Agroecología para la vida /Lilliam Eugenia Gómez Álvarez, Alejandro Henao Salazar, Diana María Peña García, Adolfo León Gómez Álvarez, Cristina Vélez Sarrazola, Érica Rojas Castellanos, María Cristina Osorio Roa, Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia, CORANTIOQUIA. Medellín: CORANTIOQUIA, 2011. 92p. il. a color + anexos. ISBN: 978-958-99363-9-9 Palabras claves: 1. agroecología. 2. Agricultura 3. Historia. 4. Agricultura Orgánica. 5. Biodiversidad. 6. Diversidad. 7. Cultura. 8. Alimentación. 9. Nutrición. 10. Ancestros. 11. Conocimiento tradicional. 12. Corantioquia. 13. Memoria Institucional.
Director general Luis Alfonso Escobar Trujillo Subdirectora Cultura Ambiental Luz Ángela Peña Marín Textos Lilliam Eugenia Gómez Álvarez Alejandro Henao Salazar Diana María Peña García Érica Rojas Castellanos Cristina Vélez Sarrázola María Cristina Osorio Roa Adolfo León Gómez Álvarez Edición Marta Salazar Jaramillo Ilustraciones Juan Luis Acosta Diseño Luisa Fernanda Santa Escobar Carolina Salazar Londoño Impresión Litorugir 500 ejemplares Distribución Gratuita 2012 Corantioquia Permitida la reproducción parcial o total, citando la fuente.
TABLA DE CONTENIDO
Presentación
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Acerca del texto
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1. Breve Historia de la Agricultura 2. Integrando diversidades a través de la Agroecología 3. Diversidad biológica, algunos principios básicos 4. Diversidad Cultural: Modos de vida humanos pag. 10
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que propenden por la agroecología Pag. 60
5. Integrando las diversidades en la mesa 6. Experiencias Agroecológicas de la corporación 7. Bibliografía
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presentación
La Subdirección de Cultura Ambiental promueve el desarrollo social y la solución participativa de las necesidades comunes de la población y de las problemáticas ambientales asociadas, mediante la consolidación de procesos de formación y participación, en el marco de las políticas nacionales, propendiendo por la generación de redes intregradas y articuladas intra e interinstitucionalmente. En este ejercicio cotidiano de la transformación de las relaciones con el entorno se encuentran cada una de las experiencias que se vienen desarrollando en Corantioquia desde hace más de 15 años. En este texto que hoy le entregamos a la comunidad, se expresan años de trabajo y reflexiones comprometidas con la vida, de la mano de las comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas que de manera solidaria nos han permitido compartir y crecer en el desarrollo de esta ciencia, así como del conocimiento de nuestro territorio. Estamos convencidos como institución de la importancia de desarrollar procesos de educación ambiental formal y no formal, que promuevan lenguajes comunes y fortalezcan la participación ciudadana a través redes solidarias que piensen, reflexionen y actúen para lograr un desarrollo sostenible coherente con nuestra geografía y nuestra historia. Con Agroecología para la Vida los invitamos a reflexionar sobre las formas de habitar nuestra casa, el planeta Tierra. Luis Alfonso Escobar Trujillo Director General
Acerca del texto
Este texto recoge de manera juiciosa el suspiro de la humanidad, en su intento de habitar la tierra. En las primeras líneas vemos la creación de este territorio que habitamos y como lo que somos solo es posible gracias a la compleja e interrelacionada trama de la vida que hace miles de millones de años está en permanente movimiento. Por lo tanto debemos devolver la mirada a nuestra historia, que en resumen es el resultado de la interacción de diversos elementos. La configuración de lo que hoy llamamos Colombia es finalmente una serie de intercambios culturales, que se dieron –y continúan haciéndolo- entre los habitantes de este lugar llamado “el nuevo reino” y los otros seres que llegaron e impusieron unas lógicas que hoy perduran en nuestra cotidianidad, hacer un repaso a esta tensión, es una tarea a la que nos invita el texto, para aportar en la comprensión de lo que somos como sociedad. Se podría decir que esto no tiene ningún tipo de relación, ya que la educación que hemos recibido a separado la pareja indisoluble del hombre y la naturaleza, sin embargo, vemos como una tarea impostergable pensarnos como seres de la naturaleza, atentos y respetuosos del acto de habitar. Agroecología para la vida propone hacernos más conscientes de nuestro papel en la sociedad al relacionarnos con los aminoácidos, las orugas, el agua, el viento, el suelo, los macroinvertebrados, los seres humanos, hasta con el paisaje de los valles y las montañas que habitamos. En ese ejercicio de ser conscientes, emerge una visión ecosistémica que se experiencia desde el equilibrio y la armonía. Una nueva relación con la naturaleza se gesta al dimensionar la importancia de comprender las implicaciones que acarrea
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Agroecología para la vida
habitar los territorios de una determinada manera, especialmente ahora que vemos los resultados que ha dejado una práctica como el monocultivo en el país, lo que implica y exige acciones decididas conectadas con la historia de la vida y de las comunidades en donde se garantice el respeto a todas manifestaciones de la existencia. Así mismo, la práctica agroecológica es un ejercicio político y ciudadano que establece diálogos de saberes entre campesinos, indígenas, afrocolombianos, organizaciones del sector público y privado buscando construir una visión sistémica de la naturaleza, y en este proceso se van tejiendo desde las diferencias y los consensos posiciones éticas en defensa de la vida. Ejemplo de esto son los bancos de vida y todos los proyectos que se realizan con las comunidades para trabajar desde la soberanía alimentaria, es decir desde sus historias y sus cultivos, desde su relación con, el suelo, el alimento, que es la fuente de la energía y de la vida. Es por eso que CORANTIOQUIA ha participado de manera muy activa en la ejecución de diversos proyectos en su jurisdicción con el ánimo de articular una gran variedad de acciones con todos los sectores, personajes, ámbitos y escenarios en los cuales se pueda mejorar la calidad de vida, buscando en cada acto la transformación de la cultura ambiental para la protección del patrimonio natural. Estar atentos, ser sensibles a las manifestaciones de la vida es la invitación de este texto. Luz Ángela Peña Marín
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Este texto recoge de manera juiciosa el suspiro de la humanidad, en su intento de habitar la tierra.
B H ria la Agricultura
En este capítulo proponemos una nueva versión de la historia de la agricultura que tiene como protagonistas a los pueblos aborígenes del continente americano, los colonizadores europeos, los pueblos africanos y el territorio que actualmente denominamos Colombia. Estos grupos humanos, sus sistemas culturales, representaciones territoriales y las múltiples oportunidades que el espacio les ofrecía, fueron conjugándose en la conformación de la sociedad que ahora tenemos y de la que somos un resultado.
Capítulo 1
Las acciones se desarrollan en cinco tiempos, comenzando con la formación geológica; posteriormente nos referiremos a la llegada de los primeros pobladores al continente americano; en tercer lugar se narrará el arribo de los invasores europeos; continuaremos con la trata de los grupos esclavizados en África y traídos a América; finalmente, abordaremos la conformación de la sociedad colombiana, a partir de las interrelaciones que se han venido construyendo entre estos cuatro protagonistas. Antes de empezar, debemos aclarar que este es un proceso inacabado y que en la actualidad la sociedad colombiana sigue evolucionando, en múltiples dimensiones socio-espaciales.
Vamos entonces, a hacer este viaje en el tiempo para que, así podamos comenzar a escribir otra historia.
a) Formación Geológica
E
n la historia de la humanidad se han sucedido todo tipo de civilizaciones, hoy contamos nuestras hazañas en miles de años, sin embargo, es un interesante acto de humildad el reconocimiento de nuestra novedad en el Universo –nuestra insignificancia-, cuando ponemos en perspectiva esos 15 mil millones de años que se le atribuyen al cosmos, a partir de la Gran Explosión (SAGAN, 1997). Así pues, les proponemos el siguiente ejercicio: Digamos que esos 15 mil millones de años equivalen a un año, de esta manera “cada mil millones de años de la historia terrestre equivaldrían
a unos veinticuatro días de este hipotético año cósmico, y un segundo del mismo correspondería a 475 revoluciones efectivas de la Tierra alrededor del Sol” (SAGAN, 1997, p 8). A continuación consignamos los hechos más significativos en la formación de nuestro planeta, en este hipotético Calendario Cósmico; la vida como la conocemos, comienza su proceso de evolución en el mes de diciembre, nosotros aparecemos como especie tan sólo unas horas antes del año nuevo (SAGAN, 1997).
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Agroecología para la vida
Fechas anteriores a diciembre 01-ene
El Big Bang (la gran explosión).
01-may
Origen de la galaxia de la Vía Láctea.
09-sep
Origen del Sistema Solar.
14-sep
Formación de la Tierra.
25-sep
Origen de la vida en la Tierra.
02-oct
Formación de las rocas más antiguas conocidas.
09-oct
Época de los fósiles más antiguos (bacterias y algas).
01-nov
Diferenciación sexual (en microorganismos).
12-nov
Plantas fotosintéticas fósiles más antiguas.
15-nov
Aparecen las eucarióticas (primeras células con núcleo).
Diciembre 01-dic
Formación atmósfera de oxígeno.
16-dic
Primeros gusanos.
17-dic
Aparecen los invertebrados.
18-dic
Aparecen el plancton marino y trilobites.
19-dic
Aparecen los vertebrados y primeros peces.
20-dic
La vegetación empieza a cubrir el suelo.
21-dic
Animales terrestres - Primeros insectos.
22-dic
Anfibios e insectos alados.
23-dic
Flores arbóreas - Reptiles.
24-dic
Primeros dinosaurios.
26-dic
Aparición de los mamíferos.
27-dic
Aparición de las aves.
28-dic
Extinción de los dinosaurios.
29-dic
Primeros cetáceos y primates.
30-dic
Primeros homínidos - Grandes mamíferos.
31 De diciembre 13:30
Aparición de ancestros del ser humano.
22:30
Aparición del ser humano.
23:00
Uso generalizado de los primeros útiles de Piedra.
23:46
El Hombre de Pekín aprende a servirse del fuego.
23:56
Comienza el último periodo glacial.
23:59
Florece el arte rupestre en toda Europa.
23:59:20
Invención de la agricultura.
23:59:35
Cultura neolítica. Primeros poblados
23:59:50
Invención del alfabeto. Imperio Acadio. Babilonia y los códigos de Hammurabi.
23:59:53
Metalurgia del bronce. Cultura micénica. Guerra de Troya. Cultura Olmeca.
23:59:56
Imperio Romano. Nacimiento de Cristo
23:59:58
Civilización Maya. Imperio Bizantino. Las cruzadas.
23:59:59
Civilizaciones Azteca e Inca. Europa del Renacimiento. Viajes europeos en búsqueda de rutas de comercio.
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Capítulo 1
b) Llegada del hombre a América Algunos aseveran que fue hace 70 mil años, otros sostienen que hace 40 mil, lo cierto es que el territorio americano fue colonizado por grupos de cazadores provenientes de Siberia, que atravesaron el estrecho de Bering. Su subsistencia dependía de la caza y de la recolección (GÓMEZ, 2009; REICHEL-DOLMATOFF, 1998). El primer poblamiento del actual territorio colombiano se dio en las costas, principalmente en la Costa Atlántica, hace unos 15 mil años (PEÑA & MORA, 1987). Para entender la manera en que estos primeros pobladores se relacionaron con el espacio, debe reconocerse que, dada la existencia de gran número de sistemas fácilmente explotables, “sería (…) erróneo creer que los grupos humanos de determinada época se hubieran dedicado exclusivamente a aprovechar una sola fuente de recursos; (…) según todos los indicios, existía una muy evidente fluctuación en los modos de subsistencia” (REICHEL-DOLMATOFF, 1998, pp. 39-40), hecho que obedecía a las dinámicas migratorias de los animales que constituían su dieta, y a los ciclos reproductivos de las plantas silvestres (Ídem). Estas prácticas influyeron directamente sobre “(…) el tamaño, el sedentarismo y la tecnología de (estos) grupos humanos” (Ídem).
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Agroecología para la vida
No obstante, con el tiempo llegó a desarrollarse una agricultura prolífica. Hace aproximadamente 8.000 años se domesticó la yuca, según parece en la zona que hoy conocemos como Amazonas, y a partir de allí se distribuyó por buena parte del continente. Unos 700 años antes se había dado la domesticación del maíz; ésta conllevó un proceso de descentralización,
de densas aldeas ribereñas a la conformación de grupos dispersos sobre colinas y vertientes, la creación local de ecosistemas simplificados, en un complejo alimenticio maíz-yuca-fríjol-ahuyama y la transición de sociedades tribales igualitarias a cacicazgos, debido a la posibilidad de almacenar los granos (FAJARDO, 1993; REICHELDOLMATOFF, 1998).
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Capítulo 1
De esta manera, el desarrollo de la yuca, pero sobretodo la colonización maicera, fueron un incentivo para el poblamiento paulatino de los Andes, donde se desarrollaron grupos humanos jerarquizados (REICHEL-DOLMATOFF, 1998). A la llegada de los españoles, sólo dos de éstos tenían sociedades con estructuras políticas semejantes a las europeas: los muiscas y los tairona. No obstante, para el caso de los muiscas, según los cronistas el usufructo de la tierra se concedía a las familias, pero la propiedad era colectiva; además de las parcelas familiares, había tierras comunales
–bosques, zonas de pesca, y las sementeras del cacique, cultivadas por el pueblo (PEÑA & MORA, 1987). Así pues, para el siglo XVI (en plena ocupación española), dos terceras partes de la población indígena vivía en los Andes1, esto tuvo consecuencias en el subsecuente poblamiento de este territorio, tras el establecimiento colonial. Para entender mejor cómo fue este proceso, debemos comenzar relatando la llegada y ocupación de los colonizadores europeos, partiendo del contexto social, político y económico que dominaba en su continente de origen.
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(Luis Jorge Gracia D. “Poblamiento de Colombia”, Departamento de Geografía U.Nal, EN: http://www.humanas.unal.edu.co/contextogeo/ docs/2007/poblamiento_colombia.pdf), 2007.
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c) Invasión Europea Tras la muerte de Enrique IV estalló una guerra civil en Castilla, uno de los dos reinos más poderosos de la península ibérica; la heredera de éste, Isabel de Castilla, se unió en matrimonio con Fernando I, rey de Aragón, que era la otra gran dinastía, conformando así la era de los Reyes Católicos. La casa de Castilla había comenzado una etapa de expansión colonial, adicionó en 1492 a Granada, terminando con la presencia musulmana en el actual territorio español, hecho importante para la comprensión del imaginario de los invasores a su llegada a América. Posteriormente se adicionó a Navarra, Alemania, Nápoles y Orán (ARCINIEGAS, 1990).
de buscar nuevas rutas comerciales hacia la India, le proveyeron de tres carabelas mal equipadas, que paradójicamente pasaron a la historia (ARCINIEGAS, 1990). Para hacerse a una tripulación tuvo que acudir a las cárceles, de modo que a la “Conquista de América”, vinieron hombres aventureros, maleantes y truhanes, que no por ello debemos negar que son nuestros antepasados (ARCINIEGAS, 1990). Todo este contexto tuvo un enorme influjo en el imaginario que los conquistadores construyeron sobre América, en un proceso caracterizado por la exacerbación de las riquezas de estas tierras, y la bestialización de las sociedades que las habitaban, que aparecían como salvajes ante sus ojos, por no encajar en el ideal judeo-cristiano de la familia (ARCINIEGAS, 1990). De esta manera, llevaron a las cortes europeas, noticias de personas que tenían hocicos de perro, orejas que arrastraban hasta el suelo, y otras características del mismo talante (Ídem).
A su llegada, los españoles estaban pues en un proceso de guerra religiosa y consolidación castellana, en el marco de la expulsión de los moros, lo que los sumergió en un profundo dogmatismo etnocéntrico, llevando incluso a que los teólogos del siglo XVI no atinaran a definir si los americanos eran humanos o bestias (ARCINIEGAS, 1990). Mientras en gran parte de Europa se desarrollaban debates con el protestantismo, en España se institucionalizaba la Inquisición, como elemento de represión para aquellos que profesaran una fe por fuera del catolicismo.
La distorsión que hicieron de América y sus pobladores, también tiene que ver con la necesidad de engrandecer sus aventuras ante quienes se quedaron en la península (ARCINIEGAS, 1990). Es así como surgen mitos como el de la ciudad forjada en oro, El Dorado, tras cuyo rastro emprendieron múltiples expediciones. De esta manera, lo que los españoles notaron en sus primeros encuentros con estas tierras, por ejemplo en el altiplano cundiboyacense, no fue la belleza del atardecer y del paisaje, sino “(los) resplandores de láminas y piezas de oro fino, pendientes de las puertas (…)” (Citado por ARCINIEGAS, 1990, p 26).
Las guerras tuvieron consecuencias en la población civil: empobrecida y frenética en medio del fervor religioso, impuesto por el Santo Oficio inquisitorio. De igual modo, se había restringido el acceso a oriente como producto de su guerra contra los musulmanes. Cuando Cristóbal Colón presentó a los Reyes Católicos su proyecto
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Capítulo 1
Llegados a este punto, podríamos resumir la invasión española en tres etapas:
grado de desarrollo cultural y político (…) que hacía semejantes las exigencias tributarias de los invasores (en trabajo o especie) a las que ya existían en las comunidades cuya organización política se acercaba a la de un Estado” (FAJARDO, 1990, p 39). Este proceso se caracterizó por el despojo y la no construcción de una economía, lo que provocó movimientos forzados de la población indígena y destrucción de sus áreas de cultivo, teniendo consecuencias en la sociedad colonial (FAJARDO, 1993; GRACIA, 2007).
En la Primera Etapa (1508-1510), antes de la constitución de los asentamientos e instituciones que vendrían con la Colonia, los recursos naturales (especialmente excedentes de metales preciosos acumulados por los pobladores originales), y la mano de obra, eran objeto de una “Estrategia de pillaje”, las Antillas fueron la base de operaciones de esta etapa (FAJARDO, 1993). Entre 1492 y 1591, la adquisición de la tierra se daba por medio de las capitulaciones, que se otorgaban tras 5 años de residencia en el territorio, con derecho a repartir a los indígenas de la zona en encomiendas; y las mercedes reales, que eran cédulas que el rey otorgaba a los españoles residentes (Peña & Mora, 1987).
En un primer momento las ciudades se fundan con extraordinaria rapidez, proceso que fue llevado a cabo por alzados, de esta manera, la separación de la autoridad de sus antiguos jefes se convirtió en separación espacial (GRACIA, 2007). Paralelo a este, hubo un proceso “oficial” de distribución del territorio, que intentaba limitar la autoridad de los grandes capitanes de la Conquista (GRACIA, 2007; PEÑA & MORA, 1987):
Hubo una Segunda Etapa de transición (1510-1530), caracterizada por la Constitución de Bases Continentales en puertos y zonas aledañas, como apoyo para las expediciones de penetración en tierra firme. Esto constituía una Estrategia de Colonización que contemplaba un poblamiento sistemático que sirviera de red de comercio, sustentada en la fuerza militar (FAJARDO, 1993). Las primeras ciudades colombianas fueron fundadas en 1509 ó 1510 en la región de Urabá y el Darién. Estos primeros asentamientos no prosperaron y Santa Marta, fundada en 1525 por Rodrigo de Bastidas, es, después de Panamá, la más antigua ciudad colombiana que hay en el continente americano.
