana, bizantina y árabe por su ventajosa situación, su seguridad como fortaleza irreductible, su clima y por disponer de abundante agua dulce que mana de las entrañas de la roca en la propia ciudadela.

En lo agrícola destaca la “alcachofa de Bernicarló” (con Denominación de Origen Europea) cítricos, tomates, etc. y de su gastronomía los platos a base de arroz: “A Banda”, “Negro con Boquerones”, “Paella de la Tierra”, "Tostado" y “Olla Mezclada”. También el “suquet de pescado", langostinos, calamares, sepias, pulpitos, "galeras", lenguados, Altobayacos (albóndigas de bacalao), Alioli (ajoaceite), “cabrito al horno” y “conejo al Maestrazgo".

Peñíscola, ubicada en la Costa Dorada de España, Los Caballeros Templarios, de 1294 a 1307, construyeron un castillo inexpugnable sobre los restos de la Alcazaba árabe y por eso los escudos, en piedra, del Maestre de la Orden del Temple en Aragón y Cataluña y del Comendador de Peñíscola, están sobre las puertas de la fortaleza y de la basílica.

De postres, "pastelillos de cabello de ángel" y de boniato (ñame, especie de camote), "coca rápida", "cocas de San Antonio", “carquiñoles”, “Almojabenas” y "rosquillas de anís".

Patrimonio: Castillo del Papa Luna y El Bufador, brecha entre las rocas por la que "respira" el mar en los días de temporal. (impresiona más La Bufadora, cerca de Ensenada, B.C.)

Vinaroz. Su nombre quizá proviene de la alquería "Beni-Al-Arus", que en 1233, tras la conquista, se llamó Bynalaroc.

Benicarló. En la Edad Media, igual que Benicarló, dependía de Peñíscola, pero se independizó y creció tanto que se volvió la principal capital del norte de la Comunidad Valenciana y un puerto de los más importantes del Mediterráneo, con unas “atarazanas”, donde construían grandes navíos y por el que embarcaron gran parte de los más de 15.000 “moriscos” expulsados del reino en 1609.

En la era musulmana fue Beni-Gazlum, alquería (granja) de Peñíscola, que tras la reconquista, tuvo “carta puebla” como “Benicastló” en 1236 y fue “ciudad” en 1926. En el siglo 19, prosperó por el “Vino Carlón”, del que exportaban 17 millones de litros, pero la filoxera acabó con eso.

Durante siglos, Vinaroz sufrió los ataques de los piratas berberiscos y, por ello, como en toda la costa valenciana, había

En el siglo 20 construyeron el puerto y una flota de más de 50 embarcaciones, que obtuvieron en los últimos años, un 325


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

hicieron un canal de Amposta a la Rápita, se fortificó el lugar y se inició la construcción de edificios oficiales. La muerte del rey y el caos económico de los últimos años de su reinado dejaron la mayoría de las obras incompletas.

torres de vigilancia y atalayas, para dar la alertar en caso de peligro, como la "torreta de los moros", hoy en ruinas. El cultivo de los viñedos para producir vino fue su principal fuente de riqueza, pero la filoxera los acabó y los sustituyeron por algarrobos, olivos y almendros y actualmente naranjos.

En 1954 se terminó el puerto pesquero, con lonja (almacén y tienda de pescado), fábricas de hielo y atarazanas para construir barcos de hasta 30 mts de eslora, el cual destaca en la pesca de langostinos, mejillones y ostras, que también se cultivan en bateas (viveros) en la Bahía de los Alfaques.

Vinaroz tiene un importante puerto pesquero, destaca en la industria del mueble y recientemente, el turismo se está desarrollando como uno de los ejes de la economía del municipio.

Gracias a sus playas, San Carlos es un buen centro turístico.

Pero es más famoso porque el 15 de abril de 1938, durante la Guerra Civil Española, fue el primer pueblo de la costa levantina que tomó el ejército golpista tras la derrota republicana en la Batalla de Teruel, partiendo así la zona republicana en dos: una parte la zona centro, la mayoría de La Mancha, Andalucía oriental y el Levante y otra parte casi toda Cataluña, salvo la cuenca del Segre (la franja más occidental de Lérida).

Tarragona. Al norte de la Rápita está el Cabo de Tortosa, extremo sur del Golfo de San Jorge, prolongación del de Valencia, en cuyo extremo norte termina la Costa Dorada y empieza la Costa Brava. La ciudad más notable de ése Golfo es Tarragona, cuyas playas, aguas cálidas, centros de recreo, tradición histórica y patrimonio artístico, la hacen una atracción turística de primer orden.

San Carlos de la Rápita. En catalán Sant Carles de la Ràpita, es un importante puerto marítimo, en el suroeste del delta del Ebro, que incluye a la playa del Trabucador y la península de La Banya, cerca de un lago salado llamado Puerto de los Alfaques.

Fue la Colonia romana Iulia Urbi Triumphalis Tarraco. Árabe tras la invasión del 711 y después parte de la Marca Hispanica creada por Carlomagno, con Cataluña, Tarragona, Barcelona y Gerona.

En el siglo 18, Carlos III mandó construir ahí un puerto y un pueblo, que en su honor, se llamó San Carlos de la Rápita.

En 985, Almanzor ocupó Tarragona e incendió Barcelona.

El rey quería hacerlo uno de los principales del Mediterráneo y en 1770

Reconquistada en 1116, Tarragona creció en importancia comercial, ocupó 326


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

la proclamación República, etc.

el Foro y 3 áreas extramuros del recinto defensivo: “El Corral” (antiguo “circo romano”), dedicado al comercio e industria; la “Vila Nova”, que llegaba de ahí al puerto, de huertos, cultivos y molinos y la “Huerta de Tarragona”, también destinada al agro, a ambos lados del Francolí, que llegaba hasta Riu Clar.

de

la

Segunda

1936-39, Guerra Civil que causó retroceso de todo el país. Tarragona fue muy bombardeada y hubo que reconstruirla en los difíciles años de la posguerra. A fines de los 50s se instalaron unas industrias químicas y en 1975, la refinería de Enpetrol. Ese empuje aumentó la inmigración, creó nuevos barrios, la hará una ciudad industrial especializada en petroquímica y su puerto será el 2º en cantidad de toneladas anuales manejadas.

En 1348 la peste bubónica disminuyó la población, pero en 1368, mejoraron y reforzaron las murallas, construyeron la Muralleta o Mur Nou y el Corral se incorporó al núcleo urbano. En el siglo 15, la Guerra Civil Catalana, hizo decaer la población, sus defensas y el municipio se declaró en quiebra, pero desde el siglo 16 consolidaron fortificaciones y construyeron torres a lo largo de la costa, como la Torre de la Mora, o el baluarte del puerto natural de Tamarit, que data de 1617, para defenderse de las continuas guerras y ataques de los piratas, que hacían huir a la población a zonas más seguras del interior.

Lugares de interés.- Casco Antiguo; Circo Romano, Anfiteatro de Terraco; Mercado Central; Balcón del Mediterráneo; Catedral; Portal de San Antonio; Casa de la Fiesta; Puerto; Teatro Motropol. El “Pez Azul de Tarragona” que tiene “Denominación de Origen”, los mariscos y las avellanas, almendras, setas y cítricos de su rica agricultura, son la base de su gastronomía.

En la era moderna Tarragona sufrió 3 grandes conflictos bélicos:

Los platos más característicos son la “cassola de romesco”, el “arrossejat”, el “arroz negro” y el pescado a la plancha o frito.

1640-59, en la “de los Segadores”, (catalanes y franceses contra los reyes hispanos) padeció 2 sitios, la ciudad se destruyó, el puerto se abandonó y el comercio se fue a Salou. La crisis duró hasta el siglo 18 que reconstruido el puerto, comerció con América.

En el Serrallo (barrio de pescadores), hay muchos restaurantes que ofrecen platos de productos frescos del mar, pudiéndose disfrutar de bonitas vistas y ambiente típico.

1702-14, Guerra de Sucesión, cuando todavía no se recuperaba de los estragos de la de Segadores.

En uno de ellos disfrutamos unos pulpitos miniatura, tan deliciosos que mi señora dice que regresaría nada más por volver a comerlos (igual dice del esmedregal de

En el primer tercio del siglo 20 el país sufrió la Dictadura de Primo de Rivera, 327


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

(a la joven que se casaba, la tenía que “estrenar” él) y muchos geltrunenses para evitarlo fundaron la “Villa Nueva de Cubellas”, cerca del mar.

Campeche, los caracoles de Isla Mujeres y los camarones de Champotón, “tamaño grano de arroz”, de los que se comió varios cocteles en una de nuestras asambleas en la ex hacienda de San Luis Carpizo, que ahora es un campo de entrenamiento de la Infantería de Marina).

A mediados del siglo 18, el rey Carlos III permitió que comerciara con América y la ciudad tuvo un auge económico y cultural. Creándose sociedades recreativas y sitios de reunión y distracción.

Los vinos “Denominación de Origen Tarragona”, en especial “mistelas” y “vinos rancios”, sin pretender nobleza, son ideales para acompañar los postres en las mejores mesas.

En el 19, majestuosos jardines le dan aspecto de gran ciudad debido en gran parte, al contacto con la alegre isla de Cuba.

Calafell.

Su época dorada fue en el Romanticismo, con edificios como el Museo Víctor Balaguer, construido por el último ministro de Ultramar español y palacetes y mansiones como las Casas Renard, Foment Vilanoví, Cabanyes, Samà y Can Pahissa.

Por siglos las plagas y la piratería asolaron esta costa y sólo en el 19, esta ciudad creció algo, pero en 1947 la “Ciudad Jardín”, de segundas residencias y estación de tren, creó un nuevo núcleo urbano en la Quinta de San Miguel de Segur. Como en Acapulco, al principio una población “flotante” sólo iba a la playa en vacaciones, después muchos se establecieron permanentemente y actualmente pasan de 25 mil habitantes.

Hoy es una ciudad avanzada en nuevas tecnologías, con la UPC (Universidad Politécnica de Cataluña y el edificio Neàpolis. Es el tercer puerto más importante de Cataluña, tiene una estación naútica, marina para yates de lujo y sus comunicaciones son excelentes, tiene estación ferroviaria y la C-32 o Autopista Pau Casals, que la une con la capital catalana.

Cultura.- Aún quedan restos del castillo de Calafell, que data del 1037, parte de las murallas, la Iglesia de la Santa Creu del Castell de estilo románico y nave única, con ábside semicircular decorado con pinturas murales y bóveda de cañón y la de San Miguel de Segur, del siglo 13, incendiada en 1936 y reconstruida en 1990.

Su población ha aumentado y están realizando proyectos de gran envergadura como la ampliación de la playa, el polígono "San Jorge" (Sant Jordi) y la remodelación de la fachada marítima.

