Gran Málaga
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JUEVES 5-1-2006 Málaga hoy
E N T R E V I S TA
Antonio Fuentes. Presidente de la Federación de Asociaciones Cívilis Antonio Fuentes lidera la Federación Cívilis, en la que están repre- Málaga son el transporte público, la limpieza y la inseguridad, aunsentadas más de 40 asociaciones vecinales y organizaciones socia- que últimamente tiene demasiadas preocupaciones con el Metro. les de toda la capital malagueña. Cree que los eternos problemas de Considera que el Ayuntamiento tiene la razón en el conflicto
“No queremos tres grandes torres en laTérmica” NACHO SÁNCHEZ
Los vecinos de la Carretera de Cádiz se han metido casi de lleno en la política municipal tras el enfrentamiento entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga sobre el inicio de las obras y los desvíos del tráfico. El responsable de la Federación Cívilis, Antonio Fuentes, apoya al equipo de gobierno. –El Ayuntamiento no quiere que comiencen las obras hasta que no se hagan los desvíos, ¿qué opinan? –Nosotros hemos exigido al Ayuntamiento que no permita que empiecen las obras mientras no se abra el acceso de la Avenida Europa con la Avenida de Moliére y el desdoblamiento del puente sobre el Arroyo de las Cañas, que une los polígonos del Guadalhorce y Santa Bárbara. Se lo llevamos pidiendo más de un año y medio al Ayuntamiento y por fin nos han hecho caso. –¿Les preocupa el Metro? –En Carretera de Cádiz nos preocupa mucho y por ello creamos junto a comerciantes y asociaciones la plataforma por el Metro, con la que hemos conseguido, entre otras cosas, el soterramiento por esa zona. Pero ahora estamos enfadados porque las obras van a ser diferentes a lo que nosotros queríamos. Pedimos que se hicieran tramos pequeños para que el tráfico se viese poco afectado, pero no lo van a hacer y no proponen salidas para los vehículos. –Casi todos los vecinos de Carretera de Cádiz piden el acuer-
■ MÁLAGA.
do entre las administraciones por el Metro. ¿Conocen las propuestas de ambas partes? –Hacemos reuniones con vecinos y comerciantes, pero es cierto que el vecino no está demasiado preocupado ni sensibilizado con estos temas. Los malagueños somos poco protestones. Si fuésemos más reivindicativos todo iría mejor, porque es nuestra labor pedir que se mejore la ciudad, independientemente del color político del gobierno. –¿Temen los días en los que las obras estén en marcha? –Nosotros queríamos tuneladora, porque todo iría mucho mejor. Es algo más cara que con el método de las zanjas, pero causaría menos molestias de polvo, ruido y cortes de tráfico. –¿También cree usted que el conflicto del Metro es más que nada un enfrentamiento político? –Hay que reconocer que la Junta está ninguneando al Ayuntamiento con el proyecto del Metro, y también a todo aquel que no comulgue con sus ideas. Nosotros pedimos una reunión con la consejera de Obras Públicas en abril de 2003 y nos dijo que cuando viniese a Málaga nos recibiría. Pero ha venido muchas veces y nunca nos ha recibido, aunque sí lo ha hecho con otras asociaciones y grupos más afines. La Junta quiere cambiar el color político del equipo de gobierno de Málaga. –¿Las administraciones escuchan a los movimientos vecinales? –Nuestra participación es alta,
PRESIDENTE. El responsable de Cívilis, en la puerta de la sede.
pero hay un problema: aunque nos escuchan siempre, no nos tienen apenas en cuenta a la hora de tomar las decisiones. –¿Cómo ve a la clase política malagueña? ¿Está a la altura de todas sus reivindicaciones? No, ninguno. La clase política ya está denostada por la población porque casi todos nos han defraudado y eso es una lástima. Siempre hay demasiados reproches entre los partidos políticos. Cuando hay un proyecto en el que intervienen dos administraciones
VICTORIANO MORENO
de diferentes partidos siempre hay problemas en el camino. Nosotros creemos que el Ayuntamiento tiene toda la razón en el tema del Metro, pero no nos olvidamos de que han tardado mucho tiempo en resolver los accesos al Puerto, algo que llevamos esperando mucho tiempo. Tampoco estamos de acuerdo con la creación de tres grandes torres en la Térmica. –¿Cuáles son los mayores problemas de Málaga? Siempre son los mismos. Desde
hace años en las reuniones se habla de lo mismo: limpieza, seguridad y transporte público. –¿Qué piensa de la limpieza? –Málaga hace ocho o nueve años estaba muy limpia, pero esto se ha ido deteriorando y ahora la ciudad está muy mal. La culpa es parte del Ayuntamiento, pero también de los ciudadanos. Los malagueños no tienen espíritu cívico y se ve en lo sucia que está la playa o cómo quedan las calles después de las procesiones de Semana Santa. Hay falta de compromiso por parte de los malagueños y esto debe cambiar. El Ayuntamiento tiene la obligación de hacer más limpieza y hacerlo más regularmente, pero los ciudadanos también tienen sus responsabilidades. –¿Se sienten inseguros los malagueños? –Pues sí, sobre todo por la inmigración. No es racismo, pero esas personas, tengan el color que tengan, no respetan las normas y duermen en portales, practican sexo en la calle... Me temo que nos tenemos que ir acostumbrando a todo esto, porque no es fácil combinar el binomio libertad y seguridad. Además, las plantillas de policías están reduciéndose y los delincuentes lo saben. –¿No están contentos con los autobuses de la EMT? –Se están haciendo muchos esfuerzos para mejorar el servicio e impulsar el transporte colectivo y los resultados son buenos. Pero debería haberse apostado por ello hace más de 20 años, porque ahora si las calles están llenas de coches privados es imposible que funcionen a la perfección. –¿Qué es la Federación Cívilis? –Es una agrupación de más de 40 organizaciones sociales y vecinales de toda Málaga. Desde comerciantes a guardias civiles, aunque principalmente es un movimiento vecinal. –¿Cuál es la labor de Cívilis? –La más importante es representar al tejido asociativo. Ante cualquier problema que tienen nuestros asociados, se les acompaña y se les respalda ante las administraciones. Pero también luchamos por las problemáticas comunes de todas las barriadas de Málaga y desarrollamos diversos proyectos como cursos de formación o una escuela de padres.