Entre 1591 y 1680: Se expidió una Cédula Real que adjudicaba los “baldíos” de la Corona en subasta pública, fijando precios muy bajos a la tierra para atraer nuevos colonos, por esto se desarrollaron latifundios de diez mil, veinte mil, hasta cincuenta mil hectáreas (JARAMILLO, 2000). Debe aclararse que estos supuestos “baldíos”, eran los territorios tradicionales de los pueblos originarios, quienes fueron reubicados, para este fin se crearon en resguardos indígenas y los ejidos. A partir de 1680 y hasta la Independencia: Opera el Código de Indias, con el que se reconoció la posesión de todo título legítimo, permitiendo legalizar la propiedad de las tierras que se explotaban de manera irregular, mediante el pago de un monto a la Corona, lo que se conocía como composición. En 1754 se expide otra Cédula Real para tratar el tema de los baldíos y el exceso de ocupación de tierras por colonos
Finalmente, hubo una Tercera Etapa de expansión por el interior del continente (1530, hasta la Independencia), que inicia a partir de la estabilización de los asentamientos, se define con el encuentro de los grandes núcleos de la población nativa, en búsqueda de mano de obra y por su “(…)
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Agroecología para la vida
que no tenían título, situación que afectaba a la Corona pero no a los terratenientes, por lo que estas medidas, junto con la nueva legislación agraria y ganadera, fue detonante de conflictos.
utilizaron la mano de obra indígena bajo condiciones tan intensas, que condujeron a un drástico decaimiento de la población, pasando de entre tres y cuatro millones de personas para finales del siglo XV, a menos de millón para comienzos del siglo XVII (FAJARDO, 1993; JARAMILLO, 2000). Como consecuencia de lo anterior, se estableció el comercio de personas secuestradas en África y esclavizadas en América, a comienzos del siglo XVII (Ídem).
Antes de continuar, debemos considerar otro aspecto fundamental para el entendimiento de los procesos de conformación de la actual Colombia. Para la explotación de las minas, y para el transporte y el trabajo en las Haciendas, los españoles
d) Comercio de personas traídas de África que fueron entre doce y catorce millones de personas. Buscaban los españoles compensar de esta manera la pobreza tecnológica de sus sistemas de producción, como bien lo expresaba en 1790, Pedro Fermín de Vargas, quien afirmaba que “aún mejorando la tecnología o quedando en el mismo nivel de hoy, siempre será necesario valernos de la robustez y firmeza de los negros para su beneficio” (citado por JARAMILLO, 2000, p. 3).
Para comienzos del siglo XVIII los ojos de la Península estaban vueltos sobre estas tierras, Felipe V establece entonces el Virreinato de la Nueva Granada. La catástrofe demográfica mencionada había comenzado a afectar las arcas reales, por esto hacia el año 1600 comienza la “importación” de personas traídas de África, desembarcadas en el puerto de Cartagena y posteriormente repartidas en las zonas de explotación de plata y oro (los actuales departamentos de Cauca, Antioquia y Chocó), y en las Haciendas, especialmente en las plantaciones de caña de azúcar del valle geográfico del Cauca (JARAMILLO, 2000).
Las poblaciones esclavizadas buscaron constantemente defender sus derechos, y hubo alzamientos que eran reprendidos con crueldad, esperando generar terror entre la población negra que huían selva adentro, para recuperar su libertad, cuando eran aprehendidos eran estigmatizados con marcas en la piel y mutilaciones, y eran llamados cimarrones. No obstante, muchos de ellos lograron escapar, conformando poblados negreros, o palenques, San Basilio, en Cartagena, es en este sentido, el pueblo libre más antiguo de América. Esta no es
África siempre había sostenido relaciones comerciales con sus vecinos continentes del norte, no obstante, la empresa conquistadora trajo nuevas necesidades a los nacientes imperios europeos, que entre los siglos XVI y XIX, comenzaron a irrumpir en tierras africanas para secuestrar personas de todas las nacionalidades, que les proveyeran de mano de de obra, se calcula
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Capítulo 1
una historia de héroes, sino de interrelaciones, circunstancias, acciones, reacciones y consecuencias, sin embargo, queremos aprovechar para hacer un homenaje a dos personajes cuyos bustos no suelen estar en las plazas de nuestros municipios: Benkos Biohó y la Cacica Gaitana, dos ejemplos de dignidad africana e indígena (respectivamente), que dieron sus vidas por el reconocimiento de sus sociedades, en medio del predominio blanco y mestizo; sus luchas no fueron en vano, y si bien la sociedad colombiana no ha reconocido plenamente su interetnicidad, ya a finales del siglo XIX la causa de la abolición de la esclavitud había dado sus frutos, para finales del mismo siglo, las comunidades indígenas consiguen
un precedente en el reconocimiento del autogobierno, hecho que se materializó en la Ley 89 de 1890. Uno de los principales resultados de la larga historia de dominación española, explotación del territorio y de las personas, es el surgimiento de una determinada estructura de distribución poblacional, que a grandes rasgos se caracteriza por la localización de la población negra en la Costa Pacífica, la relocalización de población indígena en zonas de laderas y alta montaña, y por la localización de la población invasora en los altiplanos y en las tierras más fértiles (GRACIA, 2007).
e) Conformación de una nueva Sociedad El asentamiento de los invasores en los centros indígenas más poblados obedeció a intereses económicos y políticos de la Corona. Esta orientación definió dos problemas, en primer lugar, la regulación de la utilización de la fuerza de trabajo indígena; en segundo lugar, la delimitación jurisdiccional, lo que suponía el establecimiento de una división político-administrativa dentro de los territorios, para el control de los recursos (HERRERA, 2000; FAJARDO, 1993). Se requería entonces consolidar el gobierno colonial, mediante la creación de instituciones que permitieran a la Corona y sus representantes, ejercer el poder ejecutivo que antes estuvo en manos de los adelantados que organizaron y guiaron la conquista (GRACIA, 2007).
social, sólo aquellos que tenían un origen aristocrático podían acceder a prebendas como las encomiendas. De esta manera, esa apropiación original de recursos naturales constituyó la génesis de las clases sociales que se estabilizarían en la Colonia (FAJARDO, 1993). Esta incipiente sociedad era espacio de confrontación, no sólo entre invasores y comunidades usurpadas y esclavizadas, sino también entre los mismos españoles, situación que se traducía en esquemas de ordenamiento favorables a la dominación española y su particular orden social jerarquizado (HERRERA, 2000). Así, de entre las muchas instituciones coloniales (Rescate, Adelantados, Capitanes Generales, Alguaciles Mayores, Audiencias, Casa de Contratación, Visita, Mita, Consejo de Indias, Corregidores, entre otras), queremos resaltar la importancia de la Encomienda (PEÑA & MORA, 1987). Esta institución entró en vigencia desde
La población conquistadora era heterogénea, en términos económicos, políticos e incluso culturales, y así, aunque el pillaje les ofrecía a todos una promesa de ascenso
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Agroecología para la vida
comienzos del siglo XVI, concediendo a los colonizadores, el derecho a beneficiarse de los servicios y tributos de una comunidad o grupo de comunidades indígenas, y el deber de evangelizarlos (Ídem.). Este reparto de personas para ser utilizadas como mano de obra, fue detonante de múltiples confrontaciones entre españoles y la Corona, elemento esencial para explicar la conformación de estructuras agrarias heterogéneas en Colombia (FAJARDO, 1993).
a saber: los Litorales Caribe, Pacífico y la Región Andina; el resto del país, habitado por sociedades tribales y guerreras que los españoles denominaban genéricamente “indios bravos”, fue consecuentemente dejado al margen del ordenamiento territorial que dominó en las zonas funcionales a los intereses de la Corona (HERRERA, 2002), lo que se ha traducido en un muy desigual desarrollo de las regiones colombianas. De esta manera, se conforman cinco grandes unidades espaciales socioeconómicas, en lo que se refiere a la producción y a su ordenamiento social interno (FAJARDO, 1993):
Entre los siglos XVII y XVIII, comienzan a configurarse las primeras tres grandes regiones físico-geográficas del país,
1. Enclaves mercantiles del Litoral Caribe, Santa Marta y Cartagena, con una retaguardia agrícola y ganadera en las llanuras costeras de los actuales departamentos de Bolívar y Magdalena. 2. Nor-occidente minero (actual departamento de Antioquia). 3. Sur-occidente minero, agrícola y ganadero (actuales departamentos del Valle, Cauca y Nariño). 4. Centro oriente agrícola y ganadero (actuales departamento de Tolima, Cundinamarca y Boyacá). 5. Nor-oriente artesanal (actual departamento de Santander del sur).
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Capítulo 1
Regiones de la economía colonial
Frontera Chimilas Wayú
Frontera Cuna
Nor-occidente minero
Centro-oriente agrícola, artesanal Sur-occidente minero, agrícola y ganadero
Frontera del Airico
el envío de los suministros necesarios a las áreas de explotación minera, y llevar las riquezas a los puertos donde se embarcarían a la península ibérica, en cambio, no hubo una interacción directa entre el occidente minero y el oriente proveedor, contradicción característica del enfoque de producción especuladora2 que ha dominado a la economía colombiana, y que se define como producción desarrollada en función de los precios en el mercado internacional (Ídem.).
Ya desde ese entonces, estas regiones estaban débilmente intercomunicadas por dos principales razones, por un lado, la debilidad del sistema comercial en las colonias, que era “resultado de las condiciones estructurales de la producción en el Viejo Mundo en los comienzos del mercantilismo y de las restricciones monopolísticas de la Corona Española” (FAJARDO, 1993, p. 40). Por otro lado, el carácter señorial de la sociedad conquistadora, que dio mayor importancia a zonas de Encomienda como Tunja y Santa Fe, cuyo interés residía en el control de la población y sus tierras, por encima de los enclaves mercantiles del Litoral Caribe, cuya importancia era netamente comercial (FAJARDO, 1993). Los caminos cumplían la función de facilitar
2.
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Para una revisión de este concepto, y de los ciclos exportadores de la economía colombiana en torno al tabaco, el algodón, la quina, el añil y finalmente el café, véase, José Antonio Ocampo, “Colombia y la Economía Mundial: 1830- 1910”. Siglo Veintiuno, Bogotá, 1984.
Agroecología para la vida
Granada. Estas reformas, que buscaban consolidar el poder de la Corona sobre sus colonias (en un contexto cambiante como el que se mencionó), disponían cambios en el sistema de tributación, en el control político, económico y social, que afectaban a las elites criollas locales, precipitando procesos emancipatorios a los largo de toda América, por lo que ya en las primeras décadas del siglo XIX, España había perdido la posesión de sus colonias americanas.
El control político de los encomenderos, ubicados en Tunja y Santa Fe, era ejercido sobre las demás regiones, con excepción de la Provincia de Popayán, esto era consecuencia directa del atraso técnico, que conllevó sistemas productivos basados en la utilización intensiva de la fuerza de trabajo (FAJARDO, 1993). Este predominio llegó a ser cuestionado por los demás sectores de la sociedad colonial, hecho que se expresó en conflictos como la insurrección de los Comuneros, que buscaba mejores condiciones para el artesanado y la pequeña producción que abastecía el mercado local, motor para buena parte de las guerras civiles del siglo XIX. El represamiento del movimiento Comunero significó el triunfo de la administración colonial, favoreciendo a los hacendados de ascendencia encomendera (Ídem).
La sociedad neo-granadina no fue ajena a esta dinámica, sin embargo, la no resolución de los conflictos internos, se expresó a comienzos de la lucha independentista en la pugna entre centralistas y federalistas, los primeros, identificados con la causa de los comerciantes, que necesitaban una administración centralizada, para hacer frente a las manufacturas inglesas, en plena Revolución Industrial; por su parte, los hacendados preferían una organización de feudos provinciales, que les permitieran perpetuar su poder local (FAJARDO, 1993).
En esta sociedad incipiente, no sólo había intereses encontrados entre regiones, incluso en el centro-oriente del país se configuraban tres grupos diferenciados: de un lado, los vecinos, ubicados en el nor-oriente del país (actual departamento de Santander), quienes desarrollaron la pequeña agricultura, el comercio y la artesanía; los hacendados, que desarrollaron una agricultura destinada a las minas, y no a sus mercados locales; por último, se encontraban los encomenderos, que administraban uno de los más valiosos recursos, que como se vio, era la mano de obra, de la que dependían todos los demás sectores (FAJARDO, 1993).
Debemos mencionar que, aunque se ha hablado mucho de los José Antonio Galán, los Simón Bolívar, los Francisco de Paula Santander, los Antonio Nariño y demás prohombres de la patria, en el proceso independentista participaron miles de personas anónimas, hombres y mujeres de todas las etnias y clases sociales, que dieron sus vidas por el ideal de una sociedad más justa y libre; a ellos no los encontramos en los textos de historia, pero que no por eso debemos dejar de reconocer su importancia histórica (ARCINIEGAS, 1990). Hay quienes dicen que la Independencia de la actual Colombia se dio el 7 de agosto de 1819, con el triunfo del ejército libertador en la Batalla de Boyacá, otros preferimos remontarnos al 20 de julio de 1810, con la conmemoración del Grito de Independencia, en el que la sociedad criolla salió a las calles a expresar su
El siglo XVIII fue un siglo convulsionado, de grandes cambios en los modelos de gobierno aristocrático, como resultado de la independencia estadounidense y la Revolución Francesa. En este contexto surgen las reformas borbónicas, que terminarían por rebozar el sentimiento de inconformismo que reinaba en la Nueva
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Capítulo 1
inconformismo (con la excusa del no préstamo del florero de Llorente), agrupada en torno al ideal de la soberanía y el fin de la ocupación ibérica.
los Mil días implicó cambios en la orientación político-económica, aunque sí muchas pérdidas humanas y materiales, y la pérdida de Panamá (FAJARDO, 1993; VALENCIA VILA, 1987).
Por esto, resulta paradójico que la Independencia haya conllevado el mantenimiento y prolongación de las estructuras de poder de la colonia, posicionando en la sociedad naciente la estructura política de la Hacienda y la orientación exportadora de la producción, en detrimento del desarrollo de una economía local, capaz de alimentar y suplir las necesidades de la población (FAJARDO, 1993). Aunado a esto, se da un proceso de re-concentración de la tierra, ya que una de las prebendas dadas a las tropas libertarias fue el otorgamiento de títulos sobre “baldíos” y tierras confiscadas a los españoles, lo que favoreció sólo a quienes previamente tenían medios para sostenerlos; los soldados y los mandos medios no tuvieron más opción que venderlos (FAJARDO, 1993).
En este proceso resulta interesante la manera en que la corriente centralista, que como se mencionó ya, en un principio consignaba sólo los intereses de los comerciantes, fue convirtiéndose gradualmente en un interés del grupo hegemónico (los hacendados), debido a que este sistema abría la posibilidad de controlar la deuda pública –especulando con ella, además de estimular la construcción de vías estratégicas para la exportación- (FAJARDO, 1993, p. 48). El esquema de gobierno centralizado se acondicionó a un sistema económico librecambista, y así, la apertura a las manufacturas inglesas, una vez terminado el control colonial, agudizó la crisis del artesanado (FAJARDO, 1993). La constitución de 1886 pactó definitivamente el surgimiento de la República de Colombia, contradictoria, en constante guerra, con una agricultura orientada a la exportación, y a la ganadería extensiva, que es una de las principales herencias de la ocupación ibérica en este territorio, antes de ésta los pueblos originales se dedicaban a la cría de especies pequeñas, cuyo impacto ambiental era mucho menor (GÓMEZ, 2009).
Entre 1820 y 1854, los conflictos que se sucedieron en la joven Colombia, obedecían a la pugna entre el poder regionalista de los hacendados y los medianos propietarios y comerciantes, queda pues claro que se trataba de una lucha político-económica, y no civilista, como aparece tradicionalmente. Como consecuencia, hubo un estallido constante de guerras civiles, seguidas de reformas constitucionales de diferente envergadura que alternaban su orientación entre el federalismo (las de 1832, 1863, fueron esencialmente federalistas) y el centralismo (las de 1821, 1830, 1853, eran centralistas en esencia, pero sólo con la de 1886 se dio una ratificación) (FAJARDO, 1993). Así, las constituciones que se redactaron en esta época, más que pactos sociales eran cartas de batalla, en las que se dictaban las condiciones de los ganadores de las guerras civiles precedentes, ni siquiera La Guerra de
Otro factor que contribuyó al afianzamiento de la estructura de poder de la Hacienda, fueron las medidas de desamortización de bienes de manos muertas, iniciada en 1861, debido a la entrada de estas tierras al mercado, pudiendo ser adquiridas (en la práctica) sólo por terratenientes laicos. Estas tierras se destinaron, por un lado, a la producción de exportación de tabaco y de algunos bienes para el mercado nacional (ganado, azúcar, trigo, etc.), en las grandes Haciendas de Tolima, los Santanderes,
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Agroecología para la vida
Cundinamarca, Boyacá, Valle del Cauca, y las llanuras del Caribe; y por otro lado, a la producción de autoconsumo con algunos excedentes para los mercados locales, en pequeñas propiedades en zonas altas de Boyacá, Cundinamarca y Nariño (FAJARDO, 1993).
La declinación de la producción minera en el occidente resultó en la conformación de dos nuevas regiones: i) Suroccidente (actuales departamentos Cauca y Valle del Cauca), con epicentro en Popayán y predominio de la Hacienda ganadera y la plantación azucarera; ii) Nor-occidente: con un dinámico proceso de colonización campesina iniciada a finales del siglo XVIII, además, el territorio del occidente antioqueño presenció un desarrollo gradual del trabajo asalariado como uno de los componente de una frugal pero dinámica economía de mercado, y así, el modelo exportador se centró en el café a partir de 1870 (FAJARDO, 1993). Esta agroexportación cafetera permitió el surgimiento de un fuerte sector comerciante y financiero, que también terminó por ligarse con el poder hacendario (FAJARDO, 1993, p. 46)
En resumen3, el periodo que va desde el final de las guerras independentistas y la segunda mitad del S XIX, se caracteriza por:
1. 2. 3.
4.
3.
El fracaso en los intentos de modernización de la economía por parte del artesanado y los medianos propietarios en el centro del país.
La acumulación de capital conseguida con los ciclos exportadores del tabaco, y en menor medida de la quina y más adelante del café, consolidó una alianza entre el tradicional poder del centro-oriente y el joven capital antioqueño, lo que sirvió de base para la consolidación de una Estado Central sólido, que estaba dispuesto a realizar concesiones al poder regional en el terreno político y económico (FAJARDO, 1993). Y así, la construcción de la territorialidad colombiana ha sido un proceso que aún no ha terminado. La organización del Estado Republicano, iniciada en la primera mitad del siglo XX, ocurrió fundamentalmente en la región andina y en algunas áreas nororientales de la región Caribe, espacios en los cuales se habían articulado las sociedades y las economías coloniales. Como se mencionó, este espacio central de la sociedad colombiana se afianzó internamente, de manera paulatina, a través de las colonizaciones de vertiente asociadas con cultivos de exportación, en particular el tabaco (entre 1840 y 1870) y el café (1870 en adelante) (FAJARDO, 1993, p. 20).
La ruina de artesanos y militares de carrera. La aparición de un sistema de plantación ligado a la agro-exportación, comenzando por el tabaco, y continuando una dinámica basada en los precios del mercado internacional (producción especulación). Inserción en el sistema de poder económico y político de la Hacienda dentro de las relaciones internacionales del poder capitalista.
Fernando Guillén, citado por FAJARDO MONTAÑA, OP. CIT. P. 45.
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Capítulo 1
En la actualidad Colombia sigue siendo un país de regiones, insuficientemente interrelacionadas. La existencia de estas regiones responde en primer lugar a las diferentes etapas del poblamiento del territorio, lo que ha condicionado sus desarrollos económicos, sociales y culturales, y en menor medida a la existencia de diferencias físico-geográficas, que han configurado unidades socio-económicas y culturales diferentes. Y así, desde la escuela nos enseñan que hay una Colombia amazónica, una Colombia andina, una Colombia Caribe, una Colombia insular, una Colombia llanera y una Colombia pacífica (FAJARDO, 1993).