Villanueva y Geltrú. En catalán, oficialmente: Vilanova i la Geltrú. Está a 46 km de Barcelona y 44 de Tarragona. Dicen que nació porque el señor feudal exigió la ley “de pernada”

Fiestas: 17 de enero, Sant Antoni y "Els tres tombs", en que dan 3 vueltas con caballos, carros y otros animales de tiro 328


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

asociación van más de 50 parejas de chicos con la americana (saco) y barretina (gorra o sombrero distintivos) y chicas con mantón de Manila, claveles y falda). Todos llevan bolsas llenas de caramelos y libran en las calles, con los otros grupos, “batallas de caramelos”. Terminan en la plaza de la villa reunidas todas las banderas (por antigüedad) donde dan la batalla final, mientras bailan “El Turuta”.

por el interior de la ciudad. Antes eran alrededor de una hoguera de ramas ver des, pero el cristianismo hizo que fueran alrededor de la iglesia de San Antonio, donde “bendicen a los animales”, pues es costumbre llevar animales domésticos como: perros, gatos, pájaros, etc. para que sean bendecidos (igual que en México). El Carnaval, comienza el “Jueves Lardero” (¿grasoso?), con el “Baile de Mantones”.

(Eso de agarrarse a “dulzasos” es muy similar al de “jitomatazos” de otras ciudades de España en que se avientan toneladas de ese sabroso fruto, que los franceses llaman “pome d’or” (manzana de oro) y los italianos “pomodoro”.)

Al jueves siguiente es el "Dijous Gras", merengada infantil, en que los niños salen a la calle con merengues o mangas pasteleras y "empastifats" (embadurnan) a los que encuentran en las calles.

El lunes, carnaval infantil o Vidalet, y los Coros de Carnestoltes.

Muchos utilizan huevos y “nata montada” para manchar a los transeúntes. En diferentes pastelerías los niños esperan que les tiren muñecos de merengue para seguir con la fiesta.

El martes es el turno de “Las Comparsas del Vidalet”. Todo termina el Miércoles de Ceniza con “El Entierro de la Sardina”, último acto del carnaval después de 12 días de fiesta. En el pasean a S.M. el Rey Carnestoltes, muerto y sus concubinas le van llorando durante todo el trayecto. Al final queman el ataúd en medio de la Plaça de la Vila.

El final es en la Plaça de la Vila, donde les retiran los botes de nata o huevos. Al día siguiente del "Bijous Gras", es "l'Arrivo" de S.M. el Rey Carnestoltes. Hay un gran desfile de gente disfrazada con diferentes temas o críticas y de carrozas cuyo recorrido acaba en la Plaça de la Vila donde Carnestoltes da su sermón.

Otro evento destacado y el certamen más antiguo, relacionado con el mundo del espectáculo, es el Festival Internacional de Música Popular Tradicional, de Todos los Países del Mundo, que se celebra durante un fin de semana completo de julio.

El sábado llega "Caramel" (rey del carnaval infantil) que se pasea por la ciudad del Moixó Foguer (personaje emplumado que aparece y desaparece dentro de una gran caja) y lo reciben en la "Plaza del Mercado" miles de niños disfrazados. Esa noche es la “de las Máscaras".

Sitges. Situado a unos 30 kms al sur de Barcelona, tiene, como casi todos los del Mediterráneo, una historia de más de 2 mil años.

El domingo desfilan "Les Comparses", (tras la bandera particular de cada 329


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

Organizado por primera vez en 1968 como "Semana Internacional de Cine Fantástico" cambió a la denominación actual en 1997 al abrirse a otros géneros. Actualmente Sitges tiene una gran infraestructura turística, con equipamientos y tres puertos deportivos.

Hasta 1308 estuvo bajo el control de la familia Sitges que adoptó el topónimo de la villa como apellido. El cerro del Baluard, amurallado, conectaba con el resto de la villa con un puente por encima de la actual calle Mayor y 3 torres estaban situadas en diferentes puntos del pueblo.

Lugares de interés: Palacio de Maricel, Museo Cau Ferrat e Iglesias de San Bartolomé y Santa Tecla.

Destaca también el palacio del Rey Moro, del siglo 14.

Lo que más me impresionó de ahí es que una de las veces que fuimos a Barcelona, no pudimos encontrar alojamiento ahí porque había un campeonato de futbol y todos los hoteles estaban repletos, nos tuvimos que ir a dormir a Sitges y en la mañana, al bañarnos parecía que nos habían dado una “lechada de cal”, pues el agua que salía de la tubería no era cristalina, sino “blanquecina”.

Su economía se basaba en el cultivo de viñas, huertas, trigo, malvasía, algarrobo y palmito (símbolo de la Comarca del Garraf), pero desde 1345 cuando Villafranca del Penedés fue autorizada para tener un puerto en Sitges, este se convirtió en el punto de salida natural de los productos de ésa región (mi preferido es el sabroso vino tinto “Gran Sangre de Toro”). También se relaciona con la producción de ron, pues aquí nació Don Facundo Bacardí i Massó, que emigró a Cuba donde fundó la empresa licorera Bacardí y otro sitgetano, Andrés Brugal Montaner, fundó en la Dominicana la empresa de ron Brugal.

Barcelona. A orillas del Mediterráneo, al sur de los Pirineos y 120 km de la frontera con Francia está la que fue capital del Condado de Barcelona, por lo que se le suele llamar Ciudad Condal.

Desde hace décadas este municipio es lugar de veraneo y residencia para homosexuales de todo el mundo y gracias a la tolerancia y acogida de sus habitantes, hay en el municipio una gran red de comercios y locales dirigidos al turismo gay.

Hay varias teorías y leyendas sobre el origen del nombre: 1.-) Mitológicas: Hércules se unió a los Argonautas para buscar el Vellocino de Oro. Una tormenta dispersó las 9 embarcaciones de la expedición y una se perdió. Hércules la halló, naufragada al lado del actual Montjuich, lugar que los tripulantes encontraron tan acogedor que, ayudados por Hermes (dios del comercio) fundaron una ciudad y la llamaron “Barca Nona”.

Sitges es sede permanente del Festival Internacional de Cinema de Cataluña, uno de los eventos más importantes de Europa, pionero del cine fantástico, ciencia, ficción y terror.

2.-) Históricas: Otros dicen que el nombre de la ciudad proviene del período 330


Alm mirante Alf lfonso Argudín A Alcaraz Autobiiografía

fenicio, teoría sostenida por inscripciión en esccritura ibériica encontra ada en una moneda. m

la

Cattaluña, peroo resurgió ecconómicameente en los siglos 18 y 19 een la llamaada Rennaixenca (Renacimientoo) al integraarse al resto de España, ccomerciar con Am mérica y ffijarse en Barcelona el monnopolio deel comercioo textil enntre Esppaña y Cubaa.

3.-) La ciudad ib bérica, de la tribu a, conquisttada por Cornelio layetana Escipión n, protegida a por Julio o César y Octavio Augusto, fue Iulia Augusta Paterna Faventia Barcino, que en la Edad Media M cam mbió a Ba archinona, Barchen nona, Barcallona y Barch helona.

La “teoría del embudo”, aancho para Españña y estrechoo para Cubaa, inconform mó a estoos y generóó su Guerrra de Indeppendenncia con ell total apoyyo de EE.U UU, prinncipal benefficiario de laa separaciónn.

4.-) Segú ún unos en 228 a.C. la conquistó y refund do el genera al cartaginéés Amílcar Barca, según s otros su s hijo, Aníb bal Barca, pero no hay prueba as que la vin nculen con ésa famiilia cartaginesa.

Fuee sede de 2 Exposicionnes Universaales en 1888 y 19229, tuvo grran crecimieento ecoonómico, porr la Primeraa Guerra M Mundia l, que tambiién trajo un auge del socciamo-comunism mo, ideas acogidas con lism entuusiasmo por muchos, ssobre todo los obrreros.

aderos de Los priimeros rasstros verda població ón en la ciiudad se reemontan a finales del d neolítico (2000 a 150 00 a. C.). Fue visigoda, roma ana, cartag ginesa, en manzor la desstruyó, pero o como ca985 Alm si en tod dos los paísses, el norte es industrial y el e sur agríco ola (en Espa aña, gallegos, astu urianos, vasccos y catalanes trabajan y comercian y Andalucía A ca anta y bail siglos 13 3 y 14, Barccelona flola), en los reció y llegó a ser una de lass ciudades principa ales del Med diterráneo occidental, o sólo aba ajo de Gén nova y Ven necia, que dominab ban el comeercio entre Europa y Asia.

El gobierno ppromovió eel Metro y el lpeó Pueerto, pero lla crisis dee 1929 golp durramente a E España y laa Guerra C Civil Esppañola (1936-39) parralizaron toodo cre cimiento durrante variass décadas. Deffensora a ulltranza de laa 2ª República, la pperjudicaronn las rebelioones internaas y peleeas entre ppartidos quee los gobierrnos de la ciudad y del paíss no pudieeron conntrolar. Loss franquistass la bombardearon varrias vecces y la ocupparon a fines de eneroo de 19339.

m de la Corona aragonesa a Varios monarcas reinaron n desde Barrcelona, lleg gándose a decir en n época de Roger de Flor F y sus “Almogá ávares” quee “ni un sólo o pescado podía na adar en agu uas del Med diterráneo sin perm miso del Cond de de Barcellona”.

La dictadura militar hizoo a Barceloona “poolo de desaarrollo”, prromoviendo su inteensa industtrialización, lo que trrajo graan inmigraación, maayoritariameente proocedente del sur de la Peenínsula.

uvo altibajoss y decayó Desde el siglo 15 tu por la Guerra G de lo os Segadoress, la unión de Casttilla y Arag gón y la Guerra G de Sucesión n (de 17 706 a 1714), que desapareeció las insstituciones propias p de

Lass nuevas condicioness sociales y ecoonómicas traansformaronn radicalmeente el trazado urbano, ddestacando la 331


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

La ciudad creció mucho y ahora abarca 10 distritos: Ciutat Vella, El Ensanche, Sants-Montjuich, Les Corts, Sarrià-Sant Gervasi, Gracia, Horta-Guinardó, Nou Barris, San Andrés y San Martí.

aparición de populosos barrios obreros y de importantes vías de comunicación. Tras la muerte de Franco y los difíciles inicios del período democrático, la ciudad se benefició, como el resto del Estado, de un nuevo impulso, económico muy influido por la integración de la Unión Europea (1 de enero de 1986), que desembocó en modernos proyectos culturales y urbanísticos, destacando la organización de los Juegos Olímpicos de 1992.

Su economía se basó en el comercio y el puerto, pero la revolución industrial, primero del sector textil y después del editorial, química, farmacéutica, automovilística, logística y electrónica, convirtió la provincia en la principal zona industrial del país.

