Museal. Edición No. 3

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EDITORIAL Con la idea de incrementar y fortalecer investigaciones sobre el patrimonio venezolano, la revista MUSEAL aporta al conocimiento y difusión de nuestra cultura. En tal sentido el propósito es presentar en cada número, parte de ese panorama regional y nacional, con la idea de reconstruir, interpretar y valorar la cultura venezolana. Este número encaminado por temáticas e intereses de calificados investigadores, aborda principalmente temas zulianos, aunque también es nuestro interés incluir importantes estudios sobre el patrimonio nacional e internacional. Se trata de comprender mejor nuestros bienes patrimoniales, como expresiones del conocimiento y sensibilidad de nuestros pueblos. En esta oportunidad, presentamos el tercer número de una revista abierta a la reflexión y discusión de los bienes culturales que contribuyen y definen un país. Con cinco artículos participan en este momento; historiadores, docentes y periodistas que exponen sus planteamientos con nivel académico y agradable lectura. Con el nombre de Soles de Maracaibo de la escritora Marlene Nava se ha titulado el primer artículo. El mismo presenta una de las manifestaciones artesanales de mayor belleza producidas por las manos de nuestras mujeres zulianas. Por su parte, en el segundo artículo de la revista, los profesores Johnny Alarcón y Lenín Calderón Osuna nos exponen una mirada a las expresiones prehispánicas de la Costa Oriental del Lago, invalorable patrimonio cultural venezolano.

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La periodista y especialista en estudios ambientales Jacqueline Pérez Arguello, presenta algunos planteamientos del Museo del Lago, institución que busca rescatar uno de los patrimonios naturales del zuliano: el Lago de Maracaibo. El cuarto artículo trata sobre el primer pozo petrolero en Venezuela, Zumaque Número 1, escrito por el reconocido miembro de la academia de la historia zuliana, el señor Iván José Salazar Zaíd. En homenaje a los cien años de este acontecimiento que inicia la actividad petrolera en Venezuela. El último artículo se traslada al estado Falcón, específicamente a la ciudad de Coro, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1993. Los investigadores Vanessa Villalobos Andrade y Ernesto Mora Queipo exponen brevemente la situación social y patrimonial de esta pionera ciudad del continente americano. Para finalizar se ha incluido breves reseñas de algunos libros que tratan sobre arte, historia, oralidad y cocina zuliana. Así como algunos datos curriculares de los profesionales que gentilmente han colaborado con este número de la Revista Museal.

Dr. Manuel Ortega Navarro Editor


CRÉDITOS EDITOR Manuel Ortega Navarro

COMITÉ EDITORIAL Manuel Ortega Navarro Martín Sánchez

DISEÑO GRÁFICO Víctor Rosales @vgeerp

INFOGRAFÍA Víctor Rosales

FOTOGRAFÍA Gustavo Bauer Odailys Luque Johnny Alarcón Lenín Calderón Osuna Audio Cepeda Vanessa Villalobos Andrade Ernesto Mora Queipo Martín Sánchez

AUTORES Marlene Nava Johny Alarcón Lenín Calderón Osuna Jacqueline Pérez Arguello Iván José Salazar Zaíd Vanessa Villalobos Andrade Ernesto Mora Queipo Edición 17 / Agosto 2015 Esta es una publicación de la Fundación Museo Virtual del Zulia RIF: J-31730995 Todos los derechos reservados. 2015 Depósito Legal: PPIE021102ZU3880 /

ISSN: 2244-7784

CONTENIDO Soles de Maracaibo El Patrimonio Arqueológico Prehispánico en la Costa Oriental del Lago El Lago como Museo El Pozo Zumaque 1 El centro historico de Coro. Consideraciones Generales sobre su declaración como Patrimonio Mundial Breves Reseñas Autores de los artículos

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SOLES DE MARACAIBO

Marlene Nava

El sol de Maracaibo es una labor de mano de origen hispano que se asentó en esta capital proveniente de La Villa del Rosario de Perijá cuando Venancio Pulgar, un caudillo de finales del siglo XIX, incendió este poblado. Y sus mujeres huyeron hacia Machiques y hacia este puerto. Este encaje es de origen canario y, según expertas del Museo Metropolitano de Nueva York, reproduce en estructura -circular y radiada- y técnica –bordado sobre hilos- el llamado Punto de Tenerife, propio de las Islas Canarias. Apuntala este argumento el hecho de que La Villa del Rosario fue fundada con 40 familias canarias que, con carácter de colonos, se establecieron en las faldas de la Sierra de Perijá bajo el comando de Don Juan de Chourio. Además, existen testimonios de la existencia de un Centro de enseñanza de soles en el poblado de San Ignacio, aledaño a La Villa a comienzos del siglo XX. La maestra. Testigo referencial de este hecho fue la maestra Fredeswinda Cabrera, fundadora del taller de Soles en la Escuela de Labores de Maracaibo, curiosamente fundada por Venancio Pulgar. Mariquita de Guerra fue una de sus alumnas. Al egresar de la escuela de labores, esta manualista montó un taller en el que aprendieron las técnicas de los soles las hermanas Cepeda Conde, las más conocidas de las tejedoras maracuchas. Su taller operó en la época del nacimiento y auge de la explotación petrolera en la zona.

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FotografĂ­a. Odailys Luque

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Los inmigrantes alemanes, holandeses, europeos en general, y norteamericanos crearon un mercado de alta demanda que hizo de las Cepeda Conde las más solicitadas de los artesanos zulianos y que llevó muchas de sus creaciones a otros países. De hecho, la Sala de Encajes del Museo Metropolitano de Nueva York conserva una estupenda colección de soles de Maracaibo en trajes de novia, faldellines, manteles. Para los años ochenta, el sol de Maracaibo se encontraba en situación de extinción: apenas se conservaban cuatro hacedoras de soles en todo el estado. Entre ellas, Mercedes, la última sobreviviente de las Cepeda Conde, que atestiguó toda la historia, reseñada en el libro Soles de Maracaibo, de Marlene Nava. En 1988, la señora María Teresa Contreras de Hernández propone y logra de la Cámara Municipal la creación del Taller Municipal de Soles de Maracaibo, todavía vigente. Como producto de esta tarea han nacido nuevos talleres y algunas propuestas, de creatividad evidente, a partir de su técnica y ejecución.

