Gran Málaga
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JUEVES 23-9-2004 Málaga hoy
E N T R E V I S TA
Francisco Gutiérrez. Secretario general de Comisiones Obreras en Málaga El máximo responsable del primer sindicato de la provincia ha si- de un frustrado intento por alcanzar la dirección de la organización do la voz y la imagen de esta fuerza social, que cuenta con 34.000 en Andalucía. Dice que está satisfecho con su legado y con el recoafiliados, durante los últimos 13 años. Ahora deja el cargo después nocimiento que ha recibido de muchos de sus compañeros
“Las buenas relaciones con los empresarios facilitan los acuerdos” NACHO SÁNCHEZ ■ MÁLAGA. Francisco Gutiérrez ha cumplido los tres mandatos que le permiten los estatutos de la unión provincial de Comisiones Obreras (CCOO) en Málaga. El secretario provincial abandonará el puesto en diciembre después de que tanteara la posibilidad de alcanzar la dirección del sindicato en Andalucía. “Me voy porque corro el riesgo de apegarme demasiado al cargo”, explica en su adiós. Su sustituto no está claro. Del propio sector mayoritario han surgido dos posibles aspirantes, al que se puede sumar un tercer contrincante del grupo de los críticos. –¿Quién era Francisco Gutiérrez antes de ser secretario provincial en Málaga? –Era un responsable sindical que desde siete años atrás desempeñaba distintas tareas en Comisiones Obreras. Primero, como secretario provincial de Banca; y, luego, como responsable de Formación. También realicé el primer plan general de contabilidad y toda la estructura informática del sindicato. Fue entonces cuando Salvador Varea dejó el cargo de secretario provincial y me eligieron a mí, en el Congreso de junio de 1991. –¿Cómo estaba CCOO en ese momento? –Tras muchos años de clandestinidad y dictadura, se enfrentaba a la ardua labor de construir un movimiento sindical. Algo que en aque-
lla época hacíamos con más voluntad que certeza y conocimientos, pero siempre en base a ese compromiso sindical que bastante gente habíamos heredado de los que habían luchado en la clandestinidad. –El sindicato es hoy la primera fuerza social de la provincia. –Esto no es un producto de laboratorio, sino que es fruto de las luchas del movimiento sindical y obrero
SUCESIÓN
“La presencia de dos candidatos no supone ninguna ruptura o drama interno en el sindicato: es un proceso muy normal” desde que nació la organización en 1956 en Asturias. Lo más importante ha sido el trabajo de todos los delegados y afiliados, con bastante trabajo voluntario. Son muchos los trabajadores que al margen de su jornada aportan lo que pueden para consolidar su situación laboral y tener unas condiciones dignas en igualdad y democracia. –El sindicalismo puede parecer una tarea fácil. Negociación o movilización. –Esto nunca ha sido tarea fácil, porque no es nada de teoría, sino de práctica. Es algo que se hace día a día, estando en contacto con las em-
presas y con los problemas de los trabajadores. Es difícil, pero estos contactos facilitan algo más el trabajo. La línea de trabajo debe compaginar movilización con negociación y valorar todos los aspectos sociales que rodean al empleado en su vida cotidiana. –Hay quien afirma que no se puede ser sindicalista y llevarse bien con los empresarios. Usted tiene muy buena amistad con algunos de ellos. –En el mundo de las relaciones laborales se puede tener una coherencia con tus planteamientos sindicales y tener una buena relación con el mundo empresarial. Además, eso facilita luego la labor a la hora de llegar a acuerdos. Pero al mismo tiempo hay que ser conscientes de que, por mucha amistad que se tenga, si hay que convocar una huelga, lo haremos. Cada uno tiene su labor y diferentes intereses, pero ello no quiere decir que tengamos que estar peleados. –Desde algunos sectores se le ha criticado que ha acumulado demasiado poder sobre su persona, sobre todo en el último mandato. –Después de 13 años tengo una cierta relevancia social como representante de CCOO. Como sindicato hemos participado en todos los foros de debate, en todas las reuniones tanto en Málaga como en la provincia. Ello, junto a la relación con los medios de comunicación, da cierto poder. Pero en el interior del sindicato es diferente. La participa-
ETAPA. Gutiérrez deja el cargo satisfecho de su labor.
ción se hace tal y como recogen los estatutos y hay una gran participación a través de la Ejecutiva Provincial y el Consejo Provincial. –Tras su marcha como secretario provincial, han surgido dos y hasta un posible tercer sucesor. ¿Eso ha causado división interna en el sindicato? –No. Son dos candidatos que están en el órgano de dirección del sindicato y que comparten la misma línea sindical. No pasa nada, se ele-
GARCÍA VIVAS
girá democráticamente a uno de ellos y no habrá ningún drama, ni ruptura. –¿Hacia dónde va el sindicalismo hoy en día en Málaga? –Hay que progresar al mismo ritmo que la sociedad. El marco de la configuración empresarial y de los trabajadores ha cambiado; desde una orientación a grandes empresas a otra que debe responder a las pequeñas y a las necesidades laborales en el entorno social del trabajador.
AEROPUERTO
Derriban la antigua torre de control para construir la segunda terminal REDACCIÓN ■ MÁLAGA. Las palas excavadoras han comenzado a allanar el terreno para la ampliación del aeropuerto de Málaga. La demolición de la antigua torre de control, tras su sustitución por otra nueva en noviembre de 2002, liberará terrenos para la construcción de la segunda terminal, una de las obras clave del plan director del aeródromo malagueño y del reciente Plan Málaga del recinto aeroportuario. Las reformas en el aeropuerto de Málaga, el cuarto de España en
número de pasajeros, tras Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca, pretenden que por sus instalaciones puedan pasar unos 15 millones de viajeros en 2015. La nueva terminal tendrá 86 mostradores de facturación y 20 nuevas puertas de embarque. El edificio costará 260,7 millones de euros y sus obras comenzarán en el mes de febrero de 2005. Este nuevo edificio permitirá disponer de la capacidad necesaria para atender a 9.000 pasajeros por hora. Al mismo tiempo se ampliará la terminal actual.
DEMOLICIÓN. Derribo de la vieja torre de control, ayer.
VICTORIANO MORENO