En Barcelona hay 4 niveles de autoridades políticas: La Administración General del Estado, la Generalidad de Cataluña, la Diputación de Barcelona y el Ayuntamiento.

Ahora es el 1er puerto mediterráneo y 5º del mundo en barcos de crucero (mueve hasta 2 millones de pasajeros),es de los mayores en tonelaje de mercancías, número de contenedores y centro de empresas conserveras de pesca de toda España, como USISA (con sede a más de mil kms, en Isla Cristina).

Los cuatro niveles de gobierno de Barcelona, tienen diferentes responsabilidades y competencias:La Administración General del Estado se ocupa de la seguridad (Cuerpo Nacional de Policía y Ejército), la Justicia, los puertos y aeropuertos, los trenes de Renfe, las costas, etc.

El aeropuerto del Prat (2º español tráfico aéreo), en 2008 movió más de millones de pasajeros y acaba inaugurar una nueva terminal que permitirá doblar ése número.

El Gobierno Autonómico o “Generalitat” de Cataluña tiene el Parlamento, en el Parque de la Ciudadela y el Palacio, sede de la Presidencia de la Generalidad, en la Plaza de San Jaime.

en 30 de le

En 2008 se inauguró el tren de Alta Velocidad Madrid-Barcelona, que están prolongando hasta la frontera, para unirlo a la red francesa y, como será mixto, habrá conexión rápida para pasajeros y facilitará el tráfico de mercancías con Europa.

La Diputación de Barcelona preside el patronato del mantenimiento de algunos parques y edificios públicos.

Toda esta infraestructura benefició a la industria turística, pero ahora quieren orientar su política a captar más vuelos internacionales, y menos de “bajo costo”, para atraer gente con mayor poder adquisitivo y ubicar más grandes empresas en la ciudad.

El Ayuntamiento es el de mayores competencias y funcionarios públicos, ya que regula la vida diaria de los ciudadanos, planificación urbanística, transportes, recaudación de impuestos municipales, seguridad vial mediante la Guardia Urbana, mantenimiento de jardines y vía pública (asfaltado, limpieza, etc.).

Antes el sector público pesaba poco en la economía catalana, pero desde la 332


Almirante Alfonso Argudín Alcaraz Autobiografía

La crisis económica iniciada en EE.UU y agravada por el estallido de la burbuja inmobiliaria, desplomó al consumo, y con él a la industria mundial, estancó a Cataluña y últimamente, las de Grecia, España y otros países altamente deficitarios, tienen a la Unión Europea, en duros problemas. Veremos pronto como salen de ellos.

recuperación del autogobierno, lo ha ido ganando y su principal aportación ha sido construir esas grandes infraestructuras, para desarrollar el comercio, la industria y el turismo. Desgraciadamente, a menudo estas han sido insuficientes, y sus ampliaciones se han demorado frecuentemente lustros (¿les ganó el tren México-Acapulco suspendido por el estallido de la Revolución en 1910 y nunca terminado?) o han tenido que ser construidas con capital privado convirtiéndose así en “de pago” (¿Cómo la Autopista del Sol AcapulcoD.F.?).

¿No sería bueno que Acapulco aprendiera todas esas lecciones? En lo industrial Barcelona tuvo problemas, por falta de competitividad, atomización empresarial catalana, saturación de infraestructuras, mayor inversión extranjera y traslado de centros de decisión, sedes fiscales y sociales y de industrias a países con mano de obra más barata y escaso y caro suelo industrial (el 2º más caro de Europa, sólo detrás de Londres).

Barcelona albergó eventos, que han contribuido a mejorarla y proyectarla internacionalmente: Los más relevantes fueron la Exposición Universal de 1888, la Internacional de 1929 y los Juegos Olímpicos de Verano de 1992.

Aun así, han llegado empresas total o parcialmente públicas (como RENFE o REPSOL) e inversiones y localizaciones extranjeras, superando las idas, de modo que Barcelona sigue siendo la capital industrial de España, generando en algunos subsectores el 25% de las exportaciones totales españolas.

La Fira, (feria de muestras de Barcelona), organiza muchas exposiciones, salones, congresos y ferias para profesionales, algunos de ellos de los mejores del mundo, lo que la hace una de las mayores de Europa y 1ª de España con más de 3,5 millones de visitantes, que benefician al sector hotelero y restaurantero con la ventaja de repartirse uniformemente a lo largo de todo el año.

Ante los problemas, el Ayuntamiento y la Generalidad hace casi 10 años iniciaron un programa para desarrollar industrias basadas en el conocimiento, crearon grandes “parques de investigación”, en medicina y biotecnología y ayudaron a las empresas tecnológicas para expandirse a nuevos campos como el aeroespacial, o la nanotecnología, transformando barrios enteros en distritos comerciales, con infraestructuras y comunicación de punta, para atraer empresas de todo el mundo, al “Distrito 22@”.

¿Cómo la de la Nao de China y similares en Acapulco? Cualquier similitud que usted encuentre entre lo que he expuesto acerca de Barcelona y Acapulco, no es coincidencia, sino fruto de mi deseo de que al exponérselas, busquemos soluciones para salir de la crítica situación actual que obliga a muchos a emigrar a EE.UU, aunque sea arriesgando la vida. 333


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Estas políticas han dado fruto y científicos de prestigio están desarrollando investigaciones de alto nivel. ¿Por qué no imitar ese ejemplo y dar facilidades para abrir industrias y no hacerlas cerrar como tradicionalmente se ha hecho en Guerrero?

cual impide la conexión con la de Francia, por lo cual la nueva red ferroviaria de alta velocidad de España utiliza el estándar europeo, lo que permitirá enlazar con París en alta velocidad pasando por Girona, Figueras y Perpiñán.

Transportes y movilidad: El principal acceso a Barcelona para viajeros internacionales, es el aeropuerto del Prat a 10 kms de la ciudad, que tiene una zona destinada al “Puente aéreo”, a Madrid con vuelos cada 20 minutos en horas punta ¿Se acuerdan cuando a Acapulco llegaban Quantas y otras muchas líneas aéreas y había un puente México-D.F. con vuelos cada hora?

Transporte publico: Para moverse entre las ciudades de la provincia hay 2 redes ferroviarias: El servicio de “Cercanías Barcelona” de RENFE, tiene una red de 7 líneas, y unos 123 millones de pasajeros anuales, pero últimamente ha empeorado mucho y tenido numerosos problemas y fallas debido por el incremento de la demanda, la falta de inversiones y la mala planificación de las obras de la llegada del AVE a la ciudad.

Otra importante “puerta”, para la carga y cruceros, es el Puerto, de los más importantes del Mediterráneo, que cuenta con 3 puertos deportivos, el Port Vell, el Olímpic y el Adriá para los que llegan en embarcaciones privadas de mediano y pequeño tamaño.

La otra opción, que sirve a poblaciones distintas, es el de Ferrocarrils de la Generalitat de Cataluña FGC, un servicio de trenes de cercanías operado y construido por esa Generalidad. También hay una amplia red de autobuses urbanos e interurbanos que enlazan las ciudades de la provincia.

En carreteras, Barcelona tiene una densa red de autopistas y autovías. Las principales, la AP7 (Vera-AlmeríaCartagena-Elche-Valencia-BarcelonaPerpiñán); la A-2 (Madrid-ZaragozaBarcelona y también sigue hacia la frontera francesa); la AP2, casi paralela a la A-2 y la C-16 (Barcelona-ManresaPuigcerdá-Toulouse-París).

La red de transporte público interno cuenta con la del Metro, que llega a gran parte de la ciudad y tiene 11 líneas con 156 paradas y 117 kms de extensión, la que está siendo ampliada prolongan do las líneas L2, L4, L5, L9 y L10. En 2004 varias administraciones, local, metropolitana y autonómica, reintrodujeron al tranvía como medio de transporte masivo, especialmente para comunicar con las ciudades del área metrópolitana y crearon 2 redes, Trambaix y Trambesós que aún están implantándose y expandiéndose.

La AP2 y AP7 son de peaje con empresas concesionarias. La red de ferrocarriles tiene su centro en la estación de Sants de Barcelona, de donde salen trenes de larga distancia que conectan la ciudad con todo el continente, pero la red española tiene la desventaja de que empleó el “ancho ibérico de vía”, diferente del internacional, lo 334


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Ensanche, Rondas de Circunvalación, y las grandes avenidas que cruzan la ciudad (Diagonal, Meridiana, Aragón, Gran Vía).

¿No es envidiable todo ese desarrollo, logrado a base del esfuerzo personal y la colaboración pueblo-gobierno? Los autobuses urbanos también son un medio de transporte eficaz, con 1070 buses, repartidos en 103 líneas, cuyo servicio diurno lo continúan en las noches los Nitbus, que suplen el descanso de la mayor parte del transporte público.

A primera vista esta estructura parece facilitar la orientación y la circulación. Sin embargo, la gran densidad demográfica y cantidad de vehículos no hacen recomendable circular en coche.

Todos esos transportes están integrados, es decir sus tarifas son iguales, y ello permite transbordar a otros de los diferentes medios sin tener que pagar otro boleto.

Además, el ayuntamiento inauguró en 2005, áreas verdes de aparcamiento, y amplio las áreas azules, que obligan a pagar para aparcar en los distritos más céntricos de la ciudad.

Un servicio público diferente es el Bus Turístico, una flota de autobuses de 2 pisos, descubiertos, con rutas que tienen estaciones en los lugares principales y guías que informan de los aspectos más interesantes de la ruta. Este servicio no está integrado y funciona con boletos válidos para un día.

Muchos ciudadanos se mueven en moto y por ello Barcelona es la ciudad europea con mayor cantidad de motos, en proporción a su número de habitantes. Por otro lado, están instalando medio centenar de enchufes para recargar vehículos eléctricos, porque quiere que su nombre se ligue a los coches eléctricos urbanos.

Los taxis de Barcelona son característicos e inconfundibles por su color negro, con las puertas, cofre y techo, amarillos.

En el marco del Salón Internacional del Automóvil de Barcelona, el ayuntamiento suscribió junto con Endesa, UPC, RACC, Seat y Nissan, el proyecto LIVE (Logística para Implementar el Vehículo Eléctrico) para convertir la ciudad en un “banco de pruebas”, en donde los coches puramente eléctricos -no híbridos- ganen terreno poco a poco a los de combustión interna.

Los amantes del medio ambiente y la actividad física, pueden usar bicicletas para moverse por Barcelona, por la orografía de la ciudad y el buen tiempo que suele hacer la mayor parte del año. Para ellos hay una amplia red de carriles-bici por toda la ciudad, así como el servicio del “bicing”, una red de estaciones automáticas de alquiler distribuidas por la ciudad.

