Las estructuras contemporaneas de la revolucion bolivariana de venezuela

Page 1

LAS ESTRUCTURAS CONTEMPORÁNEAS DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA DE VENEZUELA. SUBTÍTULO: HECHOS Y ACONTECIMIENTOS QUE PUEDEN DEFINIR UNA „NUEVA HORA AMERICANA‟

INTRODUCCIÓN

Quiero aventurarme a decir aquí que la historia política del siglo XXI (o tercer milenio) comienza en 1991; no sólo por la Asamblea nacional constituyente en Colombia, sino además, por la confirmación de la disolución definitiva del llamado Bloque comunista, en términos del Orden geo-político global; y con ello el terreno libre para el establecimiento de un Nuevo orden mundial, al terminar de la guerra fría. Pues bien, cuando hablamos en términos sociológicos de un orden mundial lo más apropiado es tomar la expresión hegemonía1 como categoría suprema de análisis; ello nos permitirá rebasar el estrecho marco de la explicación dicotómica burgués/proletario, para avanzar a una referencia igualmente dicotómica, pero, que permite ampliar el análisis hacia los movimientos sociales más allá de la modernidad, o los que Beriain identifica como movimientos inspirados en reivindicaciones post-materialistas, es decir, inspirados en un nuevo tipo de reivindicaciones más allá del reduccionismo económico y materialista característico del siglo XX; es decir, referencia a lo cultural, étnico, género, ambientalistas, usuarios del sistema institucional, derechos humanos, localismos (Vilas, 2005); o emergencia de la pluralidad de racionalidades (González Moena, 1997) ; o sea, lo que he denominado: culturalismo. Siempre y cuando son movimientos que, desde el punto de vista de otras ciencias sociales como la Antropología, tienen unas raíces étnicas muy definidas o marcadas, sus reclamos van más allá de un simple salario; Beriain dice que Se ocupan de la gramática de las formas de vida, poéticamente hablando. Analizaremos, pues, el nuevo orden mundial en términos de las variables centro/periferia y hegemonía/contrahegemonía. Entendida esta según el Diccionario de política de Norberto Bobbio y sus colegas (1983): del latín que significa „dirección suprema‟, usada para indicar el „poder absoluto‟ conferido a los jefes de los ejércitos, llamados justamente egemoni , o sea, guías; lo que corresponde a la supremacía de un Estado-nación o de una „comunidad político territorial‟ dentro de un sistema. Ya antes habíamos dicho que el sistema corresponde al „sistema mundo capitalista‟ con Wallerstein2. Preeminencia no sólo militar, sino también, económica y cultural. La condición de hegemonía sobre otros permite „determinar‟ sus elección en virtud del prestigio y el potencial de intimidación y coerción hasta el punto de constituir (se en) un modelo para las comunidades „hegemonizadas‟. No es un concepto ni jurídico ni 1

Expresión que fue aportada para este trabajo por la profesora Alexandra Urán, de la clase: Relaciones internacionales de Departamento de Sociología de la Universidad de Antioquia. 2 En el ante-proyecto para este trabajo.


2 de derecho, sino, de hecho. Es una relación interestatal de poder que prescinde de una reglamentación jurídica precisa. Forma de poder de hecho que en el continuo influencia-dominio ocupa una posición intermedia. (Bobbio, 1983). Luego daremos una mirada histórico-conceptual a la situación de los nuevos movimientos sociales desde la óptica exclusiva de lo que se ha denominado „nueva izquierda latinoamericana‟ que hoy por hoy goza de gran prestigio nacional e internacional, y además, se está consolidando como verdadera alternativa contra hegemónica frente al asedio avasallador de la modernidad (Giddens, 1.990), el asfixiante imperio norteamericano y las medidas de ajuste impuestas por medio del „Consenso de Washington‟ desde el Banco mundial. Retomado ese contexto general, descenderemos a las particularidades que implica la „Revolución Bolivariana de Venezuela‟ liderada por la figura carismática de Hugo Chávez. Son tres, pues, los componentes del presente estudio. El nuevo orden contemporáneo; la nueva izquierda latinoamericana; y, la coyuntura de la Revolución Bolivariana en Venezuela. Metodología de rastreo teórico y resúmenes conceptuales.

1. EL NUEVO ORDEN CONTEMPORÁNEO „Hay tendencias que se mantienen, como el intento de EEUU de imponerse como única súper-potencia, sin someterse a las normas internacionales ni a las instituciones multilaterales, a menos que éstas respondan a sus deseos‟ . (Mesa y González Bustelo, 2004.)

1.1. La hegemonía norteamericana: Más allá de lo que pudo haber pasado en 1991, el panorama actual de la geopolítica mundial está profundamente marcado por la intervención norteamericana, constituye, hoy por hoy, el centro de atracción de toda acción internacional, bien sea política, económica, cultural, social, etc. La nación norteamericana ha sabido posicionarse como „la más grande nación del mundo‟ (que con sabiduría visionara Bolívar para nuestra América); pero los norteamericanos se han perdido en el individualismo, el egoísmo, el solipsismo, el narcisismo y la ambición materialista; han abandonado toda inspiración altruista y humana. Su excesivo pragmatismo los ha llevado a convertirse en verdugos de la humanidad, convirtiendo a todo aquel que no se somete a sus designios hegemónicos-imperiales en una amenaza para su propia seguridad nacional y un peligroso „convatiente enemigo‟, con lo cual justifican todo tipo de agresiones y violaciones a los derechos humanos y de los pueblos respecto de sus autonomía y soberanía: „Estados Unidos sigue proyectando su poder militar en todo el mundo y continúa imponiéndose a gobiernos más débiles que, por interés u oportunismo, se pliegan a su estrategia‟. (Mesa y González Bustelo, 2004.) Sin embargo, tal como lo afirman las profesoras Manuela Mesa y Mabel González Bustelo en la introducción que hacen a la edición anual de 2005 de la Revista Cartografías del Poder, titulado „Los nuevos mapas del poder‟, dicen que muchos analistas coinciden en afirmar que lejos de consolidarse las pretensiones


3 hegemónicas del „neoconservadurismo‟ norteamericano, las premisas falsas sobre las cuales se ha erigido su poderío reciente están socavando los alcances de tal acometida. La crisis fiscal y financiera, la emergencia de nuevos poderes y potencias intermedias de carácter regional, los efectos nocivos de las políticas de ajuste neoliberal en todos los países periféricos, la consolidación de la Unión europea, el excesivo énfasis en soluciones militares y la militarización de las democracias, y el despliegue de armamentos nucleares luego de la caída del „Bloque de Varsovia‟, están deteriorando la imagen de „liderazgo‟ mundial que los norteamericanos han exhibido por mucho tiempo y que se requiere para desplegar un verdadero „poder hegemónico‟. La comunidad internacional, al unísono, repudia las actitudes políticas del imperio del norte porque: „La estrategia tiene tres componentes: eludir las leyes y principios de la legalidad, transgredir las normas nacionales e internacionales y elaborar nuevas leyes más restrictivas‟. (Mesa y González Bustelo, 2004); más su red de centros de detención, se ha convertido en el símbolo de la violación de DD HH en todo el mundo. El fracaso en la ocupación en Irak, el escándalo del „Fareheid 9/11‟ y los desafíos constantes de Irán y Corea del norte indican que el poderío militar de los Estados Unidos podría estar muy lejos de lo que presentan las películas las de Holliwood. La emergencia de potencias intermedias regionales como China, India, Sudáfrica, Brasil y otras, están poniendo en entre dicho el poder de influencia, prestigio y capacidad de intimidación del que se pretende fungir como „único imperio‟. Ese lugar viene siendo ocupado con las frescas políticas que está implementando la Unión Europea, en un lenguaje más moderado y contemporáneo, los dirigentes europeos (excepto el británico Tony Blear) han venido dándole tratamientos más discretos a los mismos asuntos globales y regionales, mediante la adopción del compromiso constructivo a través del „multilateralismo‟, en contraposición al „unilateralismo‟ que expresan los procases, ambiciosos e incontrolables líderes norteamericanos. Los estilos de aproximación a los problemas globales son distintos, sin ser diametralmente opuestos; al fin y al cabo, ambas potencias económico-políticas se baten en una ardua competencia por la hegemonía occidental. Entre tanto, la periferia mundial (América mestiza, el mundo Árabe, el África subsahariana, India, China y los diversos matices del oriente) continúa en su lucha por insertarse satisfactoriamente en el nuevo orden global con más oportunidades, más autonomía y menos intervencionismos occidentales. Para lo cual han desatado la idea de „choque de civilizaciones‟ como única medida y tabla de salvación contra las pretensiones hegemónicas y totalizantes de la cultura occidental y su reduccionismo a simples relaciones de mercado, por encima de cualquier consideración humana. Las competencias contra-hegemónicas en un mundo cada vez más multipolar son evidentes, la conformación de bloques continentales más la creación de entidades multinacionales para hacer frente a las pretensiones del mundo desarrollado son cada vez más decididas. Las contradicciones dialécticas propagadas por relaciones sociales y modos de producción individualistas y capitalistas no se han resulto aún luego de la caída del muro de Berlín: incluidos/excluidos; ricos/pobres; centro/periferia; dominantes y dominados siguen siendo las estructuras modernas que perduran en la época contemporánea y contra las cuales se están planteado los


4 modelos de „trecera vía‟; „alternativos‟; „más allá de la modernidad‟ y „contrahegemónicos‟; el surgimiento de nuevos tipos de reivindicación social promovidos por otro tipo de sujetos sociales diferentes a la tradicional „clase obrera‟, están enhebrando los hilos de éstas nuevas posibilidades emancipatorias para la humanidad; luego del fracaso de los esquemas manualísticos, arbitrarios, monolíticos y autoritarios del maoísmo y del stalinismo. 1.2. De lo global a lo hemisférico-regional: Por su parte, Juan Manuel Tokatlian, e su artículo „Las relaciones Estado UnidosAmérica latina: la sombra del proconsulado‟. Observa que los Estados Unidos de Norteamérica „A principios del siglo XX se convirtió en una potencia hemisférica; después de la segunda guerra mundial en potencia atlántica; con la guerra fría se proyectó como potencia en el pacífico; con la post-guerra fría creció su incidencia en África y ahora, con la expansión en Asia, Washington está más próximo a alcanzar el sueño imperial. Esta quimera hará que el segundo gobierno de George W. Bush continúe intentando asegurar la primacía mundial de los Estados Unidos. Aspira a establecer una preponderancia implacable. Sin embargo, la eventual consolidación de la preeminencia de Estados Unidos en materia militar provocará, probablemente, más inestabilidad e inseguridad‟. De una u otra manera, con potencias intermedias o no, con proliferación de armas de destrucción masiva o sin ellas; Estados Unidos mantiene en firme su pretensión hegemónica por medio de la implementación de aquello que los expertos denominan „política de primacía‟ que constituye una perspectiva agresiva de la política exterior, lo que se apoya en gigantescos presupuestos para „defensa‟ (más bien debería nombrarse „ataque‟) con lo cual Estados Unidos se arroga el derecho de recurrir a su poderío bélico cuando lo considera imprescindible, sin consultar las condiciones de legitimidad, legalidad y moralidad que exige el uso del instrumento militar en las relaciones internacionales. Al respecto, continúa Tokatlian afirmando que: „La casa blanca cree que puede ganar más aliados en su combate contra el terror en el mundo mediante la utilización de la amenaza constante a los buenos amigos y el castigo inclemente a los oponentes débiles. Todo ello implica que es crucial saber si la omnipotencia que muestra Washington con su comportamiento es una demostración de su potencia efectiva (antesala de una hegemonía vigorosa), de prepotencia temporal (lo que mostraría que es un superpoder descontrolado), o de impotencia disimulada (lo que llevaría a un languidecimiento gradual de su condición unipolar).‟ Para nadie es un secreto que desde finales del siglo XIX, Estados Unidos, por medio de lo que se ha denominado como „doctrina Monroe‟, ejerce un poder indiscutible en el área americana bajo la forma de „poder hemisférico‟; las diferentes guerras que se han librado en este lapso de tiempo no lograron cambiar tal perspectiva; hoy, después del llamado „consenso de Washington‟ dicha tentativa de hegemonía hemisférica se ha consolidado dado el apoyo irrestrictos de gobiernos proclives a la política exterior de Washington; sin embargo, surge su contradicción dialéctica e histórica: la resistencia de los pueblos y sociedades latinoamericanas cada vez más conscientes del peligro y por lo tanto más nacionalistas, movilizadas, demandantes y críticas frente a los Estados Unidos.


5 Entre tanto, las políticas de primacía se sostienen y robustecen luego de los acontecimientos ocurridos el 11 de septiembre de 2001 que lejos de debilitar las estructuras dominantes de la hegemonía planetaria, permitieron un „reordenamiento masivo del sistema mundial‟ liderado por Washington, lo que indudablemente refuerza la condición de liderazgo político-militar del imperio del norte. Esa condición ha permitido al gobierno norteamericano identificar chivos expiatorios de su política inquisidora al señalarlos como „estados rufianes‟ para justificar todo su accionar unilateral y sin control con el objeto fundamentalista de desplegar todo su poderío en el planeta. América mestiza no está exenta de tal pretensión, Tokatlian afirma que: „En un proyecto imperial se entrelazan variables que lo impulsan (push factor) y otras que lo atraen (pull factor). Un elemento atrayente es (…) la existencia de “fronteras turbulentas”. Por ello, uno de los mayores retos para América latina en los próximos años será evitar convertirse en la frontera tumultuosa de Estados Unidos‟. Tokatlian reconoce que „las relaciones Inter.-americanas‟ están marcadas por la intervención efectiva del „comando sur‟ en el área, su perspectiva identifica al comando sur con la antigua figura romana del „proconsul‟, que según el mismo Tokatlian, era la figura diplomática que acreditaba a los gobernadores de las provincias del imperio. En otros términos ese proconsulado puede encontrar analogías en las figuras coloniales del „vireinato‟, siendo más incisivos en el análisis comparativo este para el caso latinoamericano. El comando sur tiende a ser el principal interlocutor entre el imperio del norte y las democracias del sur, además de ser el articulador de las políticas exteriores norteamericanas en la región y su principal aparato de defensa y ataque en el hemisferio americano. La magnitud de la influencia del comando sur en los gobiernos del área es incuestionable, por ejemplo, su comandante realiza un promedio de 40 visitas anuales a los países de la región; entre tanto, sus oficinas tienen más empleados trabajando sobre América latina que los empleados que el departamento de estado tiene trabajando sobre los asuntos de agricultura, comercio, estado, tesoro y defensa en Washington (Tokatlian, 2005). Perfil proconsular del comando sur en nuestra América:  Afirmaciones y declaraciones amenazantes sobre las democracias de la región y despliegue militar de tropas en muchos países como Cuba, Puerto Rico, Honduras, Ecuador, Arúba, Curasao, El salvador, Perú, Colombia, argentina y Brasil.  Incremento del personal militar latinoamericano entrenado en Estados Unidos e incremento de ventas militares en la región y programas de asistencia militar.  Participación militar directa en El salvador, Honduras, Nicaragua, República dominicana y otros.  Logro de respaldo militar para ataques en ultramar de Colombia y Puerto rico.  Identificación de un eje del mal en la región conformado por: Brasil, Cuba y Venezuela.  Permanencia y vigor de enmiendas y decretos que se abrogan derechos políticos de los Estados Unidos sobre las democracias del continente.  Ingerencia política en los asuntos internos de los Estados latinoamericanos.