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FotografĂ­a. Odailys Luque

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EL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO PREHISPÁNICO EN LA COSTA ORIENTAL DEL LAGO

Johnny Alarcón y Lenín Calderón Osuna

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Aproximación a la evidencia histórico/antropológica relacionada al poblamiento de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo El poblamiento prehispánico en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo (COL), sigue siendo un tema poco estudiado y lo poco que se sabe apunta a que las características relacionadas al poblamiento indígena tienen múltiples vertientes. Es por ello que su estudio; relacionado las evidencias arqueológicas y la historiografía, es de gran importancia para entender la constitución del poblamiento y con ello las relaciones con los procesos identitarios en la actualidad. En tal sentido, el origen del poblamiento general de la cuenca del lago se remonta a las primeras oleadas llegadas a este territorio aproximadamente hace 14 mil años. En el espacio actual correspondiente a la Costa Oriental del Lago (COL) existe evidencia suficiente de una población significativa cuantitativamente, en una incesante interrelación cultural, social y económica desde tiempos prehispánicos. Los datos históricos reflejados en De Oviedo y Baños (1982), Guzmán (1967), Nectario María (1977), Obispo Mariano Martí (1969), apuntan a la existencia de múltiples sociedades aborígenes. Hasta los momentos, las evidencias arqueológicas de la COL en cuanto a distribución y número solo permite tener una idea general de los grupos aborígenes en el tiempo y de alguna manera en el espacio. En este sentido las excavaciones realizadas hasta el momento nos sugieren una larga secuencia histórica que indica que las primeras ocupaciones

de grupos humanos se remontan por lo menos hacia unos tres mil años, y que posteriormente diversos grupos humanos se sucedieron en la zona (Wagner 1978). La diferenciación de los distintos grupos humanos ha sido consecuencia de los más diversos criterios tales como: La organización social, contextos naturales, las formas de explotación económica y los procesos expansivos de distintos grupos étnicos. Al respecto, las crónicas revisadas apuntan a que para el siglo XVI, en la cuenca del Lago de Maracaibo existía una amplia variedad de grupos étnicos. Dicha diversidad se ve expresada en los distintos grupos que se relacionaban entre sí y de los cuales existe algún tipo de evidencia. En tal sentido, en la región de la cuenca del lago se han clasificado tres grandes grupos con un tronco lingüístico definido, a saber; Arawak, Caribe y Chibcha. Planteamientos en base a estudios arqueológicos en la zona hechos por Sanoja y Vargas (1974) y por Vargas (1991), han sugerido que las secuencias históricas de poblamiento prehispánico de la cuenca del Lago de Maracaibo se corresponden con una formación social de tipo tribal y que los mismos asumieron modos de vida del tipo igualitario, en los asentamientos más tempranos, así como de los tipos semicultor, vegecultor y mixto en los más tardíos (Vargas 1991). Este último modo de vida al parecer fue el predominante al momento del contacto con los europeos en la zona.

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LA EVIDENCIA ARQUEOLÓGICA EN LA COL Los estudios arqueológicos realizados en la COL hasta el momento han sido pocos, sin embargo consideramos que los de mayor relevancia se han centrado en Lagunillas y Bachaquero en los municipios Lagunillas y Valmore Rodríguez, respectivamente; El Mecocal, Punta de Leiva y los Burros del Municipio Miranda; El Gamelotal y La Meza en el municipio Cabimas, los primeros trabajados por Wagner en los años de 1972 y 1973 (Wagner y Ruiz 1975), los segundos por Hurtado en la década de los ochenta (Hurtado 1984) y los últimos por Meneses, Alarcón y Calderón (2000 –2 011). De estos estudios es de nuestro interés destacar las características generales del poblamiento de la COL En ese sentido, se puede apreciar que los mismos se encuentran en un vasto territorio, delimitado entre el punto más al norte del municipio Miranda en el estado Zulia hasta la rivera norte del río Motatán en el estado Trujillo. Otra de las características importantes a destacar de la evidencia arqueológica son aquellas referidas al poblamiento cuantitativo y sostenido en el tiempo, así como que el tronco lingüístico predominante es el arawaks. Esta evidencia arqueológica contrasta y refuta el quehacer historiográfico de la zona donde se ha expuesto la tesis del poco poblamiento de la Costa Oriental del Lago en la época prehispánica sustentada con datos de poblamiento en los documentos del período del contacto (Mariano Martín, Nectario María). Este tipo de tesis de la “historiografía tradicional” supone una ruptura con el pasado indígena, en donde dicho elemento no es incorporado a los procesos de identidad de sus actuales pobladores sino de manera marginal.

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EL LAGO COMO MUSEO Jacqueline Pérez Arguello

Dónde está el Museo del Lago? Pregunta la gente y Lía responde: el Lago es el Museo… esto significa que es un museo in situ y aún cuando llegará a tener su propia infraestructura, su patrimonio físico natural y cultural a exponerse, está esparcido en su cuencahidrográfica que abarca una superficie de 89.756 km2. El Museo del Lago de Maracaibo, promovido desde hace varios años por la destacada artista plástico y gerente cultural Lía Bermúdez, está concebido como un centro de irradiación educativo que unido a la ciencia y tecnología,promoverá los valores naturales, económicos y socioculturales del Lago de Maracaibo y su Cuenca Aún cuando se dice que la población está disociada de la dinámica entorno al lago, no se puede negar que la sensación de propios y extraños al atravesar el lago por cualquier vía, y al mirar hacia el sur, es como no verle fin, parece un cuerpo de agua interminable, el más grande de Suramérica. Al mirar hacia cualquier poblado ubicado en la costa, se nos aparecen pueblos llenos de sol y color, a medida que nos acercamos el sol se hace más refulgente donde la luz es plana sobre los objetos y los colores se tornan más intensos.