Cultura: La ciudad tiene una larga y rica historia arquitectónica, empezando por los restos arqueológicos del asentamiento romano que la fundó, como las columnas del templo de Augusto, los restos de Barcino bajo el subsuelo (integradas dentro del Museo de Historia de Barcelona) o las antiguas murallas.

Moverse en vehículo privado dentro de Barcelona, como en cualquier gran urbe europea, es complicada a pesar de la buena organización urbanística, con su 335


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los castillos que hacíamos en la playa con chorritos de agua y arena).

Cultura: Barcelona tiene una larga historia arquitectónica, con los restos romanos, como las columnas del templo de Augusto, los de Barcino (integradas dentro del Museo de Historia de Barcelona) y las antiguas murallas hasta la Torre Agbar, que en 2004 fue considerada el mejor rascacielos del mundo.

La dictadura no produjo nada notable, pero al volver la democracia y para las Olimpiadas de 1992, hubo obras como Palau Sant Jordi, Torres de Collserolla y de Comunicaciones de Montjuich y después el Museo de Arte Contemporáneo (MACBA), la Torre Agbar, la del Triángulo Ferroviario, la estación nueva a la Sagrera y el Edificio Fórum, para el Foro Universal de las Culturas.

Es notable su Centro Histórico o “Barrio Gótico” con muchos edificios medievales, algunos admirables, como la Catedral de Santa Eulalia o la Iglesia de Santa María del Mar, considerada la obra más destacada del gótico catalán, o los astilleros (denominados “drassanes” en catalán) uno de los pocos ejemplos de naves góticas, de uso civil, existente en Europa.

En 1999 el RIBA ("Royal Institute of British Architects") premió a Barcelona con el "Royal Gold Medal", que se da a arquitectos por el conjunto de su obra, y por primera y única vez, fue otorgado a una ciudad y no a un arquitecto individual.

También de esa época destacan edificios como el salón del Tinell, el Palacio del Lloctinent o el Palacio de la Generalidad de Cataluña y los palacios construidos por familias adineradas, estructurados alrededor de un patio, como el actual Museo Picasso.

También tiene buenos museos: El de la Fundación Joan Miró; el de Picasso; Nacional de Arte de Cataluña (MNAC); de Arte Contemporáneo (MNAC); Centro de Cultura Contemporánea; Fundación Anto-ni Tàpi; Caixa Fòrum, en la falda del Montjuich; de la Ciencia (ahora Cosmo Caixa) a los pies del Tibidabo y el del Fút, en el Camp Nou, el más visitado de Cataluña.

Como las murallas impedían nuevos crecimientos, era poco el suelo intramuralles y había penurias económicas por la Guerra de Sucesión, hubo un periodo poco relevante arquitectónicamente, aunque gracias a los terrenos obtenidos de la iglesia mediante la desamortización, se construyeron la Plaza Real y notables contrucciones en hierro, como el mercado de la Boqueria.

Los teatros más prestigiados son el del Liceo, de ópera; el Nacional de Catalunya, con 3 salas de clásicos y el Lliure, con obras vanguardistas. En los del Ensanche y Ciutat Vella hay espectáculos musicales, comedias y propuestas experimentales. En la Av. del Paralelo había muchos, pero han cerrado varios.

Las obras de Gaudí: Parc Gûell, Casa Milà (le dicen La Pedrera), Casa Batlló y sobre todo El Templo de la Sagrada Familia, que dejó incompleto, atraen al año millones de visitantes. (Siguen construyéndolo con donativos y aportaciones, dicen lo concluirán en 2020 y se parece a

También hay salas y multisalas de cine comercial, de autor, europeo, películas en versión original, etc. destacando la Filmoteca de la Generalidad de Cataluña. 336


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Es la ciudad europea con mayor proporción de motocicletas por Habitante y tiene el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de San Cugat y el Circuito de Cataluña, en Montmeló, donde hay carreras del Campeonato mundial de motociclismo (Gran Premio de Cataluña) y automovilismo Fórmula 1 (Gran Premio de España).

Hay música sinfónica en el Palau de la Música Catalana y en el Auditorio, sede oficial de la "Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC) y también pequeños locales de música moderna: Jazz, Hip Hop, Rap, Música Electrónica, etc. El Palacio de los Deportes es hoy el "Barcelona Teatre Musical", donde en verano hay concurridos conciertos de Bruce Springsteen, Rolling Stones, U2, etc. Los grandes estadios, Camp Nou y Olímpico Lluís Companys (100,000 y 60,000 asistentes), también presentan grandes eventos musicales.

También hay competencias deportivas en la calle. Las más populares son las carreras de El Corte Inglés (con 60.000 participantes anuales), Mundial de la Merced, Bomberos, Jean Bouin, Maratón de Barcelona, Milla Sagrada de la Familia, San Silvestre, Fiestas de la Bicicleta, los patines y Travesía del Puerto de Navidad.

La ciudad es sede de importantes festivales como el “Primavera Sound”, de pop-rock, que dura 3 días, en mayo; “Sónar Festival”, en junio, que reúne a lo mejor de la música electrónica y multimedia y el “Festival Grec”, mucho más ecléctico, en julio.

Es sede del Club Barcelona, equipo de fútbol de los mejores del mundo y en cuyas instalaciones pueden verse partidos de fút, basket, balonmano, fút de sala y hockey sobre patines. También destaca en el mundo del tenis, por la cantidad, prestigio y antigüedad de algunos de sus clubes, como el Real Club de Tenis; La Salud, el Barcino, el Turó, etc. donde se han formado la mayoría de los tenistas españoles más destacados.

Por último, a fines de septiembre, en la Merced, fiestas mayores de la ciudad, hay 3 días de conciertos gratuitos y al aire libre, en las plazas céntricas. Sede olímpica en 1992, tiene espectáculos deportivos de 1er nivel y una red de completos polideportivos municipales que, junto con los privados, facilitan hacer ejercicio físico.

En España, Barcelona es sede usual de sus juegos de Copa Davis y Federación. El torneo Conde de Godó, en el RCT, es de los más importantes, internacionalmente, sobre tierra batida.

Por su orografía, su clima y la política municipal de hacer “carriles bici”, ha proliferado su uso como vehículo de transporte.

Tiene gran comercio por mar, pero también lo usa para diversión, deportes y en sus playas hay competencias en verano.

También son comunes los patinadores, sobre todo en la zona de la Villa Olímpica y Ciudad Vieja, dónde hay "skateparks".

Los bares y discotecas se reparten entre el barrio de Gracia, en la parte alta y el de Pueblo Nuevo. Las de público más selecto en Sant Gervasi y Tibidabo. 337


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Es imposible conocer Barcelona en visitas de unos cuantos días, pero lo ineludible son sus íconos: Las bellísimas Ramblas con jardines, librerías, cantidad y variedad de bares llenos de turistas extranjeros, residentes y una minoría de barceloneses, el “casco antiguo”, con el Barrio de El Raval, a un lado de las Ramblas, y el Barrio Gótico, al otro lado, y las instalaciones del Puerto.

Por los deshechos humanos e industriales, las 10 playas de Badalona estuvieron muy contaminadas y construir el Puerto Deportivo, modificó el acarreo de arenas haciendo crecer unas playas, disminuyendo otras, (como en Cancún) pero ambas cosas se han corregido, ahora las playas son bastante concurridas y hay una, Sant Adrià de Besòs, donde practican el nudismo.

El Ensanche (Eixample), entre Valencia, Gran Vía, Paseo de Gracia y Muntaner, es otra de las zonas con más restaurantes y locales musicales. Últimamente han proliferado los locales para gays, por lo cual lo denominan como “Gaixample”.

La industrialización de Badalona trajo consigo la desaparición casi total de los pescadores. No me tocó verlo, pero sé que desde 1995, edificaron el “Badalona Centro Internacional de Negocios” (BCIN), para mejorar la comunicación de las empresas de esta ciudad, con el mercado americano y el europeo. Ahora las industrias de microelectrónica, envasado, textil y los moldes industriales, son los principales exportadores a esos mercados.

Otros sitios también notables de Barcelona son: Montjuich con su viejo castillo que dominaba la ciudad; Montserrat ¿monte aserrado? famoso por su peculiar formación geológica y el monasterio donde veneran la imagen de esa virgen y la cima del Tibidabo, a 532 mts de altura.

Su red de autobuses urbanos cuenta con una flota de más de 120 autobuses con una antigüedad media de 7 años y líneas regulares con media de vida es de menos de 5 años. (Cualquier parecido con Acapulco es inexistente).

Desde de Barcelona, hasta la frontera de España con Francia, hay otros sitios interesantes: Badalona, Santa Coloma de Gramenet, Mataró, Calella de la Costa, Blanes, Palamós, Palafrugell, L’Estartit, Golfo de las Rosas, Cadaqués y Cabo de Creus.

Badalona tiene fiestas que rinden homenaje a San Sebastián (patrón escogido por el pueblo), San Pedro (patrón de los pescadores), o la “Passada” de San Antonio (patrón de los animales de cuadra “de pie redondo”, es decir, con pezuña).

Badalona. A 10 kms de Barcelona, está muy industrializada y dos cosas la hacen especial para nosotros: su Rambla es paralela al mar, (como la Costera de Acapulco) mientras las demás son perpendiculares al mismo y ahí se fabricaba el “Anís del Mono” que en su época fue muy popular en México.

También celebra las procesiones de Corpus, del Carmen y de los Misterios, documentada en el siglo 17 y caracterizada por el silencio, además de la Noche de Reyes en que estos llegan a la ciudad desde la playa. A estas se les añaden las festividades típicas de 338


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mecánicos y las industrias auxiliares que trabajaban para ellos.

Cataluña como el Carnaval, Día Nacional de Cataluña, San Jorge o la Noche de San Juan.

El Museu Fundació Vilaseca conserva muchas de esas máquinas, algunas auténticas obras de arte, en una de las colecciones de maquinaria textil más importante de Europa.

Santa Coloma. Seguimos con la en catalán, oficialmente Santa Coloma de Gramenet, coloquialmente SantaCo a 9 kms de Barcelona, notable por la tradición del martirio de Santa Coloma (Santa Columba de Sens, sacrificada por los romanos en la Galia en el año 274, cuando solamente tenía 17 años) y es probable que le dedicasen una iglesia prerrománica que fue destruida por Almanzor en 985.

A pesar de ser la capital de la Costa del Maresme (uno de los puntales del turismo catalán), Mataró no cuenta con una buena red hotelera, pero destacan su amplio puerto y las visitas guiadas por la ruta del mar, la modernista, al conjunto barroco de los Dolores y a la villa romana de Torre Llauder. Su fiesta local es “Les Santes”, dedicada a las santas Juliana y Semproniana, mártires cristianas; hijas de Mataró, nombradas por el papa Pío IX en 1852, patronas de la ciudad.