6 Como puede verse la actitud política de la Oficina de asuntos latinoamericanos del Departamento de Estado norteamericano, en representación de la cual actúa el Comando sur con sede en la Florida; constituye una actitud abiertamente „colonialista‟, y eso que Tokatlian sólo identifica el perfil político-militar, no estamos contando aquí con el perfil económico y cultural, que también son componentes de las políticas de primacía imperial. La categoría de proconsulado aplica al caso. 1.3. Las estrategias norteamericanas: Los análisis de los expertos son muy profundos, pero, a veces, su profundidad les lleva a alejarse de componentes claves del análisis que pretende ser holístico, en este caso particular de las relaciones entre Estados Unidos y América Mestiza, quedó en el tintero del análisis los asuntos histórico-políticos que desde una perspectiva de la actuación institucional, también contribuyen a decantar el fenómeno este de las relaciones interamericanas, sin ser profundos o críticos en el análisis, pero desde lo meramente descriptivo contribuyen a la construcción social de nuestra realidad. En tal sentido tomaremos un texto básico y sencillo que nos presenta la imagen histórica de Nuestra América en el siglo XX y la ingerencia norteamericana en nuestros asuntos. Ese texto es la Enciclopedia ilustrada 2001 de Editorial Norma. En una forma muy sucinta el grupo de trabajo que participó de ésta edición nos presenta „La Alianza para el Progreso‟ como la estrategia más ambiciosa de los norteamericanos sobre nuestro territorio en el siglo XX, luego de la mencionada „Doctrina Monroe‟ del siglo XIX y antes del novedoso „Washington Consensus‟ del siglo XXI. Esta estrategia norteamericana se presenta como una „combinación de estrategias‟ de tipo económico, social y de seguridad nacional; fue firmada en Punta del Este Uruguay en el año 1961 como una estrategia continental para hacerle frente al desafío de la guerra fría y al consecuente „avance del comunismo‟. También hace parte esta estrategia continental liderada por John F. Kennedy, de una estrategia global de relaciones con el tercer mundo en las que se combinan las alianzas con actores locales y la intervención directa. Cuyo argumento fundamental es la defensa de ciudadanos e intereses norteamericanos en territorio extranjero, cuando no enemigo. La Alianza para el progreso, que constituye una alianza con los dirigentes nacionales de los países latinoamericanos, puede verse también como una respuesta norteamericana de 1961 a la Revolución cubana de 1959, que se expresa militarmente en la pretendida „invasión‟ de Bahía Cochinos. De cualquier manera los norteamericanos estaban dispuestos a evitar „estallidos populares‟ en el resto del continente, por eso „la alianza‟ se presentó como una salida inteligente ante la posible expansión del comunismo en la región. Se orientó, entonces, la alianza hacia la diversificación de exportaciones, el fomento de la industrialización, la integración comercial, las políticas redistributivas tales como la reforma agraria y las viviendas de interés social. La inversión norteamericana implicaba la ayuda económica de 2 millones de dollares durante 10 años a cada país de la región y su meta era alcanzar el crecimiento del 2.5% del PIB anual. En consecuencia, los gobiernos latinoamericanos los gobiernos latinoamericanos se comprometieron a implementar reformas modernizadoras del


7 Estado, a incrementar su captación de ingresos fiscales, a tener mayor presencia institucional en el territorio nacional (en respuesta a la ausencia del Estado) y, finalmente, todo ello conducente a consolidar el aparato estatal a las exigencias de la modernidad. Sin embargo, los dirigentes locales, vieron en la apertura promovida por la alianza un peligro para sus intereses particulares y sectoriales, entonces, la implementaron en cada país de manera negativa y a su conveniencia, en vez de reforma agraria hubo concentración de la propiedad de la tierra, se apropiaron de los recursos externos para usufructo personal y coartaron la „reforma real‟ mediante la figura de „Golpe de Estado‟ con lo cual los norteamericanos cohonestaron debido a la preponderancia inmediatista y cortoplacista de su propia seguridad nacional. En la década de los 70‟, la irrupción del narcotráfico en la vida social de los norteamericanos llevó al imperio a reflexionar sobre el fenómeno, teniendo como resultado que en 1984 fue lanzada la „Estrategia para la prevención del „abuso‟ (no del consumo en sí, sino sólo de su abuso en particular) y tráfico de drogas. Los norteamericanos asumieron el „narcotráfico‟ como un „doble problema‟, por un lado su irrupción en los escenarios internacionales y por el otro las implicaciones para la seguridad nacional de los Estados Unidos de Norteamérica, en tal sentido observan que el problema genera inestabilidad institucional, corrupción administrativa y de todo orden, violencia y crimen organizado, amenaza la soberanía de los Estados y erosiona la economía legal. La respuesta norteamericana a partir de la presidencia de Ronald Reagan asume una actitud preponderantemente militarista con intervención directa de tropas en Bolivia (1.986), Panamá (1.989) , Perú (1.989) y Colombia (1.989); esta estrategia de lucha contra las drogas pasó de un carácter continental a un carácter mundial en 1.988 por medio de la Convención de Viena de las Naciones Unidas, en ella se oficializaron los tratados de extradición, la confiscación de bienes, la intervención bancaria y se adelantaron esfuerzos para implantar una legislación única internacional para asuntos relativos a estupefacientes. Durante la administración Bush se presentó un incremento en el gasto militar para este propósito, mediante el bloqueo de suministros, destrucción de laboratorios, interceptación del tráfico (lo que han combinado con los llamados „envíos controlados‟) y ampliación de los servicios de inteligencia en toda el área y fundamentalmente en el Caribe. También existió una respuesta latinoamericana, que se inauguró en la llamada „Cumbre de Cartagena‟ en el año de 1.990 con la participación de Perú, Bolivia y Colombia, allí acordaron con el gobierno norteamericano trabajar sobre el principio de „co-responsabilidad‟, que consiste en el reconocimiento de las partes del papel que cada una de ellas tiene dentro del fenómeno. Entre otras cosas el acuerdo incluye, mejor control financiero, interceptación de flujos, desarrollo alternativo, sustitución de cultivos ilícitos, liberación arancelaria (ATPDEA). Este acuerdo fue ratificado en la cumbre de San Antonio, Texas, y se sumaron los gobiernos de Venezuela, Ecuador y México. La historia intervencionista de Estado Unidos en Nuestra América, a parte de la expropiación de los territorios mexicanos mediante la llamada „conquista del oeste‟ de mediados del siglo XIX, se remonta a la llamada „guerra hispano-americana‟ entre Estados Unidos y España en el año de 1.898 en la cual se encontraban en disputa el dominio de Cuba, Puerto Rico y Filipinas; por otro lado, la potencia del norte


8 mantuvo la administración de países como República Dominicana desde 1.916 hasta 1924 y de Haití desde 1.915 hasta 1.934; Puerto Rico se encuentra en condición de Estado libre asociado a la Unión Americana desde 1.952; además invadieron a República Dominicana en 1.965 y Granada en 1.983 en donde tuvo el apoyo de de países de la región como Antigua, Barbados, Jamaica, Santa Lucía y San Vicente. 1.4. ALCA y TLC con USA: Es bastante sabido ya que los Estados Unidos de norteamérica, en medio de este panorama global, ha implementado una propuesta de integración económica para las Américas (ALCA) como organismo supranacional de carácter confederado, esa propuesta se denominó en su momento: Área de Libre Comercio para las Américas, y digo en su momento, porque preciso allí, en ese contexto de las relaciones Estados Unidos-América Mestiza, son elegidos Hugo Chávez y Luis Ignacio „Lula‟ da Silva que inmediatamente detienen ese proceso en sus países e impulsan una iniciativa regional de carácter „geopolíticamente‟ latinoamericana. Sin embargo, considero pertinente introducir en este contexto el acertado análisis que aporta el Centro de Investigaciones Económicas –CIE- de la Universidad de Antioquia sobre la firma del tratado de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos; para el efecto de nuestro propósito haremos énfasis en los aspectos que contextualizan ese trabajo en términos de América mestiza mediante la identificación de elementos culturales comunes en toda la región o gran parte de ella. En su revista Perfil de Coyuntura Económica, de agosto de 2005, el CIE expone sus aportes a las discusiones sobre tratado de libre comercio con Estados Unidos. La revista incluye 5 artículos especializados de su grupo de investigaciones en macroeconomía aplicada más la presentación a cargo del profesor Jorge Lotero Contreras, director de ese centro de investigaciones universitarias. En esa presentación, el profesor Lotero Contreras, advierte que el tema despierta pasiones a favor o en contra de tal tentativa, dado que se trata de un acuerdo que tendría repercusiones económicas locales y regionales, y planteará nuevas reglas de juego, beneficiará a algunos y perjudicará a otros, tendrá altos costos tanto privados como públicos y sociales; y su predicción es aún incierta. Lotero Contreras compara los efectos negativos que de la terminación del acuerdo de preferencias arancelarias ATPDEA reformado en 2001 (antes ATPA, 1991) se pueden presentar en los sectores financiero, farmacéutico, energía, industria y telecomunicaciones; de acuerdo a los temas de los artículos que presenta el texto referido; en el sector financiero se observa una pérdida de protección para el consumidor, efectos negativos asociados a las filiales norteamericanas, políticas monetarias y cambiarias generadoras de alto riesgo. El aporte general de la publicación va en el sentido de destacar que la nueva economía global se maneja con la variable apertura económica; en términos farmacéuticos se teme por los efectos en el bienestar social y la salud pública, las experiencias de Chile y México son aleccionadoras en todo sentido para la región, los intereses más influyentes se mueven en torno al tema de patentes, marcas y genéricos. La revista insiste en que los agentes de estos tratados se mueven en le marco jurídico-institucional que brinda la OMC (1994). El sector energía anuncia la


9 emergencia regional de los mercados eléctricos (y energéticos en general), se observa que el manejo directo de los poderes ejecutivos por parte del tema ha creado una ventaja al crear incentivos para el intercambio, en tal sentido aún persiste muy poca institucionalización (y socialización) del asunto este; con relación a la industria antioqueña se tiene que existe una relativa base de exportaciones en la actualidad lo cual ha creado un ambiente propicio para la actividad comercial hacia el norte, vivimos en una región que otorga muchas ventajas comparativas pero a su vez ofrece muchas desventajas competitivas, según pude entender. Mientras las telecomunicaciones se presentan como otro sector económico emergente en la región, lo cual también es producto del nuevo orden global. En cada uno de los anteriores sectores de la economía, la región Mestizoamericana presenta las siguientes características, sin ser la totalidad de ellas:  Sector financiero (Mesa y Marín, 2005): Algunos aspectos que podríamos introducir en una matriz DOFA serían, como una Debilidad las malas políticas de crédito dentro del portafolio de las entidades nacionales; como oportunidad la de extender sucursales y servicios a Estados Unidos; y, como fortaleza el hecho de que fomenta la competencia interbancaria, lo que supone en términos macroeconómicos que mejoran los servicios y disminuyen los precios, al menos eso dicen las teorías al respecto y una amenaza podría ser la creciente especialización y segmentación del mercado financiero.  Sector farmacéutico, (Vásquez, 2005): El acuerdo incidirá en el precio y la calidad de los medicamentos, hay que tener en cuenta que los precios de los medicamentos venidos de norteamérica tienen precios diferenciados por país; este sector económico es lo suficientemente dinámico como para incidir bastante en la economía internacional, es uno de los sectores que más implementan metodología de I+D y que en América mestiza se encuentra también en periodo de crecimiento, aunque se debe tener en cuenta que a nivel mundial 25 multinacionales manejan el 50% del negocio que en un año moviliza transacciones por 550 mil millones de dollares (2004). La relación mundial entre productores en la repartición del mercado es de 70-20, mientras que el 78% de la población mundial consume a penas, el 8% del mercado.  Sector energético, (Tobón y Valencia, 2005): El contexto es la internacionalización de las dinámicas económicas en todo sentido, lo que a su vez genera nuevos escenarios para el mercado, se intensifican otras funciones del Estado como el velar por la eficiencia y la rentabilidad de los capitales nacionales; entre tanto, el sector con más cambios y avances es la industria eléctrica, que también impulsa a nuestros países a considerar la perspectiva económica de servicios regionales y transnacionales.  Sector industria (Moreno y Gómez, 2005): La región ha visto pasar 15 años entre la „apertura‟ y el „tlc‟; este modelo que llamamos neo-liberal, plantea un doble reto a las economías nacionales, por un lado las obliga a asumir el asunto de las economías exportadoras en serio, por el otro, obliga a mantener el abastecimiento de la demanda interna sin déficit, manteniendo una baja penetración importadora mediante la implementación de la economía competitiva. Un tratado de libre comercio busca la reducción bilateral de aranceles y barreras comerciales mediante la implementación de esquemas de integración económica; en América existen dos tendencias, una norteamericana asociada al ALCA y al TLC, y otra latinoamericana asociada al G3, la CAN y el MERCOSUR y otras. Entre tanto podrían definirse los


10

desafíos de nuestra América en los siguientes aspectos, por un lado la peligrosa irrupción de la China en la OMC y las economías mestizoamericanas; lo cual obliga a las economías de la región a incrementar el grado de especialización de la industria latinoamericana que por lo general se ha orientado históricamente a la producción de bienes de baja dinámica en la demanda mundial; también debe existir un mejoramiento en los procesos productivos de la región, conducirse hacia la competitividad, relocalización de las actividades y calcular los efectos de la integración entre economías asimétricas, y combatir los patrones de reconversión industrial lentos e inestables. Sector telecomunicaciones, (Montoya y Olarte, 2005): Lo primero es que también obedece al crecimiento económico basado en el modelo exportador. Presenta altos potenciales de crecimiento a nivel mundial. El importante papel de las telecomunicaciones en el desempeño económico. A través de ellos se pueden vender estilos de vida, marcas, culturas, opiniones, etc. Permite fortalecer el vínculo entre economías locales y globales. Pero también constituye un diferenciador de clases entre quienes poseen acceso a ellos y quienes no. Las causas del modelo de apertura económica se encuentran en una sociedad industrial avanzada con altos índices de crecimiento y maduración de sus propios mercados se observó el modelo aperturista, por oposición al proteccionista, como el único medio de que los países industrializados pudieran deshacerse de sus excedentes mediante las estrategias transfronterizas y las consecuencias se observan relacionadas a la apertura de una “brecha digital”. El sector telecomunicaciones le aporta al PIB el 3% en Colombia, mientras que el promedio latinoamericano es del 6%.