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La diversidad cultural y de sus ecosistemas, lo hace especial; que en un solo estado tengamos al norte, los paisajes desérticos dunares, con la riqueza cultural del pueblo Wayúu; la Costa Oriental del Lago, toda industrializada debido a la riqueza de sus recursos naturales no renovables como el petróleo y el gas natural, además de bellezas escénicas naturales, como el Refugio de Fauna Silvestre y Acuática “Los Olivitos” al sur del lago, el siempre verde de sus campos y bosques, sus caudalosos ríos y al occidente ese maravilloso ramal andino donde se encuentra el Parque Nacional Perijá. Esa gran diversidad físico natural influye notablemente en los aconteceres culturales donde se comprueba una vez más que los humanos somos en genotipo y en fenotipo, el resultado de nuestros ecosistemas.


FotografĂ­a. Audio Cepeda

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Navegando con Alonso de Ojeda El museo del lago nos podrá hacer sentir a través de diferentes recursos museísticos y divulgativos entre otros, que podemos navegar con Alonso de Ojeda y sentir la experiencia de aquellos que avistaron el lago en 1499, así nos lo cuenta Framis Majo, en su libro Navegantes y Conquistadores Españoles del Siglo XIV, con este escrito tan hermoso referido al evento: “Llego Ojeda con su gente (…) entraron en un ancho golfo, y sus aguas eran de un fluido verde, más vegetal que marino. Todo se reflejaba en esmeraldas distantes, hasta el horizonte circular que se iba partiendo en facetas, cual espejos. Jamás habían visto una mañana más transparente, y a la vez más empapada de color (…) A la vista, que no había que esforzar mucho, de los navegantes se desplegaba en la lenta playa una ciudad de pasmo, toda ella de bohíos instalados sobre várganos, o espigones; el agua verde, con un desplegamiento de seda, se dilataba por debajo de tales construcciones, y las piraguas indígenas llegaban a las mismas puertas de los bohíos… ¿Veis como el señor quiere premiar nuestros esfuerzos? Había dicho Ojeda a sus hombres, y luego a Juan de la Cosa- ¿visteis jamás maravilla como esta, más rara ciudad y más apacible y pacífica? -En verdad me parece Venecia- había contestado un navegante. Una Venecia sin palacios ducales y sin piedras blancas, toda de bálago y paja, toda tan leve.

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Ah! Pues.- dijo Ojeda – si como Venecia es y como una pequeña Venecia, a mi fe que la llamare Venezuela… Y bien que a Ojeda también esto le parecía el terreno del Edén, que perdieron los remotos padres por sus culpas, había en los poblados indios de las riberas, muy esforzados hombres, tan perfectos como esculturas, y muy bellas mujeres, de fino vientre y estilizado pecho, con la guedeja larga y negra, y los pies veloces, que caminaban como ninfas ingrávidas, con las puntas de los pies, sobre la arena, completamente sutil” Hay tanta historia que mostrar en esa pequeña geografía, que podríamos imaginarnos a todos esos navegantes encontrándose el río Limón, con exuberantes bosques de manglares y enea, con el llamado El Gran Eneal, siguiendo su travesía hacia la intermitente Isla de San Carlos; es una manera de llamarla así, porque de acuerdo a la marea, en ocasiones es una isla y en otras es como una península a la cual se puede acceder por tierra, pudiendo vivir la experiencia de caminar sobre las huellas de un lecho marino, donde también se puede ver la unión del lago con el mar.


FotografĂ­a. Audio Cepeda

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La Costa Oriental del Lago En la Costa Oriental del Lago, también podemos encontrar el llamado “Bosque Petrolero” ubicado entre el municipio Valmore Rodríguez y Baralt, donde se puede observar desde tierra un fastuoso conglomerado de torres petroleras en el lago, de allí el nombre de bosque petrolero, dicen que este espectáculo solo se puede observar en dos sitios en el mundo, en el Mar del Norte y en ese sitio en la Costa Oriental del Lago. En sus aspectos Culturales, nos encontramos con un variado patrimonio cultural, desde los Puertos de Altagracia en el municipio Miranda hasta Baralt, donde se destacan las fiestas de San Benito, en la mayoría de sus municipios. También se puede observar la mezcla cultural, debido a los inmigrantes de diferentes culturas que llegaron con la actividad industrial y se quedaron para formar parte del hecho cultural en la Costa Oriental del Lago.

La Exuberante y Escondida Belleza en el Sur del Lago En la zona geográfica del Sur del Lago existen las llamadas Áreas Bajo Régimen de Administración Especial: una es el Parque Nacional Ciénagas de Juan Manuel y la otra es una Reserva de Fauna con el mismo nombre. Se dice que “entre el Río Catatumbo y el Escalante en el Estado Zulia se encuentra el Paraíso o Edén y no entre el Éufrates y El Tigris al otro lado del mundo, como dicen por allí”. El Congo Mirador debe su nombre a aquellos navegantes que llegaron allí y la exuberancia de la vegetación y su fauna silvestre, les recordó el Congo Belga, luego los lugareños le añadieron la palabra Mirador.

lagunas dentro del lago, donde increíblemente puedes ver el fondo, como la Laguna La Belleza, a la vez que miras los samanes detrás de helechos gigantes que cuelgan en la orilla de la laguna. Cuando recorres los ríos en época de florescencia, la vegetación ribereña desprende un aroma embelecedor que te acompaña en todo el recorrido por su ribera. También se puede contemplar monos, cunaguaros, piro piro y una gran variedad de aves de todos colores. En el Congo Mirador, los habitantes no tienen sus palafitos conectados a tierra, como en la Laguna de Sinamaica, la costa está lejos, es lago por todos lados, los niños se crían prácticamente en el agua, juegan pelota y otros juegos desde sus cayucos o sobre cualquier cosa que flote, es increíble ver a los ancianos subidos sobre una tapa de anime, una puerta, o tabla, es la ingeniosidad de esta particular población. Es imposible contar todo lo que se tiene para mostrar, para ser contemplado, admirado, o investigado, por ello necesitamos El Museo del Lago de Maracaibo, para que se convierta en un centro de irradiación para difundir esa serie de maravillas concatenadas que se desarrollan en lo histórico, cultural, geográfico, geológico y biológico entre otros, en la Gran Cuenca del Lago de Maracaibo. Nuestro aliado el Museo Virtual del Zulia, como museo emergente e innovador quiere caminar a nuestro lado, para lograr nuestro principal propósito: Educar para la recuperación y conservación del Lago de Maracaibo y su Cuenca Hidrográfica.

