Barcelona, Berlín ¿y también Málaga?

Page 1

VIERNES 6-4-2007

37

Cultura MÚSICA. El cantante de origen libanés Mika presenta en España su debut discográfico, el colorista y exitoso ‘Life in Cartoon Motion’ • 39

Málaga hoy

CINE. Antonio Banderas repite poniéndole voz al gato con botas de Shrek, en la tercera entrega de esta saga de dibujos animados • 42

PROYECTO

Barcelona,Berlín¿ytambiénMálaga? La Casa Invisible quiere que el espacio cultural de la calle Nosquera sea como los de Tacheles en Alemania o Hangar en la Ciudad Condal NACHO SÁNCHEZ ■ MÁLAGA. El colectivo Creadores Invisibles explicó hace unos días, al presentar el proyecto de La Casa Invisible, que sus ideas no eran nuevas. Ni siquiera revolucionarias. Dijeron que eran una copia de otros casos que se dan en varias ciudades del mundo. Casos de espacios abiertos a la cultura. Y que funcionan. Incluso reciben apoyo público. Los Creadores Invisibles han tomado nota de experiencias como Hangar en Barcelona y Tacheles en Berlín para evitar errores. Y quieren importar el modelo a Málaga. Las bases ya las tienen: un espacio (un inmueble en la calle Nosquera 11), apoyo de diversas personalidades públicas entre arquitectos, profesores de universidad, artistas, escritores o directores de

Imagen de un gran ‘graffiti’ ubicado en las instalaciones de Tacheles, en Berlín.

PROPUESTAS

En Barcelona hablan de las ‘cocinas efímeras’ que hay en París: acuerdos para el uso temporal de edificios en desuso cine y un programa estable de actividades culturales de lo más diverso y abiertas a todos. Y quieren contar con el Ayuntamiento malagueño, propietario del edificio, para establecer un diálogo y, entre todos, sacar el proyecto adelante. En caso de llegar a buen puerto, la historia no sería nada nueva. Similar es lo que ocurrió a finales del siglo pasado en Berlín. Allí, un grupo de artistas ocupó en febrero de 1990 un viejo edificio en el barrio de Mitte. Su filosofía era la autonomía, la espontaneidad y la improvisación. El inmueble había tenido un uso comercial en origen, luego pasó a ser cárcel durante la Segunda Guerra Mundial y más tarde fue almacén de materiales de construc-

Uno de los talleres de Hangar.

ción; pero ya estaba abandonado y amenazaba con caerse. Tras la ocupación, se creó una programación que continúa desde entonces basada en exposiciones, teatro, talleres, música, cine... Y gracias a esa estabilidad, el edificio fue rehabilitado. Hoy cuenta con apoyo público a través de una serie de subsidios anuales para sufragar proyectos. También se financia con espacios de alquiler para los artistas, la sala de proyección cinematográfica o el

bar. Incluso aparece en las guías turísticas de Berlín. Una de sus responsables, Janina Schreiber, desea, al conocer el caso malagueño “toda la suerte del mundo” a Creadores Invisibles en su iniciativa. Igual hace Ignacio Somovilla, gerente de Hangar, espacio radicado en Barcelona que está celebrando su décimo aniversario en la actualidad, quien da las claves para conseguir dar continuidad al proyec-

to de La Casa Invisible. “Ser insistente, hacer las cosas bien, crear una programación potente e invitar a los responsables municipales a participar”. Aunque avisa: “también hay que rezar bastante porque el proceso es muy complicado”, añade Somovilla. Además, propone soluciones como las cocinas efímeras de París: el uso temporal de edificios vacíos o en desuso mediante acuerdos con sus propietarios. Hangar comparte muchas similitudes con lo que quiere conseguir el colectivo Creadores Invisibles. Se trata de una iniciativa de la Asociación de Artista Visuales de Cataluña, que reflexionó sobre los muchos sitios existentes para exponer y la carencia para producir. “Y tras varios intentos, conseguimos alquilar una vieja fábrica a precios medios y se reestructuró para poder recibir a los artistas”, dice el gerente. Los precios para alquilar los talleres varían entre los 128 y 252 euros. Allí pueden estar un máximo de dos años, para “poder apoyar a mucha gente y conseguir una renovación periódica”. Hangar está ubicado en el barrio

periférico barcelonés de Poble Nou, donde otros muchos siguieron ejemplos similares, como Taller Caminal o La Escocesa. Pero ahora la especulación ha llegado hasta allí de la mano del proyecto tecnológico 22@ y la mayoría de espacios artísticos han tenido que ser desalojados. “Ya sólo quedan unos pocos sitios. En cinco años han desaparecido una decena de naves con entre 10 y 20 artistas cada una. Hay una dispersión inmensa”, explica Mayte Zabalza, que ahora dirige Taller Caminal. Otro de los casos más conocidos y con mayor éxito ha sido el del colectivo La Makabra, que ocupó varios edificios en la misma barriada. Tras unos inicios convulsos, el espacio se asentó con casi 200 personas que hacían uso de los 18 espacios habilitados, entre los que destacaban un gimnasio de circo, una sala de danza, una sala de plástica, una biblioteca, un estudio de grabación musical o locales de ensayo. El proyecto funcionó, pero dos años después sus integrantes fueron desalojados por la Policía. Un final conocido por algunos Creadores Invisibles.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.