Por último, identifica la publicación algunos aspectos geopolíticos influyentes en el marco del nuevo orden contemporáneo, sin antes decir que los acuerdos de integración económica representan un balance negativo para la industria en general, pero positivo para algunos sectores en particular, lo que se entronca con la tesis que sostengo que a través del TLC, la política geo-estratégica norteamericana pretende desindustrializar al vecino en la lógica de Charles Tilly. Los aspectos geopolíticos influyentes son pues:  El regionalismo latinoamericano.  Entrada de la China en la OMC.  Condicionamientos de la ATPDEA y finalización de preferencias.  Avance hacia las estructuras de producción mundial.

2. LA LLAMADA “NUEVA IZQUIERDA LATINOAMERICANA” 2.1. Los nuevos conflictos de la actualidad. Los nuevos conflictos en las sociedades contemporáneas se definen -tal y como lo plantea Beriain en su texto La integración en las sociedades modernas (2005)- no en ámbitos de la producción material y ni de la distribución de recursos sino que se definen en ámbitos de la reproducción cultural, de la integración social y la socialización.


11 Los nuevos conflictos surgen en torno a cuestiones relativas a la gramática de las formas de vida […] se apoyan en unas estructuras de conciencia que subrayan las ideas de comunidad, de solidaridad y de protección frente a los riesgos derivados de la modernización. Los nuevos movimientos buscan intervenir en la sociedad a través de la utilización del poder político puesto que representa una crítica no reaccionaria y universalista de la modernidad y de la modernización, a la vez que desafía los modelos institucionalizados de racionalidad económica, política y cultural. La solidaridad, la identidad y la autonomía aparecen como el fundamento de legitimación social de variadas formas de movilización social „más allá‟ del cálculo egoísta de beneficios (más allá de la modernidad). Con los presupuestos que Beriain propone en su magistral texto sobre la integración social, podemos inferir que las nuevas nacionalidades contemporáneas no se definen en fundamento a la „economía nacional‟, sino preponderantemente con fundamento en la „cultura nacional‟; aunque no quiera decir ello que halla desaparecido de „icso facto‟ ese fundamento economicista, sino que ya no se coloca en el centro de las reivindicaciones nacional-populares; la economía nacional ha tomado forma de „economía popular‟ en América mestiza, dado el importante peso que ha adquirido la llamada „economía informal‟ entre los pueblos de la región. Las antiguas reclamaciones anti-sistema económico moderno se han ido transformando en reivindicaciones anti-sistema de valores modernos. Reivindicaciones que no son ajenas a los pueblos de nuestra América; y mucho menos son recientes, este tipo de reclamaciones „más allá de la modernidad‟ venían imponiéndose de tiempo atrás, pero el neologismo del proletariado que reinó entre las ideologías de la „vieja izquierda‟, habían impedido su realización histórica, es por ello que podemos considerar que los movimientos „más allá de la modernidad‟ no sólo son fundadores de la época contemporánea, sino que además, le han dado vida al movimiento de la „nueva izquierda‟ latinoamericana al oxigenar los debates ideológicos sobre la noción de sujeto y al tratar de resolver lo que he denominado „el nudo giordano del marxismo‟ (Ramírez, 2005) es decir, su reduccionismo economicista y materialista. 2.2 El auge de la nueva izquierda. El auge de la llamada Nueva Izquierda Latinoamericana se ha presentado relativamente pronto si se tiene en cuenta que la caída de los viejos esquemas tiene fecha en 1991, podemos inferir que toda la década de los años 90‟ estuvo marcada por dos etapas, la frustración política profunda y, luego, la reconfiguración de los discursos emancipatorios en torno al debate sobre la vigencia del marxismo; recordemos a los escritores como Vargas Llosa vociferando acerca del „perfecto idiota latinoamericano‟ y los cánticos de victoria del neo-liberalismo en los inicios de la década pasada. La Nueva izquierda latinoamericana entra con pié derecho al tercer milenio, realizando importantes transformaciones sociales (aunque todavía no estructurales) desde la tribuna misma de la institucionalidad burocrática vigente, y revitalizando todo su potencial político-ideológico a partir del reconocimiento de la pluralidad y la diversidad en oposición al discurso monolítico estalinista-maoísta. La profesora Laura Ruiz Jiménez en su artículo para la Revista Cartografías del poder. Hegemonía y respuestas. Plantea de manera sucinta „Los retos de la izquierda latinoamericana‟; evidentemente comienza por plantearle un contexto histórico a esa nueva izquierda que a su vez se ha visto favorecida no sólo por la


12 reconfiguración de los discursos, sino además, por el ascenso y caída de las doctrinas neoliberales. Publicado en 2005, identifica como gobiernos de izquierda bajo la figura de partidos y/o coaliciones en el poder encabezadas por Ricardo Lagos y Michel Bachelet en chile; Néstor Kirchner en Argentina, Lucio Gutiérrez en Ecuador; Tabaré Vásquez en Uruguay; „Lula‟ da Silva en Brasil; y, lógicamente, Hugo Chávez en Venezuela; posterior al artículo citado sería elegido Evo Morales en Bolivia; recientemente, octubre de 2006, países como Costa Rica y Paraguay han dado su giro a la izquierda, los brasileños reeligieron a „Lula‟; en noviembre de 2006 la democracia nicaragüense volvió a dar su voto de confianza en la Revolución al elegir nuevamente a Daniel Ortega como presidente, esta vez apostaron por una Revolución Democrática reconfigurando y conjurando con ello el antiguo esquema de la revolución violenta y la guerra prolongada, ha de recordase que el primer prócer en esta gesta de revoluciones democráticas fue el recordado Salvador Allende, quizás por ello, ha sido la izquierda chilena la primera en dar un paso al frente al elegir a Ricardo Lagos. A si mismo, la autora identifica unos ciertos repuntes de la izquierda en elecciones locales como en Perú, México, Nicaragua, (y Colombia 2006). La causa de este avance inusitado de la izquierda en nuestro medio se lo atribuye al fracaso evidente de las medidas de ajuste neoliberal impuestas desde el centro dominante. Es decir, desde el consenso de Washington como expresión inequívoca de la hegemonía norteamericana en el hemisferio americano. Los principales argumentos de los electores para respaldar coaliciones de gobierno que prometieron oponerse a las medidas de ajuste, es que vieron en ello que no garantizaba el crecimiento económico, que debilitaba el sector productivo nacional, que incrementaba el desempleo y la pobreza y que implicaban altos costos sociales. Motivos todos ellos argumentados de vieja data por los sectores más incisivos de la izquierda, cuyo veredicto negativo sobre la sostenibilidad del modelo terminó por imponerse. Estos movimientos que se opusieron insistentemente al modelo neo-liberal conforman un grupo muy heterogéneo- dice la profesora Ruiz Jiménez- tanto por sus orígenes y trayectorias como por estilo de gobierno. Todos ellos reconocen la (imposibilidad) de aplicar un modelo de desarrollo diferente al que imponen los organismos financieros internacionales y las grandes corporaciones; es decir, el gran capital. Sin embargo, estos movimientos están realizando interesantes esfuerzos para reducir la pobreza, ampliar el marco de participaciones, romper las desigualdades aberrantes, eliminar los privilegios, luchar contra la corrupción política, sanear las economías, flexibilizar el modelo económico, devolver al Estado atribuciones arrebatadas, aplicar ambiciosas políticas sociales, articular formas de relación menos sumisas frente a organismos internacionales y empresas multinacionales. 2.3. El contexto de los 90‟. „Hacia 1990, los organismos financieros internacionales auguraban para esta región una exitosa y sostenida trayectoria económica si aplicaba el recetario del consenso de Washington. El Banco Mundial estimaba que,


13 gracias a las políticas de privatización de empresas públicas, desregulación y apertura comercial, la región tendría altas tasas de crecimiento durante largo periodo de tiempo, lo que le permitiría superar los problemas del desarrollo y disminuir drásticamente los indicadores de pobreza‟. (Ruiz Jiménez, 2005.) Esta „verdad absoluta‟ que se difundió a principios de la década, degeneró en „verdad relativa‟ al caer la década y se evidencio como „subterfugio constituido‟ en el primer lustro del siglo. Digo subterfugio constituido por que, en su época, tuvo el consentimiento irrefutable de los más destacados cientistas de la economía, cuyos cálculos parecían tan apocalípticos como mesiánicos. En fin, el único postulado científico verificable hasta hoy es que este modelo económico sirve para enriquecer a un reducido número de personas y para empobrecer a la gran mayoría de la población mundial. Con esa promesa habría de trabajar América mestiza los últimos 15 años, la promesa no fue diferente sus resultados tampoco. Veamos lo que identifica la profesora Ruiz Jiménez: „[…] Pero a partir de la crisis asiática de 1997, los indicadores económicos empezaron a ser negativos‟. […] la realidad quedó muy lejos de las expectativas‟. Dice la profesora y agrega, la tasa de crecimiento fue sólo de 1.7, lo cual es insuficiente, los flujos de inversión tampoco se comportaron de acuerdo a lo pronosticado, las únicas inversiones importantes se hicieron para adquirir empresas estatales con amplios mercados asegurados, la pobreza apenas disminuyó del 48% al 43%, el índice de personas que viven bajo el nivel de pobreza alcanzó los 214 millones, las recetas implicaron recortes en el gasto social del Estado, aumento de desempleo, trabajo precario, economía informal, estancamiento de la economía; son algunas de las consecuencias perversas de la aplicación de las medidas de ajuste impuestas por los organismos financieros internacionales. Todas las anteriores contribuyeron a la quiebra del modelo neoliberal y a fomentar el giro del electorado latinoamericano hacia la izquierda en el espectro político. Ella se comprometió, además de luchar contra su viejo enemigo neoliberal, mejorar las condiciones de vida de los habitantes de la región, especialmente de los sectores sociales más vulnerables y desprotegidos por la acción de las medidas de ajuste. Su carácter es pluralista, su distanciamiento de la „vieja izquierda‟ también es claro, más su prudente viraje hacia posiciones moderadas le han llevado a asegurarse la simpatía de sectores de centro y progresistas-demócratas. Su estrategia moderada le ha permitido aglutinar el voto de sectores cada vez más amplios de electores que responden favorablemente a un proyecto desprovisto de antiguos fanatismos, así como el respeto de la comunidad internacional. Hoy incorporan a sus filas antiguos revolucionarios y militantes de grupos armados pero su apuesta ideológica ya no cuestiona el modelo democrático capitalista sino las desigualdades que este propicia. Su apuesta principal se orienta a cambiar el sistema desde dentro, lo cual han logrado con inusitado éxito. El viraje político en América mestiza indica que los ciudadanos apuestan por una economía que sirva a todos en general; demandan políticas sociales más activas (y menos retóricas) y mayor independencia frente a organismos financieros internacionales y las grandes trasnacionales; se pronuncian en contra de partidos responsables de la aplicación de esas medidas, tanto por sus malos resultados


14 como por los altos índices de corrupción, fortalecer el Estado frente a las corporaciones, que recupere su papel redistribuidor y que asuma posiciones activas frente a los intereses foráneos, pero, presentando un ambiente de confiabilidad para la inversión de todo tipo; más la aplicación de medidas encaminadas a modificar las relaciones de poder y generar mejores condiciones de vida digna para la mayoría de la población. (Ruiz Jiménez, 2005). De acuerdo a los nuevos reclamos de los electores latinoamericanos, producto del revés que significó el paradigma económico neoliberal, los nuevos gobiernos de izquierda orientan sus principales políticas de gobierno hacia „tres líneas de acción común‟. Dentro de las políticas implementadas por gobiernos considerados de izquierda en América mestiza, la profesora Ruiz Jiménez identifica las siguientes líneas de acción común a todo el bloque latinoamericano. Son ellas, 1. Políticas y programas sociales, que se refieren a reducir la pobreza, mejorar condiciones de vida, en términos de salud y educación, programas dirigidos a sectores con mayor nivel de exclusión, transferencia directa de recursos del Estado a los ciudadanos más empobrecidos. 2. Normas y leyes contra la desigualdad y los privilegios, que se refieren a que aunque los ciudadanos prefieren el sistema democrático, expresan altos índices de insatisfacción e identifican que este sistema de gobierno ha sido complaciente con la desigualdad y los privilegios y muy poco comprometido con el bienestar de las mayorías, el sistema político calcado de occidente a tenido como ausente el componente social; sin embargo, la lucha contra la corrupción exige de un pliegue de todos los ciudadanos a la ley, lo cual es un reto para nuestro pueblo. 3. Nuevas relaciones con los grupos económicos, que consiste en cambiar la actitud sumisa y complaciente de antiguos gobernantes y establecer relaciones „mas horizontales‟, con grupos económicos o agentes económicos internacionales; no se pretenden romper las relaciones, sino, horizontalizar las relaciones de poder, cuestionar y plantear una posición más crítica frente a los intereses económicos que tienen los grandes consorcios multinacionales en la región latinoamericana, los nuevos gobiernos de izquierda acepan trabajar con el modelo impuesto, pero, se libran sendas batallas ante los organismos financieros internacionales para establecer relaciones más coherentes con las realidades de nuestros pueblos. Una cuarta línea podría ser identificada en el planteamiento de Ruiz Jiménez, la de dar respuesta urgente a las demandas acumuladas, el triunfo de estos gobiernos ha generado grandes expectativas no solo en sus países sino en el exterior, pero sobre todo en las clases populares que por largo periodo de tiempo hemos visto y escuchado todo tipo de promesas que al final se traducen en frustración y desengaño. Por ello, quizás, los nuevos gobiernos llamados de izquierda están complementando su política reformista al interior de sus países con una decidida estrategia de política exterior integracionista que muchos latinoamericanos consideran imprescindible; esto se debe a que el refuerzo de las relaciones regionales se observa como la vía de inserción más eficaz al mundo globalizado; ahora todos coinciden en afirmar que reforzar los vínculos entre los países del sur del continente contribuye a enfrentar desde una postura más sólida las relaciones con la potencia del norte y los agentes económicos internacionales. Por ejemplo el consenso de Buenos Aires, firmado entre „Lula‟ y Kirchner en octubre de 2003, es una demostración de la voluntad de estos gobiernos para lograr una mayor