Cuando se recorren los ríos y lagunas de este paisaje, afortunadamente escondido de los depredadores humanos, puedes dar un viaje con unos simpáticos perritos de agua, como las nutrias, siguiéndote a los lados de la lancha; también se pueden ver parejas de manatíes haciendo un espectáculo al estilo de los delfines; encontrarás

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Fotografía. Audio Cepeda


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EL POZO ZUMAQUE 1

IVÁN JOSÉ SALAZAR ZAÍD

(PRIMER POZO DE PETRÓLEO COMERCIAL DE VENEZUELA)

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A título de inciso, antes de empezar a narrar los hechos que conforman la historia del Zumaque Nº 1, primer Pozo petrolero comercial por excelencia de Venezuela, siempre debemos tener presente que el primer ensayo empresarial en materia petrolera aconteció en Venezuela en septiembre de 1878, cuando don Manuel Antonio Pulido Pulido creó la Compañía Hullera del Táchira en la aldea la Alquitrana, ubicada en el municipio Rubio del Distrito Junín del Gran Estado de los Andes; que luego, a partir de agosto de 1882, se transformaría en la Compañía Nacional Minera Petrolia del Táchira, al cambiar su razón social de empresa productora de hulla y alquitrán, derivados del carbón, para enfocarse a la explotación de petróleo. Esa industria petrolera autóctona contó además con emprendedores nacionales de la talla del doctor Carlos González Bona, promotor de la idea central del negocio, además del general José A. Baldó Pulido, Ramón M. Maldonado, José G. Villafañe y Pedro R. Rincones, quienes arriesgaron en esa empresa privada sus capitales, sus esfuerzos, sus talentos y aunque la dimensión del negocio apenas alcanzó para abastecer el mercado local, su integración vertical, en pequeña escala, fue lo suficientemente representativa del sector industrial con el cual competirían durante casi medio siglo. Tal vez el respaldo importante que nunca tuvieron, aparte de las ciencias geológicas en sus inicios, y la tecnología de producción moderna, post 1900, fue contar con suficientes recursos de hidrocarburos in situ para su explotación comercial… amén de las finanzas necesarias para desarrollarlos. Eso les impidió crecer y lidiar en igualdad de condiciones con las concesionarias extranjeras que actuaron en nuestro país posteriormente. Es en 1914, cuando un grupo de hombres de la empresa The Caribbean Petroleum Company, concesionaria extranjera que luego fue integrada al grupo Royal Duth/shell y una de las antecesoras de la recién desaparecida filial Maraven, llevan a cabo las actividades iniciales (1912-1913) de exploración, perforación y explotación del primer pozo productor de la naciente industria petrolera en el Estado Zulia. Dicho pozo fue identificado inicialmente con las siglas MG-1 y luego

fue bautizado con el nombre de Pozo Zumaque N°1, perforado a 85 metros sobre el nivel del mar, en la cúspide del cerro “La Estrella” en el sector que dio origen a la población de Mene Grande, ubicada aproximadamente a unos 15 kilómetros de las orillas del lago de Maracaibo. Para la fecha en que se inicia el desarrollo de los campos petroleros en el Zulia, nuestro país contaba apenas con una población estimada en 3.000.000 de habitantes. Maracaibo, la capital del estado Zulia contaba con alrededor de 30.000 habitantes. La economía de Venezuela estaba basada en la producción agrícola de café, cacao, algunos frutos menores, la cría de ganado vacuno y la pesca. Muchas epidemias como la malaria y el paludismo azotaban a toda la población. En cuanto a las relaciones comerciales en la época en que se descubrió el pozo Zumaque N° 1, con el inicio de la primera guerra europea, Venezuela perdió su mejor mercado que era Alemania ya que con este país europeo era con quien comercializaba gran parte de la producción del café y de cacao, pero el bloqueo marítimo establecido a todo el comercio con ese país puso fin a esta relación comercial internacional que sostenía en buena parte a nuestra economía. Para ese entonces El Zumaque N°1 había sido ubicado en un sector que recibió el nombre de Mene Grande que según la división político-territorial vigente en la época formaba parte integral de la Parroquia General Urdaneta del Distrito Sucre (hoy municipio Sucre) y que en 1948 pasó a formar parte del naciente Distrito Baralt (hoy Municipio Baralt). La presencia de grandes manaderos de petróleo (menes) en la región atrajo la atención de los geólogos y sirvió de base para los estudios de la zona entre San Timoteo y Río Paují, toda ella incluida dentro de la inmensa concesión de exploración petrolífera (unos 270.000 km²) obtenida en 1909 por John Allen Tregelles, representante de la empresa inglesa “The Venezuelan Development Company” ...