La historia del siglo XX es la del poblamiento de las zonas inhabitadas durante la época del dominio español. Después de la posguerra de la Primera Guerra Mundial, se da una colonización de los llanos orientales y el piedemonte amazónico, primero en función de la ganadería extensiva, pero también de cultivos mecanizados, debido al estímulo en la demanda de fibras textiles y oleaginosas en el mercado mundial y a la escasez de productos como consecuencia de la guerra. Por esto, no es exagerado afirmar que el desarrollo urbano-industrial colombiano ha estado vinculado a las transformaciones agrarias desde la posguerra (FAJARDO, 1993).
Regiones de Colombia
Caribe
Pacífica Andina
Orinoquía
Amazonía
REGIONESDE DECOLOMBIA COLOMBIA REGIONES
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Agroecología para la vida
En este contexto se da una convivencia de sectores con diferente grado de modernización, que siguen relacionándose a través de la circulación de la fuerza de trabajo, ligada a la existencia de una estructura de tenencia latifundista, que implica que en la práctica sea el latifundista quien determina la distribución y usos de la tierra, el acceso a créditos y la inversión de capitales, la estructura e infraestructura de los mercados, asociando su poder a la institucionalidad estatal y paraestatal; esta estructura se sustenta en la existencia de campesinos sin tierra o propietarios de tierras marginales, que son integrados al circuito latifundista como siervos, arrendatarios y mano de obra estacionaria (GARCÍA, 1973; FAJARDO, 1993). Si bien en esta relación también inciden factores naturales como la estacionalidad de algunos cultivos y la existencia de otras actividades complementarias, que estabilizan esta estacionalidad, que lleva a los trabajadores rurales a vivir bajo la consigna de jornalear en lo que resulte (FAJARDO, 1993).
A partir de 1920 comienzan a sufrir alteraciones las estructuras socio-económicas que se examinaron hasta aquí, especialmente en la industria, en la demanda de fuerza de trabajo en los sectores secundario (la industria), y terciario (servicios), en los precios de los productos agrícolas, en el crecimiento de las inversiones externas y en los ingresos por las exportaciones cafeteras, a lo que se suma la indemnización por Panamá (FAJARDO, 1993). La crisis del 29 redujo de manera temporal el mercado externo para la producción agro-exportadora, en un momento en el que el país contaba con un significativo volumen de divisas, lo que se reforzó con las inversiones de capital extranjero en los enclaves productivos. El crecimiento de los sectores secundario y terciario, significó una elevada captación temporal de fuerza de trabajo proveniente de la agricultura tradicional. De esta manera, el sector agrario se sustentó en la gran propiedad, (mientras que) la pequeña propiedad sobrevivió orientada al autoconsumo (FAJARDO, 1993, p. 50).
El desarrollo de las fuerzas productivas en el campo (productividad, tecnificación, expansión de tierras adecuadas), se da de manera desequilibrada por la naturaleza especuladora de la economía colombiana. De esta manera, las relaciones deslaborizadas del campo subsidian a la economía, vía remuneración a la fuerza laboral, es decir, con bajos salarios y contratación temporal, que son un obstáculo para la permanencia de los pobladores rurales bajo condiciones de vida digna (FAJARDO, 1993). Por esto, la colonización ha sido la válvula de escape frente al monopolio de la tierra, hecho que ha dejado su impronta en la manera en que el campesinado colombiano (los pobladores mestizos del campo)4, se han relacionado
Las transformaciones ocurridas en la estructura productiva en el periodo 19251936 no fueron sin embargo, radicales. Se comenzaron a desarrollar relaciones entre la agricultura, la industria y el mercado externo, con consecuencias redistributivas en la población. La debilidad de la estructura productiva, que incluso en la actualidad sigue siendo producción especulación, ha conllevado la debilidad de la economía colombiana frente a los vaivenes del mercado externo (FAJARDO, 1993). Tras la segunda pos-guerra se desarrolla la llamada agricultura comercial, en zonas planas del país (valles interandinos, altiplano cundiboyacense, plan del Tolima y Sabana del Caribe), ligada principalmente al desarrollo de la industria textil (cultivo de algodón) y a las oleaginosas (Ídem).
4. Más adelante veremos que existen diferencias en los modos de vida campesino, mestizo y afrocolombiano.
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Capítulo 1
de la represión chulavita, de la masacre de Pueblo Nuevo, de la organización campesina, de los Juan de la Cruz Varela y los Guadalupe Salcedo, este último traicionado por el gobierno en un fraguado armisticio, que terminó en su homicidio. Como consecuencia, se da una radicalización del conflicto, y en 1964 surgen las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que a partir de la masacre que se dio en el marco de la Operación Marquetalia, reta a los poderes del país.
con su entorno, a través de la roza y quema del bosque, expandiendo la frontera agraria con la esperanza de hacerse a un pedazo de tierra que, invariablemente, les es arrebatada por los terratenientes que ostentan el poder local, y pueden cooptar la institucionalidad, para que legalice la propiedad en beneficio de ellos, esto se conoce como la pelea entre el hacha y el papel sellado, de ahí que en las zonas de colonización se den características peculiares en las relaciones económicas y sociales. En este proceso, la Orinoquía y la Amazonía han sido el principal paliativo (Ídem).
Una segunda etapa comienza a mediados de la década de los 70, se caracteriza por la agudización de una crisis fiscal y el incremento de los movimientos de protesta motivados por la deficiencia estatal en la prestación de servicios públicos. En un intento por salvar la reforma democrática, que se adelantaba en el marco de la Alianza para el Progreso, el gobernante Carlos Lleras Restrepo (1966-1970), impulsa la formación de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC) y el Instituto Colombiano para la Reforma Agraria (INCORA). Sin embargo, los poderes latifundistas agremiados en la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) y la Federación de Ganaderos (FEDEGAN), logran imponer definitivamente sus intereses, y en 1973 se firma el Pacto de Chicoral, bajo el gobierno de Misael Pastrana Borrero (1970-1974), y así, el proyecto de redistribución de tierras muere prematuramente, fomentándose definitivamente la colonización como único medio de acceso a la tierra (FAJARDO, 1993; MOLANO, 2009).
Además de la estructura agraria, la ganadería extensiva, la orientación agroexportadora y las relaciones laborales de la Hacienda, Colombia ha heredado de su pasado colonial una filosofía de la función social de la propiedad, que ha sido esencial para la formación del campesinado y sustento jurídico de la Ley de Tierras de 1936, que, ha beneficiado al latifundio (MOLANO, 2009). Los enfrentamientos entre las clases dirigentes, tomaron en esta joven democracia, la muy elegante denominación de Violencia bipartidista, dejando una huella profunda en la estructura agraria del país, mediada siempre por la guerra, la usurpación, la apropiación ilegal del patrimonio natural, el terror, la perpetración de las clases dirigentes tradicionales a través de los acuerdos del frente nacional. Una primera etapa del actual conflicto armado (1945-1970), implicó la expulsión de campesinos, en algunos casos hacia la ciudad, y en otros casos extendiendo la frontera agrícola intercordillerana (piedemonte orinocense y amazónico, sabanas y selvas) (FAJARDO, 1993). El ideal de una Reforma Agraria Integral se materializa en la Revolución Cubana, hecho de repercusión continental, que inspiró a los campesinos inconformes que se alzan en armas, tras el asesinato del Caudillo Jorge Eliécer Gaitán, es la época de las guerrillas liberales,
Desde finales de la década de los años setenta y comienzo de los ochenta, se intensifica la urbanización del país a través de las medidas dispuestas por la Misión Currie, eje del plan de gobierno de Pastrana Borrero (Las Cuatro Estrategias), que en esencia buscaba fomentar el ahorro privado hacia la construcción urbana. En el
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Agroecología para la vida
campo “el esquema volvió a ser el mismo:
desalojar campesinos, concentrar tierras y tecnificar la producción agropecuaria mediante crédito barato (Ley Quinta)” (MOLANO, 2009, p. 131). Todo esto se ma-
nifestó en profundas crisis, por un lado, el incremento del desempleo urbano, por el otro, la degradación del modelo de colonización campesina, debido al impulso a la empresa agropecuaria en el marco de los paquetes tecnológicos de la Revolución Verde, la concentración de tierras y la ausencia de una infraestructura que comunique a las zonas periféricas. En este escenario, suficientemente complejo, se consolidan el narcotráfico, como motor, causa y excusa de la guerra, y el paramilitarismo como modelo de relatifundización por la vía de la violencia y la usurpación (MOLANO, 2009).
“el esquema volvió a ser el mismo: desalojar campesinos, concentrar tierras y tecnificar la producción agropecuaria mediante crédito barato (Ley Quinta)”
(MOLANO, 2009, p. 131).
Así llegamos a finales del siglo XX, con una estructura agraria fragmentada, caracterizada por la existencia de una agricultura mecanizada destinada a la exportación, que recibe el apoyo gubernamental y cuenta con una infraestructura más adecuada; una ganadería extensiva, que más que un fin productivo tiene un fin especulativo, buscando justificar la propiedad de grandes latifundios; y, por último, una agricultura familiar que se encarga de producir los alimentos, pero que paradójicamente no recibe créditos de fomento ni obras de infraestructura (FAJARDO, 1993). Y es que en el ámbito internacional, vemos cómo a partir de los acuerdos sobre la Agricultura, realizados en el marco de la Ronda de Uruguay, se impone una matriz agroalimentaria que lleva a la especialización de las agriculturas de los países poderosos en la producción de alimentos, y a la producción de cultivos como flores, frutas tropicales, madera y biomasa para agrocombustibles, en el resto del mundo. Es este el origen del orden que ha imperado a partir de la década de los noventa.
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Capítulo 1
f ) La gran Contrarreforma Agraria (Paz Colombia, 2011) Un acelerado proceso de concentración de la tierra en manos de los más grandes productores ha ocurrido en Colombia en los últimos 17 años, a la vez que se ha reducido en forma dramática el área sembrada. La ampliación de área de grandes propiedades dedicadas a la ganadería extensiva es una verdadera relatifundización del país, este fenómeno se acrecentó con la presencia del narcotráfico ya que la compra de tierras se consolida en sí mismo y el precio pagado por las fincas no está determinado por su productividad agropecuaria, sino por las posibilidades de valorización del predio.
10.7% en exportaciones contra un 51.1% en importaciones. Después de 38 años de una precaria reforma agraria en Colombia, encontramos que la tierra, el principal activo de producción agrícola, se encuentra concentrada en pocas manos, 12.000 propietarios (el 0.6% del total) son dueños de 10 millones de hectáreas (el 20% del total de tierra agropecuaria), y el 82.4% de los predios rurales del país que son minifundios solo ocupan el 15.6% del área rural del país. A lo anterior se le agrega la carencia de tecnología apropiada y viable económicamente para los campesinos, indígenas y afrocolombianos, la falta de acceso a la infraestructura económica, la baja cobertura de los servicios públicos, la falta de del crédito institucional y la demanda potencial de los pequeños productores.
Hoy nos encontramos ante unas cifras impresionantes de pobreza, según la CEPAL el 56.3% de los colombianos es decir unos 22.6 millones de personas se encuentran en la línea de pobreza, es decir que reciben menos de $110.000 al mes. En las zonas urbanas se encuentra bajo esta línea un 47.2% y en las rurales el 79.6%.
Para los campesinos, indígenas y afrocolombianos, la tierra no solo representa un insumo productivo, sino que además es la base de la sociedad por cuanto allí se integra la familia a través del trabajo familiar. Por lo tanto se hace cada día más relevante una reforma agraria estructural, que redistribuya no solo la tierra, sino que lo haga con el acceso a los créditos subsidiados, la tecnología, salud, educación, recreación, deportes y demás elementos que necesita dentro de las fronteras agrícolas.
Desde la segunda mitad de los años ochenta cuando Colombia inicia la aplicación del modelo neoliberal, el país sufre profundos cambios estructurales en el ámbito macroeconómico con catastróficos costos sociales. Lo anterior se agudiza, en empleo: siete millones y medio de campesinos y cuatro millones de trabajadores urbanos, se encuentran sin empleo. De los catorce y medio millones de la población económicamente activa, ubicamos tres millones en la miseria absoluta.
Las economías campesinas, indígenas y afrocolombianas son motor de la producción nacional agropecuaria y pueden elevar su importancia en la economía nacional, con un adecuado apoyo estatal, más si tenemos en cuenta que: Estas economías con solo el 14% del territorio son las responsables del 44% de la producción nacional.
Unido a lo anterior, se tiene la pérdida de 820.000 hectáreas en áreas cultivada en lo corrido de la década, el paso de un 4.2% de crecimiento en el lustro de 1986 – 1989, a apenas un 2.0% en el periodo 1990 – 1998, y un desbalance comercial del
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Agroecología para la vida
El campesino, el indígena y el afrocolombiano, vienen velando por la preservación del ecosistema. Se ha demostrado que las medidas coercitivas institucionales han sido insuficientes e ineficientes a la hora de brindar una real protección a la naturaleza, también se ha visto como el campesinado ha sido condenado por parte de algunos sectores de la opinión nacional como el responsable único y directo del deterioro del ecosistema; sin embargo, es claro que éste ha sido víctima de una estructura agraria desigual, que lo ha expulsado al borde de la frontera agrícola, dejándole como única alternativa su supervivencia a costa de la del hábitat que le rodea. Así se ha establecido una dependencia natural entre campesinos, indígenas, afrocolombianos y ecosistema,
en la cual la suerte del uno, va ligada a la del otro, es por esto que si al campesino se le mejoran sus condiciones de vida a través del acceso a los activos productivos en el interior de la frontera agrícola, se le capacita en el manejo de los suelos de vocación forestal, y se le garantiza el acceso real a los servicios, es imposible frenar el deterioro ambiental y sus posteriores consecuencias para todos.
Indicadores
Resultados
Por último, insistir en el actual modelo de desarrollo para el campo, sería ignorar el papel protagónico que el campesinado ha tenido y mantiene en el devenir histórico del país, y en el futuro de éste, máxime si se entiende en toda su dimensión la importancia de un proceso de paz, y se identifican los actores de dicho proceso.
Pobreza rural
64,3% de la población
Indigencia rural
29% de la población
Pobreza, promedio nacional
45.5% de la población
Pobreza en 13 áreas metropolitanas
30.6% de la población
Concentración de la propiedad rural
Índice Gini de propiedad 0.87
Importaciones de alimentos y bienes agroindustriales. Tierras despojadas y abandonadas 1980 - 2010 Población desplazada por el conflicto
Tierra usada en agricultura
Tierra usada en ganadería
US $ 3.377 millones, equivalente al 9.2% de importaciones totales. 6,5 millones de hectáreas 3´6 millones de personas entre 1977 – 2010 según el RUPD, acción social. 4,5 millones de hectáreas frente una aptitud agroecológica de 21 millones. 38 millones de hectáreas frente a una aptitud de 21 millones.
Fuente: Absalón Machado. 2011. La locomotora del agro y su impacto ambiental y socioeconómico. Revista Semillas, Bogotá – Colombia
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Capítulo 1
La pertinencia social del campesinado colombiano, se observa de forma directa a través de la cadena: pobreza urbana— seguridad alimentaria—producción agrícola.
Por tal motivo, se hace urgente la redistribución de los activos productivos en el campo, para de esta manera hacer un uso eficiente de los recursos económicos del sector, pues la concentración de éstos conlleva a monopolios, que al fijar los precios por encima de los costos marginales de producción, necesariamente se hacen ineficientes económicamente, incidiendo negativamente en los hogares de bajos ingresos urbanos. Desconociendo que los campesinos, indígenas y afrocolombianos aportan el 62% de la producción del país. Al final del siglo XX y en los albores de este, las nuevas realidades del entorno político, cultural y económico del mundo, conllevan necesariamente a la inclusión de múltiples conceptos, entre ellos quizás uno de los más importantes es el de la Soberanía Alimentaria, que busca en su esencia la compresión y aceptación de las diferencias culturales existentes en el país, para que a través de ellas se reconozca el rol de la diversidad y la complejidad cultural de la sociedad colombiana en alimentación y autonomía.
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2.
I egr di rsida s a través la Agroecología
En este capítulo usted va a encontrar los conceptos de la agroecología. Conocimientos valiosos para transformar nuestra acción en el campo por medio de aspectos de la vida rural, de la sabiduría popular, de la economía solidaria y de una nueva forma de producir conocimiento (Adaptado de Giramundo, 2005).
Capítulo 2
a) Una nueva ciencia y unos nuevos valores
L
a historia de la Agroecología es la historia misma de los pueblos, de las interacciones entre las culturas y los ecosistemas, ellos no la llamaban Agroecología, pero la practicaban en Babilonia, China, África, Mesoamérica y nuestros Andes Suramericanos, lugares a los que se les atribuye el origen de la producción de alimentos, que luego llegaron a otros pueblos quienes la enriquecieron y adaptaron a sus entornos. Así empezamos a configurar el mundo que hoy conocemos.
verdaderamente la ciencia, porque lo que promueve la agricultura industrial, agroquímica, biotecnológica, es una ciencia al servicio de los intereses de las transnacionales. En la Agroecología los agricultores forman parte del proceso de investigación en igualdad con los universitarios o técnicos especializados. Esta ciencia implica, entonces, un verdadero cambio del paradigma científico, pero también de la práctica, de la tecnología concreta de trabajo, de la relación con la tierra y con el producto de ella (Altieri, 2001).
A finales de los años setenta, nace como ciencia la Agroecología, este “redescubrimiento” es un ejemplo poco común del impacto que tienen las tecnologías campesinas ya existentes sobre las ciencias, donde, adelantos que tuvieron una gran importancia en la comprensión de la naturaleza, fueron el resultado de una decisión de los científicos de estudiar lo que los campesinos ya habían aprendido a hacer (Kuhn, 1979).
En su dimensión política la agroecología además de ser una ciencia es considerada como un instrumento de cambio social, por lo que deja de ser un fin en sí misma, para convertirse en una estrategia para alcanzar ese bien mayor, el cambio social o la transformación de las sociedades no sólo rurales sino también urbanas. La agroecología es para las comunidades la oportunidad de formar sociedades basadas en la autodeterminación de los pueblos que crean relaciones sociales y comerciales justas y equitativas.
Esta ciencia que planteó un nuevo paradigma científico para el desarrollo de la agricultura, en realidad, rescata lo que es
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aguacate frijoles cacao chiles maíz calabaza chilacayote: cidra tomate algodón de tierra alta vainilla
Mesoámerica
34 café palma de aceite quimbombo, abelmosco millo ajonjolí sorgo sandía ñame
África Sub-Sahariana
CENTRO DE DESARROLLO INICIAL DE LA AGRICULTURA Y DOMESTICACIÓN DE PLANTAS
amaranto chile frijol común papas haba yuca maní, cacahuate quinoa camote: batata arracacha tomate
Región Andina Sur-Central
espárrago cebada remolacha repollo algarroba datiles ajo uvas lúpulo lechuga aceitunas cebollas nabos trigo
Creciente Fértil guinéo, plátano citrico taro, malanga pepino caña de azúcar
Sureste de Asia y Sureste del
haba rábano melón morera frijol mungo durazno arroz soya té
China
Agroecología para la vida
Capítulo 2
b) Todo está entrelazado Para la Agroecología la naturaleza no es un conglomerado de recursos que se puedan utilizar indiscriminadamente, ni una máquina al servicio del hombre. Al contrario, en el abordaje agroecológico la realidad es vista de forma integrada, buscando la interacción entre los múltiples elementos que existen en el ambiente. El suelo, las plantas, los animales, el agua y todo los demás patrimonios naturales que están a nuestro alrededor, deben ser manejados respetando los límites de la naturaleza y las características de los cultivos de los agricultores. En este sentido el ser humano es parte de la naturaleza y depende totalmente de ella.