15 autonomía de decisión que permita hacer frente de manera más eficaz a los movimientos desestabilizadores del capital especulativo internacional y a los intereses contrapuestos de bloques desarrollados (o superpotencias), haciendo valer nuestra voz en los escenarios internacionales del nuevo mundo globalizado. 2.4. La pregunta por el tipo de Estado que administran las nuevas izquierdas. Para entender tanto el nuevo orden mundial, como la situación de la región latinoamericana articulada a las tendencias globales, tendremos pues que entender de qué tipo de Estado estamos tratando. Y, fundamentalmente, comprender en su esencia la categoría: Crisis del Estado-nacionalista. Nos referimos, entonces, a „Estados centralizados, diferenciados, autónomos y burocráticos que finalmente llegaron a predominar en Europa y luego en todo el mundo‟ (Tilly: 1991: 74) esos Estados europeos vinculados a la hierocracia cristiana representaron los intereses de dominación universal del llamado „hombre blanco‟; por ello, Thomas Hobbies definiría el Leviatán como aquella república eclesiástica y civil (hierocrática) en cuya etnocéntrica representación del mundo se hallaría la tanática realización universal del Estado nacional, es decir, la realización del imperio mundial de occidente (mundialización) mediante la transición hacia el universal imperio de la sociedad industrial avanzada (y modernización) (Moya: 1979). Es posible entender las proposiciones de Charles Tilly según las cuales en la constitución de ese sujeto social aparecería la visualización de un sistema económico mundial como soporte de un sistema mundial de dominación política (Estado moderno en Lenín. El estado y la revolución)), y que, Immanuel Wallerstein definiría como sistema mundo capitalista. Ese sujeto social, cultural, político y económico se diferenciaría claramente de la cultura oriental, del mundo árabe y del África negra; y, a la llegada de los europeos a nuestra América también se distinguiría de Indo América. La humanidad dirigida por occidente ha visto la dominación progresiva de Estados grandes, avaros y burocráticos, y con ella, la transformación del Estado como tal y el particular desarrollo del capitalismo a escala mundial; el Estado aparece, entonces, como control centralizador de la vida cotidiana de la nación en un exclusivo sistema de dominación universal promovido por occidente. El Estado-nación surge, pues, en un mundo fragmentado en múltiples bandos en conflicto; conflictos de intereses económicos que asumen las vestiduras del nacionalismo. Nacionalismo que sólo invoca a los pueblos a la carnicera realización tanática del Estado nacional bajo el supuesto de la liberación nacional y la defensa de una supuesta soberanía. Supuesta porque es artificiosa y defiende los intereses de pequeños grupos económicos y poderosos. „A partir de la creación de los ejércitos permanentes (…) los Estados europeos (…) establecieron fronteras, negociaron estas con los vecinos, las protegieron con guardias, inspeccionaron los bienes y las personas que las cruzaban, crearon y rechazaron pasaportes y visados para la gente de ambos lados de las mismas y las convirtieron en mitos, como si fueran algo natural, característico, incluso predestinado‟. (Tilly: 1991: 82)


16

En 1917, los Estados capitalistas de todo el mundo sufrieron una transformación que los marcaría para el resto de sus días, la Revolución soviética impondría al occidente capitalista la competencia política con el naciente Estado socialista que se presentaba como intervencionista y benefactor con su pueblo, por lo que estaba desafiando las posibilidades unilaterales del Estado no intervencionista que por obra de Adam Smith y su famosa „mano invisible del mercado‟, se pretendía incuestionable, indestronable e insuperable. Durante la crisis de 1929, el Estado socialista soviético vería su segundo triunfo frente al occidente capitalista, su triunfo se debe al triunfo del Estado planificador sobre el Estado de libre mercado; en tal contexto aparecería John Mainar Keynes con su teoría del Estado benefactor, que también sería conocido como Estado social de derecho o simplemente Estado social, este tipo de Estado emerge como triple comodín de potencializar la quebrantada economía de libre mercado, la de competir con el generoso Estado socialista y evitar la inclinación popular hacia un Estado asistencialista que se imponía en todo el mundo. Ese estado social benefactor duró lo que duró la revolución soviética en el poder; en 1991 se impondría en todo el mundo el Estado neoliberal que añoraba solucionar todas las endemias y anomias del sistema mundo capitalista mediante la mano invisible del mercado con el instrumento entregado en el documento conocido como consenso de Washington, las políticas de ajuste neoliberal, contra las que se manifiesta hoy en día todo el pueblo latinoamericano. Pero además de caracterizar el Estado en su forma occidental como grande, avaro y burocrático, se suma en América mestiza la especial consideración de ser premoderno, ineficaz, corrupto y corruptor, despilfarrador y otra gran cantidad de calificativos que lo describen tal cual; sin embargo, y a pesar de ello, otro mal se cierne sobre el Estado burocrático en todo el mundo, es la creciente globalización de las relaciones sociales en el planeta, incluyendo las relaciones de producción, que están conduciendo a los Estados a una crisis que amenaza sus existencia en los términos que se ha presentado hasta hoy; Manuel Castells y Jordí Borja en su texto Local y Global (1.998), ponen de manifiesto que la crisis de los Estados nacionalistas se caracteriza por que en las condiciones actuales de globalización creciente, el Estado tal y como está no controla las dinámicas mundiales y tampoco responde a las demandas locales, ni representa sus deseos e intereses. Tanto Tilly, como Norberto Bobbio en su Diccionario de política reconoce que las mismas condiciones que dieron nacimiento a los Estados modernos, los están socavando, a saber el desarrollo de las fuerzas productivas por fuera de las artificiosas fronteras nacionales, igualmente las relaciones de producción cada vez extendidas a territorios internacionales más bastos hacen que las fronteras, los aranceles y las “supuestas” identidades nacionales se revienten. Por otro lado, según Samuel Huntington en su famosos Choque de civilizaciones‟, lo que se observa es que „mas allá‟ del la homogeneización total de las culturas humanas lo que se está presentando es que en diversos lugares del mundo son sendas culturas milenarias y otras culturas populares y tradicionales emergentes las que le están planteando al imperio de occidente una dura confrontación por medio de las resistencias culturales. (Huntington, 1.997); las identidades nacionales


17 impuestas por las élites dominantes desde el propio colonialismo (Tilly, 1.991), están siendo cuestionadas por otro tipo de identidades más relativas a cuestiones de carácter étnico y cultural (Beriain, 1.996), el Estado moderno sólo tiene espacio para las élites blancas proclives a occidente (Palacios, 1.995) por ello las resistencias culturales de la época contemporánea están reventando los cimientos que dieron vida a las artificiosas fronteras (supuestamente nacionales) que hoy mantienen a nuestros pueblos con identidades comunes en condición fragmentaria (Ramírez, 2006). Continuando con este hilo discursivo sobre el tipo o carácter del Estado contemporáneo o Estado de la post-guerra fría, definiremos, con el profesor José Vargas Hernández en su texto: „Del Estado nación al Estado cosmopolita‟, que la globalización significa la intensificación de las relaciones entre individuos que viven en diferentes parte del mundo, incluyendo las relaciones económicas; esta globalización ha impulsado movimientos de „Rediseño del Estado‟ cuyas causas se encuentran tanto en el fracaso de la economía socialista, como en la implosión estratégica del libre mercado, la consecuencia de este modelo globalizante es la competencia económica global entre productores locales. El cambio de modelo, según Vargas Hernández, implica y se presenta en dos direcciones, por un lado la supresión del modelo socialista de la planificación estatal, por el otro, la imposición del libre mercado; la complementación de estos dos modelos tendría como resultado que el mercado pasa a ser una construcción social que operacionaliza las relaciones sociales (suplanta la función social del Estado). En tal sentido, dice Vargas Hernández que el fin de la guerra fría significó el inicio del desmantelamiento del Estado de bienestar mediante políticas reaccionarias impuestas unilateralmente, lo que pone en juego el orden mundial y la supervivencia del sistema capitalista. El neoliberalismo re-produce y profundiza las desigualdades sociales entre países y entre clases sociales. El modelo está diseñado para transferir la propiedad y la riqueza a los grandes capitales transnacionales con lo cual, obviamente, desaparecen las economías nacionales. El Estado neo-colonial es el Estado neoliberal que atraviesa por una crisis de legitimidad y gobernabilidad, se torna intervencionista y regulador a favor del gran capital y sus intereses hegemónicos, para lo cual cuenta con el apoyo de las élites locales. El Estado neoliberal debilita la integración económica internacional, no armoniza los conflictos de intereses nacionales y no mantiene la cohesión social. 2.5. El carácter de la nueva izquierda latinoamericana. Con el artículo de Dietmar Dirmoser, „Democracias sin demócratas. Sobre la crisis de la democracia en América latina‟, encontramos tal vez el análisis más profundo sobre la izquierda latinoamericana en la Revista Nueva Sociedad número 197 de 2005; lo primero que hay que destacar es el acertado conocimiento de Karl Kaustky y, fundamentalmente, de una máxima suya, quizás desconocida pero, muy apropiada: „Para acercarse al socialismo hay que tomarse muy en serio eso de la democracia‟. La historia del siglo XX ha demostrado el fracaso de stalinistas y maoístas al oponerse a este postulado que podríamos llamar de marxismo contemporáneo. Preciso en esto consiste el auge de la nueva izquierda latinoamericana, en tomarse en serio la democracia.


18 Dirmoser afirma que los desafíos de la izquierda latinoamericana actual pasan por contrarrestar efectivamente el fortalecimiento mundial del autoritarismo (bajo su forma de „lucha contra el terrorismo‟); contrarrestar las actitudes de „anti-política‟ en la población desencantada; y garantizar el aumento de posibilidades de participación. 2.5.1. El contexto: Estos desafíos de la nueva izquierda se inscriben en un contexto caracterizado por conflictos internos, inestabilidad política, autoritarismo creciente (Fujimori y Ménen), democracias en dificultades y duramente golpeadas, mala administración y corrupción (déficit en la burocracia weberiana, según el profesor Efrén Barrera de la Facultad de Ciencias Económicas de la U de A), vulneración de las normas democráticas, desigualdad en la distribución, crisis económica permanente, instituciones erosionadas (sirven como fachada de algo), incremento del poder ejecutivo, regímenes personalistas, caudillismo y gamonalismo, estructuras férreamente verticales, clientelismo y grupos de afectos, amenaza de reelecciones y presidencias vitalicias, actores sociales con conductas autoritarias y antidemocráticas (Maras y Piketeros), grupos económicos poderosos como mafias, movimientos anti-sistema. Motivos todos ellos que se conjugan en el título que el autor da a su trabajo „domocacias sin demócratas‟. Entre tanto, Dirmoser afirma que los nuevos estudios sobre la democracia indican, según la hipótesis, la existencia de tendencias negativas de la democracia. La definición tomada del ambiente académico anglosajón conduce por medio de la expresión inglesa electoral democracy a pensar que la democracia se define como la dirección política elegida en votaciones generales, libres y periódicas (según la firma: Freedom House); en tal sentido el sistema democrático latinoamericano, que no es original y además es mal copiado de modelos occidentales, recibe calificativos tales como: semi-democracia, democracia defectuosa, democracia virtual, pseudo democracia, democracia oligárquica, no liberal, semiautoritarismo, autoritarismo blando, régimen híbrido, democracia en crisis; otros calificativos para el tipo de democracias que asistimos en la actualidad, se definen como: Revolución democrática con Reagan, democracia liberal de mercado con Clintón, democracia delegativa (evidenciada un: „haga usted‟, como el caso de Uribe Vélez en Colombia) y otros de los que no habla el autor como tecnocracia de moda con el neoliberalismo, hierocracia con Hobbies, democracia radical con Moufe, etc. Entre tanto, según el autor, el Plan de las Naciones Unidad para el Desarrollo PNUD- manifiesta encontrar una cierta estabilidad al referirse al estado de las democracias en América latina, dice el PNUD que los aspectos más importantes a analizar son los derechos políticos, ciudadanos y sociales, dice que hay que observar con detenimiento cuáles estructuras operan y cuáles son sus funciones efectivas (existen instituciones fachada) es importantísimo establecer las relaciones ciertas entre el modelo (democrático) y la realidad (social); por ejemplo, dice que mientras en occidente se trabaja con la lógica de democracias universales y universalistas, en nuestra América se presenta que las democracias son particularistas; denuncia el PNUD la existencia de unas costumbres políticas defectuosas que entorpecen las dinámicas de participación social y política, como el clientelismo que se refiere a redes de subordinación política que obedecen a grupos