Mataró. De ahí seguimos a Mataró a 30 kms de Barcelona, que no sólo tuvo la primera línea de ferrocarril de España (1848), sino que en julio de 1969 se inauguró la primera autopista de peaje del Reino de España: Barcelona – Montgat – Mataró.

El 27 de julio, la ciudad despierta con música popular catalana, anunciando la fiesta. Primero celebran misa en honor a las santas en la basílica de Santa María. Después, pequeños y grandes disfrutan de las fiestas: El popular y querido Gigante “Robafaves”, su esposa “la Geganta”, la hija “Toneta” y el yerno “Maneló”, desfilan y bailan aclamados por los ciudadanos.

Mataró fue principalmente agrícola por la calidad de sus tierras y porque aplicó y mejoró drásticamente las tecnologías intensivas (invernaderos, lugares de sombra, riego por aspersión, etc.) logrando uno de los mejores campos de cultivo de España.

La “Momerota” y su pequeña compañera “la Momeroteta”, que tienen cabeza de buey, cuerpo de caballo y en los cuernos llevan cohetes, asustan y persiguen a los espectadores (como nuestros “toritos”). Las acompañan las “Diableses” que bailan sin parar al son de la música, armadas con petardos que desprenden chispas de fuego y junto al "Drac”, protagonizan "l'Escapada a Negra Nit”.

¿No podríamos hacer algo semejante en Guerrero? Luego cambió a la industria, la calidad de la maquinaria textil que ahí construían, era reconocida mundialmente y la exportaban a EE.UU, Gran Bretaña, Francia, Japón etc. pero a fines de los 70s, las nuevas máquinas incorporaron controles electrónicos y las industrias metalúrgicas y sus productos quedaron obsoletos, cerrando todos los talleres 339


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diferenciar la de la población de “Calella de Palafrugell”.

Semana Santa, es un evento cultural muy importante destacando los "Armats de Mataró", “Patrimonio de la Ciudad”, organización existente desde el siglo 18, que representa a los soldados romanos que defendieron a Jesús y fueron reconocidos por Juan Pablo II en 1986, como "Soldats de Pau" (Soldados de Paz).

Calella de la Costa fue tan importante para el turismo centroeuropeo (alemán, holandés, danés, francés), que en la temporada alta (finales de primavera, todo el verano y principios de otoño) triplicaba su población y la llamaban “Calella de los Alemanes”.

En sus desfiles desarrollan cruces, combates y formaciones, haciendo de las procesiones de Mataró que combinan elementos tradicionales típicos de las procesiones catalanas con los estilos barrocos y platerescos de otras zonas del sur de la Península, una de las más prestigiosas de la provincia.

Actualmente hay más variedad de visitantes provenientes de casi toda Europa y su playa y calle Esglésica (Iglesia), calle mayor y centro comercial, son su mayor atracción turística. Blanes.

Otras fiestas, ferias y festivales importantes son: San Jorge; "Tres tombs" (Tres Vueltas); Festa Popular de Cirera, Ferea de artesanos en la Plaza; Mercado de San Ponce; Atracciones; Primavera; de la Rajola; Mercado de Tardor (Mercado de Otoño); Pesebres y adornos de Navidad; Artesanía y Regalos de Navidad; Feria del árbol, la planta, la flor, el jardín y los animales; Ferroviaria; Salón Bodas; Dibujo y pintura; de ocasión; Innovàtic, de nuevas tecnologías; Festivales de Músicas del Mundo "Cruïlla de Cultures"; Tranquilas; Antigua; Muesstra de Cine de Mataró; Internacional de Danza "Dies de Dança"; Festival Shakespeare.

De ahí seguimos a Blanes, “El Portal de la Costa Brava”. Sitios para visitar: Jardines Botánicos Marimutra y Pinya de Rosa; Sa Palomera, islote unido a tierra que marca el inicio de la Costa Brava; Castillo de San Joan; Ermitas l’Antiga y los Padres; Iglesia de Santa Maria y Fuente Gótica (antes salía agua de 8 fuentes, ahora ya no porque desgastaban la roca). Fiestas: Mayor o de Santa Ana y San Joaquin (21-27 de julio, Concurso Internacional de Fuegos Artificiales de Europa con más de 500 mil visitantes ¿no sienten envidia de que Acapulco no tenga algo así?); Menor o de los Copatrones (Sant Bonós i Maxiniá) tradición hace más de 25 años y la Nit (Noche) de la Caminada Popular, a mediados del mes de agosto.

¿No podríamos en Acapulco tener también múltiples actividades para atraer turismo durante todo el año? Calella. De ahí seguimos a Calella, que está a 25 km de Mataró (capital de la comarca) y se le llama “Calella de la Costa” para

Palamós. De Blanes sigue Palamós, hermosa bahía, refugio seguro para los buques en 340


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caso de temporal. Varios documentos de Carlos I de España están fechados en Palamós y ahí desembarcó Francisco I de Francia cuando llegó prisionero tras su derrota en Pavía.

franceses de fin de semana, con puerto deportivo y club náutico para actividades acuáticas: Vela, buceo, natación, visitas a las islas y calas, alquiler de embarcaciones, etc.

En 1543 la escuadra turca de Barbaroja la destruyó. Una bula papal autorizó la reconstrucción y en 1694 y 1809 los franceses la tomaron y desmantelaron sus defensas.

El de Medes es un archipiélago de 7 islas e islotes a un kilómetro de la costa de L'Estartit. Su ecosistema está clasificado como la mejor Reserva del Mediterráneo Occidental y lo visitan los amantes del submarinismo por su amplia variedad de flora de poseídoneas y fauna, que tiene más de 1.200 especies.

Palafrugell. Continuamos a Palafrugell, al pié de les Gavarres, en la parte central y más característica de la Costa Brava, accidentada por la proximidad de las montañas y el macizo de Begur.

Golfo de Rosas. El golfo de Rosas en la costa del Alto Ampurdán, al norte de la Costa Brava, entre el Cabo de Creus y la punta de Trecabracos es el principal de Cataluña e incluye la bahía de Montjoi, punta Falconera, las calas de Canyelles Grosses (o de la Almadraba) y Petites, la punta de la Poncella (bajo el Castillo de la Trinidad), la bahía de Rosas, las playas de la Rovina, de Ampuria Brava, de Can Comes, San Pedro Pescador, de las Dunas y de Ampurias, la cala de Riells y el promontorio del Montgó.

La industria del corcho fue y es una de las principales fuentes de riqueza del municipio, pues exporta tapones a todo el mundo. Ahora es un centro turístico y de servicios. Fiestas: Primavera (con cuadrillas carroceras de toda la Costa Brava); Mayor (20 de junio, día de su patrona Santa Margarita) y el primer sábado de julio, la cantada de Habaneras.

Aparte del turismo, sobre todo estival, que en la actualidad es la principal fuente de recursos económicos de la zona, hay puertos de pesca importantes en L'Escala y las “marinas residenciales” de Ampuria Brava y Santa Margarida.

Lugares de interés: Museo del corcho; Franja Litoral (abarca 12 kms de recortadas calas y pequeñas playas); Jardín Botánico de Cap Roig en los acantilados de Calella de Palafrugell; Faro de Sant Sebastià y su mirador, en la cima de su montaña.

Ampurias, aliada de Roma, fue el puerto de entrada de los ejércitos que conquistaron Hispania y también de los de Julio Cesar.

L’Estartit.

Su importancia estratégica atrajo a invasores franceses y en el siglo 13, en sus aguas se libró una importante batalla

Seguimos a L’Estartit, pueblo de veraneo, de descanso y refugio de visitantes 341


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Ahí hay muchas especies protegidas de plantas y animales únicas en el mundo y los olivares, abandonados por la helada de 19 56, han sido renovados, para darle economía sostenible al Parque y para ayudar a controlar los incendios.

naval entre el ejército francés y el catalán comandado por Roger de Lauria. En el imperio de los Habsburgo el puerto y Golfo de Rosas fueron vitales en las comunicaciones entre sus sectores hispánicos e itálicos y Carlos I ordenó construir la Ciudadela de Rosas, centro del sistema defensivo del Golfo con el castillo de la Trinidad y las torres artilladas de Norfeu, l'Escala y Montgó.

Su costa de gran valor paisajístico, impresionantes acantilados, escondidas calas y pequeñas islas, es para los buzos un paraíso subacuático por su espectacular riqueza submarina.

En los siglos 18 y 19, desecaron varios humedales, lagunas y estanques de la costa de la península que acaba en el Cabo de Creus y forma el Golfo de Rosas, porque mejoraban la pesca, pero se creía que su “mal aire” causaba malaria (paludismo).

Cadaqués. El origen del topónimo es "Cap de Quers" o “Cap d’Aques” que se traduce por “Cabo de rocas”. Tradicionalmente pesquero, desde el siglo 16 tiene ordenanzas propias. En el 19, fueron famosas las industrias de salazones que aunque ya no tienen la importancia del pasado, aún son parte de la economía local no dedicada al turismo, destacando entre sus productos las “Anchoas de Cadaqués”.

La tramontana (fuerte viento frío del norte y noroeste) lo disminuía en otoño (se llevaba a los mosquitos), pero los creyentes loatribuían a sus rogativas en el santuario de Requesens. A partir de 1960, el turismo y los promotores de urbanizaciones altamente agresivas con el medio, cambiaron la fisonomía del golfo, especialmente en el sector norte.

Su aislamiento atrajo artistas y turistas que en el siglo 20, se diseminaron en las zonas de fácil acceso, mientras los parajes más recónditos conservaron la virginidad urbanística.

La costa sur, se escapó gracias a campañas de grupos ecologistas y a la oposición pública, pero abundan los “campings” fuera de la zona protegida del “Parque Natural del Cabo de Creus”. Esta es la mayor área deshabitada de la costa mediterránea, fue creada en 1998, con 14 mil hectáreas y es el único en España con 2 zonas, la marítima de 3 mil y la terrestre de 11 mil hs.

El pintor surrealista Salvador Dalí, volvió de Nueva York en 1948 y se instaló en Port Lligat una de las calas del término, pues su familia tenía en Cadaqués una residencia veraniega, de la que fue visitante, cuando era estudiante, Federico García Lorca. El pueblo también atrajo a celebridades como Pablo Picasso, Joan Miró, pintores jóvenes como Antoni Pitxot, Maurice

Comienza en Bol Nou, municipio de Port de la Selva, termina en la punta de Falconera y cubre gran parte del municipio del Cabo. 342


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Boitel o Eugenio D’Ors que escribió sobre sus estancias veraniegas.

único Mercedes Benz que hemos tenido en toda nuestra vida.

El lugar más visitado es la Casa Museo Salvador Dalí, adquirida por el pintor y su mujer, Gala, al norte del pueblo, un laberinto de barracas de pescadores, rodeado de hermoso paisaje.