Las agriculturas de base ecológica son los diferentes estilos de agricultura ecológica que se desarrollan alrededor del mundo un ejemplo de éstas son: regenerativa, orgánica, biodinámica, biológica, natural y ecológica, cada una conteniendo particularidades conceptuales, culturales y metodológicas provenientes de los grupos sociales que fueron responsables del desarrollo.
Al entender la naturaleza de este entramado, la familia agricultora tiene mejores oportunidades de pensar sistemas de producción más resistentes y resilientes.
Los enemigos naturales son posibles depredadores y parásitos de otro organismo que se torna plaga en un dado sistema de producción.
Esta visión integral llamada “enfoque sistémico”, o sea donde todo en la naturaleza es visto como un todo interdependiente y complejo, es un enfoque que exige tomar nuevas posturas y adquirir nuevos valores. Para producir ecológicamente es necesario identificar la relación entre los elementos presentes en la producción, observando como el suelo, las plantas, los animales, el clima y los demás elementos interactúan.
En la naturaleza y en los sistemas productivos todos los elementos están entrelazados e interactuando. En un Bosque por ejemplo existen muchas especies de plantas, insectos, animales, hongos, bacterias, entre otros que dependen unos de otros para desarrollarse. Muchas de las plantas necesitan de una bacteria o un hongo que está en el suelo para obtener parte de su alimento, al mismo tiempo que sus hojas caen y vuelven al suelo alimentando otros seres. Hojas, flores y frutos sirven de alimento para primates, reptiles, aves e insectos. Y ellos a su vez son el alimento para
Para la visión sistémica y la producción de base ecológica es necesario, antes que nada entender la relación entre todos los elementos que están en nuestra producción incluyendo las plagas y sus enemigos naturales. Debemos observar el suelo, las plantas espontáneas, el clima, los insectos y como todo esto interactúa.
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Agroecología para la vida
relaciones, es decir, tenemos que tener una visión sistémica de nuestra realidad. Si aislamos solo la oruga, no entenderemos esas relaciones y no sabremos cómo equilibrar dinámicamente ese sistema para que la oruga deje de ser un problema y sea un componente más del mismo.
otros animales. Por ejemplo, una oruga se alimenta de una hoja, una araña se alimenta de la oruga, una gallina se alimenta de la araña y la gallina termina en nuestra mesa. Entonces para poder planear nuestra producción debemos entender esas
V ión L l
V ión s tÉmica
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Capítulo 2
c) La fuerza está en la participación popular y en la vida rural Ella nos ayuda a entender la importancia de las políticas públicas de desarrollo rural, que crearían las condiciones mínimas de viabilidad de la agricultura familiar en nuestro actual sistema económico. Serían un ejemplo de estas políticas públicas las de reforma agraria, crédito, educación y facilitadores técnicos en agroecología.
La Agroecología es mucho más que un sistema de producción orgánico, ya que también considera los aspectos ambientales, sociales, culturales, éticos y políticos de la agricultura.
Una de las bases de la Agroecología es la participación popular, pues ella nació de la mano de los agricultores familiares y campesinos de todo el mundo y se fortalece cada vez más, a partir de ella. Esta participación es la que permite la unión entre los saberes populares y los científicos, fundamental para alcanzar una agricultura ecológica más resiliente y resistente. Y por esto, el avance de las metodologías participativas es parte importante de la estrategia agroecológica.
La Agroecología es mucho más que un sistema de producción orgánico, ya que también considera los aspectos ambientales, sociales, culturales, éticos y políticos de la agricultura. Es importante comprender que la producción ecológica se adecúa más a la pequeña producción de la agricultura familiar y campesina. Y que ésta tiende a ser más diversificada y atada al comercio local de alimentos básicos para la población. La Agroecología ayuda a fortalecer la vida rural de las comunidades de agricultores familiares, ya que refuerza la importancia de la cooperación, del trabajo asociativo en la producción y comercialización de los productos y de los movimientos sociales del campo.
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Agroecología para la vida
d) La importancia de los saberes populares Cada persona carga consigo conocimientos fundamentales sobre la realidad, sus diferentes puntos de vista, ideas, preguntas y respuestas nos ayudan a comprender mejor la complejidad de la vida. Cuanta más información tenemos sobre los sistemas naturales y productivos a través de las experiencias de los agricultores, más capaces somos junto con ellos de resolver problemas y diseñar sistemas más ecológicos. Es por esto que el saber popular y tradicional es bastante valorizado y fortalecido en la Agroecología.
tiene su fundamento, trayendo la ciencia como aliada y evaluando información por medio de la investigación participativa. Estos conocimientos tradicionales son importantes, aunque los campesinos de las últimas dos generaciones adiestrados en la Revolución Verde pueden no tener acumulada tanta experiencia y deben buscar procesos participativos que incentiven cambios de conocimientos y experiencias con otros agricultores locales. Incluso en aquellos lugares donde mucho del conocimiento tradicional ya se perdió, la tarea del abordaje agroecológico es recuperarlos y recrearlos. Se trata más de juntar el conocimiento de la ciencia moderna con el saber de los agricultores para fundar nuevos saberes más útiles y más apropiables por la agricultura familiar.
Las comunidades tradicionales siempre vivieron relacionándose con la naturaleza y acumularon un saber valioso sobre los ciclos naturales, el desarrollo de las plantas y los animales y la relación entre los elementos que componen el paisaje. Basados en este conocimiento es que la Agroecología
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Capítulo 2
e) Educación Ambiental Popular La educación popular comprende el proceso educativo como un acto político en el sentido amplio, es decir, como práctica social de formación de ciudadanía. La Educación Ambiental popular comparte con esa visión la idea que la vocación de la educación es la formación de sujetos políticos, capaces de actuar críticamente en la sociedad.
Más que resolver los conflictos o conservar la naturaleza a través de intervenciones puntuales, la Educación Ambiental Popular entiende que la transformación de las relaciones de los grupos humanos con el ambiente, está inserta dentro del contexto de la transformación de la sociedad. La comprensión de lo que son los problemas ambientales, pasa por una visión del medio ambiente como un campo de sentidos socialmente construido y como tal, atravesado por la diversidad cultural e ideológica, así como por los conflictos de interés que caracterizan la esfera pública.
Los destinatarios de esta educación son los sujetos históricos, insertos en una coyuntura sociopolítica determinada, cuya acción, siempre intrínsecamente política, resulta de un universo de valores construidos social e históricamente. En esta perspectiva, no se borra la dimensión individual y subjetiva, pero esta es vista desde su intercepción con la cultura y la historia, o sea, el individuo es siempre un ser social.
Al enfatizar la dimensión ambiental de las relaciones sociales, la Educación Ambiental Popular propone la transformación de las relaciones con el medio, dentro de un proyecto de construcción de un nuevo ethos social, basado en valores: Libertarios, Democráticos y Solidarios (Carvalho, 2001).
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Agroecología para la vida
f) El modo de vida rural: Agricultura familiar Otro aspecto que merece ser destacado es que la Agroecología y el modo de vida rural de la agricultura familiar que están basadas en una filosofía profundamente diferente de la agricultura de monocultivo a gran escala. La agricultura convencional (que utiliza productos químicos y maquinaria pesada) se preocupa principalmente por el rendimiento de monocultivos por área cultivada sin importar los impactos sobre la naturaleza. El modo de vida rural campesina, indígena y afrocolombiano por el contrario, tiene en cuenta y da valor al futuro de las próximas generaciones y
tiende a producir de manera más armónica con la naturaleza. Los agricultores son más receptivos a la idea de respetar los tiempos y los ciclos de la naturaleza, la capacidad de la tierra para dar frutos y su necesidad de descanso. De una forma general el modo de vida rural campesina, indígena y afrocolombiano está acompañado de algunas características comunes, que las hacen comunidades ideales para el desarrollo y empoderamiento de agriculturas de base ecológica, tales como:
·
Pequeñas propiedades o territorio comunal.
·
Producción para autoconsumo y para mercado local y regional.
·
Producción diversificada incluyendo crianza de animales.
·
Mano de obra familiar.
·
Tecnologías y equipos adaptados a su realidad.
·
Conocimiento elevado sobre los ciclos agrícolas y de la naturaleza.
·
Producción propia de semillas y otros insumos.
·
Autonomía de gestión de la familia sobre la producción y la comercialización.
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Capítulo 2
g) Economía popular, solidaria y ecológica En la Agroecología valorizamos la solidaridad y la unión entre las familias del campo en la búsqueda de mejorar sus condiciones de vida. Históricamente las personas siempre han utilizado varias formas de cooperación para el trabajo, la producción y comercialización. Es bien conocida la participación en convites y mingas para la preparación de las tierras, el plantío y las cosechas.
Para crear un mercado local fuerte de productos de una agricultura de base ecologica, necesitamos nuevamente hacer la conexión entre lo tradicional y lo nuevo. Debemos rescatar formas tradionales de comercialización e incentivar nuevas formas de atraer el consumidor para que compre de la manera más directa posible al agricultor. Son formas tradicionales la venta en ferias semanales, festivales y otros. Y son formas nuevas las canastas de productos ecologicos entregados a domiliclio, la venta para los restaurantes escolares y otros tipos
Estas prácticas de ayuda mutua, amigas del trabajo familiar fortalecen la agricultura de base ecológica.
La solidaridad está relacionada con otros dos aspectos importantes para la agroecología: 1. El cambio de excedentes de producción: Además de cambiar trabajo y conocimientos en la agricultura familiar son cambiados excedentes de producción en una economía a veces informal más valiosa. 2. La cooperación: Por otro lado, la solidaridad inspira la organización de pequeños grupos asociativos y cooperativos. Estos grupos son fundamentales para el fortalecimiento de la participación popular. Tal participación, cuando es efectiva. aumenta las oportunidades de estos grupos a acceder a apoyo técnico de calidad y mercados con mejores condiciones.
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Agroecología para la vida
de compra pública de alimentos. De modo general, traer la venta más cerca de quien produce mejora el precio para los agricultores y para los consumidores. Además de esto, mientras más tiempo y manoseo sufra el alimento para llegar al consumidor, peor su calidad y mayor el gasto de energía y dinero. En este sentido, aproximar el consumo de la producción a través de mercados locales mejora la calidad biológica y la apariencia de los productos, economizando energía y recursos.
Los consumidores también tienen un papel importante en la economía solidaria y pueden ser estimulados a participar activamente en este proceso. Conjuntamente, por medio de organizaciones cooperativas o asociativas, se pueden crear formas de adquirir productos e insumos que se necesitan, abaratando costos y mejorando los precios. Esto es apoyo para los agricultores que de esta forma se tornan más independientes de los precios de la economía de mercado.
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Capítulo 2
h) Una agricultura de base ecológica La agroecología ofrece principios, conceptos y metodologías para la planeación de una producción de alimentos de alta calidad, que sea capaz de mantener la productividad de la tierra, respetar la naturaleza, ampliar la diversidad de productos para el consumo de la familia y en el mercado generar una mayor renta para las familias agricultoras. Y para que la producción sea realmente de base ecológica, debemos utilizar técnicas de manejo ecológico de los recursos naturales, tales como: fertilización orgánica, alelopatías, rotación de cultivos, policultivos (cultivos en consorcio), rompe-vientos, abonos verdes y fertilizantes ecológicos, entre otros. Estas técnicas varían de región en región y deben ser adaptadas a las características especiales de cada lugar.
Las características especiales de cada lugar son llamadas también especificidades locales o potencial endógeno. Son aquellas características particulares del ambiente, de la cultura y del modo de vida de los agricultores de una localidad dada. Y son esas especificidades locales las que orientan la escogencia de las técnicas que serán utilizadas en la planeación de la producción de base ecológica.
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Ahora vamos a hablar de los principios que ayudan al entendimiento de una agricultura de base ecolĂłgica. Debemos conocer la esencia para justiďŹ car la escogencia de las tĂŠcnicas. Conociendo mejor el suelo, su fertilidad, las plagas y el funcionamiento de las plantas, comprenderemos los procesos de la naturaleza y con ayuda de ella y nuestro trabajo tendremos una mejor agricultura (Adaptado de Giramundo, 2005).
Capítulo 3
a) Balance ecológico y agroecosistema Cuando hacemos agricultura estamos modificando el ecosistema y el paisaje, creando un agroecosistema. Este agroecosistema tiende a ser menos diverso y complejo que un ecosistema, ya que al practicar la agricultura favorece el crecimiento de algunas plantas y animales en detrimento de otras, simplificando el ecosistema dando apertura a la fragilidad y creando algunos
La agricultura convencional causa desbalances serios en la naturaleza, lo que nos lleva a condiciones más balanceadas para la producción. Para esto, el primer concepto que necesitamos comprender es el del balance ecológico que depende directamente de la diversidad de plantas y animales y sus complejas redes de relaciones. Por ejemplo en un bosque natural las redes son complejas y una agricultura de base ecológica debe buscar una complejidad funcional.
La simplificación máxima de los agroecosistemas es el monocultivo. El monocultivo, como su nombre lo dice, es un sistema productivo compuesto por apenas un cultivo, generalmente destinado al mercado. Por esto, los monocultivos tienden a ser extremadamente frágiles y vulnerables al ataque de plagas y enfermedades. Sin diversidad, los monocultivos exigen mucho más trabajo e insumos para garantizar buena productividad lo que eleva los costos de producción. A largo plazo los monocultivos tienden a agotar la tierra y a disminuir la capacidad productiva del suelo.
Para entender lo que significa el balance ecológico es importante entender que es un ecosistema. Un ecosistema es el nombre dado a la naturaleza y la relación de todo lo que en ella está. Los ecosistemas son sistemas biológicos vivos que son capaces de auto-regularse, auto-mantenerse y auto-renovarse. O sea, ellos poseen mecanismos naturales para sostenerse por sí solos, manteniendo las condiciones de vida en el ambiente.
Con esa agricultura agresiva,
rompemos el balance ecológico y degradamos la naturaleza
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Agroecología para la vida
subsistemas. Esa modificación altera el balance ecológico del sistema como un todo, lo que exige constantemente la utilización de trabajo y el uso de insumos. Este trabajo continuo es realizado en el sentido de ayudar a que el sistema se auto-regule, se auto-mantenga y se auto-renueve. En un agroecosistema con mayor diversidad hay menor inversión de trabajo e insumos. Las plantas y animales en un agroecosistema diverso interactúan auxiliando el balance ecológico necesario para mantener las condiciones favorables de vida en el ambiente. Entonces, mientras mayor sea la diversidad en el agroecosistema, mayor será el balance ecológico. Y mientras mayor sea el balance ecológico, mayor será la capacidad del agroecosistema de resistir plagas y enfermedades sosteniendo niveles apropiados de productividad a lo largo del tiempo. Y finalmente, mientras mayor el balance ecológico del agroecosistema, menor será la necesidad de invertir energía (trabajo e insumos) proveniente de fuera del sistema.
Si separamos la palabra agroecosistema en partes vemos que:
Agro Eco Sistema
Es relativo a la producción agrícola Es nuestro ambiente natural Es el conjunto de elementos/ componentes que actúan relacionados entre sí y que son inter-dependientes
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Capítulo 3
b) El suelo vivo fertilidad hay en el suelo, mientras más fertilidad más garantía de salud para las plantas y los animales, y mientras más salud mayor es la productividad de los sistemas de producción.
La planta necesita de tres elementos basicos para su desarrollo: Luz, agua y nutrientes. De manera resumida y simplificada podemos decir que la forma más eficiente de aprovechar esos elementos es teniendo un suelo vivo.
¿Qué tipos de seres vivos están en el suelo y cómo contribuyen al aumento de la calidad del suelo?
Por qué el suelo vivo es vital En el suelo existen millares de seres vivos de innumerables especies que interaccionan y se complementan en el proceso de descomposición de la materia orgánica y mineral. Este conjunto de vida y materia orgánica en descomposición es la que da la cualidad del suelo. Esta cualidad significa más fertilidad, estructura, humedad, entre otros factores. Mientras más vida más
La descomposición de la materia orgánica y mineral (rocas) es realizada por diferentes grupos de seres vivos, entre ellos bacterias,
hongos, protozoarios, algas, lombrices, escarabajos, ácaros, larvas de insectos e insectos.
La cantidad y el número de especies que habitan el suelo varían mucho de una región a otra, de acuerdo con el clima y el manejo empleado. De forma general, en suelos de clima caliente, húmedo y buena calidad podemos encontrar hasta 24.200 Kg de organismos vivos por hectárea (PRIMAVESI, 1992)
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Agroecología para la vida
Estos seres ayudan en la fragmentación inicial de la materia orgánica y mineral, y enseguida realizan la descomposición de este material. Con la descomposición los nutrientes (macro y micro) están disponibles para los cultivos y para el aumento de la vida en el suelo.
es fundamental que el suelo tenga una diversidad suficiente de estos organismos para que hagan el trabajo necesario de formación de un suelo rico, fértil y bien estructurado. Y la segunda, que la utilización de agrotóxicos y abonos químicos mata los seres vivos del suelo, disminuyendo su calidad e impidiendo la práctica de una agricultura de base ecológica.
Comprendiendo este principio, entendemos dos cosas, la primera es que
c) Las plantas, plagas y enfermedades son indicadoras invasoras además de indicarnos la calidad del suelo, pueden ser manejadas para que aparezcan en momentos que nos traigan más beneficios que perjuicios.
Si leemos las señales de la naturaleza, somos capaces de analizar la calidad del suelo y de todo el agroecosistema de forma directa, barata y accesible.
La vegetación espontánea es aquella que aparece cuando el suelo está con poca diversidad. Surge con el objetivo de recolonizar un área rumbo a un ambiente con más diversidad de plantas y animales. Este concepto tiene relación con la sucesión vegetal, ya que la vegetación espontánea abre el camino para el establecimiento de plantas arbustivas y arbóreas a lo largo del tiempo, que hacen parte de la sucesión vegetal del área en cuestión.
Por Ejemplo: • Algunas plantas nos indican la calidad del suelo, su estructura, nutrientes, acidez, entre otras cosas. • Y algunas plagas y enfermedades nos muestran cuales deficiencias minerales presenta el suelo. En un ecosistema natural todo ser vivo, sea vegetal o animal, tiene un papel que desempeñar para la comunidad de la cual hace parte; en un agroecosistema no es diferente. Es por esto que cuando manejamos un sistema productivo aparecen inevitablemente plantas invasoras provenientes de la vegetación espontánea. Lo importante en este caso, no es gastar energía en eliminar esa vegetación espontánea por completo, sino manejarlas de forma benéfica para el agroecosistema. Las plantas
Beneficios y perjuicios: La vegetación espontánea desempeña una determinada función en el agroecosistema. Por ello, es importante que dejemos de ver estas plantas como malas yerbas y pasemos a considerarlas como un recurso que está a nuestra disposición, y que con un manejo adecuado, se tornan bastante útiles.
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Capítulo 3
Mira la lista de algunas cosas que las plantas expontáneas nos dicen respecto a la calidad del suelo NOMBRE
NOMBRE CIENTÍFICO
LO QUE INDICAN
Lecherita
Euphorbia heterophyla
Falta de Molibdeno
Carrapicho de Carnero
Acanthospermum hispidum
Falta de Calcio
Amapola
Papaver rhoeas
Exceso de Calcio
Lengua de Vaca
Rumex crispus
Exceso de Nitrógeno de origen
Bledo
Chenopodium álbum
Exceso de Nitrógeno de
Ortiga
Ortiga urens
Escoba
Sida Spp.