19 de interés que retribuyen de alguna manera a sus clientes por medio del reparto de recursos y servicios; este tipo de apropiación pública de recursos y servicios contribuye al fortalecimiento de la corrupción política y administrativa en el entendido de la existencia de un truque de recursos y servicios a cambio de favores en política como el voto y el respaldo, así, el amiguismo constituye el „modus operandi‟ de la política en América latina, lo que es observable en todas las esferas políticas, desde las más altas hasta las más bajas, desde las más derechistas hasta las más izquierdistas. La estructura moderna de los partidos políticos también ha hecho explosión al quedarse como instituciones que responden a agregados de intereses particularistas, lo que constituye su función original moderna, o sirven meramente de coalición a intereses grupales y parciales (fragmentarios en la lógica de la profesora Maria Teresa Uribe), carentes de ideologías sólidas, incapaces de proyectos de nación (inmediatistas y coyunturalistas), con acentuados caracteres autoritaristas, reaccionarios, reformistas, activistas y que por su vaciamiento de contenido, parafraseando a Castells, no entienden lo local y tampoco manejan lo global. Respecto al contexto enmarcado por el llamado „Consenso de Washington‟, identifica que es producto del fin de la „guerra fría‟ y del Estado Benefactor. Su objeto principal es la liberalización de los mercados del continente, la integración agresiva de éstos al mercado mundial; sus consecuencias se presentan como una tendencia generalizada hacia la globalización de la región latinoamericana y cuya anomalía se expresa en el „retroceso‟ del desarrollo económico, la caída de las clases bajas y medias, hiperinflación que llevó a finales de la década de los 90‟ a los acontecimientos de „Caracazo‟ en Venezuela y „Cacerolazo‟ en Argentina. Esos y otros acontecimientos constituyen levantamientos populares de unas masas enardecidas de perdedores que reclaman lo prometido. El clima dejado por todos los anteriores hechos y acontecimientos es que el balance de las perspectivas neoliberales no es alentador y por el contrario existe un generalizado desencanto en Latinoamérica por ese modelo en muy corto tiempo; sus evidencias son claras, las economías no rompen la estructura de la dependencia, no entran en el mundo desarrollado y cada vez se aleja más de él, no redujo la pobreza sino que la duplicó, y en consecuencia el incremento de la brecha social es impresionante, se observa, como reflejo de ello, un desencanto total por la democracia liberal que amenaza la estabilidad política de las democracias, e incrementa los conflictos de todo tipo en la región. 2.5.2. Situación y perspectiva: La primera situación en que se inscribe la izquierda latinoamericana presenta aspectos favorables que podríamos analizar como matriz de oportunidades y fortalezas: la primera imagen indica que la „nueva izquierda‟ no tiene responsabilidad alguna con las medidas de ajuste impuestas por el consenso de Washington, no realizó ningún tipo de alianzas „maquiabelas‟ a fin de respaldar tal pretensión, sino que por el contrario, adoptó una firme posición crítica frente al emergente modelo económico-político neo-liberal. En un segundo aspecto, el autor identifica que en el periodo de tiempo en que se implementaron las medidas de ajuste mencionadas, las nuevas izquierdas se estaban ocupando de asuntos internos (que personalmente identifico como acciones de „re-configuración‟ tanto de los discursos como de las estructuras organizativas y mentales, estas acciones se manifestaron como


20 actitudes de repliegue durante la década de los 90‟, incluyendo la elaboración psicológica del desencantos y frustraciones muchas, producto del fracaso del proyecto soviético y la caída de la Cortina de Hierro, el Muro de Berlín y el Pacto de Varsovia); entre los cuales se cuenta la asimilación de sendos sectores de la insurgencia armada ahora desmovilizada, que en la gran mayoría de los casos ahora se ocupan como funcionarios del Estado y que han contribuido enormemente a desarrollar este proyecto democrático de giro a la izquierda en América mestiza. Precisamente, el autor, reconoce que esa „reconfiguración‟ obedece al fracaso político del proyecto revolucionario armado iniciado en los años 60‟, luego del triunfo de la Revolución cubana, y desarrollado en los años 70‟ y 80‟ hasta su desmonte y „des-estructuración‟ de las estructuras revolucionarias de carácter armado a finales de la década de los 80‟; a raíz de esto, se observa que la nueva izquierda presenta una nueva „oferta política‟, que de acuerdo al esquema de „des-estructuraciónreconfiguración‟ que yo planteo, se presenta a los electores latinoamericanos como una alternativa seria al prometer mejores resultados y, efectivamente, cumplir (motivo por el cual podemos inferir se hallan producido las reelecciones de „chaves‟ y „lula‟, y se halla propagado la ola del giro a la izquierda por todos los países de la región). Un último elemento a considerar es que esta nueva izquierda probablemente esté siendo alentada por una integración de voluntades de centroizquierda y de centro-derecha, en oposición a los fanatismos. Para los cientistas sociales, parece claro definir que la situación de la llamada „Nueva izquierda latinoamericana‟, se entronca con la idea general de una emergencia de „Nuevos movimientos sociales‟ que se manifiestan con reclamaciones „post-materialistas‟ como las derivadas de los asuntos étnicos, de género, diversidades sexuales, etc.; lo que a su vez se entronca con la categoría de „Emergencia de la pluralidad de racionalidades‟ que propone Sergio González Moena (1.997). Esta categoría de los nuevos movimientos sociales se expresa como una realidad que responde al fracaso de los partidos por causa del amiguismo, el clientelismo, el caudillismo, el gamonalismo, la corrupción, la inoperancia y la incapacidad par presentar y ejecutar soluciones reales. Además, las lógicas de asignación de recursos en el sector público se han transformado y con ello la posibilidad de acceder a ellos se ha disminuido y reducido, lo que ha afectado gravemente los intereses de unos partidos políticos agregados a dinámicas grupales y parciales en virtud del clientelismo fragmentario que evocara la profesora María Teresa Uribe. El sistema de representación de intereses particulares (partidos) ha caído en profunda crisis de desuso y obsolescencia. Por otro lado, la práctica desaparición de esa izquierda radical y extremista, no particularista y que poseía proyectos de nación, por lo cual era peligrosa a los intereses de poder y que se manifestó más contundentemente en el triunfo de la revolución cubana; ha permitido que se generen ambientes de confianza por parte de diversos sectores del la sociedad que no desean acciones desestabilizadoras de la tranquilidad cotidiana; la nueva izquierda al ser moderada genera mucho más entendimiento entre los diversos intereses en conflicto en la integración social (Beriain, 1.996).


21 Por ello, propongo la noción de „gobiernos de centro-democrático‟, porque no aplican ni al extremo derechista pero trabajan con el modelo económico dominante sin atacarlo directa o violentamente, tratando de transformarlo desde dentro por la vía de la democracia, ni tampoco aplica al extremo izquierdista que desea generar crisis mediante el pánico y la violencia radical, pero entiende la necesidad de desarrollar acciones políticas contundentes de masas que contribuyan a socavar los pilares de la dominación y la hegemonía occidental. Estos gobiernos de centro democrático, al ser coaliciones de múltiples intereses y reclamaciones, se presentan como gobiernos híbridos que no se casan con ideologías en particular, sino que tratan de articular diversas acepciones en una lógica muy del „sincretismo latinoamericano‟; motivo por el cual, quizás, el autor identifica que los matices que alcanzan estos gobiernos de izquierda son de: Neopopulismo, al hacer caso omiso de las reglas y normas que imponen los centros dominantes, se caracterizan, igualmente, por militancias clientelistas en rededor de líderes caudillistas. También pueden ser vistas como: Populismo neo-liberal, porque no se alejan de los modelos aperturistas, garantizan la inversión, promueven la reconversión del sistema, etc. Lo anterior coloca a las izquierdas de la región en el poder, ante una segunda serie de situaciones bien complejas, al captar el voto de protesta del electorado latinoamericano se ve obligada a cumplir con multitud de demandas y reclamos de la población al Estad, pero también se compromete con asuntos de carácter éticopolítico que son ineludibles en el nuevo orden contemporáneo como es el de conservar un prestigio relacionado con una imagen de mayor sensibilidad social, arraigo en el movimiento social y las clases populares, representa una fuerza política nueva, fresca y sana, se presenta como reserva moral de la sociedad, son amigos de la anti-política y el desencanto de la política y una apuesta clara contra la corrupción político-administrativa; en tal consideración debe asumir ciertos roles políticos que le exigen un mayor pragmatismo frente a asuntos macroeconómicos fundamentados en cuestiones de „economía nacional‟, se ve impelida a aplicar y combinar medidas de crecimiento económico (de sectores públicos y privados por igual) con programas sociales exhaustivos, la población exige una posición férrea frente a la deuda externa, la recuperación de los servicios sociales que antes prestaba el Estado benefactor es una necesidad sentida por todos los pueblos latinoamericanos, por igual la protección de la fuerza de trabajo y la promoción de los recursos naturales. En esta combinación de nacionalismo y populismo, se presenta como un hito histórico el „no ataque‟ a la propiedad privada y el respeto de ella como parte de los derechos fundamentales del ser humano, el derecho a la propiedad, en tal sentido los gobiernos de izquierda deben articular este derecho con una concepción realista del bien común –según Dirmoser- esto debe traducirse en un aumento de las posibilidades de participación política y económica, y de las posibilidades que brinda la sociedad en su conjunto. Esto ayuda a fomentar una visión coherente, realista, horizontal e igualitaria de la sociedad. 2.5.3. El surgimiento de los regímenes nacional-populares:


22 El análisis sobre los regímenes nacional-populares que han surgido en los últimos años en diferentas países y latitudes de nuestra América, que hemos denominado gobiernos de centro-democrático, se encuentra con lujo en el texto de Carlos Vilas para la revista Nueva Sociedad No 197, denominado, precisamente, „La izquierda latinoamericana y el surgimiento de regímenes nacional-populares‟; Vilas nos introduce en una izquierda sin posiciones „duras‟ (es decir, violentas), menos confrontacional, más gradualista, más pragmática y menos romántica, constituida no por grupos hegemónicos y dominantes, sino, por coaliciones de diversa índole de grupos y sectores que tienen un sentimiento „anti-neoliberal‟ profundamente marcado; esta nueva izquierda estimula las expectativas y la perspectiva de cambio social democrático, es una izquierda constituida ya no de maoístas y stalinistas sino de demócratas y progresistas. Carlos Vilas se pregunta qué se entiende cuando hablamos de izquierda, dice, entonces que constituye una fuerza social de transformación y progreso con una muy amplia convocatoria popular, se caracteriza por impulsar regímenes nacionalistas y populistas; es decir, nacional-populares. Se define por oposición a sectores de poder tradicionales. A su vez, son portadores de dos tendencias: una caracterizada por ser portadores fanáticos y desadaptados de la ideología anti-todo: en la lógica de la queja. La segunda, más moderada, propende por convertirse en transformadores de ideas en acciones de cambio social desde posiciones de poder político. Analiza sus logros en tres perspectivas: la primera alude a los triunfos electorales en todo el continente, Chile con Allende, Lagos y Bachelet, Venezuela, Argentina, Brasil, Uruguay, (recientemente) Paraguay, Bolivia, Nicaragua, Costa Rica, Ecuador, Panamá y otros. En segundo lugar clasifica las Revoluciones triunfantes de México (1919), Bolivia (1952), Cuba (1959) y Nicaragua (1979). Y, por último, identifica las importantes rupturas institucionales que sin constituir ni Revoluciones ni gobiernos de izquierda marcaron un hito en la historia de sus países, tenemos pues, Brasil (1937), Guatemala (1944), Costa Rica (1948), Perú (1968), el autor no incluye a Colombia (1954) con el general Rojas Pinilla, ni a Panamá con Omar Torrijos. El contexto histórico que el autor le asigna a la nueva izquierda, en un periodo de tiempo largo, es de dictaduras militares, capitalismo (que se ha calificado como tardío y atrasado), guerras civiles, revoluciones y contrarrevoluciones, medidas de ajuste neo-liberal impuestas por el consenso de Washington, endeudamiento externo (público y privado), apertura de mercados a la globalización, avance en la mercantilización de las relaciones sociales y la constitución de ciudadanías de referente individualizado (fragmentarias). Vilas atribuye el auge de la izquierda a tres factores fundamentales: 1. impacto socialmente negativo de las medidas de ajuste neo-liberal; 2. Reduccionismo unidimensional de las democracias tradicionales y 3. Aparición de reivindicaciones sociales de nuevo cuño como las étnicas, de género, ambientalistas, usuarios, consumidores, DD-HH, localismos y otras emergencias múltiples. Entre tanto, analiza las políticas de izquierda a través de tres ejes fundamentales: 1. Políticas tradicionales reivindicativas: lucha contra la pobreza, búsqueda de garantías de calidad de vida, reconocimiento de todo tipo de derechos, justicia social


23 distributiva, cierre de la brecha social, empleo, salud, seguridad, educación para todos. 2. Políticas constructivas: convertir aspiraciones populares en acciones de gobierno, promoción de asociativismo y el desarrollo local. 3. políticas de capitalismo moderado: es decir, capitalismo equilibrado, seguro, reglamentado, reformado, regulado y dinamizando la competitividad, la rentabilidad y la redistribución de recursos.

3. LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA DE VENEZUELA Para ubicarnos correctamente en la actual situación venezolana es preciso contextualizarle históricamente; según la Enciclopedia Temática Ilustrada de la Editorial Norma (2001) podemos reconocer a Venezuela como el país líder de la OPEP lo cual le hace muy importante en el ámbito económico-político internacional; al nivel interno tenemos que usualmente han existido, como en Colombia, dos partidos tradicionales que allí se denominas „Acción democrática‟ AD y el „socialcristiano‟ COPEI. En 1952 se presentó el primer golpe de Estado en ese país caribeño contra la continuidad de los gobiernos de Rómulo Betancourt y de Rómulo Gallegos; la prosperidad o „bonanza‟ petrolera venezolana se presentó a partir de esta misma época, lo cual permitió a los venezolanos desarrollar la industria principalmente relacionada con el crudo y sus derivados. En la década de los 90‟ se presenta el famoso „golpe de Estado‟ contra la presidencia de Carlos Andrés Pérez quien sufrió la prisión y el exilio, en 1993 asume la presidencia Rafael Caldera y en 1998 una coalición de diversos sectores principalmente de izquierda lleva a la presidencia al carismático y polémico Hugo Chávez Frías cuya elección constituyó la derrota de la vieja clase política venezolana mediante la llamada „Revolución Bolivariana de Venezuela‟ que ha constituido la quinta república venezolana desde la independencia y que entre otras cosas se ha caracterizado por la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente por medio de referéndum popular, asamblea esta que emitió una nueva carta política denominada „Constitución Bolivariana de Venezuela‟ aprobada también mediante referéndum y el cambio de nombre del país por el de República Bolivariana de Venezuela. Escuché hablar de Hugo Chávez por primera vez en las noticias, durante su fallido golpe de Estado al inicio de la década de los 90‟; en aquel entonces, considero no tenía suficientes elementos teórico-metodológicos para analizar lo que allí acontecía, precisamente porque aún no había ingresado en la Universidad y recién entraba en un profundo proceso de „frustrución política‟, preciso, por ese fallido intento Revolucionario de las décadas 60‟, 70‟ y 80‟ del que he tratado más adelante en el capitulo anterior. Con „Don Hugo‟ quedamos en „stand bye‟ hasta el día que por sus enfrentamientos con el imperio del norte volvió a salir en las noticias. Tengo que constatar que de esta manera hemos conocido el resto de los latinoamericanos el proceso venezolano; es decir, los que no somos venezolanos o no hemos vivido ni estado en Venezuela el los últimos 15 años, o que no somos