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Extinguidos los derechos, el abogado Rafael Max Valladares adquirió la concesión en 1912 y la traspasó a la “Caribbean Petroleum Company”, empresa establecida en Nueva York desde 1911 como subsidiaria de la “General Asphalt Company” y más tarde, absorbida por el Grupo Shell. La exploración inició en septiembre de 1912, a cargo de Ralph Arnold y un equipo de geólogos. En su informe final se seleccionaron las parcelas de explotación, 24 de ellas ubicadas en el área de San Timoteo y recomendaron la inmediata perforación de un pozo en la parcela Zumaque, cercana al pueblo de Mene Grande. Los equipos de trabajo para realizar la perforación, fueron movilizados en las goletas Frida, Gazela y Electra. El pozo fue marcado por la Caribbean con las siglas MG-1, y posteriormente fue conocido como “El Zumaque 1” debido a que en la zona crecía un arbusto conocido con el vocablo indígena de Zumaque. Se dispuso entonces la perforación del pozo en un anticlinal del Cerro “La Estrella”, denominado así por la llamada máquina estrella que se utilizó para su perforación. Toda esta región comprendía un área selvática, que tuvo que ser despejada para la instalación del pozo. Muchos trabajadores del campo, sin ningún conocimiento en materia petrolera, trabajaron a altas temperaturas, sin agua potable, sin servicios médicos y tan sólo con las herramientas propias de un agricultor, para dar comienzo a la explotación petrolera. La instalación del pozo a manos de quienes hasta ese momento fueron humildes campesinos simbolizó el profundo e irreversible cambio en la actividad comercial del país, que convirtió desde ese momento al petróleo en el principal eje de la economía nacional. Para el 25 de julio de 1914 el pozo estaba en producción iniciándose su utilidad comercial el 31 de julio de 1914. Samuel Smith, uno de los pioneros de la industria petrolera, perteneciente a la cuadrilla de trabajo de perforación del pozo, en una entrevista que se le hizo antes de su muerte recordaba que el origen del descubrimiento y perforación del pozo Zumaque se remontaba a 1913, un año antes del inicio de su producción, “cuando en las goletas “Frida”, “Gacela” y “Electra”,

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los petroleros llevaron a Mene Grande las primeras vigas de madera de pino que serían utilizadas en la construcción de las cabrias”. Los trabajos de perforación fueron iniciados el 12 de enero de 1914, momento en el cual se estaba consolidando el primer conflicto europeo conocido como la primera guerra mundial. Los materiales y equipos utilizados en los primeros trabajos fueron transportados en barcazas denominadas “bongo” a través del río Motatán, siete kilómetros adentro, hasta llegar al puerto de Motatán del Río. Desde ahí, eran transportados hasta el cerro La Estrella en carretas impulsadas por bueyes y mulas, cubriendo una ruta de difícil acceso, colmada de selva, maleza y pantanos infectados de animales salvajes, alimañas y todo tipo de plagas y mosquitos infectados de enfermedades como la malaria y paludismo que atacaron sin ninguna compasión a los primeros trabajadores de la industria petrolera llevando a muchos de ellos a la inevitable muerte. La tecnología utilizada en los trabajos de perforación era la que había disponible para la época: sencilla con procesos lentos, trabajo muy fuerte, condiciones adversas, etc. El trabajo era realizado en lugares inhóspitos, despoblados, sin vías de comunicación, bajo temperaturas de hasta 40° aproximadamente y con escasos recursos técnicos. Para la perforación se utilizó un equipo de percusión del tipo “Star Drilling Machine N° 23”. A éste se le incorporó un balancín que se movía mediante energía generada por vapor. Una mecha pesada y atada a un cable iba abriendo un hueco en el subsuelo mientras subía y bajaba lentamente. Algunos testimonios que se pudieron recoger en relación a las adversidades que afectaron a los trabajos de perforación del Zumaque nos refieren sobre un hecho sucedido el día 28 de febrero, a los 45 días de haberse iniciado los trabajos, cuando la cabría construida de madera fue consumida por un incendio, sufriendo el balancín graves daños y el piso de la torre quedó totalmente destruido. También en marzo del mismo año se produjeron serios contratiempos cuando el porta cables del equipo de perforación se


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torció, pero a pesar de que las condiciones de trabajo eran deprimentes, el equipo de trabajadores que supervisaba y comandaba los trabajos en unión de los obreros solucionaban diligentemente cualquier incidente que se les presentaba. Los pioneros de la industria petrolera del Estado Zulia que realizaron la loable labor de perforar el pozo Zumaque N° 1 fueron hombres de vocación y constancia. La historia registra entre los pioneros extranjeros a los perforadores: Chas Jordan, Mr. Stoken, George Brake (jefe de Perforación), Peter Loi, Ira Young, G. W. Brain, y Van Berber. Este último fue el encargado de finalizar la perforación bajo la supervisión de Mr. Stoken. En cuanto a los trabajadores venezolanos mencionaremos, entre otros a: José Ballesteros, Joaquín Cardozo, Samuel Smith, Eusebio Sandrea, Alcibíades Colina, Juan Pérez, Segundo Petít, Juan Páez, Carlos Leiva y Luis Márquez. Entre las anécdotas que esos pioneros relataron y que hoy son importantes testimonios que forman parte de la historia del petróleo y del Zumaque se encuentra la de Eusebio Sandrea, quien ingresó a la compañía The Caribbean Petroleum Company el 2 de enero de 1913 y prestó sus servicios durante 40 años a la empresa (que al momento de jubilarse recibía el nombre de Shell). Este señor, en una entrevista que le realizó la revista Tópicos Shell comentaba que la maquinaria de perforación que la llamaron “la Estrella” en honor al cerro del mismo nombre, tenía sus ruedas y timón y se movilizaba al ser tirada por bueyes muy lentamente, por lo que para trasladarla de un a lugar a otro se necesitaba mucho tiempo. Lo mismo sucedía con la ruta existente desde Mene Grande a Maracaibo, la cual se cubría en un tiempo estimado de nueve horas en piragua o goleta desde Maracaibo hasta el puerto de San Timoteo y desde ahí se necesitaban otras dos horas para cubrir la ruta en un trencito conocido popularmente como el “Trolley” que partía desde el puerto de San Lorenzo hasta el cerro La Estrella. Joaquín Cardozo, quien ingresó a la Caribbean Petroleum Company a la edad de 18 años y prestó sus ser-