Cápitas duras a nivel sub-
Cadillo
Cenchrus echinatus
Suelo compactado
Nabo Forrajero
Raphanus raphanistrum
Deficiencia de Boro y Manganeso
Cola de Zorro
Andropogon lateralis
Capita impermeable a 8
Capin “Pelo de Marrano”
Genero Carex
Quemas frecuentes
Alfalfa invadida por pasto
Medicago sativa
Deficiencia de Potasio
Arnica silvestre
Solidago microglossa
pH 4.5
Pasto “Sape”
Imperata exaltata
pH 4.0
animal (Deficiencia de Cobre) Origen Vegetal Exceso de Nitrógeno de origen químico superficial en el suelo
cm de profundidad
Fuente: Ana María Primavesi. Curso de agricultura de sol y malezas, iica, 2002 Bogotá. Colombia
Observar las asociaciones de cultivos puede ser una forma eficiente de favorecer las sinergias (donde 2 especies diferentes se benefician de su asociación, es decir, donde la suma de “1+1 =3”). Esto
ayuda a escoger las mejores compañeras para ciertos cultivos, favoreciendo mejores condiciones en el balance del agroecosistema en cuestión.
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Agroecología para la vida
Algunas plantas que juntas son mejor que solas (sinergias) NOMBRE
NOMBRE CIENTIFICO
ACOMPAÑA
Albahaca
Ocimum basilicum
Tomate, pero se rechaza con la ruda. Repele moscas y mosquitos.
Borraja
Borago officinalis
Tomate, zapallo y fresa. Controla el gusano del tomate y mejora su crecimiento y sabor.
Manzanilla
Matricaria chamomilla
Repollo y de la cebolla. Mejora enfermedades como la pudrición del tallo, mejora el crecimiento y sabor.
Hinojo
Foeniculum vulgare
Es una planta muy fuerte rechaza todas la vecinas, no se debe sembrar con hortalizas.
Ajo
Allium sativum
Fresas. Controla escarabajos y mejora el crecimiento.
Rábano Picante
Armoracia rusticana
Papa. Controla la chiza.
Rosa amarilla
Tagetes erecta
Es muy beneficioso para todos los cultivos, para impedir enfermedades. Compañera del fríjol, tomate y curuba. Controla nemátodos, escarabajos, gusanos del tomate y otros insectos. Mantiene la huerta en buen estado sanitario.
Menta
Genero Mentha
Repollo y tomate. Controla la polilla blanca del repollo y mejora la sanidad del cultivo del repollo.
Mejorana
Origanum majorana
Rábano, repollo y frutales. Controla áfidos y los insectos del zapallo. Mejora el sabor y el crecimiento de sus compañeras.
Petunias
Genero Petunia
Fríjol.
Romero
Rosmarinus officinalis
Repollo, fríjol, zanahoria y salvia. Detiene la polilla del repollo, escarabajo del fríjol y las moscas de la zanahoria.
Ruda
Ruta graveolens
Debe sembrarse lejos de la albahaca y cerca de los cultivos de rosas. Atrae la mosca negra y las polillas negras, controla el escarabajo.
Salvia
Genero Salvia
Romero, repollo y zanahoria. Debe sembrarse lejos del pepino. Controla la polilla del repollo y la mosca de zanahoria.
Estragón
Artemisia dracunculus
Es benéfico para toda la huerta.
Valeriana
Valeriana officinalis
Es favorable para toda la huerta.
Ajenjo
Artemisia absinthium
Se debe sembrar en los linderos de la huerta, no tiene compañera. El té de ajenjo controla las babosas.
Tomillo
Thymus Vulgaris
Controla el gusano del repollo. Benéfico para todas las plantas y estimula la fauna biológica benéfica.
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Capítulo 3
d) La sucesión vegetal y la formación de los suelos Para entender mejor la función que cumplen las plantas y los organismos vivos del suelo es importante comprender el concepto de sucesión vegetal y como este se relaciona con la formación de los suelos. Desde el momento que una roca comienza a deshacerse para tornarse en suelo surge una colonización de plantas que acompañan todo el proceso de maduración de este, hasta que el alcance el grado de desarrollo y complejidad de una vegetación que llamamos climax, característica de un ambiente de bosque maduro. Durante todo este proceso de maduración del conjunto Suelo – Planta la colonización vegetal estará continuamente modificándose. Las especies de plantas se irán sucediendo unas a otras con un objetivo bien definido: permitir que la vida se instale cada vez más en este ambiente. Cada planta o conjunto de plantas, ademas de informarnos del estado de maduración en que el ambiente se encuentra (por eso el nombre de plantas indicadoras) prepara las condiciones para que ese proceso tenga continuidad, permitiendo el surgimiento de otras especies que traerán sus contribuciones para este “caminar” que hace la roca para transformarse en suelo. La sucesión vegetal es como si existiera un plan programado por las leyes de la naturaleza, el cual conduce a la recuperación de un área que fue modificada por la acción humana.
y reagruparlos en el subsuelo. Y los organismos vivos del suelo en conjunto con las plantas tienen el poder de desagregar los elementos en el subsuelo y depositarlos en la superficie del suelo en un continuo ciclaje de nutrientes.
La pregunta es: Si la naturaleza tiene un trabajo que hacer con la sucesión ecológica y el ciclaje de nutrientes ¿cómo nos podemos beneficiar de este trabajo ecológico realizado por la naturaleza para obtener de ella lo que queremos de una manera racional? La respuesta es: Practicando una agricultura de base ecológica.
En un agroecosistema, el suelo formado por el conjunto Suelo – Planta a partir de la roca preexistente, da lugar a un suelo que continuamente se transforma, a partir de interacción de la biodiversidad con el ciclo del agua. El agua tiene el poder de desagregar elementos en la superficie
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Agroecología para la vida
¿Al final el agricultor debe o no desmalezar el suelo? Es imposible que el agricultora consiga su objetivo de dejar su terreno limpio, ya que los impulsos naturales de la sucesión ecológica siempre estarán presentes, así, en la medida que intentamos limpiar el suelo, estamos en verdad impidiendo que el suelo madure a través del proceso de sucesión vegetal, y con esto ofreciendo las condiciones necesarias para que aparezcan plantas cada vez más difíciles de ser manejadas. Siempre viene una planta con mayor capacidad de proteger el suelo y consecuentemente más difícil de ser erradicada. Por lo tanto, el control de las llamadas malezas (plantas invasoras) es hecho no por la eliminación sistémica por medios mecánicos o químicos, sino por medio de prácticas de manejo que promuevan los cambios en la calidad del suelo, de modo de promover la aparición de especies menos agresivas y menos competitivas con los cultivos plantados. Es preferible, por ejemplo rozar la maleza, ya que el suelo expuesto es el enemigo número uno de la fertilidad del suelo porque destruye la materia orgánica que está en la superficie. Mantenerlo cubierto, ósea con cobertura muerta de una poda o con cobertura viva (vegetación), significa aprovechar la energía constante que nos es ofrecida por el sol y por el agua de manera gratuita. Desmalezar de forma mecánica hasta el suelo quedar desnudo, significa perder la posibilidad de constante y gratuitamente almacenar energía y fertilidad en el suelo. El “Desmalezarlo químicamente” por medio de herbicidas, mata la vida en el suelo. En caso que los residuos vegetales sean insuficientes para cubrir el suelo o las plantas invasoras no permitan el crecimiento adecuado del cultivo de interés comercial, podemos ir de a poco sustituyendo esas plantas invasoras por plantas recuperadoras del suelo, conocidas como abonos verdes. Estas plantas ayudan a fijar nitrógeno, movilizar sustancias de lugares más profundos del suelo y acumular biomasa (materia orgánica viva) en el sistema. Esa biomasa será incorporada en el suelo y servirá como cobertura del suelo, ahogando las plantas invasoras y estabilizando el sistema.
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Capítulo 3
a) El lema es: aumentar la biomasa y hacer circular la fertilidad
y favorace para la manutencion de la vida que en el existe, entre otras cosas.
Otro factor fundamental para tener un suelo fertil es lo que llamamos la Biomasa. La biomasa es la materia organica viva, que contribuye de diferentes formas a la circulación de la fertilidad del suelo. Producir biomasa ayuda siempre a mantener el suelo cubierto por vegetación. mantener el suelo cubierto es conservar su humedad y un suelo humedo ayuda a mantener una temperatura equilibrada
Esta función de cobertura del suelo se ve favorecida con la plantación de los abonos verdes, ya que los abonos verdes propician el reciclaje de nutrientes, o sea, movilizan nutrientes de las capas más profundas y las depositan en la superficie. Esto aumenta la calidad de los nutrientes disponibles para los cultivos de interes comercial.
Aumentar es hacer circular la fertilidad En la agroecología trabajamos con la idea que lo importante para el suelo, es crear y hacer circular lo máximo posible la fertilidad dentro del agroecosistema. Todo aquello que haga circular la fertilidad (abonos verdes, compostaje, arbustos y árboles, por ejemplo), puede ser llamado como mediador de fertilidad. La cría de animales puede ser un excelente mediador, transformando la materia orgánica viva en estiércol rico para el conjunto Suelo-Planta. La clave para lograrlo está en el arte de hacer circular la fertilidad. Todo el excedente producido en un determinado lugar, que no sea para la venta o el consumo (subproducto) deberá ser manejado e incorporado para contribuir a la fertilidad delsuelo. El estiércol, la gallinaza, las hojas secas, los tallos y los frutos no aprovechados, entreotros, pueden ser compostados para que vuelvan a servir de alimento al suelo.
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Agroecología para la vida
Los animales mayores también son muy importantes como depredadores de las plagas, entre ellos: aves, murcielagos, armadillos, serpientes, ranas, sapos y arañas. Un análisis de esas relaciones entre depredador – presa posibilitó la comprensión del concepto de “enemigos naturales”, o sea, hay determinados organismos que se encuentran en el propio lugar y que son enemigos naturales de otros organismos. Así, si propiciamos un ambiente adecuado para el desarrollo de una gran diversidad de organismos, ellos se equilibran entre sí, en lo que es llamado el control biologico natural.
b) Control biológico y fisiológico
Es por esto, que en la agricultura de base ecológica trabajamos para maximizar el control biológico natural y para balancear el agroecosistema como un todo.
Como vimos anteriormente, en un determinado agroecosistema con buenas condiciones de vida en el suelo, podemos encontrar una gran diversidad de insectos, ácaros, nemátodos, hongos, bacterias, virus, entre otros organismos. Muchos de estos organismos dependen unos de otros para la manutención de la vida, estableciendo relaciones depredación y parasitismo. Algunos ejemplos de esto son:
Siguiendo esta lógica podemos afirmar que: • Hay muchas especies que son depredadoras o parásitas de las plagas y enfermedades que atacan los cultivos agrícolas. • Una plaga o una enfermedad aparece en un agroecosistema cuando no hay diversidad de organismos para un eficiente control biológico natural.
Pulgón (“plaga”), que es el alimento para la mariquita (depredador)
• Cuando el ambiente esta desbalanceado, las plantas y los animales disminuyen su capacidad de defensa, propiciando la aparición y aumento de un determinado organismo “plaga”.
Gusano de Maíz (“plaga”), que es el alimento para las larvas de la avispa trichogramma
• Un organismo presente en un agroecosistema en gran cantidad se torna plaga y es causante de determinada enfermedad, por una falla del propio agroecosistema.
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Capítulo 3
Por eso, cuando la infestación de una determinada plaga representa una amenaza económica al superar el umbral, los agricultores deben trabajar para disminuir su infestación y fortalecer la planta, pues sabemos que plantas y animales saludables son más resistentes. En este caso, podemos utilizar defensas alternativas y hasta introducir enemigos naturales que hayan sido comprobados como depredadores de la plaga. Estos enemigos naturales pueden
ser producidos en casa o adquirirlos en laboratorios productores de controladores biológicos para una agricultura de base ecológica. Existen otros factores que pueden determinar un aumento descontrolado de una población plaga o de una enfermedad. Uno de ellos es lo que pasa dentro de la planta, que es llamado control fisiológico, como veremos a continuación.
¿Cómo funciona el control fisiológico? El asunto es bastante complejo, pero su principio es simple y de fácil comprensión. El control de plagas y enfermedades puede ser hecho por la propia capacidad de la planta para defenderse. Esto parece obvio, pero necesita de nuestra atención. Existe un principio utilizado por quienes practican la agricultura de base ecológica que se llama Trofobiosis. A pesar de este nombre complejo, el concepto detrás de él es simple e importante para nuestro avance.
Trofo = Alimento Biosis = Existencia de la vida Trofobiosis quiere decir, todo y cualquier ser vivo que solo sobrevive si hay alimento adecuado y disponible para él. En otras palabras, la planta solo será atacada cuando en su sabia tenga el alimento que la plaga necesita. El mejor alimento para la plaga es aquel que le cuesta menos esfuerzo para incorporarlo. O sea, sustancias simples como los aminoácidos que si están libres en la sabia de las plantas son rápidamente identificados por las plagas. Los aminoácidos formados a partir del nitrógeno del suelo, son componentes formadores de las proteínas. Las proteínas forman los tejidos y otras partes de la planta. Si la planta está con su ritmo de crecimiento normal, ella estará formando las proteínas para su crecimiento en un ritmo también normal, no permitiendo la formación de aminoácidos libres circundantes en savia de la planta. Por otro lado, cuando una planta sufre un desequilibrio, ella pasa a disminuir su tasa de crecimiento y a quebrar sus proteínas en un ritmo más acelerado que el de la formación de la de las proteínas, quedando aminoácidos libres en la sabia. Así, las plagas y enfermedades de alguna forma, “saben” de esto y se alimentan de esta planta desequilibrada.
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Agroecología para la vida
Otros factores interfieren negativamente en
Para que la planta tenga una cantidad mayor de aminoácidos disponibles en la sabia, basta con tratarla de manera errada. Las causas comunes de desequilibrio en las plantas son: el uso de agrotóxicos y de abonos químicos. Los agrotóxicos debilitan las plantas y disminuyen su ritmo de crecimiento en el periodo post-aplicación. Y los abonos químicos poseen gran cantidad de nitrógeno que acaba circulando en exceso en la sabia de la planta, lo que las torna vulnerables al ataque de las plagas.
el funcionamiento interno de las plantas y pueden disminuir o aumentar su resistencia A
Especie o variedad de plan-
B
“Vejez” o inmadurez de la
C
Suelo degradado, compacta-
D
Estrés por poda, mucho ca-
ta no adaptada a la región
planta o parte de ella.
do y sin materia orgánica.
lor o mucho frio
¿Qué es lo que determina que una planta tenga mayor o menor cantidad de sustancias simples en la savia? Cuanto más rápido es el crecimiento de la planta inducida por la química de los abonos, más sustancias simples en la savia estarán disponibles, haciendo que la planta se torne un alimento adecuado para insectos, ácaros, nemátodos, hongos, bacterias y virus.
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Capítulo 3
Vamos a ver con más detalles los factores que influencian el funcionamiento interno de las plantas
La especie y la variedad de la planta
Si la variedad no fuera bien adaptada a la región y al clima, el funcionamiento de la planta sería perjudicado. Que es lo que pasa cuando se cultivan especies de climas templados en regiones de clima tropical. O especies de Zonas bajas, cultivadas en la cima de la sierra.
La edad de la planta o de parte de ella
Las plantas en los periodos de brota y floración tienen naturalmente reservas para los periodos de necesidad. En estas fases las reservas son descompuestas para que puedan ser direccionadas hacia la formación de brotes y flores nuevas. Es un periodo en que naturalmente la planta estará más sensible y frágil. Las hojas viejas son más atacadas que las maduras, al igual que las hojas jóvenes son más sensibles que las maduras, pues la carga de nutrientes que ellas reciben es muy grande, acumulando sustancias solubles que sirven de alimento a las plagas y enfermedades.
El clima, la luminosidad y el agua
La falta de sol y agua disminuye la actividad fotosintética, perjudicando la formación de proteínas (síntesis de proteínas). Por eso, cuando tenemos varios días nublados, secos o, muy calientes podemos esperar problemas en las plantas.
Los agrotóxicos y los abonos químicos
Los agrotóxicos disminuyen la respiración, la transpiración y la fotosíntesis de la planta, consecuentemente disminuyendo la formación de proteínas, dejando disponibles sustancias libres en la savia. Aumentando así, el rompimiento de proteínas en el interior de la planta (proteólisis), ya que los abonos químicos aceleran desequilibradamente el crecimiento de las plantas, afectando el desarrollo y poniendo a disponibilidad en el interior de las planta sustancias simples que sirven de alimento para las plagas y enfermedades. La buena fertilidad de un suelo es dada por condiciones físicas adecuadas (suelo bien estructurado) buena diversidad de nutrientes y mucha actividad de los microorganismos. Esto aumenta el poder de la planta para la absorción y la selección de los alimentos, lo que la favorece. Ocurre lo contrario con suelos mal trabajados, compactados y pobres en materia orgánica y en nutrientes.
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Agroecología para la vida
c) Construyendo sociedades rurales resilientes las aventuras humanas, para convertirse en un “actor activo”, que expresa sus inconformidades con absoluta claridad y de manera explícita (Wilches-Chaux, 2008).
En América Latina, y en particular en los países megadiversos, los pequeños productores representan el mayor porcentaje de las unidades agropecuarias totales, mantienen sistemas altamente diversificados que constituyen verdaderos modelos de conservación in situ de biodiversidad y producen la mayor parte de los alimentos que necesitan nuestros países. Al mismo tiempo, son los grupos sociales peor representados en las estructuras democráticas, tienen escasa participación en la toma de decisiones que afecten su destino y, como principal deuda interna de nuestra región, son las poblaciones donde es preponderante la pobreza, al grado que la pobreza extrema es esencialmente rural (LEISA, 2009). Como si todo lo anterior fuera poco, paralelamente asistimos al proceso de cambio climático, que ya no puede ser negado y que está causando transformaciones importantes y aceleradas que impactan de manera directa la producción agropecuaria y la vida de las sociedades rurales.
a) Desastres Naturales: evento y vulnerabilidad Los desastres naturales son una combinación de un evento ecológico y de la vulnerabilidad humana. Mientras el evento ecológico en sí es considerado como un fenómeno natural, la vulnerabilidad se determina por la interacción entre los sistemas sociales y el ambiente. Por lo tanto, la vulnerabilidad contiene componentes ecológicos y también componentes sociales. El nivel de vulnerabilidad depende de la resistencia y la resiliencia de los componentes sociales y ecológicos ante el evento. La resistencia se refiere a la capacidad del sistema de resistir (contraponer) el disturbio creado por el evento ecológico.
Bajo este panorama hemos sido testigos de un aumento en los desastres (desencadenados por fenómenos de origen natural o tecnológico) y aunque estos desastres existen en el mundo algunos de ellos como parte de la evolución geológica del planeta desde antes que se hablara de cambio climático: es claro que se han agudizado en cantidad, en complejidad y en destructividad, en las últimas décadas. Todo esto como consecuencia y evidencia de los rumbos hacia donde nos está conduciendo la forma predominante de eso que llamamos “desarrollo”, desarrollo que nos está haciendo cada vez menos capaces de convivir armónicamente con las dinámicas naturales del planeta. De un planeta que es cada vez menos un “escenario neutral” de
La resiliencia se refiere a su capacidad de recuperarse ó de volver a un estado muy próximo al original, pre-disturbio. La resiliencia y la resistencia social y ecológica deben considerarse cuando se hacen determinaciones y comparaciones de vulnerabilidad. Conceptualmente la vulnerabilidad es vista como el componente humano de los desastres naturales (BLAKIE, 1994).