Pasemos a las ciudades y sitios de interés del sur y este de España, que más me llamaron la atención y mejor recuerdo en el área que abarca Aragón, Castilla la Nueva, La Mancha, Jaen, la Sierra Morena y la Sierra Nevada, desde Andalucía hasta Cataluña.

Abierta al público en 1997, exhibe recuerdos del pintor, su taller, biblioteca, habitaciones, jardín y piscina.

Jaca.

El Festival Internacional de Música de Cadaqués, es importante, pues asisten afamados músicos, solistas, directores y compositores, dando conciertos de música clásica dentro de la Iglesia y otros, gratuitos, repartidos por diversos puntos del pueblo.

Jaca (Chaca en aragonés), es ciudad y municipio de la provincia de Huesca, Aragón, en el Pirineo central. Situada en la depresión La Canal de Berdún, a 820 mts de altitud, es uno de los mejores lugares para practicar deportes de invierno en España.

Cabo de Creus. Sus primeros habitantes eran mujeres agricultoras y pastores violentos, que resolvían sus disputas a puñetazos.

El Cabo de Creus promontorio rocoso de 67,2 m de altitud extremo norte del golfo de Rosas, es el punto más al este de España.

Entre sus muchas invasiones sobresalen la romana y la árabe y se hizo plaza fuerte militar, al construirse su formidable “Ciudadela” y varias fortalezas a lo largo de los Pirineos, para defender los reinos peninsulares de una posible agresión francesa.

Ahí Orson Welles, rodó la película “El Faro del Fin del Mundo” y hay un museo de Geología y una oficina de Turismo que facilita la información para recorrer a pie el Parque Natural. Con este último punto notable de la costa mediterránea de España, termino el relato de mis viajes a las costas del norte y sur de la Península Ibérica, pues de ahí a la frontera con Francia ya no tengo nada especial que describir.

Tiene los títulos de “muy noble, muy leal y muy vencedora” y añadió la flor de lis al escudo de sus armas que ostentaba la Cruz de Sobrarbe y las 4 cabezas, emblema de la batalla de Alcoraz.

Ese pequeño tramo de costa lo recorrimos mi señora y yo en el sentido inverso, de Perpiñán a Barcelona, cuando regresamos de Stuttgart, Alemania adonde fuimos a recoger el

En diciembre de 1930, años antes del levantamiento de Sanjurjo, que llevó al poder a Franco, tuvo lugar la “Sublevación de Jaca”, pronunciamiento militar para instaurar la República. 343


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En 1885 hubo cólera, pero en 1900, ya tenía 100 mil habitantes. En los disturbios de 1923, mataron al cardenal Juan Soldevila y Romero y en la Guerra Civil (1936-39), la guarnición dominó la amenaza catalana y la ofensiva de Belchite.

El golpe fracasó y fusilaron a los 2 cabecillas. La “ciudadela” la vi parecida al Fuerte de San Diego y me extrañó ver que, en el foso, mantenían varios grandes venados, vivos.

En la dictadura franquista se reabrió la Academia General Militar y se instaló la Confederación Hidrográfica del Ebro.

Zaragoza. Capital de su provincia y de la Comunidad Autónoma de Aragón, tiene más de 2 mil años de historia. Su nombre, Cesarea Augusta, data del 14 a.C. en honor de ése emperador.

A fines del siglo 20, creció el casco urbano, brincando la barrera natural del río para construir populosos nuevos barrios. Tiene los títulos de “Muy Noble, Muy Leal, Muy Heroica, Muy Benéfica, Siempre Heroica e Inmortal”, logrados, la mayoría, por su resistencia frente al ejército napoleónico.

En 714, fue gran centro musulmán "Medina al-Baida Saraqusta" (Zaragoza la Blanca), que Carlomagno no pudo ocupar.

Su economía se basa en la industria ligera del metal, auto y auxiliares, destacando Opel (General Motors), B.S.H. (electrodomésticos), CAF (material ferroviario), SAICA, ICT Ibérica y Torraspapel (papel), Pikolin (colchones), Lacasa (chocolates),Hispano-Carrocera (autocares), LeciTrailer (semirremolques), etc.

En 788, capital de reino taifa, frontera con los cristianos, agregó nuevas murallas y la judería y el barrio mozárabe. En 1118, Alfonso I “el Batallador” la hizo capital de Aragón y los musulmanes se fueron, extramuros, a su nueva “Morería”.

Proyectos como Plataforma Logística de Zaragoza (PLAZA), la mayor del sur de Europa (12 500 000 m²), han impulsado el sector logístico: Dell, Inditex (Zara, Massimo Dutti), Memory-set/Esprinet, Imaginarium, Porcelanosa y Eroski.

Al unirse las Coronas de Castilla y Aragón, Zaragoza se volvió la ciudad más importante de la monarquía de los Austrias. La expulsión de judíos en 1492 y moriscos en 1609, moderó su crecimiento, pero tenía 25 mil habitantes en 1548.

Su aeropuerto es el 3º de España, detrás de Madrid y Barcelona.

En la Guerra de Independencia (180814), contra Napoleón, se hizo famosa por resistir 2 sitios (junio-agosto de 1808), (diciembre 1808-enero 1809), en que murieron 8 mil franceses y 40 mil defensores, por la epidemia de tifus que hubo en la ciudad.

Hay otras iniciativas que estimulan instalar oficinas, como el World Trade Center Zaragoza, o aprovechar para ellas el espacio de la “Exposición Internacional de 2008”.

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Sitios que ver: Catedral-Basílica de Ntra Señora del Pilar; Catedral del Salvador (La Seo, construida sobre la mezquita musulmana y ésta sobre un templo romano. Sobresalen: el cimborrio, el ábside y muro mudéjar, declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, y la torre barroca); Palacio de la Aljafería (del rey de la taifa de Saraqusta, siglo 11); Auditorio; Estación Intermodal; Museo Pablo Serrano; Puerta Cinegia; World Trade Center; Aragonia; Digital Water Pavilion; Azud de Vadorrey; Torre de Agua, Palacio del Congreso; Plazas del Pilar, España, Aragón, Justicia, Los Sitios y San Felipe; El Tubo; El Plata; Río Ebro; Parque Grande; Canal Imperial; Galacho de Juslibol (meandro separado del río Ebro, vuelto laguna) y Vedado de Peñaflor.

Para esa exposición, en la ribera del Ebro inauguraron largos tramos de carril bici, varios parques, centros comerciales de fácil acceso y dragaron el río, creando una zona navegable. En 2007 proyectaron “Gran Scala, ciudad del ocio y el juego" que se situaría en la comarca aragonesa de los Monegros, del que Zaragoza sería el aeropuerto principal y base logística. Milla Digital es otro proyecto para atraer a Zaragoza empresas de nuevas tecnologías. La “Expo 2008”, la confirmación por la ONU de poner ahí el “Centro para la Observación y Seguimiento del Cambio Climático” y su competitividad en precios y salarios con Madrid y Barcelona, hacen que esa idea empiece a materializarse aunque inicialmente se dudaba de su viabilidad.

Su gran figura universal es Goya, pero ha habido buenos pintores aragoneses desde el siglo 16, que introdujeron los estilos renacentista y barroco, hasta los modernos actuales.

Como Zaragoza es importante nudo de comunicaciones, pues en 300 kms a su alrededor, están Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao y Toulouse y se concentran 60% de la población total de España y 80% de su riqueza, ahí construyen “Puerto Venecia”, que con 206 mil m², es el 2º mayor parque de ocio y comercio de Europa, que combina moda, deporte, restauración, aventura, tiendas y el primer centro de olas, “Wavehouse”.

Fiestas: enero 29, San Valero, patrón de la ciudad; marzo 5, La Cincomarzada (recuerda una victoria zaragozana en la 1ª guerra carlista); Semana Santa (declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional,celebración vistosa y colorida con más de 20 hermandades y más de 50 procesiones. La gran protagonista es la percusión de tambores, timbales y bombos, introducida exitosamente en 1940); abril 23, San Jorge, patrón de Aragón; junio 24, San Juan (encienden fogatas y hogueras para simbolizar el poder del sol y ayudarle a renovar su energía); última semana de Agosto, San José; 2ª semana de septiembre, Barrios de Delicias. El 12 de octubre es el día grande: Del Pilar, (coincide con la Nacional de España e Internacional de la

No está diseñado sólo como atracción para los aragoneses, sino será la mayor galería de modas (más de 72 mil m² y “El Corte Inglés” como ancla) y el mayor Parque de Medianas (más de 83 mil m², con una de las más grandes tiendas “IKEA” de España). Ya opera su primera fase de medianas superficies y ha recibido más de 5 millones de visitas. 345


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verticales del río Huécar, erróneamente llamadas “Casas Colgantes”.

Hispania) y atrae muchos turistas, por la “Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar”, “El Rosario de Cristal” y la “Comparsa de Gigantes y Cabezudos”.

Esta arquitectura abundó en el casco histórico, pero sólo queda una pequeña parte. Las más conocidas son 3 estructuras con balcones de madera. De origen incierto, ya existían en el siglo 15 y las remodelaron varias veces, la última en los años 20 del siglo 20.

La gran animación de sus rondas jotas y pasacalles, la afabilidad de sus gentes, la gran cantidad de peñas y peñistas hacen de sus fiestas unas de las más interesantes de España. Cuenca.

Han sido moradas particulares y Casa Consistorial, hoy alojan un mesón restaurante y un Museo de Arte Abstracto Español.

Capital de la provincia de su nombre, de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha y candidata a Capital Europea de la Cultura en 2016, está dividida en: La “ciudad antigua”, sobre un cerro rocoso bordeado por los ríos Júcar al norte y Huécar al sur y la “ciudad nueva” al oeste y sur de la antigua.

Gastronomía: La carne de caza, la encabeza la perdiz, en platos como el “Morteruelo”(algunos emplean carne de gallina). También usan el cordero, presente en casi toda La Mancha. Los “zarajos” o las “chuletas de lechal al rescoldo”, son muy sabrosas. Las “migas” y “calderetas”, completan la cocina basada en carne.

En 784 ya existía “Kunka” y el califato de Córdoba, construyó ahí una “medina” al más puro estilo andalusí, con castillo en lo más alto, aljama (mezquita), donde hoy está la catedral y alcazaba (ciudadela), todos separados por fosos labrados en la roca viva, fortificados con murallas y en la desembocadura del Huécar, un gran estanque completaba el sistema defensivo.

Hay platos tradicionales como el “ajoarriero” elaborado con bacalao y ajo (¡tan lejos del mar!) excelente los de Las Pedroñeras y los “gazpachos galianos” sobre pan ácimo. En Semana Santa comen potajes, garbanzadas con bacalao y espinacas, judías blancas o patatas al Ajovirón y truchas frescas conquenses. Las verduras cocidas en agua y sal, dan un toque de sencillez.