vicios durante 37 años, comentó en una entrevista que lo que nunca se le olvidaría era que: “cuando el pozo comenzó a producir, el Jefe de Perforación nos llamó y nos regaló tres pantalones, tres camisas de color ‘kaki’ y un par de zapatos”. Después que el pozo en perforación se terminó, se le instaló un balancín de madera y las calderas utilizadas para poder operar utilizaban leña como combustible. Por otra parte, también refirió en sus comentarios que “La comunicación que existía entre los miembros de la cuadrilla se hacía por medio de señas y gestos, debido a que los venezolanos no hablaban ingles ni los extranjeros el español.” Samuel Smith, ingresó a la compañía como interprete de Jorge Brake, Jefe de Perforación, en el año 1913, a la edad de 17 años, a pocas semanas de haberse iniciado la perforación del pozo Zumaque N° 1. Más tarde comenzó a trabajar dirigiendo los trabajos destinados a extraer la tubería que se había reventado. En cuanto a la cuadrilla refirió que existía mucha hermandad entre ellos y siempre se preocupaba uno del otro. Juan Pérez, fue uno de los encargados de desmontar el cerro donde se perforó el pozo. Los trabajos de desmonte según este señor tuvieron una duración de cuatro meses aproximadamente. Esto se debió a que tuvieron que rebajar a fuerza de pico y pala la parte del cerro donde se iniciaría la perforación. Con la ayuda de otros obreros que fueron contratados después construyeron la cabria y montaron el balancín para poder empezar a perforar. En un articulo de prensa (Panorama, 02-08.01: p.2-8) de Eliécer Balzán López sobre el tema en cuestión, refiere lo siguiente: “Cuando trabajaban de sol a sol, de día a día, y percibían un salario de 5 bolívares por jornada de trabajo diario, un saco de plátanos valía un bolívar, y una gallina gorda 1.25, en esos días llegó precisamente a Mene Grande un camión de tres pedales: uno para delante, otro para atrás y el último para frenar.” El pozo Zumaque inició sus actividades el 31 de julio de 1914 y después de casi siete meses de ardua labor

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había sido profundizado a 135 mts. A partir de entonces empezó a aportar cada día más los barriles de petróleo que se fueron sumando a las tasas de producción nacional, consolidándose como el primer pozo petrolero comercial de nuestro país y el que permitió que se descubriera la gran cuenca petrolífera del Lago de Maracaibo. Las estadísticas que existen en los archivos sobre las operaciones y producción de este pozo apenas datan de 1.926, ocho años después de iniciada su explotación comercial. Para ese entonces su producción mensual se ubicaba en 1287 barriles de petróleo de 19.2 grados API, con 0,9 por ciento de agua y sedimentos, y traía hasta esa fecha una producción acumulada de 88590 barriles. El volumen de producción más elevado de su historia fue de 1334 barriles de crudo mensuales, logrado en diciembre de 1.959. En la década de los años 60 la producción de crudo se mantuvo aproximadamente entre 1500 a 1600 barriles mensuales. En 1.971, la balanza de la producción del Zumaque se inclinó hacía la decadencia, obteniendo una baja en la producción estimada en 218 barriles de crudo mensuales. Cuando el Zumaque N° 1 estaba por cumplir los 60 años de existencia en el año 1974 y la industria petrolera se encontraba ya en los preparativos de la nacionalización petrolera, se le hicieron algunas reparaciones y su profundidad fue aumentada con el propósito de reactivarlo, debido a que tenía cierto tiempo “enarenado” y sin producción. Los trabajos de profundidad se realizaron en solo 6 días y 12 horas. Para ello se utilizó un equipo rotatorio de perforación avanzado para el momento, permitiendo que de los 135 metros originales se pudiera llevar a 243 metros de profundidad, o sea 108 metros más. Con esta operación se logró la reactivación del pozo para poder incrementar de nuevo su producción. A partir de entonces se obtenían 40 barriles diarios de crudo, pero ya no de 19.2 grados API, sino de 18.4 grados API, por flujo natural. Luego de estas mejoras las primeras pruebas de producción de bombeo registraban promedios de 90 barriles diarios.

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En 1.986, a sus 72 años de operaciones, el pozo pionero de la era comercial petrolera de Venezuela continuaba con sus actividades con una producción estimada en 960 barriles mensuales de 18.2 grados API y con 1 % de agua y sedimentos. Para ese mismo año su acumulado era de 416.930 barriles. A diferencia del también famoso pozo barroso descubierto en 1922 en Cabimas, El Zumaque N°1, en sus 96 años de existencia continuaba su admirable faena produciendo diariamente alrededor de 29 barriles de crudo pesado, lo que representa una producción de 870 barriles mensuales: Según las estadísticas que manejaba la desaparecida filial Maraven hasta el año 1.994, el pozo contaba con una producción acumulada de 498.505 barriles de petróleo que correspondían a 28.105 días de operaciones. El legendario Zumaque Nº 1 continua activo hoy día, camino de su primer centenario insigne. Operado por Repsol, su última medida de producción confirma una tasa de 28 BPPD de crudo de 19.0 °API, con 0.1 % de AyS y una RGP de 328 PC/Bbls5.


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EL CENTRO HISTÓRICO DE CORO

VANESSA VILLALOBOS ANDRADE Y ERNESTO MORA QUEIPO

CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE SU DECLARACIÓN COMO PATRIMONIO Coro y su puerto. La Declaratoria de Patrimonio Mundial. El 9 de diciembre de 1993, la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de las Naciones Unidas (UNESCO) en su XVII reunión, realizada en Cartagena de Indias (Colombia), incluyó en la Lista del Patrimonio Mundial un área de los centros históricos de Santa Ana de Coro (Municipio Miranda) y del puerto La Vela (Municipio Colina), del estado Falcón (Venezuela). Para el caso de Coro, los argumentos presentados por la comisión venezolana que realizó la propuesta fueron: su condición de primera ciudad hispana fundada en tierra firme de América, sitio donde se ofició la primera misa y se erigió el primer cabildo. Además, fue el lugar de la primera escuela y el primer obispado, entre otros. También se destaca la importancia arquitectónica de su centro histórico y el valor de su continuidad en el tiempo desde su constitución como poblado hispanocaquetío, en el año 1527, hasta el presente, con una tipología constructiva que expresa las diversas culturas que en ella han confluido.