24 especialistas en el análisis de estos asuntos. Para la gran mayoría de „nosotros latinoamericanos‟ es así como hemos conocido tanto a la figura carismática de Hugo Chávez (el personaje) como La Revolución Bolivariana de Venezuela (el proceso), a través de los medios. A través de los medios hemos conocido La Revolución cubana, al „che‟ Guevara y el resto de acontecimientos y procesos importantes que en los últimos 50 años ha vivido nuestra América, al través de los medios masivos también se han oscurecido las figuras de líderes como Omar Torrijos y otros; gracias a los medios de comunicación hemos ido acercando nuestros pueblos y perfilando con ello la figura histórica de un sujeto social Revolucionario en nuestra América, el que hoy, precisamente se la está jugando el todo por el todo por La Revolución democrática, a través de los que hemos aceptado en denominar „El giro a la izquierda‟ de los electores y las democracias latinoamericanas, un „giro‟ producido por los efectos negativos del llamado modelo neoliberal. 3.1. El personaje: Para acercarnos a la figura mítica del „Comandante Hugo Chávez Frías‟, sucesor de Fidel Castro en América Mestiza, y fiel recapitulador del ideal Bolivariano en nuestra América, vamos a introducirnos en las páginas del texto de Agustín Blanco Muñoz recomendado para este trabajo por el profesor Jaime Nieto de la U de A, „Así habla el comandante‟; trabajo realizado mediante entrevista directa con el Estadista venezolano antes de su elección como presidente de los venezolanos, entrevista que se desarrolló entre los años de 1992 hasta diciembre de 1998. Dice que: „Pone al colectivo por encima del individuo‟. (Blanco Muñoz, 1998) Es quizás, la primera expresión e imagen que me impacta en la descripción de Blanco Muñoz acerca de „El comandante‟ (como le nombraremos en adelante), no me impacta por la frase en sí, de hecho cualquier político suscribiría lo mismo, sin embargo no se trata de cualquier político, se trata de un „hombre histórico‟ que no necesita demostrar que coloca al colectivo por encima del individuo, por que en cada uno de sus actos lo refleja, es insistente en ello y, más importante aún, parece que es el motivo de su éxito con las masas populares; al menos, con el elemento popular latinoamericano, que es populista por excelencia, le encantan los caudillos que se igualan a ellos, que se bajan del „olimpo‟ y se colocan en su nivel; en otras palabras: „Que comen en el mismo plato‟, como reza la expresión, igualmente, popular. Antes de continuar adelante deseo dejar bien en claro una posición frente a lo que en los 80‟ denominábamos „El culto a la personalidad‟, para referirse a Mao o a Stálin, pero fundamentalmente al primero por las condiciones culturales de la China; en tal sentido, quiero expresar mi intención de que este trabajo no termine siendo, preciso, un culto a la personalidad de Chávez, es más, es mi deseo que el sujeto latinoamericano identifique al caudillismo como una de nuestras características políticas pre-modernas, y que en tal sentido tenemos que hacer de cada latinoamericano un caudillo de la emancipación mundial de la periferia capitalista, como expresión de nuestra contemporaneidad. Entonces, en el momento en que se proclama al colectivo por encima del individuo, se proclama la lucha contra el caudillismo y contra el culto a la personalidad. La historia del siglo XX nos ha demostrado que gracias a ese culto al „individuo‟ que ejerce el liderazgo de una construcción social, el individuo también puede llenarse


25 de soberbia y convertir ese carisma, ese liderazgo, esa popularidad en una ventaja para tornar la construcción en „destrucción‟, tal como lo ha demostrado la historia del siglo XX en los casos de Mao y Stálin en el orbe comunista, Hitler y Musolini en el espectro occidental, y, Pinochet y Fujimori en el concierto latinoamericano. En este sentido, considera Hugo Chávez „haber sido colocado por los hechos en el ojo del huracán‟ y que „lo importante aquí no es su propia vida sino el proceso político de un pueblo‟. Como caso curioso y farandulezco, parece haber leído a Mao y a Plejanov en su texto „El papel del individuo en la historia‟ (el cual desconozco), en tal sentido se puede entender el hecho de que en términos epistemológicos todavía cree en la ciencia moderna de leyes, causas y efectos, sobre todo en las ciencias sociales; lo cual indica que todavía no ha entrado en la disertación acerca de „La Revolución paradigmática profunda que vivimos en la época contemporánea‟ (Ramírez, 2003 y 2004), que también es muy importante para leer la realidad y direccionar los procesos políticos emancipatorios de la actualidad, porque la revolución paradigmática a que me refiero, constituye un discurso emancipatorio de la ciencia contemporánea por safarse o sacudirse del yugo positivista que impuso la ciencia moderna occidental al sujeto pensante mediante acto racional de carácter lineal, dicotómico, plano y esquemático que en últimas terminó siendo un reduccionismo de la ciencia que sirvió más para ocupar el lugar vacío dejado por la religión (en la secularización), y para fortalecer y para legitimar los discursos de poder al reducir la ciencia a mera ideología de dominación (de la naturaleza, del hombre y de la mujer) y mera ideología del control (del clima, de las especies y de la producción); en vez de ser la ciencia un instrumento de la emancipación humana y una guía de sus ideales altruistas. En otro sentido, Chávez considera „La historia contemporánea‟, al considerar que la historia oficial ha sido muy manipulada; pero no alcanza a enlazar que ese tipo de análisis, que podríamos llamar hermenéutico, es el tipo de análisis que realizan las ciencias sociales contemporáneas para develar los discursos de poder inmersos en los postulados científicos (Ramírez, 2002), continúa diciendo en un tono muy rebelde que „la historia oficial ha sido falsificada, fue convertida en historia de héroes y caudillos con el objeto de suplantar el protagonismo del colectivo social (que en últimas es el que construye la sociedad), es una historia „falocéntrica‟ que promueve al „hombre‟ como constructor de la historia: historia de „grandes hombres‟, historia de los vencedores sobre los vencidos‟; quiero decir aquí que igual sucede en las demás ciencias sociales como sucede con la filosofía occidental dominante frente a la filosofía popular latinoamericana, de la psicología conductista frente al psicoanálisis, de la antropología moderna frente a la antropología contemporánea, de la sociología del control social frente a la sociología de la emancipación social, de la economía liberal burguesa frente a la economía popular latinoamericana o economía informal que llaman, etc. Es decir, como lo manifiesta Fals Borda: entre ciencia dominante y ciencia rebelde. Continúa la entrevista de Blanco Muñoz a Chávez Frías, en el que este último dice: „En la historia existen procesos en los cuales el pueblo pasa de ser „objeto‟ (de dominación) a ser „sujeto‟ (de la emancipación); es decir, un pueblo que vuelve a tener fe en sí mismo y en la fuerza transformadora poderosa que guarda en su seno‟. Invoca a Eduardo Galeano para decir que „El hombre empieza a ser político en el momento en que se preocupa por el destino de sus semejantes‟. Recuerda que


26 „Al salir de la academia militar íbamos empeñados en algo que no lográbamos precisar‟. En esas condiciones también recuerda que en algún momento se dijeron que „teniámos que permanecer como la garza blanca que aunque tenga sus patas en el barro, su plumaje blanco siempre está listo para el vuelo‟. También entendieron con Pinochet y otros dictadores militares de nuestra América que la misión de los militares no es „masacrar a los pueblos‟. „Comprendí la importancia de los proyectos populares en los procesos políticos y revolucionarios‟. (Blanco Muñoz, 1998) Manifiesta tener conocimiento del fenómeno de la „fragmentación‟ espacial, social y política de los pueblos latinoamericanos; comprende también que la vía ni es la violencia de la guerrilla, ni tampoco esta democracia –dice Chávez- por último, enseña que: „No hay que estar al frente del pueblo, sino, con él‟. 3.2. El movimiento: Como ya se dijo antes, ese movimiento que impulsa Hugo Chávez se formó con tres suboficiales y tres soldados al interior de las fuerzas armadas venezolanas, el año de 1977 con el nombre de „Movimiento Bolivariano 200‟. Con él se creó la idea de un „directorio‟, el que más tarde se creó con una asamblea en la que participaron más de 40 oficiales y eligieron para el mencionado directorio a los comandantes Arias, Castro y Chávez. Dice Chávez en su entrevista que „En la actualidad (antes de 1998) nuestro cuadro político está carente de doctrina y abultado de pragmatismo. Cada doctrina parece desdibujada y agotada, y cada grupo de interés se arma de pragmatismo‟. El MBR-200 reconoce que „no le jala‟ ni al capitalismo ni al comunismo. Pero, echan mano de múltiples ideologías siempre deseando extractar lo mejor de cada una de ellas a fin de lograr construir un proyecto diferente. Lo que se entronca teórica, ideológica y políticamente con aquello que llamamos „sincretismo latinoamericano‟. 3.3. La ideología: A lo largo de toda la entrevista „el comandante Chávez‟ se muestra insistente en sus fuentes ideológicas y dice que la ideología de este movimiento es como un „arbol con tres raíces‟, que son: Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora, según ellos un continuador, en el tiempo, del „ideal bolivariano‟. Sin embargo, cabe anotar que al mismo tiempo parece estar muy ubicado en que la inspiración de su movimiento no son grandes personajes, sino, un proyecto de nación inspirado en la obra de estos tres hombres, por ello su movimiento lleva el número 200, porque consideran que sus ideas no son originales sino que se empezaron a gestar hace 200 años con la gesta independentista, dice que lo que pasa en la actualidad es que se ha llegado el momento histórico de maduración de esos ideales en el sentir de un pueblo; por ello, lo importante no son los individuos, ni los caudillos sino las masas populares. Como son ideales que vienen gestándose hace 200 años, comprenden igual que muchos han sido los momentos históricos de realización de ese ideal, por eso reconocen que antes del MBR-200 estuvieron otros próceres de sus ideales en diferentes momentos y movimientos de la historia; todo venezolano reconoce en su


27 historia política de independencia las „dos independencias‟, la de Bolívar y más tarde lo que se llamó la „guerra federal‟ o segunda independencia, o segunda república. Entonces, Pedro Pérez Delgado que es reconocido como „El último hombre a caballo‟ en la insurrección anti-castrista de principios del siglo XX, era reconocido como „maisanta‟, por cierto bis-abuelo de Chávez, por quién estuvo detenido en Colombia acusado de espionaje internacional durante tres días mientras se encontraba reconstruyendo la historia de su abuelo, cuyas guerrillas traspasaban la frontera a fin de eludir a las fuerzas oficiales Venezolanas, lo que era característico de todas las guerrillas venezolanas: acampaban en Colombia y atacaban en Venezuela. Pero además del bisabuelo de Chávez, se cuentan otros próceres del mismo ideal bolivariano como: Maximiliano Cabezas, „El mocho‟ Hernández, Alfredo Blanco, Luis Lotero Lima, Ramón Jota Velásquez (del Partido liberal nacionalista), Emilio Arévalo Cedeño, Pío Quinto Tamayo, Avendaño (levantamiento de 1928), Juan Crisantemo Falcón y Antonio Guzmán Blanco continuadores de la obra de Ezequiel Zamora. De mucha validez en este punto detenernos a reflexionar sobre la exaltación que de Simón Rodríguez hace Hugo Chávez al decir que „Es un educador de ricos con un pensamiento popular‟, veamos el por qué de lo expresado: dice Chávez que con todo, fue mucho más pensador que Bolívar y que Zamora aunque la historia no se lo reconozca, era un pensador revolucionario original de América que se desnudaba y era „loco‟; criticaba al gobierno de Caracas, cuestionaba la filosofía y el sistema educativo de aquella época, se oponía a la negación contra los pardos y criticaba a la iglesia por permisiva con ello; fundaba repúblicas con Bolívar y a pesar de su condición no era un pensador clásico-elitesco. Dentro de sus programas estaban „La economía social y la educación popular‟. Es claro en afirmar que su movimiento no contempla ni la ideología del „comunismo‟, ni la ideología del „neoliberalismo‟. 3.4. Los aspectos coyunturales: Me siento muy honrado en esta parte citar el texto del profesor Jaime Rafael Nieto del Departamento de sociología de la U de A, titulado, „La voz y la mirada de la realidad‟, en el cual el profesor Nieto realiza una exposición magistral acerca de la metodología del „análisis de coyuntura‟ (materia de la cual ha sido profesor titular durante largo periodo de tempo y que constituye su especialidad profesional). En dicho artículo, a pesar de presentar una posición que no comparto acerca de una supuesta „realidad post-moderna‟, el profesor Nieto presenta la estructura analítica de las coyunturas como atravesadas por los siguientes factores: acontecimientos, actores, relaciones de fuerza, estrategias en juego, escenarios y estructuras; estos factores considero son apropiados para introducir el análisis de coyuntura sobre la Revolución Bolivariana de Venezuela. No se presentarán en su estricto orden, pero se conservará la estructura metodológica que propone el profesor Nieto de manera magistral. 3.4.1. Los acontecimientos: Dentro de los acontecimientos más destacados en el proceso revolucionario bolivariano de Venezuela de los últimos años, se pueden contar con su constitución