Después de muchas guerras y combates Cuenca fue sitiada por los cristianos en 1177 y el hambre, las enfermedades y los muertos por los continuos ataques de “manganas y trabucos”, obligaron a los conquenses a rendir se el 27 de julio a Alfonso VIII. Desde entonces la ciudad forma parte del reino de Castilla.

Los dulces son variados: “Alajú”, de miel, almendras y miga de pan (o de nueces o higos), torrijas empapadas en leche, bizcochos de canela, obleas, pan de pasas y las rosquillas fritas. Sus vinos “Denominación de Origen La Mancha”, blancos y tintos, son ligeros y afrutados de jóvenes y el licor típico, es el “Resolí”.

Lo más llamativo de Cuenca son las “Casas Colgadas”, “Voladas” o “del Rey”, sobre los farallones o acantilados 346


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de la Plaza Mayor; en Semana Santa de Interés Turístico Internacional, hacen la procesión Camino del Calvario, popularmente “Las turbas” y hay Feria y fiestas de San Julian, a fines de agosto.

En 1996, la Unesco declaró a la “Histórica ciudad amurallada de Cuenca” y su Catedral, “monumento nacional de estilo gótico anglonormando”, ejemplar único en España, en cuyo interior destaca el renacentista arco de Jamete, Patrimonio Mundial.

Guadalajara.

Otros sitios notables son el Palacio Episcopal; Ermita de la Virgen de las Angustias; Seminario; Parador Nacional (Antiguo Convento de San Pablo); Iglesias de San Andrés, San Antón, San Miguel, San Nicolás, San Pantaleón (ruinas), San Pedro, Santa Cruz, El Salvador; Conventos: De la Merced, San Felipe Neri y San Pedro de las Justinianas; monasterios: De la Concepción Franciscana y Madres Benedictinas; La Torre Mangana (del Reloj, construida en el siglo 16, símbolo histórico de la ciudad); Ruinas del Castillo con el Arco de Bezudo; Puentes de San Pablo y San Antón; Hoces y miradores del Jucar y del Huecar; Posada de San José; Casa Consistorial; Plaza Mayor y Ayuntamiento.

Municipio y ciudad capital de la provincia homónima, en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. Su nombre es castellanización del topónimo árabe andalusí wād al-haŷara nombre original del río Henares, que bordea la ciudad. El dominio andalusí de la ciudad fue breve, unos 3 siglos y a fines del 9, pasó a manos de Alfonso I de Castilla, al conquistar la taifa de Toledo. Corría riesgos de ser reconquistada, hasta que la batalla de las Navas de Tolosa alejó definitivamente la frontera de Al-Ándalus de la Extremadura castellana. El Alcázar Real data de ese siglo. Fue alcazaba militar, fábrica, cuartel y lo destruyeron casi por completo en la guerra del Francés y en la civil española.

Museos: De las Ciencias de Castilla-La Mancha, Arqueológico; Bellas Artes; Arte Abstracto Español; y el de las Casas Colgadas, único por sus obras y su emplazamiento; Diocesano de Arte Religioso; Tesoro Catedralicio; Fundación Antonio Saura-Casa Zavala; Internacional de Electrografía; Fundación Antonio Pérez; Espacio Torner y el de La Semana Santa de Cuenca.

En 1959 la ciudad fue incluida, en los planes de desarrollo como polígono de descongestión industrial de Madrid, creció mucho y aunque aún quedan palacios de familias notables, no es comparable con la gran Guadalajara nuestra.

Fiestas: San Mateo, 18-21 de septiembre, de interés turístico regional, rememora la conquista de Cuenca por Alfonso VIII de Castilla. Esos días las “peñas” llenan al casco antiguo de colorido, música y la tradicional "zurra", hecha de vino, frutas y otros secretos y corren vaquillas “enmaromadas” en el improvisado coso

En Guadalajara hay restos del Alcázar Real y de la muralla que rodeaba la ciudad, pues su mayor parte la tiraron para ensancharla y sólo quedaron la puerta de Bajanque y los torreones del

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Reyes” del del Escorial); la Piedad, (antes palacio de Antonio de Mendoza), San José (o de las Carmelitas de Abajo) y del Carmen.

Alamín (junto al puente de las Infantas) y el de Álvar Fáñez. El Palacio de los Duques del Infantado, es obra cumbre del gótico tardío, con remate renacentista. Lo construyó el marqués de Santillana, fue reformado en 1580 y en él destacan el patio de los Leones, salones del Duque y los jardines. El último gran palacio es del siglo 19, de la Condesa de la Vega del Pozo y otros menores son el de Dávalos, restaurado para biblioteca pública y el de los Condes de la Coruña.

Alcalá de Henares. La crearon los celtas, los romanos la llamaron Complutum y en sus más de 4 siglos de existencia alcanzó gran esplendor e importancia por su valor militar y ser nudo de comunicaciones (se dice en el "Itinerario de Augusto", que eran 23 las calzadas que llegaban a la ciudad).

También hay históricos edificios civiles: el Palacio de la Diputación, del s. 19, sede del Gobierno Provincial, el Ayuntamiento, construido en 1906, de estilo ecléctico y la prisión o el hostal del Reloj, antigua casona del s.19, reconstruida en el 21.

Las monedas del "tesorillo de Zulema", sugieren que antes de la caída de Numancia en el año 133 a.C. se romanizó la zona. Los musulmanes construyeron Al-QalatNahar (El castillo del Henares), que evolucionó al actual Alcalá de Henares.

Los nobles hicieron grandes iglesias junto a conventos como la de Santiago el Mayor, de estilos mudéjar y gótico tardío anexa al desaparecido de Santa Clara, del s. 14.

Alfonso VI tomó Toledo en 1085, pero la fortaleza fue musulmana hasta 1118, que el ejército del arzobispo de Toledo, la rindió.

También mudéjar era la iglesia de San Gil, del s. 12, que fue sede del Concejo municipal y solo queda en pie el ábside, así como la Concatedral de Santa María, mudéjar, renacentista y barroca, erigida sobre una antigua mezquita desde fines del s. 13 y 16.

Tras la reconquista Alcalá fue centro comercial y gran mercado, su población aumentó. Su aljama (5 mil judíos) y su morería fueron de las más notables de Castilla, con judíos, musulmanes y cristianos conviviendo pacíficamente. Su Universidad, la fundó el Cardenal Cisneros con gente como Antonio de Nebrija, autor del 1er diccionario del español.

Iglesias antiguas: San Ginés y San Miguel (de la que solo queda en pie la capilla de Luis de Lucena), de los Remedios (parte de un antiguo convento y actual aula de la Universidad de Alcalá de Henares); Conventos: San Francisco (luego fuerte fusilero con el panteón de los Mendoza, hecho a imagen del “de los

La bula del Papa Borgia, Alejandro VI, de abril 13 de 1499, autorizó crear el 348


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(s.13); la Universidad y la Casa Natal de Miguel de Cervantes, que tiene un bello patio de columnas renacentistas y las estancias de una típica casa hidalga española del Siglo de Oro: sala, cocina, comedor, estrado de las damas, una sala de aparatos médicos, quizá del padre del escritor, interesantes muebles de la época y una de las mejores colecciones de distintas ediciones de “El Quijote”.

Colegio Mayor de San Ildefonso, cabeza de la Universidad, que abrió sus aulas en 1508, pronto compitió con la de Salamanca y por ahí pasaron genios como Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina, San Ignacio de Loyola y otros. La primera mujer, a la que excepcionalmente se le permitió estudiar en la Universidad de Alcalá y graduarse de Doctor en Artes y Letras, fue María Isidra de Guzmán y de la Cerda, en 1785.

En 1977 se refundó la Universidad, lo que trajo renacimiento cultural en la ciudad y recuperación de su patrimonio.

Desde el siglo 18, Alcalá perdió importancia, pero es mundialmente famosa por ser la cuna de Miguel de Cervantes Saavedra, novelista, poeta, dramaturgo que escribió la obra cumbre de la literatura española, “El Quijote”, la primera novela moderna y una de las más leídas, traducidas y difundidas de la historia.

La gótica Iglesia Magistral (junto con la de San Pedro de Lovaina en Bélgica únicas en tener un cabildo de doctores o profesores, magister, de la universidad) dejó de ser Colegiata y fue elevada a “Catedral-Magistral de los Santos Niños Justo y Pastor”. También notables son el Palacete-Hotel Laredo (del s.19, estilo neogóticomudéjar, hoy sede del Museo Cisneriano, que tiene obras tan importantes como una edición original de la Biblia Políglota Complutense, la Biblia de Amberes y documentación histórica de la Universidad); el Corral de las Comedias de 1601, uno de los teatros más antiguos de Europa; el Castillo de Alcalá La Vieja; Casa de Hippolytus; ruinas de Complutum; Catedral; Real Jardín Botánico; Archivo General de la Administración (3º estatal mayor del mundo) y la antigua Plaza de Toros.

La universidad permaneció en Alcalá más de 4 siglos hasta que en 1836 fue trasladada a Madrid, rebautizada como Universidad Central y más tarde Universidad Complutense. Otro centralismo evitó que el Arzobispado de Madrid-Alcalá tuviera su sede en ésta, que tuvo tradición episcopal del s. 5 al 17, ubicándola en Toledo. Además, en 1833, la quitaron de la lista de capitales de provincia, en favor de Madrid y Guadalajara. Desolada, Alcalá bajó de 25 mil a 10 mil habitantes, se sumió en una depresión y fue ciudad agrícola, militar y de conventos.

Fiestas: San Antón (llevan a bendecir mascotas en el Hospital de Antezana, fundado en 1483, que aún funciona y es de los más antiguos de España); Carnaval; Semana Santa, (van más de 5 mil gentes en hermandades y cofradías como la del Cristo Universitario de los Doctri-

En 1968 el casco de Alcalá, con 9 Monumentos Nacionales, fue declarado Conjunto Histórico Artístico, en el que destacan las Puertas de Madrid; de Burgos y de San Bernardo; la Muralla 349


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nos, que visten como los estudiantes del Siglo de Oro, y desfilan tallas valiosas como el Cristo de la Esperanza y el Trabajo, el Yacente y María Santísima de la Soledad Coronada y la presencian más de 300 mil espectadores.

Allá íbamos seguido al restorán, “Las Cuevas del Vino”, en unos sótanos enormes con grandes arcos de ladrillo, donde servían rica comida típica: “sopa castellana” (caldo, huevo, queso y pan) que como dá demasiadas calorías, hacían solo en invierno, y en las otras estaciones la sustituía el “cocido madrileño”, que “no hace mal los adobes” y todo el año había deliciosas chuletas, costillitas de cordero lechal, chorizos al vino o asados a la leña, etc. que deslizábamos con buenos vinos tintos de Valdepeñas.