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FotografĂ­a. Vanessa Villalobos

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EL PATRIMONIO EN PELIGRO La UNESCO incluyó a Coro y su Puerto en la Lista del Patrimonio Mundial, atendiendo a dos criterios de valoración previamente establecidos. - Ser un ejemplo sobresaliente de un tipo de edificios o conjuntos arquitectónicos que ilustre un momento significativo en la historia... - Ser un ejemplo sobresaliente de asentamiento humano tradicional que sea representativo de una cultura y que se ha vuelto vulnerable ante el impacto de cambios irreversibles (Unesco, 2008: 1). En el contexto venezolano, el valor patrimonial de la ciudad de Coro ha sido señalado desde mucho antes de la declaratoria de 1993, a través de instrumentos jurídicos de preservación y zonificación, que en sus inicios declaraban como monumentos históricos nacionales algunos inmuebles específicos del centro histórico. La inclusión de Coro (y su Puerto) en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO requirió diversas iniciativas previas a la proposición oficial del sitio, a manera de campaña.Una de las primeras acciones fue la creación del Centro UNESCO Coro, que organizó diferentes actividades en esta ciudad para dar a conocer la importancia de Coro como Patrimonio de la Humanidad.

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Se elabora un plan de trabajo con comunidades de Coro para informarles de la importancia de la declaratoria de Coro como patrimonio, como un estímulo a la reafirmación de la identidad, como refuerzo para levantar la imagen que tenemos de nosotros mismos. Estamos opacados por el exceso de burocracia, corrupción, derroche de los dirigentes y subestimación al pueblo. La imagen de nosotros se nos desmorona y la autoestima decae (Reyes, 1996: 47). Entre las acciones concretas para promover la Declaratoria se cuentan:el Manifiesto de Coro (1989), la marcha “Todos por Coro” (1990) y la ratificación -en 1991- de la Convención sobre el Patrimonio Mundial de la UNESCO del año 1972 por parte del estado Venezolano (Este último fue requisito indispensable para su designación como Patrimonio Mundial). El anuncio oficial de Coro y su Puerto como Patrimonio Mundial en 1993, marca un antes y un después en las representaciones colectivas que han tenido los corianos, falconianos, venezolanos e inclusive los organismos internacionales sobre ambos lugares. En Coro, la declaratoria de Patrimonio Mundial tiene acción en tres ámbitos: 1) un área de protección especial, llamada técnicamente “poligonal UNESCO”, conformada por un conjunto urbano de cinco manzanas completas y dos medias manzanas, entre las calles Falcón, de la Federación, Zamora, Hernández, Urdaneta, Hospital y Callejón del Hospital, 2) una zona de protección extensa, como zona de amortiguamiento a la que también hace alusión la declaratoria y, 3) una zona de resguardo.


Fotografía. Martín Sanchez

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En el informe de la primera misión de monitoreo “reactivo” a Coro y La Vela (2002), la UNESCO indicó que “había fuertes indicios de que el sitio cumplía con los criterios de inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro y emitió una lista de catorce recomendaciones para remediar esta situación” (Resumen Ejecutivo UNESCO; 2008: 5). Luego de las evaluaciones del Comité de Patrimonio Mundial en sus sesiones de 2003 y 2004, y dela presentación de dos informes por parte del estado venezolano (en 2004 y 2005), la UNESCO realiza una segunda misión de monitoreo “reactivo”, cuyo informe fue presentado en su sesión 29° (2005), en la cual se inscribe a Coro y su Puerto en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro. Dicho informe presenta de manera resumida las razones de esta decisión.… se había producido un grave deterioro de los materiales, estructuras, arquitectura y coherencia urbanística y una pérdida significativa de la autenticidad histórica y de la integridad (…) y, falta de una eficaz y consolidada estructura de gestión; los bienes del Patrimonio Mundial no se manejaban como una entidad integrada y no había un plan de conservación (ídem, p. 1)

Impacto local del “Patrimonio Mundial en Peligro”. Para los corianos, el riesgo de perder el reconocimiento institucional de su ciudad como “Patrimonio Mundial”, ha sido reseñado en medios de comunicación nacionales y regionales. Especialmente en el contexto de los aniversarios de su Fundación (26 de julio) y de su Declaratoria (9 de diciembre), se han destacado inmuebles patrimoniales deteriorados (derrumbes por eventos naturales como lluvias, por abandono o falta de mantenimiento en su uso), problemas de gestión (conflicto de competencias, asignación y distribución de recursos, seguimiento), entre otros. Por otro lado, se reconoce los logros de la gestión patrimonial. El gobierno nacional ha propiciado la participación de consejos comunales en la contraloría y manejo de recursos para el patrimonio. La responsabilidad de

las gestiones patrimoniales desde las instituciones recae en el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), con una oficina de gestión en Coro, conjuntamente con la Corporación Falconiana de Turismo (CORFALTUR). La declaratoria de Patrimonio Mundial y su posible pérdida ha propiciado un significativo debate en las instituciones educativas, lo cual ha dado lugar a la publicación de textos diversos y exposiciones en museos locales. En este contexto, los discursos refieren el valor histórico-cultural que tienen dichos inmuebles patrimoniales, haciendo énfasis en ciertas casas de la zona del centro histórico, así como la importancia del barro en la construcción de las viviendas tradicionales, el deber de conservar el patrimonio como legado y su relación con la identidad del coriano.