28 en 1977 como MBR-200; el carachazo sucedido el 27 de febrero de 1989 como una respuesta a los efectos negativos del modelo neoliberal en las economías regionales y su expresión en las crisis de las bolsas latinoamericanas y asiáticas de aquella época conocidas como: „efecto tequila‟, efecto „Vodka‟, efecto „Zamba‟ y otros que se sucedieron al finalizar la década de los 80‟ y comenzar la década de los 90‟; otro evento importantísimo es el alzamiento militar en el que aparece Hugo Chávez por primera vez ante la opinión pública internacional como encarnando una nueva fuerza política venezolana que en aquella época nadie sabía en qué consistía y para dónde iba, sucedido el 4 de febrero de 1992 y que culminó con la detención del nuevo líder venezolano y, finalmente, la salida de Carlos Andrés Pérez de la presidencia venezolana; luego vendría el „Paro petrolero‟ del Alto Apure en febrero de 1995 y que se extendió por más de 8 días; por último las elecciones presidenciales del 6 de diciembre de 1998 donde fue elegido presidente „el comandante‟ Hugo Chávez Frías. La entrevista que sirve como fuente de información para este trabajo terminó en 1998, motivo por el cual no se introducen en esta parte los acontecimientos de „golpe de estado‟ (o intento de él) en el año 2002, ni su posterior reelección. 3.4.2. Los actores: El primero y más importante según la idea bolivariana de la actual Revolución: El pueblo-pobreza. Así lo define Agustín Blanco Muñoz que entrevista a Chávez y acoge la expresión „Pueblo-pobreza‟. Lógicamente, el MBR-200 de Hugo Chávez y los militares rebeldes; el Polo Democrático o Patriótico y el Movimiento Quinta República de Venezuela; Partido Patria para Todos PPT; Partido Comunista Venezolano PCV; Movimiento al Socialismo MAS; Nuevo Régimen Democrático NRD; Movimiento Agropecuario MA; Solidaridad Independiente SI; y, por último, los gestores de todas estas posibilidades: La tropa. 3.4.3. Las relaciones de poder: La relación de poder en el actual estado de cosas en Venezuela es de un 80% de pobre a favor de la revolución y un 20% de privilegiados en contra de ella (Cardenal, 2005). 3.4.4. Las estrategias: Todo este movimiento se despliega en Venezuela por dos razones fundamentales: por un lado, el fracaso del modelo neoliberal en todo el continente con efectos diferentes en cada país, pero con unas estructuras comunes a todos, las que se mencionaron en capítulos anteriores. Por el otro, la quiebra de la vieja política con Carlos Andrés Pérez (y el COPEI), lo que se entronca con el ascenso del nuevo liderazgo en cabeza de Hugo Chávez. Entonces, las estrategias que se implementan comienzan por identificarse como partidarios de una „Revolución democrática‟, sin violencia armada especializada; el mecanismo a utilizar sería la Asamblea Nacional Constituyente como órgano rector del cambio institucional y político. Las características políticas de esta estrategia combinan diferentes posibilidades; además de realizar las aspiraciones del pueblo, se plantean seguridad y estabilidad


29 política para los inversionistas, garantía de pago de la deuda, respeto profundo por la propiedad, amplitud de la economía de mercado, sin atacar abiertamente la privatización, propenden por un cierto tipo de „capitalismo humanista‟ que se representa en la idea general de una tercera vía a la que también se han referido estadistas como Tony Bliar y Bill Clintón; es decir, un capitalismo no extremista. Por tal motivo tratan de encontrar una conciliación entre el modelo de mercado neoliberal y el modelo de Estado proteccionista en lo que llaman una estrategia de dos manos: la mano invisible del mercado y la mano visible del Estado. En este proceso – dice, Chávez- no podemos descartar el sentido nacionalista de la lucha, y tenemos que actuar como el Dios Jano que al unísono miraba hacia atrás y hacia delante. Lo que es conocido académicamente como sentido de prospectiva. Estamos en un tiempo marcado por el retorno de la ideología (bolivariana) que se fue perdiendo en el tiempo; por ello debemos echar mano del pensamiento universal, del pensamiento actual, de la ciencia, de Marx, del capitalismo, del comunismo, del militarismo, es decir, debemos echar mano de una surte de pensamiento híbrido para transformar la realidad latinoamericana mediante la dupla integración latinoamericana y pensamiento anti-imperialista; a propósito del pensamiento en general, dice el comandante que no existen pensamientos originales, el pensamiento (social) es algo que se construye y que se reconstruye; estamos en un proyecto de construcción nacional provistos de tres raíces y múltiples fuentes. Considera que el pensamiento popular ha sido desechado detrás de las luminarias, que es el pensamiento de los individuos que no necesariamente constituye el pensamiento de los pueblos. El pueblo es difuso, su pensamiento está disperso y hay que aglutinarlo, dice. No se trata de tener todo resuelto en los papeles antes de lanzarnos a la acción, se trata, más bien de lo que enseña Alí Primera: „hagamos la historia primero y que otros la escriban después. Con esto del pensamiento popular es contundente, dice que „Hay que aprender del pueblo que es la real y auténtica sabiduría… se equivocan quienes buscan otra. Quien no aprende del pueblo no aprende de nadie‟. En ese sentido y en cuanto al pensamiento oficial-elitesco dice que los dominados son portadores de un pensamiento prestado, es el pensamiento de los vencedores, de las minorías que se imponen, sabemos la historia que otros escriben para que nos „auto-controlemos‟. El pensamiento revolucionario tiene que enfrentar la realidad y desenmascarar la mentira donde quiera que se encuentre. En vez de hablar de Mao, hablamos de Zamora que se parece mucho más a nosotros. 3.5. Consignas y frases célebres que inspiran al movimiento:     

Se está planteando un salto hacia delante y no hacia atrás. (Chávez) Detrás de la técnica siempre hay un interés de clase. (Ché) La naturaleza hace desiguales a los hombres, la política trata de igualarlos. (Bolívar) La fuerza material está en la masa, la fuerza moral en el movimiento. (Rodríguez) El problema no es de vías (armada o democrática), el problema es de masas y movimientos. (Chávez).


30 La izquierda de la guerrilla se quedó en el camino y está allí patinando todavía. Lo que pudo ser un proyecto se estancó, lo unos están confundidos, otros tienen grandes dudas, algunos se pasan al bando contrario; pero no existe un proyecto estratégico que pueda sostenerse o que se halla sostenido; la izquierda de la guerrilla se perdió en el camino, dice „el comandante‟ Chávez. 

Sólo el pueblo salva al pueblo.

Aquí no hay ni salvadores ni Mesías ni Chávez; sino una organización popular, un proyecto aglutinador desde las clases medias, las clases altas, las clases marginales, sectores de izquierda, del centro y hasta de la derecha moderada, civiles, militares, ateos, cristianos evangélicos y católicos, etc. 

Tenemos una ecuación de poder.

Hasta Bandera Roja se acercó a preguntar cual sería su cuota de poder si se sumaban al movimiento, entonces –dice, el comandante- hubo que decirles que aquí no trabajamos así, con intereses de grupos no; con intereses populares trabajamos, con los intereses del „pueblo-pobreza‟; no con intereses de grupo. Nuestras izquierdas (latinoamericanas) nunca se han planteado en serio el asunto del poder; de la vocación, de la de la decisión, del carisma, de la formación, de la metodología y de la ideología que se requiere para el ascenso al poder. Para plantearse y mantenerse en el poder se requiere de fuerzas vivas reales y no teóricas hipotéticas.     

Sin el pueblo organizado no hay futuro. Todo movimiento político termina por asistir a una contienda electoral. Estamos organizando „círculos electorales‟ en barrios y veredas. El campo electoral permite elevar la organización. En el continente se levanta una oleada de poderes alternativos.

3.6. La opinión de los especialistas: Empezaremos con un sencillo informe sobre la lectura de Ernesto Cardenal en un corto artículo para la Revista Casa de las Américas en su número 235 de 2004. En su artículo, Cardenal hace gala de su prestigio intelectual para expresar en unas pocas y puntuales afirmaciones dignas de valoración que en Venezuela, por su visita a la ciudad de Valencia durante un festival de poesía, se está viviendo el momento histórico de „una Revolución en proceso‟. Que, preciso, el festival de poesía al que asistía era producto del apasionamiento por ese „proceso‟. Este proceso se propone „analfabetismo cero‟ al iniciar el 2005, promueve los valores de nuestra cultura tradicional al promover la educación en lenguas indígenas (38 en total), se hacen publicaciones en esas lenguas y la participación indígena en la asamblea nacional constituyente es muy importante al punto de que llegó a haber una mujer indígena en la dirección del ministerio de medio ambiente. El ministro de educación es negro. Existe un gran interés de este proceso por impulsar, defender y promover la cultura nacional. Los planes de educación se realizan con niños desde 1


31 año, se trata de garantizar la cobertura total. Existen las „Escuelas y universidades bolivarianas‟ donde no se paga nada por los estudios. Los contingentes de estudiantes cubanos son prolíficos. Dice Ernesto Cardenal que la Revolución es en todos los órdenes, en cuanto a Educación, Cultura, Vivienda, Trabajo y Salud.  La educación es gratuita en las escuelas y universidades bolivarianas.  Fomento de la cultura mediante apoyos y patrocinios deportivos a equipos y torneos; mejoramiento de infraestructura de estadios y complejos deportivos. Promoción de eventos culturales de poesía, música, canto y baile. Creación de centros culturales con Internet gratis, bibliotecas y espacios para danza y teatro.  Apoyo a la vivienda popular con urbanización en casas y edificios a bajos costos.  Impulso del trabajo agrario mediante créditos blandos, titulación de tierras, facilidad de acceso a maquinarias, insumos y asistencia técnica.  La salud pública también se ha beneficiado mediante la atención médica a la población de escaso recursos mediante la „misión barrio adentro‟ que ofrece servicios médicos gratuitos con personal médico cubano y un permanente intercambio con Cuba. Otros aspectos que describe Ernesto Cardenal de su visita a Venezuela se refieren, por ejemplo, a la confraternidad que se ha desarrollado entre el pueblo y sus fuerzas armadas, pues existen más de 40 mil soldados destinados a los diferentes programas de la Revolución como mejoramiento de la infraestructura local, construcciones civiles, organización productiva, cultivos, transporte de personas, mercancías, semovientes, insumos para la producción, herramientas, etc. Menciona una entrevista que realizó Marta Harneker en la cual la escritora afirma que la Revolución Bolivariana de Venezuela constituye un proceso „sui géneris‟ que rompe todos los esquemas preconcebidos de los procesos revolucionarios. Al hablar de la „Constitución Bolivariana‟, dice que fue convocada y aprobada mediante referéndum cuyo principal logro para el pueblo venezolano es la prohibición de privatizar el petróleo y la obligación estatal de acabar con el latifundio; por otra parte, como es apenas lógico en una Revolución democrática y pacífica, se garantizan todos los derechos de la población; se publicó en grandes cantidades y repartida entre la población, y hoy en día es invocada por todos los habitantes incluidos los de derecha que la utilizan para atacar al gobierno; pero en el caso del golpe de Estado contra Chávez (2002), el pueblo mismo la utilizó como símbolo del apoyo a la Revolución y el rechazo al nuevo gobierno que supuestamente la habría derogado. El ideal bolivariano a que alude la Revolución venezolana es el que propende por la unificación de América (Mestiza) en una federación. La oposición está constituida por algunos grandes empresarios y primordialmente los asociados a los grandes medios de comunicación de masas, que incluso llaman a la insurrección contra la Revolución; pero también los intereses extranjeros, la jerarquía católica. Todos ellos han desarrollados campañas de sucia oposición que


32 incluye el terrorismo y el vandalismo; de lo que va corrido se han registrado más de 80 líderes asesinados, el terrorismo incluye ataques psicológicos contra la población, amedrentamiento personal que incluso se ha incrementado la consulta psiquiátrica producto de esos ataques que incluyen contenidos racistas, clasistas, esteticistas e intelectualistas (los periodistas llaman a Chávez y sus seguidores: feos, desdentados y negros), el libertinaje de los medios contra Chávez no tiene límites, opina Cardenal, le han dicho hasta „coño de tu madre‟ públicamente y los diarios oficiales han perdido tanta audiencia a raíz de estos ataques que incluso se recogen arrumes de bultos de periódicos que no se alcanzaron a vender. A pesar de todo no se persigue a la oposición ni se registran presos políticos. A Chávez se le acusa de „populista‟, pero Cardenal considera que no hay tal; sin embargo, cuando se refiere a él trata de explotar elementos „populistas‟ para construir una mistificación de la ya figura mítica de Hugo Chávez, veamos, dice que cuando niño, Chávez vendía dulces en las calles descalzo, y que desde que ingresó a la academia militar siempre consideró que el pueblo y el ejército debían caminar juntos por el sendero de los proyectos y de los propósitos; admira a los generales Torrijos en Panamá y a Velasco Alvarado en Perú. Dice que no es marxista ni antimarxista, pero si, anti-imperialista. Que promueve una Revolución democrática y pacífica (donde Estado y pueblo construyen una nueva sociedad); el amor recíproco entre el pueblo y su presidente es evidente. Se recorre todo el país y siempre está echando chistes y en actitudes jocosas, cita a Bolívar permanentemente, habla de Dios y de Cristo a diferencia de su homólogo cubano. El populismo de Chávez se expresa en un programa televisivo llamado „aló presidente‟ que tiene los días domingos en el que se reúnen desde los más niños hasta los más viejos a escuchar a su presidente, en su programa demuestra que es un hombre culto, que cita muchos autores y que constituye un torrente verbal comparable con el de Fidel; es declamador de poesías, se levanta muy temprano y cuando visita poblaciones la gente amanece en los alrededores del hotel de donde sale a las 4:00 AM de la madrugada para conversar con ellos y recompensar su espera. Reconoce sus defectos dentro de los cuales se cuenta el ser impulsivo, arbitrario y brusco, exigente con sus colaboradores, pero, no es soberbio. Cardenal reconoce que en Venezuela muchos intelectuales honestos y de izquierda se oponen a Chávez (en el principio del proyecto nadie creía en Chávez, me decía un amigo colombiano que colabora con la Revolución). 3.7. La visión de los expertos: Para finalizar remitiremos al texto de Edgardo Lander para la Revista „hegemonías y emancipaciones‟, titulado, „Venezuela, la búsqueda de un proyecto contrahegemónico‟. El artículo constituye un análisis profundo y estructurado acerca de los hechos, fenómenos, cambios y componentes de la llamada Revolución Bolivariana de Venezuela, desde una óptica que intenta decantar en la realidad actual de Venezuela los aspectos „contrahegemónicos‟ de su proceso revolucionario. Edgardo Lander afirma de entrada que el contexto histórico en que se desarrolla el proceso revolucionario venezolano está no sólo marcado por el modelo neo-liberal y las recetas del „Washington consensus‟, sino además por la evidente „crisis del socialismo‟ expresada en el derrumbamiento de la antigua „unión soviética‟ y la caída


33 del „bloque comunista‟ como bloque de poder hegemónico mundial. Sin embargo, el autor advierte que esa situación genera la construcción de „nuevas alternativas‟ a los poderes hegemónicos globales dentro de las cuales parece inscribirse la revolución venezolana. Aclara el autor, que es importante saber que al inicio de la presidencia de Hugo Chávez, no existía un proyecto de país propiamente dicho, sino más bien un santoral de oposiciones al neoliberalismo y un rosario de buenas intenciones, que todo el proyecto que paulatinamente hemos ido conociendo de esta revolución, se ha ido perfilando sobre la marcha y con las posibilidades que brinda la experiencia de gobierno. El autor se toma la molestia de indicar cuales eran las que podríamos denominar „consignas chavistas‟ que dan cuenta de las generalidades de sus postulados y de la improvisación de su mandato. En su discurso „general‟ de candidatura a la presidencia, Chávez hizo referencia permanente a „lo popular‟, lo que ha combinado con „lo nacional‟, „la soberanía‟, „la equidad‟ y la democracia participativa. Sus discursos se manifiestan contra el capitalismo salvaje, contra el neo-liberalismo y contra el unipolarismo y contra el imperialismo; entre tanto, prioriza las relaciones con países del tercer mundo y especialmente con los con-nacionales latinoamericanos. Lander propone que el carácter de la Revolución Bolivariana tiene como fundamento primigenio la búsqueda de alternativas claras a los modelos hegemónicos del mundo actual. Es una revolución principalmente contrahegemónica, más que cualquier otra cosa. Sin embargo, dice, constituye una Revolución en permanente construcción que parte de las anteriores líneas generales y se va configurando durante el ascenso al poder en el proceso de confrontación política con la oposición y la experiencia de gobierno; pero también, en la separación de ciertos sectores y el deslinde de posiciones respondiendo a cada crisis coyuntural. Las críticas más contundentes que ha recibido el proceso son relativas al papel preponderante del sector militar y el carácter unipersonal del liderazgo ejercido por la figura de Chávez, el que se ha combinado con una cierta dosis de populismo militar autoritario, y en los casos más extremos ha sido tildado el proceso de „neopopulismo neo-liberal‟. Sin embargo, para dirimir esto observemos los 5 componentes de la Revolución Bolivariana de Venezuela. 3.7.1. Los componentes de la Revolución Bolivariana de Venezuela: Aunque Lander no les observa en la óptica de „componentes‟, se me hizo pertinente bajar la información que aporta el autor al esquema de análisis de componentes de la siguiente manera: 1. Cambio político-institucional; 2. Política económica; 3. Ley habilitante; 4. Política social (equidad, inclusión, participación); 5. Retos pendientes. 