Para entender los desastres no sólo debemos saber sobre los tipos de riesgos que podrían afectar a las personas, sino también los distintos niveles de
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Capítulo 3
vulnerabilidad de los diferentes grupos de personas. Esta vulnerabilidad se determina por los sistemas sociales y de poder, no por fuerzas naturales. Tiene que ser entendido en el contexto de los sistemas políticos y económicos que operan a escala nacional e incluso internacional (WISNER, 2003).
donde, hasta la fecha, se ha hecho hincapié en la modelación técnica y la formulación de políticas nacionales (WISNER, 2010).
c) ¿Qué es la Resiliencia Comunitaria? Se trata de una propuesta conceptual desarrollada por E. Néstor Suárez Ojeda (2001) a partir de observar que cada desastre o calamidad que sufre una comunidad, que produce dolor y pérdida de vidas y recursos, muchas veces genera un efecto movilizador de las capacidades solidarias que permiten reparar los daños y seguir adelante. Mediante un proceso interdisciplinario, los que se denominó los pilares de la resiliencia comunitaria como son: autoestima colectiva, que involucra la satisfacción por la pertenencia a la propia comunidad; identidad cultural, constituida por el proceso interactivo que a lo largo del desarrollo implica la incorporación de costumbres, valores, giros idiomáticos, danzas, canciones, entre otras, proporcionando la sensación de pertenencia; humor social, consistente en la capacidad de encontrar la comedia en la propia tragedia para poder superarla; honestidad total, como contrapartida de la corrupción que desgasta los vínculos sociales; solidaridad, fruto de un lazo social sólido que resume los otros pilares.
Por vulnerabilidad nos referimos entonces a las características de una persona o grupo y situaciones en que influencian su capacidad para anticipar, enfrentar, resistir y recuperarse de los impactos de un desastre natural (un evento natural extremo o proceso). Se trata de una combinación de factores que determinan el grado en que la vida de alguien, medios de vida, la propiedad y otros activos se ponen en riesgo por un discreto e identificable evento (o serie o “cascada” de eventos de este tipo en la naturaleza y la sociedad (WISNER, 2003).
b) Urgente necesidad de comprender y apoyar la adaptación de la gente espontánea La adaptación cultural al cambio climático está ocurriendo ahora mismo. Grupos aislados de la población rural en los Andes, bosques de manglares de las costas de Asia sudoriental, y las sabanas de África no esperan pasivamente a los expertos a venir y decirles cómo adaptarse. Es urgente comprender cómo la población rural comprende el cambio climático y lo que ellos mismos están haciendo al respecto. La capacidad para realizar investigación – acción – participativa revela la adaptación espontánea que debe ser construida en los países
Es importante mencionar que el concepto de resiliencia comunitaria ha sido aplicado en múltiples situaciones sociales como terremotos, desplazamientos, represiones, hambrunas, guerras, las cuales se evidencian cuando las comunidades se apropian de estrategias de supervivencia, esquemas de organización, compromiso, vinculación y otras experiencias para establecer nuevos lazos sociales que permitan adaptarse y continuar la vida.
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4.
Di rsidad Cultural:
Mo s vida hum os que prop n p la agroecologĂa La siguiente propuesta busca ser un aporte del componente social y un abrebocas al debate de la construcciĂłn teĂłrica, metodolĂłgica y prĂĄctica del tema de agroecologĂa con comunidades campesinas, afrocolombianas e indĂgenas, bajo el principio de que es inĂştil proteger el patrimonio natural si no se protege el pensamiento que quien lo deďŹ ende e identiďŹ ca. En este capĂtulo se inicia desarrollando las formas de vida campesina, indĂgena, afrocolombiana y se propone una adaptaciĂłn de trabajo con las comunidades, basada en la tĂŠcnica de trabajo comunitario denominada de campesino a campesino, que busca ser una metodologĂa adaptable tambiĂŠn de indĂgena a indĂgena y afrocolombiano a afrocolombiano.
Capítulo 4
Lo humano entendido a través de las formas de vida, en lo que llamaremos los modos de vida campesino, indígena y afrocolombiano, encierran diferencias y similitudes conceptuales, históricas y sociológicas; que se proponen sean abordados en todos los trabajos de agroecología dentro del trabajo interdisciplinario que se realice con las comunidades, ya que cada grupo humano posee complejidades, y diferencias que los promotores y dinamizadores sociales deben tener en cuenta al momento de iniciar un proceso educativo y de apropiación con una comunidad; sólo para citar el caso del modo de vida indígena es importante mencionar que en Colombia hay cerca de 90 pueblos indígenas, con cerca de 90 dialectos diferentes, prácticas culturales que se diferencian y poseen procesos organizativos específicos, y que hay que tener en cuenta al momento de iniciar o continuar procesos de agroecología con ellos.
a) Modo de vida campesino Antes de la inserción del sistema capital, dentro del modo de vida campesino prevalecían en sus relaciones los saberes y prácticas agroecológicas, las cuales se fundamentan en el respeto por la vida, relación armónica con la tierra, producción de alimentos sanos, intercambio de mano, recuperación y conservación de semillas criollas, revalidación de la historia, conservación de la naturaleza, y la realización de encuentros de intercambio de semillas, trueques y mercados locales. En la historia de Colombia se destaca la importancia del campesinado en la conformación de la mano de obra y el origen de la hacienda, a través de diversos mecanismos
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entre ellos las formas de organización del trabajo, pero sobresale también la presión de los campesinos por el mantenimiento de formas de producción y de vida tradicionales. Estas resistencias jugaron un papel importante: mientras la hacienda trata de adecuar las formas del trabajo a sus principios de funcionamiento que se definen en términos de eficiencia y productividad, llama también la atención que a pesar del tiempo sobreviven estas prácticas y modos de vida y que en Colombia hay cerca de 7 millones de campesinos, que según PNUD (2011), son los que producen un poco más de la mitad de alimentos para la totalidad de la población colombiana, pero al mismo tiempo, no cuentan con reconocimiento social ni político y son las principales víctimas del conflicto armado.
condiciones alimentarias que afectan a la población más vulnerable como los menores de edad y madres gestantes. En complemento a esto, las lógicas de pensamiento y los discursos de despojo de tierras y de la Soberanía Alimentaria se empiezan a generar proyectos mineros y energéticos a gran escala alejados de la situación humana de las comunidades. De esta manera el paradigma minero por ejemplo se erige actualmente dentro de algunas comunidades campesinas como fuente de abastecimiento de los recursos más necesarios para la subsistencia, incluso por encima de la auto-subsistencia de los alimentos. Las mentalidades se arraigan en cuestiones como la dependencia, la visión de la búsqueda de poder y control sobre el dinero y el oro en detrimento del mismo alimento, alejando de esta manera al campesino con su ser que es el trabajo con la tierra.
Dada esta influencia, se han generado problemáticas alimentarias relacionadas con la pobreza y desnutrición con un profundo trasfondo histórico y cultural, en el que se destacan aspectos como la inequidad social, la marginalidad, la sobrexplotación ambiental y el conflicto. Esta realidad según la FAO es compartida por la mayoría de las gentes campesinas no solo en Colombia sino en el mundo entero, de hecho en el 2011 se reportan mil millones de pobres y pésimas
Sin embargo, ante esta realidad han surgido organizaciones sociales y campesinas que han trabajado el tema de la agroecología, recuperando estos saberes campesinos.
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Capítulo 4
b) Modo de vida indígena Segovia, Vegachí, Ituango, Jardín, Ciudad Bolívar, Támesis, Valparaíso, y Pueblorrico, según diagnósticos realizados por la Organización Indígena de Antioquia en el proyecto para la realización de la escuela agroecológica, la mayoría de comunidades Emberá de selva viven en zonas de bosque húmedo tropical, en forma de pequeños asentamientos conformados por viviendas dispersas. Su actividad económica es principalmente la agricultura, en donde se desarrollan modos de vida basados en la minga, el trueque, el convite, el intercambio de semillas, la construcción de azoteas, y la rotación de cultivos para descansar la tierra; en algunas zonas donde hay posibilidad se practica la cacería y la pesca. Las comunidades que viven cerca de las cabeceras municipales han adoptado el cultivo de la caña, plátano y café de las cuales derivan su economía y algunos son jornaleros.
Si bien la Constitución política 1991, reconoció los derechos de cuatro grupos étnicos (Pueblos Indígenas, Comunidades Afro, Comunidad Raizal y Pueblo Rom o Gitano) la población indígena en Colombia que se calcula en 800.000 personas5, solo representan el 2% de la población Colombiana, y cada vez su cultura y población va mermando debido a procesos migratorios y de desplazamiento, a las zonas urbanas de las grandes capitales como Bogotá, Cali y Medellín entre otras. Las comunidades indígenas que habitan en las subregiones del centro de Antioquia, están en los municipios de Tarazá, Cáceres, El Bagre, Zaragoza, Nechí, Caucasia, Remedios, Puerto Berrío,
Los Emberá Eyabida y los Dobidá, también conocidos como Katíos, conservan gran parte de la cultura material como la vivienda, el vestuario, las fiestas tradicionales, los cantos de Jai, los sistemas de producción y el aprovechamiento del bosque y la elaboración de artesanías con fines
5. Los indígenas de Colombia según datos oficiales están ubicados territorialmente en 638 resguardos indígenas en 27 departamentos
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culturales. Los Zenú han perdido gran parte de sus características culturales debido a la presión de la colonización y la violencia, sin embargo conservan la medicina tradicional y algunos rituales como los novenarios (despedida de los muertos) la vivienda, y se caracterizan por ser grandes agricultores, y tener semillas nativas en algunos productos.
autonomía territorial y desarticulados sus hábitos cotidianos de producción, obligándolos a depender de mercados externos, conllevando esto a una crisis de gobernabilidad y desapego cultural que se manifiesta dramáticamente, en una crisis alimentaria, de la población infantil, de las mujeres y de los ancianos. Así mismo ha sido debilitada gran parte de su cultura material y espiritual por la colonización y la cercanía de sus comunidades a los centros urbanos. Sin embargo los pueblos conservan algunas características relevantes como son el Idioma, fiestas y rituales, religiosidad, la cacería y pesca, elaboración de artesanías con fines culturales, y económicos, medicina tradicional y algunas viviendas tradicionales.
Si bien es cierto que las comunidades indígenas del departamento, manejan unos niveles importantes de organización y gestión, también es cierto que existen algunas con un nivel más bajo, y por ende su gestión y autonomía son deficientes, repercutiendo directamente en problemas asociados como por ejemplo el deficiente sistema de control y manejo del territorio, alto índice de uso de agroquímicos, débil posicionamiento por parte de las comunidades frente a los megaproyectos, entre otros.
Corantioquia ha adelantado procesos de agroecología enfocados en la recuperación de conocimientos y semillas tradicionales, especialmente con los cabildos indígenas, por tanto se viene desarrollando una Escuela de Promotores Indígenas de agroecología y Semillas de Identidad.
Para la población indígena Zenú, Katío y Chamí, las condiciones generales de bienestar se han visto seriamente debilitadas por el conflicto armado, al ser vulnerada su
c) Modo de vida afrocolombiano El término Afrocolombiano se utiliza para denominar a las personas que habitan en Colombia, descendientes de aquellos que fueron traídos como esclavos de África por los colonizadores españoles. Fue sólo hasta 1851 que se abolió la esclavitud mediante la ley 21 de este mismo año, sin embargo desde su llegada han contribuido enormemente a la cultura de nuestro país. Hacia mediados del siglo pasado la población negra se encontraba en su mayoría en las dos Costas: en los departamentos del Pacífico (Chocó, Valle, Cauca y Nariño) y en los de la Costa Caribe (Bolívar, Atlántico, Magdalena). En el último medio siglo un
sector numeroso de la población negra se ha asentado en las principales ciudades del país. Durante casi dos siglos, la historia que se enseñó en las instituciones educativas desconocía por completo los aportes y los logros de los afrocolombianos. En los textos de enseñanza sólo se decía que venían de África como esclavos y que hoy en día habitaban las zonas más pobres del país. Sin embargo, la historia del pueblo afrocolombiano es tan larga y compleja como la del país. Desde las primeras rebeliones, su colaboración (y resistencia) a la causa
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libertadora, el esfuerzo por crear el Departamento del Chocó como entidad autónoma, hasta el establecimiento de la Cátedra Afrocolombiana y el reconocimiento del Palenque de San Basilio como Patrimonio de la humanidad, sus logros y sus luchas han sido tan continuas como invisibilizadas. Es tan importante esta población que del total de la población Colombiana el 10.6% se reconoce como afrocolombiana, y poseen títulos colectivos en 5.2 millones de hectáreas en el territorio nacional, sin embargo es importante mencionar también que los procesos de titulación a los consejos comunitarios son lentos y en muchos de los territorios adjudicados mediante la denominada ley 70 de 1993, existen conflictos y yuxtaposición es con resguardos indígenas y mestizos.
autoreconocidas, 27 consejos comunitarios constituidos y 13 consejos con titulación colectiva, Corantioquia mediante los trabajos de diagnóstico y caracterización que ha realizado, ha identificado que los principales problemas son la falta de titulación y reconocimiento de la soberanía en sus territorios, que se ha visto agudizado por la implementación de proyectos mineros en muchos de éstos, se ha identificado también la ausencia de proyectos productivos y económicos acordes con su cultura, que ha traído como consecuencia la perdida de la soberanía alimentaria. Dentro de la jurisdicción de Corantioquia podemos encontrar varias comunidades afrocolombianas, con las que se ha trabajado La agroecología entre ellas: San Nicolás y La Puerta (municipio de Sopetrán) , San Andres y vereda la Zafra del Municipio de Belmira. En estas comunidades se ha trabajado el tema de etno educación, caracterización y formación agroecológica.
En la actualidad existe en el bajo cauca antioqueño un campesinado afrocolombiano que tiene un modo de vida basado en prácticas económicas y de subsistencia más o menos similares, así por ejemplo cultivan y consumen casi unos mismos productos (arroz, yuca, plátano) a partir de la tumba y quema y como complemento a ello realizan actividades de minería, pesca, caza y utilización de otros productos del bosque como recolección de bejucos, plantas y comercio de maderas. En la jurisdicción de Corantioquia, hay 84 comunidades afrocolombianas
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d) Metodologías de participación comunitaria esquemas invasivos que desconocen la racionalidad y conocimientos del campesinado y de los grupos étnicos. La metodología se fundamenta en el estímulo de prácticas agroecológicas sencillas, que no son culturalmente invasivas; el proceso de transferencia es llevado a cabo por los propios campesinos, indígenas o afrocolombianos.
Son muchas las metodologías y herramientas de trabajo con la comunidad, entre ellas los diagnósticos rápidos participativos, árbol de problemas, cartografía social, diálogo de saberes, entre otros; sin embargo, por ahora y para empezar nos centraremos en describir la metodología campesino a campesino, Indígena a Indígena, afrocolombiano a afrocolombiano, en adelante (metodología CaC, IaI, y AaA) que permiten la integración de varias de estas herramientas de trabajo:
La metodología de participación, es en última instancia una estrategia para promover el desarrollo de la agricultura de base ecológica. La agricultura de base ecológica representa una respuesta a las deficiencias sociales y ambientales que trajo consigo la modernización agrícola. Surgió en Centro América cuando las estrategias del desarrollo agrícola de la Revolución Verde, de los años 60 y 70, fracasaron para resolver los problemas de pobreza rural (Holt Giménez, 2008). Para aquel entonces las ONG internacionales introdujeron en Mesoamérica, proyectos comunitarios para desarrollar la agricultura de base ecológica (Holt Giménez, 2008).
Acerca de por qué la Metodología (CaC, IaI, y AaA) Los proyectos convencionales de desarrollo rural en Latinoamérica se han caracterizado por tener un muy limitado éxito. Esto debido, entre muchas otras causas, a que estos proyectos han estado orientados a la transferencia de tecnologías bajo
Trabajando de manera empírica, los promotores e innovadores de la agricultura de base ecológica produjeron una diversidad de prácticas, uniendo prácticas tradicionales y otras destinadas a disminuir los riesgos,
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mezclaron prácticas modernas y técnicas alternativas, todas diseñadas para aumentar la productividad y fortalecer la resiliencia agroecológica (Holt Giménez, 2008).
que la mayor parte de las actividades sea dominada y manejada por ellos. Esta metodología se adapta muy bien a la promoción de la agricultura de base ecológica, que es una propuesta de innovación y desarrollo agrícola dirigida a unidades familiares; es decir, familias campesinas, indigenas y afrocolombianas, que viven y producen agricultura, a menudo en áreas aisladas y sin acceso a mercados para comprar mercancías e insumos agrícolas y vender los productos que no se consumen en casa.
Compartiendo su conocimiento e información, los pequeños agricultores trabajaron con redes informales de intercambio de tipo Campesino a Campesino. Gradualmente, ellos fueron transformando un simple conjunto de técnicas “de base ecológica” en una compleja escuela de agricultura agroecológica (Holt Giménez, 2008).
La metodología surge de una necesidad cultural de campesinos, indígenas y afrocolombianos y no abarca únicamente los planos tecnológico, metodológico o político, sino que busca pasar a otras etapas de desarrollo con el fin de difundir la agricultura sostenible a mayor escala, considerando su dimensión social, económica, cultural y política, potenciando los lazos de solidaridad y reciprocidad y rescatando los conocimientos y la cultura local.
Gran parte, si no la mayoría, de la agricultura de base ecológica que existe actualmente empezó a ser desarrollada por campesinos cuyos agroecosistemas habían sufrido profundos deterioros ambientales y cuyas cosechas habían decaído drásticamente, después de haber adoptado las técnicas convencionales de la Revolución Verde (Holt Giménez, 2008).
A continuación se van a mencionar las razones, métodos, herramientas de esta metodología, según el Programa de Intercambio, Diálogo y Asesoría en Agricultura Sostenible y Seguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe, PIDASSA, entidad que ha venido trabajado el tema:
Sobre la metodología de CaC, IaI, AaA En muchas organizaciones de desarrollo se ha escuchado hablar sobre la importancia de fomentar el protagonismo de los campesinos, indígenas y afrocolombianos en sus procesos de desarrollo. Con este fin, en el sector rural se han propuesto distintas estrategias de trabajo participativas que apuntan a lograr un mayor empoderamiento de la población que se expresa en varios aspectos: poder personal, elección propia, vida digna en concordancia con los valores propios, capacidad de luchar por los derechos, toma de decisiones y, en general, una expansión de las capacidades de la población para participar en la mejora de su calidad de vida.
Seis razones que motivan el éxito de la metodología de CaC, IaI, AaA, ·
La metodología de CaC, IaI, AaA, no es ajena a este concepto, se trata de una herramienta participativa sencilla, que permite
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La apropiación del proceso: Según la experiencia metodológica de Campesino a Campesino, el éxito de los movimientos productivos de mejoramiento agrícola radica en la capacidad de los agricultores de controlar las variables que operan en sus procesos de experimentación. Que los agricultores reconozcan que cambios de los que realizan en sus sistemas productivos funcionan, y por qué.
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La congregación de los saberes: El diálogo entre similares, es decir entre agricultores que tienen un tema en común, genera procesos de autoestima. Aquí está la segunda razón: la movilización de los saberes locales, porque la gente se ve como parte de una búsqueda colectiva para mejorar su territorio. El intercambio en el sitio revalora el trabajo que los agricultores invierten en los experimentos.
efectivamente escapan a los líderes y promotores. Este papel lo deben cumplir profesionales con muy buena formación, expertos en procesos más que en contenidos y, sobre todo, con mucha sensibilidad social.
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La horizontalidad y la equidad de género: La tercera razón del éxito de este proceso es la horizontalidad del diálogo con equidad de género. La propuesta productiva llega desde un campesino que se diferencia “del nuevo” sólo por la práctica que ha experimentado; por eso es que se multiplica rápidamente: por la escasa o casi nula diferenciación de género y por la capacidad de establecer conversaciones más equitativas.