Voces sobre el patrimonio Por las calles del centro histórico se escuchan opiniones a favor y en contra de la gestión patrimonial. Se refieren sentimientos encontrados, añoranzas por lo que se ha perdido, por el olvido, por el descuido de la ciudad y su patrimonio. Terrenos vacíos, abandonados, casas derrumbadas o demolidas, fachadas “marcadas” a manera de grafittis, coexisten con casas restauradas, iglesias y museos, dando soporte físico a estas opiniones. Estas tensiones se tornan más intensas cuando se analizan en un contexto sociocultural más amplio. Tal es el caso delas necesidades e intereses de los usufructuarios directos de inmuebles patrimoniales, su uso comercial o residencial, el marco de establecimiento de deberes y derechos sobre dichos inmuebles, la generación de sus cambios estructurales, las aspiraciones y proyectos futuros del elemento humano que convive parcial (dueño de un comercio, por ejemplo) o totalmente (un habitante de casa con uso residencial). Es así como los habitantes del centro histórico construyen espacios discursivos que remiten a dinámicas de control cultural, expresadas en las luchas materiales y simbólicas por el control del espacio, la construcción y negociación de la identidad, en el contexto de las relaciones de poder.

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BREVES RESEÑAS

ARTE SACRO EN MARACAIBO. JULIO PORTILLO Autor de varias publicaciones dedicadas a la historia y la cultura zuliana, el doctor Julio Portillo nos muestra en esta oportunidad, un texto que recoge gran parte de las representaciones artísticas religiosas que se encuentran en la ciudad de Maracaibo. Es un importante inventario de obras de pintura, escultura, platería y arquitectura del arte católico marabino, presentadas con extraordinaria calidad fotográfica.

MARACAIBO CUENTOS DE AÑORANZAS Y ESPERANZAS. HUMBERTO PÉREZ CASTILLO

Para aquel que esté interesado en conocer más sobre la memoria, anécdotas e imágenes de Maracaibo, aquí tiene 279 páginas dedicadas a la ciudad. Desde su fundación hasta la actualidad, nos encontramos con múltiples perspectivas en el devenir de esta pujante urbe, capital zuliana. Su autor es arquitecto y profesor la Universidad del Zulia.

EL VOSEO ZULIANO. LENÍN LÓPEZ Y RUTILIO ORTEGA Es un pequeño catálogo que aborda la oralidad del zuliano, “el uso de voces, expresiones, refranes, modismos; dialecto que hoy como en el pasado, es hablado por todo el que vive en el estado.” Se trata de un primer estudio de las fuentes documentales que tratan el tema. Sus autores son dos reconocidos investigadores de la identidad zuliana.

LA COCINA CAÑADERA. ADOLFO BREA ROMERO Un aporte a la cultura culinaria zuliana, con más de sesenta recetas, entre sopas, ensaladas, pasteles, carnes, aves, pescados, postres y bebidas. Con ilustraciones del artista Francisco Bellorín, es un buen libro que refuerza la tradición de la cocina regional. Su autor es médico egresado de la Universidad del Zulia, y tiene varias investigaciones sobre las costumbres gastronómicas zulianas.

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AUTORES DE LOS ARTÍCULOS MARLENE NAVA. Periodista y escritora. Individuo número XII de la Academia de la Historia del estado Zulia. Investigadora de elementos de identidad regional zuliana. Autora de diez obras publicadas; entre ellas: Soles de Maracaibo, La Cocina Zuliana, Un Alto en mi Camino, Balaustres al Través, Fiestas Populares de Venezuela. Religiosas y Paganas. Correo electrónico: marlenenava7@gmail.com

JOHNNY ALARCÓN PUENTES. Docente e investigador. Universidad del Zulia. Facultad Experimental de Ciencias. Departamento de Ciencias Humanas. Unidad de Antropología, Laboratorio de Arqueología. Maracaibo, estado Zulia, Venezuela. Licenciado en Educación Mención Cs Sociales; área historia, Magíster en Historia, Magíster en Antropología, Doctor en Cs Humanas. Correo electrónico: jalarconxxi@gmail.com

JACQUELINE PÉREZ ARGUELLO. Licenciada en Comunicación Social. UNICA. Maracaibo. Especialidad en Estudios Ambientales. Universidad de Iowa. Estados Unidos. Prácticas Internacionales de Turismo y Recreación en Áreas Naturales. Chipre e Israel. Funcionario de carrera durante 30 años: Ministerio del Ambiente. Directora del Museo del Lago. Correo electrónico: jackiearbol@gmail.com

LENÍN CALDERÓN OSUNA. Docente e investigador. Universidad Experimental Rafael María Baralt. Programa de Profesionalización Docente. Centro de Estudios Históricos Sociales y Culturales. Maracaibo, estado Zulia, Venezuela. Sociólogo, Magíster en Antropología, Doctor en Cs. Humanas. Correo electrónico: lenincalderon@yahoo.com.

IVÁN JOSÉ SALAZAR ZAÍD. Licenciado en Educación, mención Cs. Sociales, área Historia. Universidad del Zulia. Maracaibo. Escritor e investigador en historia local y regional, con siete libros de su autoría u otros como coautor. Miembro y Vicepresidente de la Academia de Historia del estado Zulia. Correo electrónico: ivasalza48@hotmail.com

VANESSA VILLALOBOS ANDRADE. Publicista y Relacionista Público (2008). Diplomado en Conservación del Patrimonio Cultural (2009) y Maestría en Antropología Social y Cultural (actualmente), todos estos estudios cursados en la Universidad del Zulia. Personal administrativo de la Facultad Experimental de Arte de la Universidad del Zulia. Correo electrónico: vanessa.antropologia@gmail.com

ERNESTO MORA QUEIPO. Músico (1989) egresado de la Universidad Católica Cecilio Acosta, Magíster en Antropología Social y Cultural (1999) y Doctor en Ciencias Humanas (2011) en la Universidad del Zulia. Docente titular adscrito a la Facultad Experimental de Ciencias de la Universidad del Zulia. Correo electrónico: emoraqueipo@hotmail. com

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