Cambio político-institucional: Constituye la Revolución Bolivariana el paso de la llamada „Cuarta República‟ a la „Quinta República‟, que incluso el movimiento liderado por Hugo Chávez tomó en algún momento el nombre de „Movimiento Quinta República‟. Se ha caracterizado el gobierno Revolucionario por su inicial convocatoria al pueblo venezolano a participar en un „referendum‟ para decidir sobre la convocatoria a una „Asamblea Nacional Constituyente‟. Producto de la cual, al ser aprobada, se cambió el nombre al


34

país como „República Bolivariana de Venezuela‟. En este sentido, la nueva Constitución Nacional aparece como el efecto y el referente simbólico de la „refundación de la patria‟. En el cual en pueblo venezolano ha asumido un amplio proceso participativo de reflexión y aprendizaje colectivo sobre el país, el Estado, el poder, la propiedad, el mercado, la igualdad, la justicia y la democracia. Dice la nueva constitución que „El Estado promoverá la iniciativa privada, garantizará la seguridad alimentaria de la nación y se reservará la economía de carácter estratégico; se garantizará el derecho a la propiedad, la inversión extranjera estará sujeta a las mismas condiciones que la inversión nacional, las autoridades velarán por el mantenimiento de la salud. El texto constitucional garantiza los derechos económicos y sociales tales como salud, educación y seguridad social. Política Económica: Aclara el autor que al iniciar el gobierno de Hugo Chávez, no existía ni una propuesta integral ni una política económica ni un proyecto de desarrollo acordes con el radicalismo del discurso de campaña. En un principio se revierte la política de „aumento de la producción‟ petrolera que condujo y conduce al colapso de los precios, entonces, Venezuela lidera con otros países exportadores -pertenecientes y no a la OPEP- la recuperación de precios mediante la política de „restricción de la oferta‟. Así mismo, se suspende la política de „privatización del sector petrolero‟, lo cual conjuga con la suspensión de empréstitos al FMI, evitando con ello nuevas negociaciones y restricciones políticas impuestas por el organismo. Los expertos critican que la política económica revolucionaria no ha podido alejarse del todo del llamado „continuismo neo-liberal‟, expresado en la „Ley de promoción y protección de las inversiones‟ y la „Ley orgánica de telecomunicaciones‟. Pero, el plan económico del gobierno revolucionario fundamenta su plan de desarrollo económico en el crecimiento autosostenible, la diversificación productiva, la competitividad internacional y los ingresos fiscales no petroleros. Ley habilitante de 2001: Constituye un conjunto de 49 leyes aprobadas por el organismo competente gracias a las atribuciones que la Asamblea Nacional Constituyente le confirió al presidente revolucionario para „dictar‟ decretos con fuerza de ley. Los objetivos de la Ley habilitante conducen a la democratización de la propiedad y de la producción, la implementación de modalidades económicas alternativas a los modelos hegemónicos, el financiamiento público del desarrollo económico, mediante el fomento de la pequeña y mediana industria, la implementación de un amplio sistema de micro créditos y otras tantas „transformaciones‟ institucionales y estructurales que se requieren para consolidar la Revolución en el poder como la „ley de pesca y agricultura‟, „ley de tierras y desarrollo agrario‟, „ley orgánica de hidrocarburos‟ todas ellas muy polémicas en su momento, tanto que la respuesta de la oposición fue el „intento de Golpe de Estado del 11 de abril de 2002‟ y el „paro nacional petrolero‟. Sin embargo la Revolución salio airosa de tal arremetida contra sus intereses por parte del „gran capital‟, lo cual condujo a una consolidación del apoyo popular al gobierno revolucionario, más la desarticulación de la llamada „amenaza armada‟ al interior de las propias fuerzas y el retiro de todos los funcionarios golpistas (que a mi juicio, de paso, serán los más corruptos al servicio de intereses privados al interior del erario público como sucede en todos los países de la región).


35 

Política social: Considera Lander que es el asunto en el que el gobierno revolucionario conserva una mayor coherencia con su „radical discurso‟. Su primera característica, que de paso la hace muy cercana a concepciones contemporánea de mirar la sociedad, no como fragmentada en múltiples grupos y sectores sociales, sino que la Revolución implementa el rechazo a las políticas „focalizadas en grupos vulnerables‟ y propende por políticas sociales de carácter cada vez más universal tendientes a la equidad social y a la superación de las desigualdades políticas y las exclusiones culturales. Es una Revolución basada en la participación, la inclusión social y la construcción de ciudadanía. Sus acciones más destacadas se pueden enumerar como: 1. Plan Bolívar 2.000, es un programa cívico-militar que se orienta a la reparación y la adecuación de la infraestructura y los equipamientos locales; 2. Los programas sociales de cobertura universal poseen un financiamiento público y colectivo, cuyos recursos son manejados por el Estado y organizaciones sin ánimo de lucro; 3. El incremento de la matrícula escolar en todos los niveles; 4. Convierte la retórica en realidad mediante la implantación de diferentes programas tales como: A. Apoyo a pequeños productores, microcréditos y banco de la mujer. B. Implementación del „plan Zamora‟ que constituye toda una reforma agraria compuesta por adjudicación de tierras, organización comunitaria para la productividad, asistencia técnica a proyectos agrícolas, capacitación de la población, mercadeo de productos, mejoramiento de la infraestructura. C. Decreto de compras públicas para financiar el desarrollo productivo de la economía nacional e implementación de políticas de „economía social‟ como vía alternativa a los proyectos hegemónicos. D. Participación del pueblo en la formulación, ejecución, control y evaluación de las políticas públicas y su gestión gubernamental mediante la creación de consejos comunales y parroquiales como consejos comunitarios por el agua que transforman las empresas de servicios públicos domiciliarios en verdaderos entes públicos cogestionados con la propia comunidad, así mismo existen comités de tierras urbanas. E. En términos educativos es de destacar las misiones „robinson‟, „sucre‟, „rivas‟ y las Universidades Bolivarianas. F. en salud la „misión barrio adentro‟ que registra ya más de 1‟400.000 personas asistidas. G. El modelo de país con énfasis social y contrahegemónico. Retos pendientes: En cuanto a lo pendiente, sólo quiero afirmar que es mucho lo que falta por recorrer en Venezuela para que podamos afirmar que la Revolución está consolidada; además, soy del criterio de que los procesos, en realidad, son de nunca acabar, por ello no voy a exigirle más a esta Revolución que en verdad ha roto con todos los esquemas modernos para inaugurar unas nuevas estructuras revolucionarias de la contemporaneidad. A propósito quiero recordar una frase célebre del sub-comandante Marcos allá en México: „Pobrecitos nosotros, tan pequeñitos tan pequeñitos… y con toda la Revolución por hacer‟. CONCLUSIONES:

Al decir de Marta Harneker que constituye la revolución venezolana un proceso sui géneris sin precedentes en la historia de las revoluciones modernas. Podemos inferir que es probable deducir de ella las estructuras contemporáneas de dicho proceso revolucionario. Si entendemos la contemporaneidad como aquella que trata, en una


36 relación dialéctica y compleja, de integrar tradición y modernidad para resolver los graves desequilibrios estructurales producidos por la imposición de modelos modernos-occidentales basados en el individualismo y la iniciativa privada; además entendemos la contemporaneidad como la emergencia de la pluralidad de racionalidades en contra de los discursos totalitarios, fundamentalistas, hegemónicos, homogeneizantes, unipolares, únicos e imperialistas del occidente geo-político. No es una revolución basada en la dupla burgués-proletario, ni es comunista ni es capitalista; es decir, ha superado la vieja contradicción entre capital y trabajo para ir „más allá‟, se basa en el ideal bolivariano de la construcción de la gran nación latinoamericana, se estructura a partir de la Asamblea Nacional Constituyente y no del partido único, el énfasis de las reivindicaciones puestos en intereses no materialistas sino culturalistas y su deseo profundo por convertirse en la nueva alternativa contrahegemónica del mundo contemporáneo. Queda faltando para ser más completo este trabajo, profundizar en el análisis de otras fuentes y acontecimientos relativos al proceso venezolano como son las opiniones expresadas en los periódicos Periferia y Desde Abajo que poseen amplio trabajo sobre el caso este de la hermana República Bolivariana de Venezuela; además incluir estudios profundos sobre los temas de ALBA y Telesur, más el concepto de „socialismo siglo XXI‟ que vienen desarrollando como discusión interna del proceso. Lo acontecido con el antiguo movimiento Bandera Roja de orientación M-L y que hoy por hoy no parece participar del proceso revolucionario, la participación de Carlos Andrés Pérez en la vice-presidencia, la creación y participación de los llamados círculos bolivarianos también queda en el tintero, así como la „famosa‟ entrevista de 25 horas de Marta Harneker al „Presidente Chávez‟, que al parecer constituye el diploma de graduación del proceso venezolano como proceso „Revolucionario‟ en América Latina. Tantos otras temas van a quedar en el tintero, pero quede constancia de que cada uno de ellos constituye material para otra tesis de graduación.

BIBLIOGRAFÍA En orden de aparición en el texto: Bobbio, Norberto y otros. Diccionario de política. Décima edición. Siglo veintiuno, Turín, 1983.


37 Mesa, Manuela. González Bustelo, Mabel. Los nuevos mapas del poder. Introducción. En, Revista, Cartografías del Poder, Hegemonía y Respuestas. Anuario CIP, Centro de Investigaciones para la Paz. Icaria Editorial, Madrid, 2005. Tokatlian, Juan Gabriel. Artículo. La sombra del proconsulado. Las relaciones Estados Unidos-América Latina. En, Revista, Cartografías del Poder, Hegemonía y Respuestas. Anuario CIP, Centro de Investigaciones para la Paz. Icaria Editorial, Madrid, 2005. Lotero Contreras, Jorge y otros. Introducción. El CIE y sus aportes a las discusiones sobre Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos. En, Revista, Perfil de Coyuntura Económica No 5, Grupo de Macroeconomía Aplicada, Centro de Investigaciones Económicas, Departamento de Economía, Facultad de Ciencias Económicas U de A Medellín ,agosto de 2005. Beriain, Josexto (1996). La integración en las sociedades modernas. Barcelona, Anthropos. Ruiz Jiménez, Laura. Artículo. Los Retos de la Izquierda Latinoamericana. Democracia y giro social. En, Revista Cartografías del Poder, Hegemonía y Respuestas. Anuario CIP, Centro de Investigaciones para la Paz. Icaria Editorial, Madrid, 2005. Tilly, Charles. Artículo. Cambio social y revolución en Europa (1492-1992). En, Revista Historia Social, No 15, invierno, 1993. Lenín, Vladimir (1971). El imperialismo, fase superior del capitalismo. Moscú, Editorial Progreso. Huntington, Samuel (1997). El choque de civilizaciones, y la reconfiguración del orden mundial. Madrid, Paidós. Palacios, Marco. Artículo. Una crítica a los consensos economicistas. Modernidades, modernizaciones y ciencias sociales. En, Misión ciencia, educación y desarrollo. Informe de comisionados, tomo 2. Presidencia de la República, Bogotá, 1995. Vargas Hernández, José. Artículo. Del Estado-nación al Estado cosmopolita. En, Revista, Nueva Sociedad. No 191, Caracas, Mayo-junio de 2004. Dirmoser, Dietmar. Artículo. Democracia sin demócratas. Sobre la crisis de la democracia en América Latina. En, Revista, Nueva Sociedad. No 197, Caracas, Mayo-junio de 2005. Vilas, Carlos. Artículo. La izquierda latinoamericana y el surgimiento de regímenes nacional-populares. En, Revista, Nueva Sociedad. No 197, Caracas, Mayo-junio de 2005. Blanco Muñoz., Agustín (1998). Habla el comandante. Caracas, Fundación Cátedra Pío Tamayo. Universidad Central de Venezuela.


38 Fals Borda, Orlando (1976). Ciencia propia y colonialismo intelectual. Editorial Punta de Lanza. (Introducción a la nueva edición 1987).

Bogotá,

Nieto, Jaime. Artículo. La voz y la mirada de la realidad. En, Revista, Utopía siglo XXI. Vol. 1, No 4. Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, U de A, Medellín, sf. Cardenal, Ernesto. Artículo. Venezuela: una nueva revolución en América Latina. En, Revista, Casa de las Américas. No 233, abril-junio, 2004. Lander, Edgardo. Artículo. Venezuela: la búsqueda de un proyecto contrahegemónico. En, Ceceña, Ana Esther, compiladora. Hegemonías y emancipaciones en el siglo XXI. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales – CLACSO- Buenos Aires, 2004.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.