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El promotor y promotora como organizadores de prácticas sostenibles: Para ampliar y multiplicar los procesos no se necesita a los más capacitados, sino a los más motivados; no se requieren fincas especiales, sino más bien fincas comunes donde esté ocurriendo alguna práctica agroecológica.
El trabajo implica la realización de distintas actividades y en ellas, se emplean diferentes herramientas metodológicas. Estas actividades son un conjunto de tareas secuenciales, que permiten integrar desde el principio a la comunidad, a fin de sensibilizarla en el tema de agricultura de base ecológica y soberanía alimentaria, promoviendo la participación de la población campesina, indígena y afrocolombiana, para que identifiquen y den prioridad a sus principales problemas, buscando las soluciones basadas en sus propias capacidades y recursos. Estas actividades de la metodología buscan motivar a la población partiendo de sus necesidades más sentidas y tiene principios pedagógicos básicos a fin de lograr el empoderamiento de la población en su conjunto para su aplicación.
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Actividades en la metodología
A continuación, se presenta una relación de las actividades más importantes en la metodología de Campesino a Campesino, Indigena a Indigena y Afrocolombiano a Afrocolombiano.
Se genera una situación de innovación permanente: En la metodología son los resultados en las parcelas y la combinación de estos con la motivación y el crecimiento de la autoestima los que generan en las comunidades una situación de innovación. El cual dinamiza la búsqueda permanente de algo nuevo, algo que represente identidad. Las personas facilitadoras agregan valor a las experiencias locales: El papel de las personas facilitadoras es aportar valor agregado a las experiencias locales, supliendo sólo aquellos aspectos que
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Participación en reuniones y asambleas de la comunidad u organización de base: Promotores piden a las autoridades o dirigentes que se programe en las reuniones o asambleas los asuntos relacionados con la promoción de la agricultura de base ecológica y la soberanía alimentaria, con la metodología propia.
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Coordinación con líderes o autoridades de la comunidad: se aprovecharán estas
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reuniones y asambleas para informar sobre los avances y resultados de las actividades. Promotores y familias participantes, usarán las herramientas de animación, reflexión y didácticas que convengan para hacer interesantes, didácticas y agradables sus intervenciones. Es necesario mantener informada e involucrada a la comunidad, así como a sus líderes y autoridades. ·
del diagnóstico participativo rápido y consisten en hacer una lista de posibles soluciones o técnicas productivas que respondan al problema prioritario y sentido que resultó del diagnóstico. De las diferentes mejoras listadas, se selecciona una o algunas que respondan a una lista de criterios, muy importantes para que estas mejoras existan. Estos criterios son: rápido impacto, corresponden bien al problema, sencillas, demandan poco esfuerzo, tienen bajo costo, son aceptables, ya se han probado con éxito y es posible conocerlas como experiencias concretas.
Diagnóstico rápido participativo (DRP): Se trata de una actividad esencial en la fase inicial de un proceso para la promoción de la agricultura de base ecológica y la soberanía alimentaria en una comunidad. Mediante los diagnósticos participativos rápidos (con consulta y apoyo de la comunidad u organización de base) se ubica el problema productivo prioritario y más sentido sobre el cual se puede comenzar a actuar con los propios recursos y capacidades de las familias en la comunidad. Además permite entender a las unidades productivas familiares en su conjunto, considerando las dimensiones agroecológica, económica, social y cultural.
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Al cabo de algún tiempo de avances para lograr mejoras significativas en los agrosistemas, es conveniente realizar un nuevo diagnóstico participativo para conocer el avance y para definir otra prioridad para trabajar. Recordemos que la validez del diagnóstico depende de la participación de mujeres y de hombres en una ambiente de respeto y de armonía. ·
Inventario y selección de mejoras o “técnicas llave”: Se realizan a continuación
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Experimentación: Esta actividad consiste en la prueba de las mejoras y técnicas conocidas en los intercambios y también en los días de campo. Se realizan en la comunidad, para hacer conocer las técnicas recuperadas, las técnicas nuevas y las mejoradas. La experimentación se realiza en pequeña escala y de manera sencilla, y a lo mejor sólo se usan hojas de registro sobre datos básicos. En la experimentación de una determinada mejora o técnica se realizan reuniones y visitas de grupo para apoyarse mutuamente y para
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de personas comprometidas con las diferentes actividades de la metodología, quienes la estén realizando con más entusiasmo, compromiso y éxito y, además, a quienes les guste compartir experiencias. A las personas seleccionadas se les consulta su disposición e interés para comprometerse como promotores de la comunidad, y para formarse en talleres metodológicos. ·
Talleres metodológicos: Se realiza para la formación y perfeccionamiento de promotores y facilitadores. Estos talleres, prácticos y muy didácticos, son adaptados, sobre todo los primeros y tienen una duración de dos a tres días. Son impartidos por especialistas en el tema o por facilitadores experimentados. Generalmente, con cuatro a cinco talleres realizados gradualmente—según el nivel de conocimiento y avance en el uso concreto de la metodología—, los participantes, luego de un año y medio, la conocen y manejan bien. En todos los talleres se practicarán las actividades y herramientas. Además, se conocerán las bases conceptuales y teóricas de la metodología, de la agricultura de base ecológica, de la soberanía alimentaria y del enfoque de género. Con relación a esto último, se busca una participación equitativa de mujeres y hombres y una adecuación de los contenidos, así como la posibilidad de participación y desarrollo personal.
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Coordinación entre promotores y facilitadores: Las actividades de coordinación entre estos dos actores comprenden (en consulta con la comunidad y la organización de apoyo) la planificación anual de las actividades, así como la programación del apoyo que necesitan promotores y facilitadores para su trabajo.
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Encuentros de promotores: Constituyen un espacio propio para sentirse
posteriormente, compartir los resultados en días de campo para los demás miembros de la comunidad y sus alrededores. ·
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Visitas y días de campo en la comunidad: Se realizan para difundir, compartir y practicar las experiencias y mejoras logradas a partir de los intercambios y de la experimentación, si estas experiencias y mejoras responden al problema prioritario y sentido, se logra motivar e involucrar también a aquellas familias que aún no han participado. Los días de campo son tan participativos, didácticos, dinámicos y bien preparados como las visitas de intercambio. Los días y visitas de campo también se realizan con cierta frecuencia para mantener la dinámica del proceso. La identificación de promotores y promotoras: Es una actividad que se realiza una vez que el proceso dentro de la comunidad haya dado lugar al surgimiento
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articulados y unidos en el mismo esfuerzo. En ellos presentan sus avances y dificultades y plantean sus retos y propuestas para avanzar. Además, un encuentro de promotores generalmente sirve para conocer en el lugar mismo una experiencia o proceso ejemplar logrado con la metodología y, por lo general, también sirven para reforzar identidad cultural y la identidad con la agricultura de base ecológica y la soberanía alimentaria. ·
familiar, en general debe ser buena y ejemplar, en el sentido de que en ella se busca una agricultura de base ecológica, la soberanía alimentaria y una buena relación entre los miembros de la familia y con la comunidad. ·
Pasantías: Consisten en la permanencia por una semana o más de un promotor en un lugar distante y con una familia que tiene experiencias importantes para la comunidad (es difícil hacer una visita de este tipo a través de un intercambio). Durante este periodo, y en convivencia y trabajo con la familia y contacto con otras familias y líderes de la comunidad donde se realiza la pasantía, los promotores conocerán a fondo estas experiencias.
Herramientas que utiliza el promotor CaC, IaI, AaA ·
La parcela: La herramienta que todo promotor debe manejar sin falta es su propia parcela. Hay un dicho muy claro que dice: “La palabra convence, pero el ejemplo arrastra”. Sin el respaldo de buenas experiencias en la mejora que se promueve (técnica o mejora “llave”), el promotor tiene pocas posibilidades de convencer y hacer participar a la gente, porque lo que dice parecerá muy teórico y sin fuerza está de más recordar que la parcela
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Los testimonios: Son reflexiones que comparte el promotor con los visitantes, sobre su experiencia vivida en la aplicación de mejoras o soluciones agroecológicas en su parcela y que han permitido una mejora de la calidad de vida de su familia y la comunidad. Es importante resaltar las condiciones previas al inicio del proceso y los impactos rápidos que se han logrado con la apropiación
Agroecología para la vida
o crianza de animales; por ejemplo, el vigor de una planta con el uso de una determinada práctica quedará siempre apreciable, aunque la planta ya no exista.
del enfoque de agricultura sostenible alimentaria. ·
Las demostraciones didácticas: Se trata de un tipo de herramienta que de manera visual y práctica demuestra, hace entender y lleva a la reflexión sobre un problema o una mejora. Junto a una demostración didáctica, por lo general se dan más explicaciones y se intercambian ideas. Muchas veces la demostración didáctica convence a los observadores de usar una técnica o mejora.
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Los socio- dramas: Consiste en una representación teatral para presentar situaciones problemáticas, ideas que facilitan la reflexión y toma de posición para explicar temas complicados y para motivar y mostrar sentimientos, o para otorgar voz y acción a los componentes de la producción, como la tierra, las plantas, los animalitos del suelo y otros. Son un medio sencillo de motivación de las personas y no requieren muchos materiales; en todo caso, el mejor recurso es la imaginación alrededor del tema central que se va a tratar o explicar.
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Dinámicas de animación: Creadas para mejorar el ánimo de las personas en talleres o reuniones. También ayudan a reflexionar y entender mejor algunos temas, ya sea en forma cómica o mediante “juegos”, a los que llamamos dinámicas grupales.
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Fotografías: es el medio ideal para ilustrar resultados en los intercambios de experiencia o en la experimentación. Las fotos ampliadas se convierten en una de las principales herramientas de muchos promotores. Cuentan con la experiencia de su parcela y su experimentación en la mochila, para mostrarla en el momento oportuno. Las fotos se convierten en un testimonio de los logros en los cultivos
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Dibujos, mapas y afiches: Los dibujos permiten expresar muchas ideas y mensajes sin necesidad de escribir mucho; un dibujo puede decir tanto que muchas palabras no lograrían expresar lo que contiene.
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Mapas parlantes: Son dibujos y croquis que permiten presentar a la unidad familiar con sus áreas de cultivo, ubicación de la casa, instalaciones, caminos, entre otras. También se puede usar para presentar a la comunidad la ubicación de diferentes sectores: ríos, arroyos, área de bosque, campos de cultivo, pastizales, entre otras. Así mismo, para mostrar cambios en el uso de técnicas o mejoras agroecológicas: dibujos de cómo era antes, cómo es actualmente y cómo será a futuro con las mejoras que se van a poner en práctica. En los intercambios de experiencia, son una herramienta indispensable que permite a los visitantes un contacto o información general de la experiencia que se está visitando, y en ellos puede señalarse el recorrido que se va a realizar y los puntos que se visitarán.
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Los poemas y canciones: Es otra herramienta que permite promocionar la agricultura de base ecológica y soberanía alimentaria. Pueden usarse en diferentes oportunidades; por ejemplo, durante los intermedios de reuniones o encuentros, y en los talleres, donde además de amenizar permiten transmitir importantes mensajes. En muchos casos se ha adecuado la letra a canciones conocidas y de mucha aceptación; pero también hay personas que tienen la capacidad de crear la música y letra con contenidos sobre la realidad campesina,
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la agricultura y las mejoras que es posible lograr. ·
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y en los encuentros regionales de promotores. Tanto a estos mismos, como a visitantes y a visitados de las diferentes zonas y comunidades les gusta presentar sus productos: semillas seleccionadas y materiales didácticos e informativos. Si bien esto resulta muy interesante y motivador y fomenta el acercamiento y aprecio, requiere también preparación y presentación adecuada (mesas, manteles o cubiertas, letreros, entre otros). Además, se planificará el momento de las exhibiciones, de manera que no distraiga el programa o lo altere.
Memorias de intercambios, talleres y encuentros: Estos documentos son herramientas para la ayuda de los participantes de un intercambio, taller o encuentro y también sirven como material informativo y de motivación para otras personas. Las memorias contienen gráficos, fotografías y textos no muy recargados. Es necesario considerar que el público que usa esta herramienta requiere un material de fácil entendimiento. La elaboración de las memorias generalmente es tarea de los facilitadores.
Generalmente, se obsequian o intercambian las muestras, sin comercio de por medio, lo que permite ver que lo más importante es para qué nos sirve lo que producimos y no cuánto vale en el mercado.
Exhibición de semillas, productos y materiales: Esta es una herramienta que se usa en los intercambios de experiencias
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5.
I egr lа di rsida s la sa Iniciaremos este capítulo desde la relación del territorio con las personas que lo habitan, comprendiendo que cada persona al tomar en sus manos un alimento y llevarlo a la boca no solo realiza un acto casi instintivo de alimentación sino que también realiza un acto social y político, ya que a nuestro plato llegan una gran variedad de sabores, olores y toda una serie de alimentos que hacen parte del paisaje que nos rodea, es por ello, que el tema de la alimentación tiene una amplia relación con la biodiversidad, aunque la actual crisis mundial nos ha privado de poder comer alimentos sanos, es decir libres de trazas de tóxicos y de todo tipo de manipulación a través de la biología molecular. Esta situación nos lleva a reflexionar acerca de lo que estamos comiendo y si de verdad estos alimentos le aportan los nutrientes que se presumen hacen parte de su contenido.
Capítulo 5
“La idea de comida se asocia gustosamente a la de naturaleza, pero el nexo es ambiguo y fundamentalmente impropio. En la experiencia humana, de hecho, los valores portantes del sistema alimenticio no se definen en términos de naturalidad, sino como resultado y representación de procesos culturales que prevén la domesticación, la transformación y la reinterpretación de la naturaleza. Los médicos y filósofos antiguos, comenzando por Hipócrates, definieron la comida como «res non naturalis», incluyéndola entre los factores de la vida que no pertenecen al orden natural de las cosas, sino al artificial. Es decir, perteneciente a la cultura que el hombre mismo construye y gestiona. Esta connotación acompaña a la comida a lo largo de todo el recorrido que la conduce a la boca del hombre. La comida es cultura cuando se produce, porque el hombre no utiliza solo lo que se encuentra en la naturaleza (como hacen todas las demás especies animales), sino que ambiciona crear su propia comida, superponiendo la actividad de producción a la de captura. La comida es cultura cuando se prepara, porque, una vez adquiridos los productos básicos de su alimentación, el hombre los transforma mediante el uso del fuego y una elaborada tecnología que se expresa en la práctica de la cocina. La comida es cultura cuando se consume, porque el hombre, aun pudiendo comer de todo, o quizá justo por ese motivo, en realidad no come de todo, sino que elige su propia comida con criterios ligados ya sea a la dimensión económica y nutritiva del gesto, ya sea a valores simbólicos de la misma comida. De este modo, la comida se configura como un elemento decisivo de la identidad humana y como uno de los instrumentos más eficaces para comunicarla”. La comida como cultura, Massimo Montanari
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a) Soberanía Alimentaria La comida no es global, la comida es local, vinculada a ciertas semillas, a un modelo de producción y a una cultura. Entre las identidades de un pueblo están su comida y las formas como habita la tierra. Basados en esta premisa, encontramos que la Soberanía Alimentaria es el derecho de los pueblos a los alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica. Se trata del derecho de los pueblos a decidir el propio sistema de alimentación y producción. Esto ubica a quienes producen, distribuyen y consumen alimentos en el centro de los sistemas y de las políticas alimentarias, por encima de las exigencias de los mercados y de las empresas.
en mercados internacionales y contra las prácticas del “dumping” (venta por debajo de los costos de producción). En la definición de seguridad alimentaria no se mencionan las responsabilidades de los actores y se centran en la disponibilidad de los alimentos y el acceso a los mismos, ya sea por la producción y la compra en el mercado. Es una definición que enfatiza lo técnico, la relación de los factores sin un contexto en particular, dejando su interpretación a cada país.
El concepto de Soberanía Alimentaria fue propuesto por Vía Campesina en la reunión alterna a la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996 en Roma. En este foro paralelo se acuña un concepto que involucra el concepto de Soberanía. Es bueno recordar que en la Cumbre Mundial de la Alimentación se hablaba de Seguridad Alimentaria, que es la que existe cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y para llevar una vida activa. Por el contrario la Soberanía Alimentaria se define como la facultad de cada Estado para definir sus propias políticas agrarias y alimentarias de acuerdo a sus objetivos de desarrollo sostenible y de seguridad alimentaria. Ello implica la protección del mercado doméstico contra los productos excedentarios que se venden más baratos
La Soberanía Alimentaria ubica al Estado como responsable y destaca el rol de las políticas públicas para el logro de la seguridad alimentaria. Introduce el concepto de desarrollo sostenible incluyendo los conceptos básicos de seguridad en cuestión. Por último la FAO en la cumbre de 1996 en su concepción de seguridad alimentaria no hace propuestas de políticas específicas que tengan que ver con el logro de ella. Enfatiza que hay grupos vulnerables en cada país y reconoce a las mujeres en el centro de la seguridad alimentaria; especialmente como protectora y responsable de la alimentación familiar.
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Capítulo 5
Mientras que la Soberanía Alimentaria establece relaciones con temas como la reforma agraria, el control del territorio, los mercados locales, la biodiversidad, la autonomía, la cooperación, la deuda, la salud y otros relacionados con la capacidad
de producir alimentos localmente. En ese sentido, es una definición compleja y sin la miopía de sistema económico capitalista, es una mirada desde la Economía de la Naturaleza y como esta forma parte de la sostenibilidad del sistema.
b) Dos caminos opuestos, un único destino:
Estigmatización de alimentos locales y estandarización de alimentos globales
Productos como la cidra, las coles, la ahuyama, la victoria, el plátano, la yuca, la arracacha, incluso las frutas nativas como el limón mandarino, la guayaba criolla y plantas condimentarias como la guasca, el romero, la yerbabuena, la menta, el cidrón y la albahaca son tratadas comúnmente como “rastrojo” sin mucho valor por el solo hecho de no ser comercializadas. Esto lleva al desuso de estos alimentos tradicionales de nuestra cocina redireccionándolos hacia la alimentación animal.
fogón y la cocina les ha devuelto la credibilidad y les ha permitido tocar, arriesgarse a preparar estos alimentos de manera diferente y finalmente compartir una mesa llena de colores, olores, sabores y formas que de manera fantástica agradan el paladar. Los alimentos nativos compiten de manera desigual con aquellos procesados y ofrecidos en empaques llamativos y a costos casi siempre inaccesibles para la mayoría de la población. Es por ello que en defensa del patrimonio cultural alimentario y en función de proteger la soberanía alimentaria, nuestras comunidades deben tener un compromiso crítico y coherente con el camino de la reivindicación de los derechos a la alimentación.
En el campo muchas veces se piensa que algunos de estos alimentos son para que los consuman personas muy pobres y por ello se le atribuye que no tienen valor comercial y de allí se concluye que tampoco tiene valor nutricional, pero la magia del
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c) Epidemiología de la nutrición demostrando que los alimentos tenían relación con los cuatro elementos: aire, fuego, tierra y agua y de allí los efectos en el cuerpo humano, por ello el promovía entre sus pacientes el consumo de todo aquello que produjera la naturaleza como legumbres y frutas, productos que luego dieron origen a la farmacia natural de Paracelso (Médico y alquimista 1493-1541), que a partir de la mezcla mágica de muchos frutos de la naturaleza dio origen a medicamentos, que sabiamente practican nuestros ancestros.
