El estrés de atender un avión en 45 minutos

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Gran Málaga

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VIERNES 14-4-2006 Málaga hoy

LABORAL

Handling. Este trabajo consiste en atender a los aviones durante su estancia en la pista de aterrizaje. En Málaga desarrollan esta labor alrededor de 2.000 personas pertenecientes a varias empresas. Parece fácil, pero no lo es.

GRUPOS ELECTRÓGENOS. Los

trabajadores llevan electricidad hasta el avión para que puedan seguir funcionando luces o neveras sin necesidad de que ningún motor del aparato esté en marcha.

FUNCIONES. Los empleados de las empresas de handling son los encargados de acercar las escaleras al avión para que puedan bajar los pasajeros hasta la pista de aterrizaje. Son ubicados en autobuses y desplazados hasta la terminal.

EQUIPAJE. Cuando los pasajeros han descendido del avión, el equipo de handling descarga las maletas de los viajeros que hayan llegado en el aparato y cargan las de los siguientes. Las clasifican y las sitúan en las cintas, donde son recogidas por sus propietarios.

Elestrésdeatenderun aviónen45minutos EL REPORTAJE

Nacho Sánchez ■ MÁLAGA. Apenas si se ven. Los pasajeros de los aviones no suelen tener demasiado contacto con este personal, pero tienen una labor básica para que ellos puedan llegar puntuales en su destino. Es más, sin ellos, los aeropuertos se colapsarían. Se trata del personal de handling. Su trabajo consiste en ofrecer todos los servicios necesarios para que un avión aterrice y despegue con comodidad: un grupo electrógeno para que la nave tenga energía durante su estancia en la pista –y funcionen sus puertas, sus neveras o sus luces mientras tiene sus motores parados–, asistencia ante cualquier problema, carga y descarga de equipaje o acercar la escalera para que los pasajeros bajen. En Málaga trabajan casi 2.000 personas en las diferentes empresas que ofrecen estos servicios y el denominador común es, ante todo, el estrés con el que trabajan. Porque preparar todo lo necesario para que un avión despegue en 45 minutos “es casi magia”, según dice Fernando Gordillo, delegado sindical de Comisiones Obreras en Iberia y trabajador de handling. Cada mañana, los empleados encuentran en un tablón cuáles son los aviones que tienen

que asistir y con qué compañeros. El tiempo es justo. Tras el aterrizaje, la maquinaria se pone en marcha y, “sin respirar” se atiende al avión. Si no pasa nada, su labor acaba sin que el despegue sufra retrasos. “Pero problemas surgen, y muchos. Cada día es una aventura”, dice Gordillo. Y esa aventura conlleva un aumento del estrés y el deterioro de la salud laboral.

“Cada día es una aventura, pero al final todo sale bien aunque parezca por arte de magia” dice un trabajador Un ejemplo. El pasajero de un avión hasta Berlín que hacía escala en Málaga lo pierde porque su vuelo desde Barcelona se ha retrasado. Sin embargo, sus maletas han llegado y están dentro de la aeronave que viaja. Las normas de seguridad exigen que su equipaje se quede en el aeropuerto de Málaga. Y ello supone descargar el de todos los pasajeros, identificar las malteas del que no va en el avión y volver a cargar el resto. “Puede ser sólo media hora, pero no estaba previsto y ya

todo va descontrolado”, explican los trabajadores. A partir de ahí, el estrés se adueña de los equipos de trabajo, que, a pesar de todo “consiguen que todo vaya bien”. Los horarios laborales también son muy confusos. Las empresas de handling “abren” todos los días del año y los turnos de su plantilla varían. Habitualmente y cada cierto tiempo, la mitad de los trabajadores –los fijos– cambian en turno e mañana, tarde o noche. La otra mitad –los eventuales o fijos a tiempo parcial– trabajan según las necesidades del aeropuerto. En principio, desde primeros de abril hasta finales de octubre es temporada alta en el recinto, así que la actividad es frenética. Además, ésta sube porcentualmente desde el lunes al domingo. “Los lunes son algo más tranquilos, pero los domingos son impresionantes”, afirma el responsable sindical. Por si fuera poco todo ello, la labor de cada empleado puede cambiar de un día para otro. Un operario puede estar un lunes llevando la rampa para que bajen los pasajeros, el martes conduciendo las jardineras (autobuses que transportan a la gente en las pistas) y el resto de la semana clasificando las maletas en las cintas para que las recojan los pasajeros. Eso sí, todos los puestos con exceso de estrés.

EN EL TAJO. En la primera foto, se puede observar a varios

trabajadores cargando maletas en un avión de la compañía Iberia. En la segunda, otro empleado junto a una de las jardineras, que llevan a los pasajeros hasta la terminal. En la última foto, dos personas echan las maletas en las cintas, donde luego las recogerán sus propietarios.


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