Abril 23, conmemoran la muerte de Cervantes y los Reyes de España entregan el “Premio Cervantes de las Letras Castellanas”, en el Paraninfo Cisneriano. 9 de octubre, Día de Cervantes. Celebran su natalicio con actos culturales; Feria del Libro y Mercado Medieval. “Don Juan en Alcalá” (representan al Tenorio en las zonas más bellas del casco histórico reuniendo cada año miles de alcalaínos y visitantes).

Fiestas: Semana Santa; Fiestas del Anís y el Vino (marzo-abril); Santiago Apóstol (julio 25); Ntra Sra de Gracia (12-28 de agosto: toros, actuaciones, verbena, competiciones deportivas, actos religiosos, baile, exposiciones, etc.). Festival Benéfico Taurino (octubre) y la Fiesta del Ajo (una semana después del Festival).

2 de diciembre: Aniversario de la Declaración de Ciudad Patrimonio de la Humanidad en 1998.

Aranjuez. Por su recinto histórico y el rectorado de la Universidad, Alcalá es una de las 9 ciudades de España clasificada como “única” y es candidata a “Capital Cultural Europea” para el año 2016.

Fue romana y musulmana. En 1178 la conquistaron los castellanos y la incorporaron a la Orden de Santiago. En 1523, se volvió uno de los Reales Sitios de la monarquía española, cuando el papa Adriano VI nombró a Carlos I, Maestre de esa Orden.

Chinchón. Pequeña ciudad a 59 kms al sureste de Madrid, nos gustó mucho por 4 cosas y la frecuentamos por una sola. La 1ª fue que desde 1974, es Conjunto Histórico Artístico. La 2ª, su Castillo, en ruinas, de la época de Isabel la Católica, por más de 200 años mansión de los Condes de Chinchón. La 3ª, que ahí fabrican el sabroso anís de Chinchón. La 4ª, cerraron las bocacalles de su Plaza Mayor, y la hicieron coso taurino, para filmar una película de Cantinflas, toreando.

1779, por el “Tratado de Aranjuez”, España intervino en la Guerra de Independencia de EE.UU. y en 1801, por el “Convenio de Aranjuez”, cedió a Francia su flota de guerra para atacar a Inglaterra, pero Nelson destruyó a ambas flotas aliadas en Trafalgar. 1808, por el “Motín de Aranjuez”, Carlos IV abdicó en su hijo Fernando VII, Napoleón hizo a su hermano José “Pepe 350


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Botella”, Rey de España y esos acontecimientos motivaron las Guerras de Independencia de las colonias españolas de América.

y es famosa desde las guerras entre cartagineses e indígenas, por las minas de Sisapo (hoy La Bienvenida), el mayor depósito de mercurio del mundo.

En 2001, la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad al Paisaje Cultural de Aranjuez: Palacio Real, Jardines: del Rey, Isla, Parterre, Príncipe, Isabel II, los sotos de Legamarejo, Picotajo, El Rebollo, las riberas del Tajo y el Jarama y el casco histórico.

Cuando los árabes conquistaron la península, la agricultura y la ganadería avanzaron gracias a sus técnicas de regadío y la introducción de la oveja merina y Toledo, Cuenca y Alcaraz, fueron centros de la industria textil. Al caer el Califato de Córdoba, La Mancha fue de la Taifa de Toledo, enfrentada por las de Sevilla y Murcia. Los castellanos ayudaron a los toledanos que les entregaron esa ciudad en 1085, iniciándose la Reconquista cristiana.

Nosotros fuimos mucho al Palacio; Casas de Oficios, de Caballeros, de Infantes, de Atarfe, de Labrador y de Empleados (hoy Ayuntamiento); Museo de Falúas (embarcaciones y Casa de Marinos); el Gran Teatro; Mercado de Abastos; Plaza de Toros; Museo Taurino; Palacio Medinaceli; Casa del Gobernador (hoy Centro de Estudios Superiores “Felipe II”); Antiguas Cocheras de la Reina Madre y Corralas Típicas.

En 1108, los almorávides, llamados por las otras taifas, obligaron a los castellanos a replegarse hasta el Tajo. En 1144 cayó el Imperio Almorávide, hubo un 2º periodo de reinos de taifas, subieron los almohades, los cristianos avanzaron y ganaron en 1212, la decisiva Batalla de las Navas de Tolosa.

Palacios: De Godoy (hoy Colegio de la Sagrada Familia); Real Cortijo de San Isidro; Casa de la Monta (de la real yeguada) y sé que en 2005 inauguraron en la ciudad el Gran Casino de Aranjuez.

Zona fronteriza de Castilla y Aragón, La Mancha fue escenario y sufrió las consecuencias de las guerras civiles castellanas de los siguientes siglos. La primera, entre los partidarios del rey Pedro I el Cruel (el Justiciero, según sus adeptos) y los de su medio hermano, el bastardo Enrique de Trastámara, de 1351 a 1369, que se mezcló con la de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, y la de Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón (1356-1369).

Es tradición, en verano, cenar en los merenderos junto al río Tajo, que se conocen localmente como “gangos” y venden productos de la Huerta de Aranjuez, ricas fresas, fresones, espárragos y, jugoso faisán de sus bosques, en diferentes guisos y presentaciones, que son plato fuerte en todo menú ribereño. La Mancha. Extensa y seca planicie en el centro de España, cubre parte de las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo

Es historia que aquella acabó con una Batalla en los Campos de Montiel, que 351


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"Manchuela", "Ribera "Uclés" y "Almansa").

los 2 medios hermanos tuvieron un duelo a puñaladas, cayeron al suelo, Pedro quedó arriba y Bertrand Du Guesclin, el “Caballero sin miedo y sin tacha”, francés, los volteó, diciendo: “Ni quito ni pongo Rey, solo ayudo a mi señor”. Este mató a su hermano Pedro y fue el Rey de Castilla, Enrique II.

del

Júcar",

También sobresalen el cultivo del azafrán, que tiene “Denominación de Origen Protegida” y el melón que cuenta con IGP (Indicación Geográfica Protegida) en 13 municipios de la provincia de Ciudad Real: Alcázar de San Juan, Arenales de San Gregorio, Argamasilla de Alba, Campo de Criptana,Daimiel, Herencia, Llanos, Manzanares, Membrilla, Socuéllamos, Tomelloso, Valdepeñas y Villarta de San Juan.

En 1475 la Guerra de Sucesión Castellana, enfrentó a los partidarios de Juana la Beltraneja, hija de Enrique IV el impotente (o, según los rumores, del valido Beltrán de la Cueva), con los partidarios de la hermana de Enrique, Isabel.

Otros productos con DO: Aceite de oliva del Campo de Montiel, berenjena de Almagro y ajo morado de Las Pedroñeras.

La guerra fue internacional, pues Juana estaba casada con Alfonso V de Portugal e Isabel con Fernando, heredero del trono aragonés. Vencieron los que años más tarde serían llamados los “Reyes Católicos” que crearon la Santa Hermandad, la Inquisición y conquistaron, en 1492 el Reino nazarí de Granada, poniendo fin al dominio musulmán de la Península Ibérica, el mismo año del descubrimiento de América por Cristóbal Colón.

En ganadería: destaca la ovina, que con la caprina ha formado, por siglos, rebaños trashumantes que dado lana, leche y carne y con leche de oveja, de raza manchega, producen el famoso que so, que tiene su propia DO y la carne de cordero que tiene IGP. ¿Cuándo tendremos los nuestras DO para todo?

En el siglo 16 se extendieron por La Mancha los molinos de viento, para moler cereales, que Cervantes inmortalizó en “Don Quijote” dando fama universal a la sociedad de la época y a la región. (La 1ª parte del libro se editó en 1605, y la 2ª en 1615).

mexicanos

Las ganaderías porcina y la bovina son menos importantes que la ovina y La Mancha no tiene una gran tradición industrial, en la actualidad, sus mayores centros se encuentran en Albacete, Ciudad Real y Puertollano, además de industrias alimentarias dispersas.

Los manchegos cultivan la "trilogía mediterránea": olivo, cereales (trigo, cebada) y vid. (Sus viñedos son los mayores del mundo, la Denominación de Origen La Mancha, cubre Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo y no es la única, pues hay las DO "Valdepeñas",

Puertollano, tiene grandes minas de carbón y Almadén, de cinabrio (mena del mercurio) explotadas desde la época romana.

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Azorín, trazó su particular ruta por encargo del director de El Imparcial en 1905 y en su libro, narra sus crónicas de viaje y lugares en los que Cervantes debió inspirar sus escenarios.

En el s. 20, el sector servicios, destacó en la economía manchega, en especial el turismo rural. La Nueva España heredó mucho de ahí: los pueblos, grandes, distantes entre sí y extendidos, tienen una “plaza mayor”, donde se ubican la iglesia y el ayuntamiento. Las casas están “enjalbegadas” (encaladas), y tienen techo de 2 aguas, de tejas curvas.

En 1987 y 97, hubo versiones del estadounidense Eisenberg y de la Asociación de Amigos del Campo de Montiel. Ahora hay un “recorrido ecoturístico oficial” denominado “Ruta de Don Quijote”, que une los lugares de mayor interés cercanos a puntos mencionados en la novela.

Lo que en México no hay son los típicos molinos de viento, chozos y cucos de piedra y en vez de ventas y posadas aquí había ventas y mesones, que como los caravanserrallo árabes, alojaban viajeros, cabalgaduras y bestias de carga.

Constituido por una red de caminos históricos y vías pecuarias, pese a sus 2.500 km. de longitud, está perfectamente señalizada y el Consejo de Europa, en 2007, le concedió el galardón de Itinerario Cultural Europeo.

El estilo arquitectónico popular manchego se conserva en plazas mayores monumentales de diversos pueblos, pero en muchos se ha ido perdiendo en las últimas décadas.

Sus aventuras han sido difundidas universalmente en las traducciones que se han hecho de la novela, pero en la Mancha, Don Quijote, constituye todo un símbolo y su leyenda ha generado un multitudinario turismo cultural deseoso de ver la realidad social y geográfica que magistralmente describió Cervantes.

En la novela “El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha”, Cervantes relata sus aventuras por La Mancha, Aragón y Barcelona en las 3 salidas que realizó. Desde su publicación, hubo controversia sobre los pueblos por los que el Caballero pasó en cada una de esas salidas.

Hasta el 30 de Octubre del 2010.

Varios autores han propuesto rutas, identificando los lugares que Cervantes describe. No obstante, esas descripciones no parecen suficientes para sacar conclusiones definitivas. Romagosa, propone y justifica, como ruta más plausible, la aceptada por la Real Academia Española en 1780. 353


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