La epidemiología como disciplina científica nos permite tener instrumentos para medir con qué frecuencia se presentan las incompatibilidades entre salud y la enfermedad y en este caso cuales de estas diferencias están asociadas a lo que nos comemos y como lo comemos, o dicho en términos de nutrición que tan buenos o que tan malos son los alimentos que consumimos. Los alimentos que hoy llegan a nuestra mesa pueden enfermarnos o brindarnos una gran variedad de nutrientes de alta calidad para mejorar la salud y por obvias razones la calidad de vida, por ello pudiéramos decir que somos lo que comemos y que los alimentos son sustancias para la vida, de allí que para muchas culturas el acto alimentario se convierte en un ritual diario que ofrece sabores, olores, colores y nutrientes.
Podríamos entonces motivar el consumo de alimentos sanos para promover una verdadera vida saludable, donde la presencia o ausencia de enfermedad, sea la consecuencia en términos generales de lo que se come. Una consecuencia de esto es la generación de consumidores responsables que exijan la no presencia de contaminantes químicos en sus alimentos. Por todo lo anterior, es claro que si queremos ser y estar sanos, debemos comer alimentos sanos, ya que la buena salud y la buena calidad de vida depende de la calidad de los alimentos que llegan la mesa.
Desde tiempos antiguos se sabe que la alimentación influye en la salud o en la enfermedad, cuando Hipócrates (Médico griego 460-370 A.C.) expresaba “Que tu alimento sea tu única medicina y que tu única medicina sea tu alimento”, él estaba
d) Recuperación ancestral y tecnologías apropiadas Corantioquia cuenta con un valioso estudio sobre La flora nativa de su Jurisdicción, en donde destaca el capítulo sobre los usos de las plantas silvestres6, este capítulo aporta invaluable información acerca de muchas especies nativas de uso culinario en las comunidades, en especial por los indígenas Emberá Chamí (de las territoriales Citará, Cartama) y los Zenú (de la territorial Panzenú).
Esta culinaria nativa está ligada a la soberanía alimentaria y al mismo tiempo las plantas están ligadas al desarrollo de las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas en la Jurisdicción de Corantioquia7, esto se debe a que ellas posibilitan la satisfacción de sus necesidades básicas y han sido usadas en la cocina ancestral y en la culinaria cotidiana de estas familias.
6. Estado del Conocimiento de la Flora Silvestre en la Jurisdicción de Corantioquia, Juan Lázaro Toro Murillo. P 131171. 2009. 7. Ídem
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Capítulo 5
e) Las semillas patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad (Retomado de Martins, 2004) adecuada y permitiendo el desarrollo de las formas culinarias culturalmente adecuadas y deseadas. Por tanto, las semillas y el conocimiento asociado a ellas son parte fundamental e insustituible de la soberanía alimentaria de los pueblos.
Las semillas domesticadas son obra campesina e indígena, una creación colectiva que refleja la historia de los pueblos y especialmente de sus mujeres, quienes fueron sus creadoras iniciales y se han mantenido a través de la historia como sus principales guardianas y mejoradoras.
Por todo lo anterior, las semillas son libres y, por lo tanto, no son apropiables. Ellas deben mantener en todo momento su carácter de patrimonio colectivo, frente al cual hay deberes ineludibles que cumplir, incluso por sobre el derecho a gozar de él. Por lo tanto, debemos oponernos a la propiedad intelectual y a toda forma de apropiación de la vida.
La semilla es muchísimo más que un recurso productivo. Las semillas son simultáneamente fundamento y producto de culturas y sociedades a través de la historia. En ellas se incorporan valores, afectos, visiones, y formas de vida que las ligan al ámbito de lo sagrado. Sin las semillas es imposible el sustento y soberanía de los pueblos. Al desaparecer las semillas desaparecen las culturas y pueblos rurales y comunidades; la desaparición de las culturas, a su vez, lleva a la desaparición de las semillas.
La campaña mundial de la semilla de la Vía Campesina es esencial por dos razones: a) porque le da contenido y permite concretar el concepto de Soberanía Alimentaria y, b) porque le da el sustento para que, a partir de los movimientos campesinos, indígenas, afrocolombianos y su cultura, sean definidos los contenidos y las políticas agrarias en contraposición a la política agraria de sobreexplotación y depredación del capitalismo neoliberal.
Las semillas son el inicio y fin de los ciclos de producción campesina. La diversidad y existencia de semillas campesinas permite asegurar la abundancia y la diversidad alimentaria en cada localidad, sirviendo de base para la nutrición
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“El Resguardo Indígena Zenú de San Andrés de Sotavento está constituido por 177 cabildos ubicados en 6 municipios de los departamentos de Córdoba y Sucre, en la región Caribe Colombiana. De acuerdo con la constitución política de Colombia y el Convenio 169 de la OIT, los territorios de los pueblos indígenas tienen autonomía para ejercer su propio gobierno, derecho a una jurisdicción especial territorial.
Las comunidades indígenas Zenúes, poseen una fuerte tradición agrícola y una amplia agrodiversidad de cultivos que sustentan su soberanía alimentaria y su cultura. Actualmente conservan y cultivan más de 25 variedades criollas de maíz y poseen una amplia cultura culinaria a base de este alimento sagrado; es por ello que se consideran “hijos del maíz”. El centro de diversidad del maíz de la región Zenú está ubicado cerca de la zona donde se establecen los cultivos tecnificados de maíz en la región Caribe y es allí en donde el gobierno y las transnacionales semilleras quieren introducir inicialmente el maíz transgénico. Es por ello que desde hace varios años han iniciado un proceso de capacitación, reflexión sobre este tema y actividades de consulta (15 talleres locales) con las comunidades y autoridades indígenas que hacen parte del resguardo. El proceso incluye la conformación y capacitación de un equipo regional y cuatro equipos zonales.
F inalmente El 6 y 7 de octubre de 2005 se realizó el Encuentro regional, en donde participaron más de 300 personas (capitanes de los cabildos, autoridades indígenas y asociaciones de productores). Allí se tomó la decisión de declarar el Resguardo Indígena Zenú de San Andrés de Sotavento, Córdoba y Sucre como “Territorio Libre de Transgénicos”. Esta decisión es trascendental para la Región Caribe y Colombia, ya que se constituye en la primera zona del país en declararse Libre de Transgénicos”. Declaración del Resguardo Indígena Zenú, Córdoba y Sucre, como Territorio Libre de Transgénicos. San Andrés de Sotavento, 7 de octubre de 2005
f) Comiendo diversidad deleitan a chicos y grandes se convierte en la recompensa de un intercambio de saberes alrededor de la cocina. Pudiéramos pensar y hasta creer que con la diversidad que disponemos es imposible que podamos morir de hambre. Somos testigos mudos de cómo se transforman en los fogones de leña, gas o eléctricos, en vasijas rusticas o sofisticadas muchos de los frutos de la tierra. Las cocinas de nuestros campesinos, indígenas o afrocolombianos merecen ser declaradas como patrimonio de los pueblos al igual que las semillas, la culinaria nativa y las especies nativas.
Cuando recorremos el territorio contamos con una gran diversidad de recursos locales para la alimentación humana y desde luego para la felicidad, felicidad que tiene su máxima expresión en los actos colectivos como las fiestas. Descubrir como cada alimento nos entrega sus sabores y la magia de crear maravillas culinarias que
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Capítulo 5
g) Comer como acto político En el trabajo realizado desde la Subdirección de Cultura Ambiental de Corantioquia en el desarrollo de talleres donde se han aprovechado los recursos locales en la alimentación, ha sido gratificante el resignificado que han tenido productos como la cidra, coles, ahuyama, plátanos, yuca, arracacha llevándolas a la mesa convertidas en ricas preparaciones que son el deleite de la familia. Aquí hemos convertido en manjares la diversidad a partir de la creatividad campesina, indígena y afrocolombiana.
saludable. Este ejercicio también debemos entenderlo como garantía y derecho a la felicidad, porque la comida además de sustento es la posibilidad de entenderla desde lo cultural, lo económico, lo ambiental, lo ancestral y lo patrimonial. Además de las diversidades que llegan a la mesa, se ha realizado el rescate de las tradiciones orales en las cocinas así como la conservación y preservación del patrimonio culinario, por qué es en la cocina donde se prepara la vida, nos decía una campesina antioqueña en unos de los maravillosos recorridos por la geografía, compartiendo saberes. La cocina es un espacio donde convergen diversos aspectos de la vida de las comunidades: la agricultura, el mercado tradicional, la forma como se conservan los alimentos, las tradiciones y el arte culinario.
Resignificar la alimentación como acto social que se comparte en familia y como acto político desde el ejercicio del derecho a la alimentación consagrado en la constitución de 1991 y desde la autonomía alimentaria de los pueblos a decidir que se quiere comer para garantizar una vida
A modo de conclusión El sociólogo francés Poulain, ha escrito una extensa obra sobre alimentación, opina que el hombre se nutre de alimentos, pero también de símbolos, de mitos y de sueños y que estudiar las costumbres culinarias es una manera de aprender sobre la diversidad de las culturas, pero para poder valorar todo esto Poulain considera, que hace falta que los cocineros y cocineras que a lo largo de la historia han sabido escoger, preelaborar, cocinar, mezclar y condimentar los alimentos y han sido sobretodo atrevidos y creativos en todas las épocas, han probado nuevas combinaciones y sabores, cada vez que han tenido acceso a nuevos productos y es a ellos que les debemos parte de nuestros pequeños momentos de felicidad.
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6.
ALGUNAS Exp i ciа
Agroecológicа la c p ación Este capítulo final nos remite a tres experiencias contadas por sus protagonistas. Historias desde sus vivencias de como la agroecología entró para quedarse en sus vidas. Su laboratorio, lugar donde conjugan las teorías aprendidas de la ciencia con los saberes tradicionales, no es más que el “solar”, este sitio que pide una reivindicación como uno de los sitios más importantes de la casa y de la vida familiar. Así pues finalicemos con broche de oro, escuchando a los protagonistas de toda esta historia: los campesinos de nuestra tierra.
Capítulo 6
a) El solar: laboratorio donde se aprende haciendo que va a la casa, secándose progresivamente cuando la mala energía choca contra ella.
El solar un espacio agrícola tradicional para la familia campesina, indígena y afrocolombiana está instalado cerca a la casa. Este “patio trasero” también llamado huerta, donde nada está de más, conjuga una variedad de especies cultivadas y arvenses que crecen dentro y en los alrededores. Allí todo está estrechamente relacionado con otras actividades y crianzas que realiza el agricultor y su familia (Valera, 2001).
“Los huertos o solares familiares se hallan en un permanente proceso de desarrollo. La composición y el aprovechamiento de los cultivos varían según las circunstancias de vida y las necesidades de los campesinos. Una y otra vez experimentan con nuevas plántulas y semillas adquiridas por trueque, o intentan domesticar variedades silvestres. La conservación de las especies domésticas en el campo y las parcelas de los agricultores (in situ) ofrece la ventaja que las variedades siguen evolucionando, a diferencia de lo que sucede cuando se conservan en bancos genéticos (ex situ). De este modo, la adaptación evolutiva de las plantas puede dar lugar a nuevas características aprovechables”(Ídem).
En estos pequeños agroecosistemas, “situados cerca del lugar de residencia permanente o temporal, encontramos en un espacio reducido una combinación de árboles, arbustos, verduras, tubérculos y raíces comestibles, gramíneas y hierbas, que proporcionan alimentos y condimentos, medicinas y material de construcción. A menudo también se integran los animales domésticos a este sistema. Los productos de las huertas no sólo aportan al autoconsumo y los ingresos familiares, sino también suelen tener un importante rol cultural”. (Reinhardt, 2004, p.1). Así, por ejemplo, las comunidades utilizan el totumo (Crescentia cujete L.) no sólo a nivel medicinal sino que también con la corteza de sus frutos se fabrican utensilios de cocina, recipientes o vasijas para almacenar líquidos y granos. A la penca sábila (Aloe vera) se le atribuyen propiedades clave en materia médica tanto beneficiosas para humanos como para animales: desintoxicante, depurativa, laxante, antibiótico natural, calmante del dolor -analgésico-, cicatrizante, reductor de estrías, preventivo y curativo en el tratamiento contra las hemorroides, contra herpes, antiasmático, y astringente. Al mismo tiempo contribuyen al saber popular como: tener una penca de sábila colgando detrás de la puerta principal de la casa atada con una cinta roja absorbe la envidia de aquel
Por este motivo es importante contribuir en la recuperación de los solares como espacios tradicionales, productivos y ecológicos, una herramienta educativa apropiada para la capacitación en el desarrollo de acciones simples de manejo y aprovechamiento. Donde los campesinos participan en la toma de decisiones, las mujeres y hombres, son protagonistas de su propio desarrollo; donde la experimentación es otro de los elementos del aprender haciendo, que permite la innovación y la autoafirmación y refuerza la autoestima y el entusiasmo, lo que genera un ambiente positivo frente a una actitud positiva (PPM, 2006, p. 24) . “Lo que oigo lo olvido, lo que digo lo recuerdo, lo que hago lo sé”. (Proverbio chino).
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Agroecología para la vida
“Es así como de Campesino a Campesino, es un proceso de autoayuda participativo, innovador, creativo, experimental y comunicativo, que permite buscar de manera recíproca y colectiva cómo afianzar la sostenibilidad del desarrollo rural en la propia parcela, aldea o cooperativa, e incluso abordar por esta vía tareas sociales, políticas y culturales” (PPM, 2006, p. 36) esto se ve con las múltiples experiencias que se han venido trabajando en Corantioquia.
Municipios que se han intervenido Mapa:
Ley segunda de 1959
Nudo de Paramillo
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Corantioquia
Corpouraba
Cornare
Humedal Areas protegidas
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Capítulo 6
b) Recuperando suelos en “San Cristobal” Don Ciano, Don Héctor Ortiz, Don Bernardo Cano y Don Luis Javier Cano, son agricultores que viven en el corregimiento de San Cristóbal, hace 11 años conocieron otra alternativa para poner la tierra a producir.
Ellos mismos son testigos de sus cambios como dice Don Javier Cano “cambiamos de lo químico a lo ecológico”, y no solo en eso, también se puede ver ahora a estas personas enseñando a partir de sus propias experiencias lo beneficioso de esto, y esperan como dice don Bernardo, que el grupo se vuelva más grande y todos se concienticen de este proyecto de vida.
Al principio no fue fácil, ya que venían de la revolución verde con manejo intensivo de plaguicidas y fertilizantes los cuales empleaban para mantener en la siembra de cebolla junca, su principal producto. Este manejo intensivo contribuyó a la contaminación y desmejoramiento del suelo, volviéndolo cada vez más dependiente de los insumos químicos. Durante estos 11 años de reconversión de la huerta aprendieron prácticas de manejo agroecológico; recuperación de suelo, control biológico, compostaje, preparación de biopreparados y aumento de la biodiversidad hasta el punto de pasar de un solo cultivo a tener como Don Héctor más de 22 productos en su huerta, con los que alimenta a su familia y saca a la venta; Don Héctor habla con propiedad de la soberanía alimentaria, “ser autosuficientes en la finca, sembrando nuestra comida y al mismo tiempo sembrando diversidad también somos soberanos”.
De un grupo inicial de 20 personas, ellos continúan en el proceso convencidos de la manera como trabajan la huerta sin químicos y con mucho amor. Apuestan a ser promotores divulgando lo aprendido a más campesinos, y quieren ver su esfuerzo de todos estos años en la creación de una comunidad agroecológica que consume y compra productos sanos y diversos.
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c) De la huerta al mercado “Doña Blanca”
En la Placita de la América en el local 167 se encuentra el punto de venta de Productos Agroecológicos, allí atiende Doña Blanca Sepúlveda, una mujer que le gusta trabajar con la comunidad. Es de Dabeiba, ha vivido en Medellín, Turbo y hace 18 años está en Barbosa. Allí como ella dice conoció la agroecología, aunque, a Doña Blanca no le gustan los venenos, pero en Barbosa se estrelló con un suelo pobre donde el maíz y fríjol no le daban cosecha. “Aprendí a hacer suelo y querer a la madre tierra… cambiando prácticas de manejo del suelo, labranza mínima, barreras vivas, a no quemar lo que se corta o sea la materia viva y a hacer con ella compostaje”. Doña Blanca es una mujer que se considera experimentadora, inquieta siempre pregunta para qué sirve esta planta o cómo se prepara aquel producto. Su
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Capítulo 6
primera experiencia con las plantas medicinales fue con su primera hija, le dio tan buenos resultados que decidió seguir. No sólo trabaja con las plantas medicinales también le gusta trasformar productos “soy muy empírica, lo que no me lo sé me lo invento, no me varo” hace conservas de frutas y verduras, encurtidos, salsas y transformación de lácteos, con tal de no perder lo que la tierra le brinda. La agroecología la conectó con otros campesinos, al principio: “yo misma salía al pueblo y vendía mi producto, al consumidor directamente”. Comenzó surtiendo la tienda con pollo y lo que sembraba de la finca y al mismo tiempo recogía los productos de otros campesinos, no sólo entregaba sino que se quedaba en la tienda ayudando a vender, de esta manera y queriendo progresar, se apropio del cuento. En la Placita de la América ha ratificado su creencia en la importancia de trabajar en equipo.
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d) El solar como despensa de alimentos Doña Amparo
Sentadas las dos en las escaleras del colegio de Armenia Mantequilla, después de un encuentro de diversidades en la mesa del proyecto Bancos de Vida y de haber comido muy rico, Doña Amparo Colorado me contó de su finca “yo vivo muy lejitos camino dos horas pero lo hago con mucho amor”.
muy bien gracias a Dios, ambos somos agricultores, primero trabajaba por ahí jornaleando y ahora tiene una cuadra de tierra y cultiva café”. Del matrimonio tiene dos hijas que viven en Medellín con sus familias y son uno de sus mayores orgullos. Me cuenta de su cambio en la finca, como era antes y como es ahora, eso sí orgullosa de su experiencia. Hace año y medio empezó asistir a los solares agroecológicos, con un poco de dificultad ya que una de sus hijas se enfermó y tenía que ir a cuidarla. Y además su esposo, Luis Rodrigo se oponía al principio ya que pensaba que era tiempo perdido, “como le decía el terreno era enrastrojado entonces le pedí permiso al esposo mío cuando lo de las huertas para colocarlas y él me dijo pues que no y me puse muy triste, pero a la vez lo convencí. Cuando me puse muy enferma me quise retirar y me dijo no, usted empezó con
Mientras ella me contaba de su experiencia con solares agroecológicos y de cómo trasformó su vida y la de su familia, al mismo tiempo lo dibujaba, “yo no sé dibujar muy bien yo no tengo estudio pero en mi mente tengo plasmado todo lo que me enseñan”. Al terminar de montar el diseño, no pude evitar antojarme y participar aunque sólo me limité a pintar un poco sus plantas. Doña María Amparo está casada hace 31 años, con Don Luis Rodrigo González “él es morenito igual a mí, y nos comprendemos
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ayuda con los biopreparados naturales, puede tener unos ricos productos para comer con su familia.
mucho entusiasmo ahora soy yo el que la va apoyar”. Doña Amparo en su finca cuenta con dos huertas en las cuales siembra una diversidad de productos como lechuga, repollo, frijol, maíz, acelga, fresa, zanahoria, alverja, habichuela, cilantro, cebolla, tomate, espinaca y la bendita remolacha que le ha dado mucha lidia, pero aun así ha sacado. Se ayuda con un buen manejo agroecológico, ella misma prepara el compost para sus plantas “si uno tiene un buen compostaje tiene muy buena producción” y si a eso le
Todo lo que produce es para su familia, incluidas sus sus hijas en Medellín y también comparte con sus vecinos ya que son muy pobres. Eso si, cada que puede los invita a unirse a esta propuesta. Lo que tiene feliz a Doña Amparo Colorado es que ya no tiene que comprar las verduras, con sólo ir al solar merca y hasta tiene